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Si quieres quebrar la pobreza en tu vida…

Hay tramposos y tramposos.
Los peores son los que se disfrazan de buena gente y que con cariñosas palabras y abrazos te llevan hacia la maldición.
De estos malabaristas perversos están los que se aprovechan de un par de versículos mal explicados, de uno o dos consejos de sabio verdaderos que trucan según sus intereses, de todo lo que puedan usar para engañar pero tenga pinta de santo y respetable.

Ejemplo,
el pastor, líder, supuesto rabino mesiánico, predicador, evangelista, el usurpador, etc.
que usa el versículo en Devarim / Deuteronomio 14:22 (luego te lo cito completo),
al que le suman su propia versión trucada de una opinión de un rabino talmúdico sobre ese pasaje,
para llevarte al extremo de tener que padecer y sufrir con tal de darles el diezmo a ellos.
Te prometen plenas riquezas, no pasar por la miseria y pobreza, ser millonario,
pero la condición es que les des a ellos tu diezmo, “tu sedacá” (como les gusta decir en jerigonza hebraica-aramaica),
tú debes llenarlo los bolsillos a ellos antes,
debes desprenderte de todas tus posesiones, vivir sacrificadamente y en pobreza,
para que ellos sean ricos y dichosos.
Ah… sí… te prometieron riquezas y no más pobreza… lo que pasa es que tú has sido egoísta, te has quedado con dinero y objetos,
no has dado suficiente aún, tienes el bicho satánico dentro,
y ni permites que Dios te bendiga a causa de tu maldad.
Debes dar más, sacrificarte más… eso es lo que ellos te dicen que Dios les revela a ellos.
¿O eres tonto, poseso, demoníaco, hereje que te atreves a dudar y cuestionarlos?
¿No ves que ellos tienen “la biblia” en sus manos y te disparan sin piedad versos tras versos?
¿Eres tan necio que no te das cuenta que se saben de memoria lo que dijo tal y cual rabino y santo y tú todavía osas a dudar?
Sí, tienes un problema grave… eres un pecador, un hijo de Belihal, un demonio en forma humana, un incrédulo, un farsante fariseo… Dios te castigará, a no ser que te arrepientas y des dinero, relojes, joyas, celulares, carros… ¡esto un asalto en nombre de Dios! Pero es para que tú seas “salvo”…
¿Te suena conocido todo esto?
Y si te suena conocido, ¿por qué sigues actuando como oveja detrás del pastor malvado?

Te prometen no “ver más pobreza en tu vida”, a cambio de que te sacrifiques hasta la miseria pero no dejes de darles su dinero a ellos.
Ah, esos hábiles pastores… esos “rabinos mesiánicos”… esos líderes noájicos adámicos… esos netzaritas ministeriales… esos místicos de pacotilla que te inventan cualquier cosa para que tú sigas aferrado a ellos…
Y lo peor… tú sigues aferrado a ellos, o vas saltando de uno a otro, siempre embrutecido y nunca haciéndote cargo de tu vida.

Vayamos al versículo en cuestión, en su contexto obviamente, que dice:

«Sin falta darás el diezmo de todo el producto de tu semilla que el campo rinda año tras año.
Delante del Eterno tu Elokim, en el lugar que Él haya escogido para hacer habitar allí Su nombre, comerás el diezmo de tu grano, de tu vino nuevo, de tu aceite, de los primerizos de tu ganado y de tu rebaño, a fin de que aprendas a prestar completa atención al Eterno tu Elokim, todos los días

(Devarim / Deuteronomio 14:22-23)

Bueno, por lo visto cuando el versículo se lee completo y sin vendas de idolatría y negociados, fácilmente se descubre que el brujo mentiroso hace de las suyas.
No se está hablando de dar diezmos en dinero, no se habla de enriquecer al pastor, no se trata de llenar el bolsillo del “rabino”, ni de cooperar con “la iglesia o sinagoga”.
Claramente se habla de retirar el 10% del producto del campo, animal y vegetal, pero no para darlo al pobre o al mentiroso pastor.
¿Qué dice claramente la Palabra de Dios?
Dice, para llevarlo al Templo de Jerusalén, aquel que escogió Dios y construyó en un primer momento el rey Salomón, y que comas allí ese diezmo.
No dice que sea para que te enriquezcas, ¿o sí?
Dice Dios que es para que te sirva de lección y aprendas a reverenciarlo todos los días de tu vida, que Él sea el centro de tu vida, y no tu pasión por el dinero, tu deseo de bienestar, tu EGO.

Así que resumamos:

  • El diezmo refiere aquí a productos de la producción agropecuaria de tu campo en la tierra de Israel.
  • Para ser llevado y comido por ti y los tuyos en el Templo de Dios en Jerusalén, allí en donde ahora usurpa el lugar el Domo Dorado.
  • Para que aprendas a ser consciente de la Presencia de Dios y atender a Sus Palabras.

Sobre esto hay mucho más para explicar, reglas, detalles, etc.
Como por ejemplo que es un mandamiento para los judíos y que no aplica en modo alguno a los gentiles.
Como que es solo en la tierra de Israel, no para fuera de ella.
Como que es para cosecha y nacimientos del campo.
Como que no aplica ahora por no haber Templo.
Como se separa el diezmo legalmente.
Y muchísimas reglas más, ninguna de las cuales habilita al ladrón del pastor a prometerte que Dios te hará rico si tú le sigues dando el dinero a él…

Pero alto… nos falta eso que presume el pastor y sus compinches, de que el rabino “Yohanán dice que “Dando el 10% para Tzedaká, tú te harás rico” (Taanit 9ª). Otra versión lo traduce así: “Diezma, para que te enriquezcas”. Quien se esfuerce hasta el sacrificio para poder dar Tzedaká, no verá más pobreza en su vida.”

Primero y ante todo, veamos qué dice realmente el Rabí Iojanán en el Talmud (Taanit 9a): “Da el diezmo para que puedas enriquecer”.
Bueno, no dice que se de el diezmo como caridad, pues no era la finalidad del versículo. Así pues, cuando el pastor mentiroso añade que es “para Tzedaká”, está pervirtiendo el mensaje original. Ya está la mentira instalada y tú te la crees. Luego, como es muy hábil te dice al pasar una versión más atinada, que no menciona para nada “la caridad para el pastor”. Pero la deja como un comentario al margen, como una opción secundaria, como algo que está ahí pero sin importancia.
Claro, el pastor mentiroso es un hábil mago de circo, por eso te muestra una mano pero el truco lo hace con la otra… ¿o no es así como te hacen la trampa los magos?
Mira aquí, pues aquí es todo legal, en tanto allí está la trampa que no quiero que veas… tan típico…
Ya te instaló la mentira de que debes dar caridad, el diezmo, y por supuesto que te inducirá o directamente ordenará que sea para él… ¿no es así?
Y si no das, pues vienen las amenazas, insultos, presiones grupales, maldiciones, etc.
Ya con esto queda desbaratado el pastor mentiroso.

En cuanto al fraude de llegar al sacrificio, al sufrimiento, a la penuria para diezmar y engordar al pastor… ¿algo de eso está mencionado?
Más bien, todo lo contrario.
Se habla de disfrutar de la propia producción, de uno gozar de lo permitido, de uno pasarlo bien con su familia y los verdaderos necesitados, de uno tener un buen carro y no dárselo al pastor y su familia-amigotes.
Si te sacrificas para enriquecer al pastor… te compadezco… ¿Qué más te puedo decir?
Lo haces porque tienes ganas, y más ahora que lo sabes y te lo he repetido hasta el cansancio.
Tú sigues manteniendo al pastor, no te quejes…
(Ah… te oigo quejarte otra vez, dices que soy muy agresivo contigo, que por eso te fuiste de FULVIDA… bueno… perdona, eres muy lindo, muy bueno, muy inteligente, el señor celestial te adora, tendrás muchas riquezas y salud, nadie morirá ni se enfermará de la gente que tu quieres, el paraíso es tuyo, ya mismo se harán milagros para ti… así te gusta más, supongo…
¡Quéjate, insúltame, miente al respecto de mí y de este sagrado hogar FULVIDA, difama, engaña al respecto de mi persona, pero no me pidas que sea cómplice de tus mentiras y las de tu pastor!
Gracias.)

Pero tú ahora estás siendo inteligente y me preguntarás: ¿Pero no dice el rabino Iojanán que el que diezma se enriquece?
Sí, claro que lo dice.
Pero te reitero, se trata de diez porciento de ganado, de cosecha, de tu campo, de lo que produjiste en el año, en tu parcela de la tierra de Israel, para ser comido, para ser disfrutado en Jerusalén, en el Templo…
No estamos hablando de lo mismo que el pastor te quiere hacer creer, ¿te das cuenta?
(De paso, si tuviera tiempo te explicaría con más detalles como la opinión del Rabí Iojanán es muy valiosa, pero no implica que sea LEY, ni un destino prefijado, ni una fórmula secreta para el éxito. Es un interesante juego de palabras en hebreo entre la palabra “diezmar”-“teaser” y “enriquecerte”-“teasher”. No es momento ahora para explicarlo. Como tampoco hacer referencias a los pasajes en el Talmud Shabbat 119a y Rosh HaShaná 8a, ni a las explicaciones de los sabios exégetas in situ del versículo citado)

En resumen, deja de ser esclavo del pastor.
Guarda tu dinero, compártelo conmigo mejor… con el pobre, con el necesitado, con el que labora por un mundo mejor, con tu familia… ¡con tu familia!
Hay tanto que puedes hacer, pero no haces por seguir siendo una oveja del pastor.

Te deseo lo mejor, especialmente que aprendas a ser libre, a disfrutar de la vida y a darte cuenta de lo millonario que ya eres pero ni lo sabes.
Hasta luego…

Resp. 953– Envidio a los judios

gonzaloNJ nos consulta:

Querido Moré,

Intenté convertirme al Judaísmo, pero definitivamente me convencí de que ni era capaz de ello ni era mi camino, pues soy un Noajida, en mi país, y aquí tengo que cumplir la Voluntad de D/os.
Respeto a D/os, pero si me auto-evaluo, no me puedo engañar, sí me hubiese gustado ser Judio. Aunque cumplo con la Voluntad de D/os para mi, confieso, aunque sea vergonzoso, que tengo envidia de los Judios.
Por favor deme pautas para limpiar definitivamente mi corazón y ser mejor Noajida
Gonzalo Navarro, 38 años, empleado postal, Madrid, España

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Corazón reluciente

En el pueblo judío esta semana corresponde la lectura pública de la Torá en la sección denominada Kedoshim. Te brindo ahora pan espiritual apto y bueno para noájidas.

Seleccionamos de la parashá

1. Santificar nuestra existencia por medio de actos de bondad y justicia.

2. Apartarse de la idolatría, pues ella se basa en el engaño y lleva a la persona a una vida de falsedad.

3. Rechazar toda superstición, puesto que ésta desequilibra a la persona y a la sociedad.

4. Los escalones que llevan al amor al prójimo, entre otros:

  a. Ser honestos.

  b. Cuidar la palabra dada.

  c. Pagar las deudas.

  d. No ser indiferentes ante las necesidades y padecimientos de otros.

  e. No guardar rencor.

  f. No vengarse.

  g. Honrar a los padres y ancianos.

5. La orden central: Amar a tu prójimo como a ti mismo.

6. Buscar la paz y construirla, con el lejano y con el cercano.

En esta sección ordena Dios a las personas judías como mandamiento, y que bien puede ser tomado como saludable estilo de vida por el noájida:

"No aborrecerás en tu corazón a tu hermano. Ciertamente amonestarás a tu prójimo, para que no cargues con pecado a causa de él." (Vaikrá / Levítico 19:17)

Se demanda a la persona judía que no cargue en su corazón con aborrecimiento hacia su prójimo… ¡cómo si fuera tan fácil!

En verdad, nadie dice que lo sea, dejar de lado el resentimiento, no cargar con mochilas de rencor, abstenernos de desear el mal, parar de quejarnos amargamente buscando a quien culpar por nuestros errores y penurias, puede ser un trabajo muy duro de realizar.
Pero, la Torá nos incentiva a hacerlo, por tanto tenemos la oportunidad para ser libres de sufrimiento y malestares, ¿por qué al menos no intentarlo?
Podemos comenzar por no ser indiferentes a la presencia de nuestro prójimo, a sus necesidades, a sus padecimientos y a sus dichas.
Al mostrar sincero interés por el prójimo, incluso por aquel que sentimos que nos ha hecho algún daño, estamos en el camino de la construcción del Shalom.
Apreciemos lo positivo de nuestro vínculo, valoremos lo radiante que está a nuestro alcance, porque cuando coloreamos nuestra mente con ondas luminosas, todo aparece más brillante.
Nuestra mente se entrena de acuerdo a lo que le vamos ofreciendo, si la llenamos de oscuridad, se ejercita a ver todo opaco y angustiante.
Pero, al no hacer hincapié en lo negativo, abrimos las puertas de la prisión que representan nuestros amargos recuerdos.

Estos son unos primeros pasos, que bien podemos a intentar hoy mismo.

¿Quién no aspira a una vida buena y satisfactoria?


Enseñanza para comentar y pensar: Das lo que puedes

Un sabio de renombre llegó a la ajetreada ciudad, pero la gente –anclados a sus minúsculas vidas- no dio mucha importancia a su presencia.
Sus enseñanzas no consiguieron interesar a la población, quienes al cabo de un tiempo se burlaban ruidosamente del sabio y de sus inteligentes consejos.

El colmo fue cuando un hatajo de hombres y mujeres lo insultaron públicamente, con gestos repulsivos y amenazas de agresión física.
¿Qué les había hecho el maestro?
¡Ni ellos lo sabían! Pero mejor parecía aborrecerlo y abuchearlo con tal de no despertar…
Él, en lugar de hacerse el superado y fingir distraimiento, se aproximó con palabras de bendición a flor de labios.

Entre ofuscados y sorprendidos, uno del medio del rebaño vomitó:- ¡Además sordo y zonzo! Nos viene a acariciar con suaves palabras sin comprender lo que le decimos.

A lo que respondió:- Cada cual ofrece lo que tiene y puede…

Preguntas para reflexionar

1. ¿Cuál te parece que es la enseñanza del relato?

2. ¿Cuál hubiera sido tu reacción en lugar del sabio?

3. ¿Cómo se relaciona con nuestro comentario acerca de la sección semanal de Torá para los judíos?

4. ¿Cómo pondrías en práctica la orden de amar a tu prójimo como a ti mismo?

 

Los cuatro hijos noájidas de Pesaj

En la noche de Pesaj se acostumbra (para los judíos) leer de un libro que denominamos “Hagadá”, contiene bendiciones, narraciones, relatos, cánticos, simbolismos varios.
Hay un pasaje basado en enunciados de la Torá que menciona a cuatro hijos, el sabio, el rebelde, el simple y el que nos sabe preguntar.
Esta porción ha sido y es tomada muy a menudo para numerosas prédicas, enseñanzas, ejemplo, etc.
Nosotros mismos hemos incursionado varias veces en este sentido, por ejemplo en el texto que se abre haciendo clic aquí.

El sabio ¿qué es lo que dice?: «¿Qué son estos testimonios y leyes y reglas que les ordenó Eterno, nuestro Dios, a ustedes?» (Devarim/Deuteronomio 6:20).  Entonces tú también le dirás las leyes de Pésaj: no se debe comer después del sacrificio de Pésaj ningún alimento.

El rebelde ¿qué es lo que dice?: «¿Qué es todo este servicio para ustedes?» (Shemot/Éxodo 12:26). «Para ustedes» – y no para él.  Y por cuanto que se excluyó de la comunidad negó lo principal.  Entonces tú también impídele continuar hablando y dile: «Por esto, es que Dios hizo por mí, cuando salí de Egipto» (Shemot/Éxodo 13:8).  «Por mí» – y no por él.  Si hubiera estado allí no hubiese sido redimido.

El simple ¿qué es lo que dice?: «¿Qué es esto?» (Shemot/Éxodo 13:14).  Y tú le dirás: «Con mano fuerte nos sacó Dios de Egipto, de una casa de esclavitud» (Shemot/Éxodo 13:14).

Y al que no sabe preguntar, tú lo motivarás.  Como está escrito: «Y le relatarás a tu hijo en ese día diciendo: Por esto es que Dios hizo por mí, cuando salí de Egipto» (Shemot/Éxodo 13:8).

En estos días estaba leyendo una interesante reseña de un sorprendente e ilustrativo libro, “Festivals of Faith”, del Rabino Dr. Norman Lamm (puedes leer sobre obra y autor en este sitio: http://www.ou.org/oupress/item/festivals_of_faith_reflections_on_the_jewish_holidays).
Expone una perspectiva que no tuve en cuenta, a pesar de llevar años dándole vuelta a la temática de los cuatro hijos y cómo llevarla a la vida cotidiana para mejorarnos y ser más exquisitos constructores de Shalom.
Lo que me resulto novedoso fue la contraposición que hace entre el hijo sabio y el que no sabe preguntar, y entre el rebelde y el simple. Por lo general uno escucha y supone que las contraposiciones se dan entre el sabio y el rebelde y entre el simple y el que no sabe preguntar. Tenemos pues, para mí al menos, una interesante forma de replantear el asunto.
También señala que el hijo más alto en la escala espiritual no es el sabio, como se presume habitualmente, sino el simple.
El sabio quiere demostrar su inteligencia, hacer gala de su capacidad, dejar constancia de lo que sabe y de lo que tú no, etc.
Mientras que el simple, es íntegro, acepta con simpleza las normas de la vida y las aplica con dedicación, sin complicarse la vida inútilmente.
Por supuesto que este mensaje me llegó profundamente, quizás porque lo comparto plenamente, quizás porque es precisamente lo que vengo tratando de (humildemente) enseñar desde estas páginas.
Ser simple, ser pleno, ser consciente de la propia identidad, valorar lo que es de uno sin menospreciar lo que es de otro, no afanarse en pretender ser lo que no se es, etc. En resumen, las centenares de hojas que casi a diario son publicadas en mis dos hogares SERJUDIO.com y FULVIDA.com.

Me gustó y por ello quise compartirlo contigo ahora.
Pero, me dio pie a que pensara cómo encuadrar el perfil de los cuatro hijos en los noájidas, sean los modernos que están despertando a su conciencia espiritual, o los pocos que tenemos constancia que en el pasado fueron leales a Dios por ser leales a su propia identidad espiritual.
Entonces se me ocurrió más o menos así.

El sabio ¿qué es lo que dice?: «¿Qué son estos testimonios y leyes y reglas que les ordenó Eterno, nuestro Dios, a ustedes (judíos).
Entonces tú le dirás SUS Siete Mandamientos, le explicarás la belleza de vivir como noájida, le dejarás ver la completitud multidimensional que le cabe al noájida, descubrirás lo valioso que es ser socio de Dios viviendo a pleno como gentil fiel y le recordarás que no debe añadir para sí nada como mandamiento sagrado a los Siete que le ordenó Dios.

El rebelde ¿qué es lo que dice?: «¿Qué es todo este servicio (de los Siete Mandamientos) para ustedes?».
«Para ustedes» – y no para él. Y por cuanto que se excluyó de la comunidad de noájidas que son conscientes de su identidad espiritual y viven orgullosos como tales, es que negó lo principal.
Y se puso a predicar acerca de dioses, de no dioses, de ser noájidas cabalísticos, de ser noájidas jasídicos, de ser noájidas místicos, de ser noájidas cristianos, de ser noájidas mesiánicos, de ser noájidas que toman para sí mandamientos que Dios estableció para los judíos, de ser noájidas judeo-céntricos o judeo-dependientes, de los que se hacen llamar gentiles justos pero adoran al EGO… el gentil que rechaza el servir a Dios tal como Dios ha mandado a los gentiles que lo hicieran.
Entonces tú también impídele continuar hablando y divulgando su rebeldía, sus mentiras, su EGO desbordado, su veneno para el alma, sus media verdades, sus buenas intenciones plagadas de errores, y dile: «Por esto, es que Dios hizo por mí, cuando salí de Egipto». «Por mí» – y no por él.
Si hubiera estado allí no hubiese sido redimido.

El simple ¿qué es lo que dice?: «¿Qué es esto (que haya diferencia de cantidad y rigor de mandamientos entre judíos y noájidas)?».
Y tú le dirás: «Con mano fuerte nos sacó Dios de Egipto (a los judíos), de una casa de esclavitud», por ello los judíos le debemos a Dios directamente nuestra libertad y somos Sus esclavos. Por ello los judíos tienen 613 mandamientos, para expresar constantemente su sometimiento a Dios, el que nos liberó de Egipto pero nos introdujo en una alianza con Él muy rigurosa.
Pero los gentiles, los noájidas, no tienen esa obligación, no tienen el pesado yugo de cumplir con 613 mandamiento, sino tan solamente siete, que son los que permiten una vida plena en este mundo y en la eternidad.
Como es simple no tendrás necesidad de abundar en explicaciones filosóficas, ni en palabrería, ni en enseñanzas complejas. Comprenderá su rol, y con amor y dedicación servirá a Dios como noájida, satisfecho y con gozo de la plenitud de la bendición de ser noájida.

Y al que no sabe preguntar, tú lo motivarás. Como está escrito: «Y le relatarás a tu hijo en ese día diciendo: Por esto es que Dios hizo por mí, cuando salí de Egipto».
Y tú, amigo noájida que no sabes preguntar, que no eres mi hijo (porque no eres parte de mi pueblo, ni de los descendientes de los patriarcas hebreos) pero que sí eres mi hermano (pues todos somos hijos de Dios), también tienes una alianza eterna y sagrada con Dios.
Déjame que te la explique… (empieza aquí)…

¿Cómo quieres seguir viviendo el resto de tus días?
¿Cómo quieres ser recordado?
¿Como sabio, rebelde, simple o como el que no sabe preguntar?

Mis cariños para ti.
Espero que aprendas a reconocer y gozar la plenitud de la bendición que todo el tiempo fluye de lo Alto para ti.

Saliendo de Israel. El Ego y una esclavitud noajica.


Pesaj es llamada la época de la libertad.
Nuestros hermanos judios, reviven la milagrosa salvación, redención y liberacion de las fieras garras de la esclavitud en Egipto.
Nosotros tenemos en la actualidad, una lucha por liberarnos de Israel.

En muchas casas «espirituales» son lamentables las promesas de elevacion y superacion, triunfo sobre el Ego. Aprovechando que este puede actuar en el noajida, en forma de busqueda de sabiduria y elevacion en el judaismo.
A priori, parece bueno, pero la minima frase que oimos de sus fuentes debe ser sopesada, ya que es condicionante, en vez de motivador.
Se convierte en engaño, se cree de bendicion y crecimiento, y es una ilusion del Ego.

Nosotros decimos que es bueno pero D-os no opina lo mismo.

El Ego nos hace creer que aprendiendo de lo judaico adquirimos sabiduría. No se si la sabiduria es el rasgo distintivo de lo judaico. Diversos pueblos noajicos han dicho cosas interesantes o han tenido sabidurias, filosofias en las cuales podemos adquirir visiones del mundo, o buenos consejos.

Pero lo especificamente judio, el acatamiento a la Ley, Ley de vida, de todos los dias, no le hemos dado importancia. Esa misma Ley que te dice que tenemos nuestra propia Ley, que no es la judia, no la hemos escuchado. Al contrario, seguimos otra ilusion de nuestro Ego.

Leí una vez, que D-os habia entregado la Torá a cada uno de los pueblos pero no la habian aceptado. Creia hace tiempo, que era un error grave no aceptarla, recibirla.
Hoy sigue siendo un error, pero no por lo que creia, sino que no aceptamos la Torá porque ella misma dice que es de los judios y seguimos insistiendo en entrar en ella.
La unica manera de aceptarla es dejarsela a los judios.

Quizas no exista triunfo definitivo sobre el Ego. Definirlo en terminos de ganador o perdedor, pone al dominio, al triunfo, como lo realmente importante.
Dominio implica poder sobre algo y realmente pensar asi es lo que quiere el Ego, que pensemos en el poder.
Esa lucha es desgastante, es llevar una mochila en la espalda.
Tambien, si te obsesionas con el, lo unico que haces es frenarte, y esa es una estrategia mas del mismo.
Creer que lo dominaste, es mas de lo mismo, logra mantenerte estatico.
Lo bueno, quizas sea saber que existe y que podes convivir, mantenernos simples y hacer nuestro trabajo.
No hay necesidad de ayudas estrafalarias, ni redenciones milagrosas de iluminados seres. Solo nuestra voluntad de hacer las cosas como D-os nos manda.

Feliz tiempo de la libertad para todos

El judío ausente del Seder

La primer noche (y también la segunda en la diáspora) de Pesaj está atiborrada de preceptos con sus reglamentos y de numerosas tradiciones más o menos conocidas.
Desde lo qué se come, lo que no, cuándo, con quién, etc.; hasta melodías, juegos, posturas, palabras, gestos, etc..
Es una noche especial, diferente, siempre y cuando se llene de contenido, sea plena de sentido y no meramente una noche más.

En esta oportunidad quiero platicarte de una costumbre que en lo personal he dado en llamar “El judío ausente”, aunque probablemente tenga nombres más afamados y significativos (por ejemplo: asirei tzión o prisioneros de Sión).
Por “judío ausente” podríamos entender al infaltable comensal que está apurado en terminar con “el ritual”, que no sabe muy bien por qué le están “haciendo perder el tiempo” con esas cosas pasadas de moda, “religiosas”, aburridas, fuera de todo foco, etc. Uno de cuerpo presente, pero cada vez más ausente.
Pero, no, no me refiero ahora a estos ansiosos por desprenderse de una identidad que nunca han notado y amado.
O tal vez esté apuntando a esos que faltan, que se evaporaron de la familia y las tradiciones judaicas, a los que algunos han designado como “el quinto hijo” (etiqueta que no coincide con el número y carácter de hijos declarado en la Torá). Los que salen de vacaciones y comen y beben según su placer. Los que hacen su vida cotidiana como si no fuera una fecha especial. Los que ignoran, a sabiendas o no, que están traicionando su esencia, su pasado, su destino, su familia, a los que se descarrilan porque creen encontrar afuera lo que no valoran dentro.
Pero, no, no estoy hablando de tal hijo que no participa de lo judaico y se asimila para dejar de existir en su esencia.
Ambos dos, el ansioso por salir y el que está ya fuera son también judíos ausentes, a su manera son esclavos duramente encarcelados a sus EGOs, a sus propios faraones internos que los someten, pero no quiero tocar este tema ahora (si Dios quiere en otra ocasión volveremos sobre esto).

Quiero que meditemos un rato sobre el otro judío ausente, aquel que está imposibilitado de participar del encuentro de Pesaj, en general por incapacitado no por propia voluntad.
Al que sigue esclavo porque no le ha llegado el Pesaj a su vida.

Existe la bella costumbre de recordarlos no solamente con sentimientos, algunas palabras o silenciosos pensamientos, sino que se deja una silla vacía, un plato anhelante de alimentar, un libro con los textos tradicionales -la Hagadá- abierta pero sin ojo que la inspeccione.
Hasta algunos ponen un papel con el nombre impreso y quizás la foto del judío ausente, aquel que está a merced de los Egiptos de cada era, que no puede salir de allí, que no ha tenido aún la oportunidad de ser redimido y cruzar al mar que se parte milagrosamente para dejar el camino a la libertad y la vida plena.

Hace unas décadas eran masas de judíos apresados por la maquinaria soviética, que los esclavizaban a su tierra de nacimiento, a una cultura que les era ajena e impropia, para que no salieran a la libertad, para que no ascendieran a Israel, para que no recuperaran la plenitud de vivir su ser judío.
Por aquellas épocas también estaban los judíos de Siria.
Antes, los que padecían y eran exterminados por la bota sádica del nazismo.
Actualmente hay otros, sufridos, apartados de sus familias, mutilados en sus derechos, tanto como colectivos como individuos.
Mencionemos a Ron Arad, Jonathan Pollard, Gilad Shalit entre otros tantos que siguen prisioneros este Pesaj.
Te invito a que investigues, te informes, participes en todo lo que esté a tu alcance para que más tomen conciencia de esta situación, para que seamos parte de los que rompen cadenas, liberan prisioneros, construyen Shalom en verdad por todos los rincones del mundo.

Tienes la oportunidad de gozar de tu –relativa- libertad, de celebrar, de compartir, de ir y venir.
Mientras otros están secuestrados, encarcelados, abusados, esclavizados, en situaciones de extrema impotencia materializada.
Recordemos a estas personas, sin dejar de hacer nuestra parte para que la libertad no sea una palabra, o un lema abusado por “progresistas” que desconocen en realidad su sentido.

Hagamos de Pesaj un tiempo de libertad, para nosotros, para los nuestros y para los lejanos.
Esto nos servirá para despertar, para tomar conciencia, para ayudar a otros, para bregar por todos los que siguen esclavizados, no solamente estos judíos ausentes en la noche del Seder, sino a todas las personas que por motivos que les son ajenos están imposibilitados de desarrollar a pleno sus potencialidades.

Es un llamado idealista, lleno de buenas intenciones, pero por algún lado tenemos que comenzar.
Empecemos por nosotros mismos.
Limpiemos de servidumbre al EGO nuestra vida.
Puesto que la verdadera libertad se encuentra cuando uno deja de estar bajo el dominio del EGO y de vivir una existencia hueca y de apariencias.
Es libre quien esta presente en cada momento y hace del aquí y ahora un regalo constante.
Celebremos la libertad para que el año próximo todos celebremos.

Resp. 950 – conversion al judaismo

musjeret nos consulta:

Shalom

1- Mi corazón me pide convertirme al judaísmo ,

2- lo vengo estudiando ya hace como 7 meses ,

3- ocupando de hasta los detalles mas mínimos ,

4-  mis padres accedieron aunque ellos sean ateos , mis preguntas son

5- ¿cuanto dura la preparación para la conversión ortodoxa?

6-  ¿cuanto cuesta aproximadamente?

7- ¿ deberé vivir con los 611 preceptos demientra que estudio para convertirme o solo después de ser judío?
montevideo uruguay

 

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Ni qué Cábala ni qué ocho cuartos,

El poder del EGO es tal que las personas deciden ponerse su pequeña máscara y toman un guion escrito por alguien más y le comienzan a recitar. A veces esa persona, vocablo utilizado desde el punto de vista histriónico, no es más que eso, un disfraz que algunos se ponen y desearían por todos los medios poder ser lo que ese disfraz representa. Algunos tienen la arrogancia de no sólo usurpar lo ajeno sino creerse superiores al resto por el hecho de que ahondan en temas que no les competen.

El tono de este comentario es asertivo y severo porque a veces las personas necesitan ser zarandadas para que entiendan que hay cosas que no les pertenecen. En un mundo civilizado es necesario la protección de la propiedad privada, parafrasearé las palabras de un sabio que una vez dijo que una civilización para que pueda mantenerse no puede bajo ningún motivo condonar el robo y el homicidio.

Pongamos las cartas sobre la mesa y hablemos las cosas con claridad, la Torá tanto oral como escrita y la Cábala pertenecen al pueblo judío no son propiedad ni nunca lo fueron de los gentiles. El que quiere leer Torá y aprender Torá que se amarre los pantalones o las faldas y que busque convertirse al judaísmo auténtico, pero entiéndase que busca convertirse porque quiere servir al Eterno y no a su EGO. El gentil no tiene por qué estudiar la Torá salvo para lo que le compete en el desarrollo y puesta a cabo de los mandamientos que El Eterno nos dio y mucho menos debe de estudiar Cábala.

Es más, no todos los judíos tienen la posibilidad o la oportunidad de estudiar Cábala porque no todos llegan al nivel espiritual para poder ser dignos de tan valiosa transmisión de conocimiento, mucho menos un gentil que no ha cumplido con los tres preceptos para poder convertirse al judaísmo, podrá estudiar lo que ES HEREDAD del pueblo judío. Las excusas no valen, que el mundo haya evolucionado, según los argumentos falaces de los fetraficantes y de sus seguidores es que ya las cosas no son como antes y por tanto el estudio y enseñanza de Cábala es algo normal.

Que yo recuerde fue el mismo Moshé el que advirtió acerca de los falsos profetas y de los mensajeros del mal, entiéndase mal como servidores de sus propios EGOs, que buscaban las formas de que Israel fallara en el cumplimiento de los mitzvot. Que El Eterno quiera que eso no pase. Como gentiles que somos tenemos ya bastante que hacer, por si no nos hemos dado cuenta tenemos un mundo que cuidar junto con nuestros hermanos judíos, somos los hermanos menores pero eso no quiere decir que seamos menos importantes. ¿Qué hay de Abraham, Isaac, Jacob, Eliézer, Yitró, etc., que fueron grandes gentiles. Sinceramente y recurriendo a la lógica pura, el que anda usurpando identidades y no tiene las agallas de buscar el camino de la conversión pero sí de andarse poniendo yarmulke o colgar una mezuzá con el cuentazo de que las cosas ha cambiado, ES UN TRAIDOR A LA CAUSA.

Justamente hoy en la mañana leía en la correspondencia electrónica que me envía el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel y que por cierto, se pueden suscribir para que reciban información no sesgada y fuera del círculo de influencia del imperio árabe-islámico, acerca del domo de acero que se implementó para interceptar los misiles que Hamás lanza contra Israel y decía el artículo que pueden ampliar al ir al Jerusalem Post, que los judíos siempre han demostrado su capacidad para adaptarse ante los embates de los enemigos.

Lo que parece llevar buenas intenciones como el estudio de la Torá o peor aún, la Cábala, no sé qué tan buenas intenciones pueda llevar puesto que es evidente que es algo de las ciencias ocultas y que hasta el más bobo nota que no es algo que se encuentre en el dominio público, pero bueno; en el supuesto de que llevara buenas intenciones, lo cual dudo, sólo perjudica a la persona que lo transmite al neófito indocto y al neófito que le escucha semejantes aberraciones.

Para empezar, el verdadero conocimiento no se cobra. ¿Acaso vemos al Moré imponiendo una cuota para pertenecer a Fulvida a pesar de lo caro que sale mantener un sitio en línea? El Moré transmite ese conocimiento de gratis porque a través de la justicia, la caridad y la paz es que continúa el mundo. Y si alguno es tan arrogante como de no querer escuchar al Moré y no quiere seguir sus consejos, al menos búsquese un judío piadoso que cumpla con los mitzvot para que le enseñe y no andemos poniéndonos gorritos y tefilín y recitando palabras en hebreo y creyéndonos mejor que los demás porque andamos fingiendo lo que no somos.

Es repugnante esa actitud, y discúlpenme mi actitud visceral, pero cuando las personas son tan irresponsables de enseñar cosas de las ciencias ocultas a personas que no tienen la capacidad de digerir esas enseñanzas o mal-enseñanzas sólo por voracidad y altanería, lo cierto es que nos escucharán a los que estamos del lado del bien oponernos rotundamente a estas bobalías y enfrentarnos contra estos blasfemos que utilizan lo santo para sus fechorías. Una cosa es que el Moré, que es un docto en la materia y un evidente servidor del Eterno nos explique algo visto desde el lado de la mística y que confiamos ciegamente en su conocimiento y en su sabiduría para enseñarnos algo así y otra es que fetraficantes que anden una cruz colgada de su cuello o en su defecto una estrella de David, tomen ventaja de la situación y busquen más asnos rebuznantes que les mantengan sus vicios.

El jugar con las cosas místicas es sumamente peligroso ¿qué acaso no se dan cuenta estos bobalicones que pueden obtener ganancia material inmediata pero que se están maldiciendo solos? Los borricos que les siguen y les aplauden sus patanerías son eso, rebuznadores, pero los malvados que utilizan las ciencias ocultas para su beneficio personal a sabiendas de lo peligroso que es, deberían de pensar que están oscureciendo al mundo y saboteando Shalom.

Luego tienen el descaro y la desfachatez de decir Shalom cuando les importa un pepino la paz y la armonía. Son tan ególatras que prefieren arruinarse la vida ellos y la de los demás con tal de satisfacer innecesidades materiales para poder fanfarronear y alardear de las míseras posesiones que obtienen a través del fetráfico y el egoísmo.