Archivo de la categoría: Despertando al projimo

¿Para qué?

¿Para qué?
Es la pregunta que te conviene hacer y responder con franqueza a inteligencia ANTES de hacer o decir cualquier cosa.
Te llevará unos segundos más que si no lo hicieras, pero te evitará horas o vidas de dolor.
Te producirá algunos inconvenientes, porque suele costar un poco aclarar tus reales motivos, pero te permitirá llevar una vida de plenitud y gozo.
¿Para qué diré tal cosa?
¿Para qué quiero hacer esto?
Ojo, debes responder a PARA QUÉ y no a POR QUÉ.
Porque, es común confundir ambas proposiciones y derivar hacia los “porque…”. Sí, es más fácil decir causas, reales o imaginarias, que descubrir motivos y finalidades que sean sinceras.

Estás por gritarle a tu hijo algo parecido a “estúpido”, espera, ANTES te preguntas “Para qué le estoy por decir estúpido a mi hijo?”.
En tanto haces este micro ejercicio, seguramente ya te abstendrás de lanzar esa espantosa maldición sobre aquel que se supone más amas.
Y, si por una de esas raras cosas de la vida, encuentras un motivo válido, probablemente reconozcas que hay otras maneras de expresarse, que no conseguirás nada bueno ni justo.
Sí, toma sus poquitos segundos, hay que hacer un esfuercito, pero bien vale la pena.
Siendo gentil estás a punto de decir alguna parrafada que suena a hebraico o judaico… ¿para qué?
Para ufanarte ante otros, para sentirte más “espiritual”, para creerte parte de un linaje y estilo de vida que te es ajeno, para alcanzar el paraíso, para… no, todo esto es EGO… al menos es lo que me parece a mí… ¿para qué, pues? Creo que ni tú lo sabes… y si o sabes y descubres que es el EGO, entonces, ¿para qué lo sigues haciendo?

¿Vamos a probarlo?

¿Para qué vamos a probarlo?
Para aprender a ser nosotros mismos, amos de nuestras vidas y no meros títeres de nuestros EGOs. Para actuar con nobleza, con bondad, con justicia, y no como monigotes que reaccionan con violencia, con pasión, con desmedido sentimentalismo, con malicia.
Vamos a probarlo para ver si funciona, si podemos hacer que funcione, si nos llegamos a conocer un poquito más a nosotros mismos, y así amarnos, y respetarnos y unificarnos y ser felices.

¿Para qué ser felices?
Hmmm porque para eso nacimos… ¡no! Esa no es la respuesta a la pregunta “para qué”.
Vamos de vuelta.
¿Para qué ser felices?
Para…

Al caer la noche, vuelven los fantasmas

Hace tiempo, en una de nuestras enriquecedoras conversaciones, me refería un buen amigo que a diario cada uno actúa asumiendo un papel. Tratando de parecer seguros de lo que hacemos e imperturbables en nuestros cometidos:

 – “pero al llegar la noche, cuando vas a dormir, entonces vuelven los fantasmas, ellos están ahí”-.

Esas fueron más o menos sus palabras. No le pregunté por sus fantasmas. Creo que es demasiado personal. Pero al escribir este texto, pensé en los míos.

Lógicamente cuando hablo de “fantasmas” lo hago metafóricamente. Son en realidad nuestras inquietudes, nuestros temores, las turbaciones de lo que hicimos y de lo que no. Nuestras acciones y nuestras inacciones.

Son las incertidumbres que el futuro nos depara, son los errores del día pasado, son los recelos y las dudas, nuestra incapacidad ante lo que nos supera. Son esas cosas que “te pinchan” cuando no tienes otras que te entretengan sin pensar.

Detente un segundo y medita: ¿construyes o destruyes?

En tu pareja, en tu familia, en tus amigos, en tus compañeros de trabajo, en tu ciudad, en tu país, en el mundo. ¿Qué haces?

Nos preocupamos mucho por miedo a perder lo que tenemos; personas, objetos,… sin darnos cuenta que más que tener, en realidad compartimos nuestra existencia con ellos.

Ante cada situación  asumimos un papel. Es una forma de verlo, pero y si lo enfocamos de otra manera; ante cada situación, usaremos unas cualidades características.

Procuremos no meternos en ningún papel. Seamos quienes realmente somos, descubrámoslo. Con nuestras virtudes y con nuestros defectos. Con esas cualidades que nos hacen especiales si no únicos.

Repasa mentalmente lo que te convierte en ti mismo. Intenta minimizar tus defectos, pasa de largo por ellos, sin ignorarlos pero sin darles mucha importancia. Cuando llegues a tus virtudes, a tus capacidades, detente en ellas. Piensa en estas con detenimiento, deja madurar en tu imaginación la infinidad de usos que le puedes dar a estas para mejorar lo que te rodea y a quienes junto a ti viven.

Determina acciones concretas aprovechando aquello en lo que sabes que se te da bien, aquello en lo que destacas o eres bueno.

Luego, trasládalo. De forma altruista, sin intereses.

No requiere de acciones muy complicadas, pero intenta que sean eficaces. Busca la efectividad, pero sobre todo actúa.

Si te es más fácil, hazlo por interés, pero que siempre ayude o beneficie a los demás con justicia.

Actúa de dentro hacia fuera, como una onda en expansión.

Si has comenzado ha realizarlo, que a la vez es realizarte; pregúntate de nuevo.

¿Construyo o destruyo?

Quizás con estos consejos los fantasmas no vuelvan o lo hagan en menor grado. En todo caso y por si acaso, te dejo una cita que puede que te ayude a dormir mejor:

“Acaba cada día y dalo por terminado.

Has hecho lo que podías.

Sin duda habrá habido errores y absurdos; olvídalos lo antes posible.

Mañana será un nuevo día, empiézalo bien, con serenidad y con tanto ánimo que no lo empañen las nimiedades de ayer”.

Ralph Waldo Emerson (1803-1882)

 

 

 

 

 

Noajismo y FULVIDA visto por una persona que recién despierta

Una señora que ha llegado al HOGAR FULVIDA en los últimos días nos ha brindado un breve resumen de cómo ella percibe al recién descubierto (por ella) noajismo, así como a FULVIDA.
He aquí el mismo:

" …veo que Jesús nunca fue, es ni será el mesías judío.
Veo que sigo siendo una gentil con la bendición de seguir a cabalidad el cumplimiento de las 7 leyes noájidas,
veo que no hay que complicarse mucho la existencia para agradar al Eterno,
veo toda la manipulación, descaro y desfachatez por parte del hombre nunca jamás ha sido por parte de Dios
veo que somos responsables de nuestros actos y acciones,
que el Eterno no predispone,
que la decisión de mover la balanza hacia lo bueno o lo malo siempre recaerá en nuestras vidas y en nuestro bello pero muy mal tratado planeta,
veo que el hombre es perfecto pero imperfecto por su ego,
veo que no solo faltarle al Eterno es con la violación de uno, algunos, o todos los 7 mandamientos universales, el solo hecho de no concientizar nuestros pecados personales como la ira, la indiferencia hacia los demás, el egoísmo, etc. también pecamos en contra de nuestro creador.
Veo que no necesitamos hacer rituales complicados ni oraciones descabelladas para acercarnos al Eterno y pedir de corazón perdón por todas nuestras faltas.
Veo que Noaj es el padre de los Noajidas o gentiles (eso lo aprendí aquí).
Veo que los extremos son malos porque conducen a un fanatismo el cual también desagrada a nuestro creador.
En fin, es una concepción muyyyy distante de la concepción decadente llamada cristianismo (mesiánicos, netzaritas, etc.).
Voy a seguir leyendo, madurando mi espiritualidad y tratar de agradar al máximo al Eterno.
Veo gente seria, sincera, capaz de salir hacia adelante a pesar de lo que les haya tocado vivir.
Siento (porque no lo veo) que en FULVIDA hay hermandad, respeto y muchas ganas de ayudar a los demás.
Veo que al accionar justicia terrenal (cortes terrenales) agradamos al Eterno.
El concepto del cristianismo: no hagas nada deja que Dios lo soluciones todo (si te roban, si te violan, si te matan) no hagas nada que Dios se ocupa (así no es), en nuestras manos esta hacer la diferencia y despertar a quienes siguen dormidos (así como yo lo estaba).
Gracias, Gracias por sus arduos trabajos y esfuerzos,
Aracelis Gil”

Para ser una recién llegada, creo que ha atinado en varios aspectos. Es un muy buen pan espiritual, con un adecuado enfoque.
En algunos puntos, sin embargo, habrá que continuar el proceso de des-aprendizaje para seguir aprendiendo y viviendo a plenitud. No se quita la pesada mochila en un par de días. Todo tiene su tiempo, su proceso, su momento para madurar.
Sin dudas, está en el buen camino ahora.
Muchas gracias.

Síntesis sobre el EGO

Este texto se basa en la síntesis analítica realizada por Luis Diego Pérez Chacón, aquí: http://fulvida.com/ajenos/misioneros/te-concedo-tu-deseo, con algunas correcciones, modificaciones y ampliaciones de mi parte. Gracias Luis, a construir Shalom en usted, en casa, en Costa Rica, en el Mundo.

1. El primer trauma en nuestra vida es nuestro propio nacimiento.
Pasamos de estar en un estado de completa dependencia, a otro de urgente supervivencia.

2. El Activo natural (EGO) es el recurso que entra en función para posibilitarnos nuestra supervivencia.

3. Al no contar con mecanismos neuronales, ni aprendizaje previo que permita dar significado a lo que ocurre, el recuerdo de tal momento traumático queda registrado en el cuerpo.

4. Esa sensación aterradora de la primera y primitiva Impotencia (falta de poder, control o dominio) se preserva en el cuerpo, por fuera de los códigos semánticos, desprovista de conexiones simbólicas racionales.
Se puede volver a experimentar a través del cuerpo y no de la conciencia.

5. Como mecanismo de defensa, el activo natural llamado EGO, entra al rescate con demandas (gritar, patalear, llorar para recibir alimento, calor, medicina, atención). Si no hubiera sido así, al momento de nacer moriríamos del terror o de inanición, o de frío, o de las múltiples carencias que nos circundan y como bebes no podemos controlar ni satisfacer.
Si no consigue satisfacer sus necesidades con sus demandas, entrará en un estado de desconexión con la realidad (dormir en el bebe, más adelante puede ser fantasear, desmayos, engaños, etc.), como modo sumamente rudimentario para preservar las energías vitales y no sucumbir inmediatamente, además de cuidar de no ahogar a la persona en el terror al punto de no poder superarlo más.

6. Como esa falta de poder quedó registrada corpóreamente y no en la cognición, se reactivará la sensación de impotencia terrorífica y mortal cada vez que sintamos fragilidad, falta dominio o control sobre grandes o pequeños sucesos, naturales o simplemente circunstanciales.
Esta reactivación producirá efectos corporales de mayor o menor intensidad, sentimiento de tristeza, de abandono, de angustia, de terror, de ansiedad, de desconsuelo, taquicardia, falta de aire, agitación, debilidad, dolores, etc.
Por tener el EGO una base cerebral, eventualmente también se podrían producir distorsiones de la percepción, de la cognición, del razonamiento, en las praxias, etc.
Los recuerdos de la impotencia, ese volver a experimentar en el cuerpo el registro,  podrán ser percibidos, hechos conscientes e interpretados de acuerdo al aprendizaje que haya hecho la persona en su vida. Aquel que no conoce el “secreto” del EGO, podrá obviar los signos y síntomas, o podrá explicarlos de modos alternativos, sin llegar a la médula del asunto.
Igualmente, conocer y entender NO es suficiente para resolver.

7. En la vida deseamos poder, en sus múltiples facetas (salud, dinero, amor, dominio, renombre, etc.), aunque no sepamos el porqué, lo anhelamos; pero lo que busca nuestro cuerpo, y ahora también nuestro pensamiento, es escapar del terror por la falta de control.

8. Como, de manera natural nuestro EGO entró al recate en un primer momento, de manera natural ahora también lo hace, como mecanismo de defensa también ante el espeluznante terror, pero ya no mediante llanto, sino DESEANDO PODER, dominio, control; y como quedó orgánicamente registrado tanto el terror como el mecanismo para calmarlo, ahora nuestro raciocinio se enfoca completamente en el EGO como medio para lo bueno (vemos la salvación cristiana buena, la defensa de ideas descabelladas buena, la venganza dulce, el resentimiento justificado, la autocomplacencia buena, el ateísmo bueno, la creencia ridícula buena.. es decir, cualquier cosa que nos haga sentir que tenemos un poco de control, sobre nuestra vida y la vida de los demás, para así tener dominio sobre lo que nunca vamos a tener: La Corriente de la Vida).

9. El EGO en sí no es malo, de hecho su función es preservar la vida.
Aunque sea paradójico, el EGO es el instinto de vida pero cuando se convierte en el amo genera enfermedad, miedo, descontrol, pobreza, sufrimiento y hasta muerte.

10. El EGO secuestra el pensamiento, entonces cada vez que el EGO actúa fuera de su real área de funcionamiento, la persona inventa excusas tales como que es para protegernos, que es algo necesario o  bueno, y así actuamos; pero los resultados son de fracaso, basta una ojeada a la misma historia de nuestra vida (religiosidad, problemas interpersonales, perdidas de trabajos, problemas de salud, y un sin fin de etcéteras.)

11. La percepción de las cosas a través de los sentidos está contaminada EGO, que se ha convertido en un colador de lo bueno y malo; es decir, nos mantiene en un estado de pensamiento y existencia infantil, dependiente, aferrado a lo mágico, etc.

12. ¿Cómo liberarse del EGO? ¿Como no sucumbir al deseo de Poder?
La respuesta que he hallado en FULVIDA: sujétese a PRINCIPIOS ESPIRITUALES:

   A) Recordar, reconocer, valorar, amar, respetar, nutrir la propia identidad en todas sus dimensiones, especialmente la espiritual. Los gentiles nacen con espíritu noájico, y como tal deben vivir.

   B) No pretender obtener las cosas a través de magia, pactos con dioses, pensamientos positivos, etc.

   C) La religión que nos obligaron a practicar, aunque fue un paliativo a nuestra impotencia, resultó que nos convirtió en creyentes de fábulas, nos hizo sentirnos superiores, salvos del infierno, criticones, y hasta nos separó de otras buenas personas que tal vez no creían como nosotros.

   D) Ser amables, comprensivos; estar atentos a escuchar y suplir las necesidades de otros, aunque cueste algún sacrificio personal.

   E) El actuar en beneficio de otros, es esencial.

   F) DESEAR PODER deriva en malestar emocional.

   G) La palabra clave siempre va a ser ACCIÓN buena, justa y verdadera.

Nunca es demasiado tarde

Una vez, cuando el Jafetz Jaim (Rabi Israel Meir Hacohen, 1839 – 1933) estaba en la ciudad de Viena, una persona distinguida llego hasta la casa en donde el se estaba hospedando para hacerle una pregunta importante. En ese momento el Jafetz Jaim estaba en medio de su comida, y el dueño de la casa decidió invitar al visitante a comer con ellos, y le aseguro que al finalizar la comida, el le podria hacer su pregunta al Jafetz Jaim.

Mientras tanto, el Jafetz Jaim estaba recitando el Salmo 23, como solia hacer cuando comaí. Cuando terminó de decir el ultimo versículo: «Pero la bondad y la benevolencia me perseguirán todos los dias de mi vida, y yo me sentare en la casa de Dios por largos dias», el Jafetz Jaim se dirigio al invitado, a quien él no conocia, y le preguntó: «No es asombroso que el Rey David diga: ‘Pero la bondad y la benevolencia me perseguirán.’?, pues comunmente asesinos y ladrones son los que persiguen a la persona, pero, cuando es que la bondad y la benevolencia la persiguen?

«Nosotros podemos aprender de esto» – continuó el Jafetz Jaim – «que a la persona que esta ocupada haciendo actos de bondad y caridad, puede parecerle que la bondad y la benevolencia realmente lo estan persiguiendo, puesto que para dedicarse a esas obras de bien el debe invertir dinero o debe sacarle tiempo a su trabajo, y su ietzer hara (EGO) intenta convencerlo de que deje de hacer buenas acciones».

«Que es lo que la persona debe hacer entonces?» – volvio a preguntar el Jafetz Jaim, a lo que respondio: «El Rey David le dice al hombre que en ese caso el le debe rezar a Dios para que la bondad y la benevolencia continuen persiguiéndolo el resto de su vida, para que de esa forma él pueda continuar haciendo actos de bondad y caridad. Él debe saber que si él hace eso, entonces Dios le permitirá concretar aquello que es prometido al final del versiculo: ‘.y yo me sentaré en la casa de Dios por largos dias'».

Cuando el invitado escucho sus palabras, se levanto para retirarse, agredeciendo a su anfitrion y lo saludó. El anfitrion se quedó muy asombrado, y le preguntó al invitado por que es que decidió irse antes de hacerle su pregunta al Jafetz Jaim. El invitado le explicó: «El Jafetz Jaim me ha respondido sin que yo le preguntara nada. Hace algunos años, yo establecí un centro de benevolencia en mi ciudad, y en esta última época mi mujer se ha estado quejando de que la benevolencia que yo hago con los demas me esta causando pérdidas en mis negocios, y que ademas me saca mucho de mi tiempo. Ella quiere que yo le pase el centro a otra persona, pero yo no quiero hacer eso, y es por eso que decidimos preguntarle al Jafetz Jaim qué hacer al respecto.

Pero ahora el Jafetz Jaim ha contestado a mi pregunta, diciendo que incluso si la persona ya ha hecho actos de bondad y caridad en el pasado, esto no es una excusa para dejar de hacerlos, y se debe continuar con ellos. Y es por eso que ahora yo quiero regresar rapido a mi casa para contarle esto a mi mujer».

Enseñanza para la vida noajica: Las excusas para no hacer algo bueno son evidencia de que el EGO está en control.

El Mishkán personal

En el desierto el Eterno ordenó la construcción de lo que en español se conoce como Tabernáculo.
En hebreo se denomina Mishkán.
Proviene de la voz “lishkon”, que es asentarse, morar.
De esta misma voz proviene “shejuná”, que es vecindario; así como “shajén”, que es vecino.
También “Shejiná”, que es la Divina Presencia.
Así pues, Mishkán sería comprensible como el sitio para la morada de Dios.
Por supuesto que morada no ha de entenderse en el sentido literal, finito, idolátrico, sino más bien como un lugar de encuentro particularmente designado, allí en donde Dios aguarda al hombre. Ese sitio puede ser cualquiera, porque no hay lugar fuera de la supervisión constante de Dios. Pero, es el hombre el que precisa de un lugar particular, algo que lo defina, algo que lo enfoque.
Así como todos los días son de Teshuvá –arrepentimiento-, pero se hace hincapié al respecto alrededor de Rosh HaShaná. Todos los días son para ser felices, pero se remarca esto durante el mes de Adar –que estamos iniciando ahora justamente-.
Todos los tiempos y lugares son para el crecimiento, para el encuentro con Dios, para descubrir nuestra multidimensionalidad y unificarnos, pero precisamos de recordatorios, mojones, instituciones que nos lo tengan a la vista.
Tal sería este Mishkan, el lugar de encuentro con Dios, no por ser el único, sino por ser el señalado para tal fin.
Al respecto dice el Eterno:

וְעָשׂוּ לִי, מִקְדָּשׁ; וְשָׁכַנְתִּי, בְּתוֹכָם

"Que Me hagan un santuario, y Yo habitaré dentro de ellos."
(Shemot / Éxodo 25:8)

Un santuario, un Mikdash, para reposar entre los judíos. (Dice realmente dentro de los judíos, pero no me extenderé en este tema que ya lo he tratado en otras oportunidades. Es muy interesante y te recomiendo que uses el buscador aquí arriba para encontrar más al respecto).

Un santuario al que se le acostumbró a  llamar Mishkán, el lugar para que la Presencia habite (por así decirlo) en comunión con la nación judía.
Esto podría parecer como una exigencia terrible para el pueblo, pues implicaría la imperiosa necesidad de estar en estado de “consagración” y “pureza” constantes, sin margen para cometer el mínimo error. Tal como fuera mencionado:

"El Eterno dijo a Moshé [Moisés]: -Desciende y advierte al pueblo, no sea que traspasen el límite para ver al Eterno y mueran muchos de ellos.
Santifíquense también los sacerdotes que se acercan al Eterno, no sea que el Eterno acometa contra ellos."
(Shemot / Éxodo 19:21-22)

Evidentemente estar ante la Divina Presencia no parece cosa de todos los días, sería indispensable un estado de lucidez, de pureza, de santificación, de apartamiento de las cosas “mundanas”, so pena de morir, de ser “acometidos” por las poderosas fuerzas de la santidad que no toleran la manchas de la oscuridad.

PERO, ¡oh sorpresa!
Tenemos evidencia de otra cosa:

לְאֹהֶל מוֹעֵד, הַשֹּׁכֵן אִתָּם, בְּתוֹךְ טֻמְאֹתָם

"… el tabernáculo de reunión, el cual habita con ellos en medio de sus impurezas."
(Vaikrá / Levítico 16:16)

Dios está con nosotros, en medio de nuestros errores.
Él no nos abandona nunca.
No hay un pecado original, o repetido, que quiebre el sagrado lazo con Él.
Nosotros podemos alejarnos con nuestra conducta, confundirnos con nuestras creencias, embotarnos con nuestros pensamientos, sentirnos sin Dios o absolutamente lejos de Él; pero, Él está aquí, ahora, conectado contigo, con su Luz en ti, Su espíritu morando en tu interior.
Tus actos negativos te perjudican, y a tu prójimo.
Tu estilo de vida no acorde con los mandamientos te hacen vibrar negativamente, en estado de impureza, de desconexión.
Pero allí, sin pausa está Su Presencia, morando, a la espera, pacientemente aguardando a que despierte tu conciencia espiritual y comiences el proceso de crecimiento, de reencuentro con tu identidad, de unificación.

Para esto están los mandamientos de la Torá para la nación judía, así como los Siete Mandamientos Fundamentales para los gentiles.
Para que el hombre encuentre el modo de encontrarse consigo mismo y de ese modo con Dios.
En nuestro ser está el sagrado Mishkán, nuestro espíritu, sin importar que tanto “pecamos”. 
Es por nuestro beneficio si lo sabemos y nos preparamos para adentrarnos en este santuario interior, si armonizamos nuestra existencia para estar acordes con el Eterno.

Esa “tienda de reunión”, ese lugar sagrado te habla:

" tabernáculo de reunión, donde Me encontraré contigo para hablarte allí.
También Me encontraré allí con los Hijos de Israel, y el lugar será santificado por Mi gloria."
(Shemot / Éxodo 29:42-43)

Esa vocecita de la conciencia espiritual, de Dios, que nos habla en silencio, desde lo más profundo. No precisa de clamores, ni de rituales, ni de preciadores vociferantes, ni de palabras extrañas, sino que desde tu interior te llama, te encamina, te abraza, te insta a que te encuentres con tu verdadero ser. Que seas noájida si eres gentil, que cumplas lo que te corresponde de los 613 si eres judío.
Sí, esa suave voz que contiene santidad e impulsa a la vida (1 Melajim / I Reyes 19:12).

Por supuesto que el EGO tiene sus voces. algunas pueden disfrazarse de santidad. Es parte del truco de manipularte. Te confundirán con susurros que a toda vista parecen coherentes, llenos de religiosa importancia. Pero, no deja de ser la seducción del EGO. El falso profeta que te habla de “paz, paz” pero te lleva al desastre.

Entonces, está en ti conocerte, definirte, diferenciar lo que es deseo del EGO de la voluntad sagrada.
Está en ti reconocer la santidad de tu vida y procurar fortalecerte para ser digno de lla.
Está en ti vivir como constructor de Shalom, con sentido, sabiendo "para qué” haces las cosas, entonces serás una mejor residencia para el Eterno.

Te concedo tu deseo

Todo deseo es deseo de poder.

¿Por qué?
Porque nos sentimos impotentes desde el inicio y a lo largo de nuestras vidas.
Infinidad de sucesos nos demuestran nuestra limitación, nuestra debilidad, nuestra fragilidad.
De hecho, la sombra de la muerte es la más constante presencia, cada segundo más cercana, y que ratifica sin dudas la máxima expresión de nuestra impotencia.
A esto se le suman los pensamientos, creencias, sentimientos de impotencia, que se suman a los hechos concretos, que nos envuelven en una red de sensación de inoperancia, de fatiga, de vacío, de temporalidad dolorosa.
Oh sí, es terrible, pero allí está siempre presente la impotencia.
En las cosas grandes, como la muerte, la enfermedad terminal, los avatares de la naturaleza, las catástrofes, o en las cosas menudas, como las que nos pasan todos los días, muchas veces por día. Perder las llaves, olvidar una cita, que alguien nos contradiga, equivocarnos, perder el tren, tropezar sin lastimarse. En el medio las otras situaciones de impotencia, ni tan terribles, ni tan simplonas.

Para paliar esa amarga realidad, ese sueño persecutor, esa sensación de ser como una hormiga, para evadirnos de nuestra condición es que deseamos.
Deseamos poder.
Poder en forma de dinero, dominio, mando, renombre, placeres, lujuria, lo que pertenece a otro.
Sí, el deseo es una forma de paladear la sensación de ser poderosos, de estar sobre otro, de usurpar un lugar, de ser otro, de huir de la muerte, de escapar de nuestra escasa importancia.
Deseamos, y nos creemos como dioses.
Nos vemos como si el mundo, el universo, se pusiera a conspirar para hacernos los favores.
Deseamos y nos creemos que Dios correrá a hacernos los mandados, a darnos de todo por milagro.
Oh sí, el deseo, tan presente, tanto como el sentimiento de impotencia.

Y allí, nuestro primer amigo, que luego se transforma en nuestro carcelero y tirano.
El EGO, aquel que nos dio una mano para sobrevivir al comienzo de nuestra vida.
Ese que nos sirve para reaccionar en los momentos en que no hay tiempo para pensar sino para hacer algo primitivo y sobrevivir.
El EGO se hace amo del deseo.
Porque, deseo y EGO nacen juntos, al momento en que nacemos al mundo y sufrimos el espanto de la impotencia original.

¿Puedes dejar de desear?
Realmente no.
¿Puedes erradicar al EGO?
Hmmm, no.
Pero sí puedes, y quizás deberías, aprender a vivir con ellos.
Ser tú, a plenitud, con tus deseos y tu EGO, pero siendo tú a plenitud y no como un esclavo del EGO.
Ser tú quien manda en tu vida, quien escoge qué del EGO usar, cuál deseo convertir en acción gratificante pero al mismo tiempo espiritual.

Se puede, sí, se puede.

¿Podría convertirme al judaísmo?… ¿Para qué?

Una buena señora me envía un mensaje consultando por un tema personal, de índole familiar, para lo cual precisaba un asesoramiento desde la perspectiva noájica al cual respondí atentamente.
Era un asunto que no viene al caso mencionar, pero con aristas muy compleja.
Sin dudas para tomar cartas en el asunto y corregir aquello que está fuera de curso.
Se lo hice saber a la señora, con la rectitud necesaria y la amabilidad correspondiente.
Al rato me responde ella con una pregunta, absolutamente fuera de contexto, sin conexión (al menos directa) con el tema tratado anteriormente.
Me pregunta:

  • “Tal vez algún día pueda convertirme al judaísmo???”

Entonces, yo replico:

  • ¿Qué tiene que ver con lo que preguntó antes?
    Y, ¿para qué lo haría?
    ¿Para complicarse más la vida?

Estas tres preguntas tenían una clara intención de mi parte.
Te explico brevemente, en su orden:

  1. Ver si la conversión al judaísmo es vista como una especie de mágica receta para solucionar sus problemas personales-familiares. De hecho, me he encontrado centenares de personas que sueñan con una conversión al judaísmo precisamente por esto, para huir de sus vida en lugar de corregir, enmendar, remediar, crecer con madurez. La ley es muy clara a este respecto, estos motivos personales no ameritan siquiera el inicio de un proceso de aprendizaje para la conclusión en una conversión formal y legal al judaísmo. Como tampoco el pretender cualquier tipo de ventaja o conseguir algún beneficio. El único motivo legalmente, y espiritualmente, válido para la conversión es el querer comprometerse a llevar una vida de servicio a Dios y al prójimo tal y como deben hacer los judíos de acuerdo a la ley judía. No es para sentirse más “cerca” de Dios, ni para tener derechos en la inmigración a Israel, ni para casarse, ni por tener amigos judíos, ni porque Jesús era judío, ni para tener promesa de paraíso como judío, ni porque uno se siente encantado con la identidad judía, ni porque un antepasado fue judío tal vez, ni porque a uno le gusta la música judía, ni porque uno sabe un par de palabras en hebreo, ni… solamente porque uno siente la imperiosa necesidad de cumplir al máximo con los mandamientos y reglamentos que deben cumplir los judíos, y con ello servir a Dios.
  2. Ésta debiera ser una pregunta clave en cada conducta que tomamos o pensamos tomar: ¿para qué hacerlo?
    Haz el ejercicio de preguntarte esto antes de cada cosa que harás, verás que interesante el resultado. Si quieres me lo cuentas luego aquí mismo, en los comentarios.
    De paso, es una obligación preguntarse esto antes de dar un paso fundamental e irreversible, como es la conversión real y legal al judaísmo
    Te pongo un ejemplo, pero te pido que no te quedes “pegado” al ejemplo, es solo eso un ejemplo.
    Si quieres hacer un tatuaje, y eres gentil, puedes hacerlo. No hay ninguna ley espiritual que te lo prohíba. Ahora bien, yo te aconsejo que te preguntes antes: ¿para qué?
    Si tu respuesta es: para tener el nombre de Alberto, mi novio, conmigo toda la vida. Yo te diría, mejor no. ¿Cómo le explicarás a Raúl, tu marido, que tengas en una nalga ese nombre hasta que la muerte los separe?
    Si me dices que quieres el tatuaje para que te acepten tus amigas, yo te diría que tampoco. Si tus amigas no te aprecian como eres y te demandan hacer cosas que tu realmente no quieres, no me parece que sean tan amigas.
    Si me dices para verte y agradarte, yo te diría piénsalo bien, tal vez no precisas ese pedacito de arte en tu piel para ser bella.
    Si me dices para… y así hasta que encuentres tu verdadero motivo.
    Antes de que mi amigo J. Ortiz proteste por tocar el tema de los tatuajes, quiero repetir que es un ejemplo. Lo tomé porque es indeleble, es una decisión de por vida, no hay vuelta atrás, te marca y así te deja. Algo parecido, pero mucho más importante, intenso, profundo, eterno pasa con la conversión al judaísmo.
  3. Sí, ser judío es complicarse la vida. Si no cumples con los mandamientos y reglamentos de la Torá, quizás pareciera que no tanto. Puedes vivir como un gentil, sin cumplir siquiera uno de los 613 mandamientos que la Torá demanda para el pueblo judío. Puedes vivir así y quizás no veas nada complicado en tu vida como judío, porque naciste así, pero sin vivir como tal. Sin embargo, no faltan aquellos que de una u otra forma te recuerdan que lo eres. Existe algo que se llama antisemitismo, algunos le dicen judeofobia, otros le dicen desprecio, odio, malicia contra los judíos. Oh sí, el pueblo judío ha padecido innumerables horrores, y lo sigue haciendo pero un poco más solapado, a causa de las gentes que no los quieren. Entonces, ya de por sí es complicado ser judío. Pero cuando te comprometes a vivir de acuerdo a los mandamientos que te corresponden de los 613, a ser puntilloso con los inacabables reglamentos que detallan como ha de ser tu vida como judío, entonces sin dudas que estás complicando tu existencia muchísimo. Que no puedes comer esto, ni mezclarlo con aquello, ni a tal hora, ni en aquel lugar, ni si tiene esto, ni si le falta aquello. Y no puedes hacer esto, que es lo más simple y normal, pero tampoco aquello, y mucho menos eso otro, aunque ayer cuando eras gentil lo podías hacer perfectamente y no constituía ni una falta contra la ley, ni una conducta maligna, ni acción poco ética ni nada de nada. Simplemente Dios, o los rabinos a cargo, dijeron “no”, y es no, aunque no cause daño, ni dolor, ni nada malo, no puedes hacerlo, y si lo haces estás “pecando”.
    Oh sí, es bello ser judío, pero muy, muy complicado.
    Es tan bello como ser noájida, aunque mis hermanos noájidas tienen un camino mucho más simple y menos alborotado para alcanzar el mismo paraíso…

La buena señora contestó rápidamente:

  •  

    porque dice que es mas complicado?
    no comprendo

A lo que yo le dije:

  •  

    Entonces, ¿no sabe lo qué es ser judío?
    Para empezar, no tiene 7 mandamientos, tiene 613.
    ¿Ya cumple usted los 7?
    ¿Está lista para sumarle 606 más?
    A todo esto, ¿tiene cabal idea de lo que es ser judío?

Sinceramente, tenía la convicción suficiente de que la amable señora quería convertirse a judía, pero no tenía noción de lo que es un judío, que debe hacer un judío, para qué ser judía.
No sé qué hay detrás de su deseo, no me lo dijo. Pero veamos cómo respondió:

  •  

    un pequeña idea.
    comprendo que a todos los que quieren convertirse al juadaismo les ponen muchas trabas
    para ver realmente cual es su interés
    nadie dijo que fuera fácil
    pero creo que lo más importante es que
    Hashem me acepta tal cual soy
    lo importante es instruirse en la Tora y refinar su alma con el cuerpo
    y elevarse al Todopoderoso

Pues bien.
La señora realmente no sabe para qué convertirse ni el tremendo compromiso que eso implica.
Pero se excusa con alguna cosa que oyó por allí: que los rabinos ponen trabas para que la persona demuestre cuál es su interés.
Realmente, no. No es para ello.
Para saber el interés sencillamente se lo preguntan al que desea convertirse. Vean el video que está aquí por favor, y presten mucha atención.

Y luego, confunde aún más las cosas.
Dice que Dios la acepta tal cual es.
Entonces, ¿para qué convertirse?
Realmente no entiendo esta respuesta.
Si Dios la acepta tal cual es, según la señora dice, y ciertamente fue Dios quien creó el noajismo y al espíritu del noájida y además hizo que la señora naciera gentil, ¿para qué convertirse al judaísmo?
Es totalmente cierto, Dios la acepta a la señora como noájida. Absolutamente cierto. Tiene todo para disfrutar aquí y en el mundo venidero como noájida.
¿Entonces?
Sigo sin entender.

Pero luego, se me oscurece aún más.
Porque, habla de la Torá, cuando sabemos absolutamente con claridad que la Torá no es de ni para los noájidas.
Es del pueblo judío y para el pueblo judío.
De su luz se desprenden chispas radiantes de vida para todas las naciones, pero el gentil puede vivir perfectamente toda su vida sin siquiera una gota de Torá, nadie le juzgará por ello, ni recibirá castigos, ni Dios le reclamará alguna cosa por no hacerlo. Porque, Dios entregó la Torá al pueblo judío, no a la humanidad. Dios demanda que sean los judíos los que la estudien y la apliquen, no los gentiles.
Ciertamente, hay muchas cosas buenas que el pueblo judío puede compartir de Torá con sus hermanos mayores, los gentiles. Pero perfectamente pueden no hacerlo y no por ello los gentiles pierden su paraíso, ni su identidad, ni su misión en este mundo.
No es muy difícil de entender, pero para que penetre en el corazón primero debes des-aprender tanta miserable doctrina religiosa que te han inculcado, tanta culpa, tanta desesperanza, tanta falsa esperanza, tanta religión que no tiene nada que ver con espiritualidad.
En fin, cuando la señora menciona que Dios la acepta tal cual es, y luego mezcla la Torá, ya podemos comprobar que precisa acomodar sus pensamientos, corregir muchas creencias, des-aprender, llenarse de Luz de Vida, para empezar a amarse, a respetarse y por fin conocerse en todo su esplendor, con la belleza que tiene pero no conoce.

Porque, y aquí hay otro concepto ajeno y erróneo, el gentil no refina su espíritu con Torá, nuevamente, ese es legado judío, no gentil. Hay cosas muy buenas para compartir, pero también se puede vivir sin ellas.
El gentil refina su espíritu viviendo como Dios le manda, no como a cada uno le parece que debiera ser.
Dios decidió que el espíritu refinado del gentil se produce con el cumplimiento de los Siete Mandamientos Universales.
¿No está claro?
Repito, ser bueno, ser justo, ser leal a Dios, a uno mismo, al prójimo. ¿Cómo? Al cumplir los Siete Mandamientos, al ser un constructor de Shalom.
Sin necesidad de creencias, ni dogmas, ni fe, ni ritos, ni bailoteos, ni palabrería, ni congregaciones, ni centros de estudios “noájicos” que en realidad son de judaísmo dulcificado y sin sentido, ni…
Simplemente siendo noájidas.
Eso es lo que Dios quiere, lo que Dios manda, no lo que a usted o a mí nos parece.
No es con conversiones al judaísmo, ni las verdaderas ni la falsas; ni con una vida estrafalaria de noajUda, es decir, alguien que se hace llamar noájida pero es un payaso que se disfraza de lo que cree es “judío” y se pasa haciendo ritos ridículos porque le son absolutamente ajenos. No es hablando algunas palabras de hebreo. Ni repitiendo versículos, en este o aquel idioma. Ni llenando el Facebook de fotitos de rabinos, ni pegando mensajitos de rabinos, ni…
No, eso no es lo que Dios mandó al noájida.
Él, Dios, mandó Siete Mandamientos… ¿quién se cree más listo que Dios para inventarse atajos a su propia perdición?

Entonces, creo que la señora (como la gran mayoría de las personas) debería leer mucho acerca de su identidad y oír menos a los que inventan religiones, caminos alternativos para estar “cerca” de Dios, pero que terminan estando cerca de su dios-EGO y ausentes de Dios.
http://fulvida.com/nosotros/empieza-aqui es un buen lugar para empezar.

Conocerte, amarte, respetarte.
Lo consigues con el noajismo, si eres gentil.
Pero no pienses que es un remedio mágico para todas las cosas que tienes que resolver y no se remedian con milagros ni fantasías.

Y no, no anheles una identidad que no es la tuya si no sabes cómo responder con sinceridad a la simple pregunta esencial: ¿para qué?
Si lo sabes, si eres sincero contigo mismo, encuentra un VERDADERO rabino ORTODOXO que te guíe en el proceso. Al final, lo que importa es construir Shalom siempre.

Clave para mejorar tu vida

Muchas veces nos preguntamos: ¿qué me está pasando en la vida, con mi vida?
Por lo general cuando estamos en una racha negativa, o ante un tropezón.
¿Qué me está pasando?
Y también el tan común: ¿Por qué a mí?

No sé si notas que está pregunta evidencia pasividad, falta de responsabilidad, ser víctima y no actor, estar sometido y no ser creador.
”Me está pasando”.
Como si hubiera un destino, como si uno no fuera personaje y autor, sino mero títere.
Hay algo que acontece, que me ocurre y que pareciera estar por fuera de mi alcance.

Desde una perspectiva más integral podemos decir que no nos está pasando nada, sino que estamos recibiendo respuestas.
¿Respuestas?
¿Respuestas a qué?

A cómo estás viviendo.
A las decisiones que tomas.
A las decisiones que pospones.
A las decisiones de las que crees escapar por no decidir.
A lo que estás haciendo.
A lo que estás dando.

No amigo querido, no es respuesta a lo que piensas, ni a lo que sientes, ni a lo que crees.
El mundo interno es muy importante, tiene un grado en el arte de modelarnos y a nuestro entorno, pero no es la clave.
Lo esencial es cómo vivimos, qué hacemos, qué dejamos de hacer.

Te daré un ejemplo muy simple.
Puedes pensar en que tu comida es saludable, sientes que estás ingiriendo alimentos sanos, crees que tu dieta es balanceada y correcta, tienes plena fe en esto; pero en los hechos, en los actos, estás comiendo comida chatarra, llena de azúcar, fritos y refritos, en cantidades desaconsejables, con mucha sal, etc.
¿De qué vale tu pensamiento, sentimiento, creencia, si a la hora de las acciones estás falto de equilibrio, provocando tu desarmonía?
Luego te quejas de sobrepeso, de pesadez, de malestar estomacal, de taquicardias, de insomnio, de fatiga crónica, de falta de aliento, de problemas emocionales, de conflictos con tu pareja, de…
La vida te está respondiendo a lo que estás haciendo con ella.

Recuerda, las buenas intenciones son hermosas, sí señor, pero cuando están acompañadas de conocimiento y equilibrio. Pues, cuando las buenas intenciones vienen solas, carentes de sabiduría, adecuación y armonía, suelen resultar en desastres. (Lee la definición de diletante, si gustas).

Oh sí, el pensamiento, sentimiento, palabra, que son positivos tienen su efecto positivo.
Sin dudas que sí.
Somos multidimensionales, no meras máquinas de hacer cosas.
Una bella palabra a tiempo puede cambiar una vida, para bien. Una palabra a destiempo, puede hacerlo para mal.
Pero es una palabra dicha, es decir, hay una acción, diste algo de ti. Para bien o para mal.
Si te quedas solo en el pensamiento positivo, en el sentimiento ídem, y nada más, no cambias al mundo, ni te mejoras para nada a ti mismo.
Que la acción sea un vestido acorde con tus pensamientos y sentimientos, entonces sí: piensa bien y será bien.
No por magia, sino porque es la ley de causa-efecto, acción-reacción, modifico de alguna forma el sistema y éste me responde.
La vida me responde a lo que doy,

Ciertamente las emociones han de acompañar al pensamiento, darles esa energía vital de la cual carecen los pensamientos.
Piensa bien, entonces encuentra dentro de ti la emoción positiva y encárnala en una acción constructora de Shalom.
O al revés, siente tu “neshamá”, tu esencia espiritual, tu pura conexión con la Eternidad, siéntela vibrar, descúbrela, enlázala con algún pensamiento favorable y entonces haz la obra necesaria para construir Shalom.

Por supuesto, en medio estará el EGO perturbando el accionar.
La emoción luminosa será opacada por deseos del EGO.
El pensamiento correrá hacia excusas para justificar lo negativo.
Las acciones serán torpes o confusas.
Entonces, luego no te quejes preguntando qué pasa con tu vida, pasa lo que estás haciendo con ella.
Porque, por lo general nos vamos auto engañando, creyéndonos más buenos, sabios, justos, leales, inteligentes, perfectos, armoniosos, iluminados, santos, etc. de lo que en verdad estamos siendo.
Es una de las trampas del EGO, la desconexión de la realidad.
Entonces, cuando tomamos real conciencia de nuestra identidad, cuando nos unificamos en nuestros planos, cuando vamos armonizando nuestra existencia, cuando realmente construimos shalom a cada instante (es un ideal casi inalcanzable, pero bueno, a ello debemos aspirar), entonces allí comprendemos la futilidad de la queja, la necesidad de seguir creciendo, aún en el dolor, aun en la falta de esperanzas, aun en el amargo momento.

Pero, ten presente, tú no eres el centro del universo, tampoco eres todopoderoso, por lo cual ni tus buenas intenciones+conocimiento arropados en buenas acciones no tendrán necesariamente resultados siempre positivos en este mundo.
Porque, te lo repito, no eres el centro del universo, no eres todopoderoso.
Hay otros factores en juego, que pueden ser otras personas que se oponen a tu proceder, que son indiferentes, que producen el mal –voluntariamente o no-, que están allí y no responden de la manera esperada, etc.
Está también el mundo material, que excede en mucho tu poder, que no está a tu servicio aunque la humanidad tenga esa rara idea.
Está el sistema complejo del mundo que funciona con sus propias reglas naturales, que tiene efectos que pueden ser molestos, desagradables, mortales.
Están los designios de Dios, que suelen ser inescrutables.
Como sea, a veces podemos confesar que estamos pensando, sintiendo, creyendo y haciendo en sintonía con el Bien (con inicial mayúscula), pero igual sentimos que algo no está bien.
Es la famosa cuestión, tan milenaria, de que al bueno le va mal, en tanto al malvado le va bien.
No es aquí el momento de tratarla, porque ya lo hemos hecho en otras ocasiones antes.
Pero sí, hay cuestiones que nos sobrepasan.
Sin embargo, la clave habitual suele ser lo que te trato de enseñar aquí hoy: Lo que das, es lo que recibes.
No será 100% de las veces, pero tiende a ello.

Lo que das en esta vida, que es la única que tienes.
No hay necesidad de estar pendiente de ilusiones (o no) de vidas previas.
Ni de conceptos magias o místicos.
Busca lo simple, lo concreto, que suele ser la mejor respuesta.

¿Como encarnas en acciones tus emociones?
¿Brindas agresión, gritos, pasividad, dolor, severidad, falsedad, miedo, miseria, indiferencia?
¿Qué estás aportando al mundo?
Lo que brindas, es lo que probablemente recibirás a cambio.
Como en tu cuenta de banco. No sería lógico ni razonable enojarse y patear al cajero automático si no te da dinero, si no le has depositado nada antes.
Y si esperas dólares y depositaste pocos pesos, ¿con qué derecho reclamarás lo que no te corresponde?
Primero deposita, cuida tu inversión, añade a ella y entonces estarás listo para recibir lo que es tuyo y con creces, con buenos intereses.
Así en el amor, la amistad, el trabajo, la comunidad, el vecindario, etc.
Brinda y recibirás.

Deposita en el banco de la vida (temporal y eterna), haz buenas obras, no importa tanto en lo que crees. Haz el bien, con justicia y lealtad.
Pon en tu cuenta, de a un peso por vez si no puedes más, pero no dejes incrementar tu caudal ni bien puedas.
Brinda acciones nobles, colabora, coopera, comparte el buen pan, brinda entusiasmo, alegría, afecto, gratitud, felicidad, amor, abundancia, aprecio, reconocimiento, lealtad.
Vamos, dale eso a tu pareja, a tus hijos, a tus padres, amigos, familia, FULVIDA-SERJUDIO.com, da generosamente, no esperes NADA a cambio.
Tú brinda, haz que tu entorno sea depositario de tus buenas acciones.
Al rato estarás recibiendo con creces lo que diste.
Recogerás bienestar, si no lo estás esperando como codicioso negociante mezquino.
Construye shalom, una y otra y otra vez. No esperes NADA a cambio. Tú hazlo.
La vida te responderá con creces.

Ya no preguntarás con una respuesta hueca: ¿Qué me está pasando?
Sino que alegremente enseñarás a construir shalom, a ser quien construye tu vida y la hace receptora regocijada de bendición.

Si te gusta, compártelo, vívelo. No dejes que este mensaje de vida muera en el anonimato del EGO. Gracias.

Siempre presente

Después de que se toma conciencia de la ubicua existencia del EGO y de sus modos de operar, y cuando se admite su presencia y no se reniega, es posible verlo en funcionamiento en casi cada acto humano, sea de la vida real o del mundo de las fantasías, sea en los hechos cotidianos o en historias pasadas. Allí lo podemos descubrir, en las sombras del inconsciente humano, siempre acechando, siempre tiranizando, manipulando para hacer sentir impotencia pero al mismo tiempo prometiendo el poder total. El EGO, que está anhelando la vida pero la termina corrompiendo.
Ya te daré algunos breves ejemplos de la mismísima Torá, aunque pudieran ser tomados de cualquier otra fuente, real o imaginaria, actual o pasada, “sagrada” o profana, en el hogar o en el trabajo, en la relación conyugal o con el compañero de tareas, en el bus como pasajero y detrás del volante de tu auto, en un estadio o en la playa, en la sinagoga o en la iglesia, en cualquier sitio y situación, al estar atentos y conscientes allí lo descubriremos al EGO.

Realmente, no es extraño que cuando en el pasado la gente percibió que una “fuerza oscura” actuaba en sus vidas, hayan inventado a “Satanás”, o dioses/ángeles/seres-metafísicos del estilo.
Es comprensible, al menos para mí, que aquella gente haya concebido a un “Satanás” malévolo, siempre activo, siempre presente, provocador, instigador, seductor, príncipe del mal. Aunque no sea real, porque tal Satanás es una ilusión, ciertamente no resulta tan descabellado que aquellas personas lo inventaran y le tuvieran tanto rechazo, temor y al mismo tiempo deseo y amor. No por ser falsa la invención del tal Satanás, deja de tener algunas conexiones con la verdad.
Es la forma que inventaron para tratar de comprender un poco al EGO, o al menos para explicar todo aquello tan insólito y espeluznante que sentían estaba pasando en sus vidas.
Tengamos nosotros mucho cuidado y criterio de no convertir esta teoría explicativa en una nueva teología, en otra superstición más. Nuestra conceptualización del EGO es una herramientas de comprensión de la realidad humana, no una mística para esclavizar a la gente bajo la tiranía del EGO.

Hemos de tener en claro que el EGO radica en el cerebro, en la parte más primitiva del mismo, en aquella que está por fuera del gobierno de intelecto superior. Sin embargo, muy pronto la persona supedita su intelecto al EGO. Entonces, esa dimensión superior y distintiva del humano suele trabajar –inconscientemente- para el EGO.
¿De qué modo?

  • Inventando excusas para no hacer lo correcto.
  • Justificando lo que no está bien.
  • Elaborando estrategias para mantenerse apegados a aquello que no nos permite crecer.
  • Ideando planes para someter a los demás y de ese modo pretender no sufrir del sentimiento de impotencia.
  • Distrayendo la conciencia y sumiendo a la persona en adicciones, anestesia, negaciones más o menos hábiles.
  • Fantaseando seres y mundos imaginarios, que evaden la realidad.

Como te dijo, el EGO es omnipresente, porque está en nosotros.
Allí donde estás, está tu EGO.
Repito, no por ser un ángel o un demonio, pues no tiene una existencia separada a la nuestra, sino por ser una partecita de nuestro sistema nervioso.

Ahora, un par de ejemplos del Tanaj, que es lo que erróneamente algunos denominan como “Antiguo Testamento”, que no es ni antiguo para ser reemplazado por otro, ni testamento, ni tampoco es en sí el Tanaj, pero bueno…
Para hacerlo “más interesante”, no escogeré arbitrariamente narraciones que acomoden a lo que quiero mostrar, sino que abriré al azar en el TANAJ interactivo que he programado y traducido, allí en donde el cursor caiga copiaré y pegaré aquí.
Vamos.
Ejemplo 1:

"(5)Así ha dicho el Eterno acerca de los profetas que hacen errar a Mi pueblo, que muerden con sus dientes y proclaman: ‘Paz’; y al que no les da de comer le declaran guerra.
(6) Por tanto, habrá para vosotros noche sin visión y oscuridad sin predicción. Se pondrá el sol sobre los profetas, y el día se oscurecerá sobre ellos.
(7) Serán avergonzados los videntes, y confundidos los adivinos. Todos ellos se cubrirán hasta sus labios, porque no habrá respuesta de Elokim."
(Mijá / Miqueas 3:5-7)

Bien, ni que lo hubiera buscado adrede…
La simple lectura sin pesado análisis, pero siempre teniendo en cuenta las enseñanzas sobre el EGO, ya nos permiten ver su presencia y funcionamiento.
Encontramos en el párrafo a falsos profetas, clérigos que vienen en nombre de Dios o dioses, que supuestamente hablan en nombre de la deidad y prometen paz, salvación, riquezas, poder. Dicen ser emisarios de Dios, casi todopoderosos, viven proclamando religión y aleluyas, pero sus dientes muerden porque no son sinceros, no son constructores de Shalom, no trabajan para Dios, sino para su dios, el EGO. Ya que cuando las ovejitas no les dan de comer, no les pagan diezmo, no contribuyen con la falsa “sedaká”, no les arrullan el ego (en minúsculas), no los apoyan ni aplauden, los contradicen de alguna manera, entonces en ese momento las ovejitas pasan a ser enemigos, amenazas, hijos de Satanás, manzana podrida, malditos, infernales, herejes, que salieron del camino, extraviados, malvados, pecadores. Oh sí, cuando alguien les tambalea aunque sea un poquito su ilusión de poder, entonces muestran quien son en realidad. Se deja de lado el amor y no juzgar, ya no hay otra mejilla, los modales quedan relegados, la paz… ¿qué es eso? Enseñan sus dientes, afilan sus garras, escupen veneno, atacan sin piedad.
Usan las armas del EGO para manipular, agreden, insultan, maldicen, gimotean, se hacen las víctimas, amenazan, juegan con las emociones, declaran la guerra “santa”.
Oh sí, esos profetas falsos, siguen existiendo. Son pastores, ministros, sacerdotes, algunos rabinos o presuntamente tales, caudillos políticos, jefecitos del trabajo, cualquiera que se pone a mandar y no lo hace desde el servicio sino desde el EGO.
¿Y qué anuncia Dios, el Uno y Único, para estos mercaderes de la fe?
Oscuridad, inseguridad, caos, confusión, terror, vergüenza, descontrol, tal como existe ya en el interior de esta gente: EGO y más EGO.
Y no habrá respuesta de Dios para ellos, porque ellos prefieren mantenerse desconectados de la línea de Luz para sorber del veneno de la oscuridad de sus EGOs.

Veamos si ahora al azar encuentro una historia con acción.
La mujer come del fruto del árbol prohibido y da de comer a su hombre. Ambos se ciñen hojas, para tapar su recién descubierta desnudez. Entonces:

"(8) Cuando oyeron la voz del Eterno Elokim que se paseaba en el jardín en el fresco del día, el hombre y su mujer se escondieron de la presencia del Eterno Elokim entre el árbol del jardín.
(9) Pero el Eterno Elokim llamó al hombre y le preguntó: -¿Dónde estás tú?
(10) Él respondió: -Oí tu voz en el jardín y tuve miedo, porque estaba desnudo. Por eso me escondí.
(11) Le preguntó Elokim: -¿Quién te dijo que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol del que te mandé que no comieses?
(12) El hombre respondió: -La mujer que me diste por compañera, ella me dio del árbol, y yo comí."
(Bereshit / Génesis 3:8-12)

Hicieron algo incorrecto y la reacción fue esconderse.
Lo típico cuando se está bajo el comando del EGO. Se sigue al deseo, se quiebra el orden, se siente la culpa y en lugar de comenzar un proceso de restauración se corre hacia la mentira, el ocultamiento, la negación, el echar culpas al otro… típico, ¿no?
La voz de la conciencia desde nuestro interior no duerme, no se deja engañar. Insiste en preguntarle a la persona: ¿Dónde estás?
Puede esconderte, disfrazarte, huir, hacerte el distraído, drogarte, hacerte adicto a las religiones, llenarte de supersticiones, hacer piruetas rituales, pretender ser otro, convertirte en otro, pero la conciencia anidada en la esencia espiritual no se deja estafar ni corromper. No la compras con dinero, ni con elogios, ni con rezos, ni con insultos, ni con escapes, nada la corrompe pues está ligada a Dios en su propia esencia.
Y te insiste en que te descubras, en que te veas tal como eres en realidad, que mires al espejo para encontrarte, amarte, cuidarte.
No te dejará perder, ni admitirá que prefieras ser esclavo del EGO antes que libre y siervo de Dios.
¿Dónde estás?
Una y otra vez te preguntará, hasta parecerte un tormento. Pero realmente lo que te tortura no es la conciencia, no es la silenciosa voz de Dios dentro de ti, sino que te hace sufrir tu vida engañosa, tus travesuras infantiles a edad adulta, tu esclavitud opresiva al EGO.
Cuando no tienes más escape darás una respuesta, pero fastidiosa, mentirosa. Reconocerás alguna cosilla, pero nada grave, nada que te mueva al cambio positivo.
Sí, ahí están las excusas.
Cualquier cosa sirve para taparte.
Por supuesto que el echar culpas es algo habitual, que mejor manera de zafar que haciéndose la víctima.

Ya lo vimos en dos ejemplos tomados al azar.
Ahora, puedes irlo reconociendo en todos, en cada momento.
A veces puede estar más tapado, menos evidente, pero luego de un tiempo de entrenamiento sabrás verlo.
En otros. Pero especialmente es importante que puedas verlo en ti.
Saberlo, comprenderlo, tenerlo presente te permitirá manejarte de otra manera, si quieres y puedes.
En lugar de desconectarte de la realidad, de manipular, de agredir, de corromper directa o indirectamente, podrás estar en condiciones para darte cuenta y detener el curso nefasto de acción.
Es algo automático en ti, el EGO está ahí, es parte tuya, actúa lo quieras o no. Pero tienes el poder para darte cuenta, hacer una minúscula pausa y optar por no actuar el papel grotesco que el EGO ha escrito para ti como guión de vida.
Precisas entrenarte, mucho, no te prometo que será fácil, pero si te aseguro que de a poco, si das los pasos correctos, tu vida irá mejorando en todos los aspectos.
Alto, no reacciones, deja fluir al EGO, no te pongas a discutir, no quieras vencer, deja que corra, déjalo ser, así pierde su dominio sobre ti.
Toma unos pocos segundos antes de responder, no te dejes llevar por el deseo de ser el triunfador de la batallita, sino que considera lo que estás por hacer y decide por la vida, por el bien.
Es necesario repasar las lecciones, aprender a ver al EGO en operación, tener la valentía de reconocer que allí está, en nuestro ser, dominándonos casi a placer.
Y luego, evapóralo, diluye su poder al no actuar bajo su mano, al no rebelarte con él, al no confrontar innecesariamente con otros simplemente por querer tener la razón o ser quien demuestra poder.

Bien, hasta aquí este pequeño estudio.
Te pediré que, si eres tan amable, escribas aquí debajo cuál es la enseñanza que adquiriste y cómo te puede ayudar para ser mejor persona, más feliz, alguien que disfruta un poco más la bendición constante que estás recibiendo de Dios.
Si no aprendiste nada, si crees que hay algo erróneo, te solicito que también lo comentes aquí debajo, con la intención de aportar en encontrar una senda de Luz para transitar.