Todo sucedió un 8 de Marzo del 2007 la mañana corrió normal, levantándome temprano para variar para llevar a mi pequeño hijo al jardín de niños por cierto estaba contento pues unos días atrás acababa de cumplir sus cuatro años y ya se sentía un niño grande.
Mi esposa se metió a bañar y me pidió que le sacara su pantalón de mezclilla y una blusa verde recuerdo bien y para su sorpresa encontré lo que me pidió ya que a mi no se me da bien el encontrar las cosas creo.
En lo que salía mi esposa me toco cambiar a mi pequeña que también acababa de cumplir años, o mas bien su primer año, mis dos hijos son de febrero pero se llevan tres años.
Desayunamos y todo transcurrió de la manera mas normal y ordinaria, fui a nuestra futura casa con un amigo a sacar basura que los constructores habían dejado y sin entender tenia un extraño sentimiento en mi corazón lo cual trate de ignorar.
Por la tarde mi esposa se dio cuenta y me pregunto si me pasaba algo si todo iba bien a lo que le conteste que si y me dijo que porque tenia ese aspecto a lo que le dije que no sabia.
Te invito a cenar o a comer un helado le dije y me contesto esta bien si quieres invitamos a Josué un querido amigo de nosotros que estaba de visita y le dije que si es mas yo los invito le dije y me baje por las escaleras y en eso ella me llamo y cuando me pare me dijo, te amo.
Como a eso de las siete cincuenta salí a sacar la camioneta del estacionamiento y me estacione enfrente, nunca me estacionaba ahí, siempre esperaba a mi esposa en el estacionamiento pero esta vez no fue así.
Salió Josué y comenzó a cerrar esos enormes portones de acero, gigantes aun para nosotros y en eso salió mi esposa y Josué le grita “apúrate si quieres irte enfrente o te gano tu lugar” y mi esposa sale corriendo y en ese momento pensé gritarle “no corras te vas a caer” pues tenia zapatillas y no sus tenis, en eso mi amigo se apura a cerrar y cuando sale mi esposa uno de los portones se sale del riel y cae sobre ella.
Yo me baje corriendo para quitar la pesada puerta pero no podía moverlo, salieron los demás que vivían ahí y juntos movimos la pesada reja y corrieron a llamar a la ambulancia ya que había mucha sangre.
Yo le pedía a Dios que no me hiciera esto con ella teniéndola en mis brazos llena de sangre me atreví a levantar mis ojos al cielo y decirle a Dios, no me hagas esto, obviamente mi dolor nublaba mi razón.
Al ver que la ambulancia no llegaba y ella no respondía la decidí llevar al hospital mas cercano unos amigos me ayudaron y rápido maneje hacia el hospital que no esta muy lejos sino como a 5 minutos de donde vivíamos.
Al llegar la bajaron rápido y en menos de lo que esperaba salieron los doctores diciéndome que no había nada que hacer, que cando llego ya no tenia signos vitales y que la pesada reja le había fracturado el cráneo.
Fueron los días mas oscuros que yo había vivido, como explicarle a mi hijo de cuatro años que su mamá había muerto y como le iba a hacer con mi hija de apenas un año de edad, como la iba a criar yo solo.
Hubo momentos que pensé en el suicidio pero el amor a mis pequeños fue lo que me detuvo.
Cuando sepultamos a mi esposa mi amigo que provoco el accidente me pidió perdón y yo le decía que yo no culpaba de lo que había pasado, pero pasado el tiempo el comenzó a hacer cosas muy terribles con su vida y yo pensaba que como el podía vivir así!!
Mi vida y la de mis hijos y la de nuestros seres amados cambio por completo, pero la de el no, al contrario se estaba descomponiendo!!
En mi corazón comencé a sentir rencor que se convirtió con el tiempo en un profundo odio, tanto que no podía oír ni siquiera el nombre de este joven.
El se cambio de ciudad pero ni aun así deje de sentir el odio, mi sentimiento lo acompañaba donde el fuera yo lo seguiría odiando pensaba.
Lo odie con todas mis fuerzas pero había algo dentro de mi que me decía que no estaba bien, que no era correcto, así que le pedí ayuda a Dios para perdonarlo y para sorpresa mía lo vi en mi ciudad con unos amigos mutuos y para sorpresa mía me decidí a acercarme a el y lo abrace y le dije que me perdonara por tanto odio que sentía y el comenzó a llorar y me pidió perdón por todo.
El perdón no solo me libero del odio que yo tenia, el comenzó a arreglar su vida y el día de hoy somos muy buenos amigos!!
Hace ya casi cinco años de la muerte de mi esposa, mi niña tiene ya casi seis años y mi hijo casi cumple los nueve, con la ayuda de mis padres y sobre todo de mi madre quien fue la que en mi dolor me ayudo mucho a criar a mis hijos salí adelante.
El odio no nos deja nada bueno, nos mantiene lisiados en la vida, pero si nosotros le pedimos ayuda al que todo lo puede el nos ayudara y siempre estará con nosotros aunque las pruebas sean duras en nuestras vidas.
Siempre he pensado que las pruebas en la vida no son mas que las pinceladas con las que Dios obra en el hermoso lienzo que es nuestra existencia.
Si vives con odio estarás en la oscuridad, pero si perdonas podrás ver las cosas mas claras.