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Ideas para Fulvida (respuesta a los comentarios sobre el post: Sheminí)

Este post, empezó siendo una respuesta al magnífico texto publicado por el moré con el nombre Sheminí (http://fulvida.com/id-noajica/identidad/shemin) , más concretamente a los comentarios que de éste fueron derivando, pero ante su extensión, he creído más conveniente reconvertirlo  y publicarlo como artículo en vez de cómo respuesta.

Lo primero, agradecerle moré tan interesante y esclarecedor texto. Como muy bien señala, escrito al viejo estilo y en su más genuina línea.

Tras meditar sobre el rumbo de Fulvida, tengo algunas ideas aunque no muy definidas aún.

En la etapa en la que nos encontramos, creo que lo fundamental, lo más importante, es todavía y por mucho tiempo la expansión y creo que es en este punto donde debemos poner nuestro mayor esfuerzo.

Gracias al trabajo de muchas personas y a la sabia guía del moré, el sitio se ha convertido en punto de referencia para el Noajismo en lengua hispana. Sigamos desarrollando esto.

Recuerdo que cuando llegué hastala Webde “serjudio.com” y a través de ella hasta “Fulvida”, lo hice buscando respuestas a temas “religiosos”, espirituales. Lo que ocurrió es que casi todas las respuestas, y además las más coherentes, las encontré en el mencionado lugar.

De otra parte, aquí en España la situación es por lo que veo, muy diferente a la de América. Aquí la gente se adscribe mayoritariamente al catolicismo de palabra pero de hecho cada cual vive como quiere diciéndose católico, realizando ciertos ritos costumbristas pero creyendo en lo que le viene en gana, que no es otra cosa que una amalgama de ficción, tradición y misticismo, todo acomodado al interés propio de cada uno.

Si la persona tiene inquietudes y se hace preguntas las buscará, pero si encuentra cualquier atisbo de religiosidad “ajena” o similar, se espantará y no querrá saber más de dicha fuente porque tiene impreso en sus adentros que es algo sectario y lo tomará como una agresión.

Lo que me viene a la mente es que hay que empezar por lo primero y la verdad es que hace 10 o 15 años el Noajismo como concepto difundido no existía (por lo menos en España).

Me pregunto que es más importante, ¿el envoltorio o el contenido?

Pienso que tenemos que hacer el esfuerzo por expandir, por aclarar, con sinceridad pero sumando más que dividiendo o excluyendo. Fulvida debe seguir siendo el sitio de referencia y es esencial, la orientación del moré.

Las filiales deberían ser blog s o páginas Web con contenidos que se inspiren en el Noajismo, que hablen sobre todos los aspectos a la luz de las 7 Leyes, pero adaptados a cada lugar (no a la idolatría de cada lugar pero si en respuesta a ella).

Los contactos personales son tan incipientes y escasos que lo mejor es desarrollarlos a través de redes sociales y que se cree comunidad de manera espontánea. Según vaya habiendo personas con interés en común ellas mismas irán contactando para ayudarse y crear objetivos concretos acordes a nuestro camino.

A nivel individual, y en referencia a proyectos determinados, creo que lo mejor es orientarlo hacia la difusión de libros, de textos, de cuentos, de ayuda,  a la luz de la verdad, pero más que como Noajismo explicito, como sugerencia a las Leyes para las Naciones.

Pensemos que la humanidad lleva milenios alumbrando arte, literatura, creencias, costumbres y formas de vida contaminadas. Vayamos y sigamos poniendo claridad.

Reescribamos ahora con iluminación, pero de la auténtica.

Os imagináis el Fausto de Goethe,La DivinaComediade Dante, el Mercader de Venecia de Shakespeare ¿Cómo quedarían?, ¿dónde quedarían?

No hablo por supuesto de plagiar, ni perder tiempo ni recursos en modificar dichas obras que como quiera que sea, con sus virtudes y sus defectos, son ya patrimonio universal. Pero esas pasiones, esas cuestiones, esas dudas y preguntas que en estos libros son tratadas, siguen ahí, son parte de lo humano.

Creemos blog alternativos, escribamos cuentos, difundamos. Promovamos donaciones a ONGs para ayudar a los necesitados, empezando por los de nuestras regiones.

Se puede crear un blog de contenido social, político, científico, deportivo, pero sujeto a las 7 Leyes para las Naciones.

No propaganda barata, no manipulación, no invención, solo ver la vida misma al prisma de nuestras 7 Leyes.

Por ejemplo; creemos un blog con espacios sobre consecuencias de rituales (exorcismos, torturas, etc.), sobre denuncias de ilegalidades (políticas, sociales, etc.), sobre defensa de los animales y la naturaleza, promoviendo la solidaridad y la caridad, promoviendo el respeto a nuestros mayores y en especial a nuestros padres, con fechas según el calendario civil y el Universal.

Leamos la realidad, la prensa, las noticias, con nuestros propios ojos.

Que sean blog nacionales o multinacionales por orden de cercanía geográfica adaptándose al grado de dedicación que cada uno pueda dedicar para que haya un contenido de calidad en cada blog y tratemos todos los aspectos menos el espiritual, ese que quede en Fulvida.

Luego vinculemos estos blogs o Webs entre ellos y con Fulvida.

Bueno, son ideas que me asaltan a “bote pronto” y que espero que debatamos, corrijamos, aclaremos y concretemos.

Muchas gracias por vuestra atención y quedo a la espera de vuestras opiniones.

 

Muertos y muertos. De la Shoá y la guerra

Antes, durante y al finalizar la Segunda Guerra Mundial murieron millones de personas por su causa.
Algunos de ellos eran combatientes, gente que lucharon y murieron. Parte lamentable de todas las guerras. Padres, hijos, hermanos, amigos que se fueron, que dejaron corazones quebrantados. De uno y otro bando. Más o menos comprometidos con valores trascendentes o con lo más aberrante del ser humano. Como sea, miles, o quizás millones, de personas enfrascadas en lucha que perecieron.
Entre estos también hubo prisioneros de guerra, soldados que debieran ser preservados con vida y buen estado de salud, en respeto a normas internacionales, pero que igualmente fueron masacrados, generalmente por los asesinos nazis ensañados contra soldados indefensos, prisioneros de guerra soviéticos.
Otros de los muertos no eran combatientes, ni enrolados en ejércitos, ni comandos paramilitares, ni partisanos, pero estaban en actividades directamente relacionadas con la maquinaria bélica y sus muertes ocurrieron como consecuencia de su participación. Trabajadores en fábricas de armas y municiones, colaboracionistas, espías, gobernantes títeres, traidores, entre otros.

A causa de la misma guerra fallecieron otros millones de personas, los que no luchaban directamente, los civiles.
Terribles bajas, espantosas muertes, las que ocasionan los enfrentamientos armados en gente que no está armada y hasta quizás en oposición al derramamiento de sangre.
Estas muertes, imperdonables, injustificables, entran dentro de la ecuación horrorosa de las guerras, no son sorprendentes, son esperables, aunque no deseables.
Así pues, la maldad de Hitler y sus socios llevaron muerte, destrucción, devastación, dolor a millones de hogares, en decenas de países durante años y más años. No solo entre sus enemigos (rusos, polacos, británicos, franceses, etc.), sino también entre sus seguidores y connacionales.

La infernal estructura nazi decidió aniquilar a grupos que no estaban ni directa ni indirectamente vinculados a la guerra.
Aprovecharon la ocasión para deshacerse de gente y grupos que a sus intereses resultaban molestos.
Así pues, se despacharon sin piedad a alemanes “arios” que eran opositores al régimen, por lo general gente de izquierda o librepensadores, pero también personas con cierta influencia que podían obstaculizar el dominio de la ideología nazi.
Eliminaron discapacitados, gente con síndrome Down, deformes, y homosexuales (a los que rotulaban como enfermos), para de esa manera perfeccionar la “pureza” genética de la raza aria.
Aniquilaron gitanos junto a criminales, para así quitar lo que los nazis consideraban lacras sociales, vistos por los nazis como parásitos que corrompían con sus actos y estilo de vida a la sociedad “pura” que ellos anhelaban.
Así pues, a la búsqueda de la pureza política, mental, genética, social y moral asesinaron a mansalva a cientos, miles de personas inocentes de cualquier crimen o falta.
Asesinatos maliciosos, imperdonables, basados en la pura maldad mas que en la pureza de intenciones, pero que se escuda en una supuesta finalidad “superior”, en conseguir alguna ventaja en la práctica.

Pero hubo un grupo al cual se le destacó para hacerlo desaparecer por completo de la tierra.
Un grupo que fue escogido para ser destruido, evaporado, erradicado por completo.
Un grupo que recibió especial atención y esfuerzos, aún en medio de los contratiempos en los frentes de batalla, para ser sistemáticamente masacrados, pero antes embrutecidos, esclavizados, mortificados, negados en su condición humana.
Un grupo que incluía gente sin religión, de religiones diversas, aunque mayoritariamente eran fieles a alguna corriente judaica.
Un grupo de personas mayormente saludables, socialmente productivas y ajustadas a las normas sociales. Muchos de ellos con altos estudios, trabajos dignos y provechosos, destacadas participaciones en las ciencias, las artes, las industrias, la enseñanza, con vidas familiares correctas.
Un grupo leal a su patria, con testimonios de valor y fidelidad a su nación en la Gran Guerra y a lo largo de los años.
Gente que no daba mayores problemas sociales, pues no había entre ellos infractores, ni criminales, ni adictos, ni perversos, más bien todo lo contrario.
Gente que se distinguía por su proceder “civilizado”, positivo, respetable.
Gente que no se metía en dificultades ni boicoteaba a su patria.
Gente que era asesinada salvajemente pero con gran conocimiento científico.
Gente que moría en la guerra, pero no a causa de ella, ni por ser víctimas de ella, ni por participar de ella, sino que eran arrancados de la vida a causa del EGO, de lo más oscuro del alma de la persona.
Los judíos, asesinados sin motivo, sin ganancia, sin excusas. Solamente asesinados por ser judíos.
Es incomparable el asesinato organizado, metódicos, desalmado con cualquier otro de los crímenes, tanto de aquel período como de cualquier otro.
No tiene puntos siquiera de semejanza la industria de la deshumanización y aniquilamiento que se hizo contra los judíos con cualquier otra situación de guerra, conflicto, persecución real o supuesta en ningún otro momento o lugar, del pasado o del presente.

Poner las cosas en claro, recordar, no permitir que se corrompa el recuerdo ni se lo mal use para promover imperialismo (como el árabe-musulmán, por ejemplo), es parte de nuestra tarea como constructores de shalom.

https://www.google.com.uy/search?q=aushwitz&oe=utf-8&rls=org.mozilla:es-AR:unofficial&client=firefox-a&um=1&ie=UTF-8&hl=es&tbm=isch&source=og&sa=N&tab=wi&ei=QZmQT-LDCMq2twex7OzZBA&biw=1067&bih=508&sei=Q5mQT4mlO8zMtgeIuM3SBA

Resp. 1076 – ¿JESÚS FUÉ UN HUMANO AMOROSO EJEMPLO A SEGUIR PARA EL NOAJISMO?

NORMA nos consulta:

COMPRENDO QUE JESÚS NO ES DIOS Y EL CRISTIANISMO LO ADORA COMO TAL, DE AHÍ QUE ESTO VAYA CONTRA EL NOAJISMO, MI DUDA ES SI SUS ADEPTOS CONSIDERAN QUE JESÚS NO FUÉ UN SER HUMANO AMOROSO COMO EJEMPLO A SEGUIR? CONOCEN UNA HISTORIA DIFERENTE DETRÁS DE LA QUE LA MAYORÍA CONOCEMOS?
NORMA SALAMANCA, MÉXICO D.F., 32 AÑOS.

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Amor materno religioso

Hace un rato veo el siguiente mensaje en el chat de FULVIDA.com:

Invitado_4580 : Por favor me puede decir por qué razón cuando le participé a mi madre esta nueva forma de acercarme a Dios como lo es el noajismo, me mandó mucho al infierno? Sinceramente me dolieron sus palabras porque es mi madre.

Hacía más de siete horas que estaba publicado, la persona ya no estaba en línea para recibir respuesta, igualmente respondí como sigue:

Yehuda Ribco : hola invitado, que triste que una madre mande al infierno a un hijo porque éste desea servir a Dios con amor y respeto… que triste… oremos por su mama, para que esté libre pronto de las garras de la religión que la tiene esclavizada y enferma… ¡shalom!

Sí, ciertamente es una situación sumamente triste, lamentable, terrible, que no debiera suceder.
Pero…. sucede… ¡y cuánto!

Tenemos dos opciones a cada momento para escoger, y debemos hacerlo.

“Mira, Yo he puesto hoy delante de ti la vida y el bien, la muerte y el mal;  pues te ordeno hoy amar al Eterno tu Dios, andar en Sus caminos y guardar Sus mandamientos, Sus estatutos y Sus decretos, para que vivas y te multipliques…”
(Devarim/Deuteronomio 30:15-16)

Por un lado está el EGO, con el sentimiento de impotencia por detrás, por lo tanto la desesperación, la angustia, el malestar, el miedo, el deseo de poder, la manipulación, la mentira, el engaño, la opresión, el ataque sin motivo trascendente, la destrucción, el afán por sentirse en control, la negación del prójimo, el pensamiento positivo falaz, la imposición de dioses en lugar de Dios, la veneración al EGO en cualquiera de sus formas y modos, la muerte en vida, el vacío, la perversión, la burla, la religión… la total esclavitud.

En el otro lado está el AMOR, con el sentimiento de valía, respeto, autonomía, sensibilidad, ética, pensamiento positivo del verdadero, la comunicación auténtica, responsabilidad, compromiso, altruismo, solidaridad, servicio a Dios, espiritualidad, construcción de shalom, conocimiento, plenitud de vida, hacer del mundo un paraíso, sembrar para el deleite eterno, equilibrio… la libertad multidimensional.

Lo más frecuente es escoger el EGO.
Sí, resulta extraño cuando uno se pone a ver las cosas desde una perspectiva amplia.
¿Cómo puede ser que la gente, tú y yo, andemos por la senda de la oscuridad, del dolor, del malestar, cuando tenemos al alcance la senda de la Luz?
Realmente cómo puede ser, no interesa tanto ahora responderlo, sino constatar que es así.
Vamos por la vida estrechos, apocados, empobrecidos, disfrazados, sufrientes, esclavos, bajo el imperio del EGO, siendo que tenemos al AMOR al alcance de la mano.

Como una madre, capaz de maldecir con el peor de las maldiciones a su hijo por el simple “pecado” de que este escoge a Dios y no a un ídolo, prefiere ser libre y no esclavo, declara su deseo de ser pleno y no una sombra muerta en vida.
La madre esclava del EGO no tolera siquiera el amago del hijo para ser liberado por el AMOR.
Lo retiene, le corta las alas, le coarta el alma, le impide la plenitud, lo manipula, le inyecta terrores hacia lo inexistente, lo infecta de religión, le mata… le mata…

Este es uno de los tantos resultados de pasar la vida encerrados en celditas mentales, adorando al EGO, siendo religiosos.

Tú puedes mantenerte en el mismo rumbo de oscuridad, es tu elección.
O puedes salir del rebaño, no ser más una de las ovejas que ciegas siguen la mentira.
Te traerá enemigos, gente que murmurará, tu propia familia te rechazará porque para ellos es más valioso el castigo del EGO que la caricia del AMOR.
Puedes volver al rebaño, llenarte de drogas, perderte, esconderte, puedes volver a tu celdita… tantos lo hacen a diario… apenas si unos pocos son los que despiertan y se mantienen conscientes.

Al final de cuentas, cuando toda la payasada terrenal culmine, cuando sea hora de presentar facturas ante el Creador, ¿qué excusas tendrás si has pasado tu vida bajo el EGO en lugar de llevado por el AMOR?

Noajismo o Religión

Muchas personas aun estando fuera de las religiones y conscientes de su identidad, todavía suponen al Noajismo o Judaísmo como religiones, grupos de poder, elites espirituales, o cualquier otra suposición motivada desde el ego.

Platicando con una persona le pregunte.

¿Para ti que es el Noajismo?

Su respuesta fue no se” al tiempo que hizo la misma pregunta.

¿Y para ti que es el Noajismo?

Le respondí que el Noajismo para mí, es una conducta que sintoniza que con tu identidad espiritual, no es una religión o un grupo de gente superior a los demás, simple y sencillamente, son instrucciones que vibran en la misma sintonía que tu ser esencial.

A veces la gente supone que el Noajida es más elevado que cualquier otra persona por cumplir con los Mandamientos, pero la persona que cumple con los 7 Mandamientos universales (siendo gentil) solo está siendo el mismo, no es superior ni inferior, simple y sencillamente ES el mismo, sin máscaras, caretas o disfraces de cualquier tipo.

Disfruta de ser autentico, sincero y espiritual.

Buen día, hasta luego.

¿Qué hacemos con un judío rubio?

Hace poco leí una nota en donde una persona que se autodefine como «gentil» se explayó con las típicas quejas de los Mesiánicos o Nazarenos contra el Judaísmo verdadero. Todas, de un modo u otro, girando alrededor del asunto de la identidad judía. Sin detenerme a desglosar su texto, voy a abstraer los argumentos sustanciales que maneja para explicar por qué, en buen plan, nos parecen… tontos.

 

1. El judaísmo como una identidad que se adquiere por la vía materna.

 

Una queja frecuente de Mesiánicos y Nazarenos es que el Judaísmo Rabínico SE INVENTÓ eso de que la identidad judía se hereda por la vía materna.

 

Falso. Ignorancia pura. Incapacidad de abordar el texto de la Torá. El concepto de la identidad definida por la vía materna se origina en la Torá: «Y no emparentarás con ellas (las naciones cananeas); no darás tu hija a su hijo, ni tomarás a su hija para tu hijo. Porque desviará a tu hijo de en pos de Mí, y servirán a dioses ajenos; y el furor del Señor se encenderá…» (Deuteronomio 7:3-4).

 

Este pasaje tiene algo muy singular, que desde la antigüedad llamó la atención de nuestros sabios: menciona DOS POSIBILIDADES de matrimonio mixto: dar nuestras hijas a los hijos de los cananeos (judía con no judío) y tomar sus hijas para nuestros hijos (judío con no judía). Pero cuando habla de DESVIARSE A SERVIR A DIOSES AJENOS, sólo menciona UNA POSIBILIDAD: «desviará A TU HIJO…». No menciona la posibilidad de «desviar a tu hija».

 

Nuestros sabios enseñaron que NADA en la Torá es accidental. Lo que dice, lo dice por algo. Lo que no dice, no lo dice por algo. ¿Por qué sólo en el caso del matrimonio entre un judío y una no judía se habla de una desviación hacia otra religión? Nuestros sabios lo entendieron bien: la identidad espiritual de la familia reside en la mujer. Por lo tanto, si la madre es judía, el hogar es judío. Si la madre no lo es, el hogar tampoco.

 

Disculpen, señores. Pueden estar en desacuerdo con LA INTERPRETACIÓN (aunque no veo cómo; el asunto me parece sobradamente claro). Pero no me vengan con el cuento de que esa norma se la inventaron nuestros rabinos. La base está en la Torá, y bastante clara.

 

2. ¿Qué aspecto tiene un judío? Es decir: ¿puede ser rubio?

 

Bueno, si yo fuera verde, con antenitas en la parte superior de mi cráneo, y con bolitas moradas repartidas a lo largo de mi piel lisa y brillante, casi todos podrían darse cuenta a primera vista que mi papá fue marciano, y me heredó su genética marciana.

 

Pero mi mamá es judía. Por lo tanto, legalmente soy judío, aunque pueda tener montones de genes extraterrestres. Entonces, ¿qué aspecto tiene un judío?

 

Cualquiera. El judaísmo jamás se ha atragantado con la cuestión racista. La «raza» (es un término inexacto, pero dejémoslo respetando la costumbre de nuestros detractores) se hereda por vía materna, por lo que uno puede heredar cualquier tipo de aspecto de su padre.

 

Pero, además, me sorprende que hagan quejas tan triviales contra los judíos rubios. Hay montones de semitas rubios, no nada más judíos. También árabes, palestinos, libaneses, iraquíes o sirios. Y si nos vamos a pueblos cercanos no semitas, el asunto sigue: pese a ser de Oriente Medio, hay un montón de turcos y de kurdos que también son rubios. Entonces ¿cuál es el problema?

 

Si se trata de ser prosaico, sería más lógico preguntar por un judío con aspecto de chino (y, sin embargo, no es lógico, porque quien entiende bien el asunto de la identidad judía, tampoco se espanta si ve a un judío con facciones más orientales de lo normal).

 

Al final del día, lo que está detrás de este bobo argumento es la urgencia de muchos cristianos para descalificarnos a cualquier precio. Como no les gusta que nuestro definido y preclaro sentido de identidad no los pueda integrar como judíos porque no son judíos, entonces se inventan cualquier modo para decidir que NOSOTROS NO TENEMOS DERECHO a opinar sobre Judaísmo.

 

Lo que subyace siempre en el argumento contra los judíos rubios es la «sospecha» de que los Ashkenazim son, en realidad, la impostura jázara. Pero da igual: cuando ya no pueden con lo de la impostura jázara (irracional en todo sentido, y en unos momentos explicaré por qué), entonces apelan a que los judíos somos una impostura babilónica del siglo IV o V, o se van más atrás y dicen que somos la impostura idumea del siglo II AEC).

 

Lo irracional es esto: para la época en la que Alejandro Janeo obligó a los idumeos a convertirse al Judaísmo, había comunidades judías establecidas desde España hasta la India. ¿Me pueden explicar cómo el grupo idumeo podía SUPLANTAR a TODOS los judíos?

 

Irracional. Máxime, porque es un hecho que los idumeos se convirtieron a los judíos, pero no se asimilaron a la sociedad judía. Siguieron siendo… idumeos. Casi DOS SIGLOS DESPUÉS, las familias idumeas seguían siendo identificadas como IDUMEAS, porque seguían siendo idumeos.

 

Sólo los escasos sobrevivientes a la guerra contra Roma se asimilaron al pueblo judío. Pero no hay dudas respecto a que fueron una minoría.

 

Bien: si esa es la situación en el siglo II AEC, ¿cómo sería en el siglo IV o V, o en el siglo X? Es IMPOSIBLE que babilónicos o jázaros SUPLANTARAN a TODOS los judíos. Es tan razonable (o irracional) como decir que yo y un grupo de personas estamos maquinando una perversa suplantación del pueblo irlandés, y a partir de la próxima década ya no va a haber irlandeses genuinos, sino mis terribles intrusos sin cara irlandesa pero con sombreros verdes, y perfectamente entrenados para disertar largas horas sobre los hombres diminutos y sobre la crisis de la patata.

 

Correcto, pero ¿qué hago con los millones de irlandeses que están regados por todo el planeta? Para desgracia mía, los irlandeses son un pueblo que vive mayoritariamente en el exilio. Sólo una tercera parte de los que hoy se identifican como irlandeses viven en Irlanda. Los demás viven en un montón de lugares (incluyendo mi colonia en la Ciudad de México).

 

Y, aunque tuviera yo un absurdo y milagroso éxito en lograr suplantarlos a todos, habría un detalle con el que fácilmente podrían descubrir mi impostura en cuestión de pocos años: el factor lingüístico. Digo, porque es obvio que aunque logra suplantar a TODOS los irlandeses, NO VOY A PODER HABLAR COMO ELLOS. Forzosamente, va a darse una ruptura lingüística que va a demostrar que, en un momento de la historia, hubo una suplantación.

 

A todos mis queridos y veladamente antisemitas conocidos que afirmar -implícita o explícitamente- que hubo una sustitución idumea, babilónica o jázara que enterró a TODOS los judíos, les he pedido UNA SOLA PRUEBA de que, en un momento de la historia, hubo una RUPTURA en la transmisión lingüística del hebreo.

 

Pero NO HAY NADA.

 

Los hebreos seguimos hablando hebreo. Punto. Esa es la evidencia histórica contundente y definitiva, y está corroborada con el hecho de que la evolución del idioma hebreo es perfectamente reconstruible, sin baches históricos, con la simple revisión de la Mishná y nuestros Sidurim.

 

Olvídense de las suplantaciones. Olvídense del aspecto de los judíos. Nosotros sabemos reconocernos, y no necesitamos que un cristiano pretencioso venga a querer dictar cátedra de algo que desconoce.

 

3. ¿Cómo podemos definir a los descendientes de judíos?

 

Pues… como descendientes de judíos. Nada más. ¿Qué otro término quieren que se invente? Al final de cuentas, un «descendiente de judíos» no es judío porque, en la misma medida (o mayor o menor) también es descendiente de otros grupos. Claro, hay de casos a casos, pero la norma es simple: si la madre es judía, la persona es judía.

 

Correcto: hay personas cuya madre, abuela materna, o bisabuela materna por la línea de la abuela materna, fue judía. Bien, los criterios halájicos están bien definidos, y los rabinos saben quién puede y quién no puede reclamar su derecho a la identidad judía.

 

Claro que siempre hay casos extremos, pero los criterios no son tan difíciles de entender. Y con esto me remito al tema de los Benei Anusim, porque es el tema que siempre está detrás de este tipo de comentarios cuando vienen de boca de un cristiano (o de varios).

 

Empecemos por dejar algo claro: el hecho de ser un Ben Anusim no hace judío a nadie. Puede, en el más singular de los casos, darle derecho a REGRESAR al Judaísmo, pero mientras NO REGRESE al Judaísmo, NO ES JUDÍO.

 

Es decir: un pastor cristiano me puede demostrar que la mamá de su mamá de su mamá de su mamá -y así durante cinco siglos- fue una judía. Bien: eso significa que la mamá de su mamá de su mamá -y así durante cinco siglos- fue una judía. DE NINGÚN MODO significa que ÉL SEA JUDÍO. Primero, tendría que demostrar que conserva el derecho de RETORNAR. Luego, TENDRÍA QUE RETORNAR.

 

Es lógico: supongamos que yo tengo el derecho de regresar a Alemania porque mi abuelo fue alemán. Por razones obvias -el antisemitismo europeo- se vino a México, pero siguió viviendo como alemán. Horarios estrictos, hábitos inquebrantables, lector voraz, ajedrecista impecable. Todo un buen judío alemán. Gracias al tiempo que pasé con él durante mi infancia, aprendí a disfrutar la buena música alemana (Bach, Haydn, Mozart, Mahler), y heredér su pasión por la lectura. Gracias a ello, siempre me he llevado súper bien con alemanes, y más aún con yekes (judíos alemanes). Me siento como en casa con ellos.

 

Correcto, pero todo eso NO ME HACE ALEMÁN. Ni hace que cuando cierro la puerta de mi departamento y salgo a la calle ESTÉ CAMINANDO EN UNA MONÍSIMA CALLE DE STUTTGART O DE FRANKFÜRT. Estoy en México y soy mexicano. Punto. Puedo sentarme al piano horas y horas tocando a Mozar. Pero sigo en México.

 

Si quiero que eso cambie y rodearme de Alemania, sumergirme en Alemania, vivir en Alemania, o hasta SER ALEMÁN, entonces tengo que hacer un montón de cosas: preparativos, papeleos, comprar los boletos, aprender el idioma, trasladarme con todo y mi piano y mis gatos a alguna monísima calle de Stuttgart o de Frankfürt. Sólo entonces, podré decir -por lo menos- que estoy en Alemania.

 

¿Me entienden ahora por qué resulta ridículo que un cristiano venga a cuestionar a un judío bajo el tonto argumento de que hay mucha gente de descedencia judía?

 

Si quieren cuestionar al Judaísmo, que lo hagan desde su Cristianismo (y a ver cómo les va). Si quieren cuestionarlo DESDE el Judaísmo, entonces primero tienen que INTEGRARSE al Judaísmo.

 

Otro detalle: el hecho de que tengan algún vínculo con alguna familia de Judíos Conversos, NO HACE QUE TENGAN DERECHO AL RETORNO. Esa es una de las grandes confusiones en Hispanoamérica: NO CUALQUIERA ES UN BEN ANUSIM. Muchos son DESCENDIENTES de algún Ben Anusim, pero para ser Ben Anusim, se tiene que demostrar que en las últimas cinco generaciones, el Judaísmo siguió practicándose en la familia de -en el más extremo de los casos- la mamá de la mamá de la mamá de la mamá.

 

SI NO SE PUEDE PROBAR ESO, no se tiene el derecho a ser considerado un BEN ANUSIM, y -por lo tanto- NO SE TIENE EL DERECHO AL RETORNO.

 

«¡Pero casi nadie podría demostrar eso!»

 

Correcto. Casi nadie. Hay algunas excepciones, pero ciertamente son muy pocas. La abrumadora mayoría de la gente que ha podido comprobar que tiene ancestros judíos, les guste o no, no califica para ser considerada Benei Anusim.

 

Si ese descubrimiento del origen de una parte de su familia les ha acercado al Judaísmo, está bien. El Judaísmo tiene criterios claros para tratar con cada caso. Pero entendámonos. Lo mejor es que cada uno sepa en dónde está parado, para que entonces pueda decidir libre y conscientemente hacia dónde quiere dirigirse. Y, una vez definido eso, entonces podrá hacer lo necesario para llegar a donde quiere llegar.

 

Pero que un cristiano que jamás se ha acercado al Judaísmo verdadero venga a cuestionar la autoridad de los maestros judíos sólo porque «hay muchos descendientes de judíos» es, simplemente, ridículo.

 

4. La autoridad de la tradición oral rabínica.

 

Supongo que todos los Mesiánicos y Nazarenos están de acuerdo con que la Torá es Eterna. Es la Palabra de D-os. Es Eterna. El primer versículo de la Torá se remonta a la Creación misma. Por lo tanto, la Torá estuvo presente en la Creación misma.

 

Ahora bien: ¿desde cuándo disponemos del texto ESCRITO de la Torá? Desde que Moshé lo recibió en Sinai. Estamos hablando de algún punto hacia el siglo XIV o XIII AEC. Eso significa que desde Adam Harishón hasta Moshé, la única Torá que existió FUE LA ORAL. Adam enseñó a sus hijos Torá Oral. Y lo mismo sus hijos y sus nietos, pasando por los grandes patriarcas de la antigüedad bíblica, como Enok, Matusalén, Avraham Avinu, Itzjak o Yaacov.

 

Ninguno de ellos tuvo el texto de la Torá que nosotros tenemos en nuestros Sefrei Torá.

 

Entonces, que no me vengan a decir que la Torá Oral se la inventaron los rabinos. No. Simplemente, nuestros rabinos han entendido perfectamente que la Torá es mucho más que el texto escrito. Si sólo fuera el texto, sólo sería el relato de la extraña experiencia de un pueblo nómada en el desierto. Si es algo más que eso, es porque se remonta a la Eternidad, a una época en la que no existía como texto escrito, pero de todos modos estaba presente con los verdaderos adoradores del Único y Verdadero.

 

Todo aquel que niega a la Torá Oral, demuestra que NO ENTIENDE qué es la Torá, y piensa que todo se resume a un recetario que ni siquiera hay que razonarlo. Basta con leerlo.

 

Siguiente nivel del asunto: el hebreo se escribe SIN VOCALES. Y, además, el hebreo antiguo tiene un gramática muy rudimentaria. ¿Cómo sabemos CÓMO SE LEE el texto bíblico? Porque los masoretas del siglo VIII señalaron las vocales correctas.

 

¿De dónde obtuvieron ellos esa información? De un aprendizaje ORAL que fue preservado generación tras generación. Otra vez: la Torá Oral.

 

Y el de los masoretas no fue el único punto crítico. Por lo menos, el Judaísmo tiene bien identificados dos momentos claves en los que se pudo haber perdido el entendimiento más elemental de la Torá (la posibilidad de leer un texto inteligible): en las épocas de Ezra el Sófer, y en las épocas de Onkelos.

 

¿Cuál era el peligro? Simple: la Torá es un texto arcaico. Muy arcaico. Y los idiomas evolucionan. Entre Moshé y Ezra hubo, aproximadamente, ocho siglos. En ese lapso, los idiomas cambian radicalmente (simplemente, intenten leer un texto en español de hace ocho siglos, y a ver si entienden algo; en realidad, ni siquiera la letra van a entender; se necesita ser un erudito en español antiguo para poder hacerlo).

 

Y entre Ezra y Onkelos hubo otros ocho siglos.

 

¿Qué fue lo que garantizó que en su momento Ezra conociera el sentido correcto de la Torá, y ocho siglos después Onkelos también lo conociera?

 

La Torá Oral. Esa que no cambia pero se ajusta a la realidad de quien la enseña y de quien la estudia.

 

La Torá Escrita es aquello que está fijo y no cambia. Es lo que, al igual que Hashem, es Eterno e inmutable. Pero la Torá Oral es la forma en que eso Eterno e Inmutable se acerca a nuestra realidad y nos permite tener contacto con lo Eterno e Inmutable.

 

Decir que es un capricho de los rabinos es, de entrada, no tener idea de cómo evolucionan las religiones y las sociedades humanas. Y, por supuesto, no tener idea de lo que es la Torá. Tener la mira tan corta y el criterio tan limitado, que se prefiere confundir a la Torá con un recetario.

 

En el texto que leí y que me motivo a escribir esto, el autor en un momento dado dice «explíqueme, porque no entiendo…»

 

Ese es el único punto en donde estoy de acuerdo con el al cien por ciento. Realmente no entiende. Y así, sin entender, cuestiona, critica y se burla de los sabios de Israel.

 

El necio por todos lados demuestra que es necio.

 

Shalom y jag sameaj!

Zeitgeist

Año 1382 EC.  , Toledo (Reino de Castilla). Un hombre camina con decisión desde la Sinagoga a la Corte, en la que es reconocido y respetado como un influyente consejero.

Admirado en su comunidad, tanto su vida como la de los suyos es próspera y llena de bendiciones. Disfruta de la compañía de sus pequeños y de la de su buena esposa, así como de una caritativa familia. No le falta que comer y es agradecido.

Año 1591 EC., a poca distancia del mismo lugar, un descendiente de aquel hombre camina vacilante, dolorido y atormentado. Apenas se mantiene en pie, es empujado y humillado públicamente en la mismísima catedral para que sirva de escarnio.

 Está a punto de ser juzgado y condenado en un juicio “justo” oficiado por la “Sagrada Congregación de la Romana y Universal Inquisición.”

La confesión había sido previamente obtenida como legalmente correspondía. Es decir, que tras sufrir la asfixiante y dolorosa cuerda alrededor de su pecho en un pequeño asiento mientras prensaban sus pulmones para lograr que se delatara, tras tumbarlo en el “potro” asiendo su cabeza con una fría argolla y estirar sus miembros hasta dislocarlos; como decía antes, después de  seguir el procedimiento habitual para estos reos, habían conseguido su declaración.

Ciertamente y sin ningún lugar a duda, había estado judaizando y desviando del “recto camino a los hombres de bien”.

Cuando la pira de leña comenzó a arder y el humo ascendía inundando sus pulmones  robándole el poco aire que le quedaba, mientras una multitud enrabietada lo insultaba e increpaba,  ese hombre asustado pensaba dentro de lo que su extremo padecimiento le dejaba, “¿Cómo hemos llegado a esto?, ¿Cómo es esto posible?

Año 1917 EC., Berlín, Alemania. El viejo médico se dirige hacia Rykestrasse donde se ubica la sinagoga. A su salida y mientras se encamina a su domicilio, conversa con su joven hijo y le instruye en aspectos puntuales de su oficio.

Es un hombre dichoso en un hogar feliz.

El respetable doctor  es muy querido por la gente del lugar. Se siente afortunado de poder ayudarlos y de sentir el agradecimiento de esas personas.

Sabe que hace lo que debe y lo realiza gustosamente…

Año 1944 EC., Auschwitz II (Birkenau). Un individuo delgado y escuálido, arrastra sus pies heridos y encallecidos siguiendo a la multitud de personas que como él,  desnutridos, magullados y con sus cuerpos desnudos y endebles se dejan llevar por las indicaciones que una voz autoritaria de un soldado les dicta.

Recuerda las charlas con su padre, camino de casa, cuando era un niño radiante y lleno de mil ilusiones. Su rostro se ensombrece y su mente es asaltada por imágenes que le trasladan a la funesta noche de aquel 9 de noviembre de 1938. Aquellos hombres golpeando a su tío, destrozando el taller en el que tantas horas había trabajado. La noche en la que todo empezó; la  Noche de los Cristales Rotos.

Cuando las puertas de la gigantesca sala de duchas se cerraron tras ellos, sabía que algo no iba bien. Al ver a las otras personas que le rodeaban caer al suelo retorciéndose de dolor y miedo a medida que eran envueltos por una tétrica niebla química, pensó…- “¿Cómo esta pasando esto?, ¿por qué?, ¿cómo se ha llegado hasta aquí?

Estas son dos historias ficticias pero con grandes paralelismos a lo que millones de personas han sufrido a lo largo de la historia por el simple “delito” de ser judíos, de pensar diferente, o de ser críticos.

Podría seguir con la ficción y situarla en Roma, en la Rusia revolucionaria, en las Cruzadas, en Polonia, casi en cualquier país de Europa, incluso en Hebrón.

La lista es tristemente larga.

Año 2012 EC., cualquier lugar del mundo. Muchas personas creen que una conspiración sionista-norteamericana-occidental,  quiere el control mundial y esclavizar al resto del “mundo libre” controlando a todos los países que en nombre de su legitima religión-ideas-ateismo-etc. (intereses) se le oponen.

Es un sentimiento, una contagiosa manera de ver el mundo, que cada día crece y se expande utilizando nuestros miedos más ancestrales y que disfrazándose de pensamiento crítico, no es sino un nuevo sectarismo.

Para ello no dudan en mezclar sionismo con Israel, con judío, con hebreo, con terrorismo  y con muchas cosas más, porque la historia les ha demostrado, que no hace falta que sea verdad.

 Solo necesitan repetirlo mucho y a mucha gente para que se convierta en su (de ellos) verdad. Una que sea fácilmente digerible, con culpables que disimulen su ineficacia y sus errores. Sobre todo que sea excluyente, que apele al sentimentalismo, ha de ser dogmática y que sirva bien a sus intereses (petróleo, energía, poder, expansión,…) pero sobre todo, tiene que haber un o unos culpables claramente definidos.

Debe de ocultar que en realidad en el mundo actúan muchos grupos de diversa ideología y religión por el control de los recursos naturales y ha de parecer que todo es ejecutado por esa “conspiración (da igual lo que pongamos siempre que añadamos sionista o judeo)”.

El título que he elegido para este texto no es casual. Es una palabra alemana que viene a designar el clima social y cultural de una época.

Ahora, estamos viviendo una, muchas han sido y otras serán.

La mayoría no somos judíos. Tampoco lo eran los causantes de los lamentables y  verdaderos dramas antes recreados ni los de hoy en día.  Es por eso que tenemos aún más responsabilidad en que ello no vuelva a ocurrir.

Año 2020 EC, o 2030 EC, o 2040 EC, ¿Qué vamos a dejar que pase?, ¿hasta donde llegaremos esta vez?

Dejo una cita para la reflexión:

“Los judíos fueron acusados por los nacionalistas de ser generadores del comunismo; por los comunistas de regir el capitalismo. Si viven en países no judíos, son acusados de dobles lealtades; si viven en el país judío, de ser racistas. Cuando gastan su dinero, se les reprocha ser ostentosos; cuando no lo gastan, ser avaros. Son tildados de cosmopolitas sin raíces o de chauvinistas empedernidos. Si se asimilan al medio, se les acusa de quintacolumnistas, si no, de recluirse en sí mismos.”

Gustavo Perednik, España descarrilada, 2005.

¿Hasta cuándo?

El fuego de la buena intención

El hombre es un ser multidimensional: espíritu, mente, sociedad, emociones, cuerpo.
Los mandamientos que Dios ha ordenado a cada cual, Siete para los gentiles, 613 para el pueblo judío, proveen del mecanismo para armonizar nuestras dimensiones, llevarnos a la plenitud, de acuerdo a lo que nuestra esencia espiritual necesita.
Al judío no le basta con los Siete para las Naciones, sino aquellos que corresponden que cumpla de los 613.
Al gentil no le aporta directos beneficios espirituales cuando toma para sí mandamientos que son de los judíos, aunque de alguno de ellos puede obtener gratificaciones parciales en una u otra dimensión. Y sí puede ocurrir lo contario, que usurpe mandamientos de los judíos que tiene prohibido, y esa infracción lesione su integridad, lo aleje de su esencia, le nuble la conciencia, lo someta aún más al dominio del EGO. Es por ello que el gentil debe evitar propasarse en su anhelo por las cosas “de Dios”, no sea que por ansiar lo que no le pertenece, aunque sea con buenas intenciones, termine fracturado, en exilio, perdido, en esclavitud.
Mira lo que pasó a sacerdotes de Dios, hijos del Sumo Sacerdote, amados de Dios:

"Nadab y Abihú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, pusieron en ellos fuego, pusieron sobre él incienso y ofrecieron delante del Eterno fuego extraño que Él no les había mandado.
Entonces salió fuego de la Presencia del Eterno y los consumió. Y murieron delante del Eterno."
(Vaikrá / Levítico 10:2)

Si esto pasó con esta buena gente, llena de buenas intenciones, de familia “sagrada”, conocedores de Dios, imagínate que no pasará con el gentil que presume poder tomar para sí del patrimonio judío, y creerse más “santos” con esa intromisión y vergonzosa conducta…
No querido amigo, no añadas lo que no te corresponde. No dejes que el EGO te haga creer que serás más “santo” por usar lo que no es tuyo, por disfrazarte de judío, por tomar para tí preceptos que no tienen permiso tomar.
Pobres las almas de mesiánicos, netzaritas, falsos judíos todos ellos, así como los que se hacen pasar por descendientes de las tribus perdidas, o lo que se hacen pasar por judíos porque su apellido esto o aquello, o porque algún pariente emigró de España hacia América hace siglos. Pobres de ellos, gente perdida, esclavizada, tiranizada por el EGO, presos de religiones.
Viven en el infierno en este mundo y se preparan un infierno para la eternidad.

Cuando lo cierto es que el camino que Dios ha marcado para los gentiles es perfecto, es bello, es santo, es completo.
El noajismo es la respuesta a la mayoría de los males que aquejan a este mundo.
El noajismo es la clave para hacer de este mundo un paraíso terrenal.
Sin usurpar mandamientos de los judíos, ni tradiciones judías, ni modos que se acostumbra asociar con lo judío.
Lo judío es para los judíos, lo noájida para los gentiles.
Eso es lo que Dios ha decretado, por siempre.
Tengamos cuidado, no seamos como Nadab y Abihu que por querer hacer de más, llenos de buena onda, terminaron incinerados, irreconocibles, perdidos.

Ahora, conoce tu identidad espiritual, ámate, cuídate, vive a plenitud y comparte este mensaje de vida eterna con tus hermanos y con los extraños.

Tu poder MESIÁNICO

Sentirse impotente, serlo, es una constante en nuestra existencia terrena.
Realmente nuestro poder personal y colectivo es limitado.
Somos dependientes, frágiles, minúsculas partículas de polvo estelar que a veces cobran conciencia.
Somos infinitos espíritus pero reducidos a un pasar efímero, corto, pobre.

Para irnos acomodando nos vamos probando máscaras, vistiendo uniformes, cosechando trofeos, poseyendo, teniendo, creyéndonos nuestros propios cuentos, sufriendo, reclamando, quejándonos, padeciendo, viviendo de lo externo porque tememos a aquello que está en lo profundo.
Así vamos haciendo nuestra vida. Así dejamos correr el tiempo, hasta que llegamos a la tumba siendo desconocidos de aquel que está en el espejo.
Sumergidos en el Yo Vivido, alejados de la conciencia de nuestro Yo Auténtico.
Nos inventamos excusas, somos maestros en eludir, en negar, en olvidar, en imaginar alternativas que nos escondan a la conciencia de nuestro ser.
Tal cual la primera pareja humana hiciera:

«Cuando oyeron la voz del Eterno Elokim que se paseaba en el jardín en el fresco del día, el hombre y su mujer se escondieron de la presencia del Eterno Elokim entre el árbol del jardín.»
(Bereshit / Génesis 3:8)

Incapaces de confrontar su conciencia, hundidos en el miedo provocado por la impotencia, tras esclavizarse al EGO, así hicieron. Se ocultaron entre los árboles, se escondieron, trataron de no ser vistos, como si pudieran huir de Dios, como si los ropajes externos y las riquezas pudieran silenciar la voz sagrada de la conciencia que retumba en el interior de nuestro ser.
Allí, en nosotros, como parte nuestra, en la parte más sana de nuestro ser, está la voz que constantemente nos habla, nos bendice, pero nosotros optamos por oír otras cosas, hacernos los distraídos, narcotizarnos, perdernos. Por ello, estamos en el exilio, en la diáspora, en el destierro, fuera de nuestro hogar.

Estamos en exilio.
Porque nos sentimos impotentes fue que marchamos al exilio.
Nos mantenemos en el exilio porque hacemos esfuerzos para sentirnos en casa, cuando no lo estamos.

Si aprendiéramos a conectarnos con nosotros mismos, a armonizar nuestras diferentes instancias, a que el Yo Vivido no estuviera chocando y negando al Yo Auténtico, si dejáramos de lado las excusas, si no tuviéramos más religiones sino espiritualidad, si… si esto ocurriera, sería el fin del exilio, el inicio de la Era Mesiánica, personal y colectiva.
Porque, tenemos el poder.
Dentro de nuestra limitada existencia, en la finita vida del hombre, éste ya tiene poder.
Por supuesto que no el de Dios, ni de estar por encima de todo, ni de la auto suficiencia; somos y seremos dependientes, la cuestión no está en negarlo ni en fantasear con estados de existencia mágicos.
Como ciertamente describe Maimónides para la Era Mesiánica:

“No supongas que el Rey Mashiaj debe realizar milagros y maravillas, provocar nuevos fenómenos dentro del mundo, resucitar muertos, o realizar otros hechos similares… No debemos suponer que en los Días del Mashiaj (Era Mesiánica) se anulará algo de la naturaleza del mundo, o que habrá alguna innovación en la Obra de la Creación. Sino, el mundo continuará según su modelo… Nuestros sabios enseñaron: (Talmud Berajot 34B) no habrá ninguna diferencia entre el mundo actual y la era de Mashiaj excepto (nuestra emancipación de) la subyugación a las naciones. ”
(Mishné Torá, Leyes de los Reyes, Cap. 11: Ley 3, Cap. 12: Ley 1, 2)

Así pues, el fin del exilio, personal y colectivo, no conlleva cambios fuera de lo que es natural.
Fuimos, somos y seremos dependientes, limitados, impotentes, es bueno saberlo, reconocerlo y no por ello hundirse en la desesperanza, escapar con el EGO hacia el exilio, tal como venimos haciendo.
Solo Dios, repito, solo Dios es todopoderoso, independiente en absoluto.
Hasta el esperado rey de Israel, el Mashiaj, será un hombre, restringido a su condición de tal. Poseerá capacidades exquisitas, será muy sabio, muy comprensivo, muy refinado, pero solo un hombre. Con mucho poder, la que da el liderazgo, la que brinda la inteligencia aplicada al bien, la de la Torá, pero también con las flaquezas de todo ser humano. Nacerá, llorará, tendrá apetito, padecerá frío, se quedará dormido, le dolerá quizás una muela, se enfermará… será un hombre, muy bueno, muy justo, muy sabio, muy leal, un ejemplo, pero un hombre.
Lo dice claramente Maimónides, lo codificó como ley.

Te repito, en nuestra acotada existencia, YA contamos con el poder.
Tampoco es el ilusorio poder, la apariencia que brinda el EGO de dominar a los demás por medio de manipulación, ni el de la violencia, ni el de la imposición agresiva, ni el del autoritarismo en cualquiera de sus formas. Ya que este aparente dominio que surge del EGO no es poder, sino juego de poder, apariencia, delirio, enfermedad, impotencia trastornada en supuesto poder.

Es bien otro el poder que está en ti.
Es el de la conexión espiritual, el de tu ser esencial, el de tu espíritu.
Es el que te conecta constantemente con Dios, y a través Suyo con todo lo existente, en todo tiempo y lugar.
Es el poder de estar en paz contigo mismo y con el prójimo.
Cuando aprendes a armonizar tu existencia, a ser uno contigo, estás en camino de ser uno con el otro, uno con Dios.
Allí resplandece la Luz de Vida, el poder.
Se expresa por medio de la conducta bondadosa y justa, cuando haces el bien a otra persona sin esperar nada a cambio.
Cuando bendices en lugar de enfadarte, cuando le deseas buen día incluso a aquel que te molestó.
Cuando te arrepientes y reparas el daño que has ocasionado, y llevas a reparar y al arrepentimiento al que te lesionó.
Está aquí y ahora, que es el único tiempo y lugar que existe. No está en el pasado, ni tampoco en el futuro. No está en otro, ni siquiera en grandes sabios, sino en ti. Es TU esencia, tu conexión sagrada con Dios, que nadie más tiene, que nadie más puede hacer resplandecer. Es TU poder sagrado.
Cuando escoges la vida, y actúas para promoverla.
Cuando siembras alegría en otros, seguramente cosecharás alegría tú.

Conoce tus máscaras, aprende a usarlas y no a que te usen.
Toma conciencia del EGO actuar en tu vida, no te opongas a él, pero tampoco le sigas el paso.
Deja fluir las insinuaciones del EGO, deja que te haga sentir impotente, no luches en vano.
Enfócate en aquello que es bueno y justo puedes hacer.
Encuentra tu ser, ámalo, cuídalo, estarás en la plenitud de tu poder.

Para ayudarnos a comprender, compartir y experimentar esto, te pido que comentes, compartas con tus amigos y redes sociales, pero especialmente que lo lleves a la práctica.
El que se beneficiará, eres tú.
Puedes salir del exilio y ayudar a que el mundo avance hacia la Era Mesiánica.

Harás lo que hace la mayoría

Un titulo un poco curioso porque obviamente sostiene que debemos hacer lo que hace la mayoría pero estoy equivocado al escribir ese título, ¿lo estoy?, ¿no pasa?, ¿no paso en épocas anteriores? ¿La gente siempre hace lo que desea? o ¿está en cierta manera influenciado por su entorno? Debo señalar que nosotros podemos hacer lo que queramos mientras no perjudiquemos a terceros pero que sucede cuando la mayoría teniendo prácticas, ideologías, pensamientos particulares intentan influenciarnos para que los sigamos.

¿Sucedió esto antes? Si, ¿cuándo? Por ejemplo, en las revoluciones. Si hay una revolución en Australia para dejar de ser colonia inglesa y los revolucionarios enlistan soldados pertenecientes al pueblo y hay uno que se niega. En el caso de que el movimiento revolucionario gane, aquel que se negó seria visto como un apátrida o como un traidor.

Otro ejemplo es el del nazismo en Alemania y el fascismo en Italia, aquellos que no apoyaban el movimiento eran tratados como parias y posteriormente eliminados, ya sea enviándolos a campos de exterminio, matándolos rápidamente o exiliándolos.

Otro ejemplo fue el impuesto en Europa en la época ultra cristiana. La suerte de los que no eran cristianos era incierta, por un lado eran forzados a convertirse, por la otra parte, en caso de no convertirse eran obligados a exiliarse y además en el punto crítico ya eran asesinados pero siempre hay una cualidad en común y es el uso de la fuerza.

Otro modelo de lo que digo fue en el caso de la revolución en Rusia. Aunque esta en parte relacionado con el segundo párrafo. Lo que voy a plantear a continuación es que los que no siguieron el movimiento revolucionario eran tratados como enemigos y no me refiero solo a los que apoyaban el modelo zarista sino que aquellos conscientes de su identidad como un judío ortodoxo, eran vistos como contrarios con la excusa de que la ´religión´ es una práctica antirrevolucionaria.

En la actualidad es más sutil la situación, propagandas que promueven la degeneración, cortes de justicia ineficientes, personas egoístas que solo piensan en lo que los beneficia y no lo que beneficia o perjudica a la sociedad. Hay un hecho que no podemos negar y es que nosotros si seguimos así; no vamos a ser destruidos por armas nucleares como muchos aseguran. Si vamos a ser aniquilados por nuestra baja moral y ética, sumergiéndonos en un pozo del cual es difícil salir (con este párrafo solo apunto a la humanidad, es decir noajidas y judíos)

Para terminar voy a decir que estas situaciones de masificación social ya se han vivido en épocas anteriores. Aun así se ha salido adelante a veces por la fuerza y a menudo por imposición pero siempre la consecuencia de esta clase de acontecimientos ha dejado millones de muertes y personas sufriendo por las mentes retorcidas de algunas personas.