Archivo de la categoría: Creencias erroneas

¿Dios te exige pertenecer a una religión?

Una señora esclavizada por la idolatría, en este caso de los Testigos de “jehová”, manipulaba a una apreciada señora noájida, conocida mía, diciéndole (entre una sarta impresionante de tergiversaciones, falsas profecías y citas del perverso libro idolátrico): “en cuanto a tus apreciaciones de que dios no tiene religion me da pena decirte que te equivocas josue 24: 14 dice que jehova exigia y ponia condiciones a su pueblo ¿es necesario pertenecer a una religión?”.

Veamos qué dice ese párrafo y comprobemos cómo la señora religiosa manipula, engaña, de paso blasfema e incita a la aberrante idolatría.

"Ahora pues, reverenciad al Eterno.
Servidle con integridad y con fidelidad.
Quitad de en medio los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río y en Egipto, y servid al Eterno."
(Ieoshúa / Josué 24:14)

Este párrafo no es un islote en medio de un océano lleno de elementos ajenos, sino que está dentro de un contexto general: el de la Tradición judía.
Es una frase dicha por un judío, para el pueblo judío y referente a cuestiones netamente judías.
No es una prédica aislada, sino que es un eco de otras que ya conocemos, anteriores y posteriores.

Veamos por ejemplo lo que enseñó quien fuera el maestro directo de Josué durante cuarenta años, su rabino, su líder, aquel que le delegó el poder y la autoridad, el inigualable entre los profetas, Moshé, quien nos trajo la Palabra del Eterno:

"(13) Al Eterno tu Elokim temerás y a él servirás, y por su nombre jurarás.
(14) No iréis tras dioses ajenos, tras los dioses de los pueblos que están a vuestro alrededor;
(15) porque el Eterno tu Elokim es un Elokim celoso que está en medio de ti. No sea que se encienda el furor del Eterno tu Elokim contra ti, y te destruya de la faz de la tierra.
(16) ‘No pondréis a prueba al Eterno vuestro Elokim, como lo hicisteis en Masá [‘Tentación’].
(17) Guardad cuidadosamente los mandamientos del Eterno vuestro Elokim y sus testimonios y leyes que te ha mandado.
(18) Harás lo recto y bueno ante los ojos del Eterno, a fin de que te vaya bien, y entres y tomes posesión de la buena tierra que el Eterno juró a tus padres;
(19) para que él eche a todos tus enemigos de delante de ti, como el Eterno ha prometido."
(Devarim / Deuteronomio 6:13-19)

Otro eco, esta vez posterior, de otro profeta de una estatura espiritual impresionante, aquel que fuera comparado casi al nivel profético de Moshé, el gran Samuel predicó:

"(3) Entonces Shemuel [Samuel] habló a toda la casa de Israel, diciendo: -Si de todo vuestro corazón os volvéis al Eterno, quitad de vuestro interior a los dioses extraños y las Astartes, y preparad vuestro corazón para el Eterno. Servidle sólo a él, y él os librará de mano de los filisteos.
(4) Entonces los Hijos de Israel quitaron los Baales y las Astartes, y sirvieron sólo al Eterno."
(1 Shemuel / I Samuel 7:3-4)

Pero esta tradición de eliminar a los falsos dioses, a sus estatuas, a todo lo que los representara, para tener una relación DIRECTA con el Eterno tiene una larguísima presencia en la Familia Judía, incluso de siglos anteriores a la Entrega de la Torá:

"(2) Entonces Iaacov [Jacob] dijo a su familia y a todos los que le acompañaban: -Quitad los dioses extraños que hay en vosotros, purificaos y cambiad vuestros vestidos.
(3) Levantémonos y subamos a Betel; allí haré un altar a Elokim, que me respondió en el día de mi angustia y ha estado conmigo en el camino que he andado.
(4) Así entregaron a Iaacov [Jacob] todos los dioses extraños que tenían en su poder, y los aretes de sus orejas, y Iaacov [Jacob] los escondió al pie de la encina que había junto a Siquem."
(Bereshit / Génesis 35:2-4)

Podríamos seguir buscando esta voz que resuena una y otra vez: fidelidad al Eterno, quitar los falsos dioses, para vivir en una relación directa e íntegra con Él, de acuerdo a como Él quiere que vivamos.
Para no cansar con la repetición, un eco más cercano en el tiempo:

"(23) ¿Acaso quiero Yo la muerte del impío?, dice el Señor Elokim. ¿No vivirá él, si se aparta de sus caminos?
(24) Pero si el justo se aparta de su justicia y comete maldad, conforme a todas las abominaciones que hace el impío, ¿vivirá él? Ninguna de las acciones justas que hizo vendrán a la memoria; por la infidelidad que cometió y por el pecado que cometió, por ellos morirá.
(25) ‘Sin embargo, decís: ‘No es correcto el camino del Señor.’ Oíd, oh casa de Israel: ¿No es correcto mi camino? ¿No son, más bien, vuestros caminos los incorrectos?
(26) Si el justo se aparta de su justicia y hace injusticia, por ello morirá; por la injusticia que hizo morirá.
(27) Y si el impío se aparta de la maldad que hizo, y practica la justicia y la bondad, hará vivir su alma.
(28) Por cuanto mira y se aparta de todas las transgresiones que cometió, ciertamente vivirá; no morirá.
(29) ‘Sin embargo, la casa de Israel dice: ‘No es correcto el camino del Señor.’ ¿Acaso mis caminos son incorrectos, oh casa de Israel? ¿No son, más bien, vuestros caminos los incorrectos?
(30) Por tanto, yo os juzgaré a cada uno según sus caminos, oh casa de Israel, dice el Señor Elokim. Arrepentíos y volved de todas vuestras transgresiones, para que la iniquidad no os sea causa de tropiezo.
(31) Echad de vosotros todas vuestras transgresiones que habéis cometido, y adquirid un corazón nuevo y un espíritu nuevo. ¿Por qué habréis de morir, oh casa de Israel?
(32) Ciertamente, yo no quiero la muerte del que muere, dice el Señor Elokim. ¡Arrepentíos y vivid!"
(Iejezkel / Ezequiel 18:23-32)

¿En todos estos pasajes, que como vimos son ecos que retumban una y otra vez, pide Dios religión?
¿Pide fe?
¿Habla algo de Jesús, sangre derramada, un hijo sacrificado para salvación de los pecadores, congregarse en iglesias, aprenderse párrafos de memoria de viejos libros idolátricos, algún ritual?
¡Ciertamente no!

Por el contario, el eco resuena junto a este otro mensaje, desde el principio de los eones sagrado y reiterado por los verdaderos hombres y mujeres de Dios:

"(17) Entonces el Eterno dijo: -¿He de encubrir a Avraham [Abraham] lo que voy a hacer,
(18) habiendo de ser Avraham [Abraham] una nación grande y poderosa, y que en él han de ser benditas todas las naciones de la tierra?
(19) Porque yo le he escogido y sé que mandará a sus hijos y a su casa después de él que guarden el camino del Eterno, practicando la justicia y la bondad, para que el Eterno haga venir sobre Avraham [Abraham] lo que ha hablado acerca de él."
(Bereshit / Génesis 18:17-19)

La fidelidad al Eterno está en caminar por las sendas que Él ha marcado: noajismo para los gentiles, judaísmo para los judíos.
Sendas que se basan en tres pilares: acciones concretas de bondad y justicia, con lealtad hacia Él.

Nada de fe, nada de Jesús, nada de bautismos, nada de iglesias, nada de palabras en hebreo, nada de congregaciones, nada de diezmos, nada de plegarias a dioses paganos, nada de adoración, nada de lo que se considera “religión”.
Lo que Dios pide es claro, es simple, es real, es cierto: ser buenos, ser justos, ser leales a Él.
Este tema lo hemos explicado ya decenas de veces, si no más, con pasajes “bíblicos”, sin tergiversaciones, sin manipulaciones, sin ocultamientos, sin desviar las palabras según algún oscuro interés.
Una y otra vez nos hacemos repetidores del sagrado eco que se escucha en nuestra alma desde el comienzo de la humanidad: construir shalom.
No religión, pero sí espiritualidad pura.
Por ejemplo, puedes leer:

Http://fulvida.com/varios/temas-frecuentes/lo-que-el-eterno-pide-del-gentil
Http://fulvida.com/id-noajica/identidad/jess-y-nuestra-sagrada-relacin-con-el-padre
Http://fulvida.com/id-noajica/identidad/jess-el-mediador
Http://fulvida.com/id-noajica/identidad/clientela-religiosa

Son unos poquitos links de los cientos que tenemos aquí.
Puedes comprobar las citas, revisar cada una en su contexto, evaluarlas con criterio, preguntar y preguntarte, no manipules ni te dejes manipular.
Verás que el eco no es un invento judío, ni de este pobre maestro de Torá, no de alguna secta en particular, sino que es el sagrado eco que reverbera desde el comienzo del tiempo y que cada profeta ha repetido sin pausa.

Bondad, justicia con lealtad al Eterno.
Esa lealtad no significa fe, ni rituales, ni malabarismos emocionales para convencer a la gente de cosas absurdos, sino que la lealtad se limita a no adorar otros dioses, dioses que los judíos no vieron en la Revelación de Sinaí. Por supuesto que entre esos falsos dioses se encuentra Jesús.
Porque, cuando Dios se reveló en “persona” ante TODO el pueblo judío, 3.000.000 de personas, TODO un pueblo, no había nadie ni nada, sino DIOS.
¿Vieron los judíos a Jesús?
¡NO!
¿Adoraron a un hombre?
¡NO!
¿Dios les hablo de "su hijo" que era Él mismo y que algún día sería cárnico?
¡NO!
¿Menciona algo de pecado original?
¡NO!
¿Dice algo del sacrificio del “hijo” para salvación?
¡NO!
No dice nada de eso. Nada de nada. Pero nada.
Y que no vengan los misioneros con cuentos de que hay sombras de Jesús aquí y allá, alusiones, imágenes escondidas.
Cada verso es claro:

"(8) ‘He aquí que vosotros estáis confiando en palabras de mentira que no aprovechan.
(9) Después de robar, de matar, de cometer adulterio, de proferir falso testimonio, de ofrecer incienso a Baal y de ir tras dioses ajenos que no conocisteis,
(10) ¿vendréis para estar delante de Mí en este templo que es llamado por Mi nombre y para decir: ‘Somos libres’ [para seguir haciendo todas estas abominaciones]?
(11) ¿Acaso este templo, que es llamado por Mi nombre, es ante vuestros ojos una cueva de ladrones? He aquí que Yo también lo he visto, dice el Eterno."
(Irmiá / Jeremías 7:8-11)

Es un retrato de lo que hacen todos esos que dicen hablar en nombre de Dios, congregarse en Su templo, ser sus “testigos”, ser su pueblo (el Israel espiritual, un chiste muy traicionero), gente que anda por el mundo difundiendo el mal pero dicen que lo hacen por amor a Dios.
Pero Dios los detesta en grado sumo… es claro…

Se debe quitar a todos los dioses y dejar solo al que liberó a los judíos de Egipto.
¿Era Jesús nacido? ¿Estaba Jesús a la cabeza del pueblo? ¿Lo vieron? ¿Alguien lo mencionó en la Torá? ¿Moshé les dijo algo de él a los judíos? ¿Dice alguna cosita la Torá de ese muchacho y de la idolatría que le concierne?
Nada de nada

Comprobamos que el propio verso que quiso usar la misionera para engañar y llevar a la maldición, cuando se lo lee con las gafas de la santidad, cuando se lo contrasta con el resto de su contexto, echa por tierra cualquier idiotez religiosa respecto a Jesús y cualquier otra religión.
El verso es claro, dice echar fuera la idolatría, entre ella a Jesús en estos días, y servir a dios con fidelidad  e integridad.

Qué no pase:

"Y el Eterno dijo a Moshé [Moisés]: ‘He aquí que tú vas a reposar con tus padres, pero este pueblo se levantará y se prostituirá tras los dioses extraños de la tierra hacia la cual va… hombres impíos de en medio de ti han descarriado a los habitantes de su ciudad, diciendo: ‘Vamos y sirvamos a dioses ajenos’ -que vosotros no conocisteis-…"
(Devarim / Deuteronomio 31:16; 13:14)

Dioses que los judíos no conocieron, que no son el Eterno, como no lo conocieron a Jesús.
Que no tienen relación con aquello que percibieron en santidad y pureza en la Revelación en Sinaí.
Dioses falsos, como por ejemplo esos dioses nacidos de vírgenes al comienzo de la estación invernal, dioses que murieron y renacieron, que eran hijos de un dios luminoso, que eran salvadores de los pecadores, nacidos en pesebres, crucificados, esos dioses nunca fueron parte de la cultura y tradición de la Familia Judía, ni lo serán.
Son dioses extraños, que prostituyen a la persona, que lo apartan de Dios.
Dioses falsos, salvadores falsos, como el tal Jesús.
Mira este enlace, por si no sabías cuantos dioses (falsos) igualitos existieron mucho antes del tal Jesús, el cual fue una evidente mala copia de todos ellos: http://fulvida.com/fortalecimiento/pensamiento/de-los-16-salvadores-crucificados-del-mundo

Jesús es un cuerpo extraño al judaísmo, de hecho, una intrusión lesiva a la santidad que debe preservar todo humano.
Seguir la senda de Jesús es de engaño, maldición y muerte.
Lamento tener que ser tan drástico en mis palabras, pero no se puede ser “tibio” con aquello que provoca un daño aquí y en la eternidad, un daño inmenso, terrible, para judíos y gentiles.

Hagamos lo que Dios nos pide, pues así se sirve a Dios: al cumplir los mandamientos que compete a cada cual.
Los que corresponden de los 613 de la Torá a la persona judía.
Así como los Siete Mandamientos para cada uno de los gentiles.
En su núcleo se encuentra lo que ya mencionamos: bondad y justicia, bondad y justicia, con lealtad.
Como te dije, es un tema muy repetido por lo que te aconsejo que mires aquí: http://serjudio.com/personas/etica/imitatio-dei-actuar-como-dios , que es uno de los cientos, sino miles, de textos que ya hemos escrito explicando esto.

Antes de terminar, una advertencia.
Vendrán los misioneros con falsas profecías, con párrafos confusos y absurdos de su compilación imperialista, fantasiosa y fanática que llaman “Nuevo Testamento” (absurdamente algunos le dicen “brit hadashah”).
Sabemos a ciencia cierta de su terrible distorsión y falsedad, pero déjame mencionarte una pequeña cosa, solo una.
Es fácil escribir falsas profecías diciendo que el supuesto dios/profeta/mesías dijo tal y cual cosa cuando ya pasaron varios años del supuesto suceso que supuestamente está profetizando.
Eso no es profecía, ni historia, es inventar para acomodar las cosas a lo que los que inventaron el Nuevo Testamento querían.
¿Entiendes? Creo que un ejemplo será más claro.
Es como si un misionero del dios/profeta/mesías X te dijera hoy, ahora (mayo 2013): “Mira tú, mi dios es verdadero, es un profeta, porque el santo X dijo en 1984 que habría un presidente de raza negra en Estados Unidos hacia el año 2010 y que gobernaría dos periodos.”
Te lo dice hoy. No hay pruebas de que alguien lo dijera con precisión en 1984, y de haberlo dicho dudoso que sea con todo detalle.
¿Eso es una profecía? ¿Tiene alguna validez? ¿Demuestra algo¨?
Es un invento, una estafa, más EGO, más manipulación, más de la misma nada que lleva a la muerte.
Es lo que hacen constantemente los misioneros, que siguen ofreciendo pan podrido que adornan como si fuera de vida y exquisito.
Tú n debes comerlo, ni aceptarlo, ni siquiera respetarlo.
Porque tú no comes veneno, ni lo aceptas en tu despensa ni lo respetas para tenerlo al alcance de tus niños.

Está claro entonces que a Dios no le complace la religión, sino que acatemos Sus mandamientos para vivir con bondad y justicia y lealtad.

Tienes ya publicados miles de textos que te ayudan a des-aprender para que puedas aprender, en fulvida.com y en serjudio.com
¿Por qué no buscas?
Están aquí.
Léelos por favor. No me pidas que te los busque yo ni que te los escriba de vuelta.
¿Lo harás?
Y al hacerlo, coméntalos, compártelos, difúndelos. Demos vida al que agoniza, ojos al ciego, sanidad al enfermo, al Padre a todos.
¿Me ayudas?
Gracias, hasta luego.

Profetas y profecía

Toda persona en su esencia más pura, en su neshamá, está constantemente conectado con el Eterno y con toda la creación.
Pero, ese Yo Esencial se encuentra amurallado detrás de capas y más capas que el EGO y las experiencias vitales han ido poniendo a su alrededor.
Además, nuestros cinco sentidos no están capacitados para percibir esa tenue voz que desde nuestro interior nos comunica verdades y sabiduría, bondad y armonía.
Entreverados con el abundante torrente de percepciones y estímulos, la vocecita sagrada de nuestro Yo Esencial, el canal conectivo con el Padre, permanece oculto, como en silencio, perdido, como si no tuviera existencia.
Sin embargo, ahí está, todo el tiempo disponible para nosotros, a nuestro alcance, sin necesidad de rituales, sin adherirse a doctrinas místicas, sin seguir a líderes religiosos, sin ningún aspaviento, allí en nuestro interior está la Palabra de Dios disponible para darnos vida, sentido, trascendencia.
Como en la propia Torá Dios se encarga de explicitarnos:

"Ciertamente este mandamiento que te mando hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos.
No está en el cielo, para que digas: ‘¿Quién subirá por nosotros al cielo y lo tomará para nosotros, y nos lo hará oír, a fin de que lo cumplamos?’
Tampoco está al otro lado del mar, para que digas: ‘¿Quién cruzará el mar por nosotros y lo tomará para nosotros, y nos lo hará oír, a fin de que lo cumplamos?’
Ciertamente muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.
"
(Devarim / Deuteronomio 30:11-14)

Si aprendemos a doblegar al EGO (también conocido como Ietzer haRá o Satán), si des-aprendemos una cuantiosa cantidad de doctrinas y creencias nefarias, si reforzamos nuestras potencias multidimensionales, si dejamos de lado el querer controlar aquello que no está bajo nuestro dominio, ciertamente tendríamos ocasión de vislumbrar alguna percepción “extrasensorial”, que se aproximase a lo que fuera en su momento las revelaciones proféticas.
Dije “tendríamos ocasión”, que no es lo mismo que “tendríamos profecías”.
Déjame que te explique.

La profecía es recibir mensajes de parte del Eterno.
Cuando la persona tiene algún grado de percepción de contenidos, mensajes entrantes, que transitan por la conexión que el Yo Esencial mantiene con el Eterno.
La conexión es constante, propia del ser humano; pero la percepción de los mensajes que vienen a través de ella es circunstancial, que puede extenderse más o menos en el tiempo, y que puede variar de índole o categoría.
Es decir, un profeta no lo es todo el tiempo; y no todo lo que percibe es profecía de idéntico peso profético.
El único que mantuvo con firmeza su superior estatura profética fue Moshé, quien por divina Voluntad alcanzó y se sostuvo casi invariablemente en ese nivel, mientras fungió como profeta y líder del pueblo.

Así pues, la profecía es la capacidad de percibir mensajes entrantes que provienen a través de la conexión espiritual.
Como ya te mencione, todos tenemos esa capacidad de forma innata, aunque no fuera aprovechada.
Tampoco lo era por la mayoría de las personas en el pasado, cuando el canal de profecía estaba abierto. Hace unos 2500 años que el Eterno cerró el canal de la profecía para el ser humano. Desde ese entonces, ya no hay más profetas ni profecía en el mundo. (Por supuesto que todos los que desde entonces se autodenominan profetas y comercian con la “fe”, lejos están de la santidad, de la divinidad, o de guiar por la senda de la vida. Mucho cuidado con los lobos disfrazados de pastores o de ovejas.)
Sin embargo, la capacidad natural está en nosotros, tenemos formas de perfeccionarnos para ir alcanzando cada vez mayor grado de apreciación de la Luz interna y estar menos sometidos al EGO, pero, por Voluntad Divina estamos imposibilitados por ahora de traspasar el umbral hacia la profecía clara y precisa.
Aunque, tenemos la fiel promesa de que volveremos a recibir la información que fluye por ese sagrado canal, eventualmente, en la Era Mesiánica. Como leemos:

“Así­­ sabréis que Yo estoy en medio de Israel, que Yo soy el Eterno vuestro Elokim y que no hay otro.
Y nunca más será avergonzado Mi pueblo.
Y sucederá después de esto que derramaré Mi soplo sobre toda carne. Vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán. Vuestros ancianos tendrán sueños; y vuestros jóvenes, visiones.“
(Ioel / Joel 2:27 – 3:1)

(Supongo que te habrás preguntado el motivo por el cual Dios restringió este canal tan provechoso de información sagrada. Quizás más adelante te brinde alguna idea al respecto, quizás no.)

En el Talmud se mencionan cuatro aspectos imprescindibles de todo profeta:

“el Eterno no hace posar Su Presencia sino en una persona que sea fuerte, rico, sabio y humilde”
(Nedarim 38a)

¿Cómo ha de interpretarse cada una de estas cuatro cualidades?
En otro sitio, el propio Talmud nos brinda una importante clave:

“¿Quién es sabio?
Aquel que aprende de toda persona.

¿Quién es fuerte?
Aquel que conquista a su Ietzer (EGO).

¿Quién es rico?
Aquel que se contenta con lo que tiene.

¿Quién merece la honra?
Aquel que muestra honra por las criaturas de Dios.”
(Pirkei Avot 4:1)

En este pasaje no está definida la humildad, sino que en su lugar se tipifica al merecedor de honra. Igualmente nos sirve para darnos cuenta que en la concepción judía tradicional, la humildad es contar con la correcta autoestima, saber valorarse adecuadamente, tanto en aquello que es una carencia como aquello que es una virtud. El humilde se evalúa sin rebajarse pero tampoco sin enorgullecerse en vano. Esta condición le permite valorar al prójimo adecuadamente, no hostigar, no agredir, no manipular, sino aceptar al otro, valorarlo, respetarlo, ayudarlo a corregir lo negativo, promoverlo a fomentar lo positivo, denunciar con firmeza lo torcido para enderezarlo. Tal es la humildad.

En este sentido, es interesante hacer notar que es fundamental el ánimo pacífico, armonioso, carente de agresión, sin enojo, sin esclavitud al EGO. Tal como leemos:

“… así también es con el enojo, que es un rasgo extremadamente destructivo, y es necesario que uno se distancie lo más posible de él, y se entrene para no enojarse, incluso en aquello que pareciera apropiado estar enojado… Los Sabios (Pesajim 66b) establecieron que aquel que está enojado es como uno que practica la idolatría. Además especificaron que cualquiera que está enojado, si es sabio pierde su conocimiento, si es profeta pierde su don profético…”
(Maimónides, en las “Leyes sobre Creencias”, Deot 2:3)

El mismo maestro, en Shemoná Perakim capítulo 7, explica que en particular es el desarrollo del plano mental con todas su potencialidades la llave hacia la profecía, y que es necesario completarlas con cualidades personales positivas, pero que no se las precisa a todas ellas. Así menciona a profetas que tenían ciertas dificultades emocionales, como el miedo, el enojo, el deseo, y a pesar de ello igualmente alcanzaron algún grado profético.
Aunque en el “Moré Nebujim” (Segundo tomo, capítulo 32) presenta para que analicemos otras perspectivas un tanto diferentes:

  1. La popular, también sostenida por algunos sabios de Torá: Dios elige a quien quiere, sin considerar las cualidades o dotes de la persona.
  2. La filosófica: la persona que alcanza un estado de integridad mental y moral, potencia su imaginación por medio de la cual profetiza sin más, sin intervención divina, sin elección, solamente por haber alcanzado un grado de desarrollo personal.
  3. La tradicional judía, fundamentada en nuestra cultura: es un proceso natural pero que precisa el factor de la intervención divina, puesto que Él puede bloquear el acceso a la profecía incluso a una persona que ha llevado al máximo sus potencialidades, con predominancia de la facultad imaginativa que forma parte de la dimensión mental.

Si relees lo que hemos escrito unos párrafos más arriba, podrías corroborar cual de estas opciones es la que nos representa mejor.

Pero además, y según explica Rabí Yehuda haLevi en el Cuzari (en base a Ialkut Shimoni, Shir haShirim 8:994), son necesarias dos condiciones más:

  1. Desde la entrega de la Torá la profecía se centro exclusivamente en miembros del pueblo judío.
    Antes hubo profeta entre las naciones, algunos vivieron y profetizaron luego de la entrega de la Torá, pero al morir ya no hubo renuevo profético entre los gentiles.
  2. La profecía se produce en la tierra de Israel exclusivamente, o fuera de ella cuando la cuestión atañe a su bienestar.

A esto sumemos que el Talmud (Sotá 48b) indica que la profecía requiere también de una época que la habilite, que abone a su recepción por parte del individuo apropiado.

Entonces, nos damos cuenta que para la formación de un profeta se precisa una combinación compleja de elementos: el profeta es una persona judía que ha logrado desarrollar sus capacidades multidimensionales, al punto de vivir en un estado de armonía interna y externa. Así quita el yugo del EGO sobre sí, por lo cual sintoniza su Yo Vivido a su Yo Esencial, lo que le permite disfrutar la irradiación de la Luz del Eterno, que repose en él la Shejiná (Divina Presencia). Claro, si esa es la Voluntad de Dios, si su generación es meritoria y si está en el territorio de Israel o laborando por el bienestar del pueblo judío en la tierra judía.

Como comprendes, el alcanzar grados de profecía depende de variados factores que deben combinarse, por lo cual los resultados no siempre será idénticos. Por ello, el gran Maimónides enumera once grados de profecía.
Los expondré ahora (muy brevemente), advirtiéndole antes que los dos primeros niveles no son propiamente proféticos, sino próximos a la profecía.

  1. Ayuda divina que incita y anima a realizar acciones buenas, grandes y relevantes. Ej.: Shofetim/Jueces 2:18.

  2. Una fuerza que impulsa a hablar con profunda sabiduría, divinas alabanzas, saludables admoniciones, o temas relativos a política o metafísica; más allá de las posibilidades naturales del que así procede.
    De este nivel son los textos inspirados que encontramos en la tercera sección del Tanaj, como por ejemplo Salmos, Proverbios o el libro de Daniel.
    No son profecías reales, pues ni siquiera el que las percibe las considera como mensajes que provienen directamente de Dios; sino que son inspiraciones de orden divino o sueños valorados como importantes.
    Tal es el caso específico de Daniel, que tomaba sus videncias como sueños y no como profecías.
    Tenemos aquí el nivel de la videncia de origen divino.
    Ej.: Daniel 7:2; 1 Melajim/Reyes I 3:15.

  3. Parábola percibida en sueños junto con su interpretación correcta y reconocida como mensaje del Eterno. Ej.: Zejariá/Zacarías 4:2.

  4. Percepción en sueños de palabras claras y distinguibles, sin ver al que las profiere. Ej.: 1 Shemuel/Samuel I 3:7.

  5. Un personaje revela algo en sueño profético y es tomada como revelación divina. Ej.: Iejezkel/Ezequiel 40:4.

  6. Es el más frecuente entre los profetas, y es cuando un ángel habla en sueño profético, y su palabra es tomada como revelación divina. Ej.: Bereshit/Génesis 31:11.

  7. Es cuando parece que en sueño profético es Dios mismo el que se comunica. Ej.: Ieshaiá/Isaías 6:1-8.

  8. Es cuando se perciben parábolas en una revelación profética en estado de vigilia. Ej.: Bereshit/Génesis 15:17.

  9. Cuando se oyen palabras de origen divino en estado de vigilia. Ej.: Bereshit/Génesis 15:4.

  10. Se ve en visión profética un personaje que le habla. Ej.: Iehoshúa/Josué 5:13.

  11. Es cuando en visión profética se percibe un ángel que le habla e interactúa con él. Ej.: Bereshit/Génesis 22:11.

Moshé es el único que superó este grado, pues de él está escrito:

"Frente a frente hablo Yo con él"
(Bemidbar/Números 12:8)

"Entonces el Eterno hablaba a Moshé [Moisés] cara a cara, como habla un hombre con su amigo"
(Shemot / Éxodo 33:11)

Todos los que perciben visiones y sueños deben apoyarse en su facultad imaginativa para comprenderlos y desentrañarlos, en tanto que Moshé lo que hacía era atestiguar la Palabra que le era revelada. En palabras de los Sabios:

“Todos los profetas veían en una pantalla no nítida, Moshé Rabeinu veía una pantalla nítida”
(Iebamot 49b)

Otra diferencia, es que Moshé es el único que toleró consciente la revelación de Dios, pues los otros profetas o recibían sus mensajes en sueños, o caían en sopor si la revelación se sostenía un cierto tiempo (mira el ejemplo de Avraham en Bereshit / Génesis 15). 
El  sistema nervioso humano es incapaz de tolerar la potencia energética de la conexión directa del Yo Esencial con el Infinito, por ello en buena medida el EGO también cumple una función protectora en el ser humano.
Al momento de la profecía, el profeta podía caer al piso con desmayos, o presentar signos de locura o alteraciones espacio/temporales, sufrir convulsiones o espasmos musculares involuntarios que podrían confundirse con ataques de epilepsia.
Así pues, la misericordia divina hacía que fuera en sueños la mayor parte de las profecías, para cuidar y proteger el sistema nervioso y la salud en general del profeta.
Al despertar, sentía el sabor poderoso del mensaje en su mente, percibía las imágenes (no solo visuales) con una precisión que la distinguía de los sueños corrientes, luego debía poner a funcionar su imaginación, su inteligencia, su intuición para alcanzar alguna claridad en el mensaje a reportar.

A todo esto, ¿la gente se preparaba para ser profeta o un buen día despertaba en ellos este don?

Sabemos que hubo algún período en el cual existieron gremios de profetas, los “benei hanebihim”, quienes estudiaban diversas materias y realizaban variados ejercicios para llegar a alterar sus estados de conciencia y alcanzar de esa forma alguna revelación celestial. Empleaban la música y probablemente movimientos corporales para sumirse en estados de éxtasis, de modo similar que ocurría con “profetas” en otras culturas, quienes buscan ofuscar su conciencia para tener supuestas visiones metafísicas.
Queremos creer que procuraban reducir los efectos del EGO en sus vidas, para de esa forma captar la suave voz del Eterno hablando desde su Yo Esencial. Pero, según parece la efectividad de tales academias y entrenamientos no rindieron abundantes frutos, no contamos con muchas profecías plasmadas en el Tanaj de discípulos de tales academias. Por más que araran el terreno, hicieran surcos, regaran, era el Eterno quien debía depositar allí la semilla para que germinara y creciera la profecía en ellos.

El Talmud enumera 55 profetas cuyo mensaje tiene significado para todas las generaciones, sus palabras han quedado registradas en el Tanaj.
Sin embargo, hubo varios otros, anónimos, puntuales, con acciones necesarias para tu tiempo y lugar sin intención de perpetuarse para las generaciones (ejemplo: 1 Melajim / I Reyes 13).
De acuerdo a la Tradición, cada miembro del pueblo judío fue profeta al momento de la Revelación de la Torá en Sinaí, condición que se evaporó para la mayoría tras el pecado con el becerro de oro. Éste fue un hecho único e irrepetible, la profecía al unísono de todo un pueblo, tal cual determina Maimónides, de una naturaleza difícil de comprender.

Hasta aquí hicimos un rápido bosquejo de las cualidades y condiciones para el profeta y la profecía, seguramente encontrarás mucha más información en nuestro sitio (serjudio.com y fulvida.com), porque hace varios años que trabajamos educando y difundiendo, son miles y miles los textos gratuitos a tu disposición. Aprovéchalos.

Ahora quisiera concentrarme un poquito en los mensajes, en esa información que se adquiere vía la red que conecta a nuestro Yo Esencial con el Padre y con el todo.
En la percepción general, e incluso académica, se asume que el profeta es una especie de vidente del futuro, que sirve para predecir eventos y avisar acerca de ellos.
Mira por ejemplo:

Diccionario de la lengua española © 2005 Espasa-Calpe:

profecía
  1. f. Don sobrenatural de origen divino que permite el conocimiento de hechos futuros.
  2. Predicción hecha por un profeta.
  3. Conjetura basada en indicios o señales

¿Será esta realmente la función y finalidad de la profecía, de la verdadera, de la que proviene del Eterno, de la que tomamos como un cierto grado de manifestación de Su Voluntad?

Si hacemos un relevamiento detallado y metódico veremos que no es así.
Si bien hay mensajes que traen imágenes del futuro, esto no es la finalidad ni el sentido de la profecía.

En ocasiones en la profecía se brindan imágenes de un probable futuro:

  1. para llevar a la reflexión que conduzca a la teshuvá (arrepentimiento total y sincero) (ejemplos: Ioel/Joel 2 y el libro de Mijá/Miqueas);
  2. o para calmar el alma apenada por las tragedias y de esa forma no dar al EGO oportunidad de seguir haciendo caer a la persona y la sociedad en el error/pecado (ejemplos: Ieshaiá/Isaías 40 y 52).

Pero, la visión del futuro en sí misma no tiene ningún valor. Sino que una y otra vez el mensaje de los profetas es despertar la conciencia de su audiencia, de aquellos a los que les dirigen el mensaje del Eterno.
Que esa iluminación multidimensional los lleve a una vida de construcción de Shalom, plena de actos de bondad y justicia, con lealtad a los mandamientos del Padre Celestial.
Esa es la finalidad, comprobada en cada participación profética.
Así fue desde el comienzo de la humanidad, una y otra vez la misma exhortación de parte del Padre.

De aquí sabemos algunas pistas (Mishné Torá, Iesodé Torá 10:1) para reconocer a un falso profeta:

  1. Propone mandamientos “con profecía de parte del Eterno” que no han sido declarados previamente en la Torá, o los dictados oralmente a Noaj y sus descendientes para los gentiles.
  2. Anula de forma permanente algún mandamiento “con profecía de parte del Eterno”.
  3. Propone adorar/servir a dioses que no son Dios, o antepone intermediarios en nuestra relación con Él.
  4. Su profecía es en nombre de alguna deidad que no es el Dios que se revelara a la nación judía en Sinaí.
  5. Su finalidad no es la construcción de shalom, por medio de la bondad, la justicia y la lealtad al Eterno y Sus mandamientos. (A veces para construir shalom es necesario recurrir a la destrucción, son muy escasas las oportunidades, pero existen. Ejemplo: (1 Shemuel / I Samuel 15).
  6. Que lo que dice respecto sucesos positivos del futuro NO se cumplen en todos sus detalles.
  7. Puede que ocurran eventos asombrosos, algo que parece milagros, curaciones y sanaciones, espectáculos sorprendentes. Pero nada de esto tiene ningún valor espiritual ni de conexión con Dios, si va en contra de los mandamientos del Eterno o es para adorar dioses que no son el Padre Celestial.

Lo vemos en el propio texto de la Torá:

"Tendréis cuidado de hacer todo lo que Yo os mando; no añadiréis a ello, ni quitaréis de ello.
‘Cuando se levantará en medio de ti profeta o soñador de sueños, y te dé una señal o un prodigio, y se cumple la señal o el prodigio que él te predijo al decirte: ‘Vayamos en pos de dioses ajenos’ -que tú no conociste- ‘y sirvámoslos’, no escuches las palabras de tal profeta ni de tal soñador de sueños; porque el Eterno vuestro Elokim os estará probando, para saber si amáis al Eterno vuestro Elokim con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma.
En pos del Eterno vuestro Elokim andaréis, y a Él temeréis. Guardaréis Sus mandamientos y escucharéis Su voz. A Él serviréis y a Él os adheriréis.
Pero tal profeta o tal soñador de sueños ha de ser muerto, porque predicó la rebelión contra el Eterno vuestro Elokim que te sacó de la tierra de Egipto y te rescató de la casa de esclavitud. Él trató de desviarte del camino por el que el Eterno tu Elokim te mandó andar. Así eliminarás el mal de en medio de ti."
(Devarim / Deuteronomio 13:1-6)

Y en el profeta:

"Así ha dicho el Señor Elokim: ¡Ay de los profetas insensatos que andan tras su propio espíritu, y que nada han visto!

Ellos ven vanidad y adivinación mentirosa. Dicen: ‘Así dice el Eterno’, pero el Eterno no los ha enviado. ¡Con todo, esperan que Él confirme las palabras de ellos!
"
(Iejezkel / Ezequiel 13:3-6)

¿Y cómo comprobamos si alguien es realmente un profeta (en la época y lugar en la que había)?

  1. Que sea una persona con lealtad a la Torá.
  2. Que sea cumplidor cabal de los mandamientos que le corresponden de la Torá.
  3. Que diga hablar en nombre del Eterno y su fama le precede como persona de bien, honesta, cultivada emocionalmente.
  4. Que lo que dice respecto sucesos positivos del futuro necesariamente DEBEN cumplirse perfectamente, con todos sus detalles.
  5. Que lo que dice respecto a sucesos negativos del futuro, eventualmente se cumplen, si es que las personas no rectificaron su conducta y se apartaron del mal camino que el profeta vino a denunciar.
  6. No tiene necesidad de presentar pruebas milagrosas, pero si lo hace, con que fuera una única vez es suficiente.

Una imagen que da el profeta acerca del sacerdote del Eterno retrata en buena forma al profeta verdadero:

"Mi pacto con él fue de vida y de paz. Estas cosas le di, y él Me temía y guardaba reverencia ante Mi nombre.
La Torá verdadera estuvo en su boca, y por eso: en sus labios no se halló malicia, en paz y en justicia anduvo Conmigo y a muchos apartó del pecado.
Porque los labios del sacerdote han de guardar el conocimiento, y de su boca han de buscar la Torá, pues él es un mensajero del Eterno de los Ejércitos."
(Malaji / Malaquías 2:5-7)

Te invito a que hagas un test para corroborar tus conocimientos: http://serjudio.com/tests/test012.htm y gracias por leer hasta aquí este largo texto, que es casi una recopilación de material que desde hace varios años tenemos publicado en nuestros sitios. Visita los links que te hemos ido ofreciendo, son muchos, son extensos algunos de los textos, pero es una pequeña colección de lo que tienes para ti gratuitamente aquí.
Y recuerda, si quieres colaborar con nuestra tarea de educación y difusión de valores verdaderamente basados en la Torá, para judíos y gentiles, te estaremos muy agradecidos.

Clientela religiosa

Puedes observar y darte cuenta que cada religión desarrolla diversas estrategias para hacer creer a su “clientela” que ellos (los fieles) son malos, pecadores, faltos de méritos, destinados al sufrimiento, incapaces de ser felices, impotentes y que la única salvación está en poder de esa religión.
Mira por ejemplo entre la idolatría más difundida en Occidente este pasaje: “aun cuando estábamos muertos en (a causa de) nuestros delitos, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia ustedes han sido salvados…Porque por gracia sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.)” (Librillo a los Efesios, capítulo 2, párrafo 5, 8 y 9).

Es decir, si tienes fe en ese dios del cristianismo (recordemos que los falsos-judíos mesiánicos son otra secta del cristianismo y no son parte del judaísmo), y solamente si tiene fe en él, entonces ya tienes tu “salvación”. Ni importan tus obras, es decir, tu conducta; ni si sigues cabalmente los mandamientos que el Eterno te ha dado; ni si eres una persona buena y justa pero carente de fe en ese ídolo. Si no tienes fe, te pierdes en el infierno. Si tienes fe, ya nada importa, porque tienes comprado el Cielo.

Claramente, cuando te repiten una y otra vez esta terrible mentira manipuladora. Desde los estrados, púlpitos, cátedras, al lado de tu cuna, en todas partes, a todo momento, todos quienes conoces, te bombardean con este insidioso mensaje, ¿cómo habrías de liberarte y quitar de encima de ti las cadenas que te esclavizan a la idolatría, a la falsedad, a la muerte?

Y te dicen: “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.” (Librillo a los Romanos, capítulo 5, verso 12).
¿Cómo te animarás a romper con esas doctrinas enfermas y poco relacionados con Dios?
Si ellos te aseguran que eres pecador desde el nacimiento, que aunque nada hiciste mal, todo el infierno te mereces. Si nada de lo que hagas te limpia y libera de esto que no hiciste, pero de lo cual eres culpable. Si el único modo de ser “salvo” es a través de la fe en ese dios que murió por ti, para que tú puedas salvarte.

Entonces, te cargan culpas que no tienes, te niegan alternativas, te prohíben acciones positivas, te impiden darte cuenta del lazo sagrado que te une constantemente al Padre, te acusan sin piedad, te encierran en cárceles de engaños y manipulación, te exigen seguir dogmas bizarros porque de lo contrario te hundirás más en el averno, te aseguran una y otra vez que eres maldito y sin salvación, maldito y sin salvación; pero te ofrecen un remedio: aférrate a su religión, sé dócil a lo que tus amos te dictan, censura tu pensamiento, cancela tu anhelo por Dios y llénalo de dioses y santos, sé uno más del rebaño y entrega tu vida y bienes a los pastores, porque eso es lo que un dios tremendo y malicioso quiere que hagas. Recuerda, si no tienes fe te vas al infierno. Si no actúas todas las payasadas que te ordenan, te vas al infierno. Si te portas bien pero no crees en ninguna de las patrañas, te vas al infierno. El único camino es la fe en su diosito.

Y te lo repiten, te lo repiten, te lo repiten… en donde estés, con quien hables, te rodean con muros, te cortan las alas, te obligan a permanecer encorvado y jamás alzar la vista más allá.
Eres quien les da poder, porque les sigues, cumples sus órdenes, les llenas de riquezas, mueres para defender a tus opresores, te conviertes en un cruzado de la fe para mantener sobre ti a quienes te niegan tu identidad, te prohíben tu conexión con Dios, reemplazan al Padre por hijos putativos que no tienen existencia.
Te llenan de miedos, de culpas, de falsas verdades; te obligan a tragar heces pero debes deleitarte y llamarlas manjares. Te prometen mentirosos paraísos, te dan esperanzas vacías, te confunden con palabras dulces y de actuado misericordia; todo es válido para que no seas libre y permanezcas aprisionado en la jaula de la religión.

De cualquier religión, no solo la que tiene a un chico colgado como dios y salvador.
Recuerda eso, las religiones actúan de esta forma, pues su origen es el EGO, también conocido como Satán o Ietzer haRá.
No hay espiritualidad allí donde hay religión.

Ellos no quieren quedarse sin su clientela, entonces todo les es permitido para retenerte en sus tiendas.

Mira que diferente es el mensaje que desde la Tradición de la espiritualidad se te da.
La gran mayoría de las personas al morir pueden pasar como máximo once meses terrenales en un estado de reparación, que elimina los recuerdos perjudiciales que se han ido acumulando a causa de las malas acciones durante la vida. Sí, oíste bien. No hay un infierno eterno, la condenación perpetua, el sufrimiento de los infieles. Nada de ello. Como máximo once meses para quitar las manchas que hemos ido provocando con nuestras acciones, no por nuestras creencias o por la fe que hayamos tenido. Manchas generadas por la conducta que se limpian en un máximo de pocos meses. Luego viene el placer eterno, el disfrute de la plenitud de la dimensión espiritual cargada con las memorias positivas y emociones agradables que se han experimentado durante la vida en este mundo. Por ello es tan importante gozar de lo permitido, experimentar el placer de lo lícito y saludable, para tener esas improntas positivas como “premio” obtenido por nuestras acciones. No un placer vulgar, no un regalo que humilla por ser recibido desde la impotencia, sino el gozo de disfrutar lo que uno mismo ha cosechado con su esfuerzo.
Como dijera el inspirado salmista:

"El Eterno me ha pagado conforme a mi justicia; conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado."
(Tehilim / Salmos 18:21)

Ciertamente aquellos indignos que pierden su chance de vida en el mundo venidero son muy pocos, los malvados supremos, como aquel artista de baja estofa austríaco devenido en genocida, o ese egipcio asesino (ganador de un Nobel de la Paz, vaya chiste) que se hacía pasar por líder del inexistente pueblo árabe palestino, o aquel gentil turco que se hacía pasar por estudiante de rabino inventor de buena parte de las doctrinas enfermizas que pululan en Occidente hoy día. Ellos, por la inmensa gravedad de los daños causados al prójimo, por su maldad y rebeldía, hundieron en tanto cieno sus espíritus que son irrecuperables, por siempre perdidos en el vacío de la inexistencia.

Pero nosotros, personas comunes, en poco tiempo estamos gozando de la eternidad, junto al Padre, tras la muerte. No por fe, no por adulación de hombres, no por la religión que tienes, no por los libros que memorizas, no por las payasadas rituales que cumples, sino por tus actos como constructor de shalom por tu bondad y justicia, por tu lealtad a tu esencia divina a través de cumplir cabalmente con los mandamientos que te corresponden. Eso es lo que Dios ha revelado, no lo que queremos creer o nos hemos inventado para someterte a alguna secta religiosa.

Tenlo presente la próxima vez que te quieran manipular con objetos de fe, con adoración de hombres, con amuletos, con palabras mágicas, con cualquier otra cosa que no sean esos sencillos y concretos actos de bondad y justica que el Padre ama y te pide que hagas.

Esto dice Dios a través de Su profeta:

"Pero si el pecador se aparta de todos sus pecados que cometió, guarda todos mis estatutos y practica la justicia y la misericordia, ciertamente vivirá; no morirá.
No le serán recordadas todas sus transgresiones que cometió; por la justicia/misericordia que hizo vivirá."
(Iejezkel / Ezequiel 18:21-22)

¿Qué quieres que te diga aparte de lo expresado?
Prefiero creer en la Palabra de Dios y seguirla, y no en las mentiras maliciosas de Pablito de Tarso y sus cómplices religiosos.

Bondad y justicia, esa es la vida aquí y en la eternidad.
No Jesús, ni Yeshushua (que es lo mismo en realidad), ni un rebe, ni un santo, ni un gurú, ni un cabalista, ni un espíritu superior, ni un hermano galáctico, ni rituales, ni amuletos, ni libros, ni bailecitos, ni videos de rabinos, ni comunidad cabalística, ni secta jasidea, ni iglesia mesiánica, ni… ¡NADA DE ESO! !NADA!
Es el Padre quien ha hablado y dicho lo que quiere, por si no lo comprendiste o lo olvidaste: bondad y justicia, al seguir cabalmente los mandamientos que Él te ha dado para que cumplas.

Nada hemos de temer de la posteridad, de infiernos y demonios, puesto que Dios nos ha prometido:

"Pero tú, oh Israel, eres mi siervo; tú, oh Iaacov [Jacob], a quien escogí, descendencia de Avraham [Abraham] mi amigo.
Yo te tomé de los extremos de la tierra, y de sus regiones más remotas te llamé diciéndote: ‘Tú eres mi siervo; yo te he escogido y no te he desechado.
No temas, porque yo estoy contigo. No tengas miedo, porque yo soy tu Elokim. Te fortaleceré, y también te ayudaré. También te sustentaré con la diestra de mi justicia"
(Ieshaiá / Isaías 41:8-10)

(De paso, vemos que según Isaías el siervo de Dios es el pueblo judío y NO un monigote inventado por el imperio romano que supuestamente te salva por tener fe en él).

En el fondo las cosas son sencillas, porque el Eterno no quiere complicarnos con cosas terribles, esa es tarea del EGO.
Estamos en la vida para andar por ella, aprender, experimentar, gozar de lo permitido en tanto nos apartamos de lo prohibido, adquirir sabiduría de vida más que de libros, construir shalom.
Llevarnos las valijas llenas de momentos agradables, de deleite, de buenos recuerdos, de bondad que hemos hecho para con el prójimo.
Que este mundo sea un pasaje de armonía y gozo, también a través de las dificultades que transcurramos.
Porque es en este pasaje mundano donde vamos adquiriendo lo que gozaremos en la eternidad, por justicia, no por fe.

Toda fe en salvadores y y salvaciones son negaciones de nuestro sagrado potencial, de la bondad y justicia que podemos ejercer, de nuestra parte en la tarea por la cual estamos en el mundo.
”Ser salvo por fe”, es huir de nosotros mismos y de Dios, para sumergirnos en las redes del EGO, en las religiones.

Por ello también las religiones se preocupan tanto de que no goces, de prohibirte lo saludable, de llevarte hacia doctrinas que castran tus potenciales; porque saben que cuando despiertas la conciencia, te das cuenta de lo que sucede y no quieres volver a las sombras, a la celdita mental.

En mucho se parece a la poesía de Kaváfis en su “Viaje a Ítaca”, vale la pena la leas y estudies.

Así pues, como conclusión de este encuentro, oigamos a Dios a través de Su querido salmista:

"Alegraos, oh justos, en el Eterno; a los rectos es hermosa la alabanza.
Dad gracias al Eterno con lira; cantadle con arpa de diez cuerdas.
Cantadle un cántico nuevo; hacedlo bien, tocando con júbilo.
Porque recta es la palabra del Eterno, y toda su obra ha sido hecha con verdad.
Él ama la bondad y la justicia; de la misericordia del Eterno está llena la tierra."
(Tehilim / Salmos 33:1-5)

La religión científica

Hemos explicado en otras ocasiones que aquellos que se autodenominan ateos, e incluso tienen la certeza de que lo son, difícilmente sean libres de ser “religiosos”.
Ciertamente su intención es la de no adorar dioses, ni a los falsos (¡qué bueno que así sea!) ni al Uno y Único (¡qué pena!).
De forma consciente no se rigen por doctrinas de instituciones eclesiásticas, aunque tal vez sin saberlo sigan costumbres religiosas, o deban participar de esos asuntos a sabiendas o no.

Pero, en tanto la persona (atea o no) no haga un trabajo multidimensional para ubicar a su EGO (también conocido como Satán y Ietzer haRá) en la función que le corresponde, seguramente sea su esclavo, lo que conlleva algún grado de religión y adoración de un “algo” que se considera poderoso, salvador, redentor, como el EGO se presenta a sí mismo desde el comienzo de nuestra vida en este mundo.
Va más allá de lo que uno piense o crea, siempre en un oscuro y escondido lugar de nuestra memoria biológica está la presencia del EGO como un misterioso salvador, como un dios.
Ese dios (falso, obviamente) encuentra representación en seres, objetos, ideas, instituciones que se han socializado, y a veces en las fantasías y delirios personales.
Tenemos así que TODOS los dioses, los institucionalizados y los eventuales, los organizados en religiones y los carentes de estructuras, todos ellos son representantes externalizados (y en general socializados) del EGO.
Por desgracia, muchas personas se vinculan con el Uno y Único como si el fuera uno más de ese montón de emisarios del EGO. Son los que creen que el judaísmo o el noajismo son religiones y que a Dios se lo manipula, se lo usa, se prescinde de Él según propia voluntad. Esas personas, seguramente llenos de buenas intenciones, tienen a Dios como un ídolo, como otro dios, como lo que Él NO es.
(Una nota aparte: muchas veces podemos decir que él judaísmo es una religión, porque tiene algunos aspectos de ellas. Otro motivo es  porque la mayoría de las personas (rabinos y maestros de Torá incluidos) no tomamos el tiempo para analizar los conceptos que usamos, para manejar un lenguaje preciso y sin confusiones. Otro motivo, por facilidad para hacernos entender; si decimos “religión judía”, es mucho más simple de entender que si comenzamos a definir religión, espiritualidad, estilo de vida espiritual y unos cuantos párrafos más hasta expresar lo que decimos sencillamente como “religión judía”).

El origen de la religión está en el EGO.
El origen de la espiritualidad está en el Yo Esencial, también conocido como neshamá o espíritu.
La neshamá es nuestra identidad que no se cambia con nada, que no se daña, que no se quiebra, que no rompe su vínculo perenne con el Creador. A cada instante estamos conectados con el Padre, el problema es que las capas que el EGO ha puesto encima de la neshamá impide que nos beneficiemos de su Luz, de la Presencia Divina en nuestra existencia.
Al conocer las maniobras del EGO estamos adquiriendo poder, lo que nos permite ir liberándonos, saliendo de la celdita mental, tomando el control de aquello que podemos controlar.
Por supuesto que solamente el conocimiento intelectual no es suficiente, somos multidimensionales, y el EGO se aprovecha de los resquicios para introducir sus miedos, confusiones, dudas, creencias, burlas, sentimientos negativos, ideas que atribulan. Cuanto más poderosa sea la persona, mayor será el poder que tiene el EGO para hacer desastres en su vida y en la de quienes le rodean.
Por ello, debemos estudiar estos temas, pero no para ejercicio mental, sino como herramienta en la liberación personal y colectiva, como instrumento para encontrar la Era Mesiánica.

Creo que todo esto que te vengo relatando ya ha sido trabajado en nuestro hogar varias veces, si te interesa profundizar tómate tu tiempo y encuentra lo publicado, léelo, estúdialo y especialmente critícalo, no lo tomes como verdadero, no lo repitas como si fuera un lema religioso, sino que te sirva como trampolín para pensar y para actuar en la construcción de shalom. Que te sirva para liberarte, para estar en armonía y unificado, para que el Yo Esencial se exprese en aquellas manifestaciones del Yo Vivido que mejor lo representen.

Al respecto, el poder que brinda la ciencia también es empleado para someter a las personas. Esto es comprensible viendo lo que sucede cuando la ciencia se emplea para la dominación del hombre por el hombre.
Pero la cuestión es más profunda, se introduce en el interior de la persona para masificarla, cosificarla, convertirla en un ente religioso, adorador de la ciencia y los científicos:

“…estamos conduciendo a nuestros educandos a ver a la ciencia como una especie de religión moderna alternativa y a aceptar sus teorías como si se tratara de verdades teológicas que deben ser acríticamente admitidas por el creyente”.

Esto dijo a fines de la década de 1970 Paul Feyerabend, quien fuera un filósofo de la ciencia, un estudioso dedicado full time al tema en cuestión. No era un religioso, no era alguien opuesto al conocimiento científico, no era un cavernícola eclesiástico, ¡todo lo contrario!
Añadía que:

“Tendría que haber una separación del Estado y la Ciencia, tal y como ya hay una separación entre la Iglesia y el Estado. La razón de esta separación es muy sencilla: toda profesión tiene una ideología y una tendencia al poder que va más allá de sus logros, y es tendencia de una democracia mantener bajo control esta ideología y esta tendencia.”

Tal cual, el dios Ciencia está presente en la vida de muchos, incluso de esos que se llaman ateos y persiguen con sarcasmo y aires de suficiencia a los creyentes en dioses.
Ellos mismos están adoctrinados, adormecidos, atontados, en servil postura ante el EGO, en sus casos encarnado en la “todopoderosa” Ciencia.
Por supuesto, la Ciencia en sí misma es un excelente vehículo para desarrollar el mundo, para construir shalom, para encontrar las trazas del Eterno en el mundo. El problema es cuando es secuestrada por el EGO, para hacer de ella un títere en sus redes de sometimiento.
Lo vemos en muchos escépticos, que así se hacen llamar los que tienen ciertos problemas personales con las religiones pero no encuentran aún la clave para librarse del EGO y llevar una vida espiritual, de unificación. Pueden tener mucha razón en decenas de cosas que denuncian de las religiones, de los arreglos políticos para seguir sosteniendo instituciones opresivas, de falsedades que pretenden hacerse pasar por revelaciones divinas, pero, en tanto el EGO siga en control, ellos no están libres de ser religiosos.

Un ejemplo, un tanto simplón lo admito, es cuando te quieren vender el último detergente, la última píldora anticonceptiva, el último aditivo para el motor del auto, y quienes lo promocionan van envueltos en batas, rodeados de aparataje, en escenarios que parecen laboratorios. Te dicen que estudios en tal universidad, o que los doctores de tal, o que se ha comprobado que… y por eso debes adquirir esa pasta dentífrica, o ese pañal, o encontrar al amor de tu vida de cual forma o… lo que sea con el aval (bendición) del científico (sacerdote) científicamente comprobado (revelado por el “espíritu santo”) certificado por estudios (escrito en libros sagrados) en nombre de dios (la Ciencia).

La ciencia es un gran ayudante a la hora de encontrar a Dios en el mundo. También nos puede dar una buena mano para ir despojando al EGO de su dominio. Pero cuidado con endiosar a aquello que no es Dios.

Entonces, ni el ateo está tan libre de religión, ni el religioso tan cercano a Dios.

¿Quieres compartir lo que aprendiste de este artículo?

Usted es noájida

Si ha nacido de madre que es judía (realmente judía, no “judía por fe”, no “judía porque le parece”, no “judía por apellido”, no “judía por Cristo”, no “judía porque me parece que desciendo de sefaraditas”, no “judía porque alguien me lo dijo”, no “judía mesiánica/netzarita”, no el “Israel espiritual”, no “judío cristiano”, no “cabalístico”, entre otros que se creen o se hacen pasar por judíos SIN serlo),
si ha nacido de madre que es judía,
entonces usted es judío.

Si ha nacido de madre gentil pero ha realizado un proceso legal y leal de conversión al judaísmo, (NO esas falsas conversiones mesiánicas, evangélicas, por internet, reformistas, creerse judío por sentirse uno, entre otras que no tienen ninguna validez),
entonces usted es judío.

Si ha nacido de madre gentil y no ha realizado su proceso de conversión leal y legal al judaísmo,
entonces usted es gentil.
¡Qué bueno que así sea!
Significa que es hijo de Dios, hecho a “imagen y semejanza” del Padre, sin necesidad de tener fe en nada ni nadie para ser salvo. Quiere decir que ha recibido un don maravilloso, el de ser beneficiario de los bienes de este mundo y estar dispuesto para gozar los bienes del mundo eterno. Sin necesidad de rituales, sin obligaciones extrañas, sin tener que aprenderse libros enteros incomprensibles, sin poner su fe en cosas absurdas, sin necesidad de seguir a ningún clérigo o líder iluminado. No precisa nada de ello, porque usted ES hijo de Dios y tiene al acceso allanado hacia Él.
Usted es miembro del 99.98% de la humanidad, con una senda propia y sagrada hacia Dios, la cual es el noajismo.
Esto es tal cual lo que Dios ha dispuesto.

Como gentil que es, ha nacido con una identidad espiritual propia, que le representa auténticamente, que le une con el Padre Celestial, que es su Yo Esencial, que es su espíritu de vida en este mundo y en el mundo más allá.
Es su espíritu enlazado a Dios por el dorado hilo noájico.

El espíritu del noájida, que así es como podemos denominar al gentil, se expresa en su plenitud a través del cumplimiento de los Siete Mandamientos para las Naciones:

  1. No servir a dioses falsos.
  2. No maldecir a Dios.
  3. No asesinar.
  4. No tener relaciones sexuales prohibidas.
  5. No robar.
  6. No comer parte de animal con vida.
  7. Establecer sistemas de ley y justicia.

Estos son los preceptos básicos, fundamentales, de los cuales se derivan diferentes reglas y costumbres.
Están todos estos mandamientos basados en dos grandes pilares: la bondad y la justicia. Pues ambos deben estar contemplados en la conducta habitual de la persona. Que todos los actos sean buenos y justos, pues así se construye shalom. Así se ordena el caos, se alumbra la oscuridad, se sana a los enfermos, se da vida a los que mueren, se trae la Presencia de Dios a nuestras vidas.
Haciendo así es como cada uno contribuye a restablecer el Paraíso en la Tierra, a promover que vivamos en la Era Mesiánica.

Cada gentil ES un noájida.
No precisa conversiones, ni confirmaciones, ni documentos que lo habiliten, ni tribunales que lo sancionen, ni aplausos, ni recitaciones.
Por el hecho de haber nacido ya uno es noájida.
La cuestión estriba en saberlo y entonces actuar conscientemente de acuerdo al Plan de Dios (el noajismo).

Así pues tenemos distintos grados de cercanía del noájida con su identidad espiritual:

  1. El que no sabe que es noájida y tampoco vive los preceptos.
  2. El que no sabe pero los cumple porque son éticos, parte de la vida corriente en la sociedad moderna.
  3. El que lo sabe pero elige otra cosa.
  4. El que lo sabe, pero los cumple en parte.
  5. El que lo sabe, los cumple, pero los mixtura con religiones o con judaísmo.
  6. El que lo sabe y los cumple esperando recibir premios a cambio.
  7. El que lo sabe y los cumple porque para ello está en este mundo.

Usted, ¿en cuál de estos grados se encuentra en este momento?
Me agradaría mucho que dijera que en el séptimo, pero si no es así, cualquiera está bien en tanto se comprometa a estudiar y conocer para aplicar con conocimiento y pureza.

Espero que haya quedado claro,
usted ES noájida, sin importar lo que le hagan creer o le hicieron creer. No es cristiano, ni musulmán, ni ateo, ni umbandista, ni sintoísta, ni nada de esas cosas; usted ES noájida. Las religiones (incluida la atea) son máscaras que entorpecen el reconocimiento del propio rostro, son producto del EGO y no regalo del Cielo.

Usted ES noájida, porque esa es la condición natural de todo gentil.
Así pues, cuando descubre la senda sagrada del noajismo y decide andar por ella,
no está “naciendo” de nuevo,
ni afiliándose a una nueva religión,
ni en tránsito para convertirse al judaísmo,
ni en un movimiento que alguien puso de moda,
ni en una secta extraña,
ni formando parte de una doctrina,
ni cambiando nada en su propia esencia,
simplemente está volviendo a usted mismo,
a ver su propio rostro sagrado,
a redescubrir su identidad,
a encontrar quien es realmente
y así poder encontrar realmente a Dios (y no a los dioses, que todos son producto del EGO).

En su enorme mayoría,
con sinceridad,
lleno de buenas intenciones,
deseando la conexión sagrada con el Padre,
el gentil ha intentado por muchos medios descubrir su llama espiritual,
hacer que la Luz brille en su ser,
abrazarse al Padre,
ciertamente que mucho ha probado el gentil,
religiones y dogmas, doctrinas y creencias, fe y rituales, simulaciones de judaísmo y misticismo variado, supersticiones y renuncias,
sí, llevado por su deseo por el Padre mucho ha hecho el gentil,
pero todo ello lo desvía del sagrado sendero.
El gentil fracasa, una y otra vez.
Repito, no por malicia en su gran mayoría, no por odio a Dios o deseo del mal,
¡todo lo contrario!
Es su deseo del bien, su amor al Padre, pero la ignorancia de su identidad espiritual así como las trampas del EGO lo que lo llevan siempre al extravío y el fracaso.

Pero ahora, está usted en posesión de la clave para su felicidad, para su bendición, para su salvación, para su plenitud.
Es simple, es sencillo, es sagrado, es real.
Es el noajismo.
Es el RETORNO a su propia identidad, no a convertirse en algo diferente, sino dejar de lado los disfraces para ser usted mismo.
Regresar al HOGAR, al Yo Esencial, a ser auténtico, a estar conectado con sí mismo, con el prójimo y con el Padre.
Es un despertar, no una conversión.

Usted es noájida, ¡sea feliz por ello!
Ahora, es tiempo de despertar, de ser.
De actuar con bondad y justicia, sin religiones, sin seguir a líderes religiosos, sin rituales, sin repetición de lemas, sin vestirse diferente, sin hablar raro, sin predicar cosas que parecen “espirituales” pero poco tienen que ver con el camino que Dios ha trazado para usted.

Usted es noájida, vívalo a pleno. Solo cosas buenas obtendrá de ello.

Excusas que empequeñecen tu vida

El EGO cuenta con una herramienta muy útil para manipular, procrastinar (dejas las cosas para después), engañarse, negar las evidencias, sumergir en vapores de fe y falsas esperanzas y limitar el desarrollo multidimensional de la persona; es la desconexión de la realidad, en cualquiera de sus vertientes y matices.

La persona genera excusas para eludir obligaciones o disculpar omisiones, como la invención de una “realidad” alternativa y paralela, en la cual uno queda de cierta forma liberado de sus deberes o de hacerse cargo por sus errores.

Esto no es nada nuevo, todo lo contrario.
Desde el primer hombre hasta la fecha así nos hemos querido quitar de encima la responsabilidad por nuestras acciones y omisiones.
Mira:

"Le preguntó Elokim: -¿Quién te dijo que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol del que te mandé que no comieses?
El hombre respondió: -La mujer que me diste por compañera, ella me dio del árbol, y yo comí."
(Bereshit / Génesis 3:11-12)

Yo comí del árbol que Tú me habías prohibido, pero esa no es mi culpa, es TU culpa Dios, sí, Tuya. Sí Dios, a Ti te estoy acusando, porque la mujer que me diste es la que me hizo comer de él. Así que si quieres acusar a alguien, acúsate a Ti, pues, ¿quién te mandó darme una compañera fallada y que me hiciera errar? Si Tú hubieras hecho bien las cosas, Dios, entonces yo no estaría en esta situación tan extraña.”
Algo así es la desvergonzada acusación con la cual el primer hombre se quiso excusar de no haber respetado el mandamiento particular que había recibido del Eterno.
Excusas groseras, violentas, fraudulentas, nocivas. Actitudes que mantienen y aumentan el daño y no aportan elementos para la recuperación y el restablecimiento.

A todo esto, ¿la primer mujer actuó mejor?
Atiende:

"Entonces el Eterno Elokim dijo a la mujer: -¿Por qué has hecho esto?
La mujer dijo: El serpiente me engañó, y comí."
(Bereshit / Génesis 3:13)

Yo tampoco tengo culpa, Dios mío, yo soy una víctima en todo esto. No entiendo porqué mi marido me acusa de algo que no hice, ni porqué él te agrede a Ti. Es evidente que toda la culpa la tiene ese sujeto, tan simpático y ameno, el serpiente es el que debe pagar los platos rotos. Él me hizo trampas, me hizo el cuento del tío y yo compré un buzón. ¿Es mi culpa acaso? Vamos Dios, Tú sabes que el culpable es el serpiente. Castígalo a él, o si quieres a mi marido, pero a mí… ¡déjame en paz!”.

Si nos lo permitieran los demás, podríamos dar excusas de forma casi indefinida, que es como si dejáramos que la vida sea manejada por “el destino”, por las pasiones del momento, por otros, por deidades paganas, por cuestiones de la suerte o casualidad, por el EGO, en una aparente falta de responsabilidad, sin hacerse cargo de las cosas, en un falso fluir con los acontecimientos. Ciertamente que esto también es una decisión que hemos tomado, una claramente errónea, negativa, que conduce al dolor y el malestar. Sí, cuando soltamos las riendas y dejamos que las cosas sean llevadas por los vientos y las corrientes, sin control, también somos responsables de los desastres que se acumulen en nuestra existencia y de los que nos rodean.
El no querer decidir, ya es en sí misma una decisión.
El escapar hacia el mundo de la irrealidad, sea en forma de sueños, drogas, fantasías, excusas, engaños, negaciones, fanatismo, necedad, lo que fuera, es un escape ilusorio, porque seguimos estando allí, en medio de los problemas, aumentando el caos en vez de colaborar para establecer el orden y el flujo de la energía.

Lavarse las manos, mirar para otro lado, esconder la mugre debajo de la alfombra, tapar la mancha de humedad con un cuadro, echar culpas, maldecir, invocar dioses y demonios, posponer la asunción de la responsabilidad y actuar en consonancia, está como factor que obstaculiza la paz y no como promotor de estabilidad.

Entonces, si en vez de involucrar a otros en nuestras equivocaciones,
si en lugar de esperar que vengan poderosos milagrosos a resolver los conflictos,
si no decimos que “el tiempo todo lo cura”,
si dejamos de pretender manipular a Dios con rezos y negociaciones,
si no nos hacemos más los desentendidos 
y nos hacemos cargo de lo que nos corresponde, por lo cual emprendemos el camino de la restauración,
seguramente que haremos grandes avances y encontraremos más disfrute.

Por ello la pregunta del Eterno hacia Adam no fue una acusación, ni siquiera una amenaza de castigo, sino una invitación a la reflexión, a que tras el error tome la decisión correcta y se haga responsable. Que el hombre responda por su error, por lo cual haría un proceso de TESHUVÁ, sincero y completo arrepentimiento o reparación.
Mira:

"el Eterno Elokim llamó al hombre y le preguntó: -¿Dónde estás tú?"
(Bereshit / Génesis 3:9)

¿Dónde estás tú?
En todo este lío que armaste, ¿dónde estás?
¿Estás escondido detrás de máscaras, de muecas del Yo Vivido, de malabarismos del EGO?
¿O te presentarás realmente TÚ, desde tu Yo Esencial, para tomar las riendas y corregir el asunto?
¿Dónde estás Tú y no dónde están tus excusas y justificaciones?
Para que desde el error pueda emerger lo mejor de ti, porque también en el momento oscuro es tiempo para que alumbre la Luz, aunque parezca más tenue y lejana.
Eso quería el Eterno, y si así hubiera sido la respuesta del hombre y de la mujer, seguramente que otra hubiera sido la conclusión del episodio.
Pero ellos prefirieron seguir jugando a las escondidas, a las excusas, a las acusaciones, a la falta de respuesta sincera y real… y así les fue.

A Caín, su hijo primogénito, el inventor de la proto-religión y del asesinato, no le fue mejor:

"Entonces el Eterno preguntó a Caín: -¿Dónde está tu hermano Abel?
Y respondió: -No sé. ¿Soy yo acaso el guarda de mi hermano?"
(Bereshit / Génesis 4:9)

Acababa de asesinar a su hermano pero responde que no sabe, además se desentiende y de cierta forma agrede al Eterno con su respuesta.
¿Qué te piensas que soy, Dios, el guardián de mi hermano? ¿Qué te hace suponer que yo puedo saber dónde está o qué es de su vida? ¿Cómo te atreves a preguntarme a mí? ¿De qué me acusas?’. Caín no tiene la culpa, la tiene otro, quizás el propio Dios por molestarlo con cuestiones.

Quizás te has dado cuenta de que cuando pones excusas y ellas implican el echar culpas a otros (que a veces hasta son inocentes), estás aumentando el alcance del daño que provocas, pues perjudicas a los que no tienen parte, no haces nada para resolver o mitigar la situación y para peor sigues perturbando el flujo saludable de la corriente energética.
Esto corre también cuando al que se culpa es a Dios (o a cualquiera de los dioses inexistentes en los que puedes creer).

Por supuesto que para el idólatra es más simple culpar a alguna de sus deidades, o a su deidad única. Esto es así pues bien en el fondo sabe que esa o esas deidades no tienen existencia real. Sabe que todos esos dioses y todas las religiones son productos del EGO. En ese lugar de pureza intachable que nos conecta al Uno no hay lugar para la mentira, la idolatría pierde todo su encanto, los dioses son lo que son: nada. En ese lugar de pureza, de comunión, de unidad, de conexión, en nuestro Yo Esencial es sabido que los dioses no existen, solamente son imágenes del EGO, representaciones mentales, creencias basados en emociones, confusión, excusas. Se sabe, pero para que el rayo de Luz alcance la conciencia, es preciso correr las numerosas capas que hemos ido acumulando encima de nuestra esencia espiritual. Es necesario destapar los oídos para percibir la suave vos del Eterno que nos habla desde el interior de nuestro ser. Sin embargo, esa convicción está allí, la que afirma que todos los dioses son nada, pero el Eterno hizo el universo.
Por ello, es muy diferente cuando del Uno y Único se trata, pues tu Yo Esencial está ligado a Él. Allí, bien oculto en ti está esa Luz brillando, que proviene directamente de Dios y se mantiene encendida en ti por Su Voluntad. El Yo Esencial que no puede ser dañado ni modificado por el EGO, que nada lo perturba. Ese Yo Esencial tiene plena conciencia de Dios así como de lo que acontece.
Es el EGO el que interpone a los falsos dioses, a esos supuestos salvadores y redentores, quien comulga en religiones y te envuelve en rituales y dogmas.
Es el mismo EGO que usa a los dioses y las doctrinas como excusados para las excusas, o infernales acusadores que te someten a sentimientos tenebrosos de impotencia.
Allí donde está el EGO se encuentra la impotencia, recuérdalo, y está la violencia en alguna de sus formas, sea activa o pasiva, hacia fuera o hacia dentro.

Allí donde hay excusas, sin dudas hay una situación de impotencia (real o percibida) que no ha sido resuelta.
Donde hay impotencia, la respuesta automática es el EGO.
Queremos encontrar un ilusorio poder a través de la desconexión de la realidad, o atenuar el impacto que el sentimiento de impotencia nos genera.
Como fuera, al desconectarnos a causa del EGO, estamos limitando nuestra existencia, perjudicando las alternativas para recomponer las circunstancias, evitando reponer lo que hemos dañado.

¿Qué podemos hacer en lugar de esto?
Cuando estamos ante la situación problemática, que siempre es de impotencia (real o percibida), hemos de tomar el control de la respuesta automática del EGO.
Es decir, hacer un esfuerzo para lo que nuestro instinto dispara no se manifieste. Ni gritos, ni llantos, ni pataleo ni desconectarse de la realidad, como tampoco ninguno de sus derivados.
Aunque sintamos que explotaremos en algunas de estas cosas, no permitirlo. Repito, hacer el esfuerzo de tomar el control de lo que es una respuesta automática. Se logra dominar la conducta, en estas situaciones, tras pocos segundos, puesto que las vías neuronales más evolucionadas tardan unos instantes más en funcionar que aquellas primitivas que corresponden al EGO.
Por supuesto que serás más fácil si tenemos entrenamiento en el auto dominio, en ejercer el control de aquello que podemos controlar (dejando fluir aquello que no podemos controlar).
Probablemente las primeras veces fracases en tu esfuerzo por dominar tu respuesta, lo cual conllevará que aumente tu sensación de impotencia. Es por ello necesario que sigas ejercitándote, entrenando tu voluntad, aprender a dejar fluir sin reaccionar desde el EGO pero convertirte en un ente indiferente y sin respuesta. El justo equilibrio, que promueve la paz interna, esa es la meta.

En lugar de las reacciones automáticas tendrás ante ti alternativas que harás surgir a partir del análisis de la situación de impotencia que te provocó el malestar.
Debes plantearte al menos tres alternativas, que sean todas ellas en la senda del bien y la justicia, del constructor de Shalom. Al menos tres, pero tampoco te desanimes si no alcanzas ese número, ni te esfuerces por demás en elaborar decenas y decenas de alternativas. Aprende a limitar tus energías hacia la construcción de Shalom y no hacia los malabarismos del EGO.

En un paso inmediato, para el cual no debes consumir mucho tiempo, deberás decidir cuál de las alternativas escoges para realizar. Nuevamente, que sea hecho en base al bien y la justicia, no para obtener falsos éxitos, ni las victorias presumidas del EGO.
Al tiempo que decides debes desechar dos cosas: las otras alternativas que te supiste plantear así como aquellas que no pensaste hasta ese momento y particularmente desecharás las reacciones del EGO ante la impotencia. Es decir, no te sumergirás en culpas, agresiones, victimización, reproches, miedos, dudas, obsesiones, excusas, fe, vanidad ni ninguna de las otras burlas que el EGO hace de ti.

Y luego aplicarás aquellas alternativa que has escogido al tiempo que aprendes la lección que todo esto lleva encerrada para ti.

Como ayuda para tu memoria, recuerda: IEADA.

  1. Impotencia.
  2. Ego.

Hasta allí es lo típico, lo “natural”, lo que seguramente vienes haciendo. Entonces, en medio de ambas, quitando la “E”, haces que se realice:

  1. Alternativas, Análisis.
  2. Decisión, Desechar.
  3. Aplicar, Aprender.

Por supuesto que para el que desconoce el funcionamiento del EGO, para aquel que no tiene noción de su verdadera identidad (Yo Esencial), para el que lleva una vida de rituales y religión, para quien es servil al EGO aunque le llame “Hashem”, todo esto es prácticamente imposible de realizar.
Si bien es cierto no es necesaria una maestría en psicología multidimensional, en Cabalaterapia, ni ser experto en descubrir la presencia del EGO en nuestra vida cotidiana; también es cierto que al no tener idea de estos asuntos, es virtualmente imposible romper las cadenas del EGO.
Por más buenas intenciones que se tengan, por más libros que se lean, por más palabras en hebreo que se repitan, por más disfraces de lo que se cree judío se usen, por más perorata anti misionera que se escupa, poco y nada puede la persona para quebrar el dominio del EGO sobre su vida.

Es necesario el conocimiento en esta materia que lleve a una vida real de construcción de shalom, de plenitud, de gozo de la bendición, de bondad y justicia, de lealtad, de responsabilidad.

Con humildad, que es el reconocimiento del lugar en el cual uno realmente está, sabiendo lo correcto e incorrecto que hacemos, sin engaños, sin excusas, con el compromiso por la construcción de shalom, es posible avanzar, ejercitarse en el perfeccionamiento integral de la personalidad y de ese modo perfeccionar la sociedad.

¿Te equivocaste? Pide disculpas sinceramente.
¿Rompiste algo? Trata de repararlo.
¿Robaste? Devuelve.
¿No fuiste promotor de la vida? Construye shalom.
¿Quieres controlar y predominar? Aprende a gozar de lo que tienes permitido y apártate de lo prohibido.
¿Sufres? Ve qué puedes hacer para que domines lo que está en ti dominar.
¿Quieres respeto? Respeta.
¿Quieres el poder? Controla tu EGO.

Jesús y nuestra sagrada relación con el Padre

Cualquier lector promedio de la Biblia, sea judío o gentil, puede decir con cierta facilidad qué pidió el Creador, Padre Celestial, el Eterno, Dios de la humanidad al comienzo de la misma.

Por supuesto la frase más evidente, aunque no del todo correcta, será algo así como: “no comas de ‘la manzana’ que tienes prohibida, porque si comes de ella morirás inmediatamente”.
No es del todo correcta porque ciertamente:

  • NO ERA una manzana, sino el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal;
  • ni el que comiera del fruto prohibido moriría al instante, sino que se convertiría en mortal;
  • y no fue el primer pedido, o más bien orden, que Dios dio a la especie humana, ya que la primera fue:

"Tomó, pues, el Eterno Elokim al humano y lo puso en el jardín de Edén, para que lo trabajase y lo guardase."
(Bereshit / Génesis 2:15)

Sí, trabajar y cuidar la tierra, con todo lo que había en ella, puesto que la había dado para que el Hombre pudiera disfrutar a plenitud y con bendición de la misma.
El Padre ordenó esto al Hombre con “palabras dulces”, según es explicado en la Tradición, no al estilo del rigor de los reyes, ni con advertencias o severidad. Más bien, con la ternura del padre que encamina con firmeza pero dulzura a su amado hijo.
¿Cómo podría ser de otra manera, si recién había nacido la especie humana?
Éramos nuevos en el mundo, con la conciencia recién despierta, sin conocimientos, sin experiencias memorizadas, sin códigos ancestrales, como bebes que han abierto hace un ratito los ojos a este mundo.
Por ello el Padre nos ordenó esto, sin emplear la palabra dominante del Amo, sino la voz tierna del Padre.
Aunque fuera pronunciada con ternura esta frase no deja de ser un mandamiento de Dios, una orden que el Hombre debía de asumir con integridad.

Si el hombre cumplía como el Padre declaraba, por lo cual trabajaba y cuidaba la tierra, entonces:

"el Eterno Elokim mandó al humano diciendo: ‘Puedes comer de todos los árboles del jardín, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que comas de él, ciertamente morirás."
(Bereshit / Génesis 2:16, 17)

El “premio”, la consecuencia directa y lógica del cumplimiento del mandamiento de trabajar y cuidar de la tierra, sería que el Hombre estaría facultado para comer de todo lo que estuviera en el jardín, con la excepción del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal.

Preguntemos entonces: ¿qué pidió el Padre del Hombre?

La respuesta es una y única: ¡Qué cumpla con Sus mandamientos!

En este caso en concreto, trabajar y cuidar de la tierra lo que le daría como consecuencia la bendición en forma de abundancia de todo.
Esa plenitud del bien estaría limitado por otro mandamiento de parte de Dios, del árbol que tenía prohibido no debería comer.
Era un camino simple, sencillo, sagrado, completo, espiritual.

Te cuento que nada ha cambiado desde entonces en la forma que tenemos para encontrarnos con el Padre.
¡Nada!
Siguen siendo los mandamientos el camino para hallarLo en nuestra vida.

Te podrás llevar una sorpresa si te digo que incluso tampoco los mandamientos han cambiado desde aquella primera formulación hasta el día de hoy, ya que para el 99,98% de la humanidad (que son los gentiles) sigue siendo el mismo código espiritual el que dirige la relación de los hombres con Dios.

Según enseñan los Sabios, en este punto, en la orden de cuidar de nuestro mundo y trabajarlo, así como en el cuidar de no traspasar Su palabra es que se encuentra el origen de los Siete Mandamiento Universales, esos que siguen siendo el camino sagrado para todo gentil.
Te lo explico muy brevemente (en otros posts de este sitio encontrarás más información al respecto).

Si bien el Eterno explicitó a Adam solamente seis de los siete mandamientos, ya que no le declaró como orden el de no comer parte de animal con vida, porque el hombre era vegetariano y no había sentido de tal mandamiento. Cuando en la época posterior al Diluvio el hombre comenzó a comer carne, el Eterno reveló y ordenó este séptimo mandamiento que corresponde a las naciones.
Entiéndase que no fue explicitado a Adam, pero estaba contenido en el código dado a él; un código que no está escrito en la Torá (judía y escrita), puesto que no todo está declarado en ella. Hay cosas que el Eterno dictó a Moshé/Moisés para que escribiera, otras que dijo para que sean transmitidas como sabiduría oral.
Los Siete Mandamientos no forman parte de la ordenanza judía, sino de la gentil. Por lo cual no están codificados explícitamente en la Torá (judía). Los sabios judíos han preservado el recuerdo de este código, pero no son los creadores del mismo ni los responsables de su cumplimiento. Es cada uno de los gentiles del mundo quien debe conocer SU propio pacto sagrado y eterno con Dios, que se manifiesta por medio del conocimiento y cumplimiento de lo Siete Mandamientos Universales.
Convido a estudiar el texto que se abre haciendo clic aquí, luego compartirlo, hacer que alcance cada rincón del mundo para que sea restablecida la Luz en el mundo.

Como podemos corroborar, lo que el Padre dijo que quería del Hombre no era fe, ni sangre de sacrificios, no seguir líderes religiosos, ni ritual alguno, ni doctrinas religiosas, ni venerar personas o seres, tampoco peregrinaciones a lugar determinados, ni bailes, ni conocer algún idioma, ni difundir enseñanzas sectarias, ni convencer a nadie de nada, ni irse a la soledad para meditar, ni clamar a los cielos, ni predicar “su palabra”, en fin, nada de todo eso que hoy día encontramos en las religiones.

¿Qué fue explícitamente y sin dudas lo que Él pidió del Hombre?

Lo vimos: que el hombre cumpla con los mandamientos que Él le ha dado para que cumpla.

Si Dios hubiera querido la fe del Hombre, ¿no te parece que el mandamiento sería: “ten fe en mí”, en lugar de algo tan prosaico (vulgar) como “trabaja y cuida de la tierra”?
¿No crees que si el Padre pretendía que el Hombre viviera con alguna religión, eso hubiera Él declarado desde el comienzo?
Él perfectamente está capacitado para decirle al Hombre: “mira, como mi criatura me debes todo, así que te debes pasar el día diciendoalelusha hermano”, y luego me repites lo que el rebe Najman dijo, más tarde te encierras a meditar y cantar oraciones que no entiendes adorando a mi hijo Jesús, para finalizar el día adoctrinando a otros con videos del rabino Jacobo o del doctor Michael o del cabalista Yehudah. No te olvides de congregarte con tus hermanos y estudiar libros mágicos que te darán súper poderes, porque eso es lo que a mí me agrada, quiero que haya mucha magia en tu vida, que hagas milagros, que vivas de la caridad (de hombres o celestial) y no te olvides de mantener con dinero y elogios a todos esos que dicen hablar en mi nombre y forman sus sectas. Eso es lo que quiero y te ordeno, porque soy tu Dios. Si te quedan dudas, pregunta a cualquier clérigo religioso, ellos tienen la palabra autorizada. Y si no, pues meditas y en un rayo te iluminaré con mis ideas geniales, que para algo soy Dios el que te digo cosas solo a ti. Ah, me olvidaba, acuérdate de bautizarte en agua y espíritu santo, de usar muchos amuletos y te repito, no te olvides de dar dinero a los que te venden cosas religiosas, te predican cosas que ellos llaman espirituales y espera sentado a que haga milagros para ti.”

Sin embargo, en la realidad nada dijo de rituales, ni de misticismo extraño, ni de clérigos predicando sus doctrinas y exigiendo sus diezmos y contribuciones, ni tampoco habló nada el Padre de rezar tales salmos, o implorar a cuales seres celestiales.
Por el contrario, Él fue muy claro cuando dijo que el Hombre disfrutara de todo aquello que había en la tierra para su deleite, pero se cuidara de lo que no le beneficiaba.
En otras palabras, que son las que acostumbro a repetir humildemente: “goza de lo permitido y apártate de lo prohibido”.
Si el Hombre viviera de esa manera, cumpliendo en verdad con los mandamientos y alejándose de lo que daña, entonces estaría en el Paraíso, consciente de su identidad espiritual que lo une constantemente al Eterno.
Sería alumbrado a cada instante por la sagrada Luz del Padre, estaría en paz, gozando de la bendición que llueve en abundancia sobre él.
Serías alumbrado por la Luz de la Presencia y gozarías de la bendición constante que llueve sobre ti.
Mira lo que dijo Dios a través de su profeta:

"¡Oh hombre, Él te ha declarado lo que es bueno!
¿Qué requiere de ti el Eterno?
Solamente hacer justicia,
amar misericordia y
caminar humildemente con tu Elokim."
(Mijá / Miqueas 6:8)

Porque, precisamente eso es lo que declaró el Eterno que el hombre hiciera: bondad, justicia y fidelidad.

Exactamente el mismo núcleo, idéntica esencia a la de de aquel primer mandato suavemente pronunciado por el Padre a Adam.
Él no habla en secretos, ni esconde lo que es necesario que el Hombre conozca para su vida aquí y en la eternidad.
No juega Dios a las escondidas con lo que es fundamental para que todo hombre conozca.
Según dice el Padre a través del profeta:

"Desde el principio no he hablado en secreto; desde que las cosas sucedieron, allí he estado Yo"
(Ieshaiá / Isaías 48:16)

Para que la bondad sea buena,
para que la justicia sea justa,
para que la fidelidad sea fiel,
es necesario que el Hombre cumpla con Sus mandamientos.
Porque de otro modo se puede desviar y llamar bueno a lo que es malo,
justo a lo que está corrompido
y fiel a lo que se aparta de Dios.
Sí, lo vemos a diario, en todos esos “religiosos” que actúan con malicia, desprecian la corrección y sirven al EGO en sus múltiples formas (Jesús, dioses, santos, tzadikim, rebes, maestros ascendidos, espíritus ancestrales, etc.).

A los judíos se lo dijo claramente en la Torá de la siguiente manera:

"Guarda Sus leyes y Sus mandamientos que yo te mando hoy, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, y para que prolongues los días sobre la tierra que el Eterno tu Elokim te da para siempre.’"
(Devarim / Deuteronomio 4:40)

Sí, para conocer al Padre, para unificarnos con Él, para sentir Su Presencia, para recibir Su salvación, para estar en gozo, para convertir al mundo en un Paraíso, el camino está en el cumplimiento de los mandamientos que nos corresponde cumplir.
No lo dice este modesto maestro, ni algún rabino, ni un grupo de “fariseos”, ni un profeta falso que clama en las aguas del Jordán, ni un líder sectario.
Para quien considera que la Torá tiene origen divino, esto es lo que Dios ha dicho y desea.
Cumple con los mandamientos que te corresponde, y entonces estarás en paz.
Lo dice Dios, presta atención que es Dios el que habla:

"Si andáis según Mis estatutos y guardáis Mis mandamientos, poniéndolos por obra… habitaréis seguros en vuestra tierra. Daré paz en la tierra; dormiréis, y no habrá quien os espante."
(Vaikrá / Levítico 26:3-6)

Tal es el camino para encontrar al Padre, la verdad, la vida, la salvación eterna, la respuesta a las dudas más terribles, la libertad y el gozo.
Recuerda, lo dice Dios, nadie más, Él es quien te lo enseña y te muestra el camino por el cual debes ir.

"Así ha dicho el Eterno, tu Redentor, el Santo de Israel: ‘Yo soy el Eterno tu Elokim que te enseña provechosamente, y que te conduce por el camino en que has de andar.
¡Oh, si hubieras estado atento a mis mandamientos! Tu paz habría sido como un río, y tu justicia como las ondas del mar.
Tu descendencia sería como la arena, y los que salen de tus entrañas como sus granos. Su nombre nunca sería eliminado ni borrado de mi presencia."
(Ieshaiá / Isaías 48:17-19)

Si eres gentil, tienes tus Siete Mandamientos, no otros, no otra cosa. Ni religión, ni judaísmo y mucho menos doctrinas religiosas de la idolatría. Tampoco bailecitos jasídicos, ni aprender hebreo, ni vestirte como te parece que se viste un judío, ni convertirte en judío, ni repetir sin sentido lo que algún “rabino” expresa en internet. Nada de eso es tu camino espiritual, porque nada de eso corresponde a tu neshamá ni es lo que Dios te pide y quiere de ti.
Recuerda, no es mi opinión, no es lo que me parece, es lo que explícitamente Dios ha dicho. Dios, no otro.

Si eres judío, tienes en el conjunto de los 613 mandamientos aquellos que está en ti cumplir. Al igual que el gentil, no precisas de vestidos europeos o asiáticos añejos, ni aprender de memoria citas célebres de líderes de sectas, ni peregrinar a tumbas, ni asfixiarte con rituales oscuros y sin sentido real, mucho menos precisas abandonar tu propia senda para sumarte a los pasos de los que vagan en la oscuridad. Tienes todo lo que precisas al alcance de tu mano, cerca de ti.

Entonces, un buen día, en el impero romano en decadencia a un grupo de astutos timadores a cargo del sostén del gobierno, se les ocurrió dictar estas ideas (libro de Juan, capítulo 14): “5 Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino? 6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. 7 Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto. 8 Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. 9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? 10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras. 11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras. 12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. 13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.”.

Sabemos que Jesús no existió, pero hagamos de cuenta que sí.
¿No son estas palabras una clara rebelión en contra de lo que Dios declaró es el camino sagrado para toda persona?
¿No es esta una manifestación absoluta de idolatría, en forma de egolatría?
¿No es esto un poema a la blasfemia, insultar y maldecir a Dios?
¿No es este párrafo una terrible desviación que llevan al hombre hacia el abismo en lugar de hacia Dios?
¿Cómo alguien que pretende ser fiel a Dios, dice amarLe, quiere servirLe, anhela la “salvación” puede tomar estas palabras como brújula para su vida?
¿Acaso no es este Jesús una espantosa arena movediza que se nos interpone en el camino que Dios abre para nosotros hacia Él?

Está claro que adorar a Jesús, tomarlo como modelo de vida, sembrar sus doctrinas, seguir a sus difusores, presentarlo como una opción espiritual válida, no son más que engaños, atentados letales contra la vida, la verdad y la unidad con el Padre.

Ciertamente el Padre dijo:

"si tu corazón se aparta y no obedeces; si te dejas arrastrar a inclinarte ante dioses ajenos y les rindes culto, yo os declaro hoy que de cierto pereceréis. No prolongaréis vuestros días en la tierra "
(Devarim / Deuteronomio 30:17-18)

Dios quiere obediencia a Sus mandamientos, no fe en ridículas doctrinas imperiales que someten al hombre al ilusorio poder del EGO.
Es Dios quien declara que si ponemos a Jesús como socio de Dios, como Su hijo, como guía, nos estamos yendo a la muerte segura, al “infierno”.
Jesús es un dios ajeno, no el que mandó a Adam que trabajara y cuidara la tierra, no el que mandó a Noaj/Noé y sus descendientes el pacto noájico, no el que dicto el Decálogo ante todo Israel en Sinai; sí, Jesús es un dios ajeno. Nunca fue mesías, nunca profeta, nunca rabino, nunca emisario de mensajes de paz o verdad, ni un “rebelde” con sentido positivo.

Y dijo Dios:

"No tendrás dioses ajenos delante de Mí."
(Shemot / Éxodo 20:3)

Si pones a Jesús en medio del Padre y tú, estás perdiendo tu vida, aquí y en la eternidad.
Tal como si pones a cualquier otra falsa divinidad, emisario celestial, supuesto santo, “tzadik”, rabino, iluminado o lo que fuera.

Tienes la posibilidad de encontrar al Padre a cada instante, haciendo lo que Él manda de ti.
Eso es lo que Él dijo, no lo que te quieren convencer que creas.

"Ciertamente muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas"
(Devarim / Deuteronomio 30:14)

¿Más importante una relación con Dios que una relación con los Preceptos?

homo-sapiens-enfadado-culturas-prehistoria-pintado-por-amalia-9797341 Hace algunas horas, en una fotografía que tengo en mi muro del Facebook y que hace alusión a que para la persona Consiente no cabe el dogma religioso, un contacto llegó a comentarla con esta frase: “lo importante es una relación con Dios”

Luego de pensar unos minutos en la frase publicada, y a mi juicio, me parece un tanto desatinada por no ser del todo cierta, por ser un lema usado por el dogma religioso para argumentar “fe” en lugar de estudio y análisis, por ser la justificante perfecta para olvidar o desentenderse los preceptos universales que la persona que está consciente de su propia identidad asume como necesarios para su conservación y la del mundo, y por ser la misma frase que convertida en hechos es capaz de construir cualquier tipo de religión o rito dogmatico.

Lo más importante para el gentil es reconocer, conocer, aceptar y aplicar los Principios Universales; esos que le dan sentido a La Vida y a la propia vida de cada quien; esos que aplicados en lo individual y en lo colectivo hacen del mundo terrenal el paraíso divino.

Ese primer cuerpo normativo, universal e inmutable, es lo que eleva al ser humano de un animal instintivo a un “Homo Sapiens”; un ser humano único, inigualable y filiado a algo más que la materia o energía.

El Ego, materializado en las millares de religiones, ha hecho que las gentes busquen relacionarse con lo divino, de las formas más absurdas y ridículas posibles; justificando las masas la importancia suprema de ese contacto cueste lo que se cueste, y de la forma que sea, porque lo que importa es “una relación con Dios”, obviando el “declarante de lemas religiosos” si el mundo que le rodea es un paraíso, o si él mismo es un paraíso para el mundo.

¿Cómo se pretende tener una relación con Dios si no se tiene una relación con las Leyes Universales?

¿Se va a continuar intentando tener contacto con lo divino a fuerza del Ego Instintivo en lugar de Obediencia Racional a los principios básicos?

Lo más importante para el gentil es su Relación con los Principios Universales porque es lo natural; su obediencia conlleva orden y armonía, suya y de su entorno. Porque le permite ser analítico objetivo de las realidades y no un temeroso de sus “divinidades mentales”. Porque permitirá vivir en libertad plena tanto de pensamiento como de acción bajo los limites necesarios para su deleite de placeres debidos y racionalmente permisibles.

Lo más importante para el gentil NO es “una relación con Dios”; ES una relación con Los Principios, porque en su obediencia va a encontrar su divina filiación.

Buenas noches mis socios.

Preg. 1129 – ¿Dios tiene un hijo?

saray2010 nos consulta:

Hola!

Soy una excatólica por herencia, y tambien estuve estudiando la Biblia con los Testigos de Jehová durante 3 meses. En este momento todavía estoy buscando a Dios, y eso me ha traído hasta aquí.

Mi pregunta es sobre PROVERBIOS 30: 4, ¿A qué hijo de Dios se refiere cuando dice «Dime cuál es su nombre y el nombre de su hijo, si lo sabes.»?

Agradezco su contestación de antemano, y le mando un saludo!
María Planas, tengo 45 años, funcionaria y vivo en Baleares, España

Seguir leyendo Preg. 1129 – ¿Dios tiene un hijo?

Preg. 1126 – Juadismo Ortodoxo

mario folg nos consulta:

Yo vivo en Guatemala y no quiero pasar por el mesianico, creo que fue mi primer luz pero, he leido ya mucho al respecto y me doy cuenta que el mesianismo es cristianismo judaico y eso no quiero, quiero servir al Eterno como El dijo, como el quiere, me podrian ayudar para saber a donde me puedo dirigir en Guatemala para hablar con el Rabino
Mario Folgar, 31, comerciante, Guatemala

Seguir leyendo Preg. 1126 – Juadismo Ortodoxo