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¿Teología?

Es algo que siempre martilló mi vida, saberlo todo…. o tratar, por lo menos. No había duda respecto a lo que Dios hace y piensa que no me interesara yo en resolver, sí, lo confieso me encanta la teología….Pero…. ¿llegaré un día a entender todos los porqués, o acaso puedo sentar a Dios en el diván e interrogarlo acerca de cómo se siente, que piensa, que le gusta?.

Sé que puede sonar absurdo pero por favor piénsalo…. tomate un minutito para considerar si no hacemos eso cuando indagamos demasiado en cosas que escapan a nuestra «pequeña» pero grande condición y conocimiento.

Que tanto podemos realmente saber porque hace, porque no hace, si dijo… pero porque lo dijo; está o no está escrito.

Se nos han dictado aquí las pautas para reconocer al EGO en su primerísima condición, cuando somos solo unos recién nacidos. ¿Y no es EGO pretender averiguarlo todo acerca de EL?

¿No es ese sentimiento de impotencia que nos enseñaron?, con el que nos dijeron: «Dios dice así o asado, hizo esto por aquello, y ¿no fue así como nos enviciamos y caímos a una terrible oscuridad?

Si esa impotencia primigenia aún está latente en nosotros, ¿no deberíamos aceptar que aunque podemos aprender mucho de Dios es mejor primero aprender a dejar de ser esclavos del EGO? Si algo tan básico como hacer algo bueno por alguien, construir Shalom cada día en nuestros propios hogares, las bases… lo cotidiano… si algo así aún no lo logramos, ¿hemos de pilotear un avión si nos caemos de un triciclo?

Aprender de los sabios de FULVIDA es una bendición, más cuando lleguemos a un tema lejano y complejo hemos sido bendecidos no con un líder que nos anime a hundirnos, o un manipulador que para alimentar nuestro EGO nos incite a la locura: «averigüemos, especulemos del Creador» NO, sino creo que ahí viene nuestra responsabilidad en reconocer nuestra incapacidad, nuestra necesidad de regresar el principio y con paciencia esperar…. ¿Llegará?

Mucho se nos ha enseñado en fulvida a tomar el estandarte del aquí, el ahora; sí, claro aquí y ahora se puede debatir y compartir ideas, más si el camino se oscurece no tiene caso debatir la sabiduría que quizá algún día alcancemos, tal vez algún día…… mientras, reconozcamos en nosotros esa gran, gran capacidad para aceptar nuestra impotencia, nuestro límite. Y finalmente, aquí va una suposición teológica:

«Dios está esperando que nos conozcamos a fondo nosotros mismos, para luego enseñarnos un poco más de EL»

¿Cuándo vives?

Por las mañanas al ir a trabajar suelo pasar por determinados lugares entre ellos una pequeña calle que esta frente a una escuela, el conserje de dicha escuela tenía por costumbre barrer el frente de su casa que está precisamente a un lado de la escuela donde trabaja, y ya era costumbre  verlo a la hora que me voy a trabajar barriendo el frente de su casa

¡Buenos días! Era lo que le decía cada mañana a este señor

El viernes un poco más tarde de lo acostumbrado y absorto en otros pensamientos pase por ahí pero cuando me di cuenta ya había pasado sin saludar al algo anciano señor, distraído por otros asuntos me negué el derecho de saludar amablemente a este señor, “otro día lo saludare, pensé entre mi”

Al otro día pase por el acostumbrado lugar pero en lugar de encontrar al señor barriendo, encontré un bullicio no cotidiano, gente pasando con mesas comida entre otras cosas, al llegar a donde finaliza la casa de este señor y justo arriba de la puerta vi un moño negro que indica que alguien ha fallecido, el moño que un día antes y muchos muchos días antes no estaba, “alguien murió ¡qué pena! Dije entre mi”

Más tarde preguntando quien había fallecido supe que lamentablemente era el señor que diario barría el frente de su casa.

Esta experiencia me dejo un aprendizaje

El More lo explica así:

Observemos las palabras de Hilel:

“Él solía decir:
Si no soy para mí mismo, ¿quién es para mí?
Y cuando soy para mí mismo, ¿qué soy?
Y si no es ahora, ¿cuándo?”
(Pirkei Avot 1:14)

Yo debo hacer para mí, eso es ietzer hatov.
Si me hundo en mí mismo, soy un egocéntrico, un ególatra, un siervo del EGO, eso es ietzer hará.
Si me dedico a cavilar sobre el pasado, si fantaseo sobre el futuro, si no vivo aquí y ahora, NO VIVO.

El día viernes absorto en pensamientos ajenos al momento que vivía, pase por alto saludar a un conocido, y pensé “otro día lo saludare” dice Hilel Y si no es ahora, ¿cuándo?

Un buen futuro se construye viviendo con responsabilidad el presente, y si no vives aquí y ahora no estás viviendo en realidad, porque estas en “otro lado” aunque físicamente estes ahi.

Amigo apreciado estas palabras me las repito a mí mismo para tratar de vivir aquí y ahora, es tan común que vivamos en el pasado o fantaseando en el futuro que ya ni siquiera nos damos cuenta de ello, te invito a que reflexiones y te analices porque muy probablemente encuentres que no estás viviendo aquí y en este momento.

Ya para terminar un detalle no menos importante, Dios el Bendito Creador del mundo, nos instruye a vivir con intensidad el presente a través de los 7 Mandamientos universales, te podrás preguntar qué ¿cómo es esto?, porque los Mandamientos son eso mandamientos pero ninguno dice VIVE TU PRESENTE, o al menos así parece, pero si te das cuenta todos ellos son ordenados para llevarse a cabo en un determinado momento ¿Cuándo? SI, efectivamente EN ESTE MISMO MOMENTO, EN ESTE JUSTO INSTANTE, LOS MANDAMIENTOS SON PARA CUMPLIRSE EN ESTE MISMO MOMENTO AHÍ EN DONDE QUIERA QUE TE ENCUENTRES.

Vive con intensidad tu presente y vívelo con responsabilidad a través de los 7 Mandamientos Universales.

Te envió un afectuoso saludo querido lector apreciado amigo y que tengas buena tarde.

¡Hasta pronto!  

Quiera el Bendito Creador del mundo darle descanso a Alfredo y confort a todos sus deudos.

El relativismo de lo relativo

Hace un par de noches algunos de nosotros pudimos observar un hermoso espectáculo que El Eterno nos dio y que fue la majestuosa Luna que iluminó con esa luz blanquecina típica de este tipo de fenómenos naturales una noche fría pero agradable de Sábado. Pues resulta ser que la Luna se encontraba a una distancia más cercana a la Tierra que de costumbre y por lo tanto se veía más grande. La luz se reflejaba en los árboles y en el cielo que estaba completamente iluminado y esa luz lunar opacaba el espectáculo de las estrellas en el firmamento que deleitan a aquellos que admiran la Creación y buscan extasiarse con los grandiosos espectáculos gratuitos que nos ha dado El Eterno.

Con esa luz se podía ver el árbol de mango que floreaba  hacía apenas unas pocas semanas y ahora se veían pequeños mangos creciendo y en unas pocas semanas estarán listos para ser cosechados. Nótese como el mango florea y esas flores se transforman en pequeños manguitos que luego madurarán y terminarán por desprenderse de las ramas por su peso. Esto pasa temporada tras temporada.

Luego observé a mis perros y me puse a pensar en aquello que había aprendido cuando era niño acerca de los años de los perros en comparación con los años humanos y me dije a mí mismo “es divertido porque los perros duermen bajo la luz de la Luna pero por cada minuto que yo estoy observándolos y cada minuto que pasa para ellos es como si fuera siete minutos míos. Lo que para mí es un minuto para ellos son siete minutos.” Y recordé aquél adagio de la física cuántica acerca de la paradoja del rayo de luz que es onda a la vez y he aquí una respuesta a una de las interrogantes del ser humano: ¿qué es el tiempo?

El tiempo es nuestra percepción de los eventos que ocurren en el espacio pero resulta ser que los eventos siguen ocurriendo con o sin nuestra percepción, entonces traté de buscar una definición en el diccionario tanto como traté una vez de buscar una definición de amor y que no encontré una exacta, así pasó con el tiempo, no existe una definición exacta. El tiempo es una percepción, pero si es percepción es porque ocupa compararse con algo más. Así nuestra vida en este mundo comienza cuando nacemos, luego viene la fase de crecimiento seguida por la reproductiva y por último la fase de la muerte. El tiempo se percibe porque tenemos un nacimiento y una muerte y todo lo que pase entre esos dos sucesos es lo que denominamos tiempo.

Por eso es que lo que es un solo minuto para nosotros, para los perros es siete minutos de los de ellos, porque su proceso de vida es mucho más corto que el nuestro. Pero hay algo más, como humanos que somos podemos percibir el tiempo de la única manera que solo los humanos podemos hacerlo, los perros no tienen esa facultad.               La relatividad es una comparación porque lo relativo es tal solamente cuando se compara con algo más. Si nos ponemos a pensarlo tanto el perro como nosotros pasamos por el mismo planeta y acompañamos a la Tierra en su proceso de rotación que es de aproximadamente veinticuatro horas pero los años del perro o por decirlo de alguna forma, el lapso de tiempo de vida del perro en su compañía a la Tierra en el movimiento de traslación que es el que define los años, por lo menos los solares, es mucho menor que el nuestro; como quien dice, el perro le da menos vueltas a la manzana que las que le damos nosotros.

Ahora bien, el perro comparado con el mosquito vive más años que el primero por lo que un minuto canino equivale a varios años del mosquito y así ocurre con otros seres cuando se comparan con otros de diferente especie e inclusive algunas veces podría ser entre seres de la misma especie. La relatividad es absoluta tanto como el relativismo de la relatividad es relativo.

Si tomamos como ejemplo al ser humano, fuimos creados a imagen y semejanza del Eterno que se debe de entender como algo metafórico y no literal, puesto que El Eterno no tiene forma humana y su naturaleza es incomprensible para nuestras mentes finitas. Nuestra imagen y semejanza tiene que ver con nuestro libre albedrío que nos permite ver el bien y el mal y tomar una decisión acerca de qué camino queremos escoger. La relatividad guarda relación con alguien o con algo, por lo que nuestra imagen y semejanza es relativa a la del Eterno pero no somos lo mismo aunque también somos parte de Él por ser parte de Su Creación.

Entonces surge la duda, ¿cómo es que si somos similares al Eterno es que no lo somos? Tanto como el rayo de luz es onda a la vez, así nosotros somos parte del Eterno pero no somos El Eterno, que El Eterno prohíba tal abominación, por eso es que solo un mentecato se cree las historias de idolatría que inculcan las religiones del mundo. Al poseer libre arbitrio podemos decidir entre lo que es bueno y lo que no lo es, pero como todo, existen limitantes para nuestro conocimiento y no poseemos ni poseeremos la sabiduría que posee El Eterno porque no somos Él sino parte de Él.

Por eso es que el ego es problemático, porque el que dice ser humilde pero no lo es, es un esclavo de su ego y se vilipendia a sí mismo porque prefiere vivir una vida de tortura interna antes que expresarse tal y como siente. El que se expresa tal y como siente tiene la posibilidad de verse a sí mismo y de corregir su error, pero el vilipendiado que es un falso humilde se ahoga en un mar de amargura y resentimiento de que debe de buscar ser alguien que no siente ser para poder satisfacer a su ego.

Por eso es que existe el relativismo de la relatividad, porque conocemos que somos relativos pero rechazamos ese concepto porque nuestro ego está expandido de forma tan peligrosa que nos es difícil pensar que somos insignificantes pero que a la vez somos únicos e importantes. Esta es la paradoja que enloquece al egotista. El egotista no puede aceptar que es un punto diminuto en el universo y por eso prefiere pensar que esa unicidad e importancia que le es inherente a cada ser humano por su condición como tal es mayor en él y de esta forma busca satisfacer al demandante ego que le exige saciarle a costas de lo que sea.

El relativismo de la relatividad es la expresión máxima del egoísmo que se niega a aceptar nuestra paradoja existencial y prefiere inclinarse por la idea de negar que somos seres relativos y que no somos tan superiores como en algún momento creímos serlo. El sabio por su sabiduría sabe que el ensimismarse no le lleva a ningún lado porque el ensimismamiento es pariente de la demencia, el demente parte de la realidad y se desapega de ella; el ensimismado parte de la realidad y se desapega de ella.

Cada uno de nosotros es ínfimo porque somos seres que poseemos un yetzer ha ra que nos aminora, pero a la vez cada uno de nosotros es único y especial porque cada uno de nosotros fue creado con el propósito de llevar una única misión y por ser única significa que nadie más la tiene y por ende la hace especial. El que es próspero económicamente lo es porque El Eterno le ha dado la riqueza material para que contribuya a la construcción de un mundo pacífico y armónico; el que tiene la habilidad de la pintura la tiene para plasmar la belleza del universo y de la Creación y de esta forma exaltar al Eterno y así sucede con todos y cada uno de nosotros.

Todos somos hijos del Eterno, pequeños niños en el plano universal que somos tan ingenuos que ocupamos de un plan de acción entregado por El Eterno para poder desenvolvernos en este mundo pero a la vez somos tan especiales que lejos de ser controlados por El Eterno de forma rígida, tenemos libre albedrío que nos permite utilizar el intelecto para llevar a cabo un proyecto de vida digno y satisfactorio. Somos una paradoja para nosotros mismos pero a la vez somos lo más claro para El Eterno. Él nos creó y nos dio vida para que le adoremos y admiremos por su gloriosa Creación.

Como tenemos un soplo del Eterno que va dentro de nosotros, tenemos una naturaleza buena que es afectada por el yetzer ha ra pero que no obstante esto, no significa que nuestra naturaleza intrínseca cambie por el hecho de seguir nuestros impulsos materiales. Una norma no por dejar de ser cumplida o estar en desuso deja de ser una norma, es decir, un deber ser. El ser humano no por seguir su yetzer ha ra y expandir su ego deja de ser un ser con una naturaleza intrínseca buena.

Por eso no se puede castigar al humano que adora ídolos por ser el humano que adora ídolos sino por la adoración de ídolos. Somos tan maravillosos que nuestra existencia es única pero nuestra corporalidad es genérica. He ahí otra de las paradojas, a pesar de tener un espíritu único, tenemos una masa corporal genérica. Por eso no podemos discriminar a las personas por el color de su piel o su descendencia, porque todos somos humanos y somos únicos en nuestro espíritu y si El Eterno dijo que todos somos seres humanos sin distingo alguno, ¿quiénes somos nosotros para contradecirle?

El sabio se regocija cuando adquiere conocimiento y vive como un niño, con pureza de corazón y de espíritu pero también sabe que en momentos de aprehensión, debe de dejar esa alma de niño para lidiar con los problemas que el mundo le presenta, por eso es que la vejez es la etapa de mayor sabiduría de un ser humano pero a la vez es aquélla etapa donde se vuelve a una segunda niñez.

El relativismo de lo relativo es negar la absolutidad de lo relativo porque si no existiera la relatividad entonces no existiría el universo como lo conocemos porque en las diferencias yace la igualdad. Seamos como el sabio, vivamos con alegría y amor al conocimiento pero aprendamos para mejorar y no para inflar nuestros egos.

 

Este es el momento

De acuerdo a la tradición judía, como preparación para la festividad de Pesaj, el mes previo (que comienza al concluir la festividad de Purim) es tiempo de limpiezas internas y externas, es por tanto una invitación a recrearnos.
En estos días, una fuerte concentración de energía espiritual está disponible para que la aprovechemos en transformaciones decisivas y potentes; pues el período de introducción a Pesaj es el momento propicio para sacudirse las caretas impuestas por el servilismo al EGO y renovarse.
Es la fase del año destinada a derrocar a Faraones y Amanes (personificaciones del EGO), para abrir las murallas de las celdas psicológicas, redimir a los oprimidos, liberar a los esclavos, crecer en armonía y bienestar.
Así ha sido diseñado por el Creador desde el comienzo de los tiempos, pero no tenemos conocimiento de esto, ni contamos con herramientas para beneficiarnos del potencial disponible para nosotros.
Personas y situaciones (sea en su totalidad o en parte), tal como vienen siendo, tienen la puerta entreabierta para mutar o dejar de ser, y pasar a existir de una forma novedosa, con mayor poder real, en la cual la conciencia multidimensional permite crear nuevas y mejores perspectivas.

Pero, el EGO se refuerza también, pues al sentirse en peligro redobla sus trampas de manipulación y encarcelamiento de la persona.
El EGO está habituado desde el primer instante de vida terrena a dominar, con su pobre poder, por lo que no dejará fácilmente su trono ni dará redención a los oprimidos.
Hará lo que pueda para ejercer su oscuro dominio, y no se inmutará ni ante plagas o castigos sucesivos, ya que para todos encontrará excusas y métodos para continuar agobiando al alma de la persona.
El EGO, montado sobre el sentimiento de impotencia se aprovecha para no darnos paso a la libertad y la conciencia multidimensional.
Los esbirros del EGO, la gente que ha bajado los brazos ante la impotencia y se hunden completamente en su servilismo al EGO, por estas fechas también andan muy activas, pero no en limpiar sus almas y crecer, sino en ir diseminando mentiras, provocando discordias, generando caos, falsificando versiones, golpeando a inocentes, estropeando construcciones pacíficas, anulando tratados de verdadera paz, asesinando al bien y al inocente.
Como agonizantes desesperados, patalean, gimotean, llorisquean, insultan, gritan, agreden, berrean, maltratan, destruyen, bloquean, estafan, aterrorizan, simplemente para mantenerse con un pequeño hilo de vida, con la fantasías de que están en realidad vivos y valen algo sus existencias, a las órdenes de su Amo el EGO.
No nos extrañemos pues que por estas fechas, cada año, abunden las manifestaciones del mal provocado por el hombre, de manera más o menos ampulosa, puesto que en la guerra entre la Luz y la oscuridad, los enemigos de la Luz se apuran para no ser derrotados.
(Atención, no son guerras místicas de ángeles ni demonios, ni de Jedis contra Siths, o “buenos” y “malos”, por lo general este lenguaje poético que emplee es una descripción de luchas internas de cada persona, entre tendencias individuales naturales aunque algunas de ella se encuentren fuera de lugar y de enfoque. Sin embargo, el hombre es un ser ecológico, sus luchas internas necesariamente repercuten y afectan a la comunidad y al entorno. Los que son siervos del EGO por lo general no solamente se afectan individualmente, sino que también provocan cambios negativos a los demás.)

La culpa, trayendo imágenes del pasado (real o fantaseado); y el miedo, provocando fantasías acerca del futuro, nos bloquean de confiar y gozar a plenitud en el presente.
Por lo cual, es necesario aprender y entrenarse a vivir en el presente, concentrarse en lo que estamos experimentando aquí y ahora, y dejar de estar pendientes de lo que está por fuera de esta dimensión del ser.
Por supuesto, acarreamos un pasado.
También, debemos ser conscientes de las consecuencias de nuestros actos actuales en la construcción de nuestro futuro, y en la existencia de los demás.
Sin embargo, si no sembramos ahora, ¿qué cosecharemos mañana?
Vivamos el momento, hagamos nuestra parte, seamos constructores de Shalom sin permitir que nada nos desequilibre de nuestra ruta sagrada.
Cuando digo “vivir el momento”, no estoy justificando cualquier acto o perversión, ni siquiera aquellos nefastos pero escudados en lema bien intencionados. “Vivir el momento” es precisamente eso que quise decir. VIVIR, en su real expresión, que solamente se consigue con la plenitud en cada una de nuestras dimensiones existenciales.
Esto es, aquel que se hunde en vicios, difícilmente pueda decirse que esté “viviendo”, sino más bien está “pasando por la vida”, o quizás “sobreviviendo”.
Aquel que se ajusta a máscaras para rechazar su propia cara, es decir, se comporta de acuerdo a identidades que no le corresponde, tampoco está viviendo a plenitud, sino actuando como un actor mediocre en el escenario teatral de la vida.

Por ejemplo, hay tantos “noajUdas” que se la pasan merodeando instituciones judías, repitiendo como ecos huecos palabras hebraicas, angustiándose para realizar rituales que remeden ritos judaicos, llenándose de anhelos por aparentar ser judíos o algún día convertirse a judíos… ciertamente no están viviendo, ni hallando plenitud en sus vidas, ni desplegando sus dimensiones internas y externas hacia la cima de sus potencialidades. Sus vidas son pantomimas, mascaradas, obras patéticas llenas de dolor y miseria, aunque las pueblen de risotadas, aplausos, cancioncitas jasidea, barruntos rabínicos, comentarios sabihondos en foros de internet, etc.
Su rechazo a su identidad noájica, en pos de vivir como una sucursal pobre y desamparada del judaísmo, no es más que la manifestación evidente (para el ojo conocedor) de una vida miserable, dolorosa, iracunda, llena de terror y culpa. Una vida gobernada por el EGO, que deplora su condición natural y sagrada de noájida para disfrazarse de otra cosa, de algo que se supone se desea, pero que en el fondo (y ni tanto) se odia sobremanera.
Y así como este ejemplo de los “noajUdas” te podría haber mencionado a los falsos judíos mesiánicos, a los fanáticos de cualquier religión, a los extremistas de todo tipo, a los que traicionan, a los místicos, a los falsos cabalistas, a los que se hacen pasar por seres de luz pero son miasma caótica, a los que estafan, a los que roban, a los que depredan, a los que son agobiados por su orgullo o su ambición, etc.

Si tenemos a la vista la brújula los mandamientos divinos que nos toca cumplir, difícilmente haremos de nuestra vida un desperdicio.
Pero, tampoco hagamos de los mandamientos un ídolo, ni de pretender perfeccionarnos en ellos un ejercicio de escapismo a nuestra meta de desarrollo integral, pues está en nosotros desplegar nuestra multidimensionalidad a su máxima expresión.
Ejemplo, el noájida que se detiene a meditar y barruntar si el dar caridad es parte de los mandamientos que le competen o no, y si está haciendo algo sagrado al ser caritativo, cuando de hecho no hay un mandamiento noájico sobre el ser caritativo. Mientras tanto, mientras pierde tiempo y energías en debates inútiles, deja de actuar como constructor de Shalom, no abona a la tarea de perfeccionar al mundo, dejan de ayudar al desamparado, etc.
Todo EGO y más EGO.
Así pues, que los mandamientos no sean un ídolo, es parte de la tarea que debemos afrontar cada día en nuestro triunfo sobre el EGO.

Las excusas que ideamos se multiplican, por eso los obstáculos se acrecientan.

La vida y sus lecciones se presentan como desafíos que deben superar por medio de atenerse a la sabiduría y guía divina, expresadas en el manual de vida llamado “Torá”.
Torá judía, para los judíos.
Torá noájida, para los noájidas.
La Torá noájida es simple y sencilla, pero perfecta y sagrada: Siete Mandamientos Universales.
De los cuales se derivan reglamentos y modos de vida que conllevan plenitud del gozo de la bendición que constantemente se está recibiendo de lo Alto.

Los retos cotidianos suelen ser provocados por nuestro EGO, o el EGO de otros.
Son pocos (comparativamente) los acontecimientos a sufrir a causa de desgracias de índole natural, ajenos al EGO.
Por tanto, sea cual fuera el origen del padecimiento, al aprende a tomar conciencia y vivir conectados con la Luz omnisciente de nuestro interior, al tomar conciencia de nuestra esencia espiritual y nuestra conexión con Dios, estamos en disposición para llevar el padecimiento a su mínima expresión y encontrar caminos de plenitud incluso en la oscuridad.

El EGO emplea tu energía para encarcelarte y dominarte.
Eres tú quien provee al EGO de su aparente poder.
Si dejas de derrochar tu energía en culpas, miedos, enojos estarás en posesión de un poder casi ilimitado para romper con tus dificultades y gozar de la bendición constante.

Confía en ti mismo, en tu Yo Esencial.
Confía en Dios.
Admite que sientes miedo, que dudas, que te aterra el futuro, que temes tomar malas decisiones, que te sientes atrapado por el pasado, que te sientes impotente y por ello te enojas y amargas.
Admítelo, no lo niegues.
Sé consciente de tus limitaciones.
Pero no te quedes solamente en ello.
Luego de reconocerlo, déjalo de lado.
Si tienes miedo, igualmente hazlo.
Si dudas, toma una decisión y llévala a la práctica.
Si te aterra el futuro, vive el presente a pleno.
Si no has sido hábil en tus elecciones pasadas, entrénate en reconocer, analizar, evaluar y decidir.
Si estás atrapado por el pasado, es porque no vives el presente.
Si te sientes impotente, quizás lo seas, pero tu manera de reaccionar no te hace más poderoso, sino más y más impotente.
Si estás enojado y amargado, reconócelo pero no te llenes de estiércol ni lo eches encima de los demás.
Si te equivocaste, REPARA.
Si te olvidaste, recuerda.
Si erraste, existe el arrepentimiento completo y sincero (teshuvá).
Si fracasaste, no te quedes empantanado en el fango, ahogándote más y más en él.
Si actuaste movido por el EGO, muévete al compás del altruismo.
Si negaste tu identidad, aprende a conocerla, amarla, respetarla y armonizarla con tu multidimensionalidad.
Si vives penando, ¡disfruta! Dios te da de continuo bendición y todo lo que precisas, eres tú quien se niega a gozarlo.
La vida es bella, pero la afeas con tus cadenas al EGO.
Goza, piensa en grande, vive a pleno.
Si te parece que todo esto es palabrería muy complicada o vacía, ¡tienes razón! Porque esto que te cuento ahora no es para ser contado, sino para ser vivido…

¿Por qué seguir postergando decisiones?

Este es el momento…

Al final del Arcoíris

Existe una leyenda popular que dice que al final del Arcoíris existe un tesoro, todo aquel que sea capaz de seguir el camino del arcoíris hasta llegar a su final puede hallar el tan anhelado premio, alrededor del emblemático arcoíris se han tejido diversidad de creencias se han acuñado leyendas y se han tomado ideales, pero la leyenda de la que hablamos al principio del texto me parece la idea más acertada de todas, porque me recuerda parte incluso de mi propia vida.

Cuando la humanidad mereció ser destruida por todo el mal anidaba dentro de ella, el Creador (Bendito Es) escogió a un hombre y a su familia para preservar con vida a la raza humana, después de la catástrofe y de que todos habían muerto, este hombre descendió del arca y junto a su familia el Creador les ordeno guardar 7 mandamientos universales que los llevarían a su realización tanto personal como colectiva, y el Creador juro que no volvería a destruir a toda la humanidad y sello con Noaj y toda su descendencia para todas las generaciones un pacto eterno que como sello tiene al hermoso arcoíris.

El camino de la vida no suele ser fácil de andar, dentro de la complejidad de nuestra constitución y la de todos los que nos rodean la vida suele dar complejas vueltas alrededor de un sinnúmero de sucesos, pero el Creador que es bueno y justo nos da la guía para poder caminar en este mundo a la luz de la vida.

Un tesoro al final del arcoíris…………

Cuando atraviesas el cumplimiento de cada uno de los 7 mandamientos universales, tu vida se transforma en un deleite de paz y tranquilidad, y donde antes había esclavitud servilismo a manos del ego, ahora se respira el olor a paraíso.

Si te abstienes de tener relaciones sexuales ilícitas (adulterio entre otras) les ahorras a tus familiares y a ti mismo, grandes dolores de cabeza y enormes sufrimientos, la armonía familiar te da un impulso tremendo para realizar correctamente tu misión en este mundo.

Si te abstienes de asesinar, tu vida se torna tranquila sin persecuciones ni angustias.

Si te abstienes de robar, tu vida es más prospera y más relajada.

Si te abstienes de servir a otra cosa que no sea el Eterno, eres libre y puedes alcanzar la verdadera felicidad.

Si te abstienes de blasfemar en contra del Creador, reconoces tu propio lugar en la creación.

Si te abstienes de comer parte de algún animal que aun tenga vida, reconoces la dignidad de cada ser vivo y te alejas de la crueldad.

Si contribuyes a que se establezca la legalidad y el orden, haces de este mundo un lugar mejor para todos.

Este querido amigo es el camino del arcoíris, cuando decides andarlo más temprano que tarde hallaras el tesoro que aguarda por ti al final del arcoíris, 7 mandamientos sencillos y dulces de acatar que lo único que atraen es bienestar y bondad a nuestras vidas, si te embarcas en la tarea de recorrer el camino del arcoíris hallaras una vida llena de satisfacciones y alegría.

El Creador Bendito Sea, nos provee de todo lo bueno para que seamos felices, pero una parte sustancial de esa felicidad se halla dentro de nosotros mismos.

Cuando el espíritu de los justos de las Naciones vuelva a brillar con deslumbrante claridad, este mundo se convertirá en un verdadero paraíso.

Quiera el Creador Bendito es, contar el mérito de este texto para apiadarse de Martha hija de María del socorro, quien se encuentra delicada de salud.

La filosofía del enfermo

Dedicatoria especial al señor Grant Nordgren en Luisiana, Estados Unidos.

En los caminos de la vida a veces nos topamos  con sabiduría inclusive cuando sumidos en la idolatría porque fuimos creados para adorar al Eterno y para admirar y cuidar de su Creación. Es así como sin importar en cuál fase nos encontremos, siempre hay posibilidad de arrepentirnos y de regresar a las sendas del bien. Por más que el EGO nos azote, siempre tenemos la posibilidad de dejarlo ir y de vivir una vida plena.

Resulta ser que por eso andares de la vida, aprendí una lección muy valiosa de una persona que desafortunadamente tuvo que pasar penurias para poder aprender la lección tan valiosa que me transmitió y que internalicé y ahora comparto con ustedes amigos para que podamos continuar esta gran obra.

Este pobre hombre se encuentra en fase terminal porque tiene problemas en el sistema renal y ni siquiera ha llegado a la vejez. En medicina su problema se conoce como insuficiencia renal y tiene que ver con el hecho que sus riñones no pueden filtrar las impurezas y por lo tanto tiene que someterse a un proceso que se llama diálisis y que como sabemos, es sumamente doloroso y tedioso.

Pues resulta ser que no sólo sufre este caballero de tan angustiante mal sino que recientemente perdió a su señora madre y al tener un mal de tal gravedad, no puede conseguir empleo en ningún lado y depende de un mísero subsidio que le brinda en Estado y que no alcanza para suplir sus necesidades médicas. Cuando él habla se le escucha la dificultad que tiene para pronunciar debido al agobiante dolor y aún así él trata de mantener una actitud positiva. No tiene un mujer ni hijos y básicamente quedó solo en este mundo.

El retrato es muy conmovedor y mucha gente lo que hace es tratar de evitarle por varias razones, unas más egoístas que otras. Sin embargo cuando uno habla con una persona como él, puede aprender muchas cosas que sólo personas en ese tipo de estados pueden enseñar y como él no tiene nadie con quien hablar puesto que se ha convertido en un paria dentro de la sociedad, me senté a hablar con él como por ahí de una hora.

Durante ese tiempo solo me mencionó dos cosas que le aquejaban, la primera era que se había quedado sin seguro médico por unos meses y no podía recibir atención médica y el segundo la pérdida de su señora madre. No se quejó de su estado de insolvencia económica sino que sólo lo mencionó para dar sustento a las razones por las que ocupaba un subsidio médico.

Durante esa conversación me dijo cosas como “ahora veo los árboles y a los pájaros y veo que ellos son libres, no tienen religión y no se pelean por la religión de otros…” Y me acordé del vídeo que vi hace poco en MEMRI donde entrevistaban a una psiquiatra graduada en Harvard y de descendencia árabe que criticaba fuertemente a los anti-semitas por su conducta odiosa e infundada. Se enfrentó contra un clérigo musulmán y le dijo las verdades en la cara.

En el momento que Grant me decía eso, asocié la imagen de la psiquiatra con la de los bautistas sureños que siempre andan viendo a ver cómo lo meten a uno en su secta e inmediatamente después recordé las palabras del Moré acerca de la libertad con que fuimos creados y que por necios buscamos la idolatría y pensé:

“Es una lástima que una persona como Grant tenga que perderlo todo para poder darse cuenta de que nacimos para ser libres y para servir al Eterno.” En un párrafo de no más de cinco oraciones, Grant resumió en la práctica el propósito de nuestra existencia que es el servir y adorar al Eterno  y cuidar y disfrutar de Su Creación. Le dije a Grant que no se preocupara pero que no había mal que por bien no viniera y que a pesar de todas las cosas que le habían pasado él estaba aquí, dándose cuenta de cosas que muchas personas no se enteran en toda una vida.

Le dije que a pesar de su precariedad él era una persona con suerte porque había encontrado el propósito de su existencia. Muchas personas gastan millones de dólares buscando fórmulas mágicas para una vida plena, como los cientólogos que son elitistas y utilizan a estrellas del cine para llevar a cabo sus odiables empresas y, en cuanto a los demás miembros de la gleba, estos son idólatras que sacan sus míseros salarios para entregárselos a fetraficantes. En cambio él al final de su vida y con un mal terrible había descubierto el propósito de su transitar por este mundo. Le dije que tenía mucha suerte y que le deseaba lo mejor.

Con esto lo que queremos rescatar es que cuando no se sigue la voluntad del Eterno se pierde el patrimonio, la salud y por último la vida. Espero en El Eterno que quizás ahora que Grant haya reconocido el supuesto básico para existir, que busque la forma de seguir esa Voluntad. Nunca le pregunté cuál era su creencia pero espero que se haya liberado de las cadenas de la idolatría porque si no es así entonces le queda muy poco tiempo de vida.

La filosofía del enfermo es muy parecida a las enseñanzas de otros muchos que aparecen en las Sagradas Escrituras. Somos tan tercos y necios que sólo cuando estamos al borde la muerte es que podemos aferrarnos a la vida y reconocer las cosas por lo que son. Algunos somos más tercos que otros, entre esos me incluyo yo, porque tuve que realmente estar en una situación de angustia y peligro inminente para darme cuenta de que estaba en el error. Es por eso que siempre digo que por mi terquedad es que me pasaron las cosas y que no escribo por reconocimiento propio sino por agradecimiento al Eterno que me permite compartir con ustedes amigos.

El EGO es un enemigo al acecho que espera pacientemente para atacar. Cuánto más te ensimismas más te alejas de la realidad y dejas de ver las cosas por lo que son y las comienzas a ver por lo que quieres que sean. Pero el hecho de que quieras que las cosas se vean de una forma, no significa que mágicamente se verán así y caerás en lo que las ciencias psiquiátricas llaman demencia que es el desapego de la realidad.

Escribo hoy cerca del patio trasero de mi casa y observo el naranjo con sus flores de azahar y algunas naranjas en proceso de maduración veo el hermoso cielo azul que está iluminado por el sol de mediodía y trato de describir este hermoso escenario con ustedes para que compartamos la belleza de la Creación. Me contaba un amigo que hace unos años sembró en su casa un almendro y un ficus y que ahora han alcanzado el tamaño suficiente para poder amarrar su hamaca y descansar viendo el atardecer. Me dijo que se sintió muy complacido y orgulloso porque esos árboles fueron sembrados por él y ahí están, sirviéndole como soporte para colocar su hamaca y descansar.

En mi caso yo no sembré los árboles pero están allí y cuando vienen las épocas de cosecha los árboles dan fruto y es completamente gratis. El Eterno nos ha dado tantas cosas bellas para ser disfrutadas y cuidadas pero seguimos en la necedad. En vez de ir a la congregación idólatra todos los domingos como autómatas, nuestros amigos encadenados ganarían más espiritualmente si se sentaran a contemplar la naturaleza y ver que El Eterno está presente en todo lo que vemos y no en un desquiciado que se hizo pasar por deidad y que sólo un tonto sin raciocinio puede creerse tan vulgar cantaleta. Como dice nuestro amigo Andrés Oppenheimer, “eso son cuentos chinos.”

Que El Eterno bendiga a Israel para que siga trayendo luz a las naciones y que nos guíe para seguir caminando por las sendas del bien.

 

¿DIOS o el EGO al poder?

Este texto es para la elevación del espíritu del joven Carlos Helmuth Hernández Orellana, que su recuerdo sea bendito y de bendición.

Al nacer nos vemos sumergidos en un océano insoportable de impotencia.
En un instante pasamos de la relativa calma del paraíso uterino a padecer de estrechez, dolor, arrebato, miseria, despojo entre otros terribles sentimientos, en tanto vamos avanzando dificultosamente por el canal de parto.
Horas, o momentos, más tarde, el sufrimiento se agudiza hasta su máximo, emergemos a un mundo ruidoso, alumbrado, oloroso, aireado, frío, áspero, móvil, en donde se siente hambre, cólicos, mareos, una indomable impotencia.
Las reacciones son dolor, miedo y mucha ira.
Para empeorar el sentimiento de impotencia extrema, no contamos con mecanismos para solventar tal dificultad, ni siquiera con palabras, sino solamente encerrarnos detrás de una dura corteza, a la que llamaremos EGO, y dejar actuar al instinto para preservarnos.
Tal descripción es el tormento del nacimiento, normal, común, y que inscribe una huella de espanto profundo en el alma de cada persona.
Una huella que no es accedida por recuerdos conscientes, ni por palabras, ni por descripciones científicas, pues ocurre en un momento en el cual la palabra no tiene posibilidad de ser, ni la razón, ni las experiencias tranquilizadoras.
Esa huella nos sigue marcando en nuestra existencia, es la que nos mueve de un lado a otro, la que nos zarandea con miedos, las que nos hace huir hacia la fantasía del deseo, la que nos esclaviza al EGO (nuestra primera armadura, útil al principio pero desastrosa posteriormente).

Todos nuestros enojos, decepciones, odios, rencores, deseos de venganza, deslealtades, engaños, mentiras, falsedades, máscaras, excusas, justificaciones, agresiones, aceptación de agresiones, malestares surgen directamente de la huella inicial de la impotencia primaria.
Todos nuestros miedos y temores están anudados medularmente a la huella inicial de la impotencia primaria: tu miedo a morir, tu miedo a que muera alguien querido, tu miedo a ser rechazado, a ser abandonado, a ser menospreciado, a ser maltratado, a ser ignorante, a estar loco, a ser malo, a ser diferente, a enfermarte, a ser pobre, a vivir en miseria, a ser inválido, a la oscuridad, a las maldiciones, al infierno, a equivocarte, todos, pero todos tus miedos están ensartados a esa primera impotencia.
Todos tus sufrimientos también.

Entonces, andamos por la vida esclavizados al EGO, por suponerlo un amo útil, tal como nos sirvió para rescatarnos en la primera era de nuestra vida en este mundo, cuando lo cierto es que el EGO es una cáscara vieja e inoperante que no quiere morir y desaparecer.
Nuestro amor por ese EGO nos llena de aire, nos llenamos de orgullo, nos pretendemos más de lo que somos, es un recurso para no sentirse impotente, pero que deja la impotencia completamente encendida, activa, que desde las sombras de la inconsciencia nos apena y aterra.
Nuestro EGO nos empobrece el ánimo, nos hace arrastrar en servilismo ante los que se presentan como dominantes, para sobrevivir a la impotencia actuamos como impotentes.
Nuestro EGO nos hace fantasear con súper poderes, para negarnos a admitir nuestra debilidad.
Nuestro EGO nos obliga a someternos a personajes o ilusorios seres de poder, ángeles, demonios, brujas, obispos, pastores, rabinos, cabalisteros, morés, jefes, dictadores, reyes, faraones, maestros, gurúes, líderes, amos con diferentes careta pero igual oscuridad en el alma. Ofrecen salvación y respuestas mágicas pero no son otra cosa que títeres de sus propios enfermos EGOS, que tienen la habilidad para manipular a los necios que los adoran.
Nuestro EGO nos lleva por aquí y por allá, en tanto deliramos creyéndonos racionales, inteligentes, esclarecidos, superiores, mejores, sanos, poderosos, pero somos peleles, macaquitos pordioseros en busca de un poco de amor, un poco de aceptación, un poco de paz, un poco de dinerillo para sus vicios, un poco de irreal poder.

Puedes leer y olvidarte.
Puedes leer y rechazarlo, para correr a superficiales teorías que se presentan con mucha palabrería altisonante, misticismo, títulos rimbombantes, que están en sintonía con la fealdad de tu EGO.
Puedes leer y aburrirte antes de terminar.
Puedes leer y enojarte.

Puedes leer y analizar tu vida y la de los que te rodean y comenzar a admitir que es tal cual.
Puedes leer y además de analizar y comprobar la veracidad de estas palabras comenzar a encontrar maneras saludables para ser libre del EGO, para dejar de refugiarte detrás de una armadura envejecida y ser libre a pleno.
Si haces como la última opción, estarás en la senda de disfrutar de la bendición que Dios constantemente te provee.
A cada instante desde Arriba te llega TODO lo que necesitas para tu existencia plena en este mundo y en la eternidad, pero cuando te arrinconas en tu celdita mental, dejas de gozar y te empobreces.
Enceguecerte detrás de sectas, noajismos místicos, maestros peculiares, religiones, mesianismos, palabrerías hebraicas o aramaicas, adoraciones de personajes, repetición de lemas incomprensibles, y modos similares de vivir alelado, es otro recurso de tu EGO para mantenerte esclavizado.
Romper con todo ello, actuar con bondad y justicia siendo leal a Dios, es la clave para empezar tu proceso de sanación, tu liberación, tu disfrute de la plenitud de la bendición.

Las cosas que Dios decreta para los hombres son simples, son sencillas de comprender y accesibles para realizar.
Las pruebas de esto están ante ti.
Él ordenó Siete Mandamientos para la humanidad, con palabras claras, sin rebusques, sin malabarismos metafísicos, sin palabrejas oscuras, sin conceptos complicados que no llevan a ninguna parte saludable. Siete Mandamientos en lenguaje de hombres, con posibilidades de hombres.
Si pudieras estudiar de la Torá encontrarías que en ella tampoco hay esquemas de vida complicados, ni misticismo, ni filosofías para las cuales se precisan clases preparatorias porque de lo contario no se entiende ni jota. En la Torá hallas un lenguaje simple, llano, relatos cotidianos, vidas de personas normales –no hay súper héroes ni maestros bizarros elevados a pedestales de deidades-, mandamientos concretos, ideas explicadas en sí mismas.

Cuando te presentan esquemas para los cuales tienes que hacer subibajas mentales para tal vez entender algo, cuando te inundan con palabras que a simple vista no quieren decir nada –y en una segunda lectura tampoco-, cuando los conceptos se apartan de la vida cotidiana, cuando te hacen creer que debes entrenarte para entender lo básico o tienes problemas intelectuales, simple y sencillamente no es cosa que Dios haya preparado para ti.
A Dios no agrada lo complejo, pues Él ha provisto las cosas de manera simple, concreta, clara, accesible.
No tienes TU libertad, sanación, salvación, bendición más allá de fronteras, ni en manos de algún maestro místico que te alumbrara desde su barba celestial, la palabra de Dios la tienes en ti, para que la vivas y seas bendito y goces de plenitud constante.

Por supuesto que hay niveles de conocimiento, tal como en todas las materias de estudio.
Pero Dios no dispuso los niveles complejos para todas las personas, sino para aquellos pocos que se dedican a estudiar y profundizar para su propio beneplácito.
El nivel general, el necesario, el que Dios demanda y exige, es el simple, el de las palabras de todos los días, el de las acciones concretas y explicadas en sí mismas.
Cuando llegues ante el divino Juez no te preguntará si tenías tu “netzach de zeir anpin en iesod vibratorio or adam hakadmon de hatzmut del cuarto nivel, en el olam de hatzilut con jesed del kav jozer de din en kav iashir” o cualquier otra cosa parecida y completamente incomprensible.
Te hará testimoniar si fuiste justo, si fuiste bondadoso, si fuiste leal a Sus mandamientos (siete para gentiles, los que corresponden de 613 a los judíos), tal será tu juicio.
No te demandará si dijiste “shabat shalom”, o “shalom alejem ajim”, sino si viviste como constructor de Shalom.
Si eres gentil, no te exigirá si cumpliste con el shabat, o si estudiaste más o menos Torá, porque eso no te toca ni te corresponde y de hecho te perjudica en tu plenitud multidimensional al crear distorsiones en el patrón de conducta ordenado por Él a ti.

Tienes la opción de seguir siendo esclavo de tu EGO, y del EGO de los papanatas que se erigen en tus amos-maestros-líderes-consejeros-etc. Hazlo si quieres, Dios te ha puesto esos escollos para que puedas optar entre el bien y el mal. Hazlo si amas al EGO y la muerte en vida y en la eternidad.
Hazlo, porque es más fácil seguir siendo una ovejita detrás de algún pastorcillo ridículo pero lleno de vanidad.

Pero tienes la opción de ser príncipe en el palacio de tu vida.
Ser el amo y no el siervo.
Ser siervo de Dios y no del EGO y de los papanatas que trabajan para él.
Puedes gozar de todas las bondades que hay para ti preparadas y de buen sabor, listas para disfrutar, si es que tú te lo permites.
Puedes ser la persona más feliz que conozcas, pero tienes que desearlo.

Ahora ve, corre a donar dinero para los traficantes de la fe, adhiérete a sus grupitos, alaba a sus gurúes, sé uno más de la masa… eso te dará la falsa tranquilidad del que está adoctrinado y sedado.
Vamos, ve a Facebook a promover esas agrupaciones, afíliate con pasión a clasesitas a foritos, sé uno más de los que siguen esclavos pero se venden como miembros de sectas de salvos.
Corre, huye, tiembla y no dejes de huir, eso te hace sentir mejor… ¿no?

O detén tu escape, admite tu situación, sométete a Dios tal como Él te manda y no como tú quieres que sea.
Sé bueno, sé justo, sé leal y goza… GOZA.

Si deseas, ayúdanos a seguir ayudando a otros, pues de esa forma te estarás ayudando a ti a seguir por la senda de la bendición y la conciencia de ser bendito.

Te deseo todo lo mejor, sea que escojas la muerte en brazos del EGO, sea que decidas acompañarnos por la senda de los constructores de Shalom.
De hecho, ya estás en posesión de todo lo mejor, pero probablemente no te has dado cuenta ni lo estás disfrutando.

¿Gozas de tu bendición?

A cada instante, sin pausa, fluye para ti la bendición del Eterno.
La cuestión es que estés abierto y en sintonía para recibir todo el efluvio benefactor que proviene de lo Alto.
A cada instante, ahora mismo está a tu alcance obtener el gozo, el bienestar, la dicha, la fuerza todo aquello que te nutre y satisface.

Sin embargo, es propio de la persona encapsularse y negarse a recibir la bendición, para luego quejarse de vivir en miseria y penurias.

¿No es extraño este comportamiento?

De gratis se nos da todo lo bueno, y son nuestras complicaciones propias las que nos impiden disfrutarlo.
A esta negación al placer celestial se le suman las amargas acusaciones, las culpas, los rencores, los pedidos de explicación, las excusas, los malabarismos para continuar encerrados sobre sí mismos , impurificando el canal de bendición celestial.

Cuando la persona toma conciencia de su lugar, de su esencia como receptáculo de la bendición divina, deja de procurar obtener aquello que no le corresponde. Ya no hay dedos acusatorios, ni difamaciones, ni depresiones, ni amarguras, ni necesidades, todo está en armonía, en su estado de plenitud.

Tú puedes gozar de la vida, de todo lo bueno que Dios te está ofreciendo constantemente.
Pero debes tomarlo y aprender a usarlo de acuerdo al modo correcto.

Ya lo sabes, ahora es tu trabajo el despertar la conciencia espiritual y activarte multidimensionalmente para ser bendito y de bendición.
Dios ya te ha provisto de lo bueno que te beneficia.

Eres un títere… ¿no?

Hemos  expuesto breves pero profundas reflexiones acerca del ego, sus relaciones con el sentimiento primigenio de impotencia, sus interferencias para el crecimiento, sus manipulaciones para retener en esclavitud a la persona, su debilidad esencial con apariencia de poder, los miedos y deseos que se derivan de sus dictados, entre otras importantes cuestiones.
Sería bueno tomarse el tiempo y dedicarse a recopilar, ordenar, leer, estudiar, repasar, analizar, interiorizar el profuso material disponible de forma libre y gratuita para quien desee obtener buenos resultados para su vida.
Brindará una mejor manera de vivir, mayor plenitud, apertura al goce de la bendición constante que recae sobre ti, concordia con el prójimo, un camino seguro para la buena vida.
Está a tu alcance, no es un misterio ni un secreto oculto, no es necesario tomar clases previas para creer que se comprende milenario misticismo, no es obligatorio pagar sesiones con altisonantes gurúes, ni rebajarse a ser miembro de sectas extrañamente carismáticas.
Por el contrario, es simple, es claro, es cierto, está a tu alcance de forma libre y gratuita en este sitio que es tu hogar.
Solamente debes hacer tu pequeña pero imprescindible parte.
Despojarte por un ratito de las cadenas y máscaras que el EGO te ha regalado, para permitirte tomar un camino mejor para tu existencia aquí y en la eternidad.
Te lo ofrezco gratuitamente, amablemente, aunque sé que el 99% de los lectores pasarán de largo, sedientos de palabrerías místicas, hambrientos de rituales complejos, desesperados por disfraces de espiritualismo, ansiosos por ser sometidos al mando de algún líder iluminado del cual depender, afanosos por sentirse miserables en sintonía con tu sentimiento primitivo de impotencia.
Desde hace milenios la respuesta está al alcance de quien quiera obtenerla, pero la gente empedernidamente recurre a magia, superstición, irracionalidad, religión, sectas, extremismos, violencia, impudicia, esclavitud, orgullo, lemas, emblemas… corren detrás de fantasías para dejar de ser libres, porque aman el sometimiento al EGO, al que sienten como un poderoso señor, un tirano malvado pero al mismo tiempo seguro resguardo de un mal peor…
Así sigue siendo la vida de la mayoría de las personas, ¿quizás es tu caso también?

Conozco a tanta buena gente que vio la luz, probó un poquito de libertad para salir huyendo a religiones, sectas, extremismos, cabalismos, fanatismos, filosofías, adoración de personalidades y otras formas de vivir la vida sin vivirla.
Es el común denominador de los que siguen aferrados al EGO, maquillado de tal o cual manera, porque siguen siendo víctimas de su sentimiento original de impotencia.
Se sienten profundamente impotentes, a un nivel aterrador, en un estrato en el cual las palabras no existen sino solamente la ebullición maremótica del pavor de la impotencia.
La libertad es un imposible, la responsabilidad un repudio, el anhelo es cobijarse en pequeñitas celdas mentales, bajo el mando de supuestos poderosos líderes (con el título real o imaginario que usen), en la imperiosa necesidad –casi fisiológica- de estar apoyados en bastones tóxicos, sumergidos en clanes que aparentemente los protegerán de ese infierno llamado impotencia.
Ejemplos sobran, si tú tienes conciencia y conocimiento podrás descubrir bien pronto que FULVIDA no tiene el éxito arrollador de grupitos y sectitas, pues no actúa desde la manipulación y el caos, no se aprovecha de la indefensión, no hace fiesta al EGO, sino que muestra la senda antigua con palabras modernas, senda que solamente unos escasos leales han sabido transitar con fidelidad desde los orígenes de la humanidad. El resto, antaño como ahora, prefirió los ídolos, los magnates, los príncipes, los títulos, los “sabios”, los que se disfrazan vistosamente para vender sus productos definidos como elixires espirituales… no es error de FULVIDA (aunque ciertamente los cometemos, y muchos), sino la propensión humana de someterse al EGO lo que nos imposibilita crecer y expandirnos y ayudar a más y más gente a la hora de ser libres, leales, completos, en gozo de verdadera dicha, receptáculos de la bendición constante que emana desde lo Alto para cada ser.

Cuando en el fondo te crees un títere, vives como uno.
La mayoría de las personas, desde el inicio de los tiempos, desde Eva diríamos sin temor a equivocarnos, han sucumbido a ser manipulados por las manecillas pordioseras del EGO con sus numerosos trucos y ropajes.

Eres tú quien debe preguntarse y responderse, pero con honesta sinceridad, aunque te duela, cuánto de títere eres.

Si relees lo expuesto podrás ver algunas evidencias que te ayudarán a la hora de responderte.
Pero te brindaré algunos datitos más.

Por lo general creemos que estamos haciendo bien las cosas, cuando en realidad estamos manipulando a diestra y siniestra a cualquiera que se nos ponga al frente, con tal de mantener la fantasía de exitismo a cualquier coste.
Cuando creemos que estamos siendo un desastre, que somos pobres víctimas del destino, de los otros, de la vida, de los padres, del moré, de esto y aquello y andamos paseando nuestros lamentos de un foro a otro, no hacemos más que manipular a diestra y siniestra a quien se ponga en frente.
Cuando creemos que nos llevamos bien con pareja, hijos, padres, amigos, compañeros, etc., pero solo basta un ligero movimiento, un gesto, una palabra para que con quienes conversamos se conviertan en potenciales contrincantes y allí comienza la esgrima verbal, la batalla continuada, el tremebundo manifiesto por internet de la maldad de quien osó desagradarnos queriendo o sin querer.
Todos los recursos valiosos del intelecto y de nuestras emociones se ponen en marcha de una forma como no lo haríamos para llegar temprano al trabajo o para hacer los deberes.

A pesar de su debilidad, el EGO es un arma demasiado potente, tanto que desde hace milenios le gana la batalla a los que portan el mensaje de la Luz…

Ciertamente, cuántos hechos graves se pudieran evitar aprendiendo desde niños estas reflexiones.
Dando a los hijos el buen pan del noajismo, si son noájidas; del judaísmo, si son judíos; proveyéndole de fuerzas, de reconocimiento, de respeto, de dignidad, de espacio para dudar y preguntar, de cariño, de comprensión, de bálsamo para las constantes sensaciones de inferioridad… cuánto de bueno se puede ir sembrando allí en donde el EGO de los niños aún no ha tomado completa posesión de la sagrada casa…

Y en la médula, la conciencia (que es más que el conocimiento, la prédica, el saber) que El Eterno es el dueño de todo y que nosotros somos simples depositarios de la manutención del mundo.
Nuestro poder está en Su poder.
Nuestra potencia en ser receptáculos puros para Su potencia.

Eres títere, si eso es lo que quieres de ti.

Confío en que quieres ser persona, con todo lo que conlleva, particularmente con el gozo de la bendición constante que está fluyendo para ti a cada momento.

Impotencia y EGO

Nacemos a este mundo e inmediatamente nos vemos inundados por la cruel impotencia.
Nuestro sistema vital no está preparado para manejar este salvaje afluir de sensaciones y sentimientos atroces, no tenemos un organismo desarrollado, ni contamos con experiencias o memorias, ni poseemos adaptaciones adquiridas. Estamos a merced de un mundo tosco y terrible.
Estamos absolutamente impotentes.
Sobre el sentimiento inicial de impotencia se sobreimprime el EGO.

Desde esta perspectiva, el EGO, en su origen, es un mecanismo natural de defensa con que las personas cuentan para no morir o anularse completamente a causa del sentimiento de impotencia inicial.
Este primer mecanismo de adaptación es necesario y útil en ese momento y los siguientes, pero luego ya debiera ser desechado y guardado para contadísimas oportunidades en las cuales la persona no tenga otros recursos para sobrevivir.

Sin embargo, es normal que el EGO tome el control de la persona.
(Recordemos que normal no es lo mismo que saludable o sano).

Siendo que el EGO tiene una función primaria, primitiva, de supervivencia ante la impotencia, resulta absolutamente ineficiente para manejar el resto de las situaciones existenciales.
Es como si quisiéramos emplear en toda situación un martillo, muy provechoso para clavar clavos, pero que no sirve para el resto de las operaciones indispensables.

Cuando la persona queda sumida en servilismo a su EGO, pasa una existencia de sufrimiento, aunque tal vez no parezca darse cuenta de esto.
¿Cómo desarrollarse, disfrutar, gozar, crecer, ser sano y dinámico cuando el volante lo tiene una función primitiva, específica, reactiva al sentimiento de impotencia?

Entonces, cuando el EGO está al mando, andamos por la vida a tumbos, huyendo, dando excusas, siendo violentos, criticando negativamente, adoptando formas de vida insanas, adoctrinados en falsedades, dependiendo de bastones tóxicos, es decir, apartándonos de la vida para asumir máscaras que falsifican nuestro ser.

Es necesario tomar conciencia de esta realidad que nos acosa a todos, pero no todos están capacitados para hacerlo.
¿Por qué no?
Porque el EGO está ahí, al mando, induciendo a la persona a la corrupción.
Entendámoslo, no es por maldad, no es un instinto malvado, una segunda naturaleza maligna que nos invade, sino que es una forma tan arcaica y reactiva a la impotencia que no tiene otro recurso más que aferrarse a nosotros cual garrapata hambreada pero hacerse pasar por poderoso faraón interior.

No quiero pecar de insolente, pero tengo la impresión de que cada mal, dolencia, terror, sufrimiento que padecemos tiene su atadura a las manipulaciones del EGO, sea nuestro o del prójimo.
(Por supuesto que quitamos de la lista los que se deben a causas naturales, tales como catástrofes, que en verdad son un mínimo porcentaje de aquellas cosas que nos hacen sufrir y sentirnos miserables).
De hecho, tal es la opinión del sabio Maimónides, más que la de este humilde y poco entendido maestro.

Vamos, veamos a nuestro alrededor, atrevámonos a vernos a nosotros mismos.
¿De qué nos quejamos?
¿Qué nos hace sentir infelices?
¿Qué nos hace sufrir?
¿Cuándo nos violentamos o sentimos violentados?
Si somos sinceros a la hora de responder a estas interrogantes hallaremos que detrás de todos nuestros padecimientos esta el EGO, y más atrás el sentimiento de impotencia que nos aqueja y nos impulsa al dolor, al miedo, a la ira.

Si somos conscientes de esto y tenemos el entrenamiento para no caer en reacciones automáticas ejercidas desde el EGO, haremos el descubrimiento de nuestra vida.
Dejaremos de tratar de controlar lo incontrolable, dejaremos de sufrir por lo que no podemos evitar, sabremos derivar nuestra conducta hacia respuestas de construcción de shalom en lugar de reflejar nuestro patético EGO en cada una de nuestras acciones.

Seamos conscientes de nuestra impotencia y del EGO que nos opera cual títeres y hagamos lo que es humano: escoger entre hacer lo bueno o lo que no lo es.

Cuando llegues a ese nivel de consciencia multidimensional no te culparás ni atormentarás porque las personas no te amen de la forma en que quieres, porque no te den respeten u honren como te crees te mereces, no andarás desesperado para obtener aprobación incondicional y aceptación de parte de los demás.
Entenderás que cada cual vive como buenamente puede, en una lucha constante contra sus propios sentimientos de impotencia, a horcajadas de sus EGOS, tan patéticos y primitivos como el que te controló a ti hasta hace poco y aún trata constantemente de hacerlo.
Serás consciente de que pocos son capaces de amar realmente, en tanto no se limpien de las impurezas que los aquejan desde el corazón. Que no son malas personas, sino esclavos que hacen lo que buenamente pueden y no tienen idea de que en realidad son príncipes encadenados a una máscara miserable de pordioseros.
Ya no verás a los demás con ojos críticos de juez ávido de castigar al infame, sino con el ojo misericordioso de quien comprende la pobreza multidimensional de que aún está atormentado a su EGO.
Andarás haciendo lo que es justo Y bueno, sin pausa, procurando construir Shalom aunque las circunstancias jueguen abusivamente en tu contra.
Encontrarás que la más grande recompensa que obtendrás jamás es la cercanía a Dios que proviene de cumplir con los preceptos que Él te ha ordenado a ti que cumplas, y que estarás así también más cercano a tu prójimo y maravillosamente a ti mismo.

Todo esto es un proceso que requiere de entrenamiento, no se efectúa de un momento al otro, no es un instante de revelación divina que te alumbra y te deja en un estado de consciencia expandida, al estilo de lo que te prometen las sectas y misticismos varios.
Se precisa constancia, trabajo, esfuerzo, ánimo, voluntad, estudio, análisis, perdón, más esfuerzo, levantarse luego de caer, firmeza en el objetivo de liberarse del sentimiento de impotencia por medio de admitirlo y dejar de luchar en su contra.

Te invito a que releas este texto, no una o dos veces, sino a diario y que vayas escribiendo las ideas y comentarios que te surjan.
Especialmente visualiza cómo estas palabras hacen eco en ti, como resuenan por los pasillos de tu ser, como te describen incluso en aquello que te niegas o rehúsas a confesarte.

Cuando hayas madurado, en verdad madurado y no lo que te vende como tal, estás palabras ya no serán un texto escrito por un extraño, sino que serán tus propias ideas que otro ha tenido el atrevimiento de publicar.

Para despedirme por ahora te confieso que sé que para la mayoría de los que lean estas líneas no habrá efectos, el artículo será desechado a las pocas letras de ser leído, será amargamente cuestionado por las mentes sagaces que no tienen la consciencia despierta.
Espero que no sea así para ti.

Te deseo todo lo mejor para ti, que está a tu alcance, tan solo debes admitirlo y gozarlo.