Dar, es algo divino.
Los humanos podemos dar o recibir.
Algunos solamente desean recibir, y recibir y recibir.
Dan porque no tienen más opción, o porque espera recibir alguna compensación.
El único que da sin recibir absolutamente nada a cambio es Dios.
El da, y da, y da.
Nunca recibe.
Las personas podemos dar y recibir.
Cuando damos, estamos compartiendo esa cualidad divina, de Dios.
Cuando abrimos nuestra mano con el necesitado, con el difusor de judaísmo/noajismo, con la causa de bien, estamos asociándonos con el Eterno, haciendo lo que Él quiere que hagamos.
Abre tu mano para dar.
Comparte, sé solidario, contribuye, apoya, participa.
Demuestra que eres creado a imagen y semejanza del Eterno, y no que eres un terrón de tierra con movimiento.