Esta es una adaptación del texto original del rabino Noah Weinberg pero que he encontrado de suma ayuda y que sirve como complemento perfecto a lo que aprendemos en FULVIDA. En el original, el rabino escribe partes y las justifica dirigidas a un público mayoritariamente judío, por lo que decidimos rescatar las ideas principales de forma sucinta y precisa y enfocarlas a una audiencia noájida. Hoy hablaremos de los 48 caminos a la sabiduría y comenzaremos por el primero.
Estar consciente en todo momento
El mundo se nos pasa, los años vuelan y a veces sentimos que hemos desperdiciado mucho tiempo. La mejor forma de evitar esto es estando consciente en todo momento. ¿Y qué exactamente significa estar consciente en todo momento? Es muy sencillo, significa el vivir en el aquí y en el ahora, buscando los objetivos significativos, las 24 horas del día pero sin obsesión ni compulsión.
Descansar para generar
Es una lucha constante, ahora se preguntarán, ¿por qué las 24 horas del día? ¿Qué acaso no tenemos que dormir? ¡Claro que sí! Pero dormimos para estar despiertos, para acumular energía para poder alcanzar nuestros objetivos. Por ej., Estoy en estos momentos observando mi teléfono móvil que está conectado al enchufe en la pared y un pequeño relámpago me indica que la batería de litio del teléfono se está cargando. ¿Por qué? Para que el teléfono siga funcionando, pero inclusive el teléfono debe de ser apagado cada cierto tiempo para que descanse y así no se dañe, con mucha más razón nosotros que somos seres humanos.
Entonces el relajarse no es el emperezarse ni holgazanear, ¡todo lo contrario!, más bien es el “cambiar los neumáticos” Cuando éramos niños y estábamos aprendiendo a andar en bicicleta pensábamos que no lo íbamos a lograr y sí, quizás hubo ocasiones en las que caímos, inclusive pudimos habernos lastimado pero ello no implicó que no aprendiéramos a mantener el equilibrio. Quizás fallemos tratando de estar conscientes en todo momento, pero ello no implica que no lo vayamos a lograr.
En mi caso en particular recuerdo que cuando estaba aprendiendo un idioma y no entendía nada pensaba, “no lo voy a lograr” pero de un momento a otro comenzaba a escuchar a otras personas hablar ¡y les entendía! Pero no fue por milagros sino por esfuerzo, es como cuando se siembra el árbol, la semilla germina pero no da fruto en seguida, hay que esperar, pero ello no implica que el irrigo y el cuidado que se le dé vaya a ser en vano, pues el árbol eventualmente floreará y dará frutos.
Matar el tiempo
Todos hemos cometido un pequeño suicidio, quizás no pensemos en cometer uno grande pero sí uno pequeño, que muchas veces se da de manera inadvertida, porque renunciamos a la vida por unos instantes, inclusive decimos “vamos a matar unas cuantas horas aquí”.
Como nos es doloroso estar constantemente conscientes entonces matamos horas, o sea, matamos tiempo porque nos duele estar conscientemente conectados. Para superar esto lo mejor que podemos hacer es enfocarnos en los resultados. Cada experiencia se convierte en una lección para la vida. Este ejemplo lo aplico yo en mi vida personal. Utilizo el transporte público y bajo los podcasts de noticias y voy escuchándolos durante el viaje. No solo me sirve para aislar el ruidoso motor del bus sino que me permite avanzar en mi aprendizaje. De hecho muchas veces esas noticias que escucho a diario me sirven para tomar decisiones en los negocios y en la universidad.
Pero puede ser que venga alguien y diga, ¿y qué pasa cuando estoy en el banco y el guarda de seguridad no me deja utilizar mis aparatos electrónicos? Pensar es gratis y es hermoso. Puedes pensar acerca de cómo vas a manejar tus finanzas, puedes reflexionar acerca de tu día de trabajo y de cómo mejorar como persona. Esto tiene dos efectos, agilizas tu mente y vas mejorando tu capacidad de concentración que a la larga de va a ayudar a la hora de realizar tus tareas.
Continuidad: Sin interrupción
Cuando se persiga un objetivo específico debe ser sin interrupción alguna. Es mejor estudiar una hora seguida que dos horas con interrupciones. Las interrupciones rompen nuestra cadena de pensamiento y limitan nuestra retentiva. “Quitan el poder del estudio”.
Para lograr esto tienes que apartar un tiempo donde dejes todo lo demás afuera, donde no vas a moverte de la actividad que estás realizando y mantendrás tu concentración.
Por ejemplo, si vas a hacer el presupuesto de compras de abarrotes, dedícate solo a eso, no te levantes para ir por una bebida, ni para abrir la ventana, etc.
Quizás al principio no dures una hora pero sí diez minutos, no pienses que has
fracasado porque solo duraste diez minutos, ¡qué importa!, si lo que estás haciendo lo hiciste concentrado, como te dije al principio, es como cuando creías que no podrías andar en bicicleta y terminaste equilibrándote, en el momento que menos lo esperas serás capaz de pasar cuatro horas concentrado y por ninguna razón interrumpas ese momento a menos que sea de vida o muerte.
Consecuencia: De acuerdo al itinerario
Justamente ayer decidí tomarme la tarde libre y dedicármela a mí mismo. Fui al centro comercial con una amiga y quedamos de vernos a las tres de la tarde porque tenía unos asuntos que atender en la mañana. Había pasado trabajando en un proyecto de la universidad que debía de entregar con urgencia y justamente al ser la una de la tarde le envié un mensaje de texto a su móvil confirmando si siempre nos iríamos a ver a las tres de la tarde como lo habíamos acordado.
Desgraciadamente se me averió mi vehículo y recientemente me mudé a un nuevo apartamento pero como no tenía una noción acerca de cuánto duraría el autobús en llegar a la capital y de ahí el otro autobús que me llevaría al centro comercial, partí de casa un par de horas antes. En efecto, me extravié pero finalmente llegué faltando diez minutos para las tres de la tarde.
Mi amiga por su parte no había llegado a las tres y quince aunque me había llamado para dejarme saber que llegaría tarde. Cuando estábamos en el centro de comidas del centro comercial y platicábamos ella me dijo, tú eres súper puntual. Sonreí y le dije que era porque así había sido educado y ella me confesó que ella desearía ser así pero que no sabía cómo.
Curiosamente la semana anterior acababa de leer este artículo de los 48 Caminos a la Sabiduría y le dije, ¿por qué no planeas un itinerario desde el día siguiente, así no tienes que correr? Su mirada pensativa me lo dijo todo, no lo había pensado antes. Dice el rabino Weinberg que para entrar en camino cada uno debe de encontrar su propio ritmo.
Al cuerpo humano le encantan los patrones, inclusive los más grandes retos se vuelven más fluidos cuando se vuelven rutina. ¿Quién diría? Siempre arrugamos la cara cuando nos hablan de rutina pero los mejores políticos saben que el cambio brusco y repentino molestará a las masas, por eso prometen grandes cambios pero cambian poco, para que la gente no sea perturbada de esa rutina. En medicina forense se ha logrado demostrar que si al cuerpo humano se le somete a una dosis ínfima pero gradual y creciente de ciertos venenos, el cuerpo puede llegar a inmunizarse. Cuando hablamos de meta, debemos identificar una parte del día para estar puro, que en el caso de nosotros los noájidas es el vivir sin máscaras.
Repaso: Repitiendo lo estudiado
La vida no es unidimensional, de ve ser estudiada desde cada lado y volteada para ver cada uno de esos lados. Existen cinco planos sobre los cuales puedes encontrar más información en este vínculo: http://serjudio.com/creencias/pensamiento/la-corona-de-la-creacin
Estudia el mismo tema por un espacio prolongado de tiempo, no andes como el conejo saltando de lado a lado, enfócate en uno solo, hazte experto en ese tema. Te voy a poner un ejemplo. Desde niño me gustó la idea de ser empresario, de crear empleos y me encantó el mundo de los negocios. Entonces desde que tenía nueve años de edad comencé a estudiar la bolsa, hoy tengo veintiocho años y casi veinte de conocer el mercado, me apasiona el Derecho y la Economía, inclusive mi tesis de grado que estoy próximo a realizar se basa en esos dos aspectos.
Algunos dirán, pero yo no soy académico. Lo mejor de todo es que ¡eso no importa! Si te apasiona la pintura, pinta, si te apasiona la gastronomía, cocina, si te gusta la música, ¿por qué no aprendes a tocar un instrumento? ¿Quieres que te cuente un secreto? Cuando yo era niño estudié música pero mi profesor decía que yo no era bueno para el canto y adivina qué, crecí con ese complejo hasta que un día me ofrecieron un papel en una ópera por mi tono de voz, entonces le dije al caballero, ¿pero cómo me va a ofrecer un papel en ópera a mí si no soy profesional, es más, ni siquiera canto bien? El me dijo, tienes una voz melódica y eso me indica que cantarás bien.
Imagínense amigos las máscaras que se pone uno para evitar ver su Yo Auténtico. Así me ha sucedido con varias cosas. No andes como el saltamontes de rama en rama, mejor sé como la oruga que se queda en una sola rama pero que a través de su reinvención se convierte en una bella mariposa. Hazte un experto en el tema que escojas, no solo no matarás tiempo, lo aprovecharás y contribuirás a la construcción de Shalom en el mundo con tu talento que no fue en vano que Dios te lo dio.
¿Cómo logras hacerte experto?
Repasando, repasando y repasando. Pero no es leer y repetir como lorito, no. Se trata que aprendas e internalices lo aprendido para que cuando lo expliques a alguien más realmente transmitas tu conocimiento. La repetición verbal es muy poderosa porque clarifica la idea y la hace realidad. “Cualquier cosa que te mueva y te llene de energía, repítela otra vez.” Cuando ya hayas adquirido una frase, aprende otra”.
Iniciativa: Como un estudiante de la vida
Antes a mí me preguntaban ¿qué haces? Yo les decía, soy estudiante de Derecho. Error!!! No soy estudiante de Derecho, soy Felipe que una de las cosas que hace es estudiar Derecho, pero no soy solo estudiante de Derecho, soy ciudadano costarricense, músico empírico, noájida consciente de mi identidad, etc. El Yo Vivido busca surgir por todos los medios y escabullirse del control que lo mantiene a raya. Por eso es que la pregunta más importante que tenemos que hacernos es ¿quién soy? Si sabemos quién somos, sabremos hacia dónde vamos. Los sabios dicen “Haz del estudio de la vida tu ocupación primordial, y tu profesión, algo secundario.”
¿La vida es buena?
Primero que todo hay que hacerse una pregunta más básica aún ¿tiene la vida algún propósito? Si no lo tiene, entonces para qué perder el tiempo, después de todo creo que ya habíamos hablado de lo malo que es perder el tiempo. Pero, si estamos aquí, es porque algún propósito hemos de tener, ¿no crees?
Nuestros hermanos judíos dicen:
“La consciencia judía dice que el peor crimen es el asesinato;
“El peor asesinato es el predeterminado;
“El peor asesinato predeterminado es el de matar a un familiar;
“Inclusive peor es el asesinato de uno mismo (Suicidio);
El asesinato espiritual es peor aun que el asesinato físico;
Matar el tiempo es un asesinato espiritual
Resumen: 10 herramientas para una consciencia espiritual
- Planea que es lo que quieres lograr. Si sabes por lo que estas luchando lo harás con mas vitalidad.
- Planea en la noche como vas a levantarte en la mañana. No dejes que el reloj despertador controle tu vida.
- Para comenzar el día con el pie derecho, levántate 10 minutos más temprano y no hables, solo contémplate a ti mismo y lo que te rodea.
- Repasa tu día. Observa los obstáculos que tuviste. Haz una estrategia para evitarlos en el futuro. Repasa lo que estudiaste en las últimas 24 horas.
- Atrápate a ti mismo en un soñando despierto al menos una vez al día y examínate ¿Qué estoy haciendo ahora y como podría utilizar este momento mas efectivamente?
- Conviértete en un estudioso de la vida. Estudia donde quiera que estés. Carga contigo libros, pensamientos, etc., listos para mantener tu mente en crecimiento (no seas como un zombi que se emboba mirando a través de la ventana).
- Memoriza piezas de sabiduría. Te va a dar algo para aprender mientras estas caminando en la calle o esperando en la fila del supermercado.
- Escoge frases muy atractivas para inspirarte y para levantarte cuando sientas que te estás ahogando.
- Medita frecuentemente la pregunta ¿Cuál es el propósito de la vida? ¿Qué estoy haciendo en este planeta?
- Planea para el futuro, ¿Qué quieres estudiar? ¿Qué necesitas para darte cuenta de tus ambiciones? ¿Cómo quieres crecer?
Lo anterior fue tomado de la obra del rabino Noah Weinberg “Los 48 caminos para la sabiduría” Pese a que se realizaron modificaciones al original para adecuarlo a la audiencia noájida, el sustrato y la propiedad intelectual original subsisten y deben de ser acreditados a los derechohabientes pertinentes en cuanto a su onerosidad y en cuanto a su autoría al rabino Weinberg.