El otro día tuvimos una intensa sesión de CabalaTerapia con un reciente paciente, incluimos ejercicios de toma de conciencia de sí mismo y de desintoxicación de trampas del EGO.
Como parte del proceso redentor y sanador le pedí a este socio que cuando pudiera analizara la sesión y me enviara un email con alguna síntesis de lo “aprendido”.
Esto es parte del email recibido, al cual le he realizado ciertas modificaciones para preservar la identidad y confidencialidad de la persona.
Lo que aprendí fue a reconocer mis malos hábitos, a descongestionarme por dentro, aprendí algo bien raro que es a calentarme [enojarme] conmigo mismo, a darme cuenta de mis fallas y las mentiras que invento para esconderme, de mi desprecio a mí mismo, porque realmente después de la "actuación" terminé reconociendo q el gil [tonto] de la película era únicamente yo. Le vivía echando culpas a los demás y reclamando siempre de los demás, pero me di cuenta q era yo el q me causaba daños y empeoraba al negarme a asumirme.
Arranqué focalizando mi enojo hacia a una persona, como para dar un justificativo a mis insultos, pero después no me pude engañar más, ya q a esa persona no la odio, y si me odié a mí… por burro, por imbécil, por no hacer las cosas bien, por no valorar más lo que tengo y me refiero al trabajo y a las personas q comparten el día a día de mi vida. Mi ******** [familiar del paciente omitido] es una mujer mayor q con sus **** años se ve muy bien, pero uno nunca sabe q le puede suceder mañana, y eso es lo q me quema, xq quedaría con la sensación q podría haberle demostrado mucho más amor, cariño, afecto lo q sea. Y creo q estar arrepentido y vivir arrepentido el resto de tu vida por algo q podía haber hecho debe de ser horrible, por eso hoy estoy a tiempo de revertir esto, de intentar sacar a luz al ********** [nombre del paciente que he omitido] "agradable" q tengo dentro de mí ,ya q las personas q más quiero están vivas y junto a mí.
Me cuestaaaa, pero de verdad toda esta semana he estado poniendo en práctica lo que me enseñaste y de a poco voy avanzando… [omitido un largo párrafo personal].
Resumiendo entonces, la última sesión intenté sacar todo lo irritante, el enojo q tengo dentro y nutrirme de sensaciones, de momentos lindos, de poder ir filtrando toda la bosta y así poder tener un mejor relacionamiento con todos. ¿De q sirve estar limpio y bien empilchado [vestido, arreglado] por fuera si por dentro estás re sucio, todo mugriento? Das una imagen re trucha [falsa], tal vez muchos no se den cuenta, la mayoría no, pero yo personalmente se q es así, la tengo muy presente y vivir camuflado me tiene los harto.
Nos vemos,un abrazo.
Leer y releer esta misiva es sustancial, valioso, da para muchas enseñanzas.
No te las señalaré, si quieres intenta conseguir sesiones de CabalaTerapia con este servidor para que puedas adquirir conocimiento por ti mismo. Si estás dispuesto a quitarte de encima las máscaras y cáscaras del EGO, si quieres encontrarte a ti mismo y ser un presente, podrás hacerlo.
Te brindaré algunas reflexiones generales, que espero te sean de mucho provecho y bendición.
De “fábrica” vienes con tu cuerpo y tu espíritu.
Pero ya antes del impacto tremendo del nacimiento, ese que marca de forma profunda, siniestra e indeleble tu personalidad, tu cuerpo es sometido a modificaciones a raíz de la relación con el “afuera”, especialmente tu madre y sus avatares de vida.
Luego, el trauma del nacimiento, al cual ya nos hemos referido en otras ocasiones y no repetiremos ahora. En ese mismo momento es el EGO quien se encarga de ser tu “salvador”, te aporta rudimentarias herramientas de supervivencia, muy necesarias para esa fase inicial y los días o semanas subsiguientes.
Luego, el EGO debiera quedar reducido a una partícula inactiva, adormecido a la espera de algún evento catastrófico en tu vida que lo hiciera necesario nuevamente.
Sin embargo, por regla general, el EGO pasa a ser “divinizado” y ocupa un lugar de “redentor sagrado” que ejerce con la prepotencia de un faraón despótico. También sobre este tópico hemos enseñado anteriormente, por lo que te ruego que tomes tiempo para encontrar, leer y estudiar.
Entre las interacciones de tu Yo Auténtico (bastante impotente en los comienzos de tu vida mundanal activa),
los sucesos de la vida cotidiana (habitualmente sentidos como terribles y espantosos por el recién nacido)
y los mecanismos del EGO
es que vamos bloqueando la expresión y sensibilidad de nuestro Yo Auténtico,
vamos creando cáscaras y máscaras,
asumimos roles,
actuamos guiones mandatados por otros,
aprendemos a pensar, a sentir, a interactuar,
aprendemos a reconocer cosas, personas, gestos, sensaciones,
aprendemos a decodificar el mundo interno y el externo con los códigos que nos imponen los otros.
En resumen, tus emociones –que tienen una base biológica definida y objetivable-,
pasan a ser “leídas” por ti de acuerdo a como te vas formando, a quien vas siendo.
No es “la naturaleza” la que te entrega las emociones,
sino que eres tú quien las percibe e interpreta de acuerdo a lo que fuiste construyendo como tu Yo Vivido.
Si te sientes inseguro, egoísta, indiferente, enojado, traicionado, asustado, vengativo, quejoso, envidioso, o cualquier otro sentimiento oscuro es bueno que lo admitas, pero no para censurarte, mucho menos para actuar esas emociones de manera vil y negativa.
Reitero, es bueno que admitas tus emociones oscuras y no que reprimas e ignores tus verdaderas emociones, o des excusas, ni te justifiques diciendo que son cosas “naturales”, tal como el tamaño de los pies; o que alguien te ha maltratado y por lo tanto tienes “derecho” a sentirte y actuar de esa manera nefasta.
Si bien no eres responsable de tus sentimientos
sí eres el que los interpreta y da sentido,
y eres quien debe hacerse cargo de ellos y decidir que harás a partir de ellos.
Por supuesto que hay sentimientos destructivos,
que deben ser reconocidos, admitidos, reformados para quitarles su sentido negativo y en modo alguno traducirlos a actos lesivos.
Pero, ten presente claramente
que tus acciones serán groseras y dañinas cuando miras para otro lado y niegas/reprimes lo que sientes o haces tontos malabarismos para excusar tu lóbrego sentir.
La energía que se adosa a un sentimiento sombrío es necesario procesarla, canalizarla, llevarla hacia un sentido de construcción,
pues de lo contrario es una constante pérdida de fuerzas, un desgaste, debilidad que se incrementa por los ilusorios esfuerzos ensayados para negar la presencia del sentimiento.
Primer paso es admitir la presencia del sentimiento.
Sí odio, sí estoy enojado, sí envidio, sí me siento impotente, sí me siento burlado, sí deseo la propiedad de otro, sí tengo ganas de hacerte daño, sí he sido desleal, sí soy culpable, sí tengo miedo, etc.
Recuerda, admisión del sentimiento, no juicio, mucho menos justificaciones.
Admisión.
Ahí está el sentimiento.
Sea que se basa en un hecho real, o en una ficción nunca sucedida pero que me hace sentir mal.
(Pregúntenle a una persona obsesiva que tan mal se puede uno llegar a sentir por los mortificantes pensamientos que invaden, laceran, escamotean de la dicha, pensamientos de acontecimientos aberrantes que nunca han sucedido y difícilmente sucederán, pero que sin embargo el sentimiento nefario está ahí).
Negar, repudiar, hacer de cuenta que no existe, taparlo, dar excusas, etc. nada de eso destruye al sentimiento negativo ni le resta el vigor perjudicial que te debilita.
Si miras para otro lado no desaparece, se incrementa y afecta a regiones que antes estaban libres de malestar.
Peor aún, te incapacitas para expresarlo y procesarlo y encaminarlo hacia una resolución eficiente y efectiva.
Por supuesto que es negocio para el EGO que te enredes con sentimientos negativos, que no te libres de ellos.
El EGO toma más poder cuanto más impotente te sientas o estés.
Te debilitas, pierdes energía vital, te reduces, te comprimes, te vas rigidizando, te escapas a la vida, porque no admites tus sentimientos negativos y empiezas a hacer algo productivo para enmendarlos.
Permite a tu Yo Auténtico expresarte, quita poder al EGO, reconoce que es ‘yo’ el que padece ese sentimiento,
así mantendrás abierta tu capacidad de actuar del modo que elijas,
y no de la manera que el temor te obligue.
Desintoxícate, límpiate por dentro, cura tu interior,
haz que tengas coherencia interna y externa,
para que fluya la energía a través de todo tu sistema multidimensional
y encuentres la dicha de gozar la bendición constante que recibes de lo Alto.