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Yo tambien soy responsable.

Yo no soy predicador.

Ni tampoco es mi hobby rebuscar sentencias morales en citas bíblicas para afirmar puntos de vista en otros.

Mucho menos lector de la biblia o de libros sacros.

He traspasado los límites sociales de respeto ante esas acciones, al punto de convertirme en irreverente al juicio de muchos, en círculo social que me ha tocado vivir.

He de confesar, sin pena alguna, que me deleitaba escuchando un programa dominguero en una emisora secular de radio ( ya extinto para mi infortunio), donde los temas eran prácticamente confrontaciones entre católicos y protestantes, incluso entre los mismos protestantes. Los argumentos eran rabietas, amenazas, cóleras, malos deseos… entre unos y otros.

Todo este circo me entretenía para mi insana y ególatra diversión; bajo la protesta de mi novia, una Noájida consciente de su identidad y mejor observante que yo, en definitiva.

Quisiera dejar aclarado ese punto de previo, antes de citar una porción de la Ley Universal que se encuentra en el artículo “Un Texto Fundamental” (1) , debido a un comentario que acabo de leer en el Facebook.

Un usuario de esa red social, al compartir en uno de mis contactos, un video que muestra al cuerpo del niño sirio Alan Kurdi yacido en la playa turca, escribió:

“¡Dios, envía al Mesías de Israel verdadero para que cambie este mundo de una vez por todas!”

A mi juicio, dichas palabras son una declaración irresponsable; un endoso de culpa a dios por la muerte de esa criaturita, por no enviar al mesías a que cambie el mundo.

YO soy el responsable por la muerte de ese niño. TU eres el responsable por la muerte de esa criatura. YO represento la humanidad y sus vicios, así como TU la representas también. HEMOS todos fallado en nuestra misión de hacer de este mundo un paraíso, un edén, un lugar de reposo para la Divina Presencia (2) .

Vivimos nuestra identidad no-judía como algo egolátricamente personalísimo, sin reflexionar que el mínimo desentendimiento a nuestra Torá produce caos social, muertes, desconexión con lo sagrado, con los hombres y la naturaleza; es decir, el infierno en lugar del cielo.

Esa actitud de desentendimiento hacia la Ley Universal sumando a una vivencia egoísta y personalísima de la identidad no-judía, ha sido nuestra actitud desde que, por gracia divina, nos liberamos incluso del propio dios (3) .

Sin embargo, tanta libertad ganada no es visado para el desentendimiento de los deberes para con el resto de la humanidad en atención narcisista del propio crecimiento, sino que conllevó a otra conquista (no muy apreciada por cierto) que es el propio grado de responsabilidad que TENEMOS TODOS individualmente para con Todo y Todos, incluyendo al mundo, sea el sentido que se le quiera dar.

Al reafirmar la Ley Universal, se nos dijo a TODA la humanidad:

“…Yo pediré cuentas a cada uno por la vida del hombre…” (4)

Somos responsables (o culpables) de egoísmo, de no hacer de este mundo un lugar de trascendencia; de crecimiento y mejoramiento, de paz y armonía, de crecimiento y conexión de todo y todos; de no haberle construido al pequeño Alan Kurdi un paraíso terrenal del que tenía derecho a experimentar. TU y YO somos responsables de ello, y no dios ni el mesías.

Siglos después de la sentencia divina (5) que nos reafirmo la responsabilidad que lleva la libertad, el Dr. Viktor Frankl puntualizó:

“Toda Libertad tiene un “de qué” y un “para que”. Si preguntamos “de qué” es libre el hombre, la respuesta es: de ser impulsado, es decir que su yo tiene libertad frente a su ello; en cuanto a “para qué” el hombre es libre, constataremos: para ser responsable. La libertad de la voluntad humana consiste, pues, en una libertad de ser impulsado para ser responsable, para tener conciencia.” (6)

¡! …Perdónanos pequeño Alan Kurdi, donde quiera que te encuentres, por haberte fallado en no haberte construido un paraíso en este mundo.. ¡!

 

Ha vísperas del nuevo año universal 5776, en el que recordamos al primer ser humano-persona consciente, libre y responsable, que sea nuestro compromiso con nuestra propia identidad y con toda la humanidad.

Gracias por su lectura y comentarios.

(Que lo anterior sea en mérito del pequeñito Alan Kurdi. Que descanse en paz, y que el cielo nos perdone por su sangre.)

 

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1. http://fulvida.com/2008/03/27/un-texto-fundamental/

2. http://serjudio.com/exclusivo/cterapia/receta-para-la-alegra-mesinica

3. “Si cada paso hacia la separación y la individuación fuera acompañado por un correspondiente crecimiento del yo, el desarrollo del niño sería armonioso. Pero esto no ocurre…La falta de sincronización entre estos dos desarrollos origina un sentimiento insoportable de aislamiento e impotencia, y esto a su vez conduce a ciertos mecanismos psíquicos que… describiéremos como mecanismos de evasión. Una imagen particularmente significativa de la relación fundamental entre el hombre y la libertad la ofrece el mito bíblico de la expulsión del hombre del paraíso. ..Obrar contra las órdenes de dios significa liberarse de la coerción, emerger de le existencia inconsciente de la vida prehumana para elevarse hacia el nivel humano. Obrar contra el mandamiento de la autoridad…es en su aspecto positivo humano, el primer acto de libertad, es decir, el primer acto humano…Éste se ha separado de la naturaleza, ha dado el primer paso hacia su humanización al transformarse en individuo. Ha realizado el primer acto de libertad..” (Erick Fromm. Miedo a la Libertad, pag 55-56)

4. http://fulvida.com/2008/03/27/un-texto-fundamental/

5. http://fulvida.com/2014/08/09/regresando-a-las-tiendas-de-shem/

6. Viktor Frankl. La Presencia Ignorada de Dios. Pag 55

Diez dones

Todos nacemos con diferentes dones, que nos hacen resplandecer de manera intensa, especial, sagrada.

Lo triste es ignorarlos, andar por la vida a oscuras y sin saber materializar nuestro brillante potencial.
También lo es abusar de ellos de manera egoísta, creyendo que nos pertenecen y no debemos nada a nadie.

Entonces, te invito a enfocarte aquí y ahora, sin excusas, para que enciendas tu luz y permitas sobresalir tu verdadero ser.

Te mencionare diez dones, que probablemente duermen en ti:

  • Conocimiento y discernimiento de causas.
  • Imaginación positiva.
  • Aplicación del pensamiento a la práctica.
  • Bondad.
  • Justicia.
  • Autenticidad.
  • Firmeza.
  • Sensibilidad.
  • Expresividad asertiva.
  • Dominio.

¿Cuál tenías presente?
¿Cuál ya has entrenado?
¿Cuál crees lejano?
¿Hay algún otro que omitimos pero sientes activo en ti?

La Acción Positiva

ctitud-positiva
Hace pocos días, llegó a mi oficina un amigo con un cliente suyo, y con quien iba a realizar cierto trámite. Una vez hecho sus asuntos, empecé a conversar con mi amigo y el buen señor, quien por su apariencia de ancianidad me inspiraba cierto aire de confianza para preguntarle sobre su visión de la vida y del mundo.

Serenamente me confesó su edad, su recién superado infarto, su falta de temor hacia la muerte; pero lo que más me llamó la atención, fue sobre su experiencia de joven en que empobreció materialmente debido a la repentina devaluación de la moneda nacional que tuvo mi país allá por los años 80s, cuando el presidente de la época contrarió los criterios del Fondo Monetario Internacional, endeudando al país a niveles insostenibles con el fin de mantener el valor de la moneda nacional.

Para esas décadas gran parte de la población empobreció de la noche a la mañana a niveles lamentables, lo que obligó al Estado tomar medidas recesivas, de las cuales tengo escasos recuerdos.

Este señor, quien fue testigo directo de dicho acontecimiento, me contaba como dentro de su “currículo vitae” estaba ver perder sus tierras, sus autos, su capital, su dinero en un abrir y cerrar de ojos, debido a que las deudas en dólares que mantenía él (y muchos productores) se cuadriplicó de la noche a la mañana.

Su narración me pareció casi una “señal divina” debido a una experiencia personal recientemente vivida en la que, al igual que este señor, vi perder parte de lo que me costó hacer por algunos años.

Su historia me cautivaba cada vez más, hasta que llego el momento de mi gran pregunta: “Dígame señor, ¿Cómo hizo para recuperarse de tal crisis y perdida?”

Su respuesta me corroboró cierta sospecha que he tenido, de que el ser humano va perdiendo la memoria de él mismo. Es decir, no se olvida tanto de las experiencias externas (la crisis nacional y la pérdida de bienes, en este caso), pero si se olvida en gran medida de sus sentimientos, pensamientos y razonamientos que tuvo cuando experimentaba la desdicha o las crisis.

La respuesta a mi pregunta fue esta: “…Trabajo y mucha fe en dios…”

Sinceramente no me esperaba una respuesta tan light y superficial.

Claro que entiendo que se tiene que doblar, y hasta triplicar, las horas y los tipos de trabajo. Se lo que es tener que trabajar hasta altas horas de la noche, atender a personas indeseables con sonrisas, aguantar bromas y comentarios de clientes como si no me afectaran, reducir los precios por los servicios, trasladarse a largos destinos para ejecutar los servicios, soportar amenazas de prescindir de mis servicios por parte de algunos clientes si no cumplo a sus demandas, sonreír a personas que en otras circunstancias ni la mano daría, levantarse con miedo y acostarse con el mismo terror porque la jornada laboral estuvo convulsa llena de presiones y bajos honorarios, tener que hacerme de la “vista gorda” con el cumplimiento de requisitos para algunos trámites porque al cliente le urge ciertos resultados, ponerse en situaciones de riesgo con el fin de que los resultados sean favorables para el contratante, y así varios etcéteras todo con el fin de generar recursos suficientes que cubran no solo las perdidas sino que el pago de cuentas ordinarias y extraordinarias que surgieron de la crisis.

Claro que entiendo el tener que trabajar para superar la crisis acontecida, no tanto por actos que voluntariamente creó la persona, sino por acciones de terceros en los cuales se confiaba.

Pero, ¿mucha fe en dios? ¿Cómo se puede entender eso?

En honor a la verdad, dudo mucho que esa sea una verdad. En el momento de crisis lo que existe es negativismo, pesimismo, depresión, insomnio, sensación de derrota, de vacío, de soledad, de miedos seguidos por taquicardias, de ira, de sed de venganza, de razonamientos confusos, de pensamiento de muerte o sin salidas, de reclamos, de envidias por ver en otros mejor situación, de culpa, remordimiento, reproches a la vida a la sociedad a dios y a quien sea..

Y aunque se tome la decisión de ser positivo, honradamente dicha decisión dura poco. Al cabo de unas horas, y por cualquier eventualidad, vuelve la idea negativa.

No amigo… Sinceramente de una crisis o perdida no se sale con el consejo del remedio casero y mentiroso de “Trabajo y mucha fe en dios”.

Yo he asumido una actitud positiva.

Ojo: escribí actitud, y nopensamiento positivo”.

Porque a pesar de tener preconceptos erróneos de que “todo es para bien” que se construyeron con ideas propias y ajenas, y que hacen tener fe infantil en “futuros mejores”, al final el resultado se da por las acciones.

El pensamiento positivo no es constante y se requiere autoengaño para sostenerlo; la actitud positiva requiere acciones de responsabilidad en enfrentar las situaciones, aunque no se tengan pensamientos positivos.

En resumidas cuentas y en pocas palabras, no se debe tirar la toalla ante las crisis o pérdidas económicas, no porque se tenga mucha fe en dios o pensamiento inspiradores, sino simplemente porque no se debe de tirar la toalla.

La acción positiva no desconoce el miedo, sino que a pesar de temer se sigue actuando, trabajando, creando y haciendo, porque es lo que da resultado y porque tales acciones son de las personas responsables y valientes. Porque el que se aferra solamente a un pensamiento positivo se aferra a fe la hueca, e ignora que lo que hace es tapar sus terrores con ideas irracionales, ridículas e inservibles; y ese no es un valiente, es un irresponsable.

El que indolentemente tiene fe en dios, y con base en dicha fe actúa para salir de la crisis, la pérdida o el problema, pero lamentablemente está destinado a hundirse más en él, ya que la angustia de no ver su anhelado resultado al estilo de la “fast food” terminará por hacerlo desistir, más temprano que tarde.

Pero el que asume con acciones concretas su problema, el terror o el miedo deja de ser un problema más de los que hay que resolver.
Gracias por su lectura y comentarios.

(Lo escribo en merito de José A. Rojas Bejarano. Que descanse en paz y consuelo a su estimada familia en estos duros momentos)

¿Te da miedo la muerte?

La muerte es la máxima de las impotencias, es por ello que aunque no la experimentamos jamás, suele ser motivo frecuente de terrores, pesadillas, malestares, aparición del EGO dominando nuestras vidas.
Es un miedo absolutamente normal, no tenemos porqué avergonzarnos o tratar de esconderlo, por el contrario, es bueno tomar nota de su presencia, admitir nuestra impotencia, expresar nuestros sentimientos, y así hallar lo que sí está bajo nuestro dominio para fortalecernos y adquirir experiencias disfrutables.

Pero, puede ser preocupante cuando trastorna en grado frecuente las diferentes áreas de existencia. Tanto los terrores por el propio destino en manos de la mano misteriosa, como de lo que pudiera ocurrir a gente querida. Es la impotencia constante que nos mira y nunca nos abandona.

Esto es usado habitualmente por los mercaderes de la fe, los clérigos religiosos y otros mercachifles, para someter a sus ovejitas y obtener así ventajas de todo tipo.
También es instrumento en manos de todo tipo de pirata, que se aprovecha de las debilidades de sus víctimas para disfrutar de alguna clase de poder (aparente).

El exagerado miedo a la muerte termina por robar el placer de la vida, lo que hace escasear el deleite que estará a nuestra disposición en la vida luego de esta vida.

Sobre el tema ya hemos trabajado en otras ocasiones, con mucha mayor amplitud y profundidad, por eso quiero compartir ahora solo algunas pequeñas ideas para ayudarnos a mitigar un poco su sombra.

  • Es la máxima impotencia, pero para nuestra realidad multidimensional, que corre en el limitado mundo material.
    Sin embargo, cuando nos libramos de las restricciones materiales, cuando pasamos a ser solamente nuestra esencia, NESHAMÁ, nos encontramos en un estado donde ya no hay falta de poder y de haberlo no se experimenta la reacción del EGO. Por tanto, no se genera sufrimiento, no hay dolor, no hay reacciones negativas. Tal es la idea que se desprende de Tehilim/Salmos 146:4, porque los pensamientos del hombre durante su transcurso mortal están colmados de EGO, de impotencia, de miedo. Pero al partir su alma, al morir, al quedar solamente la NESHAMÁ, es otra la perspectiva de la existencia.
    Pero claro, es un estado completamente diferente a cualquier cosa que hayamos vivido durante nuestro pasaje terrenal, algo que no se concibe realmente; por lo cual, difícilmente tengamos idea cabal de cómo se existe en esa realidad de la que YA somos parte, pero que nos es ajena y misteriosa.
  • Entonces, no hay que temer a la muerte, sino a cómo llegamos a ella, Mishlei/Eclesiastés 9:6.
    Si hemos sembrado bien y justicia, cosecharemos bien y justicia.
    Si hemos podido hacer TESHUVÁ realmente, la misericordia del Eterno nos proveerá de consuelo y dicha aunque nuestros actos anteriores no parecieran indicar esto.
    Tal vez el momento de partir de este mundo sea doloroso, pero luego ya no queda rastro del sufrimiento sino los recuerdos resguardados a través de la NESHAMÁ. Llenémonos de experiencias favorables, demos sentido a cada momento incluso a los que percibimos como negativos, entonces nuestra memoria será de placer.
  • Cuando no hemos conseguido adquirir el aprendizaje del placer acorde con la otra realidad, la espiritual; ya se encarga el Eterno a través del Juicio y la Bondad de prepararnos y adecuarnos para disfrutar del mundo venidero. Si bien la imaginería creo infiernos y torturas, el Eterno no es un sanguinario sádico que escarmienta al errado con dolores insoportables, que no conllevan ninguna finalidad trascendente. Él se encarga de acomodar las partes para que sea disfrute y bienestar el reposo de los justos.
  • La muerte física no es la muerte de la persona, pues queda lo más auténtico de ella y al mismo tiempo lo menos propio, como lo es la NESHAMÁ.
    Pero, la conexión ya no está con esta realidad, sino que se concentra en la del otro lado.
    Así mismo, nuestro sentido de vida no debiera ser dedicado a la muerte, sino a poblar de vida nuestra vida, para de esa forma poblar de vida nuestra muerte.
  • Está anunciado que habrá resurrección de los muertos, en una época asociada a la venida del Mashiaj. Se lo puede comprender como una manera de completar el aprendizaje de experiencias disfrutables, cuando no se las ha conseguido adquirir durante la vida terrena anterior. También como un tiempo de disfrute más completo, puesto que el placer se experimenta corporalmente y no solamente como un dato teórico, un recuerdo, una reminiscencia pero sin sensación.

Motivos de TESHUVÁ

Pecar es desviarse del camino correcto, aquel que ha trazado el Eterno para cada uno de acuerdo a su identidad espiritual (sea noájida para el gentil, judía para el judío).
Se puede pecar por:

  • un error involuntario;
  • ignorancia del mandamiento que se está infligiendo;
  • comodidad u obtener algún beneficio (por lo general material) y
  • rebeldía, maldad, deseo de oponerse a Dios y/o de causar un daño a alguien.

Te los he presentado en su orden de menor a mayor gravedad. Si te interesa aprender más, por favor busca en nuestra extensa biblioteca que seguramente encontrarás mucho material que te ayudará a estudiar más y mejor.

Retornar al camino se denomina TESHUVÁ, a la que comúnmente conocemos como “proceso de arrepentimiento”. También sobre ella he escrito en abundancia, lo tienes todo para ti, disponible, gratuito, accesible, solamente debes querer buscarlo y encontrarlo en este hogar. Adelante.

Ahora te voy a añadir una enseñanza más, que espero te pueda servir para mejorar tu existencia y hacerte disfrutar más la bendición que a diario llueve gratuitamente para ti.

Así como hay causas que provocan el desvío, también hay causas que provocarían la TESHUVÁ, y dependiendo de éstas se alcanza un diferente grado de plenitud.

  • Quien retorna porque se dio cuenta o le avisaron que había cometido un error de manera involuntaria. Como su ánimo no es alejarse de Dios, ni de Su camino, como conoce las reglas y trata de cumplirlas, como se esfuerza por mantenerse leal, entonces, quiere regresar a la senda sin complicarse, sin excusarse, sin aumentar con problemas el error cometido.
    A primera vista no implica un gran esfuerzo, ni un sacrificio el enmendar su pecado, puesto que fue más allá de cualquier intención de cometerlo.
    Es una TESHUVÁ simple y al mismo tiempo contiene una grandeza difícil de reconocer con la mirada superficial. Tal como ocurre con la pregunta del hijo “simple” de la HAGADÁ, el cual resulta ser el más espiritual de todos los presentes.
  • Aquel que es informado de su error, del cual hasta ese entonces era ignorante, por lo cual ahora reconoce su falta de conocimiento y trata de corregirla mediante el aprendizaje. Su lejanía del Eterno se debe a que no le enseñaron, a que no tuvo la chance de ser educado con respecto a los mandamientos. ¿Cómo no salirse del camino si ni siquiera se sabe que hay camino?
    Por esto mismo, su TESHUVÁ es honrosa, ya que implica conocer todo un nuevo mundo, adentrarse en él, cambiar una manera de entender la vida que hasta aquí era ajena a los mandamientos pero que ahora comienza a adentrarse en ellos.
    Como el hijo que no sabe preguntar de la HAGADÁ de Pésaj, al cual hay que enseñarle desde cero, todo, hasta el arte y ciencia de preguntar para no dejarse llevar por la ceguera, la buena voluntad, la fe o la copia zonza de los demás.
    Tal vez encuentra la proximidad con el Eterno disfrutable y deje de vivir en oscuridad.
  • Por lo pronto, su interés en la TESHUVÁ suele ser precisamente eso: interés. Ya que peca por comodidad, habitualmente por miedo al castigo o para evitar algún daño es que aviene a cambiar de conducta. No porque sea algo que lo convence ideológicamente, no quiera hacer las paces con Él, ni encontrar SHALOM interno/externo. Más bien el razonamiento es: habrá castigo, pero puedo cancelarlo con este ritual “mágico” de la TESHUVÁ.
    Sí, es muy inteligente, sabe lo qué decir, tiene clase para acomodarse a las circunstancias, inteligencia no le falta.
    Tal vez por ello en alguna ocasión deje de estar mirándose el ombligo y se dé cuenta del tesoro que pueda gozar al aproximarse con inocencia y verdad al Padre Celestial.
    O, quizás mejor no prejuzgar y admitir la posibilidad de que ha despertado su conciencia ética/espiritual y ya no se mueve detrás de la ventaja egoísta sino que su proceso de TESHUVÁ es completo, real. ¿Por qué no?
  • Por último, el que es un hueso duro de roer, el rebelde, aquel que adrede se opone a Dios y muchas veces también al prójimo.
    ¿Qué lo puede llevar a la TESHUVÁ?
    Es común que declare su ateísmo, aunque 100% seguro de que el dios que rechaza no es Dios, y que su no creencia es otro tipo de creencia religiosa más. Como sea, tiene tantas cortinas tapando su LUZ que difícilmente quiera o pueda alumbrarse con ella. Entonces, no será un asunto ético/espiritual el que le infunda la veneración por la TESHUVÁ.
    Al no considerar siquiera la posibilidad de consecuencias espirituales por sus actos, por ahí actúa de manera moral hacia el prójimo, pero no será la ética la que le mueva hacia el camino correcto.
    Tampoco teme a castigos divinos, ni se aterra –o confiesa hacerlo- ante la posibilidad de juicios severos en el más allá.
    Ni verá ventaja alguna en dejar su senda descolorida y llena de manchas, porque es la que considera la válida y verdadera.
    Entonces, es como si no tuviera libre albedrio, como si su corazón estuviera tan endurecido que no hay una salida a su alcance. Como le pasó al Faraón en la historia de la liberación de los judíos de Egipto, el cual tenía el corazón duro, incapaz de escoger el bien por demérito propio y no por algún perverso truco de Dios.
    Tal vez una grave enfermedad despierte un poco su conciencia, o una desgracia a un familiar. ¿Pudiera ser?
    O verse en situaciones límites, cuando ya la impotencia es tan pero tan severa que el EGO trata de manipular a Dios, aunque abiertamente no se crea en Él.
    ¿Qué podría estremecer a esta persona para hacerla reencontrar con su propia esencia y darle el abrazo con el Eterno?
    Porque, de alcanzar el camino de la TESHUVÁ seguramente que será de una altura enorme, inalcanzable por cualquier que nunca haya estado tan hondo en el abismo de la oscuridad.

Estamos en ELUL, el mes dedicado a intensificar la TESHUVÁ, la TEFILÁ y la TZEDAKÁ.
¡A construir SHALOM!

Alumbrar entre las tinieblas

Ser pioneros y creadores de una nacionalidad no es una tarea sencilla. Imagínate todo lo que implicó para los judíos al llegar a la Tierra Prometida organizar y mantener un país completo, con todos los contratiempos y dificultades que se presentan a diario: distribución del agua, evitar el hambre, alojar a los ciudadanos, proveer de servicios básicos, conexión entre poblados, conflictos locales, guerras con enemigos, sequías e inundaciones, establecer rutas de comercio, organizar la vida social, insubordinación, delincuencia, pobreza, enfermedad, fortalecer y transmitir la propia cultura, entre otras.
A los peligros obvios, súmale las atractivas ofertas procedentes de los pobladores antiguos y los del entorno, las cuales atraerían a los rudimentarios hebreos hacia estilos de vida que Dios no admite y que contradicen el fundamento de la identidad judía. Por ejemplo, estaría en urgente riesgo lo concerniente al respeto a la vida, rechazo a la idolatría, abstención de vicios, valor de la familia, entre otros.
La luz de Israel era poquita y estaba en riesgo de ser tragada por las tinieblas. Porque, por si fuera poco todo lo anterior, habían estado sometidos como esclavos por varias décadas, con lo que eso implica en la escasa autoestima, incapacidad para elegir, sometimiento al agresor, etc.

Los cuarenta años de estadía en el desierto fueron de aprendizaje, pero aún tenían mucho para instruirse y mejorar, pero más para poner en práctica. No solamente tener conocimiento teórico, sino ser sionistas realizadores. Debían ejercitarse para cuidar de su seguridad, proveerse del sustento, educar a sus descendientes, preservar su cultura, ayudar al menos favorecido, fortalecer la construcción del potencial de cada uno, valorizar sus propias tradiciones y a mantenerse leales a su identidad y a Dios.

Como las sombras amenazaban apagar la llamita recién encendida, la parashá KI TETZÉ nos trae numerosos mandamientos que organizan la vida comunitaria y personal, los cuales sirven como un manual básico para la vida independiente y solidaria. Entonces y también ahora.

Treinta y tres siglos más tarde el gran Rav Kook enseñó:

צריך שכל איש ידע ויבין, שבתוך תוכו דולק נר, ואין נרו שלו כנר חברו, ואין איש שאין לו נר. וצריך שכל איש ידע ויבין, שעליו לעמול ולגלות את אור הנר ברבים, ולהדליקו לאבוקה גדולה ולהאיר את העולם כולו.

Que se puede traducir como: “Es necesario que toda persona sepa y comprenda, que en su más profundo interior hay encendida una llama, y que ésta no es como la de su compañero, y no hay persona que carezca de llama.
Y es necesario que toda persona sepa y comprenda que debe esforzarse en manifestar la luz de su llama abiertamente, para que se encienda como una gran antorcha que alumbre al mundo completamente.”

Cada uno, en su interior más oculto, es una NESHAMÁ (espíritu) la cual alumbra y quiere expresarse en el mundo material, en las acciones cotidianas y habituales. Podemos usar el manual que es la Torá para lograrlo y así en comunidad lograr un mejor mundo.

(Publicado en SERJUDIO.com, republicado aquí por su gran enseñanza acorde a la espiritualidad noájica).

Vida desafío

La vida es reto, a cada rato enfrentamos el desafío de poder y deber escoger nuestro siguiente paso.
Habrá dificultades, momentos de descanso, tropezones, caídas, levantarse, avanzar, retroceder, dudar, confiar, llorar, amargarse, estar sin esperanza, sonreír, cantar, loar, alabar, rezar, agradecer, detenerse, sufrir, cansarse, hartarse, soñar y tantas más que suponen un desafío.

Estamos en Este Mundo para disfrutar de lo permitido, para experimentar con el cuerpo y no solamente teóricamente, para desarrollar nuestro potencial a pesar de las dificultades para de ese modo regresar al Seno del Eterno, a la Fuente de Vidas con un grado diferencial a cuando vinimos para aquí, a nuestra vida terrenal.
Todas esas vicisitudes son lecciones que se suman a nuestro desarrollo, para perfeccionar nuestro placer en el Más Allá, siempre y cuando escojamos correctamente aquí y ahora, aunque el resultado no sea materialmente exitoso.

Según mi perspectiva es muy sencillo de comprender este concepto, pero supongo que para muchos choca con preconceptos que limitan su mente o con creencias que les han inculcado en el transcurso de su existencia. Por ello te voy a pedir que releas el párrafo anterior, lo vuelvas a leer, lo estudies y puedas asimilar la idea que estoy compartiendo contigo. Al hacerlo, por favor, expresa tus conclusiones en la zona de comentarios para que podamos evaluar juntos este punto.

Si estamos conscientes de lo anterior, podemos tomar cada dificultad o contratiempo como una lección de vida, para esta vida y por tanto para la vida eterna.
Obviamente, cuando toque sufrir, habrá sufrimiento; pero, ¿te imaginas cómo se multiplique el dolor cuando la vida es solo una circunstancia pasajera y sin sentido? Si fuera así, poco y nada tiene valor, ya que todo termina podrido y en el olvido. Tanto lo esplendido como lo espantoso acaba de igual manera. Entonces, el padecimiento se agudiza a causa de la intrascendencia de la existencia.
Sin embargo, cuando estamos despiertos y somos conscientes de la realidad espiritual, no negamos el sufrimiento ni exigimos reír en el duelo, pero estamos confiados y seguros de que también del momento oscuro puede rescatarse chispas de LUZ que alumbrarán nuestra travesía terrenal y por lo tanto nuestro placer en la eternidad.
¡No es un sufrimiento sin sentido! Ya que el modo en que lo encaremos le dota de sentido.
Si éste es perfeccionar nuestra tarea de construcción de SHALOM, por medio de la bondad Y la justicia, entonces estaremos aprovechando positivamente lo lamentable.
Si solamente es un sufrimiento sin sentido, entonces se aumenta el dolor.

Así habrá diferentes malestares, inconvenientes, tropiezos, molestias.
Algunos serán casuales, sin aparente causa real operando. Como algunas enfermedades, catástrofes naturales, accidentes más halla de toda prevención.
Otros serán como consecuencia de acciones propias o de otros que desembocan en el mal momento.
A veces habrá intención perversa, otras simple torpeza, otras suma de pequeñas infracciones y errores que desembocan en el incidente.
En casi todas la dimensiones de nuestra existencia estaremos a merced del mal, de la falta de bien. Tanto de manera individual como colectiva.
En lo físico, emocional, social y mental no faltarán las trabas y los desmayos.
Además, estaré la barrera que fuimos formando obstaculizando el pasaje de la LUZ de la NESHAMÁ, por lo que nos sentiremos abandonados de Dios, sin esperanza, faltos de salvación, desesperados por aferrarnos a dioses, redentores, ángeles, creencias, religiones, cualquier cosa que nos haga sentir protegidos, con algún cierto poder.

Podremos enfrentar las circunstancias o dejar fluir lo inmanejable para no hundirnos más en la congoja.
Pero siempre, siempre, con la meta de construir SHALOM, actuar/pensar/hablar éticamente, es decir de manera espiritual, con bondad Y justicia.
Y no siempre venceremos a los gigantes o enanos que nos atormentan, porque nuestro no es el poder absoluto ni Dios está para hacernos cada favor que se nos ocurra.
Y sin embargo, de acuerdo a cómo le des sentido al asunto, serás victorioso o no.
Porque, si a pesar de la derrota material aprendiste y creciste, si no permitiste al EGO dominarte, sino que construiste SHALOM, entonces… ¡ganaste!
Y no, esto no es un consuelo para los simples e ignorantes. Por el contrario, es la actitud espiritual que es digna de un hijo de Dios, como todos los somos pero pocos actuamos acorde a esto.

No está en justificar tus malas acciones, ni en echar culpas a otros, ni en reclamar a los dioses, ni en atribuirlo a demonios o brujos, o en adoctrinarse en rituales y religiones, o en repetir como lelo lemas que tus amos te codificaron.
Tampoco en desviar la atención de la responsabilidad, ni en intentar evadir la incomodidad, o narcotizarte para ignorar el dolor.

Sino en asumirla y en comprometerse con al vida a través de la construcción de SHALOM.
Aprender de todas nuestras experiencias pasadas, admitir los fracasos pero no empantanarse en ellos, asumir los riesgos y pagar las deudas, dejar fluir aquello que ya no es necesario ni saludable retener.
Seguir adelante, creciendo, no solamente a pesar de los malestares sino gracias a ellos.

Pero, es más fácil (en apariencia) eximirse señalando a otros, esperando que sean otros los que trabajen, abandonándose en la triste balsa de la fe a la espera de dioses mágicos salvadores.
Y sin embargo, el placer, la conquista, la belleza, el éxito está en escoger la vida y trabajar por ella. Llamar las cosas por su nombre y no solamente con las etiquetas que parecen mejor acomodarse a nuestros mezquinos intereses.

Tienes al Eterno para ayudarte a seguir por el buen camino, y aunque quizás no lo sepas, Él también te ayuda a que sigas por el mal camino.
Eres tú el encargado de determinar hacia donde irás y cómo lo harás.

Abre la puerta a tu amado

«Yo dormía, pero mi corazón estaba despierto, y oí a mi amado que tocaba a la puerta y llamaba: ‘Ábreme, hermana mía, amada mía, paloma mía, perfecta mía; porque mi cabeza está llena de rocío y mis cabellos están mojados con las gotas de la noche.’
Ya me había desvestido; ¿cómo me iba a volver a vestir? Había lavado mis pies; ¿cómo iba a volverlos a ensuciar?
Mi amado metió su mano por el agujero de la puerta, y mi corazón se conmovió a causa de él.
Entonces me levanté para abrir a mi amado, y mis manos gotearon perfume de mirra. Mis dedos gotearon mirra sobre la manecilla del cerrojo.
Abrí a mi amado, pero mi amado se había ido; había desaparecido. Se me salía el alma, cuando él hablaba. Lo busqué, pero no lo hallé; lo llamé, pero no me respondió.»
(Shir HaSHirim / Cantar de los Cantares 5:2-6)

Shir haShirim, el Cantar de los Cantares, es un poema amoroso antiguo nacido de la inspiración e ingenio de la pluma del joven rey Shlomó.
Puede ser visto desde un punto de vista superficial, en su literalidad.
Y puede ser comprendido en su mensaje más profundo, el cual le dota de un sentido transcendente, inmortal, como un manual para la vida correcta.

Este breve pasaje que seleccionamos relata el momento en el cual el amado toca a la puerta de la amada, la cual ya está acostada, durmiendo, alejada de la conciencia activa.
Sin embargo, su NESHAMÁ no descansa, pues está encendida constantemente, brillando, conectando con Dios y el universo.
Es la NESHAMÁ la que atiende primero a la presencia del amado, el cual anhela el reencuentro con su amada, la unificación amorosa e íntegra.
Pero, la amada no sale de su penumbra, inventa excusas torpes para no desprenderse de la modorra y la pereza.
De alguna manera sabe que la unidad con el amado implica un cambio fundamental, que es deseado y anhelado; pero, al mismo tiempo, algo en ella la obliga a rechazarlo, a dilatarlo, a postergarlo.
Y aún así, el amado no se deja apesadumbrar, insiste en atraer a su abrazo tierno a la amada, la cual logra despabilarse y conmoverse.
Es la LUZ que penetra en la mente, la alumbra, descorre un poco los velos impuestos por el EGO. Se obtienen imágenes difusas, poco claras, pero con total poder y no sometidas a la impotencia. Es la LUZ de la NESHAMÁ, la que brinda confianza, seguridad, amor, conexión, paz. Y sin embargo, el EGO no deja tan fácil a su presa. Refuerza los barrotes invisibles de la celdita mental para no permitir la libertad de su esclava.

Ahí está tocando la LUZ, cada día, me atrevo a decir a cada rato. Nos brinda pequeñas oportunidades para despertar un poco más, crecer, disfrutar, sanarnos, estar en armonía, gozar de la bendición constante.
Pero, si nos aferramos a las sombras, si no damos el pasito para salir de la celdita mental, si llegamos tarde o de manera incorrecta, la oportunidad pasó, vaya uno a saber hasta cuando.
El amado parece que ha desaparecido, que estamos abandonados, sin esperanza, sin redención.
Nos queda solamente hundirnos en la desesperación, seguir en la impotencia, mantener al EGO como nuestro amo en lugar de regocijarnos en el abrazo con el REY.

Toca a tu puerta la oportunidad de iluminarte con la LUZ de la NESHAMÁ, pero si te quedas adorando vanidades, endiosando pordioseros, venerando hombres, inventando justificaciones, resguardándote en tu celdita mental y clamas con amargura que el amado no responde, que desapareció, que tal vez no existe.
Te escudas en tu zonita de confort, que está llena de dolor y debilidad, pero que en cierta forma de hace sentir protegido de la miseria de tu vida.

Y no te das cuenta que el amado está siempre ahí, esperando con paciencia, listo para recibirte, amándote aun a pesar de tus infidelidades.
La LUZ permanece encendida, nada que hagas o dejes de hacer la altera; y sin embargo miras hacia las oscuridades de tus ídolos y crees en fantasías y te adoctrinas en rituales vacíos.

Aprovecha la oportunidad cuando despiertes, no vuelvas a la pereza, no sigas en el error.
Abre a tu amado y abrázate a él para estar en unidad, en bendición.

Patoaj tiftaj

Se mencionó en la parashá REE, “patoaj tiftaj et iadejá” – “abrir, abrirás tu mano” (Devarim/Deuteronomio 15:8) para darle tzedaká (caridad, justicia social) al hermano necesitado.
Pero, ¿por qué el uso del verbo repetido en conjugaciones diferentes? ¿Qué viene a enseñarnos el “patoaj tiftaj”?

כִּי פָתֹחַ תִּפְתַּח אֶת יָדְךָ לוֹ וְהַעֲבֵט תַּעֲבִיטֶנּוּ דֵּי מַחְסֹרוֹ אֲשֶׁר יֶחְסַר לוֹ:

Algunas ideas.

1- Es un modo lingüístico corriente en tiempos de la Torá que no tiene mayor trascendencia.

2- Abrirás tu mano tantas veces como sea necesario, no cumples con dar una vez, sino debes hacerlo de manera cotidiana.

3- Abrirás tu mano pero no como un avaro, sino que lo harás ampliamente.

4- Abrirás tu mano y ayudarás a tu hermano a para que él reciba con su mano abierta, mitigando su vergüenza por ser receptor en estado de indefensión.

5- Abrirás tu mano porque es tu deseo, pero también lo harás aunque no lo sea, porque es un mandamiento que debes cumplir.

6- Abrirás tu mano para proveer de acuerdo a la necesidad de tu hermano y no solamente de acuerdo a tus propios cálculos.

7- Abrirás tu mano para donarle dinero, pero también puedes entregarlo como un préstamo que lo responsabilice e incentive a tratar de devolvértelo.

8- Abrirás tu mano y déjala abierta, porque de Arriba Alguien está atento para proveerte a ti también. Pero… que no sea éste el motivo constante de tu “bondad”, por favor.

¿Se te ocurren otras ideas?
¿Tienes información de exégetas judíos que brinden otras perspectivas?
¿Cómo te sirve este post para tu vida cotidiana?

(Publicado originalmente para serjudio.com, contiene interesantes aportes para la espiritualidad noájica).