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Opinión sobre una costumbre poco noájida

Una de las costumbres que estoy notando entre nuestros/as amigos/as noájidas, conscientes de su identidad, es que se está haciendo uso y abuso de términos hebreos (shalom, javer, brajot, shavua tov, y así sucesivamente una larga lista de términos en hebreo, que cada vez mencionan más y más), siendo que no vivimos en Israel, porque no es nuestro país, ¿qué necesidad hay de estar utilizando el idioma hebreo? me parece justificable hacerlo cuando saludamos a algún amigo/a judío/a, pero entre nosotros los/as noájidas ¿para qué?

Hemos aprendido de nuestro amigo, el moré Yehuda Ribco, que el Eterno nos mandó 7 preceptos para los hijos de Noaj (Noé en forma castellanizada), y sus derivados, además que existen niveles de compromiso con el Eterno, que se tiene permitido estudiar ciertas porciones de la Torá, solamente bajo la supervisión de un maestro judío idóneo, con el único propósito de especializarnos en el cumplimiento de los 7 preceptos, pero quien no deba estudiarlo no lo debe hacer, hay que recordar que no es heredad nuestra.

Incluso ha dado pautas, para los que quieren ir más allá de su herencia y legado (del noajismo), y tengan un interés genuino y sincero en hacer la conversión al judaísmo, cosa que no es para nada sencillo.

Ahora me realizo la siguiente pregunta: ¿de dónde proviene la motivación de hablar dos, tres, cuatro, y en algunos casos innumerables, palabras en hebreo? ¿es eso lo que Hashem nos mandó? ¿nos hace más espirituales? ¿ganamos aunque sea unos micro-despreciables méritos? porque por más que busco y reviso no encuentro nada que indique algo, por lo menos implícito, que debamos hablar pocas palabras en hebreo, cada quien en lo suyo y cada quien con sus gustos, tenemos que estar conscientes que en la era mesiánica seguiremos usando nuestros idiomas noájidas.

¿Qué es lo más importante para un noájida? Cumplir con los 7 preceptos para las naciones.
¿Qué le sigue al cumplimiento de esos 7 preceptos? Cumplir con los reglamentos derivados.
¿y de los reglamentos derivados? Rezar/Agradecer/Comunicarnos con nuestro Padre.
¿y luego? Construir shalom, ser caritativo con el necesitado, difundir el noajismo, contribuir con causas nobles y justas como Fulvida.com (les aseguro que no se van a enriquecer ni a empobrecer materialmente, pero si nos beneficiamos con incontables estudios de calidad y gratuitos), en fin muchas acciones realmente positivas que se pueden hacer, sin que aparentemos ser lo que no somos.

De todas maneras, si desean seguir utilizando términos hebreos, recuerden que eso no nos hace más espirituales, ni el escuchar/cantar canciones de cantantes judíos/as, pero lo que si nos hace espirituales es cumplir con lo que debemos, vivir en armonía con nuestro entorno, abstenerse de lo prohibido y negativo, y disfrutar de lo permitido y positivo.

Espero que estas palabras sirvan de reflexión y meditación, que las malas influencias/motivaciones, de nuestro pasado, no sigan sobreviviendo en el presente, un abrazo para todos/as y que sus buenas acciones les acompañen siempre.

De Elokim es el poder, pero tú decides

Cuando Dios extrajo a los judíos de Egipto, sucedió algo curioso:

"Más bien, Elokim hizo que el pueblo diese un rodeo…"
(Shemot / Éxodo 13:18)

En vez del camino directo, fue uno lateral. complicado, lleno de dificultades a la vista y ocultas.
En lugar de hacer un trámite veloz, tomó su tiempo, bastante por cierto.
Pudiendo haberlos dirigido milagrosamente, de un instante al siguiente hacia el destino marcado, escogió que el pueblo diese un rodeo, que avanzase a paso de hombre, que hiciese su propia marcha.
Teniendo ilimitados recursos para que los recién liberados disfrutaran de su nuevo estado, Él eligió algo diferente, que claramente no era disfrute y descanso, sino brega, sacrificio, vacilaciones, esfuerzo, dudas.
Una elección divina, que humildemente el hombre puede considerar extraña, al menos.

¿Por qué no hizo lo que la lógica humana prefiere?

Los motivos para el rodeo los expresa la propia Torá, los exégetas han comentado al respecto en abundancia.
Tenemos a mano varias opciones para que esta decisión divina no nos incomode, pero además tenemos la oportunidad de aprender algo para nuestra vida cotidiana.

¿Sabes qué puede ser?

Te comparto mi idea.

Tenemos la propensión a dominar.
Nos creemos en posesión del poder.
Creemos que nuestros rezos obran maravillas.
Que esos pensamientos que decoramos se asocian con fuerzas universales para beneficiarnos, por el mero hecho de pensar en positivo.
Nos encanta alborozarnos con fantasías de dominio, de demostración de nuestra potencia.
Sí, el EGO hace un buen trabajo conduciéndonos por esas rutas llenas de imaginación y manipulación.
Afanosamente buscamos tener al otro bajo nuestro influjo, controlar todo y a todos. Nos aseguramos para no dejar caer nada fuera de nuestro alcance.
Hasta tenemos la soberbia de ordenarLe a Dios qué mandados nos tiene que hacer, que deseos cumplirnos, cómo trabajar para satisfacernos.
En nuestro burdo orgullo humano hasta se inventan religiones en las cuales el dios muere violentamente para “salvar” a los que creen en él de sus propios pecados. ¡El absurdo a su máxima potencia!
Vanidad incoherente, llena de orgullo vil. Suponer a un dios vengativo, maligno, que desea el mal del pecador y le cancela toda posibilidad de arrepentimiento, pero al mismo tiempo es capaz de sacrificar injustamente a “su hijo”, o a “sí mismo” (en eso tampoco se ponen de acuerdo los idólatras), para que el baño en esa sangre derramada sirva de insólita salvación para el que solamente tiene fe sin más.
Ridículo, pero así se maneja el EGO. Y sabemos que todas las religiones son expresiones externas del mismo.

¿Pero, qué nos enseña el Eterno?
A vivir a pleno, a ser responsables, a no angustiarnos por lo que no podemos controlar, a no culparnos por lo que está por fuera de nuestro poder.
Somos responsables de elegir aquello que podemos elegir, pero todo el resto ya no depende de nosotros.
Eso nos libera.
Nos pone en nuestro lugar.
Ya no nos creemos el ombligo del mundo, ni pretendemos ordenar a Dios que nos haga los favores.
Tampoco someteremos al prójimo a nuestras vulgaridades y vanidades.
Más bien, seremos humildes en verdad.
Predicaremos el camino con nuestra conducta.
Pues son nuestros actos nuestra mejor carta de presentación.

La paz interna, que se trasmite hacia fuera, de saber que uno controla una ínfima parcela del universo, una pequeñísima área sobre la que ciertamente tenemos poder.
Todo el resto, está por fuera de nuestra decisión.

Como solía decir Eliezar HaKapar:

“Los que nacen, morirán, los muertos, revivirán y los vivos juzgados serán.

Sabe, haz saber y que sea sabido, que Él es Dios, Él es el Hacedor, Él es el Creador, Él es el entendido, él es el Juez, Él es el testigo, Él es el demandante, Él es el que en el futuro juzgará. Delante  de Él,  no hay  injusticia, ni olvido, no reconoce semblantes, no acepta sobornos, pues todo es de Él.

Y debes saber que todo es [meticulosamente] calculado.

Que no te engañe tu instinto pensando que puedes escapar del castigo. Pues a la fuerza eres engendrado, forzosamente naces, ineludiblemente vives, y forzosamente morirás y a la fuerza tendrás que rendir cuenta y cálculo delante del Rey que es el rey de los reyes, el Santo bendito Él.”
(Avot 4:28)

(Recomiendo: http://www.meirtv.co.il/site/content_idx.asp?idx=54445&cat_id=3912)

Sobre “forzosamente naces”, comenta el magno príncipe Maimónides:

“…no dice: “Forzosamente pecarás o transgredirás o caminarás o te detendrás y cosas por el estilo” pues todas estas cosas dependen de la voluntad del ser humano, y no están predestinadas [ni nadie lo obliga] Como aclaramos en el capítulo octavo de la introducción al Pirké Avot.”
(Traducción R. Itzjak ben Uzi Sakkal)

Así pues, goza del pan de cada día, toma decisiones correctas, vive a pleno, disfruta el momento, sé feliz, no dejes de hacer tu parte y especialmente fluye, aparta el EGO de tu mente y corazón, ya no finjas ser el amo, porque eres una sagrada mota de polvo en la inmensidad infinita de la creación.

Cuando suena la alarma,parte II

Ante esto, hay  4 posibles conductas: la primera, es acallar esa voz interna que nos alerta y mantener el status quo, ya que esa sensación desagradable probablemente pasará y volveremos a disfrutar como antes, sin culpas ni responsabilidad por lo que hacemos. Esto implica no reconocer nuestras faltas y tener episodios similares y  recurrentes que pasamos por alto cada vez que suceden.

En la segunda, asumimos aquello en lo  que nos hemos equivocado y que si no tomamos medidas, las cosas irán empeorando. Empezamos con vigor, nos preparamos para revertir las cosas y al principio todo marcha bien, pero al poco tiempo miramos hacia atrás y volvemos adonde comenzamos. La tercera, es similar a la segunda, sólo que, aunque haya tropezamos, nos levantamos para torcerle la mano a la adversidad y a nuestras debilidades. Perseveramos por un tiempo, pero finalmente “tiramos la toalla”, cansados de ver que nuestros tropiezos se convierten caídas sistemáticas y que nuestro esfuerzo no da frutos.

En los tres casos descritos, nos vemos involucrados en un círculo vicioso del que se entra y sale, sin hallar una solución definitiva a nuestros conflictos  y superar nuestras debilidades.

Finalmente, está  la cuarta posibilidad, en la cual, habiéndonos dado cuenta y asimilado nuestros errores, tomamos conciencia de que, como seres humanos, tenemos una tendencia interior hacia el mal (“Ietzer hará” o “tendencia al mal”), que satisfacer necesidades personales  (comida, protección, sexo, etc.) de un modo egoísta, sin considerar las consecuencias de ello, también sabemos que el Eterno nos dio la libertad de decidir si seguirlo o no. Hay  DETERMINACIÓN en nuestra decisión de mejorar y con tesón emprendemos la lucha. A pesar de los fracasos, frustraciones, pérdidas o tristezas, aprendemos a levantarnos y comprendemos que  ningún desafío que D-os pone en nuestras vidas está fuera de nuestro alcance y que cuando nos corrige, es por el amor que tiene hacia cada uno de nosotros,  expresado como la prohibición.

Ahora, muchas de esas experiencias desagradables que vivimos son sólo el resultado de decisiones erradas que fuimos tomando en el tiempo,  que, si bien pueden relacionarse con distintas facetas humanas tienen un factor común: la elección sistemática de algo falso en lugar de lo verdadero; de la mentira por sobre la verdad. Pero… ¿Tiene esto alguna conexión con las Leyes dadas por el Creador a los hijos de Noaj? La respuesta a esta pregunta es afirmativa. Veamos algunos ejemplos:

1)      Cuando alguien comete idolatría, deposita  su confianza en un poder/criatura distinto al Eterno,  hecho a imagen y semejanza humana que, por más que le supliquen,  permanece inerte ante las peticiones  de quienes le siguen. La idolatría, al igual que la blasfemia (otra expresión de falsedad), nace de la inseguridad/ desconfianza de que el Eterno busque lo mejor para nosotros. Nos enceguecemos  y llegamos a hacernos dependientes de  nuestros dioses o  pulsiones, sin tener control real de nuestro impulso hacia lo negativo.

Una consecuencia de esto es la dificultad para lograr el éxito en nuestros proyectos y un quiebre en nuestra relación con el Eterno, ya que sin determinación ni confianza en Él y sí en copias, somos como un edificio  con peligro de desplomarse.

2)      Cuando alguien blasfema contra Hashem, está atribuyéndoLe características o responsabilidades que no Le pertenecen a Él. Por lo  tanto, miente sobre Su esencia y, al igual que con la idolatría, nuestra conexión con Él se ve afectada. Hay un no reconocimiento de Su bondad e infinita sabiduría. La actitud hacia el resto y las situaciones vividas es la de culpar sin buscar soluciones, ni agradecer por lo que tenemos. Tarde o temprano esto lleva a la insatisfacción y a no ver  lo que nos rodea en su real magnitud.

3)      Cuando alguien  asesina a su prójimo, toma sobre sí la atribución de decidir cuándo termina la vida de otro ser humano. Implica no respetar y llevar a cabo la máxima expresión de violencia contra la existencia de  un ser humano inocente  hecho a imagen y semejanza del Eterno. Sea cual sea la forma de asesinato, se  desafía  la autoridad de HaShem  como juez y en ese momento del temor  a las consecuencias  que este acto pueda acarrear.

4)      Cuando alguien roba,  está tomando como suyo algo que no le pertenece. El Eterno  al establecer el convenio con Noaj y su descendencia dijo: “Os temerán todas las bestias de la tierra y todas las aves del cielo, todos los seres que reptan sobre la tierra y todos los peces del mar; en vuestras manos son entregados” Génesis 9:4, pero no aquello que es del otro. Además, nos manda a obtener el sustento de manera honesta, confianza de una u otra forma  Él provee a nuestras necesidades. Al robar, no tomamos en cuenta las del prójimo ni nos ponemos en su lugar, generando así un desequilibrio  que afecta en cierta forma nuestras relaciones interpersonales, no sólo con las víctimas, sino también con quienes nos rodean.

5)      Cuando alguien comete inmoralidad sexual, (infidelidad,  bestialismo, promiscuidad, etc.), se está negando para sí la posibilidad de construir una relación significativa y duradera, en la que haya amor, comunicación y respeto, ya que se lleva a cabo una distorsión en lo establecido por Hashem para las relaciones amorosas. Puede experimentarse un placer temporal, pero es una forma de  autoengaño en la que no hay una consideración real por los sentimientos de uno ni tampoco por los de la pareja (novio (a) ) o esposo(a) y, cuando se trata de algo casual; sin compromiso, aún más, ya que el ser humano pasa de ser visto como persona a un mero objeto útil para la satisfacción del deseo sexual, olvidando  las necesidades afectivas del otro y que  estamos hechos para complementarnos, así como también  ayudar a que e tanto uno como la otra persona se desarrollen en cada ámbito y  sin coartarse entre sí. Además, al cometer adulterio se corre el riesgo de no saber si la descendencia que creemos nuestra lo es realmente o es de otra persona, de manera que se genera  desconfianza en la pareja y afectar psicológicamente a los hijos

Los anteriores son sólo algunos ejemplos de lo que  sucede cuando uno elige algo falso  por sobre lo verdadero. Cada ser humano tiene ante sí la opción de escoger y a partir de las decisiones que vayamos tomando; el camino que vayamos recorriendo, serán los resultados.

Una forma de enfrentar las crisis y  evitar tomar decisiones erradas de manera sistemática, es por medio del autoconocimiento, para manejar e integrar  mejor los distintos aspectos que nos componen. Una estrategia para esto,  es el realizar a diario una introspección sobre lo que hicimos  en el día. La siguiente, es una pauta que se encuentra en el libro “Daily Prayers”, de la Sociedad Noájida de Oklahoma, extraída de Gateway to self-knowledge”, de Rabí Pliskin:

  • ¿Cuáles fueron los eventos principales de tu día?
  • ¿Le causaste  algún daño innecesario a alguien?
  • ¿Qué actos de bondad has hecho hoy día?
  • ¿Estás satisfecho con el uso de tu tiempo hoy?
  • ¿Te enojaste con alguien hoy día?
  • ¿Qué habrías hecho de manera diferente?
  • ¿Estás satisfecho con tu crecimiento espiritual de hoy?
  • ¿Pasaste tiempo estudiando Torá hoy?

Lo anterior, representa una propuesta, que claramente puede adaptarse y/o ampliar. Eso, claro está, es cosa de cada uno.

Por último, espero que cada uno de nosotros cumpla con sus metas, pero, más importante aún: ¡que seamos lo que Hashem espera de nosotros como seres humanos!

 

*Proceso en el que también participa el sistema renal, pero en el ejemplo me enfoqué en lo que concierne al sistema respiratorio.

Cuando suena la alarma,parte I

 

 

Todo ser vivo, desde el más pequeño al más imponente, habita en  un medio dinámico, al que tiene que adaptarse con el fin de  asegurar su supervivencia. Esto es posible gracias al trabajo conjunto y coordinado de los distintos sistemas  o células que los constituyen y que presentan “detectores” de las fluctuaciones existentes tanto en el medio externo como interno.

Veamos, por ejemplo, lo que sucede con nuestro sistema respiratorio:

Para que nuestras células produzcan energía, los nutrientes que ingerimos mediante la alimentación deben ser degradados por medio de la acción de proteínas especiales llamadas enzimas y, en la mayoría de los casos, de un combustible: el oxígeno (O2). Sin embargo, junto con producirse la energía requerida (ATP)  para el funcionamiento celular, se producen sustancias de desecho (dióxido de carbono y vapor de agua), que deben ser removidas de nuestro organismo. Esto es posible gracias a la interacción del sistema circulatorio con el respiratorio y los que regulan la función de ambos. El dióxido de carbono (CO2) es transportado como bicarbonato desde la sangre hacia el alveolo (lugar en donde se produce el intercambio de gases en el sistema respiratorio)  para luego ser eliminado hacia el aire ambiental como CO2  nuevamente  y el  O2, a su vez, viaja desde el aire ambiental, hacia el alveolo y de ahí es transportado  por la sangre, principalmente, asociado a la hemoglobina. Luego,  el oxígeno se separa de la hemoglobina y entra a las células a través de la membrana que las envuelve. Esto es básicamente lo que ocurre durante la respiración. Sin embargo, al realizar actividad física intensa o presentar una patología x, las concentraciones de O2 se ven notablemente disminuida y las de CO2 aumentadas, lo que trae como consecuencia modificaciones en el pH sanguíneo que puede dañar a distintos tejidos.

En condiciones normales, el aumento en el  CO2, es detectado, principalmente por receptores específicos ubicados a nivel central y, en menor medida, por otros periféricos conocidos como “cuerpos carotideos”, que mediante conexiones nerviosas, informan al centro respiratorio ubicado en el sistema nervioso central. Estos últimos sensores, además, son los principales detectores de una baja en la presión  sanguínea de  O2. En respuesta a los cambios, se produce un aumento en la actividad del centro respiratorio, que trae como consecuencia un aumento en la descarga de las neuronas que controlan los músculos que participan en la ventilación,  y la acción de los músculos de la laringe  para abrir la vía aérea. Esto se traduce, a grandes rasgos, en un aumento en la frecuencia respiratoria para eliminar el CO2, aumentar el ingreso de oxígeno en la sangre, permitir el funcionamiento de los tejidos y normalizar los niveles de pH*.

Los mecanismos compensatorios  aquí descritos, buscan recuperar el equilibrio corporal para así  mantener la función normal  de los sistemas que permiten la preservación de la vida.

De igual manera, todos en algún momento hemos tenido crisis personales que nos hacen considerar la necesidad de cambios en nuestras vidas. La razón  nos dice que hay que hacer algo por conseguir este objetivo. Pero para enmendar nuestro camino y  recuperar el equilibrio,  son necesarios “remezones”   que nos estremezcan de alguna manera y nos hagan reflexionar sobre nuestro actuar con D-os, nosotros mismos  y  los demás. Puede ser el padecimiento de una enfermedad, un fracaso personal, un sueño perturbador, etcétera.  Mas,  sea cual sea el factor, es una  alarma de que algo no está bien, nos hace falta  y/o  hay que corregir.

Lo anterior puede verse  reflejado en que, en tales circunstancias, hay decepción  al  ver que  hemos invertido tiempo y energías en algo que probablemente no lo merecía (o bien no  lo hicimos de la manera correcta), una sensación de vacío, que  invade nuestro interior y  nos hace pensar que somos  miserables al tener una existencia carente de  propósito o dirección en la que finalmente nada es nuestro.

Buscamos el porqué de tanto sufrimiento y  lo que  nos hace falta para la plenitud personal. Buscamos responsables en el resto, en la vida que Hashem nos dio, pero no en  nosotros mismos inicialmente y sólo luego de un tiempo venimos a darnos cuenta de  los errores personales.

Tu tefilá diaria

Dijo el inspirado salmista:

"Para Ti el silencio es alabanza, oh Elokim, en Tzión [Sion]; a Ti serán pagados los votos.
Tú oyes la tefilá –oración-; a Ti acudirá todo ser."
(Tehilim / Salmos 65:2-3)

Sí querido amigo, el silencio es alabanza para el Eterno, porque el que mucho abunda en referirse a Él, termina blasfemando (expresa Rashi in situ, apoyado en fuentes más antiguas).

Silencia tu jerga, concéntrate en hallar ese delicado hilo sagrado que te une permanentemente con Él.
No rebusques en palabrería, no trates de inventar rituales, no demandes entre clamores aberrantes, sino simple y sinceramente conéctate con Él.
Cada día, no solamente cuando estés en problemas o quieras un favor.
Conversa, desde lo más íntimo de tu ser.
Conéctate con Él, porque también así te conectas contigo.

Hasta el silencio más callado Él escucha y comprende.
Él atiene a todo ser, no solamente a los que se hacen llamar consagrados o líderes.

Él no precisa de ceremonias, ni de rituales, ni de fanfarrias, ni de que te aprendas palabras oscuras en idiomas extraños.
Con sencillez, con el corazón despojado de soberbia, conversa con Él.

Es cierto, los judíos tienen un manual de rezos que está codificado y es mandado orar tres veces diarias, en días regulares.
Pero eso no es lo único, ni todo lo que es el rezo o plegaria.
Es solamente una parte, quizás la menos sustancial.

Todos, judíos o gentiles, mujeres u hombres, grandes o pequeños, ricos o pobres, sabios o menos sabios, enfermos o sanos, todos estamos cada día en condiciones de establecer ese vínculo sagrado, de reforzar nuestra identidad espiritual a través del silencio profundo, de las palabras suaves, del clamor que sale del corazón y no golpea los oídos.

Enfócate en Sión, el centro de tu ser, el lugar donde reposa la divinidad, la Shejiná, el Templo interior, tu espíritu puro.
Que el silencio retumbe y llene los espacios, que ahuyente las sombras, que espante al EGO, que someta a los temores, que te eleve, que te unifique, que te sintonice con el universo.

Haz tu plegaria, tu oración, tu rezo, hazlo con sinceridad, eso es lo que cuenta.
Y no dejes de dar caridad, de ayudar al prójimo necesitado, de colaborar con los que fomentan la construcción de Shalom: paga tus votos a tiempo. Porque así estarás haciendo una parte de tu tarea, de tu sociedad con Dios.

Pruébalo, saboréalo, luego me cuentas.

El valor de la Torá (Escrita y Oral), la postura de una persona fiel

Pensando en que tenemos amistades/contactos en el facebook que siguen los conceptos de los caraítas, realicé esta pequeña recopilación para orientarles/ayudarles a que entiendan el valor que tiene la Torá Oral, que es el mismo valor que la Torá Escrita, que una no puede estar sin la otra, y de ésta manera conozcan los motivos por el cual se considera herejía las enseñanzas del caraísmo, que a veces es comparada con el cristianismo.

Sin ánimos de polemizar, ni hacer sentir mal, ni de imponer, ni de censurar nada.
Solamente tenderles una mano, una ayuda, que bien pueden aceptar o rechazar, tener en cuenta o hacer caso omiso. Como seres humanos tenemos libre albedrío, se puede obedecer al Eterno o a nuestro entendimiento.

Espero que estos textos les sea de utilidad.

¿Parashá para Noájidas?
Por: Jonathan Ortiz
http://fulvida.com/rap001/rap021.htm

Educacion para la justicia
Por: Yehuda Ribco
http://fulvida.com/ajenos/misioneros/educacin-para-la-justicia

El Sanhedrín y los 7 mandatos
Por: Yehuda Ribco
http://serjudio.com/dnoam/rap128.htm

Moré
Por: Yehuda Ribco
http://fulvida.com/fortalecimiento/pensamiento/more

¿Cuando un judío deja de ser judío?
Por: Jonathan Ortiz
http://fulvida.com/rap001/rap011.htm

Cauces que llegan al océano
Por: Yehuda Ribco
http://serjudio.com/rap701_750/rap704.htm

Cercos de la Torá
Por: Yehuda Ribco
http://serjudio.com/dnoam/rap29.htm

Divergencias no son peleas
Por: Yehuda Ribco
http://serjudio.com/rap1251_1300/rap1256.htm

Torá de Moshé
Por: Yehuda Ribco
http://serjudio.com/rap1601_1650/rap1611.htm

Según el ojo…
Por: Yehuda Ribco
http://serjudio.com/rap201_250/rap236.htm

Isaías 29:13
Por: Yehuda Ribco
http://fulvida.com/ajenos/misioneros/isaas-2913

Resp. 3661 – Amonestación a los falsos sabios
Por: Yehuda Ribco
http://serjudio.com/exclusivo/respuestas-a-preguntas/resp-3661-amonestacion-a-los-falsos-sabios

Hijos de Noaj: La religión, el peligro!
Por: Jonathan Ortiz
http://fulvida.com/id-noajica/identidad/hijos-de-noaj-la-religion-el-peligro

Conversión al judaísmo y estudio de Torá para el gentil en relatos del Talmud
Por: Yehuda Ribco
http://fulvida.com/id-noajica/identidad/conversion-al-judaismo-y-estudio-de-tora-para-el-gentil-en-relatos-del-talmud

La Torá no es para el noájida
Por: Yehuda Ribco
http://fulvida.com/id-noajica/identidad/la-tora-no-es-para-el-noajida

Resp. 725 – El noájida que es comparado con el sumo sacerdote?
Por: Yehuda Ribco
http://fulvida.com/id-noajica/identidad/resp-724-el-noajida-que-es-comparado-con-el-sumo-sacerdote

Resp. 784 – quien puede guiarme para estudiar Torá?
Por: Yehuda Ribco
http://fulvida.com/id-noajica/identidad/resp-784-quien-puede-guiarme-para-estudiar-tora

No tendrás dioses ajenos delante de Mí

«No tendrás dioses ajenos delante de Mí.»
(Shemot / Éxodo 20:3)

Este es uno de los famosos mandamientos que componen el Decálogo, al que erróneamente se menciona como “Diez Mandamientos”, cuando en realidad son “Diez Frases”, con catorce mandamientos (para los judíos) en ellas.
Éste es uno de los 613 mandamientos para los judíos, uno bastante peculiar puesto que no requiere de acción o abstención de una, sino que remite al mundo de las creencias, de lo intangible.
Si bien no es mandamiento para los noájidas, es una regla a tener en cuenta, como derivado del mandamiento universal de “no adorar dioses que no son Dios”.

A primera vista es una norma fácilmente comprensible, pero cuando somos delicados en el análisis descubrimos la hondura.
Prestemos atención.

Ante todo, donde dice “dioses” en el original se lee “Elohim”, que es “dioses”, pero también EL Dios (Uno y Único), también poderosos, también gobernantes.
Ya con este conocimiento comprendemos que el mandamiento se complejiza.
¿De qué se está hablando?
De falsos dioses, de Dios pero que está “ajeno”, de dioses ajenos, de dioses que ajenos creen en ellos, de poderosos… ¿de qué?

El EGO toma el control en las situaciones de impotencia real, cuando no quedan otros recursos para implementar.
Esa es su función natural.
Sin embargo, en la mayoría de las personas continúa gobernando, usando y abusando de las otras herramientas y potencias con que cuenta la persona: intelecto, imaginación, emociones, relaciones, posesiones, etc.

Resulta necesario que la persona se vea sometida a la sensación de impotencia, sea real o fantaseada, para que el EGO siga al mando.
Por ello, casi a cada rato nos vemos involucrados en situaciones en las que sentimos no poder, en las que no tenemos recursos propios para resolver, en los que dependemos de auxilio externo, en los que se evidencia nuestra inoperancia, nuestra falla, nuestra debilidad, nuestra culpa, nuestra falta de sentido, entonces recurrimos a hundirnos en el EGO: huimos de la realidad, lloramos, gritamos, pataleamos (y todos los posibles derivados de estas herramientas básicas del EGO).

Que te quede claro, cuando dices “todo me sale mal”, “soy un inútil”, “nadie me quiere”, “soy un fracasado”, “no sirvo para nada”, “no puedo”, “tengo mala suerte”, “es mi destino”, “es el pecado original”, “solo un milagro me puede salvar”, “solo cristo salva”, “clamemos para sanación, trabajo, prosperidad, marido, etc.”, “recemos para que se cure”, o similares, estás expresando tu impotencia (seguramente fantaseada), estás bajo el yugo del EGO.
Entonces, te aferras al EGO, que es tu dios.
Sí, es tu dios.
Aunque digas creer en Dios (el Uno y Único), o en cualquier dios o diosito, sin embargo es el EGO tu dios, puesto que es al único que adoras, sirves y esperas en él tu salvación.
Sí, aunque digas que eres ateo, y estés plenamente convencido del poder de tu razonamiento y lógica, absolutamente firme en que no adoras ninguna deidad y te opones a ella, igualmente estás adorando a tu EGO, aunque no lo admitas ni siquiera se te cruce por la mente la posibilidad de ser “religioso”.

Para que lo entiendas, las religiones son la manifestación externa, visible, socializada, cultural, del EGO en su lugar de deidad salvadora.
Todos los dioses son reflejos externos de ese EGO interno.
Todos, incluso Dios (tristemente) es puesto (en la mente y creencias) como títere manipulado por el EGO.
De allí que la frase diga: «No tendrás dioses ajenos delante de Mí.» (Shemot / Éxodo 20:3).
Que se puede entender de la siguiente forma: aunque creas en Mí, aunque digas reverenciarMe, no pongas entre Mí y tú dioses ajenos, aquello que la gente adora como una deidad.
Nada que se interponga entre tu Padre y tú, porque entonces ya no estás en comunión con Él, sino con un “artefacto”, un intermediario, algo que interrumpe el flujo santo.

Más adelante Él ordena: «No recurráis a los ídolos, ni os hagáis dioses de fundición. Yo soy el Eterno, vuestro Elokim.» (Vaikrá / Levítico 19:4).
Donde dice “dioses de fundición”, en el original expresa: “masejá”, que puede entenderse también como “máscara”.
El versículo diría entonces: «No recurráis a los ídolos, (a esos que evidentemente son falsedades, vanidades, ilusiones, pobreza) ni os hagáis dioses – máscara (que se presentan como si fueran Yo), porque solo Yo soy el Eterno, vuestro Elokim”.
Ni EGO, ni Jesús, ni cualquier otro que se ponga entre tú y tu Hacedor y Sostenedor.
Pero, eres tú aquel que debe despojarse de máscaras, de cáscaras, de interferencias, para que fluya la Luz santa en todo su esplendor.

Entonces, el camino a la integridad, a la felicidad, al gozo, a la dicha, al disfrute de la bendición no pasa por ser religioso, ni someterse a rituales innecesarios, ni sumergirse en plegarias sin fin.
El camino está en apartar al EGO, encontrar la armonía interna y externa, equilibrar nuestros planos para estar en paz, conectados, siendo uno.

Fácil de decirlo, pero muy difícil de tomar conciencia y más aún de perseverar para no volver a la celdita mental que nos tiene preparado el EGO.

Bienaventurados los…

No se trata de saber,
sino de ser.
Ser uno. Unificado. En armonía.

No se trata de haber leído muchos libros, ni de repetir frases,
sino de hacer carne el conocimiento 
para que esto te lleve a la unidad del ser.

No se trata de ser sumiso a un líder y a una doctrina, sino de ser tu propio amo, en bondad, en justicia, en autenticidad.
Atiende a tus maestros, respeta a tus guías, encuentra la enseñanza que proviene de toda criatura.
Que tu conciencia se amplíe y siempre agradece.

No se trata de meditar sobre espiritualidad,
sino de hacer que lo material reluzca en su propia espiritualidad.
Ser uno. En armonía. Ser uno mismo.

No es en la religión que se encuentra Dios,
sino en vivir de acuerdo a Su Voluntad, tal como Él la manifestó para ti.

Se trata de amarte a ti mismo.
Sí de amarte, a ti, a quien eres en esencia, a quien estás siendo.

Así,
solamente así puedes amar al prójimo y amar a Dios.

El resultado será tu dicha, alegría sincera.

Rabino Oved Abrej: noajismo, un camino sagrado (Video)

El camino sagrado de los noájidas y el camino sagrado de los judíos.
Cada uno tiene su esencia espiritual, bendita, perfecta.
Al conocerla, al asumirla, al vivir de acuerdo a ella, uno alcanza la plenitud.
Se sirve a Dios de muchas maneras, aprende cuales.

Un video para aprender, para disfrutar, para compartir.

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