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El líder en el crecimiento integral

Moshé fue elegido por el Eterno para fungir como líder en la salida de Egipto y la travesía por el desierto.
Uno de los motivos principales se puede encontrar en su crianza y lugar de crecimiento, puesto que era uno de los israelitas que no había sido adoctrinado para vivir como esclavo. Por el contrario, tenía una perfecta y elaborada educación, la que correspondía a las altas esferas del gobierno de su poderoso imperio natal. Estaba entrenado para el manejo de personas, el liderazgo, la política, etc., en resumen, era el único hebreo capaz de cumplir con esa misión.

Sin embargo, hay otros aspectos que debieran ser tomados en consideración.
Encontramos tres breves relatos acerca del Moshé adulto:

  1. Defiende a un hebreo que estaba siendo molido a palos por un capataz egipcio.
  2. Interviene en una sórdida discusión entre dos hebreos, que llegaban a las manos en sus agresiones.
  3. Ayuda a las hijas de Itró en el pozo de agua para que no sean violentadas por los pastores del lugar.

Tenemos un hilo conductor que nos habla de un importante rasgo de personalidad de Moshé.
En los tres episodios Moshé se muestra al "cuidado" del indefenso, en procura de que se establezca la justicia y la equidad.
Era capaz de despegarse de su EGO, incluso de arriesgar a perder muchísimo, con tal de procurar restituir el orden y la corrección.
No era un hombre “perseguidor de la paz”, como es conocido su hermano Aarón, pero sin dudas que era un hombre dedicado a la justicia y el orden, que son elementos sustanciales –junto al Shalom- para asegurar la buena vida del individuo y de la sociedad.
Moshé estaba dispuesto a intervenir en luchas que no le eran propias, de las cuales no obtendría ningún rédito y quizás perdiera mucho, pero con el deseo de ayudar al débil y que alumbre la justicia y el orden.

Así pues, su esencia tal como su educación y posición social lo hicieron el “elegido” para ser conductor del destino del pueblo judío en ese momento trascendental, y ser luego generador de efectos positivos para todas las generaciones.

Pero, parece contradictorio que a la hora de ser anunciado por Dios cuál sería su rol en la historia, Moshé se rehusara a aceptarlo y su negativa se repitió hasta cinco veces.
¿Cómo puede ser?
El hombre de la justicia, el defensor del caído, ¿cómo no aceptar tamaña responsabilidad que le estaba adjudicando el Eterno?

Te daré dos respuestas posibles, y te pido que si tu tienes alguna otra la compartas con nosotros en la sección de los comentarios, aquí debajo de este artículo.

  1. Moshé ya estaba establecido en Midián, ya tenía su vida de pastor, ya tenía su familia, ya había dejado el oropel del pasado palaciego, ahora era un pastor de ovejas. Estaba dedicado a ayudar a la gente de su entorno y a ser un pastor cuidadoso con su rebaño. No se veía en un rol de liderazgo de masas, confrontando al más poderoso emperador de la época, haciéndose cargo de la vida y destino de millones de personas.
    Había “madurado” y su meta no era ser un “mesías”, un redentor, un salvador, sino que se resumía a su vida, a su gente, y no a su gente de origen, a aquellos lejanos parientes esclavizados en Egipto.
    Muy normal, ¿no lo crees así?
  2. Moshé ayudaba aún a costa de arriesgarse él mismo, sin esperar nada a cambio.
    La suya era una tarea altruista, realmente generosa, carente de avidez o ambición personal.
    Moshé intuyó que de aceptar el importante cargo que le ofrecía el Eterno desde la zarza, ya no podría ser el ejecutor de la justicia y del orden por el simple amor a hacerlo.
    Intuyó que su papel le traería renombre, dominio, posesiones, beneficios que él no quería ni pretendía.
    Él no trabajaba como líder para llenar su cuenta bancaria y someter a los de su rebaño; el trabajaba por amor a la gente, por consideración al prójimo, por férrea adhesión a la justicia y el orden.

No quería el honor, no quería el beneficio, tal como los verdaderos líderes debieran hacer.
Pero estamos rodeados de todo tipo de “preeminentes” que actúan por sus propios intereses, sin ningún dilema ética abusan de sus seguidores, se aprovechan de sus posiciones, adquieren posesiones, someten y se aprovechan. Esos no son líderes, no son pastores, no son cabezas, sino usurpadores que con un poco de habilidad y otro de astucia ocupan cargos que debieran dejar para los que son en esencia y educación competentes.
Ayudar a la gente, sin segundas intenciones, sin interés propio.
Moshé era un líder natural, el que ayuda al crecimiento integral de quienes le siguen sin querer nada para sí mismo a cambio.
Ésta es la calidad de líder, esto es exactamente lo que los leales del Eterno precisan, lo que nos sirve para liberarnos cada uno de nuestro propio Egipto.

Hoy por hoy los “líderes” son habitualmente como los que representamos en la imagen que acompaña al texto.
Gente sometida a su EGO y que someten a otros a sus dictados infantiles pero muy bien envueltos en palabras, caricias, ordenanzas, amenazas, etc..
Ten cuidado con esos líderes, que ni siquiera saben gobernar sus propios vidas.
Busca al verdadero líder, a uno que siga la línea de Moshé, entonces tendrás un verdadero socio en tu crecimiento integral.

Te invito a que sigas visitando y participando de nuestros sitios FULVIDA.com y SERJUDIO.com, para compartir de este buen pan.

Un viejo secreto para la buena vida

Muchos veneran a Miguel de Cervantes, aunque no sé cuántos lo han leído y comprendido.
Una de sus frases celebres reza así:

“El que larga vida vive, 
mucho mal ha de pasar. “

A primera vista, resulta deprimente… ¿o es solo mi parecer?
Te daré uno de mis motivos.
Si el que larga vida vive mucho mal ha de pasar,
significa que el “mal pasar” es una constante, o al menos una muy frecuente visitante,
por lo cual,
quien más vive, más sufre.
El sufrimiento está aquí, no hay escapatoria… mejor vive poco, así sufrirás menos… ese podría ser el corolario del pensamiento del Manco de Lepanto…
¿Estas de acuerdo con que así es la vida?
¿O quizás para Miguel era así, pues en su vida padeció mucho, o tal vez no supo disfrutar de lo bueno que tenía?
No lo sabemos…
Pero lo que sí puedes saber es si estás de acuerdo con que la vida es una hilera incesante de dolores y dramas…
(Yo no lo estoy, aunque a veces pareciera ser cierto. Me gustaría oír tu comentario al respecto).

Por su parte, Jean de La Bruyère nos regaló esta idea:

“No hay nada que los hombres más 
deseen conservar y menos cuiden 
que su propia vida.“

Resulta de cierta manera antagónica con la frase previamente citada.
Para el español aparentemente la vida es dolor y pena, para el francés aparentemente es un gran tesoro, anhelado y deseado.
Sin embargo, a nuestro entender tienen un punto en común: la tragedia. Para uno es la norma, lo que conlleva el vivir; para el otro es producto de la desidia, del olvido, de la desgana, de las conductas erróneas.
Si fuera Cervantes el acertado, estamos condenados a sufrir.
Pero si fuera de la Bruyère, tenemos a nuestro alcance la oportunidad de enfocarnos en lo positivo y conservar con cuidado el tesoro de la vida.
¿Tu qué crees?
¿Con cuál de los autores te afilias para debatir al respecto?

Ahora llamamos a un tercero para que opine, a Benjamin Disraeli quien nos dice:

“La vida es demasiado corta 
para que la hagamos mezquina.”

Bueno, tenemos un destino: la vida es demasiado corta; y tenemos la libertad de elegir: vivirla de manera mezquina o altruista.
Interesante el aporte del inteligente hombre inglés.

Ya que estamos con grandes muchachos de la vieja Europa, te presento a Leonardo da Vinci, a quien no se le ocurrió otra cosa que decirnos:

“El que no aprecia la vida 
no la merece.”

Quisiera extenderme en comentarios que tan condensada frase me motivan, pero prefiero abstenerme y darte tiempo y espacio a ti para que pienses, participes, aportes, evalúes tu propia vida.
¿Aceptas mi invitación?
Espero que sí…

Podríamos seguir recopilando citas por toda la internet, pero no te quiero aburrir, ni hacer el trabajo que tú también puedes hacer si te lo propones; por lo cual, te daré un mensaje más de parte de una celebridad.
Para variar, es una mujer la que tiene la última palabra en casa, Simone de Beauvoir:

“La longevidad es la recompensa de la virtud.”

Pero, señora mía, doña Simone, no quiero parecer malintencionado, pero o no le tradujeron bien la frase, o no la entendí en su esencia, o usted dijo algo como que no es así… ¡cuánta gente buena, pero buena de verdad, se ha muerto joven!
¿Usted cree realmente, doña Simone, que no hay tipos malos, pero realmente malos, que viven largas vidas y hasta llenas de riquezas, salud, placeres, etc.?
Porque, doña Simone, usted no dice (a no ser que no la hayan traducido correctamente) “La buena vida es la recompensa a la virtud”, usted dice “La LONGEVIDAD”, es decir, la larga vida.
Como que no cierra esta frase con lo que cualquier hijo de vecino, como quien esto escribe, se puede encontrar cada día.
En verdad, me encantaría que algún entendido (o entendida, por supuesto) tengan la amabilidad de darnos una luz al respecto de lo dicho por la sabia señora, a la que respetamos y valoramos, pero que en esta ocasión no comprendemos su cita.

Pero por ahí, otro hijo de vecino tiene algo para contarnos.
Hace un año y poco fallecía a los 113 años de edad el hombre europeo más longevo con vida (en el 2009), se llamaba Henry Allingham.
En alguna entrevista que le hicieron dijo algunas cosillas interesantes acerca de su secreto para su longevidad.
Atendamos a sus palabras:

“Consultado sobre el secreto de su larga vida, el hombre en silla de ruedas dijo:
"No lo sé, pero te diría que trates de ser tan bueno como sea posible". ”

Ok, parece que este hombre fue el ejemplo literal de las palabras de la inteligente dama francesa.
El dice que vivió más de un siglo gracias a la nobleza de carácter, encare positivo, bonhomía, el ser tan bueno como le fuera posible.
Así que, aquí está la virtud que le dio larga vida a este buen señor (que en paz descanse, junto a los otros citados hasta ahora en este artículo).

Pero, don Henry tenía un datito más reservado bajo la manga:

‘A la pregunta sobre su receta para llegar a tan avanzada edad,  Allingham respondió una vez con un guiño:
"Tabaco, whisky y mujeres muy salvajes".
Después añadió, más serio:
"Hay que cuidarse y conocer  los límites propios".’ 

Bueno… esté… cómo seguimos ahora…

Creo que lo dejamos en “hay que cuidarse y conocer los límites propios”… ¿te parece bien así?

Mr. Henry llegó a vivir 113 años, hasta su último suspiro lleno de vitalidad, gusto por la vida y lucidez.
No era Don Perfecto, pero tampoco lo contrario.
Era una persona, común, como todos, porque hasta las celebridades y gente de poder somos comunes, pero en distintos roles.
Esto deberíamos recordarlo cada día, sea siguiendo a don Cervantes o a don de la Bruyère: puedes parecer importante, detentar una posición de preeminencia, ser admirado, ser elogiado, ser mimado, ser un conquistador con tus dotes y carisma, gozar de privilegios, pero no eres más que una persona común y corriente.
Son tus actos los que te ennoblecen o degradan.

Por lo cual, sería bueno tomar nota y no acostumbrar avergonzar al prójimo, sea persona de preeminencia o del llano.
Poner las cosas en su sitio, está muy bien.
Denunciar al estafador, no permitir que el perverso se apropie de lo que no le pertenece, clamar por justicia, poner límites, desenmascarar al prófugo de la Verdad, todo eso es correcto y no debe omitirse de realizarse, pero sin avergonzar al prójimo.
(De acuerdo a la halajá, la normativa judía, es lícito burlarse de la idolatría, así como señalar pública y claramente a aquellos que obran maldad y pueden causar daños a los que andan desprevenidos. Sin embargo, mejor es actuar con prudencia y moderación.)

Ten presente que si haces sonrojar a tus padres, a tus maestros, a los ancianos, a tus menores, a tu cónyuge, o a cualquier otro semejante, a cualquier persona inocente, no solamente estás procurando el mal sobre ella, sino que estás preparando un caldero de agua hirviente sobre tu cabeza, que en cualquier momento se derrama y te despelleja vivo…

Así que te aconsejo que te dediques a estudiar (y a aplicar) los principios de cómo relacionarte efectivamente con tus semejantes.
Cuando estés ante una persona simple de entendimiento, buscaba resaltar un pensamiento en común para que les sirva de encuentro y motivo de vinculación.
Si estás ante alguien más experto, calla, pregunta con humildad para aprender y aprovecha para aprender.
Cuando estés con un amigo, que te sea doblemente valioso su honor y el tuyo.
Si estás con tu cónyuge, valórala (valóralo) más que a ti mismo, pero sin desmerecerte en lo más mínimo.

Sé virtuoso, sé bueno, sé justo, conoce tus límites, se leal… entonces no sé si vivirás mucho o poco, pero cada día será una vida, de placer, de bendición, de santidad, de plenitud ((Vivir es nacer a cada instante.
Erich Fromm
Cada día es una pequeña vida.
Horacio
Sólo vive el que sabe.
Baltasar Gracián)).

Nunca olvidemos, que la maldad que provocamos contra otra persona termina retornando como un bumerang, y a veces duplicada o multiplicada en sus daños.
Si tratas con honra al prójimo, aunque sea tu adversario, encontrarás el camino para una buena vida…

Vivir Con Sincera Alegría

Decía Mahatma Ghandi:  “La alegría sobreviene cuando tienes armonía entre lo que piensas, lo que dices y lo que haces”.
Interesante enseñanza de un sabio de las naciones.
El pacifista más famoso fue persona para valorar en su contexto y admitir sus inteligentes enseñanzas, así como para criticar otras cosas y no recibir las prédicas que contradicen al Eterno y Sus mandatos. ((Recordemos: es correcto valorar y asumir las enseñanzas de los sabios de las naciones, pero no cuando refieren a espiritualidad, pero sí al resto de la existencia.))

Vivir con regocijo de todas las cosas, sean grandes o pequeñas, es una gran virtud.
El estar sinceramente alegres, a través de lo que contenta al alma,  es una meta valiosa para todo ser humano ((De hecho, es una orden del Eterno para los que son judíos, uno de los 613 mandamientos de la Torá para el pueblo judío.
Ver: http://serjudio.com/bereshit/vaieshev66.htm entre otros links de nuestros sitios al respecto)).
Estar sinceramente alegres, por tanto, es una pauta para andar por la senda divina ((«Alegría sincera» y «alegría» a secas, no son siempre lo mismo. Tampoco felicidad y alegría son sinónimos)).

Cuando la persona aprende a vivir con sincera alegría, encuentra allanado el camino hacia la armonía (interna y externa), estabilidad, integridad, lo que hace que sea una pauta significativa y trascendental.
Por eso cuando hablamos de plenitud, bienestar, bendición, Shalom, necesariamente debemos incorporar la participación activa de la sincera alegría en el corazón de la persona.
Cuando falta la alegría sincera, ¿cómo se puede sentir plena, bien, bendita, en paz e íntegra una persona o una sociedad?
La alegría sincera es ese poderoso elemento que activa el fluir de lo positivo.
Y no solamente lo decimos como un consejo filosófico, intelectual, moralizante, sino que está igualmente comprobado que tiene efectos poderosos en el organismo humano, en la regulación de los humores, en el sistema de inmunidad, en la salud mental, entre otras ventajas ((Por ejemplo: http://www.centrodesalud.net/%c2%bfque-es-la-inteligencia-emocional/)).

La sincera alegría opera como medicina, en tanto que el abatimiento enferma, o al menos empobrece, nuestra vida y entorno.
Recuerdo como en aquellas viejas épocas de mi juventud, y la de mi padre, en la revista “Selecciones del Reader’s Digest”, se encontraba la inefable sección “La risa, remedio infalible”.
Hace mucho que no la leo, hay algunas antiguas ediciones aún en casa, pero estaba bien pensado y fundamentada su inclusión y su titulación.
Yo no sé si cura todo, si es tan infalible, pero ciertamente que la sincera alegría surte efectos gloriosos.
Si bien la risa no es lo mismo que la sincera alegría, bien vale su mención.
De paso, también recuerdo a nuestro querido amigo venezolano Andrés Cordovés, quien se alejó para construir su propio camino personal y profesional, que animaba a la “Risoterapia”.
Como también no puedo dejar de mencionar a quien fuera un apreciado socio, Alfredo Zambrano, quien se alejó para retomar viejas creencias y actitudes pero adoptando muchísimas de nuestras enseñanzas positivas (muchísimas, que con gusto le regalamos y esperamos sepa cuidar y difundir sin mezcolanzas), el cual en más de una ocasión refería acerca de la alegría.

Quien quiera mantener a raya a las enfermedades, superarlas, o padecer menos, necesariamente deberá aprender a quejarse menos y gozar con sincera alegría mucho más.
Te doy un pequeño y familiar ejemplo.
La otra noche, en la cena de Shabbat, mi hijita estaba haciendo monerías en tanto hacía de cuenta que comía (comer no es una de sus aficiones). Entre bromitas y piruetas, se mordió la lengua… ¡cómo duele! La madre, pediatra ella, no le dio importancia, pero yo en mi ignorancia sí… la niña estaba haciendo “pucheros”, gestitos de ponerse a llorar y patalear por el dolor o la impresión (o la realizada impotencia)… ¿cómo no poner cara de preocupado y empezar a preguntar, revisar, etc.? Pero intenté otro método: el de Patch Adams… y me puse a bailotear y a hacer payasadas. Como si fuera un “milagro”, la niña soltó la risotada, se le hermoseo su bello rostro y las carcajadas ocuparon el lugar que estaba siendo conquistado por el desanimo y la pesadumbre.

Puedes probarlo, no te va a defraudar…
Tampoco es para ir haciendo chistes en un funeral, aunque haya gente que lo haga y no solamente como forma de escapismo, ni de reírse de caídas, tropezones, desgracias, torpezas, etc. de otros o de uno mismo: eso no es alegría, ni mucho menos sincera alegría…
Pero, puedes encontrar la manera de disfrutar, de tener confianza, de crecer incluso en las peores situaciones… pruébalo y luego nos cuentas, ¿te parece?
(De paso, si ya tienes experiencias al respecto, con gusto te las leeremos en la zona de comentarios, aquí debajo).

Tenlo presente: hacia donde te enfocas, se dirige tu corazón.
Si vives pendiente de penurias, miserias, culpas, quejas, humillaciones, rencores, rencillas, el pasado tormentoso, el futuro oscuro, esclavitudes, etc., ¿cuánto espacio dejas a tu alma para la dicha?
Aprende a disfrutar, a hacer de cada momento uno lleno de sincera alegría.

Si persigues la alegría, ésta te escapará.
Está en ti aprender a descubrir los modos para llenar de ese placer tu alma.
Un método es el que enseñó Ghandi y usamos como introducción a nuestro texto: armonía de pensamiento, palabra y acción.
Otro, nos lo brindan los Sabios de la Luz: “Dichoso es aquel que se complace con su porción”  (Pirkei Abot 4).
Seguramente que hay otros caminos correctos, ¿te animas a compartirlos con nosotros?

¿Te has dado cuenta de que la serenidad placentera de la alegría sincera hermosea el rostro, tonifica el cuerpo, brinda lucidez a la mirada, firmeza a la postura?
Los cosméticos ayudan a resaltar la belleza, a ocultar signos no deseados, a ofrecer lozanía en tinturas.
Las cirugías plásticas, levantan, cambian, achican, modelan, reducen, aumentan, etc..
¿Sabes cuánto dinero, tiempo, riesgos, etc., se pueden evitar si la persona aprende a estar alegre con sinceridad?

Recuerda, hacia donde te enfocas va tu corazón.
En los últimos días ha insistido sobre este tema el querido amigo Mario Hinestroza, en varios artículos por él publicados (perdón el resto de los columnistas y comentaristas, pero no puedo mencionar a tanto gran amigo y socio en este pequeño post, igualmente ¡gracias por todas sus enseñanzas!).
No es de extrañar que para una persona afligida haya dificultades y enojos. Cuando una persona está triste, todo lo percibe desde detrás de sus anteojos de confusión y caos; siente que está todo mal y que el camino está plagado de rocas y pozos, imposibles de superar.
Pero, para aquél que ha aprendido a regocijarse con la alegría sincera, habrá placidez y bienestar. Pero para aquel que está bajo el manto protector de la sincera alegría, encuentra más facilidad para acceder a otras perspectivas, abrirse a opciones alternativas, no arredrarse ante los desafíos ni achicarse ante los retos del día a día.

Ojo, no es vivir auto engañándose, ni negando la realidad, ni siendo torpemente optimista lo que te estamos indicando… ¡nada que ver!
Es ver la vida de frente, con confianza, con serenidad, sin temor, sin preocuparse por llevar el control de aquello que está fuera de tu dominio.
Es aceptar tu porción, no para derrumbarte en el conformismo que anestesia y mata, sino en el reconocimiento de las propias virtudes y defectos, conociendo tu potencial y actuando para llevarlo a su plenitud, sin por ello apurar los tiempos.
¿Comprendes la idea?

La vida sin alegría sincera se torna oscura, confusa, devaluada, sedienta de EGO y víctima de sus debilidades.
Pero aquél que aprendió a disfrutar del bálsamo de la alegría sincera, es invitado a fiestas y palacios de belleza celestial.

Te invito a que profundices en este tema, tienes mucho y buen pan en FULVIDA.com y SERJUDIO.com.
Puedes ser el líder en tu avance, en tu crecimiento integral.
No depende de pastores, maestros, “líderes”, santos, fe, religión, Cabalá, misticismo, hebraísmo, sectas… depende de tu enfoque, conectando lo espiritual con lo material, haciendo realidad la pauta de vivir con sincera alegría ((“Puesto que no has servido a el Eterno tu Dios., con regocijo y con bondad de corazón: por exceso de todo.” Devarim/Deuteronomio 28:47)).

Los verdaderos mineros heroicos

Enseñanza para comentar y pensar:

Se cuenta que durante la Segunda Guerra Mundial, cuando Gran Bretaña estaba pasando por sus días más oscuros, existían serias dificultades para mantener a los mineros trabajando en las minas de carbón. Muchos querían abandonar sus sucios e ingratos trabajos en las peligrosas minas para unirse a las fuerzas armadas donde podrían tener más reconocimiento público y apoyo. Pero, el trabajo en las minas era determinante para el éxito de la guerra. Sin carbón, los soldados y la gente en sus casas se verían en serias dificultades.

Frente a ésta circunstancia, el líder inglés Winston Churchill se enfrentó a miles de mineros para explicarles la importancia del momento histórico que estaban viviendo y cómo sus esfuerzos podrían hacer que la meta de mantener a Inglaterra libre se alcanzara. Churchill les pintó un cuadro completo de lo que ocurriría cuando la guerra terminara y del gran desfile con el que se honraría a los que habían participado de una u otra forma.

Primero vendrían los marinos, luego los pilotos de la Real Fuerza Aérea. Más atrás desfilarían los soldados que habían peleado en Dunquerque. Cerrando el desfile marcharían los hombres cubiertos del polvo de carbón con sus cascos mineros.

Churchill sugirió que quizás alguien gritaría desde la multitud: “dónde estaban ustedes durante los días difíciles de la guerra?”

Y las voces de diez mil gargantas responderían: “en las entrañas de la tierra, librando nuestra batalla por la libertad de Gran Bretaña”.

Lágrimas comenzaron a caer por las mejillas de aquellos hombres endurecidos por el trabajo.

Decididos a continuar con su importante misión, regresaron a sus puestos, luego de habérseles recordado el papel imprescindible que desempeñaban en la lucha por la libertad.

Moraleja:

Quizás has creído que lo que haces no tiene mayor importancia, que otros ocupan roles más importantes que el tuyo. Pero recuerda, todo trabajo honrado y toda ocupación que asumimos con responsabilidad son dignos, necesarios e importantes.

Todos somos eslabones que conforman la gran familia humana. Asumamos con orgullo y dignidad nuestras responsabilidades.

Preguntas para reflexionar

  1. ¿En qué áreas eres especialmente competente?
  2. ¿Sabes potenciar tus dones naturales?
  3. ¿Cómo reaccionas ante las frustraciones?
  4. ¿Qué entiendes por libertad? ¿Te sientes libre?
  5. ¿Recuerdas alguna situación en la cual un miedo se haya adueñado de ti?
  6. ¿Y alguna vez en que hayas sido capaz de vencer tus miedos, adueñándote de la situación?
  7. ¿Has tomado decisiones importantes a partir de conclusiones poco serias? ¿Cuál fue el resultado de dichas decisiones?

Resp. 911 – Creer a la manera judía?

nathanael nos consulta:

Alguien me hizo esta pregunta;
1- ¿porque cree en/a Dios a la manera judía?
2- ¿Porque no a la manera de lo que dicen otros pueblos (chinos e hindúes por ejemplo) acerca de Dios?
Lo que le pude contestar es que es por confianza, con lo cual al final de la discusión sinceramente ni el ni yo quedamos satisfechos. Entonces, si me respuesta no fue correcta o fue insatisfactoria
3- ¿porque se debería confiar en el testimonio del judaismo?
Muchas gracias,

Ing Natanael Reyes, 32 años, El Salvador

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Esos que se hacen llamar judíos mesiánicos…

Alguien me preguntó el otro día qué tenía de malo la ideología de los “judíos mesiánicos”, le dije que sobre eso ya había escrito muchísimo, tanto en SERJUDIO.com como en FULVIDA.com, por lo que le pedí que ampliara mi respuesta buscando, leyendo y estudiando los textos allí publicados.
En una breve respuesta, que quizás te sirva tener a mano para tu auxilio, le dije:

En su origen el “judaísmo mesiánico” nació hace unas pocas décadas como un emprendimiento de grupos fundamentalistas evangélicos, con la ayuda de un puñadito de judíos de nacimiento pero traidores consumados a su Familia, que tenían la clara finalidad de convertir a los judíos en cristianos. Pero, a diferencia de sus predecesores no usarían el fuego, la tortura, la matanza, la opresión, sino el primer sistema pergeñado por el más perverso de todos los misioneros,el gentil Pablo de Tarso: confundir, sembrar la duda, corromper, mezclar, engañar, disfrazar, hacer pasar una cosa por otra.
Y así, nació el “judaísmo mesiánico”, del corazón del evangelismo recalcitrante hacia el corazón del pueblo judío, como una flecha envenenada que surca en la oscuridad y mata sin ser vista, y a veces ni sentida, pero su punta y su ponzoña matan sin remedio.
Ya con este nacimiento y destino, dudosamente se le puede considerar “kosher”, admisible, compartible, leal, loable, para estimar, para apreciar, para admitir y vivir acorde.

Luego, de aquellos que se dicen “judíos mesiánicos”, habría que ver cuantos de ellos realmente son JUDÍOS.
Si bien en su principio, como te mencione recién, su objetivo era convertir al cristianismo (pero con otro nombre) a los judíos, con el paso de los tiempos mutó y se uso con eficacia para entrampar a gente no judía.
Estaban aquellos gentiles cansados de las fantasías de las religiones, decepcionados por la falsedad de sus religiones, anhelantes por algo más puro, o quizás directamente deseosos de formar parte del judaísmo. Pero por uno u otro motivo no encontraron la senda hacia el noajismo, o a la conversión leal y legal al judaísmo.
Entonces, descubrieron, o se les ofreció, esto que parecía un atajo a sus deseos.
Algo que parece ser judío, que se viste como se supone es judío, que mezcla cosas judaicas, que se bailotea en supuestas danzas judías, que se comparta el pan judío, que se es miembro del árbol de Jesús (al que le inventaron todo tipo de nombretes judaizados, con ínfulas de místicos, con sabor a antiguo por no decir viejo y podrido, es decir, más fantasías mediocres pero muy marketineras).
Así, se llenó de gentiles que de un día para el otro dejaron de ser cristianos (de alguna de las mil sectas cristianas) para ser “judíos mesiánicos” (es decir, miembros de OTRA de las sectas cristianas, pero que se avergüenza de reconocerse como tal).
Gente que se inventó todo tipo de excusas para creerse “judíos”, como que su apellido tiene una Z, su antepasado vivió en España, su nombre suena a Alemán, tiene ojos claros, en su casa le dijeron que ellos eran diferentes, tienen la idea de que son descendientes de “marranos”, se “convirtieron” con un rabino en un ritual por la internet, se hicieron la circuncisión, se bautizaron en una “mikve” en el nombre de Yejoshuja y etcéteras varios, todos ridículos para quien es honesto y un poquito conocedor.
Así pues, de los que se hacen llamar judíos mesiánicos, probablemente sean poquitos los que tienen en su haber el derecho de ser llamados “judíos”, aunque ahora vivan en completo erro, e incluso traición hacia su familia, su pasado, su destino y Dios.

Pero hay más.
Al Nuevo Testamento (con el fraudulento nombre de “jabrit jajadasha” o “código real”) lo hacen pasar por la válida continuación del Tanaj, o a veces como una especie de “Talmud” netzarita, a la par del verdadero Talmud.
Pero, esa colección de fábulas, cuentitos, leyendas, invenciones del imperialismo romano, divagaciones gnósticas, paganismo sazonado con auras de judaísmo, en modo alguno puede ser considerado parte de la Biblia, su prolongación o su válido comentario; pues está en una senda absolutamente ajena, contraria y deformada de lo que es la esencia y contenido del Tanaj y la rica Tradición Oral santa de Israel.
Te brindo unos breves ejemplos ahora.
La Biblia, la verdadera, la de los judíos, enseña claramente que la Era Mesiánica implica la redención de Israel (el pueblo y la tierra), con la restauración completa del reino davídico, al tiempo que conlleva la corrección espiritual y material de la nación judía, y por extensión la de todo el mundo.
Pero, el Nuevo Testamento adoctrina con israeles espirituales, rechazando el lugar de Israel (el verdadero y único), las profecías del reinado concreto del rey davídico, para sustituirlo por una fantasiosa salvación del pecado exclusivamente para el alma y un absoluto desprecio y odio hacia el cuerpo. Se trata de la salvación a toda costa para el individuo y se deja de considerar a la nación.
En el medio se inventan todo tipo de doctrinas que refieren a pecados originales, culpas colectivas por pecados de individuos, dioses vengativos que no se calman a no se que haya sacrificio sangriento y doloroso, centralidad de intercesores espirituales indispensables para cualquier salvación, dominio de una potencia espiritual negativa y todopoderosa, entre otras ideas y creencias muy antiguas y muy idolátricas, que en nada se sostienen en el marco santo del Tanaj y la Tradición.
Y ni hablemos de la pluralidad de dioses, dioses humanos, demonios endiosados, y un sin fin de inventos muy hábilmente seleccionados para someter a las masas, para ejercer la manipulación emocional, para mantener el dominio sobre personas y colectivos.

Pero, siguiendo con la incoherencia de pretender sumar al Nuevo Testamento a lo bíblico –verdadero-, tenemos los cuentitos de Jesús ridiculizando las palabras de los sabios, quienes con todo derecho (Divino y humano) eran los encargados de enseñar las sendas del Eterno. Así mismo, lo vemos a Jesús diciendo que no pretende cambiar nada de lo judaico, pero en los hechos actúa de una manera contraria, y ni que decir de los resultados que se derivan de la fe en él…
(Y todo esto sin apegarnos a nuestro conocido argumento de que en realidad el tal Jesús del Nuevo Testamento NUNCA existió, sino que es una invención literaria, desarrollada para que el imperio romano mantuviera su debilitado poder. El tal Jesús neotestamentario, que es una colcha de retazos de viejas leyendas, historias de algunos personajes reales, la febril pluma de autores gnósticos, las necesidades imperialistas, el habilidoso leer las profecías e inventar que Jesús las cumplió… si igual nadie podía decir lo contrario, etc.).
Esto, además de que el tal personaje se anunciaba y declaraba como que era superior a Moisés e invalidaba la Torá.
También se puso directamente como un objeto de fe, por medio del cual sólo los que creen en él se salvan del infierno y todos los demás perecen en dolor eterno.
Por supuesto que esto no tiene ni una jota que ver con la Torá, y ni siquiera nos extendimos ni profundizamos en todas las discordancias, contradicciones, empellones que representa el Nuevo Testamento para con la Torá y la Tradición.

En resumen, todas estas cuestiones son claramente una grosera desviación de la trayectoria de la Torá, es disfrazar de santidad las creencias de los paganos y tratar de injertarla en la vida sagrada de los leales a Dios de forma encubierta
Y eso que la doctrina oficial es aún más pesada y antagónica a Dios y lo que Le pertenece.

En resumen, aquellos que se hacen llamar “judíos mesiánicos”, si por alguna casualidad realmente fueran judíos, no están dentro del marco dictado por Dios, y no viven una vida de “mesianismo”, sino de CRISTIANISMO, disfrazado, pero cristianismo al fin (y al principio, y en el medio).
Y si no son judíos, entonces están doblemente confundidos y perdidos, por lo que precisan ser alumbrados prontamente con el Faro Universal de la Luz para la Vida, con el noajismo, aquel que gratuitamente y con gran esfuerzo ofrecemos en FULVIDA.com para las naciones.

A despertar amigos míos.
A tomar conciencia de la gravedad de la situación.
A hacer lo posible para ayudar al prójimo, al familiar, al lejano a que abandone la senda de la perdición y encuentre su verdadero camino: el judaísmo para judíos, el noajismo para los gentiles.

A construir Shalom, para hacer nuestra parte en la tarea de atraer más pronto la Era Mesiánica VERDADERA.