Nahuel nos consulta:

Hola Maestro, llevo tiempo aqui en Fulvida, aprendiendo de usted y se me ocurrio esta pregunta y es mi deber serle sincero que no he buscado una respuesta. Cual es el secreto de la comparacion entre un gentil justo y un sumo sacerdote? Es decir, Los sabios de israel pudieron haber elegido otra comparacion pero eligieron esta por una razon y es mi deseo conocer ese secreto. Grcias!
Nahuel Orué 20 Mozo Moreno Argentina

Buen día.

La fuente original de tal comparación está en el Talmud babilonio, Sanhedrín 49a, en donde expresa claramente que el gentil que estudia lo que le compete de Torá, es decir acerca de los Siete Mandamientos Universales, es considerado semejante al Sumo Sacerdote.

(Que quede claro que no se está permitiendo el estudio de Torá por parte del gentil, ni su dedicación a ella, sino estrictamente el conocimiento y competencia en aquellos relatos que refuerzan su identidad noájica y su conocimiento de la existencia y unicidad del Eterno. Nada más.)

El más famoso comentarista de textos sagrado, Rashi, explica con su simpleza y claridad habitual en el mismo sitio: «Se dedican a aprender los reglamentos que les corresponden de acuerdo a sus siete mandamientos para ser expertos en su cumplimiento«.

Así pues, no es un estudio para engordar el EGO, ni para envanecerse con el conocimiento, ni para hacerse pasar por «estudioso de Torá», ni para convertirse supuestamente al judaísmo, ni para «estudiar Torá» como judío, ni para ser entendido en asuntos que corresponden a los judíos,
sino,
exclusivamente para conocer y saber y aplicar los Siete Mandamientos para las Naciones, con perfección, tal como Dios quiere que hagan los gentiles.

Si es un estudio estéril de acción noájica, entonces no se aplica tal comparación.
Si es un estudio con un motivo diferente al amoroso cumplimiento de los Siete Mandamientos, entonces tampoco se aplica tal comparación.

El gentil puede estudiar lo que le corresponde, como le corresponde, de quien le corresponde, para conocer y cumplir lo que le corresponde.

Maimónides, en su código legal, lo codifica de la siguiente manera: «El gentil que se dedica al estudio de Torá, es merecedor de pena de muerte; que se dedique exclusivamente a sus siete mandamientos…» (Mishné Torá, Hiljot Melajim 9:9).

¿A qué ha de dedicarse del estudio de Torá el gentil que desea permanecer leal a Dios?
La respuesta está clara y es simple, sin complicaciones: a lo que le corresponde, nada más, pero nada menos.

Ahora que establecimos este punto, entendamos quién era el Sumo Sacerdote en la organización de Israel.
En el reino judío existían tres roles de estado principales  (que podríamos asemejar a los poderes en un estado moderno): el Rey, el presidente del Sanhderín, el Sumo Sacerdote.
El rey encargado del poder ejecutivo y de ser el supremo juez en asuntos de justicia.
El presidente del  Sanhedrín, quien presidía el órgano legislativo y judicial del reino. Al ser un reino teocrático, las leyes no solamente referían a asuntos «laicos», sino también a cuestiones de índole espiritual, tanto del individuo como del colectivo.
El Sumo Sacerdote, figura principal del culto en el Templo, modelo de persona en los cinco planos de existencia (detalles del cargo se encuentran en mismo código compilado por Maimónides, leyes de objetos sagrados, cap. 5).

Por esto es comparado el gentil justo, consciente de su identidad, experto en los Siete mandamientos y sus reglamentos, pero especialmente que cumple con esmero con ellos, con el Sumo Sacerdote.
Pues, el gentil que así actúa es también lo mejor que se puede esperar de una persona, alguien que trabaja por mejorar en sus cinco planos de existencia, que no se deja embaucar por el EGO, que no pisotea la heredad del pueblo judío, que se abstiene de pecar voluntariamente, que no se desvía detrás de vanidades  y mentiras.
Una persona bella, en todos sus aspectos.
Tal como ver al Sumo Sacerdote es ver al gentil justo pleno.

Que sepamos construir Shalom.

More Yehuda Ribco

Su apoyo constante nos permite seguir trabajando