Un joven caminaba en el campo y miraba alrededor lo hermoso de la creación. Asombrado se preguntaba cómo podría rehacer su vida, corregir sus errores, preservar el mundo y a la gente, además de honrar a quién había creado tal belleza con esos procesos que le dan vida a él y a la creación.
Se le acercó un hombre y le dijo:
Si deseas honrar a quien ha creado tanta belleza, haz rituales mágicos, ven sígueme.
Se acercó otro hombre y le dijo:
Si deseas honrar a quien ha creado tanta belleza cree en mí, para que no te vayas al infierno.
Se acercó otro hombre y le dijo:
Si deseas honrar a quien ha creado tanta belleza, haz meditación y pronuncia palabras y sonidos.
Se acercó otro hombre y le dijo:
Si deseas honrar a quien ha creado tanta belleza, contacta seres de otros planetas.
Se acercó otro hombre y le dijo:
Si deseas honrar a quien ha creado tanta belleza, conviértete en un ser acuariano y de las constelaciones.
Se acercó otro hombre y le dijo:
Si deseas honrar a quién ha creado tanta belleza, haz la guerra contra los infieles, según dice tal profeta.
Se acercó otro hombre y le dijo:
Si deseas honrar a quién ha creado tanta belleza, acepta que la vida es sufrimiento y elige despertar al ser superior.
Se acercó otro hombre y le dijo:
Si deseas honrar a quién ha creado tanta belleza alcanza grados en mi logia ocultista.
Se acercó otro hombre y le dijo:
Si deseas honrar a quién ha creado tanta belleza solo ten fe ciegamente.
Así, el joven solamente escuchaba, hasta que algo en su interior muy profundo le hizo contestar:
¡Callad!… lo único que deseo es mejorar mi actitud… porque quiero preservar este planeta que me parece tan hermoso… quiero desarrollar mis capacidades al máximo para poder ayudar a esto… quiero vivir plenamente mi vida dentro de la belleza de la creación con esos procesos que me dan vida a mí y a la creación.
Otro hombre que nunca se acercó a él lo miró y le dijo:
Ya te has respondido, no te das cuenta que eres más simple que todos esos que dicen ser sabios.
Hazlo, mejora tu actitud… desarrolla tus capacidades al máximo y ayuda a preservar el planeta. Vive plenamente tu vida dentro de la belleza de esta creación… con esos procesos y reglas que te dan vida a ti y a la creación.
¿Sabes? -le dijo-
Para hacer eso no necesitas de:
1. Rituales mágicos
2. Temores a infiernos
3. Meditación y pronunciación de palabras y sonidos
4. Contactar seres de otros planetas
5. Convertirte en un ser acuariano y de las constelaciones
6. Hacer la guerra contra los infieles según dice tal profeta
7. Aceptar que la vida es sufrimiento y despertar a tu ser superior
8. Alcanzar grados en logias ocultistas
9. Tener fe ciegamente
Y otras tantas cosas…
Sólo necesitas eso que dijiste: Mejorar tu actitud, desarrollar tus capacidades al máximo para preservar la belleza de este planeta y vivir plenamente lo hermoso de la creación en su proceso natural de vida.
Te podría decir que eso suena a ser justo contigo y con los demás, también suena a ser misericordioso, pues estás reparando daños y preservando la creación y a las personas.
Eso es hacer justicia y amar misericordia.
Aunque también mencionas procesos de vida, para preservar la misma creación y preservarte a ti también dentro de lo que es vida.
Sabes -le dijo el hombre-
Pues se justo, ama misericordia y respeta las leyes que te dan vida a ti y a la creación.
El joven asombrado le dijo:
– Gracias señor, creo que es lógico lo que usted dice.
Luego agregó:
– ¿Porqué no me dijo usted esto antes de que todos los señores vinieran a sugerirme sus consejos?
El hombre le contestó:
-No me necesitabas para darte cuenta de que lo que realmente les asombra a todos estos señores es El Creador, pero aún no conocen como honrarlo. Sin embargo tú, amigo, ya lo descubriste. Así que haz justicia, ama misericordia y respeta las leyes que te dan vida a ti y a la creación.