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Isaías 29:13

¿A qué y a quién se refiere el profeta Ieshaiau/Isaías 29:13?

Es sabido que los pérfidos misioneros, (mesiánicos, netzaritas, ebionitas, falsos judíos, caraítas, falsos sefaradíes, supuestos descendientes de tribus perdidas, evangélicos, cualquier otra denominación cristiana similar), entre otros impostores de la fe, andan usando este versículo como un vehículo para promover sus mentiras, confundir, sembrar el caos, corromper, hacer propaganda de la religión rebelde, burlarse de los leales de Dios, entre otras maldades terribles.
Ya desde las páginas del profano “nuevo testamento”, en el evangelio atribuido al poco santo Mateo, se pretende hacer creer que este verso es un ataque profético en contra de los Sabios de la Torá Oral.
¿Será cierto que es una denuncia en contra de los verdaderos Sabios del Talmud, los conocidos como “fariseos”?
¿Será que el profeta de la Verdad, Isaías, realmente amonesta a los Sabios de la Torá y los declara ignorantes, perversos, herejes?

¡Por supuesto que NO!
Es evidente que el profeta Isaías NO está violentando a los Depositarios de la Torá, a los Maestros de la Luz, a los Líderes del Conocimiento Sagrado, a los Guardianes de la Tradición.
¡Nada más lejano a la voluntad del profeta, enviado por Dios, que perturbar el legado de Israel con ataques fantasiosos y poco santos!

Cuando usamos nuestro intelecto (y no la fe de los religiosos vacíos de espiritualidad),
y nos apoyamos en el conocimiento (y no en la vanidad de los idólatras),
y mantenemos nuestro corazón humilde ante la evidencia real (y no inventamos realidades alternativas, de acuerdo a nuestro deseo, como los traficantes de la fe),
y tenemos amor y respeto por Dios (y no hipocresía en todas las dimensiones, como misioneros),
rápidamente comprendemos el significado real y profundo de lo que el profeta quiere enseñarnos en este pasaje.

Ante todo, recordemos que el versículo debe ser entendido en su contexto, tanto literario, como histórico, cultural, temporal, etc.
Por tanto, no es bueno tomar un solo versículo, fuera de todo marco, y con ello pretender elaborar doctrinas, leyes o “teología”. Ese procedimiento aberrante, falto de honestidad, es el que acostumbran a emplear los misioneros, pero no podemos nosotros hacer como esos perversos. ¡Dios no permita!

En su contexto el profeta está hablando de falsos entendidos, de gente que no sabe leer, que no sabe comprender, que no cuenta con la clave para decodificar los mensajes, que son ajenos a la cadena de la sagrada Tradición.
Así pues, no es de los Sabios que el profeta está hablando, sino precisamente de los FALSOS sabios. Gente que son de la patota malquistada de los pastores de iglesia, supuestos rabinos mesiánicos, ilustrados necios que saben manipular los corazones pero carecen de entendimiento sagrado, gente hábil para el negocio de ser pedigüeños y obtener diezmos y otras prebendas pero son incapaces de servir con lealtad a Dios.
El profeta claramente está denunciando a esos religiosos, llenos de ritos, aleluyas, reclamos de diezmos y tributos, ejercitados en levantar la mano derecha y “clamar a Dios”, gente hueca pero astutamente preparada para el negocio de la religión. Gente que es esclava del EGO y por ello ausentes de lealtad a Dios y Sus mandamientos.
Esos que no tienen empacho en hacerse llamar “rabino”, “haham”, pastor, profeta, hombre del Señor, pero que no son más que pobres diablos, con sus almas opacas, sus espíritus encerrados detrás de los ardientes barrotes de las celditas creadas por sus EGOs.
Tal cual dice el profeta:

"Toda la visión será como las palabras de un libro sellado. Cuando lo dan al que sabe leer y le dicen: ‘Por favor, lee esto’, él dice: ‘No puedo, porque está sellado.’
Y cuando dan el libro al que no sabe leer y le dicen: ‘Por favor, lee esto’, él dice: ‘No sé leer.’"
(Ieshaiá / Isaías 29:11-12)

Tú que has pasado por iglesias, que aún estás en alguna de ellas, aunque la llames sinagoga, sabes de qué te estoy hablando.
Ese pastor tuyo, aunque le digas ahora rabino, es exactamente uno de los que está describiendo el profeta.
Es así, gente inculta, obtusa, ciega, carente de toda vitalidad espiritual, faltos de las claves sagradas para conectarse con el texto sagrado, miserables llenos de pecados y orgullo.
Y tú, sí tú, si eres misionero, si eres mesiánico, si eres oveja de esta gente, no eres mucho mejor en lo que a lealtad a Dios y respeto se refieren.
Me da pena decirlo, me molesta sonarte agresivo, pero prefiero parecerlo y no ser cómplice de la maldad, el odio, la rebelión, el caos.
Porque de gente así es de la que está hablando el profeta.
Sean judíos, que se llenan de “jumrot” innecesarias, claramente antagónicas con el espíritu y letra de la halajá.
O sean falsos judíos, esos mesiánicos o similares, que se inventan su propia religión.
O sean los seguidores de falsas deidades, pero que se hacen pasar por personas de Dios.
A todos ellos está señalando el profeta Isaías cuando está denunciando en estos versículos.
A los que no saben leer, porque son ignorantes… cosa que es mala, pero que se empeora al hacerse pasar por entendidos y revelados por Dios.
A los que saben leer, pero carecen de la capacidad de penetrar en el sentido real del texto, porque para ellos permanece cerrado, sellado… cosa que es mala, pero que se empeora cuando se hacen pasar por líderes espirituales, por personas dedicadas al crecimiento integral pero no son más que mezquinos holgazanes muy entrenados en el negocio de estafar con religión a los que les prestan atención.

Lee las palabras del profeta que te he citado. No creas en lo que te digo. No preciso que me creas, sino que leas, entiendas, analices, preguntes, indagues.
Está muy claro.
Es muy sencillo de ver, si es que no tienes tus ojos tapados y tu corazón cegado y tu cerebro entumecido.
Claramente el profeta NO está hablando de verdaderos Sabios, puesto que ellos saben leer, ellos saben penetrar en los sentidos de lo que está expresado.
¡Por algo son verdaderos Sabios!
No lo serían si fueran mediocres pedantes que se dedicaran a mandar a los demás bajo la excusa de que son “grandes”, “pontífices”, “predicadores” y por ello, solamente por sus “titulitos” deben ser admirados y aprobados.
¡Justamente es contra eso que se está levantando el profeta Isaías!
Contra los “doctores en teología” que te vienen a predicar “la palabra”, pero no son más que mentiras, engaños, falsedades, lemas podridos de religión que no tienen un gramo de espiritualidad.
Porque los verdaderos sabios no precisan esconderse detrás de “titulitos”, ni someter a la gente por miedo, ni presionar, ni amenazar, ni silenciar a los que están en divergencia, ni maldecir a los que piensan diferente, ni tratar de “hijos de serpiente” a los que no les dicen “amén” a todas sus estupideces.
Compara a los verdaderos Sabios con gente como el adorado falso dios de la cruz.
Éste maldijo, insultó, agredió, a los que cometieron el “pecado” de pensar diferente a sus payasescas fantasías. Condenó a muerte a los que no siguieran como borregos sus prédicas llenas de vicio y mentira.
Y de acuerdo a ese deplorable modelo han vivido durante dos mil años sus seguidores.
Demuéstrame que es mentira lo que te digo, o por el contrario pon argumentos que lo confirmen. Te invito a hacerlo. No me creas, estudia, analiza, sé leal contigo mismo y con Dios. ¿Eres capaz de dejar de repetir lemas y doctrinas y comenzar a pensar y hacer brillar tu luz espiritual?
¿Eres capaz?
Espero, realmente, que sí… pero el EGO es tan fuerte (en apariencia). Las doctrinas se te han implantado tan profundo. Te han sometido a tanta manipulación emocional y vejamen, que en el fondo dudo que puedas salir a la libertad, romper las cadenas con la religión, ser libre para ser obediente para con Dios.

Entonces, llega el profeta al verso que nos convoca y dice:

"Dice el Señor: ‘Por cuanto se aproximó este pueblo, con su boca y con sus labios Me honró, pero su corazón se alejó de Mí; y su reverencia a Mí es un precepto de personas, tal como han sido entrenados."
(Ieshaiá / Isaías 29:13)

¿No es exactamente lo que te describí líneas más arriba?
Gente que se llena la boca de aleluyas y amén.
Dicen la palabra “dios” cada dos palabras.
Repiten con fidelidad estéreo pasajes de la “biblia”.
Saben de memoria todas las respuestas prefabricadas que demuestran “la verdad” de su religión.
Cumplen con religiosa precisión los ritos de sus dogmas.
Son incapaces de dudar, puesto que si dudan se van al infierno.
Son paralíticos a la hora de caminar por un camino propio, sino que marchan lisiados por donde su pastor les marque… al ritmo del pastor.
Sí, sus bocas están llenas de clamores e invocaciones, de versículos y “tejilim”, pero en lo profundo están secos.
La religión mató al espíritu.
El EGO marchito la conexión con Dios.
Sus corazones no están con Dios, aunque hablen de Dios a cada rato.
Sus dogmas no son puras, aunque digan que son “bíblicas”.
Su fidelidad a sus líderes no es lealtad a Dios, sino a hombres.
Sus enseñanzas parecen muy bellas, muy beneficiosas, muy espirituales, pero solamente son apariencias.
Ellos no aman a Dios, no lo respetan, sino solamente viven tal y como les enseñaron.
Son entrenados y así viven.
Son amaestrados y amancebados y así continúan.
No analizan, no cuestionan, no critican, no piensan, no razonan, solo cumplen lo que sus pastores les dicen, lo que en sus casas les enseñaron.
Tienen fe, para ellos es suficiente.
Y eso es absolutamente lamentable.
Su fe es una ofensa.
Sus dogmas rebelión.
Su religión es la pornografía de los sacro.
Corrupción abunda en sus negociaciones.
Aunque hagan cosas buenas, no las hacen por bondad, sino porque eso les han inculcado, temen romper el molde, temen las consecuencias, se dejan llevar por temor.
Son cáscaras, máscaras de cara bondadosa, pero dentro es un oscuro hogar lo que impera (ver aquí).

Por supuesto que para aquellos que conocen a los Sabios les es evidente que es imposible que el profeta se refiriera a ellos con estos términos.
Nadie llegó al grado de Sabio de la Torá por ser hipócrita, por ser religioso, por ser de doble cara, por ser un holgazán astuto en comerciar y manipular.

Los verdaderos Sabios, los “fariseos”, eran maestros de Torá por mérito propio, adquirido y sostenido con estudio, esfuerzo, dedicación, lealtad total a Dios, cumplimiento dedicado de Sus mandamientos, honestidad, integridad, capacidad de interrogar y responder, entre otros atributos que hacen de una persona que sea admirable realmente.

Concluyamos con las palabras del excelente Malbin:

"Dice el Señor: ‘Por cuanto se aproximó este pueblo", ellos piensan que con tales afirmaciones se aproximan a Mí y se acercan a Dios, a causa de que magnifican y adoran la Palabra de Dios que está más allá del alcance de cualquier ser humano, pero en realidad "sólo su boca y sus labios me respetan", precisamente con esto es que ellos distancian su corazón de Mí.
Porque creen que haciendo esto están cumpliendo con el mandamiento de Dios y Sus enseñanzas, como si todo fueran actos externos sin pensamiento ni intención. En su opinión son cuestiones materiales sin nada más, no hay intelecto ni ciencia en ellos.
Así ocurre que "su reverencia a Mí” es meramente “un precepto de personas", que es resultado del "ser entrenados así" y están acostumbrados, esto es que se han acostumbrados desde su infancia y es su costumbre sin intención y sin pensamiento. Saben que son los mandamientos de Dios, pero no los hacen porque los ordenó Dios, sino porque así les inculcaron sus padres y sus antepasados, y hacen sin saber el sentido sino porque así fueron entrenados a practicar. Por medio de estas acusaciones el profeta pretende que el hombre no solamente cumpla con los mandamientos, sino que también estudie y comprenda el sentido de ellos, profundice intelectualmente en sus acciones.

¿Quien siembra Odio?

Shalom, Amigos y Feliz 5772 para todos, quiera El Eterno bendecir este año sus vidas y la obra de sus manos con abundancia de bienestar.

  Me he topado en internet con una serie de comentarios llenos de odio y descalificacion en contra de nosotros los Noajidas y de los Judios, a los noajidas nos llaman secta (Incluso vi algunos terminos peyorativos en contra de Moré y estas paginas) y a los Judios los agreden tambien, no repetire esos comentarios ya que no vale la pena y seria muy ofensivo el colocarlos aqui, pero si pretendo hacer un corto analisis de estas actitudes sin fundamento y basadas en apreciaciones equivocas, ¿Quien Siembra y a sembrado odio desde siempre? ¿A quien hemos visto en la prensa y la television generando odio y rencor? ¿al pueblo Judio?, ¿A los Noajidas conscientes de su identidad?, ¿A Moré o a algun Rabí Verdadero? NOOOOOOO y NOOOOOO, pero si he visto a bastantes representantes de iglesias cristianas de diversas denominaciones vociferando en TV en contra de Judios y «Religiones judaisantes» (asi llaman al Noajismo) y por supuesto he visto a representantes extremistas arabes no solo vociferando sino llevando a cabo masacres en nombre de diversas «causas» incluida la de palestina, donde por cierto Israel lo unico que ha hecho es defenderse de las agresiones y muchas veces ni eso por causa de la presion internacional Hipocrita, es facil acusarnos de sembrar odio porque aqui decimos la verdad sin temor y sin disfraces, pero no dicen que la peor siembra de odio es mantener a miles de personas en el mundo engañadas y adormecidas con el veneno de la religion y la fe mercantilizada, es peor siembra de odio enseñar a seguir a un dios falso para hacer ir a la persona en contra de si misma, pues ya basta, aqui decimos las verdades sin disfraces y lo seguiremos haciendo, Dios no es y esta muy lejos de parecerse a toda esa basura e inmundicia pestilente que promulgan las religiones creadas por el hombre especialmente las cristianas y mesianicas, Dios no necesita que mates a nadie ni a ti mismo para serle fiel, Dios no necesita que tu como Noajida te involucres con rituales o hagas señas extrañas para que le demuestres tu lealtad, Dios solo quiere de ti como Noajida que vivas una vida plena, honesta, respetando las 7 y sembrando Shalom, esa es nuestra mision y nuestro cometido aqui, eso si pero siempre sin temor a la verdad.

Resp. 1021 – tristeza por la declaracion de Naciones Unidas

Miguel Angel nos consulta:

1- Siento una Gran tristeza por declaraciones de las Naciones Unidas a favor de el Estado Palestino,
2- que podemos hacer nosotros Noájidas
3- para ayudar a hacer mas claro el concepto que Israel propone a las Naciones.

Miguel Gómez, 47 años, Técnico en Informatica, Guatemala, Ciudad.

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Resp. 1016 – Encontré un zohar

Roger Chain nos consulta:

Buenas noches Moré.

Me encontré hoy un librillo

THE HOLY ZOHAR

The Book of Avraham

The Writings, Teachings & Light of the Holy Kabbalist

Rav Shimon bar Yochai

A Book of Healing & Protection

PINCHAS

La verdad no sé que hacer con él (además está escrito en hebreo), ¿me puede indicar qué debo hacer como noajida?
Roger Chain, Bogotá, Colombia

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Resp. 1010 – No entiendo

Eusebio Conde nos consulta:

Buen día, leo la Biblia y veo que el pueblo de Israel siempre estuvo desobedeciendo a Dios y a sus leyes y recibían castigo continuo por parte de Dios por ello a lo largo de su historia, mi pregunta es la siguiente, con que cara pueden decir que hoy por hoy guardan sus mandamientos si nunca los guardaron o quisieron guardarlos??? igual pasa con los profetas, como pueden hoy reconocer los escritos de los profetas, como palabra explicita de Dios si en la antigüedad ustedes mismos los Mataban??
Eusebio Conde, 30 años; Transportista; Guatemala.

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Resp. 1009 – realizar un gorro de oracion noajida?

franco392 nos consulta:

mi pregunta se basa en que las personas judias tienen su kipa nosotros y los noajida no, pero para realizar los rezo nececitamos tener la cabesa cubierta por este motivo propongo que nos agamos un gorro que cubra lacabeza parcialmente o total.
que el etreno lo guie more
franco maldonado edad:13 estudiante pais: argentina provincia. salta

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Torá viviente

La Torá judía fue dada por el Eterno a los judíos, por intermedio de Moshé, a partir de un día de Shavuot de hace 3300 años y pico.

Algunos siglos antes, por intermedio de Noaj, Dios entregó a todo el mundo la Torá noájica.

El mundo entero cuenta con un código real, divino, para descubrir la Voluntad del Padre hacia cada uno.
El gentil con su propia Torá, compuesta de Siete Mandamientos Fundamentales, que deben ser cumplidos por cada uno y trasmitidos de una generación a la siguiente.
El judío con la Torá de su nación, que incluye 613 mandamientos que Dios dispuso para los judíos, así como narraciones particulares de la nación judía y algunas claves para compartir saludablemente con los vecinos gentiles.

Sabemos que las naciones del mundo bien pronto dejaron de lado su patrimonio sagrado, a pesar de ser santo, de ser puro, de ser de origen divino, de ser el pacto con Dios, de ser sencillo de cumplir, de ser base para la vida ética, a pesar de no comprometer a grandes esfuerzos ni sacrificios, a pesar de brindar una buena vida aquí y en el reino de los cielos, a pesar de tanta ventaja, a pesar de todo esto, bien pronto las naciones se descarrilaron.
Lo más triste es que aún hoy siguen en la senda de la derrota, del desvío.
Usurpan identidades, se disfrazan, se travisten, se adoctrinan, se hacen religiosos, se fanatizan, hacen de misioneros, matan y mueren por sus dioses, condenan a maldiciones e infiernos a los que consideran herejes e infieles, porque siguen esclavos de sus EGOs, ajenos a Dios, desconectados de su propia esencia sagrada y de su verdadera identidad.
Triste, cierto.
Tienen el bello y simple camino de la perfección al alcance de sus manos, pero corren como desesperados detrás de sus pasiones, de sus rencillas, huyendo de sus miedos, a esconderse en su oscura celdita mental, arrodillados ante su amo: el EGO, que se inviste como algún dios, algún líder, algún poder, algo que les hace sentir fracasados, culpables, indignos, miserables, rastreros, pecadores… pero que al mismo tiempo les brinda una amarga esperanza, promesas borroneadas, palabras de torpe consuelo.
Sí, el EGO, que te lanza al piso y te pisotea, te maltrata, te zarandea, pero te acaricia y te dice palabras bellas y mentirosas.
¿Cómo comprender esta paradoja?
Sí, se puede comprender, es claro el mecanismo que existe detrás, lo hemos desnudado en otras oportunidades.
El EGO se presenta como salvador, como el único camino, el intercesor para alcanzar algo de poder; pero antes te hace sentir una piltrafa, una pútrida gota sin sentido, un macabro engendro lleno de maldad.
Te denigra, te pega, te violenta, te viola, para luego hacerte un mimo y que te creas salvo.
Te condena a mil infiernos y tormentos, te presiona, te culpa, te hace merecedor de la peor maldición, pero te promete salvación si es que te esclavizas a su –inexistente- poder salvífico.
Sí, amigo mío, te suena mucho a lo que las iglesias que siguen al personaje de la cruz te dicen, ¿no es cierto? Pues, porque es precisamente lo que hace el EGO, tal cual, solamente que no le dicen “EGO”, sino cristo, mesías, salvador, Jesús, Yeshua, cordero, etc.
Exactamente lo mismo.
Exactamente la misma terrible pesadilla que se repite y perpetúa generación tras generación.
Es que el EGO es parte intrínseca del ser humano, y se replica, cual virus peligroso. Hace copias de sí mismo, te bloquea el acceso a tu esencia sagrada para que te sientas de lo peor y clames por su –inexistente- salvación milagrosa.

Y ahí, dentro de ti, a tu lado, encima tuya, alrededor, el manto protector del Eterno, el verdadero Uno y Único que espera por ti.
Aguarda a que te quieras y puedas conectar.
Nunca te deja de abrazar, pero tú lo niegas, rechazas sus mandamientos, te desplomas ante los edificios fatales de las religiones en vez de construir shalom con tu espiritualidad.

Eso pasa con los gentiles, que tienen Siete Mandamientos simples, directos, claros, específicos, muy sencillos para cumplir, si es que se acepta la ética divina que los inspira y demanda, pero no… la gente corre detrás de otra conducta, que tiene poco de divina aunque se camufla de tal, el EGO.

El EGO también agrede a los judíos, no están libres por supuesto de él.
Sin embargo, ¡qué gran diferencia!
El pueblo judío, minúsculo, débil, desarraigado, perseguido, desamparado, asesinado, exterminado, expulsado, pisoteado, negado, vejado, burlado, ese mismo pueblo es el que se ha mantenido fiel a su legado sagrado.
Teniendo 606 mandamientos más que sus hermanos gentiles, es decir muchísima más carga, peso, sacrificio, privaciones, limitaciones, exigencia, a pesar de ello –o gracias a ello- supieron no abandonar como pueblo la responsabilidad de conocer, contemplar, cumplir y transmitir a sus hijos su Torá.
Pareciera que no, pero sí.
Aquel que estuvo y está mucho más atribulado y recargado ha sido aquel que ha sobrevivido y sido fiel a su patrimonio espiritual, y de paso por si fuera poco, guardado el recuerdo y herencia de sus hermanos gentiles (la Torá noájica con sus Siete Mandamientos dados por Dios a las naciones).

Más de 3000 años de relacionare los judíos con la Torá, es muchísimo tiempo, ¡tantos imperios dominaron y desaparecieron en este lapso!
Los poderosos marcaron su presencia, extendieron sus tentáculos, impusieron sus marcas, pero ahora no son más que ruinas, despojos, recuerdos vagos, idiomas muertos, nombres confusos.
Pero el pueblo judío, vive y existe, vital, activo, dinámico, promisorio, de vida.
Por supuesto que con altibajos.
Es evidente que no todos los hijos de Israel se han mantenido dentro de la ruta prevista.
Es claro que son muchos los que se perdieron y pierden detrás de las prisiones del EGO.
Es cierto que muchos son “religiosos”, se empalagan con exigencias inexistentes y reprobables, se alejan del camino aunque dicen ser los únicos representantes del mismo.
Es verdad, no todo está bien dentro del pueblo judío.
Pero… ¿qué otro pueblo puede decir con palabra verdadera que se ha mantenido fiel a su identidad espiritual?
Ninguno, solamente el judío.
Con la misma Torá, la milenaria Torá, la repetida y reiterada una y otra vez Torá. Cinco tomos, un rollo, la palabra de Dios escrita por Moshé y preservada, encarnada y transmitida por el pueblo judío.

Siendo así, uno podría suponer con facilidad que ya está agotada la relación, que nada novedoso puede surgir de la Torá.
Son tres mil años y trescientos y pico… es mucho tiempo.
Tantas cosas han cambiado desde aquellos páramos del Medio Oriente… la sociedad ha avanzado al punto de hacer aparecer el mensaje del Eterno como anticuado, propio para los vagabundos del desierto, recién escapados de la esclavitud egipcia, que eran los antepasados de los actuales judío; pero que no es un mensaje vital y vibrante para los actuales.
Claro que se puede decir algo así, y de hecho hay más de uno que lo dice y lo publica.

Sin embargo, en verdad cada año que pasa la Torá va descubriendo que su fuerza está intacta, y que las palabras que resonaron por primera vez en Sinai hace milenios, aún poseen poder y sabiduría.
Tomemos un sólo ejemplo, de innumerables, que la Torá nos provee, por ejemplo cuando está ordenado a los judíos:

«No torcerás el derecho del forastero o del huérfano, ni tomarás en garantía la ropa de la viuda.»
(Devarim / Deuteronomio 24:17)

Tres eran los tipos de persona socialmente desprotegidos en la época de Moshé:

  • El extranjero, o el que es diferente, por ejemplo una minoría, o el pobre.
  • El huérfano, o el que no tiene lazos estables con la sociedad.
  • La viuda, o la que no cuenta con recursos como para sobrellevar las circunstancias de la vida diaria.

Tres mil años han pasado, ¿acaso estos tres tipos han variado en algo?
Veamos nuestras sociedad tan modernas y tecnológicas.
Veamos lo que acontece a nuestro lado, o a nosotros mismos.
¿Es el extranjero pobre y desplazado tratado con igualdad por la mayoría?
¿Tiende a ser marginado el joven pobre, con poca educación y sin vínculos importantes?
¿Es la persona débil e indefensa ante los requerimientos sociales protegida y promovida a superarse?

La Torá, la vieja Torá judía, es muy vigente y actual.
Su mensaje aún golpetea entre las arenas del Sinai, porque busca convertirse en una Torá de vida, una Torá vivida.

La Torá no son cuentos fantásticos, ni mitología, ni alabanzas a personajes o lugares, ni un cúmulo de enseñanzas teológicas, ni siquiera un manual de leyes y buenas costumbres.
La Torá es una guía de caminos, la mejor indicación para comportarnos del mejor modo posible para convertir al mundo en un paraíso bajo el reinado del Eterno.
Es cuestión de que aprendamos a vivir la Torá a diario.

Tú también querido amigo noájida, tú también tienes tu parte.
Eres socio en la construcción de Shalom.
Pero no al hacerte pasar por judío, ni por soñar en convertirte en uno, ni por usurpar sus mandamientos para ti, ni por disfrazarte de “religioso” judío.
Tú también tienes tu sagrada parte y misión: cumplir con tus Siete Mandamientos.
Eso es lo que Dios te ha dado como pacto, como señal, como instrucción, como vida.
Eso es lo que te da vida aquí y en la eternidad.
Puedes hacer de tu Torá una Torá de vida y recrear aquí y ahora el Edén.
Puedes vivir de acuerdo a la ética divina, o puedes hacer caso de tu EGO y desmoronarte ante tus fantasías.
Yo creo que es mejor que escojas la Torá, aquella que por derecho sagrado te pertenece, aquella que Dios te ha dado, aquella que le habla a tu esencia.

No tienes porque penar ni soñar por ser lo que no eres, sino simplemente ser quien eres.
Eso es maravilloso.
Romper las cadenas del EGO, salir de tu celdita mental, dejar de jugar al religioso para ser sagrado y  espiritual al fin.

Yo veo apesadumbrado a diario gentiles en Facebook, por ejemplo, que no dejan de poner mensajes que pretenden judaicos, con pasajes del Tanaj –el mal llamado Antiguo Testamento-, que dicen escuchar música “judía” (como si la música europea oriental, o arábica, tocada por judíos fuera “música judía”), que dicen shalom haverim yom tov a cada rato, que se la pasan hablando de su “jashem”, y sus cosas tan presuntamente judaicas, que se hacen amigos de instituciones judías y rabinos y barbados que se hacen pasar por tales, que ponen mensajes y pins a favor del rehén Shalit o a favor de Israel, que ponen “el mensaje del rabino” como salutación pública, y ni siquiera son mesiánicos que andan queriendo meter gato por liebre, etc. y quizás se piensan que con ello llenan su vida de espiritualidad…
Tristeza al comprobar que es religión, es EGO, son buenas intenciones carentes de sentido, es mucho “dios” pero poca santidad en sus vidas.

La Torá, la verdadera Torá, la que corresponde a cada uno, no tiene que ver con disfraces, ni con usar barbas y gorritos, ni con vestirse como europeo del siglo XVIII, ni con hablar en un mix de hebreo, ni siquiera con repetir supuestas perlas de sabiduría támudica en boca de gentiles.
La Torá, la verdadera, la que Dios te ha dado como gentil es el vivir como constructor de Shalom, haciendo el bien, haciendo lo justo, siendo una gran persona a cada momento y no solamente cuando te conviene, te están mirando o crees obtener algún rédito.
La Torá, la tuya, te demanda que seas amistoso, ordenado en tus cosas, atento hacia el prójimo, y no que corras detrás de cualquier barbado hombre con flecos para hacerlo tu “moreh”, ni que cantes Carlebaj, ni que seas un músico klezmer, ni que te sepas el nombre de las sefirot cabalísticas, ni que festejes cosas judías…
La Torá, la tuya, es la que te dice que vivas de verdad, con amor hacia el prójimo, especialmente los de tu casa: cónyuge, hijos, padres, hermanos, etc. Que seas un ejemplo de vecino, de trabajador, de profesional. La Torá, la tuya que cuenta con los Siete Mandamientos que Dios mismo te ha dictado, es tu camino, tu verdad, tu luz, tu vida, tu salvación, tu sentido, tu destino… eso o seguirás bajo la presión y prisión del EGO.

Probablemente pase lo último. Seguirás siendo presa del EGO. Encontrarás la justificación para seguir disfrazado de lo que no eres, para seguir barruntando presuntas conversiones al judaísmo, para seguir mixturando lo que supones es judaísmo contigo, o para seguir alelado en tu religión, sea cual fuera ella.

Como sea, la Torá sigue vive y así seguirá, puedes tú estar dentro de ella o no.

Relato a propósito del comentario

Llegó el rico turista a la casa de joyas y antigüedades en el barrio judío de la ciudad vieja de Ierushalaim.
Husmeó un rato entre los variados objetos, palpó algunas piezas, revisó esto y aquello.
Un tanto cauteloso se aproximó al anciano vendedor, lo miro apenas, y con ansia preguntó: Buen hombre, ¿qué es lo más valioso que tiene para ofrecerme como recuerdo de la santa ciudad de Jerusalén ?
El anciano lo contempló por largos segundos, para finalmente responder: Que nos sentemos a conversar compartiendo una taza de té.

 

(Estudio dedicado a la memoria de nuestro querido abuelo de FULVIDA, Don Jaime Benítez del Salvador, que marcho a su mundo el 12 de Av, 5771 (12/8/11)).

Aparenta ser lo más veloz…

Querido amigo noájida, como es costumbre en nuestro sagrado HOGAR FULVIDA comparto contigo alguna de las enseñanzas apropiadas para ti que podemos encontrar en la parashá –lectura de la Torá judía- semanal.
Recuerda, la Torá judía es exactamente eso: la Torá del pueblo judío y para el pueblo judío.
Sin embargo, cuando se cuenta con la guía certera y experta es posible hallar buenos manjares espirituales que nutran exquisitamente a la vida del noájida, sin usurpar, sin mentir, sin estafar, sin confundir.

Esta semana corresponde a los hijos del pueblo judío leer la parashá llamada Ki Tetzé ("Cuando salieres") que es la sexta del quinto tomo de la Torá, el sefer Devarim, conocido en español como "Deuteronomio".

Una cadena de tres eslabones oscuros

En su comienzo se encadenan tres temas, en apariencia desconectados: la de bello aspecto, el hijo de la aborrecida, y el hijo rebelde y contumaz.
Que son:

  1. La atracción de un varón judío hacia una hermosa mujer gentil, a la que ha conocido como cautiva de guerra.
    Queda establecido que luego de algunos procedimientos la puede tomar por esposa. Previamente ella deberá convertirse formal y legalmente al judaísmo, pero no antes de pasar por un determinado proceso específico para esta situación particular: la mujer capturada en guerra y sometida como presa, a la cual se le respeta su dignidad y no se abusa de ella, a diferencia de lo que era tan corriente en aquella época e incluso actualmente cuando la faceta salvaje del hombre se aprovecha de la circunstancia de la guerra para denigrar y mancillar a los indefensos.

  2. Un sujeto que tiene una esposa amada y otra odiada (recordemos que en la antigüedad los judíos tenían permitido desposar a más de una mujer al mismo tiempo, según era costumbre también en otras naciones y algunas hasta hoy así siguen haciendo.) 
    La despreciada es madre de su primogénito al que debe privilegiar en su herencia sobre los demás hijos, aunque el padre no quiera hacerlo por la aversión a la madre.

  3. El tercer tema refiere a unos padres que tienen un hijo rebelde y adicto, el cual les es imposible de educar, y que anda constantemente por el camino de lo criminal e inmoral. Parecía una historia fantástica hace siglos, pero tristemente hoy es una realidad en muchas sociedades, a raíz de la pudrición a causa de las adicciones, especialmente las drogas.

Si les pusiéramos títulos bien podrían ser:

  1. La pasión arrobadora.

  2. El desencanto que se perpetúa.

  3. El sufrimiento inconsolable.

Rashi, un famoso comentarista de la edad media, en su explicación al versículo Devarim / Deuteronomio 21:11 (a partir del Talmud), nos esclarece la relación entre los tres temas:

"Lo que la Torá expone aquí es a causa del ietzer haráinstinto a lo negativo, una manifestación del EGO-.
Si el Eterno no le diera algún modo de desposar a la hermosa cautiva extranjera, el varón lo haría igualmente recurriendo a acciones prohibidas.
Como sea, al desposarla, finalmente llegará a aborrecerla…
Y para colmo, tendrá con ella un hijo rebelde, adicto y extraviado.
Es por esto que los temas están expuestos consecutivamente.
"
(Es una traducción libre).

Enamoramiento es algo distinto al amor
Pongamos la notable enseñanza del excelso Rashi en una perspectiva más amplia.
¿Qué es probable que acontezca cuando el elemento que determina la elección conyugal radica en la belleza física, en la atracción por las apariencias, en la fascinación por lo superficial y pasajero?
La respuesta de Rashi (en realidad de la Torá) sería: 
muy probablemente un intenso enamoramiento de esta índole desembocará en odio.

Tal como ya lo dejaron enseñado nuestros Sabios:

"Todo amor que depende de algo material,
cuando se termina lo material,
termina el amor.
Todo amor que no depende de nada,
se perpetúa.
El primer tipo es el de Amnón por Tamar
(2 Shemuel / II Samuel 13);
el segundo, el de David por Iehonatán
(1 Shemuel / I Samuel 18)."
(Avot 5:18)

El enamoramiento
que se basa en la pasión,
que se construye como mera búsqueda de la satisfacción de necesidades personales,
y que tiene su anclaje en lo que es perecedero… finalmente perece.
Y al perecer, emergen sentimientos negativos, acciones que provocan o acrecientan el dolor que se hallaba ya escondido en las entrañas de esa relación.
Es que el amor, el verdadero amor, tal como dijera Mark Twain: "… aparenta ser lo más veloz, pero en verdad es lo más lento en madurar. Ningún hombre o mujer conoce qué es el perfecto amor hasta que no han estado casados un cuarto de siglo." (Notebook, 1894; en traducción libre).
Entonces, el soldado que ha caído bajo el influjo del enamoramiento hacia la belleza física de la extranjera cautiva, ¿acaso ha hallado el verdadero amor o solamente un fugaz espejismo de entusiasmo?
En un caso así, el dulce sabor de la pasión deja pronto el lugar a la amargura, a una vivencia de fricciones y descontentos que suelen irse intensificando con el paso de los días.

Un triste final tras un extasiado principio
Como resultado del vínculo conyugal abatido,
por los embates contra la armonía familiar,
por el disenso en las metas e ideales,
por la falta de un proyecto compartido para realizar,
por la disparidad de criterios respecto a la educación de los hijos,
y por relaciones carentes respeto y verdadero amor,
se llega al tercer tema del comienzo de la parashá:
el hijo adicto, contumaz y rebelde,
que no obedece ni a su padre ni a su madre,
que violenta las normas de la convivencia social,
que descalifica cualquier intento por devolverlo o llevarlo al camino de lo que es bueno.

Ambos desesperados e impotentes padres se ven obligados a presentar su triste caso ante los tribunales de justicia, los cuales, de acuerdo a la legislación, tienen la potestad de condenarlo a la pena capital, acabando con la vida del rebelde y sumiendo en mayores reproches y angustias a los ya atormentados padres.

Es éste un desenlace tan trágico, que en el Talmud queda asentado que nunca se dio un proceso así ni se dará, y que esto no es más que un recurso legal extremo que existe (aunque en realidad se han hallado numerosísimos atenuantes, que limitan el castigo sobre el hijo rebelde), por lo que su principal finalidad principal es de servir como moraleja contra los que se dejan llevar por la pasión y no por fines superiores al momento de realizar su elección conyugal, para que refrenen los llamados del deseo, y presten atención a los consejos de la moderación.

Sin embargo, es preciso acotar que aunque en los hechos es improbable que se llegue al caso extremo que presenta la Torá del hijo totalmente rebelde e irrecuperable siendo condenado a muerte, sí es muy frecuente hallar grados intermedios de personas moral y espiritualmente extraviados, sobre los cuales es posible trabajar para recuperarlos y hacerlos andar por el camino agradable a ojos del Eterno.

El crudo llamado de la Torá a vivir en realidad
Como podemos comprender, la eterna e inmutable Torá nos está dando una fuerte lección de vida, algo que nos puede llegar a incomodar grandemente, pues quizás choca contra lo que la laxa moralidad moderna califica como bueno y aceptable.
O quizás porque se opone a lo que el deseo personal señala como preferible, aunque el deseo jamás mide las postreras consecuencias de los actos.
Al respecto, quisiera mencionar las palabras del Rov:

"El error de los modernos representantes de la religión es que prometen a sus seguidores la solución a todos los problemas de la vida, sin dejar una expectativa que la religión no solucione.
La verdadera espiritualidad, por el contrario, profundiza los problemas, nunca se prepone solucionarlos…
El ideal judío de la personalidad espiritual no es el individuo armonioso, determinado por el principio del equilibrio, sino uno con su alma rasgada y el espíritu quebrado que oscila entre Dios y el mundo.
El hombre verdaderamente espiritual aguanta constante agitación mental, colisión psíquica.
La Kedushá
-consagración, santidad- eleva al hombre, no porque le concede armonía y síntesis, balance y pensamientos mesurados, sino revelándole lo irracional e insoluble del enigma de la existencia.
Kedushá
no es un paraíso, sino una paradoja.
"
(Rav Yosef Dov Soloveitchik, ztz"l, "Sacred and Profane"; en traducción libre)

En síntesis
La Torá nos ayuda a pensar correctamente, es más, nos exige que lo hagamos, pues la Torá/Dios está en el polo opuesto a la narcosis de la fe, ya que rechaza los dulces encantamientos de los mensajeros de la falsa espiritualidad.
Porque, solamente criticando nuestras acciones a la luz de la Verdad podemos caminar con seguridad por esta vida, pues solamente así estamos en condiciones de descubrir que realmente en el paraíso se esconde una serpiente, confusión y malestar.

Moré Yehuda Ribco

 
Relato

Cerrada y oscura era la noche, ni la luna ni las estrellas empalidecían la oscuridad, cuando el incendio comenzó a devorar algunas moradas de madera.
Los habitantes del poblado rápidamente organizaron cadenas humanas, para pasarse los baldes con agua, y de ese modo extinguir eficazmente el fuego.
En poco tiempo las llamas fueron apagadas, sin embargo, el enojo de las personas contra Dios recién se estaba encendiendo.
Unos a otros se decían: ‘¿Cómo Dios que es taaaaan bueno permite que acontezcan tragedias como ésta? ¿Por qué no mandó una lluvia que liquidará milagrosamente el incendio? De hecho, ¿por qué no realizó un milagro para que el incendio no sucediera? Es más, ¿por qué directamente no quitó el poder combustible al fuego, para preservar nuestras propiedades? ¿Qué Dios de justicia es este Dios?’
Y así, unos a otros los pobladores se iban preguntando tontamente, en tanto incrementaban su enojo y tontera.
Hasta que, gritó el que era considerado el más tonto entre todos los tontos habitantes, y dijo: ‘¡Dejen ya de culpar a Dios en aquello que es inocente! ¿O acaso no se dan cuenta que si no hubiéramos tenido el fuego del incendio no hubiéramos podido vernos para pasarnos los baldes con agua y así apagar el incendio?’

Preguntas para meditar y profundizar:

  • El proverbista dijo: "Hijo mío, si tu corazón es sabio, también a mí se me alegrará el corazón." (Mishlei / Proverbios 23:15).
    ¿Por qué dice "también a mí se me alegrará el corazón", si en el verso no dijo nada acerca de alegría del hijo, sino de su sabiduría?

  • El Rav enunció sabiamente: "La espiritualidad no es, en principio, un refugio de compasión y misericordia para el desanimado y desesperado, una corriente encantada para los espíritus machacados, sino un encolerizarse, un torrente clamoroso de la conciencia del hombre, con todas sus crisis, punzadas, y tormentos." (Rav Yosef Dov Soloveitchik, ztz"l; en traducción libre).
    ¿Cuál es la enseñanza práctica de esta frase?

  • ¿Entiendes la enorme diferencia que media entre RELIGIÓN y ESPIRITUALIDAD?
    Comparte con nosotros tus ideas al respecto.