Todas las entradas de: Jonathan Ortiz

Un gentil con sentido. Colaborador en la expansión del noajismo.

A propósito del gentil fiel

«Tenlo en alta estima más de lo que tendrias en estima a un judío que no está envuelto en el estudio de la Torá»

(Sefer Jasidim, 358).

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Como sabemos, el pueblo judío es sumamente comprensivo con aquellos de entre sus congéneres que se comportan de manera indiferente hacia el legado que les fue encomendado por mandato Divino.

Se les ayuda, se les guia, se les respeta, se hace lo posible por acercarlos a su herencia. En pocas palabras, se le ama.

Respecto a nosotros los gentiles que procuramos permanecer fieles a nuestra identidad espiritual, a nuestro legado, al aprendizaje y cumplimiento de las Siete Leyes de Noaj, la máxima de arriba enseña que somos vistos con buenos ojos por aquellos hermanos mayores que han dedicado su vida a cumplir con su rol como judíos.

¡Pero cuidado!

En ningún momento lleguemos a pensar que somos más, mejores o superiores a algún judío, de hacerlo estariamos rozando levemente el orgullo que da como fruto el antisemitismo.

En esta ocasión, que el resultado de leer estas lineas sea un mayor compromiso con nuestra identidad noájida. Sin mirar lo ajeno, sin perder el tiempo en lo que no nos pertenece. Todo lo contrario, apreciando lo propio, amando nuestra herencia.

Sabiendonos queridos por aquellos que han resguardado la Sabiduria de lo Alto.

Saludos, respetos y cariños.

El descubrimiento de Di-s en nuestro mundo

De las palabras de los Sabiosde Israel…

El gran Sabio, el Meiri, dice: “Si él [un no judío] aprende las Siete Mitzvot Bnei Nóaj con sus detalles y todo lo que puede ser extraído de ellas, entonces … es adecuado honrarlo como se debe honrar a un Sumo Sacerdote (Kohén HaGadól).”

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Mi comentario:

¿Desde que des-cubrimos nuestra identidad noajida, hemos aprendido las Siete Leyes, con sus detalles y todo lo que puede ser extraido de ellas?

o

¿Desde que des-cubrimos nuestra identidad noájida hemos «aprendido lo que no tiene que ver con las Siete Leyes, ni con sus detalles, ni todo lo que puede ser extraido de ellas?

¿Somos dignos de ser honrados cual Sumo Sacerdote?

A propósito de la identidad noájida

«Así como el buen médico tiene que practicar la medicina total y tratar de curar a todos los pacientes, en cualquier actividad no basta con poseer algo en potencia -como tener el título de médico, abogado, arquitecto- y sólo ejercerlo realmente la mitad o un diez por ciento. Si uno quiere ser algo tiene que ser algo con todas las letras. Y este razonamiento no es sólo válido para el hacer, también para el ser. Una identidad debe conformarse; y no meramente componerse de fragamentos dispersos.»

Rab Isaac A. Sacca


El Síndrome de Estocolmo y yo

En el 1973, cuatro empleados de un banco en Estocolmo, Suecia, fueron tomados como rehenes, a punta de pistola por dos asaltantes. Encerrados junto a sus captores en la bóveda del banco durante seis días, los cuatro cautivos desarrollaron una afinidad tal con los dos criminales, que se resistieron a los intentos de ser liberados, intercedieron por ellos ante el primer ministro sueco Olaf Palme, se negaron a testificar en el juicio e incluso ayudaron a costear los honorarios del abogado de defensa. Desde entonces, el fenómeno sicológico del secuestrado que toma partido con su secuestrador (y que se haría aún más famoso con el caso de Patty Hearst y su afiliación a sus captores, el Ejército Simbionés de Liberación) se conoce como el Síndrome de Estocolmo, y ha servido de base para la identificación de otros trastornos, como el Síndrome de la Mujer Maltratada.

Leyendo algunos de los comentarios a uno de mis recientes post “Carta de mi abuela”, hice memoria del día en que me causó molestia las imágenes de uno de los exponentes y promotores del seudo judaísmo mesiánico ‘netzarita’.

En aquella ocasión me enojé con el Moré, le reclamé, le dije que su actitud era cobarde, puesto que nadie que procurara construir shalom debía hacer mofa de los idolatras y sus asuntos.

Por el bien de la unidad de Fulvida, el moré eliminó dichas imágenes.

En una segunda ocasión, varios meses después, yo mismo publiqué unas imágenes donde ridiculizaba al mismo personaje a quien en la ocasión anterior el moré hizo referencia. Esta vez fui yo quien recibió la molestia de varios noájidas, incluso la publicación de una carta de una de las comunidades noajidas de Venezuela. Así que pedí al Moré eliminar el post por el bien de la fundación.

Nuevamente, en el post arriba mencionado, he notado molestias respecto a los chistes que se hacen acerca de las falsas religiones o las ACTITUDES de las personas que forman parte de las mismas.

Esto me dio para pensar algunas cosas MUY PERSONALES:

  1. Hoy día acepto que mi reclamo al moré fue porque en aquel momento sentía cierta nostalgia por aquel camino del error por donde un día anduve.
  2. Argumentaba para mi mismo: “De una u otra forma ese camino me ayudó”, “Sin ese camino, jamás hubiese llegado al noajismo”, “Sus líderes tenían buenas intenciones, y solo pretendían ayudarme”.
  3. El hecho de saberme noajida no era garante de limpiar mi alma de cualquier elemento que me hiciera sentir afinidad por la idolatría.
  4. Seria todo un trabajo desintoxicarme de los “sentimientos bonitos” que me generaba acordarme de los días en que estuve en el laberinto de la idolatría.
  5. Era natural que mostrara desacuerdo con el Moré respecto a la concepción del mandamiento “burlarse de la idolatría”, puesto que como uno de sus promotores llegué a amar ese camino y verlo como la ruta a la salvación.
  6. Me sería difícil entender cómo burlarme de aquello que me “regeneró” cuando yo estaba necesitado, deprimido, arruinado, etc.
  7. Por último, pero no menos relevante, el cariño especial que sentía por quienes fungieron como mis “maestros”, y que ahora estaban siendo objeto de burla, era algo que no se borraría de la noche a la mañana.

Finalmente, quiero dejar claro, que lo anteriormente expuesto me describe única y exclusivamente a mí, en mi experiencia, en mi vida.

No pretendo describir a nadie que frecuenta fulvida.com o que haya participado con sus comentarios en alguna de las dos ocasiones en que he publicado burlas hacia la idolatría.

Saludos, respetos y cariños.

¿Conversos judaizantes?

Torá, hebreo y cabala para gentiles. Cursos, enseñanzas, lecciones, frases, meditaciones con basamento judío pero en aspecto «noajizado».

Espiritualidad, religiosidad, santidad, experiencias extra-sensoriales de indole judío pero «noajizadas».

Dicen:

«La cabalá es patrimonio de judios y gentiles»,

«No está mal estudiar Torá siendo gentil»

«Dios es Dios de todos, y habla para todos a través de la cabalá»

«Rabino X enseñó que a partir de él todos podian acceder a contenidos cabalisticos»

«No importa que seas noájida, mucho mejor, tu alma está limpia para actuar como recipiente de la sabiduria cabalistica»

«Considerate un noajida judaico, es decir, un gentil que se relaciona con lo judío, en eso no hay nada malo»

«La prohibición del noájida de acercarse a la Torá era en antaño, esto es otra época»

Finalmente,

«A medida que vas estudiando, sentirás un despertar en tu alma por lo judío. Debes aprender que esa es tu alma judía pidiendo ser liberada»

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Lo anterior es una serie de seudo argumentos usados por algunos conversos al judaismo para justificar erradicar la identidad noájida de cualquier gentil que se les acerca. Se inventan cuanta patraña para contradecir la voluntad de Dios.

Y es que estos conversos al judaísmo creen que la conversión judía es una limpieza automática de cualquier vestigio de seudo judaismo mesiánico del que salieron.

Querer convertir a otros al judaismo es lo mismo que hacian cuando estaban en los caminos de la idolatria. Ofrecen la conversión como medio para «ser salvo», es decir, afirman que los noajidas no tendrán parte en el Mundo Venidero.

Creen que su estatus actual les da potestad de considerarse a si mismos maestros de Torá, luminarias de la Tradicion Oral, recipientes de sabiduria cabalística. Lo cual es un error desde la A hasta la Z.

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Señores judaizantes que en otrora fueron servidores de la idolatria profesada por el seudo judaismo mesiánico. Hagánle un favor a quienes hemos decidido vivir la identidad con la cual nacimos por voluntad Divina:

Respeten.

Respetense a su Creador, a si mismos y a los demás.

Ustedes no son quien para descontextualizar y tomar como excusa lo que algun sabio afirmó respecto a la Torá y lo relativo a ella.

Respeten. Desistan de estar enviando mensajes donde promueven cursos y enseñanzas dadas por ustedes que carecen del bagaje necesario para considerarse maestros de Torá.

Los gentiles fieles a Dios estamos haciendo nuestra parte. Si no la hacemos nosotros, quién la hará. Si no lo hacemos en esta generación, entonces cuándo.

Desaprendan lo adquirido en los caminos del error promovidos por seudo rabinos y seudo jajanes. Lo que promueven hace un gran daño al judaísmo que ahora los identifica, y tiene el gran potencial de dañar el noajismo que ahora vivimos. Lo que ofrecen está desviando a muchos de nosotros del rol fundamental para el que nacimos: Ser socios en la construcción de shalom.

Atentamente,

un alma noájida, un hijo de Noaj.


¿Conversos judaizantes?

Para muchos de nosotros no es un secreto que a los hermanos mayores, es decir, los judios no se les demanda persuadir a un hijo de Noaj a convertirse al judaísmo.

De hecho, como es sabido, muchos judios apegados a la voluntad de Dios (mal llamado ortodoxos) persuaden a los gentiles a no procurar la conversión, pero asi mismo respetan a aquellos con un deseo verdadero de adoptar el judaismo y entrar a la comunidad judia de manera integral.

Hoy dia se está presentado una actitud que tiene el potencial de romper ese cuidado que han tenido los judios piadosos respecto a la identidad noajida.

El caso en si es que algunos conversos al judaísmo, que abandonaron la idolatria (especificamente en la fila de los seudo judios mesiánicos), que estuvieron poco o mucho tiempo viviendo su identidad gentil, ahora se dedican a «judaizar» (quisiera usar otro término que describa lo que hacen pero no lo hay) a los noajidas.

Así es, ahora ofrecen lo judío (desde estudios de Torá, libros de Cabalá, prácticas netamente judías, hasta llegar a ofrecer la conversión al judaísmo).

Vale preguntarse:

¿Es eso correcto?

– No. El patrimonio judío es exclusividad judía por orden Divina. Echar mano de lo ajeno es incumplir Su voluntad.

¿Es la voluntad de Dios des-noajizar al gentil para judaizarlo?

– No. No existe tal asunto como voluntad expresa por Dios.

¿Por qué dicho comportamiento es procurado por quienes estuvieron en las filas del seudo mesianismo mesiánico exclusivamente?

– Es para analizar. Pero se ve una clara falta de entendimiento de lo que implica una identidad espiritual. Así como un abandono del paradigma cristiano de querer convertir a otros.

Finalmente, alguien converso al judaísmo por X o Y razones, que procura que los noajidas dejen su identidad, enseñandoles a hacer lo que no es debido, demuestra una escasa compresión de la voluntad Divina respecto a las identidades espirituales.

Si esto es así con lo más basico, ¿qué se puede esperar de la «sabiduria» que procura transmitir con el nombre de «Tora»?

¿Esa «Torá» será buen alimento para el noajida que persuadido por el converso deseará en el corto plazo convertirse?

Muy personalmente creo que es mejor un buen noájida que un mal converso.

Señores «judaizantes», por favor, respeten la identidad noájida.

Mis respetos.

profeortiz @ hotmail.com


Si quieres ser judio…

Si quieres ser judio…

comienza por apreciar tu identidad gentil,

vive según el designio del Creador,

sé un asiduo practicante de las Siete Leyes de Noaj y sus derivados,

respeta lo que eres,

pero principalmente, respeta lo judío, pues ten claro que no es tuyo.

Piensa por un momento:

¿Si no eres capaz de respetar Siete mandamientos, cuál es el garante para el respeto de Seiscientos seis mandamientos más?

¿Si siendo gentil, no obedeces a los maestros con autoridad y competencia, quienes te indican que respetes lo que no es tuyo, cómo garantizas que obedecerás sus consejos e indicaciones una vez que hagas la conversión?

Encárgate de esto:

Aprende, interioriza, domina y practica tu legado de manera integral. Puesto que si logras hacerlo con pocas responsabilidades, quizás logres hacerlo con unas cuantas responsabilidades más.

Hazte un practicante asiduo en la ayuda a los necesitados espirituales y materiales que hay en tu familia, o acaso quieres ser judío (a) para aislarte de ellos sin haber intentado siquiera sacarlos del barro de perdición en el que posiblemente estén.

Pregúntate:

¿Qué tienes para ofrecerle al Judaísmo? ¿Cómo harás brillar esa llama judía que generación tras generación ha permanecido encendida gracias a que muchos judíos han defendido su identidad incluso con sus vidas?

No olvides esto:

Si Dios te hizo nacer gentil, quién eres tu para actuar de manera rebelde ante Su voluntad? ¿Te crees más sabio que Él?

Si el te hubiese querido judío, judío hubieses nacido.

Así que piensa bien en las razones que tienes para hacer lo que NO es Su voluntad expresa.

Finalmente, por sobre todas las cosas:

No creas que pisoteando al noajismo y sus noajidas acumularás más puntos para calificar como judío.

Si hoy mismo desprecias tu identidad gentil, mañana tendrás N posibilidades de despreciar la identidad judía.

No eres quien para despreciar lo que eres.

Ten claro que de la misma manera que Dios no colocó el «alma» de una vaca en un caballo, tampoco colocó el alma de un judío en un cuerpo gentil. Así como no colocó el alma de una mujer encerrada en el cuerpo de un hombre y viceversa.

Piensa,

¿Si todos los gentiles hicieran lo que tu pretendes, eso mejoraria al mundo? ¿O acaso crees que Dios se equivocó el crear dos identidades espirituales?

Sin excusas, sin mentiras, sin caretas.

Se honesto.

Cariños y respetos.

Para gentiles que buscan lo judío

Dentro de los deberes que corresponden al judío, y que nosotros los noajidas, si quisieramos y estuvieramos en la capacidad, podriamos emular no como deber ni obligación, sino como acciones que redundarán para la construcción de shalom Aqui, están los siguientes:

1. Dar ropa al necesitado:

«E hizo el Señor para el hombre y para su mujer  túnicas de piel y los vistió.»
Génesis 3:21

La literatura religiosa judía frecuentemente habla de la importancia de vestir al necesitado. En el Talmud se menciona que «así como El vistió al desnudo, así debemos hacer nosotros». (Sotah 14a).

Comunidades judías, tanto en la diáspora como en Israel, se dedican a la tarea de recolectar ropa para quienes carecen de lo indispensable, y de esta forma cumplen con el mandato bíblico.

2. Hospitalidad:

«Deja que todos los hambrientos entren y coman»
Hagadá de Pésaj

La historia judía se inicia, según la Tora, cuando Abraham -siguiendo las instrucciones divinas-, abandonó su hogar en la ciudad de Ur para buscar la tierra prometida. «Vete de tu tierra a la casa de tu padre, a la tierra que Yo te mostraré». (Génesis 12:1). Desde entonces los judíos han residido en cientos de lugares como minoría étnica.
Posiblemente por esta experiencia, el precepto de ser hospitalario recibió gran prioridad dentro de la tradición judía. Es una práctica que Abraham instituyó al dar comida y bebida al forastero. «Otorgar hospitalidad significa proporcionar no sólo alimento y un lugar donde dormir, sino incluye acompañar al forastero en su camino». (Rashi, Sotah 10a).

3. Bikur Jolim o Visitar a los Enfermos
«Aquél que visita al enfermo le quita una sexta  parte de su dolor»
Nedarim 39b

Cuando los judíos regresaron del cautiverio en Babilonia en el siglo VI a.e.c., los problemas sociales y económicos se multiplicaron. Fue bajo estas condiciones cuando el concepto de ayuda mutua adquirió un significado especial. Se subrayó la importancia de visitar a los enfermos, de darles asistencia y proporcionarles palabras de consuelo: El tipo de ayuda se especificó claramente: dar medicinas y alimentos, especialmente cuando no hubiera familiares que pudieran hacerlo. El visitante debía hacer todo lo posible por alegrar al enfermo mediante una demostración concreta de cariño que le hiciera sentir que no se encontraba solo en sus horas de dolor.
Visitar a los enfermos es un mandamiento que también imita las acciones divinas, pues el Talmud enseña que Dios visitó a Abraham cuando éste se recuperaba de su circuncisión.
En un principio, en diversas comunidades judías, el deber de visitar a los enfermos era cumplido por el rabino quien, en ocasiones se veía imposibilitado de llevarlo a cabo por limitaciones de tiempo. Fue por ello que se pensó en crear una sociedad que, a través del esfuerzo conjunto de sus miembros, proporcionara ayuda y consuelo al enfermo.
Las primeras asociaciones de Bikur Jolim se organizaron en España en el siglo XIV y se expandieron al resto de Europa hasta el siglo XVI cuando los exiliados españoles las introdujeron en Italia, Checoslovaquia y otros países de Europa Central. Con los años, se institucionalizaron en casi todas las comunidades judías.
En nuestros días, con el surgimiento de los grandes centros médicos, el dolor físico se complica con un sentimiento de soledad que en ocasiones retrasa el proceso de recuperación. Se requiere por ello de sentimientos de apoyo y de amor.
A pesar de la relevancia de este precepto, la ley indica que el visitante no debe ser desconsiderado y alterar el bienestar del paciente al practicarlo. No se debe llegar ni muy temprano ni muy tarde, ni fatigarlo con visitas prolongadas.

4. Hevrá Kadishá o Sociedad Santa
«Los santos a su tierra regresarán»

En un principio, la obligación de participar en los arreglos para dar sepultura digna a un cuerpo recaía sobre toda la comunidad. Más aún, cuando una persona fallecía toda la población debía abstenerse de trabajar para honrar al muerto. La Hevrá Kadishá o Sociedad Santa surgió en el siglo XIV en España y Alemania, simultáneamente. En sus inicios, se trataba de organizaciones de ayuda mutua pero, con el tiempo, se transformaron en sociedades que se dedicaban exclusivamente al tratado del cuerpo de acuerdo a la ley y la tradición judías.
La Hevrá Kadishá como sociedad abocada a la sagrada tarea de enterrar a los miembros de una comunidad, no apareció sino hasta 1564, establecida por Eleazar Askenazi. Cuando sus regulaciones fueron aceptadas, sus servicios estuvieron a disposición de todos los miembros de la comunidad, aunque éstos no formaran parte de la Hevrá ni hicieran contribuciones.
Esta institución es particular de las comunidades judías y se deriva del hecho de que de acuerdo a su legislación, no se puede lucrar con la muerte. Por esta razón, ninguna compañía privada ni comercial debe dedicarse a esta actividad obteniendo una ganancia, sino que la tarea debe ser labor de la comunidad.
Los amigos y parientes del fallecido tienen la obligación de atender el servicio funerario. Más aún, quien va a un funeral y no se une a la procesión, es como aquél que se burla del pobre. Si no puede unirse, debe por lo menos ponerse de pie en honor del fallecido y de quienes lo acompañan. La ley requiere además que, quienes asisten a un sepelio, deben tomar parte arrojando una pala de tierra en la tumba. Es así como se imita la acción divina, puesto que el Todopoderoso dio sepultura a Moisés: «Y El le enterró en un valle de la tierra de Moav…» (Deuteronomio 34:6)
Las labores de la Hevrá Kadishá son consideradas como uno de los más grandes actos de amor y bondad ya que, aquellos que honran a los muertos, lo hacen desinteresadamente, pues saben que no recibirán recompensa alguna.

Finalmente,

Se puede hablar de buenas acciones sin necesidad de citar a sabios, ni siquiera asomar pintas judaicas. Las citas, fuentes y palabras hebreas están colocadas a drede, con el propósito de llamar la atención de aquellos que buscan en el judaísmo lo que facilmente podrian conseguir siendo noájidas en todo el sentido de la palabra.

Permita el Eterno que sea este tipo de cosas las que muchos gentiles quieran añadir, adicionar, sumar (o como le quieran llamar) a su identidad noajida, pues solamente así los noájidas nos haremos sentir en el mundo y la venida del Mashiaj estará más cerca que nunca.

Saludos, respetos y cariños.