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Unos momentos memorables en KIPUR

Hace mucho tiempo, desde antes de ser adolescente, que trabajo como cantor, lector de Torá, maestro de judaísmo y en otras actividades litúrgicas/educativas en diversas instituciones judías del país. En la capital y fuera de ella.
Trabajé en todas las comunidades judías de Montevideo. También enseñé en todos los grandes colegios judíos (que funcionaran durante mi vida adulta), y lo sigo haciendo gracias a Dios, en el mayor instituto educativo judío de Uruguay.
También ejerzo como jazán principal en la Comunidad Israelita Sefaradí del Uruguay.
Es un gran honor, placer y enorme responsabilidad participar en estas actividades sagradas.

Desde hace varios años dirijo los servicios de los Iamim Noraim en la Comunidad judía en la ciudad de Paysandú, en el interior de Uruguay, y es precisamente de esto que quiero comentar algo ahora.

De cada oportunidad se puede resaltar alguna experiencia, encontrar enseñanzas, apuntar momentos que sirven para el crecimiento propio y del prójimo. ¡Sí habrá en todos estos años y encuentros cosas para rememorar y de las cuales aprender!
En este momento quiero simplemente testimoniar un pequeño instante al cierre de la Neilá, hacia el final del servicio de Kipur 5776, hace solo unas horas atrás.

La pequeña pero intensa comunidad sanducera estaba acompañando a su ritmo los rezos, siguiendo atentamente las enseñanzas que iba intercalando, participando a su manera para dotar de vitalidad y sentido el encuentro sagrado. Porque la idea no es solamente cumplir con el ritual antiguo, pasando largas horas en la sinagoga y rezando los textos añejos y en apariencia poco conectados a nuestra vida cotidiana actual. Sino más bien dar vida a la tradición, y que ella nos dé vida a nosotros de forma renovada.Porque mi idea es seguir las pautas tradicionales, para permitir que la LUZ de la NESHAMÁ que destella de forma especial en estos días no quede reducida a su mínima expresión y se pierda absorbida por cáscaras rituales y sociales, sino que atraviese las penumbras del EGO y dé poder y conciencia a la vida de los presentes, y a través de ellos también de los ausentes.

En ese rezo final en el salón no solamente había judíos, también concurrieron algunos gentiles, sea que estuvieran conectados por lazos familiares con miembros de la comunidad, o porque tuvieran algún interés en estar allí. Incluso había llegado un pastor evangélico, el cual desde el fondo y en silencio atento y respetuoso siguió con su mirada en el libro de rezos la fonética y supongo que también las traducciones al español. Este hombre se acercó humildemente luego de la havdalá a saludar por el nuevo año y agradecer por las enseñanzas que se llevaba consigo. ¿Quién sabe, quizás esté un paso más cerca del noajismo puro ahora? Sería algo muy bueno, que también este hombre encontrará la senda a su verdadera identidad espiritual gracias a haber estado un ratito en el rezo del Iom Kipur de los judíos. Sería estupendo, para que también pudiera servir para alumbrar a otros que están en la oscuridad a redescubrir el noajismo, la senda espiritual para las naciones. ¿Quién lo sabe? Tal vez Dios dé una mano con esto también…
El día de Kipur, ayudando a judíos y gentiles a encontrarse, a darse cuenta de su auténtica identidad espiritual. Que Kipur sea algo más que unas horas en el templo, y repetidas frases aburridas y fuera de contexto, y un ritual vacío de vida y trascendencia. Que Kipur sirva para lo que originalmente fue creado, el encuentro de uno consigo mismo a través de encontrarse con el Padre Celestial, y así estar en armonía interna y con el prójimo.

Pero no es de esto que quería comentarles, sino de una buena señora de la comunidad, esposa, madre, abuela, bisabuela un pilar de la gran familia judía sanducera. Me habían dicho en Rosh haShaná que estaba bastante enferma y que no vendría, por lo cual me alegré muchísimo cuando entró para el Kol Nidrei, y luego cuando estuvo en el resto de los rezos. Allí estaba, como en los años anteriores, marcando su presencia, participando, ayudando a otros a hacerlo.
Al final de la Neilá, luego del shofar, luego de cantar leshana habá biIerushalaim, antes del arvit y la havdalá, entonamos en esta comunidad el Hatikva, el himno del Estado de Israel.
No sé si se hace en otros lugares, no sé desde cuando lo hacen en Paysandú, pero el hecho es que lo hacemos.
Y allí estaba la doña, cantando a vivo pulmón este himno, con lágrimas en los ojos.
No era dolor, tampoco amargura, ni angustia. Su rostro no indicaba nada de esto.
Me parece que era añoranza por la verdadera patria, y tal vez sano orgullo. No lo sé, estoy suponiendo porque no quise preguntarle.
Lo cierto es que era un llanto suave, noble, que surge desde las entrañas y no busca llamar la atención o manipular para obtener beneficios. Es el otro llanto, aquel que vibra desde lugares remotos y luminosos.
Sí, para esta amiga apreciada Kipur tiene sentido, lo vivió con intensidad.

Espero reencontrarme con ella, su marido, su familia dentro de poco menos de un año. Para celebrar juntos, con bien, salud, prosperidad, alegría, shalom, bendición.
Mientras tanto, los meses que quedan, a continuar construyendo SHALOM a cada rato, fuera y dentro, con acciones de bondad Y justicia.

Elohai ad shelo notzarti

Estiman los científicos que el universo tiene unos quince mil millones de años, un 15 seguido por nueve ceros.
Es una cifra enorme, inmensa.
Nuestra modesta humanidad, esta que somos con NESHAMÁ (espíritu) apenas si roza los seis mil añitos. Es como una puntita de arena en una gigante montaña inabarcable.

Este universo no tiene vistas de acabarse en los próximos miles de millones de años. Por ahí nuestro modesto y casi invisible sistema solar tiene unos dos mil millones años más de vida, milloncito más o menos. Pero el universo, esa impensada infinitud (al menos a nuestra escala), puede seguir existiendo hasta tiempos que no tenemos capacidad de razonar o siquiera soñar.

Es imponente en tamaño, es impensado en dimensiones, es como si fuera eterno en años.
Y aquí estamos, pequeñitos, como subpartículas atómicas de esta ilimitada realidad.
Y aquí está nuestro Padre Celestial, tan incomprensible que ni siquiera el universo completo es capaz de abarcarlo o servirle de residencia temporal/habitacional.

Y sin embargo, estamos aquí y ahora, a pocas horas de comenzar otro IOM KIPUR, listos para el encuentro sagrado con nuestro Padre.
Desde la NESHAMÁ alumbrando con Su LUZ todos los rincones de nuestra minúscula existencia.
Para dotarnos de humildad, que es el reconocimiento de nuestros poderes y nuestras impotencias, nuestros hechos y nuestros potenciales, nuestros errores y nuestras opciones de reparación.
Estamos preparados para sentirnos con importancia, puesto que en esta infinitud de tiempo y espacio Él ha querido dotarnos de existencia, hacernos llegar y vivir. Tan rápido como llegamos nos iremos. Somos como sombras de pequeños pajaritos que van pasando. Somos como la nada. Polvo. Pero sin embargo, adquirimos consciencia y estamos dotados de la llave de la NESHAMÁ. Él quiere que estemos vivos, tenemos un sentido para estar aquí y ahora.
¡Es espectacular este regalo y el saber que Él nos lo dio!

Podemos aprovecharlo, y dar sentido a nuestra existencia. Convertirnos en parte de la trascendencia. Ser constructores de SHALOM, con toda la metafísica que ello también implica y no hemos explicado hasta ahora.
O podemos desperdiciar la chance, y sumergirnos prontamente nuevamente en el anonimato de la nada infinita del universo.

Está en nosotros poder elegir entre ambas opciones y realizar una vida o solo pasar por ella.

Para quien quiera reflexionar más al respecto le dejo este video:

Festejando IOM KIPUR

IOM KIPUR es una de las fiestas judías.

Es una fiesta, sí, aunque todos sabemos que se ayuna y se restringen los placeres corporales, igualmente la TORÁ la enumera dentro de las fiestas. De hecho, es la que está casi en la cima de las más dichosas, solamente superada por la siguiente SUCOT. Porque el ayuno y las restricciones están, precisamente, para darle un tono festivo diferente, en el cual no se busca la satisfacción de lo material por un día al año, como si fuera una vivencia momentánea de la vida más allá de esta vida.

Y es judía, y no universal tal como sí lo es por ejemplo ROSH HASHANÁ. Judía, porque en la historia el Eterno perdonó a la nación judía por el pecado del becerro de oro, y dejó abierta esta puerta para que cada año la aprovechemos para obtener el perdón celestial como respuesta a nuestra sincera TESHUVÁ. Además es judía porque Moshé descendió del monte Sinaí con las segundas tablas del pacto, el símbolo de la ALIANZA ETERNA entre Dios e Israel.
Por supuesto que los leales al Eterno de entre las naciones, los que denominamos noájidas, pueden encontrar motivo para su propia celebración en esta jornada, pero en este caso supeditado al festejo que es propio y exclusivo de la nación judía. Ya lo sabes querido hermano gentil, tienes la posibilidad de disfrutar también de esta fiesta, pero no como lo hacen los judíos, sino encontrando tu propia definición que te lleve a crecer en espiritualidad (que es encontrar la Presencia de Dios en las cosas cotidianas, mundanales). Ya veremos ahora algunas ideas.

Así pues, en pocas horitas más estaremos entrando con calma y nervio, reverencia y alegría, inquietud y solemnidad, confianza y suspiro al día sagrado de la expiación, a KIPUR.
Cuando sabemos que no estamos solos, siempre está a nuestro lado Dios. Incluso en los breves instantes en que Él “esconde Su rostro”, no deja de estar a nuestro lado, a la espera de nuestra comunicación.
Aprovechemos estas horas, dediquémonos a celebrar con el regocijo que no depende de lo material, para luego entrar de lleno a la fiesta inmersiva, en vibrante 4D de SUCOT.
Hagamos las paces con el prójimo, y con Dios, y con nosotros mismos.
Con TZEDAKÁ (caridad, justicia social), TEFILÁ (rezo, comunicación auténtica con Dios) y TESHUVÁ (arrepentimiento sincero, retorno a la esencia de cada uno).

Propongámonos avanzar en este año en la construcción de SHALOM, en realizar obras de bondad Y justicia.
Comprometámonos, y cumplamos, el estudiar un poquito cada día de aquello que permite despejar la LUZ de la NESHAMÁ para que sea alumbrada nuestra existencia toda.
Agradezcamos con palabras y hechos a aquellos que nos benefician, sea Dios o el prójimo.
Colaboremos con la difusión de estos mensajes de vida y eternidad, uno de los cuales estás disfrutando en este momento. Podemos compartir con la gente que conocemos, a través de redes sociales, adquiriendo los libros de nuestra biblioteca y regalándolos a personas queridas, aportando económicamente para que fortalezcamos nuestra sagrada actividad. Hay tanto que puedes hacer para crecer y regocijarte mucho más en este año que comenzó.
Aprovecha este tiempo de vibraciones positivas, en el cual las puertas del Cielo están abiertas y el Libro está siendo firmado y sellado con los decretos para todo el año.
Vive aquí y ahora, con plenitud, para que tu existencia en la eternidad sea plena.
Éstas son algunas de las maneras para darle aun mayor sentido y potencia al inminente IOM KIPUR.
¿Quieres recibir los buenos frutos y paladearlos junto a tus seres queridos?
¡En mucho depende de ti!

Un abrazo amistoso para todos y cada uno de los amables compañeros de ruta que se tomaron el tiempo y el esfuerzo por leer y compartir estas líneas.
Que seamos inscritos y sellados en el Libro de la Vida, con bien, bondad, salud, prosperidad, paz, alegría, buenas nuevas y deleite de la bendición.

GMAR JATIMÁ TOVÁ.

Posibilidades limitadas

Tu número de posibilidades va variando, por lo general se va reduciendo mientras más vamos envejeciendo.
A veces al escoger una puerta, cerramos otras; pero quizás al mismo tiempo estamos abriendo otras tantas con nuevas opciones que a priori desconocíamos.
O tal vez, obturamos, clausuramos, nos vamos encaminando por un único sendero, habituándonos a nuestra celdita mental, minimizando nuestras elecciones para llevar una vida repetitiva, codificada, programada.
¿Cómo saberlo?
¿Tú eres consciente?

Nunca, ni siquiera desde el minuto cero son nuestras posibilidades o capacidades ilimitadas, puesto que como seres en espacio/tiempo necesariamente estamos enmarcados, constreñidos, encuadrados.
Si bien es cierto, nuestra identidad como NESHAMÁ (espíritu), ¡esa sí es menos limitada! Pues nos mantiene constantemente conectados con Dios y con todo, en todo tiempo y todo lugar. Pero, al estar habitando esta realidad, este aquí y ahora, esa ilimitada LUZ se reduce a permanecer más o menos bloqueada por nuestra materialidad.

El pensamiento mágico, no abre nuevas realidades, no nos da alas, no cambia los hechos.
Por ser mágico, sencillamente es una fantasía sin asidero, aunque nos puede llenar de emoción y darnos esperanzas, cosas que quizás ayuden para ser audaces y atrevernos a mejorar. O, por el contrario, nos adormece, nos paraliza, nos mantiene a la expectativa de milagritos y salvaciones místicas y por tanto vamos muriendo mientras aún estamos con vida.
¿Cuál de estas cosas te sucede?

Pero, puedes pensar en cambiar para bien.
Puede diseñar el cambio y visualizarlo en tu mente.
Imaginar en grande y con detalles.
Luego dibujarlo para analizarlo, saborearlo, conocerlo, reconocerlo y adecuar entonces nuestra existencia a ese proyecto.
Pensar en cambiar y preparar la estrategia para alcanzarlo.
Que el sueño no sea un cuento hecho de vapores, sino una propuesta interesante que dota de vitalidad a una vida aburrida y amargada.

Si te aferras a lo que conoces, y temes al cambio, tal vez venga la ola que todo lo arrasa y te obligue a cambiar.
O, tal vez te mantengas en sombras, aterrado, adolorido, pero encadenado fielmente a lo que te está robando la vida.
¿Qué escoges?

Tienes al alcance algunas posibilidades que no has explorado, otras capacidades que mantienes a raya.
Tal vez ha llegado la hora de despertar y atreverte a ser.
A darle lugar a tu NESHAMÁ, a ser tú mismo a pesar de las máscaras que te han y has obligado a usar.
¿Que te parece?

Para sentirte y estar mejor

Construir SHALOM con acciones de bondad Y justicia, en todo momento, esa es la intención.

Pero cuidado, esto no implica estar al servicio de todo y todos, de forma indiscriminada, cual felpudo listo para ser pisoteado por quien pase en ese momento.
Recuerda que no podrás ser valorado si no te valoras.
No recibirás el tan anhelado cariño y consideración, regalándote a cambio de promesas de atención y amistad. Porque, luego de usarte y abusar de tus energías y tiempos, el otro te desechará como una cáscara sin función; o te mantendrá al margen, para seguir aprovechándose de tu desesperada entrega. ¡No! No se obtiene cariño a cambio de entregarte, ni de regalos, ni de hazañas que te desgastan, enfadan, cansan, desenfocan… ¡no!

Ten en cuenta que la bondad se limita con la justicia, la justicia se dulcifica con la bondad.
Allí en donde se extrema una, se desmerece la otra.
Y ambas son necesarias para alcanzar el justo medio, el camino dorado de la virtud.

Haz tu parte, plenamente.
Sé atento a los demás, pero sin dejar de atender a tus necesidades.
Sé solidario, pero sin transformarte en el esclavo de tus celditas mentales, esclavizado al deseo del que se aprovecha de ti.

Ten en cuenta el PARA QUÉ de tus acciones, en todo momento.
Aprende a decir “no”, cuando esa es la respuesta saludable.
Enfócate, concéntrate, valórate.

Porque, si tú no te valoras, ¿cómo pretendes que alguien te reconozca tu verdadero y alto valor?
Respétate, porque eres el primero que debe hacerlo.
Ámate, porque es la forma de ser amado.
Deja de encerrarte en tu celdita mental, anímate a salir de ella sin por ello arriesgarte innecesariamente.
Ten paciencia contigo mismo y con los demás.
Anímate a aprender, a reconocer que no sabes, a admitir tus errores con la intención de crecer.

Hay tanto que puedes hacer para estar más feliz, dichoso, bien contigo mismo.
Y no está en una alta cima, ni se precisan complicadas posturas filosóficas. Solamente unas pequeñas indicaciones y la voluntad de construir SHALOM.

Compromiso de ROSH HASHANÁ

Existe la regla MIDÁ KENEGUED MIDÁ, que podría traducirse: “Como mides, eres medido”.
El Juez, que es justo y misericordioso, escoge emplear ese patrón de medida: devolvernos “el favor”.
Así pues, ¿cuál sería la mejor manera de vivir?
Sin dudas la enseñada por la Tradición, a través de profetas y sabios: construir SHALOM por medio de acciones de bondad y justicia, siendo leales al Eterno y Sus leyes.
Así, nuestros pensamientos, palabras y actos estarán llenos de la LUZ de la NESHAMÁ, plenos de energía positiva, con su abundante felicidad y satisfacción.
Y con bondad y justicia se nos devolverá, a su debido tiempo.

Por ello, te propongo que este inicio de año universal (¡que no es judío o hebreo, es universal para toda la humanidad!) te comprometas contigo mismo para ser un constructor de SHALOM en todo momento.
Que no sean solamente palabras vacías las que hasta el hartazgo se dicen y comparten en redes sociales y otros sitios, aquello de año bueno, dulce, próspero, etc.
Que los buenos deseos, las buenas intenciones, tengan densidad y consistencia, sentido y existencia.
Que no quede todo en lindos sentimientos, como el que invade los corazones cristianos en las navidades, y se pierda en celebraciones, cantitos, lemitas, parrafitos, cartitas, fotitos, mensajitos y el resto de las bellas cosas que sin dudas son muy amables, pero… ¿guardan alguna relación con la realidad “real”?

Así pues, a comenzar el año como debe ser, con el verdadero pensamiento positivo, aquel que permite el pasaje de la LUZ para orientarnos hacia la vida con sentido, plena, de SHALOM.
Donde la ilusión es solo un pasatiempo, no un motivo de esfuerzo.

Que tengas un año en donde siembres SHALOM, para que puedas cosechas a su debido tiempo SHALOM por duplicado.

La LUZ detrás de la idolatría

Detrás de toda idolatría, de toda religión, se encuentra el deseo puro y sincero por conectarse con el Eterno.
Por ello en la Tradición se denomina a la idolatría como AVODÁ ZARÁ, un servicio extraño; porque, se busca servir al Señor, pero de modos que son ajenos.
Como suele ocurrir, la buena intención carente de contenido y conciencia, termina convirtiéndose más en un obstáculo que en una solución. En esto, como en cualquier otro acto humano.

El reconocer la sincera búsqueda del Eterno como su motivación básica, NO implica que la idolatría, religión, ateísmo, sectarismo, superstición y cualquier otra manifestación similar, sean correctos, auspiciosos, adecuados; sino solamente constatamos un hecho real. Es lo que es, aunque nos parezca ilógico e incluso increíble. ¿Cómo puede ser la aparente negación de Dios el efecto de una sincera búsqueda de Él?

Si fuera posible, al enterarse de la verdad, la persona debiera apartarse por completo de estos caminos erróneos y malditos, limpiarse de ideas extrañas, librarse del yugo perverso, para así estar en real conexión con Dios.
SirviéndoLo completamente, con pureza, belleza, inteligencia; no de modos chanfleados y que suelen provocar distorsiones que resultan en angustias y bloqueos.
Es decir, dejar de lado TODA religión, todo ritualismo hueco, ideologías bizarras, sectarismos y fanatismos, cualquier otra cuestión que distorsiona la existencia según es la Voluntad del Eterno para con nosotros.

¿Cómo puede ser que teniendo el deseo puro por Dios se termina andando por las sendas oscuras de la AVODÁ ZARÁ?
Todos los humanos somos NESHAMÁ (espíritu) encarnados en este plano dimensional.
Esa NESHAMÁ es nuestro lazo constante y sin interrupciones con el Eterno y el universo completo.
Ser NESHAMÁ es nuestra identidad fundamental, esencial; lo que somos antes, durante y luego de nuestro pasaje por este mundo.
Sin embargo, la NESHAMÁ permanece oculta, revestida por las máscaras y cáscaras que vamos vistiendo durante nuestra vida.
Vivimos en este mundo, con todas las limitaciones, con las constantes impotencias, soportando nuestra endeble existencia.
Como recurso de supervivencia contamos con el EGO, cuya función natural e instintiva es llamar la atención y reaccionar automáticamente para preservar la vida.
Nos llenamos de ideas y creencias, suponemos que somos tal o cual, nos adoctrinamos en esto o aquello, nos adherimos a sectas y grupos, nos abrazamos a imágenes de lo que imaginamos ser nosotros, nos abarrotamos de las imposiciones del EGO, pecamos y por ello ponemos barreras a la LUZ de la NESHAMÁ que sigue tan bella y espléndida pero no la podemos ver ni sentir.
Es así como estamos a oscuras, a pesar de que somos una LUZ imponente.
Nos acostumbramos a someternos al EGO, lo ubicamos a él en el lugar de amo, lo endiosamos, lo consideramos nuestro salvador, inventamos dioses que lo representan, lo adoramos, las religiones son manifestaciones sociales de su presencia.
Porque, eso son las religiones, solamente EGO.
(Hemos explicado con más detalle y profundidad el origen de las religiones y su base en el EGO, por lo cual te sugiero que busques en este sitio mayor conocimiento y amplitud de visión).

Es curioso, pudiendo contactarnos con el Padre Celestial de modo directo, inventamos las religiones para hacer de cuenta que estamos en control de los dioses y con ello en realidad nos hundimos más en la impotencia y la incomunicación.
Así, en el fondo, en su origen santo, la AVODÁ ZARÁ es un anhelo sincero por Dios; pero en su construcción se encuentra el EGO, por lo cual se desvía y tergiversa, obviando a Dios para endiosar lo que es falso.

Ahora que sabemos esto, ¿qué podemos hacer?
Obviamente que no promover ninguna AVODÁ ZARÁ, porque eso es antagónico a la senda del Bien.
Pero, se podría ser paciente y tolerante con aquel que está perdido en la noche, sometido a ella. Se puede/debe ser duro, sarcástico, hiriente con la idolatría, si ello redunda en beneficios reales para los que están esclavizados por ella o en riesgo de serlo. Ya que el Eterno aborrece la idolatría y manda su desaparición. También ser completamente firmes para no permitir a los promotores del mal operar y difundir su veneno maldito.
Pero, repito, ser amables y amorosos con los pobres extraviados que de buena fe están atrapados por las religiones, siguen a sus diositos con ingenuidad, hacen caso a sus amos adoctrinadores con simpleza; para poder darles una mano generosa y justa así tienen la ocasión de despertar a la pesadilla y librarse del EGO y todos sus cómplices.
Llevarles amorosamente hacia el buen camino, para que puedan desprenderse de las sanguijuelas que le están chupando la vida. Mostrarles el camino de la LUZ, sea el noajismo para los gentiles así como el judaísmo para los judíos.
Para que la AVODÁ ZARÁ sea solo un mal recuerdo del pasado, como un salvavidas maltrecho que usaron mientras no encontraron la verdadera salvación.

Ten presente que todos, hasta los más perdidos difusores del mal en su esencia también son NESHAMÁ. Ellos también pudieran ser rescatados de las garras del mal, si lo permitieran.
¡Cuánto más la buena gente que de manera torpe y sin conciencia están en la casa de la idolatría queriendo estar en la Casa de Dios!

Por lo cual, te ruego que sigas aprendiendo y viviendo a pleno tu identidad espiritual. El noajismo si eres gentil; el judaísmo si eres judío.
Difunde el camino correcto, por medio de tus acciones y por las prédicas de palabra.
Construye SHALOM a cada instante con obras de bondad Y justicia.
Sigue aprendiendo, sigue compartiendo, sigue siendo un motivo para que otros despierten y se fortalezcan en su identidad.
Seguramente tropezarás cientos de veces por día, ¡¿y eso qué?!
Tú eres NESHAMÁ, una chispa de Dios y puedes estar feliz y ayudar a otros a estarlo realmente.

Te deseo para ti y los tuyos un excelente año 5776.

Tiempo de cambio

Rosh HaShaná, la cabeza o principio del año.
Shaná, que se asocia con leshanot, que es cambiar.
Porque se cambia de mes y de año, pero también porque se supone que uno hace compromisos para mejorar con cada comienzo de ciclo.
Es como una inspirada motivación, llegar a las vísperas de este momento para emprender un viaje cabalístico hacia nuestro interior y vernos a la LUZ para así en verdad crecer.

Damos una mirada hacia atrás, advertimos allí en donde tropezamos, reconocemos lo que podemos mejorar, deseamos modificar algo para estar mejor, nos proponemos empezar con un renovado espíritu y energías el nuevo año.
Es como una abanico de posibilidades, como múltiples caminos abiertos ante nuestros pies a la espera de que demos el pasito que da inicio a la extensa ruta.
Estamos aquí, listos para elegir y para avanzar.
Depende de cada uno, no de la magia o de astros que se encolumnen para forzarnos.
Está en ti escoger cual paso dar, hacia donde, para alcanzar alguna de tus aspiraciones.
Por ello, este es un tiempo especial, de propuestas, de buenas intenciones, de una energía especial, la que fortalece el camino o lo modifica.

No es cuestión de desear y esperar al milagro mágico.
No es pensar positivo y sentarse a que el universo haga su parte.
No es el momento para la buena onda sin contenido.
Ni para las resoluciones grandiosas y bienintencionadas carentes de trabajo.

Es el tiempo para dejar justificaciones y excusas, no inventar más cómodos pretextos para esclavizarnos a la zonita de confort.
Mejor reconocer, conocer, admitir, tomar conciencia, resolver, decidir, actuar con firmeza, desplegar la voluntad, llevarnos hasta donde podamos alcanzar.

Habrá dudas, inseguridad, indecisión, vulnerabilidad, miedo,conflicto, ansiedad y quien sabe cuántas cosas más que son trucos del EGO para mantenernos en impotencia, o en falso sentimiento de poder, para de esa forma no cambiar o fortalecer lo bueno. Peor es seguir así.

Es el tiempo para estar incómodos, para romper la rutina, para destruir el hábito, para partir del exilio rumbo a la libertad.
Porque, precisamente el estar cómodos y adormecidos es una manera para morir en vida.
Mejor sentir la confusión de la pregunta punzante, que obliga a romper esquemas, que demanda prestar atención y así salir de la celdita mental.
Es el malestar del despertar luego de una larga noche de parálisis y agotamiento.
Es la molestia de la luz dando de lleno sobre nuestros ojos tras haber pasado en la oscuridad negadora.
Es cuando se ha de despertar, para comenzar, para vivir en vida, para dejar de pasar el tiempo en una muerte que respira.

Hay algo que está esperando a que tomes parte, a que seas activo.
Puede ser algo sencillo, como simplemente dar el buenos días a quien está a tu lado, o agradecer por alguna cosa, o ayudar a alguien necesitado, o leer este texto para compartirlo con aquellos a quienes moverá hacia la bendición.
Puede ser un poco más trabajoso, como colaborar con nuestra tarea, sea con dinero, con difusión, con trabajo, con el compromiso activo de ayudar a otros a despertar y ser parte de esta obra.
Puede ser rezando, trabajando, haciendo, compartiendo, comunicando auténticamente, poniendo límites.
Son tantas las maneras que tienes para dar ese primer paso de bienestar y bendición, que depende de ti y solo de ti.
Importa que des el pasito, aunque sea breve, aunque sea despacito, pero no dejes de darlo. Es el que impulsará una carrera de la cual tú serás el triunfador.

Y es tiempo de TESHUVÁ.
Darnos el tiempo para conocernos y mejorar.
Establecer puentes con el prójimo.
Crecer y ayudar a otros a hacerlo.
Para disfrutar sanamente de lo permitido, para construir SHALOM por medio de acciones de bondad y justicia.
Es tiempo de cambio, de leshanot para bien.
Porque comienza un nuevo año, y no es para desperdiciar esta oportunidad divinamente inspirada.

Pero, pasado este tiempo, todo día, todo lugar, son apropiados para iniciar el viaje hacia el bien.
Abre las puertas para que alumbre la LUZ de la NESHAMÁ.
De Arriba hacen llover para ti infinidad de bendiciones, disfrútalas.

Cumpleaños feliz nos deseo

En unos días más estaremos celebrando otro año nuevo de la humanidad, es el aniversario del ser humano, cuando apareció en el mundo ADAM.

ADAM era en casi todo parecido a otros seres vivos, en particular a nuestros ancestros evolutivos los Homo sapiens, solamente que ADAM se distingue por su NESHAMÁ (espíritu).

Existía el hombre, que era inteligente, que tenía habilidades idénticas a las nuestras, que poseía cultura, que edificaba, que creaba herramientas, que conversaba, que usaba su ingenio para inventar nuevas experiencias, hasta se esclavizaba en religiones, a la vista se podría decir que no hay diferencias sustanciales con nosotros, porque la NESHAMÁ no se ve, ni se huele, ni se escucha, simplemente es.
La NESHAMÁ es la conexión constante y directa con Dios, y con todo el universo.
Es nuestro Yo Esencial.
Es la fuente de nuestra ética, por tanto la que nos habilita al libre albedrío.
Entonces, aquellos antepasados podían buscar a Dios, pero siempre como algo lejano, externo, tal como el perrito busca ansioso a su amo.
Ellos podían actuar de manera violenta o solidaria, pero no motivados por la búsqueda del bien o del mal, sino simplemente como reflejo de alguna utilidad. Así como un perrito puede morder la mano del amo que le alimenta, pero no deseándole un daño adrede y por el simple deseo de causar el mal, sino para obtener alguna ventaja (seguridad, comodidad, alimento, pareja, etc.).
Es que así eran nuestros ancestros, como animales sin conciencia ética, sin capacidad espiritual, aunque tuvieran a su alcance todo el poder tecnológico imaginable (cosa que no sé si era así o no).

No debemos suponerlos salvajes y carentes de sentido, muy por el contrario, seres con gran capacidad pero a los que solamente les faltaba ese pequeño detallito tan fundamental: espíritu.

Hasta que un día la intervención divina permite que nazca una nueva familia, la de ADAM, que es a la que pertenecemos actualmente los seres humanos, porque nuestros antepasados fallecieron en aquella tragedia tremenda denominada MABUL (el Diluvio).

En unos días festejamos 5776 años de ADAM, de nuestra especie.
Lo que es un buen momento para evaluar si estamos cumpliendo nuestro rol en la Creación, como seres creados a imagen y semejanza del Padre Celestial (con ética y capacidad de trascender el mundo material); o si estamos solamente siguiendo el ejemplo de los pre-adámicos, gente de barro, que no viven orientados por el espíritu/ética, ni elaborando un sentido trascendente en su existencia.

¿Hemos hecho nuestra parte como especie y como individuos?
¿Estás mejor que antes de comenzar 5775?
¿Tu conducta demuestra tu NESHAMÁ?
¿Eres digno de ti mismo?
¿Qué proyectas y cumplirás para el nuevo año?
¿Cómo nos darás una mano en la práctica para difundir el conocimiento ético/espiritual y ser socios en la construcción de SHALOM?

Éstas y otras preguntas que podrías formularte y responderte para no solamente empezar un nuevo año, sino hacerlo a lo grande, con toda voluntad para disfrutar de las bendiciones.

Te deseo lo mejor a ti y los tuyos, que tengas un excelente año nuevo universal.

Gracias cabalístico

Existe un plano de estudio de Torá que se denomina cabalístico.
Suponen muchos que trata de asuntos místicos, invocar fuerzas ocultas, obtener poderes mágicos, realizar maravillas sobrehumanas, conocer misterios insondables, a veces podría haber cosas que lo parecieran, pero realmente es el estudio en el cual prima la fidelidad al mensaje que se va trasmitiendo-recibiendo de maestro a alumno.

Cabalá es recepción.
Se recibe el mensaje, se lo aprehende, se lo transmite.
Se originó un contenido explicativo de la Torá y por tanto de la realidad, el discípulo lo obtuvo de su maestro, lo hizo parte de su vida y llegado su momento encontró al receptor del mensaje.
Eso es Cabalá.

El origen más elevado es el propio Dios, quien lo delegó a Moshé, éste a su alumno, éste a quien le sucedió y así una tras otro.
En numerosas ocasiones el contenido del mensaje es tan simple, que el ignorante no puede comprender la importancia y magnitud y trascendencia y santidad del mismo.
Es que, suele ocurrir que lo más santo es lo más simple.

Por ejemplo, el agradecer en verdad, sinceramente.
¿Sabes cuánto poder hay en el sencillo “gracias”?
¡Ni te imaginas la cantidad de puertas de LUZ que se abren con el agradecimiento!
A través de él se derraman chispas sagradas de eternidad, que alumbran y dan vida, permutan la noche en bendición, la amargura en prosperidad.
Solamente por ser agradecidos, en verdad.
Diciendo la palabra “gracias”, o cualquier sinónimo de ella, y acompañándola de la acción agradecida.
Escucha bien, acompañando la palabra sincera con la acción correspondiente.

Puede ser sonriendo, pero también puede ser aportando materialmente para el necesitado o para las causas que provocan la aparición de la LUZ en el mundo. Por ejemplo, ¿cuántas veces te has tomado la “molestia” de agradecernos por nuestra tarea sagrada? ¿Lo has hecho solamente con  palabra o también con ayuda económica? ¿Has compartido los textos y consejos en tus redes sociales? ¿Invitaste a otros a regocijarse con este santo festín? ¿Hiciste lo que estaba a tu alcance para no solamente recibir y aprovecharte, sino también para dar y extender la bendición para ti y otros? En resumen, tú obtienes, pero, ¿agradeces?

Cuando lo haces sinceramente, y no solamente como una mera fórmula social ni para causar alguna impresión, sino con verdadero espíritu agradecido, tienes que recordar que estás alegrando a otro, pero especialmente estás saliendo favorecido tú.

Así pues, agradece con palabras y con hechos.

Gracias por haber compartido conmigo la lectura de este cabalístico texto. ¡A aplicarlo!