Hay un dicho que reza que a la pareja se le conoce verdaderamente hasta el divorcio, ahí saca las uñas. Es bastante triste la verdad que así sea, que no se digan las cosas en el momento, que se acumulen energías negativas por no decir las cosas cuando ocurren y que luego todas esas cosas vengan a causar las separaciones y todo esto se podría haber solucionado si hubiese habido comunicación auténtica desde un principio.
Te invito a que recordemos lo que nuestro querido Moré nos ha enseñado sobre la comunicación auténtica haciendo click en el link, sin embargo, te insto a que recordemos juntos ese concepto y qué implica. Todo comienza por la sinceridad, sí aquella sinceridad de la que hablaba la canción Ricardo Cocciante, que se refleja no solo en palabras sino en las acciones. Recuerdas que la semana pasada hablamos sobre la coherencia? Bueno, cuando se es sincero en la vida, se actúa de la misma manera en todas partes, eso no implica que si a veces actuamos charlatana o jocosamente en casa, que vamos a hacer lo mismo en una reunión social importante, pues precisamente la coherencia indica que para todo hay un lugar bajo el sol, pero una cosa muy distinta es el que seas reservado en público y que mantengas una cierta distancia con las personas en tanto que en casa las tratas con confianza, a ser un desubicado confianzudo con todas las personas. Ser sincero con tu pareja implica también que le dirás las cosas que no te gustan para que esa persona las corrija tanto así como que tú se las dirás a tu pareja para que no haga el ridículo o yerre como lo hacía.
Luego nuestro querido Moré nos hablaba del ánimo constructivo, que quiere decir precisamente eso, ser sincero y directo no significa ser un patán; como decía Dale Carnegie, hay formas de decir las cosas, se puede uno conducir con diplomacia y aplomo. En lo personal conozco el ejemplo de un ex embajador que no solo se conduce como un caballero sino que por su experticia diplomática sabe cómo comunicarse con las personas. No lo vas a ver insultando, riéndose de los demás o comiéndoselos a sus espaldas, oh no, este caballero dice las cosas de frente pero como dice él, “las cosas hay que decirlas con fineza, pero hay que decirlas”. Pero hay formas de decir las cosas, no es lo mismo hablar con la neshamá que con el EGO. Siempre debe haber una intención de querer construir y no de destruir, máxime con tu pareja.
Luego viene el respeto y aquí aplica la regla de oro de no hacerle a otros lo que no querríamos que nos hicieran a nosotros mismos. Como dice el Moré, no solo se debe respetar sino exigir que nos respeten, porque de lo contrario te menoscabas. Si no respetas entonces no solo actúas como un chabacano sino que te dañas a ti mismo, te llenas de energía negativa y destruyes en vez de construir, pero al mismo tiempo, si no exiges respeto, no te quieres a ti mismo, te devalúas y te engañas y luego otros se aprovechan para tratarte como una piltrafa. En el caso de tu pareja y de ti mismo, debes de recordar que el respeto es de suma importancia y que como bien decía un sabio oriental, el respeto es el origen del amor, al líder no lo aman sino lo respetan y lo mismo aplica para las relaciones de pareja, si tu pareja no te respeta, no te puede amar.
Por último viene el punto de no suponer. Ayer veía un vídeo bastante irreverente y gracioso pero que ilustra una realidad; algo tan simple como que la novia o el novio no te conteste el teléfono hace que el EGO salga como “bombero” a querer auxiliarte; ya te imaginas cosas terribles, que te está poniendo los cuernos con vayas tú a saber quién y ya tu subconsciente comienza a maquinar bobadas. Y resulta ser que del otro lado de la foto, tu pareja no podía contestar el teléfono porque no lo encontraba y luego viene la réplica de tu pareja, te reclama por qué no le llamaste más, que ella no te podía devolver la llamada porque ya se le habían acabado los minutos del móvil y que por eso no te podía llamar. Ves cómo es que tu suposición creó un lío de la nada?
Eso se llama prejuicio que es llegar a conclusiones que no tienen una base lógica o sólida y que en la mayoría de las ocasiones están desconectadas de la realidad. Existen muchos tipos de prejuicios, desde el jocoso ejemplo que te conté, hasta odiar a las personas que rodean a tu pareja, como me pasó a mí con una ex novia que tuve, porque un día una amiga y yo nos saludamos de beso en la mejilla y lo hice en frente de mi ex novia. Nótese que te dije que fue en la mejilla, un beso de amigos, algo sumamente común en América Latina pero que ella vio como un irrespeto. Ves a lo que me refiero?
Obviamente si te encuentras un correo o un mensaje de texto muy meloso o bastante explícito no te vas a quedar de brazos cruzados, hace rato que se rompió la comunicación auténtica. Tampoco te vas a quedar en una relación tóxica de control, donde la persona quiere cambiarte muy a pesar que te conoció siendo distinta y que las cosas que quieres que cambies sean cosas con las que originalmente te aceptó.
Para esto hay una muy buena solución y esto me lo dijo mi amigo, un señor de casi sesenta años quien es conocido por su aguda inteligencia y su devoción a su familia y que ahora te paso este conocimiento a ti; sé sincero desde el primer momento. Si no tienes dinero para ir a comer al restaurante fino o ni siquiera para ir al cine, solo para un helado, díselo. No escondas esas cosas porque se empieza por lo poquito y se llega a lo mucho. Es mejor que te rechacen por no tener el dinero en el momento que te acepten bajo una falsa premisa que a la postre resultará en que tanto tú como tu pareja salgan lastimados.
Es muy difícil que las personas se digan las cosas auténticamente como pareja, porque se cree que la otra persona se va a lastimar. No es así, lo que pasa es que hay que decir las cosas con tacto, no a la patada ni a lo troll. En la vasta mayoría de los casos, cuando las cosas se dicen con diplomacia y aplomo, la pareja las va a escuchar y a entender. Ese cuento del exceso de confianza es en realidad una falta de respeto y como pudiste observar, cuando no hay respeto, no hay comunicación auténtica, punto.
Una amiga me decía algo muy interesante y que también lo comparto contigo; cuando dos personas finalmente toman la decisión de romper, sea que lo hagan en conjunto o solo una de ellas, es porque la relación ya había muerto hacía rato, lo que pasa es que ninguno de los dos lo quería afrontar, el rompimiento es tan solo la punta del Iceberg.
Para qué llegar a ese punto entonces? Para qué sufrir el dolor del rompimiento y de la amargura del sentimiento de fracaso, que dicho sea de paso, es el EGO haciendo de las suyas, aunque cuando realmente sabemos que hemos hecho las cosas mal, muchas veces es nuestro Yo Auténtico recordándonos esas fallas, entonces para qué pasar por todo ese dolor de perder a un ser a quien quizás todavía amas pero que esa persona a ti no, por tu terquedad y reticencia? O está la otra cara de la moneda, para qué seguir enfocado en una persona que no te quiere, que te utiliza, que te tiene como plato de segunda? No tiene sentido. No se trata de esa psicología barata incluida en libros carísimos de moda que te dice que te hace creer que eres un dios o una diosa sobre la faz de la Tierra.
No, se trata de que te des tu lugar pero sabiendo tu lugar. Cómo vas a decir que amas a una persona sino confías en ella? Si quieres estar con una persona a la que dices amar pero que no confías en ella es porque realmente no la amas y lo que estás es obsesionado. La comunicación auténtica es dejar al EGO de lado y que tu neshamá se comunique con la neshamá de tu pareja. Por algo escogieron ser pareja, porque algo vieron que tenían que otro no les podía dar. Claro, eso si se conocieron bajo circunstancias normales, porque si fue que se unieron por miedo a la soledad, por amor-tización en vez de amor, etc., eso no es una relación verdadera y más bien está plagada de toxicidad.
Ahora te insto que hagas algo más, hazte un examen de consciencia de cómo actúas con tu pareja y si en realidad se comunican auténticamente. Si lo hacen, enhorabuena y si no lo hacen, trata de implementar estos consejos que el Moré y mis otros amigos compartieron con nosotros y que ahora yo comparto contigo. Mira a tu pareja a los ojos y obsérvala fijamente y nota si se vuelven a encender los carboncillos que movieron ese sentimiento entre ustedes y si a bien lo tienes, comparte tu experiencia con nosotros, yo te estaré esperando para que sigamos esas experiencias por los posts.