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Vaishlaj 5773-El secreto de la paz

Iaacov está retornando a su patria luego de haber estado muchos años fuera, en tierra y cultura de los arameos.
Había huido a causa del miedo que le inspiraba su bravo hermano Esav, temía por su integridad y vida, así como por la tragedia que le pudiera ocurrir a sus padres o hermano por su causa.
Escapó solo con lo que tenía puesto, que al poco tiempo le fuera robado.
A simple vista era un pobre inmigrante recién llegado a tierras extrañas, apenas poseedor de unas prendas para vestir, pero rico en su convicción interior de que algún día alcanzaría a disfrutar de la promesa de riqueza y poder. Sin embargo, no era fácil, es la experiencia del expatriado solitario, desamparado, falto de contactos, sin cuentas bancarias, sin posibilidad de retorno. Nuestros antepasados supieron atravesar por situaciones similares en varias ocasiones, algunas no tan lejanas en el tiempo. Así estaba nuestro tercer patriarca en su juventud, con una gran pobreza material, lleno de incertidumbres, cuando llegó a la que sería su nueva casa y nuevo inicio.
Conoció en Aram a la que sería su esposa amada, Rajel; también a su esposa constante y valiente, Lea. Aprendió a valorar personas y cosas, tiempo y esfuerzo. Mucho fue adquiriendo en el transcurso de su destierro. Formó una numerosa familia, cosechó dinero y poder, fue creciendo lentamente en cada área de su existencia. Pero, aún tenía tres cuentas pendientes: regresar a vivir en su tierra patria; reconciliarse con su hermano y vivir sin culpas ni remordimientos; reconciliarse consigo mismo, para vivir en completa paz y gozo de la bendición de todo lo bueno.
Son estas cuentas las que irá resolviendo en nuestra parashá.
En particular veremos que para el reencuentro con su hermano se preparó de diversas maneras.
Sabía que el agresivo Esav venía armado para la guerra, acompañado por una banda centenaria de hombres de armas tomar. Recordaba las rencillas del pasado, la violencia, el hostigamiento, las amenazas y, por supuesto, no olvidaba que estaba en la mira de su hermano. Sí, era un momento de gran angustia, porque ahora no solamente podría ser dañado él, sino también sus esposas e hijos. Poco le importaba si Esav se llevaba ovejas de su rebaño, o las aniquilaba todas; si le quitaba alhajas o títulos nobiliarios, nada de eso ameritaba angustiarse, sin embargo, debía resguardar a su familia, protegerlos, procurar que ningún percance les sucediera. No sabía muy bien cómo reaccionaría actualmente su hermano, puesto que había perdido el contacto hacía décadas, pero mejor prevenir que curar. Sí sabía que era muy astuto para atacar, no era tonto en el ejercicio de su violencia; aunque primitivo y básico en ciertos aspectos, por completo sometido a sus pasiones, pero hábil en astucias, ingenioso para el engaño, experto en el arte de la guerra siglos antes de Sun Tzu.

Clásicamente se reconoce que Iaacov se preparó en tres aspectos: 1) envío numerosos y valiosos regalos acompañados por dulces elogios para apaciguar a su hermano; 2) rezó al Eterno; 3) organizó el campamento familiar para resguardarlo de un ataque militar, además de acondicionarse para responder activamente a las agresiones en caso de necesidad.
Estos preparativos nos enseñan también a nosotros un estilo para responder ante los embates de la angustia así como ante los ataques externos.

Encontrar mecanismos para la conciliación, negociar, pacificar, dialogar, evitar la confrontación, dar un paso al costado, dar en lugar de recibir. Cuando se maneja la relación interpersonal desde el altruismo, desde el genuino interés por beneficiar al prójimo, sin perjudicarse a uno mismo, entonces es factible resolver situaciones complejas de modo mucho más eficiente y saludable. Se evita caer en las trampas del egoísmo, para actuar desde el código de la bondad y la justicia. Así pues, lo que puede parecer como lisonja o compra de voluntades, al hacerse de manera honesta y sin dobleces, en realidad es una llave al compromiso mutuo, al entendimiento, a la comunicación auténtica que espabila oscuridades para llenar de luz y armonía. Uno puede perdonar al que sinceramente se disculpa, pero no olvidemos también pedir perdón, porque probablemente hemos incurrido en errores, faltas y omisiones, a sabiendas o no.

Está también el orar. A través de una concentración profunda, de una intencionalidad positiva, se puede fortalecer el ánimo con rezos, tal vez encontrar en ello también el favor desde lo Alto, proveer de energías renovadas a uno y al prójimo con el cual se está en conflicto. Recordemos que el plano espiritual es el de la unidad, en donde no existen bipolaridades ni conflictos, sino tan solo unidad, armonía. Cuando se reza en verdad, no se está solicitando la servidumbre de Dios, ni que Él nos haga los mandados, sino que uno se introduce a una visión de la realidad más auténtica, en donde todos somos uno.

Tristemente en ocasiones el EGO se impone y consigue dominar, desde su escasa potencia reduce a nulos o infértiles los esfuerzos por llevar una vida de creatividad y plenitud.
Entonces, a veces, no queda otro camino que el de esgrimir alguna arma física para la defensa, para detener la violencia, para responder a los ataques del agresor de modo tal que cesen y se pueda establecer un período de tirantez pero que permita geminar la paz. Seguramente que para aquel vive bajo el objetivo de construir Shalom este paso es sumamente doloroso, hasta pareciera que adverso a su intención, pero es necesario comprender que hay situaciones en las cuales las concesiones bondadosas no apoyan la causa de la paz, que los rezos no influyen en el espíritu del asaltante para amansarlo y disponerlo a la negociación, por lo cual el principio de la justicia establece que sea necesario el uso de la fuerza medida, apropiada, restringida al esfuerzo del shalom.

En estos días, comienzos de Kislev 5773 (noviembre 2012), pudimos testimoniar y ser parte de una repetición de la historia ancestral.
Israel desea vivir en paz en su propia tierra, al volver a ella luego del exilio forzado y torturador, que fuera provocado por los conquistadores sanguinarios y despiadados. Ahora Israel se yergue y comienza a retornar al hogar, a su destino, a su herencia, a su ambiente normal. Como hiciera el patriarca Iaacov/Israel.
Israel anhela reconciliarse con su hermano, con sus vecinos, aquellos que en el pasado le agredieron sin motivo y ferozmente. Es Israel quien hace los esfuerzos para establecer puentes, mesas de diálogo, el que concede, el que halaga, el que regala con tal de obtener el abrazo fraternal de la convivencia. Pero se le responde con hostigamiento, con saña, con burla, con maliciosas mentiras, con falsas promesas de paz y respeto. Sin embargo, Israel se mantiene leal y firme a conceder, a dar de lo propio con tal de alegrar al bravucón para que deje su pendencia y admita el derecho de Israel a su propio hogar, a su existencia, a vivir en calma y paz. Para compartir así bienestar entre todos, la bendición de todo.
Israel también encuentra quienes elevan plegarias, piden al Padre Celestial por Shalom, no para que mueran o sean aniquilados los enemigos acérrimos, esos cegados por el odio y la avaricia, sino para que dejen de lado la guerra, abandonen sus planes de aniquilación expuestos abiertamente para quienes entienden el árabe. Israel pide a Dios para que haga la paz, para todos. Aunque del otro lado solo se oyen invectivas, salvajes llamados a la “guerra santa”, como si la guerra pudiera serlo. Del otro lado se insiste en pretender extirpar a Israel del mapa y eliminar a los judíos del mundo, y para colmo los cómplices del silencio o de la mentira disparan misiles de palabras venenosas, para enquistar aún más el mal en contra de Israel. Pero Israel sigue siendo leal, y también reza.
Pero, cuando llega el momento de defenderse, Israel no esquiva su sagrada obligación de proteger a los indefensos, de hacer lo mínimo necesario para que al menos haya justicia. Aunque luego se le acuse injustamente, se le hostigue con falsedades y mentirosos rumores, también es necesario dar el doloroso paso de la defensa armada cuando no hay otra manera de permanecer con vida. Aunque los falsos pacifistas insulten y proclamen infamias, Israel debe defenderse y lo hace con nobleza, no con terrorismo ni bravuconería, sino con la confianza del que se sabe con el poder suficiente para responder y dar una chance a la paz.

Así pues, el patriarca volvía y quería reconciliarse con su hermano, con aquel que le había agredido, pero también quería encontrar la paz consigo mismo.
Una gran parte de esta última tarea se alcanza consagrándose a obtener las dos anteriores. No es el único modo, pero sirve de gran auxilio.
Comprendamos, la paz interior siempre repercute en paz con el exterior; al contrario también es cierto: aquel que no está en paz consigo mismo, que no se valora correctamente, que no se respeta, que no se cuida, que no se ama, es improbable que pueda llevar una armoniosa relación con los demás y el entorno.

Si prestamos atención, los tres preparativos de Iaacov para el encuentro con su hermano tiene mucho que ver con lo que la Tradición indica para entrar a pleno en cada nuevo año: teshuvá, tefilá y tzedaká. No es casualidad, más bien es la reafirmación que desde antaño conocemos el código para desarrollar una existencia de bendición, solamente debemos recordarlo y vivir en consecuencia.

Tenemos tantas cosas para aprender de la Torá, tantas que pueden iluminar nuestra vida personal y colectiva. Es bueno darnos la oportunidad para hacerlo. Solamente podemos salir beneficiados de esto.
Para concluir, recordemos las palabras del profeta en la haftará que corresponde a esta parashá: "Como tú hiciste, se hará contigo; tu retribución volverá sobre tu cabeza." (Ovadia / Abdías 1:15).
Tratemos de hacer siempre lo que es bueno y justo, para que la consecuencia sea bondad y justicia.

Shabat Shalom.

Ser Autentico

«10 Iaacov saliò de Beer Sheva y fue hacia Jaràn… Gen. 28»

Iaacov, el tercer patriarca de los judìos, debiò partir de su lugar hacia el extranjero por dos motivos:

1 – Para huir de su hermano Esav que pretendìa asesinarlo.

2 – Y porque su padre Itzjak le habìa ordenado que se casase con una de las hijas de Labàn, hermano de su madre.

Los sabios enseñan que Iaacov permaneciò 14 años estudiando Torà en las casas de estudio de Shem y Ever, preparandose a si mismo, pues iva a estar en un lugar ajeno al suyo, donde habìa pocos que se regìan por los Mandamientos de Dios.

Hay noajidas despiertos, hay otros que estàn despertando, hay otros que duermen, hay otros que despiertan y vuelven a dormirse. El Noajismo es algo constante, no es una màscara que se debe usar y sacarsela cuando se salga allì afuera, al mundo. Uno cuando estudia se prepara para cumplir, para dar un esfuerzo en ser socio constructor de la paz, se prepara para crecer, para ser un recipiente de luz e iluminar a otros, se prepara para ser un siervo de Dios, leal, bondadoso y justo.

Iaacov se preparò para salir allì donde no sabìa con que se encontrarìa, el se conectò con su yo autentico y no se desprendiò de ahi, el fue constante, no era un dia cumplidor de los preceptos y al otro dìa un engañador, complice del caos, del mal.

El Noajismo es nuestra identidad, dichoso aquel que la pule, que utiliza todo su potencial en realmente vivir cada dìa como Noajida. De eso se trata la vida, vivir Noajismo, ser Noajida, demostrar serlo.

No se debe despertar para dormirse, se debe despertar para aprovechar al màximo la oportunidad de ser un gran constructor de shalom.

No esperes, allì esta el mundo, da tu parte en el.

¿Tu lo estas haciendo?

El leal a Dios es Noajida.

Pd: Nuestros hermanos judìos estàn sufriendo en Israel, veamos que podemos hacer por ellos, aparte de orar, pensemos juntos. Hoy les esta tocando a ellos, mañana te puede tocar a ti. Unamos fuerzas.

Comunidad Fulvida Argentina

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La senda del santo

  1. Por santo podemos entender aquello que conecta (o está conectado) con el Eterno.
  2. Es común confundir severidad extrema (pesadas imposiciones, mayores restricciones, innecesarios cercos, enjuiciamientos continuos) y el repudio del pecador con una mayor santidad, pero esto es falso.
  3. Cuanto más nos rectificamos en el camino del Eterno, más unificados estamos, con nosotros mismos, con el prójimo, con el cosmos y con el Eterno.
  4. La rectificación permite la estabilidad multidimensional, en cada uno de nuestros planos de existencia, vigoriza nuestra salud, amplía nuestro gozo, abre canales de comprensión y sensación.
  5. Estar en unidad es experimentar la armonía interna/externa.
  6. Al diluir las falsas separaciones y preservar los correctos límites, nos elevamos en nuestra percepción de la realidad, creamos una renovada visión de la misma que hasta podría considerase una re-creación de la realidad.
  7. A mayor elevación, nos hacemos más comprensivos de las situaciones que, realmente o en apariencia, contradicen la santidad.
  8. La comprensión, unida al conocimiento y a la sanación emocional implica que se critica con menos acritud, no se difama, no se insulta, no se reprocha egoístamente, no se demanda con ánimo infantil, no se declara que todo es pecado y pecaminoso. Se encuentran más puntos para la cooperación que para el rechazo.
  9. A mayor rectificación corresponde más flexibilidad, menos exigencia desmedida, mayor bondad y justicia.
  10. Quien se va elevando en el camino del Eterno, quien va construyendo Shalom, menos juzga con severidad y más méritos encuentra.
  11. Con bondad y justicia, comprensión y aceptación, con unificación responsable, con flexibilidad sin dobleces, así se ayuda el prójimo a encaminarse él también por el camino de la rectificación.
  12. No a través de la actitud presumida, ni pusilánime, ni agresiva, ni coercitiva, ni separatista, ni de misionero, ni abusiva, ni agresiva, ni engañosa.
  13. Es la construcción de Shalom LA senda de la santidad.

De la retribución Divina

1- No sabemos quién es bueno y quien no lo es.

2- No sabemos quién es justo y quien no lo es.

3- No sabemos el grado de mezcla entre luz y sombras de cada persona.

4- Podemos suponer que tal persona es tanto de buena o no, o de justa o no, pero solo podemos suponer, nunca saber.

5- Tampoco de nosotros mismos.

6- Las cosas suceden, a los que suponemos buenos como a los que suponemos que no lo son.

7- Cosas que nos parecen malas y cosas que nos parecen buenas, de ambas suceden.

8- Lo que suponemos bueno no necesariamente le pasa siempre al que suponemos bueno.

9- Lo que suponemos malo muchas veces parece que le pasa al que suponemos bueno.

10- La “retribución” Divina no se valora de acuerdo al grado de bien que nosotros suponemos le corresponde al que suponemos bueno.

11- Es imposible para nosotros comprender el mecanismo de la retribución Divina.

12- Por consiguiente, lo mejor que nos queda es hacer lo que es bueno y lo que es justo, no de acuerdo a nuestra suposición, sino de acuerdo a lo que el Eterno ha consignado como tales.

13- Seguramente que no actuaremos siempre de acuerdo a lo que es bueno, tampoco a lo que es justo. Esto es parte de la naturaleza humana. Igualmente nuestro compromiso debe ser con lo bueno y justo.

14- Que nuestras acciones buenas y justas sean sin esperar ninguna retribución, absolutamente ninguna.

15- No esperar nada a cambio de lo que hemos hecho como bien y justicia, ni en el próximo mundo, ni en este mundo.

16- Si hacemos esperando algo a cambio, lo que obtendremos finalmente será amargura y decepción.

17- Cuando la acción es generosa en sí misma, sin espera de retribución, es cuando se alcanza la mayor grandeza y beneficio reales.

18- Ejemplo. El Job del capítulo primero hacía lo que hacía esperando obtener el favor del Eterno. No lo obtuvo.
El Job del capítulo 42 dejó de esperar recibir dones a cambio de sus actos “buenos” y/o “justos”, simplemente hacía el bien al prójimo, era también justo en sus apreciaciones; fue allí cuando finalmente estuvo lleno de todo bien. Mientras pactaba negocitos con Dios, con el destino, era víctima de su EGO, se perjudicaba aunque se creyera santo y de renombre. Pero cuando el AMOR ocupó el lugar que le correspondía, entonces ya dejó de pretender pactos con Dios, ya no buscó más manipular la realidad según su antojo, estaba a merced de lo que sucediera, y le sucedió lo bueno.

19- Pretender ejercer el control “metafísico” de la realidad a través de actos de supuesta bondad y justicia, es una estrategia del EGO.

20- Controlar lo que está al alcance y dejar fluir el resto, es abrir la puerta al bienestar.

Integridad, Estudio y Acciòn

«27 Los muchachos crecieron. Esav era hombre diestro en la caza, hombre de campo. Y Iaacov era hombre ìntegro que permanecìa en las tiendas… Gen. 25.»

Es conocidisima la historia de estos mellizos, de los cuales, gracias a la Torà (herencia del pueblo judìo) y los sabios, podemos aprender algo muy importante, algo que no se debe olvidar y sì recordar para vivir o empezar a vivir una vida ìntegra.

En el versiculo que esta escrito arriba podemos notar que cuando la Torà habla de Esav, al respecto lo señala dos veces como «hombre», primero como «hombre de caza» y segundo como «hombre de campo». Enseñan los sabios que ser llamado dos veces como hombre alude a una doble personalidad, a una personalidad de engañador, de estafador, etc… Es decir, sus palabras podrian ser algunas y sus acciones otras. En cuanto a Iaacov lisa y llanamente se lo señala como «hombre íntegro», es decir, que era un hombre íntegro en todo sentido y armònico en su personalidad.

Iaacov era un hombre de muchas virtudes, pero la Torà lo resalta como un hombre ìntegro, de aquì se desprende que la mayor cualidad que se puede tener es llevar una vida de integridad y simpleza.

Pero ello no se logra permaneciendo en las casas de estudio, es decir, dedicandose solo al estudio. El estudio es algo necesario, pues estudiando se aprende, se conoce, se logra entender, pero… no es el todo. Sino que el estudio debe conectarse con el HACER, con la vida, con la sociedad, con el pròjimo. No me debe bastar solo estudiar, no me debe conformar solo leer, entender, sino que eso mismo debe complementarse con el andar del dìa a dìa, en la verduleria, en la carniceria, en la escuela, en el trabajo, etc..

La integridad se logra, cuando el estudio se lleva a la pràctica, porque para ello estamos en la vida, para ello tenemos siete leyes, para eso estàn, para que nos preparemos, ensillemos nuestros caballos y salgamos al mundo a practicar lo estudiado, lo aprendido y seamos còmplices en la construcciòn de shalom.

Debemos salir al mundo y ser nosotros, ser noajidas, ser ìntegros, ayudesmosnos, ayudesmoslos.

El leal a Dios es Noajida!…

Comunidad Fulvida Argentina.

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Toledot 5773–La clave de la bendición y gozo

En el capítulo 27 de Bereshit/Génesis encontramos el suceso en el cual Iaacov se disfraza de Esav para ser bendecido por su anciano padre.
Algunos célebres comentaristas (y modestamente nosotros en otras ocasiones) han brindado explicaciones apologéticas, para mitigar o hacer desaparecer el engaño en la conducta de Iaacov en aquella ocasión.
Sin embargo, desde el mismo texto, desde el midrash, así como en el comentario de otros renombrados estudiosos se manifiesta la acusación de que aquí no se actuó de la mejor manera posible. Se pueden brindar excusas, justificar, encontrar motivos que parecen válidos, pero nos quedamos con las palabras del midrash (en boca de la matriarca Lea cuando reprende a su marido):

“אכן צדקת רמאית בת רמאי אני, אך אתה יעקב היית לנו למורה ומדריך ברמאות שלך,כשרימית את אביך, וכשגנבת את הבכורה מאחיך עשו.”

“Tienes razón, soy una engañadora hija de engañador, pero tú Iaacov eres un maestro y un guía con tus engaños, como cuando engañaste a tu padre y cuando tomaste la primogenitura de tu hermano Esav”.
(Tanjuma, Vaietze 11)

No quiero tratar este tema directamente, ni dilucidar si el patriarca estafó a su hermano, engaño a su padre, se manejó de manera vil. No es el tema que quiero tratar en este artículo.
Más bien pretende que veamos cómo opera el EGO, algunos de sus mecanismos y tal vez aprender a ser un poco más libres, menos esclavizados a sus artimañas.
Espero que sea una redacción breve y concisa, pero preciso que tengas a mano el texto del capítulo 27, aunque realmente iremos de adelante para atrás por la parashá Toledot.

Esav es el cazador, el hombre rudo, el incivilizado, el indomable, aquel que sigue sus propias reglas, el que es capaz de vender conscientemente su derecho a la primogenitura a cambio de un plato de comida porque “muere de hambre” en ese momento. Esav es la representación del Yo Vivido, que se conforma de las innumerables máscaras que vamos adquiriendo a lo largo de la vida, a las que asumimos como nuestra identidad, pero que generalmente están para tapar nuestra verdadera identidad, nos alejan de nuestro Yo Auténtico. Nuestros padres nos ponen máscaras, nuestros maestros, los amigos, los familiares, los colegas, los hijos, la gente en la calle, nosotros mismos tejemos muchas de ellas. Creemos ser tal o cual máscara, o conjunto de ellas, porque no estamos conectados a nuestro Yo Auténtico, al que mantenemos alejado, apartado de la conciencia, encerrado.
Ese Yo Auténtico es representado por Iaacov, que es descrito en el texto de la Torá como un hombre simple, sencillo, íntegro, que se asienta en las tiendas (la casa). Iaacov que es un hombre interior, reflexivo, compasivo, razonante, que evalúa las situaciones y no se deja llevar por la pasión o la necesidad de los impulsos. Es el verdadero ser, la chispa de divinidad que resplandece dentro de cada uno.
Nacen juntos, aunque vemos primero a Esav, porque es externo, es visible, es al que le ponemos nombres, al que vamos modelando para que sea según nuestro parecer. A diferencia de Iaacov, que no se lo ve, que no se lo siente, que es imposible de ser manipulado, que está ahí detrás, activo pero en silencio.
El plano emocional parece llevarse mejor con Esav, no es que Esav le beneficie, solamente parece hacerlo. Esav sabe cómo engañar, cómo hacerse pasar por lo que no es, disfrazarse en todo momento, parecer un santo sin serlo. Esa es la finalidad del Yo Vivido, hacer pasar la vida en un engaño, armar un tinglado y representar una obra en él. El plano emocional queda prendido de las trampas desarrolladas por Esav. Apariencias es un buen resumen de Esav.

No suele ganarle Esav al intelecto frío y calculador, quien reconoce las trampas y prefiere decantarse por lo seguro, lo tranquilo, lo auténtico.
Lástima que en la vida cotidiana no dirige el intelecto, sino que está adormecido, a media máquina, más ocupado en cuestiones pasajeras y banales que en encontrar la armonía existencial, en procurar una construcción de shalom.
Por ello, Esav termina siendo el jefe, cuando solamente debiera ser un utensilio más para Iaacov.
Termina liderando Esav, porque Iaacov no encuentra el patrocinio del intelecto ni la fuerza del plano emocional.

Encontramos en el relato que estamos trabajando un cambio a lo que es tan corriente.
De repente Iaacov toma el rol de Esav, engaña, se disfraza, miente, se hace pasar por quien no es.
¿Cómo puede ser esto?
¿El Yo Auténtico actuando como Yo Vivido?
¿Qué ha pasado?
¿Qué es esta corrupción?

Tal parece que se nos quiere enseñar un método para avanzar en nuestro proceso de armonización, de maduración, de aprendizaje para la felicidad.
Es necesario que encontremos cual de los rostros dibujados por el Yo Vivido pueden calzar a la perfección para representar a nuestro Yo Auténtico. Establecer un canal de comunicación entre ambos. Para que de ese modo se consiga el concurso del plano emocional, a través de un trabajo del intelecto, para liberar a la persona del yugo del EGO.

Fue necesario satisfacer con placer legítimo al plano emocional, brindarle deleites permitidos, que gozara de lo que es aceptable.
Siempre el gozo de lo permitido, sin apartarse hacia lo negativo.
Porque las cosas placenteras son buenas, disfrutar de ellas es parte de nuestra misión en la vida, es un tesoro de experiencias que llevaremos eternamente en nuestra memoria espiritual.
Pero sin dejarse caer en lo que es malo, lo que excede el límite consentido.

Darle al plano emocional lo que precisa para colmar sus apetitos, es parte del método para armonizar el Yo Auténtico con el Yo Vivido.
A diferencia de los que pregonan ayunos, castigos, severas represiones, negación del deleite, nosotros estamos descubriendo el valor profundo del disfrute permitido.
Que no falte el placer, de todo aquello que se puede disfrutar. Tal como enseñaban los primeros maestros jasídicos, entre otros, que el cuerpo reciba su gozo, que las emociones también, porque ello en vez de aprisionar en verdad permite liberar chispas de Luz, contribuye a la liberación y armonización del hombre y la sociedad.
Recuerda, todo con la moderación y santidad apropiados.

Ese es el rostro que debe tomar el Yo Auténtico en armonía con alguno de los antifaces del Yo Vivido.
Uno que dibuje satisfacción profunda, sincera, donde el placer es el idioma, donde el gusto es experimentado sin culpa ni remordimiento, sino con intensidad.

Allí brota espontáneamente la bendición, aunque antes se temiera lo contrario.
Es cuando el hombre se permite ser él mismo, en gozo, en armonía, en paz consigo mismo, cuando resplandece su Luz interna y alumbra rincones hasta entonces dormidos.

Resulta entonces que lo que parecía un engaño de Iaacov, termina no siéndolo. Sino que es Iaacov encontrando aquello que le corresponde dentro de lo que le usurpó Esav.
Hasta ahora parecía que Iaacov debía vivir escondido, en penurias, alimentándose con migajas y de luto; pero encuentra que su lugar no es ese, sino que es también uno que repercute en la vida diaria, en las cuestiones habituales, en los momentos compartidos con otros, en cada ocasión. A través del disfrute sincero, de la alegría auténtica, de ser él mismo y de llevar a toda su multidimensionalidad a planos de armonía que emiten y reciben bendición.

Te pido que este texto lo leas y releas varías veces. Me parece que es sencillo, pero puede resultar complejo si no le brindas la atención y comprensión que se merece.
Si encuentras el camino para aumentar tu autoestima, tu felicidad, tu compromiso hacia lo que es bueno y justo, entonces has comprendido  y hecho carne su mensaje.

Gracias por compartir conmigo tus comentarios y opiniones constructivas.

(Escrito para mérito espiritual del papá del querido amigo Edgar Torres, fallecido recientemente; y para bendición y larga vida llena de Luz de su señora madre, de él y su familia).

Preguntandose Uno Mismo

 

«7 Despuès de estos eventos, la mujer de su amo puso sus ojos en Iosef y le propuso: «¡Acuestate conmigo, por favor!»8 Pero él se negó argumentando: «Mi amo se desentendiò por completo de mis actividades en la casa y todos sus asuntos los puso a mi cargo.9 En esta casa nadie tiene màs poder que yo. Él no me ha prohibido nada, excepto a ti, porque eres su esposa. ¿¡Còmo he de hacer esta gran maldad y pecar contra Elokim!?»- Gènesis Cap. 39 –


Podemos decir mucho, muchisimo sobre estos versos, el suceso que cuenta, el contexto, etc… Pero quiero compartir un pensamiento, basado en la respuesta que Iosef le da a la mujer de su amo.

El muchacho da una explicaciòn, cuenta que su amo deposito en èl toda su confianza, que no le prohibiò de nada, excepto de su mujer, pero notamos que al final el termina su explicaciòn diciendo: «¿¡Còmo he de hacer esta gran maldad y pecar contra Elokim!?»

Nuestra vida se basa en los siete preceptos, y como tal, no todo es sencillo de llevar, porque no estamos rodeados de personas comprometidas como nosotros a llevar una vida de plenitud. Si estamos rodeados de noajidas, pues todos son noajidas (excepto los judìos), pero la mayoria desconoce su legado patrimonial o estan sumergidos en la religiòn, en el ego, y por ende nos encontramos con trabas en el camino, algunas sencillas, otras dificiles.

Pero para ello estamos en la vida, para dar un poco de luz donde hay oscuridad, para enseñar con el ejemplo donde aquellos enseñan con palabrerias, para esclarecer, para aprender, para equivocarnos, para hacer bondad y justicia donde se cree no poder lograrlo. Y alli donde se nos presente la oportunidad de trangredir, de desviarnos del camino, debemos recordar, lograr que resuene en nuestros oidos aquello que se pregunto y pregunto Iosef, que en otras palabras podemos decir: «¿Acaso he de pecar contra Elokim?»… Aveces no nos damos cuenta el grado de situaciòn en que nos encontramos, ni el grado mismo de lo que conlleva actuar acorde a la Voluntad Divina, y tambièn el no hacerlo. Pero cuando nos encontremos en problemas, pensemos, preguntemosnos, seamos concientes, responsables, leales, y no olvidemos que somos humanos, somos personas, pero tenemos el potencial para hacer grandes cosas en la vida, no lo desperdiciemos.

El gentil leal a Dios es Noajida.

Comunidad Fulvida Argentina

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El pecado de Sodoma y Gomorra

El pecado principal de Sodoma y Gomorra no fue la actividad sexual ilícita, de hecho, no consta que haya sido lo prioritario o típicamente corriente en la conducta de sus habitantes.
Si bien los intérpretes cristianos de las escrituras judías suelen incurrir en este error, no por ello debemos asumir que sea cierto. Más bien, tomemos los comentarios cristianos (incluidos por supuesto los falsos judíos mesiánicos, netzaritas y todos los otros cristianos similares) como lo que son: opiniones de personas completamente ajenas a la Torá, carentes de Tradición o espíritu de sabiduría correcto, desconectados del mensaje de la Torá, incapaces de sobresalir en explicar la Torá o sus ideas y fundamentos. De hecho, ellos ni siquiera son sus depositarios o legales poseedores, solamente extranjeros advenedizos que se apropiaron de lo que no les es propio y asumieron roles e identidades perjudiciales para ellos y para quienes les siguen en sus derroteros. Pueden opinar, pero su opinión en lo histórico o espiritual vale tanto como sus derechos al respecto… (a buen entendedor).

Los habitantes de Sodoma y Gomorra tampoco eran especialmente peculiares en su idolatría, ni más ni menos que el resto del común de las personas de su tiempo y lugar.
Así pues, por ello no fueron devastados ni aniquilados por el furor divino. De haber sido el motivo, el mundo hubiera sido evaporado a cada instante desde hace milenios hasta ahora.

Entonces, ¿qué fue lo terrible que aconteció allí?

Veamos una pista muy clara que nos brinda el profeta Iejezquel:

"He aquí, ésta fue la iniquidad de tu hermana Sodoma: Orgullo, abundancia de pan y despreocupada tranquilidad tuvieron ella y sus hijas.
Pero ella no dio la mano al pobre y al necesitado.
Ellas se enaltecieron e hicieron abominación delante de mí; de modo que cuando las vi, las eliminé."
(Iejezkel / Ezequiel 16:49-50)

Abundancia material acompañada por cero de solidaridad.
Orgullo regado con falta de misericordia.
Egoísmo en vez de altruismo.
Todo lo bueno y grandes oportunidades para hacer el bien, pero regocijarse en el sufrimiento ajeno, en la falta del otro, en la necesidad no colmada del pobre.
Sí, vemos que la gran malicia de Sodoma y sus compañeras está más ligada a la típica conducta EGO, contraria al AMOR, que a cuestiones referentes a preferencias o actividades sexuales.

Fueron “abominables” por enorgullecerse, por creerse más de lo que eran, por faltarles autoestima y presumir de lo que no eran, por dejarse llevar por el EGO que les infló la imagen de sí mismos. Eran violentos, prepotentes, maliciosos, faltos de consideración, apegados a lo material.
Eran esclavos del EGO, modelos de aquello que debemos evitar.

Eran la contrapartida al primero de los patriarca judíos, pues Abraham es el modelo de la bondad, de la entrega desinteresada, del servicio al prójimo, de la dedicación a la propagación del bien, del mensaje puro y eterno del noajismo. Del otro lado estaban sus vecinos, los residentes de las ciudades avivadas por el EGO, por la religión, por el materialismo impúdico y carente de espiritualidad.

Los describe con elocuencia Josefo:

“Los somoditas, extremadamente orgullosos de su número y el alcance de su riqueza, se mostraron insolentes a los hombres e impíos a la Divinidad, al grado de que olvidaron los beneficios que habían recibido de Él, odiaban a los extranjeros y se negó toda relación con los demás. Indignado por esta conducta, en consecuencia Dios decidió castigarlos por su arrogancia…”
(Antigüedades I, 194-5)

Xenofobia, malicia, violencia, negación de la realidad, falta de agradecimiento, inmisericordia, desapego… EGO.

Y el Talmud, en el tratado de Sanhedrin (109a) los retrata en su completa avaricia, violencia, engaños para obtener beneficios materiales, falsa caridad, rudeza en el trato con los pobres y extranjeros.
Sí, un retrato muy lamentable de la bajeza del ser humano cuando es esclavo del EGO, que llora, se queja, agrede y se desconecta de la realidad. Manipula para hacer de cuenta que tiene poder. Trata de controlar aquello que no está bajo su dominio. Anhela alcanzar lo imposible, pero es incapaz de hacer lo posible.
En fin, lo que ya conocemos acerca del EGO, de la vida carente de bondad y justicia, sumida en religión, en falsa libertad, en reglas rígidas e inhumanas pero que se declaran como “humanismo progresista”, lo de siempre…

Lo mismo encontramos en los relatos y comentarios en el Bereshit Raba (49:6, 50:7) y en los Pirkei deRebi Eliezer, la completa carencia de bondad, el legalismo frío que pervierte la justicia, la abundancia desprovista de conciencia, la extorsión para que los disidentes no actuaran con nobleza sino bajo el reinado del terror.

Una y otra vez, siempre que revisamos las fuentes volvemos a la misma patética imagen, el ser humano envilecido por su EGO, prepotente pero impotente.

Dejemos que el resumen lo brinde el profeta Ieshaiá:

"Escuchad la palabra del Eterno, oh gobernantes de Sodoma. Escucha la instrucción de nuestro Elokim, oh pueblo de Gomorra.
Dice el Eterno: ‘¿De qué me sirve la multitud de vuestros sacrificios? Hastiado estoy de holocaustos de carneros y del sebo de animales engordados. No deseo la sangre de toros, de corderos y de machos cabríos.
Cuando venís a ver mi rostro, ¿quién pide esto de vuestras manos, para que pisoteéis mis atrios?
No traigáis más ofrendas vanas. El incienso me es una abominación; también las lunas nuevas, los días festivos y el convocar asambleas. ¡No puedo soportar iniquidad con asamblea festiva!
Mi alma aborrece vuestras lunas nuevas y vuestras festividades. Me son una carga; estoy cansado de soportarlas.
Cuando extendáis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos. Aunque multipliquéis las oraciones, yo no escucharé. ¡Vuestras manos están llenas de sangre!
Lavaos, limpiaos, quitad la maldad de vuestras acciones de delante de mis ojos. Dejad de hacer el mal.
Aprended a hacer el bien, buscad el derecho, reprended al opresor, defended al huérfano, amparad a la viuda.
Venid, pues, dice el Eterno; y razonemos juntos: Aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos. Aunque sean rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
Si queréis y obedecéis, comeréis de lo mejor de la tierra.
Pero si rehusáis y os rebeláis, seréis consumidos por la espada; porque la boca del Eterno ha hablado.’"
(Ieshaiá / Isaías 1:10-20)

Resulta obvio que el Eterno no quiere religión, ni rituales vacíos, ni festividades carentes de sentido, ni sangre de sacrificios, ni repetición de lemas supuestamente espirituales. Él está hastiado de todo eso, simplemente quiere algo de ti: bondad y justicia en tus actos cotidianos.
Que seas más como Abraham y menos como los de Sodoma y Gomorra.

¿Estás dispuesto a seguir a Dios?
¿O seguirás lo de siempre, al EGO y sus pastores religiosos (de la religión que sea)?

Tú eres Noé

Las noticias nos han mostrado imágenes de la devastación ocurrida en New York, New Jersey y otras áreas de los EUA. El mismo vendaval causó estragos en diversos sitios del Caribe, especialmente las derruidas Cuba y Haití.
Han habido muertos, heridos, desaparecidos, pérdidas materiales multimillonarias, un desastre enorme.
Pero no es lo único terrible por estos días, aunque tenga mucho peso en las noticias difundidas por los medios populares. Tuvimos cientos de cohetes lanzados desde el bastión imperialista de Gaza en contra de inocentes civiles en el Estado de Israel. Horribles dramas a causa del clima en la región del Río de la Plata. Fuertes temblores en Filipinas y Perú. Otros en la zona de California y México. Y tiroteos, masacres, agresiones, violaciones, muertes, injusticias, esclavitud, tráfico de drogas (químicas o religiosas), violencia doméstica, robo, secuestros, atentados, enfermedades, privación de libertad de inocentes, vejación de derechos humanos, imposición del terror por parte de sectas o gobiernos totalitarios, fraudes electores, una mortal crisis económica que atrapa a muchos países, mucho, mucho daño que causa el hombre al hombre, además del que ocurre por eventos de la naturaleza.
A veces tenemos amigos o conocidos involucrados, afectados directa o indirectamente. Que padecen por obra de la naturaleza o por la mano del hombre.
¿Dónde estamos nosotros cuando ellos nos precisan?

A veces podemos enviar dinero, alimentos, vestimenta, abrigo, agua, medicinas, otros aportes. Presentarnos personalmente para dar una mano. Acompañar al que está dolido o necesitado. En ocasiones solamente tenemos a mano la palabra misericordiosa, la pregunta apropiada, el silencio respetuoso. ¿Dónde estamos nosotros, como individuos y sociedad?
Sí, es cierto, todos tenemos muchas ocupaciones y obligaciones, no siempre estamos disponibles para dar una mano, una sonrisa, un abrazo, un silencio comprensivo, un consejo necesario, un dólar, lo que fuera. Pero igualmente, podemos al menos preguntarnos ¿dónde estamos nosotros cuando nos precisan? ¿Qué podemos hacer por el que padece? ¿Qué haremos?
No está en ti dar respuesta a todos los sufrimientos ni hacerte cargo de lo que ocurre, pero sí hay algo que puedes hacer no tardes en hacerlo.
En New Jersey vive el amigo Uriel Cháves y familia, ¿sabemos cómo se encuentran y si precisan algo de nuestra parte? En Cuba están Teresita y Jorge Airam, ¿qué hicimos por ellos ahora y en el pasado? Estos son ejemplos de tantas decenas o centenas de conocidos y amigos (reales o virtuales) que están en sitios y tiempos de padecimiento. Tú seguramente conoces a personas gravemente enfermas, que están consumiendo sus últimas fuerzas. Familias pobres que no alcanzan a cubrir para sus alimentos. Gente desempleada que ansía volver a la actividad, no solo por el ingreso sino por lo que representa estar en el grupo de trabajadores. Los que viven en soledad. Los que están siendo maltratados en el colegio. Los que…

Podemos hacer algo, preguntar por ellos, y si no tenemos el tiempo, la confianza en el trato, o la oportunidad, al menos nos queda rezar, no para pretender manipular a Dios, pero sí para crear un efecto positivo, restaurador, de comunión espiritual que trasciende el espacio y el tiempo. Podemos participar de colectas que sean organizadas, no sé, cada uno puede ser creativo o atento y ver en qué puede estar disponible para construir Shalom.
No siempre podemos, no siempre estamos atentos a las noticias de TODO el mundo, ni nos percatamos de quién está allí o no. Por lo cual, no tenemos que sentirnos culpables si no respondimos de acuerdo a las expectativas, pero tampoco tenemos que vivir eludiendo lo que es nuestra tarea. Si podemos hacer algo, hagamos. Si realmente no pudimos, por el motivo real que fuera, tampoco es para sentirnos culpable y negarnos a hacer lo correcto ni bien podamos.

¿Qué puedes hacer para construir Shalom?
Con los cercanos y con los lejanos.
Esa es tu tarea sagrada, tu misión en el mundo, tu camino a la felicidad.
¡Recórrelo!

¿Gentiles justos?

Hay un conocido rabino que vive en los Estados Unidos, Daniel Lapin, que es un gran difusor de judaísmo y de valores universales.
Entre sus muchas enseñanzas, que por lo general provienen de la profundidad del judaísmo, quiero mencionarte una muy simple pero importante.

A él, en particular, no le agrada el uso de la expresión “gentil justo” para referirse al noájida que es consciente y activo en su identidad espiritual.
Él siente que el uso de esta expresión implica que la única manera para el gentil de ser justo o recto es acatando los Siete Mandamientos, cosa que no es por completo cierta.
Se puede ser perfectamente honesto, honorable, íntegro, buena persona, legal, luminosa aun cuando no se tiene conocimiento de los Mandamientos, e incluso habiendo roto alguno de ellos.
Ciertamente no alcanza el gentil la cúspide de su grandeza espiritual si no sigue estos lineamientos, pero no por ello deja de resplandecer de acuerdo al brillo de sus acciones y actitudes, sea adhiriendo al noajismo o no.
Sí, sin lugar a dudas de que hay estupendas personas dentro de los budistas, musulmanes, ateos, cristianos, bahai, paganos, mesiánicos, netzaritas, en fin, de todas las etiquetas que usen los gentiles para identificarse “religiosamente”, aunque no conozcan los mandamientos para las naciones o no cumplan con ellos por ser mandamientos dados por el Eterno como pacto perpetuo con las naciones.
Claro que tendrán una posteridad acorde a sus acciones. Claro que la excelencia para el gentil se encuentra en el noajismo. Claro que el noajismo es el camino espiritual consagrado por Dios para las naciones. Claro que la única plena libertad espiritual para el gentil es a través del noajismo. Claro que desearíamos que todos los hijos de las naciones adhirieran fuertemente a su verdadera identidad espiritual, la noájica. Pero eso no es impedimento para reconocer la bondad, nobleza, altura ética, belleza, ejemplo de tantos y tantos gentiles que aún siguen esclavos de etiquetas religiosas, confundidos, alejados de la Fuente. Por supuesto que este reconocimiento de lo bueno no quita que es necesario extirpar el mal del mundo, reparar lo dañado, quitar los velos a la Luz, restaurar el paraíso en la tierra, hacer que el noajismo sea la senda de vida de cada gentil.

Modestamente nosotros, simples maestros, tampoco nos agrada denominar a estas personas como “gentiles justos”, sino que preferimos el término noájidas, que es una castellanización del hebreo “benei Noaj”, o hijos de Noé.
Para ser estrictos, todos los gentiles son noájidas, lo sepan o no, actúen dentro del marco del noajismo o fuera de él.
Debiéramos ser más precisos y decir “noájidas conscientes y activos en su identidad espiritual”, cosa que no hacemos generalmente, por uso corriente del término o para no aburrir al público con repeticiones de conceptos ya explicados en varias oportunidades.

En las fuentes tradicionales a los noájidas conscientes y activos se los suele denominar “jasidei umot haolam”, que no quiere decir “justos”, sino “píos”, o dedicados a los actos de bien y bondad.
Hagamos nosotros la diferencia, sigamos siendo los pioneros del renacer espiritual de las naciones. Dejemos de lado los instrumentos del EGO y marchemos por la senda de la construcción de Shalom.

Retomemos el trabajo, sigamos siendo socios del Eterno en establecer su reino en la tierra por ,medio de la prédica que son los actos de bondad, justicia y lealtad.
No hay necesidad de ser como misioneros, ni de declarar “guerras espirituales”, ni de ofender a los que son diferentes en sus “etiquetas”. Sino demoler mitos, pero con compasión. Oponerse a los pastores que llevan a las ovejas a la muerte, pero con misericordia y comprensión. Vivir como corresponde y no como si fuéramos los únicos “salvos”, “elevados”, “justos”. No actuemos como religiosos, sino como lo que somos “constructores de shalom”. Le pese a quien le pese, le incomode a quien le incomode. No abandonemos la ruta iniciada, no caigamos en la tentación de la religión (que no es otra cosa que EGO y más EGO).

Reconozcamos la bondad, venga de donde venga. Trabajemos por llevar unidad y armonía, porque de la destrucción y separación ya se encargan las religiones y otros traficantes.
Adelante, sigamos por la ruta espiritual.