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Resp. 934 – Puedo ser Fanático (Hicha) del Real Madrid?

Samuel N. nos consulta:

Buen día, disculpe tengo una pregunta tal vez algo tonta pero es una duda, quiero saber si uno puede ser fanático (hicha) de algún equipo de fútbol u otro deporte que en su logo lleve una cruz? ejemplo Real Madrid quien el logo lleva una corona con una cruz, así hay muchos equipos, y otros llevan la flor de liz que tampoco se si es correcto ser fanático de dichos equipos usar ropa de ellos o tener en casa ropa deportiva con esos logos. Agradezco su respuesta a esta duda
Dr. Samuel Newman edad 30. McAllen Texas USA

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Cuidado, el mal llamado judaismo mesianico es peligroso

 

El mal llamado judaísmo mesianico es el peor ataque que ha sufrido el judaísmo. Los nazis atacaron al Judaísmo de frente y fueron nefastos. Pero el Judaísmo sobrevivió y se fortaleció. Los mesianicos se hacen pasar por aquellos judios corrientes que aceptan a jesus, su idolo, como mesias. Llega la confusión. Los gentiles se confunden y creen que hay judios «normales y corrientes» que si aceptaron a jesus. Cuidado amigos que hay una forma nueva de antisemitismo… Estos judios mesianicos, a los ojos de los cristianos se hacen pasar por esos judios buenos, que aceptan a jesus. Se hacen pasar por los judios amables en busca de reconciliación… El colmo de los colmos es que no-judios (o sea, los judios mesianicos que todos provienen del evangelismo) se hacen pasar por verdaderos judios y quieren despojar a los verdaderos judios de su identiad. Pero lo cierto es que ningun judio, creyente o no, reformista u ortodoxo, sionista o no… acepta a jesus como mesias. En eso no hay duda. NINGUNA. El judaismo consiste en rechazar toda forma de idolatría. A ningún Judío ni a ningún Noajida le entra en la cabeza la teoría del hombre-dios; las teorías sobre jesus.

HAY QUE LUCHAR MAÑANA TARDE Y NOCHE CONTRA ESA ASQUEROSIDAD MAL LLAMADA JUDAISMO MESIANICO, FUENTE DE IDOLATRIA Y FUENTE DE ANTISEMITISMO

Amigos, cuidado en Facebook. Muchos de esos mal llamados judios mesianicos están en Facebook y piden amistad a Judios auténticos y a Noajidas. En el caso de los Judíos consideran una especie de triunfo obtener su amistad. En el de los Noajidas quieren confundirnos haciendose pasar por una tendencia más del Judaísmo. Yo tengo detectada a una mal llamada judia mesianica en mi perfil y en cuanto acabe unas tareas profesionales la elimino, de forma radical, de la misma forma que habría que eliminar al mal llamado judaísmo mesianico entero

EGO: el fruto bello

Con la ayuda del Eterno iré publicando una serie de textos que analizarán los primeros párrafos del capítulo 3 de Bereshit/Génesis, con la intención de ir dando más luz al respeto del poder del EGO sobre nuestras vidas y métodos para ubicarlo en su real lugar.
Espero que nos sea de bendición y beneficio práctico, para recompensa terrena y eterna, y por supuesto para glorificar al Eterno con mi modesta labor.

La enseñanza de hoy se centra en un breve motivo del versículo 6: ¿quién define lo que es bueno?

Comencemos este rápido estudio.

Dice la Torá: “Cuando la mujer vio que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y que el árbol era deseable para alcanzar sabiduría, tomó de su fruto y comió. También dio a su marido que estaba con ella, y él comió.” (Bereshit/Génesis 3:6).

El EGO impulsa a la mujer hacia un terreno prohibido, un objeto y un acto que Dios definió por fuera de lo lícito y admisible.
El Eterno ordenó sin establecer motivos ni brindar razones, solamente ordenó y es misión del hombre acatar el mandamiento.
La ley era: no comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal.
Sin más, sin menos.
No había argumentos higiénicos, ni de cultura, ni de distinción nacional, de peligro para la salud, de extinción de alguna especie vegetal, de cuestiones esotéricas complejas, de cualidades desagradables y asqueantes del fruto o del árbol.
Lisa y llanamente era un mandamiento de Dios para que el hombre cumpliera por que tal era la Divina Voluntad.
De hecho, a los ojos humanos el árbol y su fruto aparecían excelentes para los sentidos, pues así es descrito en este versículo, así como cuadraba con el razonamiento humano de superar escollos intelectuales y redundar en beneficios sociales.
Así pues, evaluado por el intelecto humano el fruto del árbol era beneficioso en grado extremo, en todos los planos.
Nada de malo había en él, por el contrario, mucho bueno prometía para quien lo ingiriera, al menos así fue el pensamiento amarrado al EGO que Eva expresó para su corazón y para el de su pareja.
La conclusión de los hombres calificaba de bueno en todos los planos al fruto del árbol.

Pero, (menudo detalle), Dios lo había puesto por fuera de los límites de lo permitido, estaba bajo un mandato de “NO”, por tanto, era “malo”.
Excusas mil se podían inventar, justificaciones y pretextos son fáciles de elaborar para quien quiere hacer algo prohibido, pero el hecho permanecía igual: Dios había dicho “NO”, por tanto, seguía siendo “malo”, aunque un millar de hombres declararan que “Sí, es bueno”.

¿Queda clara la enseñanza simple y concreta, pero al mismo tiempo profunda y de vida?
¿Te animas a expresarla en la sección de comentarios, para que cotejemos cómo has avanzado en tu conocimiento de la realidad codificada por Dios y por tanto del conocimiento de tu propia identidad espiritual?
Te agradezco tu cooperación.

El EGO te hace ver lo que él quiere, lo que le conviene para mantenerse dominando tu existencia.
El EGO te engaña, no por maldad, no porque sea un ente que te posee, o un diablito travieso que te desea dañar; sino porque es una función primitiva natural tuya que no dejo de trabajar, sino que se mantuvo encendida y ocupando un rol y ejerciendo una autoridad que ya no le corresponde.
El EGO no es un enemigo, ni un enviado satánico para llevarte al infierno; sino cualidades que te pertenecen, porque eres humano, que en su base son de mucho provecho, pero cuando usurpan lugares y se apoderan del comando de tu existencia te llevan al desastre reiterado y terrible.

El EGO es hábil para deformar las percepciones, para falsificar los recuerdos, para llenar de pensamientos turbios, para inventar excusas, para alborotar con sinuosas esperanzas, para poblar de terrores tu alma, para hacer juzgar equivocadamente, para ponerse en el lugar de Dios y que tú le adores con fidelidad.

Saberlo es el primer paso para tomar conciencia y vivir de una manera diferente y mejor.

No te creas por encima del EGO, porque está en ti, es netamente humano y sin el entrenamiento intensivo adecuado es improbable que te hayas liberado de su influjo.
No andes asignando valores de bueno o malo, según tu criterio, o el de algún grupo, o por decreto de alguna “autoridad religiosa”; sino más bien quédate dentro del área de lo permitido de acuerdo a los mandamientos que el Eterno te ha dado para que cumplas y vivas espléndidamente bien aquí y en la eternidad.
Cuando comienzas a llamar “bueno” a aquello que Dios ha dicho “NO”, estás en problemas.

Te dejo aquí para que medites y compartas con nosotros, en los comentarios, y con la gente que está a tu lado lo que vas aprendiendo.

¿Preguntas?

El otro día me encontré con esta frase colgada en el Muro de FB de una persona:
”Me pregunto; Porqué cerrarse a una sola posibilidad? Habiendo mil caminos que conducen al centro de la unicidad.”

Es muy bueno preguntar y preguntarse, claro que sí.
Es más, tengo la certeza de que las escuelas debieran tener programas extensivos para enseñar y entrenar a los niños y jóvenes en el arte de investigar, analizar, preguntar y no meramente responder o repetir lemas de memoria.

Ahora, ¿cómo se llaman las (aparentes) preguntas que uno hace para responder lo que ya uno se ha respondido previamente?
Creo que se denomina “pregunta capciosa”.
En una definición de diccionario leemos que es “capcioso”: “Se aplica a la pregunta o al razonamiento que se hace con habilidad para conseguir que el interlocutor dé una respuesta que pueda comprometerlo, o bien que favorezca los intereses del que la ha formulado.”

También podrías informarte en esta entrada de Wikipedia, para analizar a cuál aplicarías la pregunta del Muro: http://es.wikipedia.org/wiki/Falacia_de_las_muchas_preguntas
Y si tienes tiempo y muchas ganas de profundizar en el tema, te recomiendo: http://es.wikipedia.org/wiki/Falacia

La mayoría de las personas, tengo la impresión de que, no sabemos realmente preguntar.
Nuestros cuestionamientos son generalmente superficiales, faltos de amplitud, estrechos de mira, afirmaciones entre signos de interrogación, trampas al solitario para confirmar aquello que uno pretende aseverar, entre otras maneras de eludir la verdad, apartarse del estudio, negar los hechos todo para seguir bajo el dominio del EGO.

Es muy bueno preguntar, cuando se quiere atender a la respuesta que se encontrará.
Es muy bueno, cuando se pretende avanzar en conocimiento y verdad, y no meramente para aferrarse a la fantasía de preferencia.
Es muy bueno preguntar, cuando se pregunta y no cuando se disfrazan afirmaciones como interrogaciones.
Es muy bueno que cada día te tomes unos minutos para entrenarte en el arte/ciencia de formular preguntas con valor.
Puedes hacerlo sobre el asunto que desees, desde lo más banal hasta lo que consideres prioritario y fundamental, de ti depende lo que cuestionarás y cómo lo harás. No precisas dar respuestas, ni angustiarte por no encontrarlas, sino solamente ejercitarte en preguntar, ir afinando tu mirada, perfeccionando tu mente, aguzando tus sentidos, limpiando de disfraces tu Yo.

Ahora, en cuanto a la pregunta del Muro que te cité, ¿dónde está la falacia, la trampa?
Una de ellas es esconder dentro de la pregunta una afirmación dudosa, sino falsa directamente: “habiendo mil caminos, etc.”.
¿Realmente hay MIL caminos, MUCHOS caminos, que conducen al centro de la unicidad?
¿No habría que comenzar por preguntarse eso ante de cuestionar el por qué cerrarse a una sola posibilidad?
¿Es verdad que todos los caminos llevan al centro de la unicidad?
¿Hay modo satisfactorio de comprobarlo, que no repose en delirios, deseos, mitos, creencias populares?
Porque fácilmente alguno responderá: “Ah, pero todos los caminos conducen a Roma”… ¿es eso cierto? ¿Lo fue alguna vez? ¿Literal o figurado? Preguntas válidas que están para preservar la vida, para demoler las pamplinas del EGO.
Por supuesto que el buscador no se quedará con estas interrogantes, hay muchas más para formular.
Por ejemplo, ¿qué es el dichoso “centro de la unicidad”?
No tengo idea, entonces habría que investigar, ¿no te parece?
¿Será una manera indirecta de decir “Dios”?
No lo sé, aunque eso parece a la primera impresión.
Podríamos continuar el análisis, preguntando una y otra vez, pero hasta aquí es suficiente, al menos para mí por hoy.

Lo cierto es que quien pregunta lo que aparentemente pregunta, de hecho ya se está dando una respuesta: No, no te cierres a una sola posibilidad, si hay mil caminos y etc.

Entonces, ¿por qué no plantear el asunto como una afirmación directamente?
Interesante… pero es algo que quien expresó lo que expresó debiera preguntarse, con plena sinceridad, para encontrar alguna respuesta que no falsifique su existencia sino que quite la bota del EGO de sobre su alma.

Para finalizar, No, no hay mil caminos hacia Dios.
Esta el judaísmo para los judíos.
El noajismo para los gentiles.
¿Cómo me atrevo a afirmar algo tan categóricamente?
¿Acaso soy un fanático que pretendo imponer mis ideas porque sí?
No no soy un fanático… los fanáticos jamás te estimulan a pensar, a preguntar, a cuestionar todo, menos que menos a lo que ellos afirman…
Y me atrevo porque las evidencias ya las tienes publicadas aquí, en más de una oportunidad.
Te animo a que busques, que dejes de engañarte, que dejes de someterte al EGO.

¿Te atreverás a ser auténtico?

El silencio y el habla

Rabban Shimón ben Gamliel decía: Toda mi vida he crecido entre los sabios y no he encontrado nada mejor para el cuerpo que el silencio” (Pirkei Avot 1:17)

Interesante observación realizada por un sabio, de progenie de sabios, que pasaba sus días rodeado de sabios.
El silencio como gran aliado en el perfeccionamiento del hombre, por tanto de la sociedad.
Pero, ¿qué clase de silencio?
¿El de los timoratos que callan cuando debieran hablar?
¿El de los traidores que ocultan su identidad en sombras mudas?
¿El de los “místicos” que cierran su voz para hacerse pasar, o creerse, más “espirituales”?
¿El de los que calman el impulso para tomarse un tiempo para la reflexión y la inteligente decisión?
¿El de los que contienen la agresión surgida de la impotencia y manipulada por el EGO, para no engrosar el dolor con sus torpes palabras?
¿Cuál silencio?

Atendamos al Talmud para quizás develar esta duda: "¿Cuál es la tarea del hombre en el mundo? Hacerse tan silencioso como los mudos" (Julín 89a).
¿Ésta es la tarea del hombre en el mundo?
¿Tal es el propósito de la vida?
¿No existe algo más valioso a lo que pudiéramos dedicar nuestros días, energías, recursos?

Quizás el mensaje detrás de ambas afirmaciones está más allá de lo evidente.
Quizás sea necesario reconocer varios planos de comprensión.
Por un lado el obvio, es sano y bueno esmerarse en aprender el arte del sabio silencio (cuál, cómo, cuándo, etc., es cuestión de irlo aprendiendo).
Por otra parte, tal vez haya que reflexionar profundamente para conectar las frases con otras ideas más allá de las visibles.
Pensemos juntos un momento.
Vayamos al génesis del universo… viajemos allí al misterio del origen, al momento inicial…: "Dios dijo: ‘Hágase la luz… que haya firmamento… que las aguas se reúnan… que la tierra emerja… que la tierra produzca vegetación… que haya lumbreras… que se llenen las aguas… que produzca la tierra animales… hagamos al hombre…" (Bereshit/Génesis 1).
Fue dicho y fue hecho.

No tenemos realidad desconectados de aquella “voz” generadora de Dios.

Volvamos entonces al asunto del silencio y su excelso valor.
Nuestra palabra tiene el poder de crear realidades, como un acto de divina creatividad reducido a nuestra limitada humanidad.
Luego de expresar algo, eso ya tiene existencia que en apariencia es independiente de nosotros, pero sin embargo sigue vinculado a nuestro acto generador.
Si fue una creación surgida del EGO, plagada de oscuridad, sus efectos dudosamente puedan ser de liberación y luz.
Si son voces agresivas, atormentadoras, punzantes, darán lugar al caos, dolor, destrucción, etc.
Por el contrario, si están enraizadas en lo que es bueno y justo, serán obras de bendición.
Tenemos el poder de crear nuestra realidad a través de cómo modulamos nuestros pensamientos y los plasmamos.
Media una infinita separación entre el poder ilimitado de Dios y nuestra minúscula capacidad, por lo cual no es real ni saludable considerar que somos artífices mágicos, que con nuestra palabra haremos que sucedan asuntos espectaculares que alteren el orden del mundo natural, ni que podemos parecernos a Dios haciendo surgir un mundo completo de la nada. Si bien hay mentes infantiles que siguen creyendo en esos poderes mágicos, en ensalmos, en encantamientos y otras cuestiones similares, lo cierto es que el poder del hombre es sumamente limitado.

Sin embargo, tomemos con cuidado el efecto que nuestro discurso puede provocar, las realidades que puede formar.
Un mal sujeto, como el malvado déspota austríaco (germano) de hace unas décadas atrás, quien con sus palabras trajo al mundo desolación, locura, miseria, dolor, espanto enorme.
Los medios de des-información masiva, con su evidente parcialidad a favor del poder económico del imperialismo árabe-musulmán, no dejan pasar un día sin armar mundos de fantasía para promover el odio a los judíos, el desprecio a lo judaico, la aniquilación del Estado de Israel y la desconexión del mundo con Dios. ¿Cómo? Con las palabras necias, enfermas, mortales, envenenadas, llenas de vicio y de EGO fraudulento.
La palabra viciada de EGO que satura de estrés, enojo, miedo, aversión, dudas, conflictos… ¿no hacen mella en el mundo?
De paso, ¿no suelen provocar reacciones igualmente nocivas?
Además, ¿no tenemos la tendencia a ir sumando más y más negatividad en sucesivas frases que sirven como excusa, o quizás como gasolina a las agresiones que provocamos con nuestra falsa comunicación?

Pero, también podemos ir haciendo del mundo un paraíso por medio de la palabra.
Al construir Shalom constantemente, sin pausa, en cada oportunidad, aunque parezca difícil, con acciones buenas y justas y con palabras plenas de Luz y en lo posible desprovistas de EGO.
El grito, el insulto, la pretensión, la petulancia, el agravio, la mentira, la murmuración, el caos, la corrupción, el desvío, la malicia, los podemos cambiar por caricias verbales, palabras suaves, discursos claros, enunciados verdaderos, compañerismo, afecto, elogio sincero, crítica válida, razonamientos abiertos, bendiciones, etc.
Con la palabra podemos crear o destruir mundos, sin hacerse pasar por magos o místicos cabalisteros.
Es poderosa la palabra, al punto de poder modificar la realidad, lo queramos a no.

Nuestra realidad se forma por la palabra, Dios hablando y nosotros hablando.
Uno que habló y Su “voz” reverbera constantemente para mantener en existencia el mundo; otros que llenamos ese mundo de palabras, muchas veces enviciadas por nuestro servilismo al EGO.
Cuando aprendemos el valor de la palabra, para crear mundo de luz o de oscuridad; para construir o destruir, entonces podemos apreciar también el poder del silencio reflexivo, inteligente, comprometido, maduro, carente de adoración o sometimiento al EGO.

Aprendamos a medir nuestras palabras.
Eduquemos nuestra alma a valorar más el silencio que la respuesta dura, que la voz destemplada por el orgullo o el enojo, que nos hace sentir que ganamos una discusión, que tuvimos la última palabra, que no nos dejamos pisotear, que somos más “vivos”, que tenemos la razón, que podemos demostrar nuestro poder… valoremos más el silencio… porque la palabra desgraciada suele ser una demostración de nuestra interior impotencia, de nuestra debilidad, que no encuentra otra forma de sobresalir que no sea a través de la rudeza de palabras y actos.
El constructor de Shalom comienza pacificando su alma, trayendo bálsamo a sus más profundas heridas, domesticando el EGO, siendo poderoso en verdad y no en apariencias.

Aprendamos a ser breves, concisos, claros, efectivos en nuestras palabras, porque seremos partícipes de un gran cambio favorable en nuestra existencia y en el entorno.
Callemos para apreciar la grandeza y bondad de Dios.

Pero no seamos mudos cuando es necesario que se haga sentir nuestra palabra y presencia.
Para combatir al mal, para alentar al que desfallece, para alegrar al perdido, para sostener al que cae, para consolar al que sufre, para motivar al necesitado, para guiar al que busca la Luz, para oponerse a la mentira, para detener al corrupto, para cancelar el imperio del EGO, para agradecer, para acariciar, para valorar…

Que tu vida sea equilibrada en silencios y voces, pruébalo, luego nos cuentas.

Parashot Tazría-Metzorá: con quien hablas y de qué hablas

imagesEnseñó el maestro de maestros, Maimónides:

«La metzorá (enfermedad de apariencia similar a la lepra) era un signo milagroso que debería advertir a Israel sobre la maledicencia y la calumnia.
Asímismo, el hombre deseoso de seguir el camino recto, debe cuidarse de no acercarse a los perversos ni a los necios. En los grupos donde se encuentran reunidos los cínicos y los perversos, generalmente se discuten propósitos inútiles, como está escrito… Se llega entonces a medir a los justos… a atacar a los profetas y a hablar impúdicamente de sus mensajes… tal es el tema común de conversación entre los perversos.
Por consiguiente, los propósitos de los hombres de bien en ISRAEL se limitan a la Torá y a la sabiduría. Así, el Santo bendito sea Él, los sostiene e inscribe sus méritos a su favor, tal como está escrito: «Entonces los que temían al Eterno hablaron cada uno con su compañero, y el Eterno prestó atención y escuchó. Y fue escrito un libro como memorial delante de Él, para los que temen al Eterno y para los que toman en cuenta Su Nombre.» (Malaji / Malaquías 3:16).»