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Como actuar…

Buen día amigo mío.

Como ya es habitual te convido con buen pan para que nutras tu espíritu.
Es un breve pero intenso estudio basado en la parashá (sección de lectura de Torá) que le corresponde leer públicamente esta semana a los hijos del pueblo judío.
Está elaborado tomando en cuenta lo que corresponde a tu identidad espiritual noájica, para que sea para bien y bendición y no se constituya en una piedra en tu camino.
Espero que te agrade y quieras retribuirme con algún comentario positivo. 
Hasta luego.

Comienza el sagrado texto para los hijos del pueblo judío con las siguientes palabras dichas por el Eterno:

"Pinjás, hijo de Eleazar, hijo de Aarón el sacerdote, ha hecho tornar mi furor de los hijos de Israel, llevado de celo entre ellos: por lo cual yo no he consumido en mi celo a los hijos de Israel." (Bemidbar 25:11)

Según la tradición, el espíritu combativo de Pinjás fue heredado por el famoso y nunca olvidado profeta Eliahu (Elías).

Como podemos leer acerca de éste en el libro Melajim I (Reyes I), tenía un fuerte temperamento, una postura firme, y a pesar de ser mensajero de el Eterno, y de intentar promover el Bien y la Paz, en numerosas oportunidades su celo, su pasión, su ahínco lo llevaron a acciones desmedidas, hasta quizás, injustificadas.

Y tal como cientos de años antes Pinjás fuera bendecido por el Eterno con el Shalom, la Paz, para que armonizara su conducta con sus objetivos, Eliahu el haNabí fue educado por el Eterno, a través de la siguiente profecía:

"Y Él le dijo: Sal fuera, y párate en el monte delante de el Eterno. Y he aquí el Eterno que pasaba, y un gran y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de el Eterno; pero, el Eterno no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero, el Eterno no estaba en el terremoto.

Y tras el terremoto un fuego; pero, el Eterno no estaba en el fuego. Y tras el fuego un susurro tenue y apacible." (I Melajim 19:11-12)

Entonces comprendió Eliahu: el Eterno no precisa estruendos, estremecimientos, ruidos, gritos, grandes manifestaciones, populachos enardecidos, pues el Eterno se encuentra en el susurro, en la voz calmada, en las palabras suaves…

El Eterno es Sabiduría, Justicia, Verdad, Generosidad, Bien…

Por lo tanto, si buscamos a el Eterno, y queremos encontrarlo, ¿en dónde lo buscaremos?

¿En el griterío, en las palabras altisonantes, en la muchedumbre, en el quebrantamiento de montañas y de rocas, en el fuego de la discordia y la pelea?

¿La Verdad se encubre en disfraces de poderío desmedido, injusticia descarada, prepotencia?

¿Precisa Dios de gritos en congregaciones, manos derechas alzadas, repetir como loros frases huecas, gesticular como poseídos por extrañas enfermedades, estar enceguecidos por pasiones religiosas?

¿Eso es lo que a Dios agrada?

¿Él estará en medio de comunidades contenciosas que se reúnen en garajes para manifestar absurdos aparentemente bíblicos en tanto se reniega de actuar con la lealtad que corresponde a un verdadero noájida?

¿Él querrá que el gentil se entrometa en asuntos judíos, pretenda estudiar Torá, se focalice en cuestiones que tienen que ver con Cabalá, siendo que Dios explícitamente entregó la Torá y sus cosas al pueblo judío y NO a las naciones gentiles?

¿Quiere Dios el orden armonioso del constructor del Shalom o la parodia desmedida del religioso?

La respuesta es: el Eterno está en el susurro apacible, en la melodía armoniosa, en las palabras apenas audibles. En las caricias, más que en los golpes. En la mansa respuesta, más que en la acción violenta y fanática. El Eterno ama a quien vive con rectitud, con verdad, con bondad y justicia. Por tanto ama y bendice al gentil que vive su noajismo a pleno y NO a aquel que aborrece su identidad y corre como maniático detrás de falsas conversiones al judaísmo, sectas místicas jasideas o cabalisteras o se engorda en las letrinas de la idolatría en todas sus denominaciones.

Es casi un axioma de la psicología que las personas realmente débiles, y que sienten su extrema fragilidad como una amenaza para su preservación, en muchos de los casos utilizan el recurso de presentarse como sumamente poderosos, indestructibles, Terminators y Rambos juntos, para ahuyentar sus temores, y que los otros no puedan reconocer su verdadero estado lastimoso.

Estas mismas personas psíquicamente flojas, también gustan de burlarse del otro, de la humillación, de rodearse de amigos bravucones que ofenden y violentan la vida ajena, usurpan, presionan, maldicen, amenazan, niegan lo permitido en nombre de sus propias ideas resentidas… porque, en el fondo son tan, pero tan débiles, que solamente a través de la degradación ajena pueden sentirse un poco seguros de sí mismos.

Por eso, la sabiduría, la paz, la justicia nunca van a estar entre los que hablan como ladridos de perros, ni entre los que usan el único argumento de deshonrar al otro buscando prevalecer ellos mismos.

Ejemplos notorios y desgraciados abundan en nuestro siglo, y en anteriores también… por eso, debemos aprender a reconocer esta importante lección:

La pasión desmedida, aun la que tiene finalidades superiores (como la que tuviera Pinjás al final de la parashá anterior) son buenas en tanto sean temporarias, breves, seguidas de la reflexión inteligente, de la suavidad de la armonía… porque, de lo contrario, la persona en lugar de ser más humana, se transforma en tempestad, terremoto, incendio, desolación y desierto estéril…

El fin está preparado para el que se consume en su propio fuego terrible, en ese calor infernal que se denomina EGO.

Puedes tú arder en él, hacer según te place.
O puedes ser libre, al vivir de acuerdo a tu identidad sagrada, como noájida, en la espiritualidad plena de los Siete Mandamientos Fundamentales, sin máscaras, sin parodias, sin burlas, sin presumir de lo que no eres ni tienes que ser.

Preguntas:

  1. ¿Por qué a menudo la persona con poca autoestima tiende a rebajar a los otros?
  2. ¿Cómo superar la baja autoestima?

    Ejercita tu alma

    Procuro todos los días hacer ejercicio, bastante ejercicio.
    Se supone que es para el cuerpo, la dimensión física-material; pero indudablemente somos seres multidimensionales y aquello que afecta a uno de los planos necesariamente repercute en los otros.
    Así pues, el tiempo que dedico a mi cuerpo, a mi bienestar corporal, suele redundar en beneficios emocionales, sociales, mentales y también espirituales.

    Hace un año atrás, o un poco más tenía un gran sobrepeso.
    Eso que puede parecer algo banal, realmente no lo es.
    Un cuerpo enfermo implica un desbalance multidimensional.

    Por tanto, el día que decidí –y cumplo desde entonces- hacer una dieta nutritiva balanceada, hipocalórica, y ejercitarme a la medida de mi capacidad, comencé un plan de mejoría multidimensional.
    Treinta kilos perdí, o quizás gané.
    Tengo más resistencia, más fuerza, más agilidad, más destreza, más confianza, entre otras ventajas que no solamente se circunscriben a lo corporal.

    Este es, entonces, un mensaje a compartir un estilo de vida saludable, cada cual acorde a sus potencialidades, sin excesos, sin excusas.
    Lo resultados serán notables y compartibles.

    De paso, esto también es un mensaje santo, sagrado, lleno de espiritualidad.
    No es necesario mencionar rabinos, libros, discursos, frases pomposas, palabras extrañas, conceptos metafísicos.
    Esto es espiritualidad pura al cien por ciento.

    Si no entiendes aún porque lo afirmo, te invito a que hagas dos cosas:

    1- comienza a hacer ejercicio con una meta saludable.

    2- estudia el material de FULVIDA a conciencia.

    Encontrarás probablemente la respuesta por ti mismo.

    Debes entender que “ser espiritual” no es cuestión de encerrarse ante un texto, ni de repetir frases, ni de saber de memoria pasajes, ni de ser una “biblia andante”, ni de tener adoración por un rabino o maestro, ni de ser felpudo para otros, ni de rezar como judío, ni de vestirse de forma extraña, ni de hablar en idiomas imposibles, ni de decir “amén”, mucho menos de levantar la mano y hacer alabanzas a grito pelado y huecas de sentido.
    Ser espiritual es vivir cada momento, aquí y ahora.
    Hacer que este mundo sea un paraíso terrenal.
    Llenar de sentido tu vida, hasta con las cosas más cotidianas y sencillas.
    Agradecer, es ser espiritual.
    Dar el paso a otro, es ser espiritual.
    Pagar tus cuentas, es ser espiritual.
    Apoyar al que lo precise, es ser espiritual.
    Hacer ejercicio, es ser espiritual.
    Comer saludable, es ser espiritual.
    Descansar el tiempo necesario, es ser espiritual.
    Compartir tu conocimiento, es ser espiritual.
    Aprender lo que te corresponde, es ser espiritual.
    Actuar con bondad y justicia, es ser espiritual.
    Rezar, sí, también es ser espiritual.
    Difundir FULVIDA, es ser espiritual.
    Amar a tu familia, en verdad y no con regalos o manipulación, es ser espiritual.
    Apartarse de la idolatría, es ser espiritual.
    Y así la lista sigue y sigue, pero recuerda, no es copiando el modelo judío “ortodoxo” de vestir, hablar, comer, moverse, estudiar, etc. como el gentil llega a alcanzar su cima de espiritualidad…
    Sí copiando la lealtad a los mandamientos –que competen a cada quien-, sí entendiendo que cada uno tiene su rol y es necesario cumplirlo, sin disfraces, sin aspavientos.
    Ser espiritual es vivir aquí y ahora a plenitud, de acuerdo a tu capacidad y potencial.

    Ahora, para aumentar aún más el alcance de mis acciones, acostumbro usar la camiseta de FULVIDA que con tanto ingenio, amor, buena voluntad y dedicación diseño y mandó a hacer nuestro querido amigo Uriel Chaves colombiano de New Jersey.
    A mis espaldas llevo el mensaje de 100% noájida, que no aplica a mí, pero bien vale la promoción de lo que es 100% bueno para el gentil.
    Está también la dirección de nuestro hogar FULVIDA.com, así como el número 7, de los mandamientos que Dios ha ordenado para cada gentil.
    Sería bueno conseguir una de estas camisetas y usarla, regalarla, expandir el mensaje sagrado de FULVIDA.

    El buen amigo Uriel ha también preparado canciones, discos, libros, promociones varias, ha trabajado de manera noble, aportando tiempo, dinero, ingenio, su propia persona.
    Es bueno que lo recompensemos de algún modo, y que lo ayudemos a continuar adelante, por él, por ti, por nosotros y para cumplir nuestra parte en la Obra de Dios.

    Adquiere tu camiseta, úsala, regálala, comparte FULVIDA, comparte VIDA.

    Para finalizar, ya que me tengo que ir a correr mis 12kms. diarios (es broma, son casi las dos de la mañana, debo ir a dormir) te dejo un bello concepto de un tipo genial (del cual hay mucho para no compartir), al que quizás no lo valoremos como “maestro”, pero sin dudas ha dado en el clavo:

    Mi vida es solo importante si puedo ayudar a muchos, si mi vida es para mí y mi seguridad entonces no la quiero. Mi vida es para la gente esa es mi filosofía"
    Bob Marley

    Resp. 980 – sobre las 70 semanas

    elhuambrillo nos consulta:

    he estado leyendo los articulos escritos por ud. y veo una diferencia tremenda hablando en dos articulos sobre el mismo tema, las 70 semanas de daniel, estoy confundido , podria aclara eso? gracias

    Destrucción del primer Templo: año 422 AEC.
    "7 semanas" = 49 años.
    "62 semanas" = 434 años.
    422 – 49 = 373 (AEC): Que corresponde con la ascensión de Ciro rey de Persia (de acuerdo a la historografía judía).
    373 – 434 = 61 (EC) : Estamos en el reinado de Nerón de Roma, épocas de los comienzos
    andres gomez, contador phoenix usa

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    Resp. 978 – mi esposo practica la religion yoruba

    ninitasss nos consulta:

    mi esposo practica la religion yoruba, religion afrocubana.
    1- mi pregunta es hasta que punto puede esta religion ser divina?
    2- sera diabolica?
    3- estara mi esposo sin darse cuenta entregando su alma al diablo?
    4- o soy yo la diabolica porque dudo de una religion tan divina en si misma como todas?
    5- de ser diabolica que implicacion pudiera trarme que a veces el me haga limpiezas y cosas parecidas con baños etc?
    ines. cuba , vivo en españa

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    Resp. 977 – Mujeres noájidas

    F.G. FLORES nos consulta:

    Buen día Moré y amigos y amigas de Fulvida,

    Mi pregunta es la siguiente y tiene relación con la mujer noájida. A pesar de yo ser hombre varias mujeres me han preguntado: ¿cómo es que debe de comportarse una mujer noájida, existen lineamientos específicos además de los generales que deban de adoptar sin que contraríen su identidad gentil o hay reglas específicas que aplican para ellas?

    Saludos y cariños a todos y a todas.
    F.G. Flores, 27, Estudiante, San José, Costa Rica.

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    Resp. 976 – Hace 50 millones de años

    Mauricio Gallego nos consulta:

    Querido Moré en que se basan los científicos para afirmar sobre la existencia de la tierra desde hace miles de millones de años, sobre el universo en general, la era de hielo, los dinosaurios y todas esas teorías que nos presentan a diario si según el calendario judío la tierra solo tiene poco menos de 6000 años desde que Dios la creo, espero en su gran sabiduría me pueda ayudar con esta pequeña duda que me ronda la mente mas no me confunde ya que estoy claro en mi creencia hacia el Eterno.
    Mauricio Gallego, 29, Tec. Maquinaria textil, Valencia-Venezuela

     

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    Romper el círculo vicioso

    Al comienzo de nuestra vida en este mundo somos sumergidos en una espantosa sensación de suprema impotencia.
    Es un trauma intenso el momento del nacimiento y lo que sigue a continuación.
    Cualquier miedo, sufrimiento o pesadilla es menor a lo que se siente en esa ocasión.
    Cada órgano sensorial es atiborrado de información que no puede procesar, ni organizar, ni filtrar. Fluyen torrentes de sensaciones caóticas y que se sienten como terriblemente dolorosas.
    Para peor, no existe recurso fisiológico ni de aprendizaje a disposición para poner orden a ese caótico malestar, ni esperanza, ni consuelo, ni noción que lleve a “ser fuerte y soportar” hasta que el temporal pase. Nos “salva” el hecho de que nuestro sistema nervioso no está desarrollado y por tanto el cerebro está naturalmente “embotado”.

    Nuestra especie está impedida de todo, no sobreviviríamos ni unas pocas horas, o tal vez minutos, sin la asistencia de algún otro que nos sostenga, proteja, alimente, críe.
    Sin embargo, en nuestro diseño se nos ha provisto de un rudimentario sistema de supervivencia, extremadamente primitivo, irracional, inconsciente, que consiste en pocas y pobres herramientas: llorar, gritar y patalear; de modo tal de conseguir la atención de aquel que nos puede sostener con vida. Si nada de eso alcanza la meta, el mismo sistema de supervivencia pone al niño en un estado de desconexión con la realidad insoportable, generalmente a través del dormir.
    A este sistema lo denominamos EGO, que a pesar de su escaso alcance y poder suele alcanzar su meta de que el niño sobreviva.
    El EGO es útil en tanto el niño va adquiriendo madurez fisiológica y destrezas que le permitan vivir de modo cada vez más independiente y empleando otros instrumentos y recursos más allá de los básicos que provee el EGO.
    Pero, el EGO se mantiene al mando y ejerce diferentes presiones para seguir en él.
    El EGO, que no es un demonio, ni un ángel, ni un espíritu sino un mecanismo normal y natural del hombre, recurre a “trucos” que mantengan el estado o sentimiento de impotencia, para que la persona continúe sometida al pavor inicial, que puede estar maquillado o disfrazado, y así se siga esclavizado al supuesto poder salvífico del EGO.

    Que quede claro, el EGO está diseñado para ayudarnos a sobrevivir en situaciones extremas, cuando realmente la impotencia invade a la persona y no hay otros instrumentos ni mecanismos para sobrevivir.
    Pero el EGO se mantiene “encendido”, al mando de la vida del individuo, a través de los mismos instrumentos rudimentarios del inicio, si bien los va modificando y complejizando sus modos de actuar no se basan en que la persona ejerza un verdadero poder sobre sí mismo y el entorno, sino que manipule para alcanzar la satisfacción de sus necesidades de supervivencia.
    Así, por ejemplo, el niño de 6 o 7 años puede cortar con cuchillo y tenedor su carne para comer, pero se enoja, grita, hace un berrinche, se niega a comer o algo parecido para que su mamá le corte el trozo de carne.
    Se paraliza en el ejercicio de su poder pero para alcanzar la satisfacción de sus necesidades manipula a otro.
    Y la madre cede, también el padre, y los abuelos, y la maestra, y…
    Los niños bien pronto aprenden a manipular, al principio por no poder hacer otra cosa, realmente no están capacitados en una gran cantidad de acciones ni en comprensión del mundo.
    Luego siguen manipulando porque es más cómodo, más fácil, en apariencia más placentero, en apariencia más seguro, brinda una especie de “dominio” sobre otros y en muchas ocasiones también brinda la satisfacción de la necesidad.
    Se inventa aquello de “más vale malo conocido”, se insiste en transitar por la senda ya transitada y que no es buena.
    Todo vale con tal de alejar el miedo a la impotencia, de obtener el control al punto de exceder lo que es saludable y caer en grotescas acciones y barruntados pensamientos saturados de emociones negativas.

    Sería bueno dejar de manipular y esforzarse, comprometerse, responsabilizarse, dominar positivamente, pero el EGO conduce a negar la realidad, retine en la sensación de impotencia con tal de perseverar en su rol de “dios”, “salvador”, “redentor”, “camino, verdad y vida”.
    Sería bueno dije, pero no es lo que se suele hacer.

    Es extraño que nos aferremos al EGO, porque éste nos hunde en oleadas de miedo, de sensación de impotencia, en lugar de desprendernos de él y ser libres, saludables, dichosos.
    Pero, nos aferramos, nos esclavizamos, nos sometemos, somos adoradores del EGO, al que luego podremos dar diferentes aspectos, disfraces y nombres.
    Todas las excusas, mentiras, manipulaciones, justificaciones, racionalizaciones, intelectualizaciones, modos de actuar, sometimiento a mandatos externos que vamos esgrimiendo para seguir bajo el reinado del EGO se constituyen en máscaras que ocultan nuestro rostro. Son ropajes que vamos usando, de acuerdo a nuestro apego al EGO en las diversas circunstancias. Son las cáscaras del Yo Vivido, al que solemos llamar “YO”, pero que no son en realidad nuestro Yo Auténtico, sino lo que hacemos para no sincronizarnos con éste.

    Es extraño, pues pareciera que amamos la impotencia, aunque le tememos profundamente, huimos de ella con toda nuestra alma, hacemos cualquier cosa para manipular y no caer en su sensación, pero no damos los pasos necesarios para afirmarnos en nuestra verdadera identidad.

    Es extraño, la verdad asusta.
    La luz que espanta las oscuridades, también asusta. Lo que libera es lo que se repudia.
    Es extraño… ¿o no lo es teniendo claro cómo es que funcionamos bajo el imperio del EGO?

    Se pretende vivir en control, se sobreexcede en la pretensión de controlar, se manipula, se cae en fallas, lo que produce inseguridad, lo que lleva al miedo, lo que es sentir la impotencia, lo que refuerza la necesidad de control, lo que hace exceder en la pretensión de controlar, lo que produce mayor inestabilidad, lo que conlleva cometer errores, lo que da miedo, lo que hace sentir aún mayor impotencia, lo que impulsa a sobredimensionar los problemas y la necesidad de controlar más allá de toda razón, lo que…
    Es una especie de lucha por obtener el control para no hundirse en el caos, pero es precisamente la necesidad angustiosa de controlar –incluso lo que no se puede ni debe controlar- lo que produce mayor realidad o sentimiento de caos e impotencia.

    ¿Cómo superar esto?

    Si tuvimos un entorno familiar asertivo, que nos impulsara a valorarnos, que nos contuviera, que nos amara en verdad y por tanto nos comprometiera a respetar los límites y a ejercer nuestro potencial a la medida de nuestra capacidad, estamos en la senda correcta.
    Pero todo esto no dependió de nuestra decisión, sino de las elecciones y conductas de otros.
    Además, probablemente ya somos adultos, por lo cual no tenemos como volver el reloj atrás y mejorar aquello que los otros no hicieron por nosotros.
    Si somos adultos, si tenemos hijos, es hora de trabajar para que ellos no sean afectados por el imperio del mal ejercido por el EGO y sus emisarios (religiones, misioneros, sectarios, fanáticos, malandrines, corruptos, manipuladores, vejadores, falsarios, estafadores, egocéntricos, entre una larga lista).
    Está en nosotros tomar conciencia y actuar de una forma provechosa, beneficiosa, nutricia, que permita al hijo conocerse en su auténtica identidad, que le permita desplegar sus mejores capacidades, que le infunda valor, que mitigue sus angustias y miedos, que refuerce lo mejor que hay en él y es posible que se desarrolle en él. No es una tarea ni sencilla ni cómoda. Sencillo y cómodo es ponerlos delante de la tele todo el día, estupidizarlos con juguetitos electrónicos las 24 horas, hacerlos adictos a tal o cual cosa, momificarlos, negarles su identidad espiritual, hacerles creer que es la manipulación el sistema para gobernarse y gobernar el mundo, estimularlos a huir de la realidad, mostrarles que fácil es mentir y echar culpas, hacerlos religiosos, obligarlos a vivir en dependencia constante, desvalorizarlos, todo eso es fácil y cómodo…
    Pero no es la forma de criar hijos sanos, buenos, lindos, inteligentes, santos… Para ayudar a crecer a nuestros hijos es necesario desprenderse del EGO, porque es virtualmente imposible educar en libertad en tanto uno es esclavo del EGO.

    Volviendo a aquel que ya es adulto y esclavo del EGO, ¿qué podemos hacer AQUÍ y AHORA?

    Tomar conciencia del círculo vicioso que hemos descrito anteriormente con el primado del EGO sobre cada uno.
    No es imprescindible tener noción de cada aspecto, ni “recordar” lo acontecido en el momento del espantoso trauma inicial, ni estar totalmente de acuerdo con esta teoría, sino conocerla.

    Luego hay que reconocer aquellos aspectos en los que uno es potente y en cuales no, enumerarlos, tenerlos claro, evaluar el potencial real que se puede alcanzar.
    Es hora de dejar de querer controlar aquello que no se puede controlar. Soltar, liberar, dejar ser, no asumirse en el rol del que está 100% a cargo; pero tampoco hundirse en la inacción y el caos.
    Controlar aquello que es posible controlar.

    Y luego está la parte que me parece más esforzada: confiar.
    Confiar en el orden cósmico, diseñado y sostenido por Dios (si eres ateo, confiar en el orden de las leyes naturales).
    Confiar en el prójimo… ¡nada fácil para algunos!
    Confiar en que el prójimo hará su parte, sin vivir como un inocentón súper confiado y que no es precavido.
    Por lo cual, es necesario ser precavido, atender a lo que nos rodea, prestar suma atención, ser “temeroso”, para que el miedo agazapado desde nuestras más íntimas entrañas no se fortalezca y prevalezca.

    Luego, perdonar, ser tolerante con el fracaso propio y ajeno, pero sin dejar de actuar con justicia y rectitud.
    El perdonar, perdonarse, pedir perdón, es un bálsamo poderoso… pero que muy pocos saben saborear.

    Hay un aspecto fundamental, que lamentablemente no es tomado en cuenta por la gran mayoría de las personas.
    Los Siete Mandamientos Universales son básicos para sostener una vida individual y colectiva saludable, que deja al EGO reducido a su mínima expresión, que brinda confianza, que potencia para superarse.
    Los mandamientos de no adorar otros dioses, no blasfemar y de sostener las cortes de justicia son como las columnas que sostienen a los otros mandamientos en su finalidad de promover una sociedad saludable, en la cual se pueda vivir confiando en el prójimo.
    Por no adorar otros dioses ni blasfemar, se aparta la persona de doctrinas extrañas, de religiones, de moralidades corruptas aupadas en creencias seudo espirituales. Se tiene la protección de la confianza en Dios, en el Uno y Único, quien ha provisto y ordenado los mandamientos. Al actuar en consonancia con estos dos mandamientos, se encausa a la persona en confiar, puesto que hay un poder superior, incorruptible, perfecto, que siempre está a cargo.
    Por respetar a los juzgados, por promover el imperio de la justicia entre los hombres, se brinda un marco regulatorio, se alienta el ejercicio de la conducta responsable que está sometida al control de las autoridades civiles.
    Estos son los marcos que contienen a los otros mandamientos, que como te dije sirven para estimular la confianza en el prójimo.
    Puedes caminar tranquilo, pues nadie te atacará ni para herirte, ni para asesinarte, ni para robarte, ni para obligarte a hacer cosas que no quieres.
    Puedes salir tranquilo, sin celos, sin complejos, sin resquemores, sin dudas corrosivas, porque sabes que tu esposa/esposo te será fiel, tal como tú lo eres.
    Puedes dormir tranquilo, porque nadie entrará a tu casa, nadie te molestará, a tus hijos nada les pasará cuando salen por la noche.
    Puedes respirar en paz, porque vives en una sociedad en la cual se respeta la vida animal en todas sus formas, lo que enfila la conducta a contemplar al prójimo y sus pertenencias, para que no se cometan actos deleznables.
    Puedes confiar, porque el imperio de la LEY divina y humana está al control, al sano control, de la sociedad.
    Los percances pueden ocurrir en este mundo ideal protegido por los Siete Mandamientos, por supuesto que ocurrirán accidentes, pero serán verdaderos accidentes y no imprudencias, desacatos de las normas, locuras del momento.

    Pero, no vivimos en el paraíso de los Siete Mandamientos Universales.
    Vivimos en un mundo dominado por el EGO, sometidos a la impotencia, rodeados de indiferencia, llenos de odio, vapuleados por las religiones, angustiados, ansiosos, deprimidos.
    Vivimos encerrados en celditas mentales, acomplejados, desvalorizados, con cero autoestima, violentando los derechos de los otros, adorando falsos dioses, adulando a Jesús y otras patrañas, elogiando a los falsarios, pretendiendo ser lo que no somos.
    Desconfiamos, en nada confiamos.
    Somos enfermos, estamos enfermos, enfermamos.
    Las diversiones son burlas, morisquetas ofensivas, mofarse de los que creemos más débiles.
    Usamos de nuestra inteligencia para inventar formas de destrucción y excusas y justificaciones y mecanismos perversos de manipulación.
    Abusamos de los recursos naturales, explotamos hasta la enfermedad las riquezas de nuestro mundo.
    Damos la espalda a Dios pero corremos a abrazarnos a los pastores mentirosos, a cabalisteros, jasideos, seudo rabinos, iluminados, gurús, diosecitos a nuestra imagen y semejanza.
    Nos creemos la gran cosa, pero no somos más que amebas un poco más sofisticadas.
    El EGO domina, la impotencia está en todas partes, la promovemos nosotros.
    Escapamos de la responsabilidad, de la libertad, del deber, de la justicia, de la bondad, del perdón… escapamos de todo lo bueno para seguir en la cómoda, o en lo que parece que lo es.
    No tenemos vidas, encerrados, con pánico, victimizados, siendo victimarios, manipuladores…
    Andamos por la vida, como patéticas sombras.
    Destruimos pero somos “religiosos”.

    No es casualidad que desde hace unos miles de años Dios ha dado el plan de vida para la humanidad, los Siete Mandamientos Universales, pero igualmente sigamos en el fango sin sacar la cabeza y ser libres.

    Escucho tus comentarios mientras te recomiendo la relectura de http://fulvida.com/?p=434.