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Decálogo

El Decálogo, lo que común y erróneamente se denomina como “Diez Mandamientos” fue entregado y ordenado por Dios para los judíos.
Son muchísimas las enseñanzas que obtenemos y derivamos de estas diez frases, que corresponden en realidad a catorce mandamientos divinos para los judíos.
Algunas de las ideas y especialmente reglas son específicas para las personas judías, pero muchas de ellas tienen un valor universal, que es compartible y aplicable por cualquier persona que desee andar por la Senda del Eterno, a la Luz de su Palabra.
No es mi intención extenderme demasiado, sino tan solo concretarme a la introducción  de una fascinante enseñanza que se desprende de analizar los enunciados en un contexto “topográfico”.
Permíteme que te lo muestre.

Máximo EGO
El individuo está aislado, centrado en sí mismo, víctima de su impotencia y los delirios de poder. Es esclavo de su EGO.

Tableta B
Relación entre el hombre y el hombre

Idea central
Desarrollo de la personalidad

Tableta A
Relación entre el hombre y Dios

No asesinar

Aceptación de la existencia de Otro

Saber que Dios existe

No al adulterio

Aceptación de la relación con Otro

No adorar dioses ajenos

No secuestrar

Aceptación de la otredad del Otro

No usar el nombre de Dios en vano

No testimoniar en falso

Aceptación del poder del Otro

Recordar el Shabbat

No codiciar lo del prójimo

Coexistencia armoniosa con Otro

Honrar a los padres

Máxima CONEXIÓN
La persona está integrada como sujeto, como miembro de la sociedad, en su relación con Dios.
Es altruista, solidario, responsable, comprometido, bueno, justo y leal.

Ahora, un breve desarrollo para aumentar la comprensión.
Nacemos siendo impotentes, es condición básica de todo ser humano.
Contamos con una herramientas rudimentaria para sobrevivir, el EGO.
Sus métodos bruscos para llamar la atención suelen ser efectivos para que alguien se encargue del bebe, lo alimente, lo cambie, lo consuele, lo divierta, lo duerma, etc.
Si el llamado de atención no funciona, o el adulto no está disponible o dispuesto, el EGO “desconecta” al niño de la realidad dolorosa, lo lleva a un mundo de fantasías, el sueño.
Por supuesto que en esa etapa de vida el EGO es un gran amigo y así se va presentando a la naciente conciencia del ser.
El EGO se pone en lugar de un “salvador”, cosa que es cierta, de cierta forma.
El problema se avecina cuando el EGO se mantiene en el control del niño, siendo que éste va adquiriendo otros instrumentos y formas de conectarse con los demás y con la realidad, además de operar sobre ella.
El EGO en funcionamiento, cuando ya no es necesario, lleva a la persona a aislarse, a manipular a los demás, a situaciones de conflicto interno y externo, a multitud de desequilibrios, a una vida caótica y de desconexión con la realidad más o menos intensa.
Es necesario que el niño sea educado correctamente para que el EGO se vaya reduciendo, para que quede en su rol de herramienta útil en situaciones de extrema necesidad, cuando la impotencia gana nuevamente a la persona y no tiene prácticamente ninguna otra opción que recurrir a él.
Nuestro Creador, que es también es nuestro Maestro, nos brinda instrumentos de liberación del EGO, nos instala en nuestro lugar, nos fortalece en nuestra identidad, pero no de forma mágica o milagrosa, sino a través de un mapa de conductas que debemos conocer y aplicar, para que de esa forma podamos crecer integralmente, derrocar al EGO situado como dios al cual servimos en esclavitud.
El mapa de conductas se denomina “Torá”, que en hebreo quiere decir “instrucción”, “guía”, “ley”.
La Torá noájica es oral, se compone de siete mandamientos fundamentales, así como el relato de la entrega de los mismos por parte de Dios al patriarca Noaj.
La Torá judía es tanto oral como escrita, uno de cuyos componentes es el Decálogo, que estamos comentando en esta oportunidad. Los catorce mandamientos que componen el Decálogo están incluidos dentro del conjunto de 613 mandamientos que Dios ha dado para la nación judía, para ellos y no para el resto de las naciones. Así como la Torá que Él ha dado a los judíos es para ellos, y no para los gentiles.
Sin embargo, ambos tienen el mismo peso, similar valor, idénticas intenciones: conducir a la persona y a la sociedad hacia un mundo de Shalom, de plenitud, armonía, gozo consciente de la Presencia de Dios y Su bendición constante.
Si los gentiles conocen y viven sus siete mandamientos, así como el pueblo judío se hace cargo de sus 613 mandamientos, se estará en un mundo que no se encuentre bajo el dominio del EGO, y por consiguiente plagado de personas impotentes y caóticas, sino en un mundo solidario, espléndido, gozoso.
(Sin embargo, el cumplimiento por sí solo no basta para llevar una vida íntegra. Será necesario retomar este tema en otra oportunidad, o buscar lo que ya tenemos publicado al respecto).

El Decálogo, como hemos dicho al comienzo, es para el pueblo judío, pero algunas de sus enseñanzas son aplicables y saludables para el gentil también.
Esto que te enseño ahora es para compartir por ambos.

Estábamos en el relato del comienzo de la vida del individuo, que queda bajo el mando del EGO.
Un estado de caos, de desconexión, de soledad, de dolor, de falsedad, de fantasías, de delirios, de locura, de malicia, de robo, un mundo enfermo por dentro y por fuera.
El primer paso hacia el derrocamiento del EGO lo vemos en la tabla que presentamos más arriba: aceptar la existencia del Otro, sea Dios o el prójimo.
Si el Otro no es más que “algo” para satisfacernos, para ser manipulado, para estar a nuestro servicio, para llenar nuestras apetencias, no le estamos reconociendo una real existencia, sino una funcionalidad, que bien puede ser “usa y bota”. ¿No te ha pasado que alguna persona te haya hecho sentir así? ¿Qué eras “apreciado” mientras le servías de algo, pero luego fuiste borrado del mapa? ¿O quizás eres tú el que así ha hecho con alguien?
El Otro “no existe”, porque no le das lugar en tu corazón.
El bebe no está capacitado pues su sistema nervioso no se ha desarrollado, por tanto es normal que no sea consciente de la existencia de otros… pero tú, ¿qué excusas puedes dar?
Viene Dios y te enseña: “Yo existo, no preciso mandarte que lo creas, ni que tengas “fe”, sino solamente basta con decírtelo. Viste Mis obras, Yo soy quien te sacó de Egipto. Sin embargo, no me interesa que hagamos doctorados en teología, para Mí es más importante que sepas que el prójimo también existe. A Mí no me cambia en nada si tú Me sirves o no, pero a tu prójimo sí le puede afectar del modo en que te comportas con Él. no lo niegues. No lo asesines, ni siquiera simbólicamente. Admite que Yo existo, admite que el prójimo existe. No somos tus sirvientes, no somos tus títeres, Yo soy tu Dios, y él es tú prójimo.”

Cuando se avanza al siguiente escalón se descubre que admitir la existencia del Otro no basta, se debe admitir que existen las relaciones y que no siempre éstas tienen algo que ver conmigo.
El Otro tiene su vida independiente, aunque me cueste admitirlo. El otro tiene sus relaciones y no siempre soy bienvenido en ellas.
Ahora que sé que existe una mamá y un papá, debo aceptar que ellos mantienen una relación que me tiene por fuera y no debo entrar a ella.
Y eso irá pasando en lo sucesivo, con otras personas, con otras relaciones que establezca.
Esto que me limita, también me libera.
Yo también tengo mis relaciones, mis cuestiones privadas en donde yo establezco quien entra y quien no.
Dios también tiene ese “derecho”, el derecho a que no le seamos infieles, que no nos prostituyamos con falsos dioses, ni siquiera movidos por buenas excusas.
Tenemos una relación particular con Él y cuando metemos en medio a dioses, ángeles, mediadores, “salvadores”, ídolos, Jesúses, vírgenes, santos rabinos difuntos, seudo profetas, gurús, etc., estamos haciendo algo incorrecto. Estamos quebrando la fidelidad de la relación que tenemos con Él.
Así como existe el Otro y debemos tomar conciencia y aceptarlo, igualmente con las relaciones que el Otro mantiene, sea que estemos incluidos en ellas o no.

Está el Otro, las relaciones del Otro, estamos nosotros y nuestras relaciones. Está la conciencia de todo esto.
El siguiente paso en la escala del crecimiento es aceptar que el Otro es otro, que tiene derecho a su identidad, a sus decisiones, a ser él mismo, nos guste o no.
No está para darnos placer, no está para que lo manipulemos, tampoco para que nosotros seamos manipulados o nos arrastremos para satisfacerlos.
Él tiene su vida, me guste o no. Sea mi hijo o mi hija, mi alumno o mi empleado, él debe hacer su vida y yo debo respetarlo.
Por supuesto que el sirviente del EGO pretenderá tener bajo su control a todos y todo, no admite que le contradigan, no acepta que le marquen sus errores, no quiere voces disonantes. Él es el amo, aunque en realidad sea un pobrecito esclavo de su EGO.
Sin embargo, la persona que anda a la Luz del Eterno, que está en la escalera de la plenitud no buscará dominar a otros, no negará a los demás sus derechos, no impondrá su voluntad de forma injusta, reconocerá qué puede controlar y que no y no se angustiará por saberse impotente en ciertos aspectos, sino que más bien eso le dará libertad y serenidad.

El siguiente escalón ya incluye admitir que el otro no solamente existe, mantiene sus relaciones que no nos incluyen y otras que sí, es independiente de nuestra voluntad, sino además que el Otro es poderoso sin necesitarnos.
Debe ser duro despertar un día y darse cuenta de que ese mundo que habíamos imaginado en el cual somos el centro, del cual todo depende, que se caería si faltáramos, en realidad sigue tan firme y funcional cuando faltamos.
Más de uno habrá fantaseado con que el mundo nació el día que uno nació, que el mundo es mejor por estar uno aquí, etc., pero en los hechos el mundo gira estemos en él o no.
Somos importantes, sin dudas, pero una partícula de polvo cósmicos en un universo que aparece como infinito.
Somos valiosos, pero mejor es sí nos bajamos del pedestal y admitimos que el otro puede vivir perfectamente sin nuestra presencia.
Ni el divorcio, ni la muerte, ni el alejamiento son el fin para el otro, al menos no debiera serlo.
Dios sigue siendo Dios, con nuestros rezos o sin ellos.
El otro seguirá para adelante, contigo o sin ti.
Es duro, ¿no?
Algunos se niegan a reconocerlo, pobres prisioneros de sus EGOS y se andan imaginando que el mundo se caerá el día que ellos desaparezcan, que Dios tiembla de solo pensar que él no cree en Él… conocemos a varios sujetos así, cabalisteros, magos de las palabras que corrompen lo espiritual, gurús, falsos rabinos, entre otros. Incluso gente de renombre, que se desviven por tener a quien manipular, por ser el centro en la vida de alguien, por recibir el dinero como diezmos, etc.
Eso no es lo que Dios quiere del hombre.

Hasta el cuarto grado hemos llegado a reconocer al otro en su completitud, falta el quinto escalón, en el cual podamos llevar una vida de conexión con el prójimo y con Dios.
Entendemos que el otro es otro en TODOS los aspectos, aunque cueste, aunque duela.
Podemos apreciar lo que posee, en todos los aspectos, pero haremos el esfuerzo para no corrompernos anhelando lo que no es nuestro.
Podremos buscar nuestra propia forma de ser felices, nuestro camino para la plenitud, nuestro sentido de vida.
Claro que podremos hacerlo, cuando no estemos encerrados en las celditas mentales de nuestro EGO.
Al salir de esas paredes maltrechas podemos respetar al prójimo, amarlo, serle fiel, estar conectados.

Pero, mientras no avancemos estos cinco grados, seremos aún esclavos, de una u otra manera. Esclavos en fin.
Está en ti seguir tu camino, ese que Dios te ha marcado, o seguir el camino del EGO.

Resp. 967 – ¿Cómo es la experiencia espiritual del feto?

Jonathan Ortiz nos consulta:

Buen dia Moré,
Primero agradecer por todo lo bueno que nos ha brindado durante este tiempo. Segundo, quisieramos preguntarle lo siguiente:
1. ¿Qué experiencia espiritual vive el feto durante la gestación?
2. ¿Cómo padres qué podemos hacer para que nuestro hijo tenga un buen comienzo espiritual?
3. ¿Cómo podemos maximizar la experiencia espiritual del embarazo?

Un gran abrazo,
Gracias
Jonathan Ortiz, Venezuela

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Cristianismo y Ego

Con el ego descontrolado, todo se torna cuesta arriba, nada es disfrutable, porque lleno de ordenes ilusorias nunca alcanzamos a satisfacer la demanda, nos convertimos en «pecadores» eternos, infructuosos seres.
El ego viene con ilusiones para salvarte pero no va a dejar de exigirte luego, lamentablemente ese juego perverso esta dentro nuestro.
No solo se muere y este es el ejemplo, en vida fisica destinamos la energia a la muerte interna.
Genera desequilibrios en los planos del ser. una ciencia de la falsedad, apunta a la contemplacion infructuosa y analisis interminables de variables que determinen una vision del mundo acomodada las expectativas del mismo y a la ilusion de control.

Esto es el cristianismo, puro ego. La impotencia al no encontrar satisfaccion inmediata en la vida «terrenal» genera un objeto «espiritual» «divino» que en realidad esta cargado de enegia animica, Es el Ego de Pablo que genera un Jesus, el dios que satisface a los hombres,
Jesus es el alterego de Pablo, su segunda personalidad, que a su vez tiene varias personalidades.
Adoptando el esquema propuesto, todos desean ser martires, empiezan a «morir» unos por otros, el juego es hipocrita ademas de repugnante, todos «mueren» por el otro porque uno murio por ellos, cuando en si buscan dominarse unos a otros. Pero no asi mismos,
Se generan ejercitos, corporaciones de dominados-dominantes, sufrientes orgullosos, en un entramado social-personal que desean engullir a todo aquel que propone vida.

Un estado de sacrificio constante que reproduce la emulacion del sacrificio del dios, que se traduce como sufrimiento calvario, dolor, flagelo, todas actitudes negativas para el crecimiento personal pero que se interpretan como positivas.
Asi la persona se alimenta del dios para alimentarlo. Es un producto, tienen consumidores pero no son receptores pasivos de su mensaje o de lo que pueden satisfacer.
Todo este sistema, empieza con la impotencia, sigue en el ego, luego en el objeto de culto representante del ego y sigue en la persona que retroalimenta el sistema con su impotencia insatisfecha. Esto se reproduce interna como externamente, desde la desdicha emocional hasta la manutencion de instituciones religiosas.
Aqui el ego genera una necesidad, por la impotencia, para luego otorgar una solucion, como se reproduce y se sostiene en el tiempo está situacion, el ego se converte en dios, «no se ve», te habla constantemente, en un balbuceo irracional, da ordenes, no se presta a analisis racional,, es incognocible, incuestionable, se desenvuelve en toda tu vida, «esta en todos lados».

Se nos presenta el cuadro

Impotencia(persona) >>>> ego(falso dios) >>>>objeto de culto (necesidad satisfecha )>>>Persona (impotencia)

Este esquema es posible que se replique durante toda la vida, y los dioses, sus objetos y sus cultos pueden variar segun al plano el cual la persona piense que es el plano mas importante y donde se genere su impotencia.
Nunca hay relacion directa con el ego ya que una de sus caracteristicas es esconderse, entonces produce intermediarios.
Otra caracteristica de este sistema puede ser graficado por el comportamiento de un virus, replicandose infectando cada vez más a su portador y atacando varias areas a la vez, lo cual hace cada vez más dificil su erradicación. Tambien trabaja a modo de mutación podemos ver que una persona cambie, pero no es el cambio en esencia, solamente en forma. Por ejemplo una persona, podra hablar de forma bonita, de temas elevados, tendra otras amistades, nuevas congregaciones, un nuevo cuerpo esbelto, un nuevo automovil y actuara en consecuencia a sus nuevas formas, pero en el fondo seguira alimentando su propio sistema carcelario, que a su vez es el patron del sistema carcelario replicado.
Se hace muy dificil el gozo en estas circunstancias. Todo se transforma en objeto salvador, nuestro sistema de mercado (del cual no esta exento el cristianismo) representa lo que llevamos dentro, la diversidad de productos son proyeccion de nuestros yoes internalizados, alteregos materializados, mediadores.
El sistema es interior-exterior, imput-output, resignificando, pero sin un cambio cualitativo, se hace cada vez más dificil la simplicidad ya que más malabares se suman para mantener el edificio en pie.
Es un sistema dinamico, mientras no se salga del circulo estaremos produciendo ego, interna como externamente, en esto nadie es pasivo en menor o mayor medida es un productor y reproductor, generando mayor produccion de ego circulante

Si se quiere salir del circulo es necesaria, la acción, sin lugar a dudas, ya que la meditacion sobre el tema es estar dentro del circulo, la ilusion de estar avanzando, evolucionando, creando. Cuando en realidad se vuelve otra vez a lo mismo. Re-pensar lo mismo.
Desaprender, es es el primer paso.
Conceptualizar en exceso, es el ego actuando sobre es otro modo de distraccion ante la realidad de ejecucion que nos propone la vida. Por lo tanto, al querer en encontrar una «conexion» nos adentramos en la «reflexion».
Pero es bueno saber que las mas productivas nacen luego de una actividad gozosa y acorde a la identidad y aunque creas que no estar gozando, el esfuerzo por hacerlo, da mayor capacidad de autoconocimiento.
La aplicacion de las tecnicas del Moré ayudan a aumentar la capacidad de gozo y nunca el conocimento fehaciente (si es que lo hay) de lo que estamos combatiendo. Asi como D. no podemos conocer su esencia, del ego no podemos conocer toda su genesis, como se ha ido alimentando, pero tenemos las tecnicas para desarticularlo.
Hay que confiar, no queda otra, es dificil no poder aferrarse a los conceptos , los moldes, las etiquetas y de cada cosa hacer un muerto. Es logico y comprensible, luego de tanta explicacion pavota y de tanto vendedor de baratijas.
De nada sirve, insultar a D. por ejemplo diciendo que es un despota, vengador, etc…los insultos del ego siempre se los lleva D. Por ello se idolatra y se blasfema.
El Eterno es vitalidad y el ego es intruso en larelacion con El. Por cuanto queremos gobernar el mundo, el mundo sigue igual, es mentira querer hacer lo bueno, fuera del Eterno, es dominio de lo negativo, del ego.
Destruir el atomo del ego del cristianismo liberara la energia para gozar de la vida y del servicio al Eterno.

Prosperidad para ti

Está en nuestra naturaleza el anhelar bienestar material, incluso riquezas.
Desde el momento que somos cuerpo estamos necesitados de lo material para continuar con vida y para preservar la especia humana.
Además, y no es un aspecto menor, es necesario que aprendamos a edificar en la dimensión física de acuerdo a la ruta provista por el plano espiritual.
Al contrario de lo que predican ciertas doctrinas y religiones, no hay nada negativo en poseer y gozar de los bienes materiales, en tanto estos no sean el centro y la finalidad de la existencia.
Por supuesto que es indispensable que empleemos una parte generosa nuestro bienestar para proveer de bien al prójimo.
Remedio contra el poderío del EGO es el altruismo,  hacer el bien a otro sin esperar nada a cambio.
Cuando nos hacemos libres del EGO, estamos en disposición de recibir dicha, plenitud y gozar de la bendición que desde lo Alto nos otorgan pródigamente.

Si bien el gozo de este mundo es positivo, en tanto no se caiga en cuestiones prohibidas, no debemos olvidar en ningún momento que nuestra meta y caudal no está en Este Mundo, por tanto, que todo lo material sea empleado con sabiduría en procura de la trascendencia.
Es un gran principio que lo físico esté al servicio del Eterno por medio del cumplimiento de los preceptos que Él ordena a cada quien cumplir.

Ahora bien, ¿qué consejos nos dan nuestras Fuentes para obtener riquezas y gozar de ellas?
Brindaremos algunas ideas de modo general.

1- No espere a que su sustento o riqueza provengan de milagros, como llovido del cielo. Es su obligación dedicarse a actividades lícitas con la finalidad de obtener sus ingresos.

2- Si desea, puede comprar billetes de lotería o similares, pero no hacer de esto un modo de vida, ni haga depender su sustento de estos esporádicos beneficios.

3- Abra su mano con generosidad para con su prójimo necesitado (institución educativa de judaísmo tal como serjudio.com, motor de vida como FULVIDA, o persona pobre), pues Arriba le juzgan tal como usted juzga. Si usted actúa con benevolencia, de Arriba le dictan una sentencia benévola. Si usted es dadivoso con el prójimo, tiene asegurada la bendición.

4- Separe el diez por ciento de sus ingresos para darle a los pobres o a instituciones de bondad y justicia con lealtad a Dios.
No es su obligación, no es su deber, no es un mandamiento, no será maldito si no lo hace, pero es bueno hacerlo.

5- Que todos los preceptos que cumpla los haga con entereza, no por interés de obtener algún beneficio, sea en Este Mundo o el Venidero, sino porque eso es lo que el Eterno demanda de usted. Quien sirve al Eterno sin dobles intenciones es merecedor de las mayores bendiciones, tal cual expresa con claridad la Torá –judía- y los judíos mencionan a diario dos veces en nuestras plegarias.

6- Eleve sus pedidos por sustento y riqueza al Eterno. Con confianza en Él, con corazón puro e íntegro. No demande. No exija. No extorsione. No quiera negociar. No quiera manipular. Pida, como pide un siervo a su amo. Pida, como pide a su padre un amoroso y respetuoso hijo.

7- Done dinero u objetos para comunidades noájidas VERDADERAS (cuidado, que nada de lo suyo sirva para enriquecer a los viles enemigos de Dios que se disfrazan de santidad). En tiempos pasados, cuando el santo Templo estaba en pie, las personas ofrendaban ciertos elementos sabiendo que con esto eran beneficiados con prosperidad.

8- Comercie con justicia y misericordia. No busque la ganancia inmoral ni el beneficio de los miserables.

9- No sea mezquino a la hora de festejar. Invite hasta a aquellos familiares lejanos o con los cuales no tiene buenas relaciones. Sin derrochar innecesariamente, sepa gastar en abundancia para compartir las alegrías con bondad y honestidad.

10- Que sea un hábito el invitar personas a su hogar, para alimentarlos o darles hospedaje. Sean estas personas indigentes de la ciudad o visitantes.

11- En sus fiestas particulares no olvide convidar con manjares a los pobres. Que la fiesta no sea un motivo de exclusivo egoísmo, sino de crecimiento compartido.

12- Respete a su esposa más que a usted mismo. Embellézcala, cómprele regalos, hágala sentir la reina del hogar.
Si usted es mujer, respete a su marido, hágale creer que el está la mando, permítale que él tenga iniciativas.
Entre ambos que hagan emerger la paz hogareña.

13- No dude en asociarse con personas íntegras a la hora de establecer algún negocio.

14- Devuelva lo antes posible los préstamos. No se quede con nada que no le corresponde ni pertenece.

15- Pague a tiempo sus deudas.

16- Proponga y ejecute planes de desarrollo comercial, aunque no se crea capacitado y le dé miedo intentarlo. Consulte con expertos, nunca está demás.

17- No gaste el dinero que no le pertenece en vicios (alcohol, sexo infiel, cigarro, drogas ilegales, idolatría, religiones, adicción al juego, etc.).

18- Contribuya con maestros de VERDADERO noajismo de manera constante, asóciese a ellos para que puedan hacer su trabajo de santidad a través del dinero que usted aporta. Dé una mano a FULVIDA para que continuemos haciendo nuestra obra.

19- Haga sentir a su cónyuge como un rey/reina y a sus hijos como príncipes (pero sin malcriarlos).
Un hogar dichoso es una fuente de bienestar.

20- Agradezca, por todo.

Hasta aquí estos breves consejos.
Confío en que sabrá ponerlos en práctica y que pronto será prospero y de bendición para muchos.
Ten presente nuestra obra, que es TU obra, porque si no nos valoras, ¿cómo crees que eres valorado?

Dioses en tu interior

"Entonces Shemuel [Samuel] habló a toda la casa de Israel, diciendo: -Si de todo vuestro corazón os volvéis al Eterno, quitad de vuestro interior a los dioses extraños y las Astartes, y preparad vuestro corazón para el Eterno. Servidle sólo a Él, y Él os librará de mano de los filisteos."
(1 Shemuel / I Samuel 7:3)

Veamos la sección que expresa: “quitad de vuestro interior a los dioses extraños”, que también es posible hallarla traducida como “quitad de en medio de vosotros los dioses extraños”.
¿Cuál sería la pregunta obvia que se desprende de estas palabras sagradas?
Podría ser: ¿qué dioses extraños habitan en el interior de cada persona que deben ser desalojados para permitir un corazón en armonía con Dios, un servicio genuino hacia Él, la libertad de los  opresores?
Pensemos, ¿que dioses extraños nos dominan desde dentro?

Muchas quizás podrían ser las respuestas válidas, pero te quiero señalar una que es evidente a poco que comenzamos a estudiar la naturaleza humana y cómo vivimos.
Sí, en esta sagrada casa ya lo hemos denunciado a ese gran enemigo interno, que en un momento fue un amigo pero luego se pervirtió: el EGO.
No te lo describiré nuevamente, te ruego que sigas los enlaces que están aquí y leas, comprendas y crezcas en conocimiento al respecto de este tema fundamental. Sé que lo harás, aunque te tome tiempo y esfuerzo, por ello te agradezco.

El EGO es ese “dios extraño” que está en nosotros, que nos domina, que no nos da libertad, que no nos deja ser leales a Dios, que nos lleva a la sumisión más penosa, que nos hace vivir de fantasías e irrealidades, que perturba nuestro corazón y nubla nuestra mente.
Sí amigo mío, es el EGO el “demonio” que se aloja en nuestro interior y que obstaculiza nuestro desarrollo integral, nuestro crecimiento armónico multidimensional.
Es el EGO el culpable del dominio que nos lleva a poblar de cáscaras que recubren nuestra luz espiritual pura.
Es el EGO el que nos viste de disfraces y esconde nuestro rostro detrás de torpes máscaras a las que llamamos: “yo”.
Lee esto, y este también, y no olvides este otro.

En palabras del Sagrado Libro de los judíos:

"Dijo el Eterno en Su corazón: ‘No volveré jamás a maldecir la tierra por causa del hombre, porque el instinto del corazón del hombre es malo desde su juventud.’"
(Bereshit / Génesis 8:21)

Que se puede interpretar como: desde su nacimiento el humano carga en su interior, en su corazón, una tendencia hacia el mal, egoísta, que paradójicamente niega la vida para seguir con vida. Un mecanismo natural, que no es una maldición ni una posesión diabólica, sino un elemento que forma parte de la naturaleza humana, pero que sin embargo se desborda, quiebra sus límites, pervierte su finalidad y se transforma en pesada carga que mortifica a la persona.
Tal es el EGO, mi amigo.

El EGO es un “dios”, al cual adoras, pero no lo denominas como tal.
Le pones diferentes, lo vistes de religión, incluso tienes el atrevimiento de llamarlo “Dios”, “Padre”, “Aba”, “Dios de Israel”, etc., pero no deja de ser tu oscuro EGO.
El EGO te somete, te rebaja, te humilla, te hace creer fantasías, deliras a causa del EGO, pero infantilmente inventas justificativos y excusas para aferrarte a él.
Gritarás, insultarás, te harás la víctima, reclamarás, te quejarás, te ofenderás, ofenderás, porque trabajas 24 horas al día para satisfacer a tu EGO, lo que te deja vacío y sin sentido a ti.

Quita el dios de piedra y madera de tu interior, para que puedas ser tú, para que puedas servir a Dios en verdad.

Tristemente para la mayor parte de los lectores de estas líneas el resultado no será liberador, no encaminarán sus vidas hacia la Luz, sino que movidos por el EGO (como muñecos de trapo) encontrarán la manera de atarse aún más fuerte a su “dios” interior, el EGO, y a sus dioses externos (sea Jesús –con el nombre que quieran darle-, Buda, algún Sai oriental, un dios de la Nueva Era, el dinero, la fama, la droga, el poder, etc.).
Es que, desde el comienzo de la humanidad es el EGO quien tiene el dominio, el que aparta al hombre de Dios, el que aliena al hombre de sí mismo.

Para terminar el encuentro del día de hoy con una nota positiva, es posible librarse del EGO, al menos de la esclavitud a él de su modo más grosero.

  • Comienza  por tomar conciencia de tu estado lamentable.
  • Aprende a darte cuenta de las trampas y herramientas del EGO.
  • Cumple con los mandamientos que te corresponde, los noájidas para gentiles los 613 para los judíos.
  • Deja de buscar la aprobación ajena.
  • No pretendas controlar lo que no puedes controlar.
  • Recurre al Padre Eterno con simpleza, sin negocitos o arreglitos.

Estas son buenas maneras para ir quitando al “dios” interior y encontrar el lazo con el DIOS infinito.

Te prometo un encuentro con Dios

Hola amigo mío,  aquí te traigo nuevamente más pan espiritual del bueno, del que nutre para este mundo y el eterno.
Enseñanzas simples y profundas, que se basan en la Torá judía pero están preparadas para adherirse al espíritu del noájida con propiedad.
En esta ocasión, a partir de la lectura pública que los judíos hacen de la Torá esta semana, cuando comienzan a leer del cuarto tomo de la Torá, que empieza con estas palabras:

«El Eterno habló a Moshé [Moisés] en el desierto de Sinaí»
(Bemidbar / Números 1:1)

¿Cuál podría ser la pequeña gran enseñanza de estas palabras?
¿Ves tú algo “sagrado” que te pueda dar beneficio y bendición como noájida en tan “pobres” palabras?

La primer enseñanza fundamental te la brindo a través de preguntas.
¿Aprecias tú la infinita grandeza de estas pocas y comunes palabras?
¿Reconoces que el poder se halla en el idioma corriente, cuando está intencionado por el espíritu?
¿Tomas conciencia de que usar palabrería compleja y cerrada, cuando no tiene razón de ser, es simplemente un manejo del EGO, una estrechez mental, en lugar de una demostración de inteligencia y espiritualidad?
¿Te das cuentas de que cuanto te insisten en usar lemas en idiomas extraños, palabras rebuscadas, conceptos oscuros e incompresibles por su irracionalidad, en verdad te llevan hacia zonas prohibidas por ser perjudiciales para tu salud y eternidad?
Dios habló y habla en un lenguaje llano, sin complejos, sin parafernalias, cada letra es necesaria. No hay conceptos alejados del entendimiento, a no ser que sea absolutamente necesario.
Él habla para ser entendido.
A diferencia de los esclavos y cómplices el EGO, que te embarullan con griterío, palabras inexistentes, conceptos rebuscados, planteos ofuscados, la oscuridad que se quiere presentar como un rayo de luz.
O el que te quiere “enseñar” es un inepto para tal tarea, y por eso no sabe decir en “humano” lo que tiene para decir; o es un engañador, que aparenta lo que no tiene, ofrece de lo que carece y da esperanzas que nunca se cumplirán.
Ejemplo: “tu iesod está en omega patpetatin, esnoga sefirotica dimensional interna, mente del HKBH, en antípoda al bait zodiacal, segun malchut RASHRASH aom mazda…zeir hanpin del viejo milenario ben adam, porque el REBBE ZTZ”L N.I.D. TZOHAR en su Likitei Mahrashi Shubiruji 11b folio 46 en la parábola del ciego que veía con su tercer ojo del chakra del Ruaj JaKhodesch DAAT del Malchut, alineado con el KETER vatika iomina, segun exegesis midrasistica del rabbi khadosch MiguEl ZoreoEl que vive en la santa ciudad cabalística de Zafed…”… ¡la nada misma, pero qué bien le suena al EGO!
Por tanto, harás bien en apartarte de cabalisteros, misticoides, jasideos, nuevoeros, gurús varios para cada gusto. Con barba, sin barba, con ropajes coloridos o negros, más orientales menos occidentales, con cabeza cubierta o sin ella, con turbante o sombrero, que te cobra en euros o en dólares, que es un gentil que hasta ayer era como tú pero hoy es el líder-rabínico-asramítico-jasideo de turno, etc.
Aléjate de eso y de aquellos.
Mejor obtén tu pan espiritual en donde te hablen en tu idioma, en donde te expliquen hasta que sea comprensible, de acuerdo a tu grado de aptitud.
Mejor elabora tu propio pan espiritual, haciendo que cada acción tuya sea significativa, en armonía real con los Siete Mandamientos. Así tendrás una vida de plenitud espiritual, de bondad en este mundo y en la eternidad.
Tal la primera enseñanza.

La segunda enseñanza refiere al encuentro más profundo y elevado que puede existir para el ser humano.
Uno que puede darse a cada instante.
Uno que marca la existencia a perpetuidad.
Uno que rehúye los lujosos templos, se aparta de monumentos, reniega de grandes peroratas, se desprende de lujos escénicos, y no se lleva bien con la emoción desbordada y llamativa.
Es el encuentro del Eterno con el hombre, ellos y nada más, como si estuvieran en pleno desierto, rodeados de nada, solamente ellos.
Dios habló a Moshé en el desierto…
Sin rituales, sin ostentos, sin ropajes afectados, sin levantar manos derechas y decir amén, sin congregaciones que aúllan como locos descalabrados, sin salmos farfullados, sin presiones de grupo, sin mística berreta, sin EGO…
Fue en el desierto, fue un verdadero y real encuentro del Dios con el hombre, del hombre con el Dios.
Un encuentro que tú también estás apto para tener, si es que quieres y haces lo necesario para tenerlo.
La conexión con Dios la posees, es una parte tuya, que se llama Yo Esencial, en el idioma de la creación se lo denomina Neshamá, o espíritu.
Es tu lazo eterno con Él, tu hilo sagrado que no se interrumpe.
Dentro de ti, tu médula, es la que te conecta con Dios.
Pero precisas enlazar tu mente para poder lograr conciencia de esa realidad, y para ello es necesario sortear los bloqueos que el EGO interpone entre el Yo Vivido y el Yo Esencial.
El EGO inventa ritos y rituales, palabras a repetir como lemas sagrados, palabrería “sagrada”, peajes a pagar a los gurús, libros y medallitas que son obligatorios de adquirir, miedos y culpas, el EGO y sus empleados: pastores, curas, clérigos, falsos-rabinos (mesiánicos, cabalísticos, etc.), líderes falsamente noájidas, clérigos que adoran al dios dinero hijo del dios EGO, entre otros que se presentan ante ti a diario para reclamar tu diezmo, tu contribución, tu sedacá, tu apoyo para que en tu nombre enciendan una velita en tal ciudad sagrada, pongan un papelito en tal muro sagrado, digan un rezo en tal grupo de hombres sagrados, etc.
Ahí NO está Dios.

Tal es la pequeña gran enseñanza de este breve pasaje.
¿Acaso precisamos de mucho más?

Si tú quieres encontrar al Eterno, y hacerLo parte de tu vida, presta atención a estos consejos.
No Lo busques en artificios monumentales, ni en despampanantes actos, ni detrás de títulos de esplendor, ni en apasionados discursos, ni en complejos e intrincados pensamientos (carentes de sentido real).
BúscaLo allí en donde puede ser hallado: en lo simple y modesto. En los actos sencillos y recatados, que manifiestan tu ánimo sincero, que persigue en verdad el encuentro genuino con el Padre.
Como dijera la profetisa Jana:

«No multipliquéis palabras altaneras; cesen en vuestra boca las palabras insolentes. Porque el Eterno es un Elokim de todo saber; por Él son examinadas las acciones.»
(1 Shemuel / I Samuel 2:3)

Haz tus pensamientos, tus palabras y tus actos tan simples como un desierto; libres de adornos que solamente confunden y desvían la atención.

No confundas, por favor, «desierto» con «vaciedad».
El desierto del cual te estoy hablando es un estado del alma en el cual uno ha encontrado la iluminación para reconocer que lo mundano es valioso y necesario, pero que no deja de ser un bien pasajero. Gozar de lo permitido, en tanto te apartas de lo prohibido, eso es hallar un buen sentido a lo material. Un sentido realmente espiritual, que se completa con nunca perder de vista que estamos solamente en un pasadizo y que el verdadero «Mundo» está más allá de lo material.
En palabras de los Sabios:

«Rabí Iaacov dice: Este mundo es como un vestíbulo en relación con el Mundo Venidero; prepárate en el vestíbulo para que entres al salón del banquete.
Él solía decir: Más bella es una hora de retorno al Eterno y buenas obras en este mundo que toda la vida del Mundo Venidero; y más bella es una hora de paz de espíritu en el Mundo Venidero que toda la vida de este mundo.
»
(Avot 4:16, 17)

«Desierto» también puede ser el alma del que ha padecido mucho, que ve su vida en ruinas, que no encuentra modo de crecimiento. Y de repente, de en medio de la crisis destella una luz, que como un faro va despejando el camino y elevando a la persona hacia una nueva conciencia, superior y vital.

Por el contrario, «vaciedad» es despreciar los bienes de Este Mundo, por considerarlos innecesarios o maliciosos, tal como muchas sectas y religiones anuncian dogmáticamente. Cuando en verdad el Eterno ha creado los bienes y nos ha dado capacidad para gozar, por tanto no hay nada de malo en los bienes terrenales, en tanto sean permitidos por Dios de acuerdo a tu identidad espiritual. «Vaciedad» es negar el placer allí donde el Eterno ha dicho: «está bien gozar».
Y «vaciedad» también es aquel que no cuenta ni con conciencia ni con buenas acciones en su haber, y por tanto sus pensamientos, palabras y actos (y sentimientos) están «vacíos» de vida.

Que tu vida esté llena de placer, bondad y buenas obras; pero que sea un desierto en lo que respecta a afanes incesantes, deseos imposibles, lucha por poder y sentimientos negativos.
Busca al Eterno en la ausencia de vanidades y aditamentos innecesarios, pues es en la simplicidad, en el silencio cargado de sentido es que puedes encontrar al Eterno.
Presta atención al ejemplo que te brinda el sagrado libro del judaísmo:

«El Eterno le dijo: -Sal afuera y ponte de pie en el monte, delante del Eterno.
Y he aquí que el Eterno pasaba.
Un grande y poderoso viento destrozaba las montañas y rompía las peñas delante del Eterno, pero el Eterno no estaba en el viento.
Después del viento hubo un terremoto, pero el Eterno no estaba en el terremoto.
Después del terremoto hubo un fuego, pero el Eterno no estaba en el fuego.
Después del fuego hubo un sonido de silencio fino.
Y sucedió que al oírlo Elías, cubrió su cara con su manto, y salió y estuvo de pie a la entrada de la cueva.
»
(1 Melajim / I Reyes 19:11-13)

El Eterno quiso enseñar al gran profeta Elías que no se Lo encuentra en los espectáculos grandiosos, ni en los hechos desmesurados, ni en las complicaciones excesivas. Él no es fácilmente hallado detrás de rostros fieros, palabras hirientes, estruendos catastróficos.
El tornado, el terremoto, la deflagración no están en sintonía con la divina Presencia.
Pero el silencio que guarda contenidos elevados, las suaves palabras de los sabios, la humildad, todo esto son canales para compenetrarse del mensaje del Eterno.
En las inspiradas y sabias palabras:

«Las palabras del sabio con sosiego son oídas, y son mejores que el grito del que gobierna entre los necios.»
(Kohelet / Predicador 9:17)

¡Qué diferente es a lo que se hace en las congregaciones de extraviados!
Mil gritos falsos, repetidos mil veces con estridencia, no guardan un gramo de verdad.
Los “amén” son oídos a kilómetros de distancia, el griterío es impertinente, los alaridos parecen sacados de películas de terror, los cánticos retumban hipnotizando a los presentes, se busca manipular a como dé lugar las emociones para subyugar el pensamiento y anular la voluntad.
¿Es eso lo que Dios en verdad quiere?
Desconfía de los palabreros, de los misticoides, de los jasideos, de los cabalisteros, de los vocingleros, de los que se visten como un zafarrancho llamando la atención y dándose pábulo de realeza y soberanía cuando no es más que patanadas del EGO, sucia manipulación que retumba en tu propio EGO y te idiotiza y te encadena y te priva de tu gozo y de Dios…

Es precisamente por su vaciedad que el petulante eleva su tono y desencaja su gesto, pues quiere ocultar el vacío detrás de la aparatosidad y el complicado laberinto de palabras, ideas, creencias, rituales, etc.

Los que lamentablemente conocen al falso-haham de apellido Hernández, al otro de apellido que comienza con Z., a todos esos que se dedican a comerciar con la fe, pueden ver cabalmente un terrible ejemplo de recursos monumentales empleados para apartar de la senda sagrada y la vida; en lugar de encontrar a un simple y sincero caballero que trabaja por la verdad y el shalom.
Pueden reconocer en ese hombre a un amargo comediante salido de un show hollywoodense, que incansablemente labora con la finalidad de adoctrinar en la mentira y el engaño.
Para los que no lo conocen, les pido que imaginen a un hombre fríamente despiadado, desesperadamente hambriento de dinero, fama y poder.
Se protege detrás de supuestos títulos y hace alarde de falsos reconocimientos «teológicos»; es hábil con su lengua de serpiente para engañar y confundir. Nunca responde directamente cuando se le enrostran sus incoherencias o terribles faltas. Es astuto para difundir rumores y sembrar habladurías que perjudican a personas de bien. No duda ni un instante a la hora de mentir. Es capaz de mirarte a los ojos y sin remordimientos decirte la más atroz de las mentiras, que te carcomerá como un mortal cáncer, todo esto con una sonrisa amable y un abrazo tierno. Su incongruente palabrería, siempre es altisonante y plagada de palabras inexistentes que hacen sentir como si él fuera sabio y tú tonto por no saber las palabras que usa (¡cuando en realidad no existe tal palabra o concepto!); o emplea incorrectamente términos complejos y/o técnicos, que difícilmente él entienda; o usa vocablos aparentemente hebreos (pronunciados como si un gorila tartamudo estuviera cantando ópera en sueco). Todo esto con la intención de hacerse pasar por un noble caballero, dispuesto a redimirte de tus males; cuando la verdad es bien otra: te lleva hacia el peor de los escenarios posible, aquel en el cual reniegas de Dios, desprecias Su Palabra, odias a Sus fieles, y para colmo, te sientes como si fueras el más «religioso» de los hombres…

Un verdadero maestro de la Luz no hace nada de esto, o al menos lucha contra sus humanas tendencias para no cometer estos terribles desmanes.
El Sr. Hernández, y los que son como él, tienen un «negocio» que no quieren perder, y para mantener «fiel a su clientela» no duda en usar cualquier procedimiento, hasta los más bajos, los más esclavizantes, los más peligrosos. Da volteretas en el aire y prohíbe lo que ayer estimulaba a hacer, o hace lo que te decía que no se debía, o es un día rabino al otro pastor al otro haham al otro líder adámico al otro experto en dimensiones superiores al otro cualquier cosa que le sirva para vender sus baratijas a precio de oro…
Recuérdalo y apártate del mal para poder hacer el bien.

Y ustedes, señores Hernández del mundo, tomen el camino de la humildad y el arrepentimiento sincero, pues de lo contrario… ¿creen que a Dios lo engañarán con sus circos y malabarismos?

Lo cierto es que al Eterno y Sus enseñanzas que alimentan cuerpo y espíritu no se las encuentras allí.

Incluso cuando el esplendoroso Templo del Eterno en Ierushalaim estaba en pie, no era su magnificencia lo que servía como puro enlace de la persona con el Eterno.
Cuando el sabio rey Salomón terminó de edificar el Templo pronunció una plegaria inaugural.
Presta atención a las palabras que concluyeron esa plegaria:

«Sea, pues, íntegro vuestro corazón para con el Eterno nuestro Elokim, a fin de andar en Sus leyes y guardar Sus mandamientos, como en este día.»
(1 Melajim / I Reyes 8:61)

¿Comprendes lo que está diciendo?
No dice que el Templo te salva, ni que el sacrificio o la sangre te hacen elevar a las alturas espirituales.
No dice que te abrazas a Dios por medio del Templo o de algo majestuoso.
Sino que te encuentras auténticamente con el Padre cuando eres íntegro, cuando eres cumplidor cabal de Sus mandamientos.
Y supongo que te habrás dado cuenta: el altanero no cumple con los mandamientos, pues no se «rebaja» a aceptar que hay un Rey que los ha ordenado; sino que compone las reglas que mejor se ajustan a sus deseos.
El altanero, pobre desgraciado, se cree más que Dios, pero es sirviente de su propio EGO, al cual diviniza y adora.
Si tú eres ovejita de un pastor así, ¿te das cuenta que estás adorando al EGO de un estafador?
¿Te gusta ser esclavo de un esclavo de un esclavo?
Parece que sí… sino, no darías mil excusas para seguir dando tu diezmo al malvado, sosteniendo al infractor, perdonando al que se acostó con tu esposa e hija el mismo día, te quito la alegría, te usurpó la identidad, te robó tu casa, te enloqueció a tu madre, te negó tu entrada al paraíso… pero tú lo sigues protegiendo, lo sigues haciendo rico, te sigues deleitando con saber que el preñó a tu esposa… sí… eres un pobre hombre… sí, te mereces que tu pastor/guía/ falso rabino/clérigo/ministro te someta… ¿te lo mereces?
¿Realmente Dios te ha dado vida y te mantiene con vida para que vivas de esta manera?
¿No es hora de que tomes conciencia, despiertes y dejes de esconderte?

Las palabras de verdad y luz las hallas en la modestia de los sabios de la Luz, en los pensamientos claros y sencillos que te conducen con armonía por el camino de la paz interior y con el otro.

Ten presente esta otra erudita observación:

«Dios hizo al hombre recto, pero ellos se han buscado muchas excusas.»
(Kohelet / Predicador 7:29)

El Creador nos ha hecho rectos, simples a pesar de nuestra complejidad natural.
Considera la intrincada maquinaria que es el organismo humano y no podrá menos que sorprenderte de lo magistral de la obra del Creador. Sin embargo, Él nos ha hecho para actuar con simpleza, sin rebusques.
Pero, nos buscamos mil excusas para vivir en tinieblas y de tropezón en tropezón.

¡Bienaventurado es el de corazón puro, que no se complica la vida con obstáculos infundados!
Como dijera el inspirado salmista:

«¿Quién subirá al monte del Eterno? ¿Quién permanecerá en Su lugar santo?
El limpio de manos y puro de corazón, que no ha elevado su alma a la insignificancia ni ha jurado con engaño.
Él recibirá la bendición del Eterno, y la justicia del Elokim de su salvación.
»
(Tehilim / Salmos 24:3-5)

Él nos ha dado guías estables y sencillas. Él nos ha provisto de mandamientos que nos llevan sanamente y sin dificultades absurdas.
Pero, somos nosotros, los mortales, los que nos vamos buscando mil y una excusas, mil y un pensamientos divergentes para complicarnos la vida, y complicársela a nuestro prójimo.

El Ramjal (Rabí Moshé Jaim Luzzato), en su «Daat Tevunot» nos hace reflexionar lo siguiente:
El Eterno creó jisarón -falta, necesidad, vacío-, tal como es la oscuridad, para que al esforzarnos por superarnos obtengamos placer proporcionalmente a la falta que sentíamos antes. Por ejemplo un hombre que bebe un vaso de agua tranquilamente en su casa, no sentirá tanto placer como el que la bebe habiendo estado muy sediento. El agua es la misma, pero la precondición sentida por la persona es la que le confiere mayor gozo. Así pues, colmar una necesidad no implica que se obtenga gran placer, ya que éste es proporcional al sentimiento de falta previo.
Presta atención a las palabras del salmista:

«¡Oh Elokim, Tú eres mi Elokim! Con diligencia Te he buscado; mi alma tiene sed de Ti. Mi cuerpo Te anhela en tierra árida y sedienta, carente de agua.»
(Tehilim / Salmos 63:2)

Por tanto, para asegurarse de que el ser humano reciba el máximo de bien y gozo, el Eterno no nos da todo «en bandeja de plata». No recibimos Su bondad gratis ni abiertamente de manera «milagrosa». Pues, de vivir siempre sin sentir necesidad, y de recibir todo sin esfuerzo, estaríamos comiendo del “pan de la vergüenza”, (tal como lo denominan los cabalistas), el alimento que llena el estómago pero hace sentir culpable o desvalorizado (el sentimiento de «algo por nada»).
El pan del impotente, ese que vive bajo el pisotón del EGO, que come migajas a las que llama banquete, saborea estiércol al que denomina manjar, se regodea en las necedades de sus pastores a los que denomina sabios… el pan del impotente, del que vive en vergüenza, de ese que acostumbras a comer… ¿o ya eres libre?

Por tanto, el Eterno no nos hace «perfectos» naturalmente, sino «perfectibles», es decir, con la capacidad como para ir superando nuestras deficiencias en un camino de esfuerzo por el crecimiento.

Para crecer en perfección, para traer luz a la previa oscuridad, para dar gozo al alma deprivada, el Eterno nos ha dado los preceptos, los mandamientos, que son el Camino del Eterno.

Pero, si aprendemos a llevar nuestros pensamientos y emociones a un plano de «desierto», encontraremos pronto que hay una calma Voz que con dulzura y firmeza nos llama, nos arrulla, nos dirige hacia el verdadero crecimiento.
Ese desierto al que hemos llevado nuestra vida de pronto se va llenando de ricos y vivos oasis, bellas ramas cargadas de buenos frutos pueblan de a poco nuestro ser, el murmullo de la vida destila más vida. Y finalmente, nos encontramos que el desierto se ha convertido en un incomparable huerto paradisíaco.

Tal es la descripción que encontramos en las palabras del profeta:

«Ciertamente el Eterno consolará a Tzión [Sion]; Él consolará todas sus ruinas. Convertirá su desierto en Edén y su región árida en huerto del Eterno. Alegría y gozo habrá en ella, acciones de gracias y sonido de cánticos.»
(Ieshaiá / Isaías 51:3)

Ésta es una profecía que describe lo que realmente ocurrirá en la Era Mesiánica en la tierra de Israel.
Profecía que en los últimos años pareciera estar comenzando a cumplirse.
Ciertamente que la tierra de Israel se está poblando de hermosos huertos, de vida y belleza, allí en donde los imperialistas y otros usurpadores trajeron solamente «vacío», desierto material.

Pero, esta profecía también describe un renacimiento espiritual, una redención personal, que no precisa de la Era Mesiánica para manifestarse.
Es el renacimiento del que ha estado en un desierto espiritual, y que con humildad ha reconocido su vida en ruinas, para aceptar con gozo el camino que el Eterno le proveyó.

¿Y cuál es ese camino que transforma milagrosamente los desiertos en preciosos huertos?
Escuchemos al profeta como completa el párrafo:

«Estad atentos a Mí, oh pueblo Mío, y oídme, oh nación Mía; porque de Mí saldrá la Torá, y Mi sentencia será para luz de los pueblos.»
(Ieshaiá / Isaías 51:4)

Estar atentos al Eterno, ser apegados a Su Enseñanza, adoptar como estilo de vida Sus sentencias (mandamientos, 613 para judíos, y por su parte 7 mandamientos con sus derivados para los gentiles)… ¡esto es lo que da vida!
Éstas son las poderosas herramientas para ser fieles al Eterno y de esa manera ganar vida, en Este Mundo y especialmente en el Venidero.

Para concluir, atendamos al Rav Avraham Ieshaiahu Karelitz z»l:

«Hay una incorrecta idea profundamente enraizada en la mente de la gente al respecto del «Bitajón baHashem» -confianza en el Eterno-. Para muchas personas, bitajón implica una obligación de creer que, cuando una persona esta en un cruce de caminos, con dos caminos frente a sí que son de futuro incierto y con la posibilidad de un buen resultado o de uno malo, creen que el bien siempre será el resultado inevitable. Estas personas creen que si tienen dudas están teniendo una falta de bitajón.

En verdad ésta no es, en absoluto, la correcta manera de entender lo que es bitajón. A no ser que sea anunciado proféticamente previamente, el futuro es incierto; porque quién puede saber los juicios del Eterno, o cómo Él retribuye a las personas por sus hechos.
Por el contrario, bitajón es la confianza en que nada en este mundo está abandonado a su suerte, sino que todo lo que ocurre bajo el sol está bajo el dominio del Eterno. Cuando una persona se encuentra en una situación en la cual, de acuerdo a las leyes de la naturaleza, se encuentra en peligro, pero esa persona se fortalece a sí misma y recuerda que nada está dejado a la suerte y nada en el mundo puede prevenir que el Eterno venga al rescate, es que está practicando su bitajón.
»
(«Emuná UBitajón», capítulo 2)

Nada en el mundo está abandonado de la Mano del Eterno, por tanto, cuando te sientes caer, recuerda que ahí está Él para sostenerte, para darte vida incluso al momento de la muerte.
Todo lo que existe está bajo Su dominio, por tanto, confía en Él y haz tu parte, con humildad, con simpleza, con espíritu valeroso.

¡Cuídense y gocen de lo permitido para qué sepamos construir shalom!
Te deseo todo lo mejor para ti, y recuerda apoyar nuestra obra y compartir este rico pan con tu prójimo.
Comparte FULVIDA HOY.
Gracias.

 

Moré Yehuda Ribco

La desilusión de la subestimación

Nuevamente traemos enseñanza fresca y sabrosa de la Torá (judía), que puede ser compartida por los noájidas.

Esperamos que sirva nuestro humilde comentario para intensificar tu lealtad a Dios, por medio de tu cumplimiento de tu rol (sea como judío o como noájida).
Que nuestras palabras te lleven a perfeccionarte y así perfeccionar al mundo.

Esta semana corresponde que los hijos de Israel lean públicamente una sección que se denomina “Bejukotai”, y es la que cierra el tercer libro de la Torá.

En ella encontramos las terribles y serias consecuencias que suceden a causa del abandono de la Torá por parte de los judíos.
Muy graves son los resultados por la negación del judío hacia su identidad espiritual, lo que lo lleva a renunciar al cumplimiento de los mandamientos que le competen.
Espantosos sucesos en lo personal y colectivo, que también repercuten en la santa tierra de Israel, la que vomita a sus habitantes de ella.

La lista de horrores y heridas se interrumpe para que Dios anuncie promesas ciertas de redención, de consuelo, de retorno, de bendito bienestar:

«Yo Me acordaré de Mi pacto con Iaacov, y Me acordaré de Mi pacto con Itzjac y de Mi pacto con Avraham; y Me acordaré de la tierra
(Vaikrá / Levítico 26:42)

Podemos preguntar: ¿Cuál es la intención del Eterno al insertar esta frase en el contexto de las duras consecuencias para los pecadores?

Es un aliciente positivo, pues nos alienta a tomar el modelo de los primeros ancestros del pueblo judío, y así apartarnos del pecado para aproximarnos a la Verdad.

  1. Tal como Avraham dejó el país de la magia y ciencias ocultas, nosotros podemos dejar nuestros vicios, nuestro deseo de llenar nuestra vida de supersticiones, nuestro sometimiento al EGO con todas sus trampas, el seguir a payasos devenidos en líderes.
  2. Tal como Itzjac estuvo dispuesto a sacrificar su vida para alcanzar la trascendencia, nosotros podemos restar un poco de comodidad a nuestras vidas, para aumentar en compromiso y trabajo de construcción de Shalom.
  3. Tal como Iaacov aprendió a vivir y superarse incluso a través del dolor profundo, nosotros podemos  crecer a pesar de nuestra pereza, de nuestras excusas, de nuestras tendencias manipuladoras.

De esta manera nos estamos previniendo de sufrir los temibles castigos anunciados.
Cuando tomamos ejemplo de personas dignas de servir como tales.
Cuando vivimos conforme a nuestra identidad espiritual y no a las fantasías de nuestro EGO.
Cuando hacemos nuestra parte en la Obra sin añorar la de otro o tratar de escapar de lo que es nuestro compromiso.
Cuando gozamos con la bendición que desde lo Alto nos hacen llegar.
Cuando dejamos de mirar nuestro ombligo y sentirnos el centro del mundo, para pasar a ser solidarios, activos constructores de Shalom.

Excusas y justificaciones para ser esclavos de nuestro EGO, con facilidad inventamos.
Es muy simple llorar, quejarse, insultar, demandar, pedir, reclamar, enojarse, amargarse, irse dando portazos, armar confabulaciones contra los leales… es muy simple actuar bajo el mando del EGO, pero es una simpleza de apariencias, puesto que conlleva un costo enorme y terrible, que trae como consecuencias los espantosos que enumera la porción Bejukotai.
Creemos zafar con nuestros delirios, con nuestras buenas intenciones plagadas de ignorancias, con nuestro patetismo, con nuestra rebeldía, sí, creemos zafar, pero lo cierto es que nos hundimos más y más en el fango del EGO, de nuestro pobre y vacía existencia sin posteridad gloriosa.

No, no nos sirve de excusa el conocer historias “bíblicas”, recitar de memoria pasajes bíblicos, ni sentirnos tocados por la “profecías”.
De nada vale poner ejemplos rebuscados de patriarcas y héroes de antaño, porque Dios no te está pidiendo como noájida que repitas como loro lemas “sagrados”, ni que tengas conocimientos de supuesto metafísica cabalística, ni te compliques con rituales más o menos emparentados con el judaísmo.
Nada de eso te pide Dios, ni tampoco te escuda de lo que Él te exige.
Él quiere que seas constructor de Shalom, no un borrego repetidor de palabras hebreas; Él quiere que vivas a pleno con los Siete Mandamientos, y no argüir que tú tienes que hacer tal o cual costumbre o precepto de los judíos; Él quiere que cada día lo conviertas en sagrado, y no que te afanes por celebrar “Pesach” con corderos pascuales o “Shabbos” con velitas y cantinelas arameas.
Él te quiere noájida a pleno, y para ello te ha dado TU Torá, tu instrucción sagrada, que son los Siete Mandamientos.

El Shela, un importante sabio judío, explicaba que la persona debe rendir cuentas de acuerdo a sus capacidades personales, tanto las realizadas como las potenciales.
Cada persona según quien es, aquí y ahora. No con miramientos a “vidas pasadas”, a “vidas futuras”.
Cada uno deberá presentar en orden los libros de contabilidad espiritual ante Dios, en donde deberá demostrar que si es gentil ha vivido como noájida y si es judío ha vivido como judío.
No se le demanda a uno lo que le corresponde al otro.
Las acciones de los judíos son medidas por una vara más estricta que la de los noájidas, puesto que los judíos son descendientes de los patriarcas y parte de un pacto restrictivo que requiere mayor esfuerzo y compromiso que el pacto noájida.
No es justo que el gentil sea medido de acuerdo al patrón de evaluación judío, Dios es justo y así determinó que fueran las cosas.
Por tanto, el gentil tiene un pacto perfecto, glorioso, de bienestar y bendición es este mundo y en el más allá, a un costo menor que el judío.
Y, sin embargo, el gentil se apresura a pecar, a errar, a irse detrás de las vanidades de religiones y supersticiones, se apura en disfrazarse de judío y robar la propiedad sagrada judía, ¡cómo si esas insolencias le fueran a dar un mayor beneficio!

Si no hacemos NUESTRA PARTE, porque estamos pretendiendo o pendientes de la del vecino, nos estamos defraudando a nosotros mismos, y estamos siendo pasibles de la severa retribución de parte del Todopoderoso.
Acción y reacción: si  actuamos de manera incoherente a nuestra esencia espiritual, tenemos calamidades en esta vida y/o en la posteridad.
Si actuamos en sintonía con nuestro Yo Esencial, como noájidas siendo gentiles y de acuerdo al judaísmo siendo judíos, entonces solamente lo bueno es lo que obtenemos.

Empero, el ietzer hará, nuestra tendencia hacia lo negativo, el EGO que se sale de su estricta función inicial, no nos da respiro.
Si no puede debilitar nuestra espiritualidad mediante una técnica, hábilmente cambiará y usará otra, sin cejar de buscar alcanzar su meta. Es capaz de embaucarnos, haciéndonos creer que somos muy humildes, y que estamos a un pasito de la perfección. Puede llenarnos la cabeza con ideas tales como: ‘¿Para qué te gastas estudiando, si ya has alcanzado un alto grado de perfeccionamiento? Si vives como una persona justa, ¿para qué te esmeras por crecer cada día?’
Con ideas como éstas, la persona ciertamente no evoluciona ni despliega sus ocultos potenciales, sino que va decayendo cada vez más.
Estos pensamientos se suman a la natural inclinación por la comodidad y el no deseo de sacrificio personal.
El EGO nace para que sobrevivamos a la impotencia, pero bien pronto usa el sentimiento de impotencia para doblegarnos.
Nos podemos sentir impotentes por valorarnos en menos de lo que realmente somos, pero también por inflarnos de humo y creernos más de lo que somos.
En ambas situaciones la autoestima es incorrecta, de más o de menos, pero no en armonioso equilibrio, lo que repercute en trastornos multidimensionales más o menos visibles.

Para contrarrestar las artimañas de la tendencia hacia lo negativo, es imprescindible que hagamos un relevamiento correcto de nuestra situación real, es decir, que reconozcamos sin engañarnos en dónde estamos parados, y que sepamos con precisión cuáles son nuestras potencialidades aún no aprovechadas.
Dónde estoy, adónde me dirijo, con qué recursos cuento, de dónde vengo, cómo haré para alcanzar el buen puerto al que he planificado llegar.
Tales son algunas de las interrogantes que nos pueden servir para avanzar, si es que somos sinceros y no os engañamos al solitario.

También es necesario juzgar nuestro grado de esclavitud al EGO.
¿Qué estamos malgastando con tal de mantener una situación de relativa comodidad?
¿Qué presión de los faraones admitimos que nos angustien siempre y cuando consigamos algún “arreglito” que nos brinde algún beneficio?
¿Qué estamos haciendo para mantener la soga que nos ahorca al cuello, en lugar de zafar y ser libres, en verdad libres?

¿Estás dispuesto a preguntarte y contestarte?
¿Estás dispuesto a dejar de ser mediocre, de mentirte, de estafarte, de aferrarte a la superstición que te hace sentir “lleno”?

Cada persona guarda un inmenso potencial espiritual, que está a la espera de poder desplegarse.
Solamente si la persona reconoce que es buena por naturaleza, y que puede/debe actuar acorde con sus verdaderos potenciales, es que podrá crecer espiritualmente.
Pero, si nos dejamos convencer de que somos malos o torpes, o de que estamos marcados por un negro destino para ser unos fracasados, sin dudas que no podremos elevaros más allá de nuestras limitadas expectativas y escasas fuerzas emocionales.

Recordemos que cuando una persona muestra un intenso deseo de elevar su nivel espiritual, el Eterno envía Su ayuda para que la persona tenga más chance de conseguir su objetivo. El Eterno quita fuerza a algunos de aquellos defectos que obstaculizan su propósito, de manera tal, que toda persona, en tanto lo desee realmente, puede alcanzar un mayor grado de espiritualidad en este mundo.

¿Y qué es espiritual?
Encontrar la Presencia de Dios hasta en las cosas más sencillas, elevar los múltiples planos para estar en armonía con el mandato de Dios.

El punto está en no subestimarse, sino en aprender a reconocer el valor propio, más allá de las apariencias negativas, o de las creencias adversas que nos fueron inculcando a lo largo de nuestra crianza.

No podemos dejar de tener en mente otro versículo de la porción de esta semana, que nos enseña:

«Daré paz en la tierra»
(Vaikrá / Levítico 26:6)

El gran erudito y maestro Rashi comenta: «Si no hay paz, no hay nada».
¿Qué aprendemos para nuestra vida diaria de esto?

Muchas personas podrían estar satisfechas con su porción, con lo que han alcanzado materialmente, sin embargo viven atormentados por estar envidiando lo que el otro posee, o lo que ellos creen que el otro posee.
Pero, si la persona se valorara correctamente a sí misma, y de esa manera estuviera habilitado para amar en realidad al prójimo, la envidia no perturbaría su existencia, y no se obsesionaría con alcanzar riquezas que le son ajenas o posesiones que le son innecesarias.
Cuando la ambición está dominada, y no es una bestia que pretende romper todos los límites, la persona alcanza una paz interior que le permite gozar de aquello que tiene.

Y cuando esa paz surge por reconocer que dentro de uno existe un inmenso potencial que podría desarrollarse, entonces la persona ha alcanzado un gozo verdadero, un éxito perdurable.

Moré Yehuda Ribco

Relatos, anécdotas y enseñanzas

Primera consulta de la mañana, en mi trabajo como psicólogo, aparece la cucharita de café. Su discurso arranca así: «Mi vida es una miseria. Maldigo el día que salí del horno de fundición. ¿Para qué me fabricaron? ¿Es justa mi vida? Hay que ver, solamente hay que ver… esa petulante cuchara sopera, tan oronda se pasea de la cocina a la sala… de la sala al comedor… y se revuelca en un deleite sin par en esas deliciosas sopas de pollo, en esos suculentos platos de guiso… ¡qué daría yo para tener su destino! ¡Pero no! Mi negro destino es girar como una estúpida sin razón en un diminuto pocillo de fétido café…»

Vino a mi consultorio la cuchara sopera, toda consternada se confesó: «Odio a esa ociosa cuchara de oro. Todos la codician, todos la desean, y ella brilla con un fulgor único. Y a mí, ¿a mí qué me queda? Solamente hundirme en esas grasientas sopas… ay como la odio… ¡qué envidia sana! ¡Mire que es envidia sana la mía, eh!…»

Al ir cerrándose el día aparece con su majestuoso paso la cuchara de oro, aquella que estaba en la vitrina como un fino y encumbrado adorno. Con cansino tono solamente espeta: «Ay, si fuera por un sólo minuto cucharita de café… ¡cuán feliz sería!…»

Preguntas y datos para meditar y profundizar:

  • ¿Cómo se relaciona el relato con el comentario a la porción semanal que hemos brindado?
  • ¿Cuál es la manera de ser generoso realmente?
  • El potencial
    «Has hecho al hombre un poco menor que los ángeles y le has coronado de gloria y de honra.»
    (Tehilim / Salmos 8:6)

    • ¿Cómo puede afectar a la autoestima personal el saber que Dios nos ha hecho un poco menos que ángeles?
    • ¿Qué cosas puede hacer la persona para desarrollarse espiritualmente?
  • El rico
    «Rico es aquel que está feliz con lo que tiene»
    (Pirkei Avot 4:1)

    • ¿Cuándo una persona puede sentirse realmente satisfecha?
    • ¿Por qué la Torá no se opone a la posesión de riquezas materiales?

Resp. 960–de reencarnar?

jeimy-78 nos consulta:

hola, gracias por el espacio.sucede que estoy leyendo el libro el camino del gentil justo, y en el desarrollo de las sietes leyes de los hijos de noé,hay una nota que dice:Además, el Noájida debe reencarnar para estar en capacidad de expiar las acciones que, en el pasado, cometió. ..mi duda es lo del tema de reencarnar ..que es eso? a que se refiere reencarnar?

Jeimy Guerrero Durán, 33años, Literatura-servicio al cliente..San José

Seguir leyendo Resp. 960–de reencarnar?

Antes (Idolatra) Vs Gentil Consciente de su Identidad.

 

Wiens, se sometió al trasplante el pasado 21 de marzo en el hospital Brigham and Women’s de Boston tras haber sufrido severas quemaduras en 2008, cuando se electrocutó mientras trabajaba pintando una iglesia. 

«Me estoy adaptando a mi nuevo rostro muy rápido. A medida que el tiempo ha ido pasando, he podido volver a oler de nuevo y a respirar a través de la nariz.

Cada paso en el camino ha sido increíble», dijo hoy Wiens en su primera rueda de prensa tras ser intervenido, en la que apareció con unas gafas de sol negras y perilla. Wiens recibió en marzo, gracias a un donante anónimo, una nueva nariz, nuevos labios, piel, músculos y nervios.La operación duró quince horas.

Washington  (EFE)   

Cuando el Gentil se aparta de la idolatria para retomar la senda dada por El Creador , adquiere un nuevo rostro , un nuevo espiritu , una nueva conciencia.  Cruciales para embellecer su interior y transformar el Mundo.

P.D.  Este historia la tomo como base ,  y es con respeto hacia el señor Wiens .  Deseando su  pronta recuperacion.

 

POR EL PRONTO RETORNO DE LOS FIELES.





Idolatría = Falsedad = Inmoralidad = Muerte

Amigo noájida, te presento ahora un estudio basado en la porción de lectura de Torá semanal para los judíos, de la sección denominada “Behar”.
Está en la Torá judía, pero tiene invaluable importancia para el noájida, para alimentar su espíritu de manera apropiada.
Que te sea de provecho y bendición.

En la Torá, Dios habla a los judíos y les establece con irrevocable claridad:

«No os haréis ídolos, ni imágenes, ni os levantaréis piedras rituales, ni pondréis en vuestra tierra piedras esculpidas para postraros ante ellas; porque Yo soy el Eterno, vuestro Elokim.»
(Vaikrá / Levítico 26:1)

El Eterno en Su Torá expresa, una y otra vez, un rotundo NO a la idolatría.
Un NO inmenso a cualquier objeto, acto, palabra o pensamiento que esté dirigido hacia el elogio, apoyo o reconocimiento de la idolatría.

Nosotros podríamos dar motivos y razones para esta terminante negación, sin embargo, Dios ha sido muy claro: «NO a la idolatría, porque Yo soy Dios«.
Sin peros, sin mediatintas, sin filosofías, sin excusas, ni atajos o mitos.
NO es NO, porque Dios es Dios.
Por lo tanto, aceptar la idolatría, aunque sea en un 0,0001% es negar a Dios.

Pero, ¿qué es la idolatría?
Te daré ahora una breve caracterización, pero te pido que investigues a profundidad en SERJUDIO.COM y FULVIDA.com, pues encontrarás mucha más información.

Idolatría es aceptar como deidad a seres u objetos (ej.: maestros, imágenes, astros, fenómenos climáticos, ángeles, profetas, etc.).
También es idolatría querer plasmar a Dios en una forma que no es acorde con lo que la Torá ha trasmitido (ej. de idolatría: Dios como hombre de carne y hueso, Dios como uno de varios dioses, Dios mortal, Dios que miente o yerra, Dios que repudia la Torá o sus preceptos, Dios que le da lo mismo si un noájida vive como noájida o como judío, etc.).

Como puedes comprender, va más allá de adorar estatuas o arrodillarse delante de íconos, que es lo que en principio surge como idea de idolatría.
La idolatría es una forma de activismo (voluntario o no) en contra de la soberanía del Eterno sobre Su creación (sea que se arrodille la persona ante una imagen o no).
Por ello, es frecuente ver a ignorantes “evangélicos” mofarse de católicos y llamarlos “idólatras”, porque sus hermanos en la fe en un falso dios adoran o veneran estatuas y todo tipo de intermediarios y estampitas. Sin embargo, ¿acaso la fe en un pobre desgraciado, un brujo descarriado, un mito imposible, la fe en el colgado, es mejor?
Todo ello es idolatría, más o menos ritualizada, más o menos investida de colorido pagano, pero no deja de ser despreciable a ojos de Dios.

¿Y qué decir de aquellos que endiosan a rabinos, maestros, líderes, gurúes, iluminados?
¿O los que sabiendo la realidad de la doble senda hacia Dios, noajismo para noájidas y judaísmo para judíos, igualmente pretenden usurpar la senda del otro y vivir una vida de mascaradas?

Aquel que adora cualquier cosa (o ser) como deidad, en lugar o además de Dios, está indicando que Dios no es EL Dios de la Revelación en Sinaí, pues Dios ha afirmado categóricamente «Yo soy Uno, no hay otro aparte de Mí«:

«Así ha dicho el Eterno, Rey de Israel, y su Redentor, el Eterno de los Ejércitos: ‘Yo soy el primero y Yo soy el último, y fuera de Mí no hay Elokim»
(Ieshaiá / Isaías 44:6)

Decir algo diferente, como por ejemplo que un ser humano es un dios (o parte de Dios), o que «Dios se hizo hombre», o el sol, o una estatua, o lo que sea es un dios (o parte de Dios), es lisa y llanamente afirmar que Dios es mentiroso y que lo que Él ha dicho es falso. (Porque Él declaró que es Uno y Único, pero resulta que si hay otros; entonces Dios estaría mintiendo).
Si esto fuera así, si el Creador, el Dios que se reveló en Sinaí delante de todo el pueblo de Israel fuera mentiroso, entonces, ¿en qué podríamos confiar?
Nada tendría sentido, no habría orden, ni justicia, ni misericordia, ni verdad. Cada cual sería el amo absoluto de sus acciones y nadie tendría derecho a reclamar justicia o misericordia.
El universo sería un caos dispuesto para que al más astuto o perverso o fuerte se aproveche y triunfe.
¡A esto lleva la idolatría!

Por esta razón cuando estudias historia te encuentras que allí donde hubo idolatría, también hubo inmoralidad. Haz un breve repaso de tus lecciones escolares, piensa por ejemplo en Roma y la depravación de todo tipo que llenaba cada resquicio de su poderosa cultura.
Ahora piensa en los descendientes del imperio romano, en aquellos que mantienen sus raíces idolátricas vivas pero las ocultan debajo del disfraz de «monoteísmo» (como los falsos-judíos mesiánicos, por ejemplo, entre otros que profesan similares doctrinas pero con nombres diferentes).
Piensa en ellos y sus actos, públicos o privados, y no te sorprenderás al encontrar corrupción (sexual, comercial, familiar, gubernamental, etc.) en todos los planos que componen sus instituciones.
Para peor, no contentos con vivir en una constante estafa, se consideran santos y fieles a Dios, cuando en verdad están en activa oposición al Padre y en franca rebeldía contra lo que es bueno.
Muchos incautos siguen a los líderes de la perdición, pues no han aprendido en sus hogares los buenos principios que nutren el espíritu y quitan el error de la vida.
Muchos, la mayoría, están en pos de la idolatría «honestamente», sin ánimo de rebelión, sin deseos perversos por contradecir al Padre, sin deseo de vivir en corrupción.
Pero, por no esforzarse por estudiar de los verdaderos maestros y aceptar sus palabras, se convierten en ciegas ovejas que van a la perdición detrás de sus pastores, de los maestros de la mentira, que son lobos feroces y rapaces disfrazados como «buenos pastores». Por no acatar las correcciones que los verdaderos maestros les brindan, muchos se transforman en cómplices de los lobos feroces. Entonces se aferran con tesón a su error, se vuelven fanáticos de su idolatría disfrazada de piedad, se hacen acérrimos enemigos de los «defensores de la Torá» y fanáticos promotores de la estafa en la que viven. Se ciegan activamente a reconocer cualquier falsedad en su «religión» y presionan, maldicen, excomulgan, eliminan a aquellos que han despertado a la Luz y se han dado cuenta de la verdad. Son ovejas guerreras detrás de sus líderes insensibles y despiadados, y no saben (o no quieren saber) que con esa forma de vida descarriada están ganando perdición en Este Mundo y en el Venidero.
Destilan rencor, difunden mentiras, actúan desagradecidamente, confunden, reprochan, juran en falso… en fin… van copiando el escabroso modelo que sus líderes de la perdición les van inculcando…
Sus vidas se llenan de oscuridad y de temor a la Luz, y viven angustiados con estrechez de ánimo y mental.
La corrupción ha triunfado nuevamente pues se ha infiltrado por la puerta abierta por la idolatría1

Lo contrario también es cierto, que la idolatría entre a la vida por la puerta abierta por la corrupción.
De esta manera se puede entender el siguiente pasaje:

«Caín se enfureció mucho, y decayó su semblante.
Entonces el Eterno dijo a Caín: -¿Por qué te has enfurecido? ¿Por qué ha decaído tu semblante?
Si te enmiendas, ¿no serás enaltecido? Pero si no te enmiendas, yacerá el pecado a la puerta. Y hacia ti será su deseo. Pero, tú lo puedes dominar.
»
(Bereshit / Génesis 4:5-7)

Es que son partes gemelas, como siameses pegados grotescamente, la idolatría y la corrupción en todos los órdenes de la vida.
Todo ese vicio multidimensional arraigado al EGO entronizado como dios y señor de la persona.

Recuerda, Dios dijo NO a la idolatría.
Y NO es NO.

Muchas buenas personas están esclavizadas por la idolatría.
Sin dudas que actúan con bien hacia el prójimo y tienen conductas dignas de elogio.
Pero esto NO ES GRACIAS a la idolatría que profesan, ¡SINO A PESAR DE ELLA!
Si estuvieran libres de las doctrinas «religiosas» que son de perdición, tendrían muchísima más fuerza y bendición las buenas obras que ejecutan.
Por otra parte, al estar en el mismo bando de los que destruyen en el nombre de la idolatría, con sus buenas obras  están acarreando confusión y dando ánimos a los perversos para que se mantengan en sus perversiones.
Es un tema largo, que con la ayuda del Eterno desarrollaremos en otro momento.
Pero lo que debe quedar claro ahora es lo siguiente: si profesas alguna religión (por tanto no eres judío ni eres noájida, que son los fieles a los preceptos que Dios te ha dado), aunque estés actuando bien, tu espíritu está marchito. Y no es justo que padezcas de espíritu mustio. La cura a esta enfermedad espiritual está en tus manos: rompe los lazos que te atan a la religión, y si eres gentil vive fielmente de acuerdo a los preceptos para los noájidas, y si eres judío, ve y aprende Torá y vive según los preceptos que en ella se dictan.

Cuando le cierras cualquier rendija a la idolatría, preservas tu vida del mal.

Te resumo lo que hemos visto hasta ahora:

Idolatría = Falsedad = Inmoralidad = Muerte

Al saber esta fórmula puedes comprender el mensaje que el inspirado salmista nos da en este pasaje:

«No alaban al Eterno los muertos, ni cuantos descienden al silencio.»
(Tehilim / Salmos 115:17)

Los «muertos» son los que NO alaban al Eterno.
Los idólatras alaban a falsas deidades y por eso no alaban al Eterno (y lo insultan), por tanto están como muertos espiritualmente.
¿Quieres estar muerto en vida?
Deja de alabar al Eterno, entonces tu corazón seguirá palpitando, seguirás en el mundo, pero tu espíritu estará marchito.

Se alaba al Eterno de palabra y especialmente con actos (que NO son aplausos, levantar las manos, ademanes, etc.). Los actos de alabanza son llevar a cabo de los mandamientos que Él te ha dado para cumplir.
Esa es la mejor de las alabanzas, tal como se nos ha enseñado:

«¿Se complace tanto el Eterno en los holocaustos y en los sacrificios como en que la palabra del Eterno sea obedecida? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención es mejor que el sebo de los carneros.»
(1 Shemuel / I Samuel 15:22)

¿Cómo atenta contra Dios la adhesión a cualquier falso dios?
Realmente, Dios no es afectado en nada, tanto si creemos en Él como si no. A Él no le añade ni quita si actuamos movidos por ganas irracionales o falsas doctrinas en lugar de ser fieles a Él.
Debe estar bien claro esto: si pecamos o erramos no estamos dañando en lo más mínimo a Dios, ni restándoLe poder. Si actuamos correctamente, si cumplimos con los mandamientos tampoco le estamos dando nada.
Todo lo que Él nos ordenó es para nuestro beneficio, sea el personal o el colectivo.

Te resumo entonces:

Dios => Verdad => Justicia y Misericordia => Vida

En conclusión.
El idolatra es culpable de engaño, pues se adhiere a lo falso aunque dice que predica lo verdadero.
Está del lado de los que destruyen el mundo, aunque sinceramente crea que está haciendo el bien.
En palabras del Eterno a través del profeta:

«Por tanto, así ha dicho el Señor Elokim, porque habéis hablado insignificancia y habéis visto mentira; por eso, he aquí Yo estoy contra vosotros, dice el Señor Elokim. Mi mano estará contra los profetas que ven insignificancia y adivinan mentira…»
(Iejezkel / Ezequiel 13:8-9)

Para triunfar sobre la idolatría, sobre el mal, ¿qué debes hacer?
Presta atención:

«Solamente el amor domina al temor»
(Zohar, Shemot 216a)

Ama la corrección, ama la Torá (que quiere decir «instrucción» sagrada), aquella que te corresponde por derecho, seas noájida o judío.
Dedícate con empeño a cumplir con aquellos mandamientos que están a tu alcance y te corresponden de acuerdo a tu identidad espiritual, se siervo del Eterno y no un opositor.
Presta atención a los verdaderos maestros judíos, que te traen palabras de Torá (Escrita u Oral) que es apropiada y legal para ti, y que no recurren a artificios ni a efectos escénicos para trasmitir su claro mensaje.
Comparte con tus hermanos noájidas, estén más avanzados o rezagados en su experiencia noájica, para que entre todos nos fortalezcamos y purifiquemos de las vilezas propias del EGO.
Atiende a los maestros que con sencillez y directamente te orientan por las Sendas de la Vida.
Apártate de los que buscan hacerte sentir culpa por todo, reniega de las doctrinas que son como trajes hechos a medida de sus difusores.
Apártate del mal y haz el bien:

«Escoge la vida para que vivas, tú y tus descendientes, amando al Eterno tu Elokim, escuchando Su voz y siéndoLe fiel. Porque Él es tu vida y la prolongación de tus días»
(Devarim / Deuteronomio 30:19-20)

Este mensaje de fidelidad al Eterno lo vivió con intensidad Avraham hace alrededor de 3800.
Sus descendientes, los judíos, aprendieron a desechar la idolatría definitivamente hace alrededor de 2500 años.
Desde entonces tanto ellos (los judíos) como los noájidas (gentiles conscientes de su identidad y activos para cumplir con los Siete Mandamientos) cometemos errores, como humanos que somos, pero tenemos conciencia clara para no volver a caer en el infecto pozo de la idolatría nuevamente.
Sin embargo, muchos hermanos judíos, tal como la inmensa mayoría de los hermanos gentiles, están naciendo y creciendo sin una verdadera educación judía/noájida (según corresponda), por tanto aunque su espíritu puro se mantiene inquebrantable con el Eterno, están en riesgo de ser contaminados por las bajezas que esta sociedad ofrece con facilidad: religiones, sectas, mesianismos, pornografía, infidelidad, desprecio por la vida, engaños, etc.
Es nuestro deber fortalecernos en nuestro conocimiento de la verdad espiritual y en el cumplimiento de los preceptos que nos corresponden por orden de Dios, para de esa manera no solamente vivir, sino posibilitar que el hermano, el prójimo tenga algún punto de referencia estable que lo lleve al reencuentro con su verdadera identidad.
De manera tal de hacer verdad este pasaje de la sección de Torá de la próxima semana, llamada Bejukotai:

«Si andáis según Mis estatutos y guardáis Mis mandamientos, poniéndolos por obra,… Yo pondré Mi morada entre vosotros, y Mi alma no os abominará. Andaré entre vosotros y seré vuestro Elokim, y vosotros seréis Mi pueblo.»
(Vaikrá / Levítico 26:3-12)

¡Te deseo a ti y los tuyos que pasen un día excelente, en donde gocen a pleno la plenitud de la bendición que reciben de gratis a diario!
¡Cuídense y gocen de lo permitido para qué sepamos construir shalom!

Moré Yehuda Ribco