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La bendición de ser IRHE SHAMAIM.

Este escrito va dedicado a las personas que
pudieran sentir cierta soledad al no pertenecer,
  a pesar de ser creyentes del Único Dios, a
ninguna religión organizada como tal. Gran error.

Antes de nada decir que yo me he visto en tal
situación durante algún tiempo, hasta que pude madurar mi espiritualidad
gracias, sobre todo,
  a conversaciones
mantenidas con el Lic. Yehuda y que han posibilitado darme cuenta de las
bendición que es, llegar a ser un creyente gentil. Por otra parte, durante toda
aquella época, pretendía ser lo que no era, si no somos judíos, simplemente no
lo somos; es posible que deseemos la conversión, pero no es necesaria, Dios es
el único Dios para todos, para toda la humanidad:

Veamos, volvamos nuestra vista al Bereshit,
(génesis) (Advertencia: esto no es un estudio de la Torah, un estudio serio de
ella supone una preparación especial que sólo un erudito estudioso de la misma
posee, principalmente un rabino)

 Si lo
comparamos con las mitologías o leyendas de otras tradiciones culturales, nos
damos cuenta enseguida que la mayoría de los dioses de otras épocas son
descritos como dioses de una ciudad, de un pueblo (la denominación de Dios de
Israel no debe llevarnos a equívocos, obedece a motivos que exceden este
artículo)… en el Bereshit Dios es el Creador de toda la humanidad y, algo muy
importante, establece una relación con su creación.

Si seguimos la comparación con mitos y leyendas
vemos que normalmente el hombre es una creación debido a un error (mitos
indios) y resultado de muchos ensayos de humanos diferentes, también debido a
que los dioses necesitan esclavos, (mesopotamia), etc. Frente a ello el primer
libro de la Torah
nos muestra que El Creador hace al hombre a su imagen y semejanza (¿Qué más prueba
de la dignidad que nos reserva? ¿qué más prueba que nuestra soledad es
ficticia?) y, además, se relaciona con él dando libertad (por ello haciéndonos
responsables de nuestros actos) y realizando pactos, acuerdos, alianzas… es
decir, sin imponernos nada. (¿Qué más prueba de su misericordia?)

Mucha gente suspira por pertenecer al pacto que se
realizó con Abraham, Isaac y Jacob… pero se olvidan que ya antes, (Abraham no
aparece hasta el capítulo 12) ya se
había celebrado un pacto con toda la humanidad en la persona de
Noaj (Noé). Cumpliendo lo pactado en esta alianza el gentil cumple su misión en
la tierra en espera del mundo venidero.

Regresemos 
la lectura del Bereshit; Hemos visto que nos muestra a Dios, un único
Dios creador de todo el género humano, que “se preocupa” por su creación, no es
un Dios lejano que se aisla, sino que busca una relación con el ser humano. Y
vemos también que el plan inicial es la que el ser humano sea feliz, lleno de
dicha. Pero esta dicha que Dios nos había reservado en el primer tiempo, se
rompe por el propio ser humano, la confianza se rompe, pues el ser humano va a
confiar más en otro ser (la serpiente) antes que en su Creador.

Se produce una separación, que no ruptura
(enternece leer lo escrito en el versículo 21 del capítulo 3 en pleno proceso
de expulsión del paraíso), con su Creador y por ello con su propia naturaleza,
y a la postre, separación con otros seres humanos.

Dicha separación será el comienzo del sufrimiento
humano, y el nacimiento de una añoranza, de un anhelo de regreso al paraíso
perdido, de vuelta con el creador.

La misericordia de Dios es infinita y no se agota
en un acto de deslealtad, de falta de confianza, y no nos abandona. Dios
nos va a facilitar un camino para mitigar ese anhelo y todo ello a pesares que
esta separación que se había iniciado con Adán se ha ido incrementando en las
sucesivas generaciones (y el hombre ha ido adorando a sus propias invenciones),
a pesar de todo ello, Dios vuelve su vista a la humanidad representada en un
hombre: Noaj, para celebrar un nuevo pacto, una nueva alianza.

En una humanidad cada vez más corrompida, más
orgullosa (falta de humildad) más desleal con su creador… más alejada de Él, un
hombre va a merecer el Favor Divino. ¿El motivo? La Torah sólo nos cuenta de
Noaj que era un hombre recto y honrado y andaba en los caminos de Dios (6: 9)
De otras motivaciones nada se dice, la tierra estaba corrompida y llena de
crímenes y violencia, todo ser viviente se había corrompido en su camino en la
tierra (6: 11,12) pero Noaj era probo y justo, que andaba en los caminos del
Señor.

Aquí tenemos la esencia de la relación correcta
con el creador, la confianza en Dios, y en sus caminos, la rectitud (“Mi escudo
es con Dios, que salva a los justos de corazón”, salmo 7: 11).

La vida recta de Noaj, favoreció la relación con
Dios, del mismo modo que la vida del malvado hace que se hunda él mismo
(“<<El malvado>> se cava un pozo y cae en él, en el foso que él
mismo hizo”, salmo 7: 16).

¿Qué aprendemos?

Dios nunca ha abandonado al género humano, es éste
el que, mal usando su libertad, se aleja de Dios. Y el hombre recto se halla
cerca de Él.

Volviendo a Noaj: gracias a su rectitud se va a
establecer un nuevo pacto, vigente a día de hoy, un pacto no diferente al que
Dios había ya inscrito en nuestros corazones (y que permitía la justicia innata
de aquellos que Le buscan, confían y Le son leales) y se va a concretar en una
serie de normas básicas para una vida recta en los caminos del Señor:

Estas normas son concretan las siguientes Mitzvot, mandamientos que todo ser humano debe
cumplir:

1. Creer en la unidad y unicidad de Hashem; No idolatría

2. No adorar otros dioses; No blasfemia

3. No asesinar; (desde Caín y Abel… que ofensa al propio Creador)

4. No robar; Nuestro sustento hay que ganarlo por medios dignos y honrados

5. No mantener relaciones sexuales prohibidas; las relaciones sexuales
incorrectas que tanta inmadurez provocan a la par como causa y efecto

6. No comer carne de un animal vivo; Al hombre se le da el dominio sobre otros
seres, se convierte en guardián y continuador de la obra divina. El causar
sufrimiento innecesario nos aleja de la bondad inicial y, por tanto, también
nos aleja del que es BUENO.

7. Instituir un Código Legal; Es, en cierto sentido, continuar la labor
divina estableciendo normas de justicia (no se habla de leyes sin más u otras
normas, desgraciadamente la historia nos muestra demasiados casos de normas de
diversos gobernantes que no han sido precisamente justas) que faciliten la
armonía.

Cada uno de ellos ha sido suficientemente explicado y desarrollado otros
textos que el lector puede encontrar en está página web. De todas formas un
mero recordatorio explicativo de estos hermosos y sencillos preceptos que
encauzan a esta vía podría ser: Evitando la idolatría y la blasfemia se está
posibilitando una relación sin estorbos, ni intermediarios con nuestro Creador
(en Él confiamos, sólo en Él, ni en ídolos ni otras falsedades, sólo en sus
caminos, no en los creados por hombres u otros seres)

Evitando el asesinato, el robo, eliminamos la mayoría de males que aquejan a
la humanidad. Evitando el adulterio y otros usos indebidos de la sexualidad,
evitamos sufrimientos (al igual que no haciendo sufrir innecesariamente a los
animales) a la par que establecemos una vida sana, alejada de la mentira y base
de una sociedad estable.   

Basados en estos principios, la creación de normas y tribunales de justicia
(repito: DE JUSTICIA) sirven para superar las posibles diferencias entre
hombres y evitar las maldades que tanto han dañado el camino de los hombres
sobre la tierra.

Sólo quiero recalcar dos cosas:

                         
Noaj no halló la gracia ante Dios
por ser de una nación, raza o tribu en concreto, ni por haber hecho grandes
cosas, sino por ser justo y confiar en
su Dios.

                         
Dios nunca, a pesar de nuestras deslealtades, nunca nos ha
abandonado;
  siempre ha estado cerca de
aquellos que se han mantenido en sus caminos: (“El Eterno se acerca a todos los
que Le llaman, a todos los que Le invocan en verdad” Salmo 145: 18) Es nuestra
responsabilidad el camino que escogemos.

Si con la expulsión del paraíso se produce una separación del hombre de su
Creador, estos preceptos facilitan el acercamiento y preparan correctamente al
hombre para que ocupe su lugar en le mundo venidero (OLAM HABÁ). Sólo cumpliendo
adecuadamente estos preceptos un gentil, se convierte en un Jasid Umot Haolam,
un piadoso entre las naciones, la observancia de estos preceptos nos hace
hombres justos y rectos; en otras palabras:

Nos hacemos semejantes a aquel Noaj que un día halló
gracia y misericordia a los ojos de Dios.

Por todo ello no dejo de sentirme orgulloso de ser un Benei Noaj.

El verdadero MESÍAS / MASHIAJ

Resumamos características principales de la Era Mesiánica, de acuerdo a lo que ha sido profetizado verdaderamente:

• Dirección política de Israel a cargo del Mashiaj, soberano descendiente de la dinastía davídica.

• Reunificación de los exiliados de Israel y Yehudá en la Tierra de Israel.

• Estado reunificado y consolidado, sin rupturas ni grietas internas.

• Cumplimiento cabal de los preceptos por parte de los judíos.

• Afirmación del valor insustituible de la Torá como modo de vida judío.

• No habrá nuevos exilios ni diásporas para los judíos, quienes habitarán con seguridad y tranquilidad dentro de los límites de nuestra Patria (Israel).

• Paz interior.

• Re-edificación del Mikdash -Santo Templo de Jerusalén-.

• Permanencia y vigencia del Templo.

• Permanencia y vigencia de todos los mandamientos de la Torá (aquellos considerados como rituales al igual que los considerados como morales).

• Paz externa, lo que reporta independencia y soberanía nacional.

• Bienestar, armonía y prosperidad.

• Reconocimiento del Eterno por parte de las naciones.

• Aceptación por parte de las naciones de la especial vinculación entre Dios e Israel.

Si quieres aprender más sobre esta temático te invito a que visites la sección «MASHIAJ«, que cuenta con numerosos y bien fundamentados textos para tu estudio y enriquecimiento espiritual.

¿Es el egoí­smo idolatrí­a?

En serjudío.com, Yehuda nos enseña en el tema ”La causa del mal” que en la base de todos absolutamente todos los males provocados por la persona se encuentra el así llamado Ietzer-Ha Rá que significa la tendencia a lo negativo, que si le damos nombre es egoísmo. (Les recomiendo que vean en esta misma página el tema “Esa Tendencia” donde Yehuda enseña clara y detalladamente lo que es Ietzer-Ha Rá)

Siguiendo con el tema La causa del mal, Yehuda nos enseña que existen dos modalidades del egoísmo, una constructiva y otra nociva. Me referiré a la nociva a través de esta pregunta ¿Es el egoísmo una forma de idolatría?

Vayamos al Diccionario de la Real Academia (Drae) para ver el significado de cada palabra.

 

Egoísmo:   (del latín ego, yo) Inmoderado y excesivo amor que uno tiene a si mismo, y que le hace atender desmedidamente a su propio interés, sin cuidarse del de los demás.

Idolatría:   1- Adoración que se da a los ídolos y falsas deidades

2- Amor excesivo y vehemente a una persona.

 

Solo partiendo de estas dos definiciones podemos afirmar que el egoísmo si es idolatría, porque desde el momento que el centro de atención de todo lo que se mueve  a mi alrededor y rige mi vida soy yo y todo lo que hago y espero está basado nada más que en mi propio beneficio sin importarme beneficiar a mi prójimo, da como resultado que el hombre con el egoísmo se diviniza, es decir se convierte en su propio dios, lo que según el concepto enumerado arriba es idolatría.

 

Uno de los siete Preceptos Universales que debo cumplir me demanda no adorar o servir espiritualmente a nada ni nadie fuera de El (D-os), porque solamente El es digno de adoración y servicio y si existe un solo D-os Infinito y Supremo sobre todas las cosas, no debo entonces reemplazar al Ser Supremo por ídolos limitados ya sean otros seres o uno mismo. Es más en el libro del Gentil Justo de (Chaim Clorfene y Yakov Rogalsky) dice de la idolatría:

La esencia de las Siete LEYES universales es la prohibición en contra de la idolatría. Aquel que reverencia a una deidad, distinta del Creador, niega el fundamento de la religión y rechaza la completitud de las Siete Leyes Universales. Por otro lado, “quién se guarda a si mismo de la idolatría” demuestra creer en D-os y afirma la completitud de las Siete Leyes.

Por lo tanto queda claro que el egoísmo es una forma de idolatría.

 

En varios de los temas que Yehuda expone en Serjudío.com nos enseña claramente las consecuencias nefastas que trae el egoísmo a la vida del hombre, como por ejemplo, que el egoísmo es un cáncer emocional y espiritual que debilita y acaba con la vida del que lo padece y probablemente de quién esta a su alcance. El egoísmo es la raíz y la finalidad de todas las acciones y actitudes negativas humanas. También dice que otra forma de idolatría es la egolatría, el egoísmo exacerbado, pues no solo niega a D-os sino también al prójimo. El que es movido por el egoísmo siempre es llevado a la infelicidad, a la espera desesperada, pues nunca se calma el corazón, ya que jamás para de esperar más y más provecho para  sí.

 

Cada uno de nosotros tiene en su interior una cierta medida de egoísmo y como vimos al comienzo, es bueno en su medida constructiva si la aprendemos a usar, pero es importante empezar a trabajar en la nociva para cambiarla desde ya. Mientras más pronto la corrijamos dando a nuestro prójimo la ayuda necesaria de acuerdo a nuestras capacidades reales y sin esperar nada a cambio, absolutamente nada,  porque si doy esperando algo a cambio sigo en el mismo egoísmo.

 

Cuando decidimos voluntariamente enrumbarnos por el Camino Derecho porque esta ruta es buena y apropiada como esta escrito “Tu caminarás en Sus Caminos” (Deut. 30.16) debemos seguir su ejemplo. Así como D-os es Compasivo, el hombre debe ser compasivo, Así como D-os es llamado Misericordioso el hombre debe ser misericordioso. Es obligación del hombre seguir el ejemplo de D-os a lo máximo de sus capacidades. (extraído  del libro El Gentil Justo de Chaim Clorfene y Yakov Rogalsky)

 

¿Cual es la cura del egoísmo?

 

–    Debemos tener siempre una actitud bondadosa y una disposición positiva para el servicio a nuestro prójimo.

–    Debemos compartir lo nuestro con el prójimo sin esperar absolutamente Nada a cambio y Nada es Nada. Sabemos que cuando ayudamos al prójimo trascendemos el mal.

–    Es posible trasformar el egoísmo en voluntad de dar, (altruismo). Hay que tener en cuenta que: Hay quiénes reparten y les es añadido más, y hay quiénes retienen indebidamente, sólo para acabar en escasez (Mishlei / Proverbios 11:24). Y no olvidar que: La persona generosa será prosperada, y el que sacia a otros también será saciado. (Mishlei / Proverbios 11:25)

 

Les dejo este relato y un buen consejo digno de imitar (extraído de serjudío.com de la Parashá Vaietze  Amor sin lejanías)

 

Era por todos conocido el hecho de que el Rabino daba para caridad más del máximo establecido por los Sabios para tal finalidad, que es un 20% de los ingresos netos. Ante esta ruptura de una norma rabínica, los discípulos estaban consternados por su extraña actitud. A lo cual respondió el justo y venerable rabino: Si bien tienen: No es correcto que la persona se atreva a contravenir las sentencias de nuestros sabios, pues aquel que se aventura mas allá de los límites, entra en el escabroso terreno que lleva a la perdición.

Pero tu sabes que cuando llega el momento en que cada uno de nosotros es juzgado ante el divino Trono, prestan fiel testimonio nuestros actos que hemos realizado en vida. Cada acto acorde con los preceptos se constituye en un defensor nuestro, en tanto que cada uno de nuestros actos erróneos o pecaminosos, se erige como un acusador, y el Juez juzga a partir de estos testimonios prestados por nuestros actos.

Yo prefiero que cuando se levanten para acusarme, sea por esta pasión mía de ayudar al prójimo necesitado, más allá de los límites impuestos por los justos Sabios en lugar de recibir acusaciones por egoísmo, avaricia, codicia, estafa, idolatría y tantas otras dolencias para el espíritu.

Te aconsejo que jamás contravengas las órdenes de los Sabios, te pido que no me juzgues  tan severamente pues soy humano y débil, y estoy habituado a pecar de esta manera.

 

Norma Medina

Comunicacion Autentica

En CABALA-TERAPIA enseñamos y aplicamos un método excelente para lograr eficacia en las relaciones personales, liberar las tensiones internas, promover el dialogo, cimentar el entendimiento, fortalecer la paz, ayudar al crecimiento personal y colectivo.

Se denomina COMUNICACIÓN AUTENTICA (CA), y te propongo que la conozcas para que empieces a ponerla en práctica en tu vida.

Consta de cuatro elementos, que deben estar presentes en todo momento:

1- Sinceridad – todas tus palabras deben ser sinceras, sin engaños, sin mascaras. Si no puedes ser sincero, abstente de hablar.

2- Animo constructivo – tus palabras, aunque sean sinceras, jamas deben tener la intención de agredir, atacar, molestar, herir. Si para cumplir con la sinceridad debes decir algo que su contenido es molesto para el otro, tienes la opción de que la manera en que lo dices sea lo mas positiva posible; o tienes la opción de callar.
Que tus palabras y tus modos sean para construir, aunque estas emitiendo una dura critica que es imprescindible expresar.

3- Respeto – debes respetar y exigir que te respeten. Si piensas que tus palabras podrán molestar al otro, por ejemplo en una broma, entonces respeta la dignidad del otro, y la tuya propia, y abstente de contar ese chiste.
Si el otro te ofende con sus palabras, o por la manera en que las pronuncia, debes exigir que te traten con el respeto que te corresponde.
Recuerda que parte del respeto es también escuchar al otro, y tratar de comprenderlo.
Por supuesto que si no estas de acuerdo con lo que el otro expone, es tu derecho y deber no aceptar lo que el otro dice, sino exponer tu punto de vista y quizás conseguir un dialogo negociador.

4- No supongas – uno de los errores mas frecuentes y que llevan a enojos, peleas, rupturas, etc., es que las personas no se detienen a preguntar e intentar comprender la idea del otro, sino que asumimos lo que el otro dirá, prejuzgamos, suponemos sin fundamentos y fuera de contexto. Cuando hablamos basados en nuestras suposiciones, no estamos hablando con el otro realmente, sino que estamos hablando con la idea que tenemos del otro. Lo que, tristemente, lleva a confusiones, desilusiones, malos momentos, etc.
Asi pues, no prejuzgues, sino que pregunta, indaga, haz el esfuerzo por dialogar, y no solamente por participar de un monologo de a dos.

Espero que mis consejos te sean de bendición y quedo a tus ordenes.

Lic. Yehuda Ribco

http://serjudio.com/cterapia/index.htm