“¿Donde estuvo D-s en aquellos días?”, preguntó el Papa Benedicto XVI el pasado 27 de mayo en su histórica visita al campo de exterminio de Auschwitz – Bekernau. “¿Por qué calló?, ¿cómo pudo permitir este asesinato a mansalva, el triunfo del mal?”
Fue en Auschwitz – la fábrica de la muerte, donde los nazis, martirizaron, mataron de hambre y arrojaron sin piedad a las cámaras de gas, a un millón y medio de personas inocentes, en su mayoría judíos. En este lugar- dijo Benedicto XVI, “se terminan las palabras y al final queda solamente un silencio mortal”. Un silencio que es a su vez un grito que rompe el corazón dirigiéndose a D-s, Señor del Mundo, ¡por que has callado!”
Las noticias citan que el Papa Benedicto XVI dijo: “Soy un hijo de ese pueblo sobre el cual un grupo de criminales alcanzó el poder mediante promesas mentirosas, en nombre de proyectos de grandeza, de recuperación del honor de la nación y de su relevancia, con previsiones de bienestar y también con la fuerza del terror y de la intimidación de forma que nuestro pueblo pudo ser usado y abusado como instrumento de su manía de destrucción y dominio”
Ratzinger no explicó el masivo apoyo popular al nazismo al principio de la década de 1930, ni tampoco el apoyo activo de los alemanes, austriacos, letones, croatas, bosnios, etc., en sus actos criminales y genocidas. Benedicto XVI no mencionó el antisemitismo virulento de los europeos, ni el consenso pasivo de los alemanes que permitieron a Hitler y a sus secuaces, poner en práctica su nefasto poder.
¿Dónde estuvo D-s en aquellos días? Preguntó el Papa. Preguntamos nosotros, ¿por qué habló solo sobre Auschwitz? ¿Acaso estuvo en el Goulag Comunista? ¿Dónde estuvo D-s cuando asesinaron a 1.7 millones de camboyanos, en el genocidio de Armenia, en el de Ruanda? ¿Por qué no mencionó a Pío XII y la Jerarquía Vaticana que sabían de las atrocidades Nasis? ¿Dónde está D-s cuando un inocente es asesinado?
La respuesta que Benedicto XVI no dijo, es que un mundo en el cual D-s, se involucra en forma fija, para impedir, la maldad y la violencia, es un mundo sin libre albedrío y sin este la vida no tiene significado alguno. D-s dio al ser humano la fuerza de elegir entre el bien y el mal. Hay quienes eligen ayudar al prójimo y otros hacerle daño.
Hubo en la Europa Nazi quienes enviaron a judíos a la cámara de gas, y hubo otros que arriesgaron sus vidas para esconder a los judíos de la GESTAPO.
D-s que habló en el Monte Sinaí no se dirigió a los ángeles, o algún tipo de robots quienes no pueden hacer mal aunque quisieran, habló con seres humanos dueños, de la libertad de elección.
Auschwitz no fue culpa de D-s, Él no construyó el lugar, solo si hubiese convertido a estas personas en muñecos de teatro, hubiese podido impedir que cometiesen aquellos horribles crímenes.
No fue D-s quién fracasó en el transcurso de la Shoa (Holocausto) o en los Goulag, o el 11 de Septiembre; no fracasa D-s cuando los seres humanos hacen actos de barbarie contra otros.
Auschwitz es lo que sucede cuando D-s dice “No matarás y amarás a tu prójimo como a ti mismo” y guarda silencio, esto es lo que pasa cuando hombres y mujeres tapan sus oídos para no escuchar.
Rab. Iona Blickstein