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¿Anti navideño?

A minutos de que termine el 24 de diciembre, 2013, les cuento que en las últimas horas he visto el intercambio de comentarios y de mensajes entre personas gentiles que se declaran como noájidas y cómo se preocupan para desligarse del mito cristiano, de la fiesta idolátrica, de los ritos y encantamientos de esta fecha navideña.

Muchos realizan rituales contrarios a lo habitual para quienes conmemoran estas fechas. Con ello demuestran que siguen presos de la religión, no por participar de ella, ciertamente que no, sino por no haberse podido desligar y poner su mente y corazón en otros asuntos. ¿Para qué y por qué hacer un “anti pesebre” si uno está convencido de que todo es una patraña sin valor espiritual? ¿Es más sabio quien hace eso por ello? ¿Jugar a la ironía para desmitificar pero sin salir del mito? ¿Se pretende enseñar a otros lo ridículo del mito o los rituales que lo circundan?
No se es libre en tanto se siga con las cadenas, aunque se las arrastre como en juego, aunque se las decore para que parezcan otra cosa, siguen siendo las cadenas de la cuales se presume –o pretende- estar librados.
Es comprensible.

Hay otros que se afanan en declarar que no participan de cenas familiares, ni tienen nada que celebrar, y aborrecen siquiera les mencionen al Papa Noel o cualquier otro chirimbolo navideño. Parecieran al borde del infarto cuando alguien les saluda con un “Feliz Navidad”.
Es comprensible.

Están los que se preocupan por lo que aprenden sus hijos, lo que ellos sufren por no cantar villancicos junto a los otros parroquianos, a que no abrirán regalos con ojos esperanzados a la mañana. Sí, son padres atormentados por sentir que sus hijos son discriminados, o lo sean por andar por la senda noájica. O les aterra que la tía, o abuela, pasen por encima de la autoridad paterna y les den regalos en nombre de Santa, y les mencionen al niñito Jesús que murió por nuestros pecados, y al buen Padre Dios que sacrificó salvajemente a su hijito sin pecado para salvar a los hombres, y…
Entonces, se esmeran en tratar de justificarse delante de sus hijos, adiestrarlos en cómo responder ante saludos e invitaciones navideñas, les imponen la fiesta judía de Januca con sus regalos como reemplazo, hacen esto y aquello para apartar la idolatría de sus pequeños en estos días.
Es comprensible.

Estas tres posturas comparten al menos un elemento en común, puede decirse que son reactivas y no proactivas.
Se posicionan como anti navideñas, pero no aportan realmente algo trascendente a cambio (en mi evaluación).
La primera juega a la fina burla y la apariencia de superación, sin dejar el contacto con aquello que provoca aversión.
La segunda se hermana a la fobia, y como tal reacciona con evitación u hostilidad.
La tercera los pone como padres sobreprotectores ante el peligro que representa la idolatría cristiana (en sus diversas facetas) y en vista de su poder material y atractivo sensorial.

¿De estos tres tipos, y los que existan que no mencionamos es que tomaron la idea los inventores del Grinch?
Por favor, quiero que se comprenda que no estoy haciendo un juicio de valor sobre estas personas, a las que comprendo en sus reacciones (las comparta o no).
Simplemente quería mencionar esto que me ha llamado tanto la atención, pero no solamente como un observación (más o menos apegada a la realidad), sino para tratar de aportar algo para la construcción de shalom.

Por ello, quiero dejar un par de ideas para los del tercer tipo, si me permiten el atrevimiento.
Son solo modestos pensamientos sin mucha elaboración, a la espera de que alguno de ustedes ayuden a profundizar.

Es importante enseñar bien a los hijos a no ser esclavos de los mitos ni de las imposturas sociales.
Muy importante que tengan en claro que no son cristianos (o de la religión X) y que por tanto no les corresponde la parafernalia de esa religión.

La cuestión es que no hay que hacerlo por estar próxima la Navidad (Pascuas, o lo que fuera), sino que es una tarea para todo el año.
El mensaje no debiera ser anti algo, sino constructivo, de conocimiento, de apertura. Que el niño aprenda a priorizar, a preguntar, a analizar, a decidir, a ser responsable, a ser comprensivo, a construir shalom. Porque, es fácil enseñar a odiar, a estar en contra, a ser enemigo y hacerse de ellos; pero con ello no están siendo conducidos por la senda de la Verdad.
Mejor es que conozcan y puedan amar su propia identidad espiritual de noájidas. Que aprendan de noajismo, lo que les sirva de judaísmo y se les brinde herramientas para sintonizar su Yo Vivido con su Yo Auténtico. Que se los eduque para ser libres y felices, constructores de shalom, activos en la bondad y la justicia.
Que no se conviertan en autómatas que repiten lemas, ni aceptan consignas por fe.
Que no sean reactivos al cristianismo, sino noájidas a plenitud.

No es necesario entrenar guerreros noájidas, sino educar a personas que se dediquen a construir shalom por medio del noajismo.
Son cosas diametralmente opuestas.
El guerrero tiene como meta la destrucción del enemigo, su vida gira en torno a él.
El obrero que construye shalom busca mejorar su interior para mejorar lo exterior.

¿Se entiende cuál es la modesta idea que les presento?

A los hijos no habría que criarlos para no ser cristianos, ni poner el énfasis opositor en las épocas navideñas.
Más bien, criarlos para que descubran su propia identidad y vivan acorde a a ella, todos los días, en cada momento posible.
Construir shalom.

Entonces, los riesgos de caer en la idolatría, como en cualquier otro pecado o aberración, se reducen drásticamente.
El EGO seguirá activo desde su base cerebral, mantendrá sus tentáculos actuando, tentara con religiosidad y otras voluptuosidades; pero, allí donde hay AMOR, el EGO desfallece.

———

(Es un texto que originalmente escribí para publicar en FULVIDA.com, pero comparto también en serjudio.com. Tengo varios motivos para ello, uno de los cuales es el riesgo que corren también almas judías que se deslizan por el resbaladizo camino hacia el abismo).

La Suerte Está Echada: mismas acciones, mismas consecuencias, mismos resultados

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¿Será parecida la actitud del mundo contemporáneo con la del mundo de la era del Diluvio?

Yo quisiera que me ayudaran a responderme esta pregunta; que me tiene un poco inquieto.

En una conversación con un querido amigo, experto en el tema, me indicaba que no había mayor diferencia entre la actitud de ambas generaciones. Ambas, han llamado a lo malo “bueno” y viceversa; y me expuso varios ejemplos, entre otras cosas más.

Yo por mi parte, insistí en que no. No puede ser posible que todos los hombres de la tierra se pongan de acuerdo para corromper de tal manera al mundo, que hasta la naturaleza se vea afectada para mal a ella misma, por el comportamiento del humano. Tal y como si pasó con la generación Pre-Diluvio.

No quisiera adornar esta idea que tengo, con muchas palabras, o llamadas de atención maternales y tiernas. Quisiera expresar mi idea crudamente.

La cosa es así de simple:

1.)    Si tengo razón, y la generación actual es, y las próximas serán, distintas a la “diluviana”, entonces hay posibilidades de que haya un despertar de conciencia mundial (que tal vez estemos  viviendo su inicio; sea el caso del Medio Ambiente, la apatía de mucha gente hacia la religión heredada, el rechazo a la crueldad animal, la solidaridad de la comunidad internacional cuando ha pasado una catástrofe natural en algún país, los avances de la ciencia-tecnología y medicina, etc) que nos lleve a vivir en lo colectivo a la verdadera era mesiánica (http://fulvida.com/2013/03/24/era-mesinica-interna/ )

2.)    Si el querido amigo tiene razón, y no hay diferencia entre la generación pre-diluvio y la nuestra, estamos jodidos.

La Suerte estaría echada querido socio. No se puede esperar resultados distintos haciendo las mismas cosas. Porque cuando Dios prometió no destruir más al mundo POR AGUA debido a los desvíos de la generación del diluvio, no dijo que luego no lo haría por acción del fuego, la tierra o el aire, debido al desvío de las futuras generaciones.

Noten:

«Yo pongo Mi arco en las nubes como señal del pacto que hago entre Yo y la tierra.
Y sucederá que cuando Yo haga aparecer nubes sobre la tierra, entonces el arco se dejará ver en las nubes.
Me acordaré de Mi pacto que existe entre Yo y vosotros, y todo ser viviente de toda clase, y las aguas no serán más un diluvio para destruir toda carne…”
(Bereshit / Génesis 9:13-16. Tomado de http://serjudio.com/rap1301_1350/rap1311.htm . Lo subrayado no está en el original.)

No lo se…pero a mí me intranquiliza un poco el hecho de que dejara tan “Numerus clausus” esa norma legal, sin posibilidad de incluir los otros elementos, en caso de un eventual desvío en el comportamiento generacional.

Refuerza mi inquietud el hecho de que propios intérpretes oficiales de la norma recalcan el hecho de que Dios prometió no destruir más por agua al mundo, a pesar de que tal vez el mundo merece una nueva destrucción; y no mencionan nada de los otros elementos. Véase:

“…Ya no era meramente la luz refractada en el agua en suspensión, sino que ahora además era una señal del pacto entre el Eterno y la tierra. El pacto de que las aguas no causarían nuevamente la extinción total. Y también es la señal de que la humanidad está descarriada, y está siendo merecedora de otro diluvio mundial, pero que el Eterno en Su Misericordia se apiada y no permite la masacre final…” (More Ribco, mismo artículo. Lo resaltado en negro es propio)

Si mi amigo tuviera razón, y esta generación esta cometiendo los mismos errores y los mismos olvidos de sus obligaciones divinas..¿¿Eso significaría que estamos a las puertas de otro desastre mundial que diezme a la humanidad y a la vida en la tierra, pero esta vez no por diluvios??

¡¡ Preguntas…preguntas…!! (Diría el More Yehuda)

Y no esta tan lejos esa interpretación.

Después del diluvio, apareció otra generación  peor: la generación de la Torre de Babel. Se nos cuenta que en esta ocasión, las naciones estaban unidas en un solo idioma, ideología, tendencias, igualdad de derechos, igualdad de pensamiento, etc; y que también debido a su desvío, El mundo sufre una nueva catástrofe de tal magnitud, que dio como resultado un éxodo humano.

Y en lo que interesa trascribo:

“…Luego de algunas generaciones, cuando la tierra se repobló, el Hombre compartía una misma lengua y un mismo pensamiento. En esta era la crisis que sobrevendría no se fundamentaba en la intolerancia hacia los otros, sino en la altanería y presunción frente a Dios. Por eso elevan una inmensa torre -la famosa Torre de Babel- que quiere penetrar los cielos para destronar a Dios del mando del mundo. En esta ocasión la catástrofe se centra en la Humanidad, pues las naciones pierden su unidad, surgen diversos idiomas, ideologías, tendencias, provocando finalmente la separación -casi irreconciliable- entre las personas que por primera vez se sienten diferentes…” (http://serjudio.com/dnoam/noaj61.htm . El resaltado es propio).

Cuenta el Rav Mordejai Katz que para esta generación de humanos, paz y la hermandad que existía entre ellos (¿existirá hoy en día en la nuestra?) fue lo que les salvo el pellejo.

Noten:

“..El Rav Mordejai Katz, en «Aprender y enseñar.», nos instruye:

«…este pueblo está unido…»
(Bereshit / Génesis 11:6).
La generación del Diluvio no tenían respeto por el Eterno, y se dedicaron a todo tipo de inmoralidades y actividades destructivas («la tierra estaba llena de robo»). Pero, la generación de la Torre de Babel fue incluso peor, ellos se rebelaron directamente contra la autoridad del Eterno. ¿Por qué, entonces, los primeros fueron destruidos en tanto que los segundos meramente fueron dispersados? Nuestros Sabios nos enseñan que la generación de la Torre tenían un mérito significativo que les valió la indulgencia del Eterno: paz.
Así como eran malvados y desafiantes contra el Eterno, ellos tenían paz y armonía entre ellos.
Esto sirve como una lección poderosa para nosotros, acerca de la importancia de la paz y la hermandad…
” (Tomado de http://serjudio.com/bereshit/noaj65a.htm . Lo resaltado en negro y subrayado no está en el original)

¿Existirá algún hombre que pueda saber si nuestra generación está cometiendo los mismos delitos que la generación del diluvio; o si en esta generación de humanos carece de la misma paz o armonía que había en la de la de la Torre de Babel, para que el resto podamos saber con meridiana claridad si estamos o no a las puertas de una catástrofe mundial por tierra, fuero o aire?

Conclusión: Que se yo.

Lo unico que tengo claro es que usted o yo querido lector, al menos podemos ser por los que no hayan catástrofes en nuestro hogar, vecindario o provincia.. o hasta más ¡¡ (http://serjudio.com/dnoam/noaj61.htm)

Lo único que se puede hacer es cumplir individualmente con nuestro deber, y esperar… (http://fulvida.com/2012/08/19/lo-que-el-eterno-pide-del-gentil/ )

Gracias de antemano por sus comentarios.

 

 

 

 

¿Felices fiestas?

Saludos navideños, estamos rodeados por ellos.
Los vecinos, el portero, en el súper, en la tele, por la radio, en la calle, allí donde mires, donde te estaciones, por donde pases, alguien saludará.
Podrán ser “felices fiestas”, “feliz navidad”, “merry christmas”, “feliz año nuevo”, “feliz 2014” o cualquiera similar.
La gente lo dice por formulismo, igual que cuanto te preguntan “¿Cómo estás?” cuando te ven, y esperan que tu contestación sea también el ritual “Bien, gracias” o algo parecido.
O tal vez lo expresan de todo corazón, sintiendo que es una especie de bendición, de buen augurio, porque te desean cosas buenas y así lo aprendieron a codificar.
Creo que es muy improbable que alguien te lo dispare con ánimo maligno y malicioso, o esperando convertirte a su fe por ello, o abusar de ti al saber que no eres “creyente”. Seguramente habrá de estas personas, pero no me parece que abunden a tu alrededor.

En resumen, esas buenas almas te saludan con toda su buena onda, o porque es la costumbre hacerlo así.
No te persiguen, no te hostigan, no te quieren convertir, ni te predican su religión con este saludo.

Sin embargo, quizás te pase como a mí, que no me gusta.

¿Qué hacer?

Sabemos de los orígenes idolátricos de esta festividad cristiana, sea más acá o más allá, de un dios o de otro, es igualmente negativo y contrario a la espiritualidad.

Entendemos que se vincula profundamente con el terror de los primitivos humanos del hemisferio Norte al llegar a la estación de mayor oscuridad, frío y sensaciones terribles. Ellos precisaron inventar dioses fantásticos, espejos del EGO, para sentirse arropados, con un salvador, esperanzados en que el sol retornará, etc.

Es evidente que el cuento de Jesús es eso, un cuento, hábilmente preparado por los amos del imperio romano para seguir en el poder. Cambiaron, un poco, para usar menos las armas y esclavizar usando las cadenas de la fe.

Tenemos conocimiento que en épocas pasadas los “creyentes” aprovechaban estas fechas para maltratar a los judíos y otros “herejes”, haciendo todo tipo de barbaridades muy poco acordes con el extraño dogma de tener una religión de amor y un dios amoroso.

Es claro que actualmente la faceta idolátrica-religiosa ha derivado un poco hacia el consumismo, gorditos en trajes rojos, regalitos, cenas impresionantes, petardos, lujuria y todo tipo de excesos. Se sigue adulando al EGO con todo ello, y levantando excusas como atalayas para seguir encerrados en celditas mentales que hacen que la máscara ocupe el lugar del rostro.

Todo eso lo tenemos más que sabido, por ello, ¿qué hacer cuando esa buena persona, a la que apreciamos y estimamos, nos dice sinceramente “feliz navidad”, o saludo similar?

En años anteriores creo que compartí el mismo consejo: ¡responder con amabilidad y cordialidad!
Aprovechar la ocasión para construir shalom.
Podrías contestar con algo parecido a: “Muchas gracias, le deseo lo mismo a usted”, o “Felicidades”, o “Que tenga un año excelente”, o hasta quizás “Felices fiestas”.
No es necesario pararse en un pedestal y dar cátedra sobre noajismo o judaísmo a gente que no quiere o no puede escuchar y aprovechar el mensaje. Tal vez habrá ocasión luego, porque tú no has cerrado la puerta a la comunicación, sino que la has abierto para ser tenido en cuenta y respetado, porque has respetado y tenido en cuenta al otro en su otredad.
Eso no significa que te lances a saludar tú primero con: “Feliz navidad”.
Tampoco que participes en fiestas celebrando este fecha idolátrica (si no me equivoco este tema también lo hemos trabajado en años anteriores, si quieres puedes buscarlo y compartir el link aquí mismo).
Pero, la cortesía con la firmeza, la bondad y la justicia, son el camino para construir shalom.
Esa buena gente te saluda con toda su simpatía, te consideran como para desearte felicidad y bienestar. Recuerda que seguramente están encerrados en sus celditas mentales, son esclavos del EGO y por ello de la religión, no por voluntad o deseo de hacer el mal. Entonces, sé compasivo, comprensivo, constructor de Shalom.
Quizás te guste hacerte ver, llamar la atención, dejar constancia que eres diferente y no uno de ese montón de bizarros adoradores de falsos dioses. ¡Bien por ti! Pero, ¿no será ésta una postura que emana del EGO en vez del AMOR? No lo sé, eres tú quien debe analizarlo y responderte a ti mismo.

Por mi parte, confieso que no me sale fácilmente responder con un “felicidades” o “feliz año” ante los saludos que recibo. Está bien que así sea, mientras aproveche la oportunidad para construir shalom y no para sembrar confusión y caos.
Ya habrá tiempo para ofrecer un buen pan espiritual, para mostrar el paisaje y que la gente mire y se deleite.
Pero, no podemos obligar a des-aprender, ni presumir de una santidad que seguramente no tenemos.

¿Qué te parece a ti?

La Bendición de la Ley y el Orden nos hace Humanos

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Ten fe en el derecho, como el mejor instrumento para la convivencia humana; en la justicia, como destino normal del derecho; en la paz, como sustitutivo bondadoso de la justicia. Y sobre todo, ten fe en la libertad, sin la cual no hay derecho, ni justicia ni paz.” Profesor Eduardo J. Couture E. (“Los Mandamientos del Abogado”; mandamiento 8)

!!Que bendición es gozar de grados de libertad y vivir en una sociedad bajo el imperio de las leyes¡¡

Sean de orden positivo o negativo, un sistema normativo hacen de cualquier sociedad un “reino de los cielos”.

Las leyes y sus límites hacen del hombre un verdadero Ser Humano; un ser filiado a algo más que a sus propios instintos, a la materia o a la energía.

Pero hay algo mas divino que la bendición de las leyes: La Libertad. El Profesor Couture propone la siguiente ecuación: Libertad, Derecho, Orden, Justicia, Paz.

Los cinco principios ordenados jerárquicamente hacen que haya en cualquier clan social una convivencia humana, no animalesca. No existiría Egos sincronizados  si las bases sociales no fueran tan móviles (religiones, sistemas políticos disímiles entre sí, etc, etc; léase http://fulvida.com/2012/12/18/ego-colectivo-y-era-mesinica/); pero a pesar de ello, en nuestra sociedad no es cuestionable ninguno de los cinco principios. Ninguno lo vemos malo o innecesario. No nos gusta ni los ladrones, ni los estafadores, ni los asesinos, etc; gozamos de leyes, de Tribunales, de instituciones públicas, de cierto orden, etc.

¡!¿No es una bendición?¡¡

Pero parece que no siempre fue así.

Se nos enseña que existió una generación de gentes que se transformaron de Seres Humanos a algo parecido a un humano, porque elevaron el deseo egoísta por encima de la Libertad, el Derecho, el Orden, la Justicia y la Paz; hasta el
grado de que, toda la generación de común consenso, divinizaran al deseo egoísta y vivieran en función de él.

Mi respetable lector, yo no puedo imaginarme algo así. Por poner un ejemplo, yo logro imaginar, tal vez, algún loco que se autodenomine dios, y que tenga seguidores, detractores, críticos, opositores, etc. Yo logro imaginar algún estado que regule el robo como algo bueno, o el asesinato o el aborto..o que se yo; habrán otros estados que los critique, intervenga o sancione. Logro imaginar alguno que otro país que en nombre de su dios y su libro sagrado decapite gente, estrelle aviones en otros países, violente los derechos humanos de sus ciudadanos, etc..Habrá otros países que se impongan sobre ellos, que lleven a la justicia a tales, etc.

¿Pero toda UNA GENERACIÓN que haga como cosa buena tales actos?

Léase bien: TODA UNA GENERACIÓN ¡¡¡¡

Imagínese por un momento nuestra generación, el mundo entero, en comunes acuerdos todos, de renunciar a la Libertad, Derecho, Orden, Justicia, Paz; e implementar como resultado un “modus vivendi” de “sálvese quien pueda y como pueda”.

Yo no logro imaginar algo así; el hombre ya no sería Hombre, sino algo parecido a un humano. Yo no logro imaginar que mi generación, pierda el sentido común, y el espíritu humano, y se pase los principios mencionados por donde “la espalda pierde su dulce nombre”, para sustituirlos por una era del hombre lobo del hombre, todo por buscar una espiritualidad basada en el egoísmo puro.

Tal y como mencionó el señor Maimónides:

“..Tú sabes que cualquiera que no tenga esta forma (espíritu) que describimos no es un hombre, sino un animal con la forma y apariencia de un hombre, pero dotado de la facultad, que no tienen los demás animales, de causar toda clase de daños y males; porque el intelecto y la razón que le estaban destinados para alcanzar una perfección que le ha sido inasequible, los emplea para omnímodas maquinaciones malignas, resultando, en consecuencia, algo semejante al hombre o su parodia.” (Moré Nebujim 1:7).” (Tomado de http://fulvida.com/2013/06/17/la-edad-del-universo-y-la-del-hombre/ )

Pero lo cierto es que una generación lo hizo; y si el querido lector me siguió en el link http://fulvida.com/info/pecados_gene.htm que puse en el artículo anterior, pudo constatar lo que les menciono. Y si no me siguió, acá le trascribo lo que interesa:

“… ¿Cuáles eran los pecados de estas generaciones?
Eran culpables de idolatría, derramamiento de sangre e inmoralidad.

Idolatría

-«Ellos le decían a D-s, ‘Apártate de nosotros, porque no deseamos conocer Tus caminos. ¿Quién es el Todopoderoso para que lo tengamos que servir? ¿Por qué le debemos rezar?’»(Iov 21:14- 15). Ellos reforzaban su independencia de Hashem adquiriendo experiencia en hechicería. Abandonaron a su Hacedor Supremo y servían a ídolos.

Derramamiento de sangre

Eran asesinos. Su depravación era similar a la que luego encontramos en la perversa ciudad de S’dom (como se explicará en parshat Vaiera, «La perversidad de S’dom»).

Inmoralidad

Estas generaciones rechazaban el mandamiento impartido a Adam (1:28), » Procread y multiplicaos.» Dado que su meta en la vida era gratificar sus instintos, trataban de reducir al mínimo el número de hijos que engendraban. Esto explica las atrocidades que prevalecían en esos tiempos.

– Los hombres tomaban dos esposas, una con el propósito de engendrar hijos, la otra para el placer.

– Se intercambiaban sus esposas.

– Arreglaban «contratos matrimoniales» entre hombres y bestias, legalizando de esta manera relaciones prohibidas.

– Los jueces mismos eran corruptos.

Hasta los animales imitaban sus caminos corruptos; el perro se unía con el lobo y el gallo con el pato.
Sin embargo, Hashem habría indultado a estas generaciones perversas si hubieran pecado inconscientemente. Pero a ellos les enseñaron las seis mitzvot encomendadas a Adam que incluían la prohibición de la idolatría, el asesinato y el adulterio. Fueron castigados porque prefirieron ignorar los mandamientos de Hashem. A pesar de esto, Hashem habría continuado siendo paciente y moderado si no hubiese sido por el pecado adicional del robo.

Robo

Hashem dijo «El fin de todo ser llegó ante Mí» (6:13).
-¡La acusación de ladronería llegó ante Mí y por lo tanto no puedo prolongar más el castigo!
¿Cuáles eran las costumbres de la Generación del Diluvio? Si un hombre traía una canasta llena de arvejas, inmediatamente una multitud lo rodeaba y se las arrebataba. Cada uno tomaba hábilmente una pequeña cantidad que valía menos que una prutá (moneda pequeña). La canasta se vaciaba rápidamente. Sin embargo, la víctima no podía presentar su problema ante el juez porque cada uno de los inculpados podía alegar que había robado una cantidad tan minúscula, que no era pasible de castigo según la ley.

R. Eliezer caminaba por la calle y le pidió a uno de sus alumnos que le trajera una astilla de madera del cerco que rodeaba un viñedo para usarla como escarbadientes. A pesar de que el cerco era propiedad privada, era evidente que el dueño no se iba a rehusar a que le saquen una minúscula cantidad de madera sin valor. Sin embargo, R. Eliezer cambió de parecer y dijo:- ¡No me traigas la astilla! ¡Los demás podrían seguir mi ejemplo y provocar eventualmente la destrucción del cerco!

R. Shimón ben Elazar contó – Una vez una niña me dió una lección en materia halájica. Yo atravesaba un campo cuando la niña me llamó: -¡Rabi éste es un campo privado! -Pero estoy caminando por el sendero- repuse. -Este sendero – contestó – fue marcado por ladrones como usted.

Una de las costumbres de esa generación era la de desplazar los cercos que divide a cada vecino para extender cada uno su propiedad. Además se robaban habitualmente ovejas los unos a los otros. Si alguien veía un buey o un burro en manos de un huérfano desamparado o de una viuda, se lo arrebataba. La gente estaba tan temerosa de que le roben la ropa que llevaban puesta, que decidieron que era más seguro caminar desnudos.
¿Por qué el veredicto final de culpabilidad recalcaba el pecado de robo más que los delitos de idolatría, derramamiento de sangre o inmoralidad. La respuesta es que el robo consume los cimientos básicos de toda civilización. El concepto de que la propiedad ajena no puede ser robada, forma parte del sentido común. Cuando Hashem juzga a una persona que es culpable de varios delitos, existe uno que lo delata por sobre todos los demás, el pecado de robo.» (Tomado de «El Midrash dice» Bereshit, Volumen I)…

Les confieso estimados socios, que al inicio pensaba escribir una opinión personal sobre la similitud entre de los delitos de dicha generación con la nuestra.

Pero luego de releer el artículo, confieso que he llegado a creer que a la par de dicha generación, la nuestra es una de santos, y el sentimiento que me embarga es de gratitud por la era, la parte del mundo, el país, la provincia y la ciudad en donde vivo.

De mi parte, le agradezco que me haya leído hasta aquí, y anticipadamente por su comentario. Buena Semana.

 

 

Navidad Pagana

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Por Irving Gatell (**)

Me da mucha risa leer tantas publicaciones en donde se intenta demostrar que la Navidad es una celebración «pagana», y que si uno la celebra, sin saberlo está adorando al Diablo, a Odín, a Osiris, etc.

Me parece una estupidez.

El primer error es el uso banal del término «pagano». Quienes lo aplican a quemarropa, en términos generales se refieren a que la Navidad no es una festividad de origen judío. Desde el punto de vista judío, el asunto es muy simple: los no judíos pueden festejar lo que se les pegue la gana cuando se les pegue la gana.

Curiosamente, los que más se la pasan señalando la Navidad como algo «pagano» (entiéndase: no judío) ni siquiera son judíos.

Yo no celebro la Navidad por cuestiones obvias, pero hay cosas que me encantan. Recuerdo que una vez, a mediados de Diciembre, subí a un taxi en el centro de la Ciudad de México. Buen conversador el taxista, de unos 40 años. Nos quejamos del tráfico navideño y del caos vial propio de esta urbe. Y, en esa lógica, se me ocurrió comentarle que por lo menos la ventaja es que seguramente tenía mucha demanda de pasaje. Su respuesta fue fascinante: sonrió, se le iluminó el rostro, y me dijo «¡Sí! Ya salió el dinero para los regalos de mis hijos!»

La sonrisa de un padre que podrá llevar regalos a sus hijos. La sonrisa de los hijos cuando vean sus regalos.

Pueden quejarse de todo lo que quieran: de los orígenes paganos de la Navidad, o del consumismo desaforado de la época. Pero todo aquel que no sea capaz de disfrutar al ver la emoción de un niño al destapara un juguete, tiene atole en las venas. Del mismo modo, todo aquel que no sea capaz de indignarse al ver a todos los niños que pasarán la Navidad pidiendo dinero en la calle, no merece ser llamado humano.

Pero volvamos al punto: desde una perspectiva estrictamente religiosa, los no judíos no tienen ninguna obligación de celebrar o dejar de celebrar lo que establece o prohíbe el Judaísmo. ¿Que la Navidad es pagana? Pues celébrenla paganamente, y disfrútenla. ¿Qué el árbol de Navidad es vikingo? Pues celébrenlo como vikingos (¿no es encantadora la escena en la primera película de Thor, donde el héroe regresa de un bar cargando a un ya vejete de origen escandinavo, profesor de física, lo tumba como bulto en su cama, y cuando Natalie Portman le pregunta si está bien, Thor le contesta «bebió como vikingo, peleó como vikingo; ha honrado a sus ancestros»?).

Ya dejen de ver paganismo y al diablo en todos lados. Dejen a la gente celebrar lo que se le pegue la gana. Insistiendo por aquí o por allá que tal o cual fiesta es pagana y que en realidad se adora al diablo, lo único que hacen es exhibir que los verdaderos adoradores del diablo son, justamente, los que lo ven por todos lados.

Yo sé que la filantropía y los buenos deseos deberían durar todo el año, pero si de todos modos tienen la oportunidad de hacer feliz a alguien en estos días, háganlo. Y así como muchos amigos no judíos se han embelesado viendo las Janukías en nuestras casas, a mi no me molesta ver árboles de Navidad encendidos (me refiero a los foquitos, no a las idioteces que hacen algunos pseudo-anarquistas) en las casas de mis amigos cristianos.

En las tradiciones herméticas, el árbol de Navidad tiene un simbolismo bellísimo. Sí, es vikingo. Sí, a los vikingos también los hizo D-os.

Pese al tráfico y al ruido, hay muchas cosas disfrutables de esta época, y sigo sin encontrar un sólo versículo de la Biblia que diga que pasarla bien es pecado.

Feliz Navidad!

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(**) Escrito realizado por el escritor Irving Gatell, y publicado originalmente sin título, en su cuenta en una red social.

Un ateo hablando de Dios y del Mito de la Tora

panorama

Yo quisiera expresar libremente mi opinión, tal y como es típico en Fulvida.

Como puede corroborar el lector, en este sitio no hay posturas «oficiales» que se deban seguir sobre temas tratados. Es usted libre de creer, pensar, opinar o actuar, y esos grados de libertad no se encuentran en cualquier parte  ( http://fulvida.com/2013/05/05/los-judos-creen/ ).

Así, yo quisiera continuar expresando mi opinión (http://fulvida.com/2013/10/08/cada-cabeza-es-un-mundo-este-es-parte-del-mio/ ), sobre dios y los mandamientos, recalcando que no necesariamente tienen que ser compartidas por cualquier otro lector, ya que no soy ni la voz oficial de nada ni represento a nadie.

Aclarado el punto, quisiera que me acompañen con la lectura del siguiente texto encontrado en FULVIDA: http://fulvida.com/info/pecados_gene.htm

El texto, de autoría del querido y respetado Profesor Ortiz, puede dividirse así:

Primera Parte: Generación Pre-Diluvio

Entre lo que vale destacar:

-Humanos concebidos, nacidos, caminando, hablando en un mismo día.

-Humanos con una fuerza física descomunal, al punto de ver a los leones y panteras como pulgas; fuerza que aumentaba con la edad.

-Humanos más longevos de lo natural.

-Trabajaban la tierra solo una vez cada 40 años, y ésta producía para un periodo igual.

-No existía las estaciones del año; así las cosas, todo el tiempo era primavera.

A mí en lo personal, me cuesta aceptar (e imaginar) seres humanos de tal envergadura; así como me ha costado aceptar la idea de vírgenes concibiendo hijos, que a su vez, son su propio papa.

Me cuesta creer en la idea de fundos tan fértiles que produzcan en las cantidades y en el lapso de tiempo que se nos cuenta.

Imposible también para mí el creer que ni los ciclos de rotación o traslación de la tierra, o la inclinación de su eje, no permita las distintas estaciones del año, para las zonas terrestres que logran disfrutarlas.

Todo lo anterior, en lo personal, me parecen muy bonitos, pero antinaturales conceptos; que al igual que los cuentos cristianos, tienden a desviar la atención del “creyente”  hacia la más absurda creencia y hacia al abismo de los mitos.

Y para muestra, no es casualidad encontrarse en este sitio y en serjudio.com, personas que tanto insisten en cambiarse a judíos; o refiriéndose a dios como “di-s,d-os, -ios, di-s”; o haciendo consultas sobre la posición de los astros en su nacimiento; o confundiendo fe con creencia; o preguntando sobre “metratrones”; o solicitando explicaciones exégetas sobre pasajes bíblicos, y vaya a saber cuántas otras cosas más.

Todo parece girar en torno a lo irracional, a lo ilógico, a la fe absurda típica de los creyentes que buscan como no dejar morir el mito para dejar nacer a la razón.

Sin embargo, el artículo no queda ahí, como un “cuento de navidad” que alimenta la superstición de los ya de por sí supersticiosos participantes y comentaristas, sino que propone un ejercicio mental espeluznante; porque muestra una radiografía casi exacta de la realidad social en que vivimos, y digna para un artículo de cualquiera que se atreva.

Pero el punto a que voy, querido lector, es no quedarse en “lo bonito”, lo fantástico o mitológico del relato; no deducir en que el día que la humanidad cumpla con lo que le corresponde, se trasformará el planeta en un super planeta, y el humano en un super humano, tal cual vaticino jose luis de jesus miranda a sus incrédulos seguidores.

Segunda Parte: Rebelión Consciente Al Sistema Jurídico y Judicial

Entre lo que se puede resumir:

-Adhesión a conceptos creyenseros de los hombres (idolatría), lo que los hizo desenfrenadamente estúpidos ( ¿casarse con una bestia no es estupidez? ¿Caminar por las calles sin ropa no es de alguien orate? ), asesinos, adúlteros, “Swingers”,  y ladrones.

Pero ninguna de esas acciones y delitos empezaron gratis o por si solas. Nos cuenta el artículo que todo empezó por un desvío CONSIENTE y VOLUNTARIO, hacia La Idolatría. Aunque a mí me gustaría llamarla “idiotez”; porque nadie listo aceptaría perder su capacidad de razonar; o bien, aceptaría voluntariamente renunciar a su posibilidad de pensar.

Apunta dicho artículo, que esa generación se transformó en algo parecido a humanos, cuando aceptaron lo que hoy se acepta inconscientemente por puro temor: “la fe en dios”; o lo que es igual, la superstición.

Renunciaron torpemente hacia lo único que daba orden, y por consecuencia, a la “buena vida”, su Sistema de Justicia, su compendio oral de leyes lógicas; perdiendo así su verdadera identidad: La Humana, para dar campo a algo parecido a un humano, solo que sin la facultad de razonar.

Todo esto dio un resultado inevitable: un colapso del Sistema De Justicia, y por ende, de la sociedad misma.

Considero que la muerte por ahogamiento fue lo más humano para dicha generación; porque “…o dios los mata, o ellos mismos se encargaría de autoeliminarse cruelmente…”.

Pero lo cierto es que todo el aparato de autodestrucción que nos relata el artículo, fue iniciado cuando esas personas se adhirieron a la Fe, al Mito, a los dioses, a la creencia vacía y hueca, al prejuicio infundado, a la religión o religiones, al mito de la biblia, a antinaturales conceptos, etc.

Así, considero, que cuando nosotros, aun llenos de prejuicios religiosos heredados aunque los neguemos, nos consagramos en la lectura de los  artículos de Fulvida así como los publicados en Serjudio, lo hagamos con la mayor disposición de  utilizar nuestros propios recursos intelectuales disponibles, nuestra propia identidad y patrimonio de gentiles; y no con los lentes de nuestros antepadados; mentes hastiadas de conceptos heredados.

Esto para no caer en el mismo castigo de dicha generación; el cual no creo que haya sido  La Muerte, sino  VOLVERSE “NO HUMANOS”.

No quiero que se me mal entienda, en el hecho de que ataco la herencia de Israel o de sus libros sacros (http://fulvida.com/2013/01/08/el-no-vivo/ ), o que pongo en tela de duda el Código Noajida (http://fulvida.com/2013/05/29/como-sabemos-quien-fue-nuestro-bisabuelo-o-tatarabuelo/ ); solamente insisto en que el hecho de que tenemos una oportunidad única que pocas personas tienen o aprovechan, tanto el Fulvida.com como en Serjudio.com, de liberarnos de tanto pero tanto prejuicio e ideas absurdas sobre dios, religión, fe, creencia, etc; que sería una lamentable pérdida si no se logra aprovechar para mejorar y convertirse en un ser humano.

Si esa generación de personas, consiente y voluntariamente, renunciaron a su humanidad… consiente y voluntariamente retornemos a ella… !! Mientras aun haya tiempo..¡¡

 

1. No adorar ídolos.

2. No blasfemar.

3. No asesinar.

4. No mantener relaciones prohibidas.

5. No robar.

6. No comer parte de un animal que aún esté vivo.

7. Establecer cortes de justicia.

 

¿Eres nada?

En muchas personas, de todas las edades, se puede distinguir un sentimiento de “no futuro”, lo que equivaldría a un “no sentido”, y al vivir vacío.
Algunos pueden enfocar este sentimiento en lo jóvenes, otros en los jubilados, también en los muy entrados en años, y para otros esto incluye a los adultos en “edad productiva”.
El vacío que se trata de llenar con compras, sexo casual, adquisición de títulos y saberes, paseos turísticas, ingestas desenfrenadas, likes en el Facebook, adicciones variadas, fanatismo de diversa índole, religiosidad y rituales, enfermedades, o cualquier otro elemento que pareciera servir como relleno para esa empanda hueca que resulta ser la propia existencia.

No es un sentimiento novedoso, no es producto de nuestra Era ni de las ideologías imperantes.
Supera las barreras de tiempo, espacio, creencia y se ubica con el hombre desde sus orígenes.

Tomemos como muestra tan solo un ejemplo bíblico.

"’Insignificancia de insignificancias’, dijo el Predicador; ‘insignificancia de insignificancias, todo es insignificancia.’
¿Qué provecho tiene el hombre de todo su duro trabajo con que se afana debajo del sol?"
(Kohelet / Predicador 1:2-3)

No hay provecho en nada, todo es insignificante, banal, vacío.
Así como venimos, nos vamos.
Nuestra existencia es un destello mínimo, un puntito perdido en la infinitud del cosmos y los tiempos.
Nada vale, somos nada.
¿Qué es el futuro, entonces?
Una copia de este momento insufrible, más oscuridad, más falsas esperanzas, un tiempo para repudiar.
El vacío corroe, destruye, sumerge.
La impotencia está por todos lados y pareciera que nada logra escapar a ella.

Entonces, se sigue viviendo por inercia.
Apáticos, sin compromisos, faltos de ingenio y creatividad, encadenados al miedo, faltos de adaptación, rumiando esperanzas y promesas que se sabe nunca se concretarán.
Repitiendo al sabio de antaño:

"Como salió del vientre de su madre, desnudo, así volverá; tal como vino, se irá. Nada de su duro trabajo llevará en su mano cuando se vaya.
Éste también es un grave mal: que de la misma manera que vino, así vuelva. ¿Y de qué le aprovecha afanarse para el viento?
Además, consume todos los días de su vida en tinieblas, con mucha frustración, enfermedad y resentimiento."
(Kohelet / Predicador 5:14-16)

Parece que lo único seguro es la inseguridad, la oscuridad, la impotencia.
De en medio de este torbellino de pesadilla emerge un supuesto salvador, un libertador, un viejo amigo (que con el paso del tiempo se volvió un feroz enemigo camuflado), el EGO.
Aquel que de manera natural está para socorrernos en momentos de impotencia, que nos ayudó a obtener atención y supervivencia en los primeros días de vida terrenal.
Se levanta como un dios, como un ídolo para ser reverenciado, al cual encadenarse, al cual amar, al cual temer, al cual adorar.
Seduce con sus promesas, invade con sus estrategias, paraliza en tanto provoca ilusiones de libertad.
Allí está el EGO, Ietzer haRá en la terminología tradicional, una pequeña zona primitiva de nuestro cerebro, que opera desde los abismos de la inconsciencia para arrastrarnos y esclavizarnos. Sus herramientas originales son mínimas, limitadas pero efectivas: llanto, grito, pataleo y desconexión de la realidad (con lo que se deriva de ellas). Con esto le da para convertirse en el rey y seguir su reinado de decepción y terror, pero con innumerables promesas de poder y bendición.

El EGO se inviste en dioses, ídolos, héroes, personas de renombre, líderes, clérigos, cualquier otro que sea un aparente fuente de poder o conecte con ella.
El EGO, al tiempo que hunde en la desesperación y el caos, promete paz y éxito.
Asegura ilusiones de bienestar y poder, mientras trabaja para mantener al hombre encerrado en su pequeñita celdita mental.
Estimula a desear el control de todo, incluso de aquello que no hay como controlar.

El hombre se siente vacío, nulo, nada, sin futuro.
Los días pasan a veces con promesas de un mejor tiempo, pero que no será en este mundo, o no en estas condiciones, o cumpliendo con X requerimientos que indudablemente resultarán en fracaso.
Quizás pueda parecer que sometiendo a otros, con hostigamiento, con violencia, con agresiones, provocando dolor y sufrimiento, se obtiene una dosis de poder. Pero no es real. Es una ilusión de poder, que probablemente tiene sus efectos materiales pero en poco y nada sirve para elevar al hombre por encima de su angustia, de su miedo, de su sentirse vacío y condenado a la impotencia.

¿Cómo salir de esta prisión?
Hemos dado varias pautas a lo largo del tiempo que encontrarás en este hogar.
Quizás quieras compartir con nosotros algún resumen de lo que públicamente compartimos y a ti te ha servido para construir shalom en tu vida.

El mismo fraude

Desde que el mundo es humano, hay avivados que se aprovechan de la necesidad de poder, de confianza, de creer de los otros.
Con un par de repetidos trucos y un poco de ingenio, se amañan para vender fantasías, comerciar con humo, cambiar oro por espejitos de colores.
Podría parecer extraño, pero no paran de aparecer incautos que están ansiosos por vender “su alma al diablo” (es lenguaje poético, no confundir por favor) siempre y cuando reciban promesas de éxito, ventajas, riquezas, amor, PODER.
Solo precisan eso: promesas de poder. Aunque las evidencias demuestren la falsedad, aunque haya testimonios que certifican el engaño, aunque existan leyes que lo prohíban, aunque todo juegue en contra, el ansioso de sentirse poderoso seguirá como ciego, nulo, irracional el dictado de su deseo y adquirirá el falaz producto que le hará sentir poderoso, salvo, amado, sano, bendito. Pura fantasía, cara fantasía, peligrosa fantasía, que no para de producirse y venderse a cada rato.
El artista de la estafa no deja pasar la oportunidad, con un producto, con otro, pero siempre en el fondo es el mismo aburrido cuento: alguien desesperado para no padecer más la sensación de impotencia que se sumerge en delirios de grandeza, en promesas de poder, por lo cual pagará hasta lo que no tiene y perderá hasta lo que posee.
¿Qué venden y cómo se enriquecen a más no poder las religiones, los cabalisteros, los gurúes, los sanadores milagrosos, los fabricantes-vendedores de objetos mágicos, los astrólogos, los seudo científicos con improbables herramientas alquimistas, los mano santas, los “rabinos” milagreros, los fraguadores de pirámides multinivel, cualquiera de los clérigos mesiánicos, líderes y jefes de sectas, los traficantes de la fe en cualquiera de sus versiones?
Todos hacen su negocito, con más o menos habilidad para el engaño, con mayor o menor conciencia de la estafa que representan. Ellos creen obtener algún poder sobre sus víctimas (y a veces lo consiguen materialmente), así como éstas creen obtener algún tipo de poder místico-cósmico que resolverá tales o cuales angustias y sentimientos de culpa. Todos sin excepción, víctimas y victimarios forman parte de un engranaje de esclavitud, de miseria, de falsedad, de EGO. Aunque algunos se enriquezcan (y muchas veces en cientos de millones de dólares) y otros tengan dominio sobre vidas, no dejan de ser todas almas que padecen en la celdita mental de sus propios EGOs.

Desde el punto de vista del embaucador, hay que prometer poder, al mismo tiempo amenazar con toda clase de inconvenientes, sufrimientos, impotencias para aquel que rechace el ofrecimiento.
Hay que engrandecer los mágicos beneficios que se obtendrán, hacerlos maravillosos, increíbles, imposibles de alcanzar de otra manera, porque aunque con razonamiento mesurado toda la fantasía se caiga, es más fuerte el sentimentalismo, el ansia, la codicia, el deseo de poder.
Hay que regodearse en la impotencia actual de la víctima, en lo que falta, en el fracaso, en el miedo, en el éxito de otros, en la vergüenza de ser miserable, en la humillación de quedar fuera de la nave de los salvos, agrandar la imagen de dolor y pesadillas que se tienen y se temen.
Hay que hundir en sentimiento de impotencia al comprador, dando la única esperanza a través del producto/servicio que se está ofertando a precio carísimo.
Hay que prometer y prometer, mucha promesa, cuanto más irreal e imposible de comprobar mejor.
Hay que someter a escarnio, a humillación, a dudas, a desear lo inalcanzable. Hay que hacer sentir el miedo, recordar el espanto de la soledad, los engaños sufridos, la sombra permanente de la impotencia, hay que llevar al borde de la desesperación para ofrecer luego pan y agua junto a promesas maravillosas de salvación ideal.
Hay que presentarse de manera prolija, simpática, risueña, expeliendo aroma de triunfo y seguridad. Hay que conducir el más vistoso carro, vestir los más refinados trajes, lucir la más suculenta compañera, llenarse de brillos y reflejos; o, dar la imagen del serio y reservado hombre piadoso, señor de los misterios, en ropas de religioso pundonoroso. Hay que demostrar que uno está por arriba de los demás, pero es capaz de bajar al llano, donde se encuentra el comprador, para ofrecerle esa mano milagrosa. Hay que desarmar a los otros con la presencia de gloria, con amenazas a los contrarios, con la palmada dulce y falsamente amistosa. Hay que usar el disfraz necesario, el título rimbombante, el figurín que atraiga como un imán a los sedientos de poder. Hay que admirarse como hombre del dios, elegido por el destino, iluminado con la clave del poder universal y rodearse de acólitos, tontos y mercenarios para amurallarse detrás de sus adulterados elogios.
Hay que prometer poder, uno increíble, cuanto más fantástico será más fácil de vender.
Hay que ofrecer aquello que no es posible demostrar, y si se quiere demostrar que sea con testimonios trucados, experiencias fingidas, publicidad engañosa, pretendidos expertos en la materia que solamente aspiran a obtener su porcioncita de poder o dinerillo.
Sí, hay que desligarse de toda lógica y razonamiento y poner las satisfacciones prometidas en un tiempo remoto, en un estado absolutamente diferente, en un mundo por venir, en un próximo negocio que saldrá.
Hay que permitir que la ilusión del EGO, nuestro primer salvador, siga su curso, y forme al rebaño detrás del que se ofrece como líder.
Si el premio no se obtiene, en algo fracasó la víctima, no el sistema o el vendedor. No tuvo suficiente fe, no pagó lo necesario, dudó, se apuró, otra persona hizo “un trabajo” para que tropezara, hay una fuerte lucha “espiritual”, todavía no era el tiempo de la cosecha, mala suerte, torpeza del comprador, etc.
Siempre el estafador encontrará la manera de que recaiga sobre la víctima el fracaso, de ese modo lo asegura en una situación de impotencia lo que le requerirá mayor inversión para alcanzar la prometida esperanza. El perdedor cooperará para tapar el asunto, para encontrar justificativos, para hacer que otros caigan junto a él, pero en lo posible dejar en alto el honor de su victimario… es que, en el fondo sigue creyendo en esas promesas de poder que tan bien le supo engalanar el vendedor de ilusiones.
Y, repito, cuanto más fantástica e improbable (imposible de probar) sea la promesa, más ingenuos corren a comprarla.
Así, el mejor cómplice del defraudador es su víctima.

Siempre el mismo patrón, sea en los engaños religiosos, en volteretas seudo espirituales, en eventos místicos, cultos “cabalísticos”, negocios en fraudulentas pirámides multinivel, en esquemas Ponzi, venta de objetos curativos, dólares falsos, tiempos compartidos desastrosos, cintas rojas contra el mal de ojo, bendiciones de sabios para curar maldiciones, peregrinaciones a tumbas de santos, reliquias de mártires, charlatanería seudo científica, medicina criminal, compras de votos, clientelismo político, supuestas reencarnaciones, pagar para poner papelitos en el Muro de los Lamentos, falsos profetas de todas las épocas, lideres religiosos camaleónicos (D. Hernández, al ejemplo), pago por recitación de salmos, amuletos y otras supersticiones (aunque las ofrezcan “rabinos”), prelados vendiendo indulgencias, conversiones al judaísmo online, recuerdos de otras vidas, sanaciones espirituales, cultos varios, negocios fáciles y rápidos donde con poca inversión se obtienen inmensos beneficios, fraudes y más estafas, siempre el mismo patrón, siempre el deseo de poder de la víctima cegando el camino al entendimiento y discernimiento.
Y, no es cuestión de inteligencia, ni de conocimiento académico memorizado, ni de aptitud para el ingenio, puesto que hasta los más notables y calculadores son esclavos también de sus EGOs. Recuerda, el EGO toca resortes que son más profundos que la zona del cerebro propiamente humana, nos hace reaccionar de manera primitiva, animal, allí donde la grandeza humana queda reducida a unas neuronas juguetonas y a unas hormonas traviesas.
Así, el genio junto al escuálido se juntan a adorar las mismas patrañas, el rico con el hambriento, el opulento con el lumpen, quien habla hebreo con el extranjero, todos por igual sirviendo a su sed de poder, a su añoranza de librarse de la impotencia.

El sagrado texto nos presenta el primer caso registrado de una de estas estafas de “venta de poder”, acompáñame a releerlo.

"Y el serpiente, que era el más astuto de todos los animales del campo que el Eterno Elokim había hecho, dijo a la mujer: -¿De veras Elokim os ha dicho: ‘No comáis de ningún árbol del jardín’?
La mujer respondió al serpiente: -Podemos comer del fruto de los árboles del jardín.
Pero del fruto del árbol que está dentro del jardín ha dicho Elokim: ‘No comáis de él, ni lo toquéis, no sea que muráis.’
Y el serpiente dijo a la mujer: –Ciertamente no moriréis.
Es que Elokim sabe que el día que comáis de él, vuestros ojos serán abiertos, y seréis como Elokim, conocedores del bien y mal.
Entonces la mujer vio que el árbol era bueno para comer, que era atractivo a la vista y que era árbol codiciable para alcanzar sabiduría. Tomó, pues, de su fruto y comió. Y también dio a su marido que estaba con ella, y él comió."
(Bereshit / Génesis 3 1:6)

El mismo esquema, se repite y cambian solo algunas circunstancias y eventualidades.
Mira como actuó Jushai/Husai en 2 Shemuel / II Samuel capítulo 17, vendiendo espejitos de colores y a Abshalom comprándolos (el motivo del consejero y la justicia del hecho no la estamos evaluando, sino el método así como el resultado).
Mira 1 Melajim / I Reyes capítulo 22, para encontrar cómo operaban los falsos profetas y contrastarlos con el profeta de la verdad, para otro ejemplo.
Mira Iejezkel / Ezequiel capítulo 13, y verás una descripción bastante ajustada a la actualidad, con toda su manga de mercachifles y estafadores cabalisteros que van uniformados como lo que se supone “ortodoxo” y lideres de generación.

Estudia el pasaje de Bereshit, usa el conocimiento que compartí contigo, observa como actúa el vendedor de humo y cómo opera el EGO de la víctima.
Luego, si tienes suficiente fortaleza multidimensional, trata de ver en qué puntos eres tú una víctima o un victimario.
Si te encuentras identificado, tal vez sería hora de comenzar un proceso de corrección.

Un gran paso en rectificarse se encuentra en estas simples pero sagradas palabras: “tamim tihie im Hashem Elokeja” – “Íntegro serás con el Eterno tu Dios” (Devarim / Deuteronomio 18:13).
No estamos en el camino del Eterno cuando nos complicamos con cosas innecesarias, cuando dejamos de ser simples para aparentar santidad, ni cuando pretendemos alcanzar un poder que no tenemos ni nos corresponde.
Seamos simples, seamos claros, seamos íntegros.
No vaguemos sedientos de poder detrás de espejismos.
No desperdiciemos la vida, la única que sabemos que tenemos. Sino mejo vivamos con entereza, disfrutando a pleno de lo que tenemos permitido.
En las inspiradas y sabias palabras del salmista:

"[Canto de ascenso gradual] Bienaventurado todo aquel que reverencia al Eterno y anda en sus caminos:
Cuando comas del trabajo de tus manos, serás feliz, y te irá bien.
Tu mujer será como una vid que lleva fruto a los lados de tu casa; tus hijos serán como brotes de olivo alrededor de tu mesa.
Así será bendecido el hombre que reverencia al Eterno.
¡El Eterno te bendiga desde Tzión [Sion]! Que veas el bien de Ierushalaim [Jerusalén] todos los días de tu vida.
Que veas a los hijos de tus hijos. ¡La paz sea sobre Israel!"
(Tehilim / Salmos 128)

Sin disfraces, sin laberintos de imposiciones rigurosas, sin patrañas, sin superstición, sin magia, sin promesas improbables, sino una vida plena, feliz, de satisfacción, aquí y ahora, de compromiso, de trabajo, de esfuerzo, de dedicación, completa, real, espiritual porque se asocia a lo material.
Atiende el consejo para que vivas.

¿Talit mesiánico?

Los mesiánicos, esos gentiles cristianos que se hacen pasar por judíos, no paran con sus engaños y mentiras.
Alguien me hizo llegar una dirección en donde se ofrece a la venta (y a un precio abusivo) un “talit mesiánico”.

A primera vista puede parecer un talit (manto ritual judío) moderno.
Pero, pronto se ven las diferencias que lo apartan de la verdad, de lo espiritual, de la vida.

Tiene adornos idolátricos, de evidente contenido cristiano, como el pez (originalmente vagina de la diosa de la fertilidad), que se confunde con una menorá una estrella de David. Es un símbolo pergeñado en tiempos recientes por los mesiánicos y otros grupos de cristianos que se hacen pasar por judíos para cometer sus tropelías y llevar a la “salvación”, o correctamente dicho, la perdición aquí y en la eternidad.

Le han cosido lo que pudiera parecer la berajá (bendición), como en muchos telitot modernos se ven.
Pero, no es la bendición tradicional y consagrada, sino una burla que alaba a la falsa deidad, al falso mesías, al pecador Jesús, bajo el alias que le quieran regalar.
Su sentido es absoluta y groseramente idolátrico, erróneo y falsificador.

Si alguno de esos cristianos disfrazados de lo que creen judío lo dice, según algunas autoridades rabínicas su pecado no es tan grave como si esto lo hiciera un judío.
En lo personal, y es mi humilde opinión, esta aberración enferma a cualquiera, sea gentil o judío, con la abominación de la idolatría, de la mentira, del engaño, de la falsa santidad, de la burla a la deidad, de la apropiación de contenidos de otros, entre otras cosas.

Igualmente, es de muchísimo cuidado que las personas judías no cometan el error de adquirir y usar uno de estos TRAPOS MUGRIENTOS, al confundirlos por ignorancia con un verdadero manto ritual apropiado para el judío.
Es que, es más que probable que algún judío termine usando una de estas estafas, al no tener noción de su propia tradición, al ignorar lo correcto y poder evaluarlo. E incluso, en ocasiones los mantos son adquiridos por gente con muy buena onda, tías, amigos, etc., que pasan por una tienda de judaica en sus viajes y lo quieren regalar al novio judío que se casará o para el joven en su bar mitzvá.
Ya en el pasado he visto gente que fue engañada en su buena fe, al comparar falsos tefilín, por ejemplo. En ellos el engaño era con un evidente sentido económico, una estafa monetaria, al vender cajas de cartón al precio de sagrados tefilín.
Pero, con estos mantos impúdicos ya no solamente se estafa en lo económico, sino que se agrede directamente lo espiritual, lo consagrado, aquello que pertenece a la nación judía, que es parte de su cultura, de su tradición, de sus mandamientos, de su pacto sagrado con Dios.

Valga la aclaración, para que la buena gente ande con mucho cuidado.
Los piratas de la fe no descansan.
Cada vez inventan otras estrategias para seguir adorando a sus EGOs, y engordando sus cuentas bancarias, sus iglesias, su aparente poder.
Así como hay estrafalarios mercaderes de “Kabbalah”, que venden superstición, adhesión a la ignorancia, falsa espiritualidad, sectarismo, entre otras cosas; están estos habituales piratas, que se camuflan, se hacen pasar por lo que no son, buscan información para elaborar nuevas técnicas de dominación y manipulación.
Cuidado, por favor.
No solamente van a perder dinero en algo falso, también pueden perder cosas mucho más importantes y eternas.

Si les parece, difundan, compartan, ayuden al prójimo a no caer en la trampa.

Al Estudiante con Cariño

Cum-Laude---Summa--GoldUno de los más grandes pasos que dimos para nuestra vida, ha sido no aceptar  nada ni ninguna verdad por “fe ciega”.  Ante una posible verdad, dicha o leída, asumimos una actitud de investigador; nunca de súbdito, ya que esta última lo que esconde es la falta de control o impotencia ante el no saber o no entender.

Pero lo cierto es que nunca fue así. Se nos educó para obedecer y no para pensar o analizar; para seguir a la mayoría u obedecer a los que detentan cierto poder o control. Como canes entrenados, se nos premiaba la obediencia,  sea con promesas salvadoras, o calificaciones.

Al ser el cuerpo el primer banco de memoria (http://serjudio.com/exclusivo/cterapia/el-cuerpo-conoce), las primeras satisfacciones sentidas por el reconocimiento a la obediencia o la frustración por castigo a la desobediencia, complejizó más el descubrimiento de la verdadera vocación y habilidades, para transformar al ser en un buscador de reconocimientos dejando de lado su real identidad y vocación (http://fulvida.com/2012/12/18/ego-colectivo-y-era-mesinica/).

Tal y como lo apunta el artículo trascrito, no existe un EGO colectivo, sino que los comportamientos son sincronizados por haber bases movibles; esta hipótesis es fácilmente visible porque mientras por un lado está el estudiante recipiente de información anhelando satisfacer su EGO, por otro está el maestro trasmitiendo el “rigor mortis” del programa de estudio, sin posibilidad de variación en lo más mínimo y sin un ápice de fomento al análisis; y nada sincronizado a voluntad.

Sin duda, la memoria, sea corpórea o neuronal, es una gran herramienta de sobrevivencia, pues sin la primera no habría esa marca indeleble de terror que detona al EGO para poder sobrevivir; y sin la segunda no tendríamos como hacer conjeturas, suposiciones o experiencias. Sin embargo, el lugar de que el activo natural EGO se quede en su lugar, en la parte primitiva del humano, extralimita su función e impide “independizarnos” de él, sin dejar campo al pensamiento, a la vocación, identidad, al verdadero yo; y lo que queda es un ser contaminado de la sensación de seguridad que da el EGO satisfecho, que ve en la memoria neuronal una zona segura.

Por otro lado están los educadores, que apuestan a la seguridad del rito, de lo programado y esquemático. Los que con su extremo legalismo imponen su verdad; su única verdad, sin matices ni variantes. Con el poder de poner calificaciones de conformidad al programa establecido, crean un ser autómata de su propio deseo de satisfacción, con pocas probabilidades de que esa alma explore sus otros recursos aparte de la memoria.

Y todo, girando al compás de la más perfecta sincronía, sin que medie voluntad alguna. Unos memorizando para su propia satisfacción, y otros trasmitiendo datos memorizables para tener el control.

En lo personal, la propia vida me ha enseñado una lección: cada quien atraviesa situaciones que no se resuelven con lo memorizado individualmente, ni con el confort que da los EGOs sincronizados; sino que exigen de esa habilidad que cada quien posee, pero que hartamente se ignora. En palabras del querido maestro: “…Lástima que en la vida cotidiana no dirige el intelecto, sino que está adormecido, a media máquina, más ocupado en cuestiones pasajeras y banales…”  (http://serjudio.com/exclusivo/cterapia/toledot-5773la-clave-de-la-bendicin-y-gozo)

O en palabras del señor Cabral (que en paz descanse): “…Mi abuelo, era un hombre muy valiente que sólo le tenía miedo a los boludos. Un día le pregunté ¿por qué? Y me dijo: Porque son muchos,.. Por temprano que te levantes, a donde vayas, ¡Ya está lleno de boludos!, y son peligrosos porque son mayoría...”

Tal vez por eso pienso que para el investigador y el que cuestiona le es más sencillo adaptarse a esos cambios que la vida presenta; sin quedarse indolente a expensas de obtener otra vez más el narcótico de la sensación de confort que caracteriza al súbdito. Tal y como se opinó en el artículo anterior: “.. Es necesario que encontremos cual de los rostros dibujados por el Yo Vivido pueden calzar a la perfección para representar a nuestro Yo Auténtico. Establecer un canal de comunicación entre ambos. Para que de ese modo se consiga el concurso del plano emocional, a través de un trabajo del intelecto, para liberar a la persona del yugo del EGO…Fue necesario satisfacer con placer legítimo al plano emocional, brindarle deleites permitidos, que gozara de lo que es aceptable…”

En palabras sencillas, se puede y es justo tener satisfacción por el gane de las materias o de la carrera, o estar de luto por la pérdida de una de ellas; sin suponer que nada de eso determina la verdadera habilidad o vocación la cual está allí, virgen y escondida detrás de deseos ególatras de cada uno, y que se resiste a ser sincronizada o suplantada.

Yo espero no haberme equivocado en mi vocación, ni en mi habilidad. Y espero que usted tampoco mi querido lector. Pero si fuese así, el deseo es que pronto retornemos a lo que por derecho nos corresponda, y que nuestro espíritu crítico y analítico no siga escondido nunca más.