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¿Más importante una relación con Dios que una relación con los Preceptos? (Parte 2)

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Hace algún tiempo, había improvisado un pequeño artículo, titulado exactamente igual a éste, con ocasión a un comentario que había recibido en una fotografía que tengo publicada en mi perfil del Facebook; y en el que me parecía que el comentario estaba incorrecto porque sostenía que ante todo era más importante “tener una relación con Dios”.

En su momento indique que dicho termino no solo es una escusa perfecta para inventarse cualquier religión o rito, o inventarse cualquier tipo de conducta moralista al buen estilo de la vieja usanza religiosa; sino que también era imposible tener una “una relación con Dios” si la persona desconoce su propia identidad y el Código Noájida.

En su momento indique que lo más importante para el gentil es reconocer, conocer, aceptar y aplicar los Principios Universales, pues de lo contrario, tendría cualquier cosa menos “una relación con Dios”, ya que si pone en primer orden de prioridades lo que él mismo cree que es tener una relación con lo divino, haría lo mismo que han hecho las religiones: inventar sus dioses, ritos, dogmas, libros, etc. Si por el contrario la persona logra concentrarse en sus propios deberes que nacen de las Leyes Fundamentales, encuentra su justa “posición” y ubicación en el Mundo, pues concluye que los siete principios no son difíciles de cumplir; y es en su sencillez libre de todo ritual, que la obediencia a su observancia da como resultado la contrucción del mundo terrenal en el paraíso divino. Esto porque El Código Noájida apunta a una Ética Objetiva y Universal de la conducta humana, superior a la que pueda surgir del intelecto humano (viciado por deseo Ególatra que conveniente a los propios intereses).

Así, no se puede hablar de tener una relación con Dios, si se omite o desconoce Las Siete Leyes, o si solamente se les conoce como referencia; de lo contrario se tendría una relación pero con el propio dios de la persona (su EGO). Para subrayar, tener una relación con Dios no es el fin, sino que lo importante es tener una relación con el Código Noájida, reconociéndolo y conociéndolo.

Sobre el hecho de conocer y reconocer las Leyes Noájidas por parte del no judío, el sabio judío Maimónides (esto es una opinión personal), parte del hecho de que la persona ya los conoce o sabe de su existencia o vigencia; pero puede dar un paso más allá; un paso de reconocer el origen celestial del Código Noájida, en tanto las conoce como primera acción, o se concentra en él, o bien se educa en el Código Noájida.

Noten:

“Halajá 11

Todo gentil que se compromete a cumplir con los Siete Preceptos Universales, se lo denomina un gentil piadoso y tiene su porción del Mundo Venidero [derivado de Sanhedrin 90a]; en tanto reconoce que estos mandamientos le fueron ordenados por el Eterno y reconfirmadas a través de Moisés en la entrega de la Torá, acerca de que los descendientes de Noé habían sido ordenados para cumplirlos desde tiempo antiguos…” (Lo resaltado en negro no es del original)

http://fulvida.com/varios/temas-frecuentes/noajismo-un-marco-legal-claro-y-preciso-para-los-judos-y-lo-judaico

“Todo gentil que se compromete a cumplir…”: Se comprende que la persona de antemano sabe de su existencia o de su vigencia antes de su compromiso. La persona sabe que las Leyes Universales existen y que son. Aunque  ignore quien fue su Legislador, su fuente o su origen, no puede dudar de que la Ética Universal Objetiva exista y sea.

“…en tanto reconoce que estos mandamientos le fueron ordenados por el Eterno y reconfirmadas a través de Moisés en la entrega de la Torá…”: Se entiende que la persona puede dar un paso más allá luego de su compromiso; puede llegar a convencerse y reconocer o aceptar el origen divino del Código Noájida. Pero primero debe de saber de ellos o estar consciente de su vigencia.

“…acerca de que los descendientes de Noé habían sido ordenados para cumplirlos desde tiempo antiguos…”: Se entiende que la persona desarrolla un estudio concienzudo de los antecedentes históricos del Código.

Hay otros subtemas que pueden salir de la cita trascrita (gentil piadoso, mundo venidero, autoridad de Moisés o sus representantes en asuntos de los no-judíos por esa reconfirmación del Código Noájida en la entrega de la Tora, entre los que se puede notar); sin embargo, me quiero enfocar en el verbo resaltado “reconocer” el origen divino.

¿Cómo puede una persona reconocer el origen divino del Código Noájida?

Como personas pensantes, Noájidas consientes, constructoras de shalom, estudiosos de Las Leyes Universales, NO damos como respuesta la “fe” en creer por creer, o aceptar por aceptar; ni tampoco tomamos decisiones personales por la presión que produce los antiguos prejuicios religiosos de recompensas, penas o castigos por creer o no creer, rechazar o aceptar.

Tampoco aceptamos NI NINGUNA VERDAD por “fe ciega”, porque cuando estamos en presencia de “la falta de respuesta”, la sensación de impotencia ante dicha falta hace que el EGO active el narcótico de la “fe”, o de creer por creer, sin usar un gramo de nuestras otras herramientas, tales como el análisis, el estudio o la comprensión.

Si aceptamos, por simple “Fe”, un hecho o una afirmación sin ni siquiera dedicarle unos minutos de análisis, le estamos rindiendo culto a la Fe del Ego, porque en lugar de pensar o racionalizar o buscar una explicación lógica, se decidió aceptar, por la simple creencia, lo que es desconocido, desconectándose de la realidad para entrar a vivir al mundo de lo irreal, del cuento mágico, es decir, de la fe de las religiones.

Así pues, dudo mucho que el Noájida consciente de su identidad y libre de los miedos y prejuicios que imponen las religiones sobre cielos e infiernos, tome a la ligera ese reconocimiento divino del Código Noájida. Dudo mucho que lo acepte “de un solo golpe”.

Es más, el mismo sabio en sus líneas describe un proceso paulatino de reconocimiento sobre la divinidad del Código en el tanto se le prioriza; pues de su analisis concienzudo se puede facilmente observar como el compendio legislativo del gentil no surgió de la necesidad de regular un supuesto de hecho; sino que de antes de que surgiera el presupuesto de hecho, de antemano ese hecho ya estaba regulado:

“…Todo gentil que se compromete a cumplir con los Siete Preceptos Universales…”: Da entender que la persona DEBE primeramente conocer los preceptos ANTES de comprometerse, sino ¿Cómo se va a comprometer a algo que desconoce? Obviamente no se refiere a una simple lectura superficial de los preceptos, o su conocimiento liviano de cuales son; sino a un estudio serio o analítico de sus alcances para que pueda tomar la decisión de comprometerse con ellas; de otro modo ¿Cómo se puede comprometer a algo que apenas conoce?

“…en tanto reconoce que estos mandamientos le fueron ordenados por el Eterno y reconfirmadas a través de Moisés en la entrega de la Torá…”: Da entender que en el tanto la persona analiza la Ética Universal Objetiva de los preceptos, no solo se compromete con ella, sino que también paulatinamente empieza a concluir que las Leyes Noajidas no son producto del ingenio humano por cuanto regulan supuestos de hecho que no sucedieron primero; y aunque competen a las acciones de los hombres, Los Preceptos Noájidas no nacieron del fuero intelectual humano como necesidad de regular acciones que sucedían y que necesitaban regularse; y que por ende, el hombre tiene una filiación con algo más que a simple materia y energía.

Así las cosas, parece aún mas ilógica e irracional la afirmación de lemas religiosos de algunas personas, tales como que es más importante “tener una relación con Dios”, cuando se deja en segundo plano el tema de las Leyes Noájidas. Resulta imposible adquirir un grado de conciencia de Dios tal, si se deja de lado, en segundo plano, o apartada de la identidad del gentil, su propio compendio legal.

Pero aún hay algo más sorprendente, y más escalofriante a la vez, para el declarante de lemas religiosos; o el que pone de primer orden en su vida cualquier cosa menos la Ética Universal Objetiva del Código Noájida. Me refiero a esa persona que rebusca “las cosas de Dios”, la religión, los ritos, el dogma, el que se hace pasar por quien no es, el que copia la identidad judía, el que exige (con actitudes o palabras) conocer los secretos de la Tora judía, que es motivado por su sentimiento barato de “amor a Dios”.

La persona que deja de lado, en segundo plano, o como tema secundario el Código Noájida, o la Ética Universal Objetiva que surge de las leyes, SIGUE siendo enemigo de Israel y de los judíos; aunque se identifique como gentil, o sepa algo sobre el funcionamiento de su EGO. Si la persona pone en primer orden su “amor subjetivo a Dios”  en lugar del amor objetivo hacia Las Leyes Noájidas, no puede evitar seguir siendo un envidioso al grado de odiar a Israel y a los judíos.

Ojo: puse el verbo “seguir” en modo indicativo presente, porque en distinta medida existe en nosotros los no judíos, cierto odio y envidia hacia los judíos; emociones aberrantes de las que nos libramos en la medida de que nos concentremos en nuestro patrimonio, en lo nuestro, en nuestro deber; y no en lo que hacen los judíos y sus obligaciones, costumbres, tradiciones, con la intención de copiarles, robarles, o de alguna forma igualarles.

( http://fulvida.com/fortalecimiento/pensamiento/el-no-vivo )

Los Sabios de Israel enseñaron que con la entrega de la Tora a los judíos, el odio y la envidia empezó en los no judíos hacia Israel. El Moré explica que esa envidia y ese odio sigue hoy en día, camuflado en ilógicos motivos.

Noten:

En el santo Talmud, recopilación sagrada de la Torá Oral, encontramos el siguiente pasaje que resulta a la vez misterioso y esclarecedor:

“¿Por qué se llama Sinaí al monte (en donde Dios entregó la Torá a los judíos)?
Respondieron los sabios: es el monte en que descendió la envidia/odio (siná) de los gentiles en contra de Israel”
Talmud Babli, Shabbat 89a

Los sabios ..Nos dicen algo sorprendente, una verdadera revelación, la palabra “sinaí” deriva de la misma raíz idiomática que “siná”, que significa odio al mismo tiempo que envidia.
El monte se llamaba de otra manera, pero cuando Israel recibió a perpetuidad la Torá en ese sitio, el monte fue llamado de otra manera, en alusión a algo trascendente que había ocurrido allí.
Pero, no se le denominó “monte de la luz”, ni “monte del encuentro con Dios”, ni “monte de la recepción de la Torá”… se le llamó y se le conoce luego de milenios como “monte donde descendió el odio/envidia de los gentiles en contra de Israel“.
Pero, ¿cómo es esto?
Si lo que descendió allí fue la Torá que Dios entregó a perpetuidad como herencia y patrimonio de Israel, ¿cómo nos dicen los sabios santos que lo que descendió fue el odio/envidia?

Debes reconocer que los sabios no se equivocan en asuntos de espiritualidad, si ellos dicen que descendió la “siná” de los gentiles en contra de los judíos, así mismo es.

Odian y envidian a Israel, porque fue el pueblo que se esmeró y se consagró al punto de ser meritorio para recibir la Torá.
Odian y envidian a Israel, porque a pesar de ser una nación débil y pequeña, con muchas desventajas materiales, igualmente pudo ser leal, con sus altibajos, pero nunca habiendo caído tan bajo como el resto de las naciones del mundo.
Odian y envidian a Israel, porque cuando los hebreos eran noájidas (en el tiempo antes de la entrega de la Torá) vivían de acuerdo a los Siete Mandamientos y por eso fueron escogidos para recibir la Torá.
Odian y envidian a los judíos, porque son ellos los dueños perpetuos de la Torá y no las naciones del mundo.
Odian y envidian a los judíos, porque ellos tienen de primera mano un texto sagrado que ellos anhelan para sí, que desean obtener, que quieren ser dueños, que desean leer y estudiar y de no poder hacerlo quemarán el texto y exterminarán a los judíos.

Así ha sido en el pasado y sigue siendo hoy en día…”

(http://serjudio.com/sitra-ajra/idolatria/%C2%BFque-descendio-para-los-gentiles-en-sinai-cuando-descendio-la-tora-para-los-judios Lo resaltado en negro es del original).

Así las cosas, y para concluir, desconocer nuestro propio Código, el del gentil, o restarle importancia dejándolo en segundos lugares, sustituyendo su lugar con la subjetiva “relación con Dios” no solo es un error, un imposible, un ilógico, o algo propio de la ridiculez de la religión y de sus ignorantes seguidores; además tal descuido o desatención conduce a ganarse el indigno título de “enemigo de Israel”, por cuanto la persona al poner en primer orden lo que ella misma considera como “relación con Dios”, su actitud oculta es pendenciera y envidiosa  con aquellos que desde un inicio obedecieron.

¿Sigue querido amigo (a) considerando más importante una relación con Dios que una relación con los Preceptos?

Eres un Padre Abusador ?

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El abuso sexual y el maltrato emocional durante la infancia influyen en el desarrollo de las regiones del cerebro especializadas en la autoconciencia y la sensación genital en la etapa adulta, según un nuevo estudio.

Un equipo internacional de investigadores descubrió que cambios específicos en la corteza cerebral reflejan la naturaleza del abuso durante la niñez, de acuerdo con el estudio publicado este 1 de junio en American Journal of Psychiatry.

El equipo, liderado por Christine Heim, directora del Instituto de Medicina Psicológica de la Universidad de Medicina Charité de Berlín, y Jens Pruessner, director del centro McGill para Estudios en Envejecimiento de la Universidad McGill de Montreal, examinó los cerebros de 51 mujeres jóvenes sobrevivientes a diversas formas de abuso durante su niñez.

El cerebro, al igual que los músculos, se desarrolla a través del uso: las áreas que se “ejercitan” más, suelen ser más gruesas.

Los científicos encontraron que la corteza es más delgada en las áreas del cerebro que procesan el tipo de abuso. Por ejemplo, cuando las mujeres sufrieron abuso sexual, la corteza somatosensorial —que representa a los genitales— es más fina.

«Si el abuso fue de tipo sexual, hemos visto cambios en la corteza somatosensorial, el área (del cerebro) que procesa la entrada desde el cuerpo para crear sensaciones y percepciones», dijo a Time.com Jens Pruessner, profesor asociado de psiquiatría de la Universidad McGill en Montreal.

Las mujeres que fueron maltratadas emocionalmente tienen una corteza más delgada en las zonas del cerebro asociadas con la autoconciencia, la autoevaluación y la regulación emocional, según la escuela de Medicina Miller, de la Universidad de Miami, cuyo investigador Charles B. Nemeroff participó en el estudio llamado Disminución de la representación cortical de campo somatosensorial genital después de abuso sexual infantil.

El abuso emocional podría generar la propensión a la depresión, mal humor y respuestas emocionales extremas, aunque depende de la persona y de circunstancias particulares, reportó Time. «Como adultos, (tienen dificultad) reflexionar sobre sí mismos y encontrar la manera correcta de tratar con las emociones», agregó Pruessner.

El descubrimiento permitirá “desarrollar nuevas terapias para intervenir en la reducción de la carga psiquiátrica de tales traumas que dura a menudo toda la vida”, según Nemeroff.

Los investigadores afirman que ese adelgazamiento de la corteza le sirve al niño como escudo contra los abusos, ya que el cerebro deja desatendida esas áreas. Sin embargo, la mayoría de los sobrevivientes de abuso no presentan síntomas. De hecho, la investigación muestra que el cerebro puede cambiar drásticamente cuando se le proporciona apoyo y sustento emocional.

Fuente CNN.

 

Portar Vida como obligación directa de la Prohibicion del Asesinato

El siguiente texto, es tomado por completo del Articulo publicado en SerJudio.com, bajo el tículo: «Parashat Itró 5760«, escrito en su totalidad por Yehuda Ribco.

 

Compartir las cargas

«Así aliviarás la carga que hay sobre ti, haciendo que otros la compartan contigo.» (She. 18:22)

«Rabi Bunem escuchó el elogio de un hombre que amaba la soledad y comentó:

_ A veces un hombre ama la soledad, y se dirige al bosque para estar solo, pero desde allí echa una mirada entre las ramas para ver si no hay alguien que lo mira desde lejos admirado».

A veces conocemos personas (amigos, familiares, conocidos, etc.) que sufren y se apartan de nosotros, y a veces dan el pretexto: «solo estoy mejor».

Puede ser que sus palabras sean sinceras (no como el personaje del relato).

Puede ser que sus sentimientos, su deseo de soledad, sea puro.

Pero, en general, muy íntimamente desde el bosque de la soledad están esperando la mirada de otro significativo, la palabra de otro; o mejor: el oído abierto de otro, el corazón sensible de otro.

Porque la Torá nos lo dice claramente hoy: las cargas personales se alivian si se comparten.

Así pues, si conocemos a alguien que sufre, acompañándolo, prestándole atención, expresando con nuestras palabras o actos o silencios que lo reconocemos como un ser importante para nosotros, entonces, su sufrimiento se aliviará.

Seguramente que no lograremos evitar padecimientos reales (heridas, enfermedades, muertes, pobreza, etc.), pero el pensamiento y el espíritu pueden alcanzar pequeños «milagros» dispuestos a nuestro alrededor para nosotros. Si sabemos cómo alcanzarlos, si sabemos cómo compartirlos…383402_577891805565351_446084109_n

(Fotografía tomada del perfil de Facebook «Amazing Photos in the World»)

¿Cómo sabemos quien fue nuestro Bisabuelo o Tatarabuelo?

Hace unos días, en un post recientemente publicado, se generó un tema interesante en el apartado para los comentarios.

(http://fulvida.com/id-noajica/identidad/usted-es-nojida)

El tema básicamente era si se podían diferenciar el Código Noájida y la identidad del No-Judío de los cuentos y mitos de las religiones conocidas. Digo esto porque, directamente, en los comentarios no se cuestionó si el código Noájida era un invento; sino que el planteamiento directo era sobre la existencia real de Noé, y esto, indirectamente apuntaba, a que si Noé no existió, podría pensarse que el pacto Noájida y la identidad Noájida tampoco.

De hecho, el comentario 5.1.2 hace una pregunta bien directa: “¿…como sabe que esto que le estoy explicando y usted ha comentado por fin es LA VERDAD y no otro cuento mas de alguna religión o secta?”

Como personas pensantes, Noájidas consientes, defensora de nuestra identidad, constructoras de shalom, estudiosos de Las Leyes Universales, no aceptamos NADA NI NINGUNA VERDAD por “fe ciega”. Nos cuidamos y vemos con lupa nuestras sensaciones de impotencia, porque son en ellas donde el EGO del ser humano entra como narcótico para aminorar nuestro dolor ante la falta de control, poder o de respuesta ante lo que desconocemos.

Ante la falta de poder o control de algo que desconocemos, NO damos como respuesta la “fe” en creer por creer, o aceptar por aceptar lo que otro dice como supuesto hecho verídico aunque sea irracionalmente ilógico; ya si lo hacemos, nos convertiríamos en “ególatras”, que es lo mismo que la idolatría, pues estaríamos adorando al placentero narcótico- EGO-, pero sin personalizarlo en ninguna imagen. Le estaríamos rindiendo culto a la Fe del Ego, porque en lugar de pensar o racionalizar o buscar una explicación lógica, se decidió aceptar, por la simple creencia, lo que es desconocido, desconectándose de la realidad para entrar a vivir al mundo de lo irreal, del cuento mágico, es decir, de la fe de las religiones.

Así pues, cuando tenemos alguna duda sobre la veracidad de algún hecho que se nos intente imponer como “verdad absoluta”, NO asumimos una posición pasiva de aceptación; todo lo contario: analizamos, cuestionamos, investigamos, estudiamos, pensamos, racionalizamos, preguntamos, pedimos ayuda a los que saben y entienden, todo con el fin de acercarnos lo más que se pueda, a la Verdad Real de los Hechos, cuya finalidad y objetivo siempre va a ser desaprender para aprender a ser mejores personas sin prejuicios de ningún tipo y gozando de la libertad que gratuitamente se nos regaló.

Así las cosas, como les comentaba, un buen socio de este sitio, en su libertad como Noájida consiente,  expuso un argumento personal muy valedero y fundamentado en que tanto el diluvio universal como el personaje “Noé” podrían perfectamente catalogarse como mitóticos debido al conocimiento científico que hoy día se maneja. Apuntaba que si bien es cierto se pudiera pensar en posibles inundaciones mesopotámicas, científicamente era imposible que fuera global. También, comparaba al personaje Noé con un mito como cualquier otro, ya que en otras culturas, ajenas a las judías, existía también la historia del diluvio; y todo esto para afirmar que no existe modo de saber si la condición Noájida (o bien, la identidad del gentil y a su vez, el Código Noájida) son la “verdad absoluta” (Comentario 8).

Sus puntos de vista, valederos como de cualquier persona consciente y valientemente desarraigada de la religión, me conquistaron una opinión personal también a mí; un juicio de valor en que argumentar alguna posición propia. Usted mi querido lector puede hacer lo mismo, porque no estamos para convencer a nadie, sino para desarrollar lo nuestro, lo propio, lo que por derecho nos pertenece: nuestra real identidad; y no la que impone el religioso de turno.

¿Cómo sabemos quien fue nuestro Bisabuelo?

Les voy a contar lo que se del mío por línea paterna, por ser la familia más cercana que tuve. El en vida se llamo Ricardo Pérez (que en paz descanse). Físicamente se que era un hombre muy fornido, que usaba un pequeño bigote bien recortado, y un pelo crespo con un peinado de línea a un lado. He llegado a saber también que le gustaba andar siempre de corbata, y bien presentado. Por la información que he obtenido de una fuente confiable (mi abuela y suegra del señor Pérez), que el señor era Maquinista de tren para la Compañía Bananera cuando estaba en Costa Rica. Le gustaba andar una “smitan hueso” siempre cargada, en la pretina de su pantalón por si alguien se quería pasar de listo en no pagar el pasaje.

Cuenta la abuela, que su carácter no era muy dulce. Era un hombre “bravo”, enojón, de carácter duro y violento, de mano dura y poco paciente lo que lo hizo meterse en problemas cuando había convulsión política en mi pais; y que todo contrastaba con su especial afición al beisbol, a la música de la orquesta nacional, al respeto que merecía la cena familiar, al sentido de responsabilidad, y a su tremendo orden que mantenía en casa.

También he llegado a saber que en sus años mozos, se convirtió en un habilidoso mecánico de la Compañía Bananera, lo que aprovecho para cuando emigró hacia San José, incursionar en su propio taller mecánico, resaltando su trabajo y siendo reconocido por su sus colegas.

Falleció en San José, alrededor de 40 años antes de mi nacimiento. No lo llegue a conocer personalmente. La información que sé de él ha sido suplica oralmente y EN SU TOTALIDAD por mi abuela y mi papa, quienes conocieron personalmente al señor Pérez.

El hecho de no haberlo conocido, no quiere decir que no haya existido por cuanto yo estoy acá y ustedes me están leyendo. Lo cierto es que provengo de él porque estoy aquí en este tiempo y espacio. Mi bisabuelo contribuyo con la vida mi abuelo; mi abuelo con la vida mi padre, y mi padre con mi vida y por eso estoy acá.

De no ser por el testimonio de ellos, no tendría información de mi descendiente. De mi bisabuelo no existe mayor información que no sea la trasmitida oral y tradicionalmente,  por la escasez de prueba que pudiera constar en las instituciones públicas civiles; pero sé que existió porque mi abuela y mi papa me contaron de él (que sí lo conocieron) y porque yo estoy acá escribiendo. Siguiendo esa línea, eso quiere decir que yo provengo de una persona (mi bisabuelo) de la cual no conocí y de la cual no hay mayor información que la recibida por los testimonios de mi papa y mi abuela. Pero sé que existió físicamente porque yo existo físicamente. Es decir, yo mismo soy el testimonio vivo de la existencia del señor Pérez.

Es casi imposible corroborar su existencia a través de otros medios, debido al precario control de la población que existía en mi país, lo que hacía que incluso en los actos jurídicos en los que involucraban personas con cosas, no fueran públicos, ni el Estado supiera de ellos. En ocasión pasada, algo les había comentado en este artículo:

http://fulvida.com/varios/de-usuarios/el-error-de-la-especulacion-mesianica-cristiana

Pero desmeritar por falta de prueba científica la existencia de mi bisabuelo, o subestimar el testimonio de los mayores y reducirlos al grado de mito, sería afirmar que yo no existo tampoco; cosa que no es cierta, porque me están leyendo.

En mi propio caso, desconfiar de la veracidad al grado de la mitología de un antepasado es muy aventurado, y hasta cierto grado poco científico o metodológico; cuando no se obtiene pruebas directas de su vida; pues a través de otros elementos perfectamente se puede reconstruir su existencia en su tiempo y espacio. Tal y como en algún momento indique en el artículo anterior, en los años 1.700 en mi país; la población era censada con altos márgenes de errores pues no existían registros oficiales. Solamente vía testimonial o por declaración de parte se confiaba en que X era hijo de Y. Sin embargo esas declaraciones o testimonios eran tomados en cuenta para filiar persona a persona.

Por otro lado, hasta algunos héroes nacionales se sabe de ellos por esa vía, pues quedaron pocos registros de ellos. Caso en particular fue el señor Juan Santamaría, del cual se sabe de él por un testimonio de un sobreviviente de la campaña nacional de 1856 y por una pensión de guerra que se le otorgó a su señora madre, del cual quedo registrada documentalmente. Pero de su niñez, adolescencia y vida en general se sabe poco (hasta donde yo conozco).

En fin, para el caso, la confianza de TODA la prueba indiciaria (testimonial o tradicional vía oral) ayuda al investigador a reconstruir una verdad.

¿Qué pasa entonces con la Identidad del Noájida o el Código Noájida?

Exactamente lo mismo. Sabemos que las Leyes Universales están presentes, existen, son. No dependen de nada más que de ellas mismas para saber que ellas son y que el hombre tiene que ajustar su comportamiento a ellas.

Cualquier suceso pasado, presente o futuro, es perfectamente analizable a través de las Leyes Universales, pues no son leyes arcaicas o desactualizadas; regulan la conducta humana cotidiana y en cualquier espacio y tiempo, en relación con un límite necesario, para hacer del Humano un ser más allá de un animal instintivo. Son como la Declaración de los Derechos Humanos, que no varía ni cambia ni se disminuyen, que se reconocen solo por tener la condición humana.

El hecho de que no hayamos conocido sobre la existencia de Noé por los medios científicos tradicionales o actuales, ni que se haya descubierto prueba física contundente respeto al Diluvio Universal, no quiere decir que las Leyes Universales sean mito o que la identidad del gentil no sea, porque se estaría contraviniendo con la condición humana misma, reduciendo al humano a un animal más del reino animal sin límites mas que los que dicta el instinto natural; cosa imposible porque en estos momentos están haciendo uso de la comprensión de lectura a través de la vista, lo que en estos momentos está generando pensamiento en cada lector.

Nuestra capacidad de pensamiento, de raciocinio, de análisis, de no aceptar por “fe” lo que dictan los religiosos de turno, es prueba suficiente para demostrar nuestra propia identidad; nuestros límites de lo bueno y malo, nuestros frenos inhibitorios hacia algunas conductas por considerarlas NO BUENAS apuntan por si mismos al Código Noájida. ¿Qué persona, tribu, nación, familia, estado, etc ve como bueno el robo, el asesinato, el maltrato animal, el adulterio, la blasfemia o el politeísmo? Hasta el más desentendido de su identidad ve como MALAS esas conductas, aunque dicha persona profese religión o sea parte de cualquier tribu; porque no son normas impuestas socialmente o culturalmente, sino concienzudamente.

Ahora, negar la Identidad Noájida basándose en la inexistencia de Noé o del Diluvio Universal por falta de prueba científica, es exactamente como negar al bisabuelo por no tener prueba científica de su existencia. Si supeditamos la falta de existencia de La identidad Noájida y el Código Noájida a la falta prueba científica de existencia real de Noé o del Diluvio Universal, estaríamos afirmando que el hombre es un animal instintivo sin moral ni ética; cosa que no es cierta pues somos “Homo sapiens” con conciencia de estar vivos, y no “Homo erectus” cuya finalidad en la vida era únicamente sobrevivir.

Ahora, respecto de Noé y el Diluvio, como Noájidas conscientes, tenemos la libertad de elegir si confiamos en lo dicho por los mayores (los sabios judíos) respecto a su existencia, tal y como confiamos en nuestros mayores respecto de nuestros antepasados que no conocimos. O bien, podemos no confiar en sus nuestros mayores (los sabios judíos) respeto a su “versión de los hechos” respeto de Noé y el Diluvio; pero lo cierto es que desacreditar la Identidad Noájida y el Código Noájida por falta de prueba científica es un error, pues la sola conciencia del hombre de lo que es bueno y lo que no lo es, su capacidad analítica y racional, su espíritu de aventura  por la descubrir el Mundo, es prueba suficiente de su identidad única, no prejuiciada por la dictada por la religión, sino esa identidad “divina” que lo une a algo más que a materia y energía.

 

Sin título  (Descansa en paz bisabuelito. Sin haberte conocido yo te amo)

Constructores en el tiempo

En este texto, pretendo reseñar un aspecto que generalmente se suele pasar por alto y que paradójicamente es de la mayor importancia. Es algo que queda bien expuesto en el Pueblo judío y de lo que todos deberíamos tomar nota en nuestros planos personales.

Cuando construimos, cuando mejoramos el mundo, cuando actuamos, ¿dónde lo hacemos?

Supongo que la mayoría habrá pensado inmediatamente que en el mundo, o en nuestro país o en casa. Quizás en el barrio o en la ciudad o en el lugar de trabajo. .

Ciertamente si lo habéis considerado de esa manera, estaréis en lo correcto. Lo acabáis de ubicar en el espacio.

Pero ¿cuántos pensasteis que cuando realizamos las acciones descritas, cuando nos conducimos e intervenimos, cuando edificamos con nuestras obras, nuestros gestos, nuestro altruismo o egoísmo…, en realidad estamos  cimentando en el tiempo? Y cuidado, también cuando vegetamos y holgazanamente dejamos escapar el instante que nos ha sido dado.

Para la mayoría es fácil situar nuestros quehaceres diarios y nuestras rutinas en el espacio. Voy  a trabajar, termino y vuelvo al hogar, luego quedaré con los amigos en la  cafetería habitual. Pasearé por la orilla del mar con mi pareja y cenaremos en aquel romántico restaurante que tanto nos gusta…es fácil situar nuestros quehaceres en un espacio.

Veamos ahora como lo hacemos en el tiempo. Suena el despertador, me acabo de levantar y mágicamente el lienzo sobre el cual puedo comenzar a dibujar mis obras y acciones ya ha sido desplegado y seguirá ahí disponible hasta que el sueño me venza (en realidad seguirá ahí aunque duerma). Me levanto, cepillo los dientes, enjuago la cara, desayuno, café y…ya soy persona. Que hago hoy para construir, ¿cuántas acciones puedo comenzar a esbozar? ¿Cómo sigo en este día edificando?

Primero comienzo por lo más importante (que no es lo mismo que urgente). Esas tareas que conviene realizar de forma ineludible. Después esas que son necesarias (estudiar, entrenar, etc.) y continuamos por las más altruistas (o egoístas, según decidamos hacer), las que  voluntariamente y con más creatividad nos ayudan en nuestra tarea de mejorar el mundo y también de disfrutar.

 No es que las otras faenas sean menos importantes, pero sí quizás más rutinarias.

¿Cuánto podemos hacer hoy por mejorar el mundo y disfrutar por el camino? ¿Qué actos vamos a realizar? Hay tantos, ¿por dónde empezaremos?

Escribía al principio que el Pueblo judío es un claro exponente de edificación en el tiempo y lo explico. Quizás más que ningún otro pueblo en la tierra tiene definido claramente el lugar que deben ocupar en el espacio y sin embargo, posiblemente es el único que ha tenido que ser patria, nación, reino y país desarrollándose únicamente en un marco temporal por miles de años y hasta hace muy poco.

Esa es la importancia de la tradición (según la de cada quien, pero siempre acorde a lo que correspondiente y permitido), de ser también un constructor en el tiempo. Al colocar los ladrillos en esta obra en el momento que nos ha sido dado contribuimos y somos parte de una obra atemporal  y como en toda construcción que queremos que sea perdurable, es la importancia de que los cimientos y las bases sean las mejores.

Evidentemente es una apreciación personal pero espero que  sirva para ver que nuestra vida, lo que hacemos y lo que somos, en definitiva, nuestra capacidad de actuar, se desarrolla en un modelo espacio-temporal.

Forja, crea, trabaja sobre tu tiempo y estarás modificando el espacio, pero recuerda, también importa el espacio.

Como decía Séneca ( Filósofo, político y escritor hispanorromano, 4 AEC- 65 DEC)

«No hay viento favorable para el barco que no sabe adónde va»

¿Sabes adónde vas?

¿Más importante una relación con Dios que una relación con los Preceptos?

homo-sapiens-enfadado-culturas-prehistoria-pintado-por-amalia-9797341 Hace algunas horas, en una fotografía que tengo en mi muro del Facebook y que hace alusión a que para la persona Consiente no cabe el dogma religioso, un contacto llegó a comentarla con esta frase: “lo importante es una relación con Dios”

Luego de pensar unos minutos en la frase publicada, y a mi juicio, me parece un tanto desatinada por no ser del todo cierta, por ser un lema usado por el dogma religioso para argumentar “fe” en lugar de estudio y análisis, por ser la justificante perfecta para olvidar o desentenderse los preceptos universales que la persona que está consciente de su propia identidad asume como necesarios para su conservación y la del mundo, y por ser la misma frase que convertida en hechos es capaz de construir cualquier tipo de religión o rito dogmatico.

Lo más importante para el gentil es reconocer, conocer, aceptar y aplicar los Principios Universales; esos que le dan sentido a La Vida y a la propia vida de cada quien; esos que aplicados en lo individual y en lo colectivo hacen del mundo terrenal el paraíso divino.

Ese primer cuerpo normativo, universal e inmutable, es lo que eleva al ser humano de un animal instintivo a un “Homo Sapiens”; un ser humano único, inigualable y filiado a algo más que la materia o energía.

El Ego, materializado en las millares de religiones, ha hecho que las gentes busquen relacionarse con lo divino, de las formas más absurdas y ridículas posibles; justificando las masas la importancia suprema de ese contacto cueste lo que se cueste, y de la forma que sea, porque lo que importa es “una relación con Dios”, obviando el “declarante de lemas religiosos” si el mundo que le rodea es un paraíso, o si él mismo es un paraíso para el mundo.

¿Cómo se pretende tener una relación con Dios si no se tiene una relación con las Leyes Universales?

¿Se va a continuar intentando tener contacto con lo divino a fuerza del Ego Instintivo en lugar de Obediencia Racional a los principios básicos?

Lo más importante para el gentil es su Relación con los Principios Universales porque es lo natural; su obediencia conlleva orden y armonía, suya y de su entorno. Porque le permite ser analítico objetivo de las realidades y no un temeroso de sus “divinidades mentales”. Porque permitirá vivir en libertad plena tanto de pensamiento como de acción bajo los limites necesarios para su deleite de placeres debidos y racionalmente permisibles.

Lo más importante para el gentil NO es “una relación con Dios”; ES una relación con Los Principios, porque en su obediencia va a encontrar su divina filiación.

Buenas noches mis socios.

¿Cómo lidiar con quien ha sido víctima de abuso espiritual?

Ayer por la mañana de camino al trabajo leía una noticia acerca de cómo es que la escritora del libro “Para Matar un Ruiseñor”, Harper Lee, está demandando a un agente literario por haber engañado a la Sra. Lee para que firmara ciertos documentos donde le cedía los derechos de autor, tomando ventaja de las falencias sónicas y visuales de la anciana de ochenta y siete años. “Para matar un ruiseñor” es un libro bastante interesante pues viene a poner de manifiesto cómo realmente es la vida en el sur de los Estados Unidos de América y cuánta falsedad existe en los pueblos de las regiones cristianas más acérrimas del mundo.

El libro fue una inspiración para que quisiera estudiar Derecho porque hablaba de lo que es capaz de hacer el establecimiento, en este caso, el cristiano, con tal de preservar reglas del status quo donde, más que el daño que se le hizo al personaje de color, que ya es de sumo reproche,  evidencia cómo es que aquéllos quienes dicen ser buenas personas en realidad llevan odio y rencor en su corazón y cómo es que las cosas realmente son pues muchos fingen sonreír y fingen alegría pero en realidad están plagados de tristeza, de resentimiento y de odio.

Lo interesante de todo esto es que el reportaje lo leí a eso de las seis y treinta de la mañana cuando iba en el autobús hacia el trabajo y qué me iba a imaginar que fuéramos a conversar de temas engendrados por este hecho aunque no directamente relacionados con la noticia, definitivamente la causalidad que genera una situación puede dar lugar a reacciones que en apariencia podrían no estar conectadas al hecho original pero que de una forma u otra se concatenan y se entroncan a ese hecho generador, el mundo definitivamente es asombroso.

Obviamente en el caso del libro de “Matar un Ruiseñor” se habla del tema de las parejas interraciales y el reproche que la autora hace a los prejuicios y al racismo, entonces el punto a rescatar por la autora es el de los prejuicios, sin embargo, para efectos de este post, el punto a rescatar es el del ultraje que las religiones organizadas causan en sus seguidores, nótese que utilicé la preposición “en” a cambio de “a” porque ese ultraje penetra en lo más profundo de los violados.

Cuando una persona es violada, sea hombre o mujer, el EGO inmediatamente interviene y establece un sentimiento de culpa en la persona que muchas veces es incongruente con la realidad pues la persona comienza a decirse a sí misma, “seguro son mis tendencias sexuales”, “seguro fue la falda que llevaba puesta”, “es que dios dice que la mujer debe someterse al hombre”, “es que por no haber usado niqab (el velo que le cubre toda la cara a una mujer excepto por los ojos y que se le obliga usar a las mujeres musulmanas) por eso la muchedumbre me ultrajó, para que sea una mejor musulmana” “es que por haberme puesto maquillaje corrompí a los hombres” “es que por haber nacido con atracción a los hombres entonces el sacerdote abusó de mí (esto lo dicen los monaguillos)”, y así hay un sinfín de ejemplos de violaciones de personas quienes se culpan a sí mismas hasta que alguien les hace ver que no es culpa de ellas sino de quien las o los ultrajó.

Y eso por hablar de violaciones de acceso carnal, como se dice en el Derecho Penal, es decir, cuando se da una introducción a la fuerza del miembro viril en los orificios vaginales, anales o bucales de la persona o de los dedos en los orificios vaginales o anales de las personas y eso es lo que la mayoría de las legislaciones de los países denominan como violación. Sin embargo, no existe solamente este tipo de violación física, existe también el abuso, que es un tipo de violación, y que al igual que el miembro viril o que los dedos, penetra dentro de las personas y las subyuga, las esclaviza y las somete a regímenes de vejaciones donde predominan dos elementos básicos, la aparente irracionalidad del agresor y la destrucción y segregación del ultrajado de su entorno familiar.

Luego los ultrajados se vuelven autómatas y comienzan a ultrajar a sus pares y se crea un sistema que se auto-mantiene pues los mismos autómatas se encargan de preservar el régimen de esclavitud y de dolor debido a que se encuentran encerrados en las celdas mentales dentro de una prisión mental de la cual no tienen ni idea que se encuentran institucionalizados. Pero como todo en la vida, siempre hay alguien que sea más despabilado y por esas cosas que ocurren se entera que esas cuatro paredes que le rodean son de concreto y no el horizonte que el alcaide de la prisión les quiere hacer ver, pues el alcaide les dice que esas paredes grises son el horizonte y no importa si la prisión es cristológica, mahometana, etc., lo cierto del caso es que sigue siendo una prisión.

Pero a los alcaides no sólo no les basta con tener encerrados a los reclusos sino que los torturan, los hacen trabajar en labores forzadas, abusan sexualmente de ellos y de ellas y los obligan a luchar en batallas sin sentido para eliminar a los seres humanos quienes con pancartas y altavoces le reclaman al alcaide y a la policía penitenciaria que deje en libertad a los reos quienes nunca cometieron crimen alguno pero que no obstante están prisionalizados en la cárcel de la religión organizada.

Y es así como los más despabilados idean planes y construyen túneles para poder escapar de esos campos de concentración y rara vez verá realizando una revolución interna porque muchas veces serán asesinados ahí mismo. Y esto no es una exageración. Los insensatos reos jamás matarían a uno de sus co-reclusos pero el alcaide y las sátrapas que manejan el campo de concentración sí lo harían porque si no perderían el control y al perder el control pierden su totalitarismo.

Esos reos quienes recién comienzan a disfrutar de la libertad y respiran el aire fresco, quizás por primera vez en sus vidas, ahora son perseguidos por la policía penitenciaria y los insensatos reclusos que aún siguen recluidos en el campo de concentración más bien critican al escapado por su ingratitud contra el alcaide. ¿No suena esto completamente ilógico?

¿Y qué tal si en vez de que fuera un alcaide dijéramos que es un pastor o un mulá y que la policía penitenciaria está conformada por su esposa y sus hijos y un grupo de sinvergüenzas que se enriquecen a coste del sudor del trabajo de los reclusos, perdón, feligreses, y qué tal si en vez de hablar de un campo de concentración habláramos de un templo, centro de reuniones, cuasi-sinagoga mesiánica que de sinagoga no tiene nada y de era mesiánica menos, mezquita, etc.?

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Debo serles sinceros, no sé lo que es realmente porque mi estancia en los templos fue muy corta y lo que estuve no fue por devoción sino por obligación y luego por otros intereses sin creer en esas cosas y sí, suena mal decirlo, pero mis motivos para ir eran otros, así que no te puedo decir qué se siente ser un preso inconsciente y dar el dinero a ese tipo de cosas porque en mi casa mi madre siempre criticaba la opulencia en la que viven los sacerdotes católicos y la carencia en la que viven una gran cantidad de los feligreses, de los pastores cristianos siempre criticó su voracidad y sus incongruencias y de los musulmanes ni se diga, pues esa historia de profetas voladores era demasiado como para que ella lo creyera y así nos educó.

Pero ahora que he tenido la oportunidad de trabajar con personas sumidas en la idolatría puedo ver día a día cómo es que son esclavos y esclavas de un sistema destructor de almas y enriquecedor de sátrapas. Sí les confieso una cosa, me duele mucho el haber maltratado a esos  pobres diablos que venían a tratar de convencerme que me uniera a los atalayas o a los adventistas o a los evangélicos pues si hubiera tenido el conocimiento que tengo ahora, más bien les habría hecho entrar en razón y no tratarles mal como otrora hiciera para que me dejaran en paz pues no iba ir a regalarlo que con mucho trabajo me costaba ganarme a un ladrón sinvergüenza que no quería trabajar y encontró muy fácil el exprimir y chuparle la sangre a los demás con un libro cristológico o mahometano.

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Después de un poco más de dos años de tratar muy de cerca con una víctima de violación, comprendo que la violación no solo se da físicamente sino también en los otros planos y los mercaderes de la fe ultrajan espiritualmente a sus víctimas en pos de enriquecerse ellos mismos, estafan a los pobres, toman ventaja de familias enteras y todo lo hacen en nombre de un muerto. Es realmente triste por eso creo que tanto el judío fiel a Dios así como el noájida consciente de su identidad y fiel a Dios, tenemos una obligación de abstención de maltrato a la hora de lidiar con estas personas violadas y ultrajadas por las religiones porque muchas de ellas no comprenden que está pasando, por supuesto que si los otros se vuelven irrespetuosos ni tontos que fuéramos para poner la otra mejilla para que abusen de nosotros, claro está.

Si una mujer desnuda llegara corriendo a nuestra casa a media noche, llorando, diciendo incoherencias, ensangrentada y en estado de shock y tocara la puerta, no le gritaríamos, lo primero que haríamos sería permitirle entrar a nuestra casa, correr a buscarle ropa o aunque fuera una sábana para que cubriera su desnudez y darle un vaso de agua mientras buscamos el botiquín para prestarle  primeros auxilios. Entonces, ¿por qué ultrajar más aún a una persona que ha sido violada y abusada por la religión?

No crean, como les dije anteriormente, yo también abusé de los pobres ultrajados al tratarles mal, ahora lo que hago es conversar con ellos, pues comprendo que como son personas que han sido violadas por la religión, no se les puede ultrajar más, hay que cubrirles la desnudez, ¿cómo? La desnudez supone vergüenza, entonces lo que les hago saber es que no les juzgo, solo estoy aquí para escucharles y para ayudarles en lo que pueda, luego les doy un vaso de agua, ¿qué? Les insto a que lean FULVIDA, la sección de Empieza Aquí, luego les doy algo de comer y les ofrezco un hogar, ¿cómo? Les doy mi información de contacto para que me llamen y conversen conmigo cuando lo deseen, a veces ellos no llaman por pena, entonces como dice John Alexander, uno tiene que ser el que inicie el contacto y llame, ¿cuándo? Algo interesante de cuando uno se compenetra con el noajismo es que se vuelve más intuitivo y entonces como que el corazón le avisa cuando sería bueno llamar y muchas veces era en ese preciso momento que la persona ocupaba hablar con alguien, ¿por qué? Porque todos somos seres humanos y todos erramos y lejos de fustigarnos constantemente recordando nuestros errores debemos de reconocerlos para no cometerlos, enmendarlos por medio de disculpas, reparaciones etc., y luego perdonarnos.

No ganamos nada siendo unos perdedores que no podemos salir de nuestros errores y vivimos encasillados en ellos. El noájida consciente de su identidad tiene una obligación de establecer cortes de justicia, por eso tiene y debe defender la libertad y hacer lo posible para que los opresores no puedan seguir oprimiendo pero debe ser lo suficientemente sensato para diferenciar entre la víctima y el opresor.

Por eso no se trata de ultrajar al que ya ha sido violado sino más bien de ayudar sin ser un misionero pero sí dándole de beber a quien sed tiene y dándole de comer pan espiritual a quien hambre espiritual tiene.

Que pasen una excelente semana. abuso1

La Divina Presencia

«La Divina Presencia reposa en el lugar de la alegría a causa del cumplimiento de un mandamiento»

(http://fulvida.com/id-noajica/identidad/socio-de-dios-en-tu-felicidad)

 

A veces dejo de pasar por alto cosas por estar leyendo sin poner mucha atención, y casi me pasa lo mismo con esta cita que se trascribe. Quise aprovecharla para usarla como ejemplo para dar una opinión muy personal, sobre algunos conceptos que considero que, por mero desuso de nuestra capacidad de estudiar y analizar , aun se asocian con otros conceptos pero sin significado racional mas que aquel le dan los religiosos de turno; de esos que nada mas exigen creer pero nunca pensar.

Leyendo esa cita trascrita, y al menos a  mí, no me gusta interpretar la frase «Divina Presencia» como si fuera el sujeto del resto del predicado, es decir, como si se usara para referirse a Dios como persona, porque entendería algo como esto: “Dios está presente cuando el hombre se alegra al cumplir un mandamiento.”

Digo esto porque los mandamientos del gentil son Prohibiciones o Imposiciones, y si la cita es correcta, tiene que haber algún sentido lógico de sentirse contento por NO HACER algo que se está negado, y que Dios esté presente en la alegría del hombre por su obediencia a NO HACER eso que se le prohibió.

Las órdenes que tenemos los no judíos, en ocasiones y para algunos casos, no parecen que causen alegría, sino más bien parecen que reprimen al obligado de sus propios deseos; y un constreñimiento no genera contentamiento, sino eso, constreñimiento.

Por ejemplo, que en algún lugar exista una prohibición que diga así: “Prohibido comer carne”, pero una persona quiere  y desea saborear un bistec. A pesar de su deseo, no lo hace porque se está reprimiendo debido a la prohibición de comer carne. A la par del letrero de “Prohibido Comer Carne”, se encuentra otro letrero que dice “La Divina Presencia reposa en el lugar de la alegría a causa del cumplimiento de un mandamiento”. Esa persona sin analizar nada, concluye que debe de esforzarse de estar alegre por no comer carne debido a que Dios está  presente en su reprimido deseo. No parece coherente; ¿o sí?

Y esto lo entiendo así porque los mandamientos para en no judio son prohibiciones impositivas. ¡Prohibido la Idolatría!, ¡Prohibida la Blasfemia!, ¡Prohibido el Asesinato!, ¡Prohibido el Robo!, ¡Prohibida las relaciones sexuales ilícitas! etc. Parecen más órdenes que llevan implícitos escarmientos que mandamientos suavizados con recompensas. Es como si dijeran algo así: «Pena capital inapelable, lenta y dolorosa para aquella persona que estando consciente de sus actos, comete idolatría».

Si a mí me hubieran tocado redactarlos, no los hubiera hecho prohibiciones, sino propondría algo así:

1. Respetar a Dios, 2. Respetar el nombre de Dios, 3. Respetar la Vida Humana, 4. Respetar la propiedad privada, 3. Mesurar el sexo, etc.

Eliminaría la palabra “prohibición” y la palabra “No”, y les daría una connotación más positiva o permisiva, y así, se “suaviza” mucho su sentido. Si fuera así, entonces sería más fácil y entendible asociar la palabra “Divina Presencia” con Dios como si fuese el sujeto de la oración. Pensemos: “La Divina Presencia (Dios) reposa en el lugar de la alegría a causa del cumplimiento de un mandamiento”.

Tomemos mi loca reforma de los mandamientos del gentil, y apliquémosla al texto dándole algún sentido: “Dios está presente en la contentera que siente el gentil cuando éste respeta a Dios, Su nombre, la vida humana, la propiedad privada, el sexo, etc”. Parece entonces, que es aún más sencillo alegrar a Dios cuando la persona cumple lo que si puede hacer.

Pero bueno, la ley es la ley, y las Leyes del Gentil es norma pétrea e inamovible; interpretable pero no reformable. En mi ególatra reforma propuesta, algunas acciones quedan excluidas como prohibidas ya que se daría énfasis al sentimiento de alegría en lugar de actos concretos.

Me explico: si dice la norma “Prohibido la Idolatría”, se debe de entender en un sentido amplio que abarque cualquier supuesto; sea que no solamente hay que respetar a Dios, sino que estrictamente no se puede realizar actos que incluyan la mínima adoración, rito o inclinación a respetar dioses inexistentes. Por ejemplo, un Noájida consiente se encuentra en medio de una fiesta patronal del “santo de turno”, pero no está participando de ella. Decide comer y beber la comida servida en dicha fiesta, sin participar directamente en la celebración. Esa acción de comer es idolatría de acuerdo al primer principio, y por ende, prohibida; aunque se piense que se está respetando a Dios por no participar en la fiesta patronal, esa acción de comer los alimentos dedicados es idolatría. Aunque sienta feliz el comensal de estar cumpliendo su deber de respeto por no participar en la fiesta patronal, su acción al comer es contraria al mandamiento prohibitivo.

Retomemos la cita del inicio y comparémosla con el ejemplo del Noajida en la fiesta patronal de turno: “La Divina Presencia reposa en el lugar de la alegría a causa del cumplimiento de un mandamiento”

Si la “Divina Presencia” se refiere a Dios como sujeto de la oración ¿Cómo va a reposar Dios en la alegría que siente alguien por no participar directamente de una fiesta patronal, pero indirectamente está cometiendo idolatría por comer alimentos dedicados a un santo? No parece muy coherente tampoco; ¿o sí?

Así entonces, para que los no judíos podamos entender con claridad la cita trascrita (o cualquier otro concepto que se mal asocie con los que tiene los religiosos) respecto a nuestra “Tora Gentil”,  la frase “Divina Presencia” no se refiere a Dios como sujeto de esa oración; se refiere a otros términos tales como: La Paz, La Lógica, La Conciencia del Hombre, La Razón, El Equilibro multidimensional del Ser Humano en sus planos, el Yo Esencial del Ser.

Voy hacer el ejercicio de sustituir la frase por las que se propusieron, y juzguen queridos amigos:

“La Paz reposa en el lugar de la alegría a causa del cumplimiento de un mandamiento”

“La Lógica reposa en el lugar de la alegría a causa del cumplimiento de un mandamiento”

“La Conciencia del Hombre reposa en el lugar de la alegría a causa del cumplimiento de un mandamiento”

“La Razón reposa en el lugar de la alegría a causa del cumplimiento de un mandamiento”

“El Equilibro multidimensional del Ser Humano reposa en el lugar de la alegría a causa del cumplimiento de un mandamiento”

“El Yo Esencial del Ser reposa en el lugar de la alegría a causa del cumplimiento de un mandamiento”

Si el concepto “Divina Presencia” (y cualquier otro concepto que se lea) se asociara a los términos relacionados u otros más lógicos, y no a Dios como persona o sujeto de una oración, entonces las Leyes Prohibitivas que nos competen tiene un rango de acción más amplio, y son mejor entendibles y aplicables para casos en concreto.

Así pues, sí se llega a sentir alegría por NO INCUMPLIR la PROHIBICIÓN, pero no porque Dios esté presente en esa alegría que se sienta, sino porque se está utilizando nuestro gran regalo sagrado, que es el razonamiento, para hacer de nuestra “Tora” algo cotidiano, práctico, razonable y lógico; y no algo arcaico, viejo, antiguo o desactualizado.

Me pude dar a entender o me enrede mucho? Gracias por sus comentarios

 

.ateos diversion dios jesus biblia

Ese punto azul pálido… ¡La tierra!

Al mirar la historia de la humanidad, su devenir parece estar tan fuera de nuestro alcance, el mundo y lo que nos depara a sus habitantes parece incierto cuando nos asomamos para descubrir las páginas atroces y tristes  que hablan de nuestra historia, en su mayoría son producto de las cubiertas que le envuelven al ser dominado por el Ego.…

Quizás reconocerlo, nos haría pensar en la importancia de re – descubrirnos, de vivir a plenitud, de tratarnos bien los unos con los otros; de preservar y cuidar  de “este punto azul” mientras trabajamos desde nuestra limitada y a la vez potente condición para convertirlo en el paraíso terrenal…

La  fotografía que acompaña éste texto es de la Tierra, tomada por la sonda espacial Voyager 1 y que es conocida  en el ámbito científico como “Un punto azul pálido”.  Fue registrada desde 6.000  millones de kilómetros de distancia y  muestra a la Tierra como una mota o punto de luz casi imperceptible debido al fulgor del Sol.   La foto fue tomada el 14 de febrero de 1990, una pieza que bien prodía servirnos  para reflexionar, para reconocer nuestra minúscula posición en el universo.

La reflexión de Carl Sagan a partir de ésta imagen, no deja de tocar parte de esa sensibilidad que me invita a reflexionar en la razón por la que existimos, y sobre todo en lo que hacemos mientras vivimos.

“Tuvimos éxito en tomar esta fotografía, y al verla, ves un punto. Eso es aquí. Eso es casa. Eso es nosotros…

 Desde este punto de vista lejano, la Tierra puede carecer  de cualquier interés particular. Pero, para nosotros, es diferente. Consideremos de nuevo ese punto. Eso es aquí. Eso es casa. Eso somos nosotros. En él,  todos los que amamos, todos los que conoces, y  todos los seres humanos que han existido.

El conjunto  de todas nuestras alegrías y sufrimientos, miles de religiones seguras de sí mismas, ideologías y doctrinas económicas, cada cazador y cada recolector, cada héroe y cada cobarde, cada creador y destructor de civilizaciones, cada rey y cada plebeyo, cada joven pareja enamorada, cada niño esperanzado, cada madre y cada padre, cada inventor y explorador, cada maestro de moral, cada político corrupto, cada “superestrella”, cada “líder supremo”, cada santo y cada pecador en la historia de nuestra especie vivió allí  – en una mota de polvo suspendida en un rayo de sol. La Tierra no es más que un pequeñísimo grano que forma parte de una vasta arena cósmica.

Piensa en los ríos de sangre derramados por cientos de  generales y emperadores, para que, en gloria y triunfo, pudieran convertirse en amos momentáneos de una fracción de un punto. Piensa en las interminables crueldades cometidas por los habitantes de una esquina de éste píxel hicieran sobre  los apenas distinguibles habitantes de alguna otra esquina del punto. La frecuencia de  sus malentendidos, cuán ávidos están por matarse los unos a los otros, cuán  fervientes son sus odios.

Nuestras posturas, nuestra presunción imaginada, la falsa  ilusión que tenemos de que ocupamos una posición privilegiada en el Universo… son  desafiadas  por este pálido punto de luz. Nuestro planeta es un solitario grano de polvo en la inmensa oscuridad cósmica que todo lo envuelve. En toda esta inmensa oscuridad -en toda esta vastedad-, no hay ningún  indicio de que la ayuda vendrá de otra parte  para salvarnos de nosotros mismos.

La Tierra es el único mundo conocido hasta ahora capaz de albergar vida. No existe  ningún otro lugar, al menos en el futuro próximo, al cual nuestra especie pudiera migrar.

¿Visitar?, …sí.  ¿Colonizar?, … aún no.

Nos guste o no, en este momento la Tierra es donde tenemos que quedarnos. Se ha dicho que la astronomía es una experiencia constructora de humildad, y formadora del carácter. En mi opinión, no hay quizá mejor demostración de la locura de la presunción  humana  que “esta distante imagen de nuestro minúsculo mundo”.

Para mí, recalca nuestra responsabilidad de compartir más amablemente  los unos con  los otros y de preservar y cuidar  ese punto azul pálido, el único hogar que  hemos conocido”.  

Carl Sagan 1934 – 1996.

 Video:  Ese punto azul pálido  

 ¡Por un mundo más noájida!, Construyamos shalom en nosotros y hagamos lo que esté a nuestro alcance para construir allí… afuera, donde también es imprescindible, necesario y urgente.

¡Un abrazo!  y que sepamos construir Shalom.

Esto fue lo que nos paso

carlos-apertura

 

 

Nosotros los gentiles, noajidas, benei noaj, ateos, personas, o como nos quieran llamar, nos sentimos dichosos por al fin poder gozar y disfrutar de la vida.

Lo cierto del caso es que somos personas comunes y corrientes, de diferentes países, de distintos estados civiles, de variadas profesiones, de distintas personalidades que encontraron en el Gran Mundo Virtual un punto de encuentro; un sitio en que se nos acogió como un Hogar; y que a pesar de nuestras diferencias, se nos dio trato de iguales. Ese trato de Igualdad y Libertad lo empezamos a vivir de manera natural, sin regaños por nuestros comentarios ni con sentencias de que teníamos que pensar de tal o cual manera. Simplemente continuábamos visitando la página web, leyendo sus artículos (en especial los que se encuentran en el apartado “Empieza Aquí”), comentando los mismos y expresando nuestras opiniones, para que al poco tiempo empezáramos a vivir grados de bienestar que en pocos lugares físicos o virtuales se encuentran.

Al poco tiempo, empezamos a notar mejorías en nuestras vidas; ya que mientras se leía, se ponía en práctica lo leído. Eso dio un resultado asombroso: cada vez se era menos víctima del prejuicio infundado producto de añejas ideas religiosas heredadas, y menos temerosos de las circunstancias que la vida presentaba. Empezamos a asumir actitudes diferentes a las que teníamos frente a la Vida, y el Mundo empezó a cambiar para bien. No era que no pasábamos momentos difíciles, era que ya los atravesábamos con una visión y actitud diferentes, y eso dio victorias contundentes.

Pero el inicio no fue sencillo. ¿Qué inicio lo es? Todo era confuso y caótico porque no se entendía, porque la información era muy multitemática, porque lo que se leía iba en contra de las ideas religiosas que se tenían aunque se creyera libre de ellas, porque se ponía algún tipo de resistencia necia ante evidencias reales y actuales, porque se criticaba u ofendía ante un comentario que derrumbaba nuestra supuesta astucia, y así varios ejemplos.

Era tanta la información que se obtenía que no se lograba  procesarla correctamente. Era como una “saturación” de ideas en nuestra mente, imposible de asimilar de un solo golpe. Se nos indicaba que siguiéramos el orden natural de crecimiento examinando las lecturas iniciales que se encontraban en el apartado “Empieza Aquí”, pero poco caso hicimos, y refunfuñando lo intentamos.

Pero un bien día, no muy lejos de ese primer inicio, y luego de leer ese orden que se nos habían recomendado, se reveló La Verdad; nuestra propia Verdad. Éramos personas vacías sin herramientas para enfrentar nuestros propios dilemas; hinchados de prejuicios, religiones, dogmas, miedos, terrores, depresiones, impotencias, problemas que eran evidenciados en esos primeros comentarios que hacíamos. Utilizábamos nuestro teclado para comentar con iracunda malicia o con depresivo sometimiento, revelando una sencilla verdad: éramos incapaces de vivir, desaprender y aprender.

Pero otro buen día, no muy lejos del anterior, y luego de muchos artículos leídos primeramente en el apartado “Empieza Aquí” y luego los que continuamente de publicaban, empezamos a vivir lo que a mí me gusta llamar Un Despertar De Conciencia. Porque así fue, con-Ciencia. No fue con fe en nada ni nadie, ni con aceptación ciega de ninguna religión, rito, dios, salvador, biblia o libro sagrado; todo fue con la razón, el intelecto, el análisis, la comunicación, la investigación, a la que se le sumó la tolerancia, la paciencia, el desprendimiento desinteresado, la explicación amorosa y la caridad en altruismo que merece el que no sabe o entiende.

Hicimos práctica del viejo lema del Método Científico: “La prueba visual siempre va a ser la menos confiable”. Así pues nos dimos a la tarea de intentar ser lo más objetivos y analíticos posible, porque queríamos saber la verdad, y con ella poder disfrutar de nuestra existencia.

En cierto punto, y luego mucha prueba y el error, todo empezó a cobrar sentido, y la propia vida empezó a tomar su rumbo natural, sin que peleásemos contra ella o contra las circunstancias. No me gusta utilizar el término “cambio” o “conversión” porque no sustituimos nada de nuestra personalidad, aunque sí desaprendimos mucho de nuestras ideas y comportamientos. Tampoco nos convertimos en santos, o en algo parecido a religiosos de oficio. Sencillamente nos dimos cuenta quienes éramos y cual era nuestras obligaciones para con nosotros, con los demás y con la sociedad.

Todo cobró sentido, nuestro pasado y nuestro presente, nuestro comportamiento ante las circunstancias; y descubrimos que los problemas que habíamos generado en nosotros y en otros se debieron por ignorar lo referente a nosotros mismos en nuestra forma de actuar y pensar. Cuando aceptamos eso, y con sinceridad actuábamos con base en la solución que se nos proponía en esos primeros ensayos leídos, empezamos a experimentar grandes avances ya que nuestra nueva actitud era iniciar la Gran Aventura del Hombre: saber quien realmente ES, desaprendiendo quien se creía que era.

Así fue como paso. Y en el estado de recién nacidos nos encontramos. Descubriendo el mundo que se nos reveló ante nuestros ojos. Vamos explorándolo poco a poco y mientras más nos adentramos en él con una actitud diferente a la que teníamos y con la información correcta y ordenada, más inmenso vemos que es.

Fue así que paso mi querido lector, o tal vez fue así como a mí me pasó. Pero sea cual sea el caso, lo cierto es que te espero, solo un gateo más adelante, para que conmigo contemples el panorama que está solo a ese gateo más adelante.