«Había un picapedrero que se ganaba la vida picando rocas en la montaña. A menudo se lamentaba de su suerte: «¿Porqué fui destinado a un trabajo tan humilde y bajo?»
«Que maravilloso debe ser ser grande y poderoso» dijo el picapedrero. «Cómo me gustaría ser rey». El picapedrero no sabía que éste era justamente su momento de gracia, durante el cual se le concederían todos sus deseos. De repente se vio transformado, era el rey aclamado por la multitud. «¡Qué maravilloso es ser el más poderoso de la tierra!».
Después de un rato, comenzó a sentirse incómodo. El fuerte sol brillaba sobre él, haciéndole transpirar. Y concluyó: «¡Entonces el sol es más poderoso que yo! Quiero ser el sol».
Inmediatamente se transformó en el sol. Podía impartir luz y calor a todo lo que había en el mundo. Pero de repente se sintió muy frustrado. Deseaba dirigir sus rayos hacia un punto determinado pero no pudo hacerlo. Una gran nube se había colocado por debajo de él, y obstruía sus rayos. «Si una nube puede frustrar el sol, entonces la nube es más poderosa. ¡Deseo ser una nube!». Como una nube grande y pesada, se sintió muy poderosa, al arrojar torrentes de lluvia cada vez que lo deseaba. Pero su júbilo duró poco, pues repentinamente fue arrastrada por una violenta corriente de aire contra la que se sintió impotente.
«¡Ajá!», exclamó. «¡El viento es aún más poderoso que una nube! Entonces seré el viento».
Transformado en viento, sopló sobre los bosques, derribando árboles altos. Pero de repente, se sintió bloqueado. Se había topado contra una montaña alta, y por mucho que soplara, no podía pasar. -«¡De modo» dijo, «que una montaña es más poderosa que el viento!». «Entonces deseo ser una montaña».
Como una montaña poderosa se irguió majestuosamente. Ahora sí que era el mas poderoso.
De repente sintió un dolor agudo. ¿Qué era esto? El picapedrero, con un hacha afilada, estaba arrancándole pedazos. «¿cómo puede ser?», preguntó. «Si alguien puede desmembrarme, es porque existe alguien aún más poderoso que yo. Deseo ser ese hombre».
Su deseo le fue concedido, y se transformó en el más poderoso de todos: ¡un picapedrero!»
Sencillamente somos gentiles, somos personas comunes y corrientes que cumplen el pacto con D-os, que Él mismo establecio con nosotros, tal como esta escrito: «Miren, Yo establezco mi pacto con ustedes y con sus descendientes…(Gen.:9:9),es decir nosotros, descendientes de nuestro ancestro Noaj.
No somos una religión, una secta o cualquier cosa que cruze por tu cabeza en este momento. Tan solo llevamos a cabo la Voluntad de D-os, la cuál esta plasmada en la Torá.
Es dificil explicar quienes somos, es muy dificil. Pero con el ejemplo de vida despertaremos la curiosidad en los demás. Es un reto, un desafío que es ineludible.
Tú lector quien quieres ser?, Un rey, el sol, una nube, el viento, una montaña o un hombre que sigue la voluntad de D-os, al cual se lo conoce con el término de Noajida o Gentil justo.
Eres tu quien falta, decide quien quieres ser. Estudia, escudriña, indaga, conpenetrate con lo que es tuyo, pues a tí te fue dado una herencia. Tu decides vivir una vida de mentira, llena de idolatria o decides vivir una vida de verdad, una vida donde se cumple, donde se crece, donde uno se realiza y se siente completo, donde uno no ambiciona una identidad ajena pues esta orgulloso de ser quien D-os eligió que sea.
Es hora de que pongas los pies sobre la tierra y asientes tu cabeza, no creas que sera mejor tu vida si hubieras sido esto o aquello, si hubieras tenido las cualidades de fulano o las caracteristicas de sultano. Tú eres único, elevate, enorgullecete de ser quien eres, porque tu Amo, Él esta orgulloso de quien eres y espera que te realices como siervo fiel de Él, que de una vez por todas dejes de ambicionar, de fantasear, de pensar en mitologías e idolatrias y vivas a pleno tu servicio como una persona común y corriente que sirve a D-os. Sin máscaras, sin disfraces, sino como lo que tu eres, tan solo como lo que eres, un hijo de Noé.