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Receta para la ALEGRÍA mesiánica

El amigo Luis Diego publicó ayer un texto que se le ocurrió a partir de un artículo anterior de mi autoría.
En un agudo comentario llega a algunas conclusiones interesantes, que pueden ser compartidas o no, a la luz de la Tradición milenaria o de acuerdo al propio entendimiento. Como noájida consciente tiene derecho a pensar, a no dejarse llevar por la palabra de su “pastor”, a estudiar y encontrar cómo se aplican las enseñanzas a su vida personal, en resumen, dotar de vida a la palabra.
De mi modesta parte, me parece oportuno destacar es que, en modo alguno el amigo noájida pretende enseñar Torá (judía), ni imponer otros sentidos a los ya sostenidos por las autoridades respectivas, ni tampoco modificar los mandamientos para los noájidas. Es su proceso de pensamiento, sus ideas, lo que quiso compartir con nosotros, como un ejercicio, como una forma de entablar un diálogo productivo que lleve a fortalecer la identidad espiritual noájica de cada uno, para actualizar los mandamientos sin modificar ni un gramo de ellos, como él mismo se encarga de expresar.
Hay que andar con mucho cuidado cuando el noájida se pone a “estudiar” y luego a predicar o adoctrinar a partir de la herencia eterna de Israel que es la Torá, porque numerosas sectas y desgracias acontecieron cuando los que no pertenecen al pueblo judío y además no están en condiciones se atribuyeron el “derecho” a tomar la Torá y usarla para sus propios beneficios. Afortunadamente el texto del amigo Luis Diego no tiene nada que ver con esas cuestiones doctrinarias, usurpadoras, peligrosas. Muy por el contrario, es un ejercicio de razonamiento, una invitación a no dejar que se nos embauque con palabrería religiosa, una necesidad personal de encontrar el sentido y el sentimiento en los mandamientos noájicos. Cosa que es bienvenida.

Además de lo dicho, me gustaría dejar en claro, el sentido que podemos encontrar para los noájidas de la frase talmúdica: “La Divina Presencia reposa en el lugar de la alegría a causa del cumplimiento de un mandamiento” (Pesajim 117a).
La frase completa dice así: “La Divina Presencia no reposa en la pereza, ni en la tristeza, ni en la chanza, ni en la liviandad intelectual, ni en cosas sin valor, sino en la alegría por el cumplimiento de un mandamiento”.
En otra parte del Talmud, en una frase casi identidad se añade a lo que no da lugar a que repose la Divina Presencia a: “ni la palabrería” (Shabat 30b).

La alegría que expresa la sentencia es a causa de cumplir con los mandamientos, no la del chiste, ni la de parlotear cualquier cosa, o dejar que la mente divague sobre tonterías, ni por escapar de la realidad y sumirse en diversas perezas. Nada de eso abre el corazón para que repose la Divina Presencia.
Tampoco está mencionada la alegría porque el noájida tiene prohibido servir a otros dioses, ni blasfemar, ni asesinar, ni robar, ni relaciones sexuales ilícitas, ni comer parte de un animal con vida. No es la alegría porque uno se prohíbe ciertos actos que tal vez tenga deseos de hacer.
Sino que la alegría brota por acatar los mandamientos, por cumplirlos, por hacer que no sean solamente palabras sino realidades en la vida personal.

Esta alegría no deriva del mandamiento en sí, sino del cumplimiento del mismo.
La alegría no está por privarse de algo que está prohibido por Dios (y que es perjudicial para uno, para otro, para otros), sino por tener la voluntad y el dominio sobre el EGO (también conocido como Satán o Iezer haRá) porque se quiere realizar la obra de Dios.

La alegría del judío por cumplir el mandamiento (de los 613 de la nación judía) porque eso es lo que Dios le ha ordenado, solamente por ello.
No por hacer “pactitos” con Él, ni esperar beneficios a cambio de actuar el mandamiento, ni soñar con el rédito que deriva del cumplimiento, ni por administrarse para el paraíso o calculando la ganancia en este mundo.
No es el mandamiento un mecanismo mágico para manipular la realidad, ni un control remoto sobre Dios, ni una adquisición de propiedades terrenales o extraterrestres, el mandamiento es lo que nos corresponde y acatarlo es lo que debemos hacer.
Si doy caridad, no lo hago pensando en cuánto Dios me devolverá a cambio; si levanto al caído, no es para recibir premios y elogios, ni una porción de paraíso; si estudio Torá (el judío), no es para asegurarme el pasaje al paraíso y un asiento contiguo al de Moshé Rabeinu; si me pongo tefilín no es para que mis campos den su fruto en su tiempo y mi ganado sea fecundo; si hago alguna de las cosas que me corresponden, es porque tengo mi voluntad en sintonía con la Divina Voluntad. Esto es lo que produce esa sensación de plenitud, de abrir la conciencia para gozar de la bendición constante que recibimos de lo Alto.
Nada de amuletos, rituales misteriosos, negocios turbios con Dios, supersticiones o pretensión de manipulación de Dios y a través de Él de mi situación. Solamente humildad en la tarea, sometimiento a Dios, andar por el camino del AMOR y no por el del EGO.
Como expresa la Torá:

"No sea hallado en ti quien haga pasar por fuego a su hijo o a su hija, ni quien sea hechicero, ni agorero, ni encantador,
ni quien hace sortilegios, ni quien pregunte a los espíritus, ni adivino, ni quien consulte a los muertos.
Porque cualquiera que hace estas cosas es una abominación al Eterno. Y por estas abominaciones el Eterno tu Elokim los echa de delante de ti.
‘Serás íntegro para con el Eterno tu Elokim.
(Devarim / Deuteronomio 18:10-13)

Ni aunque te lo diga un rabino, o te lo venda un “cabalista”, ni aunque miles de seguidores lo hagan, ni aunque te parezca que no daña, ni aunque te lo griten desde estrados religiosos, ni aunque venga en hebreo… nada de ello vale cuando se trata de superstición, magia, pócimas secretas, palabras que pretenden dominar a Dios, ensalmos, encantamientos, amuletos, símbolos cabalísticos, todo está prohibido y es abominable. Porque afea tu alma, bloquea tu neshamá, te separa del Eterno, te llena de falsa piedad, te enorgulleces de la nada misma, dejas de ser íntegro en tu relación con el Padre.
Lo que Él quiere es algo diferente a todo ese circo y mercadeo, a tanta religión y doctrinas extravagantes sazonadas de manipulación.
Es una utopía… lo sé…

El poder que se manifiesta en este control verdadero, aquel que es sobre lo que se puede controlar, es lo que produce esa satisfacción interna.
El doblegar la pasión negativa y el instinto hacia lo prohibido, todo ello por someterse a la Ley de Dios, es lo que genera el gozo. Un gozo verdadero y no la risotada falsa, la mueca en el rostro, o el deleite que brinda el EGO para luego sumergir en oleadas de displacer e impotencia.
Es la alegría de ser poderoso y no sentir esa impotencia que dispara miedos, dependencias, malestares.

Repito, la felicidad por cumplir el mandamiento forma un “nido” para que se pose la Divina Presencia. En nuestras palabras, conectarse al Eterno, estar unificado, en unidad, en armonía. Cuando porciones del Yo Vivido representan al Yo Esencial, por lo cual caen las caretas que tapan al verdadero rostro. Uno está pleno, gozoso, en paz.

Comprendamos bien.
Si uno no roba porque lo están viendo, porque tiene miedo a la cárcel, porque cree que se irá al infierno, por lo que sea, entonces realmente no hay lugar allí para que repose la Divina Presencia, porque no hay alegría, sino impotencia, desánimo, deseo negativo censurado de manera cruel, miedo, EGO.
Pero si uno  no roba solamente porque acata el mandamiento que Dios le ha dictado, y no por miedo a nada, ni a la policía, ni al castigo “infernal”, ni al remordimiento de conciencia, sino simplemente porque el mandamiento de Dios es “no robar”, entonces seguramente que hay una explosión espontánea de gozo interno, una paz que irradia desde la neshamá hacia fuera.
Esa es la idea cuando la Torá expresa:

"amarás al Eterno tu Elokim con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas."
(Devarim / Deuteronomio 6:5)

Con todo el corazón, con todo el ser, con todo lo que se posee. No con lo que sobra, no con lo que uno a despecho entrega, no como negocio para obtener beneficios. Desde el AMOR y no desde el EGO.
A ver si se entiende: se ama a Dios con todo, porque eso debe ser hecho, no para obtener algo a cambio o para evitar alguna calamidad de no hacerlo.
Dios no es ese patético dios de las religiones, el viejo sádico que desea destruir a los hombres, que se alegra con el sufrimiento de sus leales, que agrede a los buenos pero dota de bienestar a los malvados, que quiere la muerte de la gente para atormentarlos en algún infierno.
Dios NO ES ese viejo detestable y furioso de las religiones, aunque lo digan señores barbados con kipá.
Él es Señor de señores y también nuestro Padre Celestial.
Al cual debemos venerar, que es tener sumo respeto y amar.
¿Amar?
¿Qué es eso?

"Amarás, pues, al Eterno tu Elokim y guardarás su ordenanza, sus estatutos, sus decretos y sus mandamientos, todos los días."
(Devarim / Deuteronomio 11:1)

El amor al Eterno se manifiesta cuando la persona guarda y cumple con los mandamientos que Él le ha dado, todos los días, no solamente los sábados, domingos, festivos o cuando se le ocurra tener ganas. El amor aquí claramente delimitado no es un sentimiento, ni palabras, ni alabanza, ni rezos, ni ropas, ni bailes, ni congregación de fieles, ni estudios, sino que con precisión científica se indica que el amor es el cumplimiento de los mandamientos que corresponde a cada quien.

Es triste pero habitual, la gente se somete a las prohibiciones no para ser leales a Dios, sino por miedo, por impotencia.
Cuando tenemos la oportunidad de actuar mal, e incluso sin resultados adversos para nosotros, pero nos refrenamos solamente porque Dios dijo NO, entonces, somos poderosos, tenemos dominio sobre el EGO, lo que es señal que somos felices y conectados con el Padre Celestial.
Tal como está indicando la frase del Talmud que dio pie a esta conversación.

Al respecto, en otra parte del Talmud se enseña:

"¿Quién es fuerte? Quien domina sus tendencias."
(Avot 4:1)

Eres fuerte porque dominas tu EGO. Eres débil cuando el EGO te domina.
Eres feliz porque te sientes fuerte, pero la felicidad pasa a tu lado y se escurre cuando te sientes impotente y por tanto a merced del EGO.
Para continuar comprendiendo sobre la temática, por favor sigue aquí: http://serjudio.com/exclusivo/cterapia/parashat-vaer-5766 .

Entonces, haz tu parte, controla lo que puedes controlar, disfruta de lo permitido, no pretendas ser lo que no eres ni ocupar sitios que no te pertenecen.
Sé un constructor de shalom y con ello obtendrás lo que ya tienes: bendición, alegría, “salvación”, plenitud aquí y en la eternidad.

Ahora, en el título dije “alegría mesiánica”.
¿Mesiánica?
¿Quién me lo explica?

La Divina Presencia

«La Divina Presencia reposa en el lugar de la alegría a causa del cumplimiento de un mandamiento»

(http://fulvida.com/id-noajica/identidad/socio-de-dios-en-tu-felicidad)

 

A veces dejo de pasar por alto cosas por estar leyendo sin poner mucha atención, y casi me pasa lo mismo con esta cita que se trascribe. Quise aprovecharla para usarla como ejemplo para dar una opinión muy personal, sobre algunos conceptos que considero que, por mero desuso de nuestra capacidad de estudiar y analizar , aun se asocian con otros conceptos pero sin significado racional mas que aquel le dan los religiosos de turno; de esos que nada mas exigen creer pero nunca pensar.

Leyendo esa cita trascrita, y al menos a  mí, no me gusta interpretar la frase «Divina Presencia» como si fuera el sujeto del resto del predicado, es decir, como si se usara para referirse a Dios como persona, porque entendería algo como esto: “Dios está presente cuando el hombre se alegra al cumplir un mandamiento.”

Digo esto porque los mandamientos del gentil son Prohibiciones o Imposiciones, y si la cita es correcta, tiene que haber algún sentido lógico de sentirse contento por NO HACER algo que se está negado, y que Dios esté presente en la alegría del hombre por su obediencia a NO HACER eso que se le prohibió.

Las órdenes que tenemos los no judíos, en ocasiones y para algunos casos, no parecen que causen alegría, sino más bien parecen que reprimen al obligado de sus propios deseos; y un constreñimiento no genera contentamiento, sino eso, constreñimiento.

Por ejemplo, que en algún lugar exista una prohibición que diga así: “Prohibido comer carne”, pero una persona quiere  y desea saborear un bistec. A pesar de su deseo, no lo hace porque se está reprimiendo debido a la prohibición de comer carne. A la par del letrero de “Prohibido Comer Carne”, se encuentra otro letrero que dice “La Divina Presencia reposa en el lugar de la alegría a causa del cumplimiento de un mandamiento”. Esa persona sin analizar nada, concluye que debe de esforzarse de estar alegre por no comer carne debido a que Dios está  presente en su reprimido deseo. No parece coherente; ¿o sí?

Y esto lo entiendo así porque los mandamientos para en no judio son prohibiciones impositivas. ¡Prohibido la Idolatría!, ¡Prohibida la Blasfemia!, ¡Prohibido el Asesinato!, ¡Prohibido el Robo!, ¡Prohibida las relaciones sexuales ilícitas! etc. Parecen más órdenes que llevan implícitos escarmientos que mandamientos suavizados con recompensas. Es como si dijeran algo así: «Pena capital inapelable, lenta y dolorosa para aquella persona que estando consciente de sus actos, comete idolatría».

Si a mí me hubieran tocado redactarlos, no los hubiera hecho prohibiciones, sino propondría algo así:

1. Respetar a Dios, 2. Respetar el nombre de Dios, 3. Respetar la Vida Humana, 4. Respetar la propiedad privada, 3. Mesurar el sexo, etc.

Eliminaría la palabra “prohibición” y la palabra “No”, y les daría una connotación más positiva o permisiva, y así, se “suaviza” mucho su sentido. Si fuera así, entonces sería más fácil y entendible asociar la palabra “Divina Presencia” con Dios como si fuese el sujeto de la oración. Pensemos: “La Divina Presencia (Dios) reposa en el lugar de la alegría a causa del cumplimiento de un mandamiento”.

Tomemos mi loca reforma de los mandamientos del gentil, y apliquémosla al texto dándole algún sentido: “Dios está presente en la contentera que siente el gentil cuando éste respeta a Dios, Su nombre, la vida humana, la propiedad privada, el sexo, etc”. Parece entonces, que es aún más sencillo alegrar a Dios cuando la persona cumple lo que si puede hacer.

Pero bueno, la ley es la ley, y las Leyes del Gentil es norma pétrea e inamovible; interpretable pero no reformable. En mi ególatra reforma propuesta, algunas acciones quedan excluidas como prohibidas ya que se daría énfasis al sentimiento de alegría en lugar de actos concretos.

Me explico: si dice la norma “Prohibido la Idolatría”, se debe de entender en un sentido amplio que abarque cualquier supuesto; sea que no solamente hay que respetar a Dios, sino que estrictamente no se puede realizar actos que incluyan la mínima adoración, rito o inclinación a respetar dioses inexistentes. Por ejemplo, un Noájida consiente se encuentra en medio de una fiesta patronal del “santo de turno”, pero no está participando de ella. Decide comer y beber la comida servida en dicha fiesta, sin participar directamente en la celebración. Esa acción de comer es idolatría de acuerdo al primer principio, y por ende, prohibida; aunque se piense que se está respetando a Dios por no participar en la fiesta patronal, esa acción de comer los alimentos dedicados es idolatría. Aunque sienta feliz el comensal de estar cumpliendo su deber de respeto por no participar en la fiesta patronal, su acción al comer es contraria al mandamiento prohibitivo.

Retomemos la cita del inicio y comparémosla con el ejemplo del Noajida en la fiesta patronal de turno: “La Divina Presencia reposa en el lugar de la alegría a causa del cumplimiento de un mandamiento”

Si la “Divina Presencia” se refiere a Dios como sujeto de la oración ¿Cómo va a reposar Dios en la alegría que siente alguien por no participar directamente de una fiesta patronal, pero indirectamente está cometiendo idolatría por comer alimentos dedicados a un santo? No parece muy coherente tampoco; ¿o sí?

Así entonces, para que los no judíos podamos entender con claridad la cita trascrita (o cualquier otro concepto que se mal asocie con los que tiene los religiosos) respecto a nuestra “Tora Gentil”,  la frase “Divina Presencia” no se refiere a Dios como sujeto de esa oración; se refiere a otros términos tales como: La Paz, La Lógica, La Conciencia del Hombre, La Razón, El Equilibro multidimensional del Ser Humano en sus planos, el Yo Esencial del Ser.

Voy hacer el ejercicio de sustituir la frase por las que se propusieron, y juzguen queridos amigos:

“La Paz reposa en el lugar de la alegría a causa del cumplimiento de un mandamiento”

“La Lógica reposa en el lugar de la alegría a causa del cumplimiento de un mandamiento”

“La Conciencia del Hombre reposa en el lugar de la alegría a causa del cumplimiento de un mandamiento”

“La Razón reposa en el lugar de la alegría a causa del cumplimiento de un mandamiento”

“El Equilibro multidimensional del Ser Humano reposa en el lugar de la alegría a causa del cumplimiento de un mandamiento”

“El Yo Esencial del Ser reposa en el lugar de la alegría a causa del cumplimiento de un mandamiento”

Si el concepto “Divina Presencia” (y cualquier otro concepto que se lea) se asociara a los términos relacionados u otros más lógicos, y no a Dios como persona o sujeto de una oración, entonces las Leyes Prohibitivas que nos competen tiene un rango de acción más amplio, y son mejor entendibles y aplicables para casos en concreto.

Así pues, sí se llega a sentir alegría por NO INCUMPLIR la PROHIBICIÓN, pero no porque Dios esté presente en esa alegría que se sienta, sino porque se está utilizando nuestro gran regalo sagrado, que es el razonamiento, para hacer de nuestra “Tora” algo cotidiano, práctico, razonable y lógico; y no algo arcaico, viejo, antiguo o desactualizado.

Me pude dar a entender o me enrede mucho? Gracias por sus comentarios

 

.ateos diversion dios jesus biblia

Socio de Dios en tu felicidad

“…ellos [los hombres] fueron formados no de acuerdo a Su poder sino de acuerdo a Su deseada finalidad. Él los creó imperfectos para que ellos puedan perfeccionarse a sí mismos, por lo cual su perfeccionamiento pueda ser su premio, en su mérito por haber laborado para conseguirlo…”
 Rav Moshe Jaim Luzzatto, “Daat Tevunot

El Creador, Todopoderoso y Perfecto, por Amor y Sabiduría nos hizo imperfectos, nos puso en un mundo imperfecto, para que de ese modo podamos hacer nuestra parte, cada uno la suya, para elevarnos a pesar de nuestros defectos y faltas. Esa elevación es nuestro mérito, es el motivo de nuestra dicha y placer.
Cuanto más hacemos para construir shalom, cuanto menos nos dejamos caer en las redes del EGO, entonces más actuamos como socios del Padre y mayor es nuestra porción de merecido gozo aquí y en la eternidad.
Al respecto dijeron nuestros Sabios:

“El lugar del que se ha arrepentido sinceramente no lo puede ocupar ni siquiera un justo perfecto”
(Sanhedrín 99a)

¿Comprendes la idea?
No es negar que uno es imperfecto, ni dar excusas para serlo.
Tampoco está en quejarse por los defectos o dramas.
Ni aspirar a ser lo que uno no es.
La idea es que tienes trabajo para hacer, tu propia tarea sagrada, que básicamente es perfeccionarte en todo aquello que está a tu alcance.
En lo que nosotros, humildemente, hemos dado en llamar “construir shalom”, que comienza desde dentro y se continúa en forma expansiva hacia fuera.
Arréglate, es la manera de arreglar al mundo.
Asóciate a Dios y no esperes milagros, porque Dios no hace tu tarea ni está para servirte.

Cuando haces tu parte, cuando por ello eres socio del Padre Celestial, cuando gozas de la parte que adquieres con tu esfuerzo, entonces puedes estar seguro que eres feliz.
No porque alguien te obligue a serlo, o porque tengas que tener una sonrisa hipócrita en tu cara, o porque te llamen pecador si no representas el papel de feliz.
Por el contrario, la armonía interna, el shalom de estar unificado, esa conexión que logras auténticamente con el Eterno y con el prójimo, es lo que te provee de ese rayo de verdadera felicidad.
Al respecto enseñaron nuestros Sabios:

“La Divina Presencia reposa en el lugar de la alegría a causa del cumplimiento de un mandamiento”
(Pesajim 117a)

No dice del que bailotea sin sentido, ni del que se obliga a actuar que está feliz, ni del que se droga o toma sustancias para anestesiar su entendimiento y entonces aparentar felicidad, ni el que dice ser feliz pero llora en las sombras, o del que enloquece por el sentimiento de culpa de estar triste pero dibuja una sonrisa en su rostro.
Sino el que ha hecho su parte, ha cumplido su mandamiento, y por tanto está en paz interna y con el entorno, en unidad con el Padre, con la Divina Presencia reposando en Él.

Así pues, ya lo sabes, a hacer tu tarea.
Tú ganas, todos ganan.
No dejes que el EGO siga dominando tu vida, permite que entre aquello que ya tienes dentro, el AMOR.

¿Religión o bendición?

Caín fue el precursor de la religión.
Sí, el mismo que inventó el asesinato.
¿Coincidencia?
No lo sé, aunque no me parece que lo fuera.
(Si quieres saber más, toma tu tiempo y busca en este extenso y gratuito sitio lleno de sorpresas notables y buen pan espiritual, porque ya hemos trabajado en otras ocasiones sobre la temática).

Recuerda algo que hemos explicado hasta el cansancio: religión es un producto del EGO (también conocido como IETZER HARÁ en la jerga tradicional), es una impostura, una falsa conexión con el Eterno, un disfraz y no el verdadero rostro, algo que usurpa el rol de la espiritualidad. Religión es confusión, ritualismo, dogmas, mandatos carentes de trascendencia, pompa, falsedad. Hasta aquella que tiene visos de buenas obras, de solidaridad, de amor virtuoso, en tanto provenga de la religión contiene en cierta medida el estigma del EGO.
Entre estas se incluyen las religiones laicas o ateas.
¿Cómo? ¿Religión laica o atea?
¡Eso es un contrasentido!
Pues no, si relees lo que dijimos recién acerca de las religiones.
Todas, con un dios, con más de uno, con miles de dioses, o sin ellos, con dioses anónimos o bien etiquetados, con hombres venerados o procedimientos e instituciones que detentan el poder supremo, todas las religiones y sectas adoran, sirven, se aferran al mismo “dios” aunque le llamen de diferentes maneras, aunque le inventen diferentes rituales, aunque le recen en hebreo o idish o chino catalán, o aunque no recen y se opongan en su discurso a las doctrinas eclesiales.
Todas ellas adoran al “dios” EGO.
El EGO, que es una función normal y necesaria del ser humano, se exterioriza como salvadores y dioses, como déspotas ilustrados y héroes revolucionarios, como padres de la nación o líderes infalibles, como aquello que es el único camino para la salvación, la respuesta a los males, el fin del caos.
Sí, allí esta siempre el EGO, el dios de todas las religiones, incluso de las no confesionales.
Para ejemplo, basta una muestra:

Para los campesinos de mi patria
quiero la voz de Lenin.
Para los proletarios de mi patria
quiero la luz de Lenin.
Para los perseguidos de mi patria
quiero la paz de Lenin.
Para la juventud de mi patria
quiero la esperanza de Lenin.
Roque Dalton – http://www.psuv.org.ve/temas/noticias/21-enero-89-anos-muerte-lenin/#.UX8oNUpyxHU

¿No es esto una clara manifestación religiosa en una ideología que se presenta como carente de dioses y opuesto a las “religiones”?
Si tienes ganas puedes encontrar innumerables ejemplos laicos y ateos de religión, que se endiosa a sus líderes, a sus héroes, a sus mitos, a sus sistemas, a sus partidos, a sus patrias, a sus pueblos, a sus… pero siempre, siempre es lo mismo: el EGO.

Otro más:

Después de la muerte de Chávez, hemos escuchado a los herederos de la "revolución" ensalzar, alabar, enaltecer y glorificar la vida y obra de su líder. No sólo por la conveniencia electoral de mantenerlo vivo en el recuerdo y en los corazones de quienes votaban por él. No me canso de repetir que, como Maduro no es Chávez, de alguna manera u otra, el chavismo necesita conservar "activo" y en campaña al difunto presidente. Posiblemente, eso es lo que los ha llevado a extremos tan inusuales de devoción.
A viva voz se la pasan repitiendo que "Chávez no está muerto porque su esencia permanecerá entre nosotros". A más de un chavista le he oído decir: "Chávez está ahora al lado de Cristo" o "Chávez es como Dios que está presente entre nosotros pero no lo vemos". Si así es como los chavistas estiman sostener este desastre, asegurando que "Chávez es como Dios", no me extrañaría que dentro de poco alguien salga diciendo que el difunto le hizo el milagrito. ¡Y eso sí sería el colmo del fanatismo!
Lo cierto del caso es que, la sarta de ponderaciones divinas hacia el comandante no cesa. Hace poco, en algún periódico vi la foto de un rosario rojo rojito que el oficialismo estaba repartiendo entre sus seguidores, con la imagen de Chávez. Y en otro diario publicaron un trabajo con la foto de la vitrina de una tienda de santería, la cual lucía el busto del comandante -con boina roja y vestido de verde- para que desde ya quienes practican estos rituales, lo incorporasen a sus altares y comenzaran a prenderle velas.
http://www.eluniversal.com/opinion/130329/cristo-y-chavez

Cambia Lenin o Chávez por Hitler o Kim Jong-un o Jesús o Freud o San Jorge o tal Rebbe/Tzadik o la Ciencia o lo que tú consideres oportuno, tienes miles y miles de opciones que entran exactamente dentro de esto. Sean dioses conocidos o anónimos, líderes o maestros ascendidos, legendarios o que alguna vez pisaron la tierra, que en vida se atribuyeron poderes mágicos o luego se inventaron historietas, todos ellos dioses para sus seguidores, todos ellos hipóstasis del “divino salvador” del inicio de tu vida, del EGO.

Desde Nimrod (verdadero padre de la institución religiosa como tal) en adelante, se sigue vendiendo el mismo viejo producto corrompido que se lo quieren hacer pasar por algo más auténtico.
En la desfachatez suprema, se atreven algunos a hacer del Uno y Único otro ídolo más. Como por ejemplo, cuando se pretendió que había bajado a la tierra en forma de “su hijo”, o que Él es representado por supuestos maestros ascendidos que controlan y manipulan a sus servidores con todas las astucias propias del EGO. Maestros (incluso los hay judíos) que forman sus sectas, que adoctrinan en sus ideologías, que parlotean su léxico confuso pero “inspirador”, que se pretenden siguen vivos a pesar de estar muertos, que se debe peregrinar a sus tumbas, en fin, otros dioses falsos, más representantes del EGO, pero que en su desvergüenza blasfema dicen hablar en nombre del Eterno y ser Sus verdaderos emisarios.

Como ya denunciara hace milenios el profeta de la Verdad:

"Entonces el Eterno me dijo: -Mentira profetizan los profetas en Mi nombre. Yo no los he enviado, ni les he mandado ni les he hablado.
Os profetizan visión mentirosa, adivinación vana y el engaño de sus propios corazones."
(Irmiá / Jeremías 14:14)

¿Terrible?
Sí, pero es una realidad que viene sucediendo desde tiempos perdidos en la oscuridad de la memoria.
También hoy día, por supuesto.
Estos payasos religiosos hacen su espantoso circo que se llena de espectadores y fieles. Cobran diezmos y contribuciones, venden supuestos milagros, prometen aquello y esto, profetizan, se anuncian como “tzadikim” sobrehumanos, y no deja de ser el mismo EGO que sigue vigente y manipulando con su corrupción.

Mucho cuidado de apartarse de la senda de la pureza de los Siete Mandamientos que el Uno y Único marcó para sus queridos hijos de las naciones.
Mucho cuidado en despreciar la senda de la Torá, si eres judío.

Porque, según testimonia el profeta de la Verdad:

"Vuestras malas acciones son las que hacen separación entre vosotros y vuestro Elokim.
Vuestros pecados han hecho que Su rostro se oculte de vosotros para no escuchar."
(Ieshaiá / Isaías 59:2)

Contempla, comprende.
No es la falta de fe.
No es no seguir a un rebe, pastor, gurú, maestro ascendido.
No es por no usar tal o cual ropaje.
No es por no rezar o santiguarse.
No es por no hablar en hebreo, idish, arameo o alguna lengua extraña.
No es por no poner banderitas de Israel y poner música supuestamente judía.
No es por no usar barba ni pelitos desde las sienes.
No es por no congregarse en sinagogas o templos.
No es por no saber de memoria pasajes de textos sagrados.
No es por no comprar el libro que promociona la secta de tu esclavitud.
No es por no ser judío.
No es por no usar cintas, amuletos, llaveros, manitos, ojitos y otros suvenires que te venden los mercaderes de la fe.
No es por pertenecer a centros cabalísticos y murmurar ensalmos cabalisteros, ni por hacer predicciones y meditaciones trasnochadas.
No, nada de eso, nada de eso provoca la “separación entre tú y Dios”.
Sino, tus malas acciones, tus pecados, que el Eterno se encarga de definir con exactitud, presta mucha atención, depende tu vida eterna de ello:

"Porque vuestras manos se han contaminado con sangre, y vuestros dedos con iniquidad. Vuestros labios hablan mentira, y vuestra lengua murmura maldad.
No hay quien clame por justicia, ni quien vaya a juicio con integridad. Confían en la insignificancia y hablan falsedades. Conciben afanes y dan a luz iniquidad.
… Sus obras son obras de iniquidad; hechos de violencia hay en sus manos.
Sus pies corren al mal, y se apresuran a derramar sangre inocente. Sus pensamientos son pensamientos de iniquidad; destrucción y ruina hay en sus calzadas.
No conocen el camino de la paz, ni hay justicia en sus sendas. Sus senderos son torcidos; cualquiera que vaya por ellos no conocerá la paz.
Por esto el derecho se ha alejado de nosotros, y no nos ha alcanzado la justicia. Esperamos luz, pero he aquí tinieblas. Esperamos resplandor, pero andamos en la oscuridad."
(Ieshaiá / Isaías 59:3-9)

Es Dios el que habla, no un simpático rabino en internet, o un predicador en su show televisivo.
Es Dios el que claramente expresa que es la construcción de Shalom lo que Él quiere de ti, y no otra cosa.
Que actúes siempre con bondad Y justicia.
Sin malabarismos emocionales, sin palabrerías, sin zalamerías, sin adoración de hombres o sectas, sin disfraces, sin rituales, sin nada de eso que tu persigues con afán y es religión.
Dios, Él y no otro, te dice que es la construcción de Shalom la senda para la “salvación”.
¿Lo quieres aceptar y vivir así? ¡Perfecto!
¿No quieres? ¿Sigues empecinado en querer cosas religiosas? Bien, es tu elección, es tu sometimiento al EGO.

Construcción de Shalom, que es nuestra constante prédica y nuestra voluntad de hacer a diario.
Con altibajos, con caídas y recuperaciones, atormentados también por el EGO, pero esa es la obra cotidiana. Porque no nos vendemos a falsos profetas, ni adoramos hombres o salvadores. Porque queremos al EGO en el lugar natural que le corresponde y no usurpando el Trono del Señor.
Podemos equivocarnos, sin dudas, pero tenemos en claro que queremos vivir con bondad Y justicia, entonces los errores se empequeñecen, la libertad aumenta, la felicidad es una realidad.

Para delimitar correctamente las cosas, ten presente que ni el noajismo ni el judaísmo son religiones, aunque se pueden denominar erróneamente así en ocasiones, aunque la gente las pueda encasillar como tales, aunque te parezca que tienen tantas cosas en común con las religiones que ameritan ser consideradas como parte de ellas, igualmente siguen sin ser religión. Por el contrario, son la expresión de la espiritualidad, la una que es acorde a los gentiles, la otra que se adecua a las personas judías (judío=nacido de madre judía o que se ha convertido legal y lealmente al judaísmo siguiendo los procedimientos que la reglamentación judía prevé para tales efectos).

El espíritu, nuestro Yo Esencial, es el que nos une con el Todo, que nos hace verdaderamente únicos y a la vez nos permite unificarnos.
Es la chispa que cada ser humano alberga y que proviene del Hacedor.

Dejar ver la luz que irradia esa chispa de divinidad, requiere un trabajo personal para despojar esas cáscaras que la obscurecen y opacan.
Cuando logramos extirpar las cáscaras y manchas que ha provocado el EGO, cuando sintonizamos el Yo Vivido con nuestro Yo Esencial, entonces irradiamos luz, alumbramos nuestra existencia y ayudamos a iluminar a otros.

¿Ves que simple es?
Todos somos en esencia buenos, pero actuamos a instancias del EGO, lo que nos lleva por caminos oscuros.
Cuando hacemos buenas acciones, realmente buenas y no como estrategias de manipulación, cuando son buenas en verdad hasta en nombre de alguna religión o deidad falsa, las hacemos a pesar del EGO. El EGO no permite el accionar de la bondad y la justicia, a no ser que sea para adquirir dominación por sobre otros. Entonces, cuando vemos a alguna persona religiosa actuar con bondad sincera, ¡que bueno! Allí está su esencia actuando, rompiendo las trabas que puso el EGO, ejerciendo su verdadera identidad por sobre las marcas de la religión.

Cuando limpiamos la mugre de alrededor de nuestra neshamá (esencia espiritual, Yo Esencial) estamos haciendo que resplandezca la era mesiánica en nuestros días.

En resumen, siente, piensa, hablar, actúa con bondad y justicia. Esa es la senda del Shalom, de la era mesiánica, de la “salvación”.
No importa tanto el ritual, la palabrita mágica, sino lo que Dios realmente te ha mandado que hagas para tu propio bien.

En el jardín del placer

Hay personas que piden al Eterno por bendición, particularmente en cuestiones físico/materiales.
De acuerdo a la Tradición es correcto, siempre dentro de determinados parámetros de reverencia, respeto, humildad y sin dudas haciendo en la práctica aquello que está al alcance para generar o recibir la tal bendición.
Sin olvidar agradecer.
Sin olvidar que Él decide, Él es el Amo y no es un títere de nuestros berrinches o nobles deseos.
Por ejemplo, no basta rezar pidiendo sustento mientras se queda en casa esperando que le llueva la provisión, sino que hay que hacer aquello que es posible y permitido para que se haga realidad.
Como dice el sabio e inspirado salmista:

"Bienaventurado todo aquel que reverencia al Eterno y anda en sus caminos:
Cuando comas del trabajo de tus manos, serás feliz, y te irá bien."

(Tehilim / Salmos 128:1-2)

Andar en los caminos del Eterno, por medio de cumplir los preceptos que nos corresponden,
reverenciar al Eterno con nuestras palabras y particularmente con nuestra conducta,
y no dejar de trabajar activamente, para que lo obtenido de nuestra tarea nos haga bien y nos regocije.
Para que obtengamos el pan que nutre y satisface, y no el pan de la humillación.

Ruegan (o exigen) por salud, dinero y amor. Por soluciones a problemas, para que se resuelvan conflictos, para que llegue la prosperidad, por hijos, por bienestar.
Alguna gente muy confundida, incluso entre los ortodoxos (¿o especialmente entre ellos?), pretenden manipular al Señor de señores por medio de rituales religiosos, objetos con pretendido poder, ensalmos, palabras misteriosas que provocarán sucesos extraordinarios y toda una serie de amuletos y conjuros, los cuales la LEY espiritual prohíbe a rajatabla. Como expresó con definitiva claridad el maestro de maestros, Maimónides (“Moré Nebujim” 1:61):

Debes cuidarte de compartir el error de esos que escriben y usan amuletos. Sea que escuches de ellos o leas de sus trabajos, especialmente aquellos que dicen usar nombres divinos o permutaciones del mismo, que son absolutamente faltos de sentido; ellos dicen esos nombres y creen que su pronunciación demanda de santificación y purificación y que pueden hacer milagros maravillosos. Pero, las personas en uso de su razón no escuchan a tales hombres ni creen de ningún modo en sus crasas afirmaciones.

Dictados filosóficos y legales de similar contenido hay otros más, pero creo suficiente con el compartido.
Ten en cuenta, ni siquiera cuando te vienen con palabritas difíciles en hebreo o arameo, con aspecto de cosa sagrada, con aseveraciones de mágicos resultados, con apoyo de hombres con aspecto de “sacerdotes” cabalísticos, con firmas renombradas apoyando las “segulot”, nada de eso cuenta, puesto que bien sabemos afirma el Eterno en Su Torá:

"No practicaréis la adivinación ni la brujería."
(Vaikrá / Levítico 19:26)

(Para entender su real definición (pues es difícil de traducir al español) y alcance, por favor estudiar por ejemplo “Sefer haJjinuj”, mitzvot 249 y 250).

A lo máximo que pueden aspirar esos incongruentes artefactos o fórmulas mágicas es a obtener resultados por medio del efecto placebo, tal como el propio Maimónides ya conocía hace ocho siglos atrás (Hiljot Avoda Zara 11:11), como también menciona la Mishná bastante antes y que no ha cambiado (estudiar más tarde el texto que se abre haciendo clic aquí).

Así pues, rezar, pedir bendición, confiar en el Eterno sin dejar de hacer nuestra parte, aquella que nos corresponde. Con particular énfasis en vivir en continua construcción de shalom, por medio de acciones buenas Y justas, ya que esa es la altura máxima de toda persona. No está en encerrase en contemplación mística, ni en saber de memoria pasajes monumentales de literatura sacra, ni en obtener sensaciones sublimes a través de técnicas suprasensibles. No, nada de eso es la meta del hombre. Nuestra meta es ser socios del Eterno, cada uno de acuerdo a sus posibilidades y roles. Esto lo conseguimos haciendo lo que nos corresponde, no otra cosa, que siempre está dentro de la construcción de shalom, siempre.

Por otra parte, te contaré “un secreto”.

¿Quizás no debiéramos pedir para RECIBIR bendición, sino para DARNOS CUENTA de la que ya tenemos y recibimos de forma constante?
Sería bueno que pudiéramos abrir los ojos y tomar conciencia de que ya somos benditos, que todo el tiempo fluye desde lo Alto el bien y la bondad para nosotros.
Pero debemos abrirnos para disfrutar de ella.
Por más que llueva el agua de vida, si tenemos abierto el paraguas no obtendremos nada.
Si cerramos nuestro corazón, el agua desfilará a nuestro lado y no encontraremos gozo ni saciedad.
Aquello que está dispuesto para nosotros se desperdicia, corre hasta perderse. Por ahí la vemos pasar, estiramos la mano, pero sin confianza, sin abrirnos a obtener el bienestar, que desaparece y tal vez no regresa. Aunque esté allí, es inaccesible.
¿Comprendes lo que te estoy explicando ahora?

Tu EGO te hace sentir impotente por lo cual vives en impotencia (o en falsa superpotencia, depende la máscara o modalidad consolidada).
Con tal de sobrevivir ya te sientes feliz, cuando tienes dispuesta ante ti la mesa de los reyes para disfrutar de todos sus manjares.
Te conformas con que no te duela, con que no te peguen, siendo que tienes el poder para estar en plenitud y gozo.
Pero, el EGO te tiene bajo su bota, te sientes asfixiado, sin derecho a ser libre y menos a disfrutar.
A lo máximo que aspiras es a lo mínimo, un trozo de madera para flotar en medio de lo que te parece un huracán que te arrastra.
Dentro de tu celdita mental ves todo oscuro, estrecho, pavoroso, imposible, sin méritos para algo mejor y diferente.
Hay miedo, dudas, ineficacia, angustia, remordimientos, sentimientos de culpa, falta de iniciativa, sin alternativas, repetición del malestar, envidia, celos, quejas, victimizarse, echar culpas, agresiones, llanto, engaños, esclavitud: impotencia.
Pierdes tu bendición, la que ya tienes, por no atreverte a salir –aunque sea un poquito- de tu celdita mental.

Sí, cuando es el EGO tu señor, encuentras las formas de sabotearte, de tropezar, de caer para no levantarte.
Incluso cuando aparentas súper poder, cuando usas la máscara de híper exitoso, que te llevas el mundo por delante, por dentro sabes o presientes que es todo un engaño, que eres un farsante, que en cualquier momento explotará la burbuja y quedará a la vista tu miseria profunda.
Así estás esquivando el gozo de tu plenitud, de tu bendición. Estás bloqueando el bienestar real para vestirte con ropas que no son tuyas, trofeos que no te satisfacen ni completan. Pierdes tu bendición a cambio de figurines de colores.

Otra manifestación del EGO, que se viste con ropajes de sabiduría y santidad, es la que te hace sentir culpable por estar triste.
Que te afirma que estar triste es pecado, que Dios no está en tu vida si tú no sonríes tontamente y con falsedad.
Que es un “mandamiento” estar alegre siempre. ¿Mandamiento? ¿Cuál? ¿Dónde? ¿De quién?
¿Qué clase de dios (a propósito en minúscula) vengativo, malvado, salvaje, loco, hace que exista la tristeza de forma natural para considerar pecador a quien la siente?
¿Qué dios miserable se niega a visitar al que siente tristeza? Porque los manipuladores religiosos que dicen hablar en nombre de Dios afirman que Dios detesta al triste, que es un templo impuro en donde Él no entra… ¡por favor! ¡Cuánta mezquindad en ropas de santidad! ¡Cuánta falsedad predicada con orgullo religioso!
El Eterno no es un engendro monstruoso que desprecia al triste, ni abandona al deprimido, ni ordena en Su Torá una perenne alegría o serás sancionado severamente.
¡No! El Eterno no es esa caricatura que algunos presentan como si fuera la verdad revelada.

Por supuesto que si eres honesto contigo mismo y no te mientes al solitario, sabes que tienes momentos de tristeza, en los cuales no tiene ningún sentido ni veracidad la mueca de risa o aparentar alegría que no sientes. Pero este EGO exterior te obliga a arrodillarte y suplicar perdón por algo que no has hecho, a sentirte miserable por ser persona y por tanto pasible de quebranto.
Ya lo dice el gran sabio e inspirado Salomón:

"tiempo de llorar y tiempo de reír; tiempo de estar de duelo y tiempo de bailar"
(Kohelet / Predicador 3:4)

Sí, el duelo tiene su tiempo y su sentido sagrado. Así como la tristeza.
Atención, no esa tristeza profunda, que puede ser síntoma de una enfermedad que puede y debe ser tratada por especialistas médicos y a veces también psicólogos.
Sino la tristeza, esa que aparece a veces, como una visita inesperada, como una respuesta coherente a ciertos acontecimientos o sucesos.
Sí, el pesar tiene su función, así como lo tiene la alegría.
Negar cualquiera de las dos, es censurar al hombre por ser hombre, y no al hombre por hacer algo que realmente sea dañino y perjudicial.
Si además de tu tristeza el EGO te hace sentir culpable, pecador, ausente de Dios, alguien espantoso por el mero hecho de sentir la normal y hasta saludable tristeza, ¿cómo habrás de reaccionar?
Estás siendo manipulado, te quieren llevar hacia establos en los cuales anestesies tu conciencia, nubles tu razonamiento, te conviertas en un monigote en manos de líderes religiosos que apelan a la manipulación, a la falsa alegría, para obtener poder de ti.
Ellos, con sus falsas prédicas de amor y espiritualidad, están obligándote a no gozar de las bendiciones que están fluyendo desde Arriba para ti. Con promesas mentirosas de milagros, con palabrería disfrazada de divinidad, con disfraces y mascaritas te envuelven en nubes enfermizas, narcotizantes, para que nubles tu conciencia espiritual y te sometas al mando del líder de la secta.

¡Rompe con ello!
Puedes salir de tu celdita mental, dejar de lado las caretas de perdedor o de “más que vencedor”, no tienes necesidad de aparentar una emoción que no sientes, ni de sentirte culpable por tener momento de dolor.
¡Rompe con lo que interrumpe el flujo de bien y bendición que de Arriba te envían para tu disfrute!

Quita de tu vocabulario aquello que te adoctrinaron, eso que te susurra a tu oído el EGO.
Los “no puedo, no me lo merezco, estoy en falta, no soy nada, es mi destino, todo me sale mal, soy pecador, cargo una pesada mochila imposible de quitar, no sé, no sirvo, no valgo nada, si no me convierto en X no valgo, mejor muerto que vivo, soy maldito, Dios no me quiere, Dios no entra a mi templo porque estoy triste, soy un enfermo y nada me ayuda, es malo tener cosas, es malo disfrutar, es malo gozar, Dios ama a los pobres, ser pobre es bueno, mejor pobre pero feliz que rico pero infeliz, el ‘espiritual’ no se rodea de cosas ‘mundanales’, solo si el rabino/pastor/gurú me bendice seré bendito, debo comprar el amuleto/libro/póster para ser próspero, si no me congrego no tendré bendición,” y cosas por el estilo.

EGO, solo EGO.
EGO laico. EGO religioso. Solo EGO.
EGO que dice hablar en nombre de Dios, y de dioses. EGO que se esconde en el título de rabino/sabio/pastor/líder/moré/maestro. EGO en forma de sentencia doctrinal. EGO como mandato. EGO, solo EGO.

Pero el AMOR, la senda verdadera, es absolutamente diferente.
No precisa de meterte miedo, ni de manipularte, ni de encasillarte, ni de violentarte.
El AMOR respeta tus tiempos y tus sentimientos. No te presiona ni te tilda de pecador si no puedes o quieres ahora. El AMOR no te seduce, ni te amenaza. No precisa de insultos ni de mentiras. Es la cara opuesta del EGO.
El AMOR te lleva a compartir, a dar, a agradecer, a aceptar, a colaborar, a ser paciente, a darte cuenta de tus estados de ánimo y no por ello mortificarte ni actuar de forma pasionalmente errónea.
El AMOR es unidad, unificación, abrazar al Padre, comprender, trabajar, construir shalom.
Y aún en lo poco, o en lo mucho, reconocer que la bendición la estamos recibiendo de forma constante.
Que hay cosas que son malas y que no debemos llamarlas buenas. Que no todo es para bien, aunque podamos aprender luego alguna lección o sacar algo de ello. Pero el mal está y no podemos mirar para otra parte o desconocerlo, sino extinguirlo para que lo bueno realmente surja.

La abundancia para ti está presente, la que precisas. Si falta, quizás es que no te has abierto a recibirla, o tal vez alguien movido por su EGO está tomando lo que no le corresponde.
No es de forma pasiva, desconectándote de la realidad, mintiendo con frases tales como “todo es para bien”, que resolverás las cosas.
Sino por medio de la construcción de shalom.
Bondad Y justicia.
Si alguien usurpa lo tuyo, te roba, puedes y debes construir shalom: bondad Y justicia. No olvides, ambas ruedas mueven el vehículo sagrado, no una sola. Si dejas de lado la justicia, con la excusa falsamente espiritual que sea, entonces tampoco habrá bondad, y viceversa.

De lo Alto llueve en abundancia lo bueno, pero si cierras tu corazón, si no abres tu mano, lo conviertes en un hilito de insatisfacción.
Debes saberlo, la bendición sobre ti es constante, entonces, toma conciencia y comienza a disfrutar.

Tu mente, atormentada desde hace milenios por el EGO, te hace creer que esto no es cierto.
Pero cuando despejas las nubes del EGO, pronto descubres que lo es.
No te digo que sea fácil, te digo que es cierto.
No pelees con el EGO, no te pongas a tratar de ganarle alguna batalla, por el contrario, deja fluir.
Abre tu mano hacia el prójimo con generosidad, entonces de pronto verás tus dos manos llenas con bienes. Allí estuvieron siempre, pero tu estabas con los puños cerrados, negándote a ayudar, peleando con el mundo, siendo avaro, prohibiéndote el bienestar, obligándote a la falsa felicidad. Pero, cuando abriste tu corazón y tu mano con bondad, entonces recibiste el placer de la bendición que todo el tiempo estaba dispuesta para ti.
Porque:

"el generoso concebirá acciones generosas, y por las acciones generosas permanecerá."
(Ieshaiá / Isaías 32:8)

Y,

"El efecto de la justicia será paz; el resultado de la justicia será tranquilidad y seguridad para siempre."
(Ieshaiá / Isaías 32:17)

Sí, construir shalom.
No es un lema para repetir, es una verdad por la cual vivir.
Es el modo para abrirnos a recibir la bendición que llueve sobre nosotros AHORA.

¿Todavía seguirás esclavo del EGO?
Por eso o aquello no te quieres convencer de vivir en armonía interna y externa.
¿Escoges a los que vienen con ropajes de profetas a predicar en nombre de “Dios”, pero venden humo y se enriquecen con tus miserias? 
Perfecto, eso es lo que eliges, tienes derecho a hacerlo en tanto no dañes a nadie.

Pero si quieres la vida, la bendición, entonces deja de lado la senda religiosa, la adulación, el EGO para que vivas aquí y ahora la plenitud.
Conjugando lo espiritual con lo material.
Haciendo lo que es bueno y Justo, tal como el Eterno repitió una y otra vez en Su Palabra sagrada.

Ya no justifiques tu miseria, mejor ten un encuentro sincero con el Padre, reza desde lo profundo para que sean abiertos tus sentidos a todo lo bueno que está a tu alcance. Sé lo poderoso que eres y no más la marioneta de impotencia. Ejerce el control sobre lo que es de tu dominio, pero no pretendas controlar lo que no puedes controlar.
Construye shalom, disfruta de lo permitido en tanto te apartas de lo prohibido.

Lectura complementaria y ejercicio de crecimiento multidimensional.
Te dejo ahora el Salmo 104, te pido que lo leas a la luz del breve estudio que hemos realizado. Ten en cuenta las claves que brindamos ahora y recuerda aquellas que ya fuimos enseñando anteriormente. Analiza el texto, haz que tu Yo Esencial te hable a través de él.
Luego, cuando tengas un tiempo disponible, en un lugar calmo, medita en lo que aprendimos, encuentra tus palabras para alabar y agradecer y pedir del Eterno.
Más tarde, si deseas, puedes compartir con nosotros tus ideas, reflexiones, cuestiones, lo que te parezca que nos sirva para ampliar el contenido de este post así como fortalecernos en la construcción de shalom.

" (TEH. 104:1) ¡Bendice, alma mía, al Eterno! el Eterno, Elokim mío, ¡qué grande eres! Te has vestido de gloria y de esplendor.
(2) Tú eres el que se cubre de luz como de vestidura, que extiende los cielos como una tienda,
(3) que construye sus altas moradas sobre las aguas, que hace de las nubes su carroza, que anda sobre las alas del viento,
(4) que hace a los vientos sus mensajeros, y a las llamas de fuego sus servidores.
(5) Él fundó la tierra sobre sus cimientos; no será jamás removida.
(6) Con el océano como con vestido la cubriste; sobre las montañas estaban las aguas.
(7) A tu reprensión huyeron; se apresuraron al sonido de tu trueno.
(8) Subieron las montañas; descendieron los valles al lugar que tú estableciste para ellos.
(9) Les pusiste un límite, el cual no traspasarán, ni volverán a cubrir la tierra.
(10) Tú eres el que vierte los manantiales en los arroyos; corren entre las colinas.
(11) Dan de beber a todos los animales del campo; los asnos monteses mitigan su sed.
(12) Junto a ellos habitan las aves del cielo, y trinan entre las ramas.
(13) Tú das de beber a las montañas desde tus altas moradas; del fruto de tus obras se sacia la tierra.
(14) Haces producir el pasto para los animales y la vegetación para el servicio del hombre, a fin de sacar de la tierra el alimento:
(15) el vino que alegra el corazón del hombre, el aceite que hace lucir su rostro, y el pan que sustenta el corazón del hombre.
(16) Se llenan de savia los árboles del Eterno; los cedros del Líbano, que él plantó.
(17) Allí anidan las aves; en sus copas hace su nido la cigüeña.
(18) Los montes altos son para las cabras monteses; las peñas, para las madrigueras de los conejos.
(19) Tú eres el que hizo la luna para las estaciones; el sol conoce su ocaso.
(20) Pones las tinieblas, y es de noche; en ella corretean todos los animales silvestres.
(21) Los leones rugen por la presa y reclaman a Elokim su comida.
(22) Sale el sol; se recogen y se echan en sus cuevas.
(23) Sale el hombre a su labor, y a su labranza hasta el anochecer.
(24) ¡Cuán numerosas son tus obras, oh Eterno! A todas las hiciste con sabiduría; la tierra está llena de tus criaturas.
(25) Éste es el mar grande y ancho, en el cual hay peces sin número, animales grandes y pequeños.
(26) Sobre él van los navíos; allí está el Leviatán que hiciste para que jugase en él.
(27) Todos ellos esperan en ti, para que les des su comida a su tiempo.
(28) Tú les das, y ellos recogen; abres tu mano, y se sacian del bien.
(29) Escondes tu rostro, y se desvanecen; les quitas el aliento, y dejan de ser. Así vuelven a ser polvo.
(30) Envías tu hálito, y son creados; y renuevas la superficie de la tierra.
(31) ¡Sea la gloria del Eterno para siempre! Alégrese el Eterno en sus obras.
(32) Él mira la tierra, y ella tiembla; toca las montañas, y humean.
(33) Cantaré al Eterno en mi vida; a mi Elokim cantaré salmos mientras viva.
(34) Que mi meditación le sea grata, y que yo me alegre en el Eterno.
(35) Sean exterminados de la tierra los pecados, y que los impíos dejen de serlo. ¡Bendice, oh alma mía, al Eterno! ¡Alaben al Eterno [Aleluia]!"
Tanaj: Tehilim / Salmos {104}

El consejo diario 394

Cuando vemos y comprendemos la maravilla del funcionamiento del ecosistema,
que tan precioso y preciso es todo,
como las infinitas partes se conectan,
no podemos dejar de reconocer la inteligencia en el diseño.

Si crees en una creación espontánea, que Dios dijo y en ese instante apareció,
o en la creación evolutiva, en apariencia carente de Señor (pero que está dirigida desde las sombras por el Creador),
¡cuan gloriosas son todas Sus obras!

El consejo, estudia, aprende, conoce, indaga, llena tu vida de conocimiento y reflexión.
Hay un mundo entero por conocer fuera de ti, así como uno que desconoces en tu interior.
Disfruta de la experiencia de descubrir al Dios oculto en la belleza del universo.
Entonces, quizás tus rezos tengan un sentido mucho más profundo y elevado, tal vez ya no pretendas hacer de tus plegarias un control remoto de Dios.

Juego: estos divertidos profetas de Dios

Citaré el comienzo del profeta Amós. Es largo, te pido que tomes tu tiempo para leerlo. Si te impacientas, hazlo por tramos, hasta que lo finalices.
Te pediré que hagas una tabla en una hoja (o en tu tablet si eres moderno) con dos columnas.

En la izquierda pon: pecados por falta de fe, falta de rezos, no usar amuletos, no repetir lo que dice el pastor o rabino, no creer en Dios, no elevar sacrificios, no hacer rituales.
En la derecha por: pecados por falta de justicia, agresión, violencia, daños al prójimo, destrucción, acciones que no conducen al Shalom.

Mientras lees vas a prestar mucha atención a los pecados que el profeta enviado por Dios enumera, y harás alguna de estas dos cosas:

a- pones una marca en el lado que corresponde, si es un pecado por falta de “ritual”, anotas del lado izquierdo. Si es faltas hacia otra persona, anotas al lado derecho,
y/o
b- escribes el pecado que denuncia el profeta en el lado de la tabla que corresponda.

Cuando finalices te pido que pongas en la zona de comentarios cuántos pecados “rituales” sumaste, y cuántos “con el prójimo”. Sé claro y concreto por favor.
Si quieres y te da la fuerza, te pediré que disciernas claramente los pecados que son cometidos por noájidas/gentiles de aquellos que son cometido por judíos (son Yehudá e Israel, el resto de los mencionados son pueblos gentiles). Entonces darás 4 cifras al final. Pecados “rituales” de noájidas, idéntico de judíos. Pecados “contra el prójimo” de noájidas, idéntico de judíos.
Y si aún tienes más fuerzas, pon alguna idea al respecto, como por ejemplo que te enseña lo que está declarando el profeta acerca de la fe y de la acción, de los rituales y los actos de bondad/justicia, de la responsabilidad que tienen ante el Eterno los gentiles y la que corresponde a los judíos.
¿Te animas?
¿Quieres hacerlo?
Muchas gracias por querer aprender junto a mí mientras te diviertes.

El texto:

"(AMO. 1:1) Las palabras de Amós, uno de los pastores de Tecoa, sobre lo que vio acerca de Israel en los días de Uzías, rey de Yehudá [Judá], y en los días de Jeroboam hijo de Ihoash [Joás], rey de Israel, dos años antes del terremoto.
(2) Dijo Amós: ‘¡el Eterno ruge desde Tzión [Sion] y da su voz desde Ierushalaim [Jerusalén]! Se enlutan los prados de los pastores, y se seca la cumbre del Carmelo.’
(3) Así ha dicho el Eterno: ‘Por tres pecados de Damasco, y por cuatro, no revocaré su castigo. Porque trillaron a Galaad con trillos de hierro,
(4) enviaré fuego a la casa de Hazael, el cual devorará los palacios de Ben-hadad.
(5) Romperé los cerrojos de Damasco, exterminaré a los habitantes del valle de Avén y al que porta el cetro en Bet-edén. Y el pueblo de Siria será llevado cautivo a Quir’, ha dicho el Eterno.
(6) Así ha dicho el Eterno: ‘Por tres pecados de Gaza, y por cuatro, no revocaré su castigo. Porque llevó cautivo a todo un pueblo para entregarlo a Edom,
(7) enviaré fuego al muro de Gaza, el cual devorará sus palacios.
(8) Exterminaré a los habitantes de Asdod y al que porta el cetro en Ascalón. Volveré mi mano contra Ecrón, y perecerán los sobrevivientes de Filistea’, ha dicho el Señor Elokim.
(9) Así ha dicho el Eterno: ‘Por tres pecados de Tiro, y por cuatro, no revocaré su castigo. Porque entregaron cautivo a todo un pueblo a Edom y no se acordaron del pacto de sus hermanos,
(10) enviaré fuego al muro de Tiro, el cual devorará sus palacios.’
(11) Así ha dicho el Eterno: ‘Por tres pecados de Edom, y por cuatro, no revocaré su castigo. Porque persiguió con espada a su hermano y suprimió su compasión, y porque en su furor siempre ha destrozado y ha guardado continuamente el rencor,
(12) enviaré fuego a Temán, el cual devorará los palacios de Bosra.’
(13) Así ha dicho el Eterno: ‘Por tres pecados de los hijos de Amón, y por cuatro, no revocaré su castigo. Porque para ensanchar su territorio reventaron a las mujeres de Galaad que estaban encintas,
(14) prenderé fuego en el muro de Rabá, el cual devorará sus palacios con clamor en el día de la batalla y con tormenta en el día de la tempestad.
(15) Su rey irá al cautiverio, él y todos sus principales’, ha dicho el Eterno.
(AMO. 2:1) Así ha dicho el Eterno: ‘Por tres pecados de Moab, y por cuatro, no revocaré su castigo. Porque quemaron los huesos del rey de Edom hasta calcinarlos,
(2) enviaré fuego a Moab, el cual devorará los palacios de Queriot. Moab morirá en medio de alboroto, con clamor y sonido de shofar.
(3) Yo quitaré al juez de en medio de ellos y junto con él mataré a sus magistrados’, ha dicho el Eterno.
(4) Así ha dicho el Eterno: ‘Por tres pecados de Yehudá [Judá], y por cuatro, no revocaré su castigo. Porque despreciaron la Torá del Eterno y no guardaron sus decretos, y porque les hicieron errar sus mentiras tras las cuales anduvieron sus padres,
(5) enviaré fuego a Yehudá [Judá], el cual devorará los palacios de Ierushalaim [Jerusalén].’
(6) Así ha dicho el Eterno: ‘Por tres pecados de Israel, y por cuatro, no revocaré su castigo. Porque venden por dinero al justo y al pobre por un par de zapatos,
(7) codician hasta el polvo de la tierra que está sobre la cabeza de los empobrecidos y trastornan el camino de la gente humilde. Un hombre y su hijo tienen relaciones con la misma joven, profanando así mi santo nombre.
(8) Sobre ropas retenidas en prenda se recuestan junto a cualquier altar, y en la casa de sus dioses beben el vino de los multados."
(Amos / Amós 1, 2)

Resp. 1118–¿Predicar la “palabra”?

Jorge nos consulta:

Moreh,
1- he escuchado que nosotros no podemos convertir a nadie,
2- porque el Único que despierta es Dios y no nosotros.
3- También he escuchado que tenemos que tener respeto por las demás «religiones»,
4- le consulto esta cuestión porque me gustaría publicar en mi muro de facebook (si es que se puede) el pan verdadero que hay en fulvida, pero me detiene lo expresado anteriormente.
5- Tengo muchas personas conocidas en el facebook que son cristianas y mi deseo es que escapen de todo eso.
6-  tuve 2 experiencias hablando con cristianos… en la primera experiencia, esta persona, después de haberle comentado algunas cuestiones para que piense y salga de la «celdita mental», me dijo que «esta bien como esta» y que no quería escuchar mas para no confundirse.
7- En la segunda experiencia fue como hablarle a una pared,
8- fue un poco triste.
9- me gustaría saber que debemos hacer como benei noaj?
gracias Moreh

Seguir leyendo Resp. 1118–¿Predicar la “palabra”?

Juego: ¿Cuál es el verdadero Salmo 15?

Te propongo un interesante desafío, espero que quieras aceptarlo.
Te citaré el comienzo del Salmo 15, luego te daré dos opciones con los cuales completar todo el Salmo.
Una de ellas es la correcta, la otra es un invento de mi autoría.
Tú deberás escoger entre ambas: ¿Cuál es obra del hombre inspirado por el Eterno, el rey David, y forma parte del TANAJ; y cuál sale de mi modesto y crítico ingenio?

Para concursas debes cumplir con dos pequeñas condiciones: no vale buscar en el libro para saber la respuesta, ni te puedes ayudar de tu memoria para recordar las palabras del salmista. Solamente debes leer y comparar, usar tu razonamiento y tu conocimiento de lo que es espiritual y lo que puede aparentarlo sin serlo.
¿Te animas a participar?
¿Escribes debajo, en los comentarios, el número de la que consideras la respuesta correcta, y si quieres das una idea de lo que surge al comparar ambas versiones?

Bien, el Salmo comienza así:

Salmo de David: oh Eterno,
¿quién habitará en Tu tabernáculo?
¿Quién residirá en Tu santo monte?”

1

2

(2) El que anda en integridad y hace justicia, el que habla verdad en su corazón,

(2) El que anda en el jardín de la fe y espera a que Tú le satisfagas mágicamente sus necesidades, y por ello no hace justicia sino actúa según su conveniencia, el que repite las palabras de su pastor por sobre las Tuyas,

(3) el que no calumnia con su lengua, ni hace mal a su prójimo, ni hace agravio a su vecino;

(3) el que clama a los cielos mientras agrede a quien piensa diferente y agravia con su conducta carente de bondad y justicia;

(4) aquel ante cuyos ojos es menospreciado el vil, pero que honra a los que temen al Eterno; aquel que a pesar de haber jurado en perjuicio suyo, no por eso cambia;

(4) aquel ante cuyos ojos es menospreciado el inocente, pero que honra a los que visten como él; aquel que es capaz de jurar en vano, con tal de obtener beneficios egoístas;

(5) aquel que no presta su dinero con usura ni contra el inocente acepta soborno.
¡El que hace estas cosas no será movido jamás!

(5) aquel que hace manejos turbios con el dinero de otros, pero se justifica por su fe; y que acepta la corrupción dependiendo de quien la cometa.
¡El que hace estas cosas no será movido jamás!

Gozo, salvación, bendición gracias al trabajo de cada uno

"Cuando cortéis la espiga de vuestra tierra, no cortarás hasta el último rincón de tu campo, ni recogerás las espigas dejadas en tu campo segado.
Tampoco rebuscarás tu viña ni recogerás las uvas caídas de tu viña. Las dejarás para el pobre y para el extranjero. Yo soy el Eterno, vuestro Elokim
."
(Vaikrá / Levítico 19:9-10)

"‘Y cuando cortéis la espiga de vuestra tierra, no cortarás hasta el último rincón de tu campo, ni recogerás las espigas sobrantes de tu campo segado. Las dejarás para el pobre y el extranjero. Yo soy el Eterno, vuestro Elokim.‘"
(Vaikrá / Levítico 23:22)

Estos son algunos de los preceptos (leket, peá, shijejá) que el Eterno ordenó al pueblo judío en lo que respecta al dueño de los campos en relación a los pobres y necesitados.
Podemos decir que tienen múltiple finalidades:

  1. Que el dueño del campo comprenda que sobre él está la Ley y sobre ella el Eterno.
  2. Que el dueño del campo disfrute de sus justos beneficios, pero que no deje de ver a su hermano necesitado a su lado.
  3. Que el necesitado obtenga lo que puede suplir sus necesidades básicas.
  4. Que el necesitado no solo obtenga caridad, sino también dignidad, al tener que trabajar para colectar lo que preparará como comida.
  5. Que la sociedad procure canales para la justicia social y que no se profundicen las desigualdades arbitrarias.
  6. Que no haya holgazanes que viven a costa del esfuerzo público y son “masas de votantes” para los políticos demagogos con sus planes “sociales”, o similares, que engrosan las capas de necesitados, los mantienen en ignorancia y necesidad, al tiempo que les proveen paternalmente con planes sociales como modo de capturar votos y adhesiones.
  7. Que todos aprendan que existe el EGO y estamos constantemente en riesgo de estar esclavizados por él. La solución es seguir la senda del AMOR, a través de la construcción de shalom por medio de actos concretos de bondad Y justicia con lealtad.

(Para quien desee profundizar y esté en condiciones de hacerlo, sugiero encarecidamente el estudio del capítulo 39, sección 3, del “Moré Nebujim”, allí se podrá ver mucho del origen y sentido de mis modestas palabras.)

Al que está necesitado a veces se le da caridad, tal como ordena Dios en Su Torá al pueblo judío:

"Cuando uno de tus hermanos esté necesitado en alguna de tus ciudades en la tierra que el Eterno tu Elokim te da, no endurecerás tu corazón ni le cerrarás tu mano a tu hermano necesitado. Le abrirás tu mano con liberalidad, y sin falta le prestarás lo que necesite."
(Devarim / Deuteronomio 15:7-8)

Esa es la faceta de la bondad.
La otra cara, la de la justicia es la que hemos visto más arriba. Esto es, que el pobre y necesitado trabaje por su sustento, que no espere pasivamente a que le regalen su alimento, (o peor, por medio de manipulación), sino que sea parte activa y positiva en la obtención de su manutención. El grado más alto de TZEDAKÁ según refiere el maestro de maestros, Maimónides.

Por ello quedan espigas sin recoger, uvas para arrancar, diversa tarea para cumplir. Para que el pobre deje de serlo (en parte) cuando se dignifica a través de la acción concreta que lo lleva a obtener su sustento y hasta su satisfacción.
No debe esperar a que le llueva del cielo, porque (como enseñan los Sabios) no debemos depender de milagros.
Tampoco sería razonable que Dios trabaje para él, porque Dios es el Amo y nosotros Sus siervos. Que haga su parte y si no la hace, si es su pereza o su falta de responsabilidad la que le mantiene en estado de indigencia, entonces que no eche culpas, ni a Dios, ni al inexistente destino, ni a la sociedad, ni al vecino.
Ni tampoco debe descansarse en la caridad para sobrevivir cuando la mano caritativa se extiende con unas monedas.
Menos que menos de la falsa bondad de los políticos y ventajistas, que solamente buscan sus propias ganancias indignas a través del abuso de riquezas que probablemente no les pertenezcan.

¡Sí, debe trabajar!
Tal es el mensaje de la Torá.
DEBE ir al campo y trabajar también él por su alimento.
El dueño también hace su parte correspondiente, porque preparó el campo, lo sembró, lo cuidó y dejó aquello que los mandamientos indican mantener para que venga el necesitado y lo recoja con su propio esfuerzo.

Es muy importante tenerlo en cuenta.
El dueño hace su parte, el pobre la suya.
¿Dios dónde participa?
Por supuesto que detrás de todo, proveyendo de la energía para que el ecosistema se mantenga.
Pero, está participando también en los mandamientos que Él dio para que se produzca el acto de bondad y justicia.
¿Se llega a comprender la gran enseñanza?

No es necesaria la magia, ni el milagro, ni la lluvia de maná a diario.
No se precisa de algún personaje reputado de “santo”, “tzadik” o milagrero.
Ni peregrinar a tumbas o correr a pedir bendiciones de hombres adorados por sus seguidores.
Ni disfraces de lo que se cree representa al judaísmo.
Ni cintas mágicas, rezos manipuladores de poderes místicos, ni pactitos con Dios, ni ángeles, ni demonios, ningún amuleto o “segulá”.
Nada de ello.
Tampoco el rezo, como instrumento de manipulación de Dios, como si Dios fuera la marioneta y las plegarias las cuerdas que lo movieran según voluntad del orante.
Ni leerse libritos, ni repetir lemas, ni rituales, ni nada que tenga aspecto religioso o de tráfico de la fe.
¡Oh sí! Tampoco es necesaria la fe.

Entonces, ¿qué es lo que se precisa?
Bueno, si vemos con honestidad y mirada pura y corazón claro, lo que se precisa es construir shalom.
Esto es: ACTOS de bondad Y justicia, con lealtad al Eterno.
Es eso lo que pide, una y otra vez, el Eterno.
Allí donde veamos, una y otra vez veremos que el mensaje se repite.
Actos concretos, no palabras, no fantasía, no rituales, no veneración de rabinos o “tzadikim”, sino bondad Y justicia, con lealtad.
No nos cansamos de repetirlo (releer luego este post, es necesario tenerlo presente a diario):

Oh hombre, Él te ha declarado lo que es bueno! ¿Qué requiere de ti el Eterno?
Solamente hacer justicia, amar misericordia y caminar humildemente con tu Elokim
."
(Mijá / Miqueas 6:8).

¿Por qué será tan difícil de entenderlo y llevarlo a la práctica?
¿Por qué hace milenios el reclamo de todos los profetas de la Verdad fue el mismo y sus voces sagradas se perdían en el vacío?
¿Por qué una y otra vez se levantaban los falsos profetas, los presuntos sabios, y venían con mensajitos de fe, rituales, adoración, inciensos, palabrería, bailecitos, ropitas, sectitas y a ellos sí que se les seguía y aceptaba?
¿Por qué lo vacío, falso, ridículo, falsamente santo y espiritual sigue con tanto “éxito”, en tanto que el verdadero mensaje del Eterno, el de la construcción de shalom, se censura?
¿Por qué las fantasías de aplaudir desde la insania y esperar a que sea Dios quien mágicamente brinde la comidita en la boquita, en vez de cumplir con la parte que nos toca como socios de Él?

La respuesta: el EGO.
No te repetiré todo lo que ya hemos enseñado del mismo, tienes decenas, centenas, de textos de nuestra autoría publicados aquí, gratis, disponibles, para que te nutras y seas libre/feliz.
Solamente te diré unas pocas frases, quizás novedosas, quizás de repaso.

El EGO ese es el origen de la idolatría.
Como hemos enseñado (y te recomiendo leer/estudiar, pues da mucho más detalle que este breve repaso), el EGO es nuestro primer “salvador”. Es el que nos rescata, de cierta forma, de la atroz vivencia del trauma original. Luego se va afianzando en ese rol de “salvador” interno ante cada situación de impotencia, que son numerosísimas, constantes, durante los primeros meses de vida y en general. Allí se ubica el EGO, como el que nos salva, el que hace ciertos “trucos” para misteriosamente tener poder en donde antes solamente sentíamos impotencia.
El EGO, que es una función absolutamente natural del humano, que tiene su lugar en el cerebro, que no es un ángel, ni un demonio, ni una fuerza extraña, que es algo que nos pertenece como especie, bien concreto y específico. Ese EGO va proyectando su imagen al exterior, nos vamos representando dioses.
¿Qué son los dioses?
De forma primitiva, todo aquello que para nosotros tiene poder.
Así, todo aquello que consideramos un dios se adora, se teme, se trata de satisfacer, se lo manipula con astucia para obtener beneficios.
Lo terrible es que cada dios falso que asumimos lo vamos poniendo delante del verdadero Dios.
¿Y qué dijo Dios a los judíos como mandamiento?

"No tendrás dioses ajenos delante de Mí."
(Shemot / Éxodo 20:3)

Entre nosotros y Dios se interpone el EGO.
El EGO que junto a las vivencias va generando nuestras máscaras, el Yo Vivido, que rodean y amurallan a nuestro Yo Esencial, la neshamá, el espíritu que nos une constantemente al Eterno.
De esta forma perdemos el rastro de nuestra propia identidad espiritual al mismo tiempo que el la conciencia del nexo constante que tenemos con el Padre.
Así, pasamos a adorar falsos dioses, incluso cosas que no llamamos “dioses” (porque nos declaramos ateos, o creyentes en un solo dios, o fieles del Eterno), pero que en el fondo, para nuestra mente primitiva, lo son.
Adoramos al EGO, que se reviste en innumerables dioses.
Pero lo peor, hacemos del propio Uno y Único un ídolo más, cuando lo travestimos y creemos de Él cosa que no son Él.
Toda idolatría es repudiable y horrible, pero la que hace del Eterno una caricatura, según el gusto del EGO del consumidor, es espantosa.
(En un aparte, te recuerdo que los noájidas SÍ tienen el mandamiento de no adorar otros dioses, pero no es mandamiento para el gentil el de no creer en otros dioses, ni el de repudiar la idolatría, ni de creer en Dios).

Buscamos como desenfrenados en religiones, sectas, rituales, santitos, líderes, doctrinas, libros, etc. lo que ya tenemos en nuestro interior: la conexión sagrada con el Eterno.
Si nos despojáramos de todos los disfraces, las caretas, las imposturas, los dogmas, los ritos vacíos, de los rostros falsos del Yo Vivido, encontraríamos nuestro verdadero rostro resplandeciente, luminoso, espiritual en constante comunicación y armonía con el Creador.
Algo así le pasó al más grande de los profetas de todas las generaciones, presta atención:

"Aconteció que al descender Moshé [Moisés] del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, mientras descendía del monte, Moshé [Moisés] no sabía que la piel de su cara resplandecía por haber estado hablando con Elokim.
Aarón y todos los Hijos de Israel miraron a Moshé [Moisés], y he aquí que la piel de su cara era resplandeciente, y temieron acercarse a él."
(Shemot / Éxodo 34:29-30)

Sí, cuando nos despojamos de las falsas identidades, de las imposiciones e imposturas del EGO, resplandece nuestra verdadera identidad, el Yo Esencial, la neshamá, la conexión sagrada e ininterrumpida con Dios.
Recuerda, no está en rabinos, ni en difuntos, ni en mesías, ni en salvadores, ni en ángeles, ni en pastores, ni en líderes, ni en nada fuera la respuesta primera y última. Está en tu neshamá, que es lo que eres tú, sin cambios, sin manchas, sin religiones, sin nombres, sin caretas.
Claro, para llegar a desnudarte de tanta cosa que fuiste adquiriendo y tomando sobre ti, necesitarás un enorme trabajo. Que tampoco se te facilitará por recibir bendiciones de rabinos, ni peregrinar a tumbas, ni bailotear hasta el cansancio con música europea que se hace pasar por judía, ni por disfrázate de tal o cual cosa, ni por saberte de memoria pasajes de textos, ni por rezar mucho y sin real sentido, ni por…
El trabajo es quitar al EGO del comando de tu vida para afianzarte en la senda del AMOR, de la construcción de shalom.

¿Se entiende?
Puedes compartirlo o no, a mí me da lo mismo. No busco “conversos” a ninguna secta de mi autoría, ni obtener réditos materiales por tu opinión. Cree en lo que quiera, haz lo que te parezca, sigue en la cueva del EGO o sal y goza del AMOR. Me da lo mismo, aunque preferiría que optarás por la vida, por la bendición, y no por más de lo mismo.
Esta postura de libertad verdadera la aprendimos de Dios, que ha dicho:

"Llamo hoy por testigos contra vosotros a los cielos y a la tierra, de que he puesto delante de vosotros la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas, tú y tus descendientes"
(Devarim / Deuteronomio 30:19)

¿Cómo escoger realmente la vida?
¿Cómo doblegar al EGO?
Nuevamente, es la Torá quien brinda la respuesta:

"Mira, pues; yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición:
la bendición, si obedecéis los mandamientos del Eterno vuestro Elokim que yo os mando hoy;
y la maldición, si no obedecéis los mandamientos del Eterno vuestro Elokim, sino que os apartáis del camino que yo os mando hoy, para ir en pos de dioses ajenos que no habéis conocido."
(Devarim / Deuteronomio 11:26-28)

Recuerda lo que los Sabios (en Bereshit Raba 44) han enseñado “los mandamientos están para perfeccionar al hombre”, no para esclavizarlo ni atontarlo.
Los mandamientos son el remedio.
La Torá, la Ley espiritual es la respuesta, como explica el Talmud (Kidushin 30b).
La Torá noájida, los Siete Mandamientos, para los gentiles.
La Torá de Moshé para los judíos.

¡Cuán lejos, cuánta diferencia!
No es el mensaje de las religiones, que son de opresión y falsa libertad a veces.
Ni el de los traficantes de la fe.
Ni el de los promotores de la fe.
Ni el de curanderos, milagreros, cabaleros, y otros charlatanes más.
Tampoco el de los religiosos ateos, ni el de los que vienen en nombre de religiones laicas.
Sino que es el mensaje de las vidas, vida aquí y vida en la eternidad.

La propuesta de construir shalom es hacer tu parte, la que te corresponde, no otra.
Ser lo que tienes que ser: ¡socio de Dios!
¿Cómo?
Hacer, con actos concretos, materiales, en el aquí y ahora lo que Él realmente te pide.
No por fe, no por sentimientos, no por repetición de palabras, no lo que algunos vivillos se inventan para seguir obteniendo poder sobre ti.
No tienes que usar ropajes diferentes, ni dejarte barbas, ni hacerte socio de ninguna organización, ni afiliarte a alguna secta, ni reverenciar a ningún personaje.
Solamente, construir shalom: bondad Y justicia, con lealtad a Dios.

¿Vamos a hacerlo o seguiremos dando excusas?

Si comprendiste y estás de acuerdo, un consejo muy, muy, muy importante.
No te centres en lo que hiciste mal, sino en hacer de aquí en adelante lo que está bien ahora.
Haz los pasos de la TESHUVÁ que son necesarios, y corta con los lazos de la culpa, del remordimiento, de las fantasías que asfixian.
Comienza a vivir.

Como última reflexión, para unir el principio con el final:

"Rescatad al necesitado y al huérfano; haced justicia al pobre y al indigente."
(Tehilim / Salmos 82:3)

y así

"tu hermano vivirá contigo"
(Vaikrá / Levítico 25:36)

Éste es el camino "mágico" para ser feliz: ayudar a otro a serlo, sin esperar NADA a cambio.
Sin tampoco someterte a manipulación o daños.
Sino, simplemente proveer a otro de bienestar, en la medida de tus posibilidades.
Eso es amor verdadero, y cuando amas generosamente, el resultado es la felicidad, la bendición, el bienestar.
Todo esto, es lo que te deseo.