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De miles y enios

Varios métodos encontramos dentro del cristianismo para mantener en sumisión y en letargo a sus seguidores, el miedo, la incertidumbre, el misterio etc etc. Teniendo en cuenta los tiempos que corren, el tema escatológico parece tomar mas fuerza cada día. Anuncios de que el mundo se acaba, horribles descripciones apocalípticas, desde destrucciones por energía nuclear hasta virus que convierten a los humanos en pobres zombies sin voluntad, catástrofes naturales y también como no podía faltar, cosas extrañas provenientes del espacio exterior. Cada cual que elija, hay para todos los gustos y deseos. El tema escatológico no nace ahora, durante los dos primeros siglos la postura de los padres de la iglesia era escatológica. Existe un pasaje en la Didache que dice «»» Acuérdate, Señor de tu iglesia…recogerla en santidad de los cuatro vientos a tu reino que has preparado para ELLA»»». Solo que se dan otras condicionantes para que los listillos de siempre se aprovechen y se hagan así su agosto. El miedo, sentimiento que todos estamos libres para experimentarlo, te deja adormecido, semi paralizado, a merced de quien desee manipularte. Es necesario no caer en ese circulo agobiante y cruel que acaba por someter al ser humano convirtiéndolo en un pobre autómata.

El libro escatológico por excelencia es El Apocalipsis, el cual los exegetas y teólogos acompañan con peregrinas interpretaciones del libro de Daniel, el soñador de sueños que no profeta. Las conclusiones a las que llegan pueden resulta ambiguas, contradictorias y porque no, estúpidas. De lo que se trata es de atemorizar al personal.

El concepto de un Mesías Rey, que gobierna al mundo con vara de hierro y basándose pura y exclusivamente en la Torah entregada en Sinai es exclusivo del pueblo judío o del judaísmo, practica o modo de vida basado en una completa obediencia a Dios y buscar como se le puede agradar mas. No es una religión, no es un sistema que busca una salvación, y menos asustar a quienes observan sus practicas. Muy por el contrario el cristianismo, en su gran vertiente Católica Romana, y en la de su hija abortiva, el Protestantismo, se han rodeado de una aureola de misterio, y de doctrinas y revelaciones que solo pueden ser entendidas por aquellos que » oyen y entienden «. » Doctores tiene la iglesia «, decía la curia romana cuando se veían ante algún dilema doctrinal que no sabían o no querían explicar, » Ungidos e iluminados «, posee ahora el protestantismo, seres especiales que han recibido lo que al resto de acólitos le esta vedado, pues no han desarrollado sus ojos espirituales y ven todo con los ojos de la carne. Uno de los grandes exponentes y teólogos del protestantismo  evangélico sostiene que » por encima de todo el interprete debe recordar su necesidad de depender del ministerio del » Espíritu Santo», ministerio de un espíritu tan variado que logra que facciones evangélicas se enfrenten entre ellos por interpretaciones diametralmente opuestas dadas supuestamente por el mismo «espíritu». Para comprender un poco mejor el tema escatológico, nos iremos atrás por el tiempo, allá por el primer siglo, y llegaremos hasta el «gran iluminado padre de la iglesia, Don Agustín de Hipona». Básicamente y resumiendo, en lo concerniente a los últimos tiempos existen tres posturas o escuelas: el premileranismo, el postmilenialismo y el amilenialismo, palabras que pueden resultar en un trabalenguas, como la mayoría de las doctrinas cristianas, que mas que trabalenguas, traba mentes.

Este debate parte de la interpretación del capitulo 20 del Apocalipsis, de como y cuando transcurrirán esos tan mentados mil años, con el concepto mesiánico robado al judaísmo. Por un lado el premilenarista sostiene que este periodo sera inaugurado por la venida en gloria de su falso mesías, quien derrotara a sus enemigos y neutralizara a Satanás. También interpretan que serán mil años literales. Hay dos grupos, el histórico y el dispensacionalista, el primero sostiene que la iglesia pasara por la gran tribulación y no diferencia entre Ysrael y la iglesia, al contrario de los segundos quienes si diferencian a Ysrael de la iglesia y sostienen que la iglesia no pasara por la gran tribulación pues sera arrebatada al cielo. En este viaje interestelar no tienen billete ni los judíos ni los gentiles justos, así que por favor no preparéis vuestras maletas porque nos quedamos en tierra. El premilenarismo fue la posición tomada por la gran mayoría de los padres apostólicos, basados en su esperanza de no pasar por el horrible fuego de la gran tribulación.

La postura postmilenialista dice que el reino  sera una resultante de la evangelización del mundo y que los mil años no son literales, sino un periodo de tiempo largo e indefinido. ¿ Desde cuando la iglesia se dedica a la tarea de evangelizar al mundo ?, pues vaya, según estos señores si damos un vistazo a la historia del pobre mundo mientras ellos han estado y están evangelizando, que pobreza de reino ¿no?, el reino de la guerra, de la devastación, de la inmoralidad tanto laica como religiosa, de la corrupción tanto laica como religiosa y así podríamos seguir dando ejemplos por varias lineas. Ahora veamos que nos dice la ultima posición, la amilenarista, sus bases están en el sistema diseñado por Orígenes de Alejandría. Este padre apostólico  discípulo de Clemente, adopta una posición alegórica de interpretación, creyendo en la inspiración de las Escrituras pero sosteniendo que solo la interpretación alegórica puede proporcionar un significado verdadero de los textos. El adoptar esta postura fue mas bien por motivos apologéticos, para conciliar la Fe de las Escrituras con la filosofía helena. Aunque este método no logro impresionar a ningún pagano griego. Los paganos entre ellos como que no se impresionan muy fácilmente….»ladrón que roba a ladrón, pagano que engaña a pagano». A todo esto Agustín de Hipona a quien se empeñan en etiquetar de santo, ampliamente reconocido por católicos y protestantes (cosas de familia), desarrolla la postura amilenarista, mas que por motivos exegéticos por motivos de moralidad. Recordemos que los premilenaristas se iban al cielo para no pasar por la gran tribulación, y mientras esto ocurría en la tierra ellos disfrutan en el cielo de la gran fiesta llamada «las bodas del cordero». Agustín escandalizado por esto dijo: » dicen que los que son resucitados gozaran un festival del mas inmoderado disfrute carnal, en el que la comida y la bebida serán tan abundantes que no solo no habrá limite de moderación sino que también sobrepasara todas las barreras incluso de incredulidad, todo eso puede ser creído por los de mente carnal. Los que tienen una mente espiritual denominan a los que creen esas cosas, en griego, chiliastas, y podemos traducirlo al latín literalmente como milenarios «.

El «santo» Agustín no veía con buenos ojos (carnales), esa postura, sino que lo hacia con los espirituales, cabe acotar que según Jerónimo (no el jefe apache, no confundir por favor), el premilenarismo era equivalente a judaísmo, por lo tanto era menester desechar esta postura. Según su interpretación, en vista de que los premilenaristas  sostenían que Ysrael seria restaurada con Yerushalaim como su capital, esto equivale a enseñar judaísmo. En su obra De Civitate Dei, enseñaba Agustín que el reino era equivalente a la era de la iglesia, postura que fue abrazado por la Iglesia Romana como por los lideres de la Reforma del siglo XVI. Además enseñan que el reino de Dios esta presente por medio de su cristo que gobierna al mundo por la palabra y su espíritu. Auguran una era futura de gran gloria y perfección, pero mientras tanto, y ya van mas de mil años, con esta creencia sumada a la de que el Papa es el representante de cristo-mitra en la tierra, la jerarquía eclesiástica ha sabido emplearlo para por lo menos justificar que son ellos y solo ellos lo amos y dueños de las almas de los hombres. Han emprendido Cruzadas, Inquisición, matanzas y otras terribles acciones, basándose en una posición que los coloca como representantes de Dios en esta tierra, e implantada por alguien a quien ellos consideran santo. Realmente algo deleznable, pero así lo han hecho y lo seguirán haciendo, mientras haya personas dispuestas a enterrar su capacidad de razonar e investigar, que no deseen salir de su lamentable estado aborregado para decir NO Y BASTA a la mentira que tan bien instrumentada, nos han hecho creer. Un renombrado teólogo protestante sostiene en una de sus obras, que los «santos reformadores» no descubrieron todas las nuevas verdades escondidas en las Escrituras, sino que esta es progresiva, y las generaciones futuras de hombres espirituales verían nuevas enseñanzas dadas por supuesto por la dirección del espíritu santo. Quiera el Eterno y Todopoderoso Dios librarnos de los descubrimientos espirituales de las nuevas generaciones de iluminados, pues basta para que uno reciba una visión de aniquilación hacia los que no sostienen sus doctrinas, e imaginaos la que puede venir, o mejor no, tratemos de no imaginar nada y vivir nuestras vidas acorde a nuestras respectivas y honrosas identidades, el judío por un lado, y el noajida o gentil justo por otro, cada cual cumpliendo con esmero su parte para construir SHALOM en este pobre y caótico mundo.

 

¡Inscríbete quedan pocos días!

En contados días,  el moré Yehuda Ribco estará arribando a la ciudad de Bogotá, para compartir aquellos destellos que desde la luz de la Torá se convierten en herramientas para crecer y ser, mientras vivimos.

 

Participa en éste primer encuentro internacional en Colombia, para construir Shalom…  Del 9 al 12 de Julio del 2012, en la ciudad de Bogotá.

Una oportunidad que no puedes dejar pasar, será de enorme provecho y bendición para ti y para los tuyos.

Te esperamos

“Porque TODOS estamos llamados a ser felices”


 Informes e Inscripciones:

Correo electrónico:  noajidascolombia@gmail.com,

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Teléfonos móvil en Bogotá:  310 2969897 – 317 3757820

 

Un abrazo! 

Inventando sentidos

Entre las funciones maravillosas de nuestro cerebro está la de establecer asociaciones entre elementos diversos.
Es un mecanismo de adaptación muy provechoso a la hora de manejarse en el mundo, para encontrar alimento, percibir depredadores, acechar presas, en resumen, para sobrevivir.
El individuo que no está atento a los indicios y no asocia con fuentes de alimento, con peligros, con ataques, etc., dudosamente puede subsistir en condiciones “naturales”.
Si olemos el humo y no lo asociamos con el incendio, si vimos la huella del tigre y no le dimos importancia, si escuchamos el crepitar de la hojarasca y desconocemos lo que puede estar escondido entre los ramajes, sin dudas que estaremos en riesgo. Lo mismo si salimos de caza y no percibimos o decodificamos las señales e indicios, o si estamos necesitando de abrigo o refugio y somos incapaces de clasificar objetos y lugares.
Recuerda la imagen de los suricatos, en donde se turnan para protegerse, para descubrir peligros, para dar la voz de alarma, etc. Ahí los tienes, atentos, activos, despiertos, en constante vigilancia alternada, recabando información y cotejándola en instantes para formar una impresión del mundo que les dé seguridad.

Pero, encontramos también un mecanismo muy similar, quizás una exageración del anterior, que a veces puede ser también de extremo provecho, tal como es el de inventar nexos allí en donde no existen, suponer que todo es causal sin opción de casualidad, asegurar que todo tiene un sentido oculto a la espera de ser revelado
Es típico del hombre.
Se le ha dado nombre: apofenia. Tiene hermanitos, tales como el sesgo de confirmación y la pareidolia, entre otros.
Puede ser útil cuando se emplea creativamente, elaborando novedosas estrategias, ideando métodos para desarrollar viejas actividades, para explorar lo ignorando, entre otras ventajas.
Pero, es más frecuentemente fuente inagotable de errores, de equívocos, de dramas.
De hecho, comparte mucho terreno con patologías siquiátricas.
Y sí, es el mecanismo que da origen a la superstición.

Queremos encontrar sentido al mundo, si no lo tiene, si estamos limitado para percibirlo, si perdimos el rastro real, entonces nos apañamos para inventarlo.
Ese sería el resumen.

Por supuesto que el EGO emplea estos maravillosos mecanismos para sus fines, recuerda que el EGO tiene base neurológica, no es un ente espacial o espiritual revoloteando en el mundo etéreo.
Al desconectar a la persona de la percepción de la realidad, como uno de sus instrumentos básicos, o para lograr esa desconexión, es corriente que se valga de las explicaciones supersticiosas, muchas veces reverenciadas como dogmas sagrados, verdades reveladas, doctrinas aceptadas por la religión, creencia refrendada en el número de seguidores, el propio convencimiento, etc.

Entonces, se fabrican mil y una interpretación, se delira realmente con explicaciones que tratan de llenar el hueco de sentido de alguna conducta, creencia, costumbre, sentir, etc.
Te podría mencionar decenas de tales que he escuchado muchas veces en boca de personas judías ortodoxas, o que son “tradicionalistas”. Verdaderos inventos basados en humo, sin apoyo histórico, sin validez lógica, sin ningún sustento más que “lo dijo tal rabino”, “lo leí en cual libro”, “eso es lo que hacemos aquí”, “Dios quiere y no comprendes”, entre otras “explicaciones”.
Un ejemplo, el no cortar el cabello de los hijos hasta los tres años de nacido. Sabido es que es una costumbre de origen pagano que se ha introducido modernamente en algunas facciones judaicas. Rápidamente se elaboran referencias, se anulan críticas, se agrede al que cuestiona, se entroniza como “mandamiento” casi que a la par de los dados por Dios. Sí, uno pasa a ser un “hereje” si no actúa según la moda supersticiosa.  Como este, sobran los ejemplos. Al caso, en algunas festividades judías, o previo a ellas, algunos comen Kreplaj. Según se puede constatar es una costumbre originada en Europa, a semejanza de las costumbres locales. Pero no tardaron los que elaboraron barrocas teorías sobre la santidad de tales alimentos, sobre los signos favorables de comerlos, sobre los significados cabalísticos-jasídicos de ingerirlos… siendo no más que costumbres copiadas a los vecinos gentiles… pero bueno, al tiempo aparecen los fedayines que para defender sus creencias, a sus maestros, su estilo de vida supersticioso, también inventan que fueron los vecinos los que copiaron a los judíos en sus alimentos.
¿O qué decir de la costumbre de disfrazarse en Purim? Ésta fue tomada de los carnavales italianos, pero al rato aparecieron los que asociaron con la reina Ester ocultando su origen, o a Dios oculto en el relato del Tanaj, o que es símbolo de… cuando fue originada en la tradición pagana de los vecinos de los judíos muchos siglos, un par de milenios después de los acontecimientos narrados.
Por saber, o sospechar, su origen real, ¿dejaré tal o cual costumbre? No lo sé, depende. Pero sin dudas no asumiré que es algo “sagrado”, irrenunciable, mandato divino, o seguiré como necio vocaciones supersticiosas cuando el hombre debe trabajar para librarse de toda superstición, de toda. 
En fin, sobran los ejemplos, tanto de costumbres judías, como familiares, como locales, como de todas las provincias, religiones, culturas, estamentos, etc. 
Si esto pasa entre gente que trata de mantenerse apegada a una vida virtuosa, ¿cuánto más cuando se permite que el EGO haga estragos en la mente, en las emociones, en las valoraciones morales, etc.?

Es normal pretender encontrar sentido a las cosas, buscar asociaciones, tratar de correr el velo del misterio.
Pero cuando esto se hace para satisfacer al EGO, en cualquiera de sus modalidades, entonces se pasa al lado de lo enfermizo, a lo que esclaviza y no a lo que brinda de plenitud a la persona.

Entonces, lo mejor es estudiar con calma, con paciencia, con humildad. No dar por sentada las cosas, aunque las diga X persona, aunque te parezca razonable, aunque 1.000.000.000 de seres lo crean, aunque tú tienes fe en ello. Estudia, recapacita, analiza, coteja, vuelve a analizar. Mientras vivas de forma buena y justa, siendo leal a lo que te corresponde por derecho, entonces no tienes porqué correr detrás de las modas, de las banalidades, aunque sean ofrecidas con explicaciones rabínicas o sortilegios cabalísticos.

Da para mucho más este tema, pero con el deseo de hacerlo comprensible para el amplio público, lo dejo por aquí.
Si conoces otros ejemplos, del mundillo judaico o general, por favor compártelos en la zona para los comentarios, aquí debajo. Si tienes algo útil que aportar, coméntalo.

Para construir shalom es necesario des-aprender infinidad de cosas, así estaremos capacitados para aprender realmente y actuar en unidad, en armonía, en salud y bienestar.

El átomo de Amalek

Amalek es el pueblo que en la Torá se denuncia como el que odia a los judíos por excelencia. Tal es su meta en este mundo, odiar a los judíos, pretender destruirlos, organizar el genocidio final en contra de Israel.
Amalek como pueblo ha desaparecido hace milenios, pero su estilo permanece vivo.
Es lo que inspiró a Hitler, a Arafat, al innombrable presidente corrupto de Irán, al susodicho de Venezuela, entre otros infames y miserables negadores de Dios y asesinos del hombre.
Poseen el átomo de Amalek en sus seres.
El modo en que opera sus EGOs es tan pernicioso que los lleva a las peores salvajadas, a las cosas más descabellas, a lo inverosímil, con tal de odiar y realizar su odio en contra de los judíos.

Hemos podido advertir que el átomo de Amalek se encuentra sumamente activo en otros, menos poderosos que los mencionados, menos conocidos, pero que abundan.
Por supuesto que nos referimos a los confesos antisemitas, a todos los que abiertamente o con indirectas muy claras manifiestan su rechazo y desprecio por los judíos.
Esta gente enferma es visible en sus manifestaciones, en sus acciones, allí ponen en claro y sin pruritos su deseo pervertido en contra de Israel y los judíos.
A veces se hacen pasar por anti Estado o gobierno de Israel, a veces por sofisticados progresistas que defienden derechos inexistentes de un pueblo inexistente tal como es el “palestino árabe”.
También están los que abanderados en sus religiones persiguen a los judíos, tales como el macanudo de Mel Gibson y otros extremistas de la violencia religiosa.
Pero están los antisemitas agazapados, aquellos que tienen el átomo terrible pero lo esconden, no lo expresan con apertura, sino que lo mantienen oculto.

Estos últimos suelen encontrarse en los que se hacen pasar por judíos sin serlo, o los que no se hacen pasar por judíos pero rechazan su propia identidad espiritual noájica y corren a disfrazarse de lo que ellos consideran que es algo judío (sombreros o gorras negras, pelos en las sienes, barbas, trajes negros, cabello cubierto en las mujeres, rituales y objetos judíos, etc.).
A simple vista parecen que aman lo judío, si no, ¿por qué se disfrazarían de tales?
Pero, cuando rascamos un poco la superficie, entonces vemos brotar un monstruo espantoso, lleno de ira, odio, malicia, desvergüenza, infamia. Sí, ahí está agazapado ese engendro terrible, sediento de sangre, ansioso por devorar a sus víctimas. Es doblemente nefasto, porque en apariencia es dulce, es amistoso, viene con abrazos y palabras amables, no tiene actitud amenazante, se vende muy bien como amigo y guía confiable. Pero es solo la apariencia, el disfraz. El súcubo está ahí.
Para estos hombre larva la cuestión es aparentar, estar disfrazados, hacerse pasar por lo que no son, tomar el aspecto y modos de lo que más desprecian y odian, que son sus víctimas, las presas que desea cazar y depredar.
Así se comporta Amalek por lo general. Al principio dudosamente se aparece con armas y gritos de guerra, sino con invitaciones cordiales, ofertas pacíficas, insinuaciones placenteras. Al estar desprevenida la víctima, saltan a desgarrarla, a desmembrarla, a desangrarla, con toda pericia asesina. Así actúa Amalek por lo general, encubierto, con astucia, con trampas. Viene como amigo para ocultar el sórdido deseo de aniquilación.

Por supuesto que Amalek es un esbirro del EGO, actúan por EGO, sus estrategias son las del EGO, sus intenciones son las del EGO.
Amalek es una representación palpable del EGO.
Allí donde hay EGO abocado a destruir a los judíos y a la conexión del hombre con Dios, allí está el átomo de Amalek.

Entonces, cuando veo gente gentil que se hace pasar por judía, y se le advierte del error pero sigue con su disfraz, de manera premeditada, obstinada en la negación de su identidad espiritual, aferrados a lo que no son, y que de paso siembran el caos, la confusión, la falacia, el engaño, el desorden, el descontrol, entonces no veo otra cosa que EGO y el átomo de Amalek.
Cuando veo seudo judíos mesiánicos, noájUdas (los que se profesan noájidas pero se invisten como judíos), gentiles que hacen falaces conversiones la judaísmo, “judíos nuevos”, “judíos completos”, “judíos de la senda antigua”, judíos en Jesús, supuestos noájidas que hacen todo por parecer judíos, entonces yo veo EGO, mucho pero mucho EGO saturado por el átomo de Amalek.

Aquellos que reniegan de su identidad, especialmente de su identidad espiritual (judía para judíos, noájida para gentiles) son pobre gente, tan pobres que no tienen nada real aunque estén llenos de dinero, fama, aplausos, bienes materiales o “amigos”. No son nada, porque están desconectados de su ser. Son máscaras sin rostro. Actores sin más existencia que la del escenario de sus vidas. Ausentes aunque con el cuerpo presente.
Los que son rehenes del EGO, ajenos a su propia identidad, apartados de su ser, ¿cómo podrían estar habilitados para amar?
En su impotente ignorancia, se odian a sí mismos. ¿Cómo habría ser de otra forma si no se conocen y por tanto están incapacitados para amarse y para cuidarse?
Éste, el auto odio, es un sentimiento absolutamente espantoso, tanto que difícilmente puedan llegar a admitirlo.
Entonces, recurren a diversos métodos para falsificar lo que sienten.
Desplazan su odio hacia otros y hacia objetos o instituciones.
También se escabullen, tanto por estrategia maligna como para huir de su espantoso auto odio, y se disfrazan de aquello que temen y odian por fuera de ellos. En el caso que estamos tratando, Amalek se disfraza de judío, o mejor debería expresarlo como: de lo que suponen es el disfraz que asemeja ser un judío.
Miren la diferencia para comprender esto que puede ser complejo. Hitler odiaba abiertamente a los judíos, no tenía empacho en compartir sus disparatadas ideas y de llevarlas a cabo. Su odio era su pan habitual, lo ofrecía a quien deseara comerlo junto con él. Este odio “honesto” (igualmente detestable y maldito) no eludía el espejo, era vertido sin disfraces de ningún tipo. Al analizar conscientemente a Hitler y sus secuaces encontramos que también se odiaban a sí mismos, pero no precisaban hacerse pasar por otros, porque eran expresivos en su odio hacia fuera, coherentes con su odio hacia aquellos que odiaban. Ese odio hacia lo otro tapaba su auto odio, pero al menos les dejaba sostener su Yo Vivido odiador a vista de todos.
Pero el que se auto odia y rechaza ese sentimiento, al tiempo que se abstiene de expresar su odio hacia el otro, termina (muchas veces) disfrazado para aparentar ser aquel al que odia. Entonces su auto odio tapado se esconde en aparente amor hacia el que en secreto odia. Sin embargo, ni bien se rasga un poco el velo, como hemos mencionado más arriba, la fiera temible se abalanza para aniquilar a quien odia, de forma de preservarse de tomar consciencia de su odio a sí mismo.
Me parece que este mecanismo macabro es bastante complicado de comprender, por lo que sería bueno releerlo tranquilamente y evaluar si tomaste real conciencia del mismo.
En un brevísimo resumen.
1- se odian intensamente a sí mismos.
2- rechazan el tomar conciencia con ese nefasto sentimiento.
3- también odian a aquellos que pueden denunciar su auto odia.
4- se hacen pasar por uno de esos a los que odian.
5- aparente respeto y veneración por aquellos a los que odia y por los cuales quiere hacerse pasar.
6- al menor atisbo de rasgadura de la máscara aparece el odio exacerbado hacia aquellos con los cuales quería asimilarse.
7- su odio y sus acciones perversas son intensas, es un esfuerzo enorme para preservarse de reconocer su auto odio.

Te pudo que los mires,  verás que detrás de tanta adoración a lo judío, realmente están llenos de antisemitismo… ni bien pueden lo dejan salir con toda violencia.
Así pasa también con las otras personas y objetos que odian… míralos, observa, no juzgues, solo míralos actuar…
Reconoce al EGO operando en ellos.
Advierte el átomo de Amalek trabajando corrosivamente.
Comprende.
Comprende el espantoso odio, la pesadillesca sensación de impotencia masiva, su pobreza emocional, su odio, su odio…

Te pido que leas y releas este texto, especialmente ante manifestaciones de odio. También ante esos que se disfrazan para no ser quien son. También cuando del aparente amor y veneración se pasa al rechazo abrumador. Analiza estas palabras, encuentra su hay algún error en mi planteo, o lo puedes corroborar. Te agradeceré tu aporte constructivo para seguir creciendo en la construcción de Shalom.
Recuerda, la construcción de shalom siempre debe comenzar de dentro hacia fuera, del círculo íntimo hacia el universal.
Que el AMOR derrote al EGO, que los leales a Dios extirpen el átomo de Amalek en toda generación.

El consejo diario 379

Todos tenemos a un criticón en nosotros. 
Es parte del funcionamiento del EGO, en su tarea oscura de hacer sentir la impotencia pero hacerte creer todopoderoso (o nada poderoso).
En la impotencia, uno se queja, reclama, aburre con sus gemidos y descontentas protestas. Todo esto es un derivado del llanto inicial, una herramienta del impotente para procurar manipular a otros y sobrevivir. Y funciona, claro que funciona.
Como siempre para nuestro trato con el EGO, la cuestión es no dejarlo tomar el control. Porque cuando eso pasa, se pierde el norte, se vive en desgracia, se trata de desgraciar a otros.

Trabaja sobre ti mismo, conócete, ámate, cuídate, así podrás conocer, amar, cuidar a otros. Así podrás servir realmente a Dios y no a los dioses de las religiones.
Trabaja en ti, porque ahí empieza el trabajo de construcción de shalom.

Ser noájida y compartirlo

Ser noájida es ser persona, uno que integra el 99.98% de la población mundial, es decir de los humanos que no son judíos.
En sí es un sinónimo de gentil, o miembro de las naciones del mundo.
No hay una clasificación particular para los “noájidas ortodoxos”, o “noájidas renacidos” o cosas por el estilo.
Ser gentil es ser noájida.
Sin embargo, por cuestiones que no me quedan muy en claro, se suele usar “noájida” para referir a aquel que es consciente de su identidad espiritual, así también como aquel que es leal al Eterno por medio del cumplimiento de los Siete Mandamientos para las Naciones.
Es como si “noájida” se aplicara a un pequeño grupo, a aquel que está en sintonía con su esencia espiritual, cuando lo cierto es que toda persona no judía es por derecho de nacimiento “noájida”.
Pero bueno, de acuerdo al uso un noájida es aquel consciente y coherente en su conducta con su identidad espiritual.

Recuerda, un noájida "completo" es consciente de su identidad espiritual y activo en ella, pero todos los gentiles son por derecho noájidas. Quizás no lo sepan, no lo crean, no se comporten de acuerdo, opinen diferente, pero noájida es lo que eres cuando no eres judío.

La voz noájida es la forma castellana de decir “ben Noaj” (bat Noaj para mujer, benei Noaj en plural), que en hebreo significa “hijo de Noé”, tal la manera tradicional judía para mencionar a los gentiles leales al Eterno.
Así pues, noájida no es un palabra moderna, sino una castellanización de un término tan antiguo que se pierde en los orígenes de la civilización.
Moderno es el concepto de constructor de Shalom, aunque tiene sus raíces en lo más profundo y sagrado de la Tradición.
Porque la persona espiritual, la persona equilibrada, necesariamente debe ser un constructor de Shalom en todo momento, d dentro hacia fuera.

Pareciera ser que también en el pasado surgía dificultades para indicar a aquellos noájidas conscientes y coherentes, por ello se les solía señalar a éstos como “gentiles piadosos”, “gentiles justos”, gentiles reverentes del Eterno”, entre otras denominaciones que apuntaban a lo mismo: la consciencia y lealtad del gentil a su destino sagrado, de servir al Eterno de acuerdo al camino noájico, el de los Siete Mandamientos Universales.

Como paralelo para comprender lo de los nombres te comento que a los judíos en su origen se los llamó “benei Israel”, “hijos de Israel”, porque eran todos descendientes de un señor cuyo nombre era Iaacov/Israel.
Todo judío, creyente o no, observante de los preceptos o no, leal o no, coherente con su esencia espiritual o no, es un “ben Israel”. A los que se comportan en sintonía con su esencia espiritual se les puede decir “judío piadoso”, “judío justo”, judío reverente del Eterno”, y con el craso y absurdo nombre de “religioso” o también errado de “ortodoxo”.
Recuerda, la religión siempre es EGO, que es lo contrario al AMOR, que es lo no espiritual.

En cuanto a la actitud que un noájida ha de tomar con respecto a difundir su identidad, es un tema largo para exponer, pero permíteme darte mi idea sintetizada en pocas líneas.
Por ser breve, seguramente dejaré cosas de lado, tampoco pretendo que sea la verdad revelada, sino mi idea basada en años de trabajo y experiencia sobre el asunto. Pero a la hora de la hora, hay dos hechos que no puedo modificar:
1- Nunca fui de ninguna religión ni tengo familia en religiones, así que no sé qué es eso, como se siente, qué se sufre.
2- Cada uno puede hacer lo que puede hacer, sin aspirar a la vida de otro, pero tampoco a satisfacerse con lo mínimo o escaso. Cada cosa en su tiempo y lugar.

Ahora te cuento que mi idea es que el noájida debiera (si puede) conversar de noajismo, compartir, difundirlo, hacer proselitismo (en el exacto sentido de la palabra, según la Real Academia), pero no ejercer presión, ni amenazas, ni violencia, ni engaños, ni astucias, ni… toda “alma que se consiga” por medios oscuros, es otro siervo del EGO que sigue esclavo de la mentira. Por más que por fuera acepte la postura, seguirá siendo el mismo por dentro. Habrá mucho más dolor, excusas, magufadas, pero poco de lo que es bueno y de bendición.
El compartir que sea con respeto siempre, respeto por uno y respeto por el otro. Llegar hasta donde se puede llegar, admitir que el otro piensa, cree, siente, opina tal como lo hace y no por ello debemos demandarle que cambie, que vea como nosotros vemos. Todo a su tiempo. Con paciencia, con verdadero amor. Unir, amar, y no ser un cómplice del EGO.

Mira lo que te digo ahora. Con el pastor, con el clérigo religioso que difunde el error, también  hay que tratar de ser respetuoso, no todos los pastores son malandrines o mala gente e incluso hay muchos de ellos que precisan de esa mano amiga para salir del estiércol del EGO. Siguen siendo clérigos del mal porque no saben, no pueden, hacer otra cosa; porque tienen miedo; porque están tan aprisionados que también precisan de comprensión y ayuda amorosa y no del rigor y la severidad del fanático.
Una palabra dulce, una palabra de aliento, un palabra bondadosa seguramente te gana más amigos y abre más puertas que la queja, la amargura, el rencor, la avaricia, el encono, la desvergüenza, la ofensa, etc.

Pero con el enemigo, con el traficante de la fe, con el terrorista, con aquel que a sabiendas actúa maliciosamente, o que se entrega al mal y provoca daños (consciente o no) no se puede ni debe ser blando, pero tampoco injusto. La justicia ha de primar siempre, porque ESA es LA bondad real para con el que no se puede ser bondadoso.
Todo tiene su tiempo, también la dureza, también el imponer la autoridad por medio de la fuerza, siempre y cuando sea la opción necesaria.

Eso creo, tú lo evalúas y actúas según tu parecer.

Magia, misterio, autoritarismo y destrucción

Para destruir tan solo hace falta una piedra. Nada más. A veces hasta menos, tal vez con una palabra perversa ya es suficiente.
Para construir, es necesario esfuerzo, ingenio, trabajo, compromiso, responsabilidad, energía, planificación, estudio, tiempo…
El constructor incluso puede tomar esa misma roca lanzada por el emisario del caos, pero para hacer la tarea de ordenar, de mejorar, de cuidar, de desarrollar el mundo. El mundo interno, de pensamientos, sentimientos, emociones, creencias, anhelos; como también el mundo externo, de la relación humana, del ambiente.

Sí, es fácil destruir, cualquiera puede hacerlo.
Pero construir, construir en verdad, para eso es necesario ponerse uno mismo en obra.

Así, vemos que abundan los criticones, los que (realmente o en apariencia) demuelen las posiciones de otros, pero arduamente son capaces de defender con integridad algo de su propia posición.
Son muy hábiles para mentir, difamar, traicionar, enlodar, fastidiar (etcéteras negativos ad infinitum), pero sumamente incapaces de hacer algo positivo, coherente, provechoso, constructivo, a favor de lo que piensan o creen.
El grito, el golpe, la queja, la falsedad, recursos del EGO desde el inicio, allí está pronto, servido, al instante, como respuesta, como reacción. Es lo que se tiene a mano, lo que se aprendió, lo que se hace. Así se manipula, así se es manipulado.
Se busca sobrevivir, en vez de vivir, en base a la destrucción.
En términos ecológicos, se usa sin conciencia de la sustentabilidad ni compromiso con ella.
En palabras de Héctor Schmucler (referido a la tecnología pero aplicado a nuestro tema): “Para la tecnología moderna no hay otro futuro que el de su propia multiplicación dominadora”.
Se vive el aquí y ahora de manera falaz, errónea, porque en verdad se está en permanente huida, se está fuera de línea, descentrado, sin armonía, en caos.
Oh sí, en el caos primordial, aquel que se fue ordenando y edificando para llenar de vida y sentido el cosmos.
El EGO es retorno al caos, en tanto que el AMOR es la creación en su plenitud.
El EGO es una máquina de supervivencia, en ello labora constantemente, pero al perder su sitial, su sentido, lleva a una existencia vacía, a la muerte en vida, a la extinción.

En palabras de una de las dos parshiot de la semana: "Pero si no me escucháis y no ponéis por obra todos estos mandamientos… serán sometidos al castigo de sus iniquidades, porque menospreciaron Mis decretos y porque su alma detestó Mis estatutos" (Vaikrá / Levítico 26:14, 43).

Tenemos el otro camino, el verdadero camino.
Porque, reconozcamos que es fácil arrojar una piedra, atine en el blanco o no, el daño ya fue hecho.
Pero, cuan duro es hacer lo que es bueno y justo, con lealtad, incluso consigo mismo.
Sobran los mentecatos, los mercachifles, los mercaderes de vidrios de colores, los piratas, sobran… porque no requiere de mucho el ser cómplice o activo destructor.
Pero, son tan pocos los que hacen el cambio positivo, los que alumbran, los que dan vida.

El EGO se vale de la ignorancia, sin dudas.
Aunque la persona abunda en conocimiento, en tanto no sea consciente de su ser, en tanto no logre unificar su Yo Vivido con su Yo Auténtico, estará en ignorancia.
La ignorancia también incluye a los falsos saberes, tan habituales entre los “creyentes” de cualquier especie y modelo.
En base a la ignorancia, procede el EGO a secuestrar el pensamiento, para hacer de las suyas. Entonces se inventan excusas, se elaboran teorías disparatadas, se cree en ridículos, la magia y superstición son adoradas, todo puede ser creído porque todo da lo mismo, en tanto se mantenga al hombre sumiso, impotente, pero con fantasías de súper poder.
Tomemos un ejemplo, que confieso no sé si es completamente verídico, pero me parece muy instructivo.
En la edad media, lo”normal” y hasta considerado “sano” era tener piojos. ¿Cómo llegaron a tal conclusión? Porque todas las personas sanas tenían piojos. Eso era lo “normal”. reyes, caballeros, damas, curas, obispos, pobres, ricos, mendigos, campesinos, burgueses, artesanos, rateros y “santos”, todo llenos de piojos. Pero había un grupo que ocasionalmente se libraba de tal plaga. Eran los enfermos con fiebre, pues parece que a estos parásitos no les agrada la alta temperatura y abandonan a su huésped en busca de otro cuerpo en el cual habitar.
Entonces, la “inteligente” conclusión era: los sanos tienen piojos, los enfermos no. Por lo cual, tener piojos es signo de salud.
¿Suena descabellado?
Sí, para nosotros que entendemos un poco más cómo funcionan las cosas, que tenemos un orden más racional y claro. Pero, para aquellos medievales, su pensamiento era el correcto. Pobre desgraciado del que se atreviera a opinar o siquiera suponer otra cosa. No tardaba en perder a todos sus piojos, por ser quemado vivo en las “santas” hogueras de los extremistas defensores de la fe y las “sanas” doctrinas.
Pero, no miremos con desprecio a aquellos bárbaros ignorantes de estas cosas. ¿Acaso hoy en día es diferente?
¿Acaso el amplio acceso a la información, los mayores conocimientos de los asuntos del mundo, nos ha llevado a ser mejores como individuos y como sociedad?
¿O seguimos siendo la misma bestia atada, esclavizada por el EGO, incapaces de desarrollar a pleno nuestra multidimensionalidad humana, nuestra esencia sagrada?
Piénsalo, mira al mundo, mira a tu alrededor, mírate al espejo y confiesa si somos en algo mejores que aquellos fanáticos oscurantistas de mil años atrás…

Dostoievski nos cuenta que El Gran Inquisidor creía que la humanidad quiere “magia, misterio y autoridad”.
Cierto, muy cierto.
Si le damos a la gente el buen pan espiritual, la luz de sus propias esencias para que les alumbre, rechazan amargamente, prefieren seguir arrastrados bajo la bota dolorosa del faraón, del EGO.
Prefieren el circo de la iglesia, con su magia, misterio y aires de autoridad.
Adoran a un supuesto rabino, más payaso que otra cosa, porque les vende a precio carísimo magia, misterio y seudo autoridad.
Escapan de FULVIDA, de nuestro mensaje libertario, porque renegamos de ser autoritarios, negamos la magia, negamos el misterio.
Nosotros tratamos, en la medida de nuestras posibilidades, de manejarnos por la senda del bien y la justicia, no por el modo EGO. Entonces, no recurrimos a artificios, no precisamos de tramoyas, no nos disfrazamos, no clamamos versos grandilocuentes, no nos escondemos detrás de mafias, no alentamos a que se nos siga con fe… por ello no somos “exitosos”, en los términos cotidianos.
Nosotros no seguimos al EGO, seguimos al AMOR, en la medida de lo posible, cosa que no es sencillo ni constante, por supuesto, pues no somos “santos”, solo personas normales.
Y eso, precisamente eso que libera, es lo que la gente más repugna.
La gente quiere farsas, actos circenses, palabras que representen poder sobrenatural, milagritos, truquitos de mago de barrio… ah… eso les encanta. Porque eso es destrucción, demoler la esencia personal, dejar el espíritu embadurnado por el estiércol del la religión y las doctrinas perezosas de la muerte.
¿Sabes por qué mesiánicos, netzaritas, noajudas, cabalisteros y otros fantoches tienen tanto “éxito” (en términos terrenales)?
¿Sabes por qué la gente dilapida su vida en Facebook, Twiter y otras aldeas de chismosos?
Relee lo que puso el genial autor ruso y tendrás una de las respuestas.

Tenemos pues que trabajar en el AMOR, ser AMOR.
Pero eso NO es de ninguna manera ser sentimentalistas, permisivos, todo vale, necios que no saben pensar ni inquirir por la verdad.
Vivir en AMOR, ser AMOR, es un acto multidimensional (cuerpo, emociones, lazos sociales, mente y esencia espiritual) y no un trastorno emocional pasajero.
Para amar en verdad es imprescindible conocer, hasta donde sea posible hacerlo. Porque el que no conoce, difícilmente ama; por ahí siente algo, tiene “buena onda”, lleva buenas intenciones, está enamorado, pero amar no ama…
Amar implica conocer y hacer aquello que es bueno y justo con quien se ama, al tiempo que no se daña a uno mismo ni a otros.
No es tarea simple, pero hacerla es la cuestión que no hace humanos, libres del EGO.

Martín Heidegger en La pregunta por la técnica expresó: “Preguntar es estar construyendo un camino. Por ello es aconsejable fijar la atención en el camino y no estar pendiente de frases y rótulos aislados. El camino es un camino del pensar”.
(Me desvió por un instante. El lector informado habrá percibido que he citado aquí algunos autores que son, digamos algo así como, controversiales. En este caso tomamos sus expresiones que consideramos provechosas, el resto, lo que no contribuye al Shalom, es lo que no usamos. Tal como hizo el gran Maimónides, quien usaba ideas de pensadores “extranjeros”, mucha veces sin citarlos por sus nombres, porque sabía que eso levantaría críticas nefastas e inútiles, siendo que había mucho que aprender de los aportes de los sabios “extranjeros”.)
Nuestro camino debe incluir el pensar, el cuestionar con respeto, el analizar, el preguntar, el avanzar y no detenerse en idolatrar a nada ni nadie.
Toda idolatría es producto del EGO, en tanto que el amor es espiritualidad.
Y la espiritualidad es multidimensional. Incluye a todo lo de la persona. Unifica, une, hermana y no separa lo que debe estar unido cuando debe estarlo.
Lo espiritual no agrede, no lleva a “guerras santas”, no daña, a no ser que no haya otro camino posible y sea absolutamente necesario.
El espíritu indaga, no teme a las preguntas, tampoco a las respuestas, porque está para aprender, para enseñar, para cerrar las brechas que deben cerrarse y separar lo que debe ser separado.
Eso es AMOR.
Pero el EGO, el EGO, hace todo al revés. Siente, desea y secuestra el pensamiento. La creatividad es usurpada, se la destina a inventar excusas que justifiquen la maldad, la pereza, el error, la mentira. El cuerpo es adorado o aborrecido, pero siempre sentido como una ropa prestada y no como el sagrado yo terrenal durante nuestra travesías en este mundo. Así marcha el EGO, entre sombras, en ignorancia, en desconexión de los sentidos para perder la ruta espiritual.
Y por más que lo alimentes, no te da descanso, no te libera de su esclavitud… ¡todo lo contrario!
Cuanto más lo sirves, más te aprieta el pescuezo y te esclaviza.

Veamos una cita del salmista: “Él les dio lo que pidieron, pero envió a sus almas debilidad.” (Tehilim / Salmos 106:15).
En ocasiones la persona obtiene lo que su EGO anhela, pero eso no le da felicidad, de hecho, la llena de mayor pesar.
Nada le conforma, quiere más, se vuelve más adicto.
En vez de fortalecerse, se debilita. En lugar de dicha y paz, solo hay resentimiento, quejas, amargura, falta de agradecimiento, muerte en vida.
Se puebla la mente de religión, de superstición, de magia, de deseos de autoridad.
Debilidad, impotencia, culpa, arrogancia, menosprecio, odio, gritos, trampas, podredumbre, más y más miseria, aunque se tenga “éxito” terrenal, el alma se vacía, la vida se ahueca, es un hoyo depresivo que ni siquiera la mágica píldora del psiquiatra parece resolver.
El EGO pide más, demanda, exige, protesta, hace paros y huelgas reclamando más… más… más… para ser menos, menos, menos…

Para los que construyen shalom (y si empiezan de dentro para fuera, es lo mejor), es bueno que recuerden que no tiene porqué hacer todo, saber todo, conocer todo.
Cada cosa a su tiempo.
Primero hay que darse tiempo para des-aprender, para conocerse, para amarse, para respetarse. Si se corre como ciego, cargando la mochila del pasado, lleno de pretextos, de textos corruptos, de idiosincrasias enfermas, difícilmente se deje de lado el sometimiento al EGO, raro que se pueda hacer las cosas con bien y justicia.
Los q se apuran lo hacen para seguir en huida, no en dedicada construcción de shalom.
Dele a cada tiempo su pan, SU pan y no otro.

Creo que es un texto más largo de lo que planifiqué, más complejo, yo quería algo sumamente breve, conciso, concreto, pero me quedó esta obra que tiene ante ti.
Me gustaría recibir tus comentarios, tus aportes, tu ayuda edificante para seguir avanzando.
Gracias.

(Recomiendo la lectura y comprensión de: http://es.wikipedia.org/wiki/Post_hoc_ergo_propter_hoc)

Recordando al EGO

Parece que no es fácil, hay muchas trabas dentro y fuera, es el EGO no permite hacer las cosas de manera sencilla.
Por dentro carcomen las dudas, los miedos, los rencores, la ira, la angustia, la ansiedad, el sentimiento de culpa, las voces que gritan y llevan a la impotencia. Ay sí, todo parece imposible. Todo es malo. Todo siempre fue y será así. No puedo, no se puede. Surgen las excusas, con una facilidad impresionante se elaboran una tras de otra, con las mentiras, con las justificaciones, con las agresiones verbales, con la agresión pasivo-activa. Ay sí, la enfermedad corroe desde dentro, como un cáncer lento pero seguro en su cometido mortal.
Por fuera, los enemigos abundan, los contradictores, los ofensores, los opositores, los que triunfan, los que te hacen quedar como idiota, los que te ganan la partida, los que se burlan, el “destino”, los dioses que te lo hacen todo difícil, como si tuvieras que remar en contra la corriente todo el tiempo.
Dentro y fuera es lo mismo, el EGO.
Ese EGO que existe para salvarnos, pero que nos hunde en el salvaje abismo del sentimiento de impotencia.
Que nos hace sentir impotentes, pero nos hace creer todopoderosos.
Que nos arrastra hacia la manipulación para alcanzar los deseos, que nos hace ser manipulados.
El EGO que se inventa religiones, partidos políticos, dogmas, lemas, enfermedades y curas.
El EGO, siempre presente, por ser parte intrínseca del cerebro humano. No se despega de nosotros. No puede ser exorcizado. No hay remedios mágicos. No se inventó el elíxir que lo borre. Porque, borrar al EGO es eliminar la base de nuestro cerebro, de nuestra existencia como personas.
Pero sí, hay maneras de dominarlo, de ponerlo en el lugar que le corresponde, en su lugar ni más ni menos.
Que ya no usurpe el sitial de un dios, que no se interponga entre nosotros y Dios, que no secuestre más nuestros pensamientos, que no nos lleve más por la noche oscura habiendo plenitud luminosa al alcance de la mano.
Cada obstáculo es una ocasión para superarnos a nosotros mismos, o para seguir esclavizados al EGO.
Recuerda, sus herramientas son básicas, rudimentarias, pero bastante efectivas: gritar, llorar, golpear y desconectar a la persona de sus percepciones reales.
Si vas a reaccionar con cualquier de estas herramientas, o sus derivados, pon el freno, tómate un respiro, da un paseo, haz otra cosa, silba una melodía, reza, haz lo que sea menos lo que tu impulso pretende acabar en milésimas de segundos.
Sí, el EGO tiene sus habilidades, pero tu puedes entrenar las partes positivas para fortalecerte y ser el amo de tu ser.
Controla aquello que está en tu control y deja fluir el resto.

(Lectura sugerida: http://es.wikipedia.org/wiki/Alegor%C3%ADa_de_la_caverna)

Emor, ser salvos

Ni arriba ni abajo, en tu lugar
Al EGO no le sirve que crezcamos.
Le conviene hacernos sentir impotentes y que nos creamos todopoderosos o absolutamente incapaces, para que de esa forma soportemos constantes tropiezos, contrariedades, sufrimientos.
Es que, si la persona se siente capaz, libre, responsable, apta, con el sano orgullo de poder lo que puede, bien pronto se quita de encima la bota tiránica del EGO.
Entonces, el EGO lo somete a la tortura de sentirse ignorando, poca cosa, fracasado, imposibilitado, destinado al dolor y sin mecanismos para sobresalir. O le hace fantasear con tener poderes que realmente no tiene, dominios que le son ajenos, y por consiguiente chocará tarde o temprano con la realidad que le dice: “no, tú no puedes”. En esa circunstancia ya no es solamente un sentimiento de impotencia, sino la impotencia concreta, materializada, el límite de nuestras capacidades reales.
Entonces, se suma el sentimiento, la creencia fantástica y la realidad, se hace un combo amargo que degustar.
La soberbia, el creerse más de lo que uno realmente es y puede llegar a ser; tal como la falsa modestia, el rebajar el propio estatus a un nivel inaceptable, incongruente con la real capacidad y potencial; son caras de la misma terrible moneda del EGO.
Imaginar y hasta delirar con estar a un nivel que no se está, ni se puede llegar, sea alto o bajo, son formas del EGO para mantenerte en impotencia, sometido, esclavizado, ajeno a tu verdadera identidad, aferrado a máscaras del Yo Vivido en lugar de abrazado y en paz a tu Yo Auténtico.
Es triste, pero es la regla casi general de la humanidad. Pocos son los que saben y pueden zafar de la esclavitud del EGO y potenciar su vida al máximo.
Al conocimiento de su real valor y lugar, a la autoestima adecuada, en la Tradición se le suele nombrar como “humildad”.

El origen de la religión
Nuestras primeras reacciones ante la impotencia inicial, en el traumático momento del nacimiento, son instintivas.
Son las herramientas básicas del EGO: grito, llanto, pataleo y desconexión de la realidad.
Con ellas procura mantenernos con vida, sortear el amargo trago de la impotencia y sobrevivir.
Desde ese instante nos vamos  programando, a partir de estas herramientas, a través de las relaciones con el medio y las otras personas.
Vamos usando ciertos instrumentos, los vamos conociendo, perfeccionando, cambiando, desechando, mejorando. Pero la raíz permanece la misma: llanto, grito, golpe, inconsciencia.
Vamos sumando los mandatos de la sociedad, a reaccionar de acuerdo a lo que nuestros padres nos entrenan.
Vamos formando creencias, decodificando al mundo de acuerdo a lo que estamos conocimiento y entendiendo, se tejen redes neuronales, nos vamos haciendo como personas.
Allí en el fondo está nuestro primer salvador, el EGO, con sus demandas, con sus exigencias, sus manipulaciones. Es un “dios” que se interpone a nuestra conciencia de Dios, son las múltiples cáscaras que recubren nuestra neshamá (esencia espiritual), para que no tomemos contacto, para que no nos conectemos, para que no seamos uno y unificados.
Allí fuera están los primeros “dioses” que vamos adorando, por lo general la madre (o más bien debiera decirse la o las personas que cumplen la función materna de proteger, alimentar, higienizar, etc.).
El dios interno, el EGO, se presenta como el dios externo, las personas de nuestro entorno en nuestras edades más tiernas.
En esos momentos aprendemos a manejarnos con los dioses, a manipularlos, a ser manipulados. A conseguir las cosas que deseamos con rabietas, con enojos, con estafas emocionales. Esos dioses están a nuestro servicio, pero dependemos por completo de ellos. Es como una relación bastante enfermiza, sin ellos morimos, ellos sin nosotros es como que no tienen sentido de ser.
Así es como, en general, vamos fabricando el sentimiento religioso en nuestro ser.
Por ello decimos que la religión, la fe ciega, es derivado del EGO. Porque no se asienta en la espiritualidad, en la conexión, en la unidad, en el ser en plenitud, sino en el toma y daca, en el negociado, en las necesidades de ambas partes, en jueguitos de poder y dominio. Eso es la religión, nada sagrada, nada trascendente, puro EGO.
Así comprendemos cómo en el nombre de las religiones se hacen las peores barbaridades, se excusan la peores miserias humanas. En este siglo y en todos los anteriores.
Porque, si la religión fuera del reino espiritual, nunca estarían a la defensa de la corrupción, de los “poderosos”, de la amenaza como mecanismo, etc.

El eterno volver
Si pudieras ver tu vida desde fuera, desapasionadamente, con frialdad, con desapego, encontrarías que una y otra vez repites conductas.
Como si estuvieras programado a volver a repetir lo que ya viviste con apenas variaciones.
Pueden ser las mismas u otras caras, pero en el fondo las situaciones se repiten, apenas si con cambios.
La tonada es la misma, aunque sean otros los instrumentos que la ejecutan.
Y vuelven, o quizás nunca se van, los mismos sentimientos de desamor, de impotencia, de limitación, de desamparo, de apego, de desconexión de no poder ni valer, de fracaso.
Parece que decides, pero no.
Haces de cuenta que eres libre, pero estás esclavizado al EGO, y sigues mandatos externos, creencias infantiles, programas que te hacen ejecutar automáticamente las cosas.
En las pequeñas y en las grandes cosas, allí saltan los programas a los que nos hemos acostumbrado, que son nuestra “segunda naturaleza”.
Observa, pero con desapego, desde fuera, sin reaccionar, sin responder, sin querer tener el control, observa… ¿qué ves?

Observa y registra
Observa cómo actúas, como un personaje de obra teatral, como siguiendo un libreto escrito por ajenos.
Obsérvate en tu multidimensionalidad:

  • qué sientes en tu cuerpo, en qué parte precisamente;
  • cómo te sientes emocionalmente; cómo te valoras; cuáles personas, cosas, situaciones, ideas te hacen sentir esas cosas;
  • de quién te ocultas o a quién quieres vencer; qué posesión quieres obtener para sentirte apreciado; qué trofeo quieres demostrar;
  • cuáles son tus pensamientos; qué afirmas acerca de ti mismo y de las cosas; qué recuerdas, qué esperas; qué inventaste para excusarte;
  • cómo actúas, qué dices, qué callas, con qué lo asocias.

Observa con calma, sin pasiones, sin justificar, sin excusas, sin negar, sin rechazar.
Observa y admite lo qué estás viendo. Regístralo, no confíes en tu memoria, te hará trampas el EGO.
Por el mero hecho de hacer esto, de tomar distancia, de no apegarte, de aceptar lo que sucede, de fluir, ya estarás aprovechando mejor tus energías vitales.
Aún no habrás hecho nada, activamente, pero estás en la onda del cambio positivo.
Tomar conciencia, despertar, saber lo qué sucede es uno de los primeros pasos para tu liberación.
Antes está el admitir que uno está mal, en desbalance, fuera de foco, no sincronizado con la existencia, sufriendo. Porque si estamos anestesiados al punto de ni siquiera reconocer nuestro malestar, difícilmente emprendamos un camino hacia la redención personal.

Entrénate
Puedes ir descubriendo los patrones de conducta que se repiten, que son cadenas que te atrapan en la esclavitud al EGO.
Revelar los pensamientos negativos, las creencias falsas, las infantiles fantasías de poder, el egoísmo, la falta de solidaridad, el perpetuo jueguito por alcanzar el poder y ser sumiso, entre otras cosas.
Ir despertando, es un paso esencial.
Te da más energía, te abre la cabeza, de limpia el pecho de opresiones.
Pero, aún está lejano el mar Rojo para que se abra y te deje pasar fuera de la celdita mental del EGO y aún más lejana la Tierra Prometida, de paz y placer.
Es necesario entrenarse y no dejarse arrastrar por el hábito, no someterse al guión, salir del esquemita mental repetitivo.

Es evidente que no podrás hacer esto de buenas a primeras, a fuerza de buena voluntad o pensamientos positivos.
No existe la magia.
Tienes años enroscado a una cadena, no esperes quitártela de encima de un momento al otro.
Te advierto que muchos han tomado conciencia para luego volver a dormir, aún más pesadamente que antes.
Es que, el EGO atenaza con fuerza, a pesar de que es intrínsecamente débil.
Precisarás esfuerzo, constancia, trabajo, alegría, optimismo, agradecimiento, valor, paciencia, amor, respeto entre otras cosas para seguir adelante, para ser libre, para obtener paz, para gozar, para estar unificado y en armonía interna y externa.
Sí, muchos quedan por el camino, la mayoría quizás, pero eso no es excusa para que tú no seas de los que alcanzan la Tierra Prometida y disfrutan de ella.
Todo lo que crees que te cuesta, lo que te pierdes, lo que te esfuerzas igualmente será poco, barato, comparado con lo que gastas manteniéndote en la celdita mental del EGO, con lo que malgastas y derrochas para tapar agujeros, con lo que desperdicias al pasar por la vida sin vivirla realmente.

Entrénate en valorar al prójimo, en hacerlo sentir bien sin esperar nada a cambio, en ser justo, en no responder automáticamente sino desde un punto de vista que beneficie a ti y al prójimo.
No quieras ser el que tiene la última palabra, no pretendas ser el que domina, no pidas la cabeza del otro, no trabajes para el EGO.
Disfruta de aquello que está a tu alcance y propón al otro que haga lo mismo.
Deja fluir aquello que no puedes ni debes controlar.
Repara lo que está bajo tu dominio para que funcione correctamente.
Relájate, no quieras comandar todo y a todos.
Entrénate para ser bueno y justo, gozar de lo permitido y apartarte de lo nocivo.
Haz esto, entonces estarás en camino a la Salvación, a la Redención, a la Era Mesiánica, a la Tierra Prometida.

Emor
Para los judíos, en la lectura semanal que corresponde a este Shabbat (parashat Emor) encontramos:

"Guardad, pues, Mis mandamientos y ponedlos por obra. Yo soy el Eterno.
No profanéis Mi santo nombre, pues Yo he de ser santificado en medio de los Hijos de Israel.
Yo soy el Eterno, el que os santifico, que os saqué de la tierra de Egipto para ser vuestro Elokim.
Yo soy el Eterno.’"
(Vaikrá / Levítico 22:31-33)

Se nos muestra la puerta para salir de nuestra celdita mental, de la tiranía del EGO.
Es Dios el que quiere nuestra salvación.
Pero somos nosotros los que debemos levantarnos, abrir la puerta –que está sin llave-, y pasar a la libertad.
No seremos arrancados de la prisión, nadie vendrá a sacarnos. Debemos salir por nuestros medios.
Tenemos la ayuda de Arriba, contamos con la fuerza interna, se nos brindan hermosos consejos, se nos dio la oportunidad.
Ahora, a avanzar.
Si no llegas a la Tierra Prometida pero hiciste tu parte, santificaste tu vida por medio de la bondad y la justicia, entonces ten por seguro que desde lo Alto serás buenamente recompensado. Será completada tu travesía, no en esta vida, pero si en la eterna.
Cada paso que des, cada obra que realices, cada instante que saborees la libertad de forma comprometida, estarás sembrando gozo eterno.
Ahora, levántate y avanza.
Actúa, sé solidario, haz el bien, ¿a qué esperas? ¿A que tu EGO te dé permiso?
A construir Shalom.