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Purim para noájidas

Como sabes, Purim es una festividad de la nación judí­­a.
Hace miles de años un perveso lí­­der polí­­tico del imperio Persa (¡oh coincidencia, en parte la actual Irán!) quiso exterminar a la nación judí­­a, del primero al último. Su único motivo era el odio que tení­­a hacia Dios, y por ende a los que Él escogió como nación especial para servirLo como sacerdotes.
Su implacable orden serí­­a ejecutada sin falta, llevándose a cabo la «solución final» del pueblo judí­­o.

El valor, el arrojo y la confianza puesta en Dios de algunos principales de la nación judí­­a (Mordejai y su prima Ester) canalizaron el milagro oculto que se envió desde Arriba, lo que revirtió el horror que finalmente cayó sobre los enemigos de Dios y de los judí­­os.
El malvado perseguidor de fieles del Eterno murió en su propia trampa, también fracasaron y todos sus socios y allegados cómplices en sus macábros designios.

Como ves, es una fiesta netamente judí­­a, ya que celebra la salvación que tuvo esta nación.

Pero, los noájidas tienen también posibilidad de celebrar en este dí­­a, de una manera que sea noájica, sin copiar ni tomar prestada una identidad que no les corresponde.

  • En Purim los noájidas pueden reunirse para comer y beber en un festejo mesurado pero lleno de regocijo.
  • En tal reunión vespertina es aconsejable que se converse acerca de la historia de Purim, no es necesario leer la «Carta de Ester» que se encuentra en el Tanaj, pero si quieren lo pueden hacer.
  • Es apropiado que tengan textos escritos por maestros judí­­os sobre el tema, pero especialmente sobre las enseñanzas éticas que se desprenden de la historia de la festividad.
  • Deben convidar a gente pobre y menesterosa a participar de este evento. Por pobre y menesteroso se puede entender personas con carencias materiales, y/o solitarias, y/o desprovistas de comunidad y/o que andan por caminos de idolatrí­­a.
  • Si el que ha sido convidado no quiere o no puede concurrir a la celebración, es oportuno que se le entreguen algunos alimentos festivos (lo que sea tí­­pico en la región en que el noájida vive), así­­ como algún folleto o texto resumido y claro acerca de Purim y su valor para la identidad noájica.
  • Si lo desean, pueden realizar una fiesta de disfraces para los más pequeños de la comunidad, como manera de divertirlos en tanto se educan y además darles la oportunidad de vivir aspectos del carnaval (que suele caer en estas fechas) pero sin el contenido tóxico de esta fiesta pagana.
  • En caso de no poder preparar un festí­­n o no poder compartir uno, es correcto que se enví­­en golosinas a las personas allegadas. Si el allegado no conoce la festividad, incluya el folleto que mencionamos más arriba.
  • Debe hacerse un momento en esta jornada para reflexionar, individual o colectivamente, en la necesidad de la participación de cada uno, que todos y cada uno es indispensable, pues el milagro se canaliza por medio de la actividad personal.
  • También debe darse el tiempo para reflexionar en qué puede hacer para ayudar a que en el mundo termine la discriminación negativa, el odio hacia los judí­­os, la rebelión en contra del Padre celestial.

Hasta aquí­­ algunas sugerencias, que espero sea bien tomadas y aplicadas por los miembros de FULVIDA y por todos los noájidas que desean andar por el camino del bien y la justicia.

Quedo a las órdenes para responder a tus preguntas y espero que me comentes como pasaron esta festividad viviéndola al modo noájico.

Shalom y bendiciones

¡Una suerte el ser diferentes!

Se acerca la festividad de Purim, y hay algo interesante en lo que respecta al Purim y que puede dejarnos una gran enseñanza.

La festividad como todos (o la mayoría) sabemos se debe a que el Pueblo Judío fue salvado de haber sido exterminado por el más irremisible odio contra una cultura diferente. Precisamente ahí esta la enseñanza, precisamente ahí es donde voy a afincar mi pluma.

Hamán se quejó al Rey Ajashverosh de que "existe un pueblo singular, esparcido y fragmentado entre las naciones de todas las provincias de tu reino, cuyas leyes difieren de las de todas las naciones".

Una "nación singular", admitió Ajashverosh, diferente y única a pesar de su dispersión, no puede tolerarse; concordó con Hamán en que "no merece que el Rey la deje existir… debe decretarse que sea destruida".

Todos (o la mayoría) sabemos cuál fue el resultado; gracias a la intensificación de la singularidad, todos agrupados bajo el liderazgo de Mordejai renovaron su compromiso de ser Pueblo de D’’s.

Hay varias costumbres en esta fecha que recalcan su valor fundacional; una de ellas es el disfraz, la gente suele disfrazarse para no sentirse igual al otro, las máscaras nos hacen diferentes del resto, en cierta medida las máscaras nos dan la sensación de tener individualidad. Algún día comprenderemos que mientras más auténticos somos más diferentes nos volvemos, cada uno es un universo inmenso lleno de capacidades distintas, cada uno tiene habilidades increíbles y gustos variados que incrementan la pluralidad dentro de la raza humana. Israel cuando se vio amenazado por la xenofobia no huyó escondiéndose detrás de la máscara que, más bien apeló a su autenticidad, a la verdad, y es por eso que logró diferenciarse del resto. La autenticidad no es lo que nosotros queramos ser, es lo que por esencia somos, la originalidad no es algo adquirido con el tiempo y por nuestra voluntad, es nuestra marca de fábrica, mientras más auténticos somos más nos acercamos a ser lo que D’’s eligió para nosotros.

Purim fue un milagro gracias a la singularidad, la suerte de Israel fue echada a su criterio como unidad nacional. A diferencia de Pesaj, Purim fue un milagro cocinado por el mismo pueblo, un acto de madurez, una muestra de valor.

Purim es para nosotros, el resto de las naciones, una pauta de vida.      

Resp. 63 – ¿Januca para noájidas?

Shalom, moré Ribco:
aprovechando este correo: Yo soy noájida y estoy empapándome de este camino de vida y quisiera saber si los noájidas podemos celebrar la janucá; si es así, de qué forma, pues supongo que no podríamos hacerlo de la misma forma que ustedes.
Y bueno, yo sé que dije que eran dos preguntas pero me gustaría saber qué celebraciones o conmemoraciones podemos llevar a cabo al igual que nuestros hermanos judíos (y de qué forma ¿verdad)
Le agradezco enormemente su apoyo a todos los que, con el corazón en la mano, le piden su consejo
SALUDOS
Abraham Muñoz

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¿Fiesta de Luces Noajida?

Januca es el tiempo en el cual nuestros hermanos judíos recuerdan como hombres judíos valerosos, seguidos de una parte del pueblo, fiel a D»s, derrotó al imperio del mal, recuerdan como la luz que irradiaron los macabeos y sus seguidores venció a la oscuridad imperante.

Recuerdan, cada vez que sus niños juegan con el sevivón, que un "Gran Milagro ocurrió allá" (En Israel), recuerdan cada vez que cantan "Maoz Tzur" que Su D»s los salva, que está con ellos, que los proteje, que los defiende; recuerdan al encender cada luz durante ocho días que el valor y el coraje de los que siguen la Justicia y la Rectitud valen la pena, porque obran milagros.

En estas fechas los noajidas podemos aprender de los judíos que la Luz que irradia la persona es la que realmente ilumina las largas y oscuras noches del invierno boreal y no las que se colocan rebeldemente en arbolitos ó simbolos idolátricos, podemos aprender que el tiempo no es para perderlo en vanidades, sino para invertirlo en el crecimiento constante de nuestra personalidad; la fiesta de las luminarias debe ser para los noajidas referencia de lo que fue la resistencia de aquellos que, viendo la decadencia de parte de sus coterráneos, no desmayaron, y lucharon hasta conseguir expandir la Verdad, la Luz.

Este tiempo debe servirnos para alumbrar con verdadera luz a quienes aún permanecen inmersos en la terrible oscuridad que produce la idolatría, llevando, con nuestra actitud, el mensaje que D»s ha plasmado en Su Torah, para todas las naciones. 

Los pocos, vencedores

En el calendario de la Santidad, en estos dí­­as estamos celebrando la festividad de Januca.
No les contaré aquí­­ toda la historia, sino solamente un aspecto central, que apunta al valor del noájida en este mundo de sombras.

Debes saber que hace como 2200 años los helenistas habí­­an ocupado la tierra de Santidad, y su emperador habí­­a ordenado que la nación santa no estudiara Torá, que no practicará la circuncisión a sus hijos, que no respetara los tiempos sagrados. Muchas y muy pesadas cadenas y prohibiciones el emperador impuso sobre los judí­­os y el judaí­­smo.
Y para nuestro dolor, muchos de nuestros hermanos prefirieron seguir detrás de la corriente, no oponerse, ser uno más de la masa, una oveja detrás de ese pastor atontado.
Así­­ pues, la noche estaba tragándose la Luz de la Vida, de la Santidad.
Las ideas extrañas, los dogmas ajenos, las prácticas religiosas foráneas, todo lo que era oscuridad estaba de moda, apagando con su poderosa y voraz fuerza la luminosidad de la Vida.

Pero, un pequeñí­­simo grupo de fieles, una débil y reducida comunidad de personas comprometidas con la Verdad no se desanimaron. Ellos no dejaron caer sus brazos. No se convencieron de que su causa estaba perdida. ¡No comparaban números, ni fuerzas, sino a Quién estaban sirviendo!
Ellos sacaban un poder inmenso de su confianza pura en el Padre celestial.
Ellos se pusieron a trabajar, a pesar de los riesgos y peligros, sin dar excusas.
Ellos lucharon con integridad, sin justificarse detrás de su debilidad, de su poco número, de los inconvenientes, de la fea cara que le poní­­an los demás.
Ellos eran fuertes, a pesar de su escaso poder fí­­sico, puesto que el Eterno estaba con ellos.
Ellos lucharon, sufrieron, combatieron, cayeron pero se levantaron y al final triunfaron.

Ellos fueron los que trajeron una pequeña lamparita, de la cual se encendió otra y otra y otra, y pronto el mundo estaba poblado por su Luz, por sus ideales por su creencia.

Ellos son héroes, más que vencedores.
Ellos son recordados hoy en dí­­a, mientras los que eran inmensos enemigos yacen en el más horrendo olvido.
Ellos, nuestros héroes que no se escudaron en su debilidad, aún permanecen con vida, en anto la Luz que ellos ayudaron a encender sigue prendida.

Esta es la moraleja, mi querido hermano noájida.
Quizás te sientes solo. Quizás conoces a pocos noájidas que trabajen junto a ti. Quizás sientes la humillación o la persecución de los enemigos, de los misioneros de la oscuridad. Quizás creas que eres un incomprendido. Quizás piensas que no vale la pena levantarte y luchar para difundir el mensaje de Vida y Luz del noají­­smo. Quizás te sientes desanimado. Quizás das mil excusas para eludir tu responsabilidad. Pero debes despertar, porque la Luz que has recibido está en tu interior, y con ella tienes el poder de despertar a otros y hacer que la Luz ilumine hasta el último rincón del mundo.

El imperio del mal es grande, pero está empezando a caer.
Se resquebraja lentamente, porque somos pocos los luchadores de la Luz. Pero no nos detenemos y confiamos en el Todopoderoso, que combate nuestras luchas, que son Sus luchas.
Levántate, despierta, ayuda a tu prójimo a incorporarse a las filas de la Luz.
No temas y sé valiente.
Ven, participa.
Fórmate a nuestro lado, aquí­­ en FULVIDA, o en cualquier otro centro noájida verdadero, para que podamos ir encendiendo más y más antorchas de liberación.

La salvación está en tu interior, déjala manifestarse.
Confí­­a en Dios y siembra.

Feliz fiesta de la Luces.