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Dónde estás y qué haces

Hola, buena semana amigo noájida.
Comparto nuevamente contigo del buen pan espiritual que nace en el horno del judaísmo y es compartible con el noájida.
En esta ocasión se trata de la lectura semanal de la porción denominada Ekev, de la cual he seleccionado para compartir contigo los siguientes temas:

1. Nuestras acciones conllevan reacciones. Lo que consideramos un “castigo” de Dios suele ser la necesaria conclusión a lo que hicimos o dejamos de hacer.

2. Es sumamente meritorio agradecer por lo que se obtiene, incluso aunque uno se crea merecedor o que le corresponde. Agradecer a Dios pero también al prójimo. No hay que comportarse como esos religiosos, llenos de rituales y dogmas pero cero de espiritualidad, que se la pasan hablando de su dios y poderes varios, pero desprecian al prójimo y son incapaces de decir “gracias” a quien corresponde.

3. La idolatría está absolutamente prohibida. Son muchas las causas, entre otras porque es engaño, es abrir la puerta a las malas acciones, es justificar el mal, es negar la Autoridad de Dios.

4. Es bueno rezar al Eterno. Pero rezar, no ponerse a dar órdenes a Dios.

5. Israel es la buena tierra que Dios ha dispuesto para que sea hogar del pueblo judío. Por tanto el noájida consciente y activo tiene la tarea de promover el establecimiento pacífico, independiente, seguro, provechoso de la nación judía en su tierra.

6. ¿Cómo se debe evaluar el “éxito”?

Dice la parashá: “No sea que digas en tu corazón: ‘Mi fuerza y el poder de mi mano me han traído esta prosperidad.’ Al contrario, acuérdate del Eterno tu Elokim. Él es el que te da poder para hacer riquezas ” (Devarim / Deuteronomio 8:17-18)

El Ben Ish Jai (Jajam Iosef Jaim de Bagdad, 1832-1909) solía enseñar que: “La gente acostumbra ir en la dirección equivocada. Cuando una persona está valorando sus aspectos materiales, generalmente se compara con otro y piensa ‘esa persona está mejor que yo’, cuando en realidad debería evaluarse en relación con alguien en un peldaño inferior y decir ‘estoy mejor que él, tengo suficiente’.
Cuando está valorando su dimensión espiritual, generalmente busca a uno menos activo y dice ‘yo hago más esto y aquello, etc.’, cuando deberíamos estar buscando a alguien que esté en algún grado superior, para tomarlo como ejemplo y tratar de imitar a esa persona en sus buenas cualidades”.

No se trata de competir con otros, ni de una carrera en la cual se demuestre que uno es mejor que nadie. Sino en tomar el modelo del que ha encontrado un sistema para perfeccionarse, adoptar ese método, adaptarlo para acondicionarlo a las cualidades propias y usarlo para mejorar. Es una relación en la cual no hay perdedores, pero sí ganadores.
Es bueno verse en otros para aprender a verse a uno mismo, saber dónde está ubicado y proponerse una meta posible para alcanzar.

 

Relato: El cuento

Como cada noche la niña compartía con su papá la lectura de algún cuentito antes de ir a dormir.
Ella sabía el dibujito de alguna letra, de a poco las iba reconociendo, quizás si se lo proponía hasta podría leerse algún cuento. Pero ella quería esos minutos únicos en toda la jornada. Era el placer de oír a su papá relatando, de las entonaciones que usaba, ver esos gestos, el sentir la risa compartida, ese momento era mágico. Antes de dormir encontraba lo que en todo el día no tenía. Entonces, dormía feliz, satisfecha, abrazada a su osito, llena de cariño, segura, confiada.

Pero, los grandes no siempre viven al ritmo de los niños.
Tiene cosas “más importantes” (acentuar estas palabras cuando se leen en voz alta), quizás un trabajo que terminar ante la computadora, un programa que ver en la tele, un partido de fútbol por el cual angustiarse durante un rato, charlas de negocios, preocuparse por “cosas de adultos”, en fin, cosas de grandes, que siempre son “más importantes” y que no pueden desperdiciarse en cuentitos para niños…

Entonces el padre compró unos cuentos ilustrados que ya venían con su lujoso CD en el cual artistas de renombre narraban las historias para niños.
Tenían efectos especiales de sonido, eran perfectos desde el punto técnico, llenos de arte y calidad (y así habían costado).
Puse la radio con lector de CD encima de la mesita de luz de su hija, le enseñó que botón presionar, cómo escuchar nuevamente, ir a otro cuento, todo lo necesario.
Le dio el besito de buenas noches sobre la frente, para estar en menos de un minuto nuevamente enfrascado en su “más importante” ocupación.

No pasaron ni tres minutos cuando la niñita se apareció junto a él, el libro en la mano y una carita de ángel pedigüeño, para decir: “¿Me lo lees, por favor?”
“Hija, tengo que hacer esto y aquello, usa el CD, ya sabes cómo” – dijo él, mientras la quitaba de delante de la pantalla, porque ella parecía no darse cuenta de que estaba tapando la película.
“Sí, pero quiero compartirlo contigo” –dijo ella casi en un suspiro.

Preguntas para repasar y reflexionar

1. ¿Cómo crees que sigue este cuento?

2. ¿Cuál es la moraleja del cuento?

3. ¿Cómo relacionas este relato con el contenido de la parashá?

4. ¿Te parece que esta enseñanza tiene alguna relevancia para la vida cotidiana de un noájida?

5. ¿Conoces algún otro relato o anécdota que tenga similar contenido?

Los “santos” estafadores

Estamos en una época lamentable.
Ahora hasta entre los que se sienten y creen fieles al Eterno ha surgido la moda de aferrarse a hombres, intermediarios, “santos”, “tzadikim”, “babas”, cabalisteros varios, “rebbes”, para que les sirvan de canal y conexión con Dios.
Bajo diversas excusas, amparándose en tal o cual concepto o frase de la antigua y sagrada Tradición, se han empecinado en doblegar su voluntad a los deseos y mandatos de otro, uno al que consideran superior en todos los aspectos a sí mismo.
Se degradan, rechazan la conexión con Dios, dependen infantilmente de lo que otro escoge.
En una total infantilización del ser, en una forma de vida ausente, son dogmáticos en predicar a su líder, reverenciarlo, defenderlo, sostenerlo económicamente, seguirlo hasta la muerte, cometer cualquier acto con tal de obtener su aprecio, etc.
Es casi como una paganización, o cristianización, fanática de lo que debiera ser una vida de simpleza, de bondad, de justicia, de lealtad a Dios, de autoconocimiento, de amor al prójimo, de respeto por los mayores, de saludable guía de algún maestro de vida sabio.
Es la desconexión con Dios y con el hombre, porque se desconecta de sí mismo para vivir apegado a su “santo líder”.
Muchas veces esta persona, el “tzadik”, es bien intencionada, honesta, estudiosa, pero sin embargo permite que se cree y preserve este sistema de adulación y reverencia.
Pero otras veces, infinidad, son artistas del engaño los que se presenten y son aceptados como el gurú a seguir. Demandan dinero en abundancia, rompen y arman familias, inventan enfermedades y curaciones inexistentes en la realidad, se hacen pasar por agentes divinos o deidades en sí mismas, presionan, amenazan, aconsejan de acuerdo a su egoísmo, etc.
Estamos plagados de supersticiones, rituales, mejunjes varios que son obra de este sistema corrupto de vida.
Rebes y babas que ponen precio a sus bendiciones, maldicen si no les pagan suculentos miles de dólares por supuestas sanaciones espirituales, que amenazan con males de ojo, que inventan enfermedades ficticias y curas que nunca llegan, que prometen matrimonios e hijos que nunca se dan, que se rodean de personas violentas que presionan, que son apoyados por el silencio cómplice de los que saben y deben hacer algo pero que no lo hacen.
Doctores cabalisteros, mekubalim, falsos rabinos, supuestos santos, todos ellos artistas del engaño, ávidos de dinero, de poder, de influencia… Charlatanes, parodistas, émulos de pastores de religiones idolátricas, sedientos de adorar a sus EGOs.
Pero también están los que siendo honestos igualmente han caído en ese remolino de creerse en el rol de sagrados mediadores entre Dios y el hombre, de ser canales exclusivos de bendición, de ser los que otorgan beneficios porque saben como manipular a Dios, etc.
Pongan en el buscador google, o cualquier otro, las palabras “mekubalim” y “fraud”, en inglés porque encontrarán muchos más resultados que en español. Si no entienden el idioma usen el traductor de google, o algún otro. Se encontrarán con centenas de casos de fraudes, extorsiones, entre otros aberrantes delitos que se cometen en el nombre de “dios”, por gente que está usando a Dios para sus negocios turbios. Se aprovechan de la necesidad de la gente, de la ignorancia, del miedo, de la manipulación, de la mentira, de la estafa, en fin, se aprovechan, cosa que es terrible, pero lo hace infinitamente peor que sea en nombre de “Dios”, del judaísmo, de la Torá, etc.

En nuestra época, pues se ha intensificado en las últimas décadas, abundan estos gurúes, que en muchas ocasiones se visten y comportan como “tzadikim”, hombres justos íntegros. Usan barbas, sombreros, ropas negras, vestimentas sagradas del judaísmo, tienen libros tradicionales, hasta pueden portar el título de rabino antes del nombre –sean títulos originales o inventados-.
Usurpando algunas de las funciones del verdaderos “tzadik” hacen su negocio.
Se enriquecen, detentan el poder, ejercen sus pasiones, todo en el nombre de “dios”.
Y las personas los adoran, los buscan, defienden, niegan los evidentes actos de corrupción y estafa, les regalan hasta sus vidas enteras con tal de seguir a la sombra de estos personajes.
Es terrible, pero tan cierto.
Afecta a muchos de los jaredim, aquellos judíos que son llamados “ultra-ortodoxos”, que cada vez se cierran más en torno a ciertos conceptos rígidos, extremos, que se imponen como de la tradición, pero ciertamente no son originales y ni siquiera deseables. Así rezan al “rebe” tal o cual, peregrinan a la tumba del sabio éste o aquel, usan amuletos con justificaciones más o menos complicadas, rechazan aspectos admisibles dentro de la Ley con tal de vivir en su gueto mental y material que los aísla y esclaviza a sus dogmas y a su líder. Se llenan de religión y apariencias en vez de espiritualidad a la vieja y sagrada usanza.
Pero también este cáncer sicosocial afecta a otras secciones del pueblo judío, y a los gentiles.
Entre estos últimos es quizás más “normal”, puesto que han vivido siglos, milenios en el pozo de la idolatría, de la negación de Dios, en relación con ángeles e intermediarios sagrados –irreales pero que ellos igualmente veneran-, sin la Luz de la Torá y los verdaderos tzadikim. Sin embargo, tampoco esa “normalidad” es saludable, puesto que el Eterno también quiere integridad de parte de los hijos de las naciones.
Así pues, es hora de tomar conciencia de esta espantosa realidad que nos rodea o de la que somos parte.
No echar culpas ni quejarse, no hacerse la víctima, no enojarse con quien señala el mal, sino hacer algo para ser libre del EGO, romper las cadenas de la idolatría y la superstición, dejar de prestar oídos a los mercaderes de la fe, denunciar a los fetraficantes que actúan de modo similar a los narcotraficantes.
Pero, sé que pocos lo harán, hay miedo en varios niveles, ignorancia, ceguera, apego a la religión en vez de a la espiritualidad.
Sin embargo, si uno despierta y se libera y entonces deja de lado la superstición, los fanatismos, los extremismos necios, podrá ayudar a otro a despertar y así se multiplicarán las personas que vivan en lealtad al Eterno, sin doctrinas de supuesta santidad que en realidad son cárceles para el alma.

Palabras duras, pero considero que necesarias. 
Como en su momento amonestara el Eterno por boca del profeta:

"Desde el profeta hasta el sacerdote, todos obran con engaño y curan con superficialidad el quebranto de mi pueblo, diciendo: ‘Paz, paz.’ ¡Pero no hay paz!"
(Irmiá / Jeremías 6:13-14)

Recomiendo el estudio del capítulo 13 de Iejezkel/Ezequiel, en donde vemos cómo estos vendedores de humo tóxico desde antaño usan similares estratagemas, trampas, mentiras para engañar, para hacerse pasar por santos, para vender sanidad y bendición, pero solamente entregan falsedad, superstición, no-paz.
Antaño contábamos con voces valientes que proclamaban la integridad del servicio al Eterno, en contra de tanta tramoya perversa, de tanto gurú santificado como semi-deidad.
Pero hoy…

Para finalizar quiero dejarles una historia de un verdadero tzadik, de alguien que podría servir como ejemplo:

En cierta ocasión un campesino y su esposa se presentaron ante el predicador de Koznitz para rogarle que rezara a favor de que tuvieran un hijo.
El sabio hombre les pidió 52 monedas de oro a cambio del milagro, y explicó que ese número correspondía al valor de la palabra ben, que en hebreo quiere decir "hijo".
El campesino rebuscó en sus bolsillos, y le entregó 10 monedas al maestro.
Éste rechazó esas monedas y recalcó, deben darme 52, sino no habrá milagro.
Un tanto alterado el campesino fue a la feria y allí vendió los objetos de valor que él y su esposa tenían. Con el dinero regresó a lo del rabino, y entonces le presentó 22 monedas, exclamando: "¡Esto es todo!, ahora rece por que tengamos un hijo".
El predicador no tocó las monedas, sino que impasible respondió: "52 monedas es lo que les he pedido, no menos".
Totalmente furioso el campesino toma a su mujer del brazo y sale gritando de la oficina del maestro: "¡Vámonos de aquí, le rezaremos a Dios directamente, sin necesidades de que haya en el medio intermediarios! El Todopoderoso nos ayudará igualmente".
Entonces los detuvo un momento el maestro y les explicó: "Ciertamente, ahora estás haciendo lo que les dará lo que tanto desean".
Y así fue.

El impulso del noájida “bien intencionado”

Comparto contigo una enseñanza judía, para judíos, en contexto judío, al respecto de la Torá y de los 613 mandamientos para los judíos.
NO ES para que te confundas y asumas que la Torá y los 613 son parte del tesoro de las naciones, pues no es así. Tampoco para que te creas en potestad para estudiar Torá como deben los judíos, ni para que te pongas a predicar “la Palabra”, ni para que te impongas limitaciones que Dios no quiere para ti.
Sino que es para que entiendas el mensaje universal que porta, aquel que es provechoso y de bendición para cualquier persona, sea judía o noájida, y a partir del sentido del mensaje puedas fortalecer tu propia identidad, crecer en todos tus planos, afianzarte y desarrollar todos tus potenciales.
Ahora, la enseñanza.

El rabino Gifter (en «Pirkei Torá», traducido libremente por nosotros) nos enseña:

«Dice la Torá:
No añadáis a las palabras que Yo os mando, ni quitéis de ellas, de modo que guardéis los mandamientos del Eterno vuestro Elokim, que Yo os mando.’
(Devarim / Deuteronomio 4:2).
La tendencia natural del hombre es de abstenerse a ser sometido a la voluntad ajena.
Nosotros queremos auto-gobernarnos.
Esta tendencia puede impedir grandemente nuestro servicio a Dios, ya que el verdadero servicio a Dios demanda una completa sumisión al gobierno de la Torá.
Añadir o quitar de los mandamientos -que son la manifestación de nuestro servicio a Dios- está para satisfacer la propia voluntad, pero no la voluntad de nuestro Creador.»

¿La voluntad de quien vas a cumplir?
¿La tuya?
¿La de tu pastor?
¿La de tu seudo rabino?
¿La de tu sociedad?
¿La de tu secta?
¿La de tus amigos?
¿La de tu pareja?
¿La de tus hijos?
¿La de tu patrón?
¿La de tu religión?
¿La de tu partido político?
¿La de aquel o ese otro?
¿La de los dioses?
¿La de DIOS?

El hombre saludable comprende y toma para sí el consejo de los sabios, aunque ni siquiera lo conozca:

“Haz que Su voluntad sea tu voluntad”
(Pirkei Avot 2:4)

Hacer nuestra la voluntad de Dios.
Estar en perfecta armonía con Él.

Esto implica que el noájida debe tomar conciencia de que Dios ha dictado solamente Siete Mandamientos Universales para él, ni más, ni menos.
Comprender que esos siete mandamientos son raíces de los cuales se enarbolan diversas reglas saludables de conducta, buenas para la persona y para la sociedad.
Tales son los mandamientos, no otros, ni más, ni menos.

Cuando el noájida asume mandamientos de los judíos como si fueran propios, está estafando a su ser, mintiendo para afuera, provocando el caos, llevando destrucción al mundo.

Sí, es cierto, hay mandamientos judíos que pueden ser tomados como buenas costumbres por el noájida, tales como rezar, dar caridad, respetar a los padres, amar al prójimo, entre otros, pero en modo alguno el noájida tiene derecho a decir que eso es lo que Dios le ha mandado, pues no es así.
Seguramente que se podría encontrar formas de sintonizar todas estas buenas acciones que son mandamientos para los judíos para que sean reglas de vida –opcionales- para el noájida. A excepción de aquellos mandamientos que expresamente dice la Ley que quedan absolutamente por fuera de los noájidas, tales como el Shabat con sus formalidades, el uso de tzitzit (digamos, el manto ritual, para comprendernos fácilmente), las festividades con sus modismos, el estudio de la Torá (solamente aquellas porciones limitadas que conllevan el reforzamiento de la identidad noájica están permitidas), entre otros que hemos expresado en otras ocasiones.

Así pues, querido hermano noájida, que nadie te lleve a añadir o quitar de tus Siete Mandamientos.
NADIE.
Pues nadie tiene la autoridad de Dios.
Él ha decretado, es Su Voluntad, que sean para ti los siete mandamientos universales, no otra cosa.
Por tanto, cuando algún “iluminado” oscuro te exija celebrar festividades judías como los judíos, actuar como judío, disfrazarte como judío, o hacer cualquier de los mandamientos para los judíos “o te vas al infierno”, debes ponerle un freno a tal persona, no caer en el error, fortalecerte en tu belleza interior y no corromperte detrás de las “buenas intenciones” sin conocimiento que suelen desmoronar al mundo.

Sé humilde, sé sabio, sé bueno, sé justo, al aceptar con alegría tu sagrada porción que se llama “noajismo”.
Que no es sucursal del judaísmo, que no es mala copia del judaísmo, que no es un paso hacia la conversión al judaísmo, que no es el hermano bobo del judaísmo, que no es servil del judaísmo, que no depende del bastón del rabino judío.
Sé feliz con la sagrada herencia que Dios mismo ha diseñado para ti y te la ha regalado.
No pretendas saber más que Dios, no hagas caso a tu EGO que te indica que eres tú el que decide cómo debe ser la realidad.

Sométete a la Voluntad de Dios, en lugar de presumir que eres “religioso” porque te pones algún gorrito, farfullas palabras hebreas, dices predicar en nombre de algún rabino, pones a algún rabino como pretexto para sostener con vida a tu sectita…

Dios no quiere tus disfraces, ni tu palabrería, ni tu jasideismo, ni tu cabalismo, ni tu torpe locución en algo parecido hebreo, ni tu aspiración a ser un ser especial… nada de eso quiere Dios de ti.
Él te ha indicado lo que quiere: que cumplas los Siete Mandamientos.
Que seas humilde, que seas bueno, que seas justo.

Sí, para el que está sometido al EGO estas palabras duelen, porque les obliga a ponerse en su lugar.
Se armarán mil invenciones para mantener al EGO en el poder, para seguir ejerciendo la prostitución de la religión en vez de santificar la vida con espiritualidad.

Ahora, haz tu vida.

Acerca de la Masturbación

Espero mis queridos lectores se encuentren sumamente bien.

En la actualidad se esta viviendo una etapa donde el sexo no es tan recatado como en tiempos antiguos (por lo menos quiero creer que era así), la misma televisión suele mostrar chicas semis desnudas en horario de protección al menor, los adolescentes denigran a las chicas con palabras totalmente desubicadas y atrevidas (a las que se dejan), en fin, es sabido sin muchas explicaciones (por lo menos en mi país) que la excitación sexual esta hasta en la propia casa de cada uno, con respecto a la televisión. Y que los más afectados, en su mayoría, son los adolescentes y más aún aquellos que recurren a la masturbación.

La masturbación es totalmente normal, pero utilizando las palabras de un sabio amigo «que sea normal no quiere decir que sea positiva». ¿Y porqué?

Resulta pues, que Dios nos otorgó el poderoso deseo sexual para que podamos querer, en cierta forma, estar con otra persona (del sexo opuesto, hablando sexualmente), unirnos, compartir, dar, etc… Y esto es así, pues dijo la sagrada Torá no es bueno que el hombre ( es decir, tanto hombre como mujer) este solo, además de entenderse que la unión de dos personas del sexo opuesto (en tanto Dios lo permita) conlleva a la creación de una tercera persona.

Ahora… ¿Que problema hay con el que se masturba?…

En primer lugar, aquel que se masturba va en contra de DAR vida, aunque en casos de extrema necesidad o de orden medico se esta permitido, en tanto se lleve un control y la masturbación no lleve al individuo que la práctica a desear la soledad en vez de la compañía de alguien a quien amar y compartir toda una vida de dulzura y amor.

En segundo lugar, el propósito del deseo sexual es UNIRSE al PRÓJIMO y la masturbación permite el abrazo en la fantasía (y a la vez en la realidad) a uno mismo y no al que se quiere, que se supone amar o compartir una experiencia bonita con el otro.

Y en tercer lugar, aquel que se masturba no entiende que esta malgastando el único potencial que lo llevará a toparse y encarar a aquel o aquella que se desee, pues si uno malgastó el potencial entonces ya no tiene más ganas de compartir algo con alguien. Es decir, uno al masturbarse elige abrazar la soledad que utilizar la energía en algo positivo, como lo es  el encontrar a la pareja idónea.

Eres tú el que eliges… abrazar la soledad (producto del EGO) o utilizar la energía sexual para poder encarar a aquel o aquella que te agrade…

¿Que me puedes compartir o corregir tu, querido socio, para poder seguir construyendo shalom?

Pd: Moré le agradecería mucho una imagen. Gracias y mil disculpas!!!

 

Soy bueno…

Recién vi publicado esto en el muro de uno de mis “amigos” del Facebook:

Dicen por ahí «…que para que lo bueno llegue a uno, primero debe uno deseárselo a los demás»,
por eso es que de todo corazón les deseo que la abundancia llegue a todos y a cada uno de ustedes.

A primera vista es como para hacer clic en el botoncito de “me gusta” y quizás hasta decir, “gracias” o algo parecido.
Pero luego de la reacción inicial de buena onda, cuando uno se permite analizar con mesurada crítica, surgen otras ideas.
¿Te tomas tu tiempo para analizar y luego sigues leyendo?

Creo que bien valdría preguntarse: ¿por qué uno actúa bien hacia los demás?
Las respuestas podrían ser múltiples, tales como:

porque Dios manda,
porque está bueno,
porque el otro se beneficia,
porque me deja contento,
porque así el otro queda en deuda,
para que el otro me pague de algún modo,
para ser bien visto por la sociedad,
para ganarme el paraíso,
para sentirme bien,
porque así me lo enseñaron y no me lo cuestiono,
porque filosóficamente es lo correcto,
porque me sale comportarme así,
porque quiero hacer del mundo un mejor lugar,
porque sigo el ejemplo de tal o cual personaje,
y así podríamos ir pensando más y más respuestas, con mayor o menor originalidad, más o menos honestas.

Lo que el buen señor del Facebook, seguramente que siguiendo a otros buenos señores que lo hicieron antes,
en realidad no pareciera ser “de todo corazón”, como expresa, su deseo de que le vaya bien a los demás,
sino que con “medio corazón”,
pues su interés no está en el beneficio real del otro,
sino en como el desearle eso
repercute para bien en uno mismo.

Pongámoslo de otra manera,
te deseo todo lo mejor
para que A MÍ me vaya bien.

¿Suena de auténtico y desinteresado cariño hacia el prójimo?
Quizás para ti sí, esto sea algo bueno y sin ningún interés secundario por detrás.
Pero en mi humilde opinión,
no se está genuinamente interesado en el bienestar del otro,
sino solamente como mecanismo supersticioso, mágico, misterioso
para que el bien me llegue a mí.

Ojo, no estoy juzgando a la buena persona que con toda buena intención puso el mensaje en el FB, ni a los que andan por la vida pensando, creyendo, sintiendo cosas parecidas.
Por lo general, así nos comportamos casi todos los humanos.
Cuando empezamos a pelar las capas de cebolla de nuestro Yo Vivido, vamos descubriendo que no solemos ser tan auténticos, tan buena onda, tan desinteresados, tan misericordiosos.
Con un honesto ojo podemos vernos procurando obtener réditos, manipulando, haciendo arreglitos con el prójimo o pretendiendo hacerlos con Dios, nos vamos descubriendo como personas poco claras en su soñar, pensar, desear, actuar.
Y… no es que tenga nada malo desear para uno prosperidad, bienestar, comodidad, placer, buen pasar, disfrute, etc. No tiene nada de malo, en lo absoluto.
Lo que no es tan bueno es “ser bueno” porque de esa forma voy a ganar algo.
Eso es EGO, y el EGO no lleva a buen puerto.

¿Cómo me hubiera gustado el mensaje en el FB?
A ver… podría ser algo así como:

Dicen por ahí «…que para que lo bueno llegue a uno, primero debe uno deseárselo a los demás»,
¡no creas todo lo que dicen!
De todo corazón les deseo que la abundancia llegue a todos y a cada uno de ustedes,
porque si a ti te va bien, para mi es suficiente motivo de alegría.

No se si me gusta mucho tampoco esta formulación.
Quizás es una apariencia de bondad, quizá sería mejor decir simplemente:

Deseo que puedas disfrutar de la bendición constante que desde lo Alto te hacen llegar.

No lo sé.
¿Tú qué crees?

En resumen, la idea de este breve post era reflexionar los motivos por los cuales actuamos bien.
¿Te ha servido para ello?
¿Descubriste algo nuevo acerca de ti?

Para finalizar:

Ben Azai dice: «El pago por el cumplimiento del bien es el bien mismo. El correspondiente al mal, es el mal mismo.
Dichoso aquel que oye un insulto y simula ignorarlo, pues evita un centenar de males.»
(Pirkei Avot)

Dar sentido a la vida

Hola amigo noájida, nuevamente te ofrezco el gratuito pan espiritual que satisface tu alma.
En la ocasión te comentaré brevemente sobre la porción de lectura de Torá para los judíos que corresponde a esta semana en curso.
Recuerda, es la Torá judía, para los judíos, con mandamientos y enseñanzas judíos. Es bueno conocerlo para estar con los pies sobre la tierra y la cabeza en los cielos, también para tomar conductas saludables a partir de las antiguas y sagradas enseñanzas de Israel.
La sección se denomina Vaetjanán, de la cual he seleccionado los siguientes puntos de interés:

1. El rezo es una poderosa herramienta de comunicación entre el hombre y Dios. Podemos alabar, agradecer, pedir, conversar con Dios, conocernos profundamente por medio de buscar el canal del vínculo sagrado, pero no debemos esperar que Él nos dé todo aquello que nosotros pretendemos.

2. La comodidad, o el deseo por la misma, suele llevar a las personas a cometer errores.

3. Cuando la persona peca tiene un camino siempre abierto hacia Dios, se llama: TESHUVÁ, el arrepentimiento sincero.

4. Se recuerda la Revelación ocurrida en Sinai de Dios ante los judíos, con la consiguiente entrega de la Torá y las Tablas del Pacto para sellar la unión especial entre Dios y los judíos. Leemos la segunda forma del Decálogo.

5. Dios es Uno y Único, leemos la porción muy famosa y sagrada del “Shemá Israel”.

6. Podemos amar a Dios por medio de conocer y cumplir lo que Él desea que hagamos.

7. Todo tipo de disfrute de la bendición está disponible para aquel que se entrena en andar por la buena senda, aquella diseñada por Dios.

8. Apartarse de las malas influencias, los malos consejeros, los malos amigos, es muy saludable.

9. Dios quiere lo mejor para nosotros, lo prepara, lo entrega, pero no siempre sabemos recibirlo y aprovecharlo. Lo mejor para el noájida es el noajismo, sin dudas, pues es el legado eterno que Dios ha conferido a las naciones del mundo.

 

Relato: El hombre veloz

José iba en su nuevo automóvil a mucha velocidad. Rápido… correr… más metros devorar… velocidad… a algún lugar quería llegar…
Ah, José amaba a su auto nuevo. Reluciente, hermoso, moderno, un bólido, seguro, para que le envidiaran, para presumir, para ser alguien, el súmmum de la felicidad según la entendía José.
Avanzaba por las calles, que pasaban casi borrosas ante sus ojos, hasta que un fuerte golpe a un costado lo hizo detener la marcha por completo.
Descendió, ya con el rostro surcado de ira, rencor, angustia, presentimientos. Su gesto se enturbió a un más cuando pudo descubrir la causa del tremendo ruido que le había obligado a parar: un ladrillo había lesionado un lado de su belleza.
Observó atentamente los alrededores y descubrió allí a un niñito, con cara de asustado y culpable… ¡sí había sido él el criminal que le destrozó el alma que dañó su auto!
Corrió hasta el niño, lo zarandeó, lo sacudió, le gritó, le dijo cosas imposibles de reproducir aquí. El odio, el enojo, la impotencia, todo junto estallaron en contra del pequeñito.
El niño llorando, asustado, casi sin voz le dijo: “Mi hermanito está caído y no respira. Nadie se detuvo a ayudarme. No sabía qué hacer. Perdón… ¡ perdón! ¿Pero alguien me puede ayudar? Usted… ¿usted me puede ayudar?”.
José salió disparado hacia la casa, allí estaba el niñito, lo tomó entre sus brazos, corrió hasta su bello auto golpeado, a la carrera comenzó a devorar metros, rápido, a mucha velocidad rumbo al hospital más cercano…

Preguntas para repasar y reflexionar

1. ¿Cómo crees que terminaría este cuento?

2. ¿Cuál es la diferencia entre la carrera del principio y la del final?

3. ¿Cuál es la moraleja?

4. ¿Estuvo bien lo que hizo el niño para llamar la atención?

5. ¿Cómo relacionas este relato con el contenido de la parashá?

6. ¿Te parece que esta enseñanza tiene alguna relevancia para la vida cotidiana?

7. ¿Conoces algún otro relato o anécdota que tenga similar contenido?

¡Te deseo un feliz séptimo! Moré Yehuda Ribco

EL NUEVE DE AV, Y EL NOÁJIDA CONSTRUCTOR DE SHALOM

Todos los  “rebeldes”, ancianos, mujeres,  y el pueblo… resistía valientemente; a pesar de ello, tuvieron que retroceder palmo a palmo, y ese 9 de Av, los “rebeldes” cómo los llamaban dieron su última batalla,  un soldado romano lanzó la tea encendida por la ventana dorada del templo, al  poco tiempo las vigas de madera empezaron a arder, y luego…

Los intentos,  la lucha cuerpo a cuerpo, pero no  fue suficiente,  muchos optaron por morir antes de caer presos de los romanos…  ocurría entonces la destrucción del segundo Templo, Jerusalem fue destruida y sólo quedó un campo de casas quemadas y de desolación.  “Setecientos mil judíos fueron muertos o perecieron de inanición o enfermos durante el sitio de Jerusalem que duró año y medio” según el historiador Tácito.  Si seguimos uno a uno los sucesos veremos en la historia eventos que han sido dolorosos y tristes,  para Israel, para el judío y también para nosotros, aquellos que reconocemos al Único y verdadero, al Dios de Israel, como nuestro.

También veremos en la historia hablar de amor al prójimo, lo cual resulta muy fácil, ha sido emblema, anzuelo, carnada de religiones, pensamientos, y  movimientos que más allá de esas palabras que suenan amables, cambia seres humanos en  seres  apáticos, egoístas, que por ningún motivo han dejado su comodidad, sus títulos, su poder, sus dominios.

No es acaso amor verdadero ¿ponerse en el zapato del otro, intentar comprender, y compartir el dolor ajeno,  tender la mano cuando alguien lo requiere, dar de nosotros los mejor en pro de elevar la condición del prójimo? . Cuando actuamos presa de nuestro ego,  olvidamos el mundo que nos rodea, disminuimos  esa condición humana que el Eterno ha plasmado en su obra al momento de la creación del hombre.  Actuar de ese modo, nos hace  menos que su imagen,  peor aún, menos que humanos.

Cuando la grandeza del hombre se mide por la fuerza y  el uso del poder para dominar a otros, a costa del sufrimiento de los demás, de la explotación de nuestros congéneres, del robo de sus posesiones para obtener prestigio, del asesinato para adquirir respeto, entre muchos ejemplos, la grandeza  no deja de ser insignificante, falsa, mediocre, eso no es grandeza, es pobreza absoluta, sin condición humana, sin sentimientos, sin Dios

Cuando vemos noticias, cuando leemos las páginas atroces de la historia, vemos eso, “el hombre ha estado sin Dios, su presencia parece oculta”, este ha sido uno de los lutos que vive Israel, que viven nuestros hermanos judíos, claro, ellos han sido objeto de páginas atroces en la historia, y aunque el mundo lo  ha visto voltea la cara, se hace el de la vista gorda, mientras habla de amor al prójimo, mientras hace reuniones para hablar de paz mundial, y  el mundo  lo ha permitido, lo ha ignorado, se ha pasado por alto adrede, y la razón verdadera, es,  la misma razón por la que el pueblo de Israel hoy  9 de Av, se viste de luto, ayuna, ora, reflexiona, espera y aguarda,  porque la presencia del Eterno ya no está en Jerusalem, y parece ocultarse de la faz de la tierra, pareció partir, retirar su permanencia juntamente con su  morada  el Beit HaMikdash, que albergo su presencia.

Cómo no llorar esa ausencia, y como no compartir el duelo por ello que nuestros hermanos judíos recuerdan, porque  sus vidas e historias han estado llenas de  dolor por esta ausencia,  reflejada en tantos sucesos; expulsión de los judíos, Inquisición, Cruzadas, conversiones a la fuerza al cristianismo; comienzo de  la Primera Guerra Mundial ; acciones antisemitas,  persecuciones,  holocausto, … Muerte casi hasta  “el exterminio”.

Aquellos que creemos juntamente con ellos en la verdad, sabemos que llegará el día en que esto cambiará, que el dolor, la ausencia, las lágrimas, la angustia, se convertirán en risa, en gozo, en alegría.

Hoy es un día para reflexionar, para unirnos a la pena de nuestros hermanos judíos, eso no hará de nosotros los noájidas  que seamos más noájidas, pero sí, nos hará más humanos, nos  ayudará a imitar el atributo de  piedad de nuestro Creador, nos haremos más  seres humanos dispuestos a trabajar activamente por emular aquellas cualidades, que nos harán realmente  imagen de nuestro Hacedor.

También los noájidas podemos unirnos a este día de luto,  porque anhelamos la presencia del Eterno, la verdad, el mundo de shalom. Hemos de evaluar nuestras acciones,  estamos tristes, pero hemos de reflexionar para buscar la guía que proviene de lo alto, para trabajar  activamente y ayudar a  crear esa morada aquí en este mundo para el Creador, también  estamos tristes,  porque el mundo está sumido en el materialismo, y porque la esencia de nuestro Padre aún no ha sido revelada.

Y nos unimos a la esperanza de un pueblo que espera “que  la hermosa presencia del Eterno, se haga realidad prontamente, y en nuestros días,  y que su retorno sea con misericordia”..

Que seamos verdaderos constructores de shalom.

Volver y arrepentirse

Uno de esos misioneros mesiánicos, aquellos que usan un disfraz judío pero que no son otra cosa que cristianos, pretendió demostrar la necesidad de su “dios, mesías, rabino” (o el rol que le quieran inventar, de acuerdo a con quien están hablando) al mostrar un versículo de la Torá en el cual parece (recalco: parece) que el arrepentimiento no es suficiente para obtener el perdón divino. Por tanto, el “cordero de Dios” es imprescindible, su sangre derramada en brutal muerte, su sacrificio por el pecador, es lo único que “salva” del pecado.
El misionero, que se hace pasar por “rabino, haham, moré, roé, ioresh, líder” o lo que le venga en gana, estaba sumamente feliz por su descubrimiento “teológico”.
Ahora sí, para él quedaba perfectamente vendido el paquete promocional de “Jesús, Ieshu, Yeshuah, Yahushuauahua” (o la pamplina que inventen según el consumidor) como único camino para la vida, la salvación, el paraíso, el perdón de Dios de todos los pecados.

El versículo es:

"Entonces volvisteis y llorasteis delante del Eterno, pero el Eterno no escuchó vuestra voz ni os prestó atención."
(Devarim / Deuteronomio 1:45)

Con los habituales malabarismos, piruetas, falsedades, ocultamientos, medio verdades, prestidigitación de mago, este señor mostraba a quien quisiera ver que los judíos “volvieron”, es decir (según él: “se arrepintieron”) y no solo eso, también lloraron delante de Dios, pero no fue suficiente. Él no los perdonó. Lo cual demostraba, para este señor mesiánico, que a Dios no le sirve el arrepentimiento de la gente, sino que es requisito indispensable es el sacrificio de Jesús en la cruz para redimir de pecados.
Para ponerle un moño al regalo teológico, el muchacho se tomó la molestia de hacerse pasar por sabio bíblico con manejo del hebreo de la Torá, por lo que también demostró que la palabra usada para decir “volver”, es la misma que se usa para “arrepentirse”.
Gracias a San Google Traductor, caso cerrado para este payaso de la religión.

Debo confesar que con el versículo así mostrado, me costó unos cinco segundos poder darle la respuesta correcta, aquella que desarticula por completo la estúpida maldad que este señor pretende vender como iluminación sagrada.
Porque, de verdad, el versículo “pelado” parece confirmar lo que el sujeto manifiesta, en lo que respecta a que a veces Dios no perdona al que se arrepiente.
Parece confirmar eso, repito: parece.
Pero, NO, EN ABSOLUTO NO, confirma o siquiera señala que sea Jesús la solución a la “falta de perdón” por parte de Dios. Eso queda por completo excluido, puesto que si en verdad el versículo indica que Dios no perdonó en aquella oportunidad ante el arrepentimiento de los judíos, en modo alguno eso implica que sea Jesús la solución.

Como dije, el impacto me tomó cinco segundos para desbaratarse por completo.
Fue tan simple como poner en contexto al texto:

"Entonces el Eterno me dijo que os dijera: ‘No subáis ni peleéis, porque Yo no estoy entre vosotros. No seáis derrotados delante de vuestros enemigos.’
‘Yo os hablé, pero no escuchasteis. Al contrario, fuisteis rebeldes contra lo que había dicho el Eterno; actuasteis con arrogancia y subisteis a la región montañosa.
Pero los amorreos que habitaban en aquella región montañosa salieron a vuestro encuentro, os persiguieron como lo hacen las avispas, y os destrozaron desde Seír hasta Horma.
Entonces volvisteis y llorasteis delante del Eterno, pero el Eterno no escuchó vuestra voz ni os prestó atención."
(Devarim / Deuteronomio 1:42-45)

¿Qué es lo que dice el texto?
Que un grupo de judíos, no todos ellos de paso lo explico, recibieron la orden de no ir a tal lugar, porque Dios les advirtió que Él no quería eso, que sería un fracaso.
Pero ellos fueron.
Pasó lo que tenía que pasar.
Fueron destrozados.
Entonces “volvieron”.
Cuando llegaron nuevamente, lloraron por la derrota dolorosa.
Dios no los perdonó.

¿Ya viste el error del misionero que se las viene de educador y santo maestro?
Equivocó, por ignorancia y maldad, el verbo “lashuv” (volver y/o arrepentirse).
En donde claramente, dado el contexto y el sentido del relato, el verbo debe entenderse como regresar a un determinado sitio, del cual se salió, el traficante de la fe interpreta y enseña e inventa teología a partir de explicarlo como “se arrepintieron”.

Claramente, no fue lo que hicieron.
Y no es cuestión de opinión, me parece, me conviene, me suena, el “señor me dijo al oído”.
Es mera comprensión del texto, tal y como se debe comprender en su sencillez.

El grupo de judíos no lloró como parte de un proceso sincero de arrepentimiento, sino por dolor, por frustración, como niño chico, títere del EGO.
El grupo de judíos no regresó en el sentido espiritual, emocional, de conducta, ético, como sinónimo de arrepentimiento, sino que retornó físicamente después de haber ido adonde no debían.
Ellos no estaban implorando perdón desde el abismo, sino llorando para liberar presión o para tratar de manipular a Dios, algo que es imposible.

Si aquel grupo rebelde hubieran dejado de lado la rebelión, se hubiera hecho cargo de su error, se hubiera encaminado en un proceso de arrepentimiento sincero, en el cual uno regresa a la buena senda, entonces ciertamente que Dios les habría perdonado, tal como Él hace siempre que la persona se arrepiente por completo y se quita de encima el morral perverso y se compromete a llevar una vida de fidelidad.
Tal y como expresa con extrema claridad y verdad el profeta:

"¡Vuelve Israel al Eterno tu Elokim, porque por tu pecado has caído!
Tomad con vosotros palabras y volved al Eterno. DecidLe: ‘Quita toda la iniquidad y acéptanos con benevolencia; en lugar de vacunos te ofrecemos [el fruto de] nuestros labios.
No nos librará Asiria; no montaremos sobre caballos, ni nunca más diremos a la obra de nuestras manos: ‘Dioses nuestros’; porque en Ti el huérfano alcanzará misericordia.
‘Yo los sanaré de su infidelidad. Los amaré generosamente, porque Mi furor se habrá apartado de ellos."
(Hoshea / Oseas 14:2-5)

Entonces, me tomó cinco segundos descubrir la trampa del misionero y desactivarla.
Pero, ¿qué te hubiera sucedido a ti?
¿Hubieras caído en la sucia astucia del tramposo?
Te lo dejo para que pienses.

Ahora, te cuento que la variada significación del verbo “lashuv” no pasó inadvertida a los sabios verdaderos.
Por supuesto que en el contexto se nota claramente lo que te explique, pero cómo se puede explicar en sí mismo el versículo, y en específico el verbo “regresar”.

Sforno (R. Ovadia ben Iaakov Sforno, c. 1470-c. 1550) nos fundamenta que en ocasiones el arrepentimiento no es suficiente en sí mismo, según él,:

  1. incluso el arrepentimiento sincero no habría sido aceptado, ya que el pecado de los exploradores incluye una profanación del nombre de Dios (Jilul Hashem), este pecado gravísimo requiere de arrepentimiento pero sólo a la muerte del transgresor es que se rectifica por completo del pecado (ver Ioma 86a y Rambam Leyes del Arrepentimiento 1:4). Dios lo perdona con el arrepentimiento, pero el efecto del perdón solamente se alcanza tras la muerte.
  2. el decreto de Dios era irreversible ya que se combinó con un juramento (ver Rosh Hashaná 18a; Ievamot 105). Dios lo perdona al arrepentirse pero el efecto negativo no se modifica, pero seguramente que sí se dulcifica, se empequeñece, se mitiga.
    Como ocurrió con David: "David respondió a Natán: -He pecado contra el Eterno. Y Natán dijo a David: -el Eterno también ha perdonado tu pecado; no morirás.
    Pero como en este asunto has hecho blasfemar a los enemigos del Eterno, el hijo que te ha nacido morirá irremisiblemente."
    (2 Shemuel / II Samuel 12:13-14).
    El mal ya estaba incubado, ya no se podía cambiar su presencia, ni siquiera con el arrepentimiento sincero. Pero se disminuyó, no causó tantos daños como hubiera acontecido sin el arrepentimiento sincero.
  3. el grupo pecador no se arrepintió realmente, sino que trató de negociar el perdón por medio de las lágrimas y apariencia de arrepentimiento. No tenían conciencia del daño provocado, ni compromiso de rectificarlo, ni deseo de andar por la senda del bien, sino temor al castigo, lo que los llevó a un falso arrepentimiento, o al menos parcial.

Es interesante notar que las dos primeras opciones parecieran ser muy severas por parte de Dios, pero cuando lo vemos con una mirada más amplia y espiritual podemos descubrir que es otra manifestación de la infinita misericordia de Dios.
Para nosotros, menudos seres finitos y limitados, el sufrimiento de este mundo nos parece insoportable, terrible, un castigo de Dios. Pero para Dios el “castigo” es parte de la rectificación, del proceso para equilibrar aquello que el pecador ha trastocado con su incorrecta acción.
A veces el balance se consigue con un procedimiento sencillo, en oportunidades se precisa de mucho más esfuerzo y en algunas oportunidades aunque el perdón divino haya sido concedido igualmente el efecto negativo –el castigo- debe ocurrir, es parte del proceso de rectificación, de limpieza, de arreglar lo que el pecado corrompió.
A ojos nuestros puede resultar doloroso, imposible de tolerar, demostración de la “ira de Dios”, pero para la mirada espiritual obtenemos un orden superior.

Algo así es lo que se desprende del enigmático comentario de Rashi al versículo citado en primer término:

“Es como si ustedes hubieran hecho del atributo de la Divina Misericordia como si fuera cruel”

Sí, a nosotros nos puede parecer cruel, porque somos ínfimos, nuestros pensamientos no son los de Él.
Pero ciertamente Él es Misericordia, aunque a nosotros nos parezca cruel.

Comprendamos, Él hace Su parte, pero nosotros debemos hacer la nuestra.
Cuando nos afiliamos al caos, provocamos el desorden, traemos el mal, corrompemos nuestra vida, usurpamos, molestamos, servimos al EGO, etc., es imprescindible hacer todo lo que esté a nuestro alcance para hacer regresar las cosas a su orden, rectificar, construir shalom.
Pero nuestro arrepentimiento no siempre logra recuperar lo que hemos destruido, no daremos vida al abortado o matado, no devolveremos la salud al que perjudicamos, no restañaremos el honor del que blasfemamos, etc., en estos casos (no solo en los que mencionamos, en todos los que no podemos volver las cosas a su cauce) cuando el proceso iniciado o amplificado por nuestra acción es imparable, debemos asumir las consecuencias. Éstas serán mitigadas por Dios, pero las consecuencias allí estarán.
Ningún ritual mágico, ni sacrificio, ni sangre, ni fe, ni voltereta intelectual sirve para equilibrar lo que hemos trastabillado.

Hasta aquí nuestro encuentro.
¿Qué aprendimos?

  • Los mesiánicos mienten, es esencia, su destino, su vida.
  • Los textos se deben leer en su contexto.
  • Saber leer letras en hebreo, o usar el traductor online, no es sinónimo de saber hebreo o traducir correctamente.
  • Las enseñanzas espirituales se deben tomar de buenas fuentes, para no envenenar la vida.
  • Las palabras de los mesiánicos deben ser silenciadas, no permitir que los incautos se contaminen.
  • Dios ama a Su creación.
  • Dios desea que el pecador se arrepienta.
  • El arrepentimiento sincero es el mecanismo para rectificar el pecado.
  • En ocasiones el pecado es tan grave que es totalmente perdonado al morir la persona.
  • En ocasiones el pecado es perdonado luego del arrepentimiento sincero, pero las consecuencias ya se han puesto en marcha y no se pueden evitar, aunque sí mitigar por la Divina Misericordia.
  • Las patrañas religiosas, idolátricas, no tienen razón de ser para el que lleva una vida de espiritualidad sincera.
  • El arrepentimiento es hacer lo posible para retornar al camino correcto y equilibrar lo que hemos trastocado.
  • Dios no suele hacer actos de magia, ni siquiera para el que se arrepiente sinceramente. Él ha dictado leyes y hace que se cumplan.

¿Algo más que hayamos aprendido?

La Perspectiva Espiritual – No judios

Autor: Reb Gutman Locks

No creas que el requisito de ayudar a otros espiritualmente aplica unicamente a tu socio judio. A nosotros tambien se nos encomendó ser luz para la Naciones. Esta obligación recae sobre cada uno de nosotros. Tenemos que ayudar a que cada persona llegue al conocimiento de un único Dios, y cómo pueden ellos llevar una vida santa.

Un no judio está obligado a cuidar los siete mandamientos que fueron dados a Adam y Noaj. Estos se refieren a la prohibición de idolatria, blasfemia, asesinato, adulterio, robo, comer carne de un animal que aun está con vida, y tener cortes de justicia en sus ciudades. De todas estas la que más precisan es la que prohibe la idolatria. Hay muchas personas que creen que están adorando al Único Dios, pero en realidad están adorando a un idolo. Un idolo es cualquier representación de Dios, o adoración de un dios limitado.

Con frecuencia, en el Kotel, tengo la oportunidad de intentar ayudar a no judios La gran mayoria de los visitantes no judios que vienen al Kotel tienen un trasfondo cristiano, asi que tomo eso como punto de partida para moverlos hacia la verdad.

La conversación es más o menos asi:

«Dime, según tu religión, está presente Dios en la maldad?»

Por lo general se quedan pensando un poco o a veces responden «De ningún modo!»

«Por eso es que nosotros decimos que la religión de ustedes sirve a un dios pequeño. Porque el dios de ustedes está unicamente en lo bueno. El Dios de las Escrituras Hebras está en todos lados. El Rey David escribió, ‘Si hago mi cama en el infierno, alli estás Tu’. Dios está incluso en el infierno. Dios es ilimitado. Pero ustedes tienen un dios limitado».

Para llegar a ser «creyentes» en su religión muchos de ustedes pasaron por un rito, «pedir a dios que entre a su corazón». Despues de hacerlo creen que Dios está alli, y todo lo que tienen que hacer de ahi en adelante es tener fe y seguir su biblia. Asi que les pregunto, «Ya que Dios está en todos lados, no tienes por qué pedirle que entre a tu corazón, verdad?. Él ya estaba alli antes que tu. A pesar que tienen una mente prejuiciada que los protege del cambio, ellos se marchan con este pequeño cambio de ideas que retan sus falsas creencias.

Cuando un no judio observa estas siete leyes el se convierte en una «Persona Justa». Tiene porción aqui y en el MundoVenidero. No hay mayor placer para él. Qué regalo tan hermoso le estarás dando.
[i] Isaias 42:6
[ii] Salmos 139:8

Autor: Reb Gutman Locks

Fuente Original: http://mysticalpaths.blogspot.com/2007/12/spiritual-perspective-non-jews.html

Los Huecos en La Vida

Espero mi apreciado lector se encuentre bien con los suyos.

Mis queridos lectores, hoy les voy a hablar de la caridad. No quiero extenderme en el tema, pues hay muchos que no tienen mucho tiempo, y los que lo tienen hay demasiado material aquí para su disfrute y aprendizaje. No quiero exponer versículos, sino compartirles unas palabras desde mi muy humilde y escaso conocimiento acerca de la temática.

Es sabido en la tradición que aquel que da termina por recibir. ¿Y porque esto es así?

Dios es quien una vez al año (desde el calendario universal, en la fiesta del Rosh Hashana) determina el sustento y salud de la persona, es decir, la persona determinada en todo el año no tendrá ni más ni menos que lo que Dios determinó para él.

Cuando alguien da o comparte de lo suyo, en uno mismo queda un hueco. Que la providencia Divina, por así decirlo, se ve obligada a llenar. A causa de todo esto, quien comparte de lo suyo termina recibiendo de Dios. Y no crean que esto corresponde solo al dinero, pues uno en ocasiones diversas no solo puede dar dinero, sino también amor, consejo, cariño, amistad, etc.

O, bien cabe preguntarse: ¿Cómo era esto en tiempos donde no existía el dinero?…

Sin embargo, cabe también aclarar que este conocimiento no debe afectar en lo más mínimo a tus acciones generosas o pensamientos bondadosos. Cuando realices un acto de caridad, no lo realizarás porque sabes que ello volverá, sino que tu corazón no esperará recompensa o devolución, pues tus actos bondadosos deben ser igual a los del Padre, es decir, dar desinteresadamente, sin esperar ni desear nada a cambio.

Entonces, has huecos en tu vida que el Padre se encargará de llenarlos, pues al fin y al cabo, tú te lo mereces.

 

El leal a Dios es Noajida.

Pd: Mi internet no anda muy bien que digamos, por eso la falta de imagen en el texto. Pero espero sepan apreciar el contenido y llevarlo a la práctica, eso es lo importante. Gracias!