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Profetas y profecía

Toda persona en su esencia más pura, en su neshamá, está constantemente conectado con el Eterno y con toda la creación.
Pero, ese Yo Esencial se encuentra amurallado detrás de capas y más capas que el EGO y las experiencias vitales han ido poniendo a su alrededor.
Además, nuestros cinco sentidos no están capacitados para percibir esa tenue voz que desde nuestro interior nos comunica verdades y sabiduría, bondad y armonía.
Entreverados con el abundante torrente de percepciones y estímulos, la vocecita sagrada de nuestro Yo Esencial, el canal conectivo con el Padre, permanece oculto, como en silencio, perdido, como si no tuviera existencia.
Sin embargo, ahí está, todo el tiempo disponible para nosotros, a nuestro alcance, sin necesidad de rituales, sin adherirse a doctrinas místicas, sin seguir a líderes religiosos, sin ningún aspaviento, allí en nuestro interior está la Palabra de Dios disponible para darnos vida, sentido, trascendencia.
Como en la propia Torá Dios se encarga de explicitarnos:

"Ciertamente este mandamiento que te mando hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos.
No está en el cielo, para que digas: ‘¿Quién subirá por nosotros al cielo y lo tomará para nosotros, y nos lo hará oír, a fin de que lo cumplamos?’
Tampoco está al otro lado del mar, para que digas: ‘¿Quién cruzará el mar por nosotros y lo tomará para nosotros, y nos lo hará oír, a fin de que lo cumplamos?’
Ciertamente muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.
"
(Devarim / Deuteronomio 30:11-14)

Si aprendemos a doblegar al EGO (también conocido como Ietzer haRá o Satán), si des-aprendemos una cuantiosa cantidad de doctrinas y creencias nefarias, si reforzamos nuestras potencias multidimensionales, si dejamos de lado el querer controlar aquello que no está bajo nuestro dominio, ciertamente tendríamos ocasión de vislumbrar alguna percepción “extrasensorial”, que se aproximase a lo que fuera en su momento las revelaciones proféticas.
Dije “tendríamos ocasión”, que no es lo mismo que “tendríamos profecías”.
Déjame que te explique.

La profecía es recibir mensajes de parte del Eterno.
Cuando la persona tiene algún grado de percepción de contenidos, mensajes entrantes, que transitan por la conexión que el Yo Esencial mantiene con el Eterno.
La conexión es constante, propia del ser humano; pero la percepción de los mensajes que vienen a través de ella es circunstancial, que puede extenderse más o menos en el tiempo, y que puede variar de índole o categoría.
Es decir, un profeta no lo es todo el tiempo; y no todo lo que percibe es profecía de idéntico peso profético.
El único que mantuvo con firmeza su superior estatura profética fue Moshé, quien por divina Voluntad alcanzó y se sostuvo casi invariablemente en ese nivel, mientras fungió como profeta y líder del pueblo.

Así pues, la profecía es la capacidad de percibir mensajes entrantes que provienen a través de la conexión espiritual.
Como ya te mencione, todos tenemos esa capacidad de forma innata, aunque no fuera aprovechada.
Tampoco lo era por la mayoría de las personas en el pasado, cuando el canal de profecía estaba abierto. Hace unos 2500 años que el Eterno cerró el canal de la profecía para el ser humano. Desde ese entonces, ya no hay más profetas ni profecía en el mundo. (Por supuesto que todos los que desde entonces se autodenominan profetas y comercian con la “fe”, lejos están de la santidad, de la divinidad, o de guiar por la senda de la vida. Mucho cuidado con los lobos disfrazados de pastores o de ovejas.)
Sin embargo, la capacidad natural está en nosotros, tenemos formas de perfeccionarnos para ir alcanzando cada vez mayor grado de apreciación de la Luz interna y estar menos sometidos al EGO, pero, por Voluntad Divina estamos imposibilitados por ahora de traspasar el umbral hacia la profecía clara y precisa.
Aunque, tenemos la fiel promesa de que volveremos a recibir la información que fluye por ese sagrado canal, eventualmente, en la Era Mesiánica. Como leemos:

“Así­­ sabréis que Yo estoy en medio de Israel, que Yo soy el Eterno vuestro Elokim y que no hay otro.
Y nunca más será avergonzado Mi pueblo.
Y sucederá después de esto que derramaré Mi soplo sobre toda carne. Vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán. Vuestros ancianos tendrán sueños; y vuestros jóvenes, visiones.“
(Ioel / Joel 2:27 – 3:1)

(Supongo que te habrás preguntado el motivo por el cual Dios restringió este canal tan provechoso de información sagrada. Quizás más adelante te brinde alguna idea al respecto, quizás no.)

En el Talmud se mencionan cuatro aspectos imprescindibles de todo profeta:

“el Eterno no hace posar Su Presencia sino en una persona que sea fuerte, rico, sabio y humilde”
(Nedarim 38a)

¿Cómo ha de interpretarse cada una de estas cuatro cualidades?
En otro sitio, el propio Talmud nos brinda una importante clave:

“¿Quién es sabio?
Aquel que aprende de toda persona.

¿Quién es fuerte?
Aquel que conquista a su Ietzer (EGO).

¿Quién es rico?
Aquel que se contenta con lo que tiene.

¿Quién merece la honra?
Aquel que muestra honra por las criaturas de Dios.”
(Pirkei Avot 4:1)

En este pasaje no está definida la humildad, sino que en su lugar se tipifica al merecedor de honra. Igualmente nos sirve para darnos cuenta que en la concepción judía tradicional, la humildad es contar con la correcta autoestima, saber valorarse adecuadamente, tanto en aquello que es una carencia como aquello que es una virtud. El humilde se evalúa sin rebajarse pero tampoco sin enorgullecerse en vano. Esta condición le permite valorar al prójimo adecuadamente, no hostigar, no agredir, no manipular, sino aceptar al otro, valorarlo, respetarlo, ayudarlo a corregir lo negativo, promoverlo a fomentar lo positivo, denunciar con firmeza lo torcido para enderezarlo. Tal es la humildad.

En este sentido, es interesante hacer notar que es fundamental el ánimo pacífico, armonioso, carente de agresión, sin enojo, sin esclavitud al EGO. Tal como leemos:

“… así también es con el enojo, que es un rasgo extremadamente destructivo, y es necesario que uno se distancie lo más posible de él, y se entrene para no enojarse, incluso en aquello que pareciera apropiado estar enojado… Los Sabios (Pesajim 66b) establecieron que aquel que está enojado es como uno que practica la idolatría. Además especificaron que cualquiera que está enojado, si es sabio pierde su conocimiento, si es profeta pierde su don profético…”
(Maimónides, en las “Leyes sobre Creencias”, Deot 2:3)

El mismo maestro, en Shemoná Perakim capítulo 7, explica que en particular es el desarrollo del plano mental con todas su potencialidades la llave hacia la profecía, y que es necesario completarlas con cualidades personales positivas, pero que no se las precisa a todas ellas. Así menciona a profetas que tenían ciertas dificultades emocionales, como el miedo, el enojo, el deseo, y a pesar de ello igualmente alcanzaron algún grado profético.
Aunque en el “Moré Nebujim” (Segundo tomo, capítulo 32) presenta para que analicemos otras perspectivas un tanto diferentes:

  1. La popular, también sostenida por algunos sabios de Torá: Dios elige a quien quiere, sin considerar las cualidades o dotes de la persona.
  2. La filosófica: la persona que alcanza un estado de integridad mental y moral, potencia su imaginación por medio de la cual profetiza sin más, sin intervención divina, sin elección, solamente por haber alcanzado un grado de desarrollo personal.
  3. La tradicional judía, fundamentada en nuestra cultura: es un proceso natural pero que precisa el factor de la intervención divina, puesto que Él puede bloquear el acceso a la profecía incluso a una persona que ha llevado al máximo sus potencialidades, con predominancia de la facultad imaginativa que forma parte de la dimensión mental.

Si relees lo que hemos escrito unos párrafos más arriba, podrías corroborar cual de estas opciones es la que nos representa mejor.

Pero además, y según explica Rabí Yehuda haLevi en el Cuzari (en base a Ialkut Shimoni, Shir haShirim 8:994), son necesarias dos condiciones más:

  1. Desde la entrega de la Torá la profecía se centro exclusivamente en miembros del pueblo judío.
    Antes hubo profeta entre las naciones, algunos vivieron y profetizaron luego de la entrega de la Torá, pero al morir ya no hubo renuevo profético entre los gentiles.
  2. La profecía se produce en la tierra de Israel exclusivamente, o fuera de ella cuando la cuestión atañe a su bienestar.

A esto sumemos que el Talmud (Sotá 48b) indica que la profecía requiere también de una época que la habilite, que abone a su recepción por parte del individuo apropiado.

Entonces, nos damos cuenta que para la formación de un profeta se precisa una combinación compleja de elementos: el profeta es una persona judía que ha logrado desarrollar sus capacidades multidimensionales, al punto de vivir en un estado de armonía interna y externa. Así quita el yugo del EGO sobre sí, por lo cual sintoniza su Yo Vivido a su Yo Esencial, lo que le permite disfrutar la irradiación de la Luz del Eterno, que repose en él la Shejiná (Divina Presencia). Claro, si esa es la Voluntad de Dios, si su generación es meritoria y si está en el territorio de Israel o laborando por el bienestar del pueblo judío en la tierra judía.

Como comprendes, el alcanzar grados de profecía depende de variados factores que deben combinarse, por lo cual los resultados no siempre será idénticos. Por ello, el gran Maimónides enumera once grados de profecía.
Los expondré ahora (muy brevemente), advirtiéndole antes que los dos primeros niveles no son propiamente proféticos, sino próximos a la profecía.

  1. Ayuda divina que incita y anima a realizar acciones buenas, grandes y relevantes. Ej.: Shofetim/Jueces 2:18.

  2. Una fuerza que impulsa a hablar con profunda sabiduría, divinas alabanzas, saludables admoniciones, o temas relativos a política o metafísica; más allá de las posibilidades naturales del que así procede.
    De este nivel son los textos inspirados que encontramos en la tercera sección del Tanaj, como por ejemplo Salmos, Proverbios o el libro de Daniel.
    No son profecías reales, pues ni siquiera el que las percibe las considera como mensajes que provienen directamente de Dios; sino que son inspiraciones de orden divino o sueños valorados como importantes.
    Tal es el caso específico de Daniel, que tomaba sus videncias como sueños y no como profecías.
    Tenemos aquí el nivel de la videncia de origen divino.
    Ej.: Daniel 7:2; 1 Melajim/Reyes I 3:15.

  3. Parábola percibida en sueños junto con su interpretación correcta y reconocida como mensaje del Eterno. Ej.: Zejariá/Zacarías 4:2.

  4. Percepción en sueños de palabras claras y distinguibles, sin ver al que las profiere. Ej.: 1 Shemuel/Samuel I 3:7.

  5. Un personaje revela algo en sueño profético y es tomada como revelación divina. Ej.: Iejezkel/Ezequiel 40:4.

  6. Es el más frecuente entre los profetas, y es cuando un ángel habla en sueño profético, y su palabra es tomada como revelación divina. Ej.: Bereshit/Génesis 31:11.

  7. Es cuando parece que en sueño profético es Dios mismo el que se comunica. Ej.: Ieshaiá/Isaías 6:1-8.

  8. Es cuando se perciben parábolas en una revelación profética en estado de vigilia. Ej.: Bereshit/Génesis 15:17.

  9. Cuando se oyen palabras de origen divino en estado de vigilia. Ej.: Bereshit/Génesis 15:4.

  10. Se ve en visión profética un personaje que le habla. Ej.: Iehoshúa/Josué 5:13.

  11. Es cuando en visión profética se percibe un ángel que le habla e interactúa con él. Ej.: Bereshit/Génesis 22:11.

Moshé es el único que superó este grado, pues de él está escrito:

"Frente a frente hablo Yo con él"
(Bemidbar/Números 12:8)

"Entonces el Eterno hablaba a Moshé [Moisés] cara a cara, como habla un hombre con su amigo"
(Shemot / Éxodo 33:11)

Todos los que perciben visiones y sueños deben apoyarse en su facultad imaginativa para comprenderlos y desentrañarlos, en tanto que Moshé lo que hacía era atestiguar la Palabra que le era revelada. En palabras de los Sabios:

“Todos los profetas veían en una pantalla no nítida, Moshé Rabeinu veía una pantalla nítida”
(Iebamot 49b)

Otra diferencia, es que Moshé es el único que toleró consciente la revelación de Dios, pues los otros profetas o recibían sus mensajes en sueños, o caían en sopor si la revelación se sostenía un cierto tiempo (mira el ejemplo de Avraham en Bereshit / Génesis 15). 
El  sistema nervioso humano es incapaz de tolerar la potencia energética de la conexión directa del Yo Esencial con el Infinito, por ello en buena medida el EGO también cumple una función protectora en el ser humano.
Al momento de la profecía, el profeta podía caer al piso con desmayos, o presentar signos de locura o alteraciones espacio/temporales, sufrir convulsiones o espasmos musculares involuntarios que podrían confundirse con ataques de epilepsia.
Así pues, la misericordia divina hacía que fuera en sueños la mayor parte de las profecías, para cuidar y proteger el sistema nervioso y la salud en general del profeta.
Al despertar, sentía el sabor poderoso del mensaje en su mente, percibía las imágenes (no solo visuales) con una precisión que la distinguía de los sueños corrientes, luego debía poner a funcionar su imaginación, su inteligencia, su intuición para alcanzar alguna claridad en el mensaje a reportar.

A todo esto, ¿la gente se preparaba para ser profeta o un buen día despertaba en ellos este don?

Sabemos que hubo algún período en el cual existieron gremios de profetas, los “benei hanebihim”, quienes estudiaban diversas materias y realizaban variados ejercicios para llegar a alterar sus estados de conciencia y alcanzar de esa forma alguna revelación celestial. Empleaban la música y probablemente movimientos corporales para sumirse en estados de éxtasis, de modo similar que ocurría con “profetas” en otras culturas, quienes buscan ofuscar su conciencia para tener supuestas visiones metafísicas.
Queremos creer que procuraban reducir los efectos del EGO en sus vidas, para de esa forma captar la suave voz del Eterno hablando desde su Yo Esencial. Pero, según parece la efectividad de tales academias y entrenamientos no rindieron abundantes frutos, no contamos con muchas profecías plasmadas en el Tanaj de discípulos de tales academias. Por más que araran el terreno, hicieran surcos, regaran, era el Eterno quien debía depositar allí la semilla para que germinara y creciera la profecía en ellos.

El Talmud enumera 55 profetas cuyo mensaje tiene significado para todas las generaciones, sus palabras han quedado registradas en el Tanaj.
Sin embargo, hubo varios otros, anónimos, puntuales, con acciones necesarias para tu tiempo y lugar sin intención de perpetuarse para las generaciones (ejemplo: 1 Melajim / I Reyes 13).
De acuerdo a la Tradición, cada miembro del pueblo judío fue profeta al momento de la Revelación de la Torá en Sinaí, condición que se evaporó para la mayoría tras el pecado con el becerro de oro. Éste fue un hecho único e irrepetible, la profecía al unísono de todo un pueblo, tal cual determina Maimónides, de una naturaleza difícil de comprender.

Hasta aquí hicimos un rápido bosquejo de las cualidades y condiciones para el profeta y la profecía, seguramente encontrarás mucha más información en nuestro sitio (serjudio.com y fulvida.com), porque hace varios años que trabajamos educando y difundiendo, son miles y miles los textos gratuitos a tu disposición. Aprovéchalos.

Ahora quisiera concentrarme un poquito en los mensajes, en esa información que se adquiere vía la red que conecta a nuestro Yo Esencial con el Padre y con el todo.
En la percepción general, e incluso académica, se asume que el profeta es una especie de vidente del futuro, que sirve para predecir eventos y avisar acerca de ellos.
Mira por ejemplo:

Diccionario de la lengua española © 2005 Espasa-Calpe:

profecía
  1. f. Don sobrenatural de origen divino que permite el conocimiento de hechos futuros.
  2. Predicción hecha por un profeta.
  3. Conjetura basada en indicios o señales

¿Será esta realmente la función y finalidad de la profecía, de la verdadera, de la que proviene del Eterno, de la que tomamos como un cierto grado de manifestación de Su Voluntad?

Si hacemos un relevamiento detallado y metódico veremos que no es así.
Si bien hay mensajes que traen imágenes del futuro, esto no es la finalidad ni el sentido de la profecía.

En ocasiones en la profecía se brindan imágenes de un probable futuro:

  1. para llevar a la reflexión que conduzca a la teshuvá (arrepentimiento total y sincero) (ejemplos: Ioel/Joel 2 y el libro de Mijá/Miqueas);
  2. o para calmar el alma apenada por las tragedias y de esa forma no dar al EGO oportunidad de seguir haciendo caer a la persona y la sociedad en el error/pecado (ejemplos: Ieshaiá/Isaías 40 y 52).

Pero, la visión del futuro en sí misma no tiene ningún valor. Sino que una y otra vez el mensaje de los profetas es despertar la conciencia de su audiencia, de aquellos a los que les dirigen el mensaje del Eterno.
Que esa iluminación multidimensional los lleve a una vida de construcción de Shalom, plena de actos de bondad y justicia, con lealtad a los mandamientos del Padre Celestial.
Esa es la finalidad, comprobada en cada participación profética.
Así fue desde el comienzo de la humanidad, una y otra vez la misma exhortación de parte del Padre.

De aquí sabemos algunas pistas (Mishné Torá, Iesodé Torá 10:1) para reconocer a un falso profeta:

  1. Propone mandamientos “con profecía de parte del Eterno” que no han sido declarados previamente en la Torá, o los dictados oralmente a Noaj y sus descendientes para los gentiles.
  2. Anula de forma permanente algún mandamiento “con profecía de parte del Eterno”.
  3. Propone adorar/servir a dioses que no son Dios, o antepone intermediarios en nuestra relación con Él.
  4. Su profecía es en nombre de alguna deidad que no es el Dios que se revelara a la nación judía en Sinaí.
  5. Su finalidad no es la construcción de shalom, por medio de la bondad, la justicia y la lealtad al Eterno y Sus mandamientos. (A veces para construir shalom es necesario recurrir a la destrucción, son muy escasas las oportunidades, pero existen. Ejemplo: (1 Shemuel / I Samuel 15).
  6. Que lo que dice respecto sucesos positivos del futuro NO se cumplen en todos sus detalles.
  7. Puede que ocurran eventos asombrosos, algo que parece milagros, curaciones y sanaciones, espectáculos sorprendentes. Pero nada de esto tiene ningún valor espiritual ni de conexión con Dios, si va en contra de los mandamientos del Eterno o es para adorar dioses que no son el Padre Celestial.

Lo vemos en el propio texto de la Torá:

"Tendréis cuidado de hacer todo lo que Yo os mando; no añadiréis a ello, ni quitaréis de ello.
‘Cuando se levantará en medio de ti profeta o soñador de sueños, y te dé una señal o un prodigio, y se cumple la señal o el prodigio que él te predijo al decirte: ‘Vayamos en pos de dioses ajenos’ -que tú no conociste- ‘y sirvámoslos’, no escuches las palabras de tal profeta ni de tal soñador de sueños; porque el Eterno vuestro Elokim os estará probando, para saber si amáis al Eterno vuestro Elokim con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma.
En pos del Eterno vuestro Elokim andaréis, y a Él temeréis. Guardaréis Sus mandamientos y escucharéis Su voz. A Él serviréis y a Él os adheriréis.
Pero tal profeta o tal soñador de sueños ha de ser muerto, porque predicó la rebelión contra el Eterno vuestro Elokim que te sacó de la tierra de Egipto y te rescató de la casa de esclavitud. Él trató de desviarte del camino por el que el Eterno tu Elokim te mandó andar. Así eliminarás el mal de en medio de ti."
(Devarim / Deuteronomio 13:1-6)

Y en el profeta:

"Así ha dicho el Señor Elokim: ¡Ay de los profetas insensatos que andan tras su propio espíritu, y que nada han visto!

Ellos ven vanidad y adivinación mentirosa. Dicen: ‘Así dice el Eterno’, pero el Eterno no los ha enviado. ¡Con todo, esperan que Él confirme las palabras de ellos!
"
(Iejezkel / Ezequiel 13:3-6)

¿Y cómo comprobamos si alguien es realmente un profeta (en la época y lugar en la que había)?

  1. Que sea una persona con lealtad a la Torá.
  2. Que sea cumplidor cabal de los mandamientos que le corresponden de la Torá.
  3. Que diga hablar en nombre del Eterno y su fama le precede como persona de bien, honesta, cultivada emocionalmente.
  4. Que lo que dice respecto sucesos positivos del futuro necesariamente DEBEN cumplirse perfectamente, con todos sus detalles.
  5. Que lo que dice respecto a sucesos negativos del futuro, eventualmente se cumplen, si es que las personas no rectificaron su conducta y se apartaron del mal camino que el profeta vino a denunciar.
  6. No tiene necesidad de presentar pruebas milagrosas, pero si lo hace, con que fuera una única vez es suficiente.

Una imagen que da el profeta acerca del sacerdote del Eterno retrata en buena forma al profeta verdadero:

"Mi pacto con él fue de vida y de paz. Estas cosas le di, y él Me temía y guardaba reverencia ante Mi nombre.
La Torá verdadera estuvo en su boca, y por eso: en sus labios no se halló malicia, en paz y en justicia anduvo Conmigo y a muchos apartó del pecado.
Porque los labios del sacerdote han de guardar el conocimiento, y de su boca han de buscar la Torá, pues él es un mensajero del Eterno de los Ejércitos."
(Malaji / Malaquías 2:5-7)

Te invito a que hagas un test para corroborar tus conocimientos: http://serjudio.com/tests/test012.htm y gracias por leer hasta aquí este largo texto, que es casi una recopilación de material que desde hace varios años tenemos publicado en nuestros sitios. Visita los links que te hemos ido ofreciendo, son muchos, son extensos algunos de los textos, pero es una pequeña colección de lo que tienes para ti gratuitamente aquí.
Y recuerda, si quieres colaborar con nuestra tarea de educación y difusión de valores verdaderamente basados en la Torá, para judíos y gentiles, te estaremos muy agradecidos.

La religión científica

Hemos explicado en otras ocasiones que aquellos que se autodenominan ateos, e incluso tienen la certeza de que lo son, difícilmente sean libres de ser “religiosos”.
Ciertamente su intención es la de no adorar dioses, ni a los falsos (¡qué bueno que así sea!) ni al Uno y Único (¡qué pena!).
De forma consciente no se rigen por doctrinas de instituciones eclesiásticas, aunque tal vez sin saberlo sigan costumbres religiosas, o deban participar de esos asuntos a sabiendas o no.

Pero, en tanto la persona (atea o no) no haga un trabajo multidimensional para ubicar a su EGO (también conocido como Satán y Ietzer haRá) en la función que le corresponde, seguramente sea su esclavo, lo que conlleva algún grado de religión y adoración de un “algo” que se considera poderoso, salvador, redentor, como el EGO se presenta a sí mismo desde el comienzo de nuestra vida en este mundo.
Va más allá de lo que uno piense o crea, siempre en un oscuro y escondido lugar de nuestra memoria biológica está la presencia del EGO como un misterioso salvador, como un dios.
Ese dios (falso, obviamente) encuentra representación en seres, objetos, ideas, instituciones que se han socializado, y a veces en las fantasías y delirios personales.
Tenemos así que TODOS los dioses, los institucionalizados y los eventuales, los organizados en religiones y los carentes de estructuras, todos ellos son representantes externalizados (y en general socializados) del EGO.
Por desgracia, muchas personas se vinculan con el Uno y Único como si el fuera uno más de ese montón de emisarios del EGO. Son los que creen que el judaísmo o el noajismo son religiones y que a Dios se lo manipula, se lo usa, se prescinde de Él según propia voluntad. Esas personas, seguramente llenos de buenas intenciones, tienen a Dios como un ídolo, como otro dios, como lo que Él NO es.
(Una nota aparte: muchas veces podemos decir que él judaísmo es una religión, porque tiene algunos aspectos de ellas. Otro motivo es  porque la mayoría de las personas (rabinos y maestros de Torá incluidos) no tomamos el tiempo para analizar los conceptos que usamos, para manejar un lenguaje preciso y sin confusiones. Otro motivo, por facilidad para hacernos entender; si decimos “religión judía”, es mucho más simple de entender que si comenzamos a definir religión, espiritualidad, estilo de vida espiritual y unos cuantos párrafos más hasta expresar lo que decimos sencillamente como “religión judía”).

El origen de la religión está en el EGO.
El origen de la espiritualidad está en el Yo Esencial, también conocido como neshamá o espíritu.
La neshamá es nuestra identidad que no se cambia con nada, que no se daña, que no se quiebra, que no rompe su vínculo perenne con el Creador. A cada instante estamos conectados con el Padre, el problema es que las capas que el EGO ha puesto encima de la neshamá impide que nos beneficiemos de su Luz, de la Presencia Divina en nuestra existencia.
Al conocer las maniobras del EGO estamos adquiriendo poder, lo que nos permite ir liberándonos, saliendo de la celdita mental, tomando el control de aquello que podemos controlar.
Por supuesto que solamente el conocimiento intelectual no es suficiente, somos multidimensionales, y el EGO se aprovecha de los resquicios para introducir sus miedos, confusiones, dudas, creencias, burlas, sentimientos negativos, ideas que atribulan. Cuanto más poderosa sea la persona, mayor será el poder que tiene el EGO para hacer desastres en su vida y en la de quienes le rodean.
Por ello, debemos estudiar estos temas, pero no para ejercicio mental, sino como herramienta en la liberación personal y colectiva, como instrumento para encontrar la Era Mesiánica.

Creo que todo esto que te vengo relatando ya ha sido trabajado en nuestro hogar varias veces, si te interesa profundizar tómate tu tiempo y encuentra lo publicado, léelo, estúdialo y especialmente critícalo, no lo tomes como verdadero, no lo repitas como si fuera un lema religioso, sino que te sirva como trampolín para pensar y para actuar en la construcción de shalom. Que te sirva para liberarte, para estar en armonía y unificado, para que el Yo Esencial se exprese en aquellas manifestaciones del Yo Vivido que mejor lo representen.

Al respecto, el poder que brinda la ciencia también es empleado para someter a las personas. Esto es comprensible viendo lo que sucede cuando la ciencia se emplea para la dominación del hombre por el hombre.
Pero la cuestión es más profunda, se introduce en el interior de la persona para masificarla, cosificarla, convertirla en un ente religioso, adorador de la ciencia y los científicos:

“…estamos conduciendo a nuestros educandos a ver a la ciencia como una especie de religión moderna alternativa y a aceptar sus teorías como si se tratara de verdades teológicas que deben ser acríticamente admitidas por el creyente”.

Esto dijo a fines de la década de 1970 Paul Feyerabend, quien fuera un filósofo de la ciencia, un estudioso dedicado full time al tema en cuestión. No era un religioso, no era alguien opuesto al conocimiento científico, no era un cavernícola eclesiástico, ¡todo lo contrario!
Añadía que:

“Tendría que haber una separación del Estado y la Ciencia, tal y como ya hay una separación entre la Iglesia y el Estado. La razón de esta separación es muy sencilla: toda profesión tiene una ideología y una tendencia al poder que va más allá de sus logros, y es tendencia de una democracia mantener bajo control esta ideología y esta tendencia.”

Tal cual, el dios Ciencia está presente en la vida de muchos, incluso de esos que se llaman ateos y persiguen con sarcasmo y aires de suficiencia a los creyentes en dioses.
Ellos mismos están adoctrinados, adormecidos, atontados, en servil postura ante el EGO, en sus casos encarnado en la “todopoderosa” Ciencia.
Por supuesto, la Ciencia en sí misma es un excelente vehículo para desarrollar el mundo, para construir shalom, para encontrar las trazas del Eterno en el mundo. El problema es cuando es secuestrada por el EGO, para hacer de ella un títere en sus redes de sometimiento.
Lo vemos en muchos escépticos, que así se hacen llamar los que tienen ciertos problemas personales con las religiones pero no encuentran aún la clave para librarse del EGO y llevar una vida espiritual, de unificación. Pueden tener mucha razón en decenas de cosas que denuncian de las religiones, de los arreglos políticos para seguir sosteniendo instituciones opresivas, de falsedades que pretenden hacerse pasar por revelaciones divinas, pero, en tanto el EGO siga en control, ellos no están libres de ser religiosos.

Un ejemplo, un tanto simplón lo admito, es cuando te quieren vender el último detergente, la última píldora anticonceptiva, el último aditivo para el motor del auto, y quienes lo promocionan van envueltos en batas, rodeados de aparataje, en escenarios que parecen laboratorios. Te dicen que estudios en tal universidad, o que los doctores de tal, o que se ha comprobado que… y por eso debes adquirir esa pasta dentífrica, o ese pañal, o encontrar al amor de tu vida de cual forma o… lo que sea con el aval (bendición) del científico (sacerdote) científicamente comprobado (revelado por el “espíritu santo”) certificado por estudios (escrito en libros sagrados) en nombre de dios (la Ciencia).

La ciencia es un gran ayudante a la hora de encontrar a Dios en el mundo. También nos puede dar una buena mano para ir despojando al EGO de su dominio. Pero cuidado con endiosar a aquello que no es Dios.

Entonces, ni el ateo está tan libre de religión, ni el religioso tan cercano a Dios.

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Usted es noájida

Si ha nacido de madre que es judía (realmente judía, no “judía por fe”, no “judía porque le parece”, no “judía por apellido”, no “judía por Cristo”, no “judía porque me parece que desciendo de sefaraditas”, no “judía porque alguien me lo dijo”, no “judía mesiánica/netzarita”, no el “Israel espiritual”, no “judío cristiano”, no “cabalístico”, entre otros que se creen o se hacen pasar por judíos SIN serlo),
si ha nacido de madre que es judía,
entonces usted es judío.

Si ha nacido de madre gentil pero ha realizado un proceso legal y leal de conversión al judaísmo, (NO esas falsas conversiones mesiánicas, evangélicas, por internet, reformistas, creerse judío por sentirse uno, entre otras que no tienen ninguna validez),
entonces usted es judío.

Si ha nacido de madre gentil y no ha realizado su proceso de conversión leal y legal al judaísmo,
entonces usted es gentil.
¡Qué bueno que así sea!
Significa que es hijo de Dios, hecho a “imagen y semejanza” del Padre, sin necesidad de tener fe en nada ni nadie para ser salvo. Quiere decir que ha recibido un don maravilloso, el de ser beneficiario de los bienes de este mundo y estar dispuesto para gozar los bienes del mundo eterno. Sin necesidad de rituales, sin obligaciones extrañas, sin tener que aprenderse libros enteros incomprensibles, sin poner su fe en cosas absurdas, sin necesidad de seguir a ningún clérigo o líder iluminado. No precisa nada de ello, porque usted ES hijo de Dios y tiene al acceso allanado hacia Él.
Usted es miembro del 99.98% de la humanidad, con una senda propia y sagrada hacia Dios, la cual es el noajismo.
Esto es tal cual lo que Dios ha dispuesto.

Como gentil que es, ha nacido con una identidad espiritual propia, que le representa auténticamente, que le une con el Padre Celestial, que es su Yo Esencial, que es su espíritu de vida en este mundo y en el mundo más allá.
Es su espíritu enlazado a Dios por el dorado hilo noájico.

El espíritu del noájida, que así es como podemos denominar al gentil, se expresa en su plenitud a través del cumplimiento de los Siete Mandamientos para las Naciones:

  1. No servir a dioses falsos.
  2. No maldecir a Dios.
  3. No asesinar.
  4. No tener relaciones sexuales prohibidas.
  5. No robar.
  6. No comer parte de animal con vida.
  7. Establecer sistemas de ley y justicia.

Estos son los preceptos básicos, fundamentales, de los cuales se derivan diferentes reglas y costumbres.
Están todos estos mandamientos basados en dos grandes pilares: la bondad y la justicia. Pues ambos deben estar contemplados en la conducta habitual de la persona. Que todos los actos sean buenos y justos, pues así se construye shalom. Así se ordena el caos, se alumbra la oscuridad, se sana a los enfermos, se da vida a los que mueren, se trae la Presencia de Dios a nuestras vidas.
Haciendo así es como cada uno contribuye a restablecer el Paraíso en la Tierra, a promover que vivamos en la Era Mesiánica.

Cada gentil ES un noájida.
No precisa conversiones, ni confirmaciones, ni documentos que lo habiliten, ni tribunales que lo sancionen, ni aplausos, ni recitaciones.
Por el hecho de haber nacido ya uno es noájida.
La cuestión estriba en saberlo y entonces actuar conscientemente de acuerdo al Plan de Dios (el noajismo).

Así pues tenemos distintos grados de cercanía del noájida con su identidad espiritual:

  1. El que no sabe que es noájida y tampoco vive los preceptos.
  2. El que no sabe pero los cumple porque son éticos, parte de la vida corriente en la sociedad moderna.
  3. El que lo sabe pero elige otra cosa.
  4. El que lo sabe, pero los cumple en parte.
  5. El que lo sabe, los cumple, pero los mixtura con religiones o con judaísmo.
  6. El que lo sabe y los cumple esperando recibir premios a cambio.
  7. El que lo sabe y los cumple porque para ello está en este mundo.

Usted, ¿en cuál de estos grados se encuentra en este momento?
Me agradaría mucho que dijera que en el séptimo, pero si no es así, cualquiera está bien en tanto se comprometa a estudiar y conocer para aplicar con conocimiento y pureza.

Espero que haya quedado claro,
usted ES noájida, sin importar lo que le hagan creer o le hicieron creer. No es cristiano, ni musulmán, ni ateo, ni umbandista, ni sintoísta, ni nada de esas cosas; usted ES noájida. Las religiones (incluida la atea) son máscaras que entorpecen el reconocimiento del propio rostro, son producto del EGO y no regalo del Cielo.

Usted ES noájida, porque esa es la condición natural de todo gentil.
Así pues, cuando descubre la senda sagrada del noajismo y decide andar por ella,
no está “naciendo” de nuevo,
ni afiliándose a una nueva religión,
ni en tránsito para convertirse al judaísmo,
ni en un movimiento que alguien puso de moda,
ni en una secta extraña,
ni formando parte de una doctrina,
ni cambiando nada en su propia esencia,
simplemente está volviendo a usted mismo,
a ver su propio rostro sagrado,
a redescubrir su identidad,
a encontrar quien es realmente
y así poder encontrar realmente a Dios (y no a los dioses, que todos son producto del EGO).

En su enorme mayoría,
con sinceridad,
lleno de buenas intenciones,
deseando la conexión sagrada con el Padre,
el gentil ha intentado por muchos medios descubrir su llama espiritual,
hacer que la Luz brille en su ser,
abrazarse al Padre,
ciertamente que mucho ha probado el gentil,
religiones y dogmas, doctrinas y creencias, fe y rituales, simulaciones de judaísmo y misticismo variado, supersticiones y renuncias,
sí, llevado por su deseo por el Padre mucho ha hecho el gentil,
pero todo ello lo desvía del sagrado sendero.
El gentil fracasa, una y otra vez.
Repito, no por malicia en su gran mayoría, no por odio a Dios o deseo del mal,
¡todo lo contrario!
Es su deseo del bien, su amor al Padre, pero la ignorancia de su identidad espiritual así como las trampas del EGO lo que lo llevan siempre al extravío y el fracaso.

Pero ahora, está usted en posesión de la clave para su felicidad, para su bendición, para su salvación, para su plenitud.
Es simple, es sencillo, es sagrado, es real.
Es el noajismo.
Es el RETORNO a su propia identidad, no a convertirse en algo diferente, sino dejar de lado los disfraces para ser usted mismo.
Regresar al HOGAR, al Yo Esencial, a ser auténtico, a estar conectado con sí mismo, con el prójimo y con el Padre.
Es un despertar, no una conversión.

Usted es noájida, ¡sea feliz por ello!
Ahora, es tiempo de despertar, de ser.
De actuar con bondad y justicia, sin religiones, sin seguir a líderes religiosos, sin rituales, sin repetición de lemas, sin vestirse diferente, sin hablar raro, sin predicar cosas que parecen “espirituales” pero poco tienen que ver con el camino que Dios ha trazado para usted.

Usted es noájida, vívalo a pleno. Solo cosas buenas obtendrá de ello.

Jesús y nuestra sagrada relación con el Padre

Cualquier lector promedio de la Biblia, sea judío o gentil, puede decir con cierta facilidad qué pidió el Creador, Padre Celestial, el Eterno, Dios de la humanidad al comienzo de la misma.

Por supuesto la frase más evidente, aunque no del todo correcta, será algo así como: “no comas de ‘la manzana’ que tienes prohibida, porque si comes de ella morirás inmediatamente”.
No es del todo correcta porque ciertamente:

  • NO ERA una manzana, sino el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal;
  • ni el que comiera del fruto prohibido moriría al instante, sino que se convertiría en mortal;
  • y no fue el primer pedido, o más bien orden, que Dios dio a la especie humana, ya que la primera fue:

"Tomó, pues, el Eterno Elokim al humano y lo puso en el jardín de Edén, para que lo trabajase y lo guardase."
(Bereshit / Génesis 2:15)

Sí, trabajar y cuidar la tierra, con todo lo que había en ella, puesto que la había dado para que el Hombre pudiera disfrutar a plenitud y con bendición de la misma.
El Padre ordenó esto al Hombre con “palabras dulces”, según es explicado en la Tradición, no al estilo del rigor de los reyes, ni con advertencias o severidad. Más bien, con la ternura del padre que encamina con firmeza pero dulzura a su amado hijo.
¿Cómo podría ser de otra manera, si recién había nacido la especie humana?
Éramos nuevos en el mundo, con la conciencia recién despierta, sin conocimientos, sin experiencias memorizadas, sin códigos ancestrales, como bebes que han abierto hace un ratito los ojos a este mundo.
Por ello el Padre nos ordenó esto, sin emplear la palabra dominante del Amo, sino la voz tierna del Padre.
Aunque fuera pronunciada con ternura esta frase no deja de ser un mandamiento de Dios, una orden que el Hombre debía de asumir con integridad.

Si el hombre cumplía como el Padre declaraba, por lo cual trabajaba y cuidaba la tierra, entonces:

"el Eterno Elokim mandó al humano diciendo: ‘Puedes comer de todos los árboles del jardín, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que comas de él, ciertamente morirás."
(Bereshit / Génesis 2:16, 17)

El “premio”, la consecuencia directa y lógica del cumplimiento del mandamiento de trabajar y cuidar de la tierra, sería que el Hombre estaría facultado para comer de todo lo que estuviera en el jardín, con la excepción del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal.

Preguntemos entonces: ¿qué pidió el Padre del Hombre?

La respuesta es una y única: ¡Qué cumpla con Sus mandamientos!

En este caso en concreto, trabajar y cuidar de la tierra lo que le daría como consecuencia la bendición en forma de abundancia de todo.
Esa plenitud del bien estaría limitado por otro mandamiento de parte de Dios, del árbol que tenía prohibido no debería comer.
Era un camino simple, sencillo, sagrado, completo, espiritual.

Te cuento que nada ha cambiado desde entonces en la forma que tenemos para encontrarnos con el Padre.
¡Nada!
Siguen siendo los mandamientos el camino para hallarLo en nuestra vida.

Te podrás llevar una sorpresa si te digo que incluso tampoco los mandamientos han cambiado desde aquella primera formulación hasta el día de hoy, ya que para el 99,98% de la humanidad (que son los gentiles) sigue siendo el mismo código espiritual el que dirige la relación de los hombres con Dios.

Según enseñan los Sabios, en este punto, en la orden de cuidar de nuestro mundo y trabajarlo, así como en el cuidar de no traspasar Su palabra es que se encuentra el origen de los Siete Mandamiento Universales, esos que siguen siendo el camino sagrado para todo gentil.
Te lo explico muy brevemente (en otros posts de este sitio encontrarás más información al respecto).

Si bien el Eterno explicitó a Adam solamente seis de los siete mandamientos, ya que no le declaró como orden el de no comer parte de animal con vida, porque el hombre era vegetariano y no había sentido de tal mandamiento. Cuando en la época posterior al Diluvio el hombre comenzó a comer carne, el Eterno reveló y ordenó este séptimo mandamiento que corresponde a las naciones.
Entiéndase que no fue explicitado a Adam, pero estaba contenido en el código dado a él; un código que no está escrito en la Torá (judía y escrita), puesto que no todo está declarado en ella. Hay cosas que el Eterno dictó a Moshé/Moisés para que escribiera, otras que dijo para que sean transmitidas como sabiduría oral.
Los Siete Mandamientos no forman parte de la ordenanza judía, sino de la gentil. Por lo cual no están codificados explícitamente en la Torá (judía). Los sabios judíos han preservado el recuerdo de este código, pero no son los creadores del mismo ni los responsables de su cumplimiento. Es cada uno de los gentiles del mundo quien debe conocer SU propio pacto sagrado y eterno con Dios, que se manifiesta por medio del conocimiento y cumplimiento de lo Siete Mandamientos Universales.
Convido a estudiar el texto que se abre haciendo clic aquí, luego compartirlo, hacer que alcance cada rincón del mundo para que sea restablecida la Luz en el mundo.

Como podemos corroborar, lo que el Padre dijo que quería del Hombre no era fe, ni sangre de sacrificios, no seguir líderes religiosos, ni ritual alguno, ni doctrinas religiosas, ni venerar personas o seres, tampoco peregrinaciones a lugar determinados, ni bailes, ni conocer algún idioma, ni difundir enseñanzas sectarias, ni convencer a nadie de nada, ni irse a la soledad para meditar, ni clamar a los cielos, ni predicar “su palabra”, en fin, nada de todo eso que hoy día encontramos en las religiones.

¿Qué fue explícitamente y sin dudas lo que Él pidió del Hombre?

Lo vimos: que el hombre cumpla con los mandamientos que Él le ha dado para que cumpla.

Si Dios hubiera querido la fe del Hombre, ¿no te parece que el mandamiento sería: “ten fe en mí”, en lugar de algo tan prosaico (vulgar) como “trabaja y cuida de la tierra”?
¿No crees que si el Padre pretendía que el Hombre viviera con alguna religión, eso hubiera Él declarado desde el comienzo?
Él perfectamente está capacitado para decirle al Hombre: “mira, como mi criatura me debes todo, así que te debes pasar el día diciendoalelusha hermano”, y luego me repites lo que el rebe Najman dijo, más tarde te encierras a meditar y cantar oraciones que no entiendes adorando a mi hijo Jesús, para finalizar el día adoctrinando a otros con videos del rabino Jacobo o del doctor Michael o del cabalista Yehudah. No te olvides de congregarte con tus hermanos y estudiar libros mágicos que te darán súper poderes, porque eso es lo que a mí me agrada, quiero que haya mucha magia en tu vida, que hagas milagros, que vivas de la caridad (de hombres o celestial) y no te olvides de mantener con dinero y elogios a todos esos que dicen hablar en mi nombre y forman sus sectas. Eso es lo que quiero y te ordeno, porque soy tu Dios. Si te quedan dudas, pregunta a cualquier clérigo religioso, ellos tienen la palabra autorizada. Y si no, pues meditas y en un rayo te iluminaré con mis ideas geniales, que para algo soy Dios el que te digo cosas solo a ti. Ah, me olvidaba, acuérdate de bautizarte en agua y espíritu santo, de usar muchos amuletos y te repito, no te olvides de dar dinero a los que te venden cosas religiosas, te predican cosas que ellos llaman espirituales y espera sentado a que haga milagros para ti.”

Sin embargo, en la realidad nada dijo de rituales, ni de misticismo extraño, ni de clérigos predicando sus doctrinas y exigiendo sus diezmos y contribuciones, ni tampoco habló nada el Padre de rezar tales salmos, o implorar a cuales seres celestiales.
Por el contrario, Él fue muy claro cuando dijo que el Hombre disfrutara de todo aquello que había en la tierra para su deleite, pero se cuidara de lo que no le beneficiaba.
En otras palabras, que son las que acostumbro a repetir humildemente: “goza de lo permitido y apártate de lo prohibido”.
Si el Hombre viviera de esa manera, cumpliendo en verdad con los mandamientos y alejándose de lo que daña, entonces estaría en el Paraíso, consciente de su identidad espiritual que lo une constantemente al Eterno.
Sería alumbrado a cada instante por la sagrada Luz del Padre, estaría en paz, gozando de la bendición que llueve en abundancia sobre él.
Serías alumbrado por la Luz de la Presencia y gozarías de la bendición constante que llueve sobre ti.
Mira lo que dijo Dios a través de su profeta:

"¡Oh hombre, Él te ha declarado lo que es bueno!
¿Qué requiere de ti el Eterno?
Solamente hacer justicia,
amar misericordia y
caminar humildemente con tu Elokim."
(Mijá / Miqueas 6:8)

Porque, precisamente eso es lo que declaró el Eterno que el hombre hiciera: bondad, justicia y fidelidad.

Exactamente el mismo núcleo, idéntica esencia a la de de aquel primer mandato suavemente pronunciado por el Padre a Adam.
Él no habla en secretos, ni esconde lo que es necesario que el Hombre conozca para su vida aquí y en la eternidad.
No juega Dios a las escondidas con lo que es fundamental para que todo hombre conozca.
Según dice el Padre a través del profeta:

"Desde el principio no he hablado en secreto; desde que las cosas sucedieron, allí he estado Yo"
(Ieshaiá / Isaías 48:16)

Para que la bondad sea buena,
para que la justicia sea justa,
para que la fidelidad sea fiel,
es necesario que el Hombre cumpla con Sus mandamientos.
Porque de otro modo se puede desviar y llamar bueno a lo que es malo,
justo a lo que está corrompido
y fiel a lo que se aparta de Dios.
Sí, lo vemos a diario, en todos esos “religiosos” que actúan con malicia, desprecian la corrección y sirven al EGO en sus múltiples formas (Jesús, dioses, santos, tzadikim, rebes, maestros ascendidos, espíritus ancestrales, etc.).

A los judíos se lo dijo claramente en la Torá de la siguiente manera:

"Guarda Sus leyes y Sus mandamientos que yo te mando hoy, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, y para que prolongues los días sobre la tierra que el Eterno tu Elokim te da para siempre.’"
(Devarim / Deuteronomio 4:40)

Sí, para conocer al Padre, para unificarnos con Él, para sentir Su Presencia, para recibir Su salvación, para estar en gozo, para convertir al mundo en un Paraíso, el camino está en el cumplimiento de los mandamientos que nos corresponde cumplir.
No lo dice este modesto maestro, ni algún rabino, ni un grupo de “fariseos”, ni un profeta falso que clama en las aguas del Jordán, ni un líder sectario.
Para quien considera que la Torá tiene origen divino, esto es lo que Dios ha dicho y desea.
Cumple con los mandamientos que te corresponde, y entonces estarás en paz.
Lo dice Dios, presta atención que es Dios el que habla:

"Si andáis según Mis estatutos y guardáis Mis mandamientos, poniéndolos por obra… habitaréis seguros en vuestra tierra. Daré paz en la tierra; dormiréis, y no habrá quien os espante."
(Vaikrá / Levítico 26:3-6)

Tal es el camino para encontrar al Padre, la verdad, la vida, la salvación eterna, la respuesta a las dudas más terribles, la libertad y el gozo.
Recuerda, lo dice Dios, nadie más, Él es quien te lo enseña y te muestra el camino por el cual debes ir.

"Así ha dicho el Eterno, tu Redentor, el Santo de Israel: ‘Yo soy el Eterno tu Elokim que te enseña provechosamente, y que te conduce por el camino en que has de andar.
¡Oh, si hubieras estado atento a mis mandamientos! Tu paz habría sido como un río, y tu justicia como las ondas del mar.
Tu descendencia sería como la arena, y los que salen de tus entrañas como sus granos. Su nombre nunca sería eliminado ni borrado de mi presencia."
(Ieshaiá / Isaías 48:17-19)

Si eres gentil, tienes tus Siete Mandamientos, no otros, no otra cosa. Ni religión, ni judaísmo y mucho menos doctrinas religiosas de la idolatría. Tampoco bailecitos jasídicos, ni aprender hebreo, ni vestirte como te parece que se viste un judío, ni convertirte en judío, ni repetir sin sentido lo que algún “rabino” expresa en internet. Nada de eso es tu camino espiritual, porque nada de eso corresponde a tu neshamá ni es lo que Dios te pide y quiere de ti.
Recuerda, no es mi opinión, no es lo que me parece, es lo que explícitamente Dios ha dicho. Dios, no otro.

Si eres judío, tienes en el conjunto de los 613 mandamientos aquellos que está en ti cumplir. Al igual que el gentil, no precisas de vestidos europeos o asiáticos añejos, ni aprender de memoria citas célebres de líderes de sectas, ni peregrinar a tumbas, ni asfixiarte con rituales oscuros y sin sentido real, mucho menos precisas abandonar tu propia senda para sumarte a los pasos de los que vagan en la oscuridad. Tienes todo lo que precisas al alcance de tu mano, cerca de ti.

Entonces, un buen día, en el impero romano en decadencia a un grupo de astutos timadores a cargo del sostén del gobierno, se les ocurrió dictar estas ideas (libro de Juan, capítulo 14): “5 Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino? 6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. 7 Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto. 8 Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. 9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? 10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras. 11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras. 12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. 13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.”.

Sabemos que Jesús no existió, pero hagamos de cuenta que sí.
¿No son estas palabras una clara rebelión en contra de lo que Dios declaró es el camino sagrado para toda persona?
¿No es esta una manifestación absoluta de idolatría, en forma de egolatría?
¿No es esto un poema a la blasfemia, insultar y maldecir a Dios?
¿No es este párrafo una terrible desviación que llevan al hombre hacia el abismo en lugar de hacia Dios?
¿Cómo alguien que pretende ser fiel a Dios, dice amarLe, quiere servirLe, anhela la “salvación” puede tomar estas palabras como brújula para su vida?
¿Acaso no es este Jesús una espantosa arena movediza que se nos interpone en el camino que Dios abre para nosotros hacia Él?

Está claro que adorar a Jesús, tomarlo como modelo de vida, sembrar sus doctrinas, seguir a sus difusores, presentarlo como una opción espiritual válida, no son más que engaños, atentados letales contra la vida, la verdad y la unidad con el Padre.

Ciertamente el Padre dijo:

"si tu corazón se aparta y no obedeces; si te dejas arrastrar a inclinarte ante dioses ajenos y les rindes culto, yo os declaro hoy que de cierto pereceréis. No prolongaréis vuestros días en la tierra "
(Devarim / Deuteronomio 30:17-18)

Dios quiere obediencia a Sus mandamientos, no fe en ridículas doctrinas imperiales que someten al hombre al ilusorio poder del EGO.
Es Dios quien declara que si ponemos a Jesús como socio de Dios, como Su hijo, como guía, nos estamos yendo a la muerte segura, al “infierno”.
Jesús es un dios ajeno, no el que mandó a Adam que trabajara y cuidara la tierra, no el que mandó a Noaj/Noé y sus descendientes el pacto noájico, no el que dicto el Decálogo ante todo Israel en Sinai; sí, Jesús es un dios ajeno. Nunca fue mesías, nunca profeta, nunca rabino, nunca emisario de mensajes de paz o verdad, ni un “rebelde” con sentido positivo.

Y dijo Dios:

"No tendrás dioses ajenos delante de Mí."
(Shemot / Éxodo 20:3)

Si pones a Jesús en medio del Padre y tú, estás perdiendo tu vida, aquí y en la eternidad.
Tal como si pones a cualquier otra falsa divinidad, emisario celestial, supuesto santo, “tzadik”, rabino, iluminado o lo que fuera.

Tienes la posibilidad de encontrar al Padre a cada instante, haciendo lo que Él manda de ti.
Eso es lo que Él dijo, no lo que te quieren convencer que creas.

"Ciertamente muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas"
(Devarim / Deuteronomio 30:14)

Preg. 1129 – ¿Dios tiene un hijo?

saray2010 nos consulta:

Hola!

Soy una excatólica por herencia, y tambien estuve estudiando la Biblia con los Testigos de Jehová durante 3 meses. En este momento todavía estoy buscando a Dios, y eso me ha traído hasta aquí.

Mi pregunta es sobre PROVERBIOS 30: 4, ¿A qué hijo de Dios se refiere cuando dice «Dime cuál es su nombre y el nombre de su hijo, si lo sabes.»?

Agradezco su contestación de antemano, y le mando un saludo!
María Planas, tengo 45 años, funcionaria y vivo en Baleares, España

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Jesús, el mediador

En el idolátrico y corrupto rejunte imperial romano conocido como “Nuevo Testamento” encontramos la siguiente doctrina que se quiere presentar como sagrada y espiritual, pero que no es otra cosa que religión, idolatría, engaño, esclavitud al EGO (también conocido como Satán): “Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”, que está en 1 Timoteo, verso 5 del capítulo 2.

No hay mentira más peligrosa que aquella que se rodea de trazos de verdad, para ella misma hacerse pasar por verdadera.
Ni peor esclavitud que la que clama ser libertaria.
Ni más espantosa idolatría que la que usa a Dios y Sus cosas para promover la falsedad, el engaño, los dioses inexistentes.

Esta frase es una prueba de todo ello.
Tiene rastros de verdad, para confundir entre ellos a la mentira.
Pretende dar una clave de liberación, cuando de hecho es una pesada cadena sobre el cuello de quien se somete a ella.
Es idolatría terrible, pero que no tiene empacho en hablar de Dios y afirmar cosas acerca de Él.

Es decir, estamos ante una “obra maestra” de la maldad. Los artistas que diseñaron esta estafa, los hábiles manipuladores que gobernaban desde las sombras del poder en el imperio romano, se tomaron algún tiempo para elaborarla para que surtiera efecto y siguiera provocando daños siglos después de haberla concebido y publicado. Si bien el Nuevo Testamento está plagado de errores e inconsistencias, imposibles de desmentir o encajar desde lo histórico, espiritual y profético, es indudable que se pueden encontrar algunas pequeñas porciones que alcanzan alturas máximas cuando de astucia para el engaño y ejercicio de la estafa se trata.
Esta frase que estamos comentando es una de ellas.

Veamos solamente un poquito, nuestro interés es desenmascarar el engaño, liberar al preso, dar luz al que está en sombras, abrir los ojos a los cegados, para que puedan andar por sí mismos erguidos y felices de la mano con Dios y el prójimo. No es nuestra intención dañar al inocente, ni burlarnos del extraviado, ni oponernos por mero afán contrario. Más bien queremos ser parte de la tarea sagrada que el profeta declaró:

"Yo, el Eterno, te he llamado en justicia, y te asiré de la mano. Te guardaré y te pondré como pacto para el pueblo, y como luz para las naciones, a fin de que abras los ojos que están ciegos y saques de la cárcel a los presos, y de la prisión a los que moran en las tinieblas."
(Ieshaiá / Isaías 42:6-7)

Sí, queremos que salgan de la cárcel del EGO todos los oprimidos, de la religión todos los conturbados por sus falsos dioses y vacíos redentores.
Sí, anhelamos ser miembros del grupo de trabajadores mesiánicos, que allanan el camino para que alumbre con fuerza la Luz del Mesías.
Sí, estamos trabajando desde hace mucho para servir como luz para las naciones.
Por ello, estamos construyendo shalom, también por medio de señalar la falsedad y malicia de la idolatría que se quiere presentar como santidad y en su desfachatez se pretende como de Dios.

Vamos pues a la frase del libro de Timoteo.

Es absolutamente cierto y verídico que hay un solo Dios, el cual es Uno y Único. Creador y sostén del universo. Señor de señores pero al mismo tiempo es Padre de todos.
Hasta ahí la frase es impecable.
El problema se presenta a partir de lo que sigue, que es una terrible mentira y que se constituye en un paredón que corta la relación directa que tenemos con el Padre.
Recuerda,  cuando se usa alguna verdad para introducir una mentira, se está haciendo un doble daño:

  1. se miente, y
  2. se prostituye la verdad.

Es decir, no solamente se inyecta el veneno del engaño sino que además se corrompe lo saludable, se degrada lo sano, y de ese modo se impide obtener el antídoto para la toxina.

¿Y dónde está esa verdad en la frase del libro Timoteo?
La primera está cuando se afirma que hay un solo mediador entre Dios y los hombres.
Y la segunda, que es monstruosa, es cuando se declara que ese único mediador es Jesús, al cual además le regalan el título de rey del pueblo judío pues se le dice “cristo”, que significa “rey de los judíos” en idioma griego.

Así pues, primer paso te dan a probar del dulce sabor de la verdad.
En seguida te introducen una tremenda mentira.
E inmediatamente, sin darte tiempo para pensar o reaccionar, te insertan una espantosa dosis letal de idolatría y dependencia tóxica a la religión (que siempre es producto del EGO).

Pero, ¿qué tiene de mentira que hay un solo mediador entre Dios y los hombres?
Bueno, de hecho es una doble mentira en sí misma.
Ya que, no hay necesidad de ningún mediador, porque cualquier cosa que medie entre Dios y los hombres es una interrupción de lo que no se interrumpe.
Y para peor, afirman que hay un solo mediador, sin dar lugar a otro.
A poco de analizarlo nos vamos dando cuenta cómo en tan pocas palabras encontramos la corrupción y podredumbre del EGO que se adosa a la palabra “Dios” para infiltrarse de contrabando y hacer su tarea nefasta.

Atiende al profeta de la Verdad cuando asegura que no hay, ni debe haber, ninguna cosa que intermedie entre Dios y Sus hijos:

"’Vosotros sois Mis testigos, dice el Eterno, y Mi siervo que escogí, para que Me conozcáis y Me creáis, y entendáis que Yo soy, antes de Mí no fue formado dios, ni lo será después.
Yo, Yo soy el Eterno; fuera de Mí no hay quien salve.
Yo anuncié y salvé; Yo proclamé, y no algún [dios] extraño entre vosotros. Vosotros sois Mis testigos, y Yo soy Elokim, dice el Eterno.
Aun antes que hubiera día, Yo soy, y no hay quien pueda librar de Mi mano. Lo que hago, ¿quién lo deshará?’"
(Ieshaiá / Isaías 43:10-13)

Es Él, solamente Él.
No hay otros,  ni antes, ni después.
El Eterno es quien salva, el Eterno es quien anuncia la salvación.
No dioses extraños, que los judíos no vieron, ni conocieron, ni testimoniaron a la Salida de Egipto.
Solamente Dios, quien salvó a Israel y es con Él con quien todos tenemos una relación directa, DIRECTA, sin intermediarios ni mediadores.

En palabras del amado salmista:

"Con mi voz clamé al Eterno, y Él me respondió desde su santo monte.
Yo me acosté y dormí. Desperté, porque el Eterno me sostuvo.
No temeré a las decenas de millares del pueblo que han puesto sitio contra mí.
¡Levántate, oh Eterno! ¡Sálvame, Elokim mío! Porque a todos mis enemigos has golpeado en la mejilla, y has quebrantado los dientes de los impíos.
Del Eterno viene la salvación. ¡Sobre tu pueblo sea tu bendición! "
(Tehilim / Salmos 3:5-9)

Del Eterno viene la salvación, de nada ni nadie más.
A Él se dirige el salmista, directamente a Él.
En el Padre es quien confía el rey David y todos los fieles.
Es el Padre quien bendice, quien libera de las calamidades, quien da paz y prosperidad.
El Padre, solamente Él, sin nadie que interceda, puesto que no es necesario.
Porque los intermediarios son escollos, trampas, obstáculos, necedad.

Porque cuando algo se interpone, ya no nos relacionamos para nada con Él, sino que ese intermediario nos obstruye nuestra comunión sagrada.
Todo lo que se pone en el medio entre el Padre y nosotros es EGO y sus derivados.
Son las murallas que rodean al Yo Esencial y no le permiten irradiar su luz, la Luz del Eterno, en todos los confines de nuestro ser.
Son las trampas de Satán, que en el caso de Timoteo se llama “Jesús, el mediador”.
Ese falso mediador, ese tal Jesús, es un obsceno intento de Satán, del EGO, para quebrar nuestro lazo eterno con el Padre.
Este supuesto mediador en realidad nos lleva para cualquier otro lado, por sendas de discordia y maldición, en vez de continuar unidos amorosamente al Padre.

Como está declarado por el profeta de la Verdad:

"Desde la tierra de Egipto Yo soy el Eterno tu Elokim; no reconocerás otro dios aparte de Mí, ni otro Salvador, sino a Mí."
(Hoshea / Oseas 13:4)

Y está dicho por el príncipe de los profetas, cuya palabra es verdadera:

"Vosotros sois hijos del Eterno vuestro Elokim"
(Devarim / Deuteronomio 14:1)

¿El hijo precisa de un extraño, de alguien inexistente, para hablar con su Padre?

Y canta el inspirado salmista, lleno del espíritu santo:

"Espera en el Eterno. Esfuérzate, y aliéntese tu corazón. ¡Sí, espera en el Eterno!"
(Tehilim / Salmos 27:14)

Que el hombre espere en el Eterno, que en Él ponga sus esperanzas, directamente, sin nada que se interponga.
¿O no es eso lo que una y otra vez comprobamos en las sagradas escrituras?
Nada de mediador, ni menos único mediador, y menos que menos el mitológico Jesús.
Por el contrario, los hombres de Dios lo declaran sin doble sentido: tienes un lazo directo con Dios, no introduzcas en medio nada que interfiera.

Lee, estudia, date cuenta de tu relación directa y eterna con el Padre Celestial:

"¡Dad gracias al Eterno! ¡Invocad su nombre! Dad a conocer entre los pueblos sus hazañas.
Cantadle, cantadle salmos; hablad de todas sus maravillas.
Gloriaos en su santo nombre; alégrese el corazón de los que buscan al Eterno.
Buscad al Eterno y su poder; buscad continuamente su rostro.
Acordaos de las maravillas que ha hecho, de sus prodigios y de los juicios de su boca"
(Tehilim / Salmos 105:1-5)

Nada de Jesús, ¡nada!
Ni de ningún mediador.
Ni de ningún ritual, ensalmo, librito que te venden en sectas, amuletos, palabras mágicas, ropitas extrañas, cosas enloquecidas. Nada de eso.
Solamente tú en tu relación directa con el Padre.
Busca Su rostro, allí lo encontrarás.
Dentro de ti, en tu Yo Esencial, que es el nexo constante que tienes con Él.
Limpia las capas de mugre que ha puesto el EGO entre tu conciencia y tu ser, entre tu pensamiento y tu Yo Esencial y entonces te darás cuenta de la burda estafa que es Jesús, del engaño espantoso de cualquier religión.

Tú que dices ser “de Dios” y querer que todo provenga de la Biblia, bueno, aquí lo tienes.
Porque eso es Biblia, y no el cuento imperial romano que se han empeñado en añadirle al final, ese que llaman Nuevo Testamento, con toda su sarta de disparates y desviaciones pecaminosas. Ese Nuevo Testamento es Satanás (figura retórica) en forma de libro.

¿Cómo se atreve el nefasto degenerado de Pablo (supuesto autor del libro Timoteo) a contradecir a Dios, a poner a su propio dios el EGO en el lugar de nuestro Salvador?
¿Quién que se crea leal a Dios seguirá promocionando esta espantosa mentira, esta declarada guerra contra el Padre?

Pero nosotros, los constructores de shalom, quienes actuamos con bondad y justicia siendo leales al Eterno, decimos:

"¡Alabad al Eterno, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia!
Y decid: ‘¡Sálvanos, oh Elokim de nuestra salvación! "
(1 Divrei Haiamim / I Crónicas 16:34-35)

No precisamos rituales, ni religiones, ni ropajes, ni otros idiomas, ni rezos complejos, ni sangre, ni diezmo, ni iglesias, ni líderes religiosos, ni a Jesús o cualquier otro mediador que entorpezca. Nada del EGO precisamos para sostener nuestro abrazo sagrado con el Padre, con nuestro Salvador.

Vamos, alaba al Eterno, porque para siempre es Su misericordia.
El es Bueno, y no ese viejo vengativo y malvado que te pintan en la religión.
Él salva, Él auxilia, Él es vida.

Vamos, comparte esto a través de palabras, pero especialmente con tu conducta llena de bondad y justicia.
Vamos, sé tú mismo, que resplandezca la Luz del Eterno desde tu interior, desde tu neshamá.

Mashiaj / Mesías personal HOY

Mesiánico viene de la voz hebrea MASHIAJ que significa ungido, es decir, se ha derramado sobre él (persona u objeto) el aceite consagrado para designarlo en determinada tarea.
Su uso más corriente y habitual es para señalar a aquella persona que ha sido coronada como rey, en particular de Israel, del pueblo judío.
No cualquiera podía ser ungido ni cualquiera podía ungir. Hay estrictas reglas que deben ser tomadas en consideración pues importantes cuestiones de gobierno, sociales, de vida y muerte dependen de mantener el orden legal establecido y no pervertir la autoridad y la estabilidad.

El primero fue el rey Shaúl (1 Shemuel / I Samuel 10:1), el segundo el rey David (1 Shemuel / I Samuel 16:13), el tercero el rey Shelomó (1 Melajim / I Reyes 1:39). Luego se sigue la línea con decenas de reyes que gobernaron el reino de Yehuda e Israel.
Pero tenemos registrados a reyes gentiles que también fueron ungidos para mandar sobre sus respectivos reinos, por ejemplo Jazael de Asiria (1 Melajim / I Reyes 19:15) y Ciro de Persia (Ieshaiá / Isaías 45:1).

El Mashiaj tan esperado es otro rey más, el que retomará el mandato político del pueblo judío, uno que deberá cumplir estrictamente con las normas requeridas para su unción y que completará en su vida con todas las profecías que refieren a su reino.
Sobre esta temática hemos abundado en otras oportunidades, demostrando como NADIE, absolutamente NADIE, ha cumplido con las profecías que son REALMENTE MESIÁNICAS, por lo que te sugiero que si estás interesado en profundizar indagues aquí:

Es claro, si somos precisos y honestos al interpretar las profecías que son verdaderamente mesiánicas, que se trata de un asunto muy terrenal, político, nacionalista, que implica la reunión de los judíos nuevamente en su tierra patria, el gobierno del rey (mashiaj) sobre su pueblo, las relaciones pacíficas con los vecinos, la prosperidad material de sus habitantes, el desarrollo y avance de multitud de aspectos que permiten llevar un estilo de vida apacible, satisfecho que deja tiempo para el estudio, la reflexión, el despliegue también de la faceta espiritual.
No es una utopía irreal, ni la espera de un superhéroe mitológico, ni un dios convertido en hombre, ni un reino espiritual, ni un rabino en el exilio adorado por sus seguidores, ni cosas por el estilo. La demarcación territorial, la presencia del poder terrenal desde el trono de Jerusalén, las relaciones cordiales con los otros países, el establecimiento del orden jurídico de acuerdo a la Torá no son metáforas, sino profecías que deben materializarse y sirven como demostración sin dudas de que se está en la Era Mesiánica.
Así lo demuestra el análisis objetivo y sensible de las verdaderas profecías mesiánicas. Ojo, los especuladores de la fe inventan falsas profecías a las que les atribuyen mesianismo, así como niegan la materialidad del mesianismo.

Por otra parte, hay también un proceso mesiánico individual, que corresponde a cada persona y no a la nación judía como conjunto.
El mashiaj, en esta faceta, es la denominación del reinado de la neshamá, el espíritu, el Yo Esencial, por sobre la persona.
Es decir, que el individuo no esté más en el exilio interno, víctima del rey déspota, del exilio, de la opresión, de la mentira, de la falsa identidad que es el EGO, sino que se termine la diáspora representada por las caretas del Yo Vivido para reluzca dentro y fuera del ser su Yo Esencial.
Que el mashiaj reine en tu ser, dentro tuyo, y establezca el reino de paz, de armonía, de prosperidad, de gozo de la bendición, de amor al prójimo, de amor y veneración al Eterno. Esto es el fin del exilio interno en el cual todos nos encontramos. Que reine el mashiaj, tu Yo Esencial. Que el Ietzer haRá, el Satán, el EGO, deje de someterte a la impotencia, a la desconexión de la realidad, a la religión, a la falsa piedad, a la idolatría, a lo malo.
Sí, eso es también la Era Mesiánica.

Podemos conseguir que reine el mashiaj en nuestro ser.
Lo mesiánico se relaciona con hacer la voluntad de Dios en este mundo, cumplir con los mandamientos que Él te ha dado para que sigas.
De esta forma se manifiesta la Divina Voluntad a través de nosotros en este mundo.
Hacemos carne los mandamientos, convertimos el Deseo de Dios en nuestra realidad cotidiana.
No por medio de magia, ni de rezos, ni de pactos extraños, ni amuletos, ni rituales, ni cualquier otra cosa que sea religión, sino por el cabal cumplimiento de los mandamientos que te corresponden a tu cumplir.

En este caso, mesiánico es Dios presente en nuestras acciones diarias.
En la construcción de Shalom, que son actos de bondad Y justicia.

El Yo Esencial se despliega en acciones materiales de amor y comprensión y justicia.
Hacer a Dios presente en nuestro día a día también está más allá de los 7 mandamientos para las Naciones, que son los pilares para la construcción de una sociedad justa.
Está en permitir que sea Dios el que dirija tu vida, pero recuerda, no como un asunto religioso ni para obtener “poderes” especiales manipulando al Creador.
Sino que en la construcción de shalom por medio de la acción constante en bondad Y justicia, es que hacemos espacio para que reine el Mashiaj en nuestro interior y tengamos una vida de plenitud.

Atiende a lo dicho por el gran sabio Salomón, que inspirado por el Eterno nos expresó:

"(13) También he visto esta sabiduría debajo del sol, la cual me parece grandiosa:
(14) Había una ciudad pequeña con pocos hombres en ella, y contra ella vino un gran rey y la rodeó edificando contra ella grandes torres de asedio.
(15) Y se encontraba en ella un hombre pobre, pero sabio, el cual con su sabiduría libró a la ciudad. Pero nadie se acordaba de aquel hombre pobre.
(16) Entonces dije: ‘Mejor es la sabiduría que la fuerza, aunque el conocimiento del pobre sea menospreciado y sus palabras no sean escuchadas.’
(17) Las palabras del sabio con sosiego son oídas, y son mejores que el grito del que gobierna entre los necios.
(18) Mejor es la sabiduría que las armas de guerra, pero un solo pecador destruye mucho bien."
(Kohelet / Predicador 9:13-18)

Te lo explico brevemente a la luz de lo que venimos enseñando del EGO (también conocido como Satán y Ietzer haRá) y el texto presente.

Verso 13: nos dirá Salomón una gran enseñanza.

14: la pequeña ciudad es el hombre en sus primeros instantes de vida, el rey que vino a asediar es el EGO, las murallas en torno son las cáscaras, máscaras, falsas identidades, creencias, dogmas, miedos, todo lo que el EGO pone alrededor del Yo Esencial para que su Luz Divina quede opacada y no alumbre al resto del ser.

15: el pobre hombre sabio es el Yo Esencial, pobre porque no despliega los recursos de manipulación y control salvaje del EGO, sabio porque está en constante y eterna conexión con Dios. Es el Yo Esencial el verdadero rey de esa ciudad, el libertador, el salvador, pero nadie lo recuerda ya que está tapado por la mugre que acumuló a su alrededor el EGO. Es el EGO quien se presenta como el rey, como el salvador, como el dios, como la verdad, como la vida, como lo único válido dentro del ser y fuera en sus representaciones externas tales como religiones, dioses, santos, “tzadikim”, líderes, políticos, etc.

16: el sabio Salomón entiende que es el Yo Esencial la clave para una vida de integridad, de plenitud, de verdad, de santidad, sin embargo, el EGO con sus primitivas herramientas logra silenciar la suave voz de la verdad del Yo Esencial, se impone con sus mentiras, con sus excusas, con sus predicas, con sus biblias, con sus lemas religiosos, con sus miedos repetidos hasta el cansancio. Allí en nuestro interior tenemos la llave a la felicidad, a la salvación, a la dicha aquí y en la eternidad, pero está perdida debajo de tantas costras que acumula el EGO, al cual adoramos y respetamos y tememos.

17: el Ego emplea sus herramientas violentas, ingratas, engañosas, las que ya hemos señalado en muchas ocasiones. Pero el Yo Esencial murmura en voz pausada, silenciosa, difícil de advertir entre el griterío ensordecedor que produce adrede el EGO. Es que el EGO sabe que si oímos la voz de Dios en nuestro interior, se quiebra su poder, se termina el exilio, se acaba la religión, pierden sentidos los ritos, las supersticiones se desnudan en su real nulidad, todo el falso poder y autoritarismo del que hace gala el EGO queda inutilizado si el hombre sintoniza con su Yo Esencial.

18: sí, mejor es cualquier cosa que ofrezca nuestro mashiaj personal, nuestro redentor verdadero, el Yo Esencial que es la conexión sagrada y perenne con nuestro Padre Celestial; cualquier cosa del mashiaj personal es más valioso que lo que provenga del EGO, pero éste se aprovecha de cualquier cosita pequeña para corromper, para destruir prontamente. Cualquier descuido ya es aprovechado para sumergir a la persona nuevamente en la sensación de impotencia, en sentirse asediado y sin salvación, por lo cual ofrece el EGO promesas de bienestar que son completamente falsas pero que la persona suele terminar aceptando y adoptando como vida.

Bien, hemos visto la interpretación de la enseñanza del gran sabio Salomón.
Es hora de comenzar el despertar de la conciencia espiritual, o de mantenerlo.
Construye shalom sin religión.
Ésta es cosa más mesiánica que puedes hacer hoy, para tener al masiaj vivo en ti hoy, para que la Era Mesiánica colectiva se haga realidad.
Construye shalom, sin rituales ni palabrería.
Porque es la consigna de toda persona que se crea mesiánico y anhele vivir en paz, plenitud, bendición.

¿Cómo lidiar con quien ha sido víctima de abuso espiritual?

Ayer por la mañana de camino al trabajo leía una noticia acerca de cómo es que la escritora del libro “Para Matar un Ruiseñor”, Harper Lee, está demandando a un agente literario por haber engañado a la Sra. Lee para que firmara ciertos documentos donde le cedía los derechos de autor, tomando ventaja de las falencias sónicas y visuales de la anciana de ochenta y siete años. “Para matar un ruiseñor” es un libro bastante interesante pues viene a poner de manifiesto cómo realmente es la vida en el sur de los Estados Unidos de América y cuánta falsedad existe en los pueblos de las regiones cristianas más acérrimas del mundo.

El libro fue una inspiración para que quisiera estudiar Derecho porque hablaba de lo que es capaz de hacer el establecimiento, en este caso, el cristiano, con tal de preservar reglas del status quo donde, más que el daño que se le hizo al personaje de color, que ya es de sumo reproche,  evidencia cómo es que aquéllos quienes dicen ser buenas personas en realidad llevan odio y rencor en su corazón y cómo es que las cosas realmente son pues muchos fingen sonreír y fingen alegría pero en realidad están plagados de tristeza, de resentimiento y de odio.

Lo interesante de todo esto es que el reportaje lo leí a eso de las seis y treinta de la mañana cuando iba en el autobús hacia el trabajo y qué me iba a imaginar que fuéramos a conversar de temas engendrados por este hecho aunque no directamente relacionados con la noticia, definitivamente la causalidad que genera una situación puede dar lugar a reacciones que en apariencia podrían no estar conectadas al hecho original pero que de una forma u otra se concatenan y se entroncan a ese hecho generador, el mundo definitivamente es asombroso.

Obviamente en el caso del libro de “Matar un Ruiseñor” se habla del tema de las parejas interraciales y el reproche que la autora hace a los prejuicios y al racismo, entonces el punto a rescatar por la autora es el de los prejuicios, sin embargo, para efectos de este post, el punto a rescatar es el del ultraje que las religiones organizadas causan en sus seguidores, nótese que utilicé la preposición “en” a cambio de “a” porque ese ultraje penetra en lo más profundo de los violados.

Cuando una persona es violada, sea hombre o mujer, el EGO inmediatamente interviene y establece un sentimiento de culpa en la persona que muchas veces es incongruente con la realidad pues la persona comienza a decirse a sí misma, “seguro son mis tendencias sexuales”, “seguro fue la falda que llevaba puesta”, “es que dios dice que la mujer debe someterse al hombre”, “es que por no haber usado niqab (el velo que le cubre toda la cara a una mujer excepto por los ojos y que se le obliga usar a las mujeres musulmanas) por eso la muchedumbre me ultrajó, para que sea una mejor musulmana” “es que por haberme puesto maquillaje corrompí a los hombres” “es que por haber nacido con atracción a los hombres entonces el sacerdote abusó de mí (esto lo dicen los monaguillos)”, y así hay un sinfín de ejemplos de violaciones de personas quienes se culpan a sí mismas hasta que alguien les hace ver que no es culpa de ellas sino de quien las o los ultrajó.

Y eso por hablar de violaciones de acceso carnal, como se dice en el Derecho Penal, es decir, cuando se da una introducción a la fuerza del miembro viril en los orificios vaginales, anales o bucales de la persona o de los dedos en los orificios vaginales o anales de las personas y eso es lo que la mayoría de las legislaciones de los países denominan como violación. Sin embargo, no existe solamente este tipo de violación física, existe también el abuso, que es un tipo de violación, y que al igual que el miembro viril o que los dedos, penetra dentro de las personas y las subyuga, las esclaviza y las somete a regímenes de vejaciones donde predominan dos elementos básicos, la aparente irracionalidad del agresor y la destrucción y segregación del ultrajado de su entorno familiar.

Luego los ultrajados se vuelven autómatas y comienzan a ultrajar a sus pares y se crea un sistema que se auto-mantiene pues los mismos autómatas se encargan de preservar el régimen de esclavitud y de dolor debido a que se encuentran encerrados en las celdas mentales dentro de una prisión mental de la cual no tienen ni idea que se encuentran institucionalizados. Pero como todo en la vida, siempre hay alguien que sea más despabilado y por esas cosas que ocurren se entera que esas cuatro paredes que le rodean son de concreto y no el horizonte que el alcaide de la prisión les quiere hacer ver, pues el alcaide les dice que esas paredes grises son el horizonte y no importa si la prisión es cristológica, mahometana, etc., lo cierto del caso es que sigue siendo una prisión.

Pero a los alcaides no sólo no les basta con tener encerrados a los reclusos sino que los torturan, los hacen trabajar en labores forzadas, abusan sexualmente de ellos y de ellas y los obligan a luchar en batallas sin sentido para eliminar a los seres humanos quienes con pancartas y altavoces le reclaman al alcaide y a la policía penitenciaria que deje en libertad a los reos quienes nunca cometieron crimen alguno pero que no obstante están prisionalizados en la cárcel de la religión organizada.

Y es así como los más despabilados idean planes y construyen túneles para poder escapar de esos campos de concentración y rara vez verá realizando una revolución interna porque muchas veces serán asesinados ahí mismo. Y esto no es una exageración. Los insensatos reos jamás matarían a uno de sus co-reclusos pero el alcaide y las sátrapas que manejan el campo de concentración sí lo harían porque si no perderían el control y al perder el control pierden su totalitarismo.

Esos reos quienes recién comienzan a disfrutar de la libertad y respiran el aire fresco, quizás por primera vez en sus vidas, ahora son perseguidos por la policía penitenciaria y los insensatos reclusos que aún siguen recluidos en el campo de concentración más bien critican al escapado por su ingratitud contra el alcaide. ¿No suena esto completamente ilógico?

¿Y qué tal si en vez de que fuera un alcaide dijéramos que es un pastor o un mulá y que la policía penitenciaria está conformada por su esposa y sus hijos y un grupo de sinvergüenzas que se enriquecen a coste del sudor del trabajo de los reclusos, perdón, feligreses, y qué tal si en vez de hablar de un campo de concentración habláramos de un templo, centro de reuniones, cuasi-sinagoga mesiánica que de sinagoga no tiene nada y de era mesiánica menos, mezquita, etc.?

Abuso3

Debo serles sinceros, no sé lo que es realmente porque mi estancia en los templos fue muy corta y lo que estuve no fue por devoción sino por obligación y luego por otros intereses sin creer en esas cosas y sí, suena mal decirlo, pero mis motivos para ir eran otros, así que no te puedo decir qué se siente ser un preso inconsciente y dar el dinero a ese tipo de cosas porque en mi casa mi madre siempre criticaba la opulencia en la que viven los sacerdotes católicos y la carencia en la que viven una gran cantidad de los feligreses, de los pastores cristianos siempre criticó su voracidad y sus incongruencias y de los musulmanes ni se diga, pues esa historia de profetas voladores era demasiado como para que ella lo creyera y así nos educó.

Pero ahora que he tenido la oportunidad de trabajar con personas sumidas en la idolatría puedo ver día a día cómo es que son esclavos y esclavas de un sistema destructor de almas y enriquecedor de sátrapas. Sí les confieso una cosa, me duele mucho el haber maltratado a esos  pobres diablos que venían a tratar de convencerme que me uniera a los atalayas o a los adventistas o a los evangélicos pues si hubiera tenido el conocimiento que tengo ahora, más bien les habría hecho entrar en razón y no tratarles mal como otrora hiciera para que me dejaran en paz pues no iba ir a regalarlo que con mucho trabajo me costaba ganarme a un ladrón sinvergüenza que no quería trabajar y encontró muy fácil el exprimir y chuparle la sangre a los demás con un libro cristológico o mahometano.

abuso2

Después de un poco más de dos años de tratar muy de cerca con una víctima de violación, comprendo que la violación no solo se da físicamente sino también en los otros planos y los mercaderes de la fe ultrajan espiritualmente a sus víctimas en pos de enriquecerse ellos mismos, estafan a los pobres, toman ventaja de familias enteras y todo lo hacen en nombre de un muerto. Es realmente triste por eso creo que tanto el judío fiel a Dios así como el noájida consciente de su identidad y fiel a Dios, tenemos una obligación de abstención de maltrato a la hora de lidiar con estas personas violadas y ultrajadas por las religiones porque muchas de ellas no comprenden que está pasando, por supuesto que si los otros se vuelven irrespetuosos ni tontos que fuéramos para poner la otra mejilla para que abusen de nosotros, claro está.

Si una mujer desnuda llegara corriendo a nuestra casa a media noche, llorando, diciendo incoherencias, ensangrentada y en estado de shock y tocara la puerta, no le gritaríamos, lo primero que haríamos sería permitirle entrar a nuestra casa, correr a buscarle ropa o aunque fuera una sábana para que cubriera su desnudez y darle un vaso de agua mientras buscamos el botiquín para prestarle  primeros auxilios. Entonces, ¿por qué ultrajar más aún a una persona que ha sido violada y abusada por la religión?

No crean, como les dije anteriormente, yo también abusé de los pobres ultrajados al tratarles mal, ahora lo que hago es conversar con ellos, pues comprendo que como son personas que han sido violadas por la religión, no se les puede ultrajar más, hay que cubrirles la desnudez, ¿cómo? La desnudez supone vergüenza, entonces lo que les hago saber es que no les juzgo, solo estoy aquí para escucharles y para ayudarles en lo que pueda, luego les doy un vaso de agua, ¿qué? Les insto a que lean FULVIDA, la sección de Empieza Aquí, luego les doy algo de comer y les ofrezco un hogar, ¿cómo? Les doy mi información de contacto para que me llamen y conversen conmigo cuando lo deseen, a veces ellos no llaman por pena, entonces como dice John Alexander, uno tiene que ser el que inicie el contacto y llame, ¿cuándo? Algo interesante de cuando uno se compenetra con el noajismo es que se vuelve más intuitivo y entonces como que el corazón le avisa cuando sería bueno llamar y muchas veces era en ese preciso momento que la persona ocupaba hablar con alguien, ¿por qué? Porque todos somos seres humanos y todos erramos y lejos de fustigarnos constantemente recordando nuestros errores debemos de reconocerlos para no cometerlos, enmendarlos por medio de disculpas, reparaciones etc., y luego perdonarnos.

No ganamos nada siendo unos perdedores que no podemos salir de nuestros errores y vivimos encasillados en ellos. El noájida consciente de su identidad tiene una obligación de establecer cortes de justicia, por eso tiene y debe defender la libertad y hacer lo posible para que los opresores no puedan seguir oprimiendo pero debe ser lo suficientemente sensato para diferenciar entre la víctima y el opresor.

Por eso no se trata de ultrajar al que ya ha sido violado sino más bien de ayudar sin ser un misionero pero sí dándole de beber a quien sed tiene y dándole de comer pan espiritual a quien hambre espiritual tiene.

Que pasen una excelente semana. abuso1

Jesed, mishpat utzedaká. Profeta Jeremías.

El Eterno declara a través de Su profeta de la Verdad:

"(2) ¡Quién me diera una posada de caminantes en medio del desierto, para abandonar a mi pueblo e irme de ellos! Porque todos ellos son unos adúlteros, una asamblea de traidores.
(3) Dispusieron su lengua como arco; se hicieron fuertes en la tierra para el engaño, no para la fidelidad. ‘Procedieron de mal en mal y no me han conocido, dice el Eterno.
(4) ¡Cuídese cada uno de su prójimo! En ningún hermano tenga confianza; porque todo hermano suplanta, y todo prójimo anda calumniando.
(5) Cada uno engaña a su prójimo, y no hablan verdad; enseñan su lengua para hablar mentira. Se han pervertido hasta el cansancio.
(6) Su morada está en medio del engaño. Y a causa del engaño rehúsan conocerme’, dice el Eterno.
(7) Por tanto, así ha dicho el Eterno de los Ejércitos: ‘He aquí que yo los fundiré y los probaré. Pues, ¿de qué otro modo he de proceder con la hija de mi pueblo?
(8) Flecha asesina es la lengua de ellos; hablan engaño. Con su boca habla de paz a su prójimo, pero dentro de sí pone emboscada.
(9) ¿No habré de castigarles por esto?, dice el Eterno. ¿No tomará revancha mi alma de una nación como ésta?’
(10) Prorrumpiré en llanto y lamento por los montes, en canto fúnebre por los pastizales del desierto. Porque han sido devastados hasta no quedar quien pase, ni se escucha el mugido del ganado. Desde las aves del cielo hasta el ganado huirán y se irán.
(11) ‘Yo convertiré a Ierushalaim [Jerusalén] en montones de piedras y en guarida de chacales. Convertiré las ciudades de Yehudá [Judá] en una desolación, sin habitantes.’
(12) ¿Quién es el hombre sabio que entienda esto? ¿A quién ha hablado la boca del Eterno, de manera que lo pueda declarar? ¿Por qué ha perecido la tierra y ha sido devastada cual desierto, de modo que nadie pase por ella?
(13) Y el Eterno dijo: ‘Porque dejaron mi Torá, la cual puse delante de ellos. No obedecieron mi voz, ni caminaron conforme a ella.
(14) Más bien, fueron tras la porfía de sus corazones y tras los Baales, como sus padres les enseñaron.

(23) Así ha dicho el Eterno: ‘No se alabe el sabio en su sabiduría, ni se alabe el valiente en su valentía, ni se alabe el rico en sus riquezas.
(24) Más bien, alábese en esto el que se alabe: en entenderme y conocerme que yo soy el Eterno, que hago bondad, juicio y justicia en la tierra. Porque estas cosas me agradan, dice el Eterno."
(Irmiá / Jeremías 9:2-24)

Muy fuerte lo que profetiza Irmiá, extremadamente duro.
Hasta vemos que Dios dice que está harto de los pecados de los judíos, al punto de querer irse lejos de ellos, apartarse, dejarlos.
Si no fuera que Él se obligó a un pacto eterno con el pueblo judío, quizás ésta hubiera sido una ocasión para dejar de estar a nuestro lado.
Pero alejarse no implica terminar la relación.
Sabemos que Dios no miente, así que cuando juro que el pacto con los judíos es inquebrantable, Él lo cumple.
Y lo vimos, porque años después de ocurrida esta profecía, los judíos retornaron a la tierra patria, reedificaron el Templo, estuvieron en paz, en tanto las condiciones lo permitieron.
Nada ni nadie puede terminar la alianza sagrada que existe entre Dios e Israel (el verdadero y único, no el delirante Israel por fe, o los injertados o los falsos descendientes), y este capítulo es una prueba más de ello.
El pacto de Dios con los judíos es perpetuo, nada puede quebrarlo.

Esta situación de extrema tirantez se debió a los terribles pecados de aquella generación que finalmente llevaron a la devastación del reino de Israel, a su casi desaparición de la tierra sagrada, a la destrucción del Primer Templo, al exilio y muerte espantosa de muchos de ellos.
Quizás queda todo resumido en lo que resaltamos en la cita: “Porque dejaron mi Torá, la cual puse delante de ellos”.

Es algo espantoso, dejar la TORÁ que el Eterno entregó como legado eterno para los judíos.
Si dejamos la frase así, nuestros pensamientos contaminados por el EGO y por los estereotipos, probablemente imaginaríamos que aquellos judíos de hace 2500 años atrás colgaron sus sombreros de fieltro negro, cortaron sus barbas y guedejas, se quitaron los sacones negros, dejaron de hablar en idish, ya no siguieron detrás de su rebe, comieron chancho, anduvieron en auto en shabat, no se pusieron más los tefilín, regalaron todos los libros de Torá que tenían en su poder y cosas por el estilo.
¿O no es eso lo que suponemos al oír las palabras “dejar la Torá”?

Pero, no imaginemos, no sigamos dogmas, no seamos presos de la ilusiones, no dejemos que el EGO marque nuestra existencia.
Seamos simples y honestos.
Veamos lo que el propio Dios dice, a través del profeta Jeremías, que significa abandonar la Torá.
No vamos a ir a ninguna parte, solamente remitirnos al texto que tenemos enfrente.

Veo infidelidad, calumnia y traición.
Actos de maldad de uno con el prójimo.
Habladuría, mentiras, engaños, burlas y difamación.
Gente que dice hablar de shalom, en nombre de Dios, de “Torá”, pero que son asesinos con la palabra y los actos.
Las acciones maliciosas llegaron al punto que hasta del hermano hay que cuidarse, no sea que se termine enredado en sus trampas.

Por más que busco y rebusco no encuentro que Dios mencione pecados “rituales”, falta de fe, no repetir lemas de rabinos, no adorar “tzadikim” ni peregrinar a sus tumbas, ni comer cerdo, ni profanar el Shabat ni otros similares como causa del “enojo” divino ni de la destrucción que vino posteriormente.
Compruebo que al igual que ocurre con otros profetas, ¿con todos?, la queja mayor está puesta en la conducta malvada de un hombre con su prójimo. En las faltas de respeto, en las agresiones, en no construir shalom en el mundo.

Sí, construir shalom es la solución para el tormento descrito.
Tal como si la construcción de shalom fuera exactamente a seguir la Torá, y el resto fueran comentarios o extras.
Como dijera el gran Hilel haZaken:

"Lo que es odioso para ti, no se lo hagas a tu prójimo. Esto es la totalidad del Torá; todo lo demás es comentario. Ve ahora y apréndelo."
(TB Shabbat 31a)

Porque lo dice claramente el Eterno, no hay divergencia, qué es lo que a Él agrada en el hombre:

“…bondad, juicio y justicia en la tierra. Porque estas cosas me agradan, dice el Eterno."

Bondad Y justicia, construcción de shalom.
No palabras, no rezos, no sacrificios, no atuendos, no rituales, no repetir y repetir frases, ni amuletos ni bailecitos.
Jesed, mishpat utzedaká”, bondad, juicio y justicia/caridad.
Quizás a partir de hoy éste sea el eslogan que repetiremos y haremos los que somos constructores de shalom, leales del Eterno. (Bueno, de hecho, es lo que decimos y hacemos hace mucho tiempo, pero tal vez no te habías dado cuenta del origen, alcance y profundidad de nuestra consigna: construir shalom, que es bondad Y justicia).
Deja de lado toda la cháchara, la Palabra es clara en su dictado: JESED, MISHPAT UTZEDAKÁ.
Construir shalom.

No pidas estudiar Torá, si eres gentil, ni saber párrafos de memoria, o cuentitos mágicos de rabinos milagreros.
Mejor pide VIVIR TORÁ, tal como Dios quiere.
¿Cómo es eso?
Construir shalom.

¿Quién es el que te lo pide y declara como TORÁ?

“Los judíos” creen…

“Los judíos” suelen creer en cualquiera, tal como ocurre resto de los humanos.

Hay judíos que creen que la reencarnación es real, otros en ella pero con variantes y otros que afirman rotundamente que es un disparate. Están los más prudentes que no afirman al respecto, y otros temerosos que guardan su creencia para sí mismos, no sea que enoje a alguien con sus ideas.

Hay judíos que creen que la Torá es puro cuento, otros que es una obra inspirada por Dios, otros que es una recopilación de fragmentos más o menos valiosos, otros que es un dictado fiel que tomó Moshé directamente de Dios. Están los que no tienen ni idea de lo que es la Torá, y los que dicen lo que se les pasa por el seso sin conciencia ni estudio. También los que se guardan en privado sus ideas, no sea que ofendan a alguien o predispongan a algún grupo en su contra.

Hay judíos que creen que Dios existe, otros que no, otros que sí pero que no, otros que sí pero no eligió a nadie, otros que eligió al pueblo judío para todas las generaciones, otros que puede que sí o tal vez que no, otros que si Dios existiera no hubiera permitido tanto dolor y miseria en el mundo y especialmente en contra de los indefensos judíos. Están los que siguen la corriente a los demás y los que tienen una creencia que esconden incluso de sí mismos, no sea cosa que alguien se enfade, los torture o excomulgue.

Hay judíos que tristemente son de Peñarol, otros que lo son de Nacional, algunos ni saben que es uno ni otro, y están los que creen que el fútbol uruguayo no existe, y los que creen que es como Jesús o Papá Noel puro cuento. Y están los que creen que es lo más glorioso de todo, dispuestos a dar la vida por su cuadrito y los que dicen ser de uno pero son de otro, y los que no dicen nada por miedo a las represalias y las burlas.

Hay judíos que creen en esto y otros en aquellos.

Un buen día vino el gran Maimónides y decidió compilar trece principios de la creencia judía, que algunos consideran como indispensables y mandatorios para todo judío. Pero en verdad, en materia de creencias el judaísmo de todas las época ha sido muy liberal. Que cada uno crea en lo que quiera y pueda, en tanto esa creencia no sea contrario a algún mandamiento o norma, o que pueda conducir a algún pecado o daño.
Por ello, para un judío creer que los dioses existen es prohibido, porque hay algún que otro mandamiento que así decreta (cosa que no pasa para los noájidas, cuyo mandamiento es no servir a dioses que no son Dios, pero si cree en ellos, bueno, ¿qué se le va a hacer?).
Quien quiere creer en marcianos o reencarnación, mientras no lo lleve directa o indirectamente a quebrar algún mandamiento o a lesionar a alguien, bueno, ¿qué se le va a hacer? Yo no creo en la reencarnación como se la expresa habitualmente y me parece harto perjudicial para la salud, bienestar y fidelidad para con el Eterno, pero es mi postura que puedes aceptar para ti o no.
Si quiere creer que la evolución es un cuento, o que la tierra es plana, o que las matemáticas son cosas de magia, bueno, ¿qué se le va a hacer? Yo creo que la ciencia es una gran compañera para la Torá, y lo demuestra cada día. Pero es mi postura, puedes acompañarme en ella o no.
Pero, repito, cuando las creencias quiebran algún mandamiento o llevan a dañar al inocente, entonces las tales creencias deben suspenderse o evitarse.
Una cosa es el ámbito de las creencias o pensamientos, otro bien distinto el de los hechos y las relaciones que están delimitadas por la normativa vigente.

Entiéndase bien, que alguien sea judío no significa que lo que cree o lo que opina tenga un origen judío, o que sea validado en la Tradición o cuente con un aval celestial que lo confirme.
Cada judío cree lo que puede y quiere, no necesariamente lo que está dentro del marco del judaísmo tradicional y sus enseñanzas.

Entonces, no es coherente decir o preguntar si los judíos creen en la reencarnación, o en la evolución, o en el Hip-hop. Más acorde sería afirmar o preguntar si hay elementos en la tradición, o algún eminente sabio, o alguna fuente propone esto o aquello.

Así  pues, que alguien sea judío no quiere decir que lo que cree, afirma, practica, adora, vende, comparte, difunde, venera, reverencia, regala, predica sea algo judío.

Tampoco necesariamente tiene validez o es parte del judaísmo lo que muchos judíos que creen, afirman, practican, adoran, venden, comparten, difunden, veneran, reverencian, regalan, predican o lo que fuera.
Por supuesto que te encontrarás judíos muy sinceros, e incluso ilustrados, que asegurarán que DEBES creer tal o cual cosa, porque aquel rabino lo creía, aquel otro lo marcó como regla, y ese otro grupo de hombres leales al Eterno creen en eso. Igualmente, tú podrás evaluar por ti mismo y creer o no creer, siempre y cuando no quiebres algún mandamiento o regla realmente establecida. Recuérdalo.

Pero además, y a modo de advertencia, ten mucho cuidado, muchísimo, que las creencias no te sometan al reino del EGO, que no te conviertan en un ciego y torpe, que no te llenen de supersticiones, que no te manipulen con miedos y dependencias, que no te esclavicen, que no entorpezcan tu pensamiento y decisión, que no cercenen ninguna de las dimensiones que el Eterno te ha regalado.

Seamos precavidos, no compremos espejitos de colores, ni aceptemos que nos los den regalados porque más tarde nos saldrá muy caro.
Es bueno no idealizar nada ni nadie, no hacer de ninguna cosa o persona un ídolo, como tampoco es bueno cancelar nuestra inteligencia para reemplazarla por la fe (también conocida como sometimiento sin sentido).

Así pues, disfruta de tu porción y usa tus poderes con precaución.