Todas las entradas de: Jonathan Ortiz

Un gentil con sentido. Colaborador en la expansión del noajismo.

Dinero: ¿bendición o maldición?

Una gran mayoria de las personas mide su valor propio dependiendo de lo que tienen en su cuenta bancaria. Mientras más tienen, mejor se siente consigo mismas. Puesto que colocan demasiada energia en acumular dinero, este llega a representar la vida misma.

Algunos piensan que son ellos y solamente ellos los responsables de su éxito, que su habilidad e inteligencia lo hizo todo. El verdadero reto que presenta la riqueza es este: No ser engañados por nuestro ego sino recordar que el Creador quien nos da el poder de ser prósperos.

Esto no significa que tu éxito no sea un resultado de tus esfuerzos, seguro lo es. Además, es un deber hacer todo lo posible y permitido para que nos vaya bien, no sólo sentarnos a esperar que el dinero nos llegue. Debemos reconocer que es la bendición de lo Alto, y no únicamente nuestro esfuerzo, lo que crea la riqueza.

Por si mismo, el dinero puede convertirse en una maldición. El dinero puede causar ansiedad interminable, sin importar cuánto tengamos, nunca podremos asegurar que de alguna manera lo perdamos.

Cuando pones el tema del dinero en perspectiva y reconoces por qué te fue dado, entonces se puede convertir en una bendición en lugar de lo contrario. Al usar tu dinero con propósitos caritativos y filantrópicos en lugar de gastarlo en deseos momentáneos, tu dinero se torna eterno.

El poder de la caridad no te permite ahogarte en los intereses del ego. Los actos de bondad y amabilidad son virtuosos, pero dar dinero para caridad es la manera más poderosa de elevar tu alma, ya que esto implica dar una parte de todo lo que tu eres: tus habilidades, tus esfuerzos, tus ambiciones, tu compasión.

La llave para abrir la puerta de la caridad es entender que ésta es más que un regalo para quien recibe, en realidad quien más recibe es el dador. La necesidad de ser caritativo es una de las necesidades humanas más fundamentales, tal como precisamos comida, protección y amor, necesitamos compartir lo que nos ha sido dado. Si una persona con riquezas da de manera arrogante, pensando que está haciendo un gran favor, tristemente se equivoca: el favor está siendo hecho a él. Enseñaros los Sabios: «Más de lo que el rico hace por el pobre, el pobre hace por el rico».

Desde una persèctiva netamente financiera, uno puede argumentar que la caridad simplemente reduce los recursos financieros de quien da. Pero cuando reconocemos  que es la bendición de lo Alto la principal fuente de la riqueza, la caridad se convierte en la mejor de las inversiones. Si alguien tiene dificultades financieras en su negocio, él deberia incrementar sus contribuciones para incrementar la bendición para su riqueza. Como dicen los que saben: Haz donaciones, de manera que puedas prosperar. Las donaciones abren nuevos canales de riqueza desde lo Alto.

Como noájidas debemos trazarnos como meta incrementar nuestras donaciones. Deberiamos inspirarnos, e inspirar a otros, para hacer caridad como un hábito regular de nuestras vidas.

¿Deseas invertir para lo posteridad a través de esta noble organización?

Deja tu mensaje aqui abajo.

¿Cómo sabemos que el noajismo es verdad?

Sabemos que los Siete Mandamientos dados a Noaj no se encuentran explicitados en una lista en la Escritura Hebrea, además sabemos que a pesar de ello los Sabios utilizan cierta sección de las Escrituras Hebreas (Libro de Bereshit, lo relativo a los patriarcas) y de la Tradición Oral Judia (Talmud, Sanhedrín 56 a y b) para enseñar la existencia de dichas leyes.

Pero, ¿cómo sabemos que el noajismo no es una suerte de juego «Teléfono roto»?

El resultado usual del juego «Teléfono roto» es que en el momento en que se alcanza el final de la linea, el mensaje es diferente que al inicio. ¿Por qué? Porque las reglas del juego demandan que el mensaje deba ser transmitido a manera de susurro y rápido, y repetir no es permitido.

Ahora, qué tal si organizamos 50 lineas con 50 personas en cada linea y alguien le dice una palabra a la primera linea. Luego que la palabra llegue al último de la primera linea, este se encarga de decirla a la siguiente linea y así hasta terminar todas las 50 lineas. Al finalizar todas las 50 lineas le pedimos a todos que digan de cuál palabra se trató. Para nuestra sorpresa, todos y cada uno de ellos dicen la palabra correcta.

Las enseñanzas que el pueblo judio preservó fueron, y aún son, transmitidas en voz alta, clara y despacio. Las leyes fueron cuestionadas y examinadas. Una misma ley fue revisada N veces antes de pasar a la siguiente ley.

¿Piensas que la palabra que ellos están diciendo es la misma palabra que ese alguien originalmente pronunció?

Lo más probable es que así sea.

La inquietante pregunta seria: «¿Cómo pasó?

Aqui está el secreto: El sistema de transmición del noajismo es el preciso opuesto a las reglas del «Teléfono roto». Las enseñanzas del noajismo no fueron relatadas ni transmitidas en silencio, rápidamente y una única vez. Todo lo contrario, las enseñanzas del noajismo, fueron, y aún son, transmitidas en voz alta, clara y calmadamente. Las Siete Leyes son sometidas a estudio y examinadas. La misma ley es revisada N veces antes pasar a la próxima ley. Y más importante aun, todas estas leyes son experimentadas, no sólo estudiadas.

Mira, por ejemplo, este artículo Lo que la Torá indica acerca de los gentiles, y verás a sabios actuales hablando de las mismas enseñanzas que ellos aprendieron de sus padres y que son identicas a las enseñanzas que ellos mismos están transmitiendo a sus nietos.

Cuando alguien oye o lee acerca de las Siete Leyes de Noaj es fácil, y natural, que se pregunte cómo sabemos si todo esto es verdadero. Pero cuando atestiguas, y tienes el mérito de formar parte de la irrompible cadena de transmisión, te preguntas si es posible que algun mito sea capaz de perdurar por tanto tiempo, habiendo sido sometido a un estricto escrutinio, entre tantas generaciones, y a través de tantas variables condiciones y circunstancias.

A la luz de los vastos y variados testimonios es más logico preguntarse si Neil Armstrong alguna vez caminó sobre la luna que dudar de la autenticidad del noajismo. Piensa en ello.

¿Argumentos para hacerse judio?

Estos son algunos de los (falaces) argumentos de quienes promueven la conversión al judaismo basados en (la falsa suposición de) que el noajismo priva a los noájidas de gozar del Mundo Venidero. Para el incauto es fácil confundirse y creer que todo lo que sea de (supuesta) fuente judía es para ser tomado como determinante para su vida. Pero aquellos que asumimos nuestra identidad espiritual noájica con responsabilidad debemos aprender a diferenciar la Luz de la oscuridad.

Me tomé la libertad de traducir cada argumento que esgrimen los sembradores de caos, así mismo de buscar lo que verdaderos Sabios y otras fuentes mencionan al respecto. Destaco que muchos de estos argumentos no tenian la fuente de donde habian sido sacados (¿CURIOSO NO?), así que tuve que referirme a ellas para ver su naturaleza.

Veamos lo esgrimido como razón para dejar de lado la identidad noájida, y lo que los Sabios han dicho al respecto:

1. Argumento para buscar potenciales conversos: «Él nos ha ordenado santificar el nombre de Dios… proclamar esta verdadera fe al mundo» Rambam Sefer HaMitsvot

RESPUESTA: La cita del Sefer HaMitsvot no insta a que los judios hagan que los gentiles se conviertan al judaismo. Sólo enseña que cuando el Nombre de Dios es santificado por el judio, entonces los gentiles podemos tener conocimiento del verdadero Dios. Maimonides es uno de los expositores de la temática noájida que toca el tema con la mayor claridad posible y siempre que habla de enseñar al gentil lo hace pensando en las Siete Leyes. Lo correcto es estudiarlo en su contexto. Aqui en FULVIDA sobran las publicaciones al respecto.

2. Argumento para buscar potenciales conversos: «Es permitido enseñar los mandamientos a los cristianos y acercarlos a nuestro conocimiento. Rambam ‘Teshuvot ha-Rambam’

RESPUESTA: El conocimiento al que se refiere el Ramban no es el de la Torá propiamente dicho, sino a las Siete Leyes dadas a Noaj. Maimonides es uno de los expositores de la temática noájida que toca el tema con la mayor claridad posible y siempre que habla de enseñar al gentil lo hace pensando en las Siete Leyes. Lo correcto es estudiarlo en su contexto. Aqui en FULVIDA sobran las publicaciones al respecto.

3. Argumento para buscar potenciales conversos: R. Hunia en el Midrash Bereshit 12:5 comenta: Abraham convirtió a los hombres y Sarah a las mujeres: Entonces Jacob dijo a su criado, y a todos los que estaban con él, «Hagan a un lado los dioses ajenos que están entre ustedes… y ellos dieron a Jacob todos los dioses ajenos. El comentario se enfoca en demostrar que Isaac era un misionero. Este tema de buscar conversos de entre los gentiles está en toda la Escritura Hebrea.

RESPUESTA: Apelar a leyendas para basar una conducta es incorrecto. Lo que basa la conducta es la Halaja, la Ley Judia. De paso, la cita nada tiene que ver con conversión al judaismo. Sólo se refiere a enseñar a los hombres la existencia del Creador. ADEMAS, Abraham no era judio, era noájida igual que los conversos. Al enseñarles el monoteísmo estaba enseñando acerca de los Siete Mandamientos noájicos y no de otra cosa. ¿Cómo iba a enseñar de judaísmo si el judaísmo apareció vartos siglos más tarde?

4. Argumento para buscar potenciales conversos: Rabbi Johanan, y de acuerdo con Rabi Eleazar ben Pedat, según el cual se afirma que Dios exilió a los Judios de su tierra por solamente una razón, para incrementar el número de conversos. Pesajim 87b

RESPUESTA: Es un principio fundamental que la opinión de un Sabio no hace la Ley.
Este caso es así, una opinión es eso, una opinión. Ni es ley, ni regla general, ni una orden, ni un llamado, ni una obligación; sino simplemente el pensamiento de un maestro entre otros maestros que opinan diferente.
Por ejemplo, otro de los maestros, Rabí Jiiá, opina que los judíos salieron al exilio para que se pudieran salvar de la aniquilación si se quedaban concentrados solamente en la tierra de Israel. Tal opinión se encuentra en la misma página del Talmud que la opinión anterior.
Pensamientos, ideas, que no obligan a nadie a convertirse a judío.
Aquellos que están motivados sanamente para convertirse entre los gentiles, encontrarán la manera legal y leal de convertirse, sin necesidad de malabarismos o manipulaciones. Al respecto ver Responsa del Iatziv, parte Eben HaEzer, ítem 19, «Hay quien dice».
Pero, ¿por qué será que algunos cambian las cosas para hacerlas acomodar a sus bajos intereses?

Otros argumentos extraidos del Midrash:

– Sé como los hijos de Aaron… trae la humanidad cerca de la Torá. Pirke Avot

– De Abraham está dicho que tenia tanto éxito en traer no creyentes que Dios llegó a ser conocido como Rey sobre la tierra y Rey de los Cielos.
Sifre Deuteronomio, 313, on Deuteronomio 32:10

– A los judíos se les urge traer gente «bajo las alas de la Divina presencia» exactamente como Abraham habia hecho. Avot de-Rabbi Nathan, 23a

– Rabbi Hoshaya creyó que Isaac buscaba gente para que se convirtiera. Midrash Hagadol

– Yaacov acostumbraba el proselitismo. Genesis Rabbah 84:4

– Josef no distribuia comida a los egipcios a menos que estos se circuncidadran.Rabbi Samuel ben Nahman Genesis Rabbah 90:6 and 91:5

– Moisés expuso la Torá en setenta lenguas, de acuerdo a un midrash, porque la Tora tenia que ser oida y abrazada por todos los humanos. Midrash Hagadol

– Antes de asesinar al maestro de obras egipcio, Moises pudo ver que de este no saldria un solo converso, y dada esa percepción la muerte fue justificada. Exodo Rabbah 1:29

RESPUESTA: Las anteriores citas se basan en midrashim o leyendas judias, y en modo alguno forman parte de la Ley Judia, ni son tomadas en cuenta para que un judio se ponga como tarea promover la conversión al Judaismo. Ademas los patriarcas TODOS NOÁJIDAS nada tienen que ver con un proceso de conversión al Judaismo.

Que quede claro:

FULVIDA se ha caracterizado por enseñar teniendo como fundamento lo que dice la Ley, el marco de lo legal, lo permitido, lo estable. Pero en modo alguno se han esgrimido ideas volátiles cuando del tema de la conversión, estudio de Torá, aprendizaje de hebreo, Cabala, se trata. Siempre se ha mostrado lo que afirma la Ley de Dios, aunque tristemente muchos prefieren seguir los dictámenes de su EGO y desviarse de la buena senda.

¿Alguien desea conversión?

Es totalmente innecesario puesto que lo único que añade a la vida son responsabilidades. No añade méritos, privilegios, premios o regalos. Pero en caso de alguien encontrar una razón para contradicer la voluntad perfecta de Dios y someterse a un proceso de conversión, entonces que lo haga dentro de lo legal, lo verdadero, y que deje de lado ideas huecas provenidas de mentes que desconocen la voluntad Divina, y que sólo se dedican a castrar la identidad noájida que tiene su fuente en la Fuente de la Vida.
Quien desee la conversión que recurra a un verdadero rabino ortodoxo, que dialogue con él, que encuentre cuales serán sus responsabilidades y limitaciones como judío, que haga un verdadero proceso de conversión al judaísmo legal y leal, y no esas fantasías que se venden a través de internet, con falsos argumentos, medias verdades, muchas mentiras y confusiones a granel.
Recuerda que tu vida aquí y en la eternidad es lo que pones en peligro si vas detrás de cualquiera que te dice ser «judío y rabino». No confíes, no seas ciego, analiza, pide certificados, comprueba con rabinos certificados y ortodoxos, pues si no lo haces, quizás luego sea tarde.


Los Rezos, el alimento de Dios

Fuentes antiguas usan la relación entre el alma y el cuerpo para referirse a la naturaleza de la relación entre Dios y el mundo. El alma no puede ser percibida por los sentidos, pero su presencia y efecto es sentida en cada parte de nuestro cuerpo, de la misma manera el Creador, quien trasciende nuestra realidad y está más allá de toda percepción, vitaliza la totalidad de la creación y está completamente presente en cada detalle de la misma.

Los Sabios de la Luz emplean esta analogia para explicar una impresionante afirmación: «El pueblo de Israel provee alimento para su Padre en los Cielos». La comida es el pegamento que mantiene alma y cuerpo juntas. De la misma manera, el servicio del pueblo judio a Dios mantiene la presencia de Él en la creación.

El Creador se refiere a las ofrendas de animales y comida ofrecidas en en Templo como «Mi pan». Estas ofrendas, actualmente sustituidas por los rezos, son la más alta expresión de servicio a Dios y el deseo de acercarse a Él, y son la «comida» que sostiene la vida del universo, el combustible que mantiene el alma divida brillando junto con el cuerpo de la creación.

Como noájidas debemos aprender que los modelos de rezos judíos son de estricto uso judio. Puesto que están diseñados para presentar el alimento adecuado que el Creador demanda a los judíos. Si bien es cierto que los noajidas podemos y debemos rezar, bien sea de manera espontanea o guiados por un libro de rezos diseñado especialmente para nosotros, lo cierto es que debemos cuidar de no ir a llevar la comida que no nos han pedido. Similar a quien está en un restaurante esperando su plato y al acercarse un mesonero, este entrega la comida que el comensal no ha pedido.

¿Queremos rezar? ¿Queremos servir buen alimento para el Creador? Hagámoslo dentro del marco de lo permitido. Dejemos que el pueblo judio use los libros destinados para ellos, y nosotros echemos mano de rezos espontáneos o del libro de rezos que ha sido diseñado para nosotros y que se ajusta a la voluntad del Creador.

Vivir noájida

Hay dos formas de vivir el noajismo: Una, cuando lo hacemos motivados por una fuerte certeza, un anhelo constante de responsabilidad, y conciencia que por hacerlo tendremos porción en el Mundo Venidero. Un ejemplo seria aquél noájida que estudia a fondo su identidad espiritual. La segunda forma es cuando nos acostumbramos al noajismo, damos por sentado que somos noájidas y que cumplimos los mandamientos que nos competen de manera rutinaria. Ejemplo, aquel que sabe del noajismo y se conforma con no formar parte de ninguna religión.

Es sencilla la diferencia entre las dos formas: el que se abstiene de formar parte de alguna religión vive el noajismo pasivamente. Y aquel que se esfuerza en conocer a pleno su noajismo, disfruta cada instante al aprender lo que le compete.

Ninguno de nosotros está a salvo de cumplir los mandamientos de manera rutinaria, de caer en la costumbre, en el pasividad. Si pensaramos en el gran honor que implica cumplir un mandato Divino, nos renovariamos diariamente en nuestro compromiso, y nuestra identidad adquiriria un sentido de trascendencia único.

¿Cómo saber si estamos disfrutando el noajismo?

Sencillo. Luego que, por ejemplo, rechazes una invitación de un grupo en el cual se adora al sujeto del madero, date cuenta si en ese mismo instante te dan ganas de ahondar en el estudio del mandamiento de no adorar falsos dioses. De ser así, quiere decir que estás viviendo y disfrutando tu identidad noájida.

Otra manera fiel de saber si estamos viviendo el noajismo a plenitud es nuestra descendencia. Nuestros hijos recibirán lo que les transmitamos, y ellos verán si lo que hacemos es de manera natural o artificial, y en ellos se verán nuestros resultados.

Si cada noájida en su localidad, tiene presente este mensaje, podrá disfrutar de su noajismo al máximo en cada uno de los planos de su vida. Esto lo acercará a la meta, su porción en el Mundo Venidero, ya que cada vez que cumpla con un mandamiento y sus extensiones se acercará más y más a su razón de ser.

Juntos pero no revueltos

Esta semana el pueblo judio lee la sección de la Torá llamada Ajarei Mot – Kedoshim. En lineas generales se detalla la orden Divina de mantenerse santos o mejor dicho, apartados para un propósito específico, dada a nuestros hermanos mayores.

Leyes alimenticias, sociales, sexuales, prácticas prohibidas, pureza de la tierra de Israel, amor al prójimo, entre otros tópicos que primera y especialmente atañen al pueblo judio. Si esto es así, ¿qué tenemos los noajidas para aprender en esta ocasión?

El amor del pueblo judio se manifiesta incluso cuando nos enseñan a respetar su heredad.

En repetidas ocasiones nuestro maestro nos ha enseñado (con Ley en mano) las razones de por qué los noájidas tenemos vedado el estudio de la Torá, el aprendizaje de la lengua hebrea con otros fines que no sean comunicacionales, estudio de temáticas profundas reservadas para personas judias con autoridad y competencia, entre otros.

Lo cierto es que todo lo anterior trae Divinidad al mundo, Orden, Equilibrio, Shalom, etc. Ilustremos esta idea con una historia un tanto larga pero que vale la pena leer:

Hubo una vez dos amigos cuya amistad era profunda. Por causa de las guerras los amigos se separaron por muchos años. Finalmente uno oyó donde se encontraba su amigo, y viajó a visitarlo. Desafortunadamente los países en donde los dos vivían estaban en guerra uno con el otro. Rumores comenzaron a escucharse respecto de la misión del extranjero que había llegado a visitar. Pronto él fue arrestado y fue acusado de espionaje. Él fue encontrado culpable y sentenciado a muerte por el rey. El hombre suplicó al rey que le conceda un último deseo. El rey le preguntó: «¿Cuál es tu deseo?». El hombre respondió que él era un prominente hombre de negocios en su propio país y era bien conocido porque hacia negocios a crédito, con sólo un apretón de manos. La plena verdad es que a pesar de que él acumuló una pequeña fortuna, la mayoría de su dinero fue prestada a personas sin contrato. Él le pidió al rey que le permitiese hacer un último viaje a su casa para poner sus cosas en orden, y decir adiós a su familia. Si no podría hacerlo, el rey no sólo lo estaría condenando a él a muerte sino también a sus hijos a una vida de pobreza. El rey estaba pasmado: «¿cómo yo puedo creerle que volverá, qué puede darme como garantía?». El hombre respondió que él tenía un muy buen amigo que vivía en la ciudad, y él estaba seguro de que el hombre estaría dispuesto a tomar su lugar en la condena hasta su regreso. El amigo fue traído. Se le preguntó «¿tomaría usted el lugar de su amigo? Usted entiende que si él no vuelve es su cabeza la que será cortada». El hombre aceptó. «Después de todo, ¿para qué son los amigos?» respondió el hombre. El rey estaba intrigado de ver si el hombre verdaderamente volvería, y es así que le permitió salir, sabiendo que la ejecución sería en 30 días.

El momento fijado llegó, pero el hombre no retornó, entonces el rey ordenó a sus guardias que tomen al amigo y lo decapiten. Ellos sacaron al hombre, pusieron su cabeza en la guillotina y cuando el cuchillo estaba por bajar, un gran murmullo se escuchó desde la ciudad. Se le pidió al ejecutor que espere; el hombre había retornado. Él caminó valientemente hacia el ejecutor y agarró la espada, y dijo «Yo estoy aquí y estoy preparado para recibir mi suerte». El amigo se levantó y agarró también la espada y dijo: «Llegaste tarde, el trato era que regresarías en la mañana. Puesto que no regresaste, yo soy el que tiene que ser matado». El amigo respondió: «Pero es a mí a quien acusaron de traidor, fui yo el que fue sentenciado a muerte». El rey observó la discusión y mandó a llamar a los dos hombres. «Ninguno de ustedes será matado, con una sola condición». Los dos miraron al rey y le preguntaron: «¿cuál es la condición?». El rey respondió: «Que yo pueda ser su tercer amigo».


Los Sabios de la Luz han enseñado que esta historia muestra el verdadero significado del versiculo «Ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy Dios». Cuando el pueblo judio demuestra su amor por su projimo, por las naciones, Dios promete amar a ambos y ser su Socio constante.

Cuando los verdaderos maestros enseñan los límites que como noájidas tenemos, ellos están trayendo la presencia Divina al mundo. En la medida en que el pueblo judio mantiene su heredad, es decir, se mantiene apartado cumpliendo lo que les corresponde, en esa misma medida se intensifica la presencia Divina en Este Mundo.

La santidad del Creador es reflejada a través de la santidad del pueblo judio. Ser santo siginifica estar separados. Mientras más apartado está el pueblo judio cumpliendo su rol, más unidos estamos con ellos, y más Santidad traen ellos a la creación.

Port un mundo mejor: Juntos pero no revueltos.

Enseñando con el ejemplo

¿Existe forma alguna de exigirle a los hijos que permanezcan fieles a su identidad espiritual? Si nos demandamos fidelidad a nuestro noajismo entonces los hijos recibirán ese ejemplo. Pero si nuestros hijos reciben un noajismo flojo, débil, cambiante, teórico, lejos de la vida práctica y permisivo, entonces no nos sorprendamos si para ellos el noajismo es un asunto mucho más élástico todavia.

En cierta ocasión, llegó un hombre con un Sabio de la Luz y le comentó que acababa de tener un hijo y le preguntó a partir de qué edad tenía que empezar a educar a su hijo.  Hace 20 años, le contestó el Sabio.

El hombre se quedó sorprendido de la respuesta y el Sabio continuó explicando: si hace 20 años, cuando eras joven, te hubieras educado a ti mismo, no tendrías ahora el problema de cómo educar a tu hijo, ya que el ejemplo hubiese sido la mejor educación.

Antes que todo trabajemos en nosotros mismos, seamos activos en nuestro noajismo, fieles a los Siete Mandamientos, a los consejos de nuestro Moré, seamos originales en nuestra identidad, para que nuestros hijos vean nuestro ejemplo y tengan menos dificultades que las nuestras.

Tus hijos, tu tesoro

Existe una gran enseñanza acerca de la niñez. Un niño es inocencia pura, y esa inocencia forma parte de los fundamentos de la vida. Si nacieramos como adultos, preparados para las exigencias de la vida, nunca experimentariamos la magia de la niñez, la licencia para explorar la vida con los ojos bien abiertos. La niñez nos da la oportunidad de pasar de lo sublime a lo cotidiano, de lo grandioso a lo rutinario.

Así que la próxima vez que pases tiempo con tu hijos – o cualquier otro niño – no tomes tal experiencia a la ligera. Mira al chico/a detenidamente y date cuenta: Dios te ha dado este regalo para nutrirlo y cuidarlo, para enseñarle buenos hábitos y la diferencia entre lo correcto y lo no correcto. Tu actitud hacia este niño y las sensibilidades que le impartas será cruciales para su buen crecimiento y cómo influenciará a otros. Más importante: Permite a tu niño ser él, a tu niña ser ella, permite que ellos te enseñen a vivir de manera significativa.

¿Cuándo fue la última vez que tuviste un charla de corazón a corazón con una persona más jóven que tu acerca de los asuntos de la vida? Una charla acerca de nuestro lugar en el mundo y lo que se supone debemos hacer con nuestra vida. Sentémonos calmadamente con nuestra familia, con nuestros niños, y hablamos acerca de nuestras vidas y aspiraciones.

Pero recuerda, sin amor, nuestra influencia será incompleta e incluso destructiva. Amor significa sensibilidad – no a nuestras ideas y estándares, sino a los de nuestros niños, y más importante, a los de Dios (en nuestro caso, los Siete Mandamientos dados a nuestro ancestro Noaj).

Como padres y maestros debemos recordar ser humildes, desarrollar el trato con humildad. No somos la fuente por excelencia de orientación e información, sino vehículos por los cuales pasa el conocimiento Superior. ¿Cómo podemos ser arrogantes al dispensar este conocimiento? Deberiamos sentirnos bendecidos por tener la oportunidad de enseñar a nuestros niños. Sobretodo recordemos esto: Las palabras que salen del corazón entran al corazón. Como padre y maestro, debes ser congruente con lo que dices, y debes ser un ejemplo viviente de lo que enseñas.

¿Precisamos fe?

Para muchas personas la fe no es una facultad humana, es más vista como la ausencia de razón. Otros llegan a catalogarla como una señal de debilidad, algo en lo que apoyarse cuando todo lo demás falla. En tiempos pretéritos la fe era una necesidad porque la humanidad carecia de la ciencia para ayudar a explicar las leyes de la naturaleza, pero a la luz de la razón y de todos los alcances humanos, hemos superado nuestra necesida de tener fe. ¿Es la fe solamente un producto de nuestra imaginación con el propósito de lidiar con asuntos que no alcanzamos a comprender?

Por otro lado, vemos que la naturaleza humana tiende a creer en algo superior a si misma. Esta tendencia está en cada uno de nosotros, sólo necesitamos saber cómo acceder a ella. Pero, ¿cómo cultivamos la fe? ¿Es algo que ya tenemos o no?

Todos nacemos con fe. No es adquirida ni enseñada, es nuestro estado más natural. Un niño pequeño, por ejemplo, tiene fe natural.

Pero en la medida en que el niño crece, él acepta menos y menos la fe. Su fe se oscurece por la razón y él se da cuenta que su fe ha sido constantemente abusada. Despues de años de experimentar hipocresia y ser receptor de mentiras, él aprende a desconfiar de sus propias creencias internas.

No podemos permitir que nuestra razón silencie esa voz interior que nos dice que algo es verdadero con cada fibra de nuestro ser. Debemos aprender a cultivar nuestra fe natural.

¿Cómo lo hacemos?

La verdadera fe constituye no únicamente una creencia en Dios, sino la confianza en que Dios siempre hace lo que es bueno y recto. La verdadera fe no flaquea, incluso cuando las cosas no funcionan como nos gustaria. Sí, quizás podamos tener dudas. Sí, quizas podamos sentirnos tristes por la necesidad y sufrimiento que abundan en Este Mundo. Sí, quizás querramos confrontar a Dios por permitir tragedias. Pero abandonar tu fe en Dios significa que estás comprometiendote a ti mismo. Cuando somos sufrimos a causa de lo que otros hacen, debemos dirigir nuestro malestar al lugar correcto – el ser humano. Sea cualquier cosa, guerra y genocidios nos enseña que nuestra fe en el hombre puede ser cuestionada, pero nunca nuestra confianza en Dios.

En el plano de la acción

Experimentar confianza require combustible – información acerca de Dios y nosotros mismos. Cultivar nuestra confianza a través del estudio de las Siete Leyes de Noaj y rezos apropiados. Hacerla tangible a través de buenos actos y caridad (donaciones a esta sagrada casa por ejemplo). Hablar de nuestra confianza con la familia y amigos.

En este ambito de oscuridad espiritual, todos nosotros tenemos la habilidad y la responsabilidad de hacer que nuestra confianza en el Creador brille e integrarla a nuestra vida diaria.

Maldito cáncer y maldita esclavitud

Hace años me diagnosticaron cáncer, y hoy dia, REGULARMENTE, me refiero a eso como el «maldito cáncer» o «sucia enfermedad», o similares. Y todo aquel que lo padeció o perdió un ser querido no tendrá problemas con tales expresiones. PERO aquel que NUNCA se topó con tal desorden celular quizás tenga problemas. Preferirá que le digan «el cáncer» sin más.  El uso de tales frases reflejan insatisfacción hacia lo que ELLA (la enfermedad) hace, y en modo alguno a quienes la padecen.

Hoy dia estoy 100% saludable, sin cáncer, pero me refiero a dicho trastorno de la misma manera a cuando lo padecí. El hecho de estar curado no hace que la enfermedad sea menos asesina. El maldito cáncer cada dia se lleva más y más personas inocentes, bebés, niños, adolescentes, adultos, adultos mayores.

Por otro lado, existen personas plenamente comprometidas en la búsqueda de una solución que erradique su recuerdo de la faz de la tierra. Se desgastan dia a dia tratando de dar con lo que seria el inicio de una nueva etapa para la humanidad. Aquellos que caimos en sus garras anhelamos un titular en la prensa que diga: «DESCUBIERTA CURA PARA EL CÁNCER».

Si gustan, acérquense a una organización de lucha contra el cáncer, pidan contactarse con algun paciente y pregúntenle qué opinan de vivir con esa enfermedad. Pregunten a padres qué se sienten haber perdido a su hijito. Vayan a un centro de radiación o quimioterapias, siéntense alli cinco minutos y vean desfilar a esa enfermedad, la verán sin cabello, de cara triste, pálida, flacuchenta…

La creencia en las cosas que te tienen preso es similar al cáncer. Creo firmemente que se ha llevado más vidas que la enfermedad misma. Vida inocentes, vidas que merecian vivir en libertad, sin miedo, sin culpa, sin temores.

Llama a las cosas que te tienen o tuvieron preso por su nombre, con frases que podrian parecer duras e innecesarias, pero que su uso expresa total desaprobación a los estragos que ha hecho en la humanidad: muerte, enfermedades, asesinatos en masa, nazismo, antisemitismo, manipulación de las masas, privación de libertad, y un muy largo etcétera.

Quizás sean muchos los que aleguen: «Pero Jonathan estás hablando de dos cosas distintas, no es lo mismo tener cáncer a creer en las cosas que apresan a una persona».

Veamos:

El cáncer te mata a nivel físico, emocional, intelectual y social – Las cosas que te tienen preso te matan a nivel físico, emocional, intelectual, social y espiritual.

La única gran diferencia entre el cáncer y la creencia en lo que te tiene preso, es que para la primera no existe cura todavia, para la segunda sí.

Espero que quede claro el por qué se hace necesario el uso de tales expresiones, aunque muy pocos lo aceptarán e incluso lo usarán como bandera para tirar piedras a esta santa casa.

Lo siguiente sonará duro para algunos:

Entre el cáncer y la creencia en lo que te apresa, es preferible la primera. Puesto que el maldito cáncer te mata aqui, pero creer en lo que te apresa te mata para el Mundo Venidero.