Enseña a tus hijos a que estén alegres con su porción.
¿Cómo?
No es nada fácil.
Te daré pautas que tú sabrás aplicar con inteligencia y flexibilidad.
Recuerda, la pareja de padres deberá ponerse de acuerdo para mantener ambos los límites que establezcan como correctos.
Es bueno que tales límites, al menos algunos de ellos, surjan en diálogo con los hijos (de acuerdo a sus edades, por supuesto).
No les den objetos que no necesitan realmente, a pesar de que ellos insistan y se pongan cargosos.
Enséñenles a apreciar lo que ya poseen, a disfrutar de lo que está en su dominio.
Muéstrenles a no codiciar lo que otros tienen.
No les regalen golosinas con demasiada frecuencia, pero sí en ocasiones especiales, fines de semana por ejemplo.
Procuren que participen en actividades de la casa, en las compras de los alimentos, etc.
Y lo más importante, que sean apreciados por sus padres, de tal forma de encontrar en el alimento emocional (respeto, amor, compañía, contención) una fuente de placer y no buscar substitutos inapropiados.