Si te preguntas cual es la clave del éxito, de la felicidad, de la verdadera bendición en la vida, lo cierto es que no encontraras en ningún lugar la respuesta a dicha pregunta, pero andando por el camino de los mandamientos que Dios ordeno a las naciones estarás habilitado en un sentido amplio para poder hallar dicha respuesta.
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Antes (Idolatra) Vs Gentil Consciente de su Identidad.
Wiens, se sometió al trasplante el pasado 21 de marzo en el hospital Brigham and Women’s de Boston tras haber sufrido severas quemaduras en 2008, cuando se electrocutó mientras trabajaba pintando una iglesia.
«Me estoy adaptando a mi nuevo rostro muy rápido. A medida que el tiempo ha ido pasando, he podido volver a oler de nuevo y a respirar a través de la nariz.
Cada paso en el camino ha sido increíble», dijo hoy Wiens en su primera rueda de prensa tras ser intervenido, en la que apareció con unas gafas de sol negras y perilla. Wiens recibió en marzo, gracias a un donante anónimo, una nueva nariz, nuevos labios, piel, músculos y nervios.La operación duró quince horas.
Washington (EFE)
Cuando el Gentil se aparta de la idolatria para retomar la senda dada por El Creador , adquiere un nuevo rostro , un nuevo espiritu , una nueva conciencia. Cruciales para embellecer su interior y transformar el Mundo.
P.D. Este historia la tomo como base , y es con respeto hacia el señor Wiens . Deseando su pronta recuperacion.
POR EL PRONTO RETORNO DE LOS FIELES.
Respeto interno por el otro
Amigo noájida, te brindo ahora un breve estudio que aprendemos de la porción de lectura semanal de Torá del pueblo judío.
Esta semana para los judíos corresponde la lectura de la porción llamada “Behar”, contiene numerosas enseñanzas provechosas para el noájida, de acuerdo a su propia identidad espiritual, acorde a sus cualidades sagradas. Sin usurpaciones, sin falsedades, sin pretensiones de ser lo que no se es.
Hemos hablado muchas veces acerca de la autoestima, de la esclavitud al EGO, de cuestiones de salud multidimensional porque creemos que es una piedra angular para la constitución armónica y equilibrada de la persona y de la sociedad.
Sabemos que la finalidad primaria de la Torá (la judía con sus 613 mandamientos para los judíos, la noájica con sus siete mandamientos para las naciones) NO es proveer de una fórmula para fortalecer nuestra percepción propia, nuestra auto-imagen; sino que la Torá procura en primer término que reconozcamos la autoridad del Eterno, para que de ese modo acatemos con mayor prestancia y solvencia Sus mandamientos.
Sin embargo, cuanto mayor es la autoestima saludable, con más perfección se cumple con los divinos Deseos.
Y en una espiral de crecimiento, cuanto más correcto es el cumplimiento de los preceptos, más crece la autoestima.
En esta sección encontramos varios temas que nos permiten ahondar en la materia, y hasta des-cubrir aspectos que podrían haber pasado desapercibidos.
Prestemos atención a esta prescripción, que parece, para nuestra vida actual, como si estuviera totalmente fuera de época y uso:
«Si tu hermano se empobrece estando contigo, y se vende a ti, tú no le harás servir como esclavo.»
(Vaikrá / Levítico 25:39)
En la lectura habitual del poco sagaz, nos quedaríamos con la idea que esta frase es propia de la antiquísima vida en el Medio Oriente, en donde aún eran sometidas las personas como esclavas a causa de deudas económicas. (Sabemos que todavía existen esclavos, se venden mujeres para prostitución, se roban niños para diferentes “usos”, etc.; lo sabemos).
Es que el mandamiento es bastante explícito al respecto, ¿no?
Sin embargo, el fondo del mandamiento es este:
no trates a tu prójimo como si su vida careciera de sentido, como si él fuera un accidente del Cosmos.
Reconoce en él a un hijo del Eterno, y ayúdale a desarrollar sus mejores potencialidades.
¿De dónde sabemos que éste sería el sentido esencial del mandamiento?
Para entenderlo, preguntémonos: ¿Por qué la Torá debía prohibir que al esclavo no lo hagamos trabajar en labores sin sentido ni utilidad real?
¿Acaso un esclavo no está al servicio de su amo?
¿Acaso el amo no puede mandarle a realizar cualquier actividad, por falta de sentido que sea?
Y la respuesta surge por sí misma: la Torá espera que nosotros podamos tener un respeto interno por la dignidad del prójimo, incluso por aquel que está en el escalafón económico/cultural más bajo de la sociedad, puesto que todos, desde el dignatario hasta el misérrimo esclavo, todos somos criaturas del Eterno, a Su imagen y semejanza creados.
Un ser humano, sin importar su estado social, mantiene vigente su chispa de divinidad, y por tanto, es su deber desplegar su espiritualidad, alimentar su plano espiritual como corresponde (noajismo para noájidas, judaísmo para judíos), para que de esa manera alcance su máximo nivel en Este Mundo, y en el Venidero.
Así pues, no tenemos la potestad de hacer que el otro (aquel que depende de nosotros) tenga una vida carente de sentido, ni de fomentarle su necedad.
Es nuestra obligación repudiar y rechazar todo tipo de idolatría, también aquella que hace de la vanidad y el sinsentido una manera de vida.
¿Cómo podemos vincular esto con la autoestima?
El que tiene una autoestima endeble generalmente tiende a desmerecer al prójimo, a destratarlo, a restarle valor y sentido a sus cosas.
No estamos hablando del que se opone a las ideas del otro, o a la conducta del otro,
no, estamos hablando de aquel que su intento está en rebajar al otro, quitarle valor como persona, desacreditarlo como hijo del Eterno.
No es casualidad que la idolatría de Jesús endilga a los judíos (y a todos los que con conciencia rechazan el mito estafador del redentor de la cruz) el ser «hijos del Diablo» y otras mentiras hediondas y pérfidas más.
Solamente alguien con muy poca altura en la escala de la autoestima, es capaz de acusar de tremenda falsedad a un conjunto de personas, que por lo general son dignas y correctas.
¿Por qué tratar de “endemoniados”, “malditos”, “herejes”, “infernales”, “estúpidos”, a aquellos que no quieren compartir su fe?
¿Qué negro pozo de EGO retiene y esclaviza a los que se consideran mejores por tener fe en un cuento, y en base a eso agreden, amenazan, presionan, guerrean, libran “yihads”, aterrorizan, conquistan, etc.?
Una persona que aprende (a pesar de sus sentimientos) a valorar y valorizar los aspectos positivos del otro, sean aquellos aspectos reales o solamente los potenciales, está aprendiendo también a valorarse a sí mismo.
Es decir, aquel que tiene la predilección de someter al prójimo, de tratarlo como a esclavo, de ningunearlo, en el fondo, es a sí mismo a quien desprecia.
¿Qué pasa con el idólatra que se rebela contra el Eterno y además ensucia la reputación de Israel (el estado o el pueblo)?
En realidad ocurre que su espíritu sufre tanto por no tener contacto directo con el Eterno, y les resulta tan dolorosa esa percepción, que no encuentran otro modo que proyectar su maldad y pecado en el otro, en los judíos. Así pues, los que dicen que los judíos son, por ejemplo, «hijos del Diablo», «quieren dominar al mundo», «mentirosos y diabólicos», etc.; en verdad es que ellos se sienten que son «hijos del Diablo», ellos quieren dominar al mundo, etc.
Un ejemplo típico: los nazis, borrado sea su nombre, acusaban y acusan a los judíos de querer dominar al mundo… pero… ¿no estaba en los planes nazis convertirse en el único imperio mundial?
¿¡De qué pues acusaban a los judíos!? ¿De sus propios pecados?
Es en esta línea que el profeta Isaías dijo: «Pero a él lo han angustiado nuestras transgresiones, nuestros pecados lo han afligido. El castigo que nos trajo paz fue sobre él, y en sus heridas fuimos nosotros sanados.» (Ieshaiá / Isaías 53:5).
Si tú te creías “progre”, de esos que solamente ven la maldad de Israel y alaban y protegen a la víctima pobrecita palestina, ¿no es hora que te hagas un enjuague mental y descubras la podredumbre interna que te está esclavizando?
Son tus angustias las que angustian a los inocentes.
Son tus maldades las que agreden y destruyen al mundo.
Es tu esclavitud a tu EGO lo que no te permite ser realmente progresista, y no meramente un payaso “progre”.
Pero el que es capaz de hallar sinceramente lo positivo, lo valioso, hasta en aquel que socialmente pareciera carecer de valor, sin dudas que es una persona que no se desvaloriza, ni se falta a sí mismo el respeto.
Recordemos que solamente aquel que respeta/honra al prójimo, es el que obtiene verdaderos respeto y honra.
Como enseña la obra “Capítulos Fundamentos” (Pirkei Avot 4:1)
¿Quién es sabio?
Aquel que encuentra algo que aprender de otra persona.¿Quién es fuerte?
Aquel que domina sus pasiones.¿Quién es rico?
Aquel que se contenta con lo que tiene.¿Quién merece la honra?
Aquel que muestra honra por las criaturas de Dios.
Así pues, a la hora de hacer algo para aumentar en autoestima,
no dejemos de estimar (valorar) correctamente y positivamente al prójimo.
¡Les deseo a usted y los suyos que pasen un excelente día, que pueda gozar a plenitud la bendición que está recibiendo de lo Alto!
Moré Yehuda Ribco
Relatos, anécdotas y enseñanzas
El maestro explicó a sus congregados: El necio argumenta: ‘¡Estos son mis bienes! ¡Ésta es mi familia! ¡Ésta mi propiedad!’
Y el necio no se da cuenta que ni siquiera él mismo se pertenece realmente…
Preguntas y datos para meditar y profundizar:
- ¿Cómo se relaciona el relato con el comentario a la sección semanal que hemos brindado?
- ¿Cuál es la manera de ser generoso realmente?
- En ti y en mí
«Mi siervo eres tú, oh Israel; en ti Me gloriaré.»
(Ieshaiá / Isaías 49:3)- ¿Cómo puede ser que el Todopoderoso, que es glorioso en Sí mismo, expresa que Su gloria está en el pueblo judío?
- ¿Qué cosas dice el Eterno que Lo glorifican?
- El equilibrio
«Solamente el amor domina al temor»
(Zohar, Shemot 216a)- De acuerdo a esta enseñanza, ¿cómo podemos hacer para alcanzar mayor estabilidad en nuestra vida?
- ¿Cuál es el mejor camino para vencer nuestros temores cotidianos?
Acerca de la identidad
Los invito a ver este video, acerca de un caso que sucedio en la ultima dictadura militar en la Argentina. El motivo del post es tratar de encontrar puntos de contacto entre esto y lo que sucede con nuestra identidad con respecto a las religiones.
Para abrazar el gozo
En el seno judaico esta semana corresponde la lectura de la porción de Torá denominada «Emor».
Veamos las enseñanzas acordes a la espiritualidad noájica que podemos compartir hoy.
«Emor» es en hebreo y lo podemos traducir como «di», «habla». En buena medida acerca del «habla» tratará este encuentro, que espero sea de mucha bendición para ti y los tuyos. Dentro de las temáticas de nuestra parashá se mencionan las festividades, las fechas especialmente consagradas para la reunión del pueblo judío. Entre ellas está Sucot, de la cual ha dicho el Eterno:
«os regocijaréis delante del Eterno vuestro Elokim durante siete días» (Vaikrá / Levítico 23:40)
Quizás pasa desapercibido en el trajín diario, en medio de los problemas y dificultades de cada jornada; pero estamos en el mundo para aprender a gozar de lo permitido, y no para llevar una vida de miserias y amarguras. Como el inspirado salmista describiera en su canto:
«Bienaventurado todo aquel que teme al Eterno y anda en Sus caminos: Cuando comas del trabajo de tus manos, serás feliz, y te irá bien.» (Tehilim / Salmos 128:1-2)
Porque debemos a prender a gozar sanamente, es que se nos ha ordenado regocijarnos y estar alegres1. Sea que estemos solos, pero mejor si podemos compartir con familia, y mucho mejor en comunidad. Pero, siempre delante del Eterno, es decir, con un corazón limpio, con regocijo sincero que nace en el buen proceder y no de la burla o la ventaja artera:
«Regocíjate en tu fiesta, tú con tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, el levita, el forastero, el huérfano y la viuda que estén en tus ciudades. Siete días celebrarás la fiesta al Eterno tu Elokim en el lugar que el Eterno haya escogido. Porque el Eterno tu Elokim te habrá bendecido en todos tus frutos y en toda la obra de tus manos, y estarás muy alegre.» (Devarim / Deuteronomio 16:14-15)2
Ya lo sabes, tenemos la oportunidad en esta festividad para entrenarnos en esta difícil empresa de gozar auténticamente. Pero, un verdadero entrenamiento no se realiza una vez por año; ni tampoco una semana al año. Un entrenamiento efectivo ha de ser constante, o cuando menos muy frecuente. Para esto, cada semana al caer el sol del viernes para dar comienzo al Shabbat (cuya esencia, sentido y reglas son para los judíos exclusivamente, pero vale aquí como ejemplo para los noájidas), es tiempo de gozo y de aprender a deleitarse de lo que es trascendente y eterno, tal como a través del profeta ha sido declarado:
«Si apartas tu pie por respeto al shabbat, para no hacer tu capricho en Mi día santo; si al shabbat llamas delicia, consagrado al Eterno y glorioso; y si lo honras, no haciendo según tus propios caminos ni buscando tu propia conveniencia ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en el Eterno. Yo te haré cabalgar sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer de la heredad de tu padre Iaacov [Jacob]. Porque la boca del Eterno ha hablado.» (Ieshaiá / Isaías 58:13-14)
Tenemos momentos para el gozo y para el entrenamiento, aunque la meta es servir constantemente con buen ánimo al Eterno, tal como está dicho:
«Por no haber servido al Eterno tu Elokim con alegría y gozo de corazón por la abundancia de todo, servirás a tus enemigos que el Eterno enviará contra ti, en medio del hambre, de la sed, de la desnudez y de la falta de todas las cosas.» (Devarim / Deuteronomio 28:47-48)
¿Lo comprendes? Nos sobrevienen terribles calamidades3 cuando no servimos al Eterno con alegría y gozo, porque no somos capaces de reconocer cuán ricos somos con lo que Él nos ha dado. En palabras de la Mishná:
«¿Quién es rico? Quien se alegra en su porción.» (Avot 4:1)
Es decir, si de mala gana vives, si con pesar actúas, el resultado al final será dolor. Pero si entiendes que cuando has comido solamente una cantidad similar a una aceituna o un huevo, ya has gozado de los bienes de Este Mundo, entonces te librarás de afanes innecesarios y dolores completamente evitables. Agradecerás de todo corazón por lo materialmente poco o mucho que te ha tocado, y serás feliz, sin angustias ni pesares. Porque confías en la Sabiduría, Justicia y Bondad del Eterno, no temes ni te perturbas detrás de la avaricia. Porque confías, entonces gozas:
«Porque Yo sé los planes que tengo acerca de vosotros, dice el Eterno, planes de bienestar y no de mal, para daros porvenir y esperanza. Entonces Me invocaréis. Vendréis y oraréis a Mí, y Yo os escucharé. Me buscaréis y Me hallaréis, porque Me buscaréis con todo vuestro corazón.» (Irmiá / Jeremías 29:11-13)
Cuando verazmente confías en el Eterno, el buen ánimo no se aparta de ti, ni siquiera en los momentos de pesada prueba. Tenlo presente. Pero además de la confianza depositada en el Eterno, puedes hacer tu parte para ir añadiendo gozo a tus días. Te daré tres breves consejos que te permitirán ir escalando en esta manera de vivir plena de gratitud, libre de presiones (aunque no de justos esfuerzos), resplandeciente de regocijo:
- Aprende a hablar positivamente.
- Aprende a encontrar el valor positivo de las personas, objetos, situaciones.
- Aprende a esforzarte, pero no a presionarte.
¿Qué es hablar positivamente? Es comunicarse auténticamente, a la par que encontrando gestos, tonos, palabras y sentidos positivos. Sin faltar a la sinceridad, se debe tratar de expresar las ideas sin usar formas negativas del lenguaje. Te daré un simple ejemplo, que espero puedas derivar de él la gran enseñanza que deseo trasmitirte. Recién acabo de escribir, y tú has leído: «tratar de expresar las ideas sin usar formas negativas del lenguaje», está un par de líneas atrás. ¿Cómo podríamos enunciar positivamente un concepto similar? Pues, diciendo: «trata de expresar las ideas de forma que uses lenguaje positivo». Te daré otro ejemplo. El joven estudiante anuncia: «No entiendo nada, soy un inepto, el estudio no es para mí«. Ésta es una manifestación de incorrecta autoestima, y de falta de confianza en su capacidad de superación. Bien podría decir algo parecido, pero positivamente: «Me cuesta entender este tema en particular en esta materia, reconozco que es una dificultad puntual, y haré mi mejor esfuerzo para vencer los obstáculos que se me presentan«. ¿Cuál es la diferencia fundamental entre ambas frases? Descúbrelas y aplícalas en tu vida, verás los beneficios de hacerlo.
Te daré una breve lista de ejemplos, espero que te sea de provecho y adquieras el buen hábito de hablar positivamente:
Negativo (de lo cual es mejor que te abstengas) | Positivo (que debieras emplear) |
Eres tonto, nunca entiendes nada | Quizás no fui claro al expresarme, permíteme que lo explique nuevamente |
Me siento horrible |
He tenido mejores días
|
Muero de cansancio | Me haría bien un descanso |
No me esperen, llegaré tarde | Trataré de estar en hora, bli neder |
Lo odio | No llegamos aún a congeniar |
Perdí | El éxito me fue esquivo esta vez |
Me engañaste | Siento que lo que obtuve no es lo que había entendido que recibiría de tu parte |
Temo fracasar | El éxito es el 50% de mis probabilidades |
Como ves, en el hablar positivo no se miente, ni se engaña, ni se esquiva el asunto urticante, solamente que se emplea un talante positivo, una expresión que apunta al encuentro, al crecimiento, a la esperanza, en lugar de caer en el abatimiento o la insolencia.
Hablar positivamente lleva casi siempre a pensar positivamente, y con ambas se encuentra que uno está conduciéndose de manera proactiva. Hablar de esta manera es unir el jesed con el iesod, la misericordia con el fundamento que vincula lo emocional con lo material, por tanto, es abrir los canales para el bienestar. Es bonita la enseñanza que el Maharal daba acerca de la lengua. Él solía decir que la lengua es el único órgano que puede estar tanto dentro como fuera. Y esto es así pues la lengua expresa, hace público, lo que está dentro. Si expresamos nuestros conceptos positivamente, nos retroalimentamos de positividad. Pero, si de nuestras bocas emergen palabras necias, falsas, negativas, pedantes, en fin negativas, entonces demostramos qué hay en nuestro interior, al tiempo que nos mantenemos enroscados en un círculo vicioso. Recordemos un precepto que se enuncia en la parashá pasada:
«No maldecirás al sordo» (Vaikrá / Levítico 19:14)
Sabemos que está prohibido maldecir, por tanto, ¿no resulta redundante este mandamiento? Pero además, ¿en qué le afecta al sordo si lo insultamos, si ni siquiera se entera de esto? La respuesta es: porque cuando maldecimos no solamente perjudicamos al insultado, sino a nosotros mismos. Cuando ofendemos de palabra a un sordo, o de cualquier manera al ausente, en los hechos podemos decir que no lo estamos perjudicando en nada (a no ser que alguien nos oiga y se afecte negativamente), pero siempre nos estamos auto-dañando. Por esto, la shmirat halashón, el cuidado de la lengua, es una conducta esencial. Y el cuidado comienza emitiendo positividad y no elementos de negatividad. Ahora, ten presente que en ocasiones debes ser firme en tu expresión de «noes». No debes permitir que te maltraten, directa o indirectamente. No debes promover la idolatría, especialmente no debes tolerar la basura para el alma que se disfraza de piedad y que para colmo le gusta hacerse pasar por «judaísmo mesiánico», «crecimiento integral» u otras formas aberrantes de confundir y estafar la buena fe. No debes consentir el mal. Entre otros «noes» ineludibles que deben ser sostenidos con firmeza y sin tolerancia alguna. Recuerda que el que es piadoso con el mal, termina perjudicando al bondadoso. Recuerda que al que está dispuesto a hacerte un daño, o a dañar a un inocente, no debes tenerle ninguna lástima ni darle ni siquiera una chance pequeña para que ejecute su maldad, tal como la Torá ordena:
«Tu ojo no le tendrá lástima.» (Devarim / Deuteronomio 25:12)
Pero, a veces también debes ser severo, actuar en cierta manera como «negativo», por ejemplo cuando reprendes a un hijo por una conducta desagradable, o echas a un empleado, etc. En estos casos, debes ser claro y severo, pero nunca usar la humillación, las ofensas, la bajeza. En todo momento debes recordar que el otro, a ese que le dirás algo que no quiere oír, es tu prójimo y que has de ser amable con él. ¿Qué es encontrar el valor positivo de las personas, objetos, situaciones? Es recordar que hay sombras porque necesariamente hay luz que las produce. El temeroso, el poco entendido, el que no ha aprendido a valorar, se queda prisionero de las sombras, sin ver más allá de ellas. Pero, aquel que aprendido a valorar lo positivo, no queda inmóvil y expectante por las sombras, sino que sale al encuentro con la luz. En palabras del inspirado y sabio salmista:
«Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque Tú estarás conmigo.» (Tehilim / Salmos 23:4)
El salmista sabe que existen momentos de oscuridad existencial, pero también sabe que hay una Luz que siempre se halla encendida, y que es posible encontrarla a pesar de todo. Por esto, nosotros captamos que el salmista sabe valorar lo positivo. Entiéndelo bien: él sabe que están las sombras, pero no se queda en ellas, sino que razona que detrás de ellas siempre se encuentra la luz. El que busca lo positivo, no niega el dolor, ni vive en fantasías de perenne bienestar ilusorio, pero tampoco se hunde en la desesperación o el abandono de toda lucha por elevarse. Sino que tiene los pies bien plantados en tierra, en la realidad, sin sobresaltos ni decepciones, al tiempo que su cabeza y espíritu están en las alturas, en demandan de la clave de su gozo verdadero. Una persona así, reconoce trampolines para subir allí donde otros solamente encuentran pozos en los cuales tropezar y deslizarse al vacío. Él «siete veces cae y se levanta» (Mishlei / Proverbios 24:16), porque sabe que vale la pena ponerse de pie y seguir avanzando. Porque aunque muchas veces muerda el polvo de la derrota, sabe que todo es para bien. Encontrar lo positivo, incluso cuando pareciera difícil que lo hubiera, es vivir desde la perspectiva del jesed, la misericordia. Alguien que tiene un ojo misericordioso, encuentra sentido, y la siente concreta y palpable a esta afirmación:
«Bueno es el Eterno para con todos, y Su misericordia está en todas Sus obras.» (Tehilim / Salmos 145:9)
¿Qué es esforzarse, pero no presionarse? Cuando actúas con responsabilidad, pues te haces cargo de que haces el mejor esfuerzo para completar tu tarea, pero que no depende de ti el resultado final. En palabras de los Sabios:
«No te corresponde a ti terminar la obra, mas no eres libre de eximirte de ella.» (Avot 2:16)
Cuando te sobre-exiges, cuando te presionas más allá de lo razonable, estás conspirando para nunca alcanzar el éxito, sino para permanecer en la derrota o para hundirte más en el dolor. El proverbista en su notable sabiduría nos lo ofrece con las siguientes palabras:
«Corrige a tu hijo mientras haya esperanza, pero no se exceda tu alma para destruirlo.» (Mishlei / Proverbios 19:18)
¿Entiendes la idea? Ni siquiera cuando estamos corrigiendo podemos exigir más allá de los límites saludables, sino solamente lo que es justo, bueno y correcto. Cuando presionamos al punto que quebramos el límite de lo saludable, entonces estamos destruyendo y no construyendo. Te doy un ejemplo. Imagina la siguiente situación. Un hombre que se ha dado cuenta de que su vida laica no es beneficiosa ni correcta, y se hace baal teshuvá. Pero es tal su exigencia para consigo mismo que no tolera ni la más mínima desviación de lo que él cree corresponde que se debe cumplir y hacerse. Su vida no está dedicada al verdadero crecimiento espiritual, orientada a la Luz de la Torá, sino que se transforma en una tortura constante, en una rebelión en contra de familia, amigos, colegas y conocidos; en un reproche insufrible sobre todo y todos; en un machacante sentimiento de inferioridad por no estar cumpliendo al 100% todo de todo de todo. ¡Llega al extremo de no bañarse para no quitarse la kipá ni el talit katán! Lo más probable es que no sea una persona emocionalmente equilibrada, pero, ¿acaso su exigencia fuera de toda mesura no es la que lo está llevando a esta situación lastimosa? Pregúntate: ¿en qué me parezco a este personaje? Y si en tu sobre-exigencia eres semejante a él, hazte esta otra pregunta: ¿qué intento ocultar con tanto afán de perfeccionamiento? Recuerda el tema con el que comenzamos este encuentro: el gozo y la alegría. Entre los momentos de mayor gozo, y que además nos entrenan para gozar a diario, mencionamos el Shabbat (que es exclusivo para los judíos, pero vale aquí como ejemplo para los noájidas) con su deleite espiritual que se trasunta a lo material. Una persona JUDÍA que cumple realmente con las normas del Shabbat aprende a que el mundo no se detiene si ella deja su tarea por un rato, y por tanto, tiene derecho a descansar, también a equivocarse, también a no ser perfecto. La idea debe ser: hacer lo mejor que puedas, pero aceptar que no eres todopoderoso, y que llegarás más pronto o más tarde a tu límite. Si te confiesas que tienes limitaciones y que éstas no te hacen ser peor persona, estás dando un gran paso hacia el éxito verdadero. En el polo opuesto está el que conozcas tus potenciales, tus capacidades, y que te hagas consciente para no permitir que los temores te inmovilicen en tu tarea de crecimiento. Por otra parte, recuerda esta enseñanza adicional: cuanto más presionas a una persona, menos contacto auténtico tienes con ella, y difícilmente alcanzaras la meta que te has propuesto en la relación mutua. A mayor presión, mayor resistencia y alejamiento. Recuérdalo. Esforzarse sin traspasar el límite de lo saludable, es resaltar la perspectiva de netzaj, la constancia que lleva al éxito. Ten presente por favor estos tres consejos4, que si los anudas firmemente a la plegaria sincera y al estudio cabal de la Torá (para los judíos y aquellas porciones permitidas para los gentiles), te permitirán desatar los lazos de la esclavitud emocional, para verte de pronto abrazado por el verdadero regocijo. En palabras del salmista:
«Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Eterno moraré por largos días.» (Tehilim / Salmos 23:6)
¡Te deseo a ti y los tuyos que pases un excelente día ¡Cuídense y gocen de lo permitido para qué sepamos construir shalom!
Notas: 1- Gozo y alegría NO debe considerarse como una sonrisa perpetua en el rostro, ni como aceptar injusticias y maldades con agrado, ni como reír sin comprender que hay tiempos para el llanto. El gozo y la alegría refieren a un estado del ánimo de tranquilidad interna y confianza en la Bondad del Todopoderoso. Peo si toca vivir un momento de amargura, se sufre, pero sin caer en la desesperación. Si toca el momento de la seriedad, así se lo experimenta, pero sin convertirlo en algo parsimonioso o plagado de dramatismo. La burla, la risa que nace en la gracia tonta, la sonrisa perenne del inconsciente o borracho no son sinónimos de gozo y regocijo, ni de alegría; sino muestras de la falta de éstas. (Ver Sefer Colbo 60).
2- Conviene analizar la Halajá que enuncia el Rambam en Hiljot iom Tov 6:17, en donde especifica qué debe entenderse concretamente por «la alegría» de la festividad.
3- En general son calamidades emocionales, personales. Familias destruidas, vidas vacías, comunidades hundidas en el odio o la confusión, sociedades corrompidas y decadentes, etc.
4- Te recomiendo la lectura y estudio de las obras del «Jafetz Jaim», R. Israel Meir HaCohen Kagan. Especialmente profundiza el «Shmirat Halashon».
Moré Yehuda Ribco
¿Por qué mentimos?
Una mentira lleva a otra.
Lleva al dolor.
A la agresión.
A la separatividad.
Al caos.
A una vida de ficción.
A relaciones ficticias.
A la desconfianza.
Una mentira activa, en donde se dice algo falso, o media verdad.
Una mentira pasiva, en donde se silencia algo que debiera ser dicho.
Una mentira con excusas de piedad.
Una mentira para protegerse de lo que se teme hará un agresor.
Una mentira para dañar.
Una mentira para evadir responsabilidad.
Una mentira para ser “cortés”.
Una mentira para no estar en discordia o no discutir.
Una mentira para obtener dominio, poder, dinero, preponderancia, fama.
Una mentira para los otros, o para ti mismo.
Una mentira para los demás que llegas a tú a creerla como verdadera.
Mentir para sentirse bien consigo mismo.
Mentir para hacer sentir bien a otros.
Mentir para seguir actuando mal.
Mentir para que te quieran, mentir para que no te dejen de querer.
Mentir porque no soportarías saber la verdad.
Mentir porque no se quiere sentir culpa por hacer sentir mal a otro.
La mentira es terrible, aunque se presenta como un método para huir y resguardarse de lo terrible.
¿Siempre?
¿Por qué mentimos?
Maimonides. un ejemplo para el noajismo
Acerca de Maimonides, navegando por la web, encontraremos infinidad de obras, monografias referencias y comentarios a la gran obra de su vida. Tendremos recursos para poder admirar su capacidad como pensador, escritor, codificador, filosofo, entre otros.
Les cuento que tengo un libro de Abraham Joshua Heshel, llamado precisamente, Maimonides que cuenta acerca de su vida.
Uno de sus capitulos, comienza a describir su vida, en sus ultimos años, donde podemos ver, que no solo fue un grande por sus pensamientos y sus libros sino que en sus actos cotidianos lo era.
A pesar de sus dolencias atendia a sus pacientes sin descanso luego de una extensa jornada laboral, donde dedico sus ultimos 15 años de su vida a la medicina con una mayor energia con laa cual habia entregado 10 años a la codificacion.
El autor menciona que abandono la metafisica por la medicina, la contemplacion por la accion, la sabiduria de D-os por su imitación.
Creo que es un ejemplo para relacionarlo con nuestra identidad, ya que muchos de nuestros hermanos se encuentran indagando en sabidurias, pensamientos, misticismos.
Si Maimonides que era un sabio de verdad (y de la Verdad) en lo mas alto del judaismo, se volco a la acción. cuanto más nosotros que infinidad de veces navegamos en pseudo-conocimientos que solo nos restan tiempo y nos quitan energias que pudieran ser aprovechadas de otra manera.
Buena semana para todos.
Planeta.
En los lugares mas inhospitos del planeta , el ingenio humano consigue sobrevivir adaptandose a toda clase de inclemencias , lastimosamente no se a podido «adaptar» a su verdadera Identidad.
«LIBERATE , SE 100 % NOAJIDA»
Por un Mundo sin religiones.
Resp. 953– Envidio a los judios
gonzaloNJ nos consulta:
Querido Moré,
Intenté convertirme al Judaísmo, pero definitivamente me convencí de que ni era capaz de ello ni era mi camino, pues soy un Noajida, en mi país, y aquí tengo que cumplir la Voluntad de D/os.
Respeto a D/os, pero si me auto-evaluo, no me puedo engañar, sí me hubiese gustado ser Judio. Aunque cumplo con la Voluntad de D/os para mi, confieso, aunque sea vergonzoso, que tengo envidia de los Judios.
Por favor deme pautas para limpiar definitivamente mi corazón y ser mejor Noajida
Gonzalo Navarro, 38 años, empleado postal, Madrid, España
Resp. 952 – adulterio, debo divorciarme?
Nito Learsi nos consulta:
Mi esposa y yo caimos en adulterio, ella hace seis meses y yo hace dos años. Ella me lo confesó, pero no puedo perdonarla y quiere seguir con el matrimonio, yo no; pero me siento obligado a continuar porque yo nunca le confesé mi falta.
1- ¿Es prudente seguir casados?
2- ¿Si nos divorciamos podemos casarnos con otra persona o debemos quedar solteros?
Gracias por la respuesta.
Nito Learsi, 43 años de Lima Perú