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Echar agua en tierra

"Ciertamente este mandamiento que te mando hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos.

No está en el cielo, para que digas: ‘¿Quién subirá por nosotros al cielo y lo tomará para nosotros, y nos lo hará oír, a fin de que lo cumplamos?’

Tampoco está al otro lado del mar, para que digas: ‘¿Quién cruzará el mar por nosotros y lo tomará para nosotros, y nos lo hará oír, a fin de que lo cumplamos?’

Ciertamente muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas"

(Devarim / Deuteronomio 30:11-14)

 

La Tradición es clara al afirmar que el cumplimiento de los preceptos, tanto para judíos, como para noajidas, no son parte de una religión, sino que son la herramienta fundamental de nuestro crecimiento como individuos y la única senda para cultivar nuestras almas.

No está en el cielo, ni al otro lado del mar, está en nuestras bocas y en nuestros corazones, lo que debemos hacer es buscar en el fondo de nuestra esencia, descascararnos cual cebolla, hasta encontrar nuestro ser real, y empezar a vivir auténticamente.

 

Cierta vez un hombre sintió la necesidad de casarse, pero éste no quería cualquier mujer, sino una que en verdad fuera pura de espíritu, justa entre las mujeres. Emprendió un largo viaje en busca de la mujer que pensaba, mientras viajaba de nación en nación imaginaba su vida de casado, hacía planes a futuro, arreglaba en bocetos los trajes que usarían los novios. Al fin, una mañana, llegaron, después de atravesar largos bosques y escarpadas montañas, a un valle apartado de cualquier civilización, la gente allí se sustentaba con el trabajo de su tierra, las casas primeras eran bastante opulentas, pero al final, de la calle principal, en la cima de pequeña colina, se hallaba una casita pobre, devastada por los años; el hombre no se dejó impresionar por la humildad aparente de la casita y visitó casa por casa, entrevistándose casa por casa, conoció a algunas muchachas muy humildes, virtuosas, pero el hombre tenía que llegar a la última casa.

Visitadas todas las casas de la apartada comarca, encontró la última, la más pobre de las casas, en el pórtico se hallaban dos ancianos, sus vestidos roídos por los años, sus manos hablaban de centurias, y sus espaldas decían el mucho trabajo que había pesado sobre ellos durante años, dentro de la casa, una joven doncella, vestida de pieles de oveja, cosía afanosamente un traje para alguna de las jóvenes del pueblo.

Al verla, el hombre quedó prendado de tal belleza, y quedó muy contento de ver que su familia había inculcado altos valores en tal hermosa mujer, decidió casarse con la doncella en cuestión, habló con los señores, mandó a un grupo de sus compañeros de viaje a buscar algunas dotes para los padres y él fue a buscar hospedaje para que allí mismo en la aldea se celebrara el casamiento de él con la humilde chica.

En la calle principal de la aldea había una posada, cuya encargada se caracterizaba por ser no muy amable con su lengua, cuando oyó la noticia de aquel acontecimiento, nuevo en el pueblo, inmediatamente sus celos dominaron el corazón de esta mujer y habló al hombre diciendo: -¡Esa no es ninguna doncella, fue abandonada por sus verdaderos padres en este pueblo por tener mala reputación en su lugar de origen!-, el hombre al escuchar esas atrocidades de su imaginada esposa, fue a constatar que las palabras de la malvada mujer fueran ciertas, cuando les preguntó a los padres de la mujer, ellos le dijeron: crea usted lo que su razón y corazón le dicte, nuestra conciencia se halla limpia de mentira alguna.

El individuo, cegado por la ira de ver tanta injusticia en la mujer que le ofreció hospedaje, se fue del pueblo, no se casó con ninguna, dejó a la pobre mujer esperando y devolvió las dotes que traían sus sirvientes, la doncella no lo persiguió, se quedó trabajando en su casa, sus padres siguieron sentados frente al pórtico de la casa. Esa noche ocurrió un deslave en el pueblo y perecieron los que se hallaban en la llanura del valle, la casa pobre que estaba ubicada en la cima de la colina sobrevivió a la tragedia, cuando el adinerado caballero escuchó la noticia aún no había partido del puerto, estaba a tiempo de devolverse y así lo hizo, al llegar consiguió ríos por donde había habido antes bellas calles con árboles sembrados, y en el lugar del hostal halló un inmensa roca, caminando hacia la montaña iban los dos ancianos con su joven hija, los alcanzó y los llevó a su casa en su país, los sostuvo y tuvieron una vida abundante.

Tal vez hallen difícil encontrarle moraleja a este cuento, pero es muy sencilla, quien derrama un vaso de agua en la tierra irremediablemente tiene que esperar que ésta absorba el líquido, y luego de absorbido el líquido no hay nada más que hacer.

Nuestras palabras hieren irremediablemente el corazón de nuestros semejantes, pensemos bien que vamos a decir antes de cometer una torpeza y derramar un vaso de agua en tierra.

No olvidemos que en nuestra boca y corazón esta la palabra, para que dominemos nuestro ímpetu.

Resumen Evento Táchira 2006

Resumen Evento Táchira 2006

Si tuvi�ramos que hacer un resumen en una palabra acerca del primer
encuentro No�jida en Venezuela, lo mejor seria decir "pr�ctico". Puesto que
lo que all� se disemin� fue la sencillez, simplicidad, llaneza y naturalidad
del estilo de vida de todos los no jud�os, los descendientes de N�aj/No�.

El Evento comenz� con entrevista en la TV y en dos importantes programas radiales, en los cuales el maestro Yehuda Ribco demostr� valores fundamentales tales como la humildad, la sinceridad, la claridad, el apego a la Verdad, el amor al pr�jimo, el valor �nico de la familia, el respeto por las diferencias, el servicio verdadero al Eterno.

Por primera vez, Venezuela ha resultado ser el punto de encuentro para la
Comunidad No�jida; el Ciclo de Conferencias: T�chira 2006 "Abrazando la
Tor� – Abrazando la Vida
" (24, 25, 26,27, y 28 de Febrero) en San Crist�bal,
estado T�chira, reuni� a un p�blico muy variado de No�jidas de distintos
sectores sociales, provenientes de diferentes partes del pa�s.

Un �xito que cont� con la participaci�n de m�s de 150 personas por
conferencia y present� siete (7) pl�ticas a cargo del Lic. Profesor Yehuda
Ribco (de Montevideo – Uruguay), director de la p�gina serjudio.com.
As� como ense�anza de c�nticos y rezos aptos para no�jidas en honor y respeto del Eterno.

El Profesor Yehuda Ribco, con su agudo pero sencillo estilo, disert� acerca
de las necesidades prioritarias de la Comunidad No�jida en la actualidad.

Temas como:

"A tu Encuentro con la Tor�"
Para todos aquellos no jud�os que desean iniciarse en los caminos No�jidas y
apreciar la herencia, La Tor�, que ha alimentado al pueblo jud�o durante
milenios. Se nos ense�� c�mo la Tor� es verdadera, que no reposa su mensaje en la fe, sino en la Verdad.

"Respuestas a Preguntas"
�C�mo vive un No�jida?, �C�mo celebra las fiestas?, �Qu� estudia un
No�jida?; y muchas m�s preguntas que son esenciales para vivir en justicia.

"Mashiaj en el Tanaj y en la Tradici�n Oral"
�Qui�n es el Mashiaj?, �un siervo sufriente o un rey triunfante?, �qui�n
califica para ser el Mes�as?, �es el Mes�as un salvador? Y todo lo referente
al Verdadero Mashiaj seg�n las Escrituras y la Sabidur�a Hebreas.

"David y Goliat, un cuento una historia, una reflexi�n"
Ense�anza significativa que nos insta afrontar los desaf�os de la vida
cotidiana con el prop�sito de superarlos y aprender de ellos.
Se nos ense�� tambi�n a aprender, no meramente a recolectar frases y datos, sino a elaborarlos de manera creativa y siempre fiel a la Verdad de la Tor�.
No debemos temer a la pregunta, sino al silencio enga�oso y a la mentira.

"Poderoso Sexo"
Atrayente tema que expone la �ptica jud�a/no�jida acerca de la sexualidad con
sentido y prop�sito. Para todos aquellos que desean superar los tab�es y
prejuicios de tan importante responsabilidad y disfrute que Dios ha provisto
al ser humano.

"Conciencia No�jida"
Un llamado puntual a todos aquellos que han decidido renunciar a la
idolatr�a y tomar la sabidur�a de la vida No�jida como semilla para sembrar
en justicia y segar en Vida Eterna.

"El mensaje que El�as no aprendi�"
La Verdad est� cercana y se presenta en la intimidad, en el susurro del alma que se conecta con la Tor�.
En el furor, el show, el espect�culo, en el vozarr�n dif�cilmente se encuentro el camino hacia el Eterno.
El que anhela la Verdad, no teme las preguntas ni los silencios reflexivos.

Todos estos fueron clave para concretar los lineamientos trascendentales del
estilo de Vida No�jida significativo.

Tambi�n destacamos el lanzamiento de dos llamativos libros:

"Luz para la Vida" Gu�a para buscadores de Dios; y

"Aromas del Para�so" Cabalaterapia para la vida Cotidiana.

Creemos que son muy efectivos, ineludibles y oportunos, adem�s de bien
encaminados.

Adem�s, se dio nacimiento a la fundaci�n "Luz de Vida" FULVIDA, cuyo
prop�sito es difundir el conocimiento de las Sagradas Escrituras (el Tanaj)
mediante la ense�anza y capacitaci�n sistem�tica de las SIETE (07) LEYES DE
NO� (NO�J) en el contexto de la cultura y tradici�n hebrea, as� como
trabajar por la extensi�n del movimiento de los Benei N�aj en Venezuela y
otras naciones.

Dicha Fundaci�n est� encabezada por el Licenciado Profesor Yehuda Ribco
quien funge como Presidente Honorario y Mentor, y el Sr. Alfredo Zambrano,
quienes, junto con su equipo de trabajo, tienen como meta ayudar a todas
aquellas personas a que encuentren las herramientas adecuadas para aplicar
las leyes No�jidas y los valores que la Tor� (los cinco Libros de Mois�s)
contiene para sus vidas, teniendo la oportunidad de formar grupos de estudio
con el fin de consolidar este ideal.

Muy pronto FulVida organizar� y realizar�: talleres, seminarios,
conferencias, congresos y otros eventos, as� como tambi�n cursos de estudio
y formaci�n, actividades especiales socio-culturales, tanto en el �mbito
privado como p�blico, en sitios de concentraciones, y a trav�s de los Medios
de Comunicaci�n y de la difusi�n por libros y materiales impresos e
Internet.

Para todos aquellos fieles de entre las naciones que deseen adquirir los
libros as� como las conferencias en audio, pueden escribir al e-mail:
info@fulvida.com, solicitando m�s informaci�n o para adquirir los productos.

 

Si deseas organizar un evento semejante en tu ciudad y quieres recibir el
apoyo de FULVIDA, cont�ctanos a info@fulvida.com

Es importante que nos unamos, que hallemos la fuerza que el Padre nos ha inspirado en nuestro interior, para combatir el mal que se viste como santidad, para traer Luz al Mundo.
Un�monos ahora, es tiempo de sembrar para recoger paz y bendiciones.

Si no eres jud�o, s� feliz: eres no�jida.
Por el pronto retorno de los fieles de entre las naciones,

Lic. Jonathan Ortiz
FulVida Venezuela

Ocurre en el Oriente

*Julio Mar�a Sanguinetti
Ex Presidente de la Rep�blica O. del Uruguay*

 La simplificaci�n vulgar presume que la guerra que hoy afecta a Israel
y El L�bano es algo nuevo. En el propio mundo �rabe se est� hablando hoy de la
6�. Guerra.

La verdad hist�rica nos dice que ella empez� el mismo d�a del
nacimiento del Estado israel�, en 1948, y no ha cesado a�n, con la
alternancia de per�odos de fuego y sangre con otros de diplomacia armada.
No ha habido un d�a de sosiego, desde aquel lejano tiempo en que, bajo el
influjo emocional del Holocausto perpetrado por los nazis contra el pueblo jud�o,
la organizaci�n internacional se decidi� a reconocerle un hogar que
le diera asiento, en el que pudiera reencontrarse con sus tradiciones ancestrales
y construir su nuevo tiempo.

Esa idea que gan� espacio en el mundo civilizado, necesit�, desde
el primer d�a, de la voluntad de lucha del pueblo israel�. Fueron entonces los
gobiernos �rabes los que no aceptaron ni siquiera la creaci�n del otro Estado,
el palestino, y desataron una guerra dirigida a impedir que aquel
balbuceante Estado jud�o se consolidara. Esa guerra, esa misma guerra, es la que
hoy contin�a, con un conjunto de Estados u organizaciones isl�micas
que propugnan su desaparici�n, bajo la misma horrenda consigna repetida por tantos
labios y que en los �ltimos meses ha reflotado el Presidente del
Ir�n en su versi�n original: "Borraremos a Israel de la faz de la tierra".

Nadie de buena fe puede ignorar que este es el hecho central del conflicto,
aunque los escenarios hayan ido cambiando. Todo lo que transcurre
alrededor es accesorio a esta circunstancia nuclear: en el mundo �rabe
siguen existiendo grupos isl�micos, que son gobierno en algunos Estados como Ir�n
y Siria, cuya pol�tica es la destrucci�n de Israel y el exterminio del pueblo jud�o.

A partir de esa definici�n, que parece ignorarse, no hay duda de que
el escenario ha ido modific�ndose y presenta hoy caracteres propios.
Israel ya no es el mismo d�bil Estado de 1948. Pero tampoco es la vigorosa naci�n
militarizada de "La guerra de los 6 d�as" de 1967 o de la de Yom
Kippur en 1973. Su �xito ha sido darle bienestar y cultura a su gente. Como consecuencia,
cada vida duele m�s y la movilizaci�n de sus j�venes es un
sacrificio que crece d�a a d�a. Frente a unos enemigos que siguen pobres pese a la riqueza
petrolera de sus Estados y sus �lites, y que – en esa pobreza y la ignorancia que ella
provoca- son f�cil presa para un extremismo violento e ilimitado.

Los Estados �rabes tampoco ya son lo mismo. Egipto, Jordania,
la Arabia Saudita, han crecido, se han desarrollado y han pactado -expresa o t�citamente-
la paz con Israel hace muchos a�os. Y cuesta imaginar que retornen a la guerra. Pero est�n
amenazados desde adentro por esas corrientes fundamentalistas que resquebrajan su unidad
nacional y aspiran a conquistar el poder, por las buenas o m�s bien por las malas, en una
regi�n donde no hay sistemas democr�ticos. Frente a ellos los Estados fundamentalistas, Ir�n,
Siria, inmensamente ricos por su petr�leo, arman una nueva guerrilla, el Hezbollah, que no
representa una reivindicaci�n territorial, o un pueblo en busca de destino. El enfrentamiento
de hoy es con esa organizaci�n, cuyo �nico objetivo es, lisa y llanamente,
la destrucci�n de Israel.

Los palestinos, a su vez, tambi�n han cambiado. Tienen ya su propio Estado,
reconocido por Israel, e intentan una d�bil experiencia democr�tica, con
un gobierno de quienes integraron una organizaci�n terrorista y hoy tratan de reconvertirse.
Israel unilateralmente les ha devuelto la franja de Gaza, pero ellos no han podido controlar
a lo que, desde all�, al d�a siguiente de recibir graciosamente
ese territorio, han vuelto a disparar cohetes contra la poblaci�n jud�a de la zona. Todo ese
pueblo palestino, que quiere la paz, porque incluso vive del trabajo que Israel le ofrece,
es pe�n de estrategias que le son ajenas: le usan de bandera quienes quieren la guerra, le
tironean hacia un lado y hacia el otro las facciones religiosas que dividen el mundo isl�mico
y son idealizados por los occidentales que por una raz�n u otra asumen un pacifismo c�mplice
con el terrorismo, mientras sus presuntos protectores -enriquecidos- no les brindan el amparo
que f�cilmente podr�an regalarles. Esos palestinos saben que tendr�n que entenderse con los
jud�os y los israel�es y saben tambi�n que tendr�n que convivir con ellos, por los siglos
de los siglos.

Europa, rica, bien comida y bien vivida, da volteretas en nombre de intereses
variados. Le teme a sus minor�as isl�micas y en consecuencia, no est� dispuesta a decir
una palabra a favor de Israel. Tampoco arriesgar�a un soldado propio porque su impotencia militar
ya es definitiva luego de que en Kosovo, en su propio suelo, hubo de acudir a los norteamericanos
para que salvaran – paradoja- a una minor�a isl�mica amenazada de extinci�n.
Simplemente juega un rol pol�tico que maneja publicitariamente, pensando ego�stamente en sus electores
internos, sus intereses econ�micos en la regi�n y la tranquilidad de sus barrios de inmigrantes.
Hace pie en los errores norteamericanos, algunos monumentales como esa guerra sin fin ni
destino del Irak, e intenta salvar su rostro ante unos y otros sin arriesgar nada.

El otro gran actor, este s� que fundamental, es el extremismo. El islamismo radical
jihadista viene creciendo hace a�os, el mundo chiita va imponiendo su visi�n primitiva del mundo
y ha logrado golpear no solo a Israel sino al coraz�n de Occidente. Los atentados contra Nueva York y
Madrid le han dado conciencia de su poder. Ahora tiene de reh�n al pobre L�bano, una vez m�s v�ctima de
conflictos que le son ajenos. Los oportunistas temerosos de Occidente prefieren refugiarse en la teor�a
de que esas bombas se las debemos a Bush y a Aznar, desconociendo que ellas estallar�n contra todo aquel
que no se resigne a que triunfe su visi�n teol�gica intolerante, racista, esclavista de la mujer y enemiga
de las libertades individuales.

La guerra es siempre un exceso y los muertos nos duelen a todos. Podemos discutir la an�cdota puntual,
quien tir� primero o quien tir� despu�s, quien da�� m�s o menos civiles (que siempre caen en la
atrocidad b�lica). Pero no nos equivoquemos: m�s all� de las v�ctimas, en ese escenario del Cercano Oriente,
vuelven a enfrentarse los valores autoritarios de la religiosidad fan�tica contra los principios de quienes
creemos en la libertad pol�tica, en el Estado de Derecho, en la vida democr�tica, en la plenitud de
los esp�ritus que solo la sociedad abierta ofrece.

Cuando tu hermano está en peligro…

Por Andrés Cordovés, Venezuela

¿Si alguien golpea a tu hermano injustificadamente, dejarás que pase desapercibida la ofensa?
¿Si amas a tu hermano, deseas la paz y la justicia y ves tal hecho, te quedarás de brazos cruzados?
¿Si el agresor se mofa, aún después de cometer el acto inmisericorde de injusticia para con tu hermano, dejarás que sobresalga la desarmonía?
¿Si a tu hermano lo hieren, no te están hiriendo a ti también, por qué no defiendes el honor, por qué no luchas en contra de la perversión?
¿Si alguien, ajeno al conflicto, se burla de tu familia, no defenderás la honra de tu familia?
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