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El consejo diario 243

Enseña a tus hijos a que estén alegres con su porción.
¿Cómo?
No es nada fácil.
Te daré pautas que tú sabrás aplicar con inteligencia y flexibilidad.
Recuerda, la pareja de padres deberá ponerse de acuerdo para mantener ambos los límites que establezcan como correctos.
Es bueno que tales límites, al menos algunos de ellos, surjan en diálogo con los hijos (de acuerdo a sus edades, por supuesto).

No les den objetos que no necesitan realmente, a pesar de que ellos insistan y se pongan cargosos.
Enséñenles a apreciar lo que ya poseen, a disfrutar de lo que está en su dominio.
Muéstrenles a no codiciar lo que otros tienen.
No les regalen golosinas con demasiada frecuencia, pero sí en ocasiones especiales, fines de semana por ejemplo.
Procuren que participen en actividades de la casa, en las compras de los alimentos, etc.

Y lo más importante, que sean apreciados por sus padres, de tal forma de encontrar en el alimento emocional (respeto, amor, compañía, contención) una fuente de placer y no buscar substitutos inapropiados.

El consejo diario 240

Debes saber que tienes total control (intelectual, emocional, de actos) sobre tus decisiones, por lo tanto eres completamente responsable de lo que escoges.

Sin embargo, el Eterno es quien tiene el control sobre los resultados de tus decisiones, por tanto debes confiar plenamente en Él.

El consejo diario 239

Para compartir tu bendición, primero debes llenarte tú.
Tal como una copa debe estar rebosante para derramar su bendición hacia fuera.

Llena tu vida con buenas acciones, con verdadero pan espiritual, con bondad y justicia, con lealtad.
Solamente cuando tu alma esté nutrida y equilibrada, estarás preparado para ser de bendición.

El consejo diario 234

No te preguntes si «eres salvo»,
mejor pregunta qué puedes hacer para construir Shalom.
Porque, si eres de los constructores de Shalom,
edificas un mundo de perfección Aquí,
para ti y los demás,
y destinas intenso placer en tu porción de Más Allá.

No sigas la senda mala del egoísmo,
de la «salvación personal»,
de la idolatría que endiosa a pobres hombres,
no busques TU salvación,
sino el mejoramiento del mundo.