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Shalom, shalom

Shalom se traduce como paz.
Es un estado de completitud, de integridad, de estar a mano.
Equilibrio o armonía son conceptos íntimamente vinculados.

El Shalom es una base esencial para la convivencia humana,
con uno mismo,
con el prójimo.
Entre individuos, entre grupos.

Es la bendición por excelencia que El Eterno otorgó al pueblo de Israel:

"Hashem dará fuerza a su pueblo;
Hashem bendecirá a su pueblo con paz"
(Tehilim / Salmos 29)

Porque, ¿de qué valen las otras bondades y bienes si no se puede disfrutar de ellos?
¿Hay mayor pobreza que tener a disposición y disponible los recursos, pero no tener la capacidad –interna/externa- para gozarlos?

Es tan supremo su estatuto, que la Tradición reconoce la voz Shalom como uno de los nombres del Eterno.

Al ser tan valioso, ¿cómo puede ser que no paladeemos Shalom a cada instante?
¿Cómo explicar nuestras amarguras, descontentos, desconfianzas, desánimos, sensaciones empobrecidas?
¿Cómo comprender que pequeños contratiempos ajenos nos perturben?
¿Cómo puede ser que cositas sin importancia se transformen en terremotos con consecuentes tsunamis?
¿Cómo, habiendo tanto para compartir y deleitarse, cómo terminamos encerrados en celditas mentales, de odio, angustia, rencor, deseos de venganza, malestar, malas acciones, actitudes mortales?
Y, aunque le bienestar material sea escaso, ¿cómo dejar pasar la oportunidad para satisfacerse con el SHALOM?

Sí, la respuesta, aburrida respuesta, la que hace rato brindamos, se reduce al EGO (que es otra manera de llamar al Ietzer haRá).
En esta ocasión no me extenderé en explicarte de la temática, si buscas encontrarás decenas, centenas, de posts publicados al respecto. Con un poco de paciencia, esfuerzo, inteligencia, que apliques podrás descubrir lo que se cocina por detrás de tanta miseria y malestar; hasta tal vez te encuentres con alguna vía de mejorar tu vida y la de tu entorno.
Si quieres compartir los links del sitio (serjudio.com y fulvida.com), bienvenidos sea. Así como tus comentarios, opiniones, ideas, impresiones, que tengan relevancia y sumen a la comprensión y perfeccionamiento. Gracias.

Tal vez te has dado cuenta que la dificultad de establecer Shalom no es con aquellos con los que no mantenemos ningún tipo de relación.
¿Por qué pelearíamos con ellos?
¿Por qué habrían de molestarnos con su absoluta otredad y ausencia?

La prueba verdadera es con nuestra familia, con el vecino, con los de nuestra proximidad y con la sociedad con la que convivimos.
(Y sí, con nosotros mismos… pero sobre esto no hablaré en particular ahora).

Con la gente que está a nuestro alcance es que surgen las distintas ideas y opiniones sobre temas comunes que pueden provocar la separación, la confusión, la discusión, el enojo, la falta de shalom.
En muchos casos, luego de la pelea no se recuerda ni siquiera cómo comenzó, lo cual demuestra así la falta de importancia del tema en cuestión.

Todas las peleas tienen un común denominador: la falta de humildad de sus protagonistas, que se consideran superiores e intentan justificar el motivo de la discordia.
No se discute para encontrar algo de verdad, para ubicarse en un plano de conciencia compartida. ¡No! La lucha es por el poder, para ver quien tiene la razón, quien supera al otro, quien es vencido y quien vencedor.
Es una batalla por el poder, en donde se sacrifica al shalom, y con él a los participantes.
Porque, cuando se quiebra el shalom, ya nadie puede ser triunfador. Quizás se obtiene alguna ventaja material, un sorbo de apariencia de poder.

En muchos casos, la inclinación a pelear del ser humano es la que encuentra los motivos para hacerlo. Pelear por pelear, por aparentar poder.
¿Entiendes la idea?
¿Cómo la valoras?
¿Te sientes identificado?
¿Qué me cuentas?

Construir Shalom es nuestra tarea constante,
por medio de acciones y actitudes de
BONDAD Y JUSTICIA,
de ambas al unísono,
y con la Tefilá (la comunicación con el Eterno, el rezo) aprendemos herramientas para conseguirlo.

Alégrate alegrándolo

Éste es un texto que escribí recién para serjudio.com, pero me parece que su mensaje ético es compartible por los hermanos noájidas plenamente.

Las cuatro reglas de Purim, para los judíos, según establecieron los Sabios son:

  1. Lectura de la historia narrada en el rollo de Ester.
  2. Un banquete con alegría.
  3. Enviar comidas a los amigos.
  4. Dad dádivas a pobres judíos.

Al respecto nos parece importante hacer notar el dictamen de Maimónides:

יט  [יז] מוטב לאדם להרבות במתנות אביונים, מלהרבות בסעודתו ובשלוח לריעיו–שאין שם שמחה גדולה ומפוארה, אלא לשמח לב עניים ויתומים ואלמנות וגרים, שהמשמח לב האמיללים האלו מידמה בשכינה, שנאמר "להחיות רוח שפלים, ולהחיות לב נדכאים" (ישעיהו נז,טו).

Es bueno que la persona aumente en las dádivas a los pobres, en vez de aumentar en su banquete o el envio de comidas a sus amigos. Porque no hay mayor alegría y dicha que alegrar el corazón de los pobres, los huérfanos, las viudas y los extranjeros, porque el que alegra el corazón de los desprotegidos se parece a la Presencia Divina…
(Mishné Torá, Hiljot Meguilá 2:19)

Sí, así es.
Con nuestros recursos podríamos darnos una panzada, beber sin moderación, comer hasta el hartazgo, puesto que Purim pareciera ser el día en el cual los excesos están permitidos.
Y con esos mismos recursos podríamos halagar hasta el empacho a nuestros amigos, brindándoles golosinas (superfluas e innecesarias como sustento), y así alegrarles y alegrarnos.

Pero, con su mesura, sabiduría, delicadeza, comprensión, espiritualidad, el gran maestro nos advierte de cómo debiera ser nuestra elección.
Atender al menos favorecido, aquel que tiene las necesidades a la orden del día.
Si aportamos a que pasen un día más plácido, con satisfacción, con alegría, entonces estamos haciendo una gran obra, que sería necesaria cada día, pero especialmente en esta festividad.

Y allí es cuando el EGO susurra:
¿Le vas a dar a los pobres?
¿Tanto?
¡Si son pobres, con poco les alcanza!
¡Vamos!
Es tu dinero, ¡tuyo!
Tú lo ganaste con el sudor de tu frente.
Tienes la oportunidad de pasarla bien, con amigos, con la familia, darte gustos y luego no sentirte con culpa ya que es la propia ley la que te habilita a tomar y comer de más.
¿Qué el pobre tiene hambre?
Bueno, será que prefiere estar en la calle en vez de conseguir trabajo.
Seguramente usa el dinero para vino, drogas o vaya uno a saber qué.
Dale un par de pesos, con eso es suficiente.
Vamos, no te dejes embaucar por el EGO –Ietzer haRá- que te quiere someter y dejar en estado de impotencia. ¿Cómo vas a dejar de disfrutar de lo permitido? ¡Es el EGO el que te hace sentir culpita si no le das más plata a esos pobres… que por algo son pobres…!

Esto, o parecido, te susurra el EGO.
Y te deja convencer, y no abres con generosidad tu mano para beneficiar a tu prójimo en penurias.
Te gastas tu plata en engordar, en regodearte con lo que no precisas, en falsa santidad, en religión.
Mientras, al lado tuyo puede haber alguien que está sin comer, un hermano que no tiene siquiera para llevar un pan a la boca. O le falta para el alquiler, la renta. O no puede comprar los medicamentos. O vive en la calle y pasa frío. O… pero claro, el EGO tendrá el mensaje sulfuroso con apariencia de santidad, lleno de religión para que te excuses y creas que tienes el poder, cuando en verdad estás sometido a tu celdita mental, egocéntrica, egoísta, limitada, de falsedad.

Puedes alegrarle el día al hermano judío necesitado, y acrecentar lo que darás para tal fin.
O puedes hacer lo que te venga en gana, en obediencia y fe, a instancias del EGO.

¿Qué crees tú que es más valioso?

Si quieres, puedes darnos una mano para que continuemos ayudando a más gente. Con lo que donas mantenemos el sitio, seguimos trabajando, pero también usamos el dinero en donaciones directas a personas con carencias y que precisan del sustento, del aliento, de esa alegría que no les llega por otro lado.
Si quieres, puedes enviarnos tu aporte a través de alguno de los método que ofrecemos, aquí tienes el link; o puedes darle tú mismo, personalmente a la persona judía necesitada de alegría para festejar este Purim y para llevar un vida digna el resto de los días.

Excusas no te faltarán, te aseguro que ya estás mascando algunas.
Si te hacen feliz, quédate con ellas.
Si son solamente anclas que no te dejan crecer, entonces déjalas de lado, abre tu corazón, abre tu mano, abre tu mente y alégralos para alegrarte.

Hay otra gente que precisa tu presencia, tu abrazo, tu palabra o tu silencio, aquello que no es dinero ni dádivas materiales, pero que implican una actitud y una conducta de construcción de shalom.
La familia en duelo, el amigo angustiado, el desesperado, el dubitativo, el enfermo, como tantos otros.
Para ellos quizás el dinero no sea la respuesta, porque no están necesitados de él precisamente, sino de otro tipo de atención.
Tampoco te cierres a ellos, cuando sea el momento de alegrarles, ayúdales, pero si es el tiempo de la seriedad, respétalo.
A cada uno lo que precisa, con bondad y justicia.
De esa forma, tu creces junto a tu prójimo.
Eso es construir shalom.

Jag Purim Sameaj.

 

Leilui nishmat del querido amigo KIKE KATZKOWICZ, Z”L.

Sefirot personales

En la tradición cabalística se hace mención a las sefirot, las esferas de manifestación divina.
Nosotros las empleamos, modestamente, como una herramienta que nos ayuda a comprender a la persona, su realidad, y cómo instrumento que la encamine por senderos de bendición.
Tenemos bastante escrito y compartido al respecto, te invito a que lo busques, encuentres, leas, aprendas, y experimentes.
Ahora te daré una idea sencilla, que espero te sea de provecho y bendición.

Veremos rápidamente algunas características de cada una de estas sefirot como fortalezas de la persona, como sus cualidades positivas para cultivar, desarrollar, mejorar, perfeccionar, aspirar.

  1. Conectividad, sentido de la unidad del todo, anhelo por cumplir lo dictado por el Eterno, espiritualidad (que no es lo mismo que religión o religiosidad).
  2. Conocimiento, aprender, estudiar, profundizar, la sana curiosidad, beber de las fuentes de la sabiduría.
  3. Espíritu crítico, capacidad analítica, preguntar con tino y deseo de descubrir.
  4. Creatividad, ingenio para la aplicación práctica del intelecto, inteligencia, adaptación mental, humor.
  5. Generosidad, bondad, amabilidad, empatía, amar, atención por el otro, establecer lazos positivos con el resto de la creación y particularmente el prójimo.
  6. Límites, justicia, ecuanimidad, equilibrio, concentración, encontrar el punto exacto para que el exceso no perjudique.
  7. Cooperación, relaciones de fraternidad, igualdad, trabajo en equipo, formación de lazos sociales saludables, perdón.
  8. Valentía, firmeza, lealtad, fidelidad, liderazgo, control, enfoque, capacidad de esfuerzo, expresividad.
  9. Autocontrol, receptividad, humildad, aceptación, resiliencia, procrastinación positiva, gratitud.
  10. Comunicación auténtica, prudencia, mesura, discreción, lenguaje de bendición, optimismo.
  11. Realización, acción, trabajo, materialización, pasión.

¿Te reconoces en la imagen que está representada por este bosquejo?
¿Tienes algunas sefirot para perfeccionar?
¿Estás haciendo una correcta labor con lo que tienes a mano?
¿Cuáles son tus fortalezas?
¿Y tus debilidades?
¿Qué te queda pendiente?

Deseo y éxito

El sabio proverbista nos regaló un acertado análisis de la realidad con la siguiente frase:

"El necio no toma placer en el entendimiento,
sino sólo en exponer lo que tiene en su corazón."
(Mishlei / Proverbios 18:2)

El necio cree que el placer se encuentra al ventilar sus deseos, hablar descaradamente de lo que le apasiona, hacer saber sus creencias (ya que no pensamientos) aunque nadie le pregunte o esté interesado, repetir los lemas que tiene como consignas sagradas, promover su fe ciega y carente de fundamentos.
Allí se deleita el escaso de entendimiento, en esas cuestiones que rondan los tres planos inferiores de su multidimensionalidad: físico-material, emocional y social.
No alcanza a emplear con provecho y utilidad su plano intelectual y pareciera ignorante o indiferente a las guías que provienen de la dimensión realmente espiritual.
Por lo cual, no tiene para él interés, satisfacción o rédito el estudio activo, ni la profundización, ni el análisis, ni la reflexión, ni la pregunta verdadera, ni el adquirir conductas que reflejen su ser trascendente, su Yo Esencial (o neshamá).
Es un depositario de instintos naturales, de mandatos sociales, de postulados aprendidos, de órdenes a cumplir sin sentido, como una poderosa nave que viaja rutinariamente en piloto automático sin poder alcanzar jamás el puerto gozoso para el cual fue creado.
Se queda en una estatura apenas diferente a la del resto de los animales, despreciando así su total potencialidad, su capacidad para desarrollarse y alcanzar los niveles que tiene a su disposición. En una palabra, desperdicia su inmenso capital para regodearse con beneficios pasajeros y escasos.
Pan para hoy, hambre para mañana.
Por supuesto que esta forma de vivir conlleva dolor, miseria, angustia, sufrimiento, hambre, rencillas, violencia, malestar, impotencia, EGO. Ciertamente el necio podrá disfrutar de sus pequeñas parcelas de poder, de su fortuna mal o bien habida; pero por más disfrutes que obtenga en este mundo (que suelen ser escasos habitualmente), igualmente no deja de ser una ínfima parte del bien que tiene a su disposición y desperdicia, desprecia, echa a perder.

Cuando el ideal sería: “El sabio recibe placer del entendimiento, y no expone solamente lo que guarda en su corazón”.
Es alguien que vive su multidimensionalidad plenamente, de manera cabal.
Es espiritual, porque es terrenal.
Disfruta de lo poco o mucho que consigue, porque comprende, aprende, evalúa y sabe.
Si fuera el caso que en lo material no abunde, igualmente ha aprendido a enfocarse en disfrutar del aquí y ahora, sin por ello olvidar su futuro. Se deleita de lo que tiene permitido, sin angustiarse por lo que no tiene. Controla, sin por ello aferrarse a una fantasía de control total. Sí, lleva una existencia menos atrapada en deseos, miedos, ansiedad, culpa, rencor. Por ello, habla con mesura y calma, su expresión es de plácida inteligencia, su visión contempla y comprende.

Nuevamente en la enseñanza del sabio:

"Las palabras de la boca del sabio son agradables, pero los labios del necio causan su propia ruina.
El comienzo de las palabras de su boca es necedad, y el final de su hablar es locura nociva.
El insensato multiplica las palabras, aunque el hombre no sabe lo que ha de suceder. Y lo que habrá de ser después de él, ¿quién se lo declarará?
El duro trabajo fatiga al necio, de manera que él ni siquiera sabe cómo ir a la ciudad."
(Kohelet / Predicador 10:12-15)

Si has venido estudiando las enseñanzas que ofrecemos, seguramente te habrás percatado qué puede estar detrás de la conducta del necio, sí, el EGO (Ietzer haRá).
El necio quiere un sorbo de poder, sentir algo de control, superar su terror a sumergirse nuevamente en la pesadilla de la impotencia, por lo cual hará lo que tiene al alcance para disfrutar de esa apariencia de poder, para hacer como si pudiera manipular la realidad, para obtener placer y escapar del dolor.
Esto se encuentra también detrás del desenfrenado consumismo en el cual vivimos, en todas las trampas y tramoyas para obtener mando, autoridad, riqueza, lo que pudiera aparentar sacar a la persona del pozo de la impotencia.
Pero, es una apariencia, no más.
Porque el miedo es constante, así como la ansiedad, probablemente los sentimientos de culpa, la incapacidad disfrazada de autoritarismo, la violencia en lugar de la negociación, el grito o la burla o la mentira en vez de la comunicación auténtica.
Así estamos, en el reino del EGO.
Encerrados en celditas mentales, en creencias, en sentimientos, en anhelos, en pasiones, en medijo-ledije, en habladurías, en esperanzas vacías, en fe ciega, en religión, en falsedad, atrapados pudiendo ser completos, libres.
Pero no.
Pudiendo ser plenos, libres, felices, gozosos aquí y en la eternidad, escogemos (conscientemente o no) mantenernos limitados, en sufrimiento, en penuria, dilapidando en cuestiones sin valor el tremendo tesoro que tenemos a nuestro alcance.

A veces al posponer la gratificación es un buen ejercicio, y conducta, para alcanzar mayor deleite y especialmente poder.
Como sabes, ya lo mencione, es bueno y sagrado disfrutar de lo permitido; pero cuando corresponde, cómo corresponde, con quien, etc.
No ser necio, para tirar todo por la ventana a cambio de un ratito de sacarse las ganas.
Sino ser sabio, que el entendimiento nos guíe a una mayor perfección en el placer.
Como por ejemplo:

"El necio da rienda suelta a toda su ira,
pero el sabio conteniéndose la apacigua."
(Mishlei / Proverbios 29:11)

Sí, el necio se saca las ganas ni bien puede, cosa que le lleva a frecuentes desastres.
Pero el sabio, sabe contenerse, esperar, entonces o lo que parecía grave se ve con ojos más mesurados, o lo que parecía urgente se percibe como no tan necesario, o lo que se creía como deber resulta ser algo para dejar de lado.
¿Se comprende la idea?

De otra manera:

"La suave respuesta quita la ira,
pero la palabra áspera aumenta el furor."
(Mishlei / Proverbios 15:1)

¿Cuál de las dos te parece que es la que emplea habitualmente el sabio?
¿Cuál la que construye shalom?
¿Cuál la que parece descargar lo malo que uno carga dentro, pero termina sumergiendo en mayor malestar?
¿Cuál la que escogerías para ser dichoso?
Preguntas que puedes responder y actuar luego en consonancia.

Se hizo un experimento con niños pequeños, la famosa “Prueba del Malvavisco”, en la cual se les daba una golosina y se les decía que si esperaban 15 minutos sin comerla recibirían otra. Podían comer esa, si así querían, no había ninguna contra para ello, solamente que no habría recompensa luego.
Era la recompensa ya, comerse la golosina; o contenerse un tiempo con la convicción de obtener el doble de placer material (¿y mucho más por la consigna cumplida?).

Aquí te dejo un video del mismo:

Posponer la gratificación para alcanzar mayor gratificación

¿Cuáles chicos te parece que tuvieron mayores dificultades en la adolescencia?
¿Cuáles los que estaban habituados al sacrificio para obtener éxito?
¿Cuáles los mañosos que se obstinaban para recibir de regalo todo, y cuáles los que hacían su parte para alcanzar los objetivos?
¿Cuál quisieras ser tú?

Según dicen los que saben, el poder posponer la gratificación es un componente del éxito.
No es el único, pero es importante en la receta del suceso.

Los que viven a la sombra del EGO, reaccionan con sus herramientas: golpe, grito, llanto, desconexión de la realidad y cualquiera de sus derivados más o menos sofisticados.
¿No me das lo que quiero? Te pego, te insulto, te robo, te manipulo, te miento, te humillo, engordo, adelgazo, me corto, no te hablo, salgo con otra, me drogo para no sentirme débil…
¿La vida es “injusta” conmigo? Me violento, insulto, me quejo, me enojo, pego, manipulo, amenazo, me hago la víctima, usurpo, robo, maltrato, humillo, me humillo, como de más, me drogo para no sentirme maltratado…
Trato de ver para otro lado, imaginar que algún dios vendrá a rescatarme mágicamente, intento con libros de autoayuda brujeril, me suicidio –más lento o más rápido-, me hundo en mi celdita mental, con los barrotes de mis creencias que me limitan, me asfixian, y en verdad son solamente aire.

Para cambiar, debemos actuar diferente y modificar nuestras creencias.
Dejar de repetir lo que tenemos programado, el libreto, y comenzar a escribir lentamente la propia obra de nuestra vida.
Ya no ser más un actor de una pésima pieza literaria, ni un títere, ni un robot mandado por el EGO; sino una persona multidimensional, completa, compleja, que acepta sus fracasos y sus éxitos, que trabaja para avanzar, que tolera el contratiempo, que disfruta de lo permitido, que controla lo que puede controlar y lo que no lo deja fluir.

Cambiar las líneas del programa que nos mantiene esclavizados por creatividad, pensamiento, preguntas, libertad.
¿Cómo?
¡Haciéndolo!
No esperar a cambiar para cambiar, sino ir cambiando mientras se cambia.
Sin aguardar milagros, ni soluciones rápidas, ni la píldora que todo lo soluciona, ni el dios que viene a salvarnos de nuestra propia debilidad.
Tenemos la capacidad para perfeccionarnos, para no ser necios y si ser sabios.
Todos.

Entonces, piensa en grande.
¡Que pienses no que repitas lemas!
¿A dónde quieres llegar?
¿En qué puedes crecer?
¿Cuál es el objetivo a corto plazo que alcanzarás hoy?
¿Qué paso estarás dando para obtener tu éxito a largo plazo?
Haz, pero haz ahora y no te detengas a quejarte, ni a hacer pésimas inversiones, o a disfrutar de gratificaciones que no te corresponden.

Y cuando pienses, y hagas, recuerda ser solidario.
Esto es, amar.
Porque el amar es hacer por el otro algo positivo, sin esperar NADA a cambio, y sin que por ello te perjudiques.
¡No sabes la cantidad de bendición y éxito que consigues al colaborar con el bienestar de otros!

Además, ¡enfócate!
Está presente, no actúes de manera automática.
El EGO tiene su importante función de alarma y de rescate en contadas circunstancias de peligro reales, pero es muy mal amigo cuando toma el control en el resto de las situaciones.
Pero, tiene una ventaja, su tiempo de reacción es de unas pequeñitas fracciones de segundo anteriores a la zona del cerebro más desarrollada.
Entonces, en lugar de reaccionar de inmediato, mejor hacer esa pausa “sagrada” para tomar contacto con la circunstancia, reconocer nuestra reacción automática y no darle paso, sino derivarla y permitir que sea nuestra parte racional y pensante la que actúe y responda.
Para ello, un aliado importante es el respirar correctamente, de manera consciente.
Toma nota de lo que sucede, admítelo, no lo niegues, no lo reprimas, pero tampoco lo manifiestes.
Más bien, evalúa y responde desde lo profundo de tu neshamá.
Que el AMOR venza al EGO, que la LEY venza al EGO.

No te angusties si sigues cayendo en errores, ¡¿has pasado mucho tiempo con el mismo hábito cómo pretendes cambiarlo de la noche a a la mañana?!
Sigue entrenándote, sigue aprendiendo, sigue desaprendiendo, sigue compartiendo, sigue construyendo shalom.

"¿Quién es el hombre que desea vida? ¿Quién anhela años para ver el bien?
Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño.
Apártate del mal y haz el bien; busca la paz y síguela."
(Tehilim / Salmos 34:13-15)

Mazal tov

En la tradición judía hay una frase que se suele mencionar en celebraciones y ocasiones festivas: “mazal tov”.
Mazal es signo y suerte.

¿De dónde surgió esta palabra?
“Galgal haMAZALOT” (que sería el plural) es la manera de denominar al círculo Zodiacal. 
Recuerdas aquellos signos, los zodiacales, que desde antaño fueron figuras –en principio animales- identificadas en el firmamento, que no existen más que en la percepción y creencia de quien las observa. El círculo zodiacal es el camino imaginario que sigue el sol en su traslado alrededor de la tierra. (Obviamente, el sol no orbita en torno nuestro, ni sigue un camino que coincide con el zodíaco, es mera percepción nuestra sumada a la egotista creencia de ser el centro del universo).
Estos dibujos fantasiosos fueron luego asumidos como poderes sobrenaturales, con capacidades para determinar personalidad, destino, suerte, etc.

Tov es bueno.
A todo esto, “mazal tov” se podría traducir como “buen signo”, “buena suerte”.

En su origen (obviamente idolátrico), probablemente, el saludo quería expresar: que tu suerte sea buena, que los astros, el destino, los poderes ocultos, los dioses, se alineen para brindarte éxitos.

Porque también existía la creencia en el “joser mazal”, “falta de suerte”, ser un yeta, un mufa, desgraciado, “shlimazel”, alguien a quien no le sonríen los astros y carece del toque mágico que le permita ser exitoso.
Entonces, al usar el pensamiento mágico, con el cual se cree que pensamiento y palabra condicionan al universo, se invocaría la buena suerte y ésta debería suceder.
¿Comprendes la idea?

Suerte, eso que ocurre de manera casual, sin que tengamos ningún control.
O, tal vez hay alguna persona que considera a la suerte como una máscara de la intervención divina.
Como sea, ese poder que nos excede, nos ocurre.

En lo personal, al saludo yo lo tomo básicamente como “te deseo el bien”, que para mí es una buena manera para no incursionar en creencias que impliquen cuestiones metafísicas reñidas con la sencilla integridad del fiel al Eterno.
¿Cómo se concilia esto con la discusión en masejet Shabat 156a?
Porque en esa sección se menciona que entre los sabios estaban los que creían en el mazal, y estaban los que creían en él pero que no tenía influencia sobre los judíos.

Me parece que una manera de conciliarlo sería atendiendo a masejet Meguilá 3a, en donde Ribi Irmiá dijo: "אף על גב דאינהו לא חזו – מזלייהו חזו" – “Aunque ellos no percibieron lo que veía Daniel, sus mazalot lo percibieron”.
Por lo visto, hay una manera de entender al mazal como algo diferente a suerte, relacionado a la magia y a la superstición.
Hay una manera de considerar el concepto mazal con creencias íntegras, que no se opongan a la sencilla lealtad que debemos al Eterno.
Según RASHI en el sitio, por mazal se entiende “el ministro de cada persona en lo Alto”.
Entonces, ya no estamos en un plano mágico, supersticioso, idolátrico, sino en uno diferente, el que trata de explicar la conexión del hombre con esa realidad invisible, inmaterial, que pertenece al plano espiritual.

Como explicamos muchas veces, el hombre es multidimensional.
Su esencia, aquello que no muta, que no cambia, que no se perjudica con pecados, su lazo divino perpetuo, su Yo Esencial, es la neshamá, el espíritu.
Es lo más auténtico y permanente de nuestro ser.
Es la chispa divina que nos da existencia.
Es lo que nos hace estar aquí y ahora, al tiempo que estamos conectados con el TODO. Todos los tiempos, todas las circunstancias, todos los lugares. Obviamente que nuestra individualidad temporal, terrena, no puede soportar la infinita cantidad de datos e información de estar conectado con todo, por lo cual el Eterno nos ha diseñado con filtros para que esta neshamá no nos impida realizar nuestra vida terrenal. Mientras dormimos algunos de los filtros pueden relajarse, pero no cancelarse, y es por ello que en algunos sueños podemos tener acceso a información y conocimiento que de otra forma no tendríamos. Algo similar, pero de mayor rango, ocurría cuando la profecía estaba habilitada por el Eterno en la tierra.
Ese mazal mencionado por Ribí Irmiá, suponemos, es la terminal en el otro lado, el enchufe que nos conecta al toma corrientes espiritual.
Estamos aquí y ahora, y nuestro mazal está inmerso en el todo.

Desde esta perspectiva, “mazal tov” podría entenderse entonces, un poco más profundamente, como: “que estés conectado con lo bueno”. Lo que llevaría a llenarse de impresiones positivas, de aspiraciones exitosas y agradables, con intenciones afirmativas. Está conexión, este halo luminoso, proveería de energía para realizar acciones que colaboren en alcanzar logros beneficiosos.
Que tu vínculo con el todo te brinde la capacidad y energía para hacer, aquí y ahora, lo necesario para disfrutar de la bendición.

Lo cual me hace acordar a una de esas interpretaciones “de salón”, ¿cabalística?, que se brinda sobre la palabra mazal.
La M es de makom: lugar.
La Z es de zeman: tiempo.
La L es de laasot: realizar, hacer.
Simpático, ¿no?
Vive el aquí y ahora, haz en este momento y lugar, porque el presente es el único tiempo que tienes y el hacer es la única manera de modificar tu realidad.
Si implantas ideas luminosas, serás de luz.
Si te abrazas con la oscuridad, estarás en penumbras.
Si te detienes en sentimientos de culpa, en reproches, en quejas, en rencor, en deseo de venganza, en envidia, en miedo, en angustia, en excusas… ¿cuál es tu victoria?
Enfocarse en lo que bendice, ¡esa es la solución!
Llena tu mente de vida, sé creativo, resuelve, soluciona, activa, emprende, realiza el potencial que tienes.
No dependas de que el universo se orqueste para hacer tu voluntad, ni creas que amuletos, ensalmos, pactos con dioses, son la manera de obtener beneficios.
Los dioses, no existen.
La magia, es ilusión (o cuestiones que algún día la ciencia develará como naturales).
Dios NO es tu esclavo para cumplir y satisfacer tus mañas y deseos.
El Zodíaco no determina tu existencia.
El horóscopo es un engaño.
Tu signo zodiacal tiene tanta influencia sobre ti como tú creas que tiene.
Tu suerte… tu suerte…

Pero tu mazal, entendido como tu enchufe al todo, ese sí puede hacer la diferencia, si es que tú haces tu parte, aquí y ahora.
Tienes elementos a mano para modificar tu “destino”.
Pero, de tanto enfocarte en los problemas, dejas de percibir las soluciones.
De tanto masticar la culpa/queja/rencor dejas de hablar en positivo y crear.
De tanto regodearte en el sufrimiento y victimizarte (o victimizar), no operas en la realidad para modificarla con lo que ya tienes a tu alcance.

Recuerda, solo puedes controlar lo que puedes controlar. Desear el control más allá, es obligarte a sentirte en ruinas. Creer que no tienes poder, cuando lo tienes, es abandonarte a la miseria. Llorar, gritar, patalear, desconectar de la realidad es la mejor manera para seguir esclavo del EGO y no actuar según la ley del AMOR.

Eres afortunado, ahora hazlo realidad.

No sé si me he dado a entender, el tema puede resultar complejo y obstaculizado por las creencias del EGO.
Si no me he sabido expresar, por favor házmelo saber.

LIBRO COMPLETO SOBRE LA IDOLATRÍA EN PDF

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LUZ DE VIDA PARA EL ALMA SECCION IDOLATRIA 1

Hola a todos;

Les queremos compartir el curso completo para el estudio de la primera ley noajica de vida en PDF que se elaboró en México con supervisión del Moré Yehuda Ribco.

Este curso es un material de estudio que integra las diversas explicaciones sobre que es la idolatría bajo el contexto de las escuelas que se mencionan.

Se cita en cada parte el autor correspondiente y la pagina web o paginas desde donde se recabo la información.

La sección «Dilema mental para la primera ley noajica» Si es de la autoría de un servidor y tiene copy right.

Esperamos que este material sea de utilidad a aquellos que deseen iniciarse en el estudio de los siete principios universales y específicamente comprender más sobre la primera ley noajica de vida.

Que sepamos construir Shalom.

CURSO DE ESTUDIO 2014 FULVIDA MEXICO

ESTUDIANTES
Hola a todos,

Les envío un cordial saludo desde la ciudad de México y les invito al curso de estudio sobre los siete principios universales que se estará llevando a cabo este 2014.

Como incentivo adicional les confirmo que las sesiones serán GRATUITAS TOTALMENTE este 2014.

Sin embargo es requisito para asistir presentar comprobante de un donativo para FULVIDA URUGUAY en cada clase.

La cantidad para este donativo es a criterio del asistente.

También es requisito firmar una carta compromiso y reglamento de alumnos para asistir al mismo.

El donativo lo pueden hacer en esta página:

http://fulvida.com/apoyo/

Les recuerdo con mucho gusto que llevamos 6 años dando cursos y puedo decir que es bellisimo el contenido de estudio y el mismo es interminable.

No te pierdas de la gran oportunidad de reunirte con un grupo de estudiantes de los siete que hacen Masiaj al reunirse para aprender lo que el Eterno ordeno.

DIRECCION: Calle REVILLAGIGEDO No 18 Col. Centro Mèxico D.F.

REQUISITOS PARA ASISTIR:

1. Donativo a criterio del asistente para Fulvida Uruguay Solamente.
2. Firmar una carta compromiso y reglamento de alumnos para asistir al mismo.
3. Presentar identificación oficial al ingresar y entregar copia de la misma para archivo.
4. Llenar hoja de datos personales para archivo de la fundación.

HORARIOS: 9:30 a 14:00 hrs.

FECHAS: A continuación les indico las fechas para las sesiones que comenzaron ya este 18 de enero de 2014.

ENERO; 18
FEBRERO; 1 y 15
MARZO; 1 Y 15
ABRIL; 5 Y 19
MAYO; 3 Y 31
JUNIO; 14 Y 28
JULIO; 5 Y 19
AGOSTO; 2 Y 30
SEPTIEMBRE; 27 ÚNICAMENTE
(25 Y 26 SEPTIEMBRE ROSH HASHANA, OPCIONAL)
OCTUBRE; 4 Y 18
NOVIEMBRE; 1 Y 15
DICIEMBRE; 6

Informes en: fulvidamexico@hotmail.com

Que sepamos construir Shalom,

Siete claves para la prosperidad y bendición

Muchas veces hemos explicado cómo nuestras creencias determinan nuestra forma de ser en el mundo.
Por supuesto que no todo depende de nosotros, apenas si tenemos control voluntario y consciente sobre una pequeña porción de nuestra existencia.
Sin embargo, a veces hasta esa parcela de real poder la malgastamos o desaprovechamos.
Nos llenamos de creencias que nos atormentan, nos aprisionan, nos niegan la felicidad.
Nos convencemos de mandatos que sirven para mantenernos empobrecidos, disminuidos, amargados, enfermos.
Hasta nos hacemos cómplices de nuestro sufrimiento al impedir, conscientemente o no, el disfrute, el desarrollo, la plenitud.
Permíteme darte ahora unos breves lineamientos que tienen la finalidad de desbloquear creencias nocivas para de esa forma involucrarte en tu próximo éxito y felicidad.

Con estos pasos espero que consigas despejar tu mente, ordenar tu corazón, unificar tus dimensiones internas y externas, así llegará a ti el dinero, la salud, el amor, la tranquilidad, el bienestar, la bendición, el SHALOM.
Supongo que no rechazarías nada de ello, ¿no?

¿Y si te dijera que lo tienes todo a mano?
Vamos, acompáñame a este breve recorrido.

1. SÉ SOLIDARIO.

Cuando das, sin esperar NADA a cambio, estás concentrando tus fuerzas hacia el lado correcto.
Podrías verlo como una cuestión mística, que trasciende el intelecto humano y queda en manos de la justa retribución Divina, que acredita que el que da luego recibe con creces.
Pero, también puedes verlo de una manera simple, concreta, humana y comprobable.
Aquel que tiene su corazón, mente y manos en ánimo generoso, ¡realmente generoso!, no anda perdiendo el tiempo y las energías con quejas, reclamos, envidia, deseo de venganza, rencor, temor a pobreza, inconductas o cuestiones similarmente negativas. La generosidad es un bálsamo para tanta amargura que corroe al ser desde el interior, desde el EGO.
Entonces, cuando tenemos una conducta habitual, frecuente, periódica de donar a causas nobles (serjudio.com y FULVIDA.com entre ellas), sin pretender comprar con ello paraísos, ni dispensas de parte de santos, ni recibir una compensación material cual sea de parte del Eterno, estamos despejando nuestro sistema de ondas negativas, armonizando nuestro ser, llevando el Shalom a cada rincón.
Esto nos sintoniza con el bien, con la prosperidad, con el éxito, con el darse cuenta de lo que uno tiene y saber aprovecharlo para obtener verdadero placer.

Entonces, comparte de lo tuyo con aquel que lo necesita. Sea una persona pobre, aquel que no tiene para el sustento, la institución educativa que anda a menudo en zozobras, tal como con los que de una u otra forma contribuyen al verdadero bienestar tuyo y del colectivo.
Da, con nobleza, con generosidad, sin esperar NADA a cambio, con amor, sin miedo a empobrecerte por ello, porque estás forjando así tu sendero a la felicidad.

(Tienes innumerables enseñanzas acerca de AMOR y tzedaká en este sitio, aprovéchalos).

2. ILUMINA y LIMPIA.

Muchas personas viven en el dolor y el sufrimiento porque creen que ser feliz es malo, que el dinero es pecado, que el éxito conduce al infierno, que no tienen merecido disfrutar, que si se deleitan algo malo les puede ocurrir a ellos o a alguien que amen, y cuestiones similares.
Están cercados por esas creencias que los debilitan y empobrecen.
Les espanta lo que les da gozo y bienestar.
Suena extraño, ¡pero es muy frecuente!
Quizás hasta te esté pasando a ti también.

Si una vocecita perversa en tu interior te taladra con la creencia que disfrutar es malo, que alguna desgracia lloverá si te diviertes, si pasar bien es pecado, seguramente que algún mecanismo inconsciente estará funcionando para hacerte tropezar y no alcanzar nunca el éxito, y de llegar a alguna victoria ya te encargarás de transformarla en derrota.

Esto ocurre en determinaciones “importantes”, así como en las que pueden ser consideradas banales.
Mira un ejemplo corriente. Sabes que estás excedido de peso, que tu salud podría mejorar bajando un poco esos kilos y tonificando tu organismo. Entonces con determinación de jabalí anuncias “el lunes empiezo la dieta y esa misma noche empiezo el gimnasio”. Quizás ni siquiera llegaste al lunes y ya acudieron miles de excusas para descuidar tu salud. Te dijiste cosas tales como: bueno, el otro lunes es mejor; este jueves es el cumpleaños de X, ¿para qué voy a empezar la dieta si a los dos o tres días ya la interrumpo?; uf, me canso terrible en la cinta caminadora, creo que primero bajo treinta kilos y después empiezo el entrenamiento físico; un chocolatito son 110 calorías, ¡vamos, qué son 110 calorías!
No digas que no te suena conocido… ¡no me lo digas! Sabes que sí.
Y así con dejar de fumar, cambiar de empleo, mejorar tu relación conyugal, corregir a tus hijos, terminar la carrera universitaria, buscar trabajo, llamar a X cliente, arreglar la instalación eléctrica, visitar a tu abuela, ser feliz y gozar de la bendición que fluye constantemente sobre ti.

La vocecita del EGO que te somete, te hace creer que eres malo, pecador, impotente, incapaz de disfrutar, inmerecedor del bien, egoísta, poco “religioso”, innoble, etc.
Sí, el EGO te hace creer que no te mereces la felicidad, ni el dinero, ni el bienestar, ni estar en paz.
Incluso, si de algún modo tienes dinero, bienes, un buen pasar material, por ahí crees que algo malo te pasará por ello, o te mereces castigos, o lo perderás entonces eres avaro en exceso, o… impotencia y sufrimiento.

¿Te parece que con estas creencias podrás alcanzar el verdadero éxito y disfrutar de él?
Ilumina dentro de tu mente, despeja esas creencias, reconoce que las tienes pero que no son verdaderas.
Analiza tus pensamientos, descubre a esos intrusos malhechores, detéctalos y evapóralos.
Ni les des cabida.

Recoge la vela del conocimiento y razonamiento, pasea por los pasillos de tu pensamiento, encuentra los rastros de EGO que son como trampas para ti.
Recoge todo ello, envuélvelo muy bien y échalo al fuego para siempre.

Entonces, podrás estar limpio de creencias nocivas y disfrutar del dinero, la compañía, los bienes, todo con lo que eres bendito.

(Tenemos algún material publicado sobre BEDIKAT y BIUR JAMETZ, actos simbólicos previos a la festividad de PESAJ que sirven para comprender mejor este paso así como su vínculo con la libertad).

3. ACCIÓN.

Dios nos puso en este mundo para hacer uso de nuestras capacidades multidimensionales.
Si Él hubiera querido que viviéramos de milagros y hechos sobrenaturales, sería evidente que tendríamos poderes mágicos y no manos, brazos, piernas, etc.
Nuestro cuerpo nos permite el contacto con el mundo sensible, pero también la acción.
Por lo cual, no es solamente cambiando las creencias, limpiando las que obstaculizan y fortaleciendo las que bendicen, como llegaremos al éxito, a la bendición. Debemos hacer, actuar, realizar y no solamente soñar. No es con amuletos, ni palabras misteriosas, ni consultando a gurús místicos, ni adorando santos, ni cartitas al muro, ni velitas supersticiosas, ni pidiendo que llueva café en el campo… nada de ello tiene real poder.

Por supuesto que un buen plan es útil, organizarse, evitar el caos, la creatividad, la confianza, el rezo de petición, el pensamiento positivo, todo ello es útil. ¡Pero no suficiente!
Hagamos lo que está a nuestro alcance, sin angustiarnos por lo que no podemos ni debemos controlar. Tú planifica, usa la inventiva, básate en los modelos que funcionan, prepárate, propón alternativas, remángate y a trabajar.

Es simple, si no siembras, difícilmente coseches.
Si siembras mala semilla, es dudoso que tu beneficio sea provechoso.
Si te quedas aguardando a ver por las condiciones óptimas, nunca llegará el día perfecto.
Si pretendes que un gran cordón umbilical celestial te alimente de manera constante, es hora de crecer.

¿Cuándo?
¡Ahora!

(Quizás estos textos te aporten alguna idea más.)

4. DEFINE TU REALIDAD.

Hace rato que sueñas con el dinero, pero… ¿tienes idea para qué? ¿Y, por qué? ¡Interpreta correctamente tus sueños! Sea aquellos productos del dormir, o los que se fabrican despierto. El sueño debe ser sabiamente leído y comprendido.

Supones que te mereces X objeto/relación que por fin te hará feliz, ¿cómo lo sabes?
Ese trofeo que te quita la paz es lo que tanto te desilusiona.

En vez de imaginar a quién pretendes humillar con tu dinero, cuáles asuntos extravagantes comprarás, qué relaciones interesadas se acercarán ahora a ti, cuáles placeres exóticos finalmente te darás, ¿por qué no defines tu realidad actual y aquella que sientes te dará satisfacción?

Tal vez puedas darte cuenta que ya eres rico, aunque no te sobre el dinero. Por ahí descubres que con mucho menos podrás sentirte feliz, y por ello no te embarcarás en aventuras peligrosas y poco saludables. Quizás entiendas que no serás dichoso al rodearte de gente que lisonjea tu dinero, amigos de tu fortuna, falsas amistades. Piensa bien, para qué quieres eso que tanto anhelas y te desvives por ello; si hasta te despiertas y reconoces que es una vana pérdida de tiempo y energía, y ya aquí y ahora estás capacitado para disfrutar la bendición que llueve sobre ti.

(Una lectura a estas enseñanzas –y esta, y esta– podría serte de provecho, ¿qué opinas?).

5. UNO Y OTRO.

Una de nuestras dimensiones es la social. Nosotros somos formado por el colectivo y al mismo tiempo lo formamos a él.
No es bueno vivir desprendido de tu comunidad. Tampoco lo es aferrase a una que te mantiene sometido, en impotencia, encadenado a creencias que asesinan tu alma.
Entonces, a la hora de caminar por el sendero de tu éxito, será imprescindible evaluar si tus compañías actuales son las que te fortalecen o debilitan.
También, es bueno obtener consejo, asistencia, enseñanza, orientación, amonestación, apoyo, todo lo que sea necesario.
No permitas que la creencia de un falso súper poder, producto del EGO, te mantenga en el fracaso.
Así como te aconseje ser solidario, no impidas que otros lo sean contigo. Esa apertura es también una forma de solidaridad.
Entonces, si no puedes más con tu carga, consulta con el psicólogo. Si tienes dudas, pregunta al entendido. Si quieres un consejo comercial, encuentra al exitoso que te brinde una orientación. Si te sientes indispuesto, llama al médico. Si estás solo, ¿por qué no compartes con un amigo? Y claro, ¡no dejes de lado a tu familia!
Hay tanto “exitoso” que nada en millones, que sumerge a su familia en bienes y servicios onerosos, pero él para ellos, no está. Es un pobre tipo, ellos un pobre grupo.

(Más material que tenemos a tu disposición aquí).

6. GRATITUD.

Es clave para la felicidad y el Shalom.
Comienza agradeciendo, termina agradeciendo, en medio agradece.
Con sinceridad.
Toma conciencia de todo lo que tienes para agradecer, incluso aquello que te pasó inadvertido hasta ahora.
Agradece, no sabes cuánto ganas con ello.

(Un texto que ha cambiado positivamente la vida a mucha gente).

7. AQUÍ Y AHORA.

No más quejas. No más excusas. Tampoco busques que otro haga tu parte. No esperes sentado al milagro. ¿Mañana, quién te dice que tienes un mañana? No te escurras en planificaciones detalladas que son un fiasco. No pretendas la perfección. No esquives tu compromiso. Deja de echar culpas o sentirte culpable. No reproches. El temor, ¿te sirve para algo?
Si no ahora, ¿cuándo?
Si no tú, ¿quién?
Solamente tú, ¿te parece?

(Una lectura complementaria aquí).

AHORA PONLO EN PRÁCTICA.

Si sientes que mi trabajo te sirve de alguna manera, quizás tú quisieras ser mi socio apoyándolo económicamente.
Aquí tienes los métodos para ser un socio en esta sagrada tarea: http://serjudio.com/apoyo

¡GRACIAS!

El idioma de tu tiempo

"El que sigue la justicia y la bondad hallará vida, justicia y honra."
(Mishlei / Proverbios 21:21)

En nuestros idiomas usamos los tiempos para conjugar los verbos (en el indicativo).
”Estoy comiendo”, en el presente.
”Estaré comiendo” o “comeré”, en el futuro.
”He comido” o “comí”, en el pasado.
Hasta donde sé, en hebreo, inglés, francés, italiano, alemán, idish, portugués, también es así (si conoces otros idiomas que cumplan esta regla, puedes añadirlos en los comentarios).
Te estoy comentando algo poco interesante, ¿no es cierto?

Permíteme que te sorprenda (eso espero) a continuación.

El lenguaje estructura nuestro pensamiento y delimita nuestros sentimientos.
Tendemos, entonces, a elaborar un mapa del mundo (interno y externo) en base al mismo.
Por ello, en buena medida, se marca profundamente la temporalidad en nuestra mente.
Aquí es el presente, allá está el pasado, y acullá el futuro.
Son como compartimientos estancos, donde uno necesariamente no es el otro.

Pero, si te preguntara cuál es con exactitud el momento presente, ¿podrías asirlo y mostrarlo?
Porque, cuando te pones a reflexionar sobre el tema, el presente es un instante, fugaz, veloz, sin sustancia. Ese segundo que llamo “ahora”, ya es pasado al terminar la palabra. Ese futuro que parece estar adelante, pasó veloz y como un rayo se hizo presente para convertirse de inmediato en ocurrido.
Entonces, es como si el presente en realidad no existiera más que como una idea, o como una sucesión de tiempos que no son precisos en su definición. Un umbral borroso que toma porciones de ayer y mañana para conformar este hoy que sentimos como “aquí y ahora”.

Según muchas escuelas de pensamiento y acción (algunas de las cuales lejanas de la senda espiritual), debemos vivir a pleno el aquí y ahora (a nosotros también nos parece una buena postura de vida).
Se plantea que de esta manera evitamos el sentimiento de culpa y remordimiento por el pasado, así como la angustia y miedo por el futuro, ya que uno está sumergido completamente en este tiempo, sin lazos que lo perturben. Ese es el ideal.
Disfrutar el presente, hacer todo lo bueno que está a nuestro alcance en este momento, corregir hoy sin nublarse en tiempo que no existen, porque fueron o serán, pero no tienen sustancia real.  

Pero.
¿Viste que el presente es eso que pasó antes de siquiera percibirlo?
Entonces, ¿cómo hacer para vivirlo plenamente si es una sombra sin sustancia?
Esta idea ya bloquea el disfrute del momento. Porque, según mencionamos, en nuestras sociedades lingüísticas se hace dificultoso vivir el presente, porque es un cajoncito pequeño que está apretado entre la mole pretérita y la del porvenir.

Otra contrariedad que se podría plantear al “presentismo”, sería que uno se podría creer irresponsable, tanto por lo que hizo como por lo que le corresponde para más tarde. Si solamente importa el presente, ¿para qué perturbarse con corregir el pasado, pedir perdón, reparar el daño, o prever para mañana, ahorrar, ser cuidadoso de no dañar al prójimo o al ambiente, etc.
Y lo vemos en la vida cotidiana. Gente que se hace de unos pesos y los destina a insensibles placeres pasajeros, satisfacer al EGO, para luego sufrir de penurias o desprecio. Naciones embarcadas en obtener ganancias abultadas, a cosa de erosionar el ecosistema. Personas que llevan una vida procaz, descuidada, perezosa, como si el lema fuera “vive ahora que mañana no sabes si estarás vivo”.
Es ciertamente una crítica importante, que en unos párrafos trataremos. Pero desde ya podemos afirmar que ésta manera irresponsable, sin previsión, desprovista de compromiso, no es la manera acorde de vida para quien desea seguir por la senda espiritual. La senda del espíritu incluye el deleite de lo permitido, pero también el apartarse de lo prohibido, el sano egoísmo que conlleva la solidaridad real; un presente que no cierra el futuro (ni en el acá ni en el más allá), sino que lo llena de sentido y mayor posibilidad de placer. Sin dudas una propuesta integral, saludable, arraigada, pero que no es sencilla de realizar.

Ahora, volviendo a la reflexión del lenguaje y su estructuración del pensamiento.
Hablar nuestros idiomas en cierta medida condiciona la posibilidad de vivir el aquí y ahora satisfactoriamente, puesto que la mente estaría pendiente de los otros tiempos, como si hubiera que hacer un esfuerzo y dedicarse a enfocarse en este pedacito de tiempo que estamos experimentando.
Más que dejarnos fluir, podría sentirse como zozobrar en una barcaza chiquita en una rápida corriente que fluye a nuestros pies.

Probablemente pensemos que así ocurre para todas las otras personas.

Pero, existen idiomas en los cuales no hay conjugación temporal de los verbos.
El verbo no se conjuga y es igual en todos los tiempos y para todas las personas.
Por ejemplo, el chino mandarín (del cual puedes ver un poco más aquí).
(Si conoces algún otro idioma, actual o en desuso, con similar característica, por favor coméntalo aquí debajo, es bueno aprender y compartir).
En chino mandarín uno dice “yo comer” (en chino, claro suena mejor) y de acuerdo al contexto se reconoce el tiempo de la acción, ¿y si no se reconoce?
Habría que preguntarle a alguno de los centenares de millones que hablan este idioma, y estructuran sus pensamientos con él, cómo se manejan. A nosotros nos puede resultar bastante extraño, un poco impensable. Obviamente que saben y usan el pasado, presente y futuro, pero no precisan hacer la distinción obligatoria cuando se comunican.
¿Y para qué nos sirve todo esto?

Resulta interesante añadir que hay un estudio de Keith Chen, de la Escuela de Negocios de Yale, en el cual se analizaron datos de decenas de países, al respecto de hábitos saludables, previsión monetaria y cuidado de la salud.
Uno tendería a suponer que la gente mentalizada a compartimentar el tiempo, pasado-presente-futuro, estaría mejor preparada para el futuro. ¿Por qué? Porque lo tienen visualizado como un tiempo en sí mismo, demarcado precisamente en la conjugación del verbo, ya que obligatoriamente lo usamos al hablar.
Pero, no es así.
El estudio revela que entre la gente que emplea lenguas que tienen conjugación según tiempo referencial, como nosotros, hay 30% menos disposición a ahorrar dinero o a establecer pautas de vida saludables que ayuden a un mayor bienestar en el futuro.
Es decir, si hablas en mandarín y por tanto piensas según su estructura, no estás encadenado a una línea del tiempo mental, sino que vives el tiempo como un todo, lo cual te llevaría a tener mayor conciencia de tus actos y su influencia en el porvenir.

Para ellos, vivir aquí y ahora de forma fluida podría ser lo que hacen “naturalmente”, al menos a partir de la conjugación verbal y de cómo ésta estructura el pensamiento.
Tienen integrado en su pensamiento que el presente es parte del pasado y del futuro. Todo es parte de lo mismo.
Por tanto, cada toma de decisión ya tiene incorporada la previsión sin por ello angustiarse, o sin por ello dejar de ser precavidos.

Recuerdas que mencionamos una crítica que habitualmente se hace a la postura del presentismo, que dice que lleva a la imprevisión, al deleite inconsciente que no toma en cuenta los resultados y resulta en una vida posterior plagada de penurias, carencias, necesidades que no se satisfacen por falta de los recursos que fueron malgastados en un alocado vivir el presente. Este reproche se podría sustentar en las conclusiones de la investigación de Keith Chen.

Por nuestra parte, consideramos que la manera correcta de vivir en el aquí y ahora es la que toma el presente como una sucesión constante y no un cuadro suspendido en el vacío. El presentismo no debiera amparar el malestar, el ser injustos, apartarse de la senda del bien, derrochar ahora sin considerar las consecuencias, quebrar los reglamentos, etc., porque en ese caso entonces no estamos ante una forma adecuada de vida, sino ante otra manifestación del EGO.

El presentismo armonioso con lo espiritual no borra el recuerdo, ni quita la responsabilidad, ni nubla la perspectiva, ni obtura la previsión; sino que instruye a una vida enfocada en el presente, que toma en consideración el pasado para realzar nuestra vivencia actual (por medio de sus enseñanzas, con el mérito del arrepentimiento, etc.), y sostiene un lazo provechoso con el futuro, no de temores, engaños o similar.

Si Moisés no existió…

Muchos cristianos, de entre su múltiples denominaciones (por supuesto que mesiánicos, netzaritas y similares dentro de ellas), cuando queda al descubierto que sus argumentos acerca de Jesús (su existencia, divinidad, bondad, mesianismo, poder sobrenatural, influencia positiva, etc.) no son racionales, ni cuentan con evidencias reales, ni tienen más asidero que su sola fe en lo absurdo, suelen disparar con pretendida altura intelectual: “Pero ustedes, los judíos, tampoco pueden demostrar que existió Moisés o Abraham, ni tienen el arca de la alianza, ni documentos antiguos que verifiquen que su “Antiguo Testamento” es otra cosa que un cuento mitológico (como nos insisten ustedes que es nuestro venerado Nuevo Testamento). Entonces, no nos vengan con pruebas, verificaciones, o cosas racionales. Ustedes, los judíos, también creen por fe y no hay forma que puedan demostrar nada”.

Lo habré escuchado infinidad de veces, seguramente he intentado razonar con la persona que lanza tal afirmación con vehemencia, pero por lo general el creyente se aferra a su creencia y demostrarle el error no hace más que fortalecerlo en su esclavitud.
Ni con lenguaje diplomático, ni con ternura, ni con claridad metodológica y conceptual, ni con todo lo contrario a lo anterior; nada de ello araña los barrotes de la celdita mental dentro de la cual se refugia temeroso el creyente.
Tiene oídos, pero no entiende. Tiene ojos, pero no percibe. Tiene la puerta de la celdita sin cerrojo, pero no se atreve a dar el paso hacia la libertad.
A mí me da mucha pena, porque sufro al ver a un congénere esclavo por propia decisión y que se empecina en seguir esclavizado como si en ello le fuera la vida,. Yo quisiera verle libre, pleno, haciendo de su vida un presente maravilloso… pero lo que yo quiero no cambia el hecho cierto, no puedo controlar lo que no puedo controlar. Esa persona porfía y se mantiene como un roca en su fe, ¡yo no voy a pretender controlar eso!
Admito que crea y sienta así, no voy a negar que tiene fe y que cree en eso que cree, aunque a mí no me guste. Para esa persona: su dios es real, sus contradicciones seguramente no son tales en sus ecuaciones mentales, sus evidentes fantasías son hechos concretos; todo lo puede la fe en el absurdo, y admito que eso este ocurriendo con la persona.
Y comprendo perfectamente lo que pasa por detrás, entre las sombras de su pensamiento/sentimiento inconsciente: ¡por algo tuvo la necesidad de esconderse en la creencia absurda de la fe!
Mientras no se remueva el escollo fundamental, el EGO y sus construcciones, que mantiene atrapada a la persona, difícilmente el intelecto, la demostración, las pruebas, la razón, tengan alguna cabida en su vida como creyente.
Porque el EGO ha secuestrado al pensamiento y lo usa para sus objetivos.
La persona puede tener una capacidad intelectual impresionante, pero al estar secuestrado su pensamiento, en poco le sirve para ayudarle a librar de su opresor. Más bien, lo contrario, a mayor capacidad secuestrada, mayor potencial negativo en manos del EGO. Es dable esperar que en áreas que no le afecten al dominio del EGO, la mente seguirá elaborando pensamientos lúcidos, acordes a su capacidad. Pero, al entrar a zonas que pudieran hacer zozobrar el dominio del EGO, las fuerzas intelectuales son puestas en estado de suspensión o de activa repulsión de lo que pudiera servir de liberación.
El mismo EGO impone que se siga con la inercia, ¿cómo admitir que uno estaba en error tanto tiempo y tan profundo? ¡Mejor seguir errado antes que humillarse, demostrar impotencia, y corregirse! Entonces, la persona sigue encarcelada en sus creencias absurdas, atada por un hilito de arañita que de tanto anudarlo termina pareciendo cadenas de titanio o kevlar.

Para quien desee una posible respuesta a aquello de: “Pero ustedes, los judíos, tampoco pueden demostrar…”, aquí presento una.

El ser judío no es formar parte de una religión, sino que es ser parte de una familia: la judía.
Esta familia tiene creencias que le son propias, así como rituales, códigos, historia en común, un hogar, etc.; digamos, como toda familia. En este caso es una muy antigua y muy extendida en el espacio.
Así pues, no modifica ni un milímetro si existió realmente o no alguno de los personajes de su historia, o si hubo tal objeto que ahora no se encuentra, o si el autor de la Torá es Dios, porque hay un hecho cierto, la familia existe y es lo que es. Se puede creer o no, compartir o no la creencia familiar, pero eso no cambia el hecho que uno pertenece a la familia y esa familia es una realidad, no un mito, un parecer, un deseo. Aquí está la familia judía, viva, vigente, actual, con su sistema de vida (el judaísmo) que se adapta perfectamente y permite desarrollar una vida multidimensional productiva y trascendente (y todo esto molestó y molesta a tanto dictador y abusivo, ¿a qué no sabes por qué? Piensa en el EGO y tendrás una posible respuesta).
Un judío ateo es judío.
Un judío que se pierde detrás del EGO y cree en la divinidad o mesianismo de Jesús, sigue siendo de la familia judía, aunque tiene suspendidos legalmente todos sus derechos a ejercer dentro de la vida judía, mientras no se arrepienta completamente de su terrible desvío. (Atención, uno es judío por haber nacido de madre judía o por haberse convertido leal y legalmente al judaísmo. No se es judío por fe, por creer en X cosa, por amar a Israel, por pagar una conversión, porque su apellido es Z, etc.).
Un judío que cree en Dios pero no cumple con los preceptos cabalmente, sigue siendo judío.
Un judío que no cree en Dios pero cumple cabalmente con los preceptos, sigue siendo judíos.
En fin, las creencias no determinan la existencia del judaísmo ni la del judío (aunque, como mencionamos, algunas creencias pueden inhabilitar los derechos que la persona tenga para ser contada dentro de la familia o realizar ciertas formalidades).
El judaísmo es un organismo vivo, multidimensional. Su historia es eso, historia. Sus creencias, creencias. Su existencia, un hecho que no precisa de mirar al pasado, basta con reconocer el presente.
Por otra parte, tenemos una cadena de transmisión de conocimiento (conocimiento, no fe) que no se ha interrumpido de mas de 33 siglos.
Una tradición que se basa, fundamentalmente, en lo que se recibe y entrega en el hogar. A éste se añaden las instituciones que se han erigido como accesorias al trabajo de educación del hogar, tales como escuelas, sinagogas, centros comunitarios, centros juveniles, rabinos, maestros, líderes (madrijim), etc.
No se trata de inculcar y adiestrar en una fe, sino de preservar lo que es propio, la herencia (que no la material, sino la multidimensional).
Es la familia la encargada de vivir las tradiciones, la de enseñar con el ejemplo, la de mantener vivo el relato y la vivencia, la de ir adaptándose a las necesidades del momento sin por ello perder su identidad, su vínculo con las otras familias que forman la Familia. Con la confianza en la base del sistema, porque las nuevas generaciones confían en las que les precedieron. No hay imposición obligada por parte de clérigos, ni conversiones forzadas, ni todo aquello que es propio de sectas y religiones.

Pero, ¿qué pasa si al cristianismo le falta Jesús?
Mira lo que dice su propia creencia: "Si Cristo no resucitó, vana es nuestra predicación, y vana es nuestra fe".
Ellos están obligados a tener fe, aunque sea en lo absurdo o precisamente por serlo.
Sin fe, se cae todo el andamiaje.
Todo.
Como el cristianismo es una religión, y no un pueblo, ni una nación, ni mucho menos una familia, al faltar su dios, su fundador, su corazón, todo el resto ya no tiene ningún sentido.

¿Entiendes cuál es la diferencia fundamental entre ser una familia y ser una religión?
¿Entiendes como el supuesto dardo venenoso que lanzan al querer destruir al judaísmo comparando sus creencias con las cristianas, no tiene ningún sentido?
Para mí está muy claro, pero quizás no lo sé expresar con suficiente solvencia para que sea comprendido por más personas (de entre aquellas que están en condiciones de hacerlo, por no estar cautivados sus intelectos por el EGO).

Si pudiéramos librar a las personas “creyentes” del secuestro mental en el cual se encuentran, rápidamente dejarían de lado todos los asuntos derivados de la fe.
Yo supongo que más pronto que tarde, reconocerían que su identidad espiritual es la noájica y vivirían a pleno el noajismo.
Ya no darían vueltas en torno a sus creencias perimidas, no se angustiarían porque en el pasado estuvieron confundidos y extraviados, ni temerían infiernos y castigos de dioses vengativos.
Serían plenos, felices, verdaderos constructores de Shalom.

Habría otros que quizás continuarían con el cristianismo pero como algo cultural, como aquello que han conocido de toda la vida y forma parte de sus costumbres centenarias. Serían cristianos sin fe, sin Jesús, sin repetir lemas e insistir en que es válido el argumento de su fe en sí mismo. Festejarían Navidad con la excusa de la noche de paz, noche de amor, encuentro familiar, comilonas, regalos, día sin trabajar. Festejarían “pascuas”, para tener días libres, o como tenemos en Uruguay “la Semana de Turismo” en lo que los cristianos llaman “Santa”. Se reunirían el domingo, que está genial como día para no trabajar y dedicar a cosas no frecuentes durante el resto de los días. Sabrían que el día sagrado es el sábado, Shabat para los judíos, pero usarían el domingo para estar con la familia, ir de picnic, ver una peli con los hijos, dormir la siesta, congregarse a estudiar asuntos de valor espiritual que son relevantes a los noájidas, infinidad de cosas que durante los cinco días laborales no es sencillo hacer.
Podrían ser más plenos, menos aterrorizados por fantasías nocivas, más amorosos del prójimo porque quieren serlo y no porque tienen miedo a castigos infernales. Podrían ir a trabajar como “misioneros” a regiones apartadas y complicadas, porque desean colaborar con el bienestar de otras personas, y no porque de esa forma capturan almas para su deidad o se compran un pedazo de cielo a cambio de sufrir aquí en la tierra. Serían mucho mejor noájidas, que es lo que corresponde que sean, aunque siguieran con costumbres que denominan cristianas.

Si quieres aprender más acerca del EGO: http://serjudio.com/category/exclusivo/cterapia

Si deseas ayuda para ir saliendo de la celdita mental, ¡no solo en cuestiones religiosas!: http://serjudio.com/nosotros/sesiones-online

Si quieres colaborar con nuestra sagrada tarea: http://serjudio.com/apoyo

Si quieres saber más acerca de noajismo: FULVIDA

(Gracias al Docto amigo, Jorge Romero Gil –drungario- por la lectura previa).