Reseña una nota de prensa:
A los que creían que sólo existe una Coca Cola, única e irrepetible, les decimos que están muy equivocados. Muchos países tienen sus propias bebidas cola, que en algunos casos se han convertido en banderas ideológicas, como la Meca Cola pensada para contrarrestar el avance norteamericano en el Islam.
Los nombres son:
– Kola Real, de Perú con amo: Se la conoce por la marca Big Cola.
– Coca Kolla, con hojas de coca: En La Paz, Bolivia, es furor en estos días una nueva bebida llamada Coca Kolla, producida en base a la hoja de coca …lleva una etiqueta roja muy parecida a la de Coca Cola.
– Virgin Cola, la cola de Pamela: se asoció su marca a la imagen de amela Anderson y la bebida empezó a ser apodada como «The Pammy».
– Breizh Cola, del lejano oeste? francés: pregona la diversidad de las culturas, la protección del medio ambiente y la importancia de preservar las lenguas regionales.
– Corsica Cola, contra el calor: La compañía tuvo un golpe de suerte porque una ola de calor invadió la región gala durante ese mes y las botellas se agotaron en sólo dos meses.
– Cola Turka, contra Estados Unidos: Fue presentada en junio de 2003, en el marco de una fuerte campaña contra la ocupación estadounidense en Irak.
– Zam Zam Cola, para ganarle a Coca en Irán: El nombre del producto es un guiño al «sagrado» pozo de Zamzam, cerca de la ciudad «sagrada» islámica de La Meca, donde la tradición dice que Agar proporcionaba agua a su hijo Ismael.
– Parsi Cola, para ganarle a Zam Zam: La ventaja de la Parsi Cola es que su botella es tan parecida a la de Coca Cola que la gente se confunde y la pide como si fuera la original bebida norteamericana. Se suele servir con un aperitivo de pistachos.
– Mecca-Cola, mirando a La Meca: Esta bebida fue lanzada en 2002 por un hombre de negocios francés, de origen tunecino, llamado Tawfik Mathlouthi, con un slogan muy comprometido: «No beba tontamente, beba comprometido».
– Qibla Cola, la cola ética: Qibla Cola es la versión «ética» de la Coca Cola, ya que la compañía se compromete a donar el 10% de sus beneficios netos a causas humanitarias en todo el mundo.
11. Afri-Cola, la cola retro: en los últimos años, la bebida fue muy criticada por tener valores inusualmente altos de cafeína.
12. Ubuntu Cola, por lo justo: El nombre deriva de la filosofía humanista africana Ubuntu, que suele traducirse como «Soy porque nosotros somos».
Esta realidad se asemeja al tan bien vendido producto llamado «Jesús». En algún momento de la historia existió un sujeto con ese nombre, que tal vez fue un judio común y corriente, que tal vez enseñaba ciertas cosas, y que tal vez tenia seguidores.
Pero los grandes empresarios de la religión, por ejemplo Pablo Tarso, lo vió como una oportunidad para negociar y se inventó «Jesús el Mesias». Y comenzó la venta de dicho producto a través de eslogans como: «cree en Jesús y serás salvo», etc. Sumado a una fuerte distribución por aquellos lugares donde predominaba la sed de espiritualidad y una publicidad que atacara el consumo de espiritualidad verdadera, es decir: «quieres ser parte de Israel? Entonces cree en Jesús», «¿Quieres tener parte en el Mundo Venidero?, entonces no seas noájida, cree en Jesús».
Y así hasta el sol de hoy tenemos distintas y desastrozas marcas:
Jesucristo, Yeshua, Yehoshua, Yahoshua, Rebe Yeshua, etc.
Y tenemos distintas malignas empresas promocionándolo:
Judios mesiánicos sefarditas, judios netzaritas, mesianicos netzaritas, mesiánicos karaitas, karaitas netzaritas, karaitas sefarditas netzaritas.
Todos gritan a viva voz las razones de por qué su producto «Jesús» con su nueva presentación definida en lo que ellos creen, debe ser consumido por todo el mundo.
Sin embargo, cuando dichas razones son revisadas a la luz de las reglas de «protección al consumidor» o sea, la Torá, la Ley, los Sabios, comienzan a salir las fallas, los errores, los efectos secundarios, los daños, la suciedad, etc.
Pero los grandes empresarios fetraficantes se defienden diciendo: «Esa organización de protección al consumidor está caduca, ya fue desechada, ahora somos nosotros quienes establecemos los parámetros de calidad».
En fin,
No importa qué tanto quiera limpiar el Nuevo Testamento, la imagen real y terrible del sujeto de la cruz, las palabras de odio de sus seguidores. Siempre tendrá que pasar por el ojo crítico del Jefe y de sus reglas, y si no se ajusta a lo esperado, entonces automaticamente se descarta y pasa a ser un producto nocivo para la salud.
El producto «Jesús» es terriblemente nocivo para la salud en cualquiera de sus presentaciones, no importa que inventen mil presentaciones más.
La Torá es clara: «No tener dioses ajenos», no tener mediadores, Dios no es humano, Dios no contradice su Ley, Dios no desecha a su pueblo, Dios tiene un pacto con los gentiles y un pacto con los Judios.
Vive tu noajismo, pero sin aditivos químicos.
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