En el año 2007 el Primer Ministro japonés Shinzo Abe tuvo que retirarse del poder pues el país se encontraba inmerso en una situación económica bastante difícil producto de las camarillas características del Japón que habían hundido a la nación siendo que este país terminó por perder su posición hegemónica como la segunda potencia más desarrollada del mundo para cederle su lugar a la China, algo impensable en la mentalidad del japonés.
Aunque la cultura japonesa tiene muchos defectos también tiene muchas virtudes, siendo que una de ellas es la disciplina heredada por medio del Bushi Do que era la forma de instruirse y de vivir de un samurai. Lo interesante de todo esto es que pese a ciertos factores misóginos que nada de honrosos tienen dentro del Bushi Do, existen otros valores que sí son de suma importancia y que nada tienen que ver con la misoginia sino más bien con la vida honrosa y honesta de un samurai, como por ejemplo la vida honorable que debía de llevar el samurai y la disciplina mental y física que llevaba. Hay cosas que se pasaban de tono como el kami kaze pero también hay otras muy buenas como el concepto de defender la patria y de la mejora constante.
El Japón del período posterior a la Segunda Guerra Mundial debió de levantarse de las cenizas de sus propias malas decisiones y daños a potencias a los que atacó por un apetito voraz de control y de conquista. Aunque es sumamente reprochable que Japón buscara subyugar y controlar a otras naciones por medios crueles e inhumanos y el hecho que Japón se haya aliado con el Eje, lo cierto del caso es que esto le costó caro, siendo que como resultado perdió a sus fuerzas armadas aparte que tuvo que resarcir a los aliados por las pérdidas suscitadas por la guerra, el mismo caso le sucedió a Alemania.
Curiosamente Shinzo Abe fue elegido como primer ministro del Japón nuevamente este año y aplicando conceptos de la Dinastía de los Meiji está en la búsqueda del reposicionamiento de la nación nipona como la segunda potencia más desarrollada en el mundo, esto lleva dos aristas, de una parte el poder que Japón ejerce sobre sus homólogos el cual ha disminuido significativamente por la gran influencia que ejerce la China y por otro lado el golpe al honor japonés ya que su otrora colonia, la China, se encuentra por encima de ellos y esto para el japonés es una de las situaciones más dolorosas que sus egos puedan sufrir.
Es por ello que el primer ministro Abe ha incluido dentro del plan de desarrollo económico del Japón el concepto de fukoku kyohei que en palabras sencillas supone dos cosas, el enriquecimiento del Estado y el refuerzo del ejército. No es nada honroso el utilizar al EGO para buscar controlar al mundo, pero en el caso de Japón parece que en mucho han aprendido a la lección porque tanto fue su orgullo y EGO que terminaron por perderlo todo y cuando nuevamente hacían aspavientos por su forma de ser, volvieron a sufrir una dosis de humildad. Sin embargo, como bien dijo nuestro querido Moré, siempre hay cosas que se pueden extraer de todas las situaciones y esta no es la excepción a pesar que fukoku kyohei tiene un substrato egotístico.
Pese a que Japón no cuenta con un ejército, lo cierto del caso es que las dos vertientes del concepto de recién mención, fukoku kyohei, son muy importantes, pues si tomamos dichos conceptos y los aplicamos a nuestras vidas como individuos, podemos mencionar que en el caso de los noájidas conscientes de nuestra identidad, ello implica reforzar nuestros estudios en lo que a nosotros nos compete y poner en práctica esos conceptos para la efectiva construcción de Shalom. Paradójicamente las enseñanzas que hoy incluyo vienen de dos potencias que pertenecieron al Eje, aspecto completamente deshonroso y vergonzoso en la historia de estos países, empero, las naciones que hoy han surgido son bastante distintas de las cenizas que alguna vez formaron la antisemita Alemania y el oportunista Japón de la Segunda Guerra Mundial.
Las enseñanzas de las políticas económicas del Japón y de Alemania nos servirán para mejorar como constructores efectivos de Shalom. Aquí volveremos a tomar otro concepto de Economía pero esta vez de la Alemania moderna. No debemos olvidar lo que ocurrió en la Segunda Guerra Mundial y debemos de repudiar al nazismo y al fascismo, pero una cosa son los nazis y otra los alemanes pues aunque es muy reprochable lo que los abuelos hicieron, lo cierto del caso es que debemos de seguir adelante y no seguir con ese resentimiento hacia los hijos, quienes nada tuvieron que ver con las malas decisiones de los padres.
Para poder lograr fukoku kyohei hacia una construcción efectiva de Shalom es necesario que utilicemos otro concepto de la filosofía japonesa, el kaizen que quiere decir algo así como mejora continua. ¿Cómo logramos esa mejora continua? Lo logramos siguiendo principios ordenados, principios que tienen que ver con la forma en que el actual gobierno alemán ha logrado levantar la economía de Alemania y posicionarse en una lugar estratégico en Europa pasando de ser una de las naciones menos prometedoras en 1999 a ser la nación que muchos ven como la líder actual en Europa en el 2013, aunque claro está, los alemanes se muestran renuentes y no muy cómodos con su nueva posición de liderazgo de facto. ¿Por qué es esto importante? Por dos razones, en primer lugar el demostrar que hasta el que ha caído más bajo siempre puede levantarse, si eso quiere hacer y, en segundo lugar porque a través de una mejora continua que nos permita enriquecernos en todos los sentidos podremos reforzar nuestra base de valores noájidas, iremos hacia la construcción efectiva de Shalom y ayudaremos a la mejora de este mundo.
Es por ello que entramos en un concepto conocido como ordnungspolitik que quiere decir política ordenada. En el caso de los estados la política tiene que ver con su organización, pero los individuos también nos organizamos a lo interno y a lo externo y debemos de hacerlo de una manera sencilla pero efectiva, pues como bien dice un familiar mío, al fin y al cabo la pérdida de tiempo se traduce en la más grande de las pérdidas pues el tiempo es el activo más importante.
Es por ello que para lograr organizarnos ordenadamente tenemos que enfocarnos en el orden como tal, porque la falta de orden causa caos y el caos genera pérdida de tiempo y de otros activos. Vamos a poner un ejemplo, si yo vivo en desorden en casa, tendré que perder aproximadamente diez minutos diarios buscando las llaves de la casa entre todo el chiquero para poder salir a trabajar, en cambio si las llaves están en su lugar sabré que cada mañana estarán allí y no tendré que perder diez minutos buscando las llaves por todo el desorden que conforma o más bien, deforma mi hogar. Lo mejor es tratar que exista predictibilidad, esto se logra poniendo las cosas en su lugar, planeando bien y administrando bien.
Ese orden aplica para las finanzas también por lo que se debe buscar ahorrar. Los noájidas conscientes de nuestra identidad y que construyamos efectivamente Shalom no tenemos la necesidad de tener que ser consumistas desmedidos, pues nuestra satisfacción yace en la conciliación de los cinco planos de inmanencia en que vivimos, a saber, el espiritual, el intelectual, el emocional, el físico y el social y más bien debemos de incitar a una política de consumo responsable, siempre favoreciendo el consumo comedido pero también propiciando otros valores que vayan más allá del fuero de lo material.
Entonces ese orden deberá darse en estos planos para poder movernos hacia el siguiente principio que nace de manera lógica a partir del orden y que tiene que ver con la claridad. Al haber orden y no haber interferencia se pueden ver las cosas de manera clara. Al actuar con claridad se aumenta el control pero no como el EGO quiere que se controle, sino que al haber orden hay claridad y al haber claridad el EGO tiene menos oportunidad de entorpecer o nublar las cosas, porque hay orden y hay claridad y surge el control, el control de mantener al EGO a raya y de ver las cosas por lo que realmente son.
Esto nos lleva a un tercer principio que nace de los dos anteriores y que tiene que ver con la completez que es contraria a la pereza y, por tanto, de suma importancia que sea aplicada pues lo que vale la pena hacerlo vale la pena hacerlo bien hecho y lo importante es planear con cuidado pero con completez. Una de las cosas que ayuda mucho para completar las tareas necesarias para lograr la meta tiene que ver con la utilización de una agenda ya que esto nos ayuda a mantener un orden que nos da claridad y nos permite saber qué es lo que tenemos que hacer.
Por último tenemos la puntualidad, que va más allá de llegar temprano o a tiempo sino que tiene que ir de la mano con los principios antes mencionados. Esa puntualidad tiene que ver con el hecho que debido a nuestra organización y planeamiento cuidadoso hemos logrado definir cuáles son las acciones y metas que deben ser completadas enteramente o mejor no se hacen del todo y que deben ser llevadas a tiempo de acuerdo a lo planeado para así alcanzar el objetivo.
En resumen, un noájida consciente de su identidad y que quiera construir Shalom buscará siempre enriquecer su acervo espiritual, intelectual, emocional, físico y social para poder reforzar la construcción efectiva de Shalom tanto a lo interno como a lo externo y lo hará en orden, con claridad, con completez y puntualmente para ser efectivo, eficaz y poder llevar una vida de plenitud y goce. A partir de llegar a esas conclusiones fue que comprendí aquel camino hacia la sabiduría que habla de aplicar la perspicacia de los negocios a la vida cotidiana.
¡Que pasen una excelente semana y que sigamos construyendo efectivamente Shalom!