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El consejo diario 357

Concentrarnos en el valor y belleza de las cosas profundas de la vida diaria,
es toda la “teología” que precisamos en nuestra vida.

Personalmente, una verdadera opción para vivir a plenitud, gozando al máximo de la bendición constante que emana de lo Alto.

 

(http://fulvida.com/fortalecimiento/pensamiento/el-relativismo-de-lo-relativo#comment-33634)

¿Quién está sordo?

El anciano marido especulaba que su esposa estaba sorda.
Entonces intentó comprobarlo, para aconsejarle que fuera al médico.
Así que, mientras ella leía el diario, se ubicó a 15 metros de distancia y la llamó: “Querida, ¿puedes oírme?”… y no hubo respuesta.
Se aproximó 5 metros, la volvió a llamar: “¡Querida!”… y nada.
Ahora estaba a unos pocos pasos de su esposa, y dijo: “Mi vida, ¿me oyes?”… y silencio.
Cuando se paró frente a ella para intentarlo una vez más, ella corrió el periódico de frente a su rostro, y le dijo a su marido: ¿Qué quieres, que ya tres veces me has llamado, te respondí y no me dijiste nada?

A veces, podemos considerar que son los otros los que están sordos, los equivocados, los prejuiciosos, los que están mal… pero, ¿nos fijamos en nosotros con atención?
Realmente, ¿escuchamos, entendemos y con cordura sacamos alguna conclusión?
O, simplemente, ¿creemos que nuestra pequeña parcela de conocimiento está bien… y con esa creencia nos conformamos?

Autoestima y modestia

Se cuenta que la esposa del Gaón de Vilna junto a una amiga suya solían recolectar dinero entre los acaudalados para entregarle a los pobres y necesitados.
Gran parte de su tiempo y esfuerzo lo dedicaban a esta tarea noble, con la única recompensa de saber que estaban ayudando al prójimo tal como Dios quiere.
En una oportunidad fueron a la mansión de un judío adinerado y reconocido por ser un gran sabio en Torá, allí estuvieron golpeando a su puerta un largo rato y nadie abría.
Luego de intentar y seguir intentando se dieron cuenta de que el dueño de casa no estaba en ella, por lo que decidieron marcharse.
Estando a unos metros ven que la carroza del rico hombre está llegando, y entonces ambas corren hacia ella gritando ‘aquí llega, aquí llega’.
El judío rico hace detener su vehículo y desciende para ver qué querían estas dos buenas señoras.
Tras escuchar el pedido de dinero para los pobres que le hicieron, el hombre extrae un fajo de billetes y se lo entrega a la amiga de la esposa del rabino, y sólo a ella.
La esposa del Gaón se sintió dolida, y preguntó: ‘¿Por qué sólo a mi amiga? ¿Acaso hice algo para que usted no me tenga confianza?’
Y el buen hombre responde: ‘No se ofenda estimada señora, ¡cómo podría pensar mal de una mujer noble como usted! Solamente quise enseñarle algo. Su amiga corría con sus manos extendidas en dirección al carruaje, como queriendo alcanzarlo más pronto y detenerme velozmente, pues parecía poseída de un enorme ánimo para cumplir con la mitzvá que estaba cumpliendo. Mientras usted, solamente gritaba y corría, sin extender sus manos, como si le faltara confianza en la santa tarea que estaba haciendo. Téngase confianza y su labor será mucho más brillante que hasta ahora’
Preguntas:

  • ¿Cómo se puede relacionar este relato con el tema de la autoestima?

  • ¿Por qué autoestima puede ser sinónimo de humildad?

  • ¿Cuál era la ventaja de la amiga de la esposa del rabino?

  • ¿Cómo actúas tú habitualmente, a las órdenes del EGO o a las órdenes del BIEN?

La sabia modestia

Moshé,
el sabio, sagaz, humilde, noble, justo, amigo del Eterno, el profeta del cual todos los profetas son epígono,
Moshé,
monta en cólera contra sus sobrinos,
los dos hijos de Aarón,
Elazar e Ithamar (Vaikrá / Levítico 10:4).

El enojo se debió a una cuestión halájica,
de normativa legal,
de cumplimiento fidedigno de los designios de Dios para las personas,
en el suceso que nos interesa,
la cuestión era relativa a ciertos procedimientos de los sacrificios.

Al parecer,
podría calificársela como una ira justificada,
del maestro hacia sus indolentes discípulos.
Sin embargo,
no lo fue.

Ya que, como enseñan nuestros venerables Sabios (TB Pesajim 66b):

"Un estudioso de Torá que demuestra enfado o arrogancia, pierde momentáneamente su sabiduría; y un profeta su don de profecía".

Y en la misma página talmúdica, otra sentencia de los Sabios nos instruye que:

"Aunque en los Cielos le reservaron grandeza, el encolerizado se fabrica insignificancia".

La razón estaba del lado de los dos sacerdotes, injustamente acusados por el buen Moshé,
quien por un instante de enojo,
olvidó la halajá -norma- que le enseñará al respecto Dios.
Su hermano Aarón se la tuvo que explicar,
y siendo Moshé como era,
un hombre bueno y humilde,
pudo contener el enojo, abrir sus oídos y mente, para comprender aquello que le estaban queriendo explicar, y
finalmente se apaciguó y comprendió que había estado en un error.
(¡He ahí, precisamente, la mayor grandeza de Moshé! Pues, no es virtuoso el que dice que nunca ha pecado, sino el que dice que pecó y que reconoce el error y por eso trata de no volver a cometerlo).

Nosotros,
individuos que en general estamos muy lejos de la altura espiritual y sabiduría de Moshé,
¿no deberíamos ser excesivamente modestos y cuidadosos en nuestra conducta, para apartarnos de malos sentimientos y por tanto de pérdidas (muchas veces) irreparables?

 


Notas:

-Por medio de la Cabalaterapia, la persona se entrena en la modestia y el buen manejo de las energías, evitando así el sufrimiento que provoca la ira, el orgullo y la desesperanza.

Relato

Ya de muy niña Isabel se había dado cuenta de un hecho curioso: cuando su gallo cacareaba, el sol salía sobre el horizonte.
Al ir creciendo, descubrió que era un hecho científico: ¡el sol salía si su gallo cantaba!

Una tarde el viejo gallo tuvo la extraña idea de morir.
Por esta traición la consternada Isabel corrió a conseguirse un gallo joven, antes siquiera de que la sangre se enfriara en el viejo.
Con ansia y angustia aguantó la respiración hasta el amanecer siguiente, cuando aliviada reconoció que el nuevo gallo mantenía, como el anterior, a punto la salida del sol.

Orgullosa y feliz anunciaba siempre a sus conocidos y vecinos la enorme responsabilidad que pesaba sobre sus espaldas y sobre las plumas de su gallo, la de hacer que el Cosmos estuviera ordenado y la luz y calidez inundara la Tierra.

Los conocidos y vecinos sonreían y la felicitaban, mientras con burlona tristeza comentaban a sus espaldas lo desquiciada que estaba.

Preguntas y datos para meditar y profundizar:

  • ¿Cómo se puede relacionar este relato con el comentario que brindamos de la parashá?

  • En su vida, ¿cuál es SU gallo que tiene el poder de ordenar el Universo?

  • En los salmos leemos: "Aunque el Eterno es sublime, mira al humilde; pero al altivo lo reconoce de lejos." (Tehilim / Salmos 138:6).

    • ¿Por qué Dios prefiere al humilde, y tiene alejado al orgulloso?

    • ¿Es Dios realmente el que aleja al vanidoso, o es éste el que se aleja de Dios?

    • Dios es el más Alto entre los altos, el Señor de señores, y sin embargo Él presta especial atención al modesto… ¿cuál debiera ser la moraleja para nosotros, finitos humanos que nuestra importancia no alcanza ni una fracción de una fracción de la grandeza de Dios?

  • El inspirado David cantó a Dios: "Salvas al pueblo humilde; pero Tus ojos humillan a los altivos." (2 Shemuel / II Samuel 22:28).

    • ¿Señalar las similitudes entre este versículo y la enseñanza dada en nuestro comentario?

    • ¿Por qué el resultado del orgullo es que a ojos de Dios sea humillado el vanidoso?

Algo breve pero sabroso sobre Purim

Es Purim una fiesta de contrastes.
Es Purim una fiesta de misterios y secretos.
Es Purim la fiesta más mundanal, en apariencia y hechos, pero que resguarda profundas enseñanzas para hacer de la vida cotidiana un paraíso terrenal.
Es Purim un momento de alegría sincera, pero que esconde un enorme caudal de Luz para ser estudiado y aplicado como método integral de desarrollo, que conjuga las dimensiones interiores con las exteriores en un resultado esplendido.
Te animo a que ahora y mañana, día de la celebración, festejes a pleno como judío que se ha salvado del exterminio a manos del enemigo poderoso, y aquello que te corresponda como noájida que celebra juntos a sus socios judíos la redención. Y ambos, celebremos el triunfo sobre el EGO, sobre la pobreza multidimensional, celebremos que la historia de Purim nos provee de claves para ser felices siempre, gozoso de la bendición del Eterno sin pausas y sin excusas. Gocemos, porque tenemos las herramientas para ser realmente poderosos, al máximo de nuestras capacidades. 
Pasado mañana comienza a quitarte las máscaras, no solamente las que es costumbre usar para el festival, sino aquellas que desde el nacimiento te han mandato y has adquirido.
Jag Sameaj.

Este es el momento

De acuerdo a la tradición judía, como preparación para la festividad de Pesaj, el mes previo (que comienza al concluir la festividad de Purim) es tiempo de limpiezas internas y externas, es por tanto una invitación a recrearnos.
En estos días, una fuerte concentración de energía espiritual está disponible para que la aprovechemos en transformaciones decisivas y potentes; pues el período de introducción a Pesaj es el momento propicio para sacudirse las caretas impuestas por el servilismo al EGO y renovarse.
Es la fase del año destinada a derrocar a Faraones y Amanes (personificaciones del EGO), para abrir las murallas de las celdas psicológicas, redimir a los oprimidos, liberar a los esclavos, crecer en armonía y bienestar.
Así ha sido diseñado por el Creador desde el comienzo de los tiempos, pero no tenemos conocimiento de esto, ni contamos con herramientas para beneficiarnos del potencial disponible para nosotros.
Personas y situaciones (sea en su totalidad o en parte), tal como vienen siendo, tienen la puerta entreabierta para mutar o dejar de ser, y pasar a existir de una forma novedosa, con mayor poder real, en la cual la conciencia multidimensional permite crear nuevas y mejores perspectivas.

Pero, el EGO se refuerza también, pues al sentirse en peligro redobla sus trampas de manipulación y encarcelamiento de la persona.
El EGO está habituado desde el primer instante de vida terrena a dominar, con su pobre poder, por lo que no dejará fácilmente su trono ni dará redención a los oprimidos.
Hará lo que pueda para ejercer su oscuro dominio, y no se inmutará ni ante plagas o castigos sucesivos, ya que para todos encontrará excusas y métodos para continuar agobiando al alma de la persona.
El EGO, montado sobre el sentimiento de impotencia se aprovecha para no darnos paso a la libertad y la conciencia multidimensional.
Los esbirros del EGO, la gente que ha bajado los brazos ante la impotencia y se hunden completamente en su servilismo al EGO, por estas fechas también andan muy activas, pero no en limpiar sus almas y crecer, sino en ir diseminando mentiras, provocando discordias, generando caos, falsificando versiones, golpeando a inocentes, estropeando construcciones pacíficas, anulando tratados de verdadera paz, asesinando al bien y al inocente.
Como agonizantes desesperados, patalean, gimotean, llorisquean, insultan, gritan, agreden, berrean, maltratan, destruyen, bloquean, estafan, aterrorizan, simplemente para mantenerse con un pequeño hilo de vida, con la fantasías de que están en realidad vivos y valen algo sus existencias, a las órdenes de su Amo el EGO.
No nos extrañemos pues que por estas fechas, cada año, abunden las manifestaciones del mal provocado por el hombre, de manera más o menos ampulosa, puesto que en la guerra entre la Luz y la oscuridad, los enemigos de la Luz se apuran para no ser derrotados.
(Atención, no son guerras místicas de ángeles ni demonios, ni de Jedis contra Siths, o “buenos” y “malos”, por lo general este lenguaje poético que emplee es una descripción de luchas internas de cada persona, entre tendencias individuales naturales aunque algunas de ella se encuentren fuera de lugar y de enfoque. Sin embargo, el hombre es un ser ecológico, sus luchas internas necesariamente repercuten y afectan a la comunidad y al entorno. Los que son siervos del EGO por lo general no solamente se afectan individualmente, sino que también provocan cambios negativos a los demás.)

La culpa, trayendo imágenes del pasado (real o fantaseado); y el miedo, provocando fantasías acerca del futuro, nos bloquean de confiar y gozar a plenitud en el presente.
Por lo cual, es necesario aprender y entrenarse a vivir en el presente, concentrarse en lo que estamos experimentando aquí y ahora, y dejar de estar pendientes de lo que está por fuera de esta dimensión del ser.
Por supuesto, acarreamos un pasado.
También, debemos ser conscientes de las consecuencias de nuestros actos actuales en la construcción de nuestro futuro, y en la existencia de los demás.
Sin embargo, si no sembramos ahora, ¿qué cosecharemos mañana?
Vivamos el momento, hagamos nuestra parte, seamos constructores de Shalom sin permitir que nada nos desequilibre de nuestra ruta sagrada.
Cuando digo “vivir el momento”, no estoy justificando cualquier acto o perversión, ni siquiera aquellos nefastos pero escudados en lema bien intencionados. “Vivir el momento” es precisamente eso que quise decir. VIVIR, en su real expresión, que solamente se consigue con la plenitud en cada una de nuestras dimensiones existenciales.
Esto es, aquel que se hunde en vicios, difícilmente pueda decirse que esté “viviendo”, sino más bien está “pasando por la vida”, o quizás “sobreviviendo”.
Aquel que se ajusta a máscaras para rechazar su propia cara, es decir, se comporta de acuerdo a identidades que no le corresponde, tampoco está viviendo a plenitud, sino actuando como un actor mediocre en el escenario teatral de la vida.

Por ejemplo, hay tantos “noajUdas” que se la pasan merodeando instituciones judías, repitiendo como ecos huecos palabras hebraicas, angustiándose para realizar rituales que remeden ritos judaicos, llenándose de anhelos por aparentar ser judíos o algún día convertirse a judíos… ciertamente no están viviendo, ni hallando plenitud en sus vidas, ni desplegando sus dimensiones internas y externas hacia la cima de sus potencialidades. Sus vidas son pantomimas, mascaradas, obras patéticas llenas de dolor y miseria, aunque las pueblen de risotadas, aplausos, cancioncitas jasidea, barruntos rabínicos, comentarios sabihondos en foros de internet, etc.
Su rechazo a su identidad noájica, en pos de vivir como una sucursal pobre y desamparada del judaísmo, no es más que la manifestación evidente (para el ojo conocedor) de una vida miserable, dolorosa, iracunda, llena de terror y culpa. Una vida gobernada por el EGO, que deplora su condición natural y sagrada de noájida para disfrazarse de otra cosa, de algo que se supone se desea, pero que en el fondo (y ni tanto) se odia sobremanera.
Y así como este ejemplo de los “noajUdas” te podría haber mencionado a los falsos judíos mesiánicos, a los fanáticos de cualquier religión, a los extremistas de todo tipo, a los que traicionan, a los místicos, a los falsos cabalistas, a los que se hacen pasar por seres de luz pero son miasma caótica, a los que estafan, a los que roban, a los que depredan, a los que son agobiados por su orgullo o su ambición, etc.

Si tenemos a la vista la brújula los mandamientos divinos que nos toca cumplir, difícilmente haremos de nuestra vida un desperdicio.
Pero, tampoco hagamos de los mandamientos un ídolo, ni de pretender perfeccionarnos en ellos un ejercicio de escapismo a nuestra meta de desarrollo integral, pues está en nosotros desplegar nuestra multidimensionalidad a su máxima expresión.
Ejemplo, el noájida que se detiene a meditar y barruntar si el dar caridad es parte de los mandamientos que le competen o no, y si está haciendo algo sagrado al ser caritativo, cuando de hecho no hay un mandamiento noájico sobre el ser caritativo. Mientras tanto, mientras pierde tiempo y energías en debates inútiles, deja de actuar como constructor de Shalom, no abona a la tarea de perfeccionar al mundo, dejan de ayudar al desamparado, etc.
Todo EGO y más EGO.
Así pues, que los mandamientos no sean un ídolo, es parte de la tarea que debemos afrontar cada día en nuestro triunfo sobre el EGO.

Las excusas que ideamos se multiplican, por eso los obstáculos se acrecientan.

La vida y sus lecciones se presentan como desafíos que deben superar por medio de atenerse a la sabiduría y guía divina, expresadas en el manual de vida llamado “Torá”.
Torá judía, para los judíos.
Torá noájida, para los noájidas.
La Torá noájida es simple y sencilla, pero perfecta y sagrada: Siete Mandamientos Universales.
De los cuales se derivan reglamentos y modos de vida que conllevan plenitud del gozo de la bendición que constantemente se está recibiendo de lo Alto.

Los retos cotidianos suelen ser provocados por nuestro EGO, o el EGO de otros.
Son pocos (comparativamente) los acontecimientos a sufrir a causa de desgracias de índole natural, ajenos al EGO.
Por tanto, sea cual fuera el origen del padecimiento, al aprende a tomar conciencia y vivir conectados con la Luz omnisciente de nuestro interior, al tomar conciencia de nuestra esencia espiritual y nuestra conexión con Dios, estamos en disposición para llevar el padecimiento a su mínima expresión y encontrar caminos de plenitud incluso en la oscuridad.

El EGO emplea tu energía para encarcelarte y dominarte.
Eres tú quien provee al EGO de su aparente poder.
Si dejas de derrochar tu energía en culpas, miedos, enojos estarás en posesión de un poder casi ilimitado para romper con tus dificultades y gozar de la bendición constante.

Confía en ti mismo, en tu Yo Esencial.
Confía en Dios.
Admite que sientes miedo, que dudas, que te aterra el futuro, que temes tomar malas decisiones, que te sientes atrapado por el pasado, que te sientes impotente y por ello te enojas y amargas.
Admítelo, no lo niegues.
Sé consciente de tus limitaciones.
Pero no te quedes solamente en ello.
Luego de reconocerlo, déjalo de lado.
Si tienes miedo, igualmente hazlo.
Si dudas, toma una decisión y llévala a la práctica.
Si te aterra el futuro, vive el presente a pleno.
Si no has sido hábil en tus elecciones pasadas, entrénate en reconocer, analizar, evaluar y decidir.
Si estás atrapado por el pasado, es porque no vives el presente.
Si te sientes impotente, quizás lo seas, pero tu manera de reaccionar no te hace más poderoso, sino más y más impotente.
Si estás enojado y amargado, reconócelo pero no te llenes de estiércol ni lo eches encima de los demás.
Si te equivocaste, REPARA.
Si te olvidaste, recuerda.
Si erraste, existe el arrepentimiento completo y sincero (teshuvá).
Si fracasaste, no te quedes empantanado en el fango, ahogándote más y más en él.
Si actuaste movido por el EGO, muévete al compás del altruismo.
Si negaste tu identidad, aprende a conocerla, amarla, respetarla y armonizarla con tu multidimensionalidad.
Si vives penando, ¡disfruta! Dios te da de continuo bendición y todo lo que precisas, eres tú quien se niega a gozarlo.
La vida es bella, pero la afeas con tus cadenas al EGO.
Goza, piensa en grande, vive a pleno.
Si te parece que todo esto es palabrería muy complicada o vacía, ¡tienes razón! Porque esto que te cuento ahora no es para ser contado, sino para ser vivido…

¿Por qué seguir postergando decisiones?

Este es el momento…

Reconocer al EGO

¿Cómo saber si tus pensamientos, sentimientos, acciones, palabras, son provocadas por tu EGO?

¿Acaso disfrutar de lo bueno de la vida, sin atormentarse por culpas, es sinónimo de ser esclavo del EGO?
¿Acaso estar pendiente de que cada palabra o acto no sea originada en el EGO, es esclavizarse al EGO?
¿Acaso vivir sin importar lo que los demás opinen, sientan, consideren, es ser víctima del EGO?

¿Cómo puedes saber cuando estás actuando bajo el dominio del imperio mediocre y oscuro del EGO?

Te brindaré UNA respuesta, que probablemente cubra la mayoría de las situaciones en las cuales podrás discernir si estás operando a la sombra del EGO.
Es una respuesta, no necesariamente la única o definitiva, tenlo presente.

Repasemos brevemente lo que ya hemos enseñado.
Al nacer nos vemos sumergidos en un océano infinito de dolor, miedo, enojo, angustia.
Todos junto forma el terrible estado y sentimiento de impotencia original del humano.
Sentimiento que se marca a perpetuidad en los recovecos de su memoria y le acompañará a lo largo de su vida.

Ante esa invasión espantosa, el hombre dispone de una única herramienta protectora, a la que denominamos EGO.
Nace como una armadura, tosca, recia, insufrible, rudimentaria, pero útil para lo que fue diseñada: proteger al recién nacido del terror mortal de la impotencia.

Las armas con que cuenta este EGO son (en este artículo) escasas, algunas de carácter pasivo y otras activo.
Las activas son: llanto, gritos, pataleo.
La pasiva es la huida, básicamente en el neonato: dormir.

Estas herramientas son efectivas para resguardar a la persona, aliviarle el pesar inmenso de la impotencia, proveerle de auxilio externo, recibir atención, sobrevivir.
Son herramientas que serán usadas en lo sucesivo por el niño, quien se irá perfeccionando en el arte de manipular a los demás por medio de ellas.
Con el paso del tiempo y las interacciones estas armas serán sostenidas o a partir de ellas se elaborarán otras, similares pero más “adultas”. Por ejemplo, el llanto pasará a ser gimoteo lastimoso o quejas; el grito será un insulto o una ironía; el pataleo un golpe o una agresión emocional; la huida adquirirá otras facetas, tales como el fantasear, el delirio, la negación, el rechazo, el olvido, la distracción, el aburrimiento, la torpeza, entre otros.

Repasando: el EGO es beneficioso en los primeros momentos de vida, pues es la zozobrante tabla de salvación a la cual recurre instintivamente el niño para sobrevivir el impacto aterrador del nacimiento.
El EGO es necesario en alguna que otra ocasión más adelante, pero sería beneficioso que el EGO dejará paso a un control más desarrollado y eficiente de las cuestiones vitales.
El EGO recurre a recursos innatos para alcanzar sus objetivos de supervivencia: gritos, golpes, llanto y huida.
La persona que se mantiene esclavizada al EGO y actúa, habla, piensa, siente a través de su filtro estará usando (o abusando) de alguna de estas armas primarias, o alguno de sus derivados, como manera de manipular a otros, pretender controlar la realidad ajena al dominio personal, o anestesiarse a la percepción de su estado de impotencia. Para ni tener miedo, no angustiarse, no sufrir y manejar de alguna manera su enojo.

¿Hemos respondido a las preguntas iniciales de este artículo, especialmente a la primera?
¿Contamos ya con una guía para tomar conciencia de nuestro estado de servilismo ante el EGO?

Espero tus comentarios, son una buena retroalimentación y manera de crecer juntos en conciencia y libertad.
Gracias por acompañarme en este viaje.