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Reconocer al EGO

¿Cómo saber si tus pensamientos, sentimientos, acciones, palabras, son provocadas por tu EGO?

¿Acaso disfrutar de lo bueno de la vida, sin atormentarse por culpas, es sinónimo de ser esclavo del EGO?
¿Acaso estar pendiente de que cada palabra o acto no sea originada en el EGO, es esclavizarse al EGO?
¿Acaso vivir sin importar lo que los demás opinen, sientan, consideren, es ser víctima del EGO?

¿Cómo puedes saber cuando estás actuando bajo el dominio del imperio mediocre y oscuro del EGO?

Te brindaré UNA respuesta, que probablemente cubra la mayoría de las situaciones en las cuales podrás discernir si estás operando a la sombra del EGO.
Es una respuesta, no necesariamente la única o definitiva, tenlo presente.

Repasemos brevemente lo que ya hemos enseñado.
Al nacer nos vemos sumergidos en un océano infinito de dolor, miedo, enojo, angustia.
Todos junto forma el terrible estado y sentimiento de impotencia original del humano.
Sentimiento que se marca a perpetuidad en los recovecos de su memoria y le acompañará a lo largo de su vida.

Ante esa invasión espantosa, el hombre dispone de una única herramienta protectora, a la que denominamos EGO.
Nace como una armadura, tosca, recia, insufrible, rudimentaria, pero útil para lo que fue diseñada: proteger al recién nacido del terror mortal de la impotencia.

Las armas con que cuenta este EGO son (en este artículo) escasas, algunas de carácter pasivo y otras activo.
Las activas son: llanto, gritos, pataleo.
La pasiva es la huida, básicamente en el neonato: dormir.

Estas herramientas son efectivas para resguardar a la persona, aliviarle el pesar inmenso de la impotencia, proveerle de auxilio externo, recibir atención, sobrevivir.
Son herramientas que serán usadas en lo sucesivo por el niño, quien se irá perfeccionando en el arte de manipular a los demás por medio de ellas.
Con el paso del tiempo y las interacciones estas armas serán sostenidas o a partir de ellas se elaborarán otras, similares pero más “adultas”. Por ejemplo, el llanto pasará a ser gimoteo lastimoso o quejas; el grito será un insulto o una ironía; el pataleo un golpe o una agresión emocional; la huida adquirirá otras facetas, tales como el fantasear, el delirio, la negación, el rechazo, el olvido, la distracción, el aburrimiento, la torpeza, entre otros.

Repasando: el EGO es beneficioso en los primeros momentos de vida, pues es la zozobrante tabla de salvación a la cual recurre instintivamente el niño para sobrevivir el impacto aterrador del nacimiento.
El EGO es necesario en alguna que otra ocasión más adelante, pero sería beneficioso que el EGO dejará paso a un control más desarrollado y eficiente de las cuestiones vitales.
El EGO recurre a recursos innatos para alcanzar sus objetivos de supervivencia: gritos, golpes, llanto y huida.
La persona que se mantiene esclavizada al EGO y actúa, habla, piensa, siente a través de su filtro estará usando (o abusando) de alguna de estas armas primarias, o alguno de sus derivados, como manera de manipular a otros, pretender controlar la realidad ajena al dominio personal, o anestesiarse a la percepción de su estado de impotencia. Para ni tener miedo, no angustiarse, no sufrir y manejar de alguna manera su enojo.

¿Hemos respondido a las preguntas iniciales de este artículo, especialmente a la primera?
¿Contamos ya con una guía para tomar conciencia de nuestro estado de servilismo ante el EGO?

Espero tus comentarios, son una buena retroalimentación y manera de crecer juntos en conciencia y libertad.
Gracias por acompañarme en este viaje.

CURSO 2011-2012 EN FULVIDA MEXICO

Con sesión en la filial Izcalli se dio inicio al curso anual de Fulvida México.

Después de la sesión uno impartida por nuestro Moré Yehuda Ribco en parque Naucalli México con una duración de 8 horas, se impartio la sesión número dos en la filial Izcalli. Con esto comienza formalmente el programa que sera estudiado en las tres filiales de México.

Estas tres tiendas noajicas, promoveran formalmente y con un curso estructurado academicamente el estudio de los siete principios universales para las naciones. De esta forma cada fin de semana tendremos la oportunidad de dar continuidad al las clases en el DF, Izcalli y Toluca.

La finalidad es que el estudiante pueda entrar en un proceso de mejora continua vivencial. Lo cual ayudara a que mas plenamente disfrtute de lo cotidiano y accione sencillamente en la mision de vida trascendental.

El programa como siempre tiene su nombre el cual es : BALANCE y el cual define ciertamente el enfoque principal del curso.

Para una explicación completa vea el siguiente link:

El curso cuenta también con un libro editado bellamente el cual contiene los capitulos a estudiar.
Adicional se emitirá hoja tecnica con resumen del curso la cual se enviará a los asistentes despues de la clase.Las respuestas a las preguntas que se hagan durante las clases serán publicadas en este sitio.

La convocatoria esta abierta y para inscribirse a cualquiera de las filiales deberan enviar un mail a:

fulvidamexico@hotmail.com

Para otros asuntos con Fulvida México favor de dirigirse a:

noajidasmexico@hotmail

Ya iniciamos no faltes esta vez te esperamos!

El hombre ecológico

El mundo se maneja con leyes prescritas por el Creador.
Son las leyes naturales.
Las que competen a los cuerpos son estudiadas por las ciencias naturales en sus diversas ramas y especialidades.
Las que competen a los seres humanos en su multidimensionalidad, implican tanto el trabajo de los científicos como de los sabios entrenados en conocer la dimensión espiritual.
Las leyes humanas, las que se enraízan en la dimensión espiritual, son denominadas “mandamientos”.
Los Siete Mandamientos que corresponden a los hijos de las naciones del mundo, los gentiles, también llamados noájidas.
Los mandamientos que atañen a cada judío del conjunto de los 613 que demanda Dios de la nación judía.

Los cuerpos se comportan naturalmente en consonancia a las leyes naturales físicas, no es cuestión que dependa de la voluntad, el deseo, la opinión, la ignorancia, etc.
Los cuerpos, la materia, es dependiente de las leyes físicas, se esté consciente de ellas o no, se quiera respetarlas o no.
Al mismo tiempo, la persona también debiera actuar en sintonía y concordancia con las leyes espirituales, con los mandamientos que le son acordes.
Cuando se obstaculiza el desarrollo de los mandamientos, se está provocando una ruptura, un desequilibrio, una enfermedad en la dimensión espiritual inicialmente pero que repercute más pronto más tarde en el resto de los planos personales y colectivos.

Notemos que los mandamientos son obligatorios, no son opcionales.
Son, entre otras cosas, las claves esenciales para que la persona alcance su plenitud y lleve una vida de equilibrio dinámico multidimensional.
Son tan obligatorias como las leyes naturales físicas, sin embargo, a causa de nuestro carácter medular de ser humanos, Dios nos ha conferido el libre albedrío, a través del cual nos hacemos cargo del cumplimiento de los mandamientos porque así queremos y no porque somos compelidos por algún instinto ciego e irracional.

A ver si lo entendemos.
Los mandamientos son tan ineludibles como las leyes naturales físicas, sin embargo depende de la voluntad de la persona si se somete a la divina Voluntad o no.
No existe la opcionalidad de cumplir o no, son necesarios y esenciales de no cumplirse la persona entra en un estado de desequilibrio, de desajuste, de “mal”, que lo aparta del goce de la plenitud de la bendición que está siendo derramada sobre ella.

El desequilibrio personal y colectivo se continúa en el descalabro también del ambiente.
Estamos entrelazados con nuestro entorno, lo moldeamos y nos modela, por tanto cuando nuestras acciones u omisiones nos afectan, afectamos de alguna forma al medio.

A diferencia de las otras criaturas, los seres humanos continuamente perturban el equilibrio sistémico de la naturaleza.
Explotamos hasta el abuso de los recursos naturales, adrede ocasionamos sufrimiento a otros seres vivos, nos fanatizamos en nuestro servilismo del EGO por lo que arruinamos nuestra existencia y provocamos la ruina de los demás.
En ocasiones nuestras acciones devastadoras se excusan en la ignorancia, en la falta de conciencia del alcance de nuestras acciones.
Sin embargo, la ignorancia nunca exime de la consecuencia (o del castigo).
Un ejemplo simplón pero bastante frecuente: aquel que en época de sequía enciende una fogata y no la cuida por lo cual se propaga el fuego hasta convertirse en un voraz infierno que consume bosques enteros, hogares, vidas animales y humanas, etc. Todo a causa de la torpeza de alguien que no quería generar tal caos, que se escuda en su ignorancia o falta de prevención, pero que igualmente fue el disparador de una tragedia enorme.

Cuando el EGO nos domina, nuestra enfermedad multidimensional también repercute en el medio y por tanto se enferma al ambiente.
No es una cuestión cabalistera, mística, agnóstica, fantasiosa, para prédicas de patanes y charlatanes, sino la mera y sencilla realidad.
Que no la queramos ver o admitir, es otra cosa.
Nuestro servilismo al EGO nos maltrata de continuo, y causamos daños incesantemente al entorno.

En respuesta, la naturaleza actúa como está prescrito en su manual de instrucciones, procura reequilibrar dinámicamente el sistema.
Es una respuesta automática, obviamente, diseñada por el Arquitecto y Creador.
Es la homeostasis la que impera.
Ejemplo, si la presión de los elementos intraterrenos aumenta, se genera alguna reacción que canaliza la fuerza comprimida, por ejemplo a través de la erupción de un volcán.

La creación en su orquestada belleza está destinada a ejercer movimientos que lleven al equilibrio, en tanto que el hombre debe hacerlo por libre elección.
Podemos escoger ser libres y experimentar la perfección que abunda en la naturaleza, la bendición constante que fluye sobre nosotros.
O podemos encerrarnos en la esclavitud a nuestro EGO, y padecer, mentirnos, seguir agotando todos los recursos, para llevarnos finalmente a una extinción dolorosa, sea personal o colectiva.
En buena medida depende de nosotros y nuestras decisiones cotidianas.
Nuestro EGO en el poder es un amante vergonzoso, un amo patético, un consejero imbécil, un derrochón al comando de nuestro tesoro… ¿seguiremos apostando a vivir de mentiras en lugar de encarar un proceso de retorno a nuestro equilibrio interno, multidimensional, que ejerza un balance positivo en el ambiente?

Recuera que la tan mentada y visible crisis ecológica es una terrible realidad, pero también un síntoma de una grave enfermedad, cuyo virus infeccioso es el EGO de las personas.

Nuestro desequilibrio interno es el motor de la crisis ambiental.
La mejoría se encuentra en hallar el balance interno, multidimensional, para que reverbere en un estado de homeostasis generalizado.

Así pues, es necesario embarcarnos en un camino de crecimiento personal y colectivo.
Aprender las reglas de la naturaleza y los mandamientos que nos competen.
Ejercer nuestra función, de acuerdo a nuestra esencia espiritual.
Soltar las amarras del EGO, para de es forma actuar con altruismo, con bondad, con justicia, con lealtad.
Esto lleva indefectiblemente al gozo, al bienestar, a la plenitud, a la toma de conciencia de que constantemente somos benditos, pero que nuestro EGO nos cancela el gozo y el conocimiento de nuestro bien.
Tanto nos sumergimos en el océano infecto del EGO, que nos hundimos en depresiones, en descalabros, y arrastramos al medio con nosotros.
Romper la cadena del EGO es permitirnos vivir a pleno el aquí y el ahora, sin por ello desencadenar un desequilibrio para el futuro.

Es tan simple, y por ello tan rechazado.

Somos indiferentes al prójimo, porque nos desconocemos en nuestra real identidad.
Somos indiferentes ante el ambiente, porque priorizamos el tonto deseo pasajero antes que la plenitud gozosa de la bendición.

"Estamos frente a una verdadera emergencia planetaria. Es un desafío moral y espiritual para toda la humanidad" afirmó con seriedad Al Gore, quien fuera vicepresidente de los EEUU, cuando le fue entregado el Premio Nobel de la Paz.

¿Aceptamos el desafío de crecer?
¿Aceptamos hacer nuestra parte para romper el yugo del EGO?
Peligra tu vida, la de tus queridos, la del planeta… nos estamos suicidando para seguir engordando al pernicioso EGO.

De ti depende que hagas tu parte y que difundas los mensajes de redención que te ofrecemos gratuitamente.
A disfrutar de la vida, cuando escojas vivirla en armonía multidimensional.

Te espero aquí.

To do or not to do?

En la lectura anual de Torá que corresponde a los hijos de Israel para esta semana, se ordena que los sacerdotes cada día enciendan el fuego sobre el Altar del Santuario.
Esto nos puede parecer algo bastante lógico y natural, pues, para elevar el sacrificio (animal o vegetal) había que asarlo sobre fuego, así pues, parece evidente y necesaria esta orden de parte de Dios.
Y, sin embargo, si sabemos en realidad la situación del Templo veremos que esta orden es aparentemente bizarra.
¿Por qué?
Pues, en el Santo Templo ocurrían diez hechos maravillosos, uno de ellos, es que el fuego sobre el Altar era "fuego del Cielo", es decir, encendido por el Poder de Dios, sin necesidad de lumbre humana.
¿Está claro ahora la extrañeza de la ordenanza arriba mencionada?
¿Para qué ordenar que los sacerdotes se encargaran de encender el fuego, si era el mismo Dios el que Lo hacía?

Lo que explican los Sabios es una enseñanza para nuestra vida cotidiana.
Si bien es Dios el que se encarga de proveer a cada criatura de todo lo que le es necesario, igualmente las personas deben de esforzarse por alcanzar sus metas.

Confianza en Dios: SÍ.
La propia acción: También.

Lo que nosotros hacemos, no es accesorio, sino que es uno de los "instrumentos" que Dios tiene para proveernos de lo que nos corresponde.

El oscuro poder del EGO y cómo dominarlo

El EGO surge como primer mecanismo de defensa ante el masivo sentimiento de impotencia que inunda al recién nacido.
(Sobre el respecto ya hemos escrito, busca por favor).
Es una herramienta natural, necesaria, absolutamente rudimentaria pero bastante oportuna para los primeros momentos de existencia del individuo humano.
Luego, ya no debiera seguir activo.
Sin embargo, lo normal ((Normal NO ES sinónimo de saludable o correcto.)) es que allí permanece, encendido, usurpando la identidad personal auténtica, desviando la energía vital para su autopreservación, dominando a la persona y llevándolo por sendas terribles.

Gran parte de su “poder” radica en que se asentó en el individuo en una etapa en la cual

  • no impera el pensamiento racional,
  • no cuenta la persona con mecanismos alternativos para su defensa,
  • no tiene la asistencia del lenguaje para elaborar sus temores, angustias, enojos, vacilaciones, dolores,
  • no se puede recurrir a una base de memorias pasadas o experiencias previas,
  • no hay forma de recibir confortación o auxilio efectivo por parte de otras personas,
  • ni siquiera se posee la facultad de hundirse en fantasías reparadoras.

Visto así, estamos a merced del EGO, afincado en lo más vetusto, rancio, oscuro, irracional, inaccesible de nuestro Yo Vivido.

Tengo la idea de que para muchos lectores esta descripción será incomprensible, por lo que no cautivará el interés.
Otros lectores creerán entender algo, probablemente bastante alejado de la intención que tengo al escribir estas líneas.
Otros asentirán y comprenderán, compartirán este esbozo de nuestro ser más profundo y terrorífico, y se encogerán de hombros, agobiados por la impotencia de –aparentemente- no poder hacer nada para extirpar el EGO o al menos dominarlo.

Por tanto, antes de continuar con la elaboración de mi idea medular, pediré de tu parte retroalimentación.
Solamente continuaré cuando varios de ustedes comenten que han creído entender hasta ahora y compartan pistas de por dónde dan sus pensamientos y sentimientos al respecto.
¿Les parece?

¿Dónde hay un lugar para mí?

Una vez el Baal Shem Tov (un carismático líder religioso, fundador del jasidismo) se detuvo en la entrada de una Casa de Oración (lugar en el cual se suelen reunir judíos para rezar al Eterno), y permaneció en la puerta, sin ingresar.
"No puedo entrar" -dijo. "Esta casa está llena de enseñanzas y de oraciones desde el suelo, y de pared a pared. ¿Dónde hay un lugar para mí?"
Ninguno de sus acompañantes comprendía sus palabras, ¿qué estaba diciendo el maestro? ¿Acaso en la espaciosa sala no había un lugar para él? ¿Qué intentaba enseñar con eso de que "la casa estaba llena de oraciones"?
Al ver que aquellas personas lo miraban atónitos, agregó: "Las palabras de aquellos que enseñan y rezan sólo desde sus labios y bocas y no desde sus corazones, no se elevan hasta Dios, ni llegan al corazón de quien las oye. Son pesadas como el plomo, duras como piedra y vacías como un abismo. Por eso es que en este sagrado lugar no hay lugar para que yo pueda estar, pues, el recinto está lleno de palabras salidas de los labios y nada más."

(Versión libre basada en un relato jasídico de Martin Buber)

Amigo noájida, ¿qué aprendes para mejorar tu vida con este breve relato?

Fantasías de poder Yoico

Uno de las parábolas del Maguid de Dubno nos cuenta que:

En cierta ocasión un grupo de turistas ciegos se extravía de su guía.
Los encuentra un malvado bromista que decide jugarles una mala pasada.
Así que, en alta voz dice: "Aquí tienes la bolsa repleta de monedas de oro, tú te quedas a cargo de repartirlas equitativamente entre todos ustedes".
Obviamente que no había tal bolsa, ni las tales monedas de oro; pero ESO los ciegos no lo sabían.
Lo que sabían era que, sin motivo, debían recibir un premio y que no lo habían recibido aún.
Por lo tanto, comenzaron a recriminarse uno al otro, y bien pronto olvidaron que eran amigos y que estaban perdidos de su camino. Pues, ahora lo único que les importaba era reñir para obtener lo que creían que les correspondía.

Preguntas para reflexionar y crecer:

  • ¿Cómo se puede relacionar este relato con el tema de la construcción del Shalom?

  • ¿A quiénes están representando los ciegos extraviados del cuento?

  • ¿Qué simboliza la bolsa con monedas de oro inexistentes?

  • ¿Cómo conseguir la paz nuevamente en este grupo?

  • ¿Cómo vinculas este relato con tu propia vida?

  • ¿Cómo opera el EGO en tu vida?

  • ¿Cómo daña tu existencia, multidimensionalmente, el EGO?

Te agradeceré que compartas tus respuestas aquí debajo, en la sección de comentarios.

Gracias.

Esas “explicaciones” religiosas…

Piglet vivía en una casa muy grande en medio de un haya-árbol, y el haya- árbol estaba en medio del bosque, y Piglet vivía en medio de la casa.
Al lado de su casa había un pedazo de tabla rota que contenía en él: "TRESPASSERS W" ((“Intrusos W”, suponemos que originalmente decía “Trespassers Will Shot” = “Se disparará a los intrusos”.)) .
Cuando Christopher Robin preguntó a Piglet lo que significaba, dijo que era el nombre de su abuelo, y había estado en la familia durante mucho tiempo.
Christopher Robin dijo que no podía llamarse "TRESPASSERS W", y dijo Piglet que sí puedes, porque su abuelo se llamaba así, y la W era la abreviatura de Trespassers Will, que era el diminutivo de Trespassers William.
Su abuelo había tenido dos nombres en caso de pérdida de uno – Trespassers a causa de un tío, y William a causa de Trespassers .

"Yo tengo dos nombres," dijo Christopher Robin despreocupadamente.

"Bueno, ahí lo tienes, eso lo demuestra", dijo Piglet.

De: “In wich Pooh and Piglet go hunting and nearly catch a Woozle, Winnie the Pooh, capítulo 3”. Traducción de Google Translate y mi modesta corrección (se agradece quien quiera mejorarlo).
Leer texto en inglés original: http://www.greeting-cards-4u.com/PooH/PooHBook/chap3.html

Este pequeño párrafo tiene muchas enseñanzas importantes, aunque a simple vista no lo pareciera ((Recomiendo la lectura de la entrada en Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Winnie_the_Pooh)).

En una primera lectura puede resultarnos una charla incomprensible, propia de un soso cuentito para niños, de esos que pululan y llenan de vacío y tonterías las horas y mentes de nuestros hijos.
De esos que a menudo envician desde las pantallas de TV y a los que se añaden mensajes mercantilistas, imperialistas, religiosos, de sumisión a poderes ajenos, de embobamiento y no juicio crítico, etc. ((Si bien hay comiquitas muy interesantes para el estudio, tales como Bob Esponja, Los Padrinos Mágicos, entre otros.))

También nos puede parecer una conversación bizarra, sin sentido. Quizás no de niños precisamente, sino de gente que monologa de a dúos y opinan sin ton ni son.
Yo digo algo que me interesa, sin importarme lo que tú quieres decir; mientras tú dices algo que te interesa, sin importarte que es lo que yo quiero decir.
Esto también es muy frecuente, casi es la generalidad de las “comunicaciones” que nos circundan y de las que participamos, desprovistas de autenticidad, faltas de Yo Auténtico y deseo de entablar conexión real con el prójimo y el mundo.

Para ayudarnos a comprender mejor lo que quiero exponer a continuación te pido que, por favor, releamos el párrafo citado, con la dificultad que conlleva que sea una traducción, y veamos qué podemos aprender.

La gente, tú y yo, asumimos conceptos, prácticas, rituales, creencias, lemas, formas de vida, actitudes ante el mundo, ideolología, tradiciones, simplemente porque están ahí, porque nos han sido alcanzadas, porque las consideramos venerables y de valor.
Son como esa tabla rota, medio escrita, que nos impone una manera de pararnos en el mundo, de comprender la realidad, de asumir una identidad.
Queremos creer que nuestro abuelo (antepasado, líder, maestro, rabino, pastor, dios, emisario celestial, héroe patrio, personaje venerado, etc.) hacía o era tal o cual cosa, aunque en un análisis simple pero sincero reconoceríamos el disparate de nuestra asunción, de nuestra fidelidad de creencia.
Creemos y para mantener la absurda creencia vamos generando justificaciones y excusas.
Un error nos lleva a otro, y a otro, y este a uno más, hasta que por fin estamos tan lejos de la salida que nos dejamos hundir en la pequeñita celda mental que nos asfixia.
Nuestro espíritu grita y llora desesperado, anhelando la libertad, la responsabilidad, la vida, la luz, la plenitud, la bendición, todo para aquello que Dios lo ha creado y lo ha insuflado en nuestro ser; pero nuestro EGO lo mantiene encerrado, atomizado, atormentado, rodeado de paredes, de negaciones, de palabrería, de fantasías, de terrores, de miles de trampas para silenciarlo o simplemente ignorar sus sufridas y necesarias quejas.
Nos vanagloriamos en nuestra propia necedad a la que denominamos sabiduría.
Nos ufanamos de nuestra ceguera a la que llamamos fe.
Nos aplaudimos por nuestra fidelidad que realmente es esclavitud.
Mientras seguimos inventando argumentos, elaborando tesis complejas e intrincadas, llenas de palabrería hueca pero altisonante, simplemente para mantenernos presos de nuestra celdita ridícula, de nuestra personalidad sometida al deseo primitivo del EGO.

En nuestra impotencia nos dejamos engullir por nuestro EGO.
Somos ardientes esclavos de pasiones banales, pero que santificamos.
Somos torturadores, pero nos hacemos pasar por santos.
Somos inquisidores y terroristas, pero nos deleita presentarnos como “victimitas” a las que se les debe perdonar cualquier trapisonda.
Encontramos cualquier pretexto para seguir haciendo lo que nos viene en gana, creyéndonos muy sabios, muy santos, muy inteligentes, muy buenos, muy esclarecidos, muy libres, pero a la LUZ no somos más que pedantes pedazos de carne, comida por el gusano aún en plena vida.
Rimbombantes palabrerías y títulos, amiguitos y maestros, socios y compinches, seguidores y mecenas se suman a nuestra locura, a nuestra invención de un mundo de fantasía, lo que nos hace sentirnos más fuertes, más poderosos, cuando en verdad somos impotentes, nada pudientes, nada misma.

Nos gusta sumarnos a grupos, a masas de anónimos con nombre, a grupejos, a sectas, a foritos, a clasecitas, a aduladores de maestros, a seguidores de patancitos en apariencia bien intencionados pero ávidos de un poquito del sorbo de “poder”.
Es que tenemos a mano un tablón borroneado con palabras que no comprendemos, pero que repetimos como loros llenos de idiocia, que interpretamos a gusto del consumidor, que repetimos como lemas religiosos, para darnos ánimo, para no sentirnos tan poco.

Somos Piglets, pobres bobones viviendo en un mundo ficticio pero poblado de pruebas complejas, elaboradas por mentes sagaces, veloces para huir de la vida.

Mientras hago este análisis del pequeño párrafo del cuento que te cito, veo en mi memoria circunstancias, personas, agrupaciones que han pasado por mi vida, son retratadas con crudeza pero veracidad por estas duras palabras.
Y sé que para el esclavo del EGO estas palabras son solo eso, palabras, aire para dejar correr, cuestiones que no son entendidas y mucho menos asumidas para hacer un cambio radical en la vida, que dirija tus pasos hacia la Vida.

La mayoría seguirá detrás de barbados y pintorescos clérigos religiosos (con título o sin él), en pos de maestros ascendidos que revelan “la verdad” predicando en sus estraditos, venerando líderes que bailotean entre creencias de un día para el otro, genuflexos ante el que aparente poder, adoradores de deidades muertas como sus corazones.
No quieren seguir el camino de Dios, les parece poca cosa, deploran el noajismo aunque anhelan el judaísmo (para luego acomodar las cosas a su pobre criterio y según su apetito).
La mayoría andará adorando dioses, adulando personajes, invitando personalidades a sus hogares, repitiendo lemas y frases huecas pero que suenan tan lindo, comprando libritos y abalorios religiosos, rezando en idiomas ajenos a su esencia, perdiendo su vida pero teniendo a mano siempre muy buenas excusas para hacer lo que hacen.

Todos tenemos tablones podridos con mensajes del pasado, de otros, de los que pautan nuestra vida y que colgamos con orgullo como símbolo de nuestra precaria y aparatosa identidad.
Todos queremos creernos poderosos en los cinco planos de la multidimensionalidad humana.
Todos somos Piglets, aburridos, fracasados, extraviados, pero llenos de fe, de discursos preparados, de frases hechas para invocar, de figuras poderosas a las cuales citar.
Llenos de artimañas, de trucos, de magia para engañarnos y engañar a otros.

Nuestro espíritu se da cuenta, sufre, pero lo encadenamos y amordazamos.
No queremos ser libres.
Odiamos la libertad.
Odiamos que nos mencionen la palabra “responsabilidad”, y “compromiso” y “esfuerzo”… por eso preferimos dioses que nos hacen los mandados, cabalisteros que nos regalan profecías untuosas, maestros que nos halagan hasta el empacho, creencias que nos dan esperanza y sentimiento de paz en la pereza.
Odiamos ser humanos, preferimos ser Piglets…

¿Tú que opinas?

En apariencia cortos pero en realidad amplios

El llevar una vida con apego a las reglas del Eterno y con bases espirituales firmes no es fácil. El principal obstáculo que tenemos es vencer al EGO porque está latente, escondido como un ladronzuelo al acecho del primer tonto que pase frente a él para atacarle. El que solo se enoja solo se contenta, dice un dicho en mi país. Pues algo así pasa con los que andan tratando de debatir o de falsear nuestras bases.

El noajismo no es una religión sino una forma de vida. Se basa en la justicia y lo que es correcto y no en imposiciones ni rituales de ningún tipo. Errar una vez es de humanos, dos es de tontos pero tres es de necios. A veces pensamos que porque solo son siete mandamientos los que nos toca cumplir que con solo que lo hagamos superficialmente ya es suficiente. Esto no es así. Pero hay casos en que cuando tratamos de cumplir con ellos se nos aparecen ciertos personajes en el camino que buscan recurrir a lo que les está vedado para poder falsear nuestras creencias.

Primero que todo, la Torá es para el pueblo judío y por eso es que tenemos a maestros como nuestro querido amigo el Moré que nos guía, porque él sabe qué es lo que nosotros podemos recibir y qué no y el buscar cosas que nos están prohibidas bajo aparentes deseos de bondad, es simplemente otra manifestación del EGO.

Si El Eterno hubiese querido que naciéramos judíos, seríamos judíos. Si El Eterno quiso que naciéramos gentiles somos gentiles. El noajismo no es una escala antes de llegar al judaísmo. El noajismo es una identidad dada a nosotros por El Eterno. Así que cuando vengan esos intelectualoides de cuarta y te critiquen con base a argumentos encontrados en esta y esta otra sección de la Torá, como servidor al Eterno que eres desde un punto de vista gentil, respóndeles:

“Yo no tengo religión porque El Eterno me creó como un ser humano con libre arbitrio y libertad para servirle a Él y a nadie más. No ocupo ser nadie más que yo y a través de la justicia y la rectitud es que llevo mi vida. Si usted lee cosas que no debería de leer, lo único que le puedo decir es que no lo haga por su propio bien; pero en cuanto a debatir la legitimidad de mis creencias o de las suyas sería un debate fútil porque ni yo voy a hurgar en lo que no me corresponde ni usted va a dejar de hacerlo. Lo único que le puedo decir es que El Eterno sólo es Uno y es nuestro Di-s.”

El noajismo es libertad, el noajismo es vida. En apariencia siete mandamientos no parecen ser mucho, pero si realmente buscas cumplirlos a cabalidad te darás cuenta cuán amplios son. La amplitud no está en usurpar lo que no es nuestro sino en perfeccionar lo que nos pertenece. Existen personas con EGO’s de amplísimo tamaño. En la universidad a veces bromeamos de que tenemos profesores que ocupan dos clases, una para acomodar a sus estudiantes y la otra para acomodar al EGO.

¿Cúal ser en su sano juicio buscaría la esclavitud y el dolor cuando es libre y feliz? Entonces, ¿por qué ahondar en lo que no nos pertenece teniendo tanto por hacer? Hoy aprendí una lección muy valiosa para la vida porque como dicen en mi país “por tratar de hacer una gracia hice un sapo.” Esto quiere decir que lo que lleva buenas intenciones a veces puede devengar en malos resultados. “El que solo se enoja, solito se contenta.” “El que hurga en lo ajeno para justificar su egolatría, solito tendrá que darse cuenta de que lo que está haciendo está mal.” La mejor forma de ayudar a nuestro prójimo es dando el ejemplo con nuestra buena actitud. No siempre lo podemos lograr pero eso no significa que tengamos que desfallecer sino más bien utilizar los fracasos como fuente de conocimiento para evitar caer nuevamente.

La hermosura de la vida es que cuando se deja al EGO de lado se puede vivir a plenitud. Solamente imagínate cómo sería el mundo si dejáramos de lado al EGO. Si has herido, ofrece una disculpa y arrepiéntete, si has hurgado en lo que no te tocaba, ofrece una disculpa y no hurgues más. El verdadero arrepentimiento aunado a un legítimo esfuerzo de no errar es la rectitud y la bondad es buscar que las personas llevemos una vida humana, es decir, una vida digna y por buenas lides. Y para aquellos que busquen deslegitimarte, no les hagas caso, ofréceles www.fulvida.com para que comiencen a empaparse de la verdad y se unan a los que le servimos al Eterno y buscamos la construcción de Shalom.