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Resp. 489 – No se deje engañar más… Jesús no es dios ni salvador

TODO LO QUE DICES ES MUY INTEREZANTE. PERO ESTOY UN POCO CONFUNDIDA.
1- PORQUE RAZON USTEDES NO CREEN QUE JESUS ES DIOS MISMO?.
2- SI EN LAS ESCRITURAS DICE QUE A DE NACER UN NINO QUE SERA EL HIJO DE DIOS…Y QUE EL MISMO VENDRA A MORIR POR NOSOTROS PARA QUE TENGAMOS VIDA ENTERNA Y NO PERDAMOS NUESTRA ALMA.
3- NECESITO QUE ME ACLARES ESTO PARA PODER ENTENDER MEJOR TUS POSTULADOS
4- Y NO PENSAR QUE HABLAS CON IRA HACIA LO QUE LAS PERSONAS CONOCEMOS COMO SALVADOR DEL MUNDO.
Ana Rivera

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Está delante de ti

Nuevamente en las Sagradas Escrituras JUDÍAS encontramos una importante enseñanza de lo que el Eterno quiere de las personas, de TODAS las personas.

Como sabemos Él no pide fe.
Tampoco quiere que seamos siervos de un señor colgado en una cruz.
No desea sacrificios de primogénitos, ni siquiera del Suyo (que por las dudas te recuerdo que es la nación judía).
No Le agradan las penurias y sangres.

En cambio ama una conducta íntegra, de justicia y bondad, de fidelidad a los mandamientos que Él te ha ordenado que cumplas.
En tu caso, amigo gentil, son los Siete Mandamientos Fundamentales (no idolatría, no blasfemia, no homicidio, no inmoralidad sexual, no robo, no comer parte de animal con vida, establecer cortes de justicia).

Nada más, nada menos, tal es el camino para la salvación, la verdad y la vida en Este Mundo y en el Paraíso.

Presta atención:

«¿Con qué me presentaré al Eterno y me postraré ante el Elokim Altísimo?
¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un año?
¿Aceptará el Eterno millares de carneros o miríadas de arroyos de aceite?
¿Daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mi vientre por el pecado de mi alma?

¡Oh hombre, Él te ha declarado lo que es bueno!
¿Qué requiere de ti el Eterno?
Solamente hacer justicia, amar misericordia y caminar humildemente con tu Dios

(Mijá / Miqueas 6:6-8)

¿Caminas humildemente con Dios, pues cumples con los Siete Mandamientos?
¿Haces lo bueno y lo justo?

¿O sigues esclavo de falsos salvadores, de falsos dioses, de falsos primogénitos?
¿O sigues empecinado en adorar el EGO?
¿O marchas aún por la senda trazada por hombres ajenos a Dios y Sus cosas?

Debes tú hacer el examen de conciencia, sin hacerte trampas al solitario.
Porque si persistes en engañarte, el único que pierdes eres tú… y tu familia, y tus amigos, y tu sociedad…

¿Cuando dejarás de andar por tus propias sendas de extravío?
¿Hasta cuando insistirás en decir «amén» a esas maldiciones de pastores y falsos rabinos (falsamente mesiánicos)?

El camino luminoso y limpio está a tus pies, solamente debes andar por él.
Desecha toda la basura del dios colgado, aleja de tu vida las mentiras del fatídico testamento, vomita el veneno que te han dado a beber desde tu cuna, para que puedas ser libre y fiel a Dios.

Debes elegir, o Dios o Jesús.
No hay punto medio.
No existe forma de conciliar el bien infinito (Dios), con la mentira absurda (Jesús).

De ti depende, tu vida pende de un fino hilo, que si tu insistes en corroer, terminará cortándose y tú desaparecerás en las sombras monstruosas del Sheol, hogar eterno del infernal Jesús.

Tienes el camino de Luz ante ti, camina por él.
Hazle caso a Dios, no a los hombres.

El Gentil y el Talmud

«En una oportunidad, un gentil se dirigió a un Rab y le preguntó si era cierto que el estudio del Talmud desarrollaba la mente y que no existía sabiduría en el mundo que se equiparara a él.

Ante la respuesta afirmativa del Rab, el gentil quiso comprobarlo y le pidió al Rab que le diera algún ejemplo del tipo de estudio que ejercitaba la mente incluido en el Talmud. Debido a la insistencia del gentil, el Rab accedió a su pedido y le preguntó: «Dos personas cayeron desde una claraboya hacia la tierra, uno se ensució y el otro no, ¿quién debe limpiarse?». El gentil respondió: «es una pregunta muy sencilla, el que se ensució debe limpiarse». El Rab le dijo: «observa cómo no entiendes. Todo lo contrario: quien no se ensució debe limpiarse». «¿Por qué?», inquirió sorprendido el gentil.

La respuesta del Rab fue: «el que se ensució observa cómo su compañero no se limpia y piensa que él tampoco debe hacerlo. Pero el que no se manchó, observa cómo el otro se ensució y piensa que a él también le sucedió y se retira a limpiarse». El gentil sorprendido le pidió al Rab una nueva oportunidad y el Rab le repitió la misma pregunta: «Dos personas cayeron desde una claraboya hacia la tierra, uno se ensució y el otro no, ¿quién debe limpiarse?». El gentil respondió: «recién usted me aclaró el tema, el que no se ensució debe limpiarse». El Rab le dijo: «observa cómo no entiendes. El concepto es inverso, quien se ensució debe retirarse a limpiarse y quien no, no se retira». El gentil comenzó a confundirse y le solicitó al Rab una nueva oportunidad.

El Rab le reiteró por tercera vez la misma pregunta y en este caso el gentil le respondió: «terminamos de aclarar que el que se ensució debe limpiarse». El Rab le dijo: «no es así, ambos deben limpiarse. El que se ensució porque observa que está sucio y el otro también se limpia, ya que al observar a su compañero que está sucio cree que también él lo está». El gentil admitió que no lo había pensado y le pidió una nueva oportunidad y el Rab le repitió por cuarta vez la pregunta. El gentil contestó que ambos debían limpiarse como habían terminado de comprender. El Rab le respondió que no era así: «ninguno de ellos debe hacerlo, el que no se ensució porque se observa que no está sucio y el que se ensució no se limpia al observar que su compañero está limpio y piensa que él también lo está».

Tomado de :http://masuah.org/truma_f.htm

El gentil se dio por vencido, pero le pidió al Rab la última oportunidad y cuando el Rab le reiteró la pregunta, el gentil en ese momento comprendió que el Rab esperaba que él respondiera que ninguno debía hacerlo -como habían concluído anteriormente- y le cambió la respuesta: «¡Ambos deben limpiarse!». El Rab lo terminó de desconcertar: «¿aún no entiendes? ¿Cómo es posible que dos personas hayan caído al mismo lugar y una se ensucie y la otra no? ¡Es imposible!».

Nota:Quise colocar el siguiente extracto de esta lectura, por cuanto es importante que el Noajida reconozca que ciertamente el involucrarse en libros sagrados que les competen única y exclusivamente a los Judios. El Noajida para que cumpla con los 7 preceptos que el Eterno ha dado a las naciones, no tiene porque profundizar, ni estudiar (Talmud, Midrash,Cabalá, ect) así como todo lo referente a la literatura Judia, para ser mejores Noajidas, este es un error muy común entre la mayoría de los Noajidas que quieren ser BneiNoah sin dejar de pensar como Judio. He llegado con mucha tristeza escuchar Noajidas decir que andan estudiando por su parte, por su propia cuenta, teniendo a la mano La Torah, el Tanak y libros de autoría judia, quienes no aceptan el verdadero rol que un Noajida debe cumplir en este mundo, porque piensan que las 7 leyes Universales son muy «light» craso error.

Obviamente vemos en paginas de bneinoah en Inglés y algunas en Español cuyos Maestros proponen la enseñanza de Torah, pero hay que tener en cuenta que en algunos lugares como Estado Unidos, cuyo país tiene un gran número de sinagogas y centro de estudios judaicos, tienen la facilidad de poseer un Maestro letrado en la Torah quien los asesore personalmente, pero que con mucha seguridad enseñara que solo el Gentil debe leer con la ayuda de Un Rabino Ortodoxo las partes permitidas que se pueden leer.

En tal caso de no tener acceso a un Maestro Judio Ortodoxo cerca, como cada uno de nosotros los que entramos a diario a la pagina de FULVIDA pues contamos con la sabia experiencia del Moreh Yehuda y ahora con la ayuda de su Hermano el Rabino Aaron Ribco, quienes con mucha sabiduria y paciencia, nos orientaran que es mejor un Noajida bien orientado y disciplinado con lo que se le enseña, a uno quién pretenda tener una doble personalidad indefinida.

http://serjudio.com/rap1851_1900/rap1900.htm

Un abrazo a todos!