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Luz de Januca

Se acostumbra a usar este versículo bastante: "No con ejército, ni con fuerza, sino con Mi aliento, ha dicho el Eterno de los Ejércitos." (Zejariá / Zacarías 4:6).
Por lo general se pretende que su significado, que su sentido, es el instruir a la persona a no hacer esfuerzo, a no combatir, a no hacer nada, sino simplemente esperar a que el espíritu de Dios sea el que haga las obras.
Basado en esto se dice, se piensa, se impone a otros ideas tales como:

Yo no lucho por la libertad (mi patria, mi hogar, la independencia, la supervivencia de mi nación) con armas ni ejército, la lucha viene por parte de Dios.
Yo no trabajo en cosas “mundanales”, que me mantenga Dios de forma milagrosa o caritativa.
Yo no tengo nada para hacer, porque en todo dependo de Dios, eso me hace más “espiritual” que tú.
Yo no estudiaré ninguna carrera “material”, la universidad y las academias son pérdida de tiempo e insufrible ateísmo, prefiero que sea Dios el que se encargue de perfeccionar su mundo.
Yo no consulto a médicos, mucho menos se me ocurrirá consultar con psicólogos, eso es todo brujería y cosas de superstición, mejor uso amuletos, digo palabras mágicas, y tengo la plena fe en que es Dios mi sanador, el que se va a encargar de curarme, o sanar a mi familiar enfermo.

Sí, he escuchado cosas así, seguramente que tú también. Lo he oído en boca de personas judías, en noájidas convencidos de la nulidad de las religiones, así como en personas de diversas confesiones religiosas. Todos ellos entregándose en manos del “destino”, al que llaman con diferente nombre de deidades, incluso el de Hashem.

Pero, cuando vemos el contexto del versículo del profeta Zejariá, en tanto somos honestos intelectualmente, pronto reconocemos qué alejado está este versículo de esas ideas, preconceptos y modelos erróneos de existencia.
Esta profecía fue pronunciada durante el segundo año de reinado del rey Darío de Persia. Cuando estaban comenzando las obras para la edificación del segundo Templo del Eterno en Ierushalaim.
Cuando el pueblo judío no estaba en condiciones espirituales de construir un templo.
Tal como unos versos antes está representado el Sumo Sacerdote: "vestido con vestiduras sucias." (Zejariá / Zacarías 3:3), en vez de sus ropajes espléndidos, de majestuosidad, de pureza. Allí está el hombre más preparado de Israel, escondido detrás de máscaras de vergüenza, envuelto en cáscaras de suciedad, como representando el estado de debilidad espiritual de Israel en aquel momento.
Allí mismo "estaba delante del enviado del Eterno; y Satán [el acusador] estaba a su mano derecha para acusarle." (Zejariá / Zacarías 2:1).
Sí, es muy claro el panorama, Israel no estaba en una situación de grandeza, de armonía espiritual. Estaba sometido a errores y confusiones, con sus pecados a la vista, acusándoles.
Desde un punto de vista “religioso”, (que recordemos nunca tiene nada que ver con lo espiritual), se podría señalar a Israel, humillarla y decirle que por su condición de “impureza” no debía siquiera acercarse a la santa obra de construir el templo del Eterno. Tal como hacen los religiosos de todas partes, que desde sus alturas eclesiales se dedican a apuntar el dedito acusador y avergonzar a los que no entran mansamente dentro de los establos de sus tinglados de la fe.

Pero, no es así el Eterno y los que trabajan en Su Obra.
No actúan así los que realmente se mueven desde el plano de la Voluntad Espiritual.
No precisan de mentiras, engaños, gritos, amenazas, denuncias, maledicencia, confabulaciones, inquisiciones, y cosas similares los que actúan movidos por los principios espirituales.
Los que están alumbrados por la Luz del Eterno, tienen conductas muy diferentes a los religiosos de cualquier fe.

Como vemos nuevamente en el pasaje del profeta Zejaria, que a pesar del estado calamitoso del pueblo, de la pobreza espiritual de sus líderes, es el propio Eterno quien promueve que sean ELLOS los que edifiquen Su templo.
Es Hashem el que anuncia con Misericordia Divina: "Quitadle esas vestiduras sucias… Mira que he quitado de ti tu iniquidad y te visto con ropa de gala." (Zejariá / Zacarías 3:4).

Sí, es Dios el que limpió a Su pueblo, quien ordenó que el Sumo Sacerdote se engalane con esplendor.
Él perdonó, Él reparó, Él restituyó, pero añadió un compromiso para el hombre: "Si andas en mis caminos y guardas mi ordenanza, tú también gobernarás mi casa y guardarás mis atrios; y Yo te daré libre acceso entre éstos que están de pie." (Zejariá / Zacarías 3:7).
Sí, Dios hizo Su parte, la que incluye ordenar mandamientos (613 para la nación judía y Siete para cada uno de los gentiles). Pero es el hombre, cada uno de nosotros, los que también debemos completar nuestra parte de la tarea, aquello que nos toca cumplir, llegar hasta donde nuestras capacidades y potencialidades nos permitan.

El no estar en estado óptimo no implica que la acción no sea realizada.
Si hoy cumples un mandamiento, y por lo cual dejas de lado muchos de cumplir, no significa que no tiene valor lo que haces, sino simplemente que todavía no estás haciendo todo lo que puedes hacer.
Si hoy diste diez pesos de caridad, no estás siendo todo lo generoso que pudieras, pero diste diez pesos para buenas obras. Mañana verás cuánto puedes compartir con tu prójimo.
Si hoy jugaste y atendiste a tus hijos media hora, porque realmente no tuviste más tiempo o fuerzas, bueno, es lo que pudiste hacer, sinceramente fue el máximo. Tal vez mañana trabajes una hora menos, ganes diez pesos menos, pero puedas compartir una hora más con ellos, dándoles algo mucho más valioso aquí y ahora, para el futuro y para la eternidad.
Si hoy usaste poco la Comunicación Auténtica y dejaste que fuera el EGO quien hablara por ti, bueno, quizás mañana te tomes un poco más en serio el valor de la Comunicación Auténtica como baluarte para la construcción de Shalom.
Haz tu parte, y deja que Dios haga la Suya.

En la profecía de Zejariá nos seguimos encontrando con más detalles: "He aquí, veo un candelabro hecho todo de oro, con un depósito encima, y en la parte superior del candelabro están sus siete lámparas con sus siete conductos para las mechas." (Zejariá / Zacarías 4:2).

El ideal es que la Luz del Templo fuera reflejo de la Luz que exterioriza la nación con sus buenas obras, con su acatamiento de los mandamientos, con sus actos de nobleza y lealtad. Que fuera la Luz de cada uno la que brota desde la neshamá para iluminar el mundo. Que tu luz encienda la luz del prójimo, y la de ambos la de la nación. Y la nación la del concierto de naciones. Ese es el ideal, la tarea que estamos intentando difundir, la de construir shalom.
Pero, si no tenemos la fuerza, si no tenemos el número suficiente de compañeros de tarea, si parece que el mundo es demasiado grande como para perfeccionarlo; entonces recordemos, que tenemos un Socio, que es el que da una mano. Porque no tenemos porqué conquistar el mundo, ni convencer a toda la humanidad, ni estremecer las raíces de los árboles, más bien, todo lo contrario.
Lo que debemos hacer es someter nuestro EGO, limpiar nuestro interior, armonizar nuestros planos de existencia, perfeccionar nuestro mundo interno, hacer que la Luz de la neshamá irradie su paz, su plenitud, en nuestro ser. Para que actuemos en la vida cotidiana con bondad, justicia, lealtad, autenticidad. Que sean quitadas nuestras vestiduras sucias y vistamos nuestra verdadera identidad. Eso es lo que Dios pretende de nosotros. Porque cuando hacemos eso, podemos servir a nuestro prójimo como modelo, como apoyo, como mano que asiste. No por la fuerza, no por el grito, no por la imposición, no por el engaño, no por la amenaza, no con la manipulación, sin EGO, sino con AMOR, SÍ con el espíritu del Eterno.

Podemos decir que el hombre haga su parte, en tanto tiene plena convicción en que Hashem hace la Suya propia.
Que el hombre tome las armas en caso de guerra (por lo general, defensiva), que monte el tractor, que consulte al médico, que estudie una profesión, que aprenda un oficio, que nade para no ahogarse, que haga todo aquello que tiene que hacer en este mundo para alcanzar el verdadero éxito y satisfacción, al tiempo que sigue confiando en que Hashem hace Su propia parte para que el hombre llegue hasta donde tiene que llegar.

No dependamos del milagro para vivir, sino que seamos socios del mismo.
Como hicieron el puñado de héroes de Januca, quienes siendo pocos y débiles, conquistaron grandes victorias.
Un reducido número de personas que estaban conscientes de su identidad y de su misión, que no iban a renunciar a completar su tarea bajo ningún pretexto.
Gente que tomó las armas, cuando fue necesario; que luchó duramente, cuando las condiciones lo requirieron; pero que no eran bravucones, ni pretendían imponer sus ideas a la fuerza, ni usaban las herramientas del EGO para realizar su obra.
Aquellos héroes de Januca que encendieron la chispa de la independencia de Israel, que alumbraron con su ejemplo a los que estaban en derrota pero sintieron que tenían aún la chance de ser victoriosos.

Según comenta la Tradición, la profecía de Zejariá capítulo 9 fue cumplida por los macabeos.
Usemos nosotros esta enseñanza para encontrar nuestro Yo Auténtico, armonizar nuestra multidimensionalidad para que todas nuestras energías estén orientadas hacia la construcción de Shalom.
Podemos hacerlo, tenemos un Maestro y Socio que nos impulsa, que nos da autoridad, que nos fortalece incluso en nuestra debilidad.
Podemos hacerlo.
Vamos, a construir Shalom en la vida cotidiana. Que ese sea el reto constante, la misión, la meta.
No el proclamar reinos mesiánicos ni actuar como misioneros para que el mundo cambie, sino cambiar nosotros, mejorar, perfeccionarnos, permitir que sea la Luz de la neshamá la que nos alumbre dentro y así podamos ayudar a otros a que sean ellos quienes alumbren.

Vamos, a construir shalom.

Januca 5773

El pueblo judío festeja y recuerda los milagros de Januca a partir de mañana, sábado 8/12/12, a la noche.
Durante 8 días serán celebrados y reforzados los motivos de tal santa alegría.
Te invito a que compartas desde tu sagrado rol de noájida junto a tus hermanos judíos.
Puedes aprender más en los textos correspondientes aquí: http://fulvida.com/category/festividades/festividades-judias/festividades-menores

Adelante, a construir shalom siempre.

Presidente antisemita

No era de sorprenderse. Lo vengo sosteniendo de hace rato…

Para vergüenza de quienes somos ecuatorianos y conocemos de la trágica historia del siglo XX de la Era Común, el presidente de Ecuador ha sacado sus dotes antisemitas comparando a Israel con Irán, comparando a las inocentes víctimas de la AMIA con un grupo de terroristas libios.

Mi rechazo más fuerte a este individuo.

Vaishlaj 5773-El secreto de la paz

Iaacov está retornando a su patria luego de haber estado muchos años fuera, en tierra y cultura de los arameos.
Había huido a causa del miedo que le inspiraba su bravo hermano Esav, temía por su integridad y vida, así como por la tragedia que le pudiera ocurrir a sus padres o hermano por su causa.
Escapó solo con lo que tenía puesto, que al poco tiempo le fuera robado.
A simple vista era un pobre inmigrante recién llegado a tierras extrañas, apenas poseedor de unas prendas para vestir, pero rico en su convicción interior de que algún día alcanzaría a disfrutar de la promesa de riqueza y poder. Sin embargo, no era fácil, es la experiencia del expatriado solitario, desamparado, falto de contactos, sin cuentas bancarias, sin posibilidad de retorno. Nuestros antepasados supieron atravesar por situaciones similares en varias ocasiones, algunas no tan lejanas en el tiempo. Así estaba nuestro tercer patriarca en su juventud, con una gran pobreza material, lleno de incertidumbres, cuando llegó a la que sería su nueva casa y nuevo inicio.
Conoció en Aram a la que sería su esposa amada, Rajel; también a su esposa constante y valiente, Lea. Aprendió a valorar personas y cosas, tiempo y esfuerzo. Mucho fue adquiriendo en el transcurso de su destierro. Formó una numerosa familia, cosechó dinero y poder, fue creciendo lentamente en cada área de su existencia. Pero, aún tenía tres cuentas pendientes: regresar a vivir en su tierra patria; reconciliarse con su hermano y vivir sin culpas ni remordimientos; reconciliarse consigo mismo, para vivir en completa paz y gozo de la bendición de todo lo bueno.
Son estas cuentas las que irá resolviendo en nuestra parashá.
En particular veremos que para el reencuentro con su hermano se preparó de diversas maneras.
Sabía que el agresivo Esav venía armado para la guerra, acompañado por una banda centenaria de hombres de armas tomar. Recordaba las rencillas del pasado, la violencia, el hostigamiento, las amenazas y, por supuesto, no olvidaba que estaba en la mira de su hermano. Sí, era un momento de gran angustia, porque ahora no solamente podría ser dañado él, sino también sus esposas e hijos. Poco le importaba si Esav se llevaba ovejas de su rebaño, o las aniquilaba todas; si le quitaba alhajas o títulos nobiliarios, nada de eso ameritaba angustiarse, sin embargo, debía resguardar a su familia, protegerlos, procurar que ningún percance les sucediera. No sabía muy bien cómo reaccionaría actualmente su hermano, puesto que había perdido el contacto hacía décadas, pero mejor prevenir que curar. Sí sabía que era muy astuto para atacar, no era tonto en el ejercicio de su violencia; aunque primitivo y básico en ciertos aspectos, por completo sometido a sus pasiones, pero hábil en astucias, ingenioso para el engaño, experto en el arte de la guerra siglos antes de Sun Tzu.

Clásicamente se reconoce que Iaacov se preparó en tres aspectos: 1) envío numerosos y valiosos regalos acompañados por dulces elogios para apaciguar a su hermano; 2) rezó al Eterno; 3) organizó el campamento familiar para resguardarlo de un ataque militar, además de acondicionarse para responder activamente a las agresiones en caso de necesidad.
Estos preparativos nos enseñan también a nosotros un estilo para responder ante los embates de la angustia así como ante los ataques externos.

Encontrar mecanismos para la conciliación, negociar, pacificar, dialogar, evitar la confrontación, dar un paso al costado, dar en lugar de recibir. Cuando se maneja la relación interpersonal desde el altruismo, desde el genuino interés por beneficiar al prójimo, sin perjudicarse a uno mismo, entonces es factible resolver situaciones complejas de modo mucho más eficiente y saludable. Se evita caer en las trampas del egoísmo, para actuar desde el código de la bondad y la justicia. Así pues, lo que puede parecer como lisonja o compra de voluntades, al hacerse de manera honesta y sin dobleces, en realidad es una llave al compromiso mutuo, al entendimiento, a la comunicación auténtica que espabila oscuridades para llenar de luz y armonía. Uno puede perdonar al que sinceramente se disculpa, pero no olvidemos también pedir perdón, porque probablemente hemos incurrido en errores, faltas y omisiones, a sabiendas o no.

Está también el orar. A través de una concentración profunda, de una intencionalidad positiva, se puede fortalecer el ánimo con rezos, tal vez encontrar en ello también el favor desde lo Alto, proveer de energías renovadas a uno y al prójimo con el cual se está en conflicto. Recordemos que el plano espiritual es el de la unidad, en donde no existen bipolaridades ni conflictos, sino tan solo unidad, armonía. Cuando se reza en verdad, no se está solicitando la servidumbre de Dios, ni que Él nos haga los mandados, sino que uno se introduce a una visión de la realidad más auténtica, en donde todos somos uno.

Tristemente en ocasiones el EGO se impone y consigue dominar, desde su escasa potencia reduce a nulos o infértiles los esfuerzos por llevar una vida de creatividad y plenitud.
Entonces, a veces, no queda otro camino que el de esgrimir alguna arma física para la defensa, para detener la violencia, para responder a los ataques del agresor de modo tal que cesen y se pueda establecer un período de tirantez pero que permita geminar la paz. Seguramente que para aquel vive bajo el objetivo de construir Shalom este paso es sumamente doloroso, hasta pareciera que adverso a su intención, pero es necesario comprender que hay situaciones en las cuales las concesiones bondadosas no apoyan la causa de la paz, que los rezos no influyen en el espíritu del asaltante para amansarlo y disponerlo a la negociación, por lo cual el principio de la justicia establece que sea necesario el uso de la fuerza medida, apropiada, restringida al esfuerzo del shalom.

En estos días, comienzos de Kislev 5773 (noviembre 2012), pudimos testimoniar y ser parte de una repetición de la historia ancestral.
Israel desea vivir en paz en su propia tierra, al volver a ella luego del exilio forzado y torturador, que fuera provocado por los conquistadores sanguinarios y despiadados. Ahora Israel se yergue y comienza a retornar al hogar, a su destino, a su herencia, a su ambiente normal. Como hiciera el patriarca Iaacov/Israel.
Israel anhela reconciliarse con su hermano, con sus vecinos, aquellos que en el pasado le agredieron sin motivo y ferozmente. Es Israel quien hace los esfuerzos para establecer puentes, mesas de diálogo, el que concede, el que halaga, el que regala con tal de obtener el abrazo fraternal de la convivencia. Pero se le responde con hostigamiento, con saña, con burla, con maliciosas mentiras, con falsas promesas de paz y respeto. Sin embargo, Israel se mantiene leal y firme a conceder, a dar de lo propio con tal de alegrar al bravucón para que deje su pendencia y admita el derecho de Israel a su propio hogar, a su existencia, a vivir en calma y paz. Para compartir así bienestar entre todos, la bendición de todo.
Israel también encuentra quienes elevan plegarias, piden al Padre Celestial por Shalom, no para que mueran o sean aniquilados los enemigos acérrimos, esos cegados por el odio y la avaricia, sino para que dejen de lado la guerra, abandonen sus planes de aniquilación expuestos abiertamente para quienes entienden el árabe. Israel pide a Dios para que haga la paz, para todos. Aunque del otro lado solo se oyen invectivas, salvajes llamados a la “guerra santa”, como si la guerra pudiera serlo. Del otro lado se insiste en pretender extirpar a Israel del mapa y eliminar a los judíos del mundo, y para colmo los cómplices del silencio o de la mentira disparan misiles de palabras venenosas, para enquistar aún más el mal en contra de Israel. Pero Israel sigue siendo leal, y también reza.
Pero, cuando llega el momento de defenderse, Israel no esquiva su sagrada obligación de proteger a los indefensos, de hacer lo mínimo necesario para que al menos haya justicia. Aunque luego se le acuse injustamente, se le hostigue con falsedades y mentirosos rumores, también es necesario dar el doloroso paso de la defensa armada cuando no hay otra manera de permanecer con vida. Aunque los falsos pacifistas insulten y proclamen infamias, Israel debe defenderse y lo hace con nobleza, no con terrorismo ni bravuconería, sino con la confianza del que se sabe con el poder suficiente para responder y dar una chance a la paz.

Así pues, el patriarca volvía y quería reconciliarse con su hermano, con aquel que le había agredido, pero también quería encontrar la paz consigo mismo.
Una gran parte de esta última tarea se alcanza consagrándose a obtener las dos anteriores. No es el único modo, pero sirve de gran auxilio.
Comprendamos, la paz interior siempre repercute en paz con el exterior; al contrario también es cierto: aquel que no está en paz consigo mismo, que no se valora correctamente, que no se respeta, que no se cuida, que no se ama, es improbable que pueda llevar una armoniosa relación con los demás y el entorno.

Si prestamos atención, los tres preparativos de Iaacov para el encuentro con su hermano tiene mucho que ver con lo que la Tradición indica para entrar a pleno en cada nuevo año: teshuvá, tefilá y tzedaká. No es casualidad, más bien es la reafirmación que desde antaño conocemos el código para desarrollar una existencia de bendición, solamente debemos recordarlo y vivir en consecuencia.

Tenemos tantas cosas para aprender de la Torá, tantas que pueden iluminar nuestra vida personal y colectiva. Es bueno darnos la oportunidad para hacerlo. Solamente podemos salir beneficiados de esto.
Para concluir, recordemos las palabras del profeta en la haftará que corresponde a esta parashá: "Como tú hiciste, se hará contigo; tu retribución volverá sobre tu cabeza." (Ovadia / Abdías 1:15).
Tratemos de hacer siempre lo que es bueno y justo, para que la consecuencia sea bondad y justicia.

Shabat Shalom.

Tu parte en el conflicto

Veo por estos días a muchos noájidas conscientes apoyar la justa causa de Israel para defender a sus habitantes y su derecho a la existencia. Se expresan a través de las redes sociales, con mayor o menor empuje y asertividad. Les agradezco mucho.
Ahora, me gustaría ver masas de noájidas manifestar este apoyo, públicamente, en plazas, calles, avenidas, levantando la bandera del noajismo, a favor de la vida, del bien, de la justicia, del shalom.
Reclamando de sus políticos que dejen de ver para otro lado, o peor, que ellos apoyen a los soldados del imperialismo árabe musulmán en sus agresiones en contra de la población indefensa israelí.
Difundiendo la realidad de lo que acontece, y no las mentiras que una y otra vez se repiten desde los medios masivos de des-información.
Despertando las conciencias, y no siendo cómplices con el silencio de la maldad e injusticia que acontece a diario en contra de los indefensos israelíes.
Recuperando a los que se perdieron detrás del EGO, de los engaños, de las falsas máscaras de pacifismo y humanismo, pero que solamente actúan para defender a los que atacan a los israelíes y nunca en otras situaciones.

Así pues, te invito a que salgas a la calle, a las plazas, delante de edificios públicos, a manifestar pacíficamente tu apoyo a Israel, tu deseo de que en el mundo no reine más la violencia y sí el verdadero shalom.
Tú puedes hacer tu parte para derrotar a los enemigos de Dios, a los terroristas.
Y tu parte no es dar más excusas, sino actuar.

¿Será posible algún día?
Mejor aún, ES posible que lo hagas hoy.
Sal tú, lleva a otros contigo, y si nadie te acompaña, ve tú. Toma fotos, súbelas a las redes sociales, vamos a contagiar de optimismo, de ánimo de construcción de shalom.

¡Adelante!
Hazlo también por este niño, pobrecito palestino educado en el odio y la muerte por sus padres, siervos del imperialismo árabe musulmán.

Vamos.
Es tu parte, y solo tú la puedes cumplir.

Grados de opinología negativa sobre Israel

Hace tiempo habíamos enseñado y explicado los cuatro niveles de pecado, de peor a menos malo:

  1. Rebeldía
  2. Comodidad
  3. Ignorancia
  4. Error

Podemos ver un enorme paralelismo con los que opinan desfavorablemente al respecto de Israel, en sus acciones medidas y limitadas de defensa y resguardo de su población.
Tenemos así cuatro categorías de “opinólogos” que agreden a Israel, a los judíos, cuando tienen el “descaro” de defenderse:

  1. Los que odian a Israel y a los judíos.
    Para estas personas  todo lo que hizo, hará y hace Israel es negativo, nefasto, criminal, genocida, aberrante, diabólico, imperialista, y cualquier epíteto que demonice a Israel y le niegue sus derechos.
    Encontrarán cualquier justificativo para censurar a a Israel y evidenciar que no tiene el derecho a la existencia, a la seguridad, a la integridad, a la paz.
    Pondrán al agresor, terroristas del imperio árabe-musulmán por ejemplo, al mismo nivel moral de Israel, que es la víctima. Las agresiones violentas de los terroristas, que atacan civiles indiscriminadamente y se escudan cobardemente detrás de niños y enfermos, con las respuestas mesuradas y calibradas de un ejército profesional y que se rige con altos códigos de conducta y de acuerdo a las convenciones internacionales.
    Inventarán acusaciones, basados en sus opiniones, en sus “altos” valores morales, en sus creencias, para omitir la existencia de agresiones en contra de Israel y por consiguiente prohibir que los judíos tengan oportunidad para la defensa.
    Es interesante que si les preguntan que es el “M23” y qué está pasando con ellos, no tengan ni idea; pero mágicamente son expertos en la situación de los “pobres refugiados palestinos y el ogro imperialista de Israel”. Es evidente que no levantan ni un dedo para defender a las centenas de víctimas diarias en las mascares en Siria, por poner uno de decenas de ejemplos, pero están activos a más no poder para negar a Israel el derecho a defenderse de una constante agresión. Sí, son muy humanistas y pacifistas, de boca para afuera, siempre y cuando sea excusa para atacar a los judíos y al Estado judío.
    En resumen, el EGO en su más violenta y descarada expresión. Pero casi siempre, y como buen derivado del EGO, se disfrazara de pacifismo, humanismo, lucha por la justicia, los pobres “refugiados”, etc.
  2. Los que encuentran algún beneficio el agredir a Israel.
    Entre estos seguramente que se encuentra muchos de los medios masivos de des-información, agentes políticos que prefieren desviar la atención hacia Israel en lugar de en los problemas locales, los que reconocen que el mercado potencial de mil quinientos millones de consumidores del imperio árabe musulmán es más jugoso que el modestísimo mercado de solo catorce millones de judíos en todo el mundo.
    Para estas personas, los acomodaticios, los interesados, no importa quién es víctima y quién agresor, ni derechos, ni justicia, ni paz. Lo único que importa es obtener algún tipo de rédito, material, cultural, emocional, político, lo que fuera.
    Otros cómodos son los que pudiendo hacer algo a favor de la paz, se rehúsan con excusas, negándose a ser participantes en la construcción de Shalom.
    Por supuesto, detrás está el EGO, manipulando, acaparando, instilando medio. Siempre el EGO.
  3. Los que se dejan llevar por lo que consumen en medios masivos de des-información, los que siguen la corriente generada por aquellos que odian y son activos en propalar su odio y usan a los interesados para sus fines.
    Estos son ignorantes, pero activamente persisten en su ignorancia. Pudiendo encontrar material de esclarecimiento, poco y escaso, pero existente, se mantienen en su ignorancia que agrede a Israel y le niega sus derechos. En este caso caso ya puede estarse en una situación límite con la comodidad, porque es más cómodo ser parte de la masa que opina violentamente, pero con apariencia pacifista, que ponerse a investigar seriamente, a conciencia, sacando el prejuicio y el odio ancestral.
    No estudian, creen por fe, en lo que escucharon, en lo que muchos repiten, en lo que les parece, en lo que suponen, porque les cuesta salir de su EGO.
  4. Los que han hecho un esfuerzo por conocer, por descubrir motivos, por reconocer las facetas de los que están involucrados, pero finalmente han equivocado honestamente sus conclusiones.

Es hora de evaluar en cuál de estas categorías te encuentras tú.

Toledot 5773–La clave de la bendición y gozo

En el capítulo 27 de Bereshit/Génesis encontramos el suceso en el cual Iaacov se disfraza de Esav para ser bendecido por su anciano padre.
Algunos célebres comentaristas (y modestamente nosotros en otras ocasiones) han brindado explicaciones apologéticas, para mitigar o hacer desaparecer el engaño en la conducta de Iaacov en aquella ocasión.
Sin embargo, desde el mismo texto, desde el midrash, así como en el comentario de otros renombrados estudiosos se manifiesta la acusación de que aquí no se actuó de la mejor manera posible. Se pueden brindar excusas, justificar, encontrar motivos que parecen válidos, pero nos quedamos con las palabras del midrash (en boca de la matriarca Lea cuando reprende a su marido):

“אכן צדקת רמאית בת רמאי אני, אך אתה יעקב היית לנו למורה ומדריך ברמאות שלך,כשרימית את אביך, וכשגנבת את הבכורה מאחיך עשו.”

“Tienes razón, soy una engañadora hija de engañador, pero tú Iaacov eres un maestro y un guía con tus engaños, como cuando engañaste a tu padre y cuando tomaste la primogenitura de tu hermano Esav”.
(Tanjuma, Vaietze 11)

No quiero tratar este tema directamente, ni dilucidar si el patriarca estafó a su hermano, engaño a su padre, se manejó de manera vil. No es el tema que quiero tratar en este artículo.
Más bien pretende que veamos cómo opera el EGO, algunos de sus mecanismos y tal vez aprender a ser un poco más libres, menos esclavizados a sus artimañas.
Espero que sea una redacción breve y concisa, pero preciso que tengas a mano el texto del capítulo 27, aunque realmente iremos de adelante para atrás por la parashá Toledot.

Esav es el cazador, el hombre rudo, el incivilizado, el indomable, aquel que sigue sus propias reglas, el que es capaz de vender conscientemente su derecho a la primogenitura a cambio de un plato de comida porque “muere de hambre” en ese momento. Esav es la representación del Yo Vivido, que se conforma de las innumerables máscaras que vamos adquiriendo a lo largo de la vida, a las que asumimos como nuestra identidad, pero que generalmente están para tapar nuestra verdadera identidad, nos alejan de nuestro Yo Auténtico. Nuestros padres nos ponen máscaras, nuestros maestros, los amigos, los familiares, los colegas, los hijos, la gente en la calle, nosotros mismos tejemos muchas de ellas. Creemos ser tal o cual máscara, o conjunto de ellas, porque no estamos conectados a nuestro Yo Auténtico, al que mantenemos alejado, apartado de la conciencia, encerrado.
Ese Yo Auténtico es representado por Iaacov, que es descrito en el texto de la Torá como un hombre simple, sencillo, íntegro, que se asienta en las tiendas (la casa). Iaacov que es un hombre interior, reflexivo, compasivo, razonante, que evalúa las situaciones y no se deja llevar por la pasión o la necesidad de los impulsos. Es el verdadero ser, la chispa de divinidad que resplandece dentro de cada uno.
Nacen juntos, aunque vemos primero a Esav, porque es externo, es visible, es al que le ponemos nombres, al que vamos modelando para que sea según nuestro parecer. A diferencia de Iaacov, que no se lo ve, que no se lo siente, que es imposible de ser manipulado, que está ahí detrás, activo pero en silencio.
El plano emocional parece llevarse mejor con Esav, no es que Esav le beneficie, solamente parece hacerlo. Esav sabe cómo engañar, cómo hacerse pasar por lo que no es, disfrazarse en todo momento, parecer un santo sin serlo. Esa es la finalidad del Yo Vivido, hacer pasar la vida en un engaño, armar un tinglado y representar una obra en él. El plano emocional queda prendido de las trampas desarrolladas por Esav. Apariencias es un buen resumen de Esav.

No suele ganarle Esav al intelecto frío y calculador, quien reconoce las trampas y prefiere decantarse por lo seguro, lo tranquilo, lo auténtico.
Lástima que en la vida cotidiana no dirige el intelecto, sino que está adormecido, a media máquina, más ocupado en cuestiones pasajeras y banales que en encontrar la armonía existencial, en procurar una construcción de shalom.
Por ello, Esav termina siendo el jefe, cuando solamente debiera ser un utensilio más para Iaacov.
Termina liderando Esav, porque Iaacov no encuentra el patrocinio del intelecto ni la fuerza del plano emocional.

Encontramos en el relato que estamos trabajando un cambio a lo que es tan corriente.
De repente Iaacov toma el rol de Esav, engaña, se disfraza, miente, se hace pasar por quien no es.
¿Cómo puede ser esto?
¿El Yo Auténtico actuando como Yo Vivido?
¿Qué ha pasado?
¿Qué es esta corrupción?

Tal parece que se nos quiere enseñar un método para avanzar en nuestro proceso de armonización, de maduración, de aprendizaje para la felicidad.
Es necesario que encontremos cual de los rostros dibujados por el Yo Vivido pueden calzar a la perfección para representar a nuestro Yo Auténtico. Establecer un canal de comunicación entre ambos. Para que de ese modo se consiga el concurso del plano emocional, a través de un trabajo del intelecto, para liberar a la persona del yugo del EGO.

Fue necesario satisfacer con placer legítimo al plano emocional, brindarle deleites permitidos, que gozara de lo que es aceptable.
Siempre el gozo de lo permitido, sin apartarse hacia lo negativo.
Porque las cosas placenteras son buenas, disfrutar de ellas es parte de nuestra misión en la vida, es un tesoro de experiencias que llevaremos eternamente en nuestra memoria espiritual.
Pero sin dejarse caer en lo que es malo, lo que excede el límite consentido.

Darle al plano emocional lo que precisa para colmar sus apetitos, es parte del método para armonizar el Yo Auténtico con el Yo Vivido.
A diferencia de los que pregonan ayunos, castigos, severas represiones, negación del deleite, nosotros estamos descubriendo el valor profundo del disfrute permitido.
Que no falte el placer, de todo aquello que se puede disfrutar. Tal como enseñaban los primeros maestros jasídicos, entre otros, que el cuerpo reciba su gozo, que las emociones también, porque ello en vez de aprisionar en verdad permite liberar chispas de Luz, contribuye a la liberación y armonización del hombre y la sociedad.
Recuerda, todo con la moderación y santidad apropiados.

Ese es el rostro que debe tomar el Yo Auténtico en armonía con alguno de los antifaces del Yo Vivido.
Uno que dibuje satisfacción profunda, sincera, donde el placer es el idioma, donde el gusto es experimentado sin culpa ni remordimiento, sino con intensidad.

Allí brota espontáneamente la bendición, aunque antes se temiera lo contrario.
Es cuando el hombre se permite ser él mismo, en gozo, en armonía, en paz consigo mismo, cuando resplandece su Luz interna y alumbra rincones hasta entonces dormidos.

Resulta entonces que lo que parecía un engaño de Iaacov, termina no siéndolo. Sino que es Iaacov encontrando aquello que le corresponde dentro de lo que le usurpó Esav.
Hasta ahora parecía que Iaacov debía vivir escondido, en penurias, alimentándose con migajas y de luto; pero encuentra que su lugar no es ese, sino que es también uno que repercute en la vida diaria, en las cuestiones habituales, en los momentos compartidos con otros, en cada ocasión. A través del disfrute sincero, de la alegría auténtica, de ser él mismo y de llevar a toda su multidimensionalidad a planos de armonía que emiten y reciben bendición.

Te pido que este texto lo leas y releas varías veces. Me parece que es sencillo, pero puede resultar complejo si no le brindas la atención y comprensión que se merece.
Si encuentras el camino para aumentar tu autoestima, tu felicidad, tu compromiso hacia lo que es bueno y justo, entonces has comprendido  y hecho carne su mensaje.

Gracias por compartir conmigo tus comentarios y opiniones constructivas.

(Escrito para mérito espiritual del papá del querido amigo Edgar Torres, fallecido recientemente; y para bendición y larga vida llena de Luz de su señora madre, de él y su familia).

Resp. 1091–Sábado de noájidas

Saludos!
Mi Nombre es Jorge Rodriguez, estoy retirado y le escribo desde New Jersey, en los Estados Unidos.
Mi pregunta es la siguiente: Se de origen Puertorriqueno. Tengo dos preguntas en una: Se observo el shabbat desde Adam hasta el Sinai? Estamos nosotros, los no judios, obligados a guardar el shabbat? Gracias por anticipado por sus respuestas.

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Conversión al judaísmo, ¿para qué?

Tiempo atrás compartí unas ideas sobre la conversión al judaísmo, básicamente la necesidad de que sea hecha una pregunta esencial por parte del que desea tal conversión.
La pregunta fundamental es: ¿para qué?
¿PARA qué?
Que muchas veces se confunde con “por qué”, cosa que es completamente diferente, tanto en origen como en destino.
Lo que he encontrado desde entonces es un gran abismo de silencio, porque al parecer pocos saben responder a tan simple pero medular pregunta: ¿para qué te quieres convertir al judaísmo?
Sin embargo, siguen cayendo consultas y pedidos, muchas veces sinceros y profundos, acerca del deseo de convertirse al judaísmo (infinidad de oportunidades con preguntas y comentarios repetidos hasta el cansancio). Pero no he encontrado ninguna (o casi) a la pregunta del “¿para qué?”.

Por ejemplo, esta misma semana un señor muy atento y amable me preguntó de que si conocía algún lugar para convertirse al judaísmo, precisaba una guía para ello.
A lo cual le di una breve respuesta:

Shalom
Es muy loable su intención, pero antes de avanzar más tengo un consejo para darle, que espero acepte y tome.
Profundice en el texto: http://fulvida.com/varios/temas-frecuentes/resp-950-conversion-al-judaismo así como en los textos que se enlazan al mismo.
Responda las preguntas que allí se van planteando y encontrara mucha paz, plenitud y bendición.
Shalom y éxitos en todos sus caminos de santidad.

La pregunta más importante, según entiendo, es: “¿para qué quiere convertirse?”.
Amablemente el señor me respondió lo que sigue:

> Profesor Yehuda Ribco Buenas tardes, Le agradesco de antemano por
> responder mi correo, con respecto del por que quiero realizar mi conversion,
> con toda certeza y seguridad, le puedo contestar que mi unico objetivo es
> poder servir y agradar a Di-s en todos los sentidos de mi vida, en mi
> forma de pensar, de actuar, de escribir, en mis finanzas, en mi estudio, en
> mi trabajo, quiero agradarlo y estoy dispuesto hacer todo lo que se me
> demande. Gracias por su respuesta

Bueno.
Muy interesante.
Sin dudas es un señor muy respetuoso y amable, exquisito en su modos de tratar con los demás. Esto es un bien tan escaso en la actualidad, por lo cual es doblemente meritorio.
Ha sabido decir un motivo, para lo que él considera es necesaria la conversión al judaísmo. Releamos: “…poder servir y agradar a Di-s en todos los sentidos de mi vida, en mi forma de pensar, de actuar, de escribir, en mis finanzas, en mi estudio, en mi trabajo, quiero agradarlo y estoy dispuesto hacer todo lo que se me demande…”.

Pero, el problema, el GRAN problema, es que para todo esto que menciona el amable corresponsal NO PRECISA y NO DEBE convertirse al judaísmo, sino solamente tomar conciencia de su propia identidad espiritual, aprender acerca de noajismo y llevar una vida de noajismo puro. NADA MÁS.
Viviendo de acuerdo a SU esencia espiritual noájica, sirve y agrada a Dios en todos los sentidos de su vida, rectifica en buena medida su forma de pensar, de actuar, de escribir, de manejar los asuntos de dinero, en sus estudios, en el trabajo, en todo. El noajismo es el camino que Dios ha delineado para que el 99.98% de la población mundial hagan posible el paraíso en la Tierra. No por medio del judaísmo, no sabiendo o cumpliendo cuestiones judaicas, sino sencillamente siendo fieles a lo que son: noájidas, y por tanto viviendo a pleno el noajismo puro.
Eso es lo que un gentil debe hacer par agradar al Eterno y eso es lo que Él demanda del gentil.

Así pues, el motivo que el buen corresponsal nos remite, realmente no demuestra ninguna necesidad real, espiritual, práctica para la conversión formal y legal al judaísmo. Más bien, a mi modesto entender, demuestra que el atento señor no conoce su propia identidad espiritual, no sabe de noajismo, y de saber ambas cosas no se ha librado de las cargas puestas por la religión, es decir, por el EGO, que atemorizan y acomplejan a la persona, al punto de sentirse necesitados de vivir una vida ajena para hacer de cuenta que viven alguna vida.

En realidad, el correcto señor de la misiva, tiene una vida de santidad y belleza dentro del noajismo. Para nada precisa complicar su vida añadiendo lo que Dios no le ha dado, ni pretendiendo una vida como judío que no le corresponde en lo más mínimo.
Esa es la realidad, según modestamente percibo y queda a la vista analizando el breve diálogo.

Pero, temo que como es habitual la cordura y sana espiritualidad no sea atendida, sino que se siga adelante en la pretensión de una conversión, sea finalmente formal y legal, o de aquellas poco o nada válidas. Es que el EGO y las mentiras de la religión pesan mucho a la hora de asumir con integridad y compromiso la propia identidad, el Yo Auténtico sin las añadiduras perjudiciales del Yo Vivido.

Tienes tú la tarea de aprender a responder a la pregunta “para qué”, no solamente en lo que a conversión al judaísmo se refiere, sino a cada cosa que emprendas o quieras en tu vida. Si te lo preguntas y te lo respondes con sinceridad, seguramente encontrarás mucho bienestar, bendición, placer, sentido… el para-íso.