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Cuidado con las reacciones

Muchas veces, en muchas situaciones de la vida, reaccionamos de la manera menos conveniente. Existen ciertas pautas que podemos seguir para que nuestra reacción sea la más adecuada.

1. En vez de resistir, acepta. Acepta los hechos, aquello que por más que te esfuerces no podrás cambiar. A mayor resistencia, mayor estrés. A mayor negación de los hechos mayores posibilidades de perder de vista el panorama real de la situación. Cuando resistes, la situación te domina, cuando aceptas, tu dominas la situación. Piensa en dos cosas: ¿Qué es importante aceptar? y ¿Qué es importante dejar de resistir? Ojo!, aceptar no significa resignarse.

2. En lugar de resignarte, aprovecha. Acepta tus posibilidades inmediatas, lo que sí está en tus manos hacer, lo que depende de ti. Lo que sabes que sí puedes controlar. Pregunta: ¿Qué oportunidades puedes aprovechar? Cuando sabes qué oportunidades puedes aprovechar, inmediatamente te alejas de la sensación de ansiedad producida por la sensación de falta de control. Recuerda, no eres un efecto, eres una causa. Haz que las cosas sucedan.

3. En vez de evadir, asume. ¿Lo que pasó es tu responsabilidad?, ¿Antes de culpar a otros, pensaste en la posibilidad que tu seas el responsable de la situación? Madurez significa asumir lo que es tuyo, lo que tu hiciste, aquello que es consecuencia de tu decisión. Si evades tu responsabilidad niegas tu identidad, aquello que te da capacidad para enfrentar las consecuencias de tus actos. Pregunta: ¿Qué puedes aprender? ¿Qué puedes mejorar?

4. Deja de desear, mejor asume el compromiso. Mismas acciones te llevaran a mismos resultados. Acciones diferentes traerán resultados diferentes. Desear no lleva a la acción. Comprometerse lleva a hacer todo lo que sea necesario por alcanzar aquello que quieres alcanzar. Desear es bueno pero insuficiente. Pregunta: ¿A qué te comprometes?

5. En lugar de preocuparte, ocupate. Ponte en acción. Haz lo que es tu deber. No esperes que otros se ocupen de lo que a ti te corresponde. Muevete hacia tu meta. Sal de la pasividad y pasa a la actividad. ¿Qué ganas cuando te preocupas por aquello que no depende de ti? Si no depende de ti, entonces acepta que está fuera de tu influencia. Decide soltarlo y hazte cargo de lo que está a tu alcance. Pregunta: ¿De qué te estás preocupando?, ¿De qué te estás ocupando?

6. En vez de olvidarte de lo que ya tienes, agradece. En medio de las preocupaciones corres el peligro de olvidar lo que ya tienes resuelto, y te enfocas en lo que aun está por resolverse. Pregunta: ¿De cuántas cosas podrías estar agradecido en tu vida? La gratitud es un gran antídoto ante situaciones frustrantes, ya que permiten que te conectes con La Fuente de la bendición en tu vida. Agradece, no olvides las miles de veces que has dado gracias a la Vida por todo lo bueno que te ha tocado.

7. En lugar de desconfiar, confia. Lo que te sucede no es permanente, es parte de un ciclo necesario para tu crecimiento. Después del invierno viene la primavera, luego de la oscuridad viene la luz. Confiar en la capacidad y el carácter de otros es una decisión que debes aprender a tomar. Conoce tus límites y aprende a conocer las capacidades de otros. Tu decides.

Por último,

8. En vez de visualizar en negativo, educate a visualizar en positivo. Aprende a hacer las cosas creyendo que vas a ganar, en lugar de crees que vas a perder. Un Sabio de la Luz dijo: «Piensa bien, saldrá bien». Lo contrario también es cierto.

Todo esto es más que simple pensamiento positivo o pobres pretensiones de creer que todo va a salir bien.

Si aceptas, aprovechas, asumes, te comprometes, te ocupas, agradeces, y confias, lo único que te falta por hacer es accionarte.

Abrazos!


El consejo diario 287

Por cada ladrillo que cimentes en la sagrada obra de la construcción de Shalom,
tendrás diez piqueteros dispuestos a derribarlo.

Son tanto tus opositores internos (emociones, creencias, ideas, costumbres, deseos, especialmente el EGO),
como de los externos (cónyuge, padres, familia, amigos, colegas, conocidos, ex-amigos, enamorados, iglesia, TV, etc.).

Depende de ti si continúas siendo socio de Dios en la tarea sagrada que te compete,
o si te dejas llevar por la corriente contraria.

El consejo diario 285

Cuando entiendas cabalmente que eres hijo de Dios,
sin excusas ni limitaciones,
sin requisitos más que ser humano,
aprenderás a vivir como hijo de Dios.

Cuando entiendas que el prójimo es hijo de Dios,
aunque sea pecador o ande equivocado en sus ideas,
aprenderás a vivir como hijo de Dios.

Para aprender a vivir como hjijo de Dios,
el Padre Celestial dictó un breve pero poderoso manual:
Los Siete Mandamientos Fundamentales para las Naciones.
Conócelo, compenétrate de él, vívelo, compártelo,
entonces desplegarás todo tu potencial divino.

El consejo diario 284

Encuentra la chispa divina que hay en ti
y en el prójimo.

Hazla deslumbrar en todos tus pasos
y ayuda al prójimo a hacer así mismo.

Emplea las herramientas que Dios te dio
y alumbra sin pausa pero sin impaciencia,
ilumina dentro de la oscuridad para que sean más y más los que perciban la Luz.

Vive en este mundo tal como Dios te encomedó,
ese es todo «el secreto».

El consejo diario 280

Es cierto, no somos perfectos

ni tenemos porque serlo,

pero somos perfectibles

y reconocer nuestros errores

y querer superarlos,

y trabajar para lograrlo,

nos hace mejorar.

Y, conocer nuestra identidad,

así como valorar nuestros aciertos

nos fortalece y embellece.

El consejo diario 279

Es el EGO el que te hace confundir y dudar de tu propia capacidad, luego,te hace sentir que eres más o menos de lo que realmente eres.
Aprende a conocerte, a poseer autoestima adecuada para que sepas de dónde vienes, a dónde vas, ante Quien rendirás cuentas y qué es lo que se espera que hagas en el transcurso de tu preciosa vida.