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El consejo diario 401

Muchas personas se dejan llevar por el nombre de quien expresa algo
para tomarlo como suficiente “evidencia” de su verdad o adecuación.
Algo así como: “Si lo dijo Einstein, debe ser verdad.”; aunque sea una frase por completo alejada del ámbito de competencia y conocimiento del reconocido erudito.
A veces ni siquiera importa si es tan genial el que habla, basta con tenerlo en buena consideración personal.

Algunos proceden de similar manera cuando encuentran algún título académico o de prestigio social,
y con ello ya dan por suficiente que lo mencionado debe ser cierto y digno de ser repetido hasta el cansancio por redes sociales, o tomarlos como lema para la vida.
Aunque los títulos no dan seguridad de nada y el prestigio social aún menos.

Mi consejo, si quieres compartirlo, es que no tomes nada como verdadero por quien lo dice, o por cuantos lo repiten, ni por la dignidad con la que se expresa,
sino por lo que demuestra.
Tal vez coincida que determinada persona reconocida logra demostrar la veracidad de sus afirmaciones, o que lo que la gente recita sea cierto.

El consejo diario 399

La ignorancia es una de las formas de la impotencia, por tanto el EGO propende a mantener a la persona en el desconocimiento, la falta de conciencia, el engaño, la fe.

No dejes de estudiar, analizar, profundizar, criticar con tino, usar tus fuerzas mentales para aprehender las cuestiones y reforzar tus cualidades.
Procura aprender, para hacer que tus acciones expresen tu conocimiento.
Apártate de la repetición mecánica de lemas, de memorizar frases para satisfacer al orgullo, de ser un discípulo necio y engreído.

Sé poderoso, para lo cual habrás de ser tú mismo, en armonía con tu Yo Esencial.

El consejo diario 395

La cuestión espiritual no está en negar fantasiosa e hipócritamente que existe el dolor, el malestar, la tristeza.
Tampoco es de índole espiritual acusar de pecador al que no siente la cercanía con Dios o por algún motivo está triste.
Puede ser de religioso, pero no de parte del Cielo, la obligación de posar con una ridícula risa de falsa felicidad.
Será aprobado por la secta y su líder, pero los amuletos, las fórmulas mágicas, y la pretensión de manipular a Dios con rituales y objetos para obtener beneficios no tiene nada de santidad.
Sin dudas que Dios no ha mandado estar feliz todo el tiempo, porque Él habla al hombre verdadero y no a marionetas llevadas por pasiones y absurda fe.

Lo que nos acerca a nuestra esencia espiritual es que llevemos una forma de vida auténtica, aprovechando lo que tiene el aquí y ahora plenamente para encontrar la Divina Presencia.
Aquel que pasa por un trance doloroso, allí también está el Eterno.
El que sufre una desgracia, puede vislumbrar al Padre desde las llagas y no desde la ridícula negación del tormento.
Para quien el momento es de disfrute, sí, también allí agradecer y comprobar la huella del Creador.

Cada momento es único, irrepetible, motivo para ser auténticos y por tanto conectados realmente con el Padre Celestial.
Las imposturas religiosas, los mandatos de la fe, la censura de nuestra naturaleza, no conducen al Shalom, sino a la vida de esterilidad espiritual.

El consejo diario 394

Cuando vemos y comprendemos la maravilla del funcionamiento del ecosistema,
que tan precioso y preciso es todo,
como las infinitas partes se conectan,
no podemos dejar de reconocer la inteligencia en el diseño.

Si crees en una creación espontánea, que Dios dijo y en ese instante apareció,
o en la creación evolutiva, en apariencia carente de Señor (pero que está dirigida desde las sombras por el Creador),
¡cuan gloriosas son todas Sus obras!

El consejo, estudia, aprende, conoce, indaga, llena tu vida de conocimiento y reflexión.
Hay un mundo entero por conocer fuera de ti, así como uno que desconoces en tu interior.
Disfruta de la experiencia de descubrir al Dios oculto en la belleza del universo.
Entonces, quizás tus rezos tengan un sentido mucho más profundo y elevado, tal vez ya no pretendas hacer de tus plegarias un control remoto de Dios.

El consejo diario 393

Construir shalom no es palabrería,
ni lema religioso,
ni fórmula para mágicamente controlar a Dios y al mundo,
sino que es la forma de curar el interior de uno y así curar al mundo.

Actos de bondad Y justicia, con lealtad, de forma permanente.
Así haces tu parte, aquella que Dios te encomendó, para que el mundo sea lo que está destinado a ser: el paraíso terrenal, así obtienes gozo aquí y en la eternidad.