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¿De que tamaño es tu dios?

En palabras mas o menos asi “Pero el Noajismo es muy simple” una persona increpaba sobre la supuesta simplicidad del Noajismo en tanto decia que ella necesitaba de algo mas “profundo”.

Cuando dijo eso le pregunte curioso ¿Para que necesitas algo profundo?

Ojo con la pregunta pues no dice ¿Porque? Sino ¿Para que?, los porques suelen ser grandes amigos de los que buscan justificaciones para hacer cosas sin sentido o carentes de objetivos reales y concretos (cuando menos los que apuntan hacia la vida y el desarrollo), asi tenemos muchos casos de los que usan los porques como meras justificaciones para hacer lo que se venga en gana, como la mujer que no deja al marido indiferente “porque” tienen hijos o “porque” lo ama o porque… no le falta algun otro motivo para seguir a su lado, pero encerrada en una celda mental que no le redunda beneficio alguno o le perjudica mucho mas de lo que aparentemente le beneficia y cuando surge la pregunta ¿Para que? entonces se pueden ver mas las cosas desde una perspectiva real y objetiva, motivos u objetivos centrados en la realidad, es que cuando te preguntas ¿PARA QUE? el cerebro suele tomar un poco mas de tiempo en elaborar la respuesta, porque se esta utilizando en verdad el pensamiento.

Entonces retomando la pregunta que le hice a esta persona ¿PARA QUE NECESITAS ALGO PROFUNDO? Despues de un sostenido silencio respondio NO SE.

Despues de esta respuesta y unos momentos mas tarde termino la conversacion.

No quise agregar mas, aunque tambien la respuesta me desconcerto bastante, es que… como puede ser que persigues determinado objetivo en la vida y no sabes ¡ni siquiera para que lo haces! Eso es algo bastante ilogico e irracional aunque bastante comun en nuestras vidas ¿no?

Pero no es el tema central del texto el recapacitar sobre nuestro modo de actuar dia con dia sino mas bien esta replica que hacia la joven sobre la “simpleza” del Noajismo, que me parece que es una replica de uso comun aun cuando muchos digan lo contrario.

Suele pasar que la persona nombra al Eterno con alguno de los nombres con los cuales se Le suele identificar como Hashem o Eterno o Elokim, son personas que se dicen monoteistas y que creen en el Uno y Unico, llevan la bandera de los que se han apartado de la idolatria y en verdad la rechazan cuando menos de los modos que habitualmente le conocemos, por lo general aquellos que se practican en la religion catolica, por lo regular son gentiles y normalmente conocen de la existencia de los 7 Mandamientos Universales y por supuesto saben que los ordeno el mismo Eterno.

Pero hay algo curioso, aun cuando saben que estos mismos estan ordenados por el Eterno los suelen menospreciar diciendo que son faltos de liturgia, simples a la vista, como si fueran el regalo feo de consolacion que les dio el Eterno, nada que ver con los 613 Mandamientos que el Eterno le dio al Pueblo de Israel y como si dijeran “Ah si los 7 Mandamientos que ordeno el Eterno, si estan muy bien, yo los cumplo pero quiero algo mas… ” y se menosprecia lo que en realidad no se comprende.

Ciertamente el codigo universal esta expresado en 7 instrucciones simples, sencillas y concretas pero es un craso error pensar que por ello es superficial y burdo, en parte es subestimar el Pensamiento Divino la Voluntad del Eterno y si tambien es un poco de idolatria… porque no sirves al Eterno sino a una deidad que te imaginas sentado en una silla con una gran barba larga y dando ordenes por ocio y siendo injusto con las personas, tal vez no lo imagines tal cual pero si puedes llegar a pensar que te toco “el

regalo feo de la fiesta” o muy dentro de ti puedes decir “Eso que ordeno el Eterno no basta, esta muy bien pero la gente necesita mas” como si El se pudiera equivocar, es que en realidad no es al Eterno a quien rindes obediencia si no a un dios mas (que se ha formado en tu mente) a imagen y semejanza del ego.

Se dice que ambas identidades suministradas por el Eterno, son caminos equivalentes que finalmente conducen al individuo a su realizacion personal y colectiva, caminos diferentes (o no tanto) que conducen al mismo lugar, veamos un poco una sencilla comparacion entre ambos caminos dotados por el Eterno, el pueblo Judio cuenta 613 preceptos de los cuales existen grupos para determinados sectores de la poblacion, no todos los preceptos son para todo el pueblo, tenemos que hay preceptos para cuando se elige un rey, para cuando hay jueces, para la guerra y otros tantos mas, es una constitucion para el pueblo pero emanada de la Voluntad del Eterno, hay preceptos que prohiben robar en peso otros que regulan el trato hacia los animales otros la conducta matrimonial, son por lo regular preceptos muy puntuales que atienden a determinadas circunstancias y no a otras, por otro lado tenemos el codigo noajico el cual posee como todo lo que existe en el universo, una vida propia y una capacidad de adaptacion para que el paso del tiempo no le afecte, por ejemplo tenemos el comando de “No robar” aunque los usos y costumbres de los pueblos adviertan cambios sustanciales en su manera de vivir esta normativa permanece fiel a su esencia que es resguardar lo que es del otro, claro que puede parecer un Mandamiento un tanto “aburrido” carente de vitalidad y algo llamativo, sin duda puede pensarse tal cosa, aunque de ser asi es que sencillamente no se ha advertido el poderio de estas instrucciones, normalmente cuando hablamos de robo la persona tiene una tendencia muy marcada a pensar o dirigir su idea hacia lo material, es decir que cuando se habla de robo la persona medita… pues yo respeto la propiedad de mi projimo, no tomo sus cosas, sus bienes. La persona suele pensar que si no toma nada material de su projimo esta respetando y cumpliendo este Mandamiento pero el robo no se restringue a lo material, hoy dia con el avance vertiginoso de la ciencia tenemos ya muchas cosas intangibles que son susceptibles de ser “tomadas sin permiso” ahi tenemos los derechos de autor, la obra intelectual, el trabajo plasmado en unos cuantos kilobytes que se materializa en algun software informatico que nos sirve para determinados objetivos, o la musica que se descarga de manera libre sin los respectivos permisos del artista o autor o … tantas cosas que se pueden usar sin que el dueño otorgue su consentimiento, si tomas o usas algo sin el respectivo permiso del propietario estas robando, tal vez no como el ladron que armado se hace de mucho dinero en efectivo en el banco pero sin duda estas aprovechando algo que no te pertenece, si te das cuenta el Mandamientos prohibe el robo pero jamas menciona que solo atañe a cuestiones materiales, es decir que regula la propiedad pero de manera absoluta, abarca cualquier aspecto de la vida.

Cumplir cualquier Mandamientos no es solo de manera meramente superficial o solo con el concepto que tengas en mente, sino que hay que meditar un poco si no en otros aspectos de la vida estamos violentando estas ordenes y acarreando caos al mundo, los Mandamientos se adaptan al paso del tiempo y regulan cualquier aspecto en la vida de la persona.

Por eso el titulo de este texto ¿De que tamaño es tu dios?

¿Aun subestimas el Pensamiento Divino?

¿Crees que el Eterno comete errores?

No precisas de tener fe para vislumbrar el poderio de estas leyes, puedes y debes (si quieres) analizar, cotejar con la realidad y entonces ver como estas sencillas y basicas leyes son el mismo fundamento del mundo.

¿ Tu crees que fueron postulados (los Mandamientos) por una deidad limitada y susceptible de errores o has comprobado que fueron postulados por el Creador de los mundos?

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¿Hebreo sacro y Español pagano?

 

Existe una creencia fuertemente arraigada (dentro de una determinada poblacion de personas) que es la de pensar que todo lo que se asocie a cuestiones judias es sacro, por ejemplo decir o escribir tu nombre en hebreo o cargar en los bolsillos una de esas manitas contra el mal de ojo o creer que todo aquel que se vista con un sombrero use barba y tenga dos flecos colgando a los lados de la cabeza es un Judio observante y entendido de la tradicion hebrea, cuestiones que tienen que ver mas con estereotipos que con analisis mesurados y exactos de las cosas, pero asi solemos guiarnos o guiar nuestras opiniones mas por apariencias que por hechos.

 

Y podemos ver personas que balbucean cosas en hebreo (sabra Dios si en verdad sabran lo que estan diciendo) pero “sienten” que estan haciendo algo muy santo al usar ese idioma en lugar de su lengua nativa, no demerito la profundidad de las cosas que Dios revelo al Pueblo Judio en el monte del Sinaí pero no podemos olvidar que tambien el idioma hebreo forma parte de su identidad como Pueblo y de su cultura como una Nacion.

 

 

En Israel las cosas se identifican en idioma hebreo, porque es el idioma que ellos usan para comunicarse, tal como los mexicanos usamos el español para eso mismo o los norteamericanos el ingles o … son sencillamente idiomas, maneras de comunicarnos para podernos comprender mejor, entonces cuando alguien que no es de nacionalidad Israeli o perteneciente a la familia Judia usa el hebreo para usos cotidianos, no esta haciendo mas que comunicarse de manera menos efectiva, usando un idioma ajeno a su identidad, claro algunos podran señalarme de hereje o endemoniado o alguna cosa por el estilo, incluso podran decir que casi casi estoy blasfemando por decir estas cosas, aunque en lo practico vemos que no es asi…

 

 

Me parece que sin duda es una cuestion de identidad, pero la santidad no radica en un idioma, sin duda que el Eterno eligio uno para revelar determinados asuntos, pero ni asi lo sacro radica en las letras sino mas bien en las acciones, vemos como personas usan eso mismo las letras hebreas para embaucar, para engañar en nombre “de lo santo” a cientos o miles de ingenuos que equivocamente creen que cualquier cosa con tintes judios es positiva y benefica.

 

 

O la renombrada predica de que “todo es para bien” aunque los efectos negativos salten a la vista.

 

 

Un popular dicho menciona que “No todo lo que brilla es oro” y es muy atinado cuando nos ponemos a meditar en toda la basura que esparcen los vividores y traficantes de la fe con aires de judaica.

 

 

Es posible desplegar santidad en cualquier parte del mundo en cualquier idoma y por cualquier persona, la cuestion es adoptar con saludable estima la propia identidad y a partir de ahi orientar las acciones hacia lo positivo.

 

concejo 2(3)

 

Resp. 1153 – Propósito de mi vida

hoolaa buen dia bendicion more
necesito que me embie algun estudio para reecontrarme con migo misma,con mi yo interiior,con mi escencia,
siempre me he preguntado porque soy yo y no otra persona quien soy… etc… y porque soy a que vine que proposito tiene el eterno con migo porque asta aqui no he sido plenamente feliz, crei que lo era sirviendo a Dios donde me congregaba cantando en el coro adorandole en espiritu y verdad con un corazon cincero y humillado ante el anulando mi carne para andar y vivir en el espiritu anulando mi yo interiior 
ahora empieso estoy como un bebe resien nacido necesito alimento y nutrirme
gracias more

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¿La religión como salvación?

Hand Reaching for Life Ring

 

El tema del Ego resulta tan importante, ignorarlo es abstenerse de enfrentarnos  a nosotros mismos,  a lo que creemos, a la manera como actuamos, a conocer y aceptar nuestros aciertos y desaciertos, y personalmente siempre que leo del tema encuentro algo nuevo, sabemos por ejemplo que las herramientas utilizadas por nuestro ego, en esa primera etapa se convierten poco a poco en hábitos, tras repetirlos una y otra vez… siempre que intentamos sobrevivir, ya sea porque tenemos hambre, o frío, porque no se comprende ni nos hacemos comprender, porque no es posible saber que la mamá o el papá van y vienen, pero al no saberlo la  ausencia  aunque temporal quienes nos cuidan suele resultar toda una tragedia, esa que llamamos “abandono”.

 

Recién aprendía en éste nutritivo texto que durante esos primeros años en el que el Ego nos resulta tan útil y necesario “papá y mamá” no son individuos, ni el cuidador, ni quien va y viene para acompañar al bebe, porque tal como se menciona en el texto al que me refiero “nadie es un individuo, son cosas que se sienten y no se fijan como identidades en nuestra memoria. Solamente queda la profunda impresión de que de alguna manera algo/alguien nos rescata”[1], claro no sucede esto por decisión, sino porque el bebé no tiene la capacidad para hacerlo.

 

Partiendo de ésta idea, resulta  mucho más claro  comprender ¿por qué las religiones se convierten en “oportunidades de salvación”?, pero no sólo ellas, sino que hay infinidad de “salvadores” de dioses creados “a imagen y semejanza del Ego”; que van y vienen, que mueren y resucitan, misteriosos pero manifiestos, dotados de poder para ayudar, para salvar, para dar paz… y todo ello porque donde abunda el temor, el pánico, o la impotencia, existe un espacio para ellos.

 

Es así como incluso se convierte al Eterno en un salvavidas más, o a la Cábala y su misticismo, o a la Torá y al Hebreo, o lo que sea, incluso al mismo Judaísmo o Noajismo, y esto ocurre cuando solo se les ve como “ismos”, es decir como “movimientos, doctrinas, corrientes” que van y vienen, que mueren pero resucitan, … que están dotados de poder para ayudar, para salvar, para … dar paz…, para…  esconder nuestros miedos, incluso aquellos que ignoramos.

 

Caso contrario cuando entendemos quienes somos, cuando sabemos que pese a nuestra limitada condición, también podemos y debemos hacer eso que está en nuestras manos, para bien de otros, de nosotros, para cuidarnos y para cuidar, podemos elegir y esforzarnos por aprender y hacer lo que es bueno, lo que es justo

 

No estamos abandonados a nuestra suerte, hay “algo que nos une al Creador”, que es intocable, que no se aleja ni nos deja para condenarnos, que no nos juzga sino que espera, habla, comunica pacientemente… pero que es preciso aprender a oír.

 

 

¡Que sepamos construir Shalom.  Un abrazo!


[1] Moreh Yehuda Ribco

¿Se convirtió Rut al judaísmo?

Una amable señora me comentó el otro día lo siguiente: “…deseo guardar las mitzvot, mas de los 7 preceptos y sus derivados por amor a H’, como aquella mujer llamada Ruth que se convirtió al judaísmo por amor a H’…”.
A lo cual respondí: “¿Cuál es ese amor a Dios que usted cree tuvo Rut? ¿Y cuál sería el suyo?”
La simpática señora no respondió a mis preguntas, sino que expresó otras ideas, hasta que finalmente dijo: “ok more sino me equivoco esta en el Tanaj, deje lo busco y se lo escribo”.
Seguí insistiendo, porque me pareció importante aprender algo que no sabía, o quizás me había olvidado, ¿dónde dice que Rut se convirtió al judaísmo por amor al Eterno?
Luego, la exquisita dama me dijo: “no maestro Yehuda exactamente como usted dice …no dice, pero si dice que ella le dijo a su suegra Naoemi que su D-os seria su D-os y su pueblo seria su pueblo, siempre he creido que Ruth quiso abrazar el judaísmo que al igual que muchos queremos abrazar el judaísmo, por amor a H’”.
La charla siguió un rato más.

Tenemos la tendencia de dar las cosas por sentado, una vez que creímos algo, según nos dijeron o nos pareció. Es la regla general, yo no quedo fuera de ella.
Entonces, por ejemplo, es común que la gente crea que la primer conversa al judaísmo fue Rut, ¿por qué?
¿Realmente fue ella la primer conversa en la historia?
Y, según me parece, la buena señora tenía la idea de que Rut se convirtió al judaísmo por amor a Dios, pero… ¿realmente fue así? ¿Es el amor a Dios lo que llevó a la princesa moabita a dejar su identidad espiritual noájica (y su posición socio-económica privilegiada en Moab) para abrazar la identidad espiritual judía con todas sus exigencias y cargas?
De hecho, ¿hay alguna prueba textual –en el Tanaj, no en interpretaciones posteriores- que confirme que ella se convirtió?
Y si lo hizo, ¿cuándo?
Y, ¿por qué?
Y, ¿para qué?
Preguntas… ¡preguntas!

Es con ellas (las que son verdaderas preguntas, sinceras, criteriosas) que uno aprende, conoce, comprende, hace vivo el conocimiento, se despoja de preconceptos, allana el camino hacia la claridad multidimensional.
¿Qué hizo Dios cuando se cometió el primer pecado en relación a Él? (Bereshit / Génesis 3:6).
¡Preguntó! (Bereshit / Génesis 3:9).
¿Qué hizo Dios cuando se cometió el primer pecado en relación al prójimo? (Bereshit / Génesis 4:8).
¡Preguntó! (Bereshit / Génesis 4:9).
¿Por qué lo hizo? ¿Acaso no sabía lo que había sucedido? ¿No sabía la verdad? ¿No sabía lo que el pecador iba a responder?
¿Por qué preguntó?
¿Sería para enseñarnos que la pregunta es una clave indispensable para retomar el camino que se pierde por causa del pecado?
Recordemos que en su origen tradicional el pecado no significa otra cosa que “desviarse del camino”, que por lo general no se produce por un deseo maligno, por rebeldía o anhelo de causar el mal, sino por otros motivos.
Entonces, ¿por qué nos cuesta tanto amar las preguntas verdaderas, que podrían ser nuestras mejores aliadas a la hora de crecer espiritualmente?
No en vano la fiesta de la libertad (Pesaj) es también la fiesta de las preguntas… ¿por qué será?
Sí, preguntar es bueno, cuando las preguntas son verdaderas…

Entonces, ¿cómo responder a las preguntas que quedaron planteadas más arriba al respecto de Rut?
Espero me ayudes con respuestas, con la condición de que deben estar basadas en pasajes “bíblicos”, no en otras fuentes o especulaciones.
Si luego de responderlas con pasajes del Tanaj deseas aportar datos de midrashim, exégetas, estudiosos judíos, o tus propias reflexiones personales, las agradezco.
Te las dejo aquí:

  1. ¿Realmente fue Rut la primer conversa al judaísmo en la historia?
  2. ¿Se convirtió por amor a Dios?
  3. ¿Hay alguna prueba textual de que ella se convirtió?
  4. Y si lo hizo, ¿cuándo?
  5. Y, ¿por qué? (¿Por amor a Dios y/u otra cosa?).
  6. Y, ¿para qué?

Y si gustas, me serviría saber:

  1. ¿Qué entiendes tú por amar a Dios?
  2. ¿Qué dice el Tanaj sobre el amor a Dios?
  3. ¿Cómo un noájida debe expresar ese amor a Dios?
  4. ¿Es la conversión al judaísmo la manera que tiene un gentil para amar a Dios?

Te agradezco tu amabilidad y generosidad.
Pasa un excelente día.

(Publicado originalmente en serjudio.com)


Estudia, si gustas:

http://serjudio.com/exclusivo/cterapia/pregntale-a-tu-hijo

http://serjudio.com/dnoam/pesaj60i.htm

http://serjudio.com/personas/etica/el-que-no-sabe-preguntar

http://serjudio.com/rap1651_1700/rap1655.htm

http://serjudio.com/rap1851_1900/rap1861.htm

Inmortalidad y Alma: Aryeh Kaplan

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Capitulo I ENCONTRAR TU YO VERDADERO

Mira tu mano. ¿Qué ves? Una parte de tu cuerpo, un apéndice hecho de hueso y tendones cubiertos por músculo y piel. Esta ocupado con nervios, vasos sanguíneos y conductos linfáticos que corren a través de ella y la conectan a tu cuerpo, haciéndolo parte de Ti.
Puedes abrir y cerrar tu mano. Ella obedece cada orden que tu mente le envía. Es tuya – una parte de ti. Pero ¿qué eres tú? ¿Qué pasa cuando le dices a tu mano que se abra y se cierre? ¿Cómo hace tu mano para que obedezca sus órdenes? Ahora señálate con un dedo. Si eres una persona promedio, apuntaras hacia tu pecho con un dedo. Piensas de ti mismo como tu cuerpo.
Pero ¿es tu cuerpo realmente tú? No hace mucho, una persona podría considerar su propio cuerpo como una parte integral de si mismo. Tú eras tu cuerpo y tu cuerpo era tú. Pero eso no es mas el caso. Los progresos científicos han modificado completamente el concepto de la personalidad e identidad humana. Los transplantes de corazón son hoy en dia muy comunes. Ya no son noticia.
Una persona puede vivir con el corazón de otro latiendo en su pecho. Si le preguntáramos a esta persona que se señalara a si mismo, apuntaría a su corazón? Es ese corazón transplantado realmente parte de él? ¿Es el corazón que late en tu pecho realmente tú? O es algo más? Los investigadores predicen que en los próximos 10 o 20 años, el trasplante de cerebro será posible. Esto nos forzaría a reevaluar completamente el concepto de la personalidad humana.
Imagine como seria experimentar un transplante de cerebro. Un hombre podría estar sufriendo una enfermedad incurable en su cuerpo, pero aun tener un cerebro sano. El donante, por otro lado, podría haber sufrido un daño cerebral irreversible, pero con un cuerpo sano. El cerebro seria removido del cuerpo enfermo y colocado en el sano. ¿Quién es el nuevo hombre? Tenemos un cerebro viejo con todas sus memorias, rasgos de personalidad y patrones de comportamiento en un nuevo cuerpo. El viejo cuerpo podría estar viejo y enfermo, mientras que el nuevo podría estar joven y lleno de energía.
Preguntémosle a ese hombre que se señale a si mismo. ¿Señalara él su cuerpo? Es su yo real su cuerpo o su cerebro? (En realidad, una pregunta análoga se plantea en el Talmud. Como se sabe, en caso de una muerte no resuelta, se debe traer un sacrificio especial, el Eglah Arufah, de la ciudad mas cercana al cuerpo[1]. La Mishnah plantea dos preguntas. ¿Qué pasa si la cabeza es encontrada en un sitio y el cuerpo en otro?[2]. y si el cuerpo es equidistante de dos ciudades, ¿desde que parte del cuerpo se deben tomar las medidas?[3]. En ambos casos, Rabbi Elietzer declaró que medimos desde el cuerpo, mientras que Rabi Akiba que medimos desde la cabeza. La Halajá sigue a Rabi Akiba[4])
Un transplante de cerebro plantea bastantes preguntas. ¿Qué tal un transplante de memoria? La cibernética ha descubierto muchas semejanzas entre los ordenadores y el cerebro humano. La tecnología de los ordenadores nos permite programar una transferencia de memoria, tomando toda la información que contiene un ordenador y transferirla a otro. Todo lo que pasa de un ordenador a otro es información. ¿Y si esto fuera hecho con el cerebro humano?
Esto puede caer en el reino de la ciencia ficción, pero aun si esto no fuera posible en la práctica, ciertamente si es posible en teoría. Permitámonos visualizar tal transferencia de memoria. Asumamos que tenemos una persona con una enfermedad incurable, y ni su cerebro ni su cuerpo puede ser salvado. Clonamos un cuerpo nuevo para este individuo. La posibilidad de hacer esto es discutida ampliamente en la literatura. Este nuevo cuerpo tiene un cerebro nuevo en blanco, capaz de funcionar, pero sin ninguna memoria o patrones de pensamiento.
Como paso final, efectuamos una transferencia de memoria, pasando toda la información desde la persona enferma al cerebro del cuerpo nuevo. Tenemos ahora una fascinante situación. Si toda la memoria del hombre, patrones de pensamiento y rasgos de personalidad son transferidos a un cuerpo y cerebro nuevos, esta persona existe literalmente en su nuevo cuerpo. Pero nada físico ha sido transferido. Todo lo que a sido colocado en este nuevo cuerpo es información que existía previamente el viejo cerebro.
Sin embargo esta información contiene la suma total de la personalidad de la persona. Pero si esto es cierto, nos ofrece una nueva percepción de nuestra pregunta original: ¿Quién es el verdadero tu? El verdadero tu no es tu cuerpo o cerebro, sino la información que contiene tu cerebro – tus memorias, rasgos de personalidad y patrones de pensamiento. (Los cabalistas filósofos escriben que el mundo espiritual es un reino cuya sustancia es información. Es una foro donde la información puede interactuar sin asociarse o depender de la materia. Así, un ángel, por ejemplo, puede interactuar con otro ángel, aunque no tengan conexión con nada material.
Los Ángeles pueden también interactuar con la información en una persona humana.) ¿Qué pasa entonces cuando una persona muere? Sabemos que el cuerpo deja de funcionar. El cerebro se vuelve inerte y el hombre físico esta muerto. Pero que pasa al verdadero tu – la personalidad humana? ¿Qué pasa con toda esta información – las memorias, patrones de pensamiento y rasgos de personalidad?
Cuando un libro se quema su contenido ya no esta disponible. Cuando se formatea un ordenador su información tampoco será más disponible. ¿Pasa lo mismo cuando un hombre muere? Es la mente y la personalidad irrecuperable? Sabemos que D´s es omnisciente. Él sabe todo y no lo olvida. D´s sabe cada pensamiento y memoria que existe en nuestros cerebros.
No hay un bit de información que se escape a Su Conocimiento. ¿Qué pasa entonces cuando un hombre muere? D´s no olvida, y por lo tanto toda esta información continúa existiendo, por lo menos en la Memoria de D´s. (Una alusión a esto se encuentra en la Kabala. Se dice que el Gan Eden o el Paraíso existen en la sefirá de Biná – el entendimiento divino[5]. Este bien puede ser relacionado con el concepto de memoria.
Las almas, por otro lado, son concebidas en la sefirá de Daat – conocimiento[6]. Uno puede decir que mientras vivimos, existimos en el Conocimiento de D´s (Daat), mientras que después de la muerte existimos en Su Memoria (Biná). Podemos pensar sobre algo que existe solo en la memoria como estático y efectivamente muerto. Pero la memoria de D´s no es una cosa estática.
La suma total de la personalidad humana puede ciertamente existir en la Memoria de D´s, pero puede aun mantener su propia identidad y volición, y permanecer en un estado activo. La suma total de la personalidad humana, existente en la Memoria de D´s, es lo que vive aun después que el hombre muere. (Esto puede ser el porqué los Cabalistas llamaron a Biná – entendimiento, mejor que memoria. Entender es un proceso dinámico, donde la información contenida en una memoria interactúa de una manera activa.
El alma no esta en un estado de memoria pasivo, sino en un estado dinámico de Biná.) El concepto de inmortalidad y de alma bien puede estar fuera del campo de la comprensión humana. “Ningún ojo excepto el de D´s ha visto esto”. Sin embargo, nuestro limitado entendimiento tanto de D´s como del hombre nos puede dar algún grado de percepción sobre nuestro futuro último. (En un sentido Cabalista, estamos hablando acá acerca del nivel mas bajo del alma, el nefesh HaBehemit o “alma animal” [7]. Esto probablemente puede ser identificado con la información contenida en el cerebro humano.
Sin embargo, esta interactúa con las partes mas altas del alma, Néfesh, Rúaj y Neshamá. Hablar de un concepto como es la memoria de D´s es muy difícil. Involucra una discusión profunda del total de la esfera trascendental. Nosotros damos nombres que tienen un significado para nosotros, como es Gan Eden, Paraíso, el Mundo por Venir, el Mundo de las Almas [8], o el vinculo de la vida eterna. Sin embargo, la Biblia habla de la inmortalidad como el retorno a D´s (Eccl. 12:7): …y se torne el polvo (afar) a la tierra que antes era, y retorne a D´s (Elokim) el espíritu (Rúaj) que Él le dio.
[1] Deum. 21:1-9 [2] Sotha 9:3 (45b) [3] Ibid. 9:4 [4] Yad Jazakah, Rotzeaj 9:9 [5] Zaherí Orah 8; Pardes Rimonim 8:9, 23:3 [6] EtzJaim, Shaar MaN U´MaD 4, Shaar HaKlipos 2 [7] Cf. Zohar 2:94b [8] Ver Derej HaShem 1:3:11
Aryeh Kaplan

Memoria y conciencia tras la muerte

Un buen amigo me hizo una pregunta, que le surgió mientras leía un antiguo texto de mi autoría: http://serjudio.com/rap1001_1050/rap1034.htm: ¿perderemos la conciencia individual (memoria, recuerdos, personalidad, etc.) al momento de fallecer?

La humilde respuesta que brindo ahora se basa en lo que conozco de la tradición judía, la cual no es monolítica ni inamovible, sino una entidad con vida propia, con identidad a la vez que desarrollo. Cambia, sin dejar de ser ella misma. Se preserva, sin asfixiar las posibilidades de adaptación.

Gracias a la moderna tecnología podemos ejemplificar con facilidad lo que desde antaño se nos enseñó.
Actualmente, y cada vez más, los usuarios de aparatos informáticos no guardan sus archivos/datos en sus aparatos exclusivamente, sino que además los suben a la “nube” (Cloud Computing).
Fotos, música, videos, documentos, emails, chats, programas, INFORMACIÓN, en fin, todo aquello que da sentido a la computadora (Tablet, Smartphone, etc.) y explica su existencia.
¿Por qué hacemos así?
Podría ser para tener los datos en cualquier aparato y no solo en el que contiene la info, pues, nos conectamos a la nube y al instante tenemos en la PC de la oficina lo mismo que estábamos haciendo en casa, o el video que estábamos viendo en el bus lo continuamos en la cama, etc. Ya no somos prisioneros del dispositivo que contiene la información, pues ahora está en donde la precisemos, sin importar el artefacto empleado (si la tecnología es compatible).
Otro motivo, nos preservamos de perder la información. Si extraviamos la computadora, si la roban, se rompe, deja de funcionar el disco duro, los datos vitales siguen frescos y disponibles a nuestro alcance. Es una gran ventaja no depender de un pequeño dispositivo, sino poseer un respaldo en otro sitio, con mecanismos de seguridad y acceso.
Si buscan en internet, seguramente encontrarán más ventajas, y las consecuentes desventajas del asunto.

Ahora, transportemos esto a la pregunta del buen amigo.
Tenemos un sistema de memoria orgánica individual, nuestro cuerpo recuerda (aquí un artículo de divulgación que puede resultar interesante). Es nuestro disco duro, que nos acompaña (si todo va bien) hasta el día del fallecimiento. Tras él, la totalidad (o casi, no lo sé exactamente) queda inaccesible o desaparece.
También dejamos registros fuera de nuestro cuerpo, en nuestras obras, lo que escribimos, filmamos, fotografiamos, compartimos, especialmente en esto último, pues dejamos en los otros recuerdos que pueden extenderse más allá de nuestro minúscula fracción de espacio/tiempo.
Y, de acuerdo a la Tradición, cada cosa que experimentamos, todo, se sube a la “nube” espiritual. Todo el tiempo, sin pausas, sin alteraciones, estamos conectados a la gran red espiritual, a través de nuestra neshamá, lo que llamamos esencia espiritual. Todo se guarda en esa nube, en ese gran disco duro, que se preserva sin errores ni pérdidas, por siempre. Sean impresiones, sensaciones, sentimientos, ideas, vivencias, acciones, todo sin excepción, en perfecto registro.
Así pues, aunque la muerte nos alcance, nuestra esencia permanece, en esa información 100% fidedigna que quedó guardada en el mundo espiritual.

Espero que se entienda bien esta idea.
La memoria individual se preserva, hasta en su más mínimo detalle.
Pero, ¿esto significa que también se preserva la conciencia individual?

Para responderlo, veamos qué entendemos por conciencia.
Usaremos uno de los tantos diccionarios online:

"1   Conocimiento que el ser humano tiene de su propia existencia, del estado en que se encuentra y de lo que hace: tengo plena conciencia de lo que hago; el golpe le ha hecho perder la conciencia. consciencia.
2   Facultad del ser humano para elaborar juicios personales de carácter moral y ético sobre lo que está bien y lo que está mal, con relación a sí mismo y a los demás: tener la conciencia tranquila significa que no has hecho nada que crees que estaba mal.”.

Podemos decir que en el caso de la primer acepción la respuesta es sí. De acuerdo al judaísmo la neshamá descarnada tiene conciencia de estar existiendo en ese mundo indescriptible que es el espiritual, además de contar con el acceso a la memoria de los sucesos de su vida individual, como a lo que el Eterno le permita acceder de la memoria colectiva (los límites, no los sé, ni me parece posible que pudiéramos saberlos).

En el caso de la segunda acepción, podemos decir también que sí, precisamente la existencia luego de esta vida se la conoce como “mundo de la Verdad”, porque es imposible mentir, justificar, dar excusas, engañar, sino que el juicio se elabora en base a la verdad. Así, cada recuerdo que se presenta para evaluar es la propia neshamá la encargada de valorarla de acuerdo a parámetros de verdad y no a los dictados del EGO.

Invito a leer un breve ensayo de un gran intelectual, el rabino Aryeh Kaplan: “La inmortalidad y el alma”.

Ahora, ¿cuál es el beneficio REAL y práctico de esta respuesta?
Te brindo una idea, pero me encantaría oír las tuyas.
Llenemos nuestra memoria trascendente con buenos recuerdos, de actos de bondad y justicia, de fidelidad, de experiencias agradables, de disfrutar de lo permitido, de alegría, de placer apto, para que tengamos una memoria y conciencia eterna de verdadero paraíso. Si hacemos esto, también estamos compartiendo el bien y la bendición con el prójimo, preservando así una huella de vida más allá de la muerte física.
¡Pura ganancia! ¡Pura vida!

Abandono: todos tus miedos

Quizás más de una vez no has podido entender los motivos por los cuales una persona sigue al lado de quien la maltrata, ya sea física, emocional, social y/o mentalmente.
Tal vez has tratado de preguntarle, preguntarte: ¿Por qué sigues así?, ¿para qué sigues ahí? 
¿Te convencieron sus respuestas, sus excusas?

Sentías y sabías que como persona tiene el derecho de ser tratada con respeto y consideración y que nadie, nunca, puede abusar de su libertad, nadie tiene el derecho ni el poder de humillar, lesionar ni coartar su libertad.
Y sin embargo, ¡sigue aferrada a esa relación!

Quisiera que me acompañaras a explorar un poco este asunto, veamos qué más se puede descubrir al respecto, espero te sea de beneficio y bendición.

Hemos enseñado en más de una ocasión que todos los miedos se derivan a cinco básicos, y estos a su vez se reducen a uno solo: miedo a la impotencia, al no poder.
Cada uno de los miedos que has experimentado, todos, sin excepción, si te pones a observar con detenimiento reconocerás que no son más que una visión a futuro de padecer de impotencia, falta de control. Mayor o menor. Real o imaginaria. Pero siempre a no poder.
Vamos, piensa en alguno de tus miedos, o de alguna persona que conozcas bien, míralo con cuidado y dime, ¿no es acaso a causa de alguna impotencia?
¿Accidentes? ¿Enfermedades? ¿Muerte? ¿Pobreza? ¿Abandono? ¿Dolor? ¿Miseria? ¿Burla? ¿Fracaso? ¿Divorcio? ¿Locura? ¿Extravío? ¿Animales? ¿Aviones? ¿Ascensores? ¿Demonios? ¿Dios?
Cualquiera de los miedos que menciones, son sospechas de padecer de impotencia a futuro.

El origen se encuentra en el espantoso trauma inicial del nacimiento, hecho que quedó registrado en una capa de tu memoria que no puede ser modificada posteriormente, ya que se inscribe en regiones profundas y primitivas de nuestro sistema nervioso. A diferencia de otros recuerdos, éste es vívido, inalterable (en tanto se preserve físicamente y siga activo), sin conexión a símbolos y por tanto imposible de definir con palabras, imágenes, sonidos, etc., solamente se lo siente, con mayor o menor carga energética. Encuentra canal para expresarse, entre otras cosas, con los miedos.
Cada miedo que sentimos se genera por una expectación de impotencia, en cualquiera de las cinco dimensiones de nuestro ser, que se enlaza con aquella sensación de pesadilla sin solución que fue el trauma inicial.

Comprendamos bien, el miedo actual está a la espera de un evento que aún no ocurre (futuro) y que está conectado al terror inicial marcado en nuestra memoria (pasado).
Entonces, no es extraño encontrar un motivo de miedo consciente que podríamos evaluarlo como relativamente leve, pero que provoca reacciones a la vista desproporcionadas.
Por ejemplo, un perrito faldero se transforma en nuestra imaginación corroída por el miedo en una fiera descontrolada. Una puntada en el pecho en un infarto. Terminar una relación sentimental, que ya está finiquitada hace rato, en una condena a la soledad eterna. Un despido laboral a la miseria total. Unos pasos en la noche a una escena violenta sacada de películas macabras. Un vuelo en avión en una catástrofe de proporciones bíblicas. Invitar a una chica a salir en una tortura de las más espeluznantes. Mil ejemplos, tú recuerdas más de uno.

Concentrémonos ahora en el miedo al abandono, que fue el que dio pie a estas reflexiones.

Para no ser abandonados, y/o para mitigar el miedo a serlo, entonces:

  • Abandonamos nosotros
  • Soportamos cualquier cosa, para seguir “acompañados
  • No nos involucramos en relaciones humanas

Modalidades de éstas:

  • Abandonamos primero
  • No nos permitimos tener intimidad emocional
  • Somos infieles
  • Engañamos
  • Somos agresivos
  • Manipulamos para que no se nos abandone
  • Sometemos al otro
  • Hacemos creer que hemos superado la necesidad de compañía
  • Decimos que nos gusta como se nos maltrata
  • Explicamos que tenemos ciertas obligaciones que nos exigen vivir como lo hacemos
  • Seguimos con el que nos abandona constantemente, que nos hace sufrir horrores la soledad en compañía

Consideramos que el miedo al abandono cuenta con una distinción especial por sobre los otros miedos básicos.
Te explico brevemente.
Como sabemos, en su origen las herramientas activas del EGO sirven para llamar la atención, de forma tal de conseguir resolver las necesidades/impotencias que disparan al EGO.
Necesariamente precisamos que alguien nos atienda, por tanto, el llamar la atención se convierte en (cierta forma) vital.
Vamos formando un hábito con la repetición de la conducta: alguien/algo nos salva cuando hacemos lo suficiente para que se nos preste atención. Como bebes no entendemos qué pasa, solamente nos dejamos llevar por nuestro instinto (el EGO), y se va marcando en nuestra memoria la presencia de ese algo/alguien sin identificar que nos rescata de las peores miserias. No estamos capacitados para reconocer que es mamá, papá, la nana, todos son lo mismo, nadie es un individuo, son cosas que se sienten y no se fijan como identidades en nuestra memoria. Solamente queda la profunda impresión de que de alguna manera algo/alguien nos rescata.
Esto es lo que crea también la imagen de un salvador, real o imaginario. De un dios. De un algo/alguien con poderes más allá de los nuestros que se presenta para sacarnos de problemas.
Si lloramos, gritamos, pataleamos, tarde o temprano surge de las sombras el salvador, nos cuida, nos protege, nos satisface, y luego desaparece nuevamente en las sombras. Eso es lo que iba percibiendo el bebe, lo que fue quedando registrado en su memoria. No es coincidencia que sea la fe de religiosos, supersticiosos y similares .
Sí, así nacen los dioses a imagen y semejanza del EGO y de los que vinieron a darnos una mano estando en necesidad.
Es una diferencia sustancial del Eterno y de la espiritualidad con respecto a las religiones y sus dioses (uno o mucho).

Entonces, también queda rotulada en nuestro inconsciente la creencia de que la soledad es igual a destrucción, a caer en la pesadilla de la impotencia, de que algo/alguien debe rescatarnos o de lo contrario estaremos sometidos a la desgracia.
Siendo así, el abandono podría considerarse como la antesala indiscutida a la tortura, al infierno.
Entonces, ya podemos ir viendo que detrás de estrategias conscientes y beneficios racionales, detrás del miedo al abandono se esconde el miedo a la impotencia (como en todo miedo), al que se suma a la certeza inconsciente de que solos estamos perdidos. O alguien/algo nos rescata, o perecemos en dolores y sufrimiento. O algo/alguien nos salva, o nada podemos.

Es fácil descubrir lo que se esconde detrás de frases como “Sin cristo nada podemos hacer”, “Con dios todo, sin dios nada”, “Separados de mí nada podéis hacer”, “Con Jesús lo tenemos todo, sin él nada”, “Vivir en cristo” y similares. Sea de esta idolatría o de cualquier otra. Sea con religiones organizadas o de aquellas individuales. Sean supersticiones más o menos estrambóticas. Sea gente que pone su fe en la ciencia y los científicos, o en el progreso del hombre, o en cuestiones similarmente ateas o agnósticas, pero que no dejan de tener al EGO como el salvador ilusorio en las sombras. E incluso, con gente que tiene su confianza puesta en el Uno y Único, pero que vive la relación con Él como si fuera un ídolo más, y el judaísmo/noajismo una religión de “salvación”.

Hasta aquí por hoy, espero que te sirva lo que has aprendido. Te pido que me expliques, por favor, lo que has podido comprender y cómo crees que te sirve para llevar una mejor vida, llena de bondad y justicia, construyendo shalom. Me ayudas, ¿por favor? Gracias.

Ecología multidimensional en el judaísmo

Escrito para ser publicado en SERJUDIO.com y que me parece provechoso compartir con mis hermanos noájidas.

En la Tradición encontramos que se describe al ser humano como multidimensional: inanimado (domem); vegetativo (tzomeaj); animado (jai); parlante (medaber).
En el hombre, además se identifica un plano supra-natural, que no es compartido por el resto de las criaturas terrestres, el de la neshamá, el espíritu.

No resulta sorprendente que en “De Anima” Aristóteles (y probablemente tras de él nuestro Maimónides (“Shemoná Perakim”, cap. 1)) distingue tres facetas –funciones- del alma humana: la vegetativa, presente en las plantas, los animales y los hombres; la sensitiva, de la que carecen las plantas; y la racional, privativa del hombre.
Esta alma es la “forma” de la materia, que es el cuerpo.
Por sobre esto, se está el espíritu del hombre.
Según lo exponemos humildemente nosotros, las dimensiones: física, emocional, social, mental y espiritual.
Tales las cinco dimensiones que somos.
(En el “Shemoná Perakim” del Rambam se encuentra ampliado y profundizado esto).

Cuando decimos físico implicamos todo aquello que hace a su materialidad. Por lo general se entiende con esto su cuerpo, pero no debemos olvidar de incluir aquello que posibilita su vida, en particular lo ambiental.
El hombre es un ser que es imposible su existencia fuera del ecosistema, o mejor dicho, el ecosistema también conforma una de las dimensiones del hombre.
De cierta forma está esto indicado al momento del segundo relato de la Torá acerca de la creación del hombre, cuando dice: "Y formó el Eterno Elokim al humano, polvo de la tierra. Y sopló en sus narices aliento de vida, y el humano llegó a ser un ser viviente." (Bereshit / Génesis 2:7).
El hombre ES polvo de la tierra, materia inerte, pero que con la intervención divino obtuvo forma, diseño, sentido, alma, espíritu, lo que lo hace viviente.
No existe el hombre desprendido del ecosistema.
Tal como el resto de los seres vivos: "Dijo además el Eterno Elokim: ‘No es bueno que el humano esté solo; le haré una ayuda idónea.’  El Eterno Elokim, pues, formó de la tierra todos los animales del campo y todas las aves del cielo, y los trajo al hombre para ver cómo los llamaría. Lo que el humano llamó a los animales, ése es su nombre. El humano puso nombres a todo el ganado, a las aves del cielo y a todos los animales del campo. Pero para Adam / Adán no halló ayuda que le fuera idónea." (Bereshit / Génesis 2:18-20).
Ellos también son hijos de la tierra, criaturas del Eterno, que forman y son formados por el ambiente.
Y si bien con ellos somos compañeros de ruta, pasajeros en esta gran nave, evidentemente que hay una barrera que nos separa permanentemente; nosotros somos espíritu también, es la marca fundamental que nos diferencia como especie. Así pues, no son nuestro prójimo, pero sin dudas son dignos y meritorios de aprecio y respeto, aunque se nos haya habilitado para hacer uso dignamente de ellos.
Según queda dicho: “Creó Elokim, al humano a su imagen; a imagen de Elokim lo creó; hombre y mujer los creó. Elokim los bendijo y les dijo: ‘Sed fecundos y multiplicaos. Llenad la tierra; sojuzgadla y tened dominio sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que se desplazan sobre la tierra.’" (Bereshit / Génesis 1:27-28).
No es en todo correcta la idea que el misionero alemán, Albert Schweitzer, propusiera: “No me importa si el animal es capaz de razonar, sólo sé que es capaz de sufrir y, por eso, lo considero mi prójimo". Sí, debemos considerar al animal en su sufrimiento y tratar de evitarlo o impedirlo. No, en el marco de la Torá el animal no es el prójimo de la persona, aunque tengamos (y debemos hacerlo) mucho cariño y respeto por él. Aunque no sea un prójimo, igualmente es digno de misericordia, de justicia, como obra del Eterno, como ser vivo con capacidad de sentir.

En el judaísmo hay un concepto muy antiguo denominado “tzaar baalei jaim”, que es la prohibición de atormentar a un animal sin obtener con ello ningún provecho real.
Aparece varias veces en el Talmud, aunque su origen es la Torá (Shemot / Éxodo 23:5).
A partir de preceptos de la Torá vamos comprendiendo que toda vida es sagrada, todo sufrimiento/dolor es terrible, incluso el de los animales. Entonces, no se caza animales por “placer” o “deporte”, ni se abusa de ellos en “espectáculos” sádicos y desalmados, ni a los domésticos –o propios- se les hace padecer adrede necesidades, ni se los emplea en ejercicios que no provean un beneficio verdadero para la sociedad humana.

En Baba Metzia (85a) se nos relata que Ribbí Yehuda haNasí no tuvo compasión por un ternero que estaba aterrorizado cuando iba a ser degollado. A causa de esto desde lo Alto se le decretaron padecimientos que solamente finalizaron cuando aprendió a ser compasivo con los seres vivos, por ejemplo cuando su criada quería lanzar unas crías de comadrejas y él las protegió.
La idea es que nuestra conducta sea una copia humana de la conducta divina, a la medida de nuestras capacidades: "Bueno es el Eterno para con todos, y su misericordia está en todas sus obras." (Tehilim / Salmos 145:9).
Ser misericordioso con TODAS sus obras, personas, animales, vegetales, hongos, elementos físicos. Con todo nuestra actitud y conducta debiera regularse con el bien Y la justicia.
Sí también con la hormiguita, a la cual pisamos involuntariamente al caminar, pero a la cual no debemos mortificar una tarde de aburrimiento en el jardín.
También con el árbol, el cual no debe ser maltratado sin provecho real.
Llevar una vida de armonía, de amor y respeto por la creación (en su conjunto y en sus individuos) sin por ello irse a extremos ascéticos. La propuesta del judaísmo clásico no roza las postura al estilo de las doctrinas del jainismo.
Cada criatura alaba al Eterno según su naturaleza (Tehilim/Salmos 148), son nuestros compañeros de viaje, aunque no nuestro prójimo. Compañeros a los cuales respetar, cuidar y hasta en ocasiones amar.

Por ello, cuando se debe tomar la vida de un animal, o emplearlo para alguna actividad beneficiosa para el hombre, se debe eliminar o disminuir al máximo todo sufrimiento que pueda ser evitado o reducido.
Quizás a los modernos defensores de los “derechos de los animales” no les parezca suficiente, pero recordemos como comenzamos este estudio: somos también ecosistema, y en él las relaciones tróficas son constantes y necesarias, además de las otras relaciones que no siempre resultan pacíficas e indoloras en su naturalidad. Lo importante es también en esto tratar de construir Shalom, actuar con bondad Y justicia, hasta para con el animal que iremos a consumir o usar para nuestras necesidades. En palabras del filósofo Emmanuel Levinas, sería la “libertad difícil”, que es hacer uso de nuestro libre albedrío de forma digna.
Tengamos en cuenta que el libre albedrío es la capacidad para elegir entre actuar bien o mal. Somos libres (al menos esa es la creencia) para escoger, pero el Eterno nos aconseja con precisión lo que es mejor para nosotros: optar por el bien, que es la bendición y la vida.
Desechar el EGO para vivir en la plenitud, en la construcción de shalom.

Recordemos otro relato de piedad hacia animales.
Moshé pastoreaba las ovejas de su suegro cuando una pequeñita se escapó y se extravió en el desierto. Él no podía admitir que el pobre animalito muriera con el dolor de la sed, o los terrores del desierto, por lo cual salió a su busca. Fue en esa tarea que llegó hasta el monte Sinaí, en donde el enviado del Eterno se apareció a él en un arbusto encendido que no se consumía (Shemot / Éxodo 3:2).
Aquel que era un excelente pastor de ovejas, que no dejaba a ninguna sin protección, ese era el indicado para conducir a los judíos por el camino que llevaba de la opresión a la libertad.
Porque el verdadero líder espiritual no oprime a sus seguidores, no amedrenta, no amenaza, no castiga sin fundamento, no diezma, sino que se entrega por completo para la mejor conducción de su grey, para que todos y cada uno obtengan verdadero beneficios. Cuando el líder emplea de manera sistemática las herramientas del EGO, sabemos que no estamos ante un conductor espiritual, ni su camino es de vida.
Entre otras cosas, por su bondad hacia su rebaño, por su nobleza, por su respeto a la vida del indefenso y del justo (aunque pudiera ser durísimo con el que lo ameritara), es que Moshé fue elegido por el Eterno para ser el personaje bisagra en la historia de Israel, e indirectamente en la de toda la humanidad.

Es el mismo Moshé que no participó en la primer plaga sobre Egipto, la de “sangre”, pues afectaría las aguas del Nilo que muchos años antes habían ayudado (involuntariamente, por supuesto) a salvarle la vida. Ni a las arenas, que también estuvieron en su auxilio.
Porque recordemos, el ecosistema consta de factora abióticos, lo inanimado, junto a los seres vivos que lo componen (y son compuestos por él).

Vamos comprendiendo que la construcción de shalom debe ser una accionar y una actitud constante, hacia dentro y hacia fuera. Con nosotros mismos, con el prójimo, con la sociedad y con el ambiente. Una actitud que privilegie la armonía, el equilibrio, en lugar de la muerte y la esclavitud.
Donde se oriente a través del AMOR y no de EGO.
(AMOR NO es un sentimiento, es una forma de vida multidimensional).

Si bien la Torá y los Sabios de antaño no hablaron específicamente del cuidado del ambiente, de llevar una vida de armonía ecológica, de ser hombres ecológicos, podemos encontrar que el mensaje está implícito, codificado. Recordemos que la palabra de la Torá es perpetua, pero fue otorgada en un contexto determinado, y debía ser comprensible para sus directos receptores. Era imposible para aquellos antiguos antepasados de los judíos actuales entender acerca de ecología, o de otros conceptos modernos. Pero la médula sigue siendo la misma.
Es que una vida en donde el EGO está bajo control, lleva a la plenitud en todos los aspectos, al shalom multidimensional.

¿Qué sucede cuando es el EGO el rector?
La Torá narra algún que otro suceso dramático, desde el asesinato de Abel, pasando por el Diluvio hasta la opresión de los judíos en Egipto, sin olvidar a los traicioneros amalecitas.
Veamos un ejemplo: "El Eterno vio que la maldad del hombre era mucha en la tierra, y que toda tendencia de los pensamientos de su corazón era de continuo sólo al mal… La tierra estaba corrompida delante de Elokim; estaba llena de violencia. Elokim miró la tierra, y he aquí que estaba corrompida, porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra…" pero "…Noaj [Noé] era un hombre justo y cabal en su generación; Noaj caminaba con Elokim." (Bereshit / Génesis 6:5, 11, 12, 9).

El hombre llevado por su EGO fue deteriorando el ambiente, el equilibrio había sido perdido hacía tiempo.
Las advertencias aparecían a ojos de quien tuviera conciencia para admitirlas.
Tal como Noaj lo hizo.
Pero el resto siguió en franco abuso, destruyendo, corrompiendo, provocando la catástrofe.
Lo que infantilmente se explica como un castigo divino, podemos comprenderlo cabalmente como la directa consecuencia de los actos egoístas del hombre, que llevaron al mundo al caos. Finalmente, ocurrió la devastación, la tierra se tomó se revancha. Tarde o temprano, como puede pasar actualmente.
La naturaleza fuera de su cauce provocando destrozos, muerte, destrucción, un final tempestuoso que podría posibilitar un nuevo inicio.

Apenas si sobresalía un poco de ese entrevero el líder de los sobrevivientes, Noaj, pero atiende qué fue lo primero que hizo cuando salió de su nave salvadora: "edificó Noaj [Noé] un altar al Eterno, y tomando de todo cuadrúpedo puro y de toda ave pura, ofreció holocaustos sobre el altar" (Bereshit / Génesis 8:20).
¿Alguien le pidió que sumara más muertes a los miles de millares que yacían en tumbas improvisadas por los elementos desatados?
¿Realmente Dios se complace tanto con el “grato aroma” de estos asados?
¿Era necesario?
¿Qué quería demostrar con este acto? ¿Qué demostró?

Quizás como respuesta, la Torá añade lo siguiente: "Noaj [Noé] comenzó a cultivar la tierra y plantó una viña. Y bebiendo el vino, se embriagó y quedó desnudo en medio de su tienda." (Bereshit / Génesis 9:20-21).
Piensa tú.
¿Plantar primero una viña, fabricar vino, emborracharse, actuar de manera degradante… eso es lo que podemos tomar como ejemplo para reconstruir una sociedad basada en el bien Y la justicia?
¿Dejarse dominar por el EGO?
¿Vivir como si se estuviera muerto?
¿Morir sin haber vivido?

Toma en cuenta un ejemplo muy diferente, que lo narra un rabino (Aryeh Levine, “Malachim Kivnei Adam”, Simcha Raz, pp239-240 Fuentes, pg.15) contemporáneo: : "Después de Minjá (el servicio de la tarde) mi maestro (el Rav Kook), como era su costumbre, fue a dar un paseo con el fin de enfocar sus pensamientos y lo acompañé en el camino. En eso arranqué una flor. Él, temblando me dijo en voz baja: «Créeme, yo siempre he tenido cuidado de no arrancar sin propósito una brizna de hierba o una flor que puede crecer y desarrollarse, porque no hay hierba aquí abajo que no tiene una fuerza de lo Alto que le ordena ‘¡Crece!’. Cada brizna de hierba dice algo, cada piedra susurra un secreto, cada criatura pronuncia una canción. Esas palabras dichas por un corazón puro y sagrado penetraron hondo en mi corazón. Desde aquel día tengo una gran compasión por todas las criaturas.".
¿Recuerdas lo que te conté más arriba, cuando el príncipe de los rabinos de su tiempo no tuvo compasión por un ternero?
¿Qué podemos aprender para nuestra vida cotidiana?
¿A ser vegetarianos o veganos? ¿O algo mucho, muchísimo más consistente y profundo?
¿Que te parece a ti?

Por otra parte, nuestra Tradición está enseñado también a cuidar de los recursos, a no transgredir el “bal tashjit”.
Es un mandato sagrado el ser cuidadoso y no derrochar inútilmente, porque cada vez que abusamos de los recursos, estamos provocando un daño que podría resultar irreparable y que siempre genera consecuencias que llegan a exceder nuestros cálculos.
Cuidamos, usemos cabalmente, sumemos en lugar de desperdiciar, construyamos shalom.
Hagamos lo que fue ordenado a Adam con respecto al jardín terrenal: "el Eterno Elokim tomó al humano y lo puso en el jardín de Edén, para que lo trabajase y lo guardase." (Bereshit / Génesis 2:15).
Esa esa tarea y al mismo tiempo finalidad.
Debía trabajar y cuidar del huerto del Edén, para así disfrutar plenamente de sus bienes. Hubiera podido obtener todo gratuitamente, sin esfuerzo, pero el Eterno le abocó a una tarea precisa para que alcanzara mayor bienestar. Porque disfrutar de lo permitido es una de las misiones sagradas que tenemos en este mundo, para cargarnos de experiencias positivas que de otra manera el espíritu no podría tener registrada. Pero cuando el deleite proviene de la buena acción, aquella que realizamos, la consecuencia placentera es mayor (y mejora con el sano esfuerzo dedicado).
Este mundo es un potencial paraíso, solamente el EGO del hombre impide que alcance este estatus.
Desde Arriba se nos ha provisto de todo lo necesario, simplemente no hemos alcanzado aún a desplegar nuestras capacidades. Eso acontecerá en la Era Mesiánica, tanto en lo personal como en lo colectivo. Entonces el mundo será un paraíso, aunque poco y nada haya cambiado exteriormente.
Podemos trabajar para establecer una Era Mesiánica interna, en cada uno de nosotros. ¿Cómo? Disminuyendo la injerencia del EGO, actuando desde el AMOR.
Esa manera de vida está en armonía con el Cosmos, por lo cual provoca reacciones en cadena que finalmente permitirán el brote completo de la Era Mesiánica global.

Cada pequeño acto tiene consecuencias, muchas veces insospechadas, de un alcance que no se puede prever inicialmente.
En la ciencia se conoce como el “efecto mariposa” dentro de la teoría del caos, y se la ejemplifica con la conocida frase: “el aleteo de las alas de una mariposa puede provocar un Tsunami al otro lado del mundo”.
Desde otro ámbito, el genial Rav Kook nos enseñó: “Si usted está sorprendido por cómo es posible hablar, oír, oler, tocar, ver, entender y sentir –dígale a su alma que todos los seres vivos confieren colectivamente sobre usted la plenitud de su experiencia. Ni siquiera la menor partícula de existencia es superflua, se necesita todo, y todo sirve a su propósito. ‘Usted’ está presente en todo lo que está debajo de usted, y su ser está ligado a todo lo que le trasciende a usted.” (Orot haKodseh).
Estamos todos unidos, aunque el EGO nos hace ver que no tenemos relación.
La separatividad es un efecto de la materia, pero al mismo tiempo una ilusión. Cuando se contempla con la mirada espiritual, somos uno y unificados al Uno.
Estos conceptos cabalísticos pueden resultar extraños y áridos, por lo que, explicándolo con sencillez: estamos en el mismo barco y cuidar al otro es cuidarse a sí mismo.

En buena medida tal es uno de los objetivos de bendecir antes (y después) de disfrutar de alimentos (y otros placeres mundanos).
Tomar conciencia de que estamos haciendo uso de elementos de la naturaleza, la cual nos son provistos para nuestro beneficio, y que sin embargo no nos hace amos de todo, sino sus usufructuarios, personas que vivimos pagando la renta y el Amo es el Eterno.
Si comenzamos a despertar nuestra conciencia, a vivir por completo el aquí y ahora, seremos menos negativos y nocivos, mucho más agradecidos, más respetuosos, personas que aportan a una mejor existencia que se continúa en la eternidad.

El amor y respeto por la naturaleza no se da solamente cuando vamos de paseo al campo, o en la playa, o en cualquier actividad al aire libre.
Somos seres ecológicos, por tanto en cada momento estamos interactuando con el todo.
Por ello es necesario comprender la importancia de la construcción constante de shalom, interna (consigo mismo) y externa (con los demás hombres, con todos los seres vivos, con el ambiente).

La santidad suprema se halla cuando el hombre conoce su esencia y no se encierra en sí mismo, sino que lleva una vida plena, en relación a todo lo existente. Siente la ‘Presencia’ en lo inanimado, en lo vegetal, en los animales, la vida en todo, también en cada hombre, en cada uno de los seres humanos” (Rav Kook, “Arpelei tohar”).

Sí, éste es el camino del constructor de Shalom.

Tú decides

A la zorra cada día se le dificultaba más encontrar algo con lo que pudiera alimentarse. Un día, descubrió en el interior de un tronco caído una abundante cantidad de manjares que alguien había dejado allí. La zorra entró en el tronco y tragó todo con rapidez, sin dejar siquiera una miguita. Quiso salir, pero tan abultado estaba su abdomen que no cabía por el agujero que había usado para entrar. Impotente ante esta situación, comenzó a lanzar gritos de auxilio, con la esperanza de que alguien pudiera rescatarla de tan penosa situación.
Al rato apareció un lobo, que atraído por sus gritos se acercó a conocer el porqué de tanto lamento. Cuando le contó lo sucedido, le dijo: -Yo no me preocuparía por ello, ni gastaría tiempo en lamentarme. Lo único que necesitas es esperar a que tu barriga vuelva a estar como antes y seguro que podrás salir sin problema.
La zorra agradeció el consejo y esperó, esperó y esperó, no una hora o dos, sino algunos días de encierro y ayuno obligado, hasta que pudo salir, con más hambre que antes y mucho malhumor.
Por una de esas casualidades, días más tarde se cruzó con el lobo al cual increpó por el consejo que le había dado. Él respondió: -En lugar de quejarte, agradece que el dueño de la comida no volvió y por ello no te castigó por tu imprudencia y maldad.

¿Cuál crees que podrían ser las moralejas de esta narración?
¿Respetar el entorno? ¿No quebrar los límites? ¿Medir las consecuencias de nuestros actos antes de realizarlos? ¿El tiempo todo lo resuelve? ¿Si uno tiene paciencia las cosas se arreglan? ¿Es fácil dar consejos? ¿No quejarse sino hacer? ¿Hacer lo posible para mantener la homeostasis? ¿No dejar comida olvidada dentro de un tronco hueco? ¿No ser glotón?
¿Tú qué opinas?

Déjame compartir contigo lo que pensé.
Como la zorra de la fábula, estamos en este mundo y podemos disfrutar de lo que en él hay. Pero, cuando nos excedemos, cuando hacemos cosas incorrectas, a pesar de creer que estamos obteniendo ventajas, realmente nos estamos metiendo en problemas. Al final, no nos llevamos nada y hasta terminamos peor de lo que comenzamos.
Una opción más saludable y lógica es disfrutar de aquello que nos es permitido y aportar para que la armonía (interna y externa) sea mantenida.
Si aprendemos para conocer, si tomamos conciencia, si planificamos lo que haremos, si actuamos con mesura, probablemente estaremos en un estado mejor que si nos dejamos llevar por la ignorancia, el preconcepto, la superstición, el apuro, el egoísmo, etc.
¿Tú qué opinas?

Lo cierto es que en varias ocasiones la humanidad, a causa del egoísmo y la maldad, no supo cuidar el delicado equilibrio de la naturaleza y de la sociedad, por lo que sucedieron catástrofes que pudieron haber sido evitadas. Por supuesto que hay eventos naturales que no tenemos (todavía) injerencia, pero en otros somos directos responsables. Y no que hablar de las noxas sociales, tales como guerra, desigualdad social, pobreza, discriminación, entre otras. ¡Cuanto mejor viviríamos si hiciéramos menos como la zorra!

Al respecto, mira lo que nos relata la Torá (de la nación judía): "El Eterno vio que la maldad del hombre era mucha en la tierra, y que toda tendencia de los pensamientos de su corazón era de continuo sólo al mal… La tierra estaba corrompida delante de Elokim; estaba llena de violencia. Elokim miró la tierra, y he aquí que estaba corrompida, porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra…" pero "…Noaj [Noé] era un hombre justo y cabal en su generación; Noaj caminaba con Elokim." (Bereshit / Génesis 6:5, 11, 12, 9).
En una generación sumergida en el egoísmo y el mal, alguien pudo sobresalir, un hombre hizo la diferencia.
Todos podemos ser ese hombre, aquel que desequilibra la balanza hacia el lado del bien, como dijeron nuestros Sabios: “en el lugar donde no hay hombres, esfuérzate en ser hombre” (Pirkei Avot 2:5).
Como enseñara Maimónides, el gran rabino y maestro: “la persona debe verse a sí misma y su relación con el mundo entero como si sus actos buenos y sus actos malos estuviesen en una balanza. Si comete un pecado, inclina su balanza y la del mundo entero al lado culpable, atrayendo la consecuencia negativa hacia sí y hacia el todo el mundo.
Por el contrario, si cumple un precepto inclina la balanza de todo el mundo hacia el lado del mérito, atrayendo la redención y liberación hacia sí y hacia otros, como está escrito: “Un justo es el fundamento del mundo”
(Mishlei/Proverbios 10:25), lo que quiere decir que la persona que actúa de forma virtuosa, inclina la escala de todo el mundo hacia el lado del mérito, y lo salva. Es, por lo tanto, la costumbre de todo Israel aumentar su tzedaká, realizar buenas acciones y arrepentirse…” (Mishné Torá, Leyes de Arrepentimiento).

Cada uno es importante, tú lo eres, depende de lo que hagas.
Podemos actuar en armonía interna y externa, o no.
Desde el comienzo de la humanidad tenemos la orientación correcta, que luego fue plasmada en la Torá. Es bueno conocerla, estudiarla, aprender de sus valores y practicarlos, todo de acuerdo a las reales posibilidades de cada uno.

Resumen de la parashá Noaj ("Noé"), que corresponde sea leída por el pueblo de Israel esta semana 
El mundo se ha corrompido a causa del hombre y lentamente va rumbo a una gran catástrofe natural. Solamente un hombre, Noaj, con su familia logra salvarse. También se encargan de rescatar a los diversos animales.
A partir de ese momento el Eterno hace un pacto con la humanidad, que se mantiene hasta la actualidad. Es el pacto de los Benei Noaj, los noájidas o naciones de la tierra, que consta de siete mandamientos:

  1. No adorar a dioses falsos.
  2. No maldecir al Eterno.
  3. No asesinar.
  4. No mantener relaciones sexuales prohibidas.
  5. No robar.
  6. No comer carne de un animal con vida.
  7. Instituir un Sistema Legal.

Estos siete mandamientos se simbolizan con el arcoíris, cada color representa un mandamiento. Por ello, muchas personas que actualmente conocen este pacto y viven de acuerdo a él, lo usan como emblema. Se supone que este código legal sagrado es base para el sano desarrollo de la persona y la sociedad, en todas sus dimensiones.
En cuanto al contenido la parashá, de a poco la humanidad va creciendo y ocupando más territorios mientras mantenía su centro en el valle de Shinar, donde decidieron construir una torre que les sirviera de protección ante nuevos desastres. Sin embargo, el motivo por detrás era rebelarse contra el Eterno, ya al poco tiempo de haber atestiguado a qué conduce la maldad. Finalmente, se generan conflictos, la gente se expresa pero no se comunica, ya no se entienden unos a otros, han dejado de hablar el mismo idioma. Así pues, se dispersan y se fragmenta la sociedad.
Finalmente se enuncia la genealogía de diez generaciones que va desde Noaj hasta Avram, y se introduce a éste y su familia en el relato bíblico.