Archivo de la categoría: Creencias

Resp. 915 – mundo eterno y noájidas

gonzaloNJ nos consulta:

Estimado Moré,

Tengo entendido que en el mundo eterno, despues que muramos, tiene 6 niveles de conexion con el Todopoderoso. ¿es posible que el alma de un gentil llegue al máximo nivel?

Gracias
Gonzalo Navarro, 38 años, empleado postal, Madrid, España

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Resp. 913 – plegarias por los muertos

jorgelsalazarc nos consulta:

respetado more Ribco,
1- mi gratitud y aprecio por su servicio dedicado a nosotros los Noajidas.
2- quisiera saber si es correcto para los noajidas elevar plegarias por personas fallecidas hace mucho tiempo.
3- si la respuesta es positiva quisiera saber como se benefician de ellas.
4- lo digo porque he visto esa costumbre en mucha gente y no se que posicion sea la acertada.
5- ya que de ser positivo me gustaria orar por una abuela a quien quise mucho y aun a pesar del tiempo la recuerdo con mucho cariño
jorge salazar, 53, abogado, puerto la cruz, venezuela.

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El consejo diario 304

A algunas personas pareciera que se les presentaran circunstancias más adversas que a otros, ¿a qué se deberá?
A algunas personas pareciera que se les presentaran circunstancias más favorables que a otros, ¿a qué se deberá?
¿Será un oscuro destino sellado por fuerzas misteriosas?
¿Será ese otro misterio llamado “estrella”, “fortuna”, “suerte”?
¿Será por maldición o bendición de algún dios?
¿Será por ineptitud personal?
¿Será obra de la genética?
¿Será un conglomerado social predispuesto para actuar así?
¿Será por la educación recibida y adquirida?
¿Será por la diferente capacidad para armonizar los cinco planos de existencia personal?
¿Será por algún motivo místico, tal como el “karma”?
¿Será un problema de percepción?
¿Será por no valorar las cosas en su debido contexto?
¿A qué se deberá?

A similares circunstancias, algunos las denominan “oportunidades”, en tanto que los de al lado las llaman “desgracias”, ¿a que se deberá?

El consejo es: mira la realidad sin temor, para que puedas convertir las “desgracias” en “oportunidades”.
No te atormentes por comprender lo que está fuera de tu comprensión; ni te angusties por dominar aquello que no puedes controlar.
Sé simple, sé íntegro, sé creativo, sé agradecido, haz tu parte y deja que el universo se encargue de la suya.

Ayúdalo que te ayudarás

Vivimos en una época de irreverencia.
La modestia, el recato, el pudor parecen conceptos de un pasado anecdótico.
El lenguaje soez, la obscenidad, la procacidad, están a la orden del día.
Así mismo, el “desenmascarar”, el descubrir, el revelar lo que es secreto o privado, ya no nos extraña.
La difusión de la intimidad, la falta de límites entre lo íntimo y lo público, es tan corriente.
Sea en los medios masivos de comunicación, por la internet, en la calle, es lo más habitual.
La farsa, la payasada, la burla, el chimento, es corriente.
El desprecio hacia el diferente, el sometimiento de la mujer, la desfachatez, el elogio de los que hacen maldades, a nadie parece importunar.
(Mientras escribo esto pienso en muchos sucesos y eventos, pero no deja de venir una y otra vez la “palabra” Tinelli, no sé si lo conocen, pero aquellos que lo tienen registrado pueden corroborar que en su programa y los derivados, no falta nada de lo mencionado. Otro ejemplo, quizás más difundido a nivel internacional son los “realities shows”, como Gran Hermano).
Esto es grave, pero gravísimo es el odio y animadversión, la propaganda necia y asesina, la confusión y el caos de aquellos que atacan sin piedad (y sin aparente beneficio) al Estado de Israel en su dura lucha de auto defensa y de preservación ante las constantes agresiones de enemigos mucho más grandes y poderosos.
(Si se comieron el cuento de los pobrecitos palestinitos siendo los buenitos, que como David luchan contra el monstruoso imperialista Goliat –Israel-, ¡es hora de que despierten!).

En vez de buscar de forma deliberada oportunidades de amar a nuestro prójimo (como para el judío lo requiere nuestra sagrada Torá), muchos han reescrito esta regla de oro para que diga: "Ama a tu EGO como a ti mismo".
El temor, la mediocridad, la esclavitud hacia el EGO nos deja en un estado de indefensión, casi como huérfanos espirituales.
Amaneramos a nuestro Yo Auténtico, lo opacamos, lo negamos, lo encarcelamos, para hacer resaltar el Yo Vivido, lleno de contradicciones, de afanes, de debilidades, de sed de vida pero miedo a vivirla.

La esclavitud al EGO promueve todo tipo de filosofías materialistas (e incluso algunas de apariencia idealistas –que rechazan el materialismo-, pero que hacen de su negación un motivo de existencia).
Ya no hay cabida para el amor a uno mismo, mucho menos para el prójimo.
Ahora el amor se suele sustituir por otro tipo de valores: riqueza, renombre, dominio, posesiones, en una palabra, poder.
No resulta extraño que se actúe de manera solícita y afable con sus mecenas –los que donan toneladas de dólares para sus causas-, y no tan amables con el resto.

Es la adoración al EGO lo que prevalece, en lugar de enviar un mensaje de amor inalterado y de respeto hacia el prójimo, cualquiera que sea su origen o creencias.

Cuando vivimos como misioneros, tratando de convencer al otro de que se “convierta” a nuestras creencias, no lo hacemos por sincero amor al prójimo, sino por cuestiones mucho más penosas y turbias, tales como: inseguridad personal, falta de confianza e lo que uno cree o hace, deseos de escalar posiciones dentro del grupo al que se pertenece, anhelo de dominio sobre otros, necesidad de sentirse protegido por ser parte de un grupo numeroso y fuerte, carencia de empatía, etc..
Tales son algunas de las motivaciones de TODOS los misioneros, incluso de los que erróneamente pretenden encaminar (al estilo misionero) a los judíos hacia un mayor compromiso con el judaísmo; como de los que quieren (al estilo misionero) liberar a los gentiles de las religiones.
El estilo misionero, que no ama al prójimo ni lo respeta, sino que pasa como una topadora y se lleva lo que tenga por delante sin ningún aprecio.

Muy diferente resulta el estilo correcto de predicar con el ejemplo y respetar al prójimo en sus tiempos y situaciones.
En lugar de ver al prójimo como un pecador, como un necio, como un rebelde, como un perdido, mejor sería ver que dentro de su ser anida el alma pura dada por Dios.
Por supuesto que los actos erróneos, las creencias corruptas, los deseos perversos van ocultando esa luz, van haciendo tenebrosa la existencia de la persona.
Pero, allí dentro el alma permanece pura, a la espera de que todas las capas de contaminación sean borradas, para que el santo resplandor pueda volver a brillar y dar sentido trascendente a su vida entera.
La TESHUVÁ, el arrepentimiento sincero e íntegro, es la herramienta para lograr esa limpieza de las máculas que encierran y oprimen la luz del alma.
Pero, nadie puede ser forzado a la TESHUVÁ, sino que ésta ha de surgir y evidenciarse como una actitud voluntaria del individuo.
Por tanto, hemos de reconocer la alma pura encarcelada de nuestro prójimo, así como encontrar los mecanismos para que sea impulsado voluntariamente por el camino de retorno a la senda del bien y la justicia.
No lo lograremos con amenazas, ni manipulación, es decir, de ninguna manera al estilo de los misioneros.
Ellos consiguen muchas cosas, sin dudas, pero ninguna de ellas siquiera se parece a la verdadera TESHUVÁ ni a la corrección y perfeccionamiento que la persona requiere para su ascensión espiritual.

Te recomiendo entonces que veas a tu prójimo como un esclavo de su EGO, que mantiene a su alma ferozmente aprisionada bajo disfraces y penumbras.
Te recomiendo que lo acompañes para que no sea forzado, pues no es por fuerza ni con astucia que se consigue la victoria espiritual.
Te recomiendo que aprecies sus méritos, aunque sean muchos –a tu entender- sus deméritos.
Como hace unos pocos años atrás procuré hacer con una de las hermanas de nuestro viejo amigo Chano, de Venezuela.
Ella seguía siendo, católica creo, mientras que su hermano y otros familiares se habían decidido a adentrarse en el noajismo.
Conversando amablemente con la señora, muy inteligente y simpática, le explique de los Siete Mandamientos y corroboramos que ella efectivamente vivía de acuerdo a ellos, en su gran mayoría. Yo le señalé que por ser fiel de una religión idolátrica, en realidad estaba fuera de la ruta del mapa trazado por Dios en dos de los mandamientos para los gentiles: no adorar otros dioses y no blasfemar.
Pero, de hecho, ella estaba convencida sinceramente de que no era idólatra, de que no blasfemaba, de que no estaba pecando de servicio a dioses ajenos al Eterno.
¿Y saben qué?, yo le creía y le creo.
Ella era sincera en su fe, no como esos corruptos “líderes”, pastores de toda denominación que se aprovechan de la religiosidad de la gente para hacer sus sucios negociados y principados.
Ella con plena honestidad creía estar sirviendo al mismo Dios que Abraham, Isaac y Jacob, que Moisés y que David.
Su buena fe y honestidad no quitaba que estaba en un error, pero demostraba que su alma estaba anhelando realmente al Eterno y no a otras cosas. Simplemente no sabía, no podía saber, no quería saber que su dios no es Dios.
Tampoco maldecía a Dios conscientemente, pues sinceramente creía que hacer un mejunje entre Dios, Jesús, espíritus, santos, etc. era algo bueno y noble, una virtud espiritual (cuando en realidad es blasfemia).
Lo importante es que ella fue tratada con respeto y dignidad, se sintió valorada en sus aciertos, en sus méritos y no fue condenada al infierno o la perdición por no estar al 100% sobre el mapa de la ruta.
Se le dio su tiempo, su oportunidad para que completara en su vida con los Siete Colores del Arco Iris para los noájidas.
No sé en qué andará la buena maestra ahora, ni el resto de su familia, de los otros amigos del Táchira. No lo sé, y este artículo no es una forma de indagarlo.
Solamente espero que estén todos por la buena senda del noajismo puro, lejos de caer en travesuras espirituales ideadas por hábiles mercaderes que están a las puertas del templo.

Tal como se hizo con esta señora, se puede hacer con noájidas y judíos, no actuando como misioneros, sino como agentes de la difusión de los valores eternos y del modo de vida acorde a cada uno.

La base debe ser la humildad no la arrogancia.
El amor al prójimo y no el amor al EGO.
No hay duda de que toda persona, judía o gentil, consciente o inconscientemente, mantienen en vigencia una gran cantidad de mandamientos.
Muchos viven de forma solidaria, respetuosa, justa, noble e incluso con sentido trascendente (aunque quizás no sepan de los mandamientos, ni los compartan, o no quieran darse cuenta de ellos).
Cada una de las personas tiene su alma activa, solamente es necesario quitar las cáscaras, borrar los disfraces, enderezar los pasos, allanar los caminos para que lo que ya está en el interior de cada uno resplandezca con toda su belleza y santidad.

La luz de Dios brilla a menudo en la cara de las personas alejadas de la senda de los preceptos, a veces hasta más que en la cara de los que se consideran “religiosos”.

Que las personas entiendan que es posible volver al camino correcto, pues nunca se han ido completamente de él.
Que todos sepan que no hay forma de desligarse de Dios, ni de apagar o aminorar la luz de sus almas.

Salgamos de la moda de la irreverencia, de mezclar todo y que todo valga lo mismo.
Comencemos la tarea de nuestro desarrollo integral.
Hagamos que cada acto sea de construcción de Shalom.

Mucho hemos escrito al respecto, te convido a que busques y leas aquí, en SERJUDIO.com y FULVIDA.com.
Me agradaría mucho saber tus comentarios al respecto.

Hasta luego.

Estas épocas navideñas…

En estas épocas decembrinas nos vemos invadidos por villancicos, papanoeles, pesebres, cancioncitas varias, arbolitos, lucecitas, comiditas, promociones, propagandas, salutaciones, festejos, reuniones de compañeros de trabajo y amigos, programas de televisión, artículos en diarios y revistas, buenos deseos, compras y más compras y un etcétera largo y variado.

Nosotros, como judíos o noájidas, no tenemos parte en estas festividades.
No tenemos nada para celebrar, ni para festejar (de hecho, en la historia la “Nittel Nacht” es famosa por ser oscura y de terrible terror para los judíos de buena parte de Europa, pero no es el sentir y actuar actualmente de nuestros vecinos y hermanos cristianos en su inmensa mayoría).
No debemos tampoco celebrar, pues pertenece a una creencia que no es la nuestra y que contraría fundamentos básicos de nuestra espiritualidad.

La navidad es una celebración cristiana, tal como hoy en día se la conoce (no nos interesa ahondar ahora en orígenes probables del mito del nacimiento de Jesús, ni del uso del arbolito, ni etc., no es la finalidad de este texto).
El “año nuevo”, si bien tiene una evidente conexión directa con el cristianismo, también es fácil reconocerle como inicio del año civil, sin otras implicancias.

Así pues, podemos respetar a nuestro hermano y vecino cristiano que celebra, aunque no compartamos ni un milímetro su creencia en un hombre que no es otra cosa que eso: un hombre muy común y muy corriente, aunque le adornen con mil y un cuento fabuloso.
Podemos ser amables con nuestro hermano y vecino cristiano, y desearle “Felicidades”, “Que tenga una feliz fiesta”, “Que la pase bonito en su celebración”, etc. (aunque no debemos decir “Feliz Navidad” o similar que implique reconocimiento del mito y su tremenda idolatría).

La cuestión no radica en ser rudo con quien es amable y gentil (cortés, educado, atento, simpático), sino en ser igualmente amables y gentiles.
No compartimos, ni deseamos hacerlo, su teología que consideramos ajena a nuestra esencia y santa Tradición (noájica y judía), pero no por ello dejamos de apreciar el alma pura que anida en el seno de toda persona.
Sepamos que lo cortés con el prójimo (extraviado o no) no tiene porqué quitar lo leal a nuestra identidad y a Dios.

Así pues, no actúes como fanático, pues quien está seguro de su identidad no precisa hacerlo.
Toma ejemplo de mi pequeña hijita, de recién cumplidos seis años.
Al salir del supermercado la cajera nos dijo: “Gracias por su compra, feliz navidad”.
Nuestra hijita, bien rápida y segura le sonrió a la señora y le respondió: “Gracias, pero no festejamos la navidad. Que pase usted muy bien su fiesta”.
El ánimo de la cajera no era ofender (no es lo que sentimos por su actitud, aunque otros sí hacen cosas aparentemente “bonitas” con la intención de molestar), por tanto estuvo impecable mi hija en agradecer el buen deseo de la señora. Estuvo brillante al admitir que nosotros tenemos una identidad diferente, un camino que no alterna con la navidad, pero que respetamos a la gente, aunque deploremos hasta el final las cuestiones que son erradas.

Sé amable, es un buen consejo; pero que tus buenas intenciones no te lleven a resbalar.

Así pues, amigos cristianos que acostumbran pasar por aquí, les deseo que pasen muy lindas fiestas, y deseo de todo corazón que el año que viene podamos juntos brindar en celebraciones y ocasiones que sean de luz y verdad para todas las personas, en plenitud de lealtad a nuestra herencias sagradas (noájica y judía).
Y a mis amigos noájidas y judíos, les deseo que tengamos un excelente ánimo para construir Shalom siempre.

El líder en el crecimiento integral

Moshé fue elegido por el Eterno para fungir como líder en la salida de Egipto y la travesía por el desierto.
Uno de los motivos principales se puede encontrar en su crianza y lugar de crecimiento, puesto que era uno de los israelitas que no había sido adoctrinado para vivir como esclavo. Por el contrario, tenía una perfecta y elaborada educación, la que correspondía a las altas esferas del gobierno de su poderoso imperio natal. Estaba entrenado para el manejo de personas, el liderazgo, la política, etc., en resumen, era el único hebreo capaz de cumplir con esa misión.

Sin embargo, hay otros aspectos que debieran ser tomados en consideración.
Encontramos tres breves relatos acerca del Moshé adulto:

  1. Defiende a un hebreo que estaba siendo molido a palos por un capataz egipcio.
  2. Interviene en una sórdida discusión entre dos hebreos, que llegaban a las manos en sus agresiones.
  3. Ayuda a las hijas de Itró en el pozo de agua para que no sean violentadas por los pastores del lugar.

Tenemos un hilo conductor que nos habla de un importante rasgo de personalidad de Moshé.
En los tres episodios Moshé se muestra al "cuidado" del indefenso, en procura de que se establezca la justicia y la equidad.
Era capaz de despegarse de su EGO, incluso de arriesgar a perder muchísimo, con tal de procurar restituir el orden y la corrección.
No era un hombre “perseguidor de la paz”, como es conocido su hermano Aarón, pero sin dudas que era un hombre dedicado a la justicia y el orden, que son elementos sustanciales –junto al Shalom- para asegurar la buena vida del individuo y de la sociedad.
Moshé estaba dispuesto a intervenir en luchas que no le eran propias, de las cuales no obtendría ningún rédito y quizás perdiera mucho, pero con el deseo de ayudar al débil y que alumbre la justicia y el orden.

Así pues, su esencia tal como su educación y posición social lo hicieron el “elegido” para ser conductor del destino del pueblo judío en ese momento trascendental, y ser luego generador de efectos positivos para todas las generaciones.

Pero, parece contradictorio que a la hora de ser anunciado por Dios cuál sería su rol en la historia, Moshé se rehusara a aceptarlo y su negativa se repitió hasta cinco veces.
¿Cómo puede ser?
El hombre de la justicia, el defensor del caído, ¿cómo no aceptar tamaña responsabilidad que le estaba adjudicando el Eterno?

Te daré dos respuestas posibles, y te pido que si tu tienes alguna otra la compartas con nosotros en la sección de los comentarios, aquí debajo de este artículo.

  1. Moshé ya estaba establecido en Midián, ya tenía su vida de pastor, ya tenía su familia, ya había dejado el oropel del pasado palaciego, ahora era un pastor de ovejas. Estaba dedicado a ayudar a la gente de su entorno y a ser un pastor cuidadoso con su rebaño. No se veía en un rol de liderazgo de masas, confrontando al más poderoso emperador de la época, haciéndose cargo de la vida y destino de millones de personas.
    Había “madurado” y su meta no era ser un “mesías”, un redentor, un salvador, sino que se resumía a su vida, a su gente, y no a su gente de origen, a aquellos lejanos parientes esclavizados en Egipto.
    Muy normal, ¿no lo crees así?
  2. Moshé ayudaba aún a costa de arriesgarse él mismo, sin esperar nada a cambio.
    La suya era una tarea altruista, realmente generosa, carente de avidez o ambición personal.
    Moshé intuyó que de aceptar el importante cargo que le ofrecía el Eterno desde la zarza, ya no podría ser el ejecutor de la justicia y del orden por el simple amor a hacerlo.
    Intuyó que su papel le traería renombre, dominio, posesiones, beneficios que él no quería ni pretendía.
    Él no trabajaba como líder para llenar su cuenta bancaria y someter a los de su rebaño; el trabajaba por amor a la gente, por consideración al prójimo, por férrea adhesión a la justicia y el orden.

No quería el honor, no quería el beneficio, tal como los verdaderos líderes debieran hacer.
Pero estamos rodeados de todo tipo de “preeminentes” que actúan por sus propios intereses, sin ningún dilema ética abusan de sus seguidores, se aprovechan de sus posiciones, adquieren posesiones, someten y se aprovechan. Esos no son líderes, no son pastores, no son cabezas, sino usurpadores que con un poco de habilidad y otro de astucia ocupan cargos que debieran dejar para los que son en esencia y educación competentes.
Ayudar a la gente, sin segundas intenciones, sin interés propio.
Moshé era un líder natural, el que ayuda al crecimiento integral de quienes le siguen sin querer nada para sí mismo a cambio.
Ésta es la calidad de líder, esto es exactamente lo que los leales del Eterno precisan, lo que nos sirve para liberarnos cada uno de nuestro propio Egipto.

Hoy por hoy los “líderes” son habitualmente como los que representamos en la imagen que acompaña al texto.
Gente sometida a su EGO y que someten a otros a sus dictados infantiles pero muy bien envueltos en palabras, caricias, ordenanzas, amenazas, etc..
Ten cuidado con esos líderes, que ni siquiera saben gobernar sus propios vidas.
Busca al verdadero líder, a uno que siga la línea de Moshé, entonces tendrás un verdadero socio en tu crecimiento integral.

Te invito a que sigas visitando y participando de nuestros sitios FULVIDA.com y SERJUDIO.com, para compartir de este buen pan.

Se acerca el dia!

No es de «interes» para el hombre ahondar en los temas de la supuesta fecha de nacimiento o en los relatos que presentan los llamados «evangelios apocrifos», porque no le conviene a ninguna iglesia. No existe fecha alguna, pero lo que es incuestionable es que no sucedio el 25 de diciembre, y que esta fecha, al igual que muchos mitos del cristianismo, son elementos prestados de otras religiones. El cristianismo no es la primera ni la segunda religión en usurpar la fecha del solsticio de invierno y apropiarsela. Lo curioso es que se tome a la ligera uno de los eventos «mas importantes» del mito cristiano, y que sin vergüenza alguna, se diga abiertamente que los cristianos en «navidad», están celebrando ritos de religiones antiguas, diferentes a la que ellos profesan.

Por el pronto retorno de los fieles!

Resp. 911 – Creer a la manera judía?

nathanael nos consulta:

Alguien me hizo esta pregunta;
1- ¿porque cree en/a Dios a la manera judía?
2- ¿Porque no a la manera de lo que dicen otros pueblos (chinos e hindúes por ejemplo) acerca de Dios?
Lo que le pude contestar es que es por confianza, con lo cual al final de la discusión sinceramente ni el ni yo quedamos satisfechos. Entonces, si me respuesta no fue correcta o fue insatisfactoria
3- ¿porque se debería confiar en el testimonio del judaismo?
Muchas gracias,

Ing Natanael Reyes, 32 años, El Salvador

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Esos que se hacen llamar judíos mesiánicos…

Alguien me preguntó el otro día qué tenía de malo la ideología de los “judíos mesiánicos”, le dije que sobre eso ya había escrito muchísimo, tanto en SERJUDIO.com como en FULVIDA.com, por lo que le pedí que ampliara mi respuesta buscando, leyendo y estudiando los textos allí publicados.
En una breve respuesta, que quizás te sirva tener a mano para tu auxilio, le dije:

En su origen el “judaísmo mesiánico” nació hace unas pocas décadas como un emprendimiento de grupos fundamentalistas evangélicos, con la ayuda de un puñadito de judíos de nacimiento pero traidores consumados a su Familia, que tenían la clara finalidad de convertir a los judíos en cristianos. Pero, a diferencia de sus predecesores no usarían el fuego, la tortura, la matanza, la opresión, sino el primer sistema pergeñado por el más perverso de todos los misioneros,el gentil Pablo de Tarso: confundir, sembrar la duda, corromper, mezclar, engañar, disfrazar, hacer pasar una cosa por otra.
Y así, nació el “judaísmo mesiánico”, del corazón del evangelismo recalcitrante hacia el corazón del pueblo judío, como una flecha envenenada que surca en la oscuridad y mata sin ser vista, y a veces ni sentida, pero su punta y su ponzoña matan sin remedio.
Ya con este nacimiento y destino, dudosamente se le puede considerar “kosher”, admisible, compartible, leal, loable, para estimar, para apreciar, para admitir y vivir acorde.

Luego, de aquellos que se dicen “judíos mesiánicos”, habría que ver cuantos de ellos realmente son JUDÍOS.
Si bien en su principio, como te mencione recién, su objetivo era convertir al cristianismo (pero con otro nombre) a los judíos, con el paso de los tiempos mutó y se uso con eficacia para entrampar a gente no judía.
Estaban aquellos gentiles cansados de las fantasías de las religiones, decepcionados por la falsedad de sus religiones, anhelantes por algo más puro, o quizás directamente deseosos de formar parte del judaísmo. Pero por uno u otro motivo no encontraron la senda hacia el noajismo, o a la conversión leal y legal al judaísmo.
Entonces, descubrieron, o se les ofreció, esto que parecía un atajo a sus deseos.
Algo que parece ser judío, que se viste como se supone es judío, que mezcla cosas judaicas, que se bailotea en supuestas danzas judías, que se comparta el pan judío, que se es miembro del árbol de Jesús (al que le inventaron todo tipo de nombretes judaizados, con ínfulas de místicos, con sabor a antiguo por no decir viejo y podrido, es decir, más fantasías mediocres pero muy marketineras).
Así, se llenó de gentiles que de un día para el otro dejaron de ser cristianos (de alguna de las mil sectas cristianas) para ser “judíos mesiánicos” (es decir, miembros de OTRA de las sectas cristianas, pero que se avergüenza de reconocerse como tal).
Gente que se inventó todo tipo de excusas para creerse “judíos”, como que su apellido tiene una Z, su antepasado vivió en España, su nombre suena a Alemán, tiene ojos claros, en su casa le dijeron que ellos eran diferentes, tienen la idea de que son descendientes de “marranos”, se “convirtieron” con un rabino en un ritual por la internet, se hicieron la circuncisión, se bautizaron en una “mikve” en el nombre de Yejoshuja y etcéteras varios, todos ridículos para quien es honesto y un poquito conocedor.
Así pues, de los que se hacen llamar judíos mesiánicos, probablemente sean poquitos los que tienen en su haber el derecho de ser llamados “judíos”, aunque ahora vivan en completo erro, e incluso traición hacia su familia, su pasado, su destino y Dios.

Pero hay más.
Al Nuevo Testamento (con el fraudulento nombre de “jabrit jajadasha” o “código real”) lo hacen pasar por la válida continuación del Tanaj, o a veces como una especie de “Talmud” netzarita, a la par del verdadero Talmud.
Pero, esa colección de fábulas, cuentitos, leyendas, invenciones del imperialismo romano, divagaciones gnósticas, paganismo sazonado con auras de judaísmo, en modo alguno puede ser considerado parte de la Biblia, su prolongación o su válido comentario; pues está en una senda absolutamente ajena, contraria y deformada de lo que es la esencia y contenido del Tanaj y la rica Tradición Oral santa de Israel.
Te brindo unos breves ejemplos ahora.
La Biblia, la verdadera, la de los judíos, enseña claramente que la Era Mesiánica implica la redención de Israel (el pueblo y la tierra), con la restauración completa del reino davídico, al tiempo que conlleva la corrección espiritual y material de la nación judía, y por extensión la de todo el mundo.
Pero, el Nuevo Testamento adoctrina con israeles espirituales, rechazando el lugar de Israel (el verdadero y único), las profecías del reinado concreto del rey davídico, para sustituirlo por una fantasiosa salvación del pecado exclusivamente para el alma y un absoluto desprecio y odio hacia el cuerpo. Se trata de la salvación a toda costa para el individuo y se deja de considerar a la nación.
En el medio se inventan todo tipo de doctrinas que refieren a pecados originales, culpas colectivas por pecados de individuos, dioses vengativos que no se calman a no se que haya sacrificio sangriento y doloroso, centralidad de intercesores espirituales indispensables para cualquier salvación, dominio de una potencia espiritual negativa y todopoderosa, entre otras ideas y creencias muy antiguas y muy idolátricas, que en nada se sostienen en el marco santo del Tanaj y la Tradición.
Y ni hablemos de la pluralidad de dioses, dioses humanos, demonios endiosados, y un sin fin de inventos muy hábilmente seleccionados para someter a las masas, para ejercer la manipulación emocional, para mantener el dominio sobre personas y colectivos.

Pero, siguiendo con la incoherencia de pretender sumar al Nuevo Testamento a lo bíblico –verdadero-, tenemos los cuentitos de Jesús ridiculizando las palabras de los sabios, quienes con todo derecho (Divino y humano) eran los encargados de enseñar las sendas del Eterno. Así mismo, lo vemos a Jesús diciendo que no pretende cambiar nada de lo judaico, pero en los hechos actúa de una manera contraria, y ni que decir de los resultados que se derivan de la fe en él…
(Y todo esto sin apegarnos a nuestro conocido argumento de que en realidad el tal Jesús del Nuevo Testamento NUNCA existió, sino que es una invención literaria, desarrollada para que el imperio romano mantuviera su debilitado poder. El tal Jesús neotestamentario, que es una colcha de retazos de viejas leyendas, historias de algunos personajes reales, la febril pluma de autores gnósticos, las necesidades imperialistas, el habilidoso leer las profecías e inventar que Jesús las cumplió… si igual nadie podía decir lo contrario, etc.).
Esto, además de que el tal personaje se anunciaba y declaraba como que era superior a Moisés e invalidaba la Torá.
También se puso directamente como un objeto de fe, por medio del cual sólo los que creen en él se salvan del infierno y todos los demás perecen en dolor eterno.
Por supuesto que esto no tiene ni una jota que ver con la Torá, y ni siquiera nos extendimos ni profundizamos en todas las discordancias, contradicciones, empellones que representa el Nuevo Testamento para con la Torá y la Tradición.

En resumen, todas estas cuestiones son claramente una grosera desviación de la trayectoria de la Torá, es disfrazar de santidad las creencias de los paganos y tratar de injertarla en la vida sagrada de los leales a Dios de forma encubierta
Y eso que la doctrina oficial es aún más pesada y antagónica a Dios y lo que Le pertenece.

En resumen, aquellos que se hacen llamar “judíos mesiánicos”, si por alguna casualidad realmente fueran judíos, no están dentro del marco dictado por Dios, y no viven una vida de “mesianismo”, sino de CRISTIANISMO, disfrazado, pero cristianismo al fin (y al principio, y en el medio).
Y si no son judíos, entonces están doblemente confundidos y perdidos, por lo que precisan ser alumbrados prontamente con el Faro Universal de la Luz para la Vida, con el noajismo, aquel que gratuitamente y con gran esfuerzo ofrecemos en FULVIDA.com para las naciones.

A despertar amigos míos.
A tomar conciencia de la gravedad de la situación.
A hacer lo posible para ayudar al prójimo, al familiar, al lejano a que abandone la senda de la perdición y encuentre su verdadero camino: el judaísmo para judíos, el noajismo para los gentiles.

A construir Shalom, para hacer nuestra parte en la tarea de atraer más pronto la Era Mesiánica VERDADERA.