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Peor que la pobreza

Dicen que es malo ser pobre.
Durante mucho tiempo lo fui, ahora parece que no tanto.

Supongo que será malo porque en esta sociedad el dinero abre multitud de puertas, incluso a cosas básicas y esenciales como la alimentación, vivienda, salud, seguridad, entre otras.
Porque, convengamos que si bien muchas Constituciones aseguran que los habitantes del país tienen derecho a esas cosas, a menudo es un bello precepto o deseo sin cumplimiento en la práctica.
Además, no es bien considerado ser pobre. No tengo claro el origen histórico/social de esto, pero se percibe tanto entre los que rechazan a los pobres directamente (o la idea de serlo); como en aquellos que desde su supuesta altura monetaria (que equiparan con la moral) se dedican a caridades paternalistas y poco compasivas/comprensivas de la multidimensionalidad del hombre (cualquiera sea su condición económica).
En resumen, ¿quién quiere ser pobre?

Sin embargo, hay algo peor que la pobreza material, económica.
Es la pobreza de actitud.
Aquella que te impide disfrutar de lo permitido, porque calculas lo que perderías o dejarías de ganar si disfrutaras.
Es la que te prohíbe ayudar al prójimo dándole dinero o servicios que te cuestan a ti dinero, erigiendo montón de excusas para tu acción.
La que te abate y angustia, a pesar de tener la heladera (nevera, refrigerador) llena de buenos alimentos, la casa segura, la familia sana.
Es la que te llena de conflictos y dudas, te impone límites excesivos y sin razón, te lleva a vivir en pobreza aún teniendo una abultada cuenta bancaria.
La que te bloquea en aspirar a una vida mejor, una que puedes desear y alcanzar con tu esfuerzo.
Esa que te hace ser pobre, rodeado de riquezas de todo tipo.

Rashi (Vaikrá/Levítico 26:6) enseña: “Puede haber comida, puede haber bebida, pero si no hay paz no hay nada”.

Entonces,
disfruta de lo permitido,
vive a pleno el aquí y ahora,
no pretendas controlar lo que no tienes cómo controlar,
emplea la Comunicación Auténtica,
comparte con el prójimo,
sé bueno y justo,
alimenta tu multidimensionalidad con el pan apropiado a cada plano,
haz tu parte en la tarea de construir shalom.

Así, serás muy, muy, muy rico.
(Y cuando lo seas, apóyanos en nuestra tarea de difundir estos valores. Gracias.)
Serás muy rico y lo gozarás con paz.

La Suerte Está Echada: mismas acciones, mismas consecuencias, mismos resultados

121205findelmundo

¿Será parecida la actitud del mundo contemporáneo con la del mundo de la era del Diluvio?

Yo quisiera que me ayudaran a responderme esta pregunta; que me tiene un poco inquieto.

En una conversación con un querido amigo, experto en el tema, me indicaba que no había mayor diferencia entre la actitud de ambas generaciones. Ambas, han llamado a lo malo “bueno” y viceversa; y me expuso varios ejemplos, entre otras cosas más.

Yo por mi parte, insistí en que no. No puede ser posible que todos los hombres de la tierra se pongan de acuerdo para corromper de tal manera al mundo, que hasta la naturaleza se vea afectada para mal a ella misma, por el comportamiento del humano. Tal y como si pasó con la generación Pre-Diluvio.

No quisiera adornar esta idea que tengo, con muchas palabras, o llamadas de atención maternales y tiernas. Quisiera expresar mi idea crudamente.

La cosa es así de simple:

1.)    Si tengo razón, y la generación actual es, y las próximas serán, distintas a la “diluviana”, entonces hay posibilidades de que haya un despertar de conciencia mundial (que tal vez estemos  viviendo su inicio; sea el caso del Medio Ambiente, la apatía de mucha gente hacia la religión heredada, el rechazo a la crueldad animal, la solidaridad de la comunidad internacional cuando ha pasado una catástrofe natural en algún país, los avances de la ciencia-tecnología y medicina, etc) que nos lleve a vivir en lo colectivo a la verdadera era mesiánica (http://fulvida.com/2013/03/24/era-mesinica-interna/ )

2.)    Si el querido amigo tiene razón, y no hay diferencia entre la generación pre-diluvio y la nuestra, estamos jodidos.

La Suerte estaría echada querido socio. No se puede esperar resultados distintos haciendo las mismas cosas. Porque cuando Dios prometió no destruir más al mundo POR AGUA debido a los desvíos de la generación del diluvio, no dijo que luego no lo haría por acción del fuego, la tierra o el aire, debido al desvío de las futuras generaciones.

Noten:

«Yo pongo Mi arco en las nubes como señal del pacto que hago entre Yo y la tierra.
Y sucederá que cuando Yo haga aparecer nubes sobre la tierra, entonces el arco se dejará ver en las nubes.
Me acordaré de Mi pacto que existe entre Yo y vosotros, y todo ser viviente de toda clase, y las aguas no serán más un diluvio para destruir toda carne…”
(Bereshit / Génesis 9:13-16. Tomado de http://serjudio.com/rap1301_1350/rap1311.htm . Lo subrayado no está en el original.)

No lo se…pero a mí me intranquiliza un poco el hecho de que dejara tan “Numerus clausus” esa norma legal, sin posibilidad de incluir los otros elementos, en caso de un eventual desvío en el comportamiento generacional.

Refuerza mi inquietud el hecho de que propios intérpretes oficiales de la norma recalcan el hecho de que Dios prometió no destruir más por agua al mundo, a pesar de que tal vez el mundo merece una nueva destrucción; y no mencionan nada de los otros elementos. Véase:

“…Ya no era meramente la luz refractada en el agua en suspensión, sino que ahora además era una señal del pacto entre el Eterno y la tierra. El pacto de que las aguas no causarían nuevamente la extinción total. Y también es la señal de que la humanidad está descarriada, y está siendo merecedora de otro diluvio mundial, pero que el Eterno en Su Misericordia se apiada y no permite la masacre final…” (More Ribco, mismo artículo. Lo resaltado en negro es propio)

Si mi amigo tuviera razón, y esta generación esta cometiendo los mismos errores y los mismos olvidos de sus obligaciones divinas..¿¿Eso significaría que estamos a las puertas de otro desastre mundial que diezme a la humanidad y a la vida en la tierra, pero esta vez no por diluvios??

¡¡ Preguntas…preguntas…!! (Diría el More Yehuda)

Y no esta tan lejos esa interpretación.

Después del diluvio, apareció otra generación  peor: la generación de la Torre de Babel. Se nos cuenta que en esta ocasión, las naciones estaban unidas en un solo idioma, ideología, tendencias, igualdad de derechos, igualdad de pensamiento, etc; y que también debido a su desvío, El mundo sufre una nueva catástrofe de tal magnitud, que dio como resultado un éxodo humano.

Y en lo que interesa trascribo:

“…Luego de algunas generaciones, cuando la tierra se repobló, el Hombre compartía una misma lengua y un mismo pensamiento. En esta era la crisis que sobrevendría no se fundamentaba en la intolerancia hacia los otros, sino en la altanería y presunción frente a Dios. Por eso elevan una inmensa torre -la famosa Torre de Babel- que quiere penetrar los cielos para destronar a Dios del mando del mundo. En esta ocasión la catástrofe se centra en la Humanidad, pues las naciones pierden su unidad, surgen diversos idiomas, ideologías, tendencias, provocando finalmente la separación -casi irreconciliable- entre las personas que por primera vez se sienten diferentes…” (http://serjudio.com/dnoam/noaj61.htm . El resaltado es propio).

Cuenta el Rav Mordejai Katz que para esta generación de humanos, paz y la hermandad que existía entre ellos (¿existirá hoy en día en la nuestra?) fue lo que les salvo el pellejo.

Noten:

“..El Rav Mordejai Katz, en «Aprender y enseñar.», nos instruye:

«…este pueblo está unido…»
(Bereshit / Génesis 11:6).
La generación del Diluvio no tenían respeto por el Eterno, y se dedicaron a todo tipo de inmoralidades y actividades destructivas («la tierra estaba llena de robo»). Pero, la generación de la Torre de Babel fue incluso peor, ellos se rebelaron directamente contra la autoridad del Eterno. ¿Por qué, entonces, los primeros fueron destruidos en tanto que los segundos meramente fueron dispersados? Nuestros Sabios nos enseñan que la generación de la Torre tenían un mérito significativo que les valió la indulgencia del Eterno: paz.
Así como eran malvados y desafiantes contra el Eterno, ellos tenían paz y armonía entre ellos.
Esto sirve como una lección poderosa para nosotros, acerca de la importancia de la paz y la hermandad…
” (Tomado de http://serjudio.com/bereshit/noaj65a.htm . Lo resaltado en negro y subrayado no está en el original)

¿Existirá algún hombre que pueda saber si nuestra generación está cometiendo los mismos delitos que la generación del diluvio; o si en esta generación de humanos carece de la misma paz o armonía que había en la de la de la Torre de Babel, para que el resto podamos saber con meridiana claridad si estamos o no a las puertas de una catástrofe mundial por tierra, fuero o aire?

Conclusión: Que se yo.

Lo unico que tengo claro es que usted o yo querido lector, al menos podemos ser por los que no hayan catástrofes en nuestro hogar, vecindario o provincia.. o hasta más ¡¡ (http://serjudio.com/dnoam/noaj61.htm)

Lo único que se puede hacer es cumplir individualmente con nuestro deber, y esperar… (http://fulvida.com/2012/08/19/lo-que-el-eterno-pide-del-gentil/ )

Gracias de antemano por sus comentarios.

 

 

 

 

¿Felices fiestas?

Saludos navideños, estamos rodeados por ellos.
Los vecinos, el portero, en el súper, en la tele, por la radio, en la calle, allí donde mires, donde te estaciones, por donde pases, alguien saludará.
Podrán ser “felices fiestas”, “feliz navidad”, “merry christmas”, “feliz año nuevo”, “feliz 2014” o cualquiera similar.
La gente lo dice por formulismo, igual que cuanto te preguntan “¿Cómo estás?” cuando te ven, y esperan que tu contestación sea también el ritual “Bien, gracias” o algo parecido.
O tal vez lo expresan de todo corazón, sintiendo que es una especie de bendición, de buen augurio, porque te desean cosas buenas y así lo aprendieron a codificar.
Creo que es muy improbable que alguien te lo dispare con ánimo maligno y malicioso, o esperando convertirte a su fe por ello, o abusar de ti al saber que no eres “creyente”. Seguramente habrá de estas personas, pero no me parece que abunden a tu alrededor.

En resumen, esas buenas almas te saludan con toda su buena onda, o porque es la costumbre hacerlo así.
No te persiguen, no te hostigan, no te quieren convertir, ni te predican su religión con este saludo.

Sin embargo, quizás te pase como a mí, que no me gusta.

¿Qué hacer?

Sabemos de los orígenes idolátricos de esta festividad cristiana, sea más acá o más allá, de un dios o de otro, es igualmente negativo y contrario a la espiritualidad.

Entendemos que se vincula profundamente con el terror de los primitivos humanos del hemisferio Norte al llegar a la estación de mayor oscuridad, frío y sensaciones terribles. Ellos precisaron inventar dioses fantásticos, espejos del EGO, para sentirse arropados, con un salvador, esperanzados en que el sol retornará, etc.

Es evidente que el cuento de Jesús es eso, un cuento, hábilmente preparado por los amos del imperio romano para seguir en el poder. Cambiaron, un poco, para usar menos las armas y esclavizar usando las cadenas de la fe.

Tenemos conocimiento que en épocas pasadas los “creyentes” aprovechaban estas fechas para maltratar a los judíos y otros “herejes”, haciendo todo tipo de barbaridades muy poco acordes con el extraño dogma de tener una religión de amor y un dios amoroso.

Es claro que actualmente la faceta idolátrica-religiosa ha derivado un poco hacia el consumismo, gorditos en trajes rojos, regalitos, cenas impresionantes, petardos, lujuria y todo tipo de excesos. Se sigue adulando al EGO con todo ello, y levantando excusas como atalayas para seguir encerrados en celditas mentales que hacen que la máscara ocupe el lugar del rostro.

Todo eso lo tenemos más que sabido, por ello, ¿qué hacer cuando esa buena persona, a la que apreciamos y estimamos, nos dice sinceramente “feliz navidad”, o saludo similar?

En años anteriores creo que compartí el mismo consejo: ¡responder con amabilidad y cordialidad!
Aprovechar la ocasión para construir shalom.
Podrías contestar con algo parecido a: “Muchas gracias, le deseo lo mismo a usted”, o “Felicidades”, o “Que tenga un año excelente”, o hasta quizás “Felices fiestas”.
No es necesario pararse en un pedestal y dar cátedra sobre noajismo o judaísmo a gente que no quiere o no puede escuchar y aprovechar el mensaje. Tal vez habrá ocasión luego, porque tú no has cerrado la puerta a la comunicación, sino que la has abierto para ser tenido en cuenta y respetado, porque has respetado y tenido en cuenta al otro en su otredad.
Eso no significa que te lances a saludar tú primero con: “Feliz navidad”.
Tampoco que participes en fiestas celebrando este fecha idolátrica (si no me equivoco este tema también lo hemos trabajado en años anteriores, si quieres puedes buscarlo y compartir el link aquí mismo).
Pero, la cortesía con la firmeza, la bondad y la justicia, son el camino para construir shalom.
Esa buena gente te saluda con toda su simpatía, te consideran como para desearte felicidad y bienestar. Recuerda que seguramente están encerrados en sus celditas mentales, son esclavos del EGO y por ello de la religión, no por voluntad o deseo de hacer el mal. Entonces, sé compasivo, comprensivo, constructor de Shalom.
Quizás te guste hacerte ver, llamar la atención, dejar constancia que eres diferente y no uno de ese montón de bizarros adoradores de falsos dioses. ¡Bien por ti! Pero, ¿no será ésta una postura que emana del EGO en vez del AMOR? No lo sé, eres tú quien debe analizarlo y responderte a ti mismo.

Por mi parte, confieso que no me sale fácilmente responder con un “felicidades” o “feliz año” ante los saludos que recibo. Está bien que así sea, mientras aproveche la oportunidad para construir shalom y no para sembrar confusión y caos.
Ya habrá tiempo para ofrecer un buen pan espiritual, para mostrar el paisaje y que la gente mire y se deleite.
Pero, no podemos obligar a des-aprender, ni presumir de una santidad que seguramente no tenemos.

¿Qué te parece a ti?

La Bendición de la Ley y el Orden nos hace Humanos

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Ten fe en el derecho, como el mejor instrumento para la convivencia humana; en la justicia, como destino normal del derecho; en la paz, como sustitutivo bondadoso de la justicia. Y sobre todo, ten fe en la libertad, sin la cual no hay derecho, ni justicia ni paz.” Profesor Eduardo J. Couture E. (“Los Mandamientos del Abogado”; mandamiento 8)

!!Que bendición es gozar de grados de libertad y vivir en una sociedad bajo el imperio de las leyes¡¡

Sean de orden positivo o negativo, un sistema normativo hacen de cualquier sociedad un “reino de los cielos”.

Las leyes y sus límites hacen del hombre un verdadero Ser Humano; un ser filiado a algo más que a sus propios instintos, a la materia o a la energía.

Pero hay algo mas divino que la bendición de las leyes: La Libertad. El Profesor Couture propone la siguiente ecuación: Libertad, Derecho, Orden, Justicia, Paz.

Los cinco principios ordenados jerárquicamente hacen que haya en cualquier clan social una convivencia humana, no animalesca. No existiría Egos sincronizados  si las bases sociales no fueran tan móviles (religiones, sistemas políticos disímiles entre sí, etc, etc; léase http://fulvida.com/2012/12/18/ego-colectivo-y-era-mesinica/); pero a pesar de ello, en nuestra sociedad no es cuestionable ninguno de los cinco principios. Ninguno lo vemos malo o innecesario. No nos gusta ni los ladrones, ni los estafadores, ni los asesinos, etc; gozamos de leyes, de Tribunales, de instituciones públicas, de cierto orden, etc.

¡!¿No es una bendición?¡¡

Pero parece que no siempre fue así.

Se nos enseña que existió una generación de gentes que se transformaron de Seres Humanos a algo parecido a un humano, porque elevaron el deseo egoísta por encima de la Libertad, el Derecho, el Orden, la Justicia y la Paz; hasta el
grado de que, toda la generación de común consenso, divinizaran al deseo egoísta y vivieran en función de él.

Mi respetable lector, yo no puedo imaginarme algo así. Por poner un ejemplo, yo logro imaginar, tal vez, algún loco que se autodenomine dios, y que tenga seguidores, detractores, críticos, opositores, etc. Yo logro imaginar algún estado que regule el robo como algo bueno, o el asesinato o el aborto..o que se yo; habrán otros estados que los critique, intervenga o sancione. Logro imaginar alguno que otro país que en nombre de su dios y su libro sagrado decapite gente, estrelle aviones en otros países, violente los derechos humanos de sus ciudadanos, etc..Habrá otros países que se impongan sobre ellos, que lleven a la justicia a tales, etc.

¿Pero toda UNA GENERACIÓN que haga como cosa buena tales actos?

Léase bien: TODA UNA GENERACIÓN ¡¡¡¡

Imagínese por un momento nuestra generación, el mundo entero, en comunes acuerdos todos, de renunciar a la Libertad, Derecho, Orden, Justicia, Paz; e implementar como resultado un “modus vivendi” de “sálvese quien pueda y como pueda”.

Yo no logro imaginar algo así; el hombre ya no sería Hombre, sino algo parecido a un humano. Yo no logro imaginar que mi generación, pierda el sentido común, y el espíritu humano, y se pase los principios mencionados por donde “la espalda pierde su dulce nombre”, para sustituirlos por una era del hombre lobo del hombre, todo por buscar una espiritualidad basada en el egoísmo puro.

Tal y como mencionó el señor Maimónides:

“..Tú sabes que cualquiera que no tenga esta forma (espíritu) que describimos no es un hombre, sino un animal con la forma y apariencia de un hombre, pero dotado de la facultad, que no tienen los demás animales, de causar toda clase de daños y males; porque el intelecto y la razón que le estaban destinados para alcanzar una perfección que le ha sido inasequible, los emplea para omnímodas maquinaciones malignas, resultando, en consecuencia, algo semejante al hombre o su parodia.” (Moré Nebujim 1:7).” (Tomado de http://fulvida.com/2013/06/17/la-edad-del-universo-y-la-del-hombre/ )

Pero lo cierto es que una generación lo hizo; y si el querido lector me siguió en el link http://fulvida.com/info/pecados_gene.htm que puse en el artículo anterior, pudo constatar lo que les menciono. Y si no me siguió, acá le trascribo lo que interesa:

“… ¿Cuáles eran los pecados de estas generaciones?
Eran culpables de idolatría, derramamiento de sangre e inmoralidad.

Idolatría

-«Ellos le decían a D-s, ‘Apártate de nosotros, porque no deseamos conocer Tus caminos. ¿Quién es el Todopoderoso para que lo tengamos que servir? ¿Por qué le debemos rezar?’»(Iov 21:14- 15). Ellos reforzaban su independencia de Hashem adquiriendo experiencia en hechicería. Abandonaron a su Hacedor Supremo y servían a ídolos.

Derramamiento de sangre

Eran asesinos. Su depravación era similar a la que luego encontramos en la perversa ciudad de S’dom (como se explicará en parshat Vaiera, «La perversidad de S’dom»).

Inmoralidad

Estas generaciones rechazaban el mandamiento impartido a Adam (1:28), » Procread y multiplicaos.» Dado que su meta en la vida era gratificar sus instintos, trataban de reducir al mínimo el número de hijos que engendraban. Esto explica las atrocidades que prevalecían en esos tiempos.

– Los hombres tomaban dos esposas, una con el propósito de engendrar hijos, la otra para el placer.

– Se intercambiaban sus esposas.

– Arreglaban «contratos matrimoniales» entre hombres y bestias, legalizando de esta manera relaciones prohibidas.

– Los jueces mismos eran corruptos.

Hasta los animales imitaban sus caminos corruptos; el perro se unía con el lobo y el gallo con el pato.
Sin embargo, Hashem habría indultado a estas generaciones perversas si hubieran pecado inconscientemente. Pero a ellos les enseñaron las seis mitzvot encomendadas a Adam que incluían la prohibición de la idolatría, el asesinato y el adulterio. Fueron castigados porque prefirieron ignorar los mandamientos de Hashem. A pesar de esto, Hashem habría continuado siendo paciente y moderado si no hubiese sido por el pecado adicional del robo.

Robo

Hashem dijo «El fin de todo ser llegó ante Mí» (6:13).
-¡La acusación de ladronería llegó ante Mí y por lo tanto no puedo prolongar más el castigo!
¿Cuáles eran las costumbres de la Generación del Diluvio? Si un hombre traía una canasta llena de arvejas, inmediatamente una multitud lo rodeaba y se las arrebataba. Cada uno tomaba hábilmente una pequeña cantidad que valía menos que una prutá (moneda pequeña). La canasta se vaciaba rápidamente. Sin embargo, la víctima no podía presentar su problema ante el juez porque cada uno de los inculpados podía alegar que había robado una cantidad tan minúscula, que no era pasible de castigo según la ley.

R. Eliezer caminaba por la calle y le pidió a uno de sus alumnos que le trajera una astilla de madera del cerco que rodeaba un viñedo para usarla como escarbadientes. A pesar de que el cerco era propiedad privada, era evidente que el dueño no se iba a rehusar a que le saquen una minúscula cantidad de madera sin valor. Sin embargo, R. Eliezer cambió de parecer y dijo:- ¡No me traigas la astilla! ¡Los demás podrían seguir mi ejemplo y provocar eventualmente la destrucción del cerco!

R. Shimón ben Elazar contó – Una vez una niña me dió una lección en materia halájica. Yo atravesaba un campo cuando la niña me llamó: -¡Rabi éste es un campo privado! -Pero estoy caminando por el sendero- repuse. -Este sendero – contestó – fue marcado por ladrones como usted.

Una de las costumbres de esa generación era la de desplazar los cercos que divide a cada vecino para extender cada uno su propiedad. Además se robaban habitualmente ovejas los unos a los otros. Si alguien veía un buey o un burro en manos de un huérfano desamparado o de una viuda, se lo arrebataba. La gente estaba tan temerosa de que le roben la ropa que llevaban puesta, que decidieron que era más seguro caminar desnudos.
¿Por qué el veredicto final de culpabilidad recalcaba el pecado de robo más que los delitos de idolatría, derramamiento de sangre o inmoralidad. La respuesta es que el robo consume los cimientos básicos de toda civilización. El concepto de que la propiedad ajena no puede ser robada, forma parte del sentido común. Cuando Hashem juzga a una persona que es culpable de varios delitos, existe uno que lo delata por sobre todos los demás, el pecado de robo.» (Tomado de «El Midrash dice» Bereshit, Volumen I)…

Les confieso estimados socios, que al inicio pensaba escribir una opinión personal sobre la similitud entre de los delitos de dicha generación con la nuestra.

Pero luego de releer el artículo, confieso que he llegado a creer que a la par de dicha generación, la nuestra es una de santos, y el sentimiento que me embarga es de gratitud por la era, la parte del mundo, el país, la provincia y la ciudad en donde vivo.

De mi parte, le agradezco que me haya leído hasta aquí, y anticipadamente por su comentario. Buena Semana.

 

 

Navidad Pagana

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Por Irving Gatell (**)

Me da mucha risa leer tantas publicaciones en donde se intenta demostrar que la Navidad es una celebración «pagana», y que si uno la celebra, sin saberlo está adorando al Diablo, a Odín, a Osiris, etc.

Me parece una estupidez.

El primer error es el uso banal del término «pagano». Quienes lo aplican a quemarropa, en términos generales se refieren a que la Navidad no es una festividad de origen judío. Desde el punto de vista judío, el asunto es muy simple: los no judíos pueden festejar lo que se les pegue la gana cuando se les pegue la gana.

Curiosamente, los que más se la pasan señalando la Navidad como algo «pagano» (entiéndase: no judío) ni siquiera son judíos.

Yo no celebro la Navidad por cuestiones obvias, pero hay cosas que me encantan. Recuerdo que una vez, a mediados de Diciembre, subí a un taxi en el centro de la Ciudad de México. Buen conversador el taxista, de unos 40 años. Nos quejamos del tráfico navideño y del caos vial propio de esta urbe. Y, en esa lógica, se me ocurrió comentarle que por lo menos la ventaja es que seguramente tenía mucha demanda de pasaje. Su respuesta fue fascinante: sonrió, se le iluminó el rostro, y me dijo «¡Sí! Ya salió el dinero para los regalos de mis hijos!»

La sonrisa de un padre que podrá llevar regalos a sus hijos. La sonrisa de los hijos cuando vean sus regalos.

Pueden quejarse de todo lo que quieran: de los orígenes paganos de la Navidad, o del consumismo desaforado de la época. Pero todo aquel que no sea capaz de disfrutar al ver la emoción de un niño al destapara un juguete, tiene atole en las venas. Del mismo modo, todo aquel que no sea capaz de indignarse al ver a todos los niños que pasarán la Navidad pidiendo dinero en la calle, no merece ser llamado humano.

Pero volvamos al punto: desde una perspectiva estrictamente religiosa, los no judíos no tienen ninguna obligación de celebrar o dejar de celebrar lo que establece o prohíbe el Judaísmo. ¿Que la Navidad es pagana? Pues celébrenla paganamente, y disfrútenla. ¿Qué el árbol de Navidad es vikingo? Pues celébrenlo como vikingos (¿no es encantadora la escena en la primera película de Thor, donde el héroe regresa de un bar cargando a un ya vejete de origen escandinavo, profesor de física, lo tumba como bulto en su cama, y cuando Natalie Portman le pregunta si está bien, Thor le contesta «bebió como vikingo, peleó como vikingo; ha honrado a sus ancestros»?).

Ya dejen de ver paganismo y al diablo en todos lados. Dejen a la gente celebrar lo que se le pegue la gana. Insistiendo por aquí o por allá que tal o cual fiesta es pagana y que en realidad se adora al diablo, lo único que hacen es exhibir que los verdaderos adoradores del diablo son, justamente, los que lo ven por todos lados.

Yo sé que la filantropía y los buenos deseos deberían durar todo el año, pero si de todos modos tienen la oportunidad de hacer feliz a alguien en estos días, háganlo. Y así como muchos amigos no judíos se han embelesado viendo las Janukías en nuestras casas, a mi no me molesta ver árboles de Navidad encendidos (me refiero a los foquitos, no a las idioteces que hacen algunos pseudo-anarquistas) en las casas de mis amigos cristianos.

En las tradiciones herméticas, el árbol de Navidad tiene un simbolismo bellísimo. Sí, es vikingo. Sí, a los vikingos también los hizo D-os.

Pese al tráfico y al ruido, hay muchas cosas disfrutables de esta época, y sigo sin encontrar un sólo versículo de la Biblia que diga que pasarla bien es pecado.

Feliz Navidad!

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(**) Escrito realizado por el escritor Irving Gatell, y publicado originalmente sin título, en su cuenta en una red social.

¿Terrible maldad?

Hace un rato un participante en SERJUDIO.com mencionó en un comentario la “terrible maldad del adulterio”.
Esto me permitió esbozar algunas preguntas y reflexiones, que ahora quiero compartir contigo.
Acompáñame y pensemos juntos.
Sin embargo, te pediré que dejemos a Dios de lado en este momento, porque no quiero obturar el pensamiento con respuestas prefabricadas.
Luego tendremos oportunidad de incluirLo en nuestra reflexión, así que ten paciencia.

¿Cuál es precisamente la terrible maldad del adulterio?
Supongamos que los adúlteros hacen todo en el más absoluto recato y silencio, ninguna de sus respectivas parejas o conocidos se entera de nada. Nadie sale perjudicado al enterarse, porque nadie jamás se entera. Tienen suma atención los infieles para no hacer daño a sus familias. Ellos siguen amando a sus parejas, adoran a sus hijos, en modo alguno quieren perjudicarlos. Solo que las emociones románticas ya no son lo que eran. El placer sexual se evaporó en el enlace conyugal. Ya no queda ni “química”, ni interés, ni nada en lo que a la esfera sexual se refiere. Por ello se engancharon con otra persona, alguien con la que no tienen obligaciones, ni deberes, ni contratos, ni cualquier otra barrera que les impida ser realmente plenos en su sexualidad. Están con su amante porque quieren así como su amante quiere estar con él/ella. Es una relación cariñosa, respetuosa, disfrutable, madura, adulta y sí, hasta responsable. Porque, se cuidan de embarazos y de infecciones de trasmisión sexual. Porque no hacen nada adrede para lesionar la dignidad o posición de sus respectivos cónyuges. Porque no abusan de nadie, ni se burlan, ni planifican el mal. Solamente anhelan tener a ese alguien especial que les haga sentir eso especial, y lo tienen, cada uno en el abrazo de su amante.
Son tan dichosos y plenos en esta relación extra conyugal que han logrado bajar enormemente los niveles de insatisfacción, estrés, disputas que anteriormente padecían. Son mejores esposo/esposa, mejor padre/madre, más comprensivos, más cariños, más atentos, menos demandantes de atención que el familiar no les dará. Sí, han salvado sus respectivos matrimonios y consolidado sus familias gracias a los encuentros románticos en un apartado lugar, en el secreto nido de amor.
Están en paz, están felices, así como sus familias.
Nadie sospecha, nadie se ofende, nadie se enoja, nadie se ilusiona, todo por una relación adúltera entre dos adultos que consienten en mantener tal relación.
¿Dónde está la terrible maldad en esto?

Otro caso.
El cónyuge admite incluir a otra persona en la relación matrimonial. Participan gustosamente y responsablemente en sexo grupal, tríos, cuartetos o incluso con más personas. No hay actos de homosexualismo ni bisexualismo, simplemente un adulterio consentido y hasta promovido. Pueden ser swingers e intercambiar parejas con otros, conocidos o casuales. Puede ser solo uno de ellos el que participa activamente en la relación, mientras el otro se mantiene pasivo pero presente, o conoce y aprueba pero no participa. Tal vez fue un experimento o un ejercicio cotidiano. El hecho cierto es que están en una situación de adulterio, aunque esté conocido y admitido por el otro.
Son felices con ello, siempre que pueden lo promocionan como una forma de vida ideal, que fortalece el vínculo conyugal, que permite disfrutar sin peligros, que salvó al matrimonio y hasta lo embelleció. Y todo esto lo dicen en serio, creyéndolo, sintiendo que es verdad y que en su caso el adulterio es una bendición en lugar de una terrible maldad.
¿Dónde está la maldad en esto?

Otro caso.
La esposa o el esposo, da lo mismo, están hartos de su cónyuge. Hace años que quieren divorciarse, pero no lo han hecho. Quizás porque en su país no existe el divorcio. O es mal considerado. O se pierden derechos económicos, de visita a los hijos, o cualquier otro. O se pasará a vivir en una situación que se teme. O psicológicamente uno u otro no son capaces de cortar ese lazo.
El hecho es que la insatisfacción existe, es añeja, pero se mantiene el vínculo matrimonial por más dolor, vergüenza y sufrimiento que se padece.
Entonces, aparece esa otra persona que habla cariñosamente, que es comprensiva, que es romántica, que es un sostén, que da una luz de vida en medio de ese caos y tormento que es el matrimonio.
Hay miedo, dudas, terror, pero finalmente se cede al impulso de encontrar alguien que respete, que ame, que cuide.
Tal vez eventualmente la persona se divorcie, pero no ahora. Ahora está en esa relación secreta, o quizás no tanto. Una relación que le da valor para continuar viviendo, para seguir acompañando a los hijos en su crecimiento, a su cónyuge a pesar de que no se le soporta.
¿Dónde está la terrible maldad en esto?

Hasta aquí tres situaciones para que reflexionemos.

Sabemos que tanto el código noájico como el de la Torá (para los judíos) prohíben de manera absoluta el adulterio (básicamente, que una mujer casada no tenga relación sexual con otro hombre que no sea su marido).
Sabemos que Dios es Juez, que todo conoce, que todo sabe, que ninguna pared o disfraz puede engañar.
Él conoce hasta nuestros más íntimos secretos, hasta aquello nuestro que nosotros desconocemos.
Sabemos que las acciones tienen sus consecuencias y los actos prohibidos en ocasiones cuentan con castigos que han sido prescritos.
Lo que no sabemos es cómo Dios juzga, ni qué parámetros exactamente entran dentro de esa ecuación sumamente compleja e infinita que es el pensamiento Divino.
Sabemos que ninguno de los tres casos presentados son permisibles (y si quieres saber mi opinión, los repruebo sin excepción), pues quebrantan las leyes del Eterno, aunque no hay ninguna aparente maldad manifiesta; aunque la razón y la lógica humana puedan llegar a admitir y aplaudir a los infieles (en los tres casos), o encuentren en ellos justificativos para sus acciones.
Entonces, ¿es por ser una terrible maldad que el Eterno los codificó como acciones para no hacerse?

¿Qué puedes tú aportar a esta reflexión?

Un ateo hablando de Dios y del Mito de la Tora

panorama

Yo quisiera expresar libremente mi opinión, tal y como es típico en Fulvida.

Como puede corroborar el lector, en este sitio no hay posturas «oficiales» que se deban seguir sobre temas tratados. Es usted libre de creer, pensar, opinar o actuar, y esos grados de libertad no se encuentran en cualquier parte  ( http://fulvida.com/2013/05/05/los-judos-creen/ ).

Así, yo quisiera continuar expresando mi opinión (http://fulvida.com/2013/10/08/cada-cabeza-es-un-mundo-este-es-parte-del-mio/ ), sobre dios y los mandamientos, recalcando que no necesariamente tienen que ser compartidas por cualquier otro lector, ya que no soy ni la voz oficial de nada ni represento a nadie.

Aclarado el punto, quisiera que me acompañen con la lectura del siguiente texto encontrado en FULVIDA: http://fulvida.com/info/pecados_gene.htm

El texto, de autoría del querido y respetado Profesor Ortiz, puede dividirse así:

Primera Parte: Generación Pre-Diluvio

Entre lo que vale destacar:

-Humanos concebidos, nacidos, caminando, hablando en un mismo día.

-Humanos con una fuerza física descomunal, al punto de ver a los leones y panteras como pulgas; fuerza que aumentaba con la edad.

-Humanos más longevos de lo natural.

-Trabajaban la tierra solo una vez cada 40 años, y ésta producía para un periodo igual.

-No existía las estaciones del año; así las cosas, todo el tiempo era primavera.

A mí en lo personal, me cuesta aceptar (e imaginar) seres humanos de tal envergadura; así como me ha costado aceptar la idea de vírgenes concibiendo hijos, que a su vez, son su propio papa.

Me cuesta creer en la idea de fundos tan fértiles que produzcan en las cantidades y en el lapso de tiempo que se nos cuenta.

Imposible también para mí el creer que ni los ciclos de rotación o traslación de la tierra, o la inclinación de su eje, no permita las distintas estaciones del año, para las zonas terrestres que logran disfrutarlas.

Todo lo anterior, en lo personal, me parecen muy bonitos, pero antinaturales conceptos; que al igual que los cuentos cristianos, tienden a desviar la atención del “creyente”  hacia la más absurda creencia y hacia al abismo de los mitos.

Y para muestra, no es casualidad encontrarse en este sitio y en serjudio.com, personas que tanto insisten en cambiarse a judíos; o refiriéndose a dios como “di-s,d-os, -ios, di-s”; o haciendo consultas sobre la posición de los astros en su nacimiento; o confundiendo fe con creencia; o preguntando sobre “metratrones”; o solicitando explicaciones exégetas sobre pasajes bíblicos, y vaya a saber cuántas otras cosas más.

Todo parece girar en torno a lo irracional, a lo ilógico, a la fe absurda típica de los creyentes que buscan como no dejar morir el mito para dejar nacer a la razón.

Sin embargo, el artículo no queda ahí, como un “cuento de navidad” que alimenta la superstición de los ya de por sí supersticiosos participantes y comentaristas, sino que propone un ejercicio mental espeluznante; porque muestra una radiografía casi exacta de la realidad social en que vivimos, y digna para un artículo de cualquiera que se atreva.

Pero el punto a que voy, querido lector, es no quedarse en “lo bonito”, lo fantástico o mitológico del relato; no deducir en que el día que la humanidad cumpla con lo que le corresponde, se trasformará el planeta en un super planeta, y el humano en un super humano, tal cual vaticino jose luis de jesus miranda a sus incrédulos seguidores.

Segunda Parte: Rebelión Consciente Al Sistema Jurídico y Judicial

Entre lo que se puede resumir:

-Adhesión a conceptos creyenseros de los hombres (idolatría), lo que los hizo desenfrenadamente estúpidos ( ¿casarse con una bestia no es estupidez? ¿Caminar por las calles sin ropa no es de alguien orate? ), asesinos, adúlteros, “Swingers”,  y ladrones.

Pero ninguna de esas acciones y delitos empezaron gratis o por si solas. Nos cuenta el artículo que todo empezó por un desvío CONSIENTE y VOLUNTARIO, hacia La Idolatría. Aunque a mí me gustaría llamarla “idiotez”; porque nadie listo aceptaría perder su capacidad de razonar; o bien, aceptaría voluntariamente renunciar a su posibilidad de pensar.

Apunta dicho artículo, que esa generación se transformó en algo parecido a humanos, cuando aceptaron lo que hoy se acepta inconscientemente por puro temor: “la fe en dios”; o lo que es igual, la superstición.

Renunciaron torpemente hacia lo único que daba orden, y por consecuencia, a la “buena vida”, su Sistema de Justicia, su compendio oral de leyes lógicas; perdiendo así su verdadera identidad: La Humana, para dar campo a algo parecido a un humano, solo que sin la facultad de razonar.

Todo esto dio un resultado inevitable: un colapso del Sistema De Justicia, y por ende, de la sociedad misma.

Considero que la muerte por ahogamiento fue lo más humano para dicha generación; porque “…o dios los mata, o ellos mismos se encargaría de autoeliminarse cruelmente…”.

Pero lo cierto es que todo el aparato de autodestrucción que nos relata el artículo, fue iniciado cuando esas personas se adhirieron a la Fe, al Mito, a los dioses, a la creencia vacía y hueca, al prejuicio infundado, a la religión o religiones, al mito de la biblia, a antinaturales conceptos, etc.

Así, considero, que cuando nosotros, aun llenos de prejuicios religiosos heredados aunque los neguemos, nos consagramos en la lectura de los  artículos de Fulvida así como los publicados en Serjudio, lo hagamos con la mayor disposición de  utilizar nuestros propios recursos intelectuales disponibles, nuestra propia identidad y patrimonio de gentiles; y no con los lentes de nuestros antepadados; mentes hastiadas de conceptos heredados.

Esto para no caer en el mismo castigo de dicha generación; el cual no creo que haya sido  La Muerte, sino  VOLVERSE “NO HUMANOS”.

No quiero que se me mal entienda, en el hecho de que ataco la herencia de Israel o de sus libros sacros (http://fulvida.com/2013/01/08/el-no-vivo/ ), o que pongo en tela de duda el Código Noajida (http://fulvida.com/2013/05/29/como-sabemos-quien-fue-nuestro-bisabuelo-o-tatarabuelo/ ); solamente insisto en que el hecho de que tenemos una oportunidad única que pocas personas tienen o aprovechan, tanto el Fulvida.com como en Serjudio.com, de liberarnos de tanto pero tanto prejuicio e ideas absurdas sobre dios, religión, fe, creencia, etc; que sería una lamentable pérdida si no se logra aprovechar para mejorar y convertirse en un ser humano.

Si esa generación de personas, consiente y voluntariamente, renunciaron a su humanidad… consiente y voluntariamente retornemos a ella… !! Mientras aun haya tiempo..¡¡

 

1. No adorar ídolos.

2. No blasfemar.

3. No asesinar.

4. No mantener relaciones prohibidas.

5. No robar.

6. No comer parte de un animal que aún esté vivo.

7. Establecer cortes de justicia.

 

Al Estudiante con Cariño

Cum-Laude---Summa--GoldUno de los más grandes pasos que dimos para nuestra vida, ha sido no aceptar  nada ni ninguna verdad por “fe ciega”.  Ante una posible verdad, dicha o leída, asumimos una actitud de investigador; nunca de súbdito, ya que esta última lo que esconde es la falta de control o impotencia ante el no saber o no entender.

Pero lo cierto es que nunca fue así. Se nos educó para obedecer y no para pensar o analizar; para seguir a la mayoría u obedecer a los que detentan cierto poder o control. Como canes entrenados, se nos premiaba la obediencia,  sea con promesas salvadoras, o calificaciones.

Al ser el cuerpo el primer banco de memoria (http://serjudio.com/exclusivo/cterapia/el-cuerpo-conoce), las primeras satisfacciones sentidas por el reconocimiento a la obediencia o la frustración por castigo a la desobediencia, complejizó más el descubrimiento de la verdadera vocación y habilidades, para transformar al ser en un buscador de reconocimientos dejando de lado su real identidad y vocación (http://fulvida.com/2012/12/18/ego-colectivo-y-era-mesinica/).

Tal y como lo apunta el artículo trascrito, no existe un EGO colectivo, sino que los comportamientos son sincronizados por haber bases movibles; esta hipótesis es fácilmente visible porque mientras por un lado está el estudiante recipiente de información anhelando satisfacer su EGO, por otro está el maestro trasmitiendo el “rigor mortis” del programa de estudio, sin posibilidad de variación en lo más mínimo y sin un ápice de fomento al análisis; y nada sincronizado a voluntad.

Sin duda, la memoria, sea corpórea o neuronal, es una gran herramienta de sobrevivencia, pues sin la primera no habría esa marca indeleble de terror que detona al EGO para poder sobrevivir; y sin la segunda no tendríamos como hacer conjeturas, suposiciones o experiencias. Sin embargo, el lugar de que el activo natural EGO se quede en su lugar, en la parte primitiva del humano, extralimita su función e impide “independizarnos” de él, sin dejar campo al pensamiento, a la vocación, identidad, al verdadero yo; y lo que queda es un ser contaminado de la sensación de seguridad que da el EGO satisfecho, que ve en la memoria neuronal una zona segura.

Por otro lado están los educadores, que apuestan a la seguridad del rito, de lo programado y esquemático. Los que con su extremo legalismo imponen su verdad; su única verdad, sin matices ni variantes. Con el poder de poner calificaciones de conformidad al programa establecido, crean un ser autómata de su propio deseo de satisfacción, con pocas probabilidades de que esa alma explore sus otros recursos aparte de la memoria.

Y todo, girando al compás de la más perfecta sincronía, sin que medie voluntad alguna. Unos memorizando para su propia satisfacción, y otros trasmitiendo datos memorizables para tener el control.

En lo personal, la propia vida me ha enseñado una lección: cada quien atraviesa situaciones que no se resuelven con lo memorizado individualmente, ni con el confort que da los EGOs sincronizados; sino que exigen de esa habilidad que cada quien posee, pero que hartamente se ignora. En palabras del querido maestro: “…Lástima que en la vida cotidiana no dirige el intelecto, sino que está adormecido, a media máquina, más ocupado en cuestiones pasajeras y banales…”  (http://serjudio.com/exclusivo/cterapia/toledot-5773la-clave-de-la-bendicin-y-gozo)

O en palabras del señor Cabral (que en paz descanse): “…Mi abuelo, era un hombre muy valiente que sólo le tenía miedo a los boludos. Un día le pregunté ¿por qué? Y me dijo: Porque son muchos,.. Por temprano que te levantes, a donde vayas, ¡Ya está lleno de boludos!, y son peligrosos porque son mayoría...”

Tal vez por eso pienso que para el investigador y el que cuestiona le es más sencillo adaptarse a esos cambios que la vida presenta; sin quedarse indolente a expensas de obtener otra vez más el narcótico de la sensación de confort que caracteriza al súbdito. Tal y como se opinó en el artículo anterior: “.. Es necesario que encontremos cual de los rostros dibujados por el Yo Vivido pueden calzar a la perfección para representar a nuestro Yo Auténtico. Establecer un canal de comunicación entre ambos. Para que de ese modo se consiga el concurso del plano emocional, a través de un trabajo del intelecto, para liberar a la persona del yugo del EGO…Fue necesario satisfacer con placer legítimo al plano emocional, brindarle deleites permitidos, que gozara de lo que es aceptable…”

En palabras sencillas, se puede y es justo tener satisfacción por el gane de las materias o de la carrera, o estar de luto por la pérdida de una de ellas; sin suponer que nada de eso determina la verdadera habilidad o vocación la cual está allí, virgen y escondida detrás de deseos ególatras de cada uno, y que se resiste a ser sincronizada o suplantada.

Yo espero no haberme equivocado en mi vocación, ni en mi habilidad. Y espero que usted tampoco mi querido lector. Pero si fuese así, el deseo es que pronto retornemos a lo que por derecho nos corresponda, y que nuestro espíritu crítico y analítico no siga escondido nunca más.

Vaigash: hombre poderoso

Como hemos señalado en varias ocasiones, las herramientas instintivas y básicas del EGO son: llanto, grito, pataleo y desconexión de la realidad.
Son las formas que tiene el individuo indefenso, recién nacido, para llamar la atención y obtener la satisfacción de sus necesidades primarias.
Son las que mantiene el individuo en estado de impotencia (real o imaginario) para tratar de conseguir atención y satisfacción, sea real o imaginaria.

En la parashá de la semana, Vaigash, nos encontramos con el siguiente pasaje: "Iosef [José] ya no podía contenerse más delante de todos los que estaban en su presencia, y gritó: -¡Que salgan todos de mi presencia! Nadie quedó con él cuando se dio a conocer a sus hermanos. Entonces se puso a llorar a gritos, y lo oyeron los egipcios. Y fue oído también en la casa del faraón." (Bereshit / Génesis 45:2).

“No podía contenerse”: hubo impotencia, un “no poder”, por lo tanto, automáticamente se disparó el EGO.
Entonces, gritó.
Y lloró a gritos.
Tan fuerte, con tanta impotencia contenida, que su rugido se escuchó fuera y fue comentado largamente.
El hombre más poderoso de Egipto, de su época, aquel que era el salvador del pueblo, ese que parecía un dignatario celestial “Tzafnat Paneaj”, demostraba su humanidad, su debilidad, su impotencia y su EGO reaccionando.

Sin embargo, era un hombre que había trabajado su ser, no un esclavo del EGO, no alguien que se mantenía encerrado en su celdita mental.
Por lo cual, luego de la comprensible ruptura emocional y reacciones del EGO, vuelve a retomar el control.

Así: "Iosef dijo a sus hermanos: -Yo soy Iosef. ¿Vive aún mi padre? Sus hermanos no pudieron responderle, porque estaban aterrados delante de él.
Entonces Iosef dijo a sus hermanos: -Acercaos a mí, por favor. Ellos se acercaron, y él les dijo: -Yo soy Iosef vuestro hermano, el que vendisteis para Egipto. Ahora pues, no os entristezcáis ni os pese el haberme vendido acá, porque para preservación de vida me ha enviado Elokim delante de vosotros."
(Bereshit / Génesis 45:3-5).

“Yo soy Iosef”: y no las máscaras del Yo Vivido, no un maniquí del EGO, no alguien que actúa por pasiones o fantasías. Soy Iosef, aprendí a poner mi Yo Auténtico por delante, a que sea mi neshamá (espíritu) la que controle mi vida, a través de acciones de bondad y justicia, analizando racionalmente las situaciones, y alumbrando con la Luz del Eterno y no con la del deseo.
Soy Iosef, sé por lo que he pasado, lo que me han hecho. Tengo memoria, pero no rencor, ni deseo de venganza. No me mueve el EGO, porque de hacerlo ahora ustedes serían torturados y morirían. Pero no pasará nada de eso, porque tengo realmente el poder, ese limitado que el ser humano tiene, y no me creo más de lo que soy, pero tampoco menos.
Soy Iosef, y no un personaje que actúa según las fantasías del EGO, ni procura alcanzar falso poder con manipulación, autoritarismo, agresiones o cuestiones similares.
No precisaba hablar fantasiosamente, ni engañar, ni hacer sentir temor o demostrar que el era el poderoso. Ni precisaba hacer discursos teológicos –falsos- de que “todo es para bien”, o por el estilo. Sencillamente tenía que andar por el camino del AMOR, que es el antagónico al del EGO.

De esa forma, comunicando auténticamente, estableciendo un vínculo de poder con sus hermanos, es que pudo superar el trance terrible y permitir a sus hermanos salir del “pozo” en el cual se encontraban.

¿Cuál crees que podrían ser las lecciones prácticas para tu vida cotidiana?

Tu último día…

Si supieras que tu vida termina en pocos días, quizás mañana mismo, ¿cambiarías algunas de tus prioridades?

¿Qué harías?
¿Simplemente te sentarías a imaginar y fantasear con lo que te gustaría hacer?
¿Llorarías por lo que no obtuviste?
¿Te encerrarías a lamentarte y quejarte?
¿Destruirías al mundo por su indiferencia ante tu dolor e impotencia?
¿Buscarías ser el centro de atención, lástima, piedad?
¿Cumplirías tus deseos perversos, contrarios al bien y la justicia?
¿Te arrepentirías de algo?
¿Arreglarías alguna cosa o relación?
¿A quién llamarías para conversar?
¿Hacia quién irían tus pensamientos?
¿Qué harías, qué harías?
¿Qué de aquello que hasta ahora te movía y era el centro de tu vida, pasaría a un segundo plano, o al olvido más completo?
¿Cuál cosa que atesorabas para algún día, para luego de jubilarte, para algún mañana, disfrutarías hoy?
¿Llenarías tus horas con obras de bien, con solidaridad, beneficios al prójimo?
¿Dejarías de lado el cigarro, la droga, el alcohol, el resentimiento, el deseo de venganza, todo lo que se opone a la vida buena y justa? (¿Para qué dejar el alcohol y el cigarro, para cuidar de tu salud que ya no te servirá de nada en unas horas?).
¿Verías esa película pendiente?
¿Gastarías horas en comentar del importante partido de fútbol del fin de semana pasado?
¿Jugarías con tus conocidos a ver quien recuerda más nombres de jugadores de fútbol de las selecciones nacionales desde el origen de los tiempos?
¿Qué oportunidades te darías y darías a otros?
¿Cómo querrías marcharte de este mundo?
¿Harías una fiesta? ¿Prepararías tu propio velorio?
¿Cómo querrías ser recordado por quien te sobreviva?
¿Prepararías tu despedida, lo que dirás a los que te aman y rodean?
¿Pretenderías manipular a Dios con pactitos, arreglitos, oracioncitas, magia en forma de ritualismo supersticioso?
¿Querrías mejorar tu placer en el mundo venidero por medio de atiborrarte de acciones religiosas?
¿Por fin te conciliarás con el prójimo, contigo mismo, con el Eterno?
¿Podrías marchar en shalom, interno y externo?

Generalmente, ninguno de nosotros sabe cuando nos iremos a reunir con nuestros ancestros.
Cada día puede ser el último.
Conozco, y probablemente conoces, gente que ha estado en accidentes graves, en situaciones de enfermedad complicada, en ocasiones que rozaron la muerte de las cuales pudieron volver a la vida terrenal. ¿Aprovecharon la nueva chance? ¿Entendieron lo importante de disfrutar aquí y ahora, de construir shalom en cada acción? ¿Cambiaron positivamente gracias a la experiencia?

Éstas pueden ser las últimas palabras que leas… entonces, si supieras que tu vida termina en pocos días, quizás mañana mismo, en un rato, ¿cambiarías algunas de tus prioridades?

Te deseo una larga y prospera vida, llena de bondad y justicia, comprometido con la construcción de Shalom.