Archivo de la categoría: Creencias erroneas

Religioso-espiritual

El religioso da "diezmo" para recibir doble, triple, por mil… boleto de ingreso al paraíso.
El que sigue el camino espiritual da caridad por amor al prójimo, por empatía, porque es algo bueno y noble.

El religioso reza para obtener poder, cree que así controla y manipula a su dios, a la naturaleza, a los otros.
Quien anda por el sendero espiritual reza para estar en armonía interna y externa, consigo, con el prójimo, con Dios.

El religioso espera convertir a todos a su fe, los de fuera son herejes, son malignos, hijos de algún demonio.
El que construye shalom aprende, aunque cueste, que hay que tener paciencia, ser compasivo, comprensivo, educar con la propia conducta, que la verdad no es algo para imponer sino para encontrar. Todos portamos el EGO y debemos lidiar con él, no por ello somos enfermos, malvados o pecadores sin “salvación”.

El religioso ama los disfraces, los ritos, la parafernalia, el ruido, el creer que controla y que posee el dominio, la violencia activa o pasiva.
Quien vive conectando su multidimensionalidad trata de unificar sus instancias, perfeccionar su carácter, ayudar al prójimo, controlar lo que puede y lo que no lo deja fluir, entrar en contacto profundo con el Eterno, sin volteretas, sin malabares porque no los precisa.

Ah, dos mundos por completo diferentes.
Yo prefiero el de la multidimensionalidad, aunque no sea el más fácil en apariencia, aunque no convenza ni sea “exitoso”.
¿Tú que escoges?

DIOS presente

El ser espiritual necesariamente es ser agradecido con quien corresponda.
El agradecimiento es básico para una vida de belleza mutidimensional.

El ritualista quiere y se empalaga con ritos.
El religioso meter a su dios en todo, como un mecanismo mágico de controlar todo.

Pero el que vive de modo espiritual hace con su conducta que Dios (el Uno y Único) sea una presencia constante.
Cuando está solo, cuando está con el prójimo, con el extraño, en las ocasiones prescritas por la tradición, en lo cotidiano, la presencia de Dios está ahí, porque el hombre está por completo ahí.

Así podemos comprender las palabras del inspirado salmista:

"(TEH. 16:1) [Mictam de David] Guárdame, oh Elokim, porque en Ti me he refugiado.
(2) Oh alma mía, dijiste al Eterno: ‘¡Tú eres el Señor! Para mí no hay bien aparte de Ti.
(3) Para con los santos que están en la tierra, y para con los íntegros, es toda mi complacencia.’
(4) Se multiplicarán los dolores de quienes se apresuran tras otro dios. Yo no ofreceré sangre (de sacrificio), ni con mis labios mencionaré sus nombres.
(5) Oh Eterno, porción de mi herencia, y mi copa, ¡Tú sustentas mi destino!
(6) Los linderos me han tocado en lugar placentero; es hermosa la heredad que me ha tocado.
(7) Bendeciré al Eterno, que me aconseja; aun en las noches me corrige mi conciencia.
(8) Al Eterno he puesto siempre delante de mí; porque está a mi mano derecha, no seré movido.
(9) Por tanto, se alegró mi corazón, y se gozó mi lengua. También mi cuerpo descansará en seguridad.
(10) Pues no dejarás mi alma en el sepulcro, ni permitirás que tu justo sea corrompido.
(11) Me mostrarás la senda de la vida. En Tu presencia hay plenitud de gozo, delicias en Tu diestra para siempre."
Tanaj: Tehilim / Salmos 16 (Español)

Analiza el salmo teniendo en cuenta lo que te expresé recién, más todas las instrucciones que hemos ido formulando al respecto del EGO, y podrás comprender, vivir.

Para continuar estudiando: http://serjudio.com/rap1851_1900/rap1867.htm

Alimentando la vida – Iom Ierushalaim

Querido hermano noájida.
Este texto lo escribí especialmente para el público judío de serjudio.com, pero considero que se encuentran en él muchas enseñanzas que pueden ser oportunas y beneficiosas para los noájidas.
Te lo presento a continuación.

Compuso amargamente el salmista al ver el exilio del alma, la ruptura de Israel:

¿Cómo cantaremos las canciones del Eterno en tierra de extraños?
Si me olvido de ti, oh Ierushalaim [Jerusalén], que mi mano derecha olvide su destreza.
Mi lengua se pegue a mi paladar, si no me acuerdo de ti, si no ensalzo a Ierushalaim como principal motivo de mi alegría.
Acuérdate, oh Eterno, de los hijos de Edom, que en el día de Ierushalaim decían: »¡Arrasadla! ¡Arrasadla hasta los cimientos!»"

(Tehilim / Salmos 137)

Para muchos judíos de la actualidad (incluso para residentes en Eretz Israel), Ierushalaim es una ciudad más. Como Tel Aviv o Haifa, o tal vez Amberes y Kioto. De hecho, puede llegar a oírse que se preguntan con sinceridad: ¿Por qué habría de celebrarse el día de Ierushalaim y no el de Beer-Sheva o de Eilat?  En efecto, una ciudad como cualquier otra. Con sus añejas historias, sus variopintas mezclas, su sensualidad exótica, sus promesas incumplidas, sus pozos y sus paisajes, sus ruinas y sus glorias. Cosmopolita, heterodoxa, nacional y del mundo. Una más. Ignorada y desconocida. Sí, así la ven muchos judíos de la actualidad a la capital eterna del pueblo judío.

Para otros, es una ciudad "menos".
Poco trascendente para sus vidas personales, sin contacto en su agenda nutrida de vanidades importantes, sin memorias que ser evocadas, sin sabores ni aromas que desde lo profundo reclaman un lugar… nada… un nombre lejano, extraño, ajeno, vagamente susurrado, que atemoriza, conflictiva ciudad para mencionar ante el vecino gentil poco amante del judío y los judíos.
Una ciudad de otros, religiosa, universalista, falta de paz, carente de luz, sin el glamour de otras urbes, un sitio desértico, oriental, triste, feo, viejo, gastado… peligrosa de visitar.
No, Ierushalaim no es una opción válida para siquiera soñar con morar en ella.

Para otros, Ierushalaim es Ierushalaim… y todo explicado.

Pero, ¿qué puede estar sucediendo con esos que no reconocen la especial esencia y personalidad de este lugar’
Ocurre, al parecer, que tal como el libro de Tehilim/Salmos es un extraño para muchos judíos, así lo es también la ciudad por la cual nuestros ancestros lloraban y penaban desconsolados en el Exilio. Ya no es el corazón del alma, ni el alma del corazón. No se dirigen los rezos hacia ella, ni los anhelos por verla en plenitud, reconstruida, con vida. Ya no ocurre como con nuestros antepasados que sinceramente se dolían hasta el punto de sentir extrañeza de su propio cuerpo, como si fueran exiliados dentro de sí mismos si es que llegaban a desvirtuar la centralidad de Ierushalaim en sus existencias. Ierushalaim era superior a ellos, a sus egoísmos, a sus grandezas. Ierushalaim era el centro del mundo, hacia donde ojos y corazones se dirigían en rezos, por la cual se soñaba y se clamaba, el hogar perdido y tan añorado. Esa ERA Ierushalaim.
Ierushalaim lo era, pues, aparece hoy puesta en un lugar muy lejano dentro de las prioridades de muchos.
¡Hasta se pretende comerciar con su dignidad!

Un día, de no hace tanto atrás, los clérigos reformistas pretendieron desnucar el cuerpo del judaísmo quitando a Ierushalaim de las plegarias. Ya no sería más la capital añorada, ya no se elevarían peticiones por su restauración, ya sería abandonada toda pretensión mesiánica y de renacimiento nacional judío. El “iluminismo” trajo aparejado el oscurantismo del Yo Auténtico de la nación judía. En su desesperado intento por asimilarse, por ser judíos culturales, por despojarse de su identidad, se sumaron a los que borran el sano deseo de la redención judía del yugo de sus opresores. Trabajaron en pos de la asimilación, forma oculta de solucionar el antisemitismo a través de la desaparición, del esfumar la identidad judía, de desjudaizar a los judíos. Allí se fue también Ierushalaim a la sombras, a la negación.

A esto se le sumo luego la politizada y obtusa posición de algunos sectarios ortodoxos, eternos pedigüeños de esto y aquello, apabullantes demandantes de privilegios, aferrados a sus “pastores” quienes se niegan a ceder un centímetro de su poder, ciegos ante el maravilloso milagro del renacer de la nación y el pueblo de Israel. Más afanados en sus interpretaciones oblicuas, en sus adoraciones de milagreros de cuento, en sus EGOs desbordados de piedad supersticiosa, en su apetito desmedido por limosnas en vez de crecer de manera digna y armoniosa. Carentes de toda empatía o sensibilidad para con su prójimo, judío o gentil, que no alcanza el nivel de “excelencia” por ellos fraguado. Para estas personas es también la Jerusalén terrenal una casa extranjera, un hogar diaspórico, un gueto europeo trasplantado al medio oriente. No, para estos sectarios existe la Jerusalén mítica, celestial, desconectada de toda realidad, dibujada a imagen y semejanza de sus EGOs en plena algarada. Son capaces de abrazar al asesino de Irán, al asesino de los árabes que se dicen “palestinos”, de denostar a los judíos “sionistas” (sea lo que ello implique en sus mentes angustiadas), pero dudosamente muevan un dedo para mejorar su propia situación o la de sus verdaderos hermanos: los otros judíos.

Otros ajenos, que son judíos al menos de origen, no ven santidad en ninguna parte, ni afirmación de la identidad nacional, ni derechos históricos, ni nada que otorgue a la nación de Israel su lugar dentro de Ierushalaim. Para esta gente, por lo general de izquierdas, toda Jerusalén es árabe, toda la tierra de Israel está poblada por imperialistas judíos que no tiene siquiera derecho a la existencia, sino tan solo a desaparecer. Proclaman los lemas del imperialismo árabe-musulmán con total desparpajo, pero seguros de ser guerreros atrevidos en contra del imperialismo yanqui.

Vemos que no solamente los hijos de Edom despotrican en contra de Ierushalaim y están sedientos de sangre, de destruir la ciudad cordial. También dentro de los hijos del pueblo están los que la desprecian y manifiestan su deseo de arrasar con Ierushalaim. Hacen de Israel tierras de extraños, se hacen ajenos a ella, y desprecian a Ierushalaim.

Y sí, hay otros judíos, al menos de origen, que procuran desestabilizar el nexo sagrado de los judíos con su capital eterna, pero como muestra basta los que mencionamos.
Es triste, mucho, saber que estos miembros de la santa Familia Judía están desconectados de su esencia, en desequilibrio, realmente enfermos en su multidimensionalidad. Están abrumados por el EGO, alicaídos en sus emociones, corrompidos en sus creencias y anhelos, machacados por el miedo y el deseo que nade del EGO.
Es doloroso saberlo, porque son hermanos, gente cercana, hijos de la misma Familia.
Mientras estas personas están en el exilio espiritual, desconectados de su esencia, el Exilio se resiste a morir. No hay Era Mesiánica, porque tantos hijos están fuera de la senda, en caos, desafinando en la sinfonía cósmica.
Si bien nuestro propio EGO nos puede impulsar al enojo, al reclamo amargo, a la disputa inútil, a la agresividad innecesaria, así no se resolvería nada, sino que se acrecentaría el drama.
Por tanto, comencemos construyendo shalom en nuestro interior, admitiendo sus posturas, que aunque erróneas y lastimosas son las que ellos consideran válidas.
No respondamos desde el EGO, sino desde el AMOR.
Para ello debemos cultivarnos, trabajar en nosotros, romper el primado del EGO en nuestra vida, así podremos tender lazo de unificación con nuestros hermanos y con los extranjeros también.
Es el largo camino de regreso al hogar, de restablecer Ierushalaim como antaño, como nunca fue en la realidad.
En unidad, armonía, resplandor, amor.

Ahora, detengámonos un poco y preguntemos juntos:

¿En qué se basa la distinción (sinónimo de santidad) de esta ciudad?
¿Acaso son sus edificaciones lo que se añora hasta la muerte?
¿Acaso es su clima y atmósfera lo que ancla en ella a las nostálgicas poesías?
¿Acaso son sus ásperos habitantes los que transforman a esta ciudad en el seno cálido al que se recurre?

Dios ha distinguido a esta zona del orbe con una cantidad mayor de santidad.
Dios ha elegido una de sus montañas (Moriá) para establecer su Santo Templo. Y sabemos que Dios no es humano para cambiar de parecer, por lo que, estando o no el Templo en pie, la designación de lugar consagrado es a perpetuidad (Mishné Torá, Hiljot Beit HaBejirá 6:15). En tanto la Tierra exista, Ierushalaim es el sitio escogido por Dios, para que "Su nombre repose allí" (Devarim/Deuteronomio 12:11).
Dios ha observado con atento amor los avatares de este minúsculo y rocoso punto del Universo, desde el mismo comienzo de la Creación.
Pero más aún, la ha otorgado a los Hijos de Israel, como heredad perpetua, cual corazón de la tierra que nos ha prometido (Devarim/Deuteronomio 25:19).

El ser humano es un ente conformado por sus diversas dimensiones, es imposible existir apartado de ellas, somos cuerpo, emociones, sociedad, mente y espíritu. Somos todo ello, así estamos hechos.
De manera similar ocurre con la Tierra de lo Santo (Tierra Santa, según dicen erróneamente los cristianos), que en realidad se debería reconocer que es Tierra Y Santidad. O tal vez, la santidad de la tierra. O tal vez una tierra que propicia el despliegue de la santidad. Como sea la combinación, una sin otra no es posible.
Tierra que desarrolla sus potencialidades cuando se la combina con el Pueblo que le es propicio: el Pueblo de Israel. Es decir, la Tierra de Israel cuando fue Canaan o cuando fue apodada como Palestina, era un yermo (Vaikrá/Levítico 26:33), un erial (Ieshaiá/Isaías 64:9), guarida de zorros y alimañas, un territorio hostil, al punto de "vomitar a sus pobladores" (Vaikrá/Levítico 18:25); en tanto que, cuando es habitada por sus herederos (judíos), y estos actúan de acuerdo a los cánones de la Torá, entonces, la Tierra cobra el esplendor que Dios le ha designado como propio (Ieshaiá/Isaías 65:18,19).
Éste es un testimonio moderno de lo que profetizó la Torá hace milenios al respecto de la vitalidad de la tierra que depende de la presencia de SU pueblo, Israel:

"No hay ni una aldea solitaria a través de toda la extensión (valle de Jezreel, Galilea); no por treinta millas en cualquier dirección… Uno puede recorrer diez millas en la región sin ver un alma viva. Para experimentar el tipo de soledad que causa tristeza, ven a Galilea… Nazareth es abandono… Jericó yace en desolada ruina… Bethlejem y Bethania, en su pobreza y humillación… desposeídas de toda criatura viviente… Una región desolada cuyo suelo es rico, pero completamente despojado de todo… una expansión silenciosa, lúgubre… una desolación… Nunca vimos un ser humano en todo el recorrido… Difícilmente se ve un árbol o un arbusto en algún lado. Incluso el olivo y el cactus, aquellos amigos del suelo árido e indigno, han desertado… Israel yace en silicio y cenizas… desolada y desamorada…".
Mark Twain, "The Innocents Abroad", 1867

No, esa no debería ser la descripción de la Tierra de lo Santo.
No, algo está fallando si así acontece.
Ese terruño debiera estar florecido, lleno de vida, irradiando energías de bienestar hacia todos los puntos cardinales.
En visión del profeta:

“Israel brotará y florecerá,
Israel llenará las caras del mundo con frutos…”
(Ieshaia/Isaías 27:6)

La Tierra de Israel (con su dosis de santidad) que abarca los límites establecidos por Dios en su Torá, digamos que es como el cuerpo de "Israel"; en tanto que Ierushalaim, más que una entidad política-religiosa-histórica-social, es el espíritu de "Israel".
¿Qué ocurre cuando la unión indefinible de cuerpo y espíritu se quiebra? La muerte.
Ahora podemos comprender que las palabras del salmista (137), no son simples metáforas inspiradas por el hado profético; son verdades materializadas: la acción pierde fuerza; la palabra enmudece; la existencia del judío carece de real vida lejos de Ierushalaim, desarraigados de la fuente de su vida en esta tierra.
Ni Israel sin judíos, ni judíos sin Israel.
E Israel siempre con su corazón espléndido, con Ierushalaim rebozando de vida, de sonrisas, de plegarias, de trabajo, de productividad, de enseñanzas, de bondad, de justicia… ah, la Era Mesiánica, que para algo es tan esperada. No para doblegar a enemigos, ni para enseñorear a una nación sobre otras, sino para que la Luz del Eterno alumbre cada rincón y la vida tenga sentido y trascendencia. Que finalice el exilio del Yo Auténtico, apabullado por las máscaras y cáscaras del EGO, que retorne la esencia al trono de la existencia. Ah, la Era Mesiánica verdadera…

Hallamos una evidencia de esto en la bendición posterior a la comida, que es una de los mandamientos de la Torá (Devarim/Deuteronomio 8:10).
Esta plegaria consta de cuatro bendiciones centrales:

  • por el alimento;
  • por la Tierra de Israel;
  • por la vitalidad de Ierushalaim;
  • y por la completa paz (integridad) otorgada por Dios.

Para la persona razonable, surge entonces una pregunta obvia: si la bendición exclusivamente es por la comida, ¿por qué se ha incluido las menciones a Israel y Ierushalaim?
Se comprende el principio y el final, pues se reconoce el bien de obtener el alimento y que esto provee de satisfacción, lo que es parte de la integridad, del bienestar. Pero, ¿qué tiene que ver Israel y Ierushalaim en el medio?

Una de las respuestas podría ser la siguiente.
Los judíos pueden obtener su sustento material a lo largo y ancho del globo terráqueo, tal como el resto de las criaturas de Dios. Verdad que agradecemos en la primera de las bendiciones (hazan et acol).
Pero, si los judíos habitan en la que es SU Tierra, entonces, el sustento tiene un sabor extra, adicional. Es la tierra que Dios consagró para los judíos la que está trabajándose para que produzca el pan, el bienestar. No es cualquier tierra, aunque se la ame y respete, sino LA tierra de Israel, aquella a la que Dios encadenó el alma de Israel.
Así que, la segunda bendición (al haaretz veal hamazon), la que menciona la estrecha unión entre Israel la Tierra y el Pueblo, es un necesario peldaño en la correcta gratitud a Dios, que provee los alimentos, en cualquier sitio pero especialmente en el hogar milenario y ancestral.
Luego, al recordar la vitalidad de Ierushalaim, se añade el objetivo, la meta, a esa alimentación, que se espera procurar de la Tierra Santa. Alimentos que sirvan para la vida, para el espíritu, y no sólo para el deleite y el engorde.
Es decir, la tercera bendición (bone berajamav Ierushalaim) esclarece todo el sentido de agradecerle a Dios por la comida ingerida: que la persona continúe viva y saludable, provechosa y útil, para estar en un estado físico adecuado como para cumplir con los mandatos divinos.
Bendiciendo por la comida, y habiendo aprendido esto que mencionamos, el acto de comer se transforma en un hecho pleno de significados profundísimos, que permiten conectar a la persona, a través de cada bocado degustado, directamente con el Eterno.
No es comer nutrición del cuerpo, sino también posibilidad para que la persona haga algo trascedente durante su vida. Que se edifique una Ierushalaim, que se unifique en sus dimensiones, que esté en armonía interna y externa, que resplandezca su Yo Auténtico a través de su Yo Vivido. Que el hombre sea pleno, no cáscaras vacías, máscaras sin identidad. Que la nutrición haya permitido construir shalom y no solamente mantener en funcionamiento el organismo físico y las dimensiones que compartimos con las otras especies terrenas.
Que se reedifique Ierushalaim y el trono de David vuelva a sus herederos, esto simboliza que finalice el reinado del EGO para que domine el AMOR, que la persona esté en integridad, completa, en Shalom.

Ahora entendemos un poco más incluso el midrash (Tanjuma 10):

“Israel está en el centro del mundo, Ierushalaim está en el centro de Israel”.

Cada uno es un círculo concéntrico, de mayor santidad, de mayor identidad espiritual.

Aquí la tercera bendición da paso a la cuarta, la del Shalom.
Porque, es entonces, por último, que podemos bendecir a Dios por la integridad, que en hebreo es similar a shalom (paz), pues, se ha llegado a la cúspide del trabajo conjunto, de la armonización dimensional que incumbe todo desde cuerpo hasta espíritu, con el natural, simple y necesario acto de nutrirse. Nos unificamos, encontramos la manera de ser uno.
A través de elevar lo natural, por medio de dar trascendencia hasta la conducta más instintiva, es que escalamos hasta la cima, aquella en la que es posible reconocer a Dios en todos nuestros caminos, incluso en lo que aparenta ser pedestre y tosco. O para ser más exactos, precisamente en lo cotidiano, en lo que es corriente, en lo que no resalta por su “santidad”, precisamente allí es en donde más podemos descubrir la santidad de lo terrenal.

Ahora quizás podemos comprender una de las causas por las cuales en día de semana es costumbre recitar el mizmor (salmo) 137 antes de comenzar con el bircat hamazon (bendición posterior a la comida).
¿Cómo? ¿Que aún no comprendemos la relación entre este salmo, Ierushalaim y la alimentación?
Reiteramos, entonces: para el judío su comida es integralmente significativa (nutritiva para cuerpo y espíritu), si es obtenida e ingerida en Israel, y con la vitalidad de Ierushalaim restaurada, es decir, Ierushalaim vivida por y entre judíos. De otra manera, la comida es sólo combustible para continuar respirando y andando sobre la tierra…
Es también un símbolo cabalístico, de cómo debiera proceder el ser humano a elevar las chipas de luz sagrada que están en cada creación. Así el mundo es espiritual, el espíritu es mundano. La vida terrena es paradisíaca y el paraíso es fruto de nuestras acciones mundanales.
El pan espiritual que alimenta todo el ser, en su multidimensionalidad.
Pero, si comenzamos a menoscabar, si erradicamos a Ierushalaim, si nos olvidamos de la tierra propia, si nos contentamos con migajas, con el mero hecho de pasar por esta vida… ¿qué estamos viviendo si no una vida ficticia, una mala obra de teatro?

Si releemos el comienzo de este artículo podremos constatar una trágica realidad: en tanto el Beit HaMikdash -el Templo- sea una añoranza, los residentes en Israel pueden sentir que viven en "Israel", pero, en verdad, permanecemos todos aún en el Exilio. El exilio material, pero también el metafísico. Estamos en desarmonía entre nuestras máscaras y nuestra esencia, el Yo Auténtico aún no dirige la orquesta de la sinfónica del Yo Vivido.
Israel continúa en un desgraciado exilio pleno de materialismo, y de consumismo…que consume a sus habitantes (Bemidbar/Números 13:32).

Israel ha comenzado su renacimiento, gradual, en etapas.
Su cuerpo ha revivido, también sus emociones, con altos y bajos su medio social y el mental están encaminados. Están cobrando vida.
Falta aún el despertar espiritual, la toma de conciencia de la plenitud, el reinado del shalom.
Estamos solo en el comienzo, aún falta un poco más.

Pero, el momento del renacer de Israel está próximo.
Con la reconstrucción del Santuario del Eterno, con la elevación de la Ierushalaim terrena a su condición de Ierushalaim celestial, podremos, toda la humanidad, gozosamente celebrar una época de verdadera vida en armonía (Ieshaiá/Isaías 52:7). Con Israel en su Tierra. Con Israel con su Pueblo. Con Israel y su Torá.
Y diremos:

"Prorrumpid juntas con gritos de júbilo, oh ruinas de Ierushalaim [Jerusalén], porque el Eterno ha consolado a Su pueblo; ha redimido a Ierushalaim… Alegraos con Ierushalaim, y gozaos con ella, todos los que la amáis. Regocijaos, todos los que estáis de duelo por ella"
(Ieshaiá / Isaías 52:9; 66:10)

Artículo modificado del originalmente publicado hace décadas en mi antiguo sitio DARJEY NOAM: http://serjudio.com/dnoam/iom_ierushalaim60i.htm

Resp. 1078 – mi mama es catolica, mi suegra cristiana, mi esposa indecisa y yo noajida como afrontarlo

elbergaleanonos consulta:

creo que el titulo lo dice todo pero para hacerlo mas claro mi mama y mi suegra son extremadamente apegadas a sus religiones, y mi esposa no sabe por donde ir, yo ya e estudiado muchas religiones y en todas encontrava falencias, vacios sin explicacion logica, hasta que gracias al señor encontre mi verdadero ser y con el cual me siento completamente identificado, ser NOAJIDA, como puedo afrontar estas personalidades o como convivir con ellas? more y compañeros agradezco su ayuda de antemano SHAL
Elber Galeano, Arquitecto, Montería, Colombia

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El consejo diario 381

Si no pasas debajo de la escalera porque algo malo puede pasar: eres supersticioso.
Si pasas adrede por debajo de la escalera para burlarte de los que temen pasar por debajo a causa de sus creencias: eres igualmente, o doblemente fetichista.

Si te da lo mismo, si no te detienes ni un instante en hallar esas falsas conexiones, si solamente ves cual sería el mejor camino para caminar, entonces estás libre (al menos de esa superstición).

Recuerda, el EGO emplea muchas trampas para desconectar tu percepción de la realidad, procura llenar de conocimiento tu existencia y armonizar tus emociones.
Cualquier rayo de superstición puede afectarte, es el poder de la sugestión. Rompe el yugo de la oscuridad, armoniza tus dimensiones interiores con tu exterior, equilibra tu Yo Vivido al ritmo del Yo Auténtico, así encontrarás la felicidad.

De miles y enios

Varios métodos encontramos dentro del cristianismo para mantener en sumisión y en letargo a sus seguidores, el miedo, la incertidumbre, el misterio etc etc. Teniendo en cuenta los tiempos que corren, el tema escatológico parece tomar mas fuerza cada día. Anuncios de que el mundo se acaba, horribles descripciones apocalípticas, desde destrucciones por energía nuclear hasta virus que convierten a los humanos en pobres zombies sin voluntad, catástrofes naturales y también como no podía faltar, cosas extrañas provenientes del espacio exterior. Cada cual que elija, hay para todos los gustos y deseos. El tema escatológico no nace ahora, durante los dos primeros siglos la postura de los padres de la iglesia era escatológica. Existe un pasaje en la Didache que dice «»» Acuérdate, Señor de tu iglesia…recogerla en santidad de los cuatro vientos a tu reino que has preparado para ELLA»»». Solo que se dan otras condicionantes para que los listillos de siempre se aprovechen y se hagan así su agosto. El miedo, sentimiento que todos estamos libres para experimentarlo, te deja adormecido, semi paralizado, a merced de quien desee manipularte. Es necesario no caer en ese circulo agobiante y cruel que acaba por someter al ser humano convirtiéndolo en un pobre autómata.

El libro escatológico por excelencia es El Apocalipsis, el cual los exegetas y teólogos acompañan con peregrinas interpretaciones del libro de Daniel, el soñador de sueños que no profeta. Las conclusiones a las que llegan pueden resulta ambiguas, contradictorias y porque no, estúpidas. De lo que se trata es de atemorizar al personal.

El concepto de un Mesías Rey, que gobierna al mundo con vara de hierro y basándose pura y exclusivamente en la Torah entregada en Sinai es exclusivo del pueblo judío o del judaísmo, practica o modo de vida basado en una completa obediencia a Dios y buscar como se le puede agradar mas. No es una religión, no es un sistema que busca una salvación, y menos asustar a quienes observan sus practicas. Muy por el contrario el cristianismo, en su gran vertiente Católica Romana, y en la de su hija abortiva, el Protestantismo, se han rodeado de una aureola de misterio, y de doctrinas y revelaciones que solo pueden ser entendidas por aquellos que » oyen y entienden «. » Doctores tiene la iglesia «, decía la curia romana cuando se veían ante algún dilema doctrinal que no sabían o no querían explicar, » Ungidos e iluminados «, posee ahora el protestantismo, seres especiales que han recibido lo que al resto de acólitos le esta vedado, pues no han desarrollado sus ojos espirituales y ven todo con los ojos de la carne. Uno de los grandes exponentes y teólogos del protestantismo  evangélico sostiene que » por encima de todo el interprete debe recordar su necesidad de depender del ministerio del » Espíritu Santo», ministerio de un espíritu tan variado que logra que facciones evangélicas se enfrenten entre ellos por interpretaciones diametralmente opuestas dadas supuestamente por el mismo «espíritu». Para comprender un poco mejor el tema escatológico, nos iremos atrás por el tiempo, allá por el primer siglo, y llegaremos hasta el «gran iluminado padre de la iglesia, Don Agustín de Hipona». Básicamente y resumiendo, en lo concerniente a los últimos tiempos existen tres posturas o escuelas: el premileranismo, el postmilenialismo y el amilenialismo, palabras que pueden resultar en un trabalenguas, como la mayoría de las doctrinas cristianas, que mas que trabalenguas, traba mentes.

Este debate parte de la interpretación del capitulo 20 del Apocalipsis, de como y cuando transcurrirán esos tan mentados mil años, con el concepto mesiánico robado al judaísmo. Por un lado el premilenarista sostiene que este periodo sera inaugurado por la venida en gloria de su falso mesías, quien derrotara a sus enemigos y neutralizara a Satanás. También interpretan que serán mil años literales. Hay dos grupos, el histórico y el dispensacionalista, el primero sostiene que la iglesia pasara por la gran tribulación y no diferencia entre Ysrael y la iglesia, al contrario de los segundos quienes si diferencian a Ysrael de la iglesia y sostienen que la iglesia no pasara por la gran tribulación pues sera arrebatada al cielo. En este viaje interestelar no tienen billete ni los judíos ni los gentiles justos, así que por favor no preparéis vuestras maletas porque nos quedamos en tierra. El premilenarismo fue la posición tomada por la gran mayoría de los padres apostólicos, basados en su esperanza de no pasar por el horrible fuego de la gran tribulación.

La postura postmilenialista dice que el reino  sera una resultante de la evangelización del mundo y que los mil años no son literales, sino un periodo de tiempo largo e indefinido. ¿ Desde cuando la iglesia se dedica a la tarea de evangelizar al mundo ?, pues vaya, según estos señores si damos un vistazo a la historia del pobre mundo mientras ellos han estado y están evangelizando, que pobreza de reino ¿no?, el reino de la guerra, de la devastación, de la inmoralidad tanto laica como religiosa, de la corrupción tanto laica como religiosa y así podríamos seguir dando ejemplos por varias lineas. Ahora veamos que nos dice la ultima posición, la amilenarista, sus bases están en el sistema diseñado por Orígenes de Alejandría. Este padre apostólico  discípulo de Clemente, adopta una posición alegórica de interpretación, creyendo en la inspiración de las Escrituras pero sosteniendo que solo la interpretación alegórica puede proporcionar un significado verdadero de los textos. El adoptar esta postura fue mas bien por motivos apologéticos, para conciliar la Fe de las Escrituras con la filosofía helena. Aunque este método no logro impresionar a ningún pagano griego. Los paganos entre ellos como que no se impresionan muy fácilmente….»ladrón que roba a ladrón, pagano que engaña a pagano». A todo esto Agustín de Hipona a quien se empeñan en etiquetar de santo, ampliamente reconocido por católicos y protestantes (cosas de familia), desarrolla la postura amilenarista, mas que por motivos exegéticos por motivos de moralidad. Recordemos que los premilenaristas se iban al cielo para no pasar por la gran tribulación, y mientras esto ocurría en la tierra ellos disfrutan en el cielo de la gran fiesta llamada «las bodas del cordero». Agustín escandalizado por esto dijo: » dicen que los que son resucitados gozaran un festival del mas inmoderado disfrute carnal, en el que la comida y la bebida serán tan abundantes que no solo no habrá limite de moderación sino que también sobrepasara todas las barreras incluso de incredulidad, todo eso puede ser creído por los de mente carnal. Los que tienen una mente espiritual denominan a los que creen esas cosas, en griego, chiliastas, y podemos traducirlo al latín literalmente como milenarios «.

El «santo» Agustín no veía con buenos ojos (carnales), esa postura, sino que lo hacia con los espirituales, cabe acotar que según Jerónimo (no el jefe apache, no confundir por favor), el premilenarismo era equivalente a judaísmo, por lo tanto era menester desechar esta postura. Según su interpretación, en vista de que los premilenaristas  sostenían que Ysrael seria restaurada con Yerushalaim como su capital, esto equivale a enseñar judaísmo. En su obra De Civitate Dei, enseñaba Agustín que el reino era equivalente a la era de la iglesia, postura que fue abrazado por la Iglesia Romana como por los lideres de la Reforma del siglo XVI. Además enseñan que el reino de Dios esta presente por medio de su cristo que gobierna al mundo por la palabra y su espíritu. Auguran una era futura de gran gloria y perfección, pero mientras tanto, y ya van mas de mil años, con esta creencia sumada a la de que el Papa es el representante de cristo-mitra en la tierra, la jerarquía eclesiástica ha sabido emplearlo para por lo menos justificar que son ellos y solo ellos lo amos y dueños de las almas de los hombres. Han emprendido Cruzadas, Inquisición, matanzas y otras terribles acciones, basándose en una posición que los coloca como representantes de Dios en esta tierra, e implantada por alguien a quien ellos consideran santo. Realmente algo deleznable, pero así lo han hecho y lo seguirán haciendo, mientras haya personas dispuestas a enterrar su capacidad de razonar e investigar, que no deseen salir de su lamentable estado aborregado para decir NO Y BASTA a la mentira que tan bien instrumentada, nos han hecho creer. Un renombrado teólogo protestante sostiene en una de sus obras, que los «santos reformadores» no descubrieron todas las nuevas verdades escondidas en las Escrituras, sino que esta es progresiva, y las generaciones futuras de hombres espirituales verían nuevas enseñanzas dadas por supuesto por la dirección del espíritu santo. Quiera el Eterno y Todopoderoso Dios librarnos de los descubrimientos espirituales de las nuevas generaciones de iluminados, pues basta para que uno reciba una visión de aniquilación hacia los que no sostienen sus doctrinas, e imaginaos la que puede venir, o mejor no, tratemos de no imaginar nada y vivir nuestras vidas acorde a nuestras respectivas y honrosas identidades, el judío por un lado, y el noajida o gentil justo por otro, cada cual cumpliendo con esmero su parte para construir SHALOM en este pobre y caótico mundo.

 

El átomo de Amalek

Amalek es el pueblo que en la Torá se denuncia como el que odia a los judíos por excelencia. Tal es su meta en este mundo, odiar a los judíos, pretender destruirlos, organizar el genocidio final en contra de Israel.
Amalek como pueblo ha desaparecido hace milenios, pero su estilo permanece vivo.
Es lo que inspiró a Hitler, a Arafat, al innombrable presidente corrupto de Irán, al susodicho de Venezuela, entre otros infames y miserables negadores de Dios y asesinos del hombre.
Poseen el átomo de Amalek en sus seres.
El modo en que opera sus EGOs es tan pernicioso que los lleva a las peores salvajadas, a las cosas más descabellas, a lo inverosímil, con tal de odiar y realizar su odio en contra de los judíos.

Hemos podido advertir que el átomo de Amalek se encuentra sumamente activo en otros, menos poderosos que los mencionados, menos conocidos, pero que abundan.
Por supuesto que nos referimos a los confesos antisemitas, a todos los que abiertamente o con indirectas muy claras manifiestan su rechazo y desprecio por los judíos.
Esta gente enferma es visible en sus manifestaciones, en sus acciones, allí ponen en claro y sin pruritos su deseo pervertido en contra de Israel y los judíos.
A veces se hacen pasar por anti Estado o gobierno de Israel, a veces por sofisticados progresistas que defienden derechos inexistentes de un pueblo inexistente tal como es el “palestino árabe”.
También están los que abanderados en sus religiones persiguen a los judíos, tales como el macanudo de Mel Gibson y otros extremistas de la violencia religiosa.
Pero están los antisemitas agazapados, aquellos que tienen el átomo terrible pero lo esconden, no lo expresan con apertura, sino que lo mantienen oculto.

Estos últimos suelen encontrarse en los que se hacen pasar por judíos sin serlo, o los que no se hacen pasar por judíos pero rechazan su propia identidad espiritual noájica y corren a disfrazarse de lo que ellos consideran que es algo judío (sombreros o gorras negras, pelos en las sienes, barbas, trajes negros, cabello cubierto en las mujeres, rituales y objetos judíos, etc.).
A simple vista parecen que aman lo judío, si no, ¿por qué se disfrazarían de tales?
Pero, cuando rascamos un poco la superficie, entonces vemos brotar un monstruo espantoso, lleno de ira, odio, malicia, desvergüenza, infamia. Sí, ahí está agazapado ese engendro terrible, sediento de sangre, ansioso por devorar a sus víctimas. Es doblemente nefasto, porque en apariencia es dulce, es amistoso, viene con abrazos y palabras amables, no tiene actitud amenazante, se vende muy bien como amigo y guía confiable. Pero es solo la apariencia, el disfraz. El súcubo está ahí.
Para estos hombre larva la cuestión es aparentar, estar disfrazados, hacerse pasar por lo que no son, tomar el aspecto y modos de lo que más desprecian y odian, que son sus víctimas, las presas que desea cazar y depredar.
Así se comporta Amalek por lo general. Al principio dudosamente se aparece con armas y gritos de guerra, sino con invitaciones cordiales, ofertas pacíficas, insinuaciones placenteras. Al estar desprevenida la víctima, saltan a desgarrarla, a desmembrarla, a desangrarla, con toda pericia asesina. Así actúa Amalek por lo general, encubierto, con astucia, con trampas. Viene como amigo para ocultar el sórdido deseo de aniquilación.

Por supuesto que Amalek es un esbirro del EGO, actúan por EGO, sus estrategias son las del EGO, sus intenciones son las del EGO.
Amalek es una representación palpable del EGO.
Allí donde hay EGO abocado a destruir a los judíos y a la conexión del hombre con Dios, allí está el átomo de Amalek.

Entonces, cuando veo gente gentil que se hace pasar por judía, y se le advierte del error pero sigue con su disfraz, de manera premeditada, obstinada en la negación de su identidad espiritual, aferrados a lo que no son, y que de paso siembran el caos, la confusión, la falacia, el engaño, el desorden, el descontrol, entonces no veo otra cosa que EGO y el átomo de Amalek.
Cuando veo seudo judíos mesiánicos, noájUdas (los que se profesan noájidas pero se invisten como judíos), gentiles que hacen falaces conversiones la judaísmo, “judíos nuevos”, “judíos completos”, “judíos de la senda antigua”, judíos en Jesús, supuestos noájidas que hacen todo por parecer judíos, entonces yo veo EGO, mucho pero mucho EGO saturado por el átomo de Amalek.

Aquellos que reniegan de su identidad, especialmente de su identidad espiritual (judía para judíos, noájida para gentiles) son pobre gente, tan pobres que no tienen nada real aunque estén llenos de dinero, fama, aplausos, bienes materiales o “amigos”. No son nada, porque están desconectados de su ser. Son máscaras sin rostro. Actores sin más existencia que la del escenario de sus vidas. Ausentes aunque con el cuerpo presente.
Los que son rehenes del EGO, ajenos a su propia identidad, apartados de su ser, ¿cómo podrían estar habilitados para amar?
En su impotente ignorancia, se odian a sí mismos. ¿Cómo habría ser de otra forma si no se conocen y por tanto están incapacitados para amarse y para cuidarse?
Éste, el auto odio, es un sentimiento absolutamente espantoso, tanto que difícilmente puedan llegar a admitirlo.
Entonces, recurren a diversos métodos para falsificar lo que sienten.
Desplazan su odio hacia otros y hacia objetos o instituciones.
También se escabullen, tanto por estrategia maligna como para huir de su espantoso auto odio, y se disfrazan de aquello que temen y odian por fuera de ellos. En el caso que estamos tratando, Amalek se disfraza de judío, o mejor debería expresarlo como: de lo que suponen es el disfraz que asemeja ser un judío.
Miren la diferencia para comprender esto que puede ser complejo. Hitler odiaba abiertamente a los judíos, no tenía empacho en compartir sus disparatadas ideas y de llevarlas a cabo. Su odio era su pan habitual, lo ofrecía a quien deseara comerlo junto con él. Este odio “honesto” (igualmente detestable y maldito) no eludía el espejo, era vertido sin disfraces de ningún tipo. Al analizar conscientemente a Hitler y sus secuaces encontramos que también se odiaban a sí mismos, pero no precisaban hacerse pasar por otros, porque eran expresivos en su odio hacia fuera, coherentes con su odio hacia aquellos que odiaban. Ese odio hacia lo otro tapaba su auto odio, pero al menos les dejaba sostener su Yo Vivido odiador a vista de todos.
Pero el que se auto odia y rechaza ese sentimiento, al tiempo que se abstiene de expresar su odio hacia el otro, termina (muchas veces) disfrazado para aparentar ser aquel al que odia. Entonces su auto odio tapado se esconde en aparente amor hacia el que en secreto odia. Sin embargo, ni bien se rasga un poco el velo, como hemos mencionado más arriba, la fiera temible se abalanza para aniquilar a quien odia, de forma de preservarse de tomar consciencia de su odio a sí mismo.
Me parece que este mecanismo macabro es bastante complicado de comprender, por lo que sería bueno releerlo tranquilamente y evaluar si tomaste real conciencia del mismo.
En un brevísimo resumen.
1- se odian intensamente a sí mismos.
2- rechazan el tomar conciencia con ese nefasto sentimiento.
3- también odian a aquellos que pueden denunciar su auto odia.
4- se hacen pasar por uno de esos a los que odian.
5- aparente respeto y veneración por aquellos a los que odia y por los cuales quiere hacerse pasar.
6- al menor atisbo de rasgadura de la máscara aparece el odio exacerbado hacia aquellos con los cuales quería asimilarse.
7- su odio y sus acciones perversas son intensas, es un esfuerzo enorme para preservarse de reconocer su auto odio.

Te pudo que los mires,  verás que detrás de tanta adoración a lo judío, realmente están llenos de antisemitismo… ni bien pueden lo dejan salir con toda violencia.
Así pasa también con las otras personas y objetos que odian… míralos, observa, no juzgues, solo míralos actuar…
Reconoce al EGO operando en ellos.
Advierte el átomo de Amalek trabajando corrosivamente.
Comprende.
Comprende el espantoso odio, la pesadillesca sensación de impotencia masiva, su pobreza emocional, su odio, su odio…

Te pido que leas y releas este texto, especialmente ante manifestaciones de odio. También ante esos que se disfrazan para no ser quien son. También cuando del aparente amor y veneración se pasa al rechazo abrumador. Analiza estas palabras, encuentra su hay algún error en mi planteo, o lo puedes corroborar. Te agradeceré tu aporte constructivo para seguir creciendo en la construcción de Shalom.
Recuerda, la construcción de shalom siempre debe comenzar de dentro hacia fuera, del círculo íntimo hacia el universal.
Que el AMOR derrote al EGO, que los leales a Dios extirpen el átomo de Amalek en toda generación.

El consejo diario 379

Todos tenemos a un criticón en nosotros. 
Es parte del funcionamiento del EGO, en su tarea oscura de hacer sentir la impotencia pero hacerte creer todopoderoso (o nada poderoso).
En la impotencia, uno se queja, reclama, aburre con sus gemidos y descontentas protestas. Todo esto es un derivado del llanto inicial, una herramienta del impotente para procurar manipular a otros y sobrevivir. Y funciona, claro que funciona.
Como siempre para nuestro trato con el EGO, la cuestión es no dejarlo tomar el control. Porque cuando eso pasa, se pierde el norte, se vive en desgracia, se trata de desgraciar a otros.

Trabaja sobre ti mismo, conócete, ámate, cuídate, así podrás conocer, amar, cuidar a otros. Así podrás servir realmente a Dios y no a los dioses de las religiones.
Trabaja en ti, porque ahí empieza el trabajo de construcción de shalom.