…Aun cuando, Dios no lo permita, uno escuchara la noticia del fallecimiento de una persona querida, a de responder diciendo, Baruj Dayan Emet (Bendito sea el Juez Verdadero)…
(El Camino del Gentil Justo; Blasfemia, Parte 1, ítem 11. http://fulvida.com/elcamino/ESblasphemy.php.html )
Las situaciones de impotencia, nos llevan a momentos desesperantes. Mejor dicho, el EGO insatisfecho produce tal desesperación que en ocasiones se es incapaz de calmarse, pensar, razonar, aceptar, percibir la vida tal y como es.
Experiencias de actos irracionales por sensaciones de impotencia para compartir me sobran; por razones obvias, para compartir una solamente una: recuerdo hace algún tiempo, que al querido maestro le pregunte en privado cual era la forma de conocer el futuro inmediato. ¡¡ El futuro inmediato ¡¡. Sentía tanta necesidad de saber cómo actuar, que se me ocurrió la “genial” idea de conocer el futuro para tomar la decisión ¡¡ ¿no les parece descabellado, necio, ridículo?
Así es.. esa fue mi genial idea ante la impotencia que estaba viviendo en ese momento.
Actué tal y como se había enseñado:
6. Como esa falta de poder quedó registrada corpóreamente y no en la cognición, se reactivará la sensación de impotencia terrorífica y mortal cada vez que sintamos fragilidad, falta dominio o control sobre grandes o pequeños sucesos, naturales o simplemente circunstanciales.
Esta reactivación producirá efectos corporales de mayor o menor intensidad, sentimiento de tristeza, de abandono, de angustia, de terror, de ansiedad, de desconsuelo, taquicardia, falta de aire, agitación, debilidad, dolores, etc. …, eventualmente también se podrían producir distorsiones de la percepción, de la cognición, del razonamiento, en las praxias, etc…. Aquel que no conoce el “secreto” del EGO, podrá obviar los signos y síntomas, o podrá explicarlos de modos alternativos, sin llegar a la médula del asunto….
10. El EGO secuestra el pensamiento, entonces cada vez que el EGO actúa fuera de su real área de funcionamiento, la persona inventa excusas tales como que es para protegernos, que es algo necesario o bueno, y así actuamos; pero los resultados son de fracaso…
11. La percepción de las cosas a través de los sentidos está contaminada EGO, que se ha convertido en un colador de lo bueno y malo; es decir, nos mantiene en un estado de pensamiento y existencia infantil, dependiente, aferrado a lo mágico, etc.
(Lo resaltado en negro es propio. http://serjudio.com/exclusivo/cterapia/sntesis-sobre-el-ego )
No solo basta darse cuenta de la verdadera identidad, o actuar automáticamente como “gentil reformado” y forzarse a acatar nuestra propia Tora. Es necesario un trabajo personal; un análisis individual que implique “desnaturalizar” el puesto de control que ha asumido el EGO; para darle paso a la espiritualidad, o la trascendencia de la conciencia del hombre.
En otras palabras, ser consiente de que las leyes del gentil son algo más que un simple modelo de conducta del hombre que debe de seguirlas per se, porque se nos dijo, o se nos enseñó, o para irse al cielo, o por estar bien con dios, o por los motivos que sean.
Nuestra Tora es la esencia misma de la espiritualidad del ser humano. Es la que nos filia a algo más que materia y energía. El cumplirla nos trasciende de ser un elemento más reino animal.
Baruj Dayan Emet
Nuestro mandato “Prohibida La Blasfemia”, a mi juicio, implica un reconocimiento implícito de que estamos vivos, de que nada hicimos o aportamos para nacer, pero que aun así, se nos dio la oportunidad de vivir La Vida; y a la vez, de construir una propia.
Biológicamente se nos dota de recursos para empezar a vivir, y conforme nuestro crecimiento, nuestros cuidadores poco a poco nos dotan y aportan recursos para ir construyendo una vida propia.
Todo lo alcanzado y obtenido ha sido por aportes de otros en un inicio, y por la administración propia de esos recursos.
Visto desde esa perspectiva, podemos concluir que no somos dueños de La Vida pues en nada se ha contribuido para que la Vida sea; podemos definir un rumbo a la propia, podemos con nuestros actos y esfuerzos que la propia existencia tenga sentido, o hacer un propio destino al que queremos llegar con los recursos que se nos han portado y agregado; pero no somos dueños de las circunstancias ni del periodo de rotación o traslación del planeta.
Pareciera que la Prohibición a la Blasfemia nos sugiere que estemos consientes en todo momento, incluso en los momentos de duelo, de que existe La Vida; que la muerte aunque nos alcance, nunca podrá alcanzar Toda La Vida; o bien, todo lo que signifique La Gran Corriente de Vida.
Aunque se pasen momentos de dolor y tristeza, y aunque no se tenga palabras de consuelo en esos momentos amargos que producen los decesos, aunque los “¿por ques? sean el único pensamiento, nuestro Mandamiento de Prohibición a la Blasfemia nos eleva y trasciende a una idea superior: La muerte, aunque nos alcance, nunca podrá exterminar la Gran Corriente de La Vida.
(En merito al hijo del querido amigo Emmanuel Sanabria. Que descanse en paz.)